La Nueva Frontera 2

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La nueva frontera: Problemáticas éticas actuales en la gestión de la

información científica.

MSc. Yassel A. Padrón Kunakbaeva


Introducción

La gestión de la información científica constituye en la actualidad uno de los


elementos fundamentales para el adecuado desarrollo de la ciencia. El aumento de
la cantidad y la calidad de los datos científicos, así como la emergencia de nuevas
plataformas digitales para la distribución y el acceso a la información, generan
desafíos éticos de nuevo tipo. Por un lado, la disponibilidad de grandes cantidades
de información promueve el desarrollo de la investigación innovadora y el avance en
distintas disciplinas. Pero, por otro, este acceso sin restricciones puede favorecer la
proliferación de malas prácticas en la gestión de la información.

Entre las principales problemáticas éticas a las que se enfrenta actualmente la


gestión de la información científica se encuentran aquellas relacionadas con la
confidencialidad y la privacidad, la protección de datos personales, los derechos de
propiedad intelectual, la manipulación de datos, el uso responsable de la información
y el acceso equitativo a la información. En todos estos terrenos, la clave para evitar
consecuencias dañinas de gran impacto se encuentra en el correcto desempeño
ético del profesional de la información, fundamentado en el conocimiento de los
principios que deben guiar su actividad.

Por otro lado, el uso de la Big Data y la práctica de la minería de datos en Internet
por parte de las grandes plataformas digitales representa un desafío para la gestión
de la información científica pues, en muchos casos, implica la recopilación o el uso
indebido de información personal o confidencial. Con estos procederes, la
información científica también puede verse comprometida si se generaliza el uso de
datos incompletos o sesgados, lo que puede llevar a la obtención de conclusiones
falsas. Estas y otras problemáticas entrañan el conjunto de cuestiones a las que la
ética del siglo XXI no puede dar la espalda, en aras de garantizar una gestión de la
información científica eficiente, eficaz y con vocación humanista.

Problemáticas éticas en la gestión de la información científica

a) Privacidad y confidencialidad
El primer riesgo al que se enfrentan quienes manejan datos personales es el de la
protección de estos y, en un sentido más amplio, el de la privacidad. Es común, en el
desarrollo de la actividad científica, el uso de información personal obtenida de
manera confidencial, ya sea a partir de encuestas, exámenes o pruebas de diferente
tipo. En la actualidad, la gestión de dicha información puede verse expuesta a
riesgos asociados a su protección, lo cual puede derivar en la corrupción o filtración
de dichos datos.

Entre los riesgos que se presentan están el del acceso no autorizado a dicha
información, lo que puede conducir a la divulgación de información confidencial, así
como aquellos que se derivan de la necesidad de compartir información entre
diferentes instituciones. A menudo se hace necesario compartir información
científica como parte de la colaboración entre diferentes instituciones y
organizaciones, lo que puede dificultar mantener la privacidad y confidencialidad
necesarias.

Uno de los efectos positivos de una gestión responsable de los datos es que esta
proporciona una mayor seguridad de tal información y de los sistemas que la
almacenan. Los sistemas informáticos se encuentran protegidos de diferentes
maneras contra robos informáticos. Los cortafuegos, el cifrado, la anonimización y la
codificación son algunas de las modalidades de protección de los datos personales,
tanto en los programas como en los equipos informáticos. Sin embargo, los ataques
ciebernéticos (hacking) siguen siendo habituales.

Entre los peligros asociados a la ciberseguridad que afectan la gestión de la


información científica se encuentan los ciberataques y las fugas de datos. Los
ciberataques son una de las mayores amenazas para la seguridad de los datos.
Estos pueden tomar muchas formas, como el phishing, el malware, el ransomware,
entre otros. Las fugas de datos pueden ocurrir por una variedad de razones, como
una violación de seguridad, un error humano o incluso un ataque malintencionado.
En cualquier caso, los datos científicos pueden ser robados y utilizados para fines
maliciosos.

Por estas razones, es importante que los gestores de información científica tomen
medidas para proteger sus datos mediante el uso de medidas de seguridad
cibernética adecuadas para prevenir o reducir estos riesgos.
b) Derechos de propiedad intelectual

El nuevo contexto digital, que permite la copia y reproducción de la información


prácticamente sin restricciones, ha planteado importantes desafíos en lo que se
refiere a la protección de los derechos de propiedad intelectual. Con la rápida
evolución de las tecnologías digitales, la información científica puede ser distribuida
y compartida con facilidad, lo que significa que se requiere una protección rigurosa
para evitar la infracción del copyright.

Otro desafío es la falta de normativas y reglamentos sobre la protección de la


propiedad intelectual de la información científica en algunos países, lo que dificulta la
protección internacional de la propiedad intelectual. Además, en algunos casos,
puede resultar difícil determinar quién posee los derechos de autor o quién tiene el
derecho de usar la información y los datos científicos. Esto puede llevar a conflictos
y disputas legales, lo que dificulta la gestión y la protección de la propiedad
intelectual.

c) Uso responsable de la información

Entre las problemáticas relacionadas con la gestión de la información científica se


encuentra la relacionada con el uso que se le da por parte de científicos,
instituciones y gobiernos a la información. La responsabilidad es el principio rector
que debe guiar todo uso de la información científica, en un contexto en que el
potencial uso negligente o malicioso de esta puede llevar a consecuencias
catastróficas. Desgraciadamente, en la actualidad se ponen en evidencia múltiples
ejemplos de mala praxis que afectan la gestión de la información científicas.

Se han documentado casos de uso de la desinformación científica para promover


productos engañosos, como pueden ser las vacunas falsas contra diversas
enfermedades. Además, las empresas farmacéuticas pueden usar información
inexacta o engañosa sobre sus productos para atraer a los clientes a comprarlos, en
lugar de utilizar información real y precisa sobre su efectividad y seguridad. Algo
semejante ocurre con la promoción de teorías pseudo-científicas en los medios de
comunicación: algunos medios han fomentado el uso de seudo-terapias o “métodos
espirituales” que no están basados en información científica verificada.

Un caso particular de desinformación es aquella relacionada con la politización de la


ciencia. En disímiles situaciones los gobiernos pueden sentir la necesidad de
legitimarse en una supuesta superioridad científica, o incluso pueden defender una
determinada teoría científica por motivos ideológicos. En tales casos, la intrusión de
argumentos políticos en el ámbito científico puede llevar a una tergiversación de los
resultados, que a su vez puede tener como consecuencia la toma de malas
decisiones que afectan negativamente a la sociedad.

La manipulación de los resultados científicos también puede tener una motivación


económica inmediata. Pueden presentarse los resultados de investigaciones
científicas de manera parcial o tendenciosa para conseguir financiamiento adicional
de parte de patrocinadores. Además, las revistas científicas pueden publicar
resultados de investigaciones no muy precisos, o incluso falsificados, por razones
económicas o para superar a la competencia.

d) Acceso equitativo a la información

El acceso equitativo y universal a la información científica se encuentra hoy limitado


en gran medida por las limitaciones socio-económicas y culturales que afectan a
gran parte de la humanidad, las cuales se expresan en la brecha digital existente. El
problema de la brecha digital se refiere a la desigualdad en el acceso y uso de las
tecnologías de la información y la comunicación (TIC) entre diferentes grupos de
personas, comunidades o regiones. Se debe fundamentalmente a factores como la
falta de acceso a dispositivos electrónicos, conectividad limitada a Internet y
conocimientos digitales insuficientes.

La brecha digital puede afectar negativamente el acceso equitativo a la información


científica. Esta última es esencial para la educación, la investigación y la toma de
decisiones informadas en una variedad de campos. Si los individuos o comunidades
no tienen acceso a la tecnología o al conocimiento digital necesario para buscar y
utilizar esta información, pueden quedar rezagados en su capacidad para
comprender y aplicar avances científicos y tecnológicos importantes. Esto puede
perpetuar desigualdades y limitar oportunidades en la educación, el empleo y otros
aspectos de la vida.

Otros desafíos para el acceso equitativo a la información científica se derivan del


propio funcionamiento de los mecanismos para la difusión del conocimiento, como
pueden ser las revistas científicas. Una de las principales limitaciones de las revistas
científicas en la actualidad es el costo de acceder a ellas, ya que muchas revistas
cobran elevadas tarifas de suscripción o acceso para ver artículos individuales.
Como alternativa se plantea el acceso abierto a la información científica, en el que
los autores pueden publicar su trabajo en línea de forma gratuita para que cualquier
persona pueda acceder a él. Si bien esto ha ganado terreno en los últimos años,
todavía hay una gran cantidad de información científica que no está disponible de
esta manera.

Además, la gestión de grandes cantidades de información científica también es un


desafío importante. Con el aumento exponencial de la cantidad de información
científica producida cada año, es cada vez más difícil y costoso almacenar,
organizar y acceder a toda esta información para su uso eficaz.

e) Bid Data y minería de datos

En la actualidad vivimos en un universo poblado de datos. Nuestra huella digital va


dejando rastro sobre lo que hacemos, dónde lo hacemos, adónde vamos, a quiénes
conocemos, qué nos gusta o cómo nos sentimos. Generamos esta información
mientras trabajamos, caminamos, interactuamos, hablamos o buscamos información
en Internet. Las actividades que llevamos a cabo generan datos, y toda esta
información es útil para definir nuestras preferencias, gustos y necesidades. Las
grandes plataformas como Facebook, Twitter o Tiktok utilizan esa información para
determinar qué contenidos mostrarnos.

El desarrollo de una tecnología informática capaz de analizar cantidades


impresionantes de información- Big Data-, representa un reto importante para la
gestión de la información científica. En múltiples filtraciones y escándalos como el
relacionado con Cambridge Analytica se ha puesto puesto de manifiesto el potencial
de esta tecnología para conocer y predecir el comportamiento de grandes
cantidades de personas. Sin embargo, existen muchas dudas acerca de la
naturaleza ética de esta minería de datos, desde el momento en que se denuncian
posibles violaciones a la privacidad de los usuarios de estas plataformas. Además,
no existen garantías acerca de la cientificidad de los datos obtenidos por esta vía,
pues pueden estar incompletos o presentar sesgos derivados del propio algoritmo, lo
que podría conducir a conclusiones falsas.

A pesar de la potencialidad de esta novedosa tecnología, se ha comprobado que la


transformación digital de la sociedad actualmente en curso está generando impactos
negativos sobre los sectores más vulnerables de la sociedad. En ese sentido,
existen muchos casos de malas praxis asociadas a la disolución de los límites entre
lo público y lo privado, a sesgos de carácter homófobo, xenófobo, aporófobo y
misógino tanto en la detección como en la generación de información relevante, con
la despersonalización y disolución de responsabilidades en aquellas acciones
donde intervienen algoritmos dotados de inteligencia artificial, y con procesos
inadecuados de consentimiento informado en la cesión de los datos masivos por
parte de los usuarios de las grandes plataformas de Internet. Se considera que la
convergencia de todos estos factores ha llevado a que la transformación digital de la
sociedad tenga como resultado una profundización de desigualdad en la sociedad,
en lugar de ser un factor generador de equidad.

La generalización del uso de las plataformas digitales ha tenido como resultado el


crecimiento exponencial de la generación de datos que pueden tener un valor para
la investigación científica, lo cual también representa un reto para la gestión de la
información. Por la diversidad de fuentes, de formatos, y por el propio volumen de la
información, esta puede ser difícil de gestionar para garantizar su aprovechabilidad
para la ciencia. En la actualidad, los métodos para la minería de datos, muchas
veces a través de algoritmos que no son de dominio público, todavía tienen un
camino por recorrer para poder ser considerados en la práctica una herramienta
para la gestión adecuada de información científica.

La ética de la gestión de la información científica


a) Ética del profesional de la información

La ética profesional proporciona un marco de trabajo para dirigir el accionar de los


especialistas en los más disímiles campos, incluyendo la gestión de la información
científica. Esta permite una adecuada toma de decisiones en el quehacer cotidiano,
en el establecimiento de políticas y en el desarrollo de estrategias para garantizar un
mejor resultado final. Además, contribuye a la formación de un clima de solidaridad y
respeto entre los profesionales de la información, lo cual permite alcanzar la
excelencia. No obstante, es importante que estos principios sean llevados a la
práctica y no se queden en una mera declaración de intenciones.

Los profesionales de la información deben cumplir con parámetros de exigencia en


sus respectivas competencias profesionales, así como mantener la observancia de
los principios éticos cardinales en su esfera de actividad, de tal modo que alcancen
una excelencia a la altura de la comunidad científica. Entre otros aspectos, deben
poseer una alta preparación en el manejo de la tecnología y la explotación de los
recursos en el área de la información, lo cual incluye el diseño y desarrollo de
productos y servicios de alto valor agregado, la utilización de las redes de
información, la edición de publicaciones, la implementación de servicios de calidad y
la comuncación de información actualizada a otros profesionales. El desarrollo de las
nuevas tecnologías ha cambiado para siempre el contexto de trabajo del profesional
de la información, pero eso no cambia su función básica, que es la de comunicar,
gestionar y producir la información, de tal modo que se garantice el acceso de los
usuarios a la misma.

Entre los principios éticos que deben guiar la actividad del profesional de la
información en la gestión de la información científica pueden contarse los siguientes:
1) Integridad: Los profesionales de la información científica deben actuar con
honestidad y justicia al recopilar, evaluar y difundir información, evitando cualquier
manipulación o distorsión. 2) Objetividad: Deben brindar información precisa e
imparcial, sin sesgos ideológicos, económicos o políticos. Se debe velar porque la
información sea verídica, precisa y completa. 3) Privacidad y confidencialidad: Los
profesionales de la información científica deben respetar la privacidad y
confidencialidad de las personas en sus investigaciones y no divulgar información
personal sin el consentimiento de la persona. 4) Acceso abierto: Los profesionales
de la información científica deben abogar por el libre acceso a la información
científica, de modo que esté claramente disponible, accesible y comprensible para
todo el mundo sin restricciones innecesarias. 5) Responsabilidad social: Los
profesionales de la información científica deben promover el bienestar público
mediante la difusión de información relevante y significativa. También deben ser
conscientes de los impactos de su trabajo en la sociedad y el medio ambiente.

b) Propuestas éticas actuales en la gestión de la información científica

Una de las principales propuestas éticas actuales en el terreno de la gestión de la


información científica es la relacionada con la ciencia abierta y el movimiento de
acceso abierto en el terreno académico. A través de un cambio de paradigma se
busca hacer la información científica accesible a cualquier persona interesada en el
conocimiento. Entre las acciones que se toman en ese sentido está la publicación en
línea de manera gratuita de los artículos y resultados científicos en general.

Existe una amplia discusión ética en el campo de las publicaciones científicas,


alrededor de la necesidad de un código de conducta para la publicación académica,
que se centra en la integridad de la investigación y la publicación. A partir de esta
propuesta se busca establecer normas para evitar los casos de mala conducta
académica, como pueden ser el plagio y la fabricación de datos.

Por otro lado, se intenta en varios países, desde el terreno de las normas jurídicas,
poner un freno a la explotación indiscriminada a través de la minería de datos que no
tiene en cuenta la privacidad de los usuarios. Este es el caso de iniciativas para
garantizar la privacidad de los datos, como el Reglamento General de Protección de
Datos de la Unión Europea (RGPD), que establece pautas sobre cómo se deben
manejar los datos personales. Los investigadores deben obtener el consentimiento
informado de los sujetos de investigación antes de recopilar y utilizar sus datos.
Conclusiones

El estudio de las problemáticas éticas actuales en el terreno de la gestión de la


información científica permite arribar a las siguientes conclusiones:

 Las problemáticas éticas actuales de la gestión de la información científica se


concentran en cuestiones como la privacidad y confidencialidad, los derechos
de propiedad intelectual, el uso responsable de la información y el acceso
equitativo a la información, de tal modo que no pueden ser considerados
problemas separados, sino integrados en un contexto social, de tal modo que
la actitud ética implica ofrecer respuestas multidimensionales ante los
desafíos que se presentan en la contempraneidad.
 El desarrollo de la tecnología para el procesamento de los datos masivos- Big
Data- y la minería de datos asociada a esta, representan un reto para la
gestión de la información científica desde diferentes aristas: en primer lugar,
por las violaciones a la privacidad de los usuarios al no existir un adecuado
proceso de consentimiento informado en la cesión de sus datos personales;
en segundo lugar, por las dudas acerca de la cientificidad de los métodos a
través de los cuáles se obtiene la información; y en tercer lugar, por la propia
diversidad y cantidad de datos relevantes que se producen, lo cuál implica
grandes desafíos para la aprovechabilidad científica de estos.
 La ética del profesional de la información constituye un marco para dirigir el
accionar de este, de tal modo que pueda alcanzar la excelencia. Entre los
principios que deben guiar su actividad se encuentran la integridad, la
objetividad, la privacidad y confidencialidad, el acceso abierto y la
responsabilidad social. Del mismo modo, son relevantes las propuestas éticas
y normativas actuales en el campo de la gestión de la información científica,
como pueden ser el paradigma de la ciencia abierta y el movimiento de
acceso abierto, el código de conducta para la publlicación académica y el
Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea (RGPD).

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