Lecciones Biblicas de Santidad

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SEMINARIO TEOLÓGICO NAZARENO SUDAMERICANO

“FUNDAMENTOS BIBLICOS DE LA DOCTRINA DE LA SANTIDAD”

POR
EVELYN TRUJILLO

LECCIONES BIBLICAS
En cumplimiento parcial de los requisitos para aprobar el curso de SEMINARIO EN
TEOLOGIA DE LA SANTIDAD

Profesor: Pbto. Elda Castro

Marzo 2024

Quito – Ecuador
Tema: Blancas como la nieve

Público: Mujeres

Versículo: Queridos hermanos en Cristo, Dios nos hizo esa promesa. Por eso, para que
Dios nos acepte, no debemos hacer el mal, sino mantenernos libres de pecado. Honremos
a Dios, y tratemos de ser santos como él. (2 Corintios 7:1)

A memorizar: Cuando éramos niños, nuestros padres nos corregían porque pensaban que
eso era lo mejor para nosotros. Pero Dios nos corrige para nuestro verdadero bien, para
hacernos santos como él. (Hebreos 12:10)

Introducción

En alguna parte oí la siguiente charla entre un cristiano y uno de esos jóvenes indecisos
y preguntones que abundan por estos rumbos.

--Dígame, pastor, --preguntó el joven-- ¿es malo el cigarrillo?

--¿Es usted creyente?

--Yo sí; pero todavía fumo cigarrillo.

--Oiga esta historia –respondió el pastor--: En la Segunda Guerra Mundial, un aviador


salió de su base a fin de atacar en determinado sitio. Ya lejos de la tierra, notó que una
rata roía las cuerdas del paracaídas. El aviador en vez de volver a tierra, conocedor como
era de la poca resistencia de las ratas a las alturas, elevó su aparato, hasta que la rata murió
a consecuencia de la elevación. Así para con nosotros, amigo mío. Si las ratas del vacío
están cortando los hilos de nuestra comunión con Dios, esto implica que volamos bajo,
muy bajo, tan bajo que el ambiente es propicio para las actividades del vacío. Pero si
volamos a considerable altura, como cosa muy natural, las ratas de los vicios dejarán de
perjudicarnos porque estallarán a causa de la altura.

Así como muestra este ejemplo es como debemos preguntarnos a diario, ¿a qué nivel
viajamos a diario? Tan bajo como todos lo hacen o tan alto como pocos lo logran. La
santidad es algo que podemos llegar a realizar siempre y cuando logremos alcanza la
altura más alta posible.
I. Que significa santidad

De acuerdo con la revelación bíblica, la santidad es:

1.- Una cualidad fundamental de Dios y de su Espíritu

2.- Una virtud indispensable de todo verdadero creyente

3.- Un atributo de ciertos lugares, objetos, días, fechas, acciones, etc

La palabra santidad viene del término en hebreo Kadosh que significa puro, física, ritual
y, especialmente, moral y espiritualmente. También se le traduce como separado, puesto
aparte, consagrado.

II. La Santidad en el Antiguo Testamento

En el Antiguo Testamento a través de los escritos se puede concluir que la Santidad era
El lugar en el que se encuentra Jehová y por ende todo lo que estaba a su alrededor era
santo. La santidad está íntimamente relacionada con su presencia. Después de esto, en el
AT se llamó santas a muchas cosas y personas: la tierra, Jerusalén, el lugar donde estaba
el templo, el templo mismo, sus recintos, las vasijas usadas en su servicio, las personas
que ministraban en el templo y los sacrificios dedicados a Jehová.

Tal santidad proviene solo de la asociación con la presencia de Jehová y es una santidad
impartida. Donde está él, su presencia santifica o juzga. Sin su presencia, todo es profano.
Se imparte su santidad donde su presencia es bienvenida. Y donde se rechaza su presencia,
su santidad inexorablemente trae juicio. En Levítico se usan ciertas frases de afirmación
de la ley como sinónimos e intercambiables, y expresan esta identificación entre Jehová
y santificación: “Yo Jehová vuestro Dios”, “Yo Jehová”, “Sed santos, porque yo Jehová
soy vuestro Dios”, “Santo soy yo Jehová que os santifico”

III. La Santidad en el Nuevo Testamento

En el NT se da un cambio significativo en el uso del término “santo”. Mientras que en el


AT se subraya la santidad de Jehová, el NT habla relativamente poco de ella. Se asume.
Aquí, el énfasis se hace en Jesús como el “Santo de Dios” (Mr. 1:24; Lc. 4:34; Hch. 3:14;
comp. con Jn. 6:69) y en la santidad del Espíritu (el adjetivo siempre presente, “santo”).

El NT, de Hechos en adelante, usa consistentemente el adjetivo plural ágioi para los
creyentes que formaron la Iglesia Primitiva. Así que, el término que inicialmente estaba
reservado únicamente para Jehová en el AT ahora tiene un significado inequívoco y
estable que se puede aplicar a los cristianos. Como tal, habla de la voluntad de Dios para
cada creyente (1 Ts. 4:3–7), de la provisión de Dios para cada creyente (Col. 1:22), y del
requerimiento de Dios para cada creyente (Ap. 22:11). El Dios que es amor santo nos ha
provisto la posibilidad de ser semejantes a él—quien es santo en sí mismo—mediante la
expiación del Santo de Dios, Jesús, y por medio del ministerio santificador del Espíritu
Santo.

IV. El camino de Santidad

Cuando Cristo vino a la tierra fue para enseñarnos que hay un solo camino hacia el Padre,
en medio de ese camino está la aceptación de nuestro Salvador a Jesús y una
transformación de vida en cuanto la naturaleza humana, la llenura del Espíritu Santo
saciara toda necesidad y se generara un cambio autentico en el creyente, cuando nos dijo
que seamos santos como él, se está refiriendo a la condición de nuestro corazón, el Señor
vino por nosotros para que aprendamos a vivir una vida moral y espiritual adecuada
conforme su palabra, alcanzar la santidad no es un maratón para ver perdedores más si es
una carrera constante para ver ganadores perseverantes en obediencia y amor a Dios, el
cristiano puede alcanzar santidad basta con entregarlo todo por completo a Cristo quien
es nuestro tallador perfecto.

Conclusión

Los resultados de una reflexión acerca de la santidad serán visibles en una vida llena del
Espíritu Santo quien mostrara frutos espirituales a las personas y estas se sorprenderán de
lo que verán, ya que la obra y acción del Espíritu Santo sobre el ser humano es perfecta y
única. Hay que buscar continuamente a Dios en todo tiempo solo así se generara una
estrecha relación personal que llevaran a la santidad a la persona que lo anhela.
Tema: Un ejemplo de vida santa

Público: Mujeres

Versículo: 1 Tesalonicenses 1:3-10, 4:1-12; 5:23-24

A memorizar: y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser,
espíritu, alma y cuerpo sea guardado irreprensible para la venida de nuestro señor
Jesucristo(1 Tesalonicenses 5:23).

Introducción

El apóstol escribió esta carta a los hermanos de Tesalónica porque Silas y Timoteo dieron
un informe positivo acerca de lo que el Señor estaba haciendo en ese lugar.

I. LOS CREYENTES DE TESALÓNICA (1 TESALONICENSES 1:3-10)

Aunque no lo crean, los misioneros también se desaniman. No son seres superiores, sino
no tan humanos como cualquier otro, y experimentan las mismas emociones que los
demás. Pablo no fue una excepción a la regla en este segundo viaje misionero se sintió
muy desanimado, en especial por la incredulidad de los atenienses.

II. FUERON LLAMADOS A UNA VIDA SANTA (1 TESALONICENSES 4:1-12)

A. Una vida pura en un mundo impuro

Dios llamó a los cristianos de Tesalonica a que vivieran moral y espiritualmente puros en
medio de un mundo impuro. La versión popular de la Biblia, Dios habla hoy, traduce el
versículo 3: “Lo que Dios quieres es que ustedes vivan consagrados a él, que nadie cometa
inmoralidades sexuales”.

Por lo general, el mundo desea que vivamos sin Dios, que seamos egoístas y que vivamos
de acuerdo a nuestras normas, y no de acuerdo a la santidad del Señor.

De acuerdo a lo que dice 1 Tesalonicense 3:3-8, son nuestras prioridades: que seamos
santos, porque es voluntad de Dios; que nos apartemos de toda maldad; que mantengamos
en santidad y honor a nuestro esposo(a) y familia, que tengamos buenas relaciones con
nuestro prójimo.
B. La santidad no es opcional

La vida de santidad es mucho más que pureza sexual, porque afecta cada área de nuestra
vida. Dios nos llama a una pureza completa que abarca todo nuestro ser. Quien toma este
mandato a la ligera no descuida un reglamento de hombres sino el mandado de Dios,
quien también nos dio su Espíritu Santo (vv. 7-8)

III. SE LOS INSTRUYO PARA QUE FUERAN ENTERAMENTE


SANTIFICADOS

A. Qué sucede cuando una persona es santificada

La santificación tiene varias facetas. Podemos decir que comprende dos experiencias y
un proceso: la santificación inicial, la santificación gradual y la entera santificación.

1. Santificación inicial se produce cuando una persona experimenta el nuevo


nacimiento. Cuando recibimos a Cristo como Señor y Salvador somos justificados
y perdonados, no por nuestras obras, sino por la fe en los méritos de Cristo en la
cruz del Calvario. Es lo que Cristo hace por nosotros.
2. Santificación gradual. – limpieza y crecimiento en la gracias, mientras más
morimos al pecado, más vivos estamos para Dios. El proceso de la santificación
inicia en la justificación y va en aumento gradual hasta la entera santificación.
3. Entera santificación en ella Dios, por medio del Espíritu Santo, purifica por
completo nuestra vida de la naturaleza pecaminosa, y nos capacita para vivir una
vida santa, dedicada y consagrada solo a la voluntad de Dios, es lo que Cristo hace
por nosotros por medio del Espíritu Santo.

IV. ¿CUÁNDO EL CRISTIANO ES ENTERAMENTE SANTIFICADO?

1. Cuando desea consagrarse a Dios para vivir de acuerdo a su voluntad.


2. Dios nos ayudara para que cada día vivamos de acuerdo a su voluntad. Por medio
de su Espíritu Santo, nos “guardará sin reproche para la venida de nuestro Señor
Jesucristo”. Dios no nos pide algo imposible. Él sabe que si somos obedientes a
su voluntad nos capacitará para que vivamos en santidad.
Conclusión

Debido a la naturaleza humana, nadie es capaz de vivir en santidad por esfuerzo propio
Todo cristiano está llamado a vivir en santidad. La santificación de cada creyente es
voluntad de Dios. La santificación se produce en un instante y durante toda la vida. La
entera santificación es alcanzable para todo cristiano, y así como se la puede perder
también se la puede recuperar.

Tema: Consecuencias del primer pecado

Público: Mujeres

Versículo: Génesis 3:1-13; 16-19; 1 Juan 2:15-17; Romanos 8:7; 1 Pedro 1:13-16

A memorizar: Así como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda
vuestra de manera de vivir, porque escrito está: “Sed santos, porque yo soy santo” (1
Pedro 1:15-16)

Introducción

¿Sabes por qué la gente usa drogas? Me preguntó mi hijo.

No le respondí.

Porque les gusta- concluyó él.

Sabemos que las drogas destruyen no solo el cuerpo del que las ingiere, sino también su
espíritu. Además, si la gente no las consumiera no estaríamos sufriendo las consecuencias
sociales que ella ocasiona.

La conversación con mi hijo dirigió mis pensamientos hacia un nuevo rumbo: “¿Por qué
las personas pecan? Porque les gusta”

Es lamentable pero así fue desde el principio. Los pasajes bíblicos de estudio nos
ayudaran a conocer las causas del problema y la manera de evitarlo.

I. DESOBEDIENCIA Y REBELIÓN CONTRA DIOS (GÉNESIS 3:1-6)


A. La astucia de la serpiente (3:1)
De acuerdo con Apocalipsis 12:9, esa serpiente se llama diablo o satanás. Y el sabia
muy bien que la única forma de destruir al ser humano era corrompiéndolo espiritual
y moralmente. Con razón Jesucristo dijo: “No temais a los que matan el cuerpo, mas
el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el
cuerpo en el infierno” (Mateo 10:28). Satanás sabía que si lograba poner a Adán y
Eva en contra de Dios tenía las puertas abiertas para separar al hombre de su Creador.

B. ¿Conque Dios os ha dicho?

La serpiente inicio la conversación con una actitud de aparente sorpresa: ¿ Conque Dios
os ha dicho? En ese dialogo notamos que:

- Para Satanás, la orden divian era absurda. Distorsiono la palabra del Señor: “¿
Conque Dios os ha dicho: No comais de todo árbol del huerto? De esa manera
sembró en Eva la semilla de la duda. Además le hizo creer que no era necesario
obedecer a Dios.

En resumen, Satanás distorsiona la verdad, siembra duda e incredulidad y nos incita a


desobedecer a Dios.

II. CONSECUENCIAS DE LA DESOBEDIENCIA (GENESIS 3:7-13)


A. Fueron sorprendidos por la vergüenza

Fueron abiertos los ojos de ambos. Aquí vemos la hora de Satanás como padre de todo
engaño y mentira. les dijo Adán y Eva que cuando comieron fruto sus ojos serían abiertos,
y así fue, pero no como ellos lo entendieron, sino que sus ojos fueron abiertos sólo para
ver su vergüenza y dolor

B. Sobrevino sobre ellos un gran temor (3:8)

¿Cuál fue la causa de ese temor?

Oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba por el huerto al aire del día, su voz era para
juicio y condenación. Se escondieron de la presencia de Jehová. Fueron acusados por sus
propias conciencias. Su delantales de hojas de guerra en lugar de esconder su
desobediencia mostraron su culpa y pecado
III. LA SOLUCIÓN DIVINA AL PECADO

La Biblia nos enseña que Jehová es Dios de amor y misericordia y desea que el ser
humano que su creación suya viva en constante comunión con él pero para que eso sea
una realidad, el hombre debe acercarse a Dios, confesar sus pecados y pedir perdón.

A. La salvación de Dios

La salvación de Dios la Biblia nos dice que Jesucristo vino para salvar y buscar a los
perdidos, para sanar a los que están enfermos, para librarnos del pecado de la maldad.
¿Por qué?

1. Por la naturaleza destructiva del pecado es como el dolor que causa la mordedura
de la serpiente; y su poder y corrupción, como el veneno que entra en la sangre y
logra matar al ser humano.
2. Porque Dios nos ama y no desea que vayamos a la muerte eterna. Primero,
debemos comprender que Dios envía a su hijo Jesucristo del mundo para pagar la
culpa por nuestros pecados (Romanos 6: 23). Segundo, debemos creer que Cristo
es nuestro señor y confesar nuestros pecados para recibir su perdón (Romanos 10:
19) lo único que nos corresponde hacer es ir a Cristo confesar nuestros pecados,
y así Dios nos perdonará por nuestro acto de fe y obediencia a él.
B. La Santificación por el Espíritu Santo (1 Pedro 1:13-16)

El mensaje del evangelio nos enseña que Jesucristo no vino sola salvarnos del pecado y
darnos vida eterna, si no también hacernos santos; es decir, a que por su muerte en la cruz
del calvario y el bautismo con el espíritu Santo recobráramos la imagen y semejanza de
Dios que perdimos en el Huerto del Edén. El apóstol Pedro no escribió su carta de los
inversos, sino los creyentes. Es un mensaje de exhortación para que vivamos de constante
comunión con Dios.

Conclusión

Lamentablemente, el ser humano desobedeció y se reveló contra Dios. A esa rebeldía y


desobediencia Dios las llamó pecado. Y debido a ello, el hombre perdió la imagen y
semejanza divina, y desde entonces caminó de espaldas a Dios. Gracias a su amor y
misericordia, Dios envió a su hijo Jesucristo: para darnos la salvación y el perdón de
nuestros pecados por medio de la fe en él. Para santificarnos por medio del bautismo con
el espíritu Santo.

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