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Benavides Burgos, Y. (2018). El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH),
en la periferia urbana: Estudio de caso del barrio María Paz de la ciudad de Bucaramanga, Colombia
(1990 - 2014). Tesis de posgrado. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y
Ciencias de la Educación. En Memoria Académica. Disponible en:
http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/tesis/te.1615/te.1615.pdf
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH), en la periferia
urbana. Estudio de caso del barrio María Paz de la ciudad de Bucaramanga, Colombia
(1990 - 2014).
TABLA DE CONTENIDO
Resumen..........................................................................................................................................7
Summary.........................................................................................................................................8
Introducción....................................................................................................................................9
1. Proceso Metodológico...............................................................................................................13
1.1. Justificación........................................................................................................................13
1.2. Planteamiento del problema...............................................................................................14
1.2. Formulación del problema..................................................................................................17
1.3. Objetivos.............................................................................................................................18
1.3.1 Objetivo general............................................................................................................18
1.3.2. Objetivos específicos....................................................................................................18
1.3.3. Hipótesis.......................................................................................................................18
1.4. Diseño Metodológico de la investigación..........................................................................19
1.4.1. Tipo de investigación....................................................................................................19
1.4.2 Metodología propuesta..................................................................................................20
1.4.3. Muestra........................................................................................................................23
1.4.4. Técnicas y herramientas de recolección de información..............................................23
2. Evolución de la noción de desarrollo........................................................................................24
2.1 Un paradigma emergente: el desarrollo endógeno..............................................................24
2.1.1. ¿Qué se entiende por capacidades endógenas territoriales? ¿cuál es la diferencia con
el potencial del desarrollo?.....................................................................................................28
2.2 La participación de los actores locales en el proceso del desarrollo endógeno...................30
2.3. Territorio local como factor clave en el desarrollo endógeno............................................34
3. La Producción Social del Hábitat en el desarrollo endógeno....................................................37
3.1 Experiencias de Producción Social del Hábitat desde las capacidades endógenas
territoriales.................................................................................................................................37
3.2. Hacia la construcción conceptual de la Producción Social del Hábitat desde las
capacidades endógenas territoriales...........................................................................................43
4. La contextualización y resultados de la experiencia.................................................................49
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) |3
Lista de Figuras
Lista de Tablas
Lista de Gráficos
Índices de Siglas
Agradecimientos
Agradezco a todas aquellas personas que contribuyeron hacer este sueño posible. Al
profesor Patricio Narodowski por permitirme ingresar al programa de Maestría, a la directora
y codirectora de tesis, Valeria Motuberria y Mariana Relli, sin sus orientaciones no fuera sido
posible, mil gracias por su tiempo y dedicación y a mi familia por creer siempre en mí.
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) |7
Resumen
La investigación tiene como objetivo general identificar y analizar las capacidades endógenas
territoriales que hicieron posible la Producción Social del Hábitat (PSH) en el barrio María Paz,
B/manga, Colombia, en el período comprendido entre 1990 y 2014 y para ello se recurre al
estudio de caso. Se partió desde una postura teórica del desarrollo endógeno, como un proceso
de especificidad territorial, donde el desarrollo se concibe desde adentro de cada territorio, no es
producto de un proceso evolutivo, sino por el contrario, es el resultado de un constructo social, a
partir de las decisiones y de las acciones de sus propios actores. En relación al proceso
metodológico, se propone una estrategia de carácter cualitativa, implementando un muestreo no
probabilístico, escogiendo una muestra en cadena o por redes (bola de nieve), que permitió en el
trabajo de campo mediante entrevistas semi estructuradas, entrevistas a grupos focales y
observación participante realizar una matriz de actores locales del territorio.
Una vez realizada la matriz, se pudieron identificar los actores locales que han incidido en el
proceso de PSH del barrio, con la finalidad de indagar sobre las capacidades endógenas que han
generado la sostenibilidad económica, social y/o ambiental del mismo. Por último, la
investigación toma como recorte temporal el período comprendido entre 1990 y2014, pues
constituye el período de transición de pasar de asentamiento humano precario a barrio
legalmente reconocido por la autoridad municipal.
Summary
The general objective of the research is to identify and update the endogenous territorial
capacities that made the Social Production of Habitat possible, in the María Paz neighborhood,
Bucaramanga, Colombia, in the period between 1990 and 2014, and for this the case study is
gathered. Starting from a theoretical position of endogenous development as a process of
territorial specialty where development is conceived from within each territory, it is not the
product of an evolutionary process but on the contrary is the result of a social construct based on
decisions and of the actions of their own actors. In relation to the methodological process, a
qualitative strategy is proposed, implementing a non-probabilistic sampling, choosing a sample
in chain or by networks (snowball), which allowed in field work through semi-structured
interviews, interviews with focus groups and participant observation make a matrix of local
actors of the territory.
Once the matrix was created, it was possible to identify the local actors that have influenced the
SPH process of the neighborhood, with the purpose of investigating the endogenous capacities
that have generated the economic, social and / or environmental sustainability of the same.
Finally, the investigation takes as a temporary cut the period between 1990 and 2014, since it
constitutes the transition period from a precarious human settlement to a neighborhood legally
recognized by the municipal authority.
Key words: Social Production of Habitat, endogenous development, endogenous capacities and
urban periphery.
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) |9
Introducción
Teniendo en cuenta que el proceso de urbanización está unido a la construcción de ciudad “que
obedece a parámetros normativos, basados en la legalidad y en las condiciones que impone el
statu quo” (Castillo de Herrera et al, 2009, p 17), que a su vez, conlleva a una fuerte demanda de
suelo, servicios públicos, vivienda e infraestructura, donde los gobiernos de países periféricos,
como los de América Latina, presentan incapacidad de cubrir la demanda y garantizar a todo
ciudadano el acceso a oportunidades económicas y el goce o disposición de ciertos bienes o
servicios esenciales (Oszlack,1983), en los procesos de urbanización que se verifican en la
ocupación del espacio urbano.
Por otro lado, es preciso exponer, que el segundo aspecto que dio lugar a la urbanización
popular en el país corresponde al uso y mercantilización del suelo urbano, relacionado a la
ordenación del territorio, donde se busca reducir a su mínima expresión las formas de
apropiación del territorio que van en contravía del modelo de la economía de mercado. El tema
de la ordenación del territorio, aparece en Colombia, como norma en los años 90 asociado al
discurso de la época, entorno a los postulados del neoliberalismo con políticas regulacioncitas 1
en los esfuerzos de combatir la pobreza, reflejada en los cinturones urbanos de los asentamientos
humanos, que empezaban a expandirse no sólo en las grandes ciudades sino también en las
ciudades intermedias.
Como es el caso de la ciudad de Bucaramanga, pues bien, ésta como muchas ciudades
intermedias colombianas, presenta un panorama de urbanización popular como es la experiencia
del barrio María Paz, objeto de la presente investigación. El barrio se encuentra ubicado en la
comuna 1 en la zona norte de la ciudad, su surgimiento se enmarca en la inoperancia de la
política de vivienda de los años 90 que hasta la actualidad no ha permitido atender de manera
adecuada y efectiva al déficit de hábitat y vivienda del territorio nacional. Debido, a la limitada
oferta de bajo costo y mecanismos de financiación para estratos 1, 2, y 3 de la población que
oscilan ingresos menos del S.M.M.L.V2 y hasta un S.M.M.L.V que corresponde a $ 781.242 (US
273,43) que concentra la mayor demanda de suelo urbano en la ciudad, así, como la falta de
respaldo integral por parte de las entidades estatales nacionales como locales, organismos no
gubernamentales o privados que acompañan y asesoren los procesos de construcción de vivienda
desde el actor comunitario como opción para solucionar las necesidades más sentidas del habitar
para los sectores populares.
Del mismo modo, se ha diferenciado de otros actores locales (Estado y el sector privado) por
encontrarse durante todo el proceso de formación, transformación y consolidación del barrio, a
razón que su actuación en el territorio ha sido permanente.
Por tal razón, la investigación dentro de un marco metodológico busca la comprensión del
proceso de Producción Social del Hábitat (PSH), desde la teoría del desarrollo endógeno, al
hacer énfasis en las capacidades endógenas que les ha permitido trascender de asentamiento
humano precario a barrio legalmente constituido, así como resaltarla participación del actor
comunitario e identificar la participación de otros actores locales que han hecho presencia total o
parcial en el proceso de formación, transformación y consolidación de María Paz. Igualmente se
emplea un estudio de caso instrumental que no busca generalizar con otros casos similares, no
se aborda el caso como una muestra representativa del fenómeno a estudiar y los resultados no se
pueden plantear iguales en todos los procesos de PSH, debido a que, en cada territorio se
albergan unas capacidades endógenas que le son propias al contexto donde se desarrollan, se
encuentran ligadas a la calidad de los recursos humanos, la capacidad organizativa de los agentes
y la capacidad institucional del territorio donde se insertan.
Por otra parte, la investigación se sustenta bajo un marco teórico que inicia en el capítulo
dos, donde se detalla acerca de la nueva concepción del desarrollo, conocida como desarrollo
endógeno, desde una visión compleja del desarrollo, que responde a una concepción dinámica y
política, la cual combina diversas interpretaciones, desde el enfoque del autodesarrollo o
desarrollo autónomo, desarrollo humano y el desarrollo territorial como elementos
fundamentales para dar protagonismos a las comunidades y los territorios locales. Además, se
define conceptualmente las capacidades endógenas territoriales y se establecen las diferencias
con el potencial de desarrollo del territorio, desde la visión del autor Madoery. Al resaltar la
importancia del territorio local y la participación de los actores locales en el proceso de
desarrollo endógeno.
En el capítulo tres, se continúa con el marco teórico, sólo que en este apartado, se
profundiza el aporte teórico de la PSH y se parte de la conceptualización de las diferentes
modalidades de urbanización popular, como es la autoconstrucción, la autoproducción y la PSH,
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 12
citando autores como: Duhau (1998), Pradilla (1982), Jaramillo (2008), Tovar (2009), Ortiz,
(2012) y Rodríguez (2007), para analizar los puntos de vista de cada uno de ellos, así como las
semejanzas y diferencias que existen entre cada una de las modalidades de urbanización popular.
Además, se hace énfasis en que hasta el momento no existen estudios previos que ahonden
teóricamente las dos variables de análisis de la investigación en curso, es decir, la Producción
Social del Hábitat (PSH) desde las capacidades endógenas territoriales, lo que permite la
posibilidad del aporte teórico a la investigación de una nueva conceptualización de PSH a partir
del desarrollo de capacidades endógenas del territorio.
Más aún, n este capítulo, se contempla la identificación y análisis de las diferentes etapas
del proceso habitacional de la PSH que ha desarrollo el barrio, así como, la elaboración de la
matriz de actores locales la cual permitió no sólo identificar, sino priorizar y seleccionar a los
participantes de los sectores públicos, privados y/o comunitarios que han contribuido al
desarrollo de las diferentes dimensiones de la producción social del hábitat, al lograr la
identificación y análisis de algunas iniciativas locales. Finalmente, se establecen las reflexiones
finales, que hacen referencia a las conclusiones generales de la investigación.
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 13
1. Proceso Metodológico
1.1. Justificación
Será pertinente llevar a cabo la investigación, debido a que, la ciudad de Bucaramanga, sólo
cuenta con un antecedente investigativo que da razón de la caracterización de asentamientos y
barrios precarios; pero no hay estudios oficiales de las formas organizativas de las clases
populares que a lo largo de la historia han generado la construcción de vivienda y hábitat en la
periferia de la ciudad, permitiendo a sus habitantes, la posibilidad de acceder a la producción del
espacio urbano a través de diferentes mecanismos, entre los que se encuentra la Producción
Social del Hábitat. Además con la investigación se colocaría en evidencia un claro problema
territorial que presenta la ciudad, vinculado a los procesos de urbanización, unido a la
construcción de ciudad, que obedece exclusivamente a parámetros normativos, basados en la
legalidad y en las condiciones que impone el statu quo, quien conlleva a una fuerte demanda de
suelo, servicios públicos, vivienda e infraestructura, donde la municipalidad presenta
incapacidad de cubrir la demanda y garantizar a todo ciudadano el acceso a oportunidades
económicas y el goce o disposición de ciertos bienes o servicios, tendenciales en los procesos de
urbanización que se verifican en la ocupación del espacio urbano.
Por otra parte, lo relevante del estudio, es el abordaje teórico del desarrollo endógeno, desde
las capacidades endógenas territoriales, el cual sustenta la investigación, dado que, al realizar la
revisión del estado del arte en los procesos de Producción Social del Hábitat, sólo se encontró
una investigación que se aproxima al objeto de estudio. Esto evidencia que existe un campo
fructífero de análisis para el abordar la producción social del hábitat en relación a las
capacidades endógenas territoriales, la forma como se crean las capacidades, la interacción de
sus actores en la sostenibilidad a lo largo del tiempo, la forma como evolucionan y se expresan
en cada realidad concreta.
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 14
Por último, se aborda el período comprendido entre 1990 y 2014, pues se constituye el período
de transición al pasar de asentamiento humano precario a barrio legalmente reconocido por la
autoridad municipal. Por otro lado, la temporalidad desde la década del 90´concierne además al
inicio del modelo económico neoliberal que ha atravesado el país, donde se vio reflejado en
nuevas lógicas de planeación y ordenamiento urbano, en el creciente flujo migratorio de
población a los medianos y grandes centros urbanos por el conflicto interno armado, la
privatización de empresas del estado lo que incluye los servicios públicos y la disminución de
sus subsidios y la proliferación del mercado de tierras para la construcción de vivienda, dejando
por fuera del mercado aquellos sectores poblacionales que no cuentan con el capital financiero
suficiente para acceder, a una vivienda. Todos estos factores, han sido transversales en Colombia
en los procesos de autoproducción de vivienda y hábitat de los sectores populares, como es el
caso del barrio María Paz.
pobres urbanos que se asientan en las periferias de las urbes, sectores de la ciudad con grandes
carencias a nivel económico, social, servicios e infraestructura, debido a la existencia de un
mercado formal capitalista de tierra y vivienda que no permite a todos los sectores de la sociedad
acceder a espacios privilegiados de urbanización. La razón principal se debe al cambio del rol
que ha sumido el Estado a partir de la década del 90, en materia de infraestructura y
equipamiento urbano en la construcción estatal de vivienda, poco a poco el Estado fue
desmantelando el modelo de corte asistencial y estableció una política de financiamiento a
través de corporaciones de ahorro y vivienda y de otros intermediarios financieros que entraron a
competir en el mercado del crédito hipotecario bajo un esquema de tasa de interés en corto plazo
del mercado doméstico (ley 45 de 1990, ley 9 de 1991 y 35 1993), generando de esta manara la
pauperización en los sectores populares urbanos.
Dado que, bajo este esquema, la nueva política de vivienda busca incrementar la demanda
efectiva de vivienda de interés social, mediante el otorgamiento de subsidios a los beneficiarios,
los que complementados con crédito y con un porcentaje de ahorro familiar, deberían permitir
incluso a los más pobres acceder al mercado de vivienda. No obstante, beneficia sólo aquellos
que tienen un trabajo formal, pues los subsidios se otorgan de manera mercantil, se tiene que
garantizar la retribución del préstamo, quedando excluidos los más pobres que no tienen
demanda solvente para acceder a la producción capitalista y/o estatal de vivienda.
Así lo preveía el Departamento Nacional de Planeación para el año de 1990, estimaba un déficit
habitacional en Colombia alrededor de 1.800 familias, equivalentes al 29% de los hogares del
país (USAID, construyamos 1993). Establecía, además, que en esos momentos cerca de 980.000
(54% del déficit) (USAID, construyamos 1993) se encontraban en estado de hacinamiento,
sumado al crecimiento demográfico, estimaba una demanda de 100.000 nuevas viviendas por
año (DNP, 1990). Para el año de 1993, el déficit de vivienda urbana ascendía a 1.945.662, de los
cuales 813.658 familias necesitaban una vivienda nueva debido a los materiales inadecuados o a
convivir con otras familias y 1’132.005 presentaban carencias cualitativas en términos de
hacinamiento, dotación de servicios básicos y materiales inadecuados. (Fresneda, 1997).
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 16
Diez años después, la Encuesta de Calidad de Vida (ECV), señalaba que el déficit de vivienda en
las cabeceras municipales afectaba al 30,2% de los hogares, equivalente a 2’333.345 hogares
respectivamente (Torres, 2009). Durante 2006, el 61% del déficit de vivienda corresponde a
familias en circunstancias de pobreza crítica, con NBI e ingresos inferiores a dos salarios
mínimos legales; el 24% tiene de 2 a 4 S.M.M.V.L; y el 16% de 4 a 8 S.M.M.V.L (Torres, 2009).
Posteriormente, con las estimaciones del Gobierno Nacional de los datos censales a 2012, se
evidenció un déficit cuantitativo de vivienda de 554.087 unidades habitacionales. En el año
2014, el Ministerio de Vivienda, DANE y Planeación Nacional de Colombia, anunciaba que en
el país caía un 46,3% el déficit habitacional, gracias a los programas que adelantaba el gobierno
nacional (Ministerio de Vivienda, 2014). No obstante, lo paradójico del asunto, es que la oferta
disponible de vivienda se concentra en un sector de la sociedad. El 76% de la oferta se
distribuye en los estratos 4 con un 27, 8%, el estrato 5 con el 26, 2% y el estrato 6 con un 22,2 %
y sólo el 33,33% restante corresponde a los estratos 1 con el 3,3 %, el estrato 2 con el 12,3 % y
el estrato 3 con el 8,1 % (Portafolio, 2015).
Esto evidencia, que la tenencia y acceso a la vivienda en el espacio urbano, sólo le corresponde a
la clase media y alta del país, los esfuerzos del gobierno nacional para contrarrestar la brecha por
este acceso, así como en la construcción de ciudad, a través de producir infraestructura y
equipamiento de los barrios de los sectores populares a lo largo de la historia ha sido
insuficiente.
Sin embargo, con el tiempo estos sectores han ido consolidando y transformando su vivienda y
hábitat en la periferia urbana de las ciudades principales como intermedias del país, a partir de
sus propias iniciativas y posibilidades de forma individual y/o colectiva, con o sin apoyo del
Estado o entidades privadas y en la mayoría de los casos se han realizado a espaldas de una
planeación económica y urbana que impone status quo. Es un desarrollo urbano que nace de
procesos de autoconstrucción, autoproducción y Producción Social del Hábitat (PSH). En este
último, los habitantes se constituyen en los protagonistas del desarrollo, son ellos quienes, a
través de sus decisiones y acciones, gestionan, financian, controlan y definen las estrategias e
iniciativas locales, las cuales se consolidan a través de las diferentes formas de cooperación,
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 17
articulación y aprendizaje entre actores para alcanzar proyectos en común que redundan en el
mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes.
Por otra parte, la investigación parte de una serie de preguntas investigativas que orientan los
objetivos y coayudan a la formulación del problema de estudio. Entre las preguntas formuladas
se encuentran: ¿cuáles han sido las etapas del proceso habitacional de la PSH (promoción-
integración, planeación, construcción, distribución y uso) que han realizado los habitantes del
barrio María Paz?, ¿cuáles son los tipos de actores locales que han contribuido al desarrollo de
los diferentes componentes de la PSH, como son: el ingreso económico, la salud, la seguridad; la
recreación y deporte; la atención a grupos especiales de niños, jóvenes, adultos mayores y/o el
mejoramiento ambiental de la comunidad? y ¿cuáles son las iniciativas locales generadas por los
actores locales en la PSH del barrio María Paz?
¿Cuáles han sido las capacidades endógenas territoriales que han dado origen al Proceso de
Producción Social del Hábitat del barrio María Paz, en el período comprendido entre 1990 y
2014?
1.3. Objetivos
Identificar y analizar las capacidades endógenas territoriales que han dado origen al proceso
de Producción Social del Hábitat del barrio María Paz de la ciudad de Bucaramanga- Colombia,
en el período comprendido entre 1990 y2014.
1.3.3. Hipótesis
a.) La investigación parte de dos hipótesis; la primera, que la Producción Social del Hábitat
concebida como un proceso de desarrollo a largo plazo fruto del protagonismo y control de
sus actores (ya sea comunitario, cooperativa, asociación u ONG) en las diferentes fases
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 19
Lo que se buscó con el caso de la investigación fue detallar, cómo las capacidades
endógenas territoriales han contribuido a la Producción Social del Hábitat del barrio María Paz,
siendo el barrio la unidad de análisis, se buscó a través de la experiencia del barrio llegar a
comprender el proceso de Producción Social del Hábitat, unido a las capacidades endógenas de
su territorio.
Asimismo, para ordenar la información en campo se elaboró una matriz de actores, basado
en la metodología de Pozo Solis (2007):
“Una herramienta metodológica cuya utilidad no solo es identificar quienes son los actores
claves que intervienen en una iniciativa, proyecto o programa, sino también identificar y
3 Conocido como mapas sociales o sociogramas, el mapeo de actores claves (MAC) supone el uso de esquemas
para representar la realidad social en que estamos inmersos, comprenderla en su extensión más compleja posible y
establecer estrategias de cambio para la realidad así comprendida (Gutiérrez, 2007).
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 22
1.4.3. Muestra
fundador de la ONG SURGIR; (1) iglesia católica; (1) funcionaria de INVISBU; (1)
funcionario de la secretaria de planeación municipal.
Entrevistas a grupos focales o grupos de enfoque: Para el estudio se llevaron a cabo 2
sesiones de grupos focales, cada sesión contó con la participación de 10 personas
fundadoras del sector El Centro del barrio María Paz. Se priorizó el sector El Centro,
dado que es el lugar donde más fundadores habitan en el barrio. Sin embargo, el objetivo
de las entrevistas a los grupos, más allá de realizar la misma pregunta a varios
participantes, era analizar la interacción entre ellos y cómo construían grupalmente
significados entorno a la Producción Social de su Hábitat en sus diferentes etapas, así
como sus iniciativas locales que han permitido la sostenibilidad económica, social y
ambiental que dieron origen a la formación y consolidación del proceso.
Observación Participante: La observación participante se empleó en el estudio, desde
el inicio, ayudó a la investigadora a ser conocida dentro de los habitantes del barrio,
asimismo, se logró identificar y guiar las relaciones con los informantes claves, al
identificar cómo se organizan los actores locales en el territorio y cómo interactúan entre
ellos, y a su vez, permitió mostrar a la investigadora lo que los miembros del barrio
estiman que es importante en temas de liderazgo, participación y organización. De ahí,
que esta técnica se implementara en las dos sesiones de asamblea general de la Junta de
Acción Comunal del barrio María Paz, al permitir la identificación de los actores claves,
posteriormente, implementado en la interlocución con cada uno de ellos y así poder
afinar las preguntas de investigación y las hipótesis de estudio.
Los enfoques teóricos que han abordado el desarrollo como campo de estudio, se han ido
reconceptualizando, en la medida en que los procesos históricos han forjado cambios en la
matriz productiva del desarrollo de las sociedades, como es el caso de los países de
Latinoamérica. Por muchas décadas el desarrollo fue concebido como un conjunto de recetas
adquiridas para mantener “el crecimiento del PBI per cápita, la industrialización de la estructura
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 25
No obstante, lo local y lo endógeno, difieren entre sí, “el desarrollo local, es un concepto
relacional, hace alusión una dimensión espacial mayor: por ejemplo, local es la ciudad respecto
de la provincia, ésta respecto de la nación, lo nacional respecto a lo global. Mientras que el
desarrollo endógeno, remite a una dirección (de abajo-arriba, bottom up), es una orientación de
la acción de las dinámicas y las fuerzas impulsoras de procesos de desarrollo.” (Madoery, 2007,
p.135)
5 El nacionalismo metodológico, hace alusión al “Estado-Nación” que se considera la unidad de análisis por
antonomasia y el compartimento estanco de la realidad social. (Arias Alpízar y Abarca Hernández, 2010).
6 Complejo en el sentido primario de ser difícilmente predecible y puesto que las definiciones científicas se centran
en lo que es previsible, será difícil definir y trabajar la complejidad en términos científicos tradicionales. De aquí la
importancia que adquieren en el desarrollo factores subjetivos y también el arte, en su sentido lato, en la propia
gestión del desarrollo” (Boisier, 2003:135).
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 26
Para estos autores, analizar el desarrollo endógeno desde estas perspectivas, es comprender
que el desarrollo parte de la interpretación de una visión como creación, no como algo impuesto
exógenamente, reconociendo que las fuerzas del desarrollo están territorializadas y es un proceso
de especificidad territorial, donde cada territorio local busca el motor del desarrollo desde
adentro, no hacia afuera como el modelo agro exportador o hacia adentro, como el modelo de
sustitución de importaciones.
Por otro lado, siguiendo con este mismo autor, Bossier argumentará que sólo en territorios
organizados llegan a converger variadas formas de capital tangible (el suelo, el medio ambiente
y la infraestructura) e intangible (cognitivo, simbólico, cultural, social, cívico, organizacional
humano, mediático y organizacional) y que si se articulan adecuadamente entre sí se producirá la
endogeneidad de un territorio. Asimismo, esta endogeneidad se logra identificar con el
surgimiento de cuatro dimensiones básicas que se cruzan entre sí y se interrelacionan: la
económica, la social y cultural, la ambiental y la política 7. A razón de esto, que la articulación de
estas dimensiones sea el resultado de un elevado valor de las acciones de diferentes actores que
cohabitan en un territorio para obtener objetivos comunes, conocido como capital sinergético8.
7 Bossier concibe el desarrollo de un territorio en relación con cuatro dimensiones básicas que se cruzan entre sí y
se interrelacionan: la Económica, vinculada a la creación, acumulación y distribución de riqueza; la Social y
cultural, referida a la calidad de vida, a la equidad y a la integración social, la Ambiental, referida a los recursos
naturales y a la sustentabilidad de los modelos adoptados en el mediano y largo plazo y la Política, vinculada a la
gobernabilidad del territorio y a la definición de un proyecto colectivo específico, autónomo y sustentado en los
propios actores locales.
8 El capital Sinergético se define como la capacidad societal de promover acciones en conjunto dirigidas a fines
colectivos y democráticamente aceptados, con el conocido resultado de obtenerse así un producto final que es
mayor que la suma de los componentes. Se trata de una capacidad normalmente latente de toda sociedad organizada
(Bossier,1999, p.280 ).
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 28
la gestión de estrategias que favorezcan las dinámicas económicas, sociales y políticas del
territorio.
Por lo tanto, se toma del pensamiento endógeno tres aspectos fundamentales: la capacidad
institucional de territorio, los actores locales y la interacción sinérgica, como elementos
transversales para la producción de los mecanismos del desarrollo o capacidades endógenas,
pues el foco del análisis del estudio no se centra en la dotación de recursos (tangibles e
intangibles), ni en la convergencia entre economías territoriales (barrio, municipio, departamento
y nación), sino en identificar y analizar aquellos componentes de creación de riqueza específicos
generados en cada localidad territorial (económicos, tecnológicos, culturales e institucionales,
etc.,) que les permite un posicionamiento en el ámbito global, que se sustenta en un espacio
geográfico de construcción social (territorio) dotado de una serie de políticas, programas o
proyectos que favorecen procesos de desarrollo, generados por unos actores locales, que se
constituyen en los protagonistas del desarrollo, son ellos quienes, a través de sus decisiones y
acciones, gestionan y definen las estrategias e iniciativas locales y se consolidan a través de las
diferentes formas de cooperación, articulación y aprendizaje entre actores que logran establecer
para alcanzar el desarrollo en el territorio. (interacción sinérgica)
Todos los territorios disponen de un conjunto de recursos tanto tangibles como intangibles,
que otorgan un potencial de desarrollo, son la base para responder a los desafíos de la
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 29
La razón radica en la definición conceptual de los autores como Gil y Jiménez (2013) sobre
las capacidades endógenas, ellos las conciben como “aquellas que constituyen la capacidad de
generar una determinada cantidad de riqueza (material, humana, cultural o espiritual), que
garantice la elevación del bienestar actual y del progreso que va a dar respuesta futura al
crecimiento de la población, de las necesidades, y a retroalimentar el propio proceso de cambio
de manera continua y sostenible” (p.18). Además, consideran Gil y Jiménez, que las capacidades
endógenas por sus aspectos cuantitativos como cualitativos difieran para los distintos países o
regiones.
Por su parte, Madoery (2007) reforzará la definición de capacidades endógenas, citadas por
Gil y Jiménez (2013), enfatizando que éstas “no son homogéneas ni uniformes, son específicas
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 30
de cada territorio local y dependen de las características propias de cada sociedad local y de la
vinculación local con los territorios supralocales, además, no son parciales ni unidimensionales y
no son apriorísticas, se crean a través de un proyecto de desarrollo.” (p.22 y p.23).
En esta última definición se enmarca la tesis para dar respuesta a la pregunta de investigación:
¿Cuáles han sido las capacidades endógenas territoriales que han dado origen al Proceso de
Producción Social del Hábitat (PSH) del barrio María Paz, en el período comprendido entre
1990 y 2014? Se resalta que para el surgimiento de las capacidades endógenas será importante
el análisis de la vinculación del territorio local (barrio María Paz) con los demás niveles
(municipio y/o departamento), en materia de políticas, programas y/o proyectos de vivienda y
hábitat para los sectores populares, así como la generación de alianzas y/o estrategias que
favorezcan vínculos y formas de organización entre actores locales para el surgimiento del
desarrollo endógeno.
Por otro lado, queda claro que las capacidades endógenas no son apriorísticas, sino que se
crean dentro de un proyecto de desarrollo, entendiendo esto último como algo planeado,
consensuado y con objetivos definidos, buscando unas metas establecidas. Esta definición se
complementa con los procesos de PSH, estos son procesos organizados que surgen de manera
formal o informal y se construyen planificadamente con el objetivo de satisfacer la necesidad de
vivienda y hábitat.
Etimológicamente, la palabra participar, “viene del latín participare compuesto de pars parte y
capare tomar, que significa tomar una parte o tomar parte en algún asunto” (Sánchez, 2004, p
373), lo que conlleva a un sentido de pertenencia del sujeto quien participa de un grupo,
organización o agrupación del ámbito social y, al mismo tiempo, al compromiso en la toma de
decisiones y a sumir responsabilidades en torno al asunto o asuntos que le conciernen al grupo, a
la organización o agrupación al que se pertenece.
Por lo tanto, pensar la práctica participativa de los actores locales en el proceso de desarrollo
endógeno, es reconocer, que el desarrollo está fuertemente influenciado por las acciones de sus
actores locales, que logran identificar, diseñar, implementar y evaluar soluciones para suplir o
satisfacer necesidades sentidas a cuestiones o problemas que tienen un interés en común en un
territorio específico.
A su vez, conlleva el involucramiento de tener parte y ser parte de toda una serie de acciones
que dinamizan la vida social, implica un constructo social que trasciende el plano individual
hacia lo colectivo de forma organizada. Por otro lado, la participación como mecanismo de
interacción entre actores, vinculada a la toma de decisiones sobre los recursos que afectan en los
diversos ámbitos de actuación como: económicos, políticos, sociales y culturales, llega a generar
auténticos procesos de cambio, basados en la generación de iniciativas locales, que promueven
el desarrollo territorial donde se genera la experiencia. Como dirá Sánchez (2000) “la
participación no es, entonces, “algo” de carácter universal, sino una construcción social,
múltiple, sujeta a valores y circunstancias contextuales que surgen en un determinado momento”
(p.8).
Los actores locales, “son los individuos, grupos o instituciones, cuyo sistema de acción,
coincide con los límites de la sociedad local” (Arocena, 1995 citado en Rofman, s.f., p.7), cuya
actividad contribuye a desplegar las potencialidades existentes en la sociedad local.
Una sociedad local, en la cual se mueven los actores, Pírez (1995) dirá que es un sistema de
relaciones entre personas, clases y grupos sociales identificables unos con otros, donde lo local
“como recorte de la sociedad, es una unidad parcial que tiene cierta capacidad de reproducción
dentro de una unidad mayor” (p.2). El autor distingue los actores locales, por su presencia o
incidencia dentro de las relaciones locales, establece tres categorías de actores:
Los actores (individuales o colectivos), determinados en función de una lógica local, que
se reproducen como tales, predominantemente dentro del ámbito local y/o su
comportamiento determina los procesos locales. Este tipo de actores necesitan de las
relaciones locales para sobrevivir, pero no significa que no puedan establecer relaciones
fuera del ámbito local, no son unidades cerradas sino abiertas, que están en continua
interacción con otras escalas territoriales superiores.
Otro tipo de actor local es aquel que, si bien, se reproduce en ámbitos mayores (regional,
nacional y/o internacional), tiene presencia decisiva dentro de las relaciones locales.
Ejemplo: bancos, comercios o industrias regionales, nacionales o internacionales, así
como miembros de partidos políticos importantes a nivel regional o nacional
Otros actores que, aún sin tener presencia material local, aunque estén ubicados en
lugares centrales (regionales, nacionales, internacionales), tienen capacidad para incidir
sobre los procesos locales. Ejemplo: las direcciones de empresas nacionales que tienen
instaladas plantas a nivel local, aunque sin personal con capacidad de decisión.
Estos actores presentan diferente autonomía e incidencia (con sus decisiones) sobre los
procesos locales, de acuerdo a la posición que ocupen en el sistema de relaciones de la sociedad
local. Las decisiones, no son tomadas solamente a una escala local, sino que también pueden ser
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 33
Por otro lado, la participación de los actores locales en los procesos de desarrollo endógeno,
es objeto de debate por su implicancia y finalidad, dado que una de las cuestiones importantes,
no es que la población participe, sino el ¿por qué? y el ¿para qué? de la participación de los
sujetos que la practican. Al mismo tiempo, saber si la participación es un mecanismo que nace
desde los propios actores, autogestionario y autónomo, o por el contrario, es un mecanismo
impuesto por fuerzas exógenas que otorga poder a quien lo controla cuyo uso logra imponer y
manipular conductas a otro.
Autores, como Madoery (2007), argumentan el ¿por qué? de la participación de los actores
locales en el proceso de desarrollo endógeno, al decir que “el desarrollo adquiere características
de proceso endógeno cuando es pensado, planificado, promovido e inducido por los actores
comprometidos con el medio local” (p.139). Asimismo, sobre el ¿para qué? de la participación,
el autor dirá que contribuye a conservar o a transformar las reglas de juego del territorio donde
se insertan los actores que, a su vez, son capaces de formular decisiones y actuar en base a ellas
e innovar o experimentar.
Por su parte, Vázquez Barquero (2007), señala que desde una visión populista del
desarrollo, el ¿por qué? de la participación, según el autor, ha florado de forma cíclica y
recurrente la demanda de participación de los actores locales y de la sociedad civil en las
estrategias de desarrollo (p.189), estos procesos participativos “han dado lugar a iniciativas de
desarrollo basadas en la democracia directa de la población, en la democracia participativa, de
las que son un buen ejemplo los «presupuestos participativos» de Porto Alegre, en Rio Grande
do Sul, Brasil” (Rodríguez Villasante, 2006 en Vázquez, Barquero, 2007 ). Se parte de la idea de
que no hay verdadero desarrollo sin los ciudadanos, los beneficiarios del desarrollo, son los que
participan en el diseño, ejecución y control de las iniciativas de desarrollo.
Este autor considera que es posible que la participación nazca de los actores locales
directamente implicados “o sea” impuesta por promotores externos ajenos a la sociedad local.
Sin embargo, continúa argumentando que, si la participación es impuesta generaría una
alienación, una ruptura de autonomía y libertad de quienes participan en la toma de decisiones
frente a un conflicto o situación de cambio.
Por el contrario, Bossier (1997), considera que “la participación radica en la matriz cultural
del grupo o de la comunidad; jamás puede ser impuesta desde arriba y algunos intentos
conocidos por hacerlo, terminaron en un fracaso rotundo” (p.6). No obstante, el autor señala,
que si bien, la participación no debe ser impuesta desde arriba, no significa, que ésta aparezca de
la nada en la base social, se necesita de una acción catalítica, para que se determine.
Para finalizar, es importante resaltar que un factor clave para el surgimiento del desarrollo
endógeno en un territorio, está dado de acuerdo con Alonso (2004) por la “lógica de los actores,
es decir, el papel estratégico de las maneras de pensar y de comportarnos colectivamente” (p.5).
Esta lógica es lo que permite esa acción catalítica a los actores locales (las empresas, las
organizaciones, las instituciones estatales y la sociedad civil en general) para organizarse de
forma consistente y coordinada para la obtención de objetivos que se relacionan con los logros
que se pretenden alcanzar. Asimismo, permite el surgimiento de la participación como
mecanismo para intervenir democráticamente en la búsqueda de alternativas permanentes para
mejorar la realidad económica, social, política y ambiental de su localidad.
Según González (2011), la globalización “es un proceso que trasforma el territorio, lo cual
hace que se lo interprete de diferentes maneras, desde lo ``local´´ a lo ``global´´ y viceversa. Se
comienza a relacionar lo micro con lo macro y en función a los dos anteriores con lo meso.”
(p.10)
Esto se debe a que, con la globalización se presenta una reconfiguración de la figura del
Estado nación como el único ámbito territorial de las relaciones de poder social, político,
económico y cultural. Surge una nueva geografía, determinada por la conformación de múltiples
9 Holística es aquello perteneciente al holismo, un enfoque que estudia los fenómenos desde el punto de vista de
las variadas interacciones que los caracterizan. El holismo presume que todas las cualidades de un sistema no
pueden ser definidas como la suma de sus componentes, sino que se manifiesta a través de ellas.
10 El término dialéctica hace alusión al vocablo diálogo, lo que conlleva a una discusión por
planteamientos de diferentes posturas, que implica reconocer la legitimidad del otro
argumento con la voluntad de entender sus razones. Hablar desde la dialéctica del
territorio, presupone concebir al territorio como un espacio antagónico, que se construye y
se remodela constantemente.
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 36
Esto es a lo que Madoery (2007) llama “una nueva geografía de responsabilidades públicas”
(p.63), es reconocer al actor público, es decir, el Estado a través de sus instituciones como el
motor de desarrollo del territorio. El autor argumenta, que la transformación del Estado Nación,
no implica ser reducido a su mínima expresión (como lo interpretó el pensamiento neoliberal),
sino su reconstrucción en sus diferentes escalas, de lo central a lo local, para que pueda cumplir
completamente sus funciones en relación con la sociedad y el mercado.
De acuerdo con Rodríguez Valbuena (2010), “la geografía de los lugares ha recobrado su
importancia para generar nuevas interpretaciones dialécticas del espacio y para apuntar nuevas
realidades compensatorias. Si al principio parecía que lo global había anulado lo local, en la
actualidad lo global y lo local son dos posiciones complementarias más que sustitutorias” (p.7).
De este modo, la idea de territorio local emerge como espacio de desarrollo, no sólo desde
lo nacional con lo global, sino desde la escala subnacional, regional y urbana, evolucionan su
significado de forma holística, se comprende no solo como “lugar” sino también como “proceso”
que ocurre a una micro escala, que tiene una particularidad propia, caracterizada por una
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 37
dinámica económica, una vida política y una cultura, lo que le otorga al territorio local, una
identidad propia. Como dirá Vázquez Barquero (2007) “cada comunidad local se ha ido
formando, históricamente, en función de las relaciones y vínculos de intereses de sus grupos
sociales, de la construcción de una identidad y de una cultura propia que la diferencia de las
otras comunidades” (p. 7).
Igualmente, como ámbitos concretos, tienen la facultad de generar una dinámica local
basada en la acumulación territorial de los recursos colectivos, que le permite producir una
cantidad de riqueza necesaria, para ocasionar entornos favorables para el desarrollo de un
sistema económico productivo, un entorno institucional y una cultura innovadora y
emprendedora.
3.1 Experiencias de Producción Social del Hábitat desde las capacidades endógenas
territoriales
Es importante enfatizar que hasta el momento no se han encontrado trabajos que intenten
vincular analíticamente la Producción Social del hábitat y las capacidades endógenas
territoriales, por tal motivo, se pretende abordar el tema como una primera aproximación
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 38
inacabada y se busca desarrollar algunos puntos de partida para reflexionar la relación entre las
dos categorías de análisis.
Sin embargo, hay aportes investigativos para impulsar y desarrollar proyectos habitacionales
mediante el aprovechamiento de los recursos endógenos que existen en la dinámica socio-
cultural del territorio donde se inserta la experiencia, así como experiencias que registran la
existencia de un marco de política pública que facilita la implementación y ejecución de
proyectos habitacionales para los sectores populares y casos en que la participación comunitaria
es el motor en la gestión y consolidación del proyecto de vivienda y hábitat. A continuación, se
describen tres experiencias que se enmarcan en cada una de las categorías de análisis
anteriormente descritas, donde se manifiestan los aspectos más relevantes de cada estudio, así
como los aportes que contribuyen en la formulación del problema de la investigación en curso y
los puntos en los que se distancia.
Lo que se encontró permitió a la investigación establecer que los recursos endógenos tienen
una alta potencialidad para contribuir a la construcción de políticas públicas de desarrollo y
mejoramiento de la vivienda en la región de estudio, especialmente la cosmovisión de la región
andina que influye en la concepción espacial de la vivienda, dado que son insumos propios del
territorio donde se inserta la experiencia. Donde el uso de la tierra como material básico de
construcción es mayoritario y representa un potencial recurso para la vivienda por sus ventajas
económicas, ambientales, comportamiento térmico, variada disponibilidad y uso tradicional en la
región. La tecnología de materiales naturales es susceptible de renovación y mejoramiento con la
incorporación de conocimientos actualizados con especificaciones normativas técnicas para el
uso constructivo y para una reinterpretación sobre el diseño arquitectónico y el capital social,
expresado a través de la dinámica participativa de las redes sociales, el reconocimiento de sus
símbolos culturales, el cultivo y la práctica de la ritualidad, es un recurso sociocultural que se
debe preservar porque proporciona a la población rural la fortaleza de su identidad cultural y una
carga subjetiva de seguridad y satisfacción con su vivienda.
De lo anterior, se puede inferir, que la vivienda constituye una de las expresiones más
importantes de la cultura y uno de los elementos más representativos del grado de desarrollo
existente. Al abordar el problema a partir de procesos fenomenológicos socio-culturales, físico-
espaciales y tecnológicos asociados a la dinámica de la concepción espacial y material de la
vivienda, se valoró principalmente la articulación del sitio habitable con sus moradores, su
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 40
proyectos, algo que tampoco piden las organizaciones, en ese sentido suponen que la falta de
conocimiento técnico les impide participar. Por otro lado, manifiesta la autora, se percibe una
mayor participación, particularmente en lo que refiere a las viviendas, tanto las organizaciones
como los vecinos en general se involucran, opinan y de hecho han logrado, por ejemplo, que se
respeten los intereses de las familias respecto al sector del barrio donde quieren trasladarse.
Pero el actor comunitario en este estudio, sólo participa en la ejecución (construcción) de las
actividades, no hace parte de las otras etapas del proceso habitacional de la PSH (promoción-
integración, planeación, distribución y uso), éstas solo están asignadas para el grupo asesor de
los programas estatales, no deja espacio a la inclusión y a los intereses de los mimos pobladores.
A su vez, adolece al definir las estrategias o alianzas realizadas entre actores para alcanzar la
consolidación del desarrollo en el territorio (la interacción sinérgica).
Por último, se hace referencia a la investigación de Jaime Hernández García (2005), titulada
Participación y hábitat: ¿Sueño posible o relación no deseada? Esta investigación, es de corte
documental que se concentra en el análisis de 30 proyectos que promovían, el mejoramiento, la
transformación, la producción y/o la expresión del hábitat popular de periferia de la ciudad de
Bogotá (Colombia), a partir de procesos de participación comunitaria con el ánimo de identificar
ventajas y desventajas de producir o expresar la ciudad.
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 42
Este estudio recoge casos de PSH y de autoconstrucción presentados en la capital del país,
que dio como resultado una serie de ventajas de producir o expresar la ciudad por parte de los
pobres urbanos. Entre las que se encontraron: una adecuada participación comunitaria, que
permitió no sólo el desarrollo del proyecto físico y/o ambiental del barrio donde se llevó a cabo
la experiencia, sino también, generó la creación y/o consolidación de un fuerte sentido de
comunidad y la existencia de un marco normativo en materia de participación comunitaria, que
favoreció y promovió la participación de los ciudadanos en la toma de decisiones, canales y
espacios de participación que tienen que ver con el hábitat.
No obstante, se demostró a su vez, que existen desventajas en estos procesos, una de ellas es
la difícil y larga gestión que tienen que realizar los pobladores en la construcción de sus
proyectos de vivienda y hábitat, por lo mismo puede resultar más costoso y fracasar, debido a
que es promovido por los actores comunitarios, éstos con el pasar del tiempo pueden ir
perdiendo organización en la comunidad o voluntad en la construcción de su proyecto de
vivienda. Además, muchos de estos procesos no cuentan con el respaldo de ONG o programas
estatales como apoyo para sobrellevar los costos, los problemas físicos, ambientales,
estructurales e inclusive estéticos.
Los hallazgos de esta investigación, permiten evidenciar los aspectos positivos y negativos
de la realidad social que enfrenta el actor comunitario a la hora de gestionar y construir su
vivienda y hábitat. Además, se establece un marco de referencia frente a la capacidad
institucional del territorio (leyes) que favorecen los mecanismos, las decisiones, los canales y los
espacios de participación comunitaria en el surgimiento de proyectos habitaciones de los pobres
urbanos, pero no queda clara la existencia de una política o programa a nivel nacional en materia
de hábitat y vivienda que contribuya en el surgimiento de estos procesos de gestión comunitaria.
Para finalizar, se puede decir que cada experiencia anteriormente descrita aporta elementos
claves al problema de estudio, como son: los recursos endógenos con los que cuenta un territorio
local (barrio, ciudad o país), un marco de política pública bien definida en materia de hábitat y
vivienda y la participación comunitaria, se constituyen en elementos catalizadores en la
generación de desarrollo endógeno. Pero, para el análisis de las capacidades endógenas en la
PSH será fundamental analizar todos estos elementos en su conjunto, así como identificar los
distintos actores locales (comunitario, público y/o privado) del territorio que hayan participado
en el proceso de PSH del barrio María Paz, así como las posibles alianzas o acuerdos que se
hayan establecido y que contribuyan de forma planeada, consensuada y participativa a resolver
las necesidades que los afectan localmente (vivienda y hábitat, generación de recursos
económicos, salud, educación, servicios públicos, vías, etc.).
3.2. Hacia la construcción conceptual de la Producción Social del Hábitat desde las
capacidades endógenas territoriales.
El hábitat urbano se concibe “como producto social y cultural que implica la participación
activa, informada y organizada de los habitantes en su gestión y desarrollo” (Ortiz, 2012, p. 18),
donde la urbanización popular, se ha convertido en una alternativa de acceder a la vivienda y a la
ciudad formal para los sectores de las clases populares. Por medio de ésta, la comunidad busca
solucionar, las necesidades más importantes, a través de acciones individuales o colectivas que la
colocan por fuera de los marcos normativos y convencionales reconocidos por el statu quo de
forma espontánea, autónoma, dirigida, asistida o planificada, para producir, transformar y
mejorar su hábitat en el espacio urbano, debido a la existencia de un mercado formal capitalista
de tierra y vivienda que no permite a todos los sectores de la sociedad acceder a él.
Estas expresiones de urbanización de los sectores populares, abarcan variantes que van
desde la autoconstrucción, la autoproducción y la Producción Social del hábitat. Autores como
Romero (2002), Pelli (2007), Rodríguez et al (2007), Jaramillo (2008) y Ortiz (2012) han
definido conceptualmente algunas de estas formas de urbanización popular. Sin embargo, es
importante aclarar que las diferentes modalidades que se presentan a la hora de producir
vivienda y hábitat en el marco de la urbanización popular no son sinónimos entre sí. Por tal
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 44
motivo, es prescindible, enunciar cada una de las modalidades para evidenciar las semejanzas y
diferencias que presentan, pero haciendo hincapié en la Producción Social del Hábitat, que es el
concepto que nos interesa definir en este apartado y su implicancia con las capacidades
endógenas territoriales.
Otros autores como Pelli (2007), no tienen un unívoco concepto, el autor ha desarrollado
tres clasificaciones de los procesos de autoconstrucción, la Espontánea y autónoma, la
dirigida y la asistida. La primera, hace alusión aquellos “procesos llevados a cabo por sus
propios habitantes, con sus propios recursos, según su propio criterio, sin aportes específicos
(financieros, técnicos, legales, políticos) de las instituciones (principalmente el Estado) o de
otros sectores sociales y con posibilidades limitadas (o sin posibilidades) de inclusión a la
ciudad formal” (p.101). En esta definición se expresan las dificultades parciales o totales que se
enfrenta el autoproductor para proveerse de soluciones habitacionales satisfactorias
(insuficientes recursos financieros, dificultad para la asistencia técnica profesional e
informalidad de la tenencia). Además, siguiendo al autor, no puede ser considerada como parte
de una política habitacional, es un reflejo de la precaria supervivencia social y económica en
condiciones de marginalidad por la ocupación del espacio urbano.
aporte que realiza las instituciones externas a los pobladores, en carácter de refuerzo al trabajo
de autoconstrucción espontánea y autónoma” (Pelli, p.10). En otras palabras, hace referencia al
conjunto de acciones operativas y organizadas, guiadas por el principio del protagonismo de sus
pobladores en estructuras de gestión concertada y equitativa.
Esta variante a diferencia de las otras dos, prima los niveles organizativos y participativos,
la concertación y la equidad, en la búsqueda de la solución habitacional entre los pobladores y la
asistencia técnica externa. Donde esta última, llega a ser tan intensa e integral que logra dar
origen a estructuras diferentes de las propias de las actividades netamente autogestionarias
autónomas.
A su vez, ha sido punto de crítica para algunos autores como Pradilla (1982), el autor
considera que la autoconstrucción promueve la autoexplotación de los sectores populares y la
sostenibilidad del status quo, por la desvalorización de la fuerza de trabajo y la explotación
derivada del tiempo no remunerado dedicado a la construcción de la vivienda. Además, por la
ausencia o mínima participación, decisión y control integral del proceso productivo habitacional,
sólo se centra en una sola parte y no en su conjunto.
implica el control del mismo. Mientras que la autoproducción, siguiendo a Ortiz (2012) “es el
proceso de mejorar o producir nuevas viviendas y componentes del hábitat que se realiza sin
fines de lucro, por iniciativa y bajo el control directo de sus propios usuarios, e incide en todas
las fases del proceso habitacional (promoción-integración, planeación, construcción, distribución
y uso de la vivienda) ya sea de manera individual, familiar, comunitaria o colectiva organizada”
(p.53).
Autores como Ortíz (2012) y Rodríguez et al (2007) enfatizan que los procesos de PSH
abarcan múltiples opciones productivas y tipos de intervención habitacional desde nuevas
viviendas, el mejoramiento y ampliación de viviendas existentes, el mejoramiento barrial,
barrios originados por toma de tierras hasta la producción de conjuntos cooperativos
autogestionarios urbanos o rurales. Nace de la lógica de la necesidad, no con fin lucrativo,
prioriza el aspecto de “bien de uso” de la vivienda en su producción y cuya característica central
es el control de las diversas fases del proceso productivo (diseño, ejecución, distribución y uso)
por parte de un actor social o sociopolítico, pudiendo existir diversos tipos de actores
destinatarios individuales o colectivos, donde no necesariamente coinciden con los
usuarios/productores. Asimismo, abarca diferentes modalidades de producción como las
originadas por las propias familias actuando individualmente, en grupos organizados formal e
informalmente, en empresas sociales como las cooperativas, en las asociaciones de vivienda o en
ONG, los gremios profesionales e incluso en las instituciones de beneficencia que atienden
emergencias y grupos vulnerables.
Sin embargo, Rodríguez et al (2007) difiere de Ortíz (2012), al señalar que ella no reconoce
la unidad doméstica como tipo de intervención habitacional de la PSH, la razón subyace en que,
para ella, los procesos de PSH son tejidos colectivos, ajenos a las relaciones preexistentes al
proceso, que trascienden la contención o apoyo en los procesos individuales de autoconstrucción
o autoproducción o para acceder a recursos de forma individual.
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 47
Por otra parte, Rodríguez identifica dentro de las modalidades de Producción Social del
Hábitat los procesos de autogestión, para la autora, son formas de producción colectivas y
organizadas sustentadas por organizaciones sociales que buscan asiduamente el desarrollo de
distintos procesos políticos de construcción de poder popular, definidas éstas como prácticas
orientadas en generar procesos culturales, políticos, económicos y sociales de transformación de
las relaciones de poder. (Rodríguez, et al.,2007)
Esto último, permite establecer que los procesos de PSH van más allá de la construcción de
techos y paredes, buscan potenciar las capacidades endógenas territoriales de las
comunidades donde se inserta la experiencia, en la medida que generan transformación en las
condiciones que determinan el hábitat, incluyen variados componentes y procesos como:
promover una ciudadanía consciente y responsable, la inclusión social y urbana, acciones
encaminadas a mejorar la salud, la seguridad, atención de grupos especiales (niños, jóvenes y
ancianos), fomento de la cultura y el deporte y generando condiciones para el desarrollo de una
economía popular de la comunidad barrial o rural, a través de un proceso colectivo y organizado
de participación y decisión.
sociales y económicas del territorio con las externas representadas en leyes, planes, programas o
proyectos a nivel municipal, nacional o internacional, con miras a mejoras las condiciones de
vivienda y hábitat de sus pobladores o habitantes.
Para efectos de asentar una base conceptual que guíe la presente investigación, se
contempla solo como PSH, aquellos procesos que buscan la construcción o mejoramiento de
vivienda y hábitat, así como el equipamiento y el acceso a los servicios urbanos que se enmarcan
dentro de las prácticas de autoproducción y autogestión de colectivos organizados.
Por otra parte, se puede decir de forma general que la autoconstrucción, la autoproducción y
la Producción Social del Hábitat tienen puntos en común, uno de ellos, se relaciona a la génesis
de su desarrollo, ya que surgen como respuesta alternativa a un fenómeno social, económico,
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 49
político e ideológico-cultural de una parte de la sociedad, para satisfacer las necesidades del
habitar y el otro punto, hace énfasis en la concepción de la vivienda, conciben la vivienda como
un bien de uso y no un bien mercantil.
Finalmente, la Producción Social del Hábitat difiere con otras modalidades de producción
habitacional en el tipo de agente promotor que ejerce el control (colectivos/organizados,
prácticas autogestionarias y producción lucrativa por terceros) en la Producción Social del
Hábitat, hay un control integral del proceso productivo de la vivienda y el hábitat y los
habitantes-pobladores, son los encargados de gestionar, integrar y coordinar los diferentes
factores que intervienen en la construcción de la vivienda y asumen la responsabilidad de
venderlas, adjudicarlas o entregarlas a sus destinatarios. Otra diferencia se encuentra en los
principios, objetivos, estrategias que orientan su trabajo, son procesos que trascienden más
allá de la construcción de techos y paredes, buscan transformación social, la construcción de
ciudadanía consciente, productiva y responsable, la inclusión social y urbana, así como potenciar
la economía popular de la comunidad barrial en la que se ubican y por la definición del
término colectivo que subyace en el proceso, se caracteriza, porque nace específicamente para
tal fin o siendo un colectivo preexistente, va generando nuevas transformaciones en el devenir de
la producción del hábitat o se dan las condiciones para ajustar la toma de decisiones colectivas.
Donde las zonas periféricas de acuerdo al postulado teórico estructuralista, surgen debido a
un intercambio desigual de bienes y servicios entre economías y se han caracterizado por ser un
extenso territorio donde se localiza un amplio grupo de firmas, económicamente atrasadas,
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 50
fuente de materias primas, trabajo a bajo costo, con ganancias marginales, dado que se dedican a
llevar adelante actividades poco complejas. Además, presentan relaciones tenues entre actores,
inestabilidad política, atraso tecnológico provocando una total dependencia y subordinación de
las esferas centrales a escala mundial. (Narodowski ,2007).
Sin embargo, siguiendo a Norodowski (2008) “en los casos en que los centros menores o los
suburbios no logran transformar las actividades, no llegan a elevados niveles de complejización
y la autonomía es pobre, se trata de sub-urbanización con periferización” (p.66), que puede
llegar a generar en los habitantes no sólo de estas zonas periféricas, sino el resto de la ciudad
sentimientos de desorientación, de marginación o desarraigo (Martí Aris, 2011).
Así como 4 Asentamientos: Barrio Nuevo, Divino Niño, 13 de junio, y Altos del Progreso y
dos urbanizaciones: Colseguros Norte y Rosa Alta.
La comuna 1, nació en la década del 30 del siglo XX, gracias al éxodo de población
impulsada por una fuerte ola de violencia en las zonas rurales del país, que se asentaron en un
inicio, junto a la vía férrea en la antigua estación del Café Madrid. Mucho tiempo después,
llegaron otros grupos poblacionales expulsados de las quebradas La Seca, La Iglesia y La Rosita,
que rodeaban la capital de Santander, y personas desposeídas de otras zonas de la ciudad.
(Gómez, 1992)
De esta manera, poco a poco la escarpa occidental se fue poblando y se convirtió en “un
sector desordenado, sin planificación ni racionalidad en las construcciones, donde se mantiene
relativamente estable hasta la década del 70, se presenta un exponencial crecimiento desde su
aparición hasta el día de hoy”. (Gómez, 1992). De acuerdo al observatorio del Hábitat y la
Vivienda de Bucaramanga, en el año 1998 había un total de 3.290 personas, para el 2005, se
presentaba un total de 51.469 personas, distribuido en 24.972 hombres y 26.497 mujeres y para
el 2016, es la zona de la ciudad que cobija la mayor proporción de habitantes con 54.183
personas, un equivalente del 24,46% del total de la población de Bucaramanga, en comparación
con las 15 comunas restantes (ver figura No 1).
13 La denominación de comunas se da en Colombia a finales del siglo XX para la división del territorio urbano. Se
realiza mediante acuerdo del Consejo Municipal acorde a unas características poblacionales que aglutina manzanas
y barrios, comprende Juntas de Acción Local y Juntas de Acción Comunal. Para una mejor labor administrativa y
gubernamental.
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 52
14 Los términos de zona negra y subnormal se le acuñaron al sector del norte de la ciudad que refleja una realidad
que aglomera a ochenta mil habitantes de 28 barrios en una de las zonas más críticas de las laderas que circundan la
meseta, es un sector desordenado, sin planificación ni racionalidad en las construcciones De las once mil viviendas
existentes, son muchas las que están construidas en bahareque, plástico y material desechable. La densidad por los
inquilinatos registra hasta 500 personas por hectárea. Igualmente, se presenta alta deserción escolar y una elevada
tasa de desnutrición infantil, según un estudio realizado por la Secretaria de Planeación del municipio de B/manga
titulada “Desigualdad, informalidad e inseguridad: Retos por superar en el Norte de Bucaramanga”. (Chio, 2018).
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 53
Por otra parte, el diagnóstico del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de la ciudad,
argumenta que la remoción de masa y los demás riesgo geológicos del territorio de la comuna 1
y 2, son por causa de factores antrópicos como la destrucción de la cobertura vegetal, desecho de
basuras y posterior ocupación de esas zonas (utilizados como material de relleno), desecho de
aguas negras servidas, sin la canalización ni el tratamiento adecuado, construcción de zonas de
ladera ente otros, todo ello a causa de asentamientos informales en zonas no aptas para el
desarrollo (Torres, 2007). Además, constituye las áreas más deprimidas junto con las comunas 2,
8 y 14, mientras que los habitantes de las comunas 12, 13 y 16 gozan de altos estándares en
calidad de vida. (Plan de Desarrollo vigencia 2010-2015, Bucaramanga Sostenible, p. 14).
Bajo este panorama se encuentra el barrio de María Paz, ubicado en la comuna 1 con un área
construida de 38.134,65 m2,15 limita al este con la urbanización Tejar Norte y Minuto de Dios; al
sur con la Parroquia San Juan María Vianney y al oeste con terrenos de la Corporación
Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de B/manga (C.D.M.B). Camargo (2005);
Vargas (2007); Picón (2009).
Por otra parte, geográficamente el barrio se divide en cuatro sectores identificados por sus
habitantes de la siguiente manera:
asentada en esta zona, presenta problemas de remoción en masa en épocas de lluvias. El segundo
sector, se conoce como El centro, el cual concentra el segundo número de familias del barrio,
255 aproximadamente. En este sector se localiza el comedor comunitario, el Salón de Acción
Comunal y la iglesia Adventista del Séptimo día. El tercer sector del barrio se llama La Loma,
es el tercer sector más poblado del barrio con 115 familias aproximadamente. Finalmente, se
encuentra La Planada, donde se muestra gran homogeneidad en la construcción de las casas en
material, al ser el último sector construido, predomina las viviendas de dos y tres pisos, así
mismo, es el sector que más lotes tiene con un promedio 346 y cuenta con 450 familias
aproximadamente, es un sector comercial, se encuentran localizadas la mayor cantidad de
tiendas o kioskos, supermercados, restaurantes y famiempresas 16 de calzado y se ubica el plantel
educativo Gustavo Cote Uribe, la cancha sintética y el terminal de transporte de las dos únicas
rutas que cuenta el barrio: Hamacas y María Paz.
El asentamiento humano María Paz, después de 25 años, es reconocido por parte de la
administración municipal en el año 2015 con el estatus de “barrio”. Actualmente, no existe por
parte de la alcaldía o por la Junta de Acción Comunal (JAC) del barrio datos actualizados
estadísticamente de aspectos demográficos de la población. La información de esta variable, para
la presente investigación fue provista de fuentes secundarias, correspondientes a los trabajos de
grado de la escuela de Trabajo Social de la Universidad Industrial de Santander de los años
2005, 2007, 2009 y 2013.
16 La famiempresa es entendida como una labor de emprendimiento que ejerce una población en condición de
pobreza o indigencia, en el que al no encontrar “otra manera de laborar y subsistir, even tos de la vida la impulsan a
emprender una actividad productiva” (Segovia, 2012, p. 36). El concepto aquí referido no abarca familias
empresarias que pueden tener grandes capitales o microempresas donde sus miembros pueden pertenecer o no a una
misma familia; por cuanto el objeto de la famiempresa es la subsistencia, esta depende de procesos de ayuda mutua
y solidaridad familiar, principios que no necesariamente se relacionan con los de las microempresas o empresas
familiares. (Segovia, 2013).
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 56
17 Henry Antonio Robles, presidente de la JAC (2017), dato actualizado hasta la fecha, suministrado en entrevista.
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 57
4.2.1. Promoción: Surge una necesidad de vivienda, nace el proyecto de vivienda María
Paz. (1990 y 1991)
A través de avisos publicitarios ubicados en el sector donde se iba a construir, los señores
Caballero y Díaz, promocionaban la posibilidad de adquirir vivienda a bajos costos. Las
personas interesadas que acudían a las reuniones eran en su mayoría población del sector rural
en situación de desplazamiento forzado que, por causa del conflicto armado, tuvieron que vender
o abandonar sus pertenencias y huir de sus territorios. Y habían llegado a la ciudad de B/manga a
forjar un mejor futuro para ellos y sus familias. Además, contaban con algún tipo de ahorro y
veían en el proyecto una posibilidad de tener casa propia. Así se registra en los testimonios
recolectados:
“Vengo del municipio de Tame Arauca, desde los 9 años llegué a la ciudad de Bucaramanga,
llevo 22 años viviendo en el barrio, antes asentamiento humano María Paz. A mi mamá le
tocó venirse conmigo y con mis otros hermanos, entre las razones la separación de ella con
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 58
mi papá y por el conflicto armado que existía en ese territorio, llegar a María Paz, es el
sueño de tener una casa donde vivir”.
Fundadora del barrio
“A nosotros nos tocó venirnos, vivíamos en la vereda La Tigra en Rionegro Santander, nos
amenazaron, tuvimos que regalar las 42 hectáreas de tierra que teníamos, llegamos a la
ciudad sin nada. Este proyecto de vivienda ha sido la ilusión de tener nuevamente nuestro
ranchito”.
Fundador del barrio
“Yo soy de Santa Rosa sur de Bolívar, soy desplazado por la violencia de allá… me tocó dejar
mi casa, mis animales, mi vida. Llegué a Bucaramanga, con mi mujer y mis hijos, a una
piecita en el barrio Café Madrid, acá en el norte… después nos enteramos de las casas de
acá de María Paz, volvió la ilusión de tener casa propia”
Habitante del barrio no fundador.
Estos testimonios anteriormente descritos, reflejan la situación del conflicto armado interno
que ha vivido Colombia y ha generado un fenómeno social histórico en el país conocido como el
desplazamiento forzado, se ha constituido por décadas, como lo señala la antropóloga y
politóloga colombiana, Naranjo (2001):
“un suceso cuasi permanente de la historia colombiana; hace parte de la memoria de las
familias y de las poblaciones; está inscrito en los recuerdos de los habitantes urbanos,
precedió la fundación de barrios en las grandes ciudades y de poblaciones grandes y
pequeñas a lo largo y ancho de las fronteras internas. Podría decirse que se ha
constituido en un eje vertebrador de la conformación territorial en el país, donde la
violencia sería el marco constitutivo de esa representación colectiva” (p.1).
Donde las ciudades capitales de Colombia han sido receptadoras de los procesos
migratorios de población rural de todas las latitudes del país, incluyendo la ciudad de
Bucaramanga, de acuerdo a los registros de la oficina de Naciones Unidas en Colombia, se
ha evidenciado en los últimos 10 años, la capital Santandereana ocupó el décimo noveno
lugar en cuanto a la recepción de personas en condición de desplazamiento, provenientes
principalmente de: Sur de Bolívar, Arauca, Sur del Cesar, Norte de Boyacá y Cundinamarca
(Rojas, 2005).
Situación que ha sido transversal en el inicio del asentamiento humano María Paz, de
acuerdo a las entrevistas desarrolladas, un 40% del total de su población es de condición
desplazada proveniente de los departamentos de: Bolívar, Arauca, Norte de Santander y Meta y
el 60% restante es población urbana proveniente de barrios populares y carenciados de la ciudad
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 59
como: El Girardot, El Gaitán, Santander, El Kennedy, El Café Madrid y La Esperanza, los tres
últimos provenientes del sector norte de la ciudad18. Si bien, el porcentaje de población
desplazada es menor a la urbana, no se puede desmeritar su porcentaje, ya que refleja no sólo la
problemática de la vivienda y el hábitat que afronta la población en condición de desplazamiento
forzado, sino que, además denota el conflictivo de desarrollo urbano que presentan las ciudades
colombianas ante la carencia de una política pública capaz de prever el crecimiento poblacional
en las zonas urbanas a causa del conflicto armado interno.
“Más tarde yo me trasladé a vivir a Colseguros, pero seguía asistiendo a las reuniones en el
barrio la Esperanza y en una de esas fui con un señor César Caballero, el cual empezó a
hablar con el señor Apolinar Díaz y otras personas más reunidas para la compra de los
lotes”
Fundadora del barrio.
De esas reuniones surge un grupo de 500 socios fundadores que, promovidos por el anhelo
de tener casa propia a un costo accesible, por medio del ahorro de sus trabajos y no asumiendo
una deuda con alguna entidad financiera deciden junto con el representante legal de la asociación
de aquel entonces el señor Cesar Caballero fijar los montos de los aportes por un valor de
$60.000 (20,40 USD), $ 80.000 (27,20 USD) y $120.000 (39,60 USD) para la compra de las dos
fincas villa Lucy y Villa Ceci que constituirían los terrenos disponibles para el proyecto de
vivienda. Así se evidencia en los relatos recopilados en campo:
18 Información suministrada de las encuestas implementadas a los pobladores del barrio María Paz 2017.
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 60
“Le dije a mi señora que lo compráramos porque de pronto malbaratamos la migaja que
habíamos ahorrado y era una posibilidad buena, íbamos a tener una pequeña posibilidad. De
pronto empezamos y yo lo pagué en dos contados” Mario, fundador, 2016.
“Yo no tenía para el lote, primero pagué $40.000, para entonces yo vendía empanadas a $50.
Yo lo pagué en dos contados. Después tocaba venir cada ocho días y pagar unas cuotas de
$3.500.” Gladys, fundadora, 2016.
“A mi mamá le dijeron unos vecinos que estaban ofreciendo unos lotes y que eran accesibles
a nuestro nivel económico. Ella me llamó y me dijo que estaban vendiendo unos lotes baratos,
pero yo dije que no porque no tenía el dinero, a menos que unas personas me pagaran… Mi
mamá consiguió el dinero de quién me debía y me consignó a mi cuenta el dinero para el
predio, luego nos convocaron y más tarde se creó la asociación para gestionar el proyecto
María Paz. En mi caso me siento muy orgulloso de tener un techo donde vivir y si Dios me lo
permite llegar a viejo con él”. Teófilo, fundador, 2016.
“Nos agregamos una serie de familias y compramos los predios; anteriormente éstas eran
dos fincas que se compraron para disfrutar de un terreno propio”.
Fundador del barrio, 2016.
Una vez, comprados los predios los pobladores empiezan a mirar el nombre del
asentamiento, éste surgió un año después de la compra de los terrenos a raíz del anhelo de la
población de conseguir subsidios de vivienda con el gobierno nacional, bajo la Ley 03 del año de
1991 o Ley de vivienda Social. Así se evidenció con el testimonio de uno de sus fundadores:
“Logramos ese anhelo, en esa época hablábamos de los subsidios de vivienda que se crearon
en el país con el ánimo de aspirar y tener un bienestar de vivienda. Se buscó cómo lograr
esos subsidios de vivienda y a uno de los líderes de la época se le dio la idea de ponerle el
nombre a la urbanización como “María Paz”, en honor al nombre de la hija del presidente
de la República de la época, a ver si nos veía con mejores ojos”.
Fundador del barrio.
La planeación del proyecto habitacional se llevó a cabo por medio del representante legal y
los primeros socios fundadores, en el mismo año que fue creada la asociación. Una vez
comprados los terrenos para el proyecto de vivienda, prosiguieron a la gestión de la elaboración
de los planos para la construcción de las casas, los materiales y equipos necesarios para iniciar la
obra. Así lo evidencia el testimonio de uno de sus fundadores:
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 61
“Nos agregamos una serie de familias y compramos los predios; anteriormente éstas eran dos
fincas que se compraron para disfrutar de un terreno propio, posteriormente, continuamos
buscando la persona que nos pudiera hacer los planos de las casas y que nos saliera barato,
así como adquirir los materiales y equipos como la mezcladora, picas y palas para comenzar”.
A su vez, los primeros planos que se diseñaron fueron auspiciados por estudiantes de último
semestre de arquitectura de la universidad Santo Tomás, donde se establecieron las medidas de
las casas, estás deberían ser iguales en todos los sectores con medidas de 10 m de largo x 6 m de
ancho. De igual forma, se establecieron los espacios que tendría cada vivienda, serían de dos
plantas, en un inicio se tenía pensado que fueran bifamiliares, es decir, familias distintas en cada
planta. Donde cada planta contaría con tres habitaciones, una sala comedor, un baño, una cocina
y un patio de ropas. Así lo relata uno de sus habitantes:
Nosotros no sabíamos nada de planos, entonces un grupo de socios encabezado por el señor
Cesar Caballero, nos dirigimos a una universidad de aquí de Bucaramanga que se llama
Santo Tomás, para preguntar si algún estudiante nos podía hacer los planos de las casas,
conseguimos tres estudiantes y nos hicieron baratos los diseños.
Fundadora del barrio.
Por otro lado, la necesidad de conseguir nuevos socios para que aportaran dinero para la
construcción de la obra, llevó a construir la casa modelo 20, para que las personas que estuvieran
interesadas pudieran observar cómo serían las viviendas y así se corriera el “voz a voz” sobre los
terrenos que estaban disponibles para compra y construcción de las mismas. De esta manera fue
como se enteraron algunos de los socios fundadores como la señora Rosa Becerra, el señor
Mario Blanco y la señora Gladys:
“A nosotros nos dijeron que estaban vendiendo lotes en la finca tal, nosotros procuramos
conseguir la plata, al principio estaban a $20.000, luego a $80.000 ya a nosotros nos tocó de
$120.000, nosotros con tal de conseguir un lote y podernos ubicar con nuestros hijos,
procuramos nosotros de conseguir la Plata para poderlo comprar”. (Rosa Becerra,
fundadora, 2016)
“En esa época estábamos nosotros viviendo en el barrio San Francisco y alguien me dijo en
el centro, en un punto que se llama la Nueva Besarabia que estaban vendiendo lotes porque
se iba a hacer un barrio que se va a llamar María Paz… Hablando con mi señora, le dije que
estaban vendiendo unos lotes en una parte que le querían poner María Paz, por el nombre de
alguien. Y ella dijo que no, porque por esa parte era un poco regular por el sistema, ya que
quedaba por el norte y es ahí en donde hay gente maluca. Pero, aun así, le dije a mi esposa
vamos y damos una vuelta al lote… era sólo rastrojo en ese momento el barrio. Había unos
andamios y yo pregunté: pero cuánto hay que dar por este lote, cuánto vale, porque yo estoy
“pelao” en realidad. A mí me salió por $120.000 el lote.” (Mario Blanco, fundador, 2016)
“Porque en ese entonces yo vivía en el Barrio Esperanza segunda etapa, y fuimos a tomar
una invasión a un terreno, y allá nos sacaron y me vine a vivir a Colseguros. Un señor
llamado Apolinar Díaz fue el que siguió con las reuniones de aquellas personas que querían
una casa propia (un lote) y yo iba a dichas reuniones.
Más tarde yo me trasladé a vivir a Colseguros, pero seguía asistiendo a las reuniones y en
una de esas fui con un señor César Caballero, el cual empezó a hablar con el señor Apolinar
y entre los dos compraron el lote. Sino estoy mal, lo compraron por $ 40.000.000 millones de
pesos y necesitaban 500 socios para lotearlo a $80.000 cada uno” (Gladys, fundadora,
2016).
Sin embargo, una vez, las personas terminaban de pagar sus lotes, no contaban con un título
de propiedad, la asociación APRODEMULESAN, entregaba un carnet como documento que
acreditaba a la persona como socia y un recibo de pago que acreditaba como dueño del lote. Así
lo relata don Teófilo:
20 Una casa modelo es aquella que ejemplifica las demás que se están construyendo. Normalmente la casa modelo
se encuentra amueblada y se muestra como parte del esfuerzo de vender las otras casas de una urbanización.
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 63
“A nosotros nos daban factura, un recibo de adquisición del lote. Decía un cupo de predio de
vivienda a nombre de la asociación y nosotros pagábamos. Íbamos y hacíamos una
consignación, y eso nos representaba el cupo”. (Teófilo, fundador, 2016).
Pero es importante aclarar que este documento tenía legitimidad social y legal, con estos
documentos fueron instrumentos por la cual el Instituto de Vivienda de Interés Social y Reforma
urbana del municipio de Bucaramanga (INVISBU) en el año 1995 pudo realizar algunos
mejoramientos de vivienda, pues para la entidad era una garantía que el beneficio se entregaba a
los dueños del lote (aunque no estaba legalizado).
“En ese entonces el alcalde era Carlos Ibáñez Muñoz, ese señor nos ayudó bastante, nos
mandaba gente y nos ayudaba en la cuestión de conseguir arena, cemento, varillas, en fin, en
muchas cosas para la construcción de nuestra casa”
Habitante Fundador .
21 El gobierno del señor Ibañez se caracterizó por la construcción de mega obras de la ciudad, entre ellas fue el
hospital del norte, ubicado en la zona norte de la ciudad, si bien no se encuentra en el barrio en cuestión, a él acuden
todos sus habitantes, esta obra permitió acercar los servicios de salud a una población excluida.
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 64
las casas por medio de un sorteo entre los socios. Esto se evidencia en los testimonios relatados
por los entrevistados, tal como se describe a continuación:
Para tal fin, cada quien debía realizar un aporte de $7.000 (2,45 USD) a la asociación para la
compra de los instrumentos y maquinarias, para dicha labor. Sin embargo, si la persona no podía
hacer ese trabajo, ésta debía contratar un obrero para que realizara ese oficio. En este proceso, se
fueron construyendo las primeras casas, que hoy se ubican en el sector El Centro.
Todas estas situaciones condujeron a que los socios fundadores generaran presión al
representante legal, descubriendo malversación de los recursos, lo que provocó en un grupo de
50 socios liderado por el señor Cristian, la decisión de invadir a la fuerza en el año de 1992 las
primeras casas construidas, por temor a que se siguieran robando los recursos. Así lo describe
uno de sus habitantes, como el señor Teófilo Gutiérrez, quien ha sido uno de los líderes del
proceso de construcción del barrio María Paz:
“Se supone que hubo malversación de fondos de los administradores de la época y, por tanto,
no se llevó a feliz término el trabajo. Como no se llevó a cabo, la gente tomó posesión de los
predios, unos con cepas otros con muros, algunos con plaqueta (…)”
Por otra parte, la disputa por el acceso a las viviendas, terminó con el asesinato de uno de
los socios el señor Cristian en la entrada del barrio, así como con la muerte del señor Emmanuel
otro habitante del sector, que acabó con la misma suerte que Cristian tras correr de tras de los
presuntos asesinos de éste.
Estos sucesos llevaron a que varios de los socios restantes, decidieran entrar a ocupar los
lotes, que en muchos de los casos estaban sin construir, u otros por su parte abandonaran o
vendieran por temor. Por tal razón, no se gestó la etapa de distribución de las viviendas, como
inicialmente se había planeado por parte de los socios, por medio de un sorteo se adjudicarían las
casas una vez estuvieran construidas. Por otro lado, en la revuelta de la invasión personas que no
hacían parte de la asociación tomaron posesión de lotes, dejando por fuera de ellos
aproximadamente 65 personas. Así lo relató uno de los habitantes fundadores del barrio:
“Cuando matan a Cristian un poco de familias decidieron entran otras en cambio se fueron o
vendieron por medio, temían contar con la misma suerte, ese día hubo dos muertos, el señor
Cristian y el señor Emmanuel.”
Habitante fundador del barrio.
Una vez, los socios invaden los lotes a medio construir, el representante legal de la
asociación valiéndose de la fuerza militar del ejército, busca desalojar a los habitantes,
argumentando que los invasores eran guerrilleros buscando refugios. Argumentación, que era
falsa, de acuerdo a los testimonios de los entrevistados, fue una estrategia de represión en esa
época para los socios que invadieron, muchos de ellos provenían de lugares de presencia de
actores al margen de la ley, situación que dio fuerza al discurso. Esto se sustenta en los relatos de
los mismos actores que vivieron esta situación:
“Era un domingo yo tenía seis meses de embarazo, yo estaba acostada cuando bajó el
ejército contraguerrilla, porque esto era invadido de puros guerrilleros, entonces le dijimos al
que venía al mando: ¿cómo íbamos a ser nosotros guerrilleros, donde había mujeres
embarazadas de distintos lugares, con necesidades?, que si estábamos aquí era porque lo
necesitábamos, no porque tuviéramos plata, entonces ellos hablaron entre ellos, y se dieron
cuentan que nosotros no éramos guerrilleros”.
Habitante fundador. Archivo tomado de Vargas Rivera (2007)
Después de iniciada la toma de los lotes por parte de los socios, siguió la etapa de la
concertación con la asociación para la obtención del documento de propiedad de los mismos y
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 66
proseguir a la ardua tarea de construcción de sus viviendas. Así se evidencia en los relatos
recolectados:
“Nos tocó concertar con la asociación, yo concerté con la asociación, yo había apoyado con
unos dineros; y la asociación dijo que cobraría por los materiales que había en el predio”.
Habitante fundador
“Yo hablé personalmente, y me explicaron que los materiales costaban tanto dinero, entonces
hicimos el cálculo y salió un total de $800.000, y el predio costaba $1.400.000 (lo que hay en
materiales). Entonces llegamos a un acuerdo, en donde yo no cobraba mis jornales y ellos no
me cobraban la mano de obra del maestro”.
Habitante fundador
Tener el documento de propiedad (lo acreditaba como socio y dueño del lote), significaba
para sus habitantes la certeza que el lugar que habitaba era de su pertenencia y la tranquilidad de
que nadie los pudiera desalojar del predio que habían invadido, era una de sus manifestaciones
en los relatos recolectados, tal como se describe a continuación:
“Pues…gracias a Dios después de una lucha de casi dos años de la toma de posesión,
logramos concertar con la asociación y muchos logramos ya que se nos hiciera el traspaso al
predio. Yo gozo con mi certificado de tradición y libertad, que es el máximo requisito que me
exigen para decir que soy propietario de mi predio de 6m largo x10m ancho que es lo que se
compró inicialmente”.
Habitante fundador.
Por otro lado, es de entenderse que no hubo una etapa de distribución de las viviendas, estas
fueron invadidas y la construcción se llevó a cabo por los propios habitantes de forma paulatina,
de acuerdo, a sus capacidades económicas, sin la asistencia técnica por parte de una entidad
pública o privada. Por el contrario, se contrataba mano de obra calificada para las labores de
construcción a particulares o familiares, a su vez, los recursos invertidos para la obra eran
provenientes de ahorros y/o préstamo a entidades financieras. Así lo evidencian en los relatos
recolectados en campo:
“Compré materiales y pagué mano de obra, junto con unos ahorros que tenía y otros
materiales que había recolectado de otras construcciones. Más tarde me prestaron
$2.000.000 y terminé de pagar el crédito”.
Habitante fundador.
“Por ejemplo, yo contrataba gente que sabía pegar el ladrillo, entre otras. Aunque en
construcción yo no había trabajado, sólo cuando me tocó aquí con mi esposa, entre los dos,
luego el hermano de mi mujer venía los fines de semana y nos ayudaba”.
Habitante fundador.
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 67
En este clima de incertidumbre se fue edificando la vivienda popular para sus habitantes.
Sin embargo, es importante aclarar, que el proceso de construcción del barrio María Paz, está
trazado por procesos distintos, pero complementarios, inicialmente el proyecto de vivienda que
se había planeado era de construcción conjunta y cooperación constante bajo la figura de
asociación, un proceso colectivo de Producción Social del hábitat (PSH); pero, con el
descubrimiento de la malversación de los recursos y muerte de dos miembros de la asociación, el
proyecto inicial muere y renace un proyecto individualizado de construcción de viviendas, que
se irá mejorando en función de la disponibilidad económica y del tiempo de cada habitante, tal
como lo detalla uno de los pobladores entrevistado:
“Eran tiempos difíciles de gran incertidumbre…pues uno pagaba para al final tener su casita
ya en material y no le tocara a uno tan duro…ahora a cada uno nos toca construir nuestra
propia casa… por suerte cuando me pasé la mía tenía ya dos muros”.
Habitante fundador.
Por otra parte, la asociación sin junta directiva siguió activa en el barrio por mucho tiempo,
sólo con el representante legal, ahora el señor Crisanto Pérez. APRODEMULESAN, fue el
responsable de continuar la venta de lotes en gran parte del sector La Planada. En la actualidad,
sigue siendo de propiedad de la asociación las zonas verdes y áreas de cesión pública, al ser
zonas de dominio o uso público destinadas al uso recreativo y algunas de ellas por sus
condiciones geológicas tienen restricción para la construcción de infraestructura y se deben
considerar como zonas de protección por su gran boscosidad.
Una vez los primeros pobladores se asentaron en María Paz, estos no contaban con servicios
públicos. El manejo de los desechos no cumplía con las mínimas normas de higiene y seguridad,
lo que generó no solo olores ofensivos sino prevalencia de infecciones. Por tal motivo, fue
necesario la construcción de fosas sépticas que se ubicaron en lugares estratégicos (en el sector
La Lomita y el sector El Centro) para el número de personas que se fue aglomerando.
El suministro de agua potable fue provisto a través de una manguera por el párroco de la
iglesia Juan María Vianney, de esta manera se suplía del líquido vital para la preparación de los
alimentos y teteros de los menores. En la noche para alumbrarse se utilizaban velas,
posteriormente se emplearían bombillos, donde la energía era suministrada por el párroco.
Otro método recursivo para mantener la higiene, consistía en trasladarse a la quebrada que
existía en aquel entonces, ubicada hacia las afueras del barrio, que con el paso del tiempo se fue
secando. A ese sitio los habitantes iban a lavar la ropa y la loza, esto se hacía en grupos de 6 u 8
mujeres, aprovechando estos espacios de esparcimiento, para contar sus historias de vida y
establecer lazos de amistad y de vecindad. Sin embargo, esta actividad se suspendió
rápidamente, en el momento en el que las mujeres del sector se dieron cuenta de que en la
quebrada vertían el agua del desagüe de las piscinas del Recrear el Norte22.
Debido a esta situación, se estableció en el barrio la Junta de Acción comunal (JAC), como
una organización social, cívica, comunitaria y sin ánimo de lucro, con personería jurídica, surge
en el inicialmente asentamiento humano precario23 ahora barrio María Paz, en el año de 1993,
por la disolución de la asociación APRODEMULESAN, y por la necesidad de la población de
22 El Recrear el Norte, hace parte de los 10 parque recreativos distribuidos estratégicamente en Bucaramanga y su
Área Metropolitana, creados bajo la iniciativa del Dr. Eduardo Remolina Ordoñez, alcalde de Bucaramanga 1980-
1982. Se encuentran ubicados en las zonas de los barrios más densamente poblados, democratizando la recreación y
contribuyendo a la optimización del clima social y a la creación de una cultura para el buen aprovechamiento del
tiempo libre.
23 Esta categoría se toma de la investigación realiza por la CDMB y la firma CITU Experiencia Local, titulada:
Estudio sobre asentamientos precarios en el municipio de Bucaramanga y su Área Metropolitana. En la
investigación se define la categoría de asentamiento humano precario como un fenómeno urbano representativo de
la concentración de personas ocupantes en un territorio, que manifiesta la ausencia de elementos integrales del
hábitat legal, digno y seguro. El concepto, está más orientado al término de la legalidad del predio por la autoridad
competente que en este caso sería el municipio.
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 69
gestionar recursos en el ámbito público y/o privado para la obtención de servicios de bien
común, no sólo los servicios públicos, sino también servicios de ruta de transporte público,
recolección de basuras y la gestión de servicios de salud. Así como también, en el requerimiento
de la pavimentación de vías peatonales, vehiculares y construcción de infraestructura de
equipamiento comunitarios (salón comunal, institución educativa y cancha deportiva) y
legalización del barrio.
Es a través de esta figura jurídica, que los habitantes del área urbana pertenecientes a los
barrios legalizados, barrios precarios y/o asentamientos humanos precarios, así como las zonas
rurales adscritas a las veredas, corregimientos o caseríos, pueden aunar esfuerzos en la búsqueda
de un desarrollo integral y sostenible para sus territorios, sustentado en el ejercicio de la
democracia participativa. El período de duración de cada JAC es de 4 años, con posibilidad de
ser reelegidos sus miembros, por el voto popular de los habitantes del territorio donde se
instaurará la junta.
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 70
La primera junta se establece en el año de 1993 hasta el año de 1996, dirigida por el señor
Álvaro Araque como presidente, lo más sobresaliente en este período fue construir junto con la
comunidad un tanque de agua comunitario, donde el agua era suministrada de la quebrada que
quedaba cerca al barrio, la misma a donde se iba a lavar la ropa y la loza. El transporte del agua
se realizaba por medio de baldes, trabajo mancomunado entre sus habitantes. Una vez
recolectada el agua, esta se almacenaba y posteriormente se repartía por los sectores del barrio
con mangueras. Por otro lado, para mantener un sistema medianamente higienizado en la
comunidad, se realizaron otras construcciones tales como: 3 baterías sanitarias y 3 lavaderos
comunitarios, donde sus habitantes se turnaban para poder utilizar.
Cuatro años más tarde, con otra nueva junta, siendo el presidente el señor Libardo Barreño,
se gestionó el servicio de energía con la empresa prestadora del servicio Electrificadora de
Santander (ESSA), fue el primer servicio público que se instaló de forma oficial en el aquel
asentamiento humano María Paz. Para ello, fue necesario el liderazgo de los miembros de la
junta, al lograr que la empresa prestadora decidiera instalar el servicio de energía, sin que
estuviera legalizado el predio del asentamiento. La empresa sólo solicitó que, en caso de que no
hubiera un documento de propiedad de la vivienda, la junta expidiera una certificación que
constara que los vivientes del inmueble llevan el tiempo de creado el asentamiento. En relación a
los materiales para la instalación, el comité de obra de la junta consiguió postes de madera que
sirvieron para instalar el servicio de energía. En la actualidad estos postes aún se encuentran en
el barrio y son de propiedad de la comunidad. Posteriormente, la ESSA instaló en el barrio
postes de material de concreto, así como el cableado, la caja del medidor, el medidor de energía,
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 71
la caja de tacos y demás accesorios que se necesitan para el servicio. Estos materiales fueron
cobrados por la empresa a los nuevos usuarios mediante financiación en el recibo de energía.
Otro aspecto a destacar en este período de la junta electa, es lo relacionado a las rutas de bus
del transporte público de Hamacas y María Paz, gestionando ante la entidad del Área
Metropolitana de Bucaramanga.
Por otra parte, se dio inicio el año de 1997 la construcción de la institución educativa, ya que la
comunidad de María Paz, se encontró con la necesidad de establecer una escuela en el lugar, para
que los niños y niñas iniciaran su proceso educativo. Para ello, los habitantes contaron con la
participación de la policía nacional, especialmente con los jóvenes bachilleres que prestan su
servicio militar con la entidad, como mano de obra para la construcción de la escuela que
inicialmente se edificó en tablas y se ubicó en el sector El Centro.
Con el gobierno de Cote Peña se construye la Institución Educativa Gustavo Cote Uribe en
honor a su Padre, la institución se ubica actualmente en el sector La Planada del barrio María
Paz. Para el año 2000 se inician las labores académicas con 520 estudiantes de preescolar y
básica primaria24 y solo con jornada en la mañana. Un año más tarde inicia la jornada de la tarde
con los niveles de preescolar y básica primaria y construcción del Proyecto Educativo
Institucional (PEI25).
Para ese mismo año el club Kiwanis26 donó toda la dotación del colegio (sillas, tableros,
computadores, etc.). Posteriormente en los años 2003 y 2004 se inicia la ampliación de cobertura
de básica secundaria con los grados 6°, 7° y 8° e inició la transversalidad ambiental con apoyo
de la CDMB como currículo de la institución. En el año 2005, se legaliza el terreno de la
institución para la granja integral y convenio con el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA).
Para el año siguiente se establece la media vocacional 10° y 11° y dos años más tarde se empieza
la educación en adultos los días sábados jornada diurna.
Por otro lado, en el período comprendido desde 2001 y 2004 con la dirección del presidente
de JAC Fernando Colmenares, la comunidad de María Paz, inicia la construcción de su salón
comunal, la necesidad de la infraestructura surge, por la ausencia de un espacio de compartir
colectivo, para las reuniones de las asambleas de la JAC, festividades religiosas, actividades
culturales y brigadas de salud.
A su vez, por medio de la C.D.M.B liderado por la JAC del señor Fernando Colmenares, se
inició el alcantarillado, en esta labor, se contó con la participación activa de la comunidad,
26 Organización sin ánimo de lucro, cuyo objetivo es la intervención de población en edad escolar en situación de
vulnerabilidad.
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 73
quienes aportaban los fines de semana con la mano de obra y materiales, teniendo en cuenta que
los fondos para estos fines se obtuvieron de rifas y bazares comunitarios y dos años más tarde se
gestionó con la Empresa Pública de Alcantarillado de Santander S.A. E.S.P. la otra parte de
materiales para completar el alcantarillado de todos los usuarios del barrio.
En el 2005 se elige nueva junta y representa de acuerdo a la información recolectada por los
fundadores, la mejor de las juntas electas en el barrio. Esto se debe, según los entrevistado por el
liderazgo y compromiso que tuvo el ya fallecido señor Wilson Sajonero, como presidente electo
logró gestionar junto con los miembros de ella, el acueducto público, el cual fue un trabajo
mancomunado con la población del barrio, donde sus habitantes, por medio de jornales de
trabajo realizaban la zanja donde pasaría la tubería del acueducto. Además, con esta junta se
obtuvieron otros servicios como: el gas natural y el servicio de telefonía domiciliaria. También
se alcanzaron los primeros auxilios de vivienda, esto último se adquirió por la gestión realizada
con el INVISBU y la Alcaldía de B/manga, bajo el gobierno del señor Carlos Ibáñez Muñoz.
Asimismo, se consiguieron las primeras pavimentaciones de las calles peatonales del sector el
Centro; la separación de las aguas negras y las aguas de lluvias y la creación del grupo de la
tercera edad que hasta la actualidad se encuentra activo. Actualmente, el barrio cuenta con los
servicios de agua, luz, gas natural, alcantarillado, telefonía, televisión por cable e internet, este
último solo en ciertas viviendas, establecimientos comerciales, institución educativa y en la
ONG Surgir.
Por otra parte, el logro más preponderante en los últimos cuatro años en María Paz bajo la
junta electa ha sido la legalización del asentamiento humano María Paz, es decir, el
reconocimiento legal como barrio.
Este proceso de legalización se inició por solicitud del presidente de la JAC el señor Henry
Robles, en el año 2012 en acompañamiento de sus delegados y con la participación de la
Secretaria de Planeación de Bucaramanga, bajo el gobierno del señor alcalde Luis Francisco
Bohórquez, con su Plan de Desarrollo 2012-2015, denominado “Bucaramanga Capital
Sostenible”, estableciendo la dimensión “Sostenibilidad Ambiental, Cambio Climático y
Ordenamiento Territorial”. Con esta línea de trabajo, se proyectaba una visión de ciudad que se
visionara a mejorar las condiciones del territorio y de la vulnerabilidad de las viviendas de las
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 74
poblaciones más carenciadas, a partir de la creación de una política pública que buscara la
legalización de dichos asentamientos, su mejoramiento barrial, su estructura urbana, lo cual
permitiría el desarrollo de en un ambiente de competitividad con equidad territorial que refuerce
la entidad y el mejoramiento de vida de sus habitantes, con la perspectiva de alcanzar la
actualización del ordenamiento territorial y los beneficios que se obtienen a largo plazo.
Es así, que para el año 2015, el concejo aprueba el acuerdo municipal 048/2015, por medio
del cual se adoptaría la política pública de legalización de asentamientos humanos, cuyo
propósito fundamental es asegurar un mejor ordenamiento urbano del municipio y garantizar una
vivienda digna a las familias más vulnerables de la ciudad que residan en condiciones de
informalidad, de esta manera se contribuiría a mejorar sus condiciones de calidad de vida,
aumentar los indicadores de desarrollo humano, desarrollo territorial y desarrollo endógeno,
porque se podrá fortalecer la competitividad local promoviendo la sostenibilidad del municipio.
27 El estudio detallado de amenaza y riesgo por fenómenos de remoción en masa e inundación (EDARFRI).
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 75
El cuadro anterior hace alusión a las áreas generales objeto de instrumento de legalización y
regularización urbanística del asentamiento humano María Paz, y las áreas de afectación que se
tienen que hacer procesos de mitigación de riesgo. A su vez, el INVISBU, como entidad estatal,
realizó el levantamiento topográfico del total de lotes que dispone María Paz, el cual se detalla a
continuación:
Tabla 2: Descripción del N.º de lotes por sector del barrio María Paz.
sector La Sector la Sector la Total, de
Sector Centro
Lomita Loma Planada lotes
70 lotes 235 lotes 86 lotes 346 lotes 737
Fuente: INVISBU 2017
En la tabla 2, se describe a detalle el número de lotes por sector, son los que se encuentran
dentro de los 38.134, 65 m2 de área construida y hacen parte de los 85.593, 60 m2 de área
aproximada que tiene María Paz en la actualidad.
terrenos donde se construyó el barrio, fueron comprados a un particular y no invadidos, sólo que
esos lotes, no figuraban en la administración municipal como aptos para construir viviendas.
No obstante, el proceso de legalización no ha sido bien aceptado por todos sus pobladores,
se acrecentaron los conflictos internos de la comunidad, esto se debe a que, al existir una política
de legalización y regularización urbanística de asentamientos humanos en el municipio, obliga al
titular, enajenador o urbanizador de asumir adecuadamente los usos del suelo (espacio privado y
espacio público) del barrio. Por otra parte, los usuarios deben adjudicarse los costos de las
escrituras de los predios, los certificados de tradición y libertad y los planos estructurales de la
vivienda para la tramitación del reconocimiento legal de las construcciones, estos documentos se
tramitan ante una notaría, cuya diligencia tiene un costo que también debe ser asumido por el
propietario.
Hasta la fecha, son muy pocas las personas del barrio que tienen todos los documentos que
se requiere para formalizar el proceso, asimismo, los pobladores están a la espera de la
implementación de la curaduría cero en la ciudad, es la ley nacional (1848/2017) que ampara la
exención para el pago de derechos registrales de construcciones de interés social o hayan sido
objeto de urbanización urbanística.
Por otro lado, el presidente con sus delegados en el período 2010 y 2012 ha logrado que la
JAC de María Paz haga parte de la AMAC (Asociación Municipal de Juntas de Acción Comuna)
en Bucaramanga, donde se reúnen todas las Juntas de Acciones Comunales de las 146 existentes
en la ciudad, esto le ha permitido a María Paz un reconocimiento en la participación social de su
comunidad en temas de inversión pública ante las entidades estatales locales como la alcaldía y
gobernación.
“Con la gestión que he realizado como presidente la JAC del barrio, el municipio ha podido
realizar mayor inversión a María Paz que en años anteriores y se logró gestionar recursos
para el mejoramiento y construcción de equipamiento comunitario entre los años 2012 y
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 77
Por último, en el año 2014 con gestión de la JAC de María Paz y el Senador Bernabé Celis
se gestionaron recursos de la administración municipal, INVISBU y del Ministerio de Vivienda,
beneficiando a 442 viviendas del barrio para la construcción de redes intradomiciliarias y la obra
consistió en el cambio de tubería antigua a PVC, así como cambio de las duchas, lavaplatos e
inodoros que estuvieran en pésimo estado.
Teniendo en cuenta los testimonios y relatos de quienes habitan el barrio María Paz, el
significado de la vivienda popular refiere un bien construido familiarmente, que incide en la
construcción de la identidad social del usuario que la habita, pues refleja la cosmovisión de la
vivienda que se desea habitar, esto se evidencia en la edificación de nuevos espacios, en el
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 78
sentido de pertenencia y el significado de protección que tiene la vivienda para los miembros de
la familia. Tal como lo describe uno de los testimonios de sus habitantes:
“Quería lograr una vivienda buena, no un rancho cayéndose a pedazos, me ha costado,
aunque ya la he edificado, me falta hacerle el último piso, ese ha sido mi sueño, que sea más
amplio que el primer piso, por comodidad de mi familia y la mía”.
Habitante fundador
Es así, que la vivienda popular, ha significado para las familias del barrio María Paz el
mayor logro que han podido tener, se concibe no sólo como un espacio de protección, sino,
además, como riqueza material para sus hijos que han podido construir paulatinamente, gracias a
sus ingresos o préstamos de entidades financieras, familiares o conocidos y que han edificado de
acuerdo a sus posibilidades. Así lo evidencia el relato de uno de sus fundadores:
“Esta vivienda para mi familia y para mí lo es todo, la hemos construido ladrillo a ladrillo,
nos ha costado sudor y lágrimas (…) cada rincón de esta casa ha sido pensada para que mi
familia viva tranquila y cómoda de acuerdo a nuestras posibilidades”
Habitante fundador.
No obstante, la vivienda popular les ha significado una carga adicional de trabajo, no sólo
por la mano de obra que ellos mismos han tenido que implementar en jornadas extras, en contra
jornada a su trabajo diario y/o fines de semana, sino también, en los costos que les ha implicado
asumir de la construcción para cumplir con las expectativas que tienen en relación a su “vivienda
ideal28”; pero esta vivienda ideal se sale del parámetro inicial de la casa modelo que había sido
proyectada por la asociación APRODEMULESAN que era una casa bifamiliar de dos pisos con
un área de 10 m de largo x 6 m de ancho.
Es de comprenderse, que una vez disuelta la asociación, cada socio empieza hacer un
proceso de autoconstrucción de su vivienda, donde ya no se proyecta de manera bifamilar sino
unifamiliar de dos y hasta de tres pisos, que en ciertos casos ha resultado inalcanzable por los
costos económicos que les acarrea.
permiten a las familias satisfacer sus necesidades básicas, así como comprar algún material para
construcción o pago de deudas a las entidades bancarias por los préstamos solicitados por la
edificación de sus viviendas.
Es importante aclarar, que los costos de los arriendo en el barrio son inferiores a los costos
de arriendo con las mismas características en otros sectores de la ciudad, es decir, que un piso de
una de las casas compuesto de dos habitaciones, sala comedor, cocina, lavadero y baño oscila el
precio entre $300.000 (102 USD/2017) a $400.000 (136 USD/2017) situación distinta en
sectores de estrato social 3 o 4 de Bucaramanga, los arriendos se encuentran en un promedio
entre $600.000 (204 USD/2017) a $ 900.000 (306 USD/2017) el valor está mediado; porque el
inmueble se encuentra en una zona residencial con porcentajes bajos de delincuencia y por
encontrase cerca a bienes y servicios de la ciudad.
Los ingresos que se puedan recibir por el arriendo se encuentran por debajo del rango de
precios del mercado inmobiliario de alquiler. Pero constituyen en un aporte crucial para
satisfacer sus necesidades básicas. Además, los propietarios no alquilan a través de agencias,
sino por el “voz a voz” o por pequeños carteles que ubican en las ventanas del piso que se
arrienda, de esta manera disminuyen los costos que generaría un intermediario para promocionar
el inmueble.
Por otra parte, la valoración de la casa, por parte de los habitantes del barrio, es vista como
el fruto materializado de un sueño. La vivienda creada, se concreta así en la objetivación de la
fuerza existencial, de la capacidad de hacer, más allá de las implicaciones socioeconómicas que
ello sobrelleva.
El sentido de la creación de la casa para el sector popular de María Paz, es la posibilidad
de sentirse “dueño de”, es el mostrar el crecimiento de su núcleo familiar y la posibilidad del
hacer. Así, la casa creada por la familia viene a compensar el malestar y las privaciones que han
tenido en años anteriores. Se convierte para las personas quienes las habitan, el mayor logro que
han podido tener, les permite no sólo un espacio de riqueza material para sus hijos, sino también
de protección, un espacio de la vida, donde se aprehenden y se imbrican las prácticas vividas de
la cotidianidad.
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 80
En este apartado se describe y se realiza un análisis de los diferentes actores locales que han
contribuido a la conformación del barrio María Paz en el período comprendido entre 1990 y
2014. Las personas que participaron en las entrevistas identificaron instituciones públicas,
organizaciones barriales, ONG y personas naturales que en mayor o menor medida han aportado
en el ingreso económico, la salud, la seguridad, la recreación y deporte, la atención a grupos
especiales de niños, jóvenes, adultos mayores y/o el mejoramiento ambiental del barrio.
Es así, que las JAC representan para los barrios, asentamientos humanos, veredas y
corregimientos un principio de organización comunitaria, la puerta de entrada al ejercicio de la
democracia participativa de sus habitantes y el medio por la cual pueden canalizar recursos con
las administraciones municipales, departamentales y/o nacionales para dar soluciones a las
necesidades más sentidas de las comunidades.
Dicho esto, en el caso María Paz, una vez disuelta la asociación, sus pobladores deciden
continuar con la organización comunitaria a través de la figura de JAC que propende un trabajo
dedicado a la gestión y organización de los recursos (públicos, privados y/o voluntarios)
canalizados por la junta para la solución de problemas comunitarios y vincular a sus afiliados a
la participación en la toma de decisiones en temas que afectan el bienestar de cada uno de sus
habitantes. Para ello, la JAC implementó acciones de planificación, coordinación y
programación.
vicepresidente, secretario, tesorero y revisor fiscal) y los deberes y los derechos de sus afiliados.
Así como en la creación de comités que les permitía a los inscritos repartir responsabilidades en
la consecución de las metas en común para el beneficio del barrio en temas como:
infraestructura, convivencia, seguridad, recreación y deporte y salud.
El comité conciliador: Es igual de antiguo que el comité de obras, fue creado para
administrar justicia y para ello, tienen la facultad de buscar soluciones a los conflictos; mediar
en ellos propiciando un acuerdo entre las partes; y velar, porque todos y cada uno de los
afiliados cumplan con las leyes que rigen la Acción Comunal, los estatutos y los reglamentos.
En este aspecto el comité ha realizado charlas de libre contaminación visual y sonora del barrio,
convivencia pacífica y del buen trato y cuidado y protección de zonas de reserva forestal
establecida por la C.D.M.B. Estas campañas buscan que la población comprenda que pueden
ejercer sus derechos y libertades sin abusar de los mismo. Las acciones son acompañadas por la
Policía Nacional, la Secretaria de Salud y Ambiente de B/manga y por la entidad ambiental del
municipio.
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 83
El comité de recreación y deporte. Fue creado en el año 2013, después que el concejo del
municipio aprobara el mantenimiento y remodelación de algunos escenarios deportivos de
ciertos barrios de la ciudad, incluida la cancha múltiple y la cancha de fútbol que tiene María
Paz. La finalidad del comité es constituir un grupo permanentes que coordine la actividad
física, que promueva el ejercicio, la vida saludable y la integración comunitaria entorno al
deporte regular en el barrio.
30 El frente de seguridad es un servicio que brinda la policía, que consiste en realizar acompañamiento al barrio en
los puntos y horarios que la comunidad ha identificados como críticos para la seguridad e integridad de sus
habitantes, además, la entidad adjudica en un punto específico del barrio la instalación de cornetas y un sistema de
perifoneo que queda a cargo de un habitante del lugar elegido por la comunidad, quien es la persona de alertar al
resto de habitantes de la presencia delincuencial en el sector y avisar a las autoridades competentes.
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 84
de fiesta aeróbica, la entidad brinda instrucción profesional a las personas de la tercera edad,
niños y jóvenes.
Estos comités permiten estructurar el trabajo de la JAC haciendo más eficiente y práctica su
gestión, articulado a un equipo base constituido por sus propios habitantes que ejercen un trabajo
de coordinación voluntario para dar un mejor servicio a la comunidad y ejecutando las
soluciones a los problemas que fueron priorizados con antelación por sus propios pobladores.
Esto pone de referente el papel que ha tenido la organización comunitaria en la construcción y
consolidación del barrio, ha permitido estructurar el accionar de sus participantes hacia la
articulación de esfuerzos y recursos colectivos, para lograr los objetivos en común aun cuando
existan intereses particulares.
El grupo de la tercera edad tiene vigencia desde el año 2009 y gracias a la existencia del
grupo se han podido beneficiar un total de 100 adultos mayores donde se les ha brindado el
servicio gratuito de almuerzo y un refrigerio del día, por medio del comedor comunitario que se
ubica en el salón comunal. Así lo testifica la secretaria del grupo de la tercera edad:
Los adultos mayores que desean ser beneficiados con alimentación deben ser personas con
SISBEN31 de rango 1 o 2, que no cuenten con pensión u otro recurso económico. Es importante
hacer hincapié, que el recurso económico para el subsidio de alimento proviene
mayoritariamente de la Secretaria de Desarrollo Social de la alcaldía de la ciudad de
Bucaramanga, los otros recursos provienen de donaciones o por parte de la venta del excedente
del reciclaje que se obtiene en el barrio. Esto permite no sólo comprar los mercados, sino
también, contratar una cocinera y dos auxiliares de cocina para la preparación de los alimentos.
Otros beneficios que recibieron y reciben actualmente los adultos mayores, es la atención en
salud, si bien, el barrio de María Paz no cuenta con un puesto de salud, se ha podido canalizar a
través de las juntas de acción comunal subsiguientes a la creación del grupo, específicamente
con el comité de salud, las brigadas que ofrece la Secretaria de Salud de la alcaldía del
municipio, donde se les brinda de forma gratuita servicios de oftalmología, optometría y
odontología. A su vez, reciben clases de deporte por parte de funcionarios de INDERBU, sin
embargo, el barrio no cuenta con una infraestructura de gimnasio al aire libre, esta construcción
está pendiente por parte de la administración municipal y sólo será posible edificarla cuando la
asociación APRODEMULESAN aún vigente, realice el traspaso a la junta de acción comunal las
áreas comunes y de esta manera la alcaldía pueda realizar inversión en estos espacios.
31 Sistema de Identificación de Potenciales Beneficiarios de Programas Sociales que, a través de un puntaje,
clasifica a la población de acuerdo con sus condiciones socioeconómicas.
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 86
Por otra parte, este grupo de la tercera edad, constituye para María Paz, no sólo un grupo
focalizado de beneficios estatales o privados, sino que ha sido un potente movilizador de
acciones que contribuyen a mejorar las condiciones ambientales del territorio, una de ellas, ha
sido la construcción de los 7 puntos de recolección de basuras en el barrio, en apoyo con
donaciones de algunas empresas privadas que contribuyeron a la financiación.
Los adultos mayores brindan su mano de obra y horas de vigilancia en los puntos, para que
las personas del barrio no dejen desechos de basura fuera de ellos. A su vez, contribuyen a la
sensibilización de los habitantes de los 4 sectores del barrio en temas como: El buen uso de los
puntos y no dejar las basuras en los frentes de las casas, para evitar malos olores, proliferación
de animales como: roedores, moscas, zancudos, etc., o algún tipo de enfermedad. De esta
manera se le facilita al camión de la basura la recolección de los residuos por cada sector del
barrio.
También, el grupo ha contribuido en campañas de reciclaje, donde pasan casa por casa
pidiendo cartones, latas, vidrios, plásticos, con la finalidad de hacer separación en la fuente, para
contribuir al cuidado del medio ambiente de María Paz y posteriormente ser vendidos, para
obtener recursos para sus miembros y comprar útiles de aseo, suplementos alimentarios o
medicamentos que no les cubre el POS32, especialmente a los más enfermos, así como, para las
celebraciones de cumpleaños, día de madres, día de padres, día de amor y amistad y regalos de
navidad. Otra fuente de financiación con la que cuenta el grupo, es la de promover la adopción
de los adultos mayores enfermos, mediante la donación mensual de $20.000 (7 USD), esto cubre
los pañales o gastos de transporte hacia las IPS33.
“Normalmente, somos nosotros los abuelos de María Paz que asistimos a las
reuniones de la junta, porque nos gusta estar informados de lo que pasa en el barrio
y poder ayudar en lo que uno pueda.”
Adulto mayor del
barrio.
4.3.1.3. Habitantes fundadores. Los fundadores del barrio son aquellos hombres y mujeres
que instituyeron el barrio, fueron socios de la asociación APRODEMULESAN y trabajaron en
sus inicios en equipos de cuadrillas de 10 o 12 personas, donde se reunían todos los fines de
semana y festivos para construir las primeras casas del barrio.
No obstante, gran parte de los fundadores iniciales han ido abandonando el barrio, ya sea
arrendado las casas o vendiéndolas, esto es debido, por la problemática social que ha tenido que
ha afrontar el barrio por muchos años, inicialmente por la presencia de milicianos de las AUC 34
que duraron en el territorio desde el año 2007 hasta el año 2009 y posteriormente la
conformación de pandillas dedicadas al hurto, comercialización y consumo de sustancias
psicoactivas, desencadenando una ola de violencia y muerte desde el año 2011 al año 2014, si
bien, esta es una situación que ha ido disminuyendo en comparación a los años anteriores, aún
se evidencian nichos en el barrio. Así lo manifiestan sus habitantes:
“La violencia en este sector se remonta al año 2007, cuando la Sijín captura a seis hombres
que mantenían amedrentados a los residentes del barrio María Paz. Estas personas
asesinaron a dos vigilantes del barrio y tenían el control del lugar cobrando ‘vacunas’ a los
34 Autodefensas Unidas de Colombia, surgieron en Colombia con el objetivo de combatir y a cavar grupos
guerrilleros de izquierda FARC, ELN y EPL.
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 88
“Anteriormente la inseguridad era diaria, por ejemplo, uno como mamá no se sentía
tranquila si los hijos salían a jugar al parque, había sitios vetados por lo que no se podía
transitar y los fines de semana eran los días en qué más se tenía precaución. Igual sigue
habiendo sitios vetados como los alrededores del salón comunal, detrás de él se encuentra
un monte y ahí se hacen los “vagos” a fumar y a robar, pero es a determinada hora. Lo
bueno es que ya no se ve la violencia como antes, ha disminuido y con el frente de seguridad
se alerta a la policía de forma más rápida”.
Estas situaciones han generado por años temor y estigmatización en sus habitantes, siendo
catalogados de forma genérica de ladrones y expendedores de drogas. Provocando rechazo y
señalizaciones por parte de otros sectores de la ciudad, siendo afectada la población
especialmente a la hora de buscar trabajo, algunos prefieren modificar el domicilio de su
residencia, para no ser rechazados.
Sin embargo, a pesar de los problemas de inseguridad que aún aflige a la gran parte de la
población y las situaciones de estigmatización que se enfrentan algunos pobladores. Aún hay
razones de pesos para continuar viviendo y trabajando por María Paz, de acuerdo a las
entrevistas realizadas en campo, entre los motivos de seguir viviendo en el barrio, un 60% de los
entrevistados respondían, que es el lugar que quiero vivir, por ser el sitio donde se empezó a
edificar el sueño de tener casa propia, el 20% por el reconocimiento que tienen en el barrio como
líder comunitario y el 20% restante por las amistades y los vecinos. (Ver gráfico No 1)
Búsqueda de
soluciones;
30,00%
Servicio a los
demás; 60,00% Satisfacción de
necesidades;
10,00%
Otra razón se encuentra en que varios de los habitantes fundadores son líderes
comunitarios que tienen una larga trayectoria participativa, distinta a la implementada por la
JAC, se involucran en la pastoral social de la iglesia María Vianey, en lo relacionado en el
trabajo con jóvenes, así como haciendo parte de la junta administrativa del grupo de la tercera
edad “Fe y Alegría”, gestionando fondos para los medicamentos, útiles de aseo, transporte para
el traslado de los adultos mayores a las citas de salud y también se involucran en la recolección
de residuos sólidos y en la gestión ante las entidades prestadoras de los servicios públicos para
las instalaciones de los contadores de agua y energía eléctrica para los segundos y terceros pisos
de algunas de las viviendas. Por otro lado, entre las razones por las cuales se motivan a
participar, se encuentra en un 60% por el servicio a los demás, el 30% en la búsqueda de
soluciones y el 10% en la satisfacción de necesidades comunitarias. (ver gráfico 2).
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Satisfacción
de
necesidades;
10,00%
Búsqueda de
soluciones; Servicio a los
30,00% demás;
60,00%
Con estas respuestas denota que para los fundadores existe un fuerte vínculo de la
participación comunitaria, con el sentido de pertenencia que han podido desarrollar durante el
tiempo de permanencia en el territorio. El sentido de pertenencia es lo que les permite que se
sienta identificados con el resto de los integrantes del grupo a quienes consideran como pares y
con el área física ocupada por ellos, con los que interactúa y comparte actividades en común. A
su vez, el sentido de pertenencia permite establecer redes de solidaridad, estrategias de trabajo en
conjunto para el beneficio del grupo y del área urbana donde se asientan.
Esto establece que la Secretaria de Planeación del municipio tiene facultades no sólo de
reconocer los asentamientos, sino también, de establecer los requisitos necesarios para
legalización y regularización urbanística.
La primera participación que realiza la C.D.M.B en María Paz fue en el año de 1992,
cuando la Corporación transfiere a título de permuta a favor de la Asociación
APRODEMULDESAN un lote de 17.130 Mts2 para construir el sector que se conoce como La
Planada.
Posteriormente, un año más tarde la entidad estableció como zonas de protección ambiental
en el sector La Lomita del barrio María Paz. por lo tanto, el sito no es apto para vivienda debido
al alto riesgo de erosión que presenta.
Para los años 2009 y 2013, la Corporación realiza un estudio con la firma Citu Experiencia
Local, para realizar un diagnóstico de la precariedad de los asentamientos y barrios en el área
metropolitana de B/manga, entre las variables que se midió estuvo el de amenaza y riesgo. Para
María Paz, el estudio arrojó un nivel de amenaza bajo, no obstante, la zona de la cañada, ubicada
en el sector La Loma, fue zonificado como amenaza media por la susceptibilidad a la erosión
que presenta en las laderas de alta pendiente en ese lugar. Por lo que entre las recomendaciones
del estudio se encuentra: “Canalizar las aguas de escorrentía superficial que desembocan hacia el
caño que atraviesa el barrio y perfilar y realizar protección con hidrosiembra a los taludes de
mayor pendiente, que se encuentran con material suelto y con exposición a erosión.” (CDMB,
2014).
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 94
“Eso fue horrible porque fue de noche, sentimos un fuerte golpe que sacudió la casa
pensamos que era un temblor, pero al mirar una parte de tierra de la ladera donde queda la
cañada se había venido abajo, por suerte no fue mucha tierra, sino la casa fuera quedado
cubierta por completo, pero se nos grietó varias paredes de la casa. Lo peor del asunto es
que nadie responde, porque aquí vino la defensa civil, la policía hasta la misma C.D.M.B.
nos dijeron a todos los afectados del sector en total fuimos cinco viviendas que iban hacer
acciones para canalizar las aguas de la cañada, pero nada y por los daños de nuestras
casas tampoco respondieron”.
Habitante del sector
Sin embargo, la C.D.M.B a pesar de los inconvenientes que ha tenido, se considera un actor
clave en el proceso de la PSH, debido a que facilitó la entrega de terreno para la construcción del
último sector del barrio y además fue la entidad que realizó el estudio de amenaza y riesgo en el
asentamiento, cuyos resultados fueron favorables para María Paz, lo que le permitió a la JAC la
gestión para su legalización. Es importante aclarar que, si el barrio se hubiera encontrado en alto
riesgo, no fuera sido posible legalizar los predios y tendrían que ser reubicados. El reto se
encuentra en el cumplimiento de la norma ya vigente por parte de le entidad, acciones que
tendrán que poner en marcha la misma comunidad para hacer valer sus derechos.
4.3.1.7. Iglesia católica: San Juan María Vianney. La iglesia Católica San Juan María
Vianney, se encuentra en María Paz, en el sector La Lomita, es el primer sector que se visualiza a
la hora de ingresar al barrio, lleva aproximadamente 28 años en el territorio, desde el tiempo que
se encuentra a contribuido en los pobladores de María Paz no sólo desde la doctrina de la fe
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 95
cristiana, sino también, en el suministro de luz eléctrica y agua como servicios provisionales,
por medio de mangueras y cables hechizos, que hacían llegar desde la iglesia hacia las pocas
casas habitadas de pobladores que iniciaron el proceso de ocupación en el territorio en el año de
1992.
Después de que María Paz lograra gestionar el suministro de los servicios públicos a las
empresas prestadoras, la iglesia empezó a sumir un rol de pastoral social con los niños, niñas y
adolescentes y sus familias que se asentaron en el territorio, en temas de fortalecimiento del
tejido familiar, promoción de la pastoral de la salud y apoyo al grupo de la tercera edad en
alimentos y medicamentos.
Por otro lado, la iglesia San Juan María Vianney ha sido un actor clave como mediadora en
los conflictos causados por las pandillas que existían en el barrio, por el dominio del territorio en
la comercialización de estupefaciente, asimismo, ha sido ella que en apoyo con las ONG
SURGIR y Visón Mundial, han trabajado con un gran número de jóvenes en la prevención del
consumo de drogas alucinógenas mediante programas de formación artística y cultural, así como
capacitándolos como agentes constructores de paz. Así lo describe el párroco de la iglesia:
“El objetivo de los agentes de paz, es lograr la promoción de las capacidades, habilidades y
destrezas de aquellos líderes juveniles que se han identificado en María Paz, para restaurar
los lazos de convivencia y fomentar el desarrollo de iniciativas de reconciliación y cultura
de Paz en la comunidad”.
Estas acciones se han articulado con el comité de conciliador, lo que buscan es propender una
cultura de paz, de solidaridad y buen trato entre los habitantes del barrio.
4.3.1.8. ONG Visión Mundial. La ONG Visión Mundial, es una entidad internacional y
desde hace más de 20 años se encuentra en Bucaramanga y trabaja en 28 barrios de las comunas
1 y 2, siendo los sectores más excluidos de la ciudad.
De acuerdo a los actores entrevistados, esta organización estuvo en María Paz desde
mediados del año 2000 hasta el año 2013. Durante trece años, la ONG trabajó con la niñez, la
adolescencia y la juventud en el programa de apadrinamiento, donde por medio de padrinos
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 96
(personas ajenas al barrio) que realizaban donaciones en dinero se creaba un fondo en común
que financiaba proyectos de desarrollo social para la población objetivo, como fueron: el apoyo
en la disminución de la deserción escolar, mediante la entrega de kits escolares, uniformes, libros
etc., el aprovechamiento del tiempo libre, a través de la implementación de actividades
recreativas, asesorías en tareas, talleres de formación en temas de salud sexual y reproductiva,
prevención de violencia intrafamiliar y prevención de sustancias psicoactivas, en este tema
trabajó en apoyo con la ONG SURGIR.
Otros programas implementados fueron: el desarrollo de capacidades y potencialidades,
donde los niños y niñas y adolescentes, desarrollan capacidades emocionales, cognitivas,
sociales y comunicativas, para la construcción de territorios para la paz y estilos de vida
saludable (esquemas de vacunación, comida saludable, bancarización y ahorro de las familias
beneficiadas). Visón Mundial, en el tiempo de permanencia en el territorio buscó una relación
que transformara al patrocinador y a la comunidad, estableciendo vínculos entre personas que se
interesan por otros y con solidaridad enfrentan los desafíos de pobreza e injusticia que viven los
niños, niñas, adolescentes y jóvenes de la comunidad que forman parte.
Sin embargo, la entidad decidió retirarse del sector, de acuerdo a sus políticas internas,
después de 10 años o más en un territorio, se presume que las comunidades atendidas han
mejorado su calidad de vida en temas de menor deserción escolar, mayor cubertura en programas
de salud, mayor participación en actividades recreativas, mejor nivel nutricional y
fortalecimiento del liderazgo.
Es indudable el aporte que realizó la ONG Visión Mundial con la población atendida de
María Paz, sin embargo, el reto aún continua en mejorar la calidad de vida de los niños, niñas y
jóvenes no se puede negar la realidad del lugar, María Paz es un barrio carenciado, de estrato 1,
cuya población mayoritariamente es de condición desplazada por el conflicto armado, los
ingresos económicos de sus pobladores provienen de actividades de economía informal, algunos
padres no poseen los recursos necesarios para la manutención de sus hijos en la institución
(uniformes, cuadernos, libros, loncheras, etc.,) por lo que de acuerdo a las entrevistas, se
presenta deserción escolar.
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 97
Los resultados de la investigación arrojaron que, de los cinco barrios analizados el que más
índice de vulnerabilidad presentaba era el entonces Asentamiento Humano María Paz, hasta el
2015 colindó con los asentamientos Caminos de Paz, Luz de Esperanza y Cervunión, donde se
presentaban constantes enfrentamientos entre pandillas, por el control del territorio para el
expendio de estupefacientes y presencia de milicianos de las AUC. Además, cuando SURGIR
llegó a María Paz, apenas se iniciaba el proyecto de construcción de la Institución Educativa
Gustavo Cote Uribe, además, el barrio no contaba con canchas o zonas de esparcimiento para
niños(as) y jóvenes y tenía presencia constante de “jíbaros.” 37 Estos factores hicieron que el
equipo de la fundación conformado por socios fundadores, miembros activos y miembros
honorarios se ubicaran en el asentamiento humano ahora barrio María Paz.
Desde que la ONG SURGIR llegó a María Paz se ha ubicado siempre en el sector la Loma,
y se han implementado programas de:
37 En Colombia este término se denota a las personas que se dedican a la venta de estupefacientes al detal.
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 98
Esto último, es lo que ha generado tensiones por parte de algunos pobladores de María Paz,
especialmente a los fundadores, ellos consideran que la ONG SURGIR no ha sido una entidad
sería que busca propender el desarrollo económico del barrio, mediante la capacitación de un
arte u oficio que permita a muchas familias obtener unos ingresos mejores a los que actualmente
devengan. Dado que la iniciativa de proyecto productivo de panadería y de la cooperativa
CORPROSOYA no duró, por el poco acompañamiento que la ONG brindó a sus beneficiados.
Por otra parte, otra versión fue suministrada por los socios fundadores de la ONG SURGIR que
participaron en la investigación, ellos argumentan que han sido fallidos los intentos de capacitar
a la población adulta en un arte u oficio, buscando bajo el paradigma del cooperativismo la
creación de empresa que beneficie a los grupos poblacionales más vulnerables del sector como
son las mujeres madres cabeza de familia. Así se evidencia en los relatos:
“los intentos de la panadería y la cooperativa de leche de soya, sólo generó pérdidas para
la ONG, las personas beneficiadas no pudieron sostener los negocios productivos, aún con
la asistencia técnica que brindaba la fundación, entre las causas de los fallidos intentos, se
encuentra el bajo compromiso de los participantes por trabajar en grupo, pérdida de la
materia prima (harina, huevos, azúcar, margarina, soja y colorantes naturales) sin razón
justificada, y el interés de los beneficiados por el pago de los jornales por parte de la
fundación de días que no laboraban”.
Socio fundador de la ONG SURGIR.
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 99
4.3.1.10. Las Famiempresas. Las famiempresas son una conjunción de familia y empresa
que pertenece a la economía popular,38 donde la mano de obra mayoritariamente es aportada por
los miembros de una o más familias y tiene como propósito la subsistencia de la misma. Se
caracteriza porque se genera un autoempleo y ocupación a los integrantes de la familia, en
muchos de los casos no existe una remuneración salarial como tal y su ganancia va más allá de la
monetaria, busca la satisfacción de ayudar, colaborar y apoyar a los miembros del grupo.
En María Paz, sus habitantes se caracterizan por ejercer actividades económicas de los
sectores secundarios y terciarios, predominando el último, en el plano informal de la economía.
Teniendo en cuenta las encuestas realizadas por Camargo (2005); Vargas (2007); Picón (2009),
Ordoñez (2013) el 48% de la población se ocupa en actividades de oficios varios, tales como:
ventas callejeras el famoso “rebusque,” servicio doméstico, trabajos en restaurante, confección,
manipulación de alimentos, elaboración de artesanías, cuidado de niños, administradores de
fábricas y cargadores de bultos en centro abastos; un 10% de la población trabaja en el sector de
la construcción; un 8% se dedican a la zapatería; un 12% son conductores de buses urbanos y
taxis; y por último el 8% son celadores en conjuntos cerrados o en empresas del área
metropolitana
Dentro de ese 48% que corresponde actividades de oficios varios que se encuentra la
confección y el 8% las actividades de calzado, se logró identificar por medio de entrevista de
actores claves un total de 6 famiempresas distribuidas dos en el sector El Centro dedicadas a la
confección de prendas de ropa interior femenina y pijamas para dama y bebe y las cuatro
restantes en el sector La Planada, dedicadas a la confección de calzado de sandalias, mocasines y
tennis deportivos, estos últimos, son fabricados de cuerina y material sintético.
38 Son el conjunto de procesos de producción y consumo, así como cualquier otro tipo de intermediación y
servicios cuando estas se realizan fuera de la órbita del mercado del trabajo, es decir, sin patrón, y siempre que no se
cumplan las lógicas de acumulación de capital y reparto. (Narodowski, 2013). Una estrategia para sostener la actual
alianza política y profundizar el cambio estructural en: Realidad Económica, en economía popular, IADE, Buenos
Aires, p. 104
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 100
Las famiempresas en el barrio han surgido no por una idea de negocio o emprendimiento
consciente que tuvieran los integrantes de las familias a la hora de instaurar la actividad
productiva sino por necesidad ante una situación económica que afrontaban. Así se evidencia en
las entrevistas:
“Yo inicié este negocio con mi marido y mis hijos, por la necesidad de no conseguir trabajo,
ya contábamos con una platica ahorrada, bueno, ya con la casa a medio construir, nos
permitió un lugar físico para conseguir las máquinas filetiadoras y empezar a coser”
Esta situación denota que las famiempresas en el caso María Paz, surgen como una manera
de laborar y de subsistir ante situaciones adversas de la vida y no como una forma de
emprendimiento y oportunidad. Sin embargo, con el tiempo las familias han visto sus negocios
como oportunidad, no sólo como un ingreso económico mensual sino la oportunidad de generar
empleo a otras personas distintas a las del núcleo familiar.
Estos negocios están conformados por más de 5 trabajadores, donde 3 de sus integrantes son
familia, compuesta por el marido, la mujer e hijo o madre e hijos, es decir, que hay una mayor
participación del tipo de familia nuclear o familia monoparental de diada materna, en
comparación a famiempresas compuestas por familias extensas (tíos, primos, abuelos, etc.,).
Pero también, se evidencia una constante en la vinculación de otros integrantes fuera del seno
familiar, especialmente mujeres. De acuerdo a las entrevistas realizadas en campo, se evidenció
que el 30% de las mujeres que se vinculan a estas famiempresas que no son familiares, son
cabeza de hogar que viven en el barrio, un 20% son mujeres con pareja que no viven en el barrio
y el 10% restante son mujeres con pareja que viven en el barrio.
Por otro lado, las famiempresas al ser un negocio familiar, el jefe o la jefa del hogar, no
pueden pagar un salario como tal ni a sus integrantes ni a la mano de obra adicional, por tal
motivo, el pago de este último se realiza por tareas, es decir, a la persona se le asigna número de
costuras, remonturas, armado de zapato o pegado de zuela y el salario se lo pone cada persona.
El valor por cada tarea oscila entre $2.000 (0,75 USD) a $5.000 (1,75 USD), una persona puede
ganarse semanalmente entre $150.000 (52,50 USD) a $200.000 (70 USD), es decir, que debe
realizar un promedio de 40 a 75 tareas semanales para devengar un sueldo mensual entre
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 101
$600.000 (210 USD) y $800.000 (280 USD). Sin embargo, este sueldo es variable, porque está
sujeto a las tareas que la persona logre entregar a la semana y a la demanda que se requiera de la
mano de obra adicional, no siempre el personal está fijo y hay semanas o meses que no se
requiere, las tareas pueden ser solventadas por los integrantes de la familia.
Además, el sueldo que ganan las personas en estas famiempresas, no cubre prestaciones
sociales (pago de salud, pensión, prima, vacaciones y accidentes laborales). Se convierte en un
trabajo precario para las personas que lo ejercen, incluso para los mismos dueños del negocio,
esto sumado a que ninguna de las famiempresas se encuentra registrada ante la Cámara de
Comercio de Bucaramanga como un negocio que ejerce una actividad productiva, por lo que se
encuentran en la clandestinidad, la razón, es por temor al cobro de algún impuesto, tratan de
evadir este tema.
En lo que concierne al tiempo de duración de los negocios, solo uno tiene 7 años de
funcionamiento y el resto tienen entre 3 a 5 años, por lo que se encuentran en un período de
maduración. Por otra parte, es importante enfatizar, que el 60% de los entrevistados no se han
capacitado en el tema en que trabajan, la razón se debe, a que tienen un conocimiento previo, ya
habían laborado en fábricas de confección o calzado anteriormente y el 40% que se capacitaron
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 102
con antelación lo hicieron a través del SENA 39 o por las ONG SURGIR y Visión Mundial, que
en algún momento dieron temas relacionados a confección y elaboración de calzado, más o
menos estas capacitaciones tuvieron un tiempo de 6 meses a un año.
Por último, estas famiempresas les han permitido a sus propietarios no sólo un ingreso
económico mensual para satisfacer sus necesidades básicas, sino también la oportunidad de ir
construyendo o mejorando sus viviendas. Debido que al ir creciendo y consolidándose como
negocio familiar han podido acceder a créditos a entidades bancarias para el mejoramiento o
ampliación de sus viviendas, respaldando la deuda con sus propios negocios. También han
podido generar vida crediticia, esto les permite tener una referencia financiera para seguir
solicitando créditos, pero con mayores montos y otro factor favorable, es que han podido
conseguir nuevos clientes y vincular nuevas personas como mano de obra extra a la labor
realizada, afianzando vínculos de solidaridad con las y los vecinos vinculantes.
De acuerdo a las entrevistas en campo, se pudo analizar que en María Paz se han presentado
diferentes iniciativas locales (la conformación de la JAC, la conformación del grupo de la tercera
edad y la conformación de famiempresas de calzado y confección) que han promovido un
desarrollo endógenamente generado entre sus actores locales, en ámbitos tales como: el
desarrollo urbano, desarrollo en educación, desarrollo en inclusión social, desarrollo en empleo,
ingresos y economía familiar.
39 El Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), es una institución pública colombiana encargada de brindar
programas de formación a nivel técnico, tecnológico y complementaria.
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 103
Por otro lado, de acuerdo a la definición conceptual de iniciativas locales entendida como
“actos propositivos o acciones específicas llevadas a cabo por el gobierno, uniones empresariales
y grupos comunitarios generalmente en combinación para generar logros económicos y de
empleo en un área específica” (García Batiz y Otros, 1998p.30). En esta terminología encaja las
famiempresas identificadas en el territorio de María Paz, han sido iniciativas desarrolladas por
sus propios habitantes, que han buscado no sólo mejorar sus ingresos económicos, sino también,
los de las personas que se vinculan al negocio, les ha permitido generar inversiones en: activos
fijos (maquinaria), en la demanda de servicios e insumos para la construcción de vivienda
(compra de materiales o créditos para mejoramiento de vivienda) y oportunidades de empleo
(vecinos y vecinas del sector)
Si bien, los ingresos son de subsistencia y el trabajo aún se encuentra desde la informalidad,
no hay un pago prestacional y el negocio familiar no se encuentra registrado ante la entidad
competente como micro empresa, estos emprendimientos familiares han contribuido en el
desarrollo de habilidades y destrezas a sus famiempresarios y personas vinculantes a ellas, han
ido potencializando elementos que contribuyen en su quehacer diario, es así, que varios de los
hombres y mujeres entrevistados manifestaron haber mejorado en el tema de la creatividad,
conocimientos específicos del calzado o confección, organización de cuentas, en comunicación y
relacionamiento con entidades financieras.
Por otro lado, las famiempresas constituyen unas de las dimensiones de la PSH, que son los
circuitos productivos populares, siendo su desarrollo vital para la producción de la economía
popular en el territorio, pero cabe aclarar que la PSH es un proceso amplio y que involucra otros
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 104
Por tal razón, se considera la creación de la JAC, la conformación del grupo de la tercera
edad como parte del desarrollo organizativo del barrio, forma parte de la dimensión colectiva de
la PSH, desde un nivel formal de organización, que implica unos estatutos, junta directiva, unos
roles establecidos y unos compromisos asumidos por sus integrantes. Una vez disuelta la
asociación APRODEMULESAN, la comunidad de María Paz, vio la necesidad de organizarse de
forma formal a través de la figura de Junta de Acción Comunal (JAC) de esta manera podrían
gestionar recursos e interlocutar con actores públicos y/o privados en acciones a favor del barrio.
Posteriormente nacería el grupo “Esperanza y Paz” como un colectivo basado en la inclusión
social que busca beneficiar a un grupo poblacional vulnerable en el barrio como es el de la
tercera edad.
4.5. Los roles, alianzas y/o conflictos de los actores locales involucrados en la PSH de María
Paz.
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 105
Teniendo en cuenta las entrevistas llevadas a cabo por los habitantes del barrio, el 40% de
los participantes manifestaron que el rol desempeñado por los distintos actores locales que han
participado en el PSH a lo largo de los 25 años de creado el barrio María Paz ha sido diverso, es
decir, que cada actor asume un rol de acuerdo a los intereses que lo motivan actuar, unas veces
pueden ser intereses de reconocimiento, económicos, seguridad, vivienda, empleo, salud,
educación, etc., y este puede ser activo, pasivo o indiferente, así como, individual o colectivo.
Sin embargo, otro 40% reconoce la intervención de unos actores respecto a otros, como es la
JAC, la iglesia católica San Juan María Vianney y los pobladores fundadores, son considerados
como actores estratégicos y con un rol activo en el tema de participación, liderazgo y
organización comunitaria, han asumido un papel diligente y democrático a la hora de tomar
decisiones cruciales para el desarrollo del barrio. Si bien, en los últimos dos períodos una parte
de los pobladores mantiene diferencias con los integrantes de la junta electa, especialmente con
el presidente, no se puede desmeritar la gran labor que esta institución ha representado para el
beneficio del barrio en la gestión de la inversión pública ante las entidades estatales.
Por otra parte, el 20% restante de los entrevistados considera que los actores categorizados
como entidades estales y privados como las ONG, han asumido un rol pasivo en el PSH de
María Paz, sienten que son ellos (los fundadores) quienes han asumido con grandes esfuerzos y
costos económicos y sociales la construcción de sus viviendas, la adquisición de los servicios
públicos y la construcción inicial de los equipamientos públicos comunitarios (salón comunal, la
IE Gustavo Cote Uribe y cancha deportiva); la generación de empleo y reconstrucción del tejido
social por la presencia de pandillas y grupos al margen de la ley. Han sido ellos quienes han
generado una alternativa de vivienda y hábitat propio, frente a la ausencia de un Estado
representado en sus instituciones y la falta de iniciativa privada que les permitiera acceder a una
vivienda digna a bajos costos y por el carenciado apoyo externo en aspectos técnicos, social y
financiero por parte de las ONG existentes en el territorio.
Por otro lado, en el barrio se han establecido “alianzas estratégicas”, como ellos lo señalan,
al referirse a los acuerdos tácitos establecidos con algún funcionario de institución pública y/o
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 106
privada para obtención de un beneficio comunitario. Entre las alianzas más sobresalientes han
sido la organización comunitaria para invadir los terrenos para la posesión de las viviendas
medio construidas en el inicio del proyecto, la conformación de la figura de JAC, la obtención
de los servicios públicos, la construcción del salón comunal, la IE Gustavo Cote Uribe, la
obtención de las rutas de transporte público, los acuerdos políticos con candidatos a la alcaldía y
el senado para la obtención de los subsidios de mejoramiento de vivienda, la construcción de las
redes intradomiciliarias y la legalización del barrio.
Por último, en relación a los conflictos comunitarios, sus habitantes argumentan que han
girado alrededor de la toma del poder y la toma de decisiones en el cargo de presidente de la
JAC, situación que ha llevado a divisiones entre los mismos líderes comunitarios del barrio. No
se establecen espacios de interlocución distintos a los establecidos en las asambleas generales
que involucren y den tratamiento, como parte de la agenda pública comunitaria en la resolución
de problemáticas sociales o la hora de emprender un proyecto comunitario del territorio con la
participación de todos los actores locales internos de María Paz. Así lo manifiesta el testimonio
de algunos de las y los líderes comunitarios:
“La desunión, el egoísmo, es lo feo que tiene el barrio, ya no es como antes, que todos
trabajábamos como equipo(..)”
Líder comunitario
“Acá si alguna persona quiere hacer algo, le tira, acá lo que falta es un equipo de trabajo,
que nos sentáramos y planeáramos se conseguirían cosas.”
Lideresa comunitaria .
Teniendo en cuenta, las entrevistas realizadas en campo a los actores locales claves del
territorio, se puedo dar cumplimiento al objetivo general de la investigación que era Identificar
y Analizar las capacidades endógenas territoriales del proceso de producción social del
hábitat del barrio María Paz de la ciudad de Bucaramanga- Colombia, en el período
comprendido entre 1990 y 2014. Donde se pudieron reconocer las siguientes capacidades
endógenas dentro de los tres aspectos fundamentales de la capacidad institucional de territorio,
los actores locales y la interacción sinérgica:
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 107
El desarrollo de espacios de participación: Una vez establecida la JAC del barrio, los
escenarios de participación conocidos como las asambleas generales, se instituyeron en espacios
para opinar y decidir las mejores opciones de alternativas de solución a los problemas
comunitarios que afecta al grupo en general. Es a partir de estos espacios, donde se ha
favorecido el desarrollo de la participación comunitaria, mediante el ejercicio de los derechos
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 108
civiles de sus habitantes dentro de la organización como el derecho a la asociación, a elegir y ser
elegido en cargos de la JAC, los comités de junta o en el grupo de la tercera edad. Igualmente, en
estos espacios se logra la concertación, la negociación y priorización de los proyectos a ejecutar
para el desarrollo urbano del barrio. Los espacios de participación se consideran como una
capacidad endógena dentro de la capacidad institucional del territorio, debido a que implica la
existencia de un lugar legitimado por la comunidad como el punto de encuentro de todos sus
habitantes, en el cual son visibles y escuchados en igual de condiciones, es el espacio del
encuentro, de la reflexión y del diálogo e implica el involucramiento de sus pobladores en la
toma de decisiones que los afecta colectivamente.
La Economía Popular: En este punto se resalta la creación del propio empleo y propio
ingreso por parte de algunos de los habitantes fundadores y no fundadores de María Paz, por
medio de las famiempresas, son ellos que han generado individualmente una alternativa de
negocio para satisfacer sus necesidades individuales y no con el fin de acumulación de capital.
Se considera la economía popular como una capacidad endógena, en la medida que estos
proyectos individuales (familiares) en su origen, contribuyen a la generación de cuatro objetivos
sociales en el territorio de María Paz: el primero está relacionado en promover empleo,
impulsado por los propios famiempresarios hacia la solidaridad con otros habitantes del barrio,
especialmente mujeres cabeza de hogar; el segundo objetivo, busca con la producción que se
genera satisfacer las necesidades locales del sector en materia de calzado y ropa, el tercero, con
el trabajo que realizan se desarrollan habilidades individuales y colectivas tanto para los
miembros de las familias que hacen parte de la famiempresas como para los otros habitantes del
sector que las integra y por último, busca la calidad de vida de sus integrantes, mejorando sus
condiciones iniciales, esto se evidencia en la construcción de sus viviendas, gracias a sus
negocios, los famiempresarios han podido establecer con entidades financieras préstamos de
dinero no sólo para la compra de maquinaria y equipos, sino también, materiales de construcción
para seguir edificando sus viviendas, respaldado con la garantía de sus negocios.
proyecto de acuerdo N° 084 de 2014, por medio del cual, se adopta la política pública de
legalización de barrios en el municipio de Bucaramanga, expedido por el concejo de la ciudad e
implementada por la secretaria de planeación.
Si bien, este marco legal no acompañó el proceso de la PSH de María Paz en sus inicios, si
genera una trazabilidad en el después de su legalización, en lo referente a las acciones que la
comunidad pueda gestionar con el gobierno local desde la exigencia de la norma en materia de
obras de equipamiento público comunitario pendientes, así como acciones de reclamación hacia
la C.D.M.B por la no realización de acciones de mitigación de riesgo por amenaza de remoción
de masa en el sector La Lomita, son trabajos de obligatoriedad por la entidad competente para
prevenir desastres, como derrumbes y proteger los derechos de los afectados por estas
calamidades.
Los actores locales. Teniendo en cuenta la participación de los actores locales que
intervinieron en el proceso de Producción Social del Hábitat del barrio María Paz, se
identificaron las siguientes capacidades como acciones generadas por ellos:
de un área física ocupada por el sujeto como la casa, el barrio, la ciudad, el trabajo, etc.
Asimismo, el sentido de pertenencia es lo que permite que una persona se sienta identificada con
el resto de los integrantes del grupo a quienes considera como pares o con el área física ocupada
por ellos con los que interactúa y comparte actividades en común. A su vez, el sentido de
pertenencia permite establecer redes de solidaridad, estrategias de trabajo en conjunto para el
beneficio del grupo o del área física o urbana donde se asientan.
(guerra de pandillas entre jóvenes) y por último, la participación comunitaria en María Paz, ha
permitido que sus participantes se involucren en la toma de decisiones y tener un mayor control
sobre las mismas (en las asambleas generales) y sobre aquellas acciones que afectan el bienestar
de todos.
Entre las estrategias desarrollas de negociación se encuentra los lotes cedidos por parte de la
C.D.M.B a la asociación APRODEMULESAN para la construcción del sector La Planada a
cambio de unos lotes que la asociación entrega a la corporación ubicados en el sector La Lomita
que serán considerados por la entidad como zona de protección ecológica. Otra negociación,
hace alusión la etapa de la concertación de los pobladores fundadores con la asociación para la
obtención del documento de propiedad de los mismos y proseguir a la ardua tarea de
construcción de sus viviendas.
Redes solidarias: Es toda acción concreta y/o actividad, que tenga como objetivo la
cooperación entre actores por medio de la red comunitaria existente o la contribución para la
construcción de la misma. Las redes solidarias, se consideran una capacidad endógena debido a
que promueve el desarrollo de vínculos entre los actores para la articulación e intercambio de
esfuerzos, experiencias y conocimientos para el logro de fines en común (desarrollo urbano,
tejido social comunitario, empleo, ingreso y economía familiar) además, propende a la cohesión
social, es decir las fuerzas motivantes o impulsantes (la vivienda y hábitat digno, la seguridad, el
empleo, etc.) que hace que los miembros se mantengan dentro de la red. En el caso María Paz,
las redes solidarias se han ido construyendo con el paso de los años, una de ellas es la
establecida entre los socios fundadores en las diferentes etapas de la PSH (promoción,
planeación, construcción y uso de la vivienda) en lo referente al desarrollo urbano del barrio:
servicios públicos, equipamiento comunitario, temas de salud, seguridad y recreación y deporte;
otra red de solidaridad es la generada entre la ONG SURGIR, la iglesia María Vianney, los
pobladores fundadores y la ONG Visión Mundial en la construcción del tejido social
comunitario, buscando fomentar territorios de paz, mediante el programa agentes de paz de la
pastoral social, los programas estilos de vida saludable donde se busca prevenir el uso de
sustancias psicoactivas y asesoría en tareas de educación básica primaria y secundaria, con la
finalidad de aprovechar el tiempo libre de los jóvenes, así evitar la participación en pandillas y
por último se encuentra la desarrollada por los famiempresarios con habitantes del sector
especialmente mujeres madre cabeza de hogar en el tema de calzado y confección, a partir del
proyecto habitacional se ha ido generando algunas iniciativas locales, que ha permitido a sus
beneficiarios obtener un empleo y mejorar su economía familiar.
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 114
5. Reflexiones finales.
Teniendo en cuenta el trabajo en campo se pudo determinar que las hipótesis planteadas en
la investigación se corroboran al verificar en el caso estudiado, que la Producción Social del
Hábitat, es un proceso a largo plazo de desarrollo endógeno, debido, en primer lugar, que la PSH
no ha sido inducida desde afuera del territorio del barrio, ya que la iniciativa y el proceso mismo
han sido gestados y ejecutados por y en la comunidad, es decir, desde adentro.
Por lo tanto, se evidenció que las capacidades endógenas no están dadas de antemano, sino
que emergen por la necesidad que los actores tengan de generar riqueza (humana, económica,
ambiental o social) en el territorio y de solucionar los problemas que más afectan a la comunidad
(vivienda, servicios públicos, seguridad, salud, recreación y deporte, transporte público, aseo y
legalización). Además, las capacidades endógenas desarrolladas, les han permitido a sus
pobladores la gestión de recursos externos (subsidios de mejoramiento de vivienda, subsidios de
mejoramiento de las redes intradomiciliarias y financiación con entidades financieras) y la
activación de sus propios recursos locales territoriales (la consecución del terreno para construir,
la organización de los pobladores fundadores, los ahorros propios, creación de sus propios
negocios y la obtención de aliados dentro del territorio como: la iglesia católica, las ONG Visón
Mundial y Surgir) en pro del mejoramiento de su calidad de vida, que se traduce a procesos de
construcción física (las casas, espacios de equipamiento públicos, establecimiento educativo, las
redes de servicios públicos como el acueducto y el alcantarillado) social (construcción de lazos
de confianza, cooperación y reciprocidad, formación humana en artes y oficios, trabajo con
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 115
Por otro lado, la experiencia estudiada combina los esfuerzos individuales y colectivos (JAC
y grupo de la tercera edad) de los pobladores fundadores. Si bien, la producción y distribución de
la vivienda se hizo individualizada por cada familia de forma de autoconstrucción, el caso
estudiado sigue siendo PSH, las razones subyacen se encuentran por la génesis de su desarrollo,
el proyecto de vivienda de María Paz surge porque sus pobladores no pudieron acceder a una
vivienda digna por medio del sistema de mercado tradicional o por los planes de vivienda estatal,
por la escasez de los ingresos y por la ausencia de una política de vivienda y hábitat en la ciudad
para los sectores populares en la década del 90, lo que conllevó a la búsqueda de otra alternativa
para el acceso del hábitat y la vivienda bajo la figura inicialmente asociativa, los habitantes
fundadores de María Paz pudieron acceder a una vivienda, donde el usuario pudiera pagar a
cuotas módicas el bien inmueble que iba a construir, habitar y acomodar de acuerdo a sus
capacidades económicas, situación que prolongó la materialización de los bienes y servicios que
desearon adquirir.
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 116
Asimismo, los principios, objetivos, estrategias que orientan su trabajo, es un proceso que
trasciende la construcción de techos y paredes, en el caso de estudio se caracterizó por propender
el ejercicio de la democracia participativa, el fortalecimiento de liderazgos y potenciar las
iniciativas locales y, por último, se destaca la definición del término colectivo que yace en el
proceso, en María Paz, la colectividad nace específicamente por la necesidad de vivienda que
tenían los pobladores, conformando la asociación APRODEMULESAN para la compra de
terrenos para la construcción del proyecto de vivienda, posteriormente con la conformación de la
JAC se mantiene la colectividad en la gestión y el acceso de los servicios públicos, en la gestión
y organización de los recursos públicos, privados y/o voluntarios para la solución de problemas
comunitarios y vincular a sus afiliados a la participación en la toma de decisiones en temas de
desarrollo urbano y la búsqueda por la inclusión social, mediante la conformación del grupo de
la tercera edad, el trabajo con niños, niñas y jóvenes.
En lo relacionando a las iniciativas locales, se puede decir que son procesos de desarrollo
promovidos por el actor comunitario. Sin embargo, las famiempresas, presentan limitaciones
para lograr objetivos de desarrollo económico en el barrio, dado que los negocios familiares se
encuentran en la clandestinidad, no son reconocidos por la autoridad competente, además no hay
una participación comprometida por parte de toda la comunidad de María Paz en establecer rutas
de desarrollo con articulación de otros actores locales estatales o privados que generen logros
El desarrollo endógeno base para la Producción Social del Hábitat (PSH) | 117
Por último, se puede decir que en Colombia la urbanización popular está atravesada por el
fenómeno del desplazamiento forzado que ha ido transfigurado la dinámica de crecimiento de las
ciudades colombianas y ha carecido de rutas orientadoras adecuadas, de claros procesos de
planeación y de la construcción de políticas públicas acordes con las dimensiones que han
tomado los procesos urbanos y los diferentes aspectos que la integran. El caso María Paz, no es
la excepción, se pudo demostrar en la investigación que la génesis del barrio como proyecto de
vivienda para familias vulnerables de estrato 1 y 2 , muchas de ellas desplazadas de sus lugares
de origen, es el resultado del déficit de vivienda y hábitat de los sectores populares de la década
del 90 en la ciudad de B/manga, por la ausencia de políticas de vivienda popular a nivel nacional
y local que respondieran de forma adecuada a las demandas de vivienda y hábitat de estos
sectores poblacionales. Por tal razón, la vivienda se convierte en una de las primeras búsquedas,
para la cual existen pocas e inadecuadas respuestas y la PSH se constituye para sus habitantes en
el conjunto de estrategias que asume la comunidad para construir el territorio y garantizar el
derecho a una vivienda digna y espacio urbano que permitiera el disfrute de la recreación, la
salud, la educación y demás servicios que se derivan del proceso.
Referencias Bibliográficas