PLAN DE ESTUDIOS DOCTRINA Y TEOLOGIA Clase 2 (Recuperado Automáticamente)

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PLAN DE ESTUDIOS DE DOCTRINA Y TEOLOGIA BÁSICA CLASE 2

Éxodo 3:11-14 RVR1960

Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a
vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé? Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL
QUE SOY.

4. TEOLOGIA PROPIA

La teología propia es el estudio de Dios, de Su persona, de Su carácter, de Su esencia. Nosotros podemos conocer a Dios
y podemos formarnos una imagen de cómo es Él, por medio de lo que Él nos dice acerca de Sí mismo en Su Palabra.

4.1. LA EXISTENCIA DE DIOS

La existencia de Dios es uno de los temas que estudia la Dogmática o Teología Sistemática, llamada Doctrina de Dios.
Tenemos dos presuposiciones dentro de la fe cristiana: Dios existe, y se ha revelado en Su divina Palabra.

La prueba Bíblica de la existencia de Dios está más cerca de lo que es conocido como la gran presuposición del
cristianismo: que Dios existe. Hebreos 11:6 muestra al autor inspirado por Dios revelando “…porque es necesario que el
que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”.

Estos son cuatro de los argumentos que normalmente se utilizan y sobre los cuales incluimos las bases de sus principios.

a) Argumento Ontológico

El hombre tiene la idea de un ser absolutamente perfecto; que la existencia es un atributo de la perfección y que por
tanto debe existir un ser absolutamente perfecto.

b) Argumento Cosmológico

Todo lo que existe tiene que tener una causa adecuada; también el universo, lo cual nos lleva a una causa infinitamente
grande. Por lo tanto, hay una primera Causa de la existencia presente de todo lo existente. Esta primera Causa tiene que
ser infinita, necesaria, eterna, simple, inalterable y única. Al comparar el Ser que esta línea de argumentación respalda,
con el Dios de las Escrituras, llegamos a la conclusión de que son idénticos.

c) Argumento Teleológico

El mundo que nos rodea, la naturaleza y el cosmos emana un orden, armonía y un designio que incluyes leyes físicas y
revela inteligencia. Este argumento es más poderoso, y completa al anterior. Ambos, a día de hoy se complementan, si
bien éste es culminado con el Diseño Inteligente y el anterior con el Creacionismo, ambos se apoyan en uno al otro.

d) Argumento Ético o Moral

Todas las personas tienen una moral o un código de conducta, pero buscan la moral superior, en aras de la justicia. Al
existir esa conciencia humana de una moral que nos dice cual es el bien y el mal, aunque haya diferencias por culturas y
tradiciones, todos reconocen que debe haber un legislador; se argumenta que es Dios.
4.2. DOCTRINA DE LA TRINIDAD

La Trinidad es el único, definitivo, incomprensible y más asombroso misterio del cristianismo. Es la revelación de quién
es en realidad nuestro Creador Todopoderoso, no sólo un dios, sino un Ser infinito que existe en la eternidad como tres
personas iguales e infinitas, consustanciales pero distintas. El origen de la doctrina de la Trinidad es la Biblia, aunque la
palabra Trinidad no se usa en la Biblia.

Al igual que todos los cristianos ortodoxos, la doctrina de la Trinidad sostiene que Dios es una esencia y tres Personas;
Dios tiene una naturaleza, pero tres centros de conciencia; Dios es sólo un Qué, pero tres Quiénes. Algunos incrédulos
equivocadamente llaman a esto una contradicción. Por el contrario, la doctrina de la Trinidad es un misterio que Dios ha
revelado en Su Palabra. Una contradicción sería afirmar que Dios tiene una sola naturaleza y también tres naturalezas, o
que es una sola persona y también tres personas.

4.3. LOS NOMBRES DE DIOS

La frase “nombres de Dios” se refiere a las denominaciones y los títulos a través de los cuales Dios se revela a sí mismo
en su relación con personas en el Antiguo Testamento. Los nombres de Dios se empezaron a dar a conocer en la Biblia
cuando el Señor se reveló a sí mismo a Israel. Cuando leemos las Escrituras, encontramos varios títulos o nombres que
ciertos personajes bíblicos usaron para describir la forma en que experimentaron su relación con Dios.

El nombre hebreo “El” era usado para llamar al Dios supremo y para los dioses de otros pueblos. El Antiguo Testamento
registra tres términos relacionados estrechamente, aunque la opinión de los eruditos varía sobre la forma en que estos
vocablos se relacionan con exactitud:

(1) “El” significa dios, ser fuerte y poderoso;

(2) “Eloah” se traduce como dios, en singular;

(3) “Elohim” significa dioses, en plural.

El nombre “El”, siempre que se acompaña de algún adjetivo, destaca un aspecto o virtud del Creador:

 El Elyon: “Dios altísimo” (Genesis 14:17-20; Isaías 14:13-14).


 El Shadday: “Dios todopoderoso, omnipotente” (Genesis 17:1; Salmo 91:1; y usado 48 veces mas en el Antiguo
Testamento).
 El Olam: “Dios eterno” (Genesis 21:33; Isaías 40:28).

Por otra parte tenemos que, el nombre Jehová o Yahvé que es traducido como “Yo soy el que soy” (Éxodo 3:14), es una
expresión relacionada con el nombre de Dios. En hebreo YHWH, generalmente traducido como Señor, y que se deriva
del verbo hebreo HAYAH: ser. Este nombre hace referencia a la autoexistencia y continua autorrevelación de Dios. Es el
nombre más empleado en el Antiguo Testamento, pues aparece unas 6,823 veces. La forma abreviada, Yah o Jah, se
menciona en otras partes del Antiguo Testamento (p. ej., Éxodo 15:6; 17:16; Isaías 12:2; 38:11; Salmo 77:11; 89:8).

Las diversas expresiones compuestas en que se utiliza completan la revelación de la naturaleza y carácter de Dios en
relación con el hombre, algunas de las cuales son:

Yahvé-Jireh: “Jehová proveerá” (Genesis 22:13-14).

Yahvé-Nissí: “Jehová, mi bandera o estandarte” (Éxodo 17:15).

Yahvé-Shalom: “Jehová es paz” (Jueces 6:24).

Yahvé-Shammá: “Jehová está allí” (Ezequiel 48:35).


Yahvé-Tsidkenu: “Jehová nuestra justicia” (Jeremías 23:6).

Yahvé-Rafa: “Jehová sana”. De donde proviene el nombre “Rafa-El”. (Éxodo 15:25-27; Salmo 103:3; 147:3).

Yahvé tsebaoth o sabaot: “Jehová de los ejércitos”. Es una designación bastante frecuente en el Antiguo Testamento, en
la que los ejércitos representan las huestes celestiales (Jeremías 5:14; 38:17; 44:7; Oseas 12:5; Amós 3:13; Salmo. 59:5;
80:4, 7, 14; Romanos 9:29; Santiago 5:4).

Adonay: “Señor, dueño, amo, juez”. Este nombre fue también aplicado ya desde el principio al Dios de Israel (Gn 15:2, 8;
18:3, 27, 30; Ex 23:17; 34:23); se utiliza 427 veces en el Antiguo Testamento para expresar la soberanía de Dios.

Qadosh Yisrael: “Santo de Israel”. En el libro de Isaías, Dios es llamado con frecuencia el Santo de Israel, o solamente el
Santo (Isaías 1:4; 5:19, 24; 6; 40:25).

Aunque los nombres de Dios se hallan con más frecuencia en el Antiguo Testamento, la revelación especial sobre Su
persona se extiende al Nuevo Testamento. Cada personaje de la Biblia que experimentó a Dios, se vio movido a
mencionar un título que reflejaba un atributo divino. Por eso Abraham llamó a Jehová Jireh, porque Él proveería el
cordero para el sacrificio en lugar del hijo primogénito.

4.4. LA PERSONALIDAD DE DIOS

Se trata de la esencia propia del Ser de Dios que contiene sus partes componentes como inteligencia, sensibilidad y
voluntad. La omnisciencia de Dios es el origen de nuestra inteligencia, pero con una diferencia obviamente vasta. En
Dios incluye todas las cosas de Dios mismo y Sus obras. La mente finita del hombre no puede abarcar tanto como la de
Dios. Para Dios el pasado, el presente o el futuro ya son conocidos y llama a las cosas que son como si no fueses
(Romanos 4:17). Conoce todas las acciones de todos los agentes morales.

4.5. LOS ATRIBUTOS DE DIOS

Las cualidades de Dios reciben el nombre de atributos, su conjunto e interrelación podrían proveernos la totalidad de
cómo es Dios, pero no podríamos definirlo de una forma perfecta a Su altura. Dios es el Ser supremo que muchos han
definido como un ser autosuficiente, independiente, infinito, necesario, pero son argumentos racionales a priori no fruto
de la revelación. Los teólogos han desarrollado dos grupos de atributos para la definición de Dios, uno incluye los
atributos que solo se encuentran en Dios, y otro los que se encuentran en ángeles y humanos. Los primeros son auto-
suficiencia, simplicidad, infinidad, eternidad e inmutabilidad. Los comunicables son la sabiduría, benevolencia, santidad,
justicia, compasión y verdad.

4.5.1 ATRIBUTOS INHERENTES

Por otra parte, tenemos los atributos inherentes de Dios que no se encuentran en los demás seres, como son:
simplicidad, unidad, infinidad, eternidad, inmutabilidad, omnipresencia o inmensidad, omnisciencia y soberanía.
Atributos que debemos conocer sobre nuestro Dios, no solo porque solo se encuentren en Él, sino porque precisamente
por ello son de tanta relevancia para la Teología Propia y como prueba de la existencia de Dios.

A) Simplicidad

La simplicidad de Dios significa que el Ser divino es simple, sin mezcla, puro e indivisible. Simplicidad en sentido de
oposición a una composición material y también en lo metafísico. No es una contradicción a la Trinidad de Personas tal y
como Dios existe y no son tres esencias, sino una sola que está en cada Persona. En comparación, el hombre es espíritu y
materia. Los ángeles están más cerca de la simplicidad que nosotros, ahora.
B) Unidad

Dios es uno, y Su unidad es en referencia a Su esencia único, algo que hallamos en el trinitarismo y no en el triteísmo.
“Yahweh, nuestro Dios, Yahweh uno es” (Deuteronomio. 6:4) y (32:39) “Ved hora que yo, soy yo, y no hay dioses
conmigo”. También en el Credo Atanasio hallamos esta expresión de la trinidad en unidad, de una sola esencia en Dios,
sin confundir las tres Personas.

C) Infinidad

Al expresar que Dios es infinito, decimos en sentido negativo que Dios no es finito. En la expresión “El Absoluto”
encontramos un esfuerzo que expresa su existencia eterna sin causa externa y es la causa de todo lo que es.

D) Eternidad

La eternidad, en relación con la duración que Dios tiene con ella engloba todo el tiempo y Dios es el creador del mismo,
por lo tanto, no está sujeto al tiempo y está en todo tiempo, está antes, durante y después, no tiene principio ni fin. Por
otra parte, se usa el término como eternidad pasa y eternidad futura. Por ejemplo, la creación no tiene parte en la
eternidad pasada.

E) Inmutabilidad

La inmutabilidad es que no puede ni se puede cambiar, según el Diccionario de la Real Academia Española; y que no se
siente ni manifiesta alteración de ánimo. Desde luego Dios no cambia ni altera su ánimo, como dice en Malaquías 3:6:
“Porque yo Yahweh no cambio; por esto hijos de Jacob, no habéis sido consumidos”. También vemos que los principios
morales establecidos por Dios son inmutables. Sin embargo hay textos que pueden ser usados como cambios en la
actitud de Dios en el sentido de que dice que se arrepiente de volver a hacer mal al hombre tras el Arca, pero en
realidad lo que está aquí ocurriendo es que Dios ha dado al hombre una oportunidad y ha respondido, o como en Jonás
3:4, 10 sobre juicio no cumplido, se explican por la naturaleza condicional, lo cual nos da como resultado la garantía de
que el amor de Dios se adaptará en misericordia a las condiciones de Sus hijos para guiarlos al arrepentimiento.

F) Omnipresencia o Inmensidad

Ambos conceptos son en relación a Dios con el espacio y su presencia en todo lugar al mismo tiempo, así lo describen las
Escrituras, por ejemplo. en el Padre Nuestro al decir “que estás en los cielos” (Mateo. 6:9). También vemos que el
espacio excede a todo lo que contiene, y Dios es la causa del espacio, así pues, no está sujeto a él. Al estar en todo lo
lugar en todo tiempo controla los impulsos a las malas acciones del hombre, pero al mismo tiempo todo lo ve en cuanto
al buen hacer del justo, como dice el Salmo 139:7-12: “¿A dónde me iré de tu Espíritu?”

Omnisciencia es definida como “el estado de tener un conocimiento total, la cualidad de saberlo todo.” Para que Dios
sea soberano sobre Su creación de todas las cosas, ya sean visibles o invisibles, Él tiene que ser omnisciente. Su
omnisciencia no se limita a una sola persona en la Deidad, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son todos omniscientes por
naturaleza.

G) Omnisciencia

Dios lo sabe todo (1 Juan 3:20). Él conoce no sólo los más mínimos detalles de nuestra vida, sino los de todos los que
están a nuestro alrededor, porque Él menciona que aún sabe cuándo cae un pajarillo o cuando perdemos uno solo de
nuestros cabellos (Mateo 10:29-30). No sólo sabe Dios todo lo que ocurrirá hasta el final de la historia misma (Isaías
46:9-10), sino que Él también conoce nuestros propios pensamientos, aún antes de que hablemos (Salmo 139:4). Él
conoce nuestro corazón desde lejos; y aún nos vio antes de nacer dentro del vientre materno (Salmo 139:1-3; 15:16).
Salomón expresa perfectamente esta verdad cuando dice, “…porque solo tú conoces el corazón de todos los hijos de
los hombres” (1 Reyes 8:39).
4.6. LA SOBERANÍA DE DIOS

La soberanía de Dios es el fundamento de la doctrina de los decretos divinos. Dios es el Creador y Su dominio es perfecto
y final, puede disponer de Su creación a su antojo, pero Su benevolencia Le guía en cómo dispone, pero toda majestad y
toda la gloria son de Dios. Además, la autoridad de Dios está establecida sobre los redimidos, especialmente sobre los
que Le han entregado sus vidas como diría (1 Samuel 2:6-8). Sobre el decreto de Dios hallamos un área que provoca
controversia por sus distintos enfoques porque es una cuestión difícil de conciliar para la mente humana que Dios
origine y ejecute todo lo que sucede; y es que el plan que ahora está ocurriendo es el mejor de todos los posibles que
Dios podría haber escogido para llevar a cabo. Hallamos dos problemas: el moral y el de la voluntad. El primero, para la
mente no redimida es una contradicción que Dios permita el pecado siendo santo, pero el hombre natural no entiende
que el plan de Dios es perfecto y debe permitir que el hombre peque y también que sea salvado por la obra redentora
del propio Creador en el Hijo, y de este modo el hombre que es salvo valora la relación con Dios y para la eternidad. Por
otra parte, la voluntad ante el decreto de Dios; si Dios decreta lo que sucede, el hombre no tiene opción ni voluntad,
diría el incrédulo que ve aquí quitado el libre albedrío. Pero no se tiene en cuenta que el decreto de Dios es extrínseco a
la mente humana, pudiendo Él llevar a cabo Su propósito sin que las decisiones del hombre, aun en su libre albedrío
afecten al macro proyecto de Dios. Del mismo modo la predestinación encuentra (Efesios 1:5) el problema de la
elección: si Dios escoge o elige a unos y deja a otros ¿qué puede hacer el hombre? Pero Dios es soberano y aun ha
dejado bajo pecado a todos para tener de toda misericordia aun en Su retribución. Uno de los temas más difíciles es el
sufrimiento humano al enfrentarlo al decreto divino, pero puede ser un castigo a un enemigo de la fe o una disciplina
para un creyente (1 Pedro. 3:17). Las mayores manifestaciones del Decreto divino son la creación, el programa de las
edades, la preservación, la providencia, la oración, los milagros y la gracia. Las obras de Dios son otra prueba de Su
existencia.

En conclusión, podemos decir que, los atributos de Dios forman un conjunto de verdades que son unas características
entretejidas e interdependientes que emanan de la armonía de la Persona de Dios. La teología cristiana es la única que
estudia de manera proporcionada el carácter de Dios como resultado de Sus atributos y de que no puede ser producto
solo del poder. El carácter de Dios es el producto de todos Sus atributos en relación objetiva unos con otros, con lo cual
Dios muestra Su propósito y amor eternos.

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