STC2736 2024

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 15

MARTHA PATRICIA GUZMÁN ÁLVAREZ

Magistrada ponente

STC2736-2024
Radicación N° 11001-02-03-000-2024-00657-00
(Aprobado en sesión de trece de marzo de dos mil veinticuatro)

Bogotá, D.C., trece (13) de marzo de dos mil


veinticuatro (2024).

Decide la Corte la acción de tutela formulada por


Eduardo Emilio Arrieta Rohatan contra el Tribunal Superior
del Distrito Judicial de Montería y el Juzgado Promiscuo de
Familia de Cereté, trámite al que fueron citadas las partes e
intervinientes en el proceso de sucesión de radicado no.
23162318400120200012400.

ANTECEDENTES

1. El solicitante invocó la protección de los derechos


fundamentales al debido proceso y acceso a la
administración de justicia, presuntamente vulnerados por
las autoridades judiciales accionadas.
Radicación N° 11001-02-03-000-2024-00657-00

Manifestó que Liris del Carmen Portillo Álvarez, Elisa


Esteban, Jhon Alver y Ronny Carmelo Arrieta Portillo
presentaron demanda de sucesión intestada del causante
Ronny Carmelo Arrieta Arrieta, al que dio apertura el
Juzgado Promiscuo de Familia de Cereté el 4 de diciembre
de 2020 y ordenó en los términos del Decreto 806 de 2020,
la notificación a Rosa, Beatriz Elena y Eduardo Emilio
Arrieta Rohatan, para que manifestaran si aceptaban o
repudiaban la herencia.

Explicó que, posteriormente en auto de 21 de febrero


de 2023, el Juzgado de conocimiento ordenó a los
demandantes realizar nuevamente la notificación que
habían efectuado, por no haber tenido en cuenta los
lineamientos del Decreto 806 de 2020 (hoy Ley 2213 de 2022),
y el 15 de mayo siguiente estos aportaron un memorial
junto a una documentación en la que dijeron acreditar el
enteramiento dispuesto, pero incurrieron en el mismo error,
porque hicieron caso omiso de lo señalado en el
mencionado decreto, porque enviaron únicamente la
citación y copia del auto admisorio, sin los anexos
correspondientes.

Que el 6 de junio de 2023, nuevamente la parte


demandante manifestó al Juzgado que los requeridos
fueron notificados en debida forma, «induciendo en error al
fallador, pues como se narró en los hechos anteriores las notificaciones
realizadas están viciadas de nulidad, pues no cumplen con las
premisas normativas contenidas en el Decreto 806 del 2020 (hoy Ley

2213 del 2022)».

2
Radicación N° 11001-02-03-000-2024-00657-00

Mencionó que el Juzgado de conocimiento en auto de 8


de junio de 2023, dispuso «presumir» el repudio de la
herencia por parte de los demandados y, el 19 de julio
siguiente corrió traslado del trabajo de partición que ordenó
rehacer por auto de 16 de agosto de 2023.

Afirmó que presentó nulidad por indebida notificación,


que negó el Juzgado accionado el 13 de octubre de 2023 y
confirmó el Tribunal Superior de Montería en providencia
de 18 de diciembre de 2023, decisión que desconoce sus
derechos, por cuanto, reitera, en las diligencias de
notificación adelantadas por los demandantes,

(…) se hace caso omiso a lo impartido por el Despacho de


notificar conforme al Decreto 806 del 2020 (hoy Ley 2213 de 2022),
enviando únicamente la citación y copia de la providencia que
notificaba (…)

Si revisamos detalladamente las notificaciones aportadas por el


apoderado demandante, observamos que este no envía notificación
personal, sino citación para notificación personal, la cual además
solamente le incluye el auto admisorio de la demanda, no cumpliendo
los preceptuado en el referido artículo, viciada de nulidad la
notificación realizada.

Por otro lado, el apoderado demandante aporta notificación por


aviso donde manifiesta que los demandados se rehusaron a recibirlas,
afirmación que desde ya se rechaza, pues mis poderdantes bajo los
preceptos de la ley 2213 del 2022 manifiestan bajo la gravedad de
juramento jamás haber recibido notificación por aviso, jamás fueron
visitados por la empresa de correos, y que conocen del proceso por
manifestación hechas por terceras personas (…)».

2. Con fundamento en lo expuesto, solicitó que se


revoquen los autos proferidos por el Juzgado Promiscuo de
Familia de Cereté y el Tribunal Superior de Montería el 13
de octubre y 18 de diciembre de 2023, respectivamente, para

3
Radicación N° 11001-02-03-000-2024-00657-00

que, en su lugar, «se decrete la nulidad de todo lo actuado dentro del


proceso Rad. 23162318400120200012400, desde el auto de fecha 24
de noviembre de 2020, auto que admite demanda y se me corra

traslado de la misma para poder ejercer mi derecho a la defensa».

3. Una vez asumido el trámite, se admitió la acción de


tutela, se ordenó el traslado a los accionados para que
ejercieran su derecho a la defensa, así como la citación a
las partes e intervinientes en el proceso mencionado.

RESPUESTA DEL ACCIONADO Y VINCULADOS

1. El Juzgado Promiscuo de Familia de Cereté, se


limitó a compartir el enlace del expediente objeto de esta
acción.

2. Al momento de presentar el proyecto de


sentencia, no se habían recibido otros pronunciamientos.

CONSIDERACIONES

1. Sólo las providencias judiciales arbitrarias con


directa repercusión en las garantías fundamentales de las
partes o de terceros, son susceptibles de cuestionamiento
por vía de tutela, siempre y cuando, claro está, su titular
haya agotado los medios legales ordinarios dispuestos para
hacerlos prevalecer dentro del correspondiente asunto y
acuda a esta jurisdicción oportunamente.

4
Radicación N° 11001-02-03-000-2024-00657-00

2. En el asunto que ocupa la atención de la Sala, la


queja del señor Eduardo Emilio Arrieta Rohatan recae en la
decisión adoptada por el Tribunal Superior de Montería el
18 de diciembre de 2023, al ser la que definió la
controversia, que confirmó la proferida por el Juzgado
Promiscuo de Familia de Cereté de 13 de octubre de ese
año, que negó la nulidad por indebida notificación
propuesta por Beatriz Elena, Eduardo Emilio y Rosa Esther
Arrieta Rohatan, en el proceso de sucesión de Ronny
Carmelo Arrieta Arrieta, -de radicado no. 2020-00124-,

promovido por Liris del Carmen Portillo Álvarez, Elisa


Estebana, Jhon Alver y Ronny Carmelo Arrieta Portillo en
calidad de herederos del causante.

El accionante considera que, como la notificación que


se le hizo del proceso no atendió los parámetros legales
fijados en el Decreto 806 de 2020 (hoy Ley 2213 de 2022),
está viciada de nulidad.

3. Para resolver el debate planteado, resulta útil


recordar que la Ley 527 de 1999 «(…) define y reglamenta el
acceso y uso de los mensajes de datos, del comercio electrónico y de

las firmas digitales, y se establecen las entidades de certificación (…)» ,

y en su artículo 2º destaca que el mensaje de datos, se


define como «la información generada, enviada, recibida,
almacenada o comunicada por medios electrónicos, ópticos o similares,
como pudieran ser, entre otros, el Intercambio Electrónico de Datos
(EDI), Internet, el correo electrónico, el telegrama, el télex o el telefax

(…)».

5
Radicación N° 11001-02-03-000-2024-00657-00

El artículo 10º de ese compendio normativo, expresa


que «(…) los mensajes de datos serán admisibles como medios de
prueba y su fuerza probatoria es la otorgada en las disposiciones del
(…) Código de Procedimiento Civil. En toda actuación administrativa o
judicial, no se negará eficacia, validez o fuerza obligatoria y probatoria
a todo tipo de información en forma de un mensaje de datos, por el sólo
hecho que se trate de un mensaje de datos o en razón de no haber sido
presentado en su forma original».

Por su parte, el artículo 14 del Acuerdo PSAA06-3334


de 2006 expedido por la Sala Administrativa del Consejo
Superior de la Judicatura establece que, «los mensajes de
datos se entienden recibidos de la siguiente manera: a) Cuando el
destinatario ha confirmado mediante acuse de recibo la recepción, o
éste se ha generado automáticamente; b) Cuando el destinatario o su
representante, realiza cualquier actuación que permita concluir que ha
recibido el mensaje de datos; c) Cuando los actos de comunicación
procesal emanados de la autoridad judicial, no han sido devueltos al
sistema de información de la autoridad judicial, dentro de los tres (3)
días calendario siguiente a su remisión».

De igual manera, el artículo 82 del Código General del


Proceso dispone que, en la demanda con que se promueva
todo proceso, deberá mencionarse «(…) 10. el lugar, la dirección
física y electrónica que tengan o estén obligados a llevar, donde las
partes, sus representantes y el apoderado del demandante recibirán

notificaciones personales (…)».

A su vez, el canon 289 del mismo Estatuto Procesal


Civil, reglamenta que, «las providencias judiciales se harán saber a
las partes y demás interesados por medio de notificaciones, con las

formalidades prescritas en este código» , y, por su parte, el artículo

6
Radicación N° 11001-02-03-000-2024-00657-00

290 ibídem dispone que el auto admisorio de la demanda y


el mandamiento de pago deberán notificarse personalmente
siguiendo el procedimiento establecido en los artículos 291
y 292 ejúsdem.
Igualmente, el artículo 8º del Decreto 806 de 2020 -hoy
Ley 2213 de 2022-, señala,

(…) las notificaciones que deban hacerse personalmente


también podrán efectuarse con el envío de la providencia
respectiva como mensaje de datos a la dirección electrónica o
sitio que suministre el interesado en que se realice la notificación,
sin necesidad del envío de previa citación o aviso físico o virtual.
Los anexos que deban entregarse para un traslado se enviarán
por el mismo medio. El interesado afirmará bajo la gravedad del
juramento, que se entenderá prestado con la petición, que la
dirección electrónica o sitio suministrado corresponde al utilizado
por la persona a notificar, informará la forma como la obtuvo y
allegará las evidencias correspondientes, particularmente las
comunicaciones remitidas a la persona por notificar (…)» (se
resalta).

De lo anterior se deduce que, inicialmente, son dos las


posibilidades que actualmente permiten al demandante
enterar de la existencia del proceso a su contraparte o
interesados que deban comparecer, esto es, i) remitiéndole
la información pertinente a la dirección electrónica
suministrada como mensaje de datos, ii) notificándola
personalmente mediante el envío de las comunicaciones
respectivas y con las formalidades pertinentes (artículos 291 a
292 del Código General del Proceso) a la dirección física
reportada. Claro, siempre y cuando una y otra sean del
conocimiento del promotor del litigio.

7
Radicación N° 11001-02-03-000-2024-00657-00

4. Así las cosas, revisadas las piezas digitales


allegadas al expediente constitucional, se observan como
relevantes para la decisión que se adoptará, las siguientes,

4.1 Al subsanar la demanda, la parte demandante


informó que «sí conocen a otros herederos tales como: Rosa Ester
Arrieta Roatán, Beatriz Elena Arrieta Roatán y Eduardo Emilio Arrieta
Roatám, de quienes no se tiene la prueba de parentesco, pero que se
pueden ubicar en la Finca “El Rosario”, vereda San Jacinto del

municipio de Cereté (Córdoba)» (se destaca).

4.2 El Juzgado Promiscuo de Familia de Cereté, en


auto de 4 de diciembre de 2020 declaró la apertura del
proceso de sucesión intestada de Rony Carmelo Arrieta
Arrieta y dispuso notificar a las personas mencionadas para
que manifestaran si aceptaban o repudiaban la herencia,
«requerimiento que se hará con la notificación de este proveído,

siguiendo los lineamientos del Decreto 806 de 2020».

4.3 El 12 de mayo de 2023 la parte demandante


aportó al proceso tres certificaciones expedidas por la
empresa de mensajería 472, en las que se dejó constancia
que se enviaron oficios de notificación personal, conforme al
artículo 291 del Código General del Proceso, para los
señores Rosa Esther, Eduardo Emilio y Beatriz Elena
Arrieta Roatán, ubicados en la Finca El Rosario, vereda San
Jacinto del municipio de Cereté, con las guías de envío Nos.
RB762922746CO, RB762922732CO y RB762922729CO,
respectivamente, certificándo que, «la persona se rehusó a
recibir, pero se le dejó la comunicación contentiva del citatorio, en la

8
Radicación N° 11001-02-03-000-2024-00657-00

dirección, en la Finca El Rosario y fui atendido por la señora Rosa


Arrieta, según lo ordena el artículo 291 del C.G.P., y lo gestionó el
señor: Juan Torres y su cc: 78.032.192, la gestión de entrega se hizo el

día 20 de marzo de 2023]».

A estas certificaciones se adjuntaron copias de las


guías de envío y los citatorios de notificación debidamente
cotejados.
Del mismo modo, se incorporaron al expediente tres
certificaciones emitidas por la empresa de mensajería
mencionada, en las que se dejó constancia que se enviaron
oficios de notificación por aviso «con su auto admisorio y el
traslado de la demanda», conforme al artículo 292 del Código

General del Proceso, para los señores Rosa Esther, Eduardo


Emilio y Beatriz Elena Arrieta Roatán, ubicados en la Finca
El Rosario, vereda San Jacinto del municipio de Cereté, con
las guías de envío Nos. RB762922499CO, RB762922508CO
y RB762922485CO, respectivamente, certificando que, «la
persona a notificar sí reside o labora en la dirección del aviso, y lo
recibió la señora: Rosa Arrieta y su cc: 1.073.818.273, se le (da) el
aviso y sus anexos según lo ordena el artículo 292 del C.G.P., la

gestión de entrega se hizo el día 01 de mayo de 2023».

También se adjuntaron copias las guías de envío, los


oficios de notificación por aviso, la demanda junto con sus
anexos, el auto inadmisorio, el escrito de subsanación y el
auto que declaró abierto el proceso de sucesión
debidamente cotejados. (ver derivado 19 del expediente digital
rad. 2020-00124).

9
Radicación N° 11001-02-03-000-2024-00657-00

4.4 El Juzgado Promiscuo de Familia de Cereté en


auto de 16 de mayo de 2023, decidió tener por notificados
por aviso a los asignatarios Rosa, Beatriz Elena y Eduardo
Emilio Arrieta Roatán y empezó a contabilizar el término de
20 días para que aceptaran o repudiaran la herencia, lapso
que permaneció en silencio, por lo que presumió que
repudiaban la herencia.

4.5 Con posterioridad, a través de apoderado judicial,


los señores Beatriz Elena, Eduardo Emilio y Rosa Esther
Arrieta Rohatan formularon incidente de nulidad por
indebida notificación, por las razones que también se
explicaron en el escrito de tutela, básicamente porque no se
siguió el procedimiento dispuesto en el Decreto 806 de 2020
-hoy Ley 2213 de 2022-, y que jamás recibieron notificaciones

por aviso de parte de empleados de la empresa de


mensajería 472.

4.6 Adelantado el trámite correspondiente, el Juzgado


accionado en auto de 13 de octubre de 2023 negó la
nulidad invocada, tras considerar que el trámite de
notificación se realizó en debida forma y «existe certeza de la
entrega del aviso en la dirección donde residen los llamados o
requeridos, por lo que tuvieron la oportunidad legalmente prevista para

ejercer su derecho de opción para aceptar o repudiar la herencia» ,

postura que mantuvo en providencia de 20 de noviembre


siguiente al resolver el recurso de reposición que
formularon los nombrados.

10
Radicación N° 11001-02-03-000-2024-00657-00

4.7 El Tribunal Superior de Montería el 18 de


diciembre de 2023 confirmó la inexistencia de la nulidad.

Explicó que el hecho que en la providencia que dio


apertura al proceso de sucesión se haya ordenado la
notificación de los causahabientes en la forma prevista en el
Decreto 806 de 2020, «para nada impedía que el enteramiento se
practicara por los ritos del CGP, como efectivamente se hizo, pues, las
partes -y, en particular, la demandante- son libres de escoger la forma
en que harán el enteramiento (CSJ STC7684-2021, STC913-2022,

STC8125-2022 Y STC16733-2022)», ya sea mediante el


procedimiento dispuesto en los artículos 291 y 292 del
Código General del Proceso, o el previsto en el Decreto 806
de 2020 -hoy Ley 2213 de 2022-.

Para el caso bajo examen, sostuvo que la parte


demandante inicialmente practicó el enteramiento de los
recurrentes haciendo una mezcla entre los dos sistemas,
pues remitió a la dirección física suministrada, la demanda,
sus anexos y el auto admisorio, sin embargo, el a quo
requirió a los interesados para que realizaran nuevamente
ese trámite de notificación, con apego a lo dispuesto en el
artículo 291 referido, lo que «deja sin soporte el reparo de la
apelación, pues, fue el mismo funcionario judicial quien autorizó a la

demandante a que realizara la notificación en aquella forma» .

Adicionalmente, expuso que los apelantes afirmaron


bajo juramento no haber recibido comunicación alguna, no
obstante, no allegaron ninguna prueba que confirmara sus
manifestaciones, puesto que no basta con invocar la

11
Radicación N° 11001-02-03-000-2024-00657-00

nulidad y el defecto en el acto, sino que debe demostrarse


(CC. C-420 de 2020 y CSJ. STC4204-2023).

Con todo, consideró que,

(…) en el expediente milita constancia de que los recurrentes


fueron notificados en debida forma. Como se dijo, inicialmente el
acto de notificación fue irregular; por ello, al hacer el control
respectivo, el A quo ordenó rehacerlo conforme a las normas del
CGP. En cumplimiento de esto, la parte actora remitió el citatorio
para notificación personal a través de la empresa de mensajería
472; como el destinatario se rehusó a recibirlo, el mensajero dejó
constancia de ese hecho y procedió a dejar la comunicación en el
lugar. Con posterioridad, se llevó a cabo la notificación por aviso,
la cual, sí fue recibida por una de las convocadas -ROSA
ARRIETA- (PDF «19- CONSTANCIA DE NOTIFICACION CITATORIO
Y AVISO»).

Lo anterior, demuestra que, contrario a lo alegado en la


apelación, el enteramiento sí fue recibido en su lugar de destino.
En tal medida, la nulidad invocada no está configurada».

5. Con este panorama, no se evidencia la configuración


de la vía de hecho reclamada y lo que se advierte es que el
accionante pretende dar su propia visión fáctica y jurídica
sobre la decisión que debió adoptarse para resolver lo
atinente a la nulidad por indebida notificación que
presentó, desconociendo la naturaleza del mecanismo
excepcional que por esta vía se trata, y que no puede
entenderse como una tercera instancia de las decisiones
que las autoridades judiciales profieren en el ámbito de sus
competencias o para reabrir un debate ya definido (CSJ. STC-
9232-2018, reiterada entre otras en STC-5974-2021, STC1212-2022,
STC9932-2022, STC4373-2023 y STC6005-2023).

En ese orden, la providencia cuestionada se encuentra


motivada y no luce antojadiza, y aunque el señor Arrieta

12
Radicación N° 11001-02-03-000-2024-00657-00

Rohatan no comparta las razones expuestas en ella, la


divergencia de criterio no es razón para que salga avante el
amparo constitucional, puesto que este no es un «instrumento
para definir cuál planteamiento es el válido, el más acertado o más
correcto para dar lugar a la intervención del fallador de tutela» (CSJ.
Sentencia de 18 de marzo de 2010, exp. 2010-00367-00, STC825-
2020, STC10259-2021, STC2621-2022, STC11814-2022 y
STC4373-2023, entre muchas).

Además, se advierte que la decisión cuestionada se


fundamentó en una adecuada interpretación del asunto
puesto en su conocimiento, las normas y la jurisprudencia
aplicables, y en las pruebas recaudadas, por tanto, no
puede calificarse de arbitraria o desconocedora de las
garantías fundamentales.

6. Véase que, como quedó expuesto, el Tribunal


Superior de Montería se refirió a las pruebas practicadas en
el incidente de nulidad en los términos del artículo 176 del
Código General del Proceso, las que le permitieron confirmar
la inexistencia de las irregularidades planteadas, siendo
evidente el hecho de no ser posible dar aplicación a lo
dispuesto en el Decreto 806 de 2020 -hoy Ley 2213 de 2022-
en atención a que los demandantes, desde el escrito de
subsanación de la demanda, manifestaron que sólo conocían
la dirección física de notificaciones de los asignatarios
requeridos, por lo que, más allá que el Juzgado Promiscuo
de Familia de Cereté ordenara su notificación conforme a la
citada normativa, lo cierto es que el procedimiento no podía

13
Radicación N° 11001-02-03-000-2024-00657-00

ser otro distinto al contemplado en los artículos 291 y 292


de la codificación mencionada, como en efecto se hizo.

Súmese que la empresa de mensajería 472 certificó el


envió de los citatorios de notificación, que la señora Rosa
Esther Arrieta Rohatan se rehusó a recibir, y el recibo, esta
vez efectivo, de los avisos de notificación por parte de la
misma persona, aunado a que los incidentantes no
desconocieron la dirección reportada como lugar donde
reciben notificaciones, y en el escrito de nulidad ni siquiera
informaron sus domicilios o residencias.

En esa medida, correspondía a los reclamantes


desvirtuar la legalidad de ese trámite de notificación, carga
que no cumplieron, porque no aportaron las pruebas que
confirmaran sus afirmaciones.

7. En consecuencia, se negará el amparo.

DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de


Justicia, en Sala de Casación Civil, Agraria y Rural,
administrando justicia en nombre de la República de
Colombia y por autoridad de la ley, resuelve Negar la acción
de tutela promovida por Eduardo Emilio Arrieta Rohatan
contra el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Montería
y el Juzgado Promiscuo de Familia de Cereté.

14
Radicación N° 11001-02-03-000-2024-00657-00

Comuníquese a los interesados por el medio más


expedito y, de no impugnarse este fallo, remítase el
expediente a la Corte Constitucional para su eventual
revisión.

NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE

FERNANDO AUGUSTO VALDERRAMA JIMÉNEZ


Presidente de Sala

HILDA GONZÁLEZ NEIRA


MARTHA PATRICIA GUZMÁN ÁLVAREZ

AROLDO WILSON QUIROZ MONSALVO


(Ausencia justificada)
LUIS ALONSO RICO PUERTA
OCTAVIO AUGUSTO TEJEIRO DUQUE
FRANCISCO TERNERA BARRIOS

15

También podría gustarte