Biografia Lucha Reyes

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Lucha Reyes

Lucila Justina Sarcines Reyes


(19 de julio de 1936 - 31 de octubre de 1973)

Seudónimos:
“La Morena de Oro del Perú”
“La Reina de la Popularidad”

Una voz potente y especial, el descubrimiento de su talento fue casual mientras


trabajaba fregando platos en un club criollo. A partir de ahí triunfó en la radio y con
canciones compuestas para ella que tocaron el corazón de los peruanos y que
traspasaron fronteras. Popularizó la música criolla, con un estilo musical que aúna los
ritmos afroperuanos y andinos expresando los sentimientos de la población humilde,
por lo que, a pesar de morir muy joven, con 37 años, se convirtió en un icono de este
tipo de música.

L ucila Justina Sarcines Reyes conocida como


Lucha Reyes, nació en el popular distrito del Rímac,
el 19 de julio de 1936. Su familia estaba compuesta
por sus padres Tobías Sarcínes y de Lucila Reyes,
una lavandera de condición modesta, y 15 hermanos.
Cuando tenía seis años falleció su padre y el nuevo
hombre que empezó a formar parte de la vida de su
madre la maltrató física y psicológicamente. Poco
tiempo después el incendio de su casa familiar
obligó a la familia a mudarse a los Barrios Altos,
espacio de casonas y quintas donde florecía el
criollismo limeño, lo que sin duda marcó el futuro de
la pequeña Lucha Reyes.

Debido a la precaria situación económica de la familia, fue enviada al convento de


Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor, a cargo de religiosas franciscanas. Allí
recibió una educación escolar básica, pero, sobre todo, le inculcaron valores que la
acompañaron después en su proximidad a las personas de escasos recursos y en su
visión de la vida desde un punto de vista siempre humano.

A los 16 años, contrajo matrimonio con un sargento de la Policía Nacional de Perú. El


matrimonio, sin embargo, duró muy poco por los episodios de violencia que continuó
sufriendo, dentro de este nacieron sus dos hijos, Humberto Cueto Sarcines y Alejandro
Cueto Sarcines. A pesar del dolor que acompañó a Lucha gran parte de su vida, tuvo
una segunda relación y, con los hijos ya mayores, llegó adoptar a una niña llamada
Beatriz Rivera, a quien crio como suya; hasta el final de sus días.

Antes de ser conocida como cantante, la joven trataba de mantener a su familia


vendiendo periódicos, lavando ropa y trabajando muchas horas en las cocinas de
diversos restaurantes, donde también fregaba los platos. Cantando intentaba pasar el
tiempo sin pensar en la pena que la acompañaba, y fue así como descubrieron su
talento mientras trabajaba en un club criollo.
Con apenas 20 años, en el año 1950, Lucha Reyes participó en un programa de
cantantes aficionados de la popular Radio Victoria llamado ‘El Sentir de los Barrios’ y
tuvo un éxito rotundo con la canción “Abandonada” En ese momento parecía que su
vida daba un giro y dejaba atrás las penurias y el sufrimiento para cambiarlo por el
éxito y la tranquilidad económica, pero eso aún tuvo que esperar, ya que su salud era
débil: unos exámenes médicos arrojaron que sufría diabetes emotiva, edema y disnea,
teniendo que someterse a continuas pruebas y pasando grandes temporadas
hospitalizada.

En 1960 recuperó su incipiente carrera artística, triunfó en el teatro Pizarro de Barrios


Altos, con el vals ‘Abandonada’ ante un público que celebra los temas entonados por
su voz poderosa. Es así que un descubridor de talentos que la lleva la famosa Peña
Ferrando y la contrata para su elenco y le pone el sobrenombre de “La Morena de Oro
del Perú”. Durante casi diez años, Lucha Reyes afirma su nueva identidad vocal; tanto
en Lima como en numerosas ciudades del país, a lo largo de decenas de
presentaciones, cantando valses criollos, pero también boleros y baladas, imita a otras
cantantes como Celia Cruz o Toña La Negra y actúa en sketches cómicos

Tiempo más tarde, uno de los locales más célebres, el Karamanduka, de las hermanas
de la Jara, contrata a Lucha Reyes como figura principal de su famosa peña. Para
entonces, Lucha Reyes ya tenía un amplio repertorio, producto de sus tempranos años
cantando valses. Había grabado, incluso, dos discos: el primero, un mini LP con seis
temas llamado Lucha Reyes con acompañamiento de orquesta (1969), y el segundo,
un pequeño pero potente 45, con la canción “Tu voz”.

Es así que, permanece en la Peña hasta 1970, pero


ya tenía una seña de identidad propia: multicolores
pelucas que usaba y conjuntaba con distintos estilos
y cortes. Comenzó a interpretar temas y a grabar
discos con un estilo tan personal como cautivador
para quien la escuchaba. Sin embargo, su salud
volvió a resentirse cuando ya era considerada una
diva y seguida por los medios de comunicación, y
tuvo que volver a ser ingresada por hipertensión
arterial e insuficiencia cardiaca, dos enfermedades
más que se le sumaron a su frágil estado de salud.

A mediados de 1971, recibió un Disco de Oro por su


grabación, “Regresa”. Casi al mismo tiempo, obtuvo
su propio programa radial que duraría hasta 1972
en Radio Unión llamado "Primicias Criollas", con
una característica y recordada entrada en antena: “¡Soy Lucha Reyes señores, vuestra
criolla servidora, con el Perú y con ustedes en mi cita de esta hora!”.
En 1972 lanzó al mercado su tercer disco: ‘Siempre criolla’ y viajó a Estados Unidos,
donde triunfó en el Waldorf-Astoria de Nueva York. Sin embargo, su salud volvió a
darle un serio aviso por su ajetreada agenda de compromisos y viajes y tuvo que ser
hospitalizada porque los controles médicos que se hacía mensualmente revelaron que,
su salud se complicaba.

A comienzos de 1973 los médicos le prohibieron las actuaciones definitivamente, pero


en ese momento le pidió al compositor Augusto Polo Campos que le escribiese una
canción sentida. El resultado fue el vals ‘Espera, corazón’, que estrenó el 18 de enero.
Este último esfuerzo por cantarla mermó aún más su salud.

En mayo, Lucha Reyes, consciente de que su final se acercaba, visitó al compositor


Pedro Pacheco para rogarle que le compusiera un vals de despedida. Surgió así ‘Mi
última canción’, integrada en su cuarto y último disco. A mediados de agosto su estado
físico empezó a deteriorarse de manera tan rápida que la hizo depender de una silla
de ruedas.

En la mañana del 31 de octubre un infarto acabo con su vida a sus 37 años, cuando se
dirigía a una misa en la Sociedad Peruana de Actores por la conmemoración del Día
de la Canción Criolla. Los medios de comunicación reflejaron el dolor del pueblo
peruano por su fallecimiento, y tal y como fue su deseo la cantante fue maquillada y
peinada con su mejor peluca y velada por miles de personas.

Su funeral fue multitudinario, con 30.000 personas que se opusieron a que su féretro
fuese llevado en carroza fúnebre y lo hicieron las mujeres sobre sus hombros durante
tres horas para recorrer algo más de seis kilómetros y cantando sus éxitos desde la
iglesia de San Francisco hasta el cementerio El Ángel, cruzando los Barrios Altos de
su infancia.

Legado

En 1974, su sello discográfico lanza al mercado al conmemorarse el primer aniversario


de fallecimiento, un disco que contenía temas inéditos, y lo plasma en la placa
póstuma: "Lucha por Siempre... Lucha", en esta obra se lanzaron temas como "El
Último Brindis", de Augusto Polo Campos; "Lloro en Silencio" de Benigno Tafur con
Aquiles Antayo, la novedad fue el huayno; "Llaulillay" de Graciano Puente de la Vega.
En 1991 su vida fue llevada a la televisión, en la polémica serie llamada "Regresa",
que tuvo como protagonista a la actriz Zonaly Ruiz. "Regresa" fue dirigida por Michel
Gómez y escrita por Eduardo Adrianzén.

En el 2010 se lanzó el documental "Lucha Reyes: Carta al Cielo" producido por el


escritor y documentalista Javier Ponce Gambirazio el mismo que gana el Festival de
Lima.

En el 2018, se estrenó la obra de teatro "Lucha Reyes, sin decirte adiós", escrita por el
actor y dramaturgo Eduardo Adrianzén e inspirada en la vida de la artista. Estuvo
dirigida por Rómulo Assereto y protagonizada por Anaí Padilla.

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