Antonio Nariño
Antonio Nariño
Antonio Nariño
de diciembre de 1823) fue un político y militar colombiano que participó en las labores de la
independencia del Virreinato de Nueva Granada. Junto a Pedro Fermín de Vargas, Francisco de
Miranda, José Cortés de Madariaga y Eugenio Espejo, se le considera precursor de la emancipación
de las provincias americanas del Imperio español. Realizó la primera traducción para la América
española de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano en el año 1793.1
Desde su juventud, Nariño se encaminó a actividades políticas que supo combinar con actividades
financieras y comerciales que lo llevaron a acumular fortuna. También fue alcalde de segundo voto
elegido por el cabildo de Santa Fe en 1789, tesorero interino de diezmos del arzobispado, designado
en julio del mismo año.2
A fines de 1793 o comienzos de 1794, Nariño tradujo el texto aprobado por la Asamblea Nacional de
Francia a comienzos de la revolución (26 de agosto de 1789) consagratorio de derechos del hombre
y del ciudadano,3 lo cual le valió ser hecho prisionero.
Entre el momento de su captura en su casa de habitación en Santa Fe, en agosto de 1794 y su
liberación en Cartagena en junio de 1810, un lapso de casi dieciséis años, Nariño estuvo preso
excepto el intervalo que pasó oculto en Europa y América entre el momento de su fuga a Cádiz (17
de marzo de 1796) y su entrega voluntaria en Santa Fe (19 de julio de 1797).4
Tras su liberación en Cartagena, Nariño regresó a Santa Fe a tiempo para colaborar en la
organización del primer congreso neogranadino del cual es designado secretario al inicio de sesiones
en diciembre de 1810.5
Nariño no fue militar de trayectoria pues sus primeros pasos en esa dirección se iniciaron en 1813
cuando era presidente de Cundinamarca y se ofreció para comandar las fuerzas unidas del Estado
que él gobernaba con aquellas de las Provincias Unidas de Nueva Granada, aportadas desde Tunja
por su rival político Camilo Torres Tenorio, con el fin de marchar al sur para recuperar a Popayán y
evitar que tropas realistas avanzaran hacia el interior de la República en un empeño de invasión
ordenado desde la presidencia de Quito.6
El éxito inicial de la campaña, que Nariño condujo victoriosamente hasta las puertas de la ciudad de
Pasto, terminó en fracaso al verse Nariño precisado a entregarse al jefe militar de Pasto en mayo de
1814. Los siguientes seis años los pasó de nuevo en prisión.7
Orígenes[editar]
inicialmente bajo la orientación de sus padres con el propósito de suplir la educación que no podía
recibir en el colegio debido a sus problemas de salud.8
en su casa que se llamó «El arcano sublime de la Filantropía».9
Se casó en 1784 con Magdalena Ortega de Nariño, nacida en Bogotá, el 22 de julio de 1762, hija de
José Ignacio de Ortega y Gómez de Salazar y de Petrona de Mesa y Moreno. El matrimonio tuvo
seis hijos:10 Gregorio, nacido en 1786, Francisco, en 1787, Antonio, en 1791, Vicente, en 1793,
Mercedes, en 1798, e Isabel, en 1801.
Trayectoria político-militar[editar]
A sus 16 años de edad, Nariño como abanderado de un batallón de milicias creado para contener a
los comuneros de 1781, presenció el tormento y ejecución de José Antonio Galán.11
Alcalde de segundo voto en 1789, tesorero de diezmos del arzobispado, regidor y alcalde mayor
provincial, entre 1791 y 1793; su carrera pública lo llevó a convertirse en productor de quina, café y
té.10
Precursor de la emancipación[editar]
La traducción y edición clandestina (al parecer el 15 de diciembre de 1793) de la «Declaración de
los Derechos del Hombre»,12 documento clave de la Revolución Francesa que supuso el fin de la
monarquía absoluta de Francia y cuya circulación había sido prohibida en el Imperio español por el
Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición, lo llevó a prisión en Santa Fe (29 de agosto de 1794) por
tres causas: impresión del folleto, impresión de unos pasquines y por conatos de sedición. Mientras
el Virrey Ezpeleta se paseaba por Guaduas, Nariño estaba traduciendo y publicando, en su imprenta
La patriótica, parte relativa de la «Declaración de los Derechos del Hombre», impreso que circuló
con cierta discreción, más tarde el español Francisco Carrasco lo denunció ante la Real Audiencia.
Los comisionados fueron los oidores Joaquín Mosquera, Hernando de Alva y Joaquín Inclán,
quienes decidieron que los conspiradores debían ser enviados a prisión, estos serían Antonio Nariño
junto a Ignacio Sandino, José de Ayala y Vergara, Luis de Rieux, Manuel Froes, Pedro Pradilla,
Francisco Antonio Zea, Sinforoso Mutis, José María Cabal, entre otros. Nariño escogió a José
Antonio Ricaurte como su abogado defensor el cual logró comprobar que nunca se cometió un
delito.4
Nariño fue absuelto de todos los cargos tras confesar durante el juicio haber impreso 200 ejemplares
de la Declaración proscrita y haberlos quemado todos salvo dos. Posteriormente, el prócer fue
enjuiciado y condenado al exilio durante 10 años (30 de octubre de 1795) por el desfalco a la
Tesorería de Diezmos de la Iglesia Católica de más de 29 mil reales (unos 700'000 dólares
estadounidenses al cambio actual)13 14
En Cádiz hizo escala de su viaje con rumbo al exilio africano una vez allí, y después del acoso de sus
familiares por algunos meses, convino en entregarse voluntariamente (en julio del mismo año) al
virrey Pedro Mendinueta, confiado en que pronto obtendría su libertad a cambio de la información
que ofreció proporcionar. Esta información hacía relación a la conspiración que él, con varios
socorranos y antiguos miembros de la insurrección comunera, ocultos en la Provincia de Casanare,
habían supuestamente coordinado, y cuyo objetivo era derrocar el régimen virreinal.15
Esto lo lograrían apoyando y facilitando la invasión de un ejército británico, que entraría por el río
Orinoco, se asentaría en Trinidad en la Provincia de Casanare y desde allí atacaría a Santa Fe,
teniendo en cuenta que las tropas virreinales se ubicaban protegiendo las fronteras en Darién, Caribe
y Riohacha, y no había fuerzas significativas que protegieran el flanco oriental de los Llanos.16
En contra de lo que esperaba, se le mantuvo en prisión por varios años, hasta cuando finalmente el
virrey accedió a mejorar sus condiciones, y permitió que se trasladara con su familia a una hacienda
en inmediaciones de Santa Fe (en mayo de 1803). Allá permaneció en reclusión domiciliaria hasta
que en noviembre de 1809 fue nuevamente apresado bajo sospechas de hacer parte de una
conspiración contra el gobierno. Remitido a Cartagena, salió libre en agosto de 1810 luego del
levantamiento de Cartagena.17
La Patria Boba[editar]
Artículos principales: Patria Boba, Estado Libre de Cundinamarca y Guerra civil entre Centralistas y
Federalistas.
Antonio Nariño y Francisco Antonio Zea en la imprenta.
En diciembre de 1810, (cuando ya se había dado el grito de Independencia), Nariño regresó a Santa
Fe donde fue declarado como Jefe del gobierno provisional de Cundinamarca tras el motín.18 Al
mismo tiempo tuvo ocasión de participar en la organización del Congreso de las Provincias de la
Nueva Granada, que se instaló el día 22 del mismo mes y del cual fue designado secretario.5
En tal condición contribuyó a contener las aspiraciones separatistas de Cartagena.
El 17 de abril de 1812, Nariño presentó al Tribunal del Gobierno de Santa Fe, la siguiente nota que
contenía la traducción de los Derechos del Hombre que él publicó años atrás:
"Para que el público juzgue los 17 artículos de 'Los derechos del hombre' que me han causado los 16 años de
prisiones y de trabajos que se refieren en el antecedente escrito, los inserto aquí al pie de la letra, sin necesidad de
advertir que se hicieron por la Francia libre y Católica porque la época de su publicación lo está manifestando. Ellos
no tenían ninguna nota que hiciese la aplicación a nuestro sistema de aquel tiempo; pero los tiranos aborrecen la luz y
al que tiene los ojos sanos".19
El 19 de septiembre, sus críticas provocaron la dimisión del primer presidente del Estado de
Cundinamarca Jorge Tadeo Lozano (electo en abril del mismo año) y Nariño fue proclamado en su
lugar,21 y en permanente antagonismo con Camilo Torres, presidente del Congreso de las Provincias
Unidas.
El gobierno provisional había invitado a las provincias que integraban el antiguo virreinato de la
Nueva Granada a enviar representantes a la capital con el fin de conformar un gobierno general que
reemplazaría a la junta suprema de Santa Fe.
Las provincias no vieron con buenos ojos el espíritu de preponderancia que desde un comienzo
acusó la antigua capital virreinal cuya junta se autodesignó «suprema». Desde un comienzo las
opiniones se dividieron entre quienes desde Santa Fe proponían un modelo centralista de gobierno y
los que desde las provincias, con la de Cartagena a la cabeza, propugnaban por uno federalista.22 El
congreso se instaló con asistencia de representantes de las provincias de Santa Fe, Nóvita, Pamplona,
El Socorro, Mariquita, y Neiva. Las demás provincias (Cartagena, Santa Marta, Medellín, Popayán,
Pasto, entre ellas) se abstuvieron de concurrir para manifestar su aversión a las orientaciones de
Santa Fe, a cuya junta acusaban de constituir un gobierno opuesto a los intereses de las provincias.23
La instalación corrió por cuenta del vicepresidente de la junta suprema de Santa Fe, el alcalde
ordinario José Miguel Pey, quien tomó a los representantes juramento de defender la religión
católica, sostener los derechos de Fernando VII contra el usurpador Napoleón Bonaparte y no
reconocer autoridad distinta a las de las juntas provinciales y el congreso que se estaba instalando
con expresa exclusión del Consejo de Regencia de España. Al cabo de un par de meses y sin haber
decidido nada sustancial, el congreso se disolvió.24
Campaña de Nariño en el sur[editar]
Artículos principales: Campaña de Nariño en el sur y Resistencia patiano pastusa.
Nariño, a caballo, durante la batalla de Tacines
Tras participar en lo que se ha llamado la primera guerra civil de la Nueva Granada, que lo opuso a
otras figuras de la Independencia como Francisco de Paula Santander, Antonio Baraya o Atanasio
Girardot,25 y que nos dejó como dato anecdótico la política empleada por Nariño tras la victoria
contra las tropas federalistas de Barayá, nombrando a Jesucristo como general de las tropas del
ejército y mandando a poner el nombre santo de los soldados en sus uniformes.26
Nariño propuso a los federalistas que se unieran para así evitar la reconquista española. Las tropas
realistas dirigidas desde la presidencia de Quito invadieron el sur de la república y, tomada Popayán,
amenazaban con avanzar hacia la capital. La emergencia hizo que Nariño y Camilo Torres Tenorio
concordaran en la necesidad de emprender una campaña militar conjunta que enfrentara a los
invasores. Nariño se ofreció a comandar los ejércitos combinados de Cundinamarca y las Provincias
Unidas pero antes de partir pidió y obtuvo que Cundinamarca declarara su independencia absoluta
respecto de España y de cualquier gobierno que no fuera el propio (16 de julio de 1813).27
En septiembre de 1813 delegó la presidencia en su tío Manuel de Bernardo Álvarez del Casal para
salir a la cabeza de las fuerzas combinadas de Cundinamarca y las Provincias Unidas a tratar de
contener el avance de fuerzas españolas dirigidas desde Quito en una campaña militar en el sur. La
campaña, inicialmente exitosa, hizo que el general Juan de Sámano retrocediera y pudieron llegar así
entonces a Popayán, donde Nariño y sus hombres tuvieron que parar a descansar y a replantear su
estrategia.28
Al salir hacia la Batalla de los ejidos de Pasto el ejército iba mermado y el recorrido estuvo
acompañado por constantes ataques de guerrillas y por territorios selváticos que dificultaban el paso
a los soldados patriotas. Cuando llegaron a Pasto fueron recibidos por el ejército realista y lucharon
todo el día. Nariño había dejado unos 500 hombres en la retaguardia como posibles refuerzos; en
Pasto el ejército se divide en tres para contrarrestar el ataque enemigo y casi con la victoria segura
Nariño y dos de las partes del ejército se atrincheran para descansar. En esto los emisarios de la
tercera parte no encontraron restos de sus compañeros y pensando que habían sido acabados dieron
la noticia que todos habían perecido. Seguidamente toda la retaguardia y los soldados que habían
llegado de pasto se retiraron.28
Al anochecer Nariño piensa en volver a su base y recoger a los soldados que estaban allí para acabar
con los Realistas de una vez, pero cuando llegaron a buscarlos como refuerzos no encontraron a
nadie y el ejército que acompañaba a Nariño lo abandona y decide volver a Popayán.28
Aviso del terremoto fue una publicación efímera pero pionera en el periodismo neogranadino. Su
primer número apareció a continuación del terremoto del Virreinato de Nueva Granada de 1785 con
noticias de lo acaecido en la capital en los días precedentes. Al cabo de otro par de entregas (25 de
julio y 18 de agosto) que presumiblemente agotaron el tema que le dio origen fue seguida por la
«Gazeta de Santa Fe», cuyo primer número salió el 31 de agosto y parece haber sido seguido por
siquiera otros dos números al final de cada uno de los meses subsiguientes.
De allí en adelante la publicación de impresos se suspendió por varios años en Santa Fe, hasta que a
fines de 1790 se produce la llegada del periodista cubano Manuel del Socorro Rodríguez traído por
el Virrey José de Ezpeleta para dirigir la Real Biblioteca instituida desde 1777. Editado por ese
mismo funcionario, el miércoles 9 de febrero de 1791 empieza a circular el semanario «Papel
periódico de Santa Fe», impreso con licencia del superior gobierno en la Imprenta Real. A partir del
segundo número aparecerá los viernes y para su número cuatro ya contaba con una lista de 150
suscriptores encabezados por el virrey y la virreina. Desde un principio Nariño se convirtió en
colaborador asiduo del nuevo periódico, y el mismo biógrafo recién citado lo supone promotor y
principal aportante para la subvención de los costos de impresión no cubiertos por las suscripciones
basado en la circunstancia de que cuando la vieja imprenta de los jesuitas pronto se dañó
irreparablemente fue Nariño quien importó desde España, en 1792, los nuevos equipos y elementos
requeridos para que el periódico pudiera seguir apareciendo. En cualquier caso, el primer artículo
identificable como de Nariño que allí aparece publicado es el breve ensayo «Los frutos del árbol
noble» inserto en el tercer número del periódico, correspondiente a 25 de febrero de 1791.
Frecuentes colaboradores del mismo periódico fueron Pedro Fermín de Vargas y Francisco Antonio
Zea.
A comienzos de 1794, Nariño al fin pudo hacer realidad una idea que rondaba su mente de tiempo
atrás pero cuya puesta en ejecución había tenido que diferir a causa de sus múltiples ocupaciones y
responsabilidades. En un salón de su casa en la plazuela de San Francisco, especialmente
acondicionado y decorado para el efecto, estableció sede para las tertulias habituales de un grupo de
intelectuales y personalidades de la sociedad santafereña que se congregarían allí ostensiblemente
con el propósito de ilustrarse mutuamente con el producto de sus lecturas y el recuento de diversas
experiencias y viajes a ultramar. A usanza de una época en que se carecía de medios de
comunicación social, estas reuniones constituían lo que por entonces se conocía como un casino
literario al que el propio Nariño asignó el apelativo de «Arcano de la Filantropía» y cuya plana de
fundadores incluía, además del anfitrión, a sus amigos José María Lozano, heredero del marqués de
San Jorge y hermano mayor de Jorge Tadeo, José Antonio y Juan Esteban Ricaurte, Luis y José Luis
de Azuola, Francisco Antonio Zea, Joaquín Camacho, Francisco Tovar y el doctor Iriarte.
Por los mismos días de fines de 1793 o principios de 1794 Nariño procedió a imprimir (Imprenta
Patriótica) su propia versión al castellano del texto francés relativo a los derechos humanos, al que se
hizo alusión arriba, en temeraria o imprudente acción que habría de ser causa de interminables
problemas.
Años más tarde, el domingo 14 de julio de 1811, casual o intencionalmente en coincidencia con el
aniversario de la Toma de La Bastilla (1789, París), Antonio Nariño inició en Santa Fe la
publicación de un semanario al que llamó «La Bagatela». Era un periódico de crítica política que se
proponía divulgar y hacer más efectiva su tarea de oposición a las ideas federalistas del incipiente
gobierno al propio tiempo que propender por la declaración de la independencia absoluta de la
Nueva Granada y la instauración de una república democrática. El nuevo periódico salió de la misma
Imprenta Real, ahora regentada por Bruno Espinosa de los Monteros, que más de dos décadas atrás
había impreso el «Aviso del Terremoto» y la «Gazeta de Santa Fe». La pluma de Nariño se demostró
tan demoledora que a poco andar (el 19 de septiembre del mismo año) originó una conmoción
popular que derribó el gobierno de Jorge Tadeo Lozano, primer presidente de Cundinamarca, para
instalar al periodista en el poder. Nariño ejerció dicha presidencia por espacio de dos años, hasta
cuando en septiembre de 1813 salió a la cabeza de la expedición militar al sur que pretendía detener
el avance de tropas realistas enviadas desde Quito.
Las ocurrencias y vicisitudes de los años siguientes silenciaron a Nariño. En abril de 1820, recién
salido de su última prisión (Cádiz, 1816-1820) y desde un pasajero refugio en la inmediata Isla de
León, denunció los excesos de Pablo Morillo en el proceso de pacificación de Costa Firme y Nueva
Granada entre 1815 y 1820. Bajo el seudónimo de Enrique Somoyar, Nariño escribió sus célebres
cartas «Cartas de un americano a un amigo suyo», presuntamente suscritas por su antiguo
benefactor en Cartagena (para entonces difunto). Por los mismos días, Nariño redactó una
«Representación al rey de varios individuos americanos de Costa Firme y Suramérica residentes en
Cádiz» suscrita por Juan Miguel de Quiroga con otros veintiocho patriotas, comunicación seguida
por otra originada en la Sociedad Patriótica de Isla de León que presidía el mismo Nariño.
Algunos años después, de regreso en Santa Fe, y cuando ya se acercaba al final de su vida, en
respuesta a múltiples y reiterados ataques de que venía siendo objeto, agudizados tras la aparición
del periódico gobiernista «El Patriota» el 26 de enero de 1823, Nariño publicó, el 5 de marzo, la
primera entrega de un periódico llamado «Toros de Fucha» mediante el cual criticaba el gobierno
centralista del Vicepresidente Santander, en oposición a su otra lucha de 1812 en favor de esta forma
de gobierno.34 Esta publicación causó estragos a la imagen del gobierno del vicepresidente Francisco
de Paula Santander. Una aparente queja allí contenida sobre mordazas a la libre expresión llevó al
Santander a pedirle explicaciones, de manera más bien conminatoria, según lo narró la segunda
entrega del papel, el 7 de abril.
En esta última publicación acuñó la expresión de Patria Boba, para referirse a los años iniciales de
Colombia (1810-1816) al presentar su posición en torno a las tesis encontradas de federalismo y
centralismo.
Últimos años
En agosto de 1823 Nariño cayó enfermo y se vio en la necesidad de solicitar una licencia para
trasladarse a un mejor clima tras la clausura de las sesiones ordinarias del congreso el 6 de agosto.
Eligió la Villa de Leyva, donde mejoró su salud durante algunos meses, sin embargo a principios de
diciembre fue víctima de la tuberculosis y la bronconeumonía que lo llevaron a la muerte, el 13 de
diciembre de 1823, a la de edad de 58 años.35 36
En un relato de sus últimos días, Soledad Acosta de Samper recuerda que: "Nariño escogió la risueña
Villa de Leiva, en donde tenía numerosos amigos [...] Apenas entró en el apacible clima de Leiva,
añade Vergara y Vergara, se sintió mejor en su salud, tan mejor que sus amigos que le acompañaban
le creyeron salvado:
- Ahora que estoy bueno, les dijo, voy a buscar y señalar el sitio en que quiero ser enterrado, porque
pienso morirme pronto"37
Sus restos se encuentran en la Catedral primada de Colombia en Bogotá.38 39 40 41 42
Legado
El departamento de Nariño fue creado por ministerio de la Ley Primera el 6 de agosto de 1904 en
homenaje al precursor de la independencia. Su territorio es una de las regiones segregadas del
antiguo Departamento del Cauca, con Pasto como su capital. Dicha ley fue sancionada por el
presidente José Manuel Marroquín en el último día de su gobierno.43 Para 1838 fue nombrado un
municipio como Nariño (Cundinamarca),44 y en 1845 la localidad de Nariño (Antioquia).45 En 1972
fue nombrada como Antonio Nariño a la localidad n.º 15 de Bogotá.46 En 1976 fue fundada la
Universidad Antonio Nariño.47 El Ejército Nacional entrega la Condecoración Orden del Mérito
Antonio Nariño,48 y los antiguos grupos guerrilleros del Movimiento 19 de abril (M-19)
denominaron Antonio Nariño a la operación de la Toma del Palacio de Justicia,49 y las FARC-EP a
la unidad de la Red Urbana Antonio Nariño, (RUAN).50
Otro homenaje llamativo es la Casa de Nariño, también llamada Palacio de Nariño, donde está la
residencia oficial del Presidente de Colombia y es la sede de gobierno del país. Está ubicada en el
centro histórico de Bogotá. El edificio fue inaugurado el 20 de julio de 1908 y construido en los
predios de la casa natal de Antonio Nariño.51 El diseño estuvo a cargo de los arquitectos Gastón
Lelarge y Julián Lombana. En 1979 fue reinaugurado después de anexar nuevas construcciones.
Numerosas instituciones educativas en todo el país llevan su nombre como homenaje.
Antonio Nariño es también, el único colombiano homenajeado en la Galería de los Patriotas
Latinoamericanos, es un salón ubicado dentro de la Casa Rosada, en Buenos Aires, Argentina,
dedicada a homenajear a patriotas de América Latina destacados en distintas disciplinas.
Familia
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