Núcleos Temáticos de La Unidad Ii de Filosofía

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NÚCLEOS TEMÁTICOS DE LA UNIDAD II DE FILOSOFÍA:

NÚCLEOS TEMÁTICOS:

1- Argumentación y lenguaje:

Los filósofos utilizan el lenguaje para expresar conceptos abstractos y complejos, como la
existencia, la verdad, la ética, la justicia, entre otros. El lenguaje permite la articulación de
ideas filosóficas y la comunicación de pensamientos profundos.

La filosofía del lenguaje, se ocupa del estudio de la naturaleza del lenguaje, el significado de las
palabras y las estructuras lingüísticas. Los filósofos analizan cómo el lenguaje se utiliza para
representar la realidad y cómo afecta nuestra comprensión del mundo.

El lenguaje se utiliza en la filosofía para clarificar conceptos ambiguos o confusos. Los filósofos
se dedican a definir términos y a analizar su uso en diferentes contextos para evitar
malentendidos y llegar a una comprensión más precisa de los conceptos en cuestión.

Los argumentos filosóficos se construyen mediante el uso del lenguaje. Los filósofos presentan
premisas y conclusiones, utilizando el lenguaje de manera lógica y coherente para respaldar
sus puntos de vista y persuadir a otros sobre la validez de sus argumentos.

El estudio de textos filosóficos implica la interpretación del lenguaje utilizado por los filósofos.
Los estudiantes y los académicos analizan el significado de las palabras y las frases en
contextos históricos y conceptuales para comprender las ideas y los argumentos presentados
por los filósofos.

Algunos filósofos se dedican a reflexionar sobre la naturaleza del lenguaje mismo. Esto incluye
la investigación sobre la relación entre el lenguaje y el pensamiento, la estructura de las
proposiciones lingüísticas y los límites del significado lingüístico.

a) Cómo dar razones, convencer, persuadir, refutar

Un argumento es un razonamiento que se emplea para demostrar o probar aquello que se dice
o afirma, o para convencer de algo que aseveramos o negamos.

El argumento busca persuadir sobre la veracidad de lo que decimos. Para que sea convincente,
debe ser coherente, sólido y sin contradicciones que puedan afectar su credibilidad. Además,
debe ser capaz de superar réplicas y refutaciones. De allí que se diga que un buen argumento
debe estar siempre blindado, es decir, sin puntos débiles.

Los argumentos sirven para probar puntos de vista en textos, debates, investigaciones,
intercambios de ideas o para crear hipótesis que expliquen fenómenos o eventos. También en
la vida cotidiana, cada vez que defendemos nuestra opinión y nuestras decisiones, utilizamos
diferentes tipos de argumentos.

Así, cuando argumentamos intentamos producir convencimiento en quien nos escucha, o sea,
que acepte la afirmación sobre la que se argumenta. Fundamentalmente, argumentamos para
solucionar nuestras disputas por medios racionales. Es cierto que, en el transcurso de una
discusión, los participantes tratan de imponer su posición. Sin embargo, tal imposición no
puede darse a cualquier costo y, sobre todo, no debe imponerse por la fuerza. Se imponen
solo aquellas afirmaciones que resulten aceptables luego de haber sido sometidas a una
discusión.
Además, esta discusión debe realizarse mediante procedimientos que garanticen que la
aceptación sea fruto del apoyo brindado por otras afirmaciones ya aceptadas.

Argumentar o dar razones:

 Desde una perspectiva filosófica, dar razones implica ofrecer fundamentos lógicos, éticos o
epistemológicos para sostener una afirmación o posición.
 Esto puede implicar apelar a principios éticos universales, como el imperativo categórico
de Kant, o a principios lógicos fundamentales, como el principio de no contradicción.

Convencer:

 Convencer en filosofía implica persuadir a alguien para que adopte una visión particular
del mundo, una teoría ética o una postura metafísica.
 Esto puede lograrse mediante argumentos racionales que apelen a la coherencia lógica.

Persuadir:

 Desde una perspectiva filosófica, persuadir implica no solo convencer a alguien de la


verdad de una afirmación, sino también motivarlos a actuar de acuerdo con esa verdad.
 La persuasión filosófica puede apelar a la razón y la emoción por igual, reconociendo que
las creencias y acciones humanas están influenciadas tanto por la lógica como por los
sentimientos.
 Entendemos como persuasión, un proceso de comunicación en el que una persona trata
de convencer a otra, o cambiar su comportamiento, sobre algo.
 Muchos dicen que existe “el arte de la persuasión”, sobre todo en el mundo de la
publicidad, donde las marcas necesitan convencer a los clientes para que adquieran sus
productos.
 A nivel social, la persuasión es considerada como algo negativo, pero al final, si lo
pensamos, es simplemente una herramienta más de comunicación.

Para Aristóteles, la persuasión va más allá de las palabras y de esto habla en su libro sobre
Retórica: a) Tres tipos de persuasión: Ethos, Pathos y Logos:

Retórica: La retórica es el arte de la argumentación, por medio de esta se puede esgrimir un


argumento simple de manera vistosa y hacerlo parecer algo del otro mundo. La retórica logra a
través de los argumentos llegar al otro y trasmitirle nuestra idea de tal forma que se apropie
de ella. Para esto, el retórico apela tanto a la razón como a la emoción de su interlocutor.

Según Aristóteles, para que un argumento sea válido para convencer a alguien, podemos
poner en práctica tres tipos de persuasión que están relacionados con la credibilidad, la
emoción y la razón, o lo que es lo mismo: Ethos, Pathos y Logos.

Ethos: la credibilidad: El Ethos es la capacidad que tiene la persona que da un argumento para
ser creíble. Es decir, la persona tiene que tener cierta autoridad, o haberse ganado la confianza
de la audiencia, para que esta quede convencida de su discurso.

Pongamos un ejemplo. Imagínate que es alguien con mala reputación, o que no te cae bien, el
que te trata de convencer de algo. Ya de primeras, te sientes más reacio a confiar en la
persona y, por lo tanto, en lo que dice. Por otro lado, el tono y la forma de decir el discurso
que tenga el emisor, van a ser claves para cautivar al receptor.
El Ethos, o la credibilidad, recae entonces en el emisor, y tienen que ver con su reputación o en
la confianza con la que diga su discurso.

Pathos: la emoción

El Pathos trata sobre el poder de la emoción y la psicología. Es decir, la capacidad que tiene un
discurso o una persona para emocionar al receptor, tocándole esa fibra sensible.

Por ejemplo, cuando alguien te cuenta una experiencia basada en hechos reales y que te
conmueve. Imagina que la historia te pone el vello de punta, o te hace llorar. La emoción, la
pasión, mueve montañas, y es uno de los recursos más potentes que puede utilizar el emisor
para persuadir a su audiencia.

Entonces, el tercero de los tipos de persuasión, el Pathos, es aquello que llega directo al
corazón, y ojo, que no todo el mundo es capaz de dominar.

Logos: la razón

Por último, el Logos corresponde a la razón.

Para que un discurso sea sostenible, tiene que ser realista y apoyarse en evidencias sólidas. Es
decir, lo que dice el receptor debe sonar lógico. Normalmente, para que esto sea así, el
receptor refuerza el discurso con datos, estudios o estadísticas. Podemos decir que, el Logos,
refuerza esa credibilidad que le aporta el Ethos al emisor.

Refutar:

 Refutar en filosofía implica criticar y desafiar argumentos, teorías o posiciones contrarias.


 Esto puede implicar identificar falacias lógicas, inconsistencias internas o suposiciones no
demostradas en el razonamiento del contrario.
 Contradecir, objetar o negar algo por medio de una exposición razonada de argumentos
que pretenden establecer la invalidez de aquello que se rechaza.

DESARROLLO:

Un texto argumentativo es aquel que tiene como objetivo persuadir al lector sobre una
idea o postura específica, presentando argumentos que respalden esa posición. Estos
textos suelen seguir una estructura lógica y coherente, utilizando diferentes tipos de
argumentación para sostener su punto de vista. Los textos argumentativos tienen el
objetivo de presentar ideas y datos que comprueben el valor de una opinión sobre un
tema.

 Tesis o afirmación principal: Es la idea central que se defiende a lo largo del texto. Esta
afirmación suele ser clara y precisa, y es la base sobre la cual se construyen los
argumentos.
 Argumentos: Son las razones o justificaciones que se presentan para respaldar la tesis.
Estos argumentos pueden ser de diferentes tipos, como datos estadísticos, ejemplos
concretos, evidencia científica, testimonios, razonamientos lógicos, etc.
 Estructura organizada: Los textos argumentativos suelen seguir una estructura organizada
que incluye introducción, desarrollo y conclusión. La introducción presenta la tesis y
contextualiza el tema, el desarrollo expone los argumentos y evidencias que respaldan la
tesis, y la conclusión resume los puntos clave y refuerza la idea principal.
 Coherencia y cohesión: Los argumentos deben estar conectados de manera lógica y
coherente, y el texto debe mantener una cohesión interna que facilite la comprensión del
lector.
 Refutación de contraargumentos: En muchos casos, los textos argumentativos incluyen la
refutación de posibles contraargumentos, es decir, se anticipan y se responden a
objeciones que puedan surgir en contra de la tesis defendida.

En cuanto a los tipos de argumentación, existen varios enfoques que se pueden utilizar para
construir los argumentos dentro de un texto argumentativo. Algunos de los tipos de
argumentación más comunes incluyen:

 Argumentación deductiva: En este tipo de argumentación, se parte de premisas generales


o universales para llegar a una conclusión específica. Se basa en el principio de la validez
lógica, donde si las premisas son verdaderas, la conclusión necesariamente también lo
será. Un ejemplo clásico de argumentación deductiva es el silogismo: "Todos los hombres
son mortales, Sócrates es hombre, por lo tanto, Sócrates es mortal." Otro ejemplo, en la
ontología, se pueden presentar argumentos deductivos para demostrar la existencia de
entidades abstractas basadas en premisas sobre la naturaleza de la realidad.
 Argumentación inductiva: A diferencia de la argumentación deductiva, en la
argumentación inductiva se parte de observaciones específicas para llegar a una
conclusión general. Se basa en la probabilidad, ya que aunque las premisas sean
verdaderas, la conclusión puede no ser necesariamente cierta. Un ejemplo de
argumentación inductiva sería: "Todos los días que he visto hasta ahora han salido el sol,
por lo tanto, es probable que el sol salga mañana también." Otro ejemplo, en la ética, se
pueden utilizar ejemplos específicos de acciones morales para derivar principios éticos más
amplios. Por ejemplo, en la filosofía política, se pueden utilizar analogías históricas para
ilustrar principios de gobierno o justicia.
 Argumentación analógica: En este tipo de argumentación se establece una analogía entre
dos situaciones o casos para inferir que, si algo es cierto en uno de ellos, también lo será
en el otro. Por ejemplo, si una planta se marchita cuando no se le da suficiente agua, se
puede argumentar analógicamente que una persona también puede deteriorarse si no
recibe suficiente nutrición.
 Argumentación por autoridad: En este caso, se respalda la tesis o la posición
argumentativa haciendo referencia a la opinión de expertos, autoridades o fuentes
confiables en el tema en cuestión. Por ejemplo, se puede argumentar que el cambio
climático es real porque la mayoría de los científicos expertos en el tema están de acuerdo
en ello. Por ejemplo, al discutir una teoría ética, un filósofo puede respaldar su posición
citando a pensadores relevantes en el campo.
 Argumentación por evidencia empírica: En este tipo de argumentación, se utilizan datos
concretos, estadísticas, ejemplos o evidencia observacional para respaldar la tesis. Por
ejemplo, se puede argumentar a favor de la existencia del cambio climático presentando
datos sobre el aumento de la temperatura global o la disminución de los casquetes
polares. Por ejemplo, al discutir la existencia de Dios, un filósofo puede presentar
evidencia de experiencias religiosas o fenómenos naturales.

 Tesis clara: Los filósofos presentan una tesis o afirmación principal que desean argumentar
a lo largo del texto. Esta tesis puede ser una postura sobre un problema ético, una teoría
metafísica, una interpretación de un texto clásico, entre otros temas
 Argumentación: Los textos filosóficos argumentativos están llenos de argumentos que
respaldan la tesis presentada. Estos argumentos pueden basarse en la lógica, la evidencia
empírica, el análisis conceptual o la reflexión filosófica profunda.
 Estructura organizada: Al igual que en otros tipos de textos argumentativos, los textos
filosóficos suelen seguir una estructura organizada que incluye una introducción donde se
presenta la tesis, un desarrollo donde se exponen los argumentos y evidencias, y una
conclusión donde se resume y refuerza la idea principal.
 Coherencia y cohesión: Los argumentos presentados en los textos filosóficos deben estar
conectados de manera lógica y coherente. Además, el texto en su conjunto debe mantener
una cohesión interna para facilitar la comprensión del lector.
 Refutación de contraargumentos: En la filosofía, es común que los filósofos anticipen
posibles contraargumentos y los refuten de manera convincente. Esto muestra la
capacidad del filósofo para considerar diferentes perspectivas y defender su posición de
manera sólida.
 Uso del lenguaje persuasivo: Aunque la filosofía valora la precisión y la claridad del
lenguaje, los filósofos también utilizan técnicas persuasivas para convencer al lector de la
validez de su posición. Esto puede incluir el uso de ejemplos, metáforas, analogías y
recursos retóricos.

2- EL ANÁLISIS FORMAL DE LOS ARGUMENTOS


a) Verdad y validez

VERDAD VALIDEZ
La verdad es la total exactitud de lo que fue, La validez se define como la consistencia
es, o será, a prueba de errores, más allá de interna de un argumento. Es decir, ¿la
toda duda, disputa o debate, una prueba conclusión alcanzada es consistente y
final del bien o del mal de las ideas y razonable con la información utilizada para
creencias de las personas. llegar a esa conclusión?
En cualquier tema, puede haber una y sólo En cualquier tema, puede haber muchas
una Verdad. Por ejemplo, hay o no hay un posiciones válidas. Por ejemplo, ambas
Dios. Dado que estos dos son mutuamente posiciones de que hay un Dios, y no hay un
excluyentes y opuestos, sólo una de estas Dios, pueden ser reales y argumentadas
dos posiciones puede ser Verdadera. como válidas o razonables.
El umbral para la Verdad se mide como El umbral de validez se mide utilizando
certeza absoluta. todo el Continuum de Certeza.
La verdad está ligada a la autoestima. Así, La validez está ligada a la información
resolver argumentos relacionados con la disponible. El objetivo al argumentar
verdad requiere un ambiente de ganar o validez es averiguar qué posición en un
perder. Si existe una sola verdad, hay dos argumento es la más válida en el
problemas comunicativos: (1) no sabemos momento en que se alcanza la resolución.
quién la conoce; y (2) no sabemos si se La posición más válida podría cambiar a
puede comunicar con precisión a los demás. medida que se disponga de nueva
información.
Argumentar por la posición más válida
Discutir sobre la Verdad promueve el promueve la mentalidad abierta. La
dogmatismo. El dogmatismo desalienta la mentalidad abierta fomenta la
argumentación constructiva. argumentación constructiva.
Cómo reconocer posiciones válidas y
Adquirir la Verdad no es el objetivo de un averiguar cuál es la posición más válida es
curso de argumentación y pensamiento el objetivo de un curso en argumentación
crítico. y pensamiento crítico.

b) Criterios formales para la evaluación de argumentos deductivos


 Modus Ponens: Si A implica B y A es verdadero, entonces B es verdadero.
 Modus Tollens: Si A implica B y B es falso, entonces A es falso.
 Silogismo Hipotético: Si A implica B y B implica C, entonces A implica C.
 Silogismo Disyuntivo: Si A o B es verdadero, y A es falso, entonces B es verdadero.
 Identificación de formas lógicas válidas: Se trata de reconocer las estructuras lógicas que
garantizan la validez del argumento si se sigue correctamente. Por ejemplo:
 Si A implica B y B implica C, entonces A implica C.
 Consistencia de las premisas: Es esencial que las premisas de un argumento deductivo
sean consistentes entre sí. Es decir, no deben llevar a una contradicción cuando se aceptan
simultáneamente.
 Aplicación correcta de los principios lógicos: La correcta aplicación de principios lógicos
como la ley del tercio excluido y la ley de la identidad es crucial. Estos principios son
fundamentales para la evaluación de la validez de un argumento deductivo.

c) Límites del lenguaje formal bivalente


 Los límites del lenguaje formal bivalente son aspectos que destacan las limitaciones
inherentes de los sistemas de lógica formal que se basan en una lógica de dos valores:
verdadero o falso. Estos límites son importantes de considerar en el ámbito de la filosofía,
ya que plantean cuestiones sobre la capacidad de los sistemas formales para capturar la
complejidad del razonamiento humano y la realidad. Aquí hay algunos de los límites del
lenguaje formal bivalente:
 Problema del condicional: En la lógica bivalente, el condicional se interpreta como una
proposición compuesta que afirma que si la premisa antecedente es verdadera, entonces
la premisa consecuente también lo es. Sin embargo, esta interpretación puede resultar
problemática en algunos casos, como en los condicionales contrafactuales (si hubiera
ocurrido algo diferente, ¿qué habría pasado?), lo que plantea desafíos para la
representación precisa del razonamiento humano.
 Problema de los futuros contingentes: Los sistemas de lógica bivalente a menudo tienen
dificultades para tratar con proposiciones sobre eventos futuros contingentes, es decir,
eventos que pueden o no ocurrir en el futuro. Esto se debe a que en la lógica bivalente, las
proposiciones deben ser verdaderas o falsas en un momento dado, lo que puede no
reflejar adecuadamente la incertidumbre inherente a los eventos futuros contingentes.
 Los límites del lenguaje formal bivalente han llevado al desarrollo de otras formas de
lógica, como la lógica modal, la lógica temporal y la lógica paraconsistentes, que buscan
abordar algunas de las deficiencias de la lógica bivalente. Estas lógicas amplían el sistema
de dos valores para capturar una gama más amplia de fenómenos lógicos y filosóficos.
 Paradojas: Algunas paradojas, como la paradoja del mentiroso (esta afirmación es falsa),
plantean desafíos para los sistemas de lógica bivalente, ya que pueden llevar a
contradicciones lógicas o a problemas de auto-referencia. Esto destaca las limitaciones de
los sistemas formales para resolver ciertos tipos de problemas filosóficos y lógicos.

 La inducción es un proceso de razonamiento en el que se infiere una generalización sobre


una población o conjunto de casos a partir de una muestra o conjunto limitado de
observaciones. Por ejemplo, observar que todos los cuervos observados son negros y
concluir que todos los cuervos son negros.
 La relevancia de la inducción radica en su capacidad para generalizar a partir de la
experiencia, lo que permite la extrapolación de conocimientos más allá de las
observaciones directas.
 En filosofía, la inducción se utiliza para formular leyes y teorías científicas, así como para
argumentar en contextos cotidianos y éticos donde la certeza absoluta es difícil de
alcanzar.
 Analogía: La analogía es un tipo de razonamiento que establece una relación de semejanza
entre dos casos o situaciones diferentes. Se argumenta que si dos situaciones son similares
en ciertos aspectos, es probable que también lo sean en otros aspectos relevantes.
 La relevancia de la analogía radica en su capacidad para ayudarnos a comprender y evaluar
situaciones complejas mediante la comparación con casos más familiares o conocidos.
 En filosofía, la analogía se utiliza para hacer inferencias en áreas como la ética, la
metafísica y la epistemología. Por ejemplo, se pueden utilizar analogías para argumentar
sobre cuestiones morales o para explicar conceptos abstractos en términos más concretos.

3- El ANÁLISIS DE LOS ARGUMENTOS EN CONTEXTOS DIALÓGICOS.


a) Criterios y normas reguladores en las prácticas argumentativas .
 Coherencia: Los argumentos deben ser coherentes en su estructura y en el desarrollo de
las ideas. Esto significa que las premisas deben ser consistentes entre sí y no pueden llevar
a conclusiones contradictorias.
 Relevancia: Los argumentos presentados deben ser relevantes para el tema en cuestión.
Esto implica que las premisas deben estar directamente relacionadas con la conclusión que
se intenta demostrar y no deben desviarse del tema principal de la discusión.
 Consistencia con la evidencia empírica: En muchos casos, especialmente en áreas de la
filosofía que se superponen con otras disciplinas como la ciencia, los argumentos deben
ser consistentes con la evidencia empírica disponible. Esto significa que las afirmaciones
filosóficas deben estar respaldadas por datos y observaciones empíricas siempre que sea
posible.
 Rigor lógico: Los argumentos filosóficos deben ser rigurosos desde el punto de vista lógico.
Esto implica que las inferencias lógicas deben ser válidas y que las premisas deben ser
suficientemente sólidas para apoyar la conclusión.
 Apertura al diálogo y a la crítica: En filosofía, se valora la apertura al diálogo y la
disposición a la crítica racional. Los filósofos deben estar dispuestos a escuchar y
considerar diferentes puntos de vista, así como a revisar y mejorar sus propios argumentos
en función de la crítica y el debate.
 Honestidad intelectual: Los filósofos deben mantener altos estándares de honestidad
intelectual, evitando la manipulación de la evidencia o el uso de argumentos falaces para
respaldar sus posiciones

b) Lo racional, lo emotivo, lo intencional en el discurso y los actos de habla.

En filosofía del lenguaje y la argumentación, se exploran distintos aspectos del discurso y los
actos de habla, incluyendo lo racional, lo emotivo y lo intencional. Estos elementos son
cruciales para comprender cómo se construyen los argumentos y cómo se comunican las ideas.
Aquí tienes una explicación de cada uno de estos aspectos:

 Lo racional: Se refiere a la dimensión lógica y argumentativa del discurso. En este sentido,


lo racional implica el uso de la razón y la lógica para construir argumentos válidos y
fundamentados. Los argumentos racionales se basan en premisas claras y bien
fundamentadas que conducen a conclusiones lógicas y coherentes. En filosofía, se valora
especialmente la capacidad de razonar de manera crítica y analítica para llegar a
conclusiones fundamentadas.
 Lo emotivo: Se refiere a la dimensión emocional del discurso. Los actos de habla pueden
estar cargados de emociones como la felicidad, la tristeza, el enojo, el miedo, entre otras.
Estas emociones pueden influir en cómo se expresan las ideas y cómo se perciben por
parte del receptor. En la argumentación, es importante reconocer y entender el papel de
las emociones, ya que pueden afectar la forma en que se reciben y evalúan los
argumentos.
 Lo intencional: Se refiere a la intención detrás del discurso y los actos de habla. Cada acto
de habla tiene una intención comunicativa específica por parte del hablante, que puede
ser informativa, persuasiva, expresiva, entre otras.

Comprender la intención detrás del discurso es fundamental para interpretar


correctamente el mensaje y responder de manera adecuada. Además, en la
argumentación, es importante considerar las intenciones tanto del emisor como del
receptor, ya que estas pueden influir en cómo se construyen y reciben los argumentos.

c) Condiciones de posibilidad de la comunidad argumentativa.


 En filosofía, las condiciones de posibilidad de una comunidad argumentativa son
fundamentales para facilitar el intercambio de ideas, el debate y la construcción colectiva
del conocimiento. Estas condiciones se basan en principios filosóficos y éticos que
promueven un diálogo abierto y respetuoso entre los participantes. Aquí están algunas de
las condiciones de posibilidad específicas en el contexto filosófico:
 Respeto a la diversidad de opiniones: En filosofía, es crucial reconocer y respetar la
diversidad de opiniones y perspectivas. Los participantes en una comunidad argumentativa
deben valorar la pluralidad de puntos de vista y estar dispuestos a considerar ideas
diferentes, incluso si no están de acuerdo con ellas.
 Libertad de expresión: La libertad de expresión es esencial en una comunidad
argumentativa filosófica. Los participantes deben tener la libertad de expresar sus
opiniones y argumentos sin temor a represalias o censura, siempre y cuando lo hagan de
manera respetuosa y constructiva
 Rigor argumentativo: Los participantes en una comunidad argumentativa filosófica deben
esforzarse por mantener un alto nivel de rigor argumentativo. Esto implica presentar
argumentos sólidos, respaldados por evidencia y razonamiento lógico, y estar dispuestos a
someter sus ideas al escrutinio crítico de los demás.

 Honestidad intelectual: La honestidad intelectual es un valor central en la filosofía. Los


participantes en una comunidad argumentativa deben ser honestos en la presentación de
sus argumentos y evidencia, evitando la manipulación o el engaño deliberado.
 Diálogo constructivo: Una comunidad argumentativa filosófica debe fomentar un diálogo
constructivo y respetuoso entre sus miembros. Esto implica escuchar activamente a los
demás, considerar cuidadosamente sus argumentos y responder de manera reflexiva y
fundamentada.
 Búsqueda de la verdad: En última instancia, el objetivo de una comunidad argumentativa
filosófica es la búsqueda de la verdad y el conocimiento. Los participantes deben estar
comprometidos con esta búsqueda, dispuestos a cuestionar sus propias creencias y a
explorar nuevas ideas y perspectivas en su búsqueda de la verdad filosófica

DESARROLLO

Neo-retórica: La neo-retórica es una corriente de pensamiento que revisita y revitaliza los


principios de la retórica clásica en el contexto contemporáneo.

A diferencia de la retórica clásica, que se centraba principalmente en la persuasión y la


elocuencia, la neo-retórica también considera aspectos como la estructura argumentativa, el
razonamiento lógico y la teoría de la argumentación.

La neo-retórica busca proporcionar herramientas y métodos para analizar y evaluar la


efectividad de los argumentos en contextos modernos, incluyendo la política, los medios de
comunicación y el discurso público en general.

Pragma-dialéctica: La pragma-dialéctica es un enfoque teórico desarrollado por los filósofos


van Eemeren y Grootendorst que se centra en el estudio de la argumentación desde una
perspectiva dialéctica y pragmática.

Esta teoría se basa en la idea de que la argumentación es un proceso comunicativo en el que


los interlocutores intercambian puntos de vista y tratan de resolver diferencias mediante el
diálogo racional.

La pragma-dialéctica propone un conjunto de reglas y principios para evaluar la calidad de los


argumentos y resolver los desacuerdos de manera justa y racional.

 Intenciones y significados del hablante: Este concepto se refiere a la importancia de


considerar las intenciones y los significados del hablante al analizar un discurso o un
argumento.
 En filosofía del lenguaje, se reconoce que el significado de un enunciado no solo depende
de su forma lingüística, sino también de las intenciones y el contexto del hablante.
 La comprensión completa de un argumento requiere tener en cuenta las intenciones
comunicativas del hablante, así como el contexto en el que se realiza el discurso.
 Acción comunicativa: La acción comunicativa es un concepto desarrollado por el filósofo
Jürgen Habermas que se refiere a la capacidad del lenguaje para coordinar las acciones
humanas y construir consenso en la sociedad.
 Habermas argumenta que el lenguaje no solo se utiliza para transmitir información, sino
también para establecer relaciones sociales, negociar significados y resolver conflictos.

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