Antecedentes Históricos Del Proceso Penal de Panamá

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UNIVERSIDAD MARIANO GALVEZ DE GUATEMALA

FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y SOCIALES, EXTENSION PETEN

CURSO:

CLINICA PROCESAL PENAL I

CATEDRATICA:

LIC. JOSE ANTONIO PINELO OCHAETA

TAREA:

ESTUDIO COMPARATIVO DEL PROCESO PENAL

NOMBRE Y APELLIDOS:

ADRIANA BEATRIZ LÓPEZ CASEROS

CARNE:

0506-15-20803

SEPTIMO CICLO, SECCION: A

09 DE JUNIO DEL 2024


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CONCLUSIÓN

Acerca de las diversas competencias donde ejerce la jurisdicción penal como deber y función

del Estado enmarcado en Nuestra carta fundamental de derechos y deberes como lo , que se

practica por medio de los operadores Judiciales desde los magistrados y jueces aplicado las reglas

de los procedimientos y sus respectivos principios para ejercer la ley penal donde se comprende

el conocimiento y juzgamiento de los delitos.


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Antecedentes Históricos Del Proceso Penal De Panamá

El juicio oral es por excelencia la sede en la cual se despliegan los relatos en

competencia, sobre la base de un conjunto de reglas que delimitan las atribuciones,

derechos y deberes de las partes del juicio. En donde el Ministerio Público como órgano

acusador debe contar con un relato acompañado de antecedentes que lo respaldan;

tales como, declaraciones de testigos o peritos, documentos en los cuales se basa, funda

y sostiene el relato de los hechos que alega como acusador, pruebas materiales, es

decir su teoría del caso. En cuanto a la defensa despliega una teoría del caso paralela, apoyado

igualmente en los antecedentes recopilados durante su propia investigación o por la

investigación realizada por el propio Ministerio Público, el cual explicará los hechos desde

una óptica diferente.

La Teoría del Caso es el planteamiento que hacen las partes a la autoridad judicial

acerca de la forma cómo ocurrieron los hechos con relevancia penal, la cual es

susceptible de acreditarse a través de los medios de convicción a su alcance1. Por lo que

podemos manifestar que en virtud de la teoría del caso, se construye al subsumir los hechos

reales a las normas penal aplicable, demostrable con los medios de convicción recopilada

durante la investigación.

La teoría del caso es, pues, el planteamiento que la acusación o la defensa

hace sobre los hechos penalmente relevantes, las pruebas que los sustentan y los

fundamentos jurídicos que lo apoyan. Se presenta en el alegato inicial como una historia que

reconstruye los hechos con propósitos persuasivos hacia el juzgador.


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Esta historia persuasiva contiene escenarios, personajes y sentimientos que acompañan

toda conducta humana. Por su parte BENAVENTE, HESBERT, señala que la teoría del caso es

el planteamiento metodológico que cada una de las partes deberá realizar desde el primer

momento en que han tomado conocimiento de los hechos, con el fin de proporcionar un

significado u orientación a los hechos, normas jurídicas ya sean sustantivas o procesales,

así como el material probatorio, que se ha recabado.

Este mismo autor lo define como una herramienta metodológica por excelencia

que tienen las partes para poder construir, recolectar, depurar y exponer su posición

estratégica frente a los hechos materia de proceso; y por otro lado, es un sistema o aparato

conceptual que permite la articulación de tres niveles de análisis: fáctico jurídico y probatorio,

los cuales, no solamente benefician a las parte, sino también al juez, dado que, se le brindara una

carga informativa tal que le permitirá contar con los elementos de juicio u decisión para resolver

el conflicto de interés jurídico. También puede ser definido como un conjunto de hechos que

el fiscal y el defensor han reconstruido en la actividad probatoria y han subsumido dentro de la

norma penal aplicable, de un modo que pueda ser probado.

Planteamiento que hacen la acusación y la defensa sobre los hechos penalmente

relevantes, los elementos de conocimiento que los sustentan y su fundamento jurídico.

Mientras que para BAYTELMAN A, ANDRÉS y DUCE J, MAURICIO,

establecen que una buena teoría del caso debe poder explicar de una manera cómoda y

consistente la mayor cantidad de hechos de la causa, incluyendo aquellos que aporte la

contraparte. La teoría del caso es nuestra simple, lógica y persuasiva narración de lo ocurrido.

Fundamento Jurídico De La Teoría Del Caso


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Nuestro Código de Procedimiento Penal establece la competencia de los Tribunales de

Juicio, manifestando que los mismos serán colegiados y conocerán de las acusaciones que

versen sobre delitos sancionados por la ley con pena superior a un año. Además

deja claro la competencia de los Tribunales con Jurados, los cuales conocen los delitos

de Homicidio doloso que no sea producto de delitos de terrorismo, secuestro, extorsión,

asociación ilícita, pandillerismo, narcotráfico o blanqueo de capitales, de igual manera el

aborto provocado por medios dolosos, cuando, por consecuencia de este o de los medios

usados para provocarlo, sobreviene la muerte de la mujer y aquellos delitos que

impliquen un peligro común y los delitos contra la salud pública cuando, por consecuencia

de ellos, sobreviene la muerte de alguien, con excepción de los causados por imprudencia,

negligencia o impericia en el ejercicio de una profesión u oficio.

Establece que quien presida el juicio verificará la presencia de las partes, los testigos, los

peritos o los intérpretes y declarará abierto el juicio, advirtiendo al acusado sobre la

importancia y el significado de lo que va a suceder e indicándole que esté atento a lo que va

a oír.

El artículo 367 señala que el Presidente del Tribunal de Juicio ordenará al Fiscal

que presente su teoría del caso, luego al querellante y finalmente al defensor y a los

intervinientes si los hubiera. El Juez, atendiendo a la complejidad del juicio, podrá

limitar el tiempo de las intervenciones.

Tribunales Penales

 Jueces Unipersonales: En nuestro país la estructura de la organización judicial prevé

la existencia de tribunales unipersonales en dos niveles: municipales y circuitales. Sus


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decisiones de primera instancia admiten revisión en una segunda instancia integrada

por tribunales colegiados.

 Tribunales Colegiados: En Panamá contamos con tribunales colegiados superiores

especializados o mixtos, según su ubicación regional y la población que atienden. Se

integran con números impares: tres para los mixtos y cinco para los especializados.

 Jueces Profesionales Y Jueces Legos: Desde 1992 rige la carrera judicial como

sistema de selección del personal en servicio en la administración de justicia. Los

jueces deben reunir los requisitos legales de idoneidad y experiencia. También se

cuenta con jueces legos que integran los juicios penales con jurados de conciencia y

los que participan en las juntas de conciliación en asuntos laborales y que deciden en

primera instancia conflictos sobre despidos injustificados.

 Motivos De Recusación Y Abstención: La materia sobre impedimentos y

recusaciones está debidamente regulada en la ley procesal penal y vincula al juez con

el procesado, no así con el abogado. No obstante, el parentesco, la enemistad, el

interés o participación en la causa son motivos de abstención o de recusación.

 Tribunales Especiales: La Constitución y la ley prohíben la creación de tribunales

especiales o de excepción en asuntos penales.

Las Partes En El Proceso Penal

Debemos entender por parte "...cualquier sujeto autorizado por la ley procesal para pedir en

nombre propio, la realización de una relación jurídica propia o ajena, mediante resoluciones

jurisdiccionales de diversa naturaleza (Rocco).


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Dentro del proceso penal, existen sujetos esenciales, que tienen una forzosa intervención, y

otros sujetos que, sin ser parte, se sitúan dentro del escenario del procedimiento penal y

constituyen el elemento subjetivo de este.

El Ministerio Público

La acción penal es pública y la ejerce el Estado por medio del Ministerio Público, salvo en los

casos en que se requiera acusación particular para iniciar la acción penal. Constitucionalmente, el

Ministerio Público es ejercido por el procurador general de la nación, el procurador de la

administración, los fiscales y personeros y por los demás funcionarios que establezca la ley.

Por ley se creó la Fiscalía Auxiliar de la República, la Fiscalía Superior Especial y las

Fiscalías Delegadas, cada una de las cuales tiene asignadas funciones específicas. Hasta 1941 la

fase instructoria del sumario estuvo bajo la responsabilidad de jueces de instrucción, y

correspondía a la Fiscalía un papel de acusador en el plenario en representación de la vindicta

pública.

Los países de América Latina que mantuvieron en su sistema procesal a los jueces de

instrucción, abogan por trasladar esa función al Ministerio Público. En ese sentido José María

Rico y Luis Salas, en la introducción comparativa de la Compilación de los Códigos

Latinoamericanos de Procedimiento Penal, anotan:

 "-La instrucción formal, la cual, hasta ahora efectuada por el juez, debería confiarse al

Ministerio Público, quien realizaría la labor de instrucción bajo la tutela de un juez de

garantías. -La potenciación del Ministerio Público, en especial asignándole mayores

atribuciones durante la etapa sumarial, con la finalidad de acentuar la forma acusatoria del

procedimiento penal y simplificar y dinamizar la tarea de la investigación".


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En la actualidad cursa en la Asamblea un proyecto de ley que atribuye al Ministerio Público

el principio de oportunidad reglada, con lo que se crearía un primer filtro procesal ante el crecido

número de casos que ingresan al sistema de justicia penal cada año. Sin embargo, se han

presentado objeciones por parte de los abogados y del público, pues consideran que la ley le

confiere mucho poder a tal ente.

Las funciones de los auxiliares del Órgano Judicial son de naturaleza pública.

Como auxiliares de los Agentes del Ministerio Público, tenemos al Instituto de Medicina

Legal, que, aun cuando forma parte del Ministerio Público, desempeña una labor de suma

importancia en los procesos penales que requieran sus servicios. El Instituto debe "...practicar las

autopsias, determinar las causas de la muerte y demás reconocimientos que los funcionarios de

instrucción, miembros del Órgano Judicial y autoridades de Policía le recomienden, determinar

las lesiones e incapacidades, establecer y certificar el estado de los cadáveres que serán enviados

fuera del país. Además, realizará todos aquellos reconocimientos y exámenes que los

funcionarios judiciales y las partes en los juicios soliciten en lo relativo a matrimonios,

testamentos e interdictos y demás casos previstos”. (art.358 del Código Judicial)

 "Los Tribunales podrán solicitar de oficio o a solicitud de parte, informes técnicos o

científicos a las oficinas públicas, entidades autónomas, semiautónomas o

descentralizadas del Estado, hospitales y centros de investigaciones respecto a hechos y

circunstancias de interés para el proceso".

Acusador privado (querellante)

La querella es un derecho que el particular puede ejercer o no, en la cual el Estado deja a su

propia decisión el movilizar la actividad judicial ante un hecho punible por el cual se considera
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ofendido. Quien acciona debe ser acusador legítimo, es decir, que debe ser el ofendido o su

cónyuge, sus parientes hasta el segundo grado de consanguinidad y segundo de afinidad, o

aquellos que estén bajo guarda o custodia y de los que fuere representante legal.

Los artículos 1978 y 1980 del Código Judicial enumeran los delitos que exigen querella para

dar inicio al proceso penal, aun cuando son delitos perseguibles de oficio. Estos delitos son:

violación carnal, rapto, estupro, corrupción de menores, ultrajes al pudor, calumnia, injuria e

incumplimiento de los deberes familiares. Sin embargo, hay excepciones para el ejercicio de la

acción penal. Así, el artículo 2023 señala que no podrán ejercer acción penal entre sí:

 Los cónyuges, a no ser por delito cometido por uno contra la persona o el patrimonio del

otro o de sus hijos, y por el delito de bigamia.

 Los ascendientes y hermanos consanguíneos o afines, a no ser por delito cometido por

uno contra la persona o el patrimonio del otro.

Exceptuándose también el delito de incumplimiento de deberes familiares.

Víctima O Perjudicado

Es la persona lesionada con la comisión del hecho delictivo. Generalmente, cualquier persona

puede ser sujeto pasivo. Sin embargo, en los delitos propios, este debe reunir ciertos requisitos.

Dependiendo del tipo de delito, el Código establece el procedimiento que se seguirá con las

víctimas u ofendidos, sobre todo en los delitos contra el pudor y la libertad sexual, así como en

los delitos contra la vida y la integridad personal.

Nuestra legislación, coherente con los criterios tradicionales, ha mantenido la responsabilidad

civil derivada del delito que no sólo se extiende al directamente responsable del hecho, sino

también a los partícipes en forma solidaria y a los terceros subsidiariamente, tales como los
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curadores, tutores, padres de incapaces, instituciones estatales, municipales y a los patronos

cuando el autor resulta insolvente o no puede cubrir el monto de la reparación del daño causado,

o la indemnización establecida por el tribunal.

En el campo del derecho penal, por siglos, los esfuerzos de los penalistas se han dirigido a

estudiar a profundidad el papel del sujeto activo en relación con cada uno de los elementos

esenciales del delito así como los principios y garantías que deben rodearlo en todas las fases del

proceso penal.

En ese sentido, tenemos todas las excluyentes de tipicidad, antijuridicidad y culpabilidad,

además de las causas de extinción de la acción penal y de la pena, sin descuidar la retroactividad

favorable al reo, la presunción de inocencia y las alternativas y sustantivos de la detención

preventiva y de la prisión.

Muy poco se ha hecho y se ha escrito sobre la víctima, el sujeto pasivo que recibe la lesión,

disminución o destrucción de sus bienes jurídicos. Por ello, a partir de la segunda mitad del

presente siglo, se ha iniciado un movimiento internacional tendente a rescatar la importancia de la

víctima en el proceso penal. Se propone darle un papel protagónico con el derecho a ser oída y

asistida técnicamente para reclamar su pretensión punitiva y su pretensión resarcitoria.

Panamá ha comenzado a estudiar una ampliación de la ley procesal que ofrezca protección a

aquellas víctimas cuya mayor indefensión las torna más vulnerables a los actos de alta violencia y

agresión, como son los niños, los ancianos y las mujeres.

En el anteproyecto se establece como derechos de las víctimas:

 Recibir atención médica de urgencia en los casos previstos por la ley.


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 Intervenir como querellantes en el proceso para exigir responsabilidad penal e

indemnización civil por los daños y perjuicios derivados del delito.

 Recibir protección de las autoridades públicas.

 Ser informadas sobre el curso del proceso penal.

 Recibir patrocinio gratuito del Estado para coadyuvar con el Ministerio Público en el

ejercicio de la acción penal.

Cabe mencionar que este anteproyecto crea un Departamento de Asesoría Legal gratuita, que

actuaría en defensa de los derechos de las víctimas de delitos contemplados en la ley.

El Acusado

No es más que el sujeto activo del delito. Es el autor o partícipe de este.

Los artículos 2036 a 2042 del Código Judicial contienen las reglas atinentes al imputado.

Contemplan el principio de presunción de inocencia de todo imputado, hasta tanto sea declarado

culpable a través de sentencia firme. Además, el derecho al debido proceso desde el momento en

que es sindicado como posible autor de un delito.

También este articulado alude al tratamiento especial que debe dársele al imputado que

padezca de enfermedad mental.

Nuestro Código de Procedimiento desarrolla la forma obligatoria como agente instructor

debe investigar un hecho denunciado como punible, al igual que la personalidad de su autor (art.

2071 y ss.)

Abogados Defensores Y Otros Asesores


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La Constitución Nacional consagra como una garantía fundamental el derecho que posee toda

persona que sea detenida, a la asistencia de un abogado en las diligencias policiales y judiciales.

El poder podrá darlo tanto el imputado como alguno de sus familiares expresamente señalados.

A quien no posea los recursos económicos para pagar los servicios de un abogado, el Estado

le facilitará un defensor de oficio.

El Código Judicial creó el Instituto de Defensoría de Oficio. En él se regula la forma de

elección de los defensores, su período y jubilación. Igualmente se reglamenta el funcionamiento

del Instituto.

El patrocinio procesal gratuito se ofrece a toda persona que tenga derecho a asistencia legal

gratuita. Así, ninguna persona que sea detenida puede quedar sin derecho un defensor.

Nuestra jurisprudencia ha señalado que, en el procedimiento penal panameño la ley permite

que el defensor proponga sus defensas y continúe con su actividad aun en contra de la voluntad

del imputado, al dejar a aquel en libertad de continuar con su defensa a pesar de que el imputado

se haya declarado culpable del delito.

Sin embargo, la práctica plantea serios problemas porque hay limitación en el número de

defensores para atender el creciente volumen de causas penales de una manera satisfactoria. Con

la incorporación de la jurisdicción de menores y de familia al Órgano Judicial y la creación, en el

nivel normativo, de los defensores de oficio de Familia y los Menores, la capacidad actual de

ofrecer asistencia pública gratuita a estos componentes sociales, se ha hecho cada vez más

reducida e incompleta.

La inviolabilidad de la defensa emerge como principio de obligatorio acatamiento en un

Estado democrático, pero en los países en vías de desarrollo, con limitados recursos
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presupuestarios, la defensoría de oficio resulta insuficiente, más aún cuando la población de

mayor índice de criminalidad se recluta entre las personas de escasos recursos.

Medidas Coactivas

Detención Policial Para Identificación

Sin tener ningún asidero constitucional o legal, en la práctica ocurre la detención policial para

solicitar documento de entidad a las personas que transitan libremente. En las llamadas rondas o

batidas que hace la policía, sobre todo en horas de la noche, se detiene a los ciudadanos con la

excusa de que se encontraban en actitud sospechosa, término este que no se halla regulado en

nuestras normas vigentes; es el policía quien determina cuál es esa actitud, para cuya

interpretación el policía generalmente se basa en el hecho de que el ciudadano se encuentra en un

área de alta criminalidad, o se viste de una forma no adecuada, según su concepto, o bien se halla

en compañía de personas que se sospecha son de mal vivir.

Prisión Preventiva

En nuestro país, al igual que todos aquellos que han tenido la triste experiencia de regímenes

autoritarios o militares por largos períodos, se ha recurrido a las medidas cautelares personales en

forma excesiva y arbitraria. Ello explica el hacinamiento en los centros penitenciarios, con

millares de "presos sin condena", que esperan la culminación de los procesos penales por

períodos extensos, que a veces exceden el lapso de las sanciones penales que se les imponen, eso

cuando no logran una absolución o sobreseimiento de sus causas.

Comúnmente se justifica la medida señalando que su adopción responde a un clamor social de

seguridad, o que se cumple con la prevención de otras conductas graves y lesivas a los bienes
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jurídicos, o que así se evita que el imputado evada la acción de la justicia y obstaculice el debido

desenvolvimiento del proceso penal.

En la década de los noventa, a pesar de que Panamá salió de un régimen autoritario y

encaminó sus instituciones hacia el fortalecimiento de la democracia, los brotes de violencia y de

la criminalidad organizada, además del incremento de los delitos relacionados con drogas, han

dado lugar a un crecimiento de las detenciones preventivas hasta en un 300%, lo que resulta

motivo de alarma y preocupación por todos los problemas que esta situación engendra.

El artículo 2148 de nuestro Código Judicial establece los presupuestos para que se decrete la

detención preventiva. Son:

 Que el delito tenga pena mínima de dos años de prisión.

 Que el autor o partícipe haya sido sorprendido en flagrante delito.

Generalmente los excesos o abusos en la detención preventiva se dan por parte del

funcionario instructor en los delitos que tienen pena mínima menor de dos años, para los que no

se requiere detención preventiva. De hecho, se decretan para que a la postre resulten declaradas

ilegales, tras haber lesionado la libertad ambulatoria del sindicado.

Alternativas A La Prisión Preventiva

Las alternativas a la prisión preventiva con que cuenta nuestra legislación se señalan en el

artículo 2147-B del Código Judicial, y son:

 La prohibición al imputado de abandonar el territorio de la República sin autorización

judicial;

 El deber de presentarse periódicamente ante una autoridad pública;


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 La obligación de residir en un determinado lugar comprendido dentro de la jurisdicción

correspondiente;

 La obligación de mantenerse recluido en su propia casa, habitación o establecimiento.

Estas alternativas a la detención preventiva se dan cuando el delito contempla pena mínima de

dos años de prisión. La prisión preventiva tampoco debe aplicarse la prisión preventiva contra

mujeres embarazadas, en lactancia, contra personas mayores de 65 años o enfermos graves.

Otra alternativa que prevé nuestra legislación vigente es la fianza de excarcelación.

Exámenes Corporales, Observación En Establecimientos Psiquiátricos

Nuestra legislación faculta, a través del Instituto de Medicina Legal, a efectuar al sindicado

exámenes corporales para determinar generalmente su estado de salud física o mental. En los

casos del delito de posesión ilícita de droga, la dependencia a la droga se prueba con el examen

hecho por el médico psiquiatra forense.

Igualmente la Ley Nº16 de 9 de julio de 1991 que aprueba la Ley Orgánica de la Policía

Técnica Judicial, crea las secciones de Investigaciones Toxicológicas y de Investigaciones Físico

Químicas, que hacen exámenes de todos los fluidos que contiene el cuerpo humano.

No hay una disposición legal que establezca que, para la realización de estos exámenes, se

deba contar con la anuencia o aprobación del sindicado.

El artículo 112 del Código Penal prevé como medida de seguridad el destinar a los enfermos

mentales, toxicómanos habituales, alcohólicos y a los sujetos de imputabilidad disminuida, al

hospital psiquiátrico o a los establecimientos de tratamientos especial o educativos.

Registro, Puesto De Control, Redadas Policiales


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Nuestra legislación no contempla estas medidas. Sin embargo, de hecho se dan, sobre todo en

ciertas fechas del año, como son las fiestas de Navidad y año nuevo, donde proliferan los puestos

de registros, puestos de control y las redadas policiales. También cuando se comete algún delito

espectacular.

Algunos opinan que estas medidas de hecho violentan el principio de libre tránsito por el

territorio nacional, consagrado en el artículo 27 de nuestra Constitución Política.

Medidas Cautelares Reales Para Asegurar El Procedimiento

El artículo 2077-C de nuestro Código Judicial prevé el secuestro penal estableciendo que,

mediante resolución motivada, el juez podrá autorizar el secuestro de títulos, valores, sumas

depositadas en cuentas corrientes, de ahorro y semejantes, así como de otros valores contenidos

en cajas de seguridad que se encuentren en bancos u otras instituciones de crédito públicas o

privadas, que pudieren tener relación con el delito.

Esta es una figura relativamente nueva en nuestro derecho penal vigente, pues se la incorporó

en 1991.

Medidas Cautelares Reales Para El Aseguramiento De La Ejecución De La Sentencia

El artículo 120 del Código Penal faculta al juez para que en la sentencia condenatoria ordene

la restitución de la cosa obtenida por razón del delito o, en su defecto, el respectivo valor.

Igualmente se faculta al juez a mantener el secuestro penal para garantizar la responsabilidad

civil derivada del delito. Esta facultad del juez solo se podrá ejercer a solicitud de parte

interesada.
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Intervención Del Correo Y Teléfono

El artículo 29 de nuestra Constitución Política establece el derecho de inviolabilidad de

documentos privados, previendo que solo pueden ser ocupados o examinados por autoridad

competente para fines específicos y mediante formalidades legales.

Sin violentar dicha norma, el artículo 2077-B del Código Judicial faculta al juez para

autorizar el secuestro, en las oficinas postales o telegráficas, de las cartas, pliegos, paquetes,

valores, telegramas u otros objetos de correspondencia, cuando existan fundadas razones para

suponer que le han sido dirigidas al imputado, ya sea con su propio nombre o con nombre

supuesto, a través de interpuesta persona o que, de cualquier modo, estén relacionadas con el

delito. Esta diligencia, según la ley, debe practicarse siempre en presencia del interesado, de su

familia o de dos vecinos honorables del lugar.

En relación con la intervención telefónica, el artículo 21B de la Ley 13 de 27 de julio de 1994,

establece que cuando existan indicios de la comisión de un delito grave, el procurador general de

la nación podrá autorizar que se filmen o graben las conversaciones y comunicaciones telefónicas

de aquellos que estén relacionados con el delito, con sujeción a lo que establece el artículo 29 de

la Constitución Política.

Es evidente que este artículo no concuerda con lo que establece el artículo 29 antes citado;

por el contrario, consideramos que lo viola, ya que este señala claramente que las

comunicaciones telefónicas privadas son inviolables y no se pueden interceptar.

Imposición provisional de medidas de seguridad


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El artículo 115 del Código Penal establece que el término máximo de duración de las medidas

de seguridad que impliquen internamiento será de 20 años. Con respecto a las medidas de

carácter curativo, estas subsistirán mientras duren las causas que las motivaron.

Fases Del Proceso

Investigación Policial O Por El Fiscal

Las denuncias en nuestro país pueden ser presentadas ante la Policía Técnica Judicial, la cual

tiene asignadas funciones de investigación en materia penal. Esta Policía se desempeña como

auxiliar del Ministerio Público, del cual forma parte; por ello debe cumplir órdenes y seguir las

indicaciones dadas por los funcionarios de instrucción; también deberá cumplir, en coordinación

con estos, la debida y oportuna comunicación, las denuncias del hecho delictivo al trabajador

encargado de la fase instructora.

Por autoridad policial se entenderá a aquel funcionario o empleado que por ley tenga

atribuciones de investigación preventiva. Sin embargo, si el hecho investigado, estuviera a cargo

del mismo agente fiscal, procederá a investigarlo con base en la denuncia. Una vez presentada la

denuncia ante la autoridad policial, esta deberá comunicarla sin demora alguna al agente

instructor acompañando toda la información recogida.

Instrucción Sumarial

La primera fase del proceso penal corresponde a la etapa sumarial, en la que el funcionario de

instrucción efectúa la investigación para determinar la existencia del delito, al autor del hecho

punible y todas aquellas circunstancias que servirán para la calificación del delito y para lo cual

se le dan amplias facultades.


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En esta etapa rinden declaración la persona ofendida y todas aquellas que tengan algún

conocimiento de los hechos. Se puede ordenar la práctica de pruebas periciales, diligencias de

allanamiento, careos, etc.

En nuestro ordenamiento jurídico no existe reserva del sumario para los abogados, sus

asistentes y voceros ni para las partes. Estos tendrán acceso al expediente en cualquier momento,

siempre y cuando se encuentren acreditados, por escrito, ante el respectivo despacho.

Se plantea la reserva del sumario para todos los demás, incluidos los medios de

comunicación. Pero en la realidad no hay tal reserva, pues generalmente los asuntos de gran

impacto trascienden a los medios con suma facilidad.

Fase Intermedia

La conforma la calificación del sumario por el tribunal jurisdiccional competente. Se puede

pedir la ampliación del sumario o calificar el mérito legal de la investigación realizada.

El Plenario

El plenario es la fase del procedimiento que tiende a darle oportunidad a las partes activas,

para que refuercen los antecedentes de culpabilidad en contra del reo, y a este, para que

desvanezca esos antecedentes y logre probar su inocencia. En este sentido, son las partes las que

deben producir las pruebas.

Terminada la etapa de la instrucción sumarial y ejecutoriado el auto de proceder o auto de

enjuiciamiento, el proceso pasa a la etapa del plenario, momento en que se resuelven todas las

relaciones jurídicas que constituyen el objeto del proceso. Esta es la fase más importante, porque

en ella el juez ejerce su potestad de formalizar una imputación concreta contra el sindicado, y

además se suceden una serie de actos, comunes a todo proceso, como lo son la emisión de
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citaciones y notificaciones, el nombramiento de defensores, la detención del procesado, la

consignación de fianzas de excarcelación, la decisión de incidentes, la práctica de pruebas en

general, etc.

En esta etapa rinden declaración la persona ofendida y todas aquellas que tengan algún

conocimiento de los hechos; se puede ordenar la práctica de pruebas periciales, diligencias de

allanamiento, careos, etc.. En nuestro ordenamiento jurídico no existe la reserva del sumario para

los abogados, sus asistentes y voceros ni para las partes, quienes tendrán acceso al expediente en

cualquier momento, siempre y cuando se encuentren acreditados, por escrito, ante el respectivo

despacho.

El Juicio Oral

La estructura del proceso penal se encuentra conformada por: la fase preliminar o de

instrucción sumarial, la fase intermedia y el plenario.

Para llegar al juicio oral, se requiere haber pasado por lo menos, por la fase de instrucción del

proceso penal, la cual implica a una tramitación diligente mediante la intervención de la Policía

Técnica Judicial, del Ministerio Público y de las partes. La apertura del caso se da por denuncia,

querella o de oficio. En esta fase se adelantan las diligencias previas relativas a la determinación

de la naturaleza y circunstancias del hecho y de las personas que hayan participado en él; además

se establece el procedimiento que se seguirá.

Una vez concluida la fase de instrucción sumarial, puede aparecer el juicio oral. Luego de que

se tengan elementos objetivos para fundamentar la acusación, se concretan los cargos y se

ofrecen los medios de prueba suficientes para sustentarlos, se accede a dictar un llamamiento a
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juicio, en donde en forma directa, se desarrolla la audiencia oral, entablándose el verdadero

debate contradictorio del proceso penal.

En nuestro derecho, el Código Judicial, en su artículo 2220, establece que "el juicio penal

comienza con el auto de enjuiciamiento" y es aquí donde tiene lugar el inicio del plenario. En ese

auto de enjuiciamiento se debe señalar un término común de cinco días improrrogables, que

comenzará desde la ejecutoria del auto, para que las partes manifiesten por escrito las pruebas de

que intenten valerse, en apoyo a sus respectivas pretensiones. Vencido ese término probatorio, el

tribunal debe admitir las pruebas conducentes, y en ese mismo auto señalará día y hora para la

celebración de la audiencia, en la cual tendrá lugar la práctica de las pruebas admitidas.

En nuestro medio el juicio oral será público, bajo pena de nulidad, conforme a los principios

de oralidad, publicidad y unidad de acto. La decisión de elevar la causa a plenario, donde se

desarrollará el juicio oral, la toma el tribunal de la causa, basándose en el resultado de las

diligencias de instrucción y en la petición de las partes, entre las que se encuentra la que realice el

Ministerio Público en su vista fiscal.

La apertura a juicio oral indica que ha terminado la fase instructora sumarial y que hay

mérito probatorio suficiente o base para formular la acusación, que se concretará en ese debate

oral.

Formulación De La Acusación

Cuando termina la instrucción sumarial, la cual en nuestro país está a cargo de los agentes del

Ministerio Público, como funcionarios de instrucción, debe darse la calificación del sumario. Si

existen elementos suficientes se avanza hasta dictar un llamamiento a juicio, en los casos del

procedimiento ordinario.
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En los casos del nuevo procedimiento penal, que prevén audiencia preliminar, conforme a la

nueva Ley 1 del 3 de enero de 1995, ante la función de acusación que ejecuta el Ministerio

Público, las partes pueden presentar argumentos sobre los puntos que pueden ser objeto de

calificación.

De acuerdo con lo señalado por el artículo 2204 del Código Judicial, el tribunal de la causa,

una vez recibido el sumario, dentro de los cinco días siguientes fijará la fecha de la audiencia

preliminar, en la que se decidirá el mérito del sumario.

La resolución que establece la fecha de audiencia preliminar es irrecurrible y esta debe

celebrarse con la participación del Ministerio Público, del imputado y de su defensor.

Las partes tienen oportunidad de formular la acusación y de contestarla. Entonces se

materializa el contradictorio entre la acusación y la defensa.

Concluida la instrucción sumarial, el agente del Ministerio Público enviará al juez de la causa,

la vista fiscal, que señala las disposiciones contenidas en los artículos 2201 y 2202 del Código

Judicial. La vista fiscal es pues un acto procesal documentado, en que el representante del

Ministerio Público expresa la circunstancia de que ha terminado la etapa sumarial. Por medio de

ella pasan, al tribunal competente, el expediente penal junto con los instrumentos del delito si los

hubiere, como todos los otros objetos relacionados con el delito que estén en su poder.

El escrito contentivo de la vista fiscal debe solicitar bien que se dicte auto de enjuiciamiento a

la persona que se estime responsable o que se dicte auto de sobreseimiento definitivo o

provisional según proceda en derecho. Debe igualmente expresar las diligencias practicadas en el

sumario exponiendo los motivos de hecho y de derecho que justifiquen la medida procesal

recomendada, con la calificación genérica del hecho imputado.


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La defensa tiene el derecho a oponerse a los requerimientos de la vista fiscal (art. 2207-A,

C.J.), y sustentar mediante palabra su escrito de oposición, si lo hubiere.

El representante del Ministerio Público, ejerciendo el pincipio de oralidad, expondrá los

resultados de la instrucción sumarial y los medios de prueba que justifiquen la solicitud plasmada

en su vista fiscal. Igualmente puede hacer uso de la palabra, por una sola vez y por un término no

mayor de 30 minutos, para externar los alegatos que considere convenientes antes de que el

tribunal resuelva el mérito del sumario. Con esa misma oportunidad procesal cuentan el acusador

particular, si lo hubiere, y el defensor.

Calificación Del Sumario

Al tribunal competente le corresponde calificar el mérito del sumario, lo que puede hacer por

medio de auto de enjuiciamiento, o de sobreseimiento definitivo o provisional según corresponda,

y una vez determinado que la investigación está completa y no necesita ampliación.

El juez en la audiencia preliminar decidirá, como lo establece el artículo 2207-B del Código

Judicial, adicionado por la Ley 1 del 3 de enero de 1995, lo que corresponda en derecho. En ese

sentido, calificará el sumario y puede decidir enjuiciamiento, por encontrar que hay plena prueba

de la existencia del hecho punible y cualquier medio probatorio que establezca graves indicios

contra alguno.

Es indispensable que el auto de enjuiciamiento contenga una parte motiva y otra resolutiva.

La parte motiva contendrá la narración sucinta y fiel de los hechos que hubieren dado lugar a la

investigación con expresión de la forma o modo como el hecho llegó al conocimiento del

funcionario de instrucción (art. 2224 del C.J.); también el nombre completo del imputado así

como los datos que permitan su clara identificación; el análisis de las pruebas que demuestren el
24

hecho punible y aquellas en que se funda la imputación del hecho, así como la competencia del

juzgador.

En su parte resolutiva, debe expresar la apertura de la causa a juicio con imputación en

denominación genérica, conforme al Código Penal, del delito que corresponda; debe señalarse si

el imputado está detenido o en libertad y la causa y motivo de esta, como también el nombre del

defensor si lo tuviere o si se le nombrare uno de oficio.

Conformidad O No Del Imputado Con La Calificación Del Sumario

Contra el auto de enjuiciamiento, según el nuevo procedimiento penal abreviado, no cabe

recurso alguno; sin embargo, el auto de sobreseimiento podrá ser recurrido en apelación por

cualquiera de las partes.

El auto de sobreseimiento sobre servidores públicos requiere consulta con el superior

respectivo, aunque no haya sido apelado, por mandato excepcional del artículo 2481 del Código

Judicial.

Término para presentar medidas de previo pronunciamiento, anteriores al juicio oral: Una vez

ejecutoriado el auto de enjuiciamiento y hasta la resolución que fija fecha de audiencia en el

juicio ordinario, las partes pueden promover en este momento procesal y mediante un trámite

específico, como lo es el de las incidencias, lo que la ley denomina medidas de previo

pronunciamiento (art. 2274, C.J.).

Doctrinalmente han surgido inquietudes, como la del procesalista español Francisco Ramos

Méndez, quien establece en su obra El proceso penal (editada por Librería Bosch, Barcelona,

España, 1988, página 322), que: "No parece creíble que, después de haber consumido una
25

importante actividad en la instrucción de la causa, todavía no se hayan despejado definitivamente

todos los obstáculos que impidan entrar en el juicio oral".

En nuestro derecho, se señalan taxativamente, conforme el sistema de numerus clausus, los

casos que dan lugar al incidente de medida de previo y especial pronunciamiento en el

procedimiento ordinario. Entre ellos, se indican las siguientes cuestiones:

 Falta de competencia.

 Falta de agotamiento de la legitimación para actuar.

 Extinción de la acción penal.

El incidente se tramitará en cuaderno separado y suspenderá la tramitación del proceso; las

resoluciones que lo deciden son apelables en el efecto suspensivo.

Es importante anotar, en lo que se refiere al momento de proposición de estas cuestiones, que

si las partes no las han alegado en incidente de previo pronunciamiento, pueden hacerlas valer en

la audiencia del juicio o vista oral de la causa.

La tramitación de las medidas de previo pronunciamiento se establece en la regulación que de

ellas hacen los artículos 2276 al 2280 del Código Judicial, referentes a la proposición,

contestación del incidente, pruebas y resoluciones que las deciden.

Procede la suspensión del juicio oral cuando se presenten solicitudes de las partes que deban

decidirse como cuestiones de previo y especial pronunciamiento (art. 2271, ord.1).

El Plenario O Juicio Oral

Constituye la tercera fase del procedimiento penal y se desarrolla en sesiones que sirven para

practicar las pruebas de cargo y de la defensa. En ella se plantean los argumentos definitivos de
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acusación y de defensa, basados en las pruebas practicadas. Consideramos que es la parte más

importante del proceso penal, ya que se llevan a juicio las conductas de los procesados, y luego

de esta, el tribunal debe juzgar y dictar la sentencia.

Principios: La Celebración Del Juicio Oral En Sí Se Rige Por Los Siguientes Principios:

 Presencia física de los acusados: La ley exige la presencia física del procesado en las

sesiones del juicio oral, y para ello dispone que los que se encuentren detenidos o presos

sean conducidos del centro penitenciario al recinto del tribunal para celebrar la audiencia

oral. También da facultades al juez para que cite a los procesados que estuviesen en

libertad provisional o bajo fianza, con el fin de que se presenten ante el tribunal; para ello

puede adoptar las disposiciones convenientes que eviten la ausencia de los procesados o

que dejen de comparecer a las sesiones del juicio (art. 2263 del C.J.).

En ocasiones la falta de presencia física del procesado a las sesiones del juicio oral, es causa

de suspensión de la audiencia. Si el imputado enferma repentinamente hasta el punto de que la

enfermedad le impide seguir tomando parte en el juicio, este debe suspenderse luego de haber

escuchado a los facultativos que hayan reconocido al enfermo; también el enfermo tiene la

oportunidad de presentar certificado médico comprobatorio, preferiblemente oficial, dentro de las

24 horas siguientes (art. 2271 C.J.).

Debemos anotar que, en casos excepcionales, puede continuarse el juicio oral sin la presencia

del procesado, pero con la asistencia del defensor. Esto puede aplicarse si la enfermedad del

procesado a por más de cinco días luego de suspendida la audiencia. También si este altera el

orden con una conducta inconveniente que persiste luego, a pesar de las advertencias del
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presidente y del apercibimiento de hacerle abandonar el local, o expulsarlo por cierto tiempo, o

por toda la duración de las sesiones, las cuales continuarán en su ausencia (art.2238 C.J.).

En el nuevo procedimiento penal abreviado, introducido por la Ley 1 de 3 de enero de 1995,

la inasistencia del imputado oportunamente notificado de la celebración de la audiencia o vista

oral, no impide que esta se lleve a cabo (art. 2206 del C.J.).

 Principio de oralidad: El plenario está informado del principio de oralidad y el

procedimiento penal debe ser predominantemente oral. Por ello se establece la

celebración de la audiencia según los principios de oralidad, publicidad y unidad de acto;

y el artículo 2231 del Código Judicial, libro tercero, del Procedimiento penal, recoge

dicho principio sin perjuicio de su documentación, la cual es necesaria. De cada sesión

celebrada de la audiencia oral se extiende un acta, por disposición del artículo 2267 del

Código Judicial; y se permite la grabación total o parcial del debate con la utilización de

medios técnicos de reproducción, transcripción y de su documentación.

En lo que se refiere a la publicidad, lo ideal sería que se produzca una información veraz y

objetiva, sin sensacionalismos y que evite llevar a los jurisdiccionales a juicios paralelos, los

cuales resultan peligrosos, pues se desprenden de una actividad informativa poco seria, que no

arroja certeza judicial ni material y que confunde a la sociedad desinformándola. Este principio se

encuentra señalado en el artículo 2230 del Código Judicial.

 Principio De Concentración: El proceso penal persigue reunir en un solo acto todas las

cuestiones que puedan ser objeto de debate. Por ello vemos que es en el juicio donde

generalmente se practican la pruebas, según el orden en que hayan sido propuestas, y se

externan los alegatos de conclusión (art. 2266 C.J.).


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El nuevo procedimiento penal abreviado, introducido como medida urgente de reforma

procesal por la Ley 1, de 3 de enero de 1995, lleva también implícito el principio de

concentración. En la audiencia preliminar el imputado puede solicitar que el proceso se sustancie

y decida cuando la investigación esté completa y la prueba resulte evidente (art. 2528-A C.J.).

 La prueba penal de la acusación y la defensa: En el procedimiento ordinario, las partes

cuentan con un término probatorio común, de cinco días prorrogables, luego de

ejecutoriado el auto de enjuiciamiento. Pero de acuerdo con el artículo 2528-H del

Código Judicial, adicionado por la Ley 1 del 3 de enero de 1995, en los procesos

abreviados y en el proceso directo, una vez ejecutoriado el auto de enjuiciamiento, el juez

fijará la fecha de audiencia por celebrarse, dentro de los 10 días siguientes, y las partes

podrán aducir pruebas hasta el día anterior a la audiencia.

También el juez puede decretar las pruebas que considere que se deban practicar durante la

audiencia.

En el acto de audiencia por regla general se practican las pruebas pedidas tanto por la parte

acusadora como por la defensa; ello sin detrimento de que pueda adelantarse la práctica de

algunas que no fuere posible efectuar en dicho acto.

Se ha establecido que el juicio oral debe ser el único escenario posible de la prueba en el

proceso penal, porque da a las partes en el juicio, tanto acusadora, como acusada, la posibilidad

de exponer sus razonamientos y de defender sus derechos, y al tribunal le otorga el más amplio

conjunto de elementos de juicio para decidir la causa.

Dentro del juicio oral, el acusado, materializa especialmente su derecho de defensa, porque

allí se le comunica la acusación de que es objeto y se le proporciona la posibilidad de ejercer los


29

medios de defensa que considere oportuno desarrollar. La acusación, tienen la misma

oportunidad de exponer sus razones y de practicar pruebas en el juicio.

En nuestro derecho, las pruebas practicadas en la fase sumarial conservan valor probatorio en

el plenario, pese a que determinados medios probatorios de difícil y muchas veces imposible

repetición, requieren desarrollarse con todas las garantías de contradicción en el momento de su

práctica para que valgan como prueba. Algunas, aunque se dicen pruebas, constituyen diligencias

sumariales adelantadas con la finalidad de buscar huellas y rastros del delito, para poder tomar

una decisión sobre la calificación del sumario.

Es relevante anotar que el juicio oral realmente necesita una actividad probatoria mínima en

lo que se refiere a la acusación, y que si las pruebas son inexistentes, o no se logran aportar, ello

lo resuelve la presunción de inocencia consagrada en el artículo 1966 del Código Judicial.

Las pruebas en materia penal deben llevarse al proceso, en observancia de los derechos,

garantías o libertades fundamentales para que surtan su efecto legal y tengan el valor que la Ley

les otorga, por lo que no se aceptan las pruebas ilícitamente obtenidas.

Proposición De Pruebas

Es en el juicio oral donde propiamente tiene lugar la práctica de pruebas. La prueba penal

persigue establecer la verdad material, y por ello las partes pueden utilizar las que les convengan

en forma legal y que tengan relación con el objeto de la causa o con el hecho aprobado. Entre las

pruebas que pueden ser aducidas por las partes tenemos las siguientes:

 Declaración del imputado

 Prueba testimonial

 Prueba documental
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 Prueba pericial

 Prueba de inspección ocular

 Careo

Las partes deben solicitar por escrito las pruebas de que intenten valerse, en apoyo de sus

respectivas pretensiones. En el escrito de pruebas deben expresarse los testigos y peritos por sus

nombres y apellidos, si fueren conocidos, su domicilio y residencia, manifestando al tribunal si

han de ser citados judicialmente o si se encargará de hacerlos concurrir. Si se aducen pruebas

documentales, el escrito debe acompañarlas y, si se solicita que el tribunal las pida, se indicará la

fuente donde puedan localizarse (arts. 2225 y 2226 del C.J.).

Admisión De Pruebas

El tribunal debe admitir las pruebas conducentes y, conforme lo señala el artículo 2228 del

Código Judicial, en el mismo auto señalará el día y la hora para la celebración de la audiencia o

juicio oral, en la cual se practicarán estas; sin perjuicio de que dentro del término de ejecutoria de

esa resolución, las partes pidan que se practiquen aquellas pruebas que, por cualquier causa

justificada, fuera de temer que no se puedan practicar en la audiencia y pudieran motivar su

suspensión.

En el plenario o juicio oral también pueden practicarse las pruebas que el juez estime

conveniente de oficio ordenar para el esclarecimiento de los hechos.

En el proceso abreviado, puede surgir prueba evidente, o prueba que permita decidir que el

proceso se decida en la audiencia preliminar (arts. 2528-A y 2528-B del C.J.).


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En el proceso directo, por disposición del artículo 2528-H del Código Judicial, las partes

podrán aducir pruebas hasta el día anterior a la audiencia y el juez puede decretar pruebas en el

auto de enjuiciamiento para practicarlas durante la audiencia.

Actividades Previas A La Celebración Del Juicio Oral

La audiencia oral debe ser previamente preparada y ello requiere un cuidado extremo para

lograr el fin perseguido con esta celebración, como lo es la unidad de acto, que prevé el artículo

2231 del Código Judicial. Deben tenerse presentes las garantías constitucionales que rodean el

debido proceso penal.

Antes de la celebración del juicio oral, debe pasarse una revisión de las pruebas propuestas y

admitidas y de las que en todo caso deben ser practicadas en dicho acto, y tomarse las medidas

oportunas para las que requieren práctica anticipada. Debe darse también una ojeada al

llamamiento a juicio de las partes y al auto que admite pruebas para, con antelación a la fecha de

audiencia, realizar la citación de testigos y peritos mediante las boletas correspondientes.

Si el imputado se hallare privado de su libertad, debe tenerse cuidado de comunicar con la

antelación debida al centro penitenciario donde se encuentre, para que se lo conduzca al lugar del

juicio en el momento oportuno.

Al local donde se desarrollará la audiencia oral, el tribunal debe trasladar las piezas de

convicción, como a las personas que deben intervenir en el acto (art. 2239 del C.J.).

Desarrollo Del Juicio Oral

Apertura Del Debate


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El presidente del tribunal o el juez declarará abierta la sesión y seguidamente le preguntará al

imputado si se considera culpable del delito que se le imputa (art.2240 del C.J.).

En la audiencia preliminar, introducida por la Ley 1 del 3 de enero de 1995, el juez procederá

a dar la palabra al imputado si este estuviere presente y solicitare que se le interrogue sobre los

cargos atribuidos (artículos 2207-A, 2240 y 2242 del Código Judicial). Si ello sucede, el juez

debe preguntar al imputado, con claridad y precisión sobre su culpabilidad para que conteste

categóricamente.

Si el imputado contesta afirmativamente, el juez preguntará al defensor si considera necesaria

la continuación del acto y, de ser así, continuará con la celebración de la audiencia. Pero si el

imputado contesta negativamente, debe proceder a cerrar el debate y a dictar sentencia dentro del

término que le concede la ley.

En el juicio oral se prevé la llamada dación en cuenta por el secretario. Conforme el Código

Judicial en su artículo 2245, este funcionario luego de dar cuenta del hecho que motivó la

formación del sumario y el día en que este se comenzó a instruir, debe expresar además si el

imputado está en prisión o en libertad provisional, con o sin fianza.

En la audiencia preliminar y en el procedimiento abreviado, el secretario del tribunal ya no

tendrá esta función de dación de cuenta, aunque sí debe leer los escritos de calificación,

consistentes en la vista fiscal, enviada por el Ministerio Público, y el escrito de oposición de la

defensa, si lo hubiere (arts. 2207-A, 2528-C del C.J.).

En el proceso directo, el juez declarará abierta la sesión del juicio oral y hará leer por

secretaría el auto de enjuiciamiento, la indagatoria y las demás piezas procesales que se

considere conveniente hacer leer (art. 2228-I del C.J.).


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Práctica De Prueba

En acto continuo se pasará a la práctica de las diligencias de pruebas. Se empieza por las que

haya ofrecido el Ministerio Público; se continua con las aducidas por el acusador, si lo hubiere; y

por último, por las que adujera el imputado o su defensor.

Los testigos serán examinados en el orden en que figuren sus nombres en las listas, aunque el

juez podrá alterar dicho orden cuando lo considere conveniente para esclarecer mejor los hechos

o para el más seguro descubrimiento de la verdad (art. 2246 del C.J.).

Alegatos De Las Partes

Terminadas las diligencias de pruebas, el juez anunciará que ha llegado el momento de

alegar. Para ello, concederá la palabra al fiscal si fuere parte de la causa, y después al acusador

particular si lo hubiere. Seguidamente, dará la palabra al defensor del imputado.

En el proceso penal ordinario, las partes alegarán por una sola vez por un término que no

exceda de una hora.

En la audiencia preliminar el juez concederá la palabra para alegatos, también por una sola

vez, por un término no mayor de 30 minutos y en el mismo orden que establece el artículo 2266

del Código Judicial. Aunque los alegatos de que habla el artículo 2207-A del Código Judicial,

introducido por la Ley 1 de 3 de enero de 1995, se vierten antes de que se resuelva el mérito del

sumario y si la causa fuere muy compleja, el Juez podrá conceder la palabra a las partes hasta por

una hora.

Al proceso abreviado son aplicables las disposiciones previstas en la audiencia preliminar

(art. 2528-C del C.J.), en materia de alegatos.


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En el proceso directo, concluida la práctica de pruebas, el juez concederá la palabra por una

sola vez y por un término no mayor de una hora a cada uno y en el mismo orden señalado, al

Ministerio Público, al acusador particular si lo hubiere, al imputado, quien tiene derecho a

designar un vocero cuando personalmente no quiere hacer uso de la palabra, y por último, al

defensor (art. 2528-I del C.J.).

Documentación Del Acto

Como establecimos al hablar del principio de oralidad, se requiere que de la audiencia se

levante un documento o acta que debe contener distintos requisitos, entre ellos los siguientes:

 Lugar y fecha de la vista, con indicación de la hora en que fue iniciada y concluida, así

como las suspensiones dispuestas.

 b. Nombre y apellido del juez, del fiscal, del defensor y de los actores civiles si los

hubiere (art.2267 del C.J.).

Conclusión Del Juicio Oral

Terminada la audiencia oral y levantada el acta que exige el artículo 2267 del Código Judicial,

el juicio oral o plenario concluye con la sentencia penal.

Mediante la sentencia penal concluye jurisdiccionalmente el proceso, regido por el principio

de legalidad (art. 2411 del C.J.).

Medios De Impugnación

En Panamá, el ordenamiento jurídico procesal permite diversos medios de impugnación,

ordinarios y extraordinarios. Nos referiremos a los que interesan, en este trabajo.


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El Recurso De Hábeas Corpus

El hábeas corpus es un medio de impugnación por excelencia establecido en nuestra

Constitución Nacional para salvaguardar los derechos humanos, específicamente la libertad

individual. El derecho a la libertad comprende no sólo la libertad física del individuo sino que

también cubre otros aspectos más amplios, tales como la libertad ambulatoria, es decir, la libertad

de movimiento, la facultad de desplazarse de un lugar a otro. Contempla además las

desapariciones forzadas de personas dispuestas por grupos policiales, así como otras restricciones

a la libertad personal, tales como el confinamiento a una determinada área geográfica, el arresto

domiciliario y la negativa de otorgar salvoconducto para la salida del país a personas asiladas en

embajadas o misiones diplomáticas.

Amparo De Garantías Constitucionales

La acción de amparo de garantías es un remedio constitucional que permite que los afectados

por actos dictados por los funcionarios públicos (de policía, judiciales o administrativos), se

defiendan de las órdenes de hacer o no hacer que vulneren derechos y garantías consagrados en la

Carta Magna, y que trae como consecuencia el que se revoquen dichas órdenes. El perjuicio

causado por estos actos debe ser grave, actual e inminente pues, de lo contrario, esta acción sería

rechazada de plano en la etapa de admisión.

Debe considerarse que, jurisprudencialmente, se ha señalado que las omisiones por parte de

los servidores públicos pueden ser también motivo de acción de amparo; como ejemplo, la mora

judicial. En este mismo orden de ideas, las órdenes expedidas por autoridades administrativas
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muchas veces no son revisables por medio de esta acción, dado que la Corte ha señalado que a

estos actos se les debe aplicar el procedimiento contencioso-administrativo.

La Corte Suprema de Justicia, los juzgados de circuito civiles y los tribunales superiores

civiles son los competentes para conocer de la acción de amparo de acuerdo con la jerarquía y

territorio donde el funcionario ejerce su mando.

Cuando se admite el amparo, se ordena al funcionario demandado a que rinda un informe o

que se le haga llegar la actuación en un período de dos horas, que se computan a partir de que el

servidor tenga conocimiento de dicho requerimiento y que suspenda provisionalmente la

ejecución de la orden. Esto es contrario a lo que sucede con las órdenes emanadas de las

autoridades jurisdiccionales, puesto que estas no se suspenden inmediatamente, sino que queda a

discreción del juez o magistrado ponente, la suspensión o no, de acuerdo con lo estatuido en el

artículo 2606 del Código Judicial.

La decisión se encuadra en que se conceda la acción, o no. Si se concede, la orden debe

revocarse y tendrá efectos retroactivos. Si se niega, el curso del acto continuará.

Casación Penal

El recurso de casación se ha definido como un medio extraordinario y específico de

impugnación, por medio del cual se persigue anular total o parcialmente una sentencia definitiva

proferida por los tribunales superiores, cuando presente errores en el procedimiento o en la

aplicación o inaplicación de una disposición legal y en la valoración de la prueba (errores in

procediendo y errores in judicando). También la Corte ha sostenido que procede dicho recurso

contra la sentencia que reconozca delitos sancionados con prisión superior a dos años.
37

La casación penal tiene como finalidad que se defienda el derecho lesionado, que se procure

la exacta observancia de las leyes por parte de los tribunales y se uniforme la jurisprudencia

nacional, tal como lo prevé el artículo 1147 del Código Judicial.

A la Sala Segunda Penal le compete conocer de los recursos de casación, pero el anuncio y la

sustentación de estos se presentan ante el tribunal superior que dictó la sentencia, tal como lo

señalamos en líneas anteriores.

Otros de los medios de impugnación extraordinarios son las demandas de inconstitucionalidad

de las resoluciones y los procesos contencioso administrativos de los derechos humanos, de

reciente data en Panamá.

La Demanda De Inconstitucionalidad

Se halla consagrada en la Constitución Nacional. Tiene como con la finalidad que todo

ciudadano pueda impugnar por razones de fondo y forma, ante el pleno de la Corte, cualquier

acto emanado de autoridad que conculque preceptos incorporados en la Constitución.

Con gran frecuencia se utiliza esta acción para demandar la inconstitucionalidad de las

decisiones jurisdiccionales, por violación al debido proceso, en sus distintas acepciones.

En estricto derecho, las decisiones en materia de inconstitucionalidad no tienen efecto

retroactivo; pero excepcionalmente la Corte, en determinados casos, le ha dado dicho efecto (caso

de la Editora Panamá América).

El Proceso Contencioso-Administrativo De Protección A Los Derechos Humanos

El proceso contencioso-administrativo de protección a los derechos humanos fue creado en

Panamá mediante la Ley 19 del 9 de julio de 1991, que lo introduce como modificación al
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artículo 98, numeral 15, del Código Judicial de la República de Panamá, mediante el cual se

señalan los procesos que le están atribuidos a la Sala Tercera (Contencioso-Administrativa) de la

Corte Suprema.

El objetivo de este tipo de proceso es la salvaguarda de los derechos humanos justiciables, es

decir, aquellos exigibles judicialmente ante la administración pública.

La Sala Tercera (Contencioso-Administrativa) de la Corte Suprema ha señalado, en

innumerables fallos, que este tipo de proceso comprende de manera específica los derechos

humanos justiciables de naturaleza civil y política fundamentalmente; aclara que aquellos de

carácter económico, social o cultural quedan excluidos de este tipo de procesos por tratarse de los

denominados derechos-programa que, tal como lo señala el Presidente del Órgano Judicial "sólo

obligan a los gobiernos a crear condiciones sociales y económicas favorables para el progreso de

aquéllos". (HOYOS, Arturo. Justicia contencioso administrativa y derechos humanos. Panamá:

Instituto Panameño de Derecho Procesal, 1991, p.p.31-32.)

Con base en el análisis antes esbozado, la Sala Tercera (Contencioso-Administrativa) de la

Corte Suprema no ha admitido demandas contencioso-administrativas de protección a los

derechos humanos que persiguen el reintegro de una persona destituida alegando la supuesta

violación del derecho humano justiciable de derecho al trabajo; para ello la Sala se ha

fundamentado en el hecho de que ese es un derecho de carácter económico, no susceptible a que

se lo imponga por vía judicial, puesto que depende de la política económica que libremente sigue

el gobierno.

De la misma forma, se consideran excluidos de este tipo de procesos los actos contenidos en el

artículo 28 de la Ley 135 de 1943, es decir, los actos de policía de naturaleza penal o civil y las
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correcciones disciplinarias impuestas al personal de la fuerza pública. También se rechaza en este

tipo de procesos aquellos casos en que se pretende la impugnación de decretos de gabinete, por

cuanto estos poseen valor de ley por lo que se encuentran en igual nivel jerárquico que la norma

impugnada.

Procedimientos Especiales

En Panamá, ciertos delitos pueden someterse al proceso con intervención de JURADOS DE

CONCIENCIA cuando sobreviene la muerte de una persona; no obstante, se concede a los

imputados el derecho a acogerse al proceso común.

Existen también otros procesos especiales, como los que se siguen contra funcionarios

públicos por abuso en el ejercicio de sus funciones oficiales o por falta de cumplimiento de los

deberes inherentes al cargo, ya sea para imponerle sanciones para que resarzan los perjuicios que

hayan causado. Según la jerarquía del funcionario, estos procesos deben seguirse ante la

Asamblea Legislativa, la Corte Suprema de Justicia, los tribunales superiores o los juzgados de

circuito.

Se aplica, igualmente, un proceso especial para la extradición cuando la República de Panamá

no haya celebrado tratados públicos al respecto. Si existieran, la extradición se tramitará

conforme a estos. Tal procedimiento se lleva a cabo ante el Órgano Ejecutivo, por conducto del

Ministerio de Relaciones Exteriores, a solicitud del juez que haya dictado auto de enjuiciamiento

o sentencia, o del funcionario correspondiente a cuyo cargo estuviere la instrucción del proceso

por el delito de que se trate.

La sentencia final se notificará igualmente mediante edicto publicado en la misma forma que

el auto de enjuiciamiento.
40

En la década de los setenta, Panamá prohibió los juicios con reos ausentes. Sin embargo, la

realidad procesal en los casos de pluralidad de agentes en hechos delictivos y la prolongación

excesiva de los procesos penales en perjuicio de los detenidos preventivamente, impulsó a

retomar la práctica antes descrita.

Proceso Abreviado Y Proceso Directo

Es un medio novedoso en Panamá en materia penal para agilizar los procesos y evitar el

exceso de casos dilatados por los apoderados de los imputados.

En los negocios penales de que conocen los juzgados municipales y de circuito en primera

instancia, el imputado puede solicitar que el proceso se sustancie y decida en la audiencia

preliminar, cuando la investigación esté completa y la prueba resulte evidente.

Por su parte, el Ministerio Público, cuando el imputado sea detenido en flagrante delito, o

exista confesión simple de su parte y se encuentre sujeto a detención preventiva o a medida

cautelar equivalente, podrá pedir que el llamamiento a juicio sea directo. Sin embargo, para el

caso de flagrante delito, se requerirá que el imputado, previa consulta con su defensor, no se

oponga a tal solicitud.

Cuando fueren varios los imputados, se requiere que todos estén en las circunstancias antes

mencionadas, pues de lo contrario y de proceder la acumulación, se seguirá el procedimiento

ordinario.

Los términos son igualmente reducidos a fin de agilizar el proceso.

Si bien la prescripción de la acción penal no es un procedimiento especial, cabe pedirla por

incidente o medida de previo y especial pronunciamiento. Por ello, haremos una breve referencia

en atención a las recomendaciones de Mazatlán.


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Prescripción De La Acción Penal

La prescripción es una institución común a todas las disciplinas jurídicas, con efectos

procesales, en virtud de la cual el solo transcurso del tiempo —dentro de ciertas condiciones de

pasividad previstas por la ley— da lugar a la adquisición de derechos (en materia civil) o a la

extinción de la pretensión punitiva o de la facultad de juzgar (en lo penal).

Según Maggiore, “...prescripción es la cesación de la potestad punitiva del Estado al

transcurrir un período de tiempo fijado por la Ley".

En la parte general del Código Penal se contempla la prescripción de la acción penal entre las

causas de extinción de la pretensión punitiva. En ella se regulan los tres aspectos más importantes

de esta institución: a) el término de prescripción, b) el cómputo del término y c) la interrupción

de la prescripción.

 El término de prescripción: El artículo 93 del Código Penal, al referirse a este tema,

señala:

"Artículo 93. La acción penal prescribe:

1. Cumplidos 20 años después de la comisión del hecho punible, si el mismo tiene pena de

prisión cuyo máximo excede de 15 años.

2. Cumplidos 12 años después de la comisión del hecho punible, si la pena de prisión para el

delito es mayor de 6 años y no excede de 15 años;

3. Cumplidos los 6 años después de la comisión del hecho punible, si la pena señalada en la

ley es mayor de 6 meses y no excede de 6 años de prisión, y

4. Cumplidos 3 años en los hechos punibles penados con días-multa.”


42

 El cómputo del término: A fin de computar los plazos indicados en la norma

transcrita, es preciso atenerse a las reglas que la ley proporciona. Al tenor del artículo

94, los plazos de la prescripción penal comenzarán a correr para los hechos punibles

consumados desde el día de la consumación; para los delitos continuados y

permanentes, desde el día en que cesaron; y para las tentativas, desde el día en que se

realizó el último acto de ejecución.

 La interrupción de la prescripción: Sobre esta materia, el Código Penal de 1982, en

su artículo 95, establece:

"La prescripción de la acción penal se interrumpe por el auto de enjuiciamiento. La

interrupción que así se produzca no puede prolongar el término de la acción penal por un tiempo

que exceda de los plazos fijados en el artículo 93. Dicha interrupción afecta a todos cuantos

participaron en el hecho punible, aunque los actos interrumpidos, no afecten sino a uno solo.

La prescripción interrumpida corre de nuevo desde el día de la interrupción".

En la práctica la norma anterior se interpretaba de diversas maneras, creando un alto grado de

incertidumbre sobre el momento en que ocurría la interrupción de la prescripción de la acción

penal. Para algunos, ese momento tenía lugar cuando se notificaba el auto de enjuiciamiento,

mientras que para otros la interrupción se daba después de que se decidía el recurso de apelación

del enjuiciamiento y se devolvía el expediente al tribunal de origen.

La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia ha establecido, en varios fallos sobre la

materia, que la interrupción de la prescripción de la acción penal se registra en la fecha en que se

dicta el auto de enjuiciamiento, por ser esta un dato cronológico exacto, invariable, que no se

presta a interpretaciones dudosas.


43

Prescrita la acción penal, se declara su extinción y el archivo del caso en el estado procesal en

que se encuentre.

COMENTARIO

Uno de los primeros pasos en el proceso penal es la investigación policial o de la fiscalía. En

esta etapa, un oficial competente lleva a cabo una investigación. Esta determina la existencia del

delito, el autor y cualquier otra circunstancia necesaria para la evaluación de dicho delito. Al

final, el oficial produce un resumen de todos los resultados de la investigación.

El siguiente paso en el proceso penal es la fase intermedia. Durante esta fase, un tribunal

competente revisa y califica el resumen de la investigación.

A continuación, se lleva a cabo una sesión plenaria. En esta sesión se presentan los

argumentos de acusación y defensa, basados en las pruebas. En esta sesión, el demandante tiene
44

la oportunidad de reforzar las pruebas contra el demandado. Asimismo, el abogado defensor

puede descalificar los argumentos y probar la inocencia del acusado.

La sesión plenaria es la parte más importante del proceso penal, ya que el acusado es llevado a

juicio y el tribunal debe juzgar y dictar sentencia.

Antecedentes Históricos De La Reforma Del Proceso Penal En Paraguay

Las garantías procesales se presentan como límites al poder coercitivo estatal utilizado en el

proceso penal para garantizar el acceso a la verdad. Estos límites impuestos en el proceso penal

se fundan en la necesidad de respetar la dignidad del procesado y de cualquier ciudadano, que

pueda verse afectada, como consecuencia de alguna actividad procesal. A raíz de los cambios

ocurridos en Latinoamérica, específicamente en lo que respecta al proceso penal, distintos países

de la región, como ser: Guatemala, El Salvador, Colombia, Perú, Ecuador, Honduras, Chile,

Bolivia, Costa Rica y algunas provincias argentinas, iniciaron el proceso de reforma de

enjuiciamiento penal con diferentes niveles de avance que sirvieron de modelo para que el

Ministerio Público del Paraguay, influenciado por las transformaciones ocurridas en los países
45

de la región, inicie la estructuración del proceso penal paraguayo, en el marco de una tendencia

hacia la restitución, consolidación y ampliación democrática.

Es así que, desde el Ministerio Público, se impulsaron las bases de una reforma integral que

contó con el apoyo de la Corte Suprema de Justicia del Paraguay, de la Agencia de los Estados

Unidos para el Desarrollo Integral (US-AID), del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias

Penales y Sociales del Paraguay (INECIP) y de varios juristas nacionales.

La redacción del anteproyecto referente a la legislación penal, en su parte general y especial,

fue confiada al experto alemán profesor doctor Wolfang Shöne, que presentó el proyecto de un

código de moderna estructura, cuyas disposiciones exigieron un adecuado análisis y tarea de

difusión.

En lo que respecta a los procedimientos, se conformó una comisión redactora con varios

juristas nacionales que contó con el asesoramiento del consultor internacional doctor Alberto

Binder, que tuvo por resultado la construcción teórica e intelectual de un proceso penal más

garantista para el Paraguay.

El anteproyecto fue publicado en el año 1994 y sometido a una intensa tarea de discusión y

difusión ampliamente participativa. Así, se dictaron conferencias y se celebraron numerosos

encuentros con especialistas extranjeros, se desarrollaron foros internacionales con intervención

de los proyectistas, quienes coincidieron en destacar la conveniencia de los puntos centrales del

trabajo.

Cabe mencionar otro hito que afianzó el proceso de la reforma penal y procesal penal iniciadas

por el Paraguay, que fue la sanción en noviembre de 1997, de la Ley 1160, que puso en vigencia

el nuevo Código Penal paraguayo. A este acontecimiento vale agregar que, en el mes de marzo
46

del año 1998, el anteproyecto del Código de Proceso Penal fue convertido en proyecto, previo un

análisis realizado a través del intenso trabajo de una Comisión Revisora que estaba integrada por

senadores y diputados además de los redactores y algunos expertos internacionales. El proyecto

fue sancionado por la Cámara de Senadores como Ley 1286, el 26 de mayo de 1998 y fue

publicada en fecha 8 de julio de 1998.

La sanción de la Ley 1286/98 representó una inteligente combinación de utopías republicanas,

provenientes de sectores latinoamericanos comprometidos con la democracia, sumadas a la buena

visión de la dirigencia política paraguaya (acordes a las exigencias estructurales de centros

mundiales de poder) y a cuestiones coyunturales internas de nuestro proceso histórico que

prestaron su apoyo a la promulgación del nuevo código.

Es dable destacar que la modificación del proceso penal se dio en un contexto histórico

coincidente con el término de un periodo presidencial y parlamentario, sin que se tenga en

cuenta la necesidad de extender el plazo de promulgación para profundizar en las discusiones

jurídicas, en especial en lo relacionado a los procesos iniciados con el Código de Procedimientos

de 1890. Es así que el tema de la transición fue postergado en la creencia inteligencia de que las

problemáticas surgidas puedan ser tratadas con suficiente tiempo para no cometer nuevos errores

de reformas en nuestro sistema.

Ante la ausencia de un proyecto en sede parlamentaria y la necesidad de tener medidas que

faciliten la entrada en vigor del nuevo código, la Corte Suprema de Justicia constituyó una

Oficina Técnica para estudiar y acompañar la problemática de la transición. La Oficina Técnica,

sobre la base de trabajos efectuados por INECIP (Instituto de Ciencias Penales del Paraguay), con

el apoyo de asesores internacionales, de la cooperación internacional (AID) y en coordinación


47

con la Fiscalía General del Estado generó un anteproyecto de ley de transición que fue presentado

a la Corte Suprema de Justicia y fue sancionada por Ley 1444/994.

El Código Procesal Penal entró en vigencia el 1 de marzo de 2000; la transición prevista para

su aplicación se extendió desde el 9 de julio de 1999 hasta el 28 de febrero del 2003. Dividió

dicho periodo en dos etapas; la primera de vigencia parcial, del 9 de julio de 1999 hasta el 29 de

febrero de 2000, y la segunda de vigencia plena, desde el 1 de marzo de 2000 hasta el 28 de

febrero de 2003, fecha a partir de la cual entró a regir para todo el territorio de la República del

Paraguay el nuevo ordenamiento procesal penal.

Muchos autores han analizado los problemas que vienen arrastrando los sistemas penales en

América Latina, producto de esas anticuadas estructuras tan reiteradamente criticadas. Sin

embargo, son pocos los que se han preocupado de señalar que las dificultades también derivan de

una forma de “ser”, de un desajuste de pensamiento y modo de convivir que se enquistó en las

sociedades y a las que resulta difícil erradicar.

Para lograr una adecuada transformación de la justicia penal y vencer los principales

obstáculos que se le enfrentan, se debe reconocer en primer término que no se trata solamente de

calificar como “inquisitivos” a los sistemas procesales de la mayoría de los países, dadas sus

particulares características, sino que se debe admitir que llegó a constituirse un específico modo

de “ situarse ante la realidad y considerarla” una verdadera mentalidad, una “cultura

inquisitiva”7que se enrizó en el devenir histórico de las naciones de esta parte del continente,

como ocurrió en el Paraguay durante muchos años.

Esa cultura presenta ciertos rasgos muy significativos y comunes: una mentalidad

eminentemente formalista que conduce al excesivo ritualismo escrito con preservación de las
48

formas, como si esto produjese la solución del conflicto. Jueces y demás sujetos del proceso

utilizan un lenguaje alambicado y oscuro (con excusa del tecnicismo) que aleja a la

administración de justicia de su propósito dentro de la comunidad, pero que sirve en alguna

medida para justificar la necesidad de buscarse la asesoría de un abogado.

También dentro de ese sistema, se encuentra una mentalidad burocrática, apegada a los

trámites antes que al interés en resolver los conflictos, por lo que los escasos recursos no se

utilizan de modo productivo sino de forma dispendiosa e ineficiente. Asimismo, esa mentalidad

se manifiesta con toda plenitud en la delegación de funciones, por la cual funcionarios judiciales

de segundo orden asumen y cumplen funciones jurisdiccionales que no les son propias:

escribientes u oficinistas que reciben declaraciones de los imputados, de testigos o peritos, o lo

que es aún peor que hacen resoluciones escritas o toman decisiones para los que no están

facultados ni autorizados

. “La cultura inquisitiva conlleva que jueces y abogados tengan por lo general una actitud

temerosa, pues les preocupa (muchas veces con razón, dado el criterio igualmente formal y

burócrata de sus superiores jerárquicos) la violación de los ritos y formas que derivan en la

observancia de las minucias y trámites del proceso, antes que en su verdadero cometido, como el

de conseguir esa anhelada justicia”.

Es una obligación para el proceso penal moderno la superación de esa clase de mentalidad de

“cultura inquisitiva”, que tiene anclado el desarrollo de la vida institucional de un país porque

“así como no se puede modificar la cultura sin cambiar el sistema procesal, el cambio de este

último no garantiza por sí solo una transformación social”. Por ello, se puede afirmar hoy día que

la reforma en el ámbito de la justicia penal trasciende los alcances de una necesidad política para

situarse además en el plano de una necesidad práctica y si aquella, tildada de modo reiterado
49

como colapsada, inoperante y sin claros propósitos puede al fin vislumbrar un camino hacia su

mejoramiento, bienvenidos sean todos los esfuerzos que se realicen en nuestras naciones.

Son varios los cambios fundamentales introducidos en el proceso penal paraguayo, sobre la

base de que la sociedad pueda transitar de lo tradicional hacia una nueva etapa con la democracia,

respetando las garantías y derechos consagrados en la Constitución Nacional del año 1992, en

consideración con los principios básicos de legalidad material, de reprochabilidad personal y de

la proporcionalidad de las penas. Para estar en concordancia con el orden internacional asume la

responsabilidad de los compromisos consagrados en los pactos internacionales ratificados por el

Paraguay y de las declaraciones de las Naciones Unidas con respecto a los derechos humanos.

Esta adaptación a la realidad paraguaya recoge las corrientes de la moderna política criminal

internacional y utiliza como fuente del derecho comparado las legislaciones vigentes en el

extranjero y, además, los proyectos de reforma en España y de la República Federal Alemana.

Este pensamiento estuvo presente en la elaboración e implementación del Código Penal en el

Paraguay. La adaptación a nuestra realidad se obtuvo mediante el análisis y comprobación

personal de las situaciones reales de las condiciones sociales y económicas, como también de la

idiosincrasia nacional, para reestructurar el sistema de sanciones y las me-didas de seguridad

jurídica con el fin de obtener utilidad social.

En materia procesal, la reforma también es notoria al abandonarse el sistema inquisitivo, cuyas

características principales se mencionó más arriba, arribando así a un nuevo modelo de justicia de

tipo acusatorio con nueva de gama de instituciones que redundan principalmente en las garantías

del debido proceso.


50

El proceso de reforma judicial en el Paraguay se inicia con la aprobación de la Constitución

Nacional del año 1992, en donde se perfila un nuevo sistema judicial congruente con los

principios del sistema de gobierno republicano, so-cial y democrático de derecho como lo

establece la Carta Magna. Este proceso se concreta a partir del 1 de marzo del año 2000, con la

entrada en vigencia de un nuevo ordenamiento jurídico procesal que desarrolla y torna operativas

las garantías y principios constitucionales.

Entre los institutos y procedimientos más novedosos y significativos intro-ducidos con la

reforma del Código de Procedimientos Penales se pueden citar.

 Asignación al Ministerio Público de importantes facultades en la investigación del delito

y en la dirección funcional de la Policía, durante la etapa preparatoria.

 Introducción de mecanismos procesales que garanticen al ciudadano el ple-no derecho a

disfrutar de una defensa efectiva.

 Incorporación del juicio oral como acto central del procedimiento.

 Aplicación de mecanismos de control relativos a la duración del proceso.

 Introducción de mecanismos de resolución alternativa al procedimiento ordinario tales

como las figuras del Criterio de Oportunidad, la Suspensión Condicional del

Procedimiento, la Conciliación, el Procedimiento Abrevia-do y la Suspensión de la

ejecución de la Condena.

 La excepcionalidad, proporcionalidad y limitación de la duración de las medidas

cautelares.

 El establecimiento de procedimientos especiales en atención a la naturaleza del conflicto

penal jurídico para delitos de acción penal privada por ejemplo, en atención a la

naturaleza de la sanción, juicio para la aplicación de las medidas y a las características de


51

la población implicada en el conflicto, como los procedimientos para los hechos

relacionados con pueblos indígenas.

Otra de las características resaltantes es la Etapa Preparatoria (art. 279 CPP), cuya finalidad es

totalmente distinta al sumario del sistema inquisitivo, ya que la etapa preparatoria o preliminar

solo permite fundar la convicción del fiscal en lo que respecta a la acusación y no la convicción

que funda la decisión de aplicar o no coerción penal como respuesta al hecho. Esta diferencia del

sentido de la búsqueda de la verdad que se verifica por en la Etapa Preparatoria, es fundamental

que sea comprendida por la defensa a los efectos de que cumpla con su rol en el proceso.

Cabe puntualizar que, en el nuevo proceso penal vigente, la escrituración tiene un significado

diferente al sistema escrito del sistema inquisitivo. En efecto, actualmente la escritura sirve como

simple registro de ciertos actos procesales fundamentales llevados a cabo dentro del proceso. El

nuevo proceso penal obliga a la oralidad, en la realización de ciertos actos, así como en la

interposición de recursos y fundamentación de resoluciones (entre otros) que se substanciarán

oralmente. Con ello, se establece una nueva lógica escriturista (Artículos 281 y 283 del Código

Procesal Penal paraguayo).

La información almacenada vía escritura no puede ser utilizada como fuente de decisión, la

misma surge de los debates orales con la presencia inmediata de las partes: imputado, fiscal,

defensa, juez y dicha convicción se encontrará en los sujetos dentro de la relación procesal, que

expondrán y defenderán sus posturas jurídicas en las audiencias o en escritos fundamentales que

sean útiles para garantizar que la resolución surja de la audiencia oral correspondiente.

Por último, se puede agregar que de todo el mecanismo dado en la Etapa Preparatoria, surge la

oralidad como medio de realización del proceso y constituye un aspecto de su informalidad. Se


52

resalta que esta etapa solo será pública para las partes del proceso penal: imputado, defensa, etc.,

como ejemplo: la defensa debe estar en conocimiento de los posibles testigos que el Ministerio

Público llame a declarar. También la Fiscalía tiene libre ámbito de realización de su investigación

pudiendo trasladarse al lugar de los hechos, conversar con las personas afectadas, realizar

croquis, preguntas y todo lo que sea necesario para argumentar su futura acusación contra la

persona sospechosa de la realización de algún ilícito y sólo requerirá autorización para el acto

investigativo que pretende realizar en los actos que requieran autorización judicial. Esta des

formalización de la investigación se funda en criterios de eficiencia, eficacia y celeridad procesal.

Otra de las innovaciones fundamentales en este nuevo proceso son las figuras jurídicas

relacionados a las medidas cautelares y en especial a la prisión preventiva. Sobre el punto, es

menester resaltar el art. 238 del CPP que fundado en cuestiones humanitarias establece que: “No

se podrá decretar la prisión preventiva de las personas mayores de setenta años, de las mujeres en

los últimos meses de embarazo, de las madres durante la lactancia de sus hijos o de las personas

afectadas por una enfermedad grave y terminal debidamente comprobada. En estos casos, si es

imprescindible alguna medida cautelar de carácter personal, se decretará el arresto domiciliario”.

Tampoco podrá aplicarse prisión preventiva en los delitos de acción penal privada listados en

el Art. 17 incisos 1 al 14 del Código Penal paraguayo, cuando la pena prevista no sea privativa de

libertad o cuando la privación de libertad aplicable como sanción sea inferior a un año (Art. 237

del Código Procesal Penal paraguayo).

Con este nuevo concepto adoptado dentro de la figura de la prisión preventiva queda

demostrado el contexto sobre el cual fue abordada la reforma penal y procesal paraguaya: basada

en el respeto a la dignidad humana y a los derechos inherentes a la persona.


53

A la luz de este nuevo proceso, queda claro que en el sistema inquisitivo el encausado no era

precisamente un sujeto portador de garantías y derechos, sino más bien un objeto de información

que debía ser bien resguardado dentro de las rejas, para rescatar, en ocasiones, por medio de

torturas, esa confesión tan anhelada por las autoridades.

Podría decirse que la transición de un proceso inquisitivo al contexto acusatorio se puede

confrontar con ese cambio en el trato que se le otorga a la dignidad humana y que los medios

coercitivos de las torturas demostraron ser insuficientes para superar la finalidad propia de su

origen13. Es así que se construyó el camino hacia un proceso penal más justo dentro del

Paraguay, que brinde a las personas sometidas a un proceso penal, el amplio ejercicio de sus

derechos y garantías establecidas en la Constitución y en las leyes.

Juez Penal de Garantías

Antes de referirse a la función jurisdiccional del nuevo juez penal, se debe tener muy claro que

en el sistema de enjuiciamiento que se ha dejado atrás, la administración de justicia penal

paraguaya, a lo largo de la historia, nunca produjo lo que doctrinalmente se conoce como “debido

proceso judicial”. Esto es así, porque los principios de inmediación, concentración, continuidad y

publicidad, no tenían cabida dentro del procedimiento inquisitivo.

Vale decir que se llegó al punto de que esos principios rectores del proceso penal o del juicio

fueron sistemáticamente violentados por una ley procesal inconstitucional, que produjo como

consecuencia, un descreimiento por parte del conjunto social hacia los administradores de justicia

que resolvían los conflictos a puertas cerradas, sin valores de justicia.

La nueva ley procesal penal permite la inserción del juez penal al modelo democrático de

resolver los conflictos penales. En primer lugar, su función primordial es resolver el conflicto que
54

se le presenta despreocupándose de la investigación de los hechos punibles, que constituye

función del Ministerio Público. En segundo lugar, el juez penal se constituye en garante de los

principios, derechos y garantías de toda persona sospechada o investigada por la supuesta

comisión de un hecho punible, o dicho en otras palabras, el juez penal debe constituirse en el

último garante y refugio de los imputados.

También estructuró el proceso en etapas, de las cuales la primera y la segunda (etapas

preparatoria e intermedia) están a cargo de un juez penal (juez de control de garantías

constitucionales), en tanto que la tercera etapa (de Juicio oral y público) estará a cargo de un

Tribunal de Sentencia; todo esto para preservar el Principio de Imparcialidad. Así, los jueces que

controlan la investigación, la acusación del fiscal, la preparación del juicio, proporcionan sus

conclusiones a un tribunal de jueces que no conoce nada del caso ni del acusado; para evitar que

el propio juez que intervino en la etapa preparatoria y controló la legalidad de las pruebas sea el

que juzgue y en definitiva, absuelva o condene.

Concepto de Juzgado Penal

Los Juzgados Penales serán los encargados de garantizar la observancia de los derechos del

imputado durante la Etapa Preparatoria o de Investigación de los hechos punibles y de controlar

la acusación del Ministerio Público y del querellante adhesivo. En la Etapa Preparatoria se

espera que el juez penal asuma una posición de garante de los derechos del imputado, contra

cualquier posibilidad de abusos o violaciones por parte de los acusadores o sus órganos

auxiliares; nunca debe asumir funciones persecutorias o de investigación. El nuevo Código


55

Procesal Penal otorga a los jueces penales competencias materiales que les adoptar algunas

decisiones, que a continuación se detallan:

 Las decisiones de naturaleza jurisdiccional que se deban tomar durante la etapa

preparatoria.

 De la sustanciación y resolución del procedimiento en la etapa intermedia; y,

 De la sustanciación y resolución del procedimiento abreviado (Art. 42 CPP).

Etapa Preparatoria

El Código Procesal Paraguayo expresa que: “La etapa preparatoria tendrá por objeto

comprobar, mediante las diligencias conducentes al descubrimiento de la verdad, la existencia del

hecho delictivo, individualizar a los autores y participantes, recolectar los elementos probatorios

que permitan fundar, en su caso, la acusación fiscal o del querellantes así como la defensa del

Imputado, y veri-ficar las condiciones personales, antecedentes y estado psíquico del imputado”

(Art. 279. 1ª Parte, CPP).

En esta etapa, el juez penal de Garantías debe controlar la investigación del Ministerio Público

o del querellante adhesivo y, en su caso, las pruebas que serán aportadas por la defensa (Art. 282

CPP). Mientras que es el Ministerio Público quien dirige la investigación de los hechos punibles,

a través de sus agentes fiscales y asistentes fiscales, junto a sus órganos auxiliares que son la

Policía Nacional y la Policía Judicial, de necesaria creación.

La Constitución Nacional otorga la titularidad de la acción penal pública al Ministerio Público.

De ella deriva la facultad de dirigir la investigación de los hechos punibles. A su vez, le faculta a

presentar, ante los jueces penales, la acusación contra un ciudadano. Esta responsabilidad

substancial del Ministerio Público es expresada con la carga de la prueba, por lo cual es
56

responsable de probar en juicio oral y público los hechos que fundamenten su acusación (Art.53

C.P.P.).

La Etapa Preparatoria no podrá durar más allá de seis meses de iniciada una investigación. Se

podrá solicitar una prórroga ordinaria y otra extraordinaria. La primera podrá ser concedida por el

juez penal de Garantías, mientras que la prórroga extraordinaria, sólo podrá ser admitida por el

Tribunal de Apelación (Art.325 y 326 CPP).

Síntesis de las funciones del Juez Penal en esta etapa

En esta etapa, el juez penal de Garantías no tendrá intervención directa durante la

investigación de los hechos punibles, su función se limitará al control de la investigación fiscal en

cuanto al cumplimiento de las garantías y formalidades legales, como ser la forma de obtener las

evidencias que serán utilizadas el día del Juicio Oral y Público, la determinación de la medidas

cautelares contra la persona del imputado o sus bienes, la determinación si existe mérito para

dictar o no el Auto de Apertura a Juicio, o por el sobreseimiento provisional o defini-tivo, la

aplicación de una salida alternativa concluyendo el procedimiento, etc. Todo ello sobre la base

del respeto a las garantías del imputado y el de asegurar la prueba que producirá en el Juicio.

COMENTARIO

El presente trabajo ha sido abordado a partir de la praxis judicial de los operadores del

sistema, en contraste con la normativa legal vigente: Constitución Nacional y Código Procesal

Penal, desde una perspectiva crítica a una fase procesal que es la etapa intermedia.

En ese sentido se han descripto las disfunciones generadas por la actividad procesal

defectuosa, señalando que han ocasionado la desvirtuación de los principios político-procesales


57

que rigen al modelo acusatorio vigente, causando distorsiones y retrocesos, antes que avances en

su implementación. Situación que se considera un motivo para levantar la voz de alerta −desde el

ámbito académico− y a la luz de lo legislado, exhortar a los operadores a reencauzar rumbos y

rectificar errores, releyendo el Código Procesal Penal, de manera integral y aplicando

correctamente sus disposiciones.

En ese sentido, las premisas como la inmediación y la oralidad deben aplicarse en

determinadas etapas y actuaciones, los operadores no pueden alterar arbitrariamente dicha

modalidad, efectuando los actos procesales de manera escrita y diferida.

Dichos principios son corolarios del principio republicano de publicidad, que los operadores

abusivamente desacatan con estas modificaciones arbitrarias.

Aspectos Históricos Del Proceso Penal De México

Abordar la historia del Derecho Penal en México, implica considerar sus principios

fundamentales, así como la estructura jurídica que ha permitido su ejercicio.

Como rama del Derecho, su práctica conlleva la aplicación de leyes que regulan el ejercicio de

los órganos judiciales, Jueces, Abogados y todos los actores del Sistema de Justicia Penal. Este es
58

el resultado de un proceso evolutivo, que ha configurado la historia del Derecho Penal en

México, hasta el modelo que conocemos en la actualidad.

Acompáñenos en un interesante recorrido por los elementos más significativos, instituciones

clave y conjunto de leyes que hacen posible su ejercicio.

¿Qué es el Derecho Penal?

Es una rama del derecho que tiene como objetivo principal regular el comportamiento humano

en la sociedad y establecer las consecuencias jurídicas que se derivan de la comisión de un delito.

El Derecho Penal se basa en cuatro principios básicos:

 La legalidad implica que nadie puede ser sancionado, sino en virtud de una ley

preexistente que así lo establezca;

 La culpabilidad se refiere a que una persona solo puede ser considerada responsable de un

delito si ha actuado con conocimiento y voluntad de cometerlo;

 La proporcionalidad de las penas establece que estas deben ser proporcionales a la

gravedad del delito cometido.

 La reinserción social busca la rehabilitación del delincuente y su posterior reintegración a

la sociedad.

De forma general, la importancia en la historia del Derecho Penal en México, radica en la

protección de los derechos fundamentales de los individuos y en la impartición de Justicia en la

sociedad.

Los antecedentes del Derecho Penal en México


59

Si bien, sus orígenes se remontan a la antigüedad y han evolucionado desde los principios de

Derecho Romano, la época colonial y los diferentes códigos. Hay una clara tendencia en cada uno

de ellos, y es que se presenta una clase dominante que procura a toda costa mantener el orden

social.

Así, la historia del Derecho Penal en México, tiene sus raíces en las culturas prehispánicas,

señalando en las referencias Mayas y Aztecas códigos como el Código Penal de Netzahualcóyotl,

que regulaban la conducta de sus miembros y establecían sanciones para quienes las infringieran.

Pero, con el proceso de conquista, estas normas fueron transformadas y posteriormente

reemplazadas por el sistema jurídico instaurado durante la colonización.

Para entonces, los códigos se establecieron principalmente a través de las Leyes de Indias,

conjunto de reglas dictadas por la Corona Española para regular la vida en las colonias, que

incluían disposiciones penales que buscaban fortalecer la obediencia.

Con la independencia de México en 1821, se buscó establecer un nuevo sistema jurídico

denominado el Código Penal del Imperio Mexicano, con el propósito era reflejar los ideales de

esta nueva nación. Aunque estaba inspirado en el documento homólogo de Francia para 1810,

permitió establecer las bases del Derecho Penal en el país.

A lo largo del siglo XIX, se sucedieron diversos códigos penales mexicanos, que fueron

adaptándose a los cambios políticos y sociales de la época. Destacan el Código Penal de 1871 y

el de 1931, este último influenciado por el Positivismo Jurídico.


60

En la actualidad, se esperan más adecuaciones en materia de Derecho Penal, algunas

relacionadas con las necesidades de regulación, control y sanción concernientes a las nuevas

dinámicas sociales. Pero también, a la adopción de las herramientas de la Justicia digital.

Organismos clave para la ejecución del Derecho Penal

A lo largo de la historia del Derecho Penal en México, han existido diversos organismos

encargados de su ejecución y de velar por el cumplimiento de las leyes en el ámbito civil.

De acuerdo con la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos del Estado Mexicano, reciben la

denominación de operadores de Justicia Penal y entre ellos se encuentran:

 Poder Judicial del Estado de México: es el órgano encargado de impartir Justicia en

México. Está conformado por los Tribunales y Juzgados, los cuales son responsables de

juzgar los delitos y aplicar las sanciones correspondientes;

 Fiscalía General de Justicia del Estado de México: encargado de procurar la ejecución del

Derecho Penal de manera independiente e imparcial. Su labor consiste en esclarecer los

hechos denunciados mediante un debido proceso, y en los casos que se compruebe la

existencia de un delito, se encarga de asegurar que el culpable sea debidamente

sancionado;

 Instituto de la Defensoría Pública: institución autónoma capacitada para coordinar y

dirigir la defensa pública, proporcionando orientación jurídica y profesional en materia

penal;

 Defensoría especializada para la atención a víctimas y ofendidos del delito: se encarga de

brindar asesoría y atención especial en las áreas jurídicas y psicosocial.

¿Cuáles son las etapas de un proceso en el Sistema de Justicia Penal?


61

El proceso penal se divide en tres etapas:

Primera Etapa: De investigación, la cual a su vez está dividida en inicial y complementaria.

Dentro de esta primera etapa se celebra la Audiencia Inicial que puede comenzar desde el control

de la detención para continuar con la Formulación de Imputación y culmina con la Vinculación a

proceso;

Segunda Etapa: Intermedia o de preparación a juicio, donde se resuelve sobre la admisión de

pruebas; y

Tercera Etapa: La de Juicio Oral, que inicia con la audiencia de debate, donde se desahogan

las pruebas y que concluye con la sentencia.

¿Cómo es la etapa de investigación?

a) Investigación inicial: Comienza con la presentación de la denuncia y concluye cuando la

persona imputada queda a disposición del juez.

b) Investigación complementaria

 Comprende desde la formulación de la imputación y se agota cuando se ha cerrado la

investigación.

 En esta etapa se desarrolla la Audiencia Inicial que incluye el control de la detención, en

caso de flagrancia; la formulación de la imputación de cargos y la vinculación a proceso.


62

El Juez de Control analiza la información, sujeta al Imputado a proceso y otorga un plazo

común al Ministerio Público y a la Defensa para realizar la investigación complementaria.

En este tiempo se recabarán los medios de prueba que se necesiten para perfeccionar la

teoría del caso, los mismos con los que, en su momento, el Ministerio Público sustentará

la acusación.

 Corresponde al Ministerio Público solicitar, en la Audiencia Inicial, las medidas

cautelares que sean necesarias de acuerdo a los delitos que se formulan y según los

antecedentes de prueba recabados en la investigación.

¿Cómo es la etapa intermedia o de preparación a juicio?

Tiene por objeto el ofrecimiento y admisión de los medios de prueba, así como la depuración

de los hechos controvertidos que serán materia del Juicio Oral.

Comprende desde la formulación de la acusación hasta el auto de apertura a juicio. Tanto el

Ministerio Público como la Defensa presentarán sus pruebas ante el Juez de Control y él aprobará

las que puedan llevarse a la siguiente fase.

¿Cómo es la etapa del Juicio Oral?


63

 Es la etapa de decisión de las cuestiones esenciales del proceso. Se realiza sobre la base

de la acusación en el que se deberá asegurar la efectiva vigencia de los principios de

inmediación, publicidad, concentración, igualdad, celeridad y continuidad.

El Juicio comprende desde que se recibe el auto de apertura a juicio hasta la sentencia emitida

por el Tribunal de Juicio Oral.

En esta etapa:

 El Juez de Juicio Oral escuchará a la Defensa y al Ministerio Público, Se desahogan las

pruebas,

 Se emiten los alegatos de clausura o finales por las partes,

 Finalmente se delibera, se emite el fallo y se dicta una sentencia en la que se explica

oralmente si el Imputado es inocente o culpable.

Ejecución de sanción

En caso de sentencia condenatoria, el Tribunal de Enjuiciamiento enviara copia de la sentencia

que haya quedado firme al Juez de Ejecución correspondiente y a las autoridades penitenciarias

que intervienen en el procedimiento de ejecución para su debido cumplimiento.

¿Cómo se desarrolla la etapa intermedia de un proceso en el Sistema de Justicia Penal?

La Etapa Intermedia tiene por objeto el ofrecimiento y admisión de los medios de prueba, así

como la depuración de los hechos controvertidos que serán materia del Juicio Oral.

Si el Ministerio Público considera que tiene suficientes pruebas como para suponer que el

Imputado es culpable, presentará su acusación ante el Juez.


64

En esa acusación agregará la lista de testigos y peritos o personas expertas que desea que

declaren en el juicio para comprobar la culpabilidad del Imputado.

En la etapa intermedia se desarrolla un debate ante el Juez de Control, en este debate el

imputado y la víctima, o el Ministerio Público en el caso que corresponda, a través de sus

abogados o por ellos mismos, propondrán las pruebas que presentarán en el Juicio, y el Juez de

Control decidirá cuales admitirá.

Algunos documentos de interés:

Conoce más a través de documentación especializada.

 Las pruebas en el Sistema de Justicia Penal Acusatorio (2012): análisis sobre las figuras

más importantes en materia probatoria, realiza una descripción y un análisis normativo de

los diferentes temas relacionados con la etapa probatoria y finalmente contiene un cuadro

de técnicas o actos de investigación por figura y entidad federativa, mismo que sirve

como referente para que el lector detecte las figuras que se han incorporado a su

normativa local.

 Actuación que el Juez debe tener para cumplir con los principios de imparcialidad,

contradicción y equilibrio procesal previstos en la Constitución Política de los Estados

Unidos Mexicanos. Consulta Jurisprudencial Especializada en el Nuevo Sistema de

Justicia Penal
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 Prueba documental en el Sistema Procesal Penal Acusatorio. Forma en que debe

desahogarse (legislación del Estado de México). Consulta Jurisprudencial Especializada

en el Nuevo Sistema de Justicia Penal.


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COMENTARIO

El artículo 23 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos contiene tres

disposiciones diversas pero relacionadas a la justicia penal, dispone que ningún juicio

criminal penal deberá tener más de tres instancias. Nadie puede ser juzgado dos veces por el

mismo delito, ya sea que en el juicio se le absuelva o se le condene .

Queda prohibida la práctica (abolida) absorber de la instancia.

La primera parte del precepto abre tres grados jurisdiccionales donde se reitera la acción

originalmente planteada .El segundo derecho humano contenido en el artículo 23, conocida en su

expresión latina “ne bis in ídem” “Nadie pude ser juzgado dos veces por el mismo delito”, ya sea

que en el juicio se le absuelva, o se le condene... (No debe repetirse la misma cosa).

La expresión delito debe entenderse como hecho penalmente sancionado previsto en la ley,

por lo que el juzgador deberá dictar sentencia absolviendo o condenando, como conclusión del

juicio por lo que sentenciada la persona no se podrá iniciar otro proceso por los mismos

hechos. El tercer derecho humano de seguridad contemplado en el artículo 23, ordena que quede

prohibida la práctica de absolver de la instancia.

Absolver de la instancia al acusado implica que no se le declara inocente ni culpable por lo

que surge la posibilidad de reiniciar el procedimiento posteriormente (en caso de que aparezcan

pruebas para continuar el juicio) ya que no se puso fin al mismo.

Casos diferentes en que no se dicta sentencia absolviendo o condenando por muerte del

procesado, desistimiento del Ministerio Público de la acción penal o se formulan conclusiones no

acusatorias. De los tres derechos humanos señalados, el primero resulta un obstáculo para la

brevedad en la impartición de justicia en México, ya que además de las instancias permitidas


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constitucionalmente se abre la posibilidad de promover el juicio de amparo ya en su

modalidad bi-instancias o uni-instancias, lo que prolonga la resolución de los diversos

juicios y no permite observar la pronta impartición de justicia, pues es común agotar

todas las posibilidades de análisis del caso, aun


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CONCLUSIÓN

Una vez realizado este analis con relación a los competencias de los tribunales penales con el

objeto de a alcanzar la declaración judicial sobre su contenido mediante la declaración judicial

que su proceso penal que constituye el fin de la función jurisdiccional penal, la cual como hemos

visto se realiza, por delegación variando diversas situaciones propias de la controversia


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BIBLIOGRAFIA

https://www.gob.mx/fgr/es/articulos/cuales-son-las-etapas-del-proceso-en-el-sistema-de-

justicia-penal

https://www.gob.mx/fgr/articulos/como-se-desarrolla-la

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