Modulo de Marketing Estrategico 2023
Modulo de Marketing Estrategico 2023
Modulo de Marketing Estrategico 2023
MERCADOTECNIA ESTRATÉGICA
CUENCA – ECUADOR
2023
UNIDAD # 1
Mercadotecnia Estratégica
OBJETIVOS OPERACIONALES
CONTENIDOS
1.- MARKETING ESTRATEGICO
1.1.- CONCEPTO DE MARKETING
1.2.- MARKETING ESTRATEGICO VS. MARKETING OPERATIVO
1.3.- NUEVAS REALIDADES DEL MARKETING
1.4.- UN MERCADO CON UN CAMBIO DRASTICO
1.5.- ORIENTACION DE LA EMPRESA HACIA EL MERCADO
1.6.- ACTUALIZACION DE LAS 4 PS
1.7.- LA DIRECCIÓN DE MARKETING
1.8.- ESTRATEGIAS Y PLANES DE MARKETING
ACTIVIDADES
Lea con atención el contenido de la Unidad 1 y reflexione sobre la importancia de la
Mercadotecnia.
DESARROLLO PEDAGÓGICO
El Marketing es un proceso a través del cual individuos y grupos obtienen lo que necesitan y lo
que desean mediante la creación, la oferta y el libre intercambio de productos y servicios valiosos
con otros.
El Marketing es el arte de vender productos. Para Peter Drucker, el objetivo del marketing es
volver superflua la actividad de vender. El propósito del Marketing es conocer y entender al
cliente tan bien que el producto o servicio se ajuste perfectamente a él y se venda solo. El
resultado del marketing debe ser un cliente que está listo para comprar.
Según Philip Kotler, Marketing es el proceso social y administrativo mediante el cual los
individuos satisfacen sus necesidades con la creación y el intercambio de bienes y servicios; el
Marketing estudia el mercado, la posición de los productos en ese contexto, analiza las distintas
formas de captar al cliente y desarrolla una serie de acciones para concretar la venta. Pero, el
objetivo de la venta es convertir el producto en dinero mientras que el objetivo del Marketing
comprende toda la cadena de acciones que van desde descubrir necesidades hasta satisfacerlas
con el producto adecuado.
Podríamos decir que cualquier acción de Marketing que llevemos a cabo debe contribuir a
cumplir, al menos, uno de los siguientes objetivos:
Captar: Aquí la clave está en seducir. La mayor parte de la publicidad que vemos en los
medios masivos responde a este objetivo. El problema está en que cada vez es menos
rentable captar clientes por esta vía, debido fundamentalmente a la fragmentación de los
medios y a la saturación publicitaria.
Fidelizar: Aquí la clave está en satisfacer. Está generalmente aceptado el hecho de que
cuesta hasta cinco veces menos fidelizar a un cliente que captar uno nuevo. Lo cierto es
que las acciones de fidelización tienen una justificación financiera muy clara. El problema
está en definir qué tipo de acciones sirven para fidelizar. En los últimos años han
proliferado los programas de puntos, las promociones, los clubes… Todas estas
acciones tienen su utilidad y pueden generar recompra en ciertos momentos, pero no
logran verdadera fidelidad, ya que el cliente se mueve generalmente por oportunismo.
La mejor herramienta de fidelización consiste en superar constantemente las
expectativas de nuestros clientes.
Posicionar: Los dos objetivos anteriores están muy relacionados con la venta de nuestro
producto o servicio. Sin embargo, en ocasiones debemos comunicar sin la intención
directa de vender, sino de posicionar nuestra marca en la mente de nuestro público
objetivo, asociándola a unos valores compartidos y estableciendo un vínculo emocional.
A la larga esta estrategia dará sus frutos, pero no se pueden esperar resultados tan
inmediatos y medibles como en la captación y fidelización. Además, las acciones de
captación y fidelización deben contener elementos que ayuden a posicionar la marca.
En cuanto al público objetivo, no debemos pensar sólo en el cliente final. Los empleados, el canal
de distribución, los proveedores, los accionistas y los líderes de opinión son grupos compuestos
por personas que tienen un gran interés en nuestra marca y con los que conviene conectar más
a menudo. Así, debemos tener en cuenta acciones que, por ejemplo, nos ayuden a captar nuevos
empleados, a fidelizar al canal de distribución o a posicionar nuestra marca ante la sociedad.
Estratégico:
El marketing estratégico consiste en fijar los objetivos del marketing a largo plazo, conocer a sus
consumidores, cuáles son sus necesidades actuales y futuras, busca analizar el mercado para
encontrar nuevos nichos para orientar la empresa hacia las oportunidades que encuentre.
Operativo:
Marketing operativo o táctico se basa en pasar de la teoría a la práctica para lograr alcanzar los
objetivos a través de las acciones necesarias.
El marketing operativo, es más visible, opera en plazos de tiempo más cortos, se debe tener en
cuenta que una estrategia de marketing operativo dependerá de la calidad del marketing
estratégico realizado previamente para que funciones. Con el marketing operativo se pasa de la
acción para conseguir los objetivos fijados, se puede decir que el marketing operativo se basa
en traducir el marketing estratégico en una serie de decisiones tácticas complementadas con
políticas, de producto, precio, distribución y comunicación que sirven para garantizar la compra
del producto por parte del público objetivo seleccionado.
Coordinados.- Los objetivos comerciales deben estar formulados para que contribuyan
al logro de los objetivos de nivel superior.
Definidos en el tiempo.- Precisar el horizonte temporal de los objetivos es esencial.
Cuantitativos.- Los objetivos comerciales deben poder medirse para facilitar su gestión
y control.
Posibles.- Los objetivos deben ser compatibles con el entorno y ser alcanzables para
que motiven al personal en su consecución.
Partiendo de los objetivos comerciales específicos, la dirección de marketing elabora las ofertas
comerciales que la empresa ofrece al mercado. Con la ayuda del sistema de información
comercial la dirección de marketing elabora una oferta comercial que supone definir las
características específicas del producto o servicio, fijar el precio, la distribución y el modo de
comunicación con el mercado.
Antes, las empresas programaban sus pautas publicitarias en la televisión, la radio, medios
impresos, paneles, etc. y salían a "cazar" a sus clientes. Hoy en día los consumidores no esperan
ni aceptan ser "cazados" ni caer en las redes que les tienden las empresas. Las personas se
informan cada vez más, comparan los productos de diversas marcas, evalúan precios y
comparten opiniones incluso con desconocidos. Es decir, los consumidores dejaron de ser
receptores pasivos.
Estrategias de marketing, también constituye una oportunidad. El nuevo consumidor, reacio a las
tandas publicitarias, tiene otra característica: es ávido de buscar abundante información acerca
de los temas, productos o servicios que son de su interés.
En esta nueva dinámica, las marcas deben dar mucho de sí para ganarse la aceptación de los
consumidores y hacerlos sus clientes. Deben ofrecer mucho valor en la forma de conocimientos,
tips, experiencias, consejos, propuestas ideas y todo aquello que ayude a los clientes potenciales
a resolver sus problemas y tomar decisiones. Por ejemplo, las compañías de seguros publican
consejos para evitar accidentes de tránsito, lo cual forma parte de sus campañas de venta de
SOAT.
Una diferencia clara entre las campañas tradicionales y las de social media es que ahora las
marcas se pueden comunicar y relacionar directamente con sus consumidores. En las campañas
de publicidad y marketing tradicional resultaba complicado llegar con precisión al público
deseado, pero la estrategia de social media permite definir el target ideal.
Se puede decir con confianza que el mercado no es lo que solía ser. Es dramáticamente
diferente a lo que era hace apenas 10 años.
Actualmente, las fuerzas sociales principales, y en ocasiones interconectadas, han creado
nuevas conductas, oportunidades y desafíos de marketing. A continuación, se presentan 12
fuerzas fundamentales.
Un estudio hecho por Yankelovich encontró niveles récord a resistencia al marketing por parte
de los consumidores: la mayoría reportaron opiniones negativas sobre el marketing y la
publicidad y dijeron que evitan los productos que perciben con un exceso de marketing.
Una de las nuevas realidades del marketing es el entorno del Covid-19. Antes ya existían
escenarios marcados por las nuevas realidades de la economía europea y la creciente
confrontación americana- asiática en términos geo- políticos y económicos.
Como consecuencia, las organizaciones han debido implementar medidas emergentes para
frenar los impactos de la COVID-19 en los resultados y, así, garantizar su supervivencia en el
mercado. Pero, al fin y al cabo, ¿cuáles fueron los principales cambios ocasionados por la
pandemia?
A lo largo del 2020, muchas empresas han padecido pérdidas económicas y financieras bastante
expresivas. Entre los segmentos que más han sentido los efectos devastadores del aislamiento
social, destacamos los rubros del turismo, el hotelería y el entretenimiento.
Sin embargo, algunos sectores han experimentado resultados sorprendentes y muy positivos,
exactamente por los cambios en el mecanismo de consumo, como en el caso de las empresas
de higiene y limpieza, streaming -on demand- y tecnología.
Ante el contexto actual, el futuro parece extremadamente incierto, en especial, porque aún
estamos cursando la crisis sanitaria. Pero, antes de entrar de lleno a las tendencias, fíjate en los
principales cambios en el mercado fomentados por la pandemia en 2020:
De hecho, una buena parte de las empresas ha incorporado herramientas como softwares,
aplicaciones, soluciones de IA, IoT y Cloud Computing en cuestión de semanas, buscando, de
este modo, atender las nuevas demandas de consumo como la atención virtual, el
servicio delivery y las compras online.
Gracias al avance tecnológico, ha sido posible trabajar remotamente, evitando así desplazarse
y concurrir a la oficina. En efecto, las perspectivas acerca del teletrabajo son variables.
Mientras que algunos especialistas creen que ha mejorado la calidad de vida de los
profesionales, otros afirman que el modelo extiende la jornada laboral y reduce la probabilidad
de alcanzar mejores puestos. Independientemente del abordaje, ¡todo indica que el home office
es una dinámica laboral que ha llegado para quedarse!
3. E-commerce
De acuerdo con una investigación realizada por Statista, luego de que la pandemia cumpliera su
primer mes en el territorio latinoamericano, la tasa de crecimiento del comercio electrónico alcanzó
230%. Este movimiento fue corroborado en el último reporte de Ebanx, indicando un crecimiento
de 30% en el número de consumidores en línea.
Dicho esto, es posible verificar que la crisis sanitaria ha movido el piso del mercado en 2020
haciendo que las organizaciones salgan de su zona de confort e incorporen soluciones, procesos
y modelos de negocio más efectivos y prometedores.
Se resalta la importancia del primer elemento que forma parte del marketing mix, el producto. Su
papel en la gestión del marketing es fundamental en tanto es el resultado fundamental de las
diversas estrategias y métodos empleados. En esencia el marketing de la información tiene como
fin crear servicios y productos útiles y beneficiosos para sus usuarios. Se describen y analizan
diversos aspectos que intervienen en la conceptualización y estructuración de la oferta de
servicios de información. Entre ellos, la definición del concepto de servicios, la clasificación de
servicios, gestión de la marca e innovación. Se analiza el marco operativo en el que inserta esta
P de producto, esto es, el marketing mix y se reflexiona sobre la adaptación de sus cuatro
elementos al contexto de los servicios de información.
El producto
La empresa que no vende sus productos, o no los vende con el beneficio suficiente, está
condenada al fracaso. El producto se configura como la variable básica del marketing, pero no
quiere decir que sea la más importante, porque en el marketing no existe una variable más
importante que otra. Se dice que es básica porque sin producto no existe nada que ofrecer al
mercado.
Ni existe venta, ni siquiera empresa. El propósito del "Marketing-mix" es vender el producto a los
clientes de manera que queden satisfechos y procedan a su recompra, guardando un buen
recuerdo de la empresa que les sirvió. Aquí reside el éxito de las empresas en los mercados
competitivos actuales.
El producto es una mezcla de factores llamados atributos, entre los que destacan la marca, el
envase, el diseño y color, la calidad, la garantía y los servicios complementarios.
Los productos que integran la cartera no son independientes y están desagregados, por lo que
se define la línea de productos como un conjunto de productos distintos ofertados por una misma
empresa y relacionados entre sí por uno o más factores que satisfacen necesidades parecidas,
pero no idénticas. El número de productos que integran la línea cuantifica su profundidad. El
conjunto de las líneas de productos que ofrece una empresa se denomina gama.
El objetivo es obtener el equilibrio, lo que implica que el conjunto de productos que ofrece la
empresa sea tal que satisfaga sus objetivos actuales y también futuros, para lo que hay que
proceder continuamente a los procesos de eliminación y creación de nuevos productos.
Hay muchas variables que influyen en la demanda de un producto. Pero el precio ha recibido
siempre mayor atención, ya que cuando los productos no están diferenciados o lo están a bajo
nivel, es el precio la única variable que establece la preferencia y decisión por parte del
comprador.
La consideración del precio como única variable causal de la elección de compra dio paso a la
formulación de la Ley de la Demanda, según la cual la cantidad demandada es una función
decreciente del precio, siempre que los demás factores permanezcan constantes.
Aunque las empresas no están sujetas inflexiblemente a la relación demanda-precio, si se sabe
diferenciar bien el producto y dotarlo de atributos adecuados.
Además, el precio es la única variable del marketing que proporciona ingresos a la empresa,
pues las demás sólo ocasionan gastos. Constituye una variable muy táctica. Por ejemplo, se
puede decidir poner un precio alto para reforzar la percepción de calidad o un precio bajo para
estimular la demanda, teniendo en cuenta que siempre las modificaciones de precio tienen un
impacto inmediato sobre el margen bruto del producto.
Otro concepto muy importante es el precio base, que es el que suele figurar en los catálogos de
la empresa y sirve de referencia para practicar generalmente descuentos.
Existen diversos métodos para determinar el precio base. El más usual en las empresas
comerciales, es cargar un margen —generalmente expresado en %— sobre el coste variable
unitario. Los descuentos que se suelen aplicar son comerciales: por pronto pago, por situación
en el canal —mayorista, minorista—, por cantidad pedida, por compras acumuladas
habitualmente en un año ("rappel") o descuentos por temporada para estimular la demanda
durante los períodos en los que declina.
Otro tipo de descuentos distintos a los comerciales son los cooperativos, que se producen por
publicidad, exhibición o por cooperar en diversas promociones con la modalidad de descuento
en dinero o en especie. La forma de pago en el comercio moderno suele ser el pago aplazado
—el 95% de las transacciones se realizan a crédito con plazos de vencimiento que varían de 30
días a varios años—, lo que implica la concesión de un crédito del vendedor al comprador. Esto
conlleva un "riesgo comercial", que hay que determinar en función de la solvencia de los clientes
y la puntualidad en los pagos.
LA DISTRIBUCIÓN
Cuando la empresa es pequeña o los consumidores están muy cercanos, basta con asumir las
tareas de transporte. La distribución es el conjunto de tareas que se ejecutan desde que el
producto entra en el almacén de manufacturas del fabricante hasta que se entrega al consumidor
final. Se prestan los servicios que integran la oferta, así como la organización, administración y
control de dichas tareas.
LA PROMOCIÓN NO ES PUBLICIDAD.
Al fin y al cabo, su verdadera esencia es ser un instrumento para facilitar los intercambios, una
forma de comunicación impersonal utilizada por las empresas con el objeto de que se conozca
su oferta y de que se responda a la misma tan favorablemente como sea posible. Para ello se
puede recurrir a cualquier medio de comunicación, teniendo también en cuenta la existencia de
las agencias de publicidad, y siempre con un mensaje que tenga dimensión informativa,
persuasiva, racional y emotiva.
La promoción de ventas, la fuerza de ventas y las relaciones públicas son los incentivos que
refuerzan y vigorizan la oferta normal de la empresa, con el objetivo de incrementar la venta de
los productos a corto plazo. Son instrumentos relativamente novedosos, que han experimentado
un rápido crecimiento debido principalmente a su reconocida eficacia, a la existencia de
mercados cada vez más competitivos y a la proliferación de marcas de productos poco
diferenciados, que saturan los mercados.
Los objetivos y los instrumentos pueden ser muy variados. Por ejemplo, incrementar el volumen
del pedido o hacer salir los stocks excesivos con una rebaja temporal de los precios, incluirán el
producto en un determinado proyecto con la entrega de muestras gratuitas, impulsar la venta de
algún producto determinado con un incremento temporal de las comisiones.
Por último, la promoción no es publicidad, pero con frecuencia es necesario hacer publicidad de
la promoción.
Dentro de la función de marketing existen otras subfunciones de esta dirección como son:
Investigación comercial
Planificación comercial
Organización comercial
Control
INVESTIGACIÓN COMERCIAL.
Mediante esta función recogemos toda la información necesaria para la toma de decisiones y
para la elección de alternativas. En cierto modo es la base del desarrollo y por esto debe ser la
primera. Debemos tener en cuenta que muchos fallos en cualquier tipo de planificación son de
inicio, tanto al plantearse las primeras alternativas, como al comenzar la investigación comercial.
Esto por supuesto es algo que debe evitarse con un trabajo metódico y de reflexión continua.
Existen diferentes temas de los que se puede necesitar información para el departamento de
marketing.
PLANIFICACIÓN COMERCIAL.
En lo que supone el proceso de marketing, ésta es la base de su desarrollo. Se debe planificar
en función de la selección de alternativas comerciales y de la información que hemos recopilado.
En este plan se desarrollan las alternativas que queremos adoptar, planificar y ejecutar.
La estructura de este plan tiene en cuenta el desarrollo de las variables del marketing-mix,
producto, precio, distribución y comunicación, que más adelante explicaremos con mayor detalle.
Por otro lado, tiene en cuenta las restricciones o límites de nuestra organización, el entorno, el
mercado, etc.
Como todo plan bien desarrollado tiene que especificar los recursos necesarios para llevarlo a
cabo: recursos financieros, humanos y materiales.
La otra variable que incluye el plan de marketing es la variable temporal, el plazo de aplicación
de un plan de marketing es anual, pero esto no quiere decir que no esté integrado en la política
a largo plazo de la empresa. Es más, es la aplicación día a día de la estrategia empresarial de
cara al cliente y su satisfacción.
ORGANIZACIÓN COMERCIAL.
Al igual que un equipo de fútbol necesita una planificación previa para conseguir su objetivo
fundamental (obtención de títulos, clasificarse para competiciones europeas, mantenerse en
primera división), dependiendo de su potencial también necesita una organización para
conseguirlo (un masajista, un entrenador, un ojeador, un preparador físico, un tesorero, etc.)
El plan de marketing tiene que seguir la estrategia a largo plazo de la empresa y la organización
debe servir a estos fines. Debemos tener:
Personas adecuadas.
En el lugar adecuado.
Haciendo el trabajo eficazmente.
Trabajando eficientemente.
En el momento adecuado.
Para la organización son imprescindibles las personas involucradas, pero, por otro lado, es
igualmente importante el sistema organizativo que montemos: organización del trabajo, atención
al cliente, soportes administrativos, bases de datos, tiempos de respuesta al cliente, etc.
Si por ejemplo nuestra finalidad es mejorar el servicio de atención al cliente y somos una empresa
de ordenadores, deberemos preparar un equipo técnico; pero también tele operadores para
atender a los clientes adecuadamente, crear una base de datos eficaz, directivos que manejen
este servicio, dar a conocer este servicio a los clientes, dimensionar nuestros recursos, etc.
Al igual que este simple ejemplo, se debe diseñar la organización para aplicar el plan de una
gran empresa en la que estén involucradas muchas más variables.
CONTROL.
Un plan de marketing bien desarrollado debe tener programado su control. Con esto queremos
decir que el plan debe tener cuantificados los objetivos en su mayoría para poder ser controlado
sobre la marcha. De esta forma podemos saber si se están cumpliendo los objetivos parciales y
finales, y si no es así, cuáles son las correcciones que debemos adoptar para llegar al destino
pretendido.
1.8.- ESTRATEGIAS Y PLANES DE MARKETING
Las compañías de hoy en día se enfrentan más que nunca al reto de asimilar fuertes y continuos
cambios, no sólo del entorno, sino también sociales, medios tecnológicos, nuevas
regularizaciones y legislaciones, recursos de capital... Es necesario, pues, tomar decisiones
dentro del ámbito empresarial para poder adaptarse a este cambiante y complejo mundo. Este
proceso recibe la denominación de dirección estratégica, que podemos definirla como el arte y
la ciencia de poner en práctica y desarrollar todos los potenciales de una empresa, que le
aseguren una supervivencia a largo plazo y a ser posible beneficiosa.
Cualquier empresa que desee tener éxito y busque beneficios, debe someterse a un sistema
formal de dirección estratégica, es decir, seleccionar y definir perfectamente sus valores dentro
de la cadena de valor de la compañía que la hará destacar frente a la competencia.
Planificación Estratégica:
– Formular diversas estrategias y elegir la que será más adecuada para conseguir los objetivos
establecidos en la misión de la empresa.
– Desarrollar una estructura organizativa para conseguir la estrategia.
Implementación Estratégica:
– Asegurar las actividades necesarias para lograr que la estrategia se cumpla con efectividad.
– Controlar la eficacia de la estrategia para conseguir los objetivos de la organización.
Por tanto, el proceso de dirección estratégica, requiere una planificación, un proceso continuo de
toma de decisiones, decidiendo por adelantado qué hacer, cómo hacerlo, cuándo hacerlo y quién
lo va a hacer.
La misión, es la que define la razón de ser de la empresa, que condicionará sus actividades
presentes y futuras, proporciona unidad, sentido de dirección y guía en la toma de decisiones
estratégicas. Nos va a proporcionar una visión clara a la hora de definir en qué mercado estamos,
quiénes son nuestros clientes y con quién estamos compitiendo. Sin una misión clara es
imposible practicar la dirección estratégica.
Dentro del proceso de planificación estratégico, está el saber qué herramientas tenemos que
utilizar para posicionarnos con ventaja frente a la competencia y contribuir a crear valor. Si
seguimos leyendo el capítulo, vamos a poder conocer las que a mi juicio profesional son más
válidas en la actualidad y de las que, tras su lectura, más de uno comentará la sencillez y lógica
que tienen en su planteamiento, es cierto, la verdadera dificultad vendrá en saber realizar,
combinar y ponerlas en práctica.
Personalmente me gusta comparar esta actividad con una bonita partida de ajedrez, donde el
tablero es el marco donde posicionar el mercado y la competencia, y nuestras fichas son las
herramientas estratégicas de las que disponemos. Los movimientos que realicemos y la visión
que tengamos será lo que nos haga ganar la partida.
Por tanto, la clave consiste en poseer y controlar los recursos y las competencias que constituyen
la esencia del negocio, el resto de actividades se pueden externalizar, claro ejemplo lo tenemos
en IKEA, cuyo proceso de fabricación está totalmente externalizado. Pero no hay que olvidar que
el éxito de una empresa no depende de lo bien que un departamento concreto haga su trabajo,
sino de cómo se coordinen éstos entre sí.
La cadena de valor refleja una serie de actividades estratégicas de la empresa que denominamos
procesos de negocio y es donde podemos diferenciarnos de la competencia creando una serie
de valores que nos hagan destacar. Lógicamente estos procesos de negocio se asientan sobre
unos procesos de soporte y mapas de actividades que serán sobre los que debemos actuar para
diferenciarnos y crear valor. A continuación, y a modo de ejemplo, indicamos la operativa de una
cadena de valor de una empresa comparándola con la del sector.
En marketing, como en cualquier otra actividad gerencial, toda acción que se ejecuta sin la debida
planificación, supone al menos un alto riesgo de fracaso o amplio desperdicio de recursos y
esfuerzos. Si una acción no planificada tiene éxito, nos deberíamos preguntar qué hubiésemos
conseguido de más al operar bajo un plan. Intentar que un proyecto triunfe sin servirse de un
plan de marketing, es como tratar de navegar en un mar tempestuoso sin cartas marítimas ni
destino claro.
El plan de marketing proporciona una visión clara del objetivo final y de lo que se quiere conseguir
en el camino hacia la meta, a la vez informa con detalle de la situación y posicionamiento en los
que nos encontramos, marcándonos las etapas que se han de cubrir para su consecución. Tiene
la ventaja añadida de que la recopilación y elaboración de datos necesarios para realizar este
plan, permite calcular cuánto se va a tardar en cubrir cada etapa, dándonos así una idea clara
del tiempo que debemos emplear para ello, qué personal debemos destinar para alcanzar la
consecución de los objetivos y de qué recursos económicos debemos disponer.
Sin un plan de marketing nunca sabremos cómo hemos alcanzado los resultados de nuestra
empresa, y por tanto, estaremos expuestos a las convulsiones del mercado.
En la actualidad, se está empezando a valorar en España, sobre todo en las PYMES, los
beneficios que le suponen a la empresa el contar con un plan de marketing. Los rápidos cambios
que se producen en el mercado y la llegada de las nuevas tecnologías están obligando, en un
principio, a realizarlo de forma más bien forzada; será con el transcurso del tiempo cuando nos
demos cuenta de las múltiples ventajas que produce la planificación lógica y estructurada de las
diferentes variables del marketing.
Tan sólo habría que analizar las estrategias de las 50 primeras empresas de nuestro país, para
comprender que el plan de marketing es uno de los principales activos en la obtención de los
resultados. Pero, además, aporta a la compañía que opera, bajo una óptica de marketing, una
visión actual y de futuro que le servirá para marcar sus directrices con el mínimo error y las
máximas garantías. A continuación, indicamos las principales utilidades:
En todo momento operamos con la vista puesta sobre un mapa en el que se nos refleja la
situación actual.