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Elogios para

EL HOMBRE GUÍA, REVISADO


Y ACTUALIZADO

“El hombre guía es un recurso indispensable para guiar a tu familia


cuidadosa y fielmente en medio de una cultura antagonista. Steve Farrar
hace un llamado a los hombres a que no se limiten a hacer mejor las cosas,
sino a ser mejores. Repleta de consejos bíblicos y estrategias de liderazgo,
esta guía para la batalla te equipará para llevar a tu familia hacia la
victoria”.
—Doctor Tony Evans, presidente de Urban Alternative
y pastor principal de Oak Cliff Bible Fellowship

“Steve Farrar es una figura única en esta generación. Su permanencia


como la voz que habla la verdad en un mundo que cree en la mentira lo
hace excepcionalmente confiable. El hombre guía es la obra que lo identifica.
En cada página de este libro encontrarás un compendio de recetas llenas
de esperanza, directas, sin dobleces ni rodeos para aquellos hombres que
están cansados de leer papillas espirituales. Steve te desafiará e inspirará
con el fervor de un profeta, la sabiduría de un reformador y la pasión de
alguien que realmente se interesa en ti”.
—Patrick Morley, autor reconocido, maestro de la Biblia
y fundador de Man in the Mirror [El hombre en el espejo]

“El hombre guía es uno de los libros más valiosos de los que vas a leer. Tuvo
un gran impacto en mí hace algunas décadas y continúa teniéndolo hoy.
Steve Farrar es un maestro bíblico sensato por quien siento un profundo
respeto”.
—Ken Harrison, Presidente de Promise Keepers
y Director General de WaterStone
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“El hombre guía ha alcanzado, y con razón, el estatus de clásico. Al igual


que Caleb antes que él, la fortaleza de Steve Farrar, sazonada con décadas
de batalla espiritual, es más asertiva y se encuentra aún más lista que nunca
para la batalla. El apéndice vale el precio del libro. Y el capítulo 5 te dejará
boquiabierto ¡en el buen sentido! Steve era en ese entonces un
francotirador. Todavía lo es. Valiente, lleno de verdad. Predica con el
ejemplo. Así que abróchate el cinturón, vuelve a trabajar en tu energía
bíblica masculina junto con Steve y alcanza el objetivo”.
—Stu Weber, pastor y autor
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EL HOMBRE GUÍA
REVISADO Y ACTUALIZADO
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EL HOMBRE GUÍA
REVISADO Y ACTUALIZADO

CÓMO PUEDE UN HOMBRE


GUIAR A SU FAMILIA

STEVE FARRAR

EDITORIAL MUNDO HISPANO


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EDITORIAL MUNDO HISPANO


130 Montoya Road
El Paso, Texas 79932, EE. UU. de A.
www.editorialmundohispano.org

Nuestra pasión: Comunicar el mensaje de Jesucristo


por medios impresos y digitales, a fin de animar y apoyar
la formación de sus discípulos.

El hombre guía © Copyright 2024, Editorial Mundo Hispano, 130 Montoya


Road, El Paso, Texas 79932, Estados Unidos de América. Traducido y publi-
cado con permiso. Todos los derechos reservados. Prohibida su reproducción
o transmisión total o parcial, por cualquier medio, sin el permiso escrito de
los publicadores.

Publicado originalmente en inglés por Multnomah, una división de


Penguin Random House LLC, bajo el título de Point Man, © Copyright 2022
por Steve Farrar.

Las citas bíblicas han sido tomadas de la Santa Biblia: Versión Reina-
Valera Actualizada 2015. © Copyright 2014, Editorial Mundo Hispano.
Usada con permiso.

Diseño de la portada: Adriana Chávez Hyslop

Primera edición: 2024

Clasificación Decimal Dewey: 248.842


Tema: Hombres/Vida cristiana

ISBN: 978-0-311-46146-2
EMH Núm. 46146

2 M 4 24

Impreso en Colombia
Printed in Colombia
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Para James R. Farrar, mi padre, en agradecimiento

por más de 60 años de liderazgo espiritual

en el lugar que realmente cuenta: en casa.


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CONTENIDO

Prólogo a la edición actualizada, Sixto Porras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . xi

1. El hombre guía en la patrulla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1


2. Salven a los niños . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
3. Los verdaderos hombres no lo hacen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
4. El hombre de una sola mujer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
5. Hombres anoréxicos y sus primos bulímicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77
6. El trabajo en equipo de los cónyuges en la cabina de mando
del matrimonio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95
7. Restauremos los antiguos límites de género y del matrimonio . . . 115
8. Cómo criar hijos masculinos e hijas femeninas . . . . . . . . . . . . . . . 135
9. Salven a las niñas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157
10. Cómo decirles a tus hijos lo que no quieres decirles . . . . . . . . . . . 181
11. Comienza tu propia nación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 201

Apéndice: El significado de ser cabeza en el Nuevo Testamento . . . . . . . . . . 213


Preguntas para discusión y reflexión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 217
Agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 225
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Prólogo
Cuando comencé a leer el libro “El Hombre Guía” de Steve Farrar fui
cautivado, porque responde a una de las preguntas más importantes que todo
hombre debe plantearse: “¿cómo ser el líder que mi familia necesita?”
Hoy vivimos una crisis sin precedentes en cuanto a la masculinidad. La
imagen del hombre se ha desdibujado, su liderazgo se extraña y la sociedad
necesita con urgencia un cambio radical: que el hombre asuma su lugar en la
familia.
Varios estudios confirman que la falta de la figura paterna, en el caso de
las hijas, se relaciona con un aumento en las posibilidades de embarazos
tempranos no deseados, divorcios y baja autoestima, además, de abuso de
drogas y de alcohol. En el caso de los hijos, esta falta de la figura paterna los
hace más vulnerables y tienen más riesgo de experimentar el fracaso escolar,
la falta de control y la agresividad.
Una investigación desarrollada por el Instituto Internacional de Estudios
sobre la Familia sostiene que: “el éxito de una generación pasa por tener en
cuenta a los padres”. Si los padres no se involucran en la crianza de sus hijos
las consecuencias negativas aumentan, crece la pobreza, la exclusión social,
la drogadicción, el fracaso escolar, la violencia contra la mujer y se da un
deterioro en la salud mental de los hijos.
La infidelidad, la irresponsabilidad y el machismo han desfigurado la
imagen del hombre y la han debilitado. Los negocios, los deportes y las aven-
turas amorosas son las conversaciones estereotipo entre los hombres; sin em-
bargo, los sentimientos y el análisis profundo sobre la vida han sido relegados.
Esto nos ha impedido abordar temas que nos lleven a reflexiones profun-
das como las que plantea Steve en este magnífico libro. La masculinidad no
debe construirse a partir de los roles heredados, sino a partir de comprenderse
como una persona integral, que piensa, siente, sufre, se realiza, se entristece y
decide levantarse de nuevo. La masculinidad no se define a partir de rivalizar
con la mujer o de sentirse superior. Si alguien quiere ser grande, debe servir a
los demás. Así de radical lo indicó nuestro Señor Jesucristo.
Hoy vivimos en una sociedad que se ha ensañado en contra de la familia
y, como lo señala Steve, todo parece indicar que estamos bajo ataque: “Si son

XI
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esposos o padres, están en una guerra. A la familia le han declarado la guerra. Dirigir una
familia a través del laberinto de la sociedad actual es como dirigir a una pequeña patrulla a
través de territorio ocupado por el enemigo. Y las bajas que se producen en esta guerra son
tan reales como los hombres grabados en el monumento erigido a los caídos en la guerra de
Vietnam.” No es fácil la lucha que enfrentamos el día de hoy, y estoy seguro de
que este libro le permitirá tener un panorama más amplio sobre lo que
podemos hacer y cómo lograrlo.
A pesar de todo este panorama, hay muchos factores que nos indican que
hay una nueva generación de hombres que está despertando y desea
sinceramente asumir el rol que le ayudará a marcar el destino de la nueva
generación. Si lo logramos, estaremos escribiendo una nueva historia.
Cuando Dios creó al hombre lo hizo a Su imagen y semejanza, y le dio
autoridad para gobernar, lo llamó a multiplicarse y a integrar un hogar. Es
decir, le confirió el honor de liderar a su familia.
Oramos para que se levanten hombres contracultura, que se revelen a la
herencia machista. Hombres que deseen ser fieles al pacto matrimonial, que
busquen ser asertivos con sus hijos y expresar sus sentimientos libremente;
hombres que deseen realizarse en el trabajo y también en el hogar; hombres
que no se impongan por la fuerza, y más bien sirvan, amen y construyan un
legado. Hombres que deseen tener una experiencia espiritual con Dios, y que
busquen conocerlo y amarlo sin reservas.
Cada vez más hombres se están liberando del estereotipo machista histó-
rico que solo busca, por encima de otros, el éxito, el poder, la fuerza, el control,
la eficiencia, la competitividad, la insensibilidad y la agresión.
Ahora sabemos que el poder que proviene de la fuerza física y la agresión,
no puede compararse con el poder que proviene del autocontrol, la humildad,
un alto espíritu de servicio y la valentía de pedir perdón cuando se ha equivo-
cado.
La fortaleza de un hombre no está en cuán fuertes sean sus músculos, está
en la frecuencia de sus abrazos y en la gentileza de sus palabras. La fuerza de
un hombre no la determina la cantidad de amigos que tiene o qué tan alto
haya llegado en la pirámide profesional. La fuerza y el verdadero poder se
demuestra teniendo nuestro corazón cercano y conectado a nuestros hijos,
esposa y familia. Esta fuerza no se mide a través de la destreza física, sino en
la ternura de las caricias y en la humildad que se expresa cuando pedimos
perdón. El éxito de un hombre no está en la cantidad de mujeres con las que
ha estado, está en el amor que se ha demostrado cuando se es fiel a la mujer
de su juventud.

XII
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El sabio Salomón indica en qué consiste la fuerza de un hombre: “Más


vale ser paciente que valiente; más vale el dominio propio que conquistar ciudades.” (Pro-
verbios 16:32 NVI) El hombre de Dios no se deja dominar por sus pasiones,
en su lugar, rinde a Dios sus deseos.
Si somos conscientes de los desafíos que vive la sociedad y la oportunidad
que tenemos los hombres de crear un nuevo legado, podemos hacer la dife-
rencia.
La actitud que debemos tener los hombres, la describe Pablo claramente
en el libro de Filipenses. “No sean egoístas; no traten de impresionar a nadie. Sean hu-
mildes, es decir, considerando a los demás como mejores que ustedes. No se ocupen solo de sus
propios intereses, sino también procuren interesarse en los demás. Tengan la misma actitud
que tuvo Cristo Jesús. Aunque era Dios, no consideró que el ser igual a Dios fuera algo a lo
cual aferrarse. En cambio, renunció a sus privilegios divinos; adoptó la humilde posición de
un esclavo y nació como un ser humano.” (Filipenses).
Hoy celebro a los padres que dieron su amor al hijo que criaron y no era
suyo; a los abuelos valientes que a pesar de los años terminaron de criar a sus
nietos; al tío determinado que dio abrigo a sus sobrinos y les trató como a
hijos; a los maestros y líderes que han sido esa única figura masculina saludable
con la cual un niño o adolescente en riesgo social ha tenido contacto. Celebro
a los hombres valientes que, en medio de un mundo perdido, se atreven a
hacerlo diferente. ¡Un día la nueva generación lo agradecerá!
Como magistralmente lo escribió Steve Farrar: “Cuando los esposos se niegan
a dejar que algo los aleje, se convierten en una fortaleza inexpugnable en la guerra con la
familia. Cuando sus energías emocionales no se gastan en luchar el uno contra el otro, pueden
ser utilizadas constructivamente para fortalecer la vida de sus hijos.”
Espero que disfrute el libro que tiene en la mano, le ayudará a profundizar
en los temas en los que todo buen hombre debe meditar.

—Sixto Porras
Vicepresidente
Enfoque a la Familia

XIII
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1
...........
EL HOMBRE GUÍA EN
LA PATRULLA
Es más difícil guiar a una familia que
gobernar una nación.
—PROVERBIO CHINO

A lbert Einstein fue invitado a hablar en un banquete ofrecido en su


honor en la Universidad Swarthmore. Cientos de personas de todas
partes de los Estados Unidos de Norteamérica abarrotaron un auditorio
para escuchar lo que tenía que decir.
Cuando fue el momento de hablar, Einstein se levantó y le dijo a la
asombrada audiencia: “Damas y caballeros, lo siento mucho, pero no
tengo nada que decir”. Y se sentó. Unos cuantos minutos después, se
volvió a poner de pie y dijo: “En el caso que tuviera algo que decir,
regresaría y se los diría”. Seis meses después le envió un telegrama al
presidente de la universidad con este mensaje: “Ahora sí tengo algo
que decir”. Se programó otra cena y Einstein pronunció un discurso1.

Hace unos 35 años hablé en una conferencia en FamilyLife en Irvine,


California. Más de quinientos hombres llenaron el auditorio. Mi tema en
esa mañana fue “Liderazgo efectivo del hombre en el hogar”. Hablé sobre
la importancia de ser un esposo comprometido y un padre en sintonía con
su familia. El tiempo que pasé con aquellos hombres fue relativamente
breve: menos de una hora.
1
Ben Patterson, Waiting: Finding Hope When God Seems Silent (Downers Grove, IL: Inter-
Varsity, 1989), p. 41, énfasis añadido.

1
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Cuando terminé mi conferencia sucedieron cosas tanto usuales como


inusuales. Lo usual fue que algunos hombres se acercaron al escenario para
hablar conmigo. Algunos tenían preguntas, otros me hicieron comentarios
y algunos otros solo querían que les aclarara algún punto. Pero luego
sucedió lo inusual. El primer hombre me hizo una pregunta que nunca
me habían hecho: “¿Qué ha escrito usted acerca de esto?”. Luego subió
otro hombre y me hizo la misma pregunta. Luego llegó otro y me preguntó
lo mismo. En el transcurso de cinco minutos, 15 hombres me hicieron la
misma pregunta. Uno detrás de otro.
Eso fue inusual.
No tenía una respuesta que darles a estos hombres. Al igual que Einstein,
no tenía nada que decir. Al menos nada que pudiera llenar un libro.
Pero me hizo pensar. A partir de allí, cada vez que hablaba sobre el
tema del liderazgo masculino eficaz en el hogar —ya fuera en Phoenix,
Boston, Dallas, Minneapolis o Boise— me hacían la misma pregunta:
“¿Qué ha escrito al respecto?”. Y mi respuesta siempre era la misma:
“Nada”. Sin embargo, en cierto momento hice una pausa y dije: “Pero si
alguna vez tengo algo que decir, se los haré saber”.
Ahora tengo algo que decir.
Este es un libro para hombres. Es un libro que habla acerca de cómo
puedes llegar a ser un líder eficaz en tu hogar. Después de muchos años
de investigación y estudio he llegado a la conclusión de que un liderazgo
masculino eficaz en los hogares estadounidenses va por el camino del
dinosaurio. Algunas personas están preocupadas por la extinción de las
ballenas, de los cóndores, de las percas o de las crías de focas. Esas son
preocupaciones legítimas. Pero permíteme ser muy honesto contigo. Estoy
mucho más preocupado por la extinción de los hombres que sí saben cómo
guiar a una familia. Y el líder varón eficaz que sabe cómo guiar a su familia
ya está en la lista de especies en peligro de extinción.
El doctor James Dobson proporcionó un diagnóstico revelador: “El
mundo occidental se encuentra en la encrucijada más grande de su histo-
ria. Y es mi opinión que nuestra supervivencia como pueblo dependerá
de la presencia o de la ausencia del liderazgo masculino en millones de
hogares… Creo, muy dentro de mí, que son los maridos los que poseen
las llaves para la preservación de la familia”2.
2
James C. Dobson, Straight Talk to Men: Timeless Principles for Leading Your Family (Carol
Stream, IL: Tyndale Momentum, 2014), p. 58.

2 . . . EL HOMBRE GUÍA
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Las cosas no han mejorado en los años transcurridos desde que


Dobson hizo esta declaración. En todo caso, la crisis se ha hecho más
aguda.
Esta es la razón de que ahora sí tenga algo que decir. Tres cosas, para
ser específico. Y quiero decirlas a los hombres; hombres que aman a sus
familias, que se preocupan y que morirían por ellas.

SE HA DECLARADO LA GUERRA A LA
FAMILIA BÍBLICA
Solo tienes 18 años; estás en toda la plenitud de la juventud. Tienes
licencia para conducir, una novia y muchos sueños. Tienes toda una vida
por delante; sin embargo, tu meta inmediata es permanecer vivo.
Bienvenido a Afganistán.
En este día en particular darías cualquier cosa por no estar aquí. ¿Por
qué? Porque en este día vas a salir a patrullar. Ya patrullaste antes, pero
hoy es diferente; y esa es la razón de que sientas un nudo en el estómago
y un miedo helado en tu corazón.
Hoy es diferente porque el líder de la patrulla te designó a ti como el
“hombre guía”. En esencia, tú eres el guía. Todos los demás irán detrás de
ti. Y a medida que avanzas para enfrentarte al enemigo, te das cuenta de
que la supervivencia de esos siete hombres, que caminan cautelosamente
detrás de ti, dependerá solo de una cosa: tu habilidad para guiarlos. Tu juicio
puede determinar si viven o mueren. La responsabilidad recae sobre tu
cabeza.
Tus sentidos nunca estuvieron tan vivos, tu adrenalina se incrementa
más y más; casi la puedes escuchar corriendo por tus venas. Sabes que el
enemigo está cerca, tal vez a solo unos cientos de metros. Los servicios de
inteligencia informaron que hubo una intensa actividad del enemigo en
esta zona anoche muy tarde. Tu trabajo es confirmar o descartar dicha
actividad. Por lo que sabes, te están observando en este momento. Tal vez
pueden verte; sin embargo, no tienes idea de dónde están.
Mientras avanzas con cautela por el prado lleno de amapolas man-
tienes un ojo abierto para descubrir cables en tu camino, y con el otro
revisas cuidadosamente los árboles para buscar francotiradores. Ya se han
perdido patrullas enteras porque el hombre guía no pudo anticipar una
emboscada. Muchos hombres fueron asesinados o mutilados horrible-
mente; todo porque el guía carecía de habilidad y sabiduría.
EL HOMBRE GUÍA EN LA PATRULLA . . . 3
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Nunca lo viste venir. El impacto violento y la sorpresa absoluta de los


disparos te paralizan momentáneamente, a pesar de que fuiste entrenado
para una “reacción inmediata”. Antes de que puedas responder, una bala
desgarra tu carne y explota en un hueso de tu pierna. Miles de pensa-
mientos inundan tu mente de manera instantánea: ¿Voy a morir? ¿De dónde
vienen esos disparos? ¿Hay más de uno? ¿Perderé la pierna? ¿Dónde está el líder de la
patrulla?
Un vistazo a tu izquierda te dice que la familia del líder de la patrulla
ya no tiene padre. En el caos del ataque, y a pesar de tus heridas, los otros
hombres te buscan para que les des instrucciones. Saben que eres el
hombre más experimentado. En una situación de pánico como esta, todas
las reglas salen por la ventana. Te guste o no, tú eres el líder.
Mientras que un doctor evalúa tu herida, estás tratando de determinar
qué es lo que vas a hacer a continuación. ¿Cuál es la situación? ¿A qué nos
enfrentamos? ¿Dónde están? En medio de la confusión, algunas buenas noticias
traen un rayo de esperanza: el sangrado se detuvo. Tienes más suerte que
la mayoría de los muchachos en ese punto. Por lo general, ya están muertos
antes de tocar el suelo. Sigues vivo y en control de tu mente.
Otros dos hombres además del líder de la patrulla fueron baleados.
Uno está muerto, el otro sangra profusamente. Tomas la radio y reportas
tu situación y posición. Solicitas un helicóptero para el hombre con la
hemorragia. Pero antes de que puedas terminar tu solicitud, el enemigo
que estaba oculto desata un tremendo ataque sobre tu posición. Estás
rodeado.
En tu interior sabes que las probabilidades están en tu contra. Los han
superado en número, en armas y no cuentas con la mejor posición para
emprender un contraataque. Tienes dos hombres muertos, uno que está
muriendo y cuatro que se preguntan si llegarán al almuerzo. El escenario
es el peor de todos… y es peor de lo que te habías imaginado alguna vez.
Ahora es el momento en el que tu liderazgo marcará la diferencia. Lo
que tú digas o hagas determinará si tus hombres viven o mueren. Mientras
que las armas automáticas suenan a tu alrededor, debes evaluar la situación
con precisión, determinar cuáles serán los siguientes pasos críticos y for-
mular un plan impecable. Es liderazgo puro y simple. Si tu plan funciona,
tú y la mitad de tus hombres saldrán con vida. Si no, alguien tendrá la
suerte de encontrar tus placas de identificación.

4 . . . EL HOMBRE GUÍA
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Algunos que leen este relato no tienen que usar su imaginación;


realmente estuvieron allí. Saben lo que es ver a tu amigo desaparecer
para siempre detrás de la cremallera de una bolsa para cadáveres. Cono-
cen de primera mano el calor abrasador de las granadas de fósforo y la
adrenalina de un tiroteo. Saben lo que es estar desorientado por la
conmoción cerebral de los proyectiles de artillería explotando a tu alre-
dedor. No tienes que imaginarte patrullando en Afganistán… es todo lo
que puedes hacer para poder dormir toda la noche sin revivirlo una y
otra vez.
Hagamos un cambio dramático en el escenario. Todavía estás en
Afganistán, patrullando en el mismo prado engañosamente hermoso. Pero
algo en esta patrulla es diferente. Todavía sigues siendo el hombre guía,
pero en esta ocasión no estás guiando a un grupo de hombres.
Estás guiando a tu familia.
Miras por encima de tu hombro para ver si tu esposa y tus hijos te
siguen. Tu pequeña está tratando de reprimir sus lágrimas y tu hijo
pequeño está tratando de actuar con valentía. Tu esposa está cargando al
bebé y tratando de calmarlo. En esta patrulla, no quieres enfrentarte con
el enemigo; lo quieres evitar.
¿Qué sentirías en tales condiciones? La supervivencia de cada
miembro de tu familia —y su supervivencia en conjunto— dependerá
totalmente de tu capacidad para liderar a través del laberinto de posibles
emboscadas, minas ocultas, francotiradores invisibles y todos los peligros
extraordinarios del combate.
¿Estarías motivado? ¿Acaso tus sentidos y tu adrenalina estarían traba-
jando horas extras? ¡Por supuesto que sí! Sabrías muy dentro de ti que la
supervivencia de tu familia depende de ti. Todo recae en tus hombros…
porque tú eres el líder.
Esta no es una situación imaginaria. Es la realidad. Si eres esposo o
padre, entonces estás en guerra. Se ha declarado la guerra a la familia: a
tu familia y a la mía. El guiar a una familia a través del caos de la cultura norte-
americana es como guiar una pequeña patrulla a través del territorio ocupado por el
enemigo.
Si dudas que se está librando una guerra así en nuestro país, échale
otro vistazo a la lista de bajas:

EL HOMBRE GUÍA EN LA PATRULLA . . . 5


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• Casi uno de cada dos matrimonios termina en divorcio3.


• Esta noche un número suficiente de adolescentes como para
llenar los estadios de Rose Bowl, Cotton Bowl, Sugar Bowl, Fiesta Bowl
y muchas veces el Super Bowl practicarán la prostitución para
mantener su adicción a las drogas.
• En 1960 la mayoría de las madres adolescentes estaban casadas;
un estimado del 15 por ciento de las adolescentes de 15 a 19 años
que dieron a luz no estaban casadas. En la actualidad se ha
incrementado al 89 por ciento de las mujeres en ese mismo grupo
que han dado a luz sin estar casadas4.
• Los adolescentes y los adultos jóvenes piensan que es más inmoral
no reciclar que mirar pornografía.
• Casi dos tercios de los adolescentes y de los adultos jóvenes han
recibido imágenes sexualmente explícitas (por lo general de
alguien con quien están saliendo o de un amigo) y casi la mitad
de ellos han enviado dichas imágenes5.
• La tasa de suicidio en chicas de 15 a 19 años se duplicó del 2007
al 2015, cuando la tasa alcanzó su punto más alto en 40 años, de
acuerdo con el Centro para el Control y Prevención de Enfer me-
dades. La tasa de suicidio en chicos de 15 a 19 años se
incrementó un 30 por ciento en el mismo período6.
Permíteme preguntarte algo: ¿qué estás haciendo para evitar que tu
matrimonio aparezca en la lista de bajas? Has visto que el divorcio ha
golpeado a tus amistades e incluso a tu familia extendida. ¿Por qué no ha
de pasarte a ti?
Por otra parte, tal vez ya te pasó a ti. Ya sabes lo que es que tu patrulla
haya sido emboscada. Nunca lo viste venir, pero como resultado del ataque
del enemigo perdiste tu matrimonio y a tu familia. Todavía te estás recu-
perando de esa dolorosa experiencia, incluso mientras lees estas páginas.
Te felicito y te admiro por haber elegido este libro.

3
Glenn T. Stanton, What Is the Actual Divorce Rate? Focus on the Family, noviembre 4, 2015,
www.focusonthefamily.com /marriage/what-is-the-actual-divorce-rate.
4
Gretchen Livingston y Deja Thomas, Why Is the Teen Birth Rate Falling? Pew Research Center,
agosto 2, 2019, www.pewresearch.org/fact-tank/2016/04/29/why-is-the-teen-birth -rate-falling.
5
David Kinnaman, The Porn Phenomenon, Barna, Febrero 5, 2016, www.barna.com/the-porn-
phenomenon.
6
Maggie Fox, “Suicides in Teen Girls Hit 40-Year High”, NBC News, agosto 3, 2017,
www.nbcnews.com/health/health-news /suicides-teen-girls-hit-40-year-high-n789351.

6 . . . EL HOMBRE GUÍA
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Alguna de las personas que conocí y que más se han dejado enseñar
son aquellas que soportaron la angustia de un divorcio. Muchos de estos
hombres y mujeres no quieren repetir esa experiencia nunca más. Debido a
sus dolorosas heridas, absorben la verdad de las Escrituras como esponjas
sedientas. Este libro ofrece algunos principios que te ayudarán a evitar otra
emboscada en el futuro si te vuelves a casar. O a lo mejor ya te has vuelto
a casar y estas lidiando con todas esas complejidades que se presentan al
guiar una familia mixta. Estas de regreso a la patrulla. ¡Buen hombre!
Otros son padres solteros: el trabajo más difícil en los Estados Unidos.
Si eres uno de ellos creo que también encontrarás algunas palabras de
aliento en estas páginas.
Felicito a todos ustedes, hombres que han pasado por una emboscada
en su familia y se toman el tiempo de equiparse para la batalla en curso
contra el enemigo. Dios honrará la disposición de aprender de ustedes.
Te pregunté cómo piensas mantener tu matrimonio fuera de la lista de
bajas. Permíteme preguntarte algo más: ¿qué estás haciendo para evitar que
tus hijos aparezcan en la lista de bajas? No qué es lo que tu esposa está
haciendo, ni qué es lo que el líder de jóvenes de tu iglesia está haciendo, ni
siquiera lo que el pastor está haciendo, sino ¿qué es lo que tú estás haciendo?
Porque muchos de los niños que aparecen en la lista de bajas provienen de
hogares cristianos.
Tal vez tienes hijos adolescentes y no hace falta que te convenza de
que hay una guerra en marcha. Puedes ver las bajas casi todos los días. Si
todavía no tienes adolescentes permíteme hacerte otra pregunta: ¿cuánto
falta para que tu hijo mayor cumpla 13? ¿Cuánto tiempo te queda? ¿Dos
años? ¿Cinco? Quizás ¿diez?
El tiempo se nos escapa entre los dedos como espaguetis en las manos
de un niño de dos años. Debemos trabajar activamente para preparar a
nuestros hijos para que puedan defenderse de los francotiradores, de las
emboscadas y de las trampas explosivas. Esta es la guerra y nada nos
garantiza que nuestros hijos no aparezcan en la lista de bajas. Pero, con la
ayuda de Dios y de nuestro liderazgo enfocado, podemos reducir los riegos
en gran manera.
Es como un ataque al corazón. Ninguno de nosotros tiene la garantía
de que no sufrirá un paro cardíaco. No obstante, al mismo tiempo también
es cierto que si un hombre deja de fumar, cuida su peso, participa en algún

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tipo de ejercicio aeróbico y se mantiene alejado de alimentos ricos en


grasas y colesterol, reducirá en gran manera ese riesgo.
Sucede lo mismo con nuestros hijos. No existen garantías. Podrás
hacer todo lo correcto y aun así tu hijo podría rebelarse y llevar una vida
de drogas, promiscuidad e irresponsabilidad. Casi todos los niños pondrán
tus límites a prueba y se rebelarán hasta cierto punto, ya sea de manera
activa o pasiva. Sin embargo, al incorporar consciente y constantemente
fuerza moral en la vida de tu hijo, podrás reducir en gran medida el riesgo
de que esto suceda durante la adolescencia.
Se ha declarado la guerra a la familia bíblica. Pero tengo algo más que
decir.

SATANÁS TIENE DOS ESTRATEGIAS ESPECÍFICAS


EN SU GUERRA CONTRA LA FAMILIA
En la Biblia Dios nos dio un modelo de cómo debe funcionar la
familia. El padre es la cabeza de la familia. Junto con su esposa, cría a sus
hijos en un hogar donde Jesucristo es el centro. La Biblia es el libro más
importante en el hogar. Es responsabilidad de ambos padres, y en última
instancia del padre, asegurarse de que los hijos crezcan en un entorno que
les permita llegar a ser algún día padres competentes y responsables por
derecho propio. Esto asegura la continuidad de la familia bíblica para la
próxima generación.
Está muy claro que el enemigo quiere interrumpir este vínculo de
familias bíblicas de generación en generación. Lo hace implementando
dos estrategias:
Estrategia #1: Alejar y cortar de manera efectiva la relación del esposo con su
esposa. Esta división puede ser tanto física como emocional. Ambas son
igualmente eficaces.
Estrategia #2: Alejar y cortar de manera efectiva la relación del padre con sus hijos.
Una vez más, esta división puede ser física o emocional. Las dos son
igualmente efectivas.
Dave Johnson, un amigo mío que por mucho tiempo fue policía en
San José, California, compartió esta historia conmigo hace unos años. Una
mañana llamaron a Dave a la escena de un pleito familiar. Cuando llegó,
encontró otra familia que pronto sería añadida a la lista de bajas:

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La mujer estaba llorando y gritándole a su esposo, quien estaba


parado con las manos en los bolsillos de su grasiento traje de faena.
Noté ciertos tatuajes caseros en su brazo; por lo general esto era una
señal de que alguien había estado en la cárcel. Me alegré de que mi
“unidad de apoyo” hubiera llegado. Bajé de mi patrulla. Mientras
caminaba hacia ambos pude escuchar a la mujer gritándole a su
esposo que arreglara lo que le había hecho al auto para que ella
pudiera irse. Él no respondía; solo se reía de ella despectivamente.
Ella se volvió hacia mí y me pidió que hiciera que su marido arreglara
el auto. Mi unidad entró y los “separamos” para poder encontrar
una solución al problema. Comencé a hablar con el esposo quien me
dijo que su esposa estaba teniendo una aventura y quería irse. Le
pregunté si ya habían ido a consejería y me dijo que no estaba
interesado.
Continuó diciendo que solo estaba interesado en recuperar sus
“cosas”. Dijo que su esposa se las había escondido. Le pregunté a su
esposa por las cosas y me dijo que no se las daría hasta que obtuviera
una de las tres videograbadoras que poseían. Más tarde descubrí que
sus “cosas” eran narcóticos que él traficaba. El otro oficial fue al auto
de la esposa y comenzó a buscar debajo del capó del automóvil para
ver si podía detectar el problema. El marido se acercó, sacó la bobina
de su bolsillo y se la entregó al oficial. Luego le dijo a su esposa que
podría quedarse con una de las videograbadoras si ella le regresaba
sus cosas. Finalmente, ella aceptó y entró a la casa. Mientras ella
entraba en la casa, noté dos niñas pequeñas que estaban paradas en
la puerta viendo cómo se desarrollaba el drama. Tenían unos ocho y
diez años. Ambas llevaban vestidos y se aferraban a una muñeca
Cabbage Patch. A sus pies había dos maletas pequeñas. Mis ojos no
podían dejar de ver sus rostros mientras observaban a las dos
personas que más amaban despedazarse entre sí.
La mujer salió con la videograbadora en las manos, fue al auto
y la metió en el repleto asiento trasero. Se volvió y le dijo a su esposo
dónde podía encontrar sus cosas. Ambos acordaron en que tenían
partes iguales de las cosas que habían acumulado en 10 años de
matrimonio. Luego, ante mi asombro, observé que el marido seña-
laba a las dos pequeñas y le decía a su esposa: “Bueno, ¿cuál
quieres?”. Sin ninguna emoción aparente, la esposa eligió a la mayor.
Las niñas se miraban mientras que la mayor recogía su maleta y subía

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al auto de su mamá. Tuve que pararme a observar cómo la niña más


pequeña, siempre aferrada a su muñeca Cabbage Patch con una mano
y con la otra a su maleta, veía cómo su hermana mayor y su mamá
se alejaban en el auto. Vi como sus lágrimas recorrían su rostro en
un desconcierto total. El único “consuelo” que recibió fue una orden
del padre para que entrara a la casa mientras él se dirigía a hablar
con unos amigos. Allá me quedé, un testigo involuntario de la muerte
de una familia7.

Las familias están muriendo en todos los Estados Unidos. Están


muriendo en mi calle y en la tuya. Y en cada uno de esos hogares muertos
la autopsia sería la misma. Causa de muerte: Estrategia #1.
El enemigo no puede matar a una familia sin dividir al esposo y a la
esposa, así que allí es donde dedica todos sus esfuerzos. Y está funcionando.
Es una estrategia que ha estado presente por miles de años. Se llama divide
y vencerás.
Pero existe otra cara de la historia. Cuando un esposo y una esposa se
niegan a permitir que algo los divida se convierten en una fuerza inex-
pugnable en la guerra contra la familia. Cuando la energía emocional no
se gasta en luchar entre sí, puede ser utilizada de manera constructiva… para
edificar a la familia.
Cuando los esposos están comprometidos uno con el otro y con el
Señor Jesucristo, pueden comenzar a edificar su familia sobre el funda-
mento sólido de la Palabra de Dios. O para decirlo de otra manera, ellos
edificarán su casa al enseñar a sus hijos —y vivir así diariamente— una
cosmovisión bíblica. Un esposo y una esposa con una cosmovisión bíblica
seguirán los consejos de vida de la sabiduría de Dios, no de la filosofía del
hombre. Cuando la Palabra de Dios es nuestra norma, nos da a nuestros
hijos y a nosotros la brújula de la verdad de Dios. Esto nos permite tener
la perspectiva de Dios sobre el bien y el mal, lo que proporciona sabiduría
y discernimiento espirituales.
El investigador George Barna realizó extensos estudios que demues-
tran que menos del 10 por ciento de los cristianos, que se autoproclaman
cristianos nacidos de nuevo en los Estados Unidos, poseen dicha
cosmovisión bíblica. Los que componen este “10 por ciento” toman con
7
David R. Johnson, The Light Behind the Star: God, a Cop, and Today’s Families (Sisters, OR:
Questar, 1989), p. 13. Usado con permiso.

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seriedad su fe y se comprometen a transmitir la verdad de la Palabra de


Dios a sus hijos. Como resultado tienen como prioridad no solo pasar
tiempo con sus hijos sino además enseñarles las Escrituras8.
Para decirlo sin rodeos. Debes tomar la decisión de edificar a tu familia
y toda tu vida en la Roca. Jesús y su Palabra son el fundamento y la roca de
nuestra vida. Aquellos que lo obedecen son esposos y esposas que toman
en serio su fe y se comprometen a transmitir la verdad de la Palabra de Dios
a sus hijos e hijas; lo que ciertamente tiene un impacto en la forma en la
que esos hijos responden a las situaciones de la vida. El padre, junto con la
ayuda de su esposa, establece una atmósfera en el hogar en donde se puede
hablar de todo y de cualquier cosa con los niños. No obstante, cada
situación o asunto deberá verse a través de los lentes de la Palabra de Dios,
no de la opinión popular o de la perspectiva del mundo.
La investigación de Barna indica que los resultados de este enfoque
pueden ser importantes. Aquí presento algunas estadísticas positivas que
demuestran la sabiduría de los padres que enseñan a sus hijos una
cosmovisión bíblica. Estos niños son:

• 12 veces menos susceptibles a enredarse en el sexo fuera


del matrimonio.
• 9 veces más propensos a evitar material solo para adultos en
la Internet.
• 5 veces más propensos a creer que Satanás es real, no solo un
símbolo de la maldad.
• 5 veces menos propensos a creer que la Biblia, el Corán y el
Libro del Mormón son simplemente expresiones diferentes de
las mismas verdades.
• 4 veces más propensos a rechazar la idea de que una persona
puede alcanzar el Cielo por medio de la bondad personal o por
hacer buenas obras9.

Por cierto, enseñar todas estas cosas lleva tiempo. Mucho tiempo.
Conoces el viejo debate sobre el tiempo, ¿no? “Tiempo de calidad”
contra “cantidad de tiempo”. Algunos padres bien intencionados se dan
8
La conclusión del autor después de haber leído los libros de George Barna: America at the
Crossroads: Explosive Trends Shaping America’s Future and What You Can Do About It (Grand
Rapids, MI: Baker, 2016), pp. 178–81.
9
Ibíd.

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cuenta de que sus carreras demandan demasiado tiempo de la familia y


deciden poner énfasis en el tiempo de calidad. En su mente, su trabajo es
simplemente demasiado exigente como para poder dedicarles mucho
tiempo, así que se aseguran de que el tiempo que tengan con su familia sea
de calidad.
Eso suena bien, pero presenta un error fatal: nunca sabrás cuándo llegará
el tiempo de calidad. El tiempo de calidad no es la norma. El tiempo de cali-
dad es cuando puedes hablar de corazón a corazón con tus hijos. El tiempo
de calidad es cuando tu hijo te hace una pregunta seria completamente
fuera de lugar cuando están recortando juntos los arbustos. El tiempo de
calidad es cuando estás acostando a tu hija en la noche y te pide que le
cuentes una historia de cuando eras niño. No parece ser algo serio en ese
momento, pero lo gracioso es que quizá ella lo recuerde por el resto de su
vida.
El tiempo de calidad suele aparecer en algún lugar en el entorno de
la cantidad del tiempo.
Tom Peters es un prolífico escritor sobre temas de los negocios y la
excelencia. Ha sido autor o coautor de libros famosos como In Search of
Excellence, A Passion for Excellence, y Thriving on Chaos [En busca de la
excelencia, Pasión por la excelencia y Nuevas organizaciones en tiempos
de caos]. Escucha las palabras de este gurú de los negocios que divide su
tiempo entre sus hogares en California y Vermont: “Con frecuencia nos
preguntan si es posible ‘tenerlo todo’: una vida personal satisfactoria y ple-
na, y una vida profesional también satisfactoria y plena. Nuestra respuesta
es: no. El precio de la excelencia es tiempo, energía, atención y concen-
tración; y en ese mismo momento esa energía, atención y concentración
podría haberse centrado en disfrutar el partido de fútbol de tu hija. La
excelencia es un artículo que tiene un muy alto costo”10.
¡El alto costo es correcto! Puede costarte uno de tus hijos en la lista de
bajas. Puede ser que te cueste que uno de tus hijos recurra al alcohol
porque papá nunca estuvo presente. Puede costarte una hija embarazada
que acudió a algún adolescente para satisfacer sus necesidades emocio-
nales porque papá no estaba disponible para llenar su tanque emocional.

10
Tom Peters y Nancy Austin, A Passion for Excellence: The Leadership Difference (New York:
Random House, 1985), p. 496. Hay versión en español: Pasión por la excelencia: la diferencia
en el liderazgo (España: McGrow-Hill, 2011).

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Peters no lo sabe, pero está repartiendo propaganda del enemigo. Este


exitoso escritor está dando permiso a los hombres para sacrificar a sus hijos
en el altar de la ambición personal. Y está equivocado. Peters es digno de
elogios por su honestidad, pero su razonamiento es cruel. Como experto
en mercadotecnia, está comercializando la Estrategia #2. Y, al final, la
Estrategia #2 se comerá tu almuerzo. El enemigo utilizará cualquier cosa
para separarte de tus hijos. Incluso una “pasión por la excelencia”.
¿Sabes? Tengo pasión por ser un padre excelente; y ahora un abuelo
excelente. Supongo que tú también o no habrías leído hasta esta página.
Necesitamos hombres que tenga pasión por ser mejores padres que
contadores. Necesitamos hombres que sientan pasión por ser mejores
papás que abogados, vendedores, capataces, pastores o doctores.
¿Acaso eres uno de ellos? ¡Puedes serlo!
Hasta ahora he dicho dos cosas en estas primeras páginas; pero
podrían estar entre las cosas más importantes que hayas escuchado en
mucho tiempo: (1) Se ha declarado la guerra a la familia bíblica y (2) las
dos estrategias específicas de Satanás en esta guerra son alejarte de tu
esposa y alejarte de tus hijos.
Pero hay algo más que quiero decir.

LA ESTRATEGIA DE SATANÁS EN LA GUERRA


CONTRA LA FAMILIA ES NEUTRALIZAR
AL HOMBRE
El legendario mánager del béisbol, Leo Durocher, estaba entrenando
en primera base en una exhibición entre los antiguos Gigantes de
Nueva York y los cadetes en West Point.
Un cadete escandaloso se mantenía gritándole a Leo, haciendo
su mejor esfuerzo para molestarlo.
“Oye, Durocher”, le gritaba, “¿cómo fue que un pequeño
mequetrefe como tú pudiera entrar en las ligas mayores?”.
“Mi congresista me designó”, Leo le respondió gritando11.

No solo se trata de una gran respuesta, sino también revela la forma


en la que llegaste a ser cabeza de familia: fuiste designado. Te guste o no,

11
E. C. McKenzie, Mac’s Giant Book of Quips and Quotes (Grand Rapids, MI: Baker, 1980).

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cargas con esa responsabilidad. Eres el hombre guía.


El enemigo no es tonto. Cuenta con un plan de juego estratégicamente
diseñado, un método diabólico que emplea una y otra vez. Cuando quiere
destruir una familia se centra en el hombre. Si puede neutralizar al hombre,
ha neutralizado a la familia. Y el daño resultante es incalculable.
El enfoque de Satanás es el mismo, ya sea que esté combatiendo en la
iglesia o en la familia. Si puede neutralizar a un pastor a través de su
irregularidad financiera o de su escapada sexual, ha neutralizado también
a la iglesia de ese pastor. No solo la reputación del pastor se ha visto
empañada, sino también la de la iglesia, posiblemente durante toda una
generación. La estrategia de Satanás siempre ha sido neutralizar a los
líderes.
Eso significa que deberíamos esperar ser atacados. Deberíamos esperar
que se nos presente una tentación extrema. Cuando tomas en serio el guiar
a tu familia, habrá oposición.
Si un hombre es pasivo e indiferente a las cosas de Dios y al liderazgo
espiritual de su casa, entonces el ataque no es necesario. Ya está neu-
tralizado. Pero cuando un hombre se toma en serio el deseo de seguir a
Cristo con firmeza, puede esperar que comience el bombardeo. El ene-
migo te quiere neutralizado y no le agrada que comiences a ejercer un
liderazgo espiritual en tu esposa e hijos.
¿Te puedo hacer una pregunta? ¿Qué crees que piensa Jesucristo sobre
el fracaso que han tenido los hombres en asumir los roles de liderazgo que
Dios les designó? Jesucristo estableció la familia. Jesucristo fue encarnado
dentro de una familia. Tuvo hermanos, hermanas y una genealogía. Tal vez
el Señor vería nuestra situación actual y modificaría algo que él dijo en otro
momento, en otra cultura. Tal vez diría algo como esto:
Cuando vio a los líderes, se llenó de consternación, porque muchos
de ellos renunciaron, muchos de ellos fueron apartados y muchos de
ellos estaban estancados y sin dirección. Habían perdido el entu-
siasmo de ser líderes. No tenían clara ninguna filosofía ni directriz para su
liderazgo. Eran líderes sin liderazgo. Luego él dijo a sus discípulos: “La cosecha
es mucha, pero los líderes con una dirección clara son pocos. Pidan al Señor de la
cosecha que envíe a su cosecha hombres trabajadores con liderazgo, conocedores,
exigentes y bien orientados” 12.
12
J. Robert Clinton, La formación de un líder. Reconozca las lecciones y las etapas del desarrollo
de líderes (EUA: NavPress, 2021), énfasis añadido.
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En la guerra contra la familia, la cosecha son nuestros hijos. Ellos son


los líderes y los padres de la generación venidera.
¿Qué cambiará el rumbo de la guerra en contra de la familia? Al-
gunos meses antes de la última elección presidencial, escuché a muchos
evangélicos hablar sobre la necesidad de elegir a un presidente cristiano.
“¿No sería grandioso tener a un cristiano comprometido en la Casa
Blanca?”, preguntaron. Me gustaría sugerir algo más que, en mi opinión,
tendría un impacto mucho mayor. Si cientos de miles de hombres co-
menzaran a liderar en serio sus propios hogares, el impacto en los Estados
Unidos sería mucho mayor que el que un hombre cristiano dirigiera la
Casa Blanca.
Se estima que cuando los gansos canadienses vuelan en formación
pueden volar un 70 por ciento más lejos que cuando viajan solos13. Si los
hombres cristianos en todos los Estados Unidos se prepararan y se pusieran
en formación para la batalla y comenzaran a ejercer su liderazgo,
podríamos cambiar el rumbo de esta guerra; y podríamos hacerlo
rápidamente.
Eso es lo que quería decir.
Sé que amas a tu familia. Amas a tu esposa. Amas a tus hijos. Estarías
dispuesto a morir por ellos. En la mayoría de las guerras eso es lo que se
les pide a los hombres. Van a la guerra porque están dispuestos a morir
por sus familias.
Pero esta guerra es diferente. En esta guerra, Jesucristo está
buscando hombres que quieran vivir para sus familias. Eso es lo que él
quiere que hagas.
En la guerra espiritual contra la familia, es el padre el que ejerce mejor
el liderazgo.

13
Jim Gilbert, “Jim Gilbert’s Nature Notes: Birds Flying in V-Shaped Formations”, Star Tribune,
octubre 31, 2013, www.startribune.com/jim-gilbert-s-nature-notes-birds-flying-in-v -shaped-
formations/230052811.

EL HOMBRE GUÍA EN LA PATRULLA . . . 15

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