11 - Sedación y Parálisis
11 - Sedación y Parálisis
11 - Sedación y Parálisis
La mayoría de los pacientes en las UCI requieren un cierto grado de sedación por
diferentes razones:
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Capítulo 11 – Sedoanalgesia y Bloqueo Neuromuscular
Benzodiazepinas
Son las drogas más comúnmente usadas, producen grados variables de amnesia,
hipnosis y relajación muscular. Provocan amnesia anterógrada. Reducen la necesidad
de opiáceos aunque carecen de efecto analgésico. Tienen además, actividad
anticonvulsivante y son coadyuvantes útiles en la intoxicación con cocaína y en la
terapia para deprivación de etanol.
Actúan aumentando la acción del ácido gama aminobutírico, principal inhibidor
neurotransmisor cerebral.
Los tres fármacos más comunes usados en sedación durante la ventilación mecánica
son: lorazepam, midazolam y diazepam. La potencia relativa de cada uno de ellos es,
lorazepam 1, midazolam 3 y diazepam 5.
Diazepam
Es un agente lipofílico con prolongada vida media (15 hs), con metabolitos
activos, haciéndolo poco atractivo para su uso en pacientes críticos.
Ingresa rápidamente al sistema nervioso central, permitiendo su efecto sedante a los
dos o tres minutos con un efecto pico a los 3-5 minutos.
En pacientes con elevada actividad simpática como puede observarse en el shock
hipovolémico puede provocar descenso importante de la presión arterial por liberación
de catecolaminas endógenas.
No se recomienda su uso en infusión continua.
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Capítulo 11 – Sedoanalgesia y Bloqueo Neuromuscular
Midazolam
Lorazepam
Estas dosis suelen ser, como en el caso del midazolam, insuficientes con las
infusiones prolongadas, debiendo duplicarse o triplicarse en algunos pacientes.
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Capítulo 11 – Sedoanalgesia y Bloqueo Neuromuscular
Propofol
Barbitúricos
Estas drogas presentan efectos colaterales que los han relegado a ser indicados
únicamente en la sedación de los pacientes con patología neurológica e hipertensión
endocraneana. Sus efectos secundarios son la depresión respiratoria (sería ventajoso
en el paciente ventilado), del gasto cardíaco y presión arterial. No debemos olvidar el
íleo paralítico y cierto componente de inmunodepresión.
En lesiones cerebrales con hipertensión endocraneana que presentan un patrón de
alto flujo y que no cede con otras medidas terapéuticas, la droga más usada es el
Tiopental sódico. Se administra un bolo y luego infusión continua.
Dexmedetomidina
Es un agente sedante alfa agonista con una afinidad mas importante por los
receptores alfa 2 que por los receptores alfa 1. La inhibición de la actividad simpática
que produce la droga al inhibir los receptores postsinápticos produce, además de
reducción de la presión arterial y frecuencia cardiaca, un claro efecto ansiolítico y
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Capítulo 11 – Sedoanalgesia y Bloqueo Neuromuscular
sedante. Por su efecto a nivel de los receptores espinales produce además un efecto
analgésico.
La droga no produce depresión respiratoria ni alteración del intercambio gaseoso. No
hay inconvenientes en caso de insuficiencia renal, frente a la falla hepática debemos
reducir la dosis.
Siempre debemos valorar el dolor. Utilizar una escala siempre que sea posible, tal
vez la de los ranking numéricos, es la que posiblemente mejor se adapte a los
pacientes críticos.
En muchos pacientes críticos no es posible determinar el grado de dolor en forma
objetiva. Se puede recurrir a evaluaciones basadas en criterios subjetivos como
movimientos o posturas o bien por medio de parámetros fisiológicos como frecuencia
cardiaca, frecuencia respiratoria y presión arterial.
Es muy frecuente que los pacientes en asistencia ventilatoria se traten con sedantes
que duermen a los pacientes, pero no lo protegen del dolor ni de las reacciones
sistemáticas que el dolor provoca: taquicardia, aumento del consumo de oxígeno por
parte del miocardio, hipercoagulabilidad, inmunosupresión y catabolismo persistente.
Debemos armar un esquema de analgesia para cada paciente, fijo y NO a
demanda, en dosis diarias fijas o en infusión continua.
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Capítulo 11 – Sedoanalgesia y Bloqueo Neuromuscular
ESCALA DE RAMSAY
Niveles de Vigilia
1 Paciente ansioso y agitado / inquieto
2 Paciente cooperativo y orientado
3 Paciente que responde órdenes solamente
Niveles de Sueño
4 Respuesta animada
5 Respuesta perezosa
6 No responde
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Capítulo 11 – Sedoanalgesia y Bloqueo Neuromuscular
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Capítulo 11 – Sedoanalgesia y Bloqueo Neuromuscular
Inicialmente :
Midazolam: bolos de 5 mg hasta lograr la sedación y morfina, bolo de 5 mg.
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Capítulo 11 – Sedoanalgesia y Bloqueo Neuromuscular
Mantenimiento:
Infusión continua de midazolam a una dosis diaria inicial de 1,5 mg/Kg/día. Si es
necesario aumentar la infusión en etapas de 33% de la dosis hasta lograr una sedación
adecuada. Si se necesitan dosis adicionales por episodios transitorios de excitación o
movilidad aumentada se indican bolos adicionales de 5 mg de midazolam y si se
repiten los episodios aumentar el ritmo de infusión.
Luego de 48 hs. de comenzada la sedación, se suspende la infusión diariamente con
el objetivo de realizar “una ventana terapéutica”, “darle vacaciones al paciente” y
valorar así no solo la profundidad de la sedación instituida sino también valorar si la
sedación sigue siendo necesaria cuando el paciente comience a despertarse.
No suspendemos la sedación en caso de hipertensión endocraneana o inestabilidad
hemodinámica.
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Capítulo 11 – Sedoanalgesia y Bloqueo Neuromuscular
En general los pacientes con SDRA, EPOC grave reagudizado y asma severo
requieren relajación muscular.
Debemos además tener en cuenta que los relajantes musculares tienen efectos
colaterales como:
Abolición del reflejo de la tos, favoreciendo la producción de atelectasias e
infecciones pulmonares
Inmovilidad prolongada hace al paciente susceptible de padecer trombosis
venosa, úlceras por decúbito, daño de nervios periféricos, atrofia muscular.
Descenso de la presión arterial, aumento de la frecuencia cardíaca,
vasoconstricción pulmonar.
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Capítulo 11 – Sedoanalgesia y Bloqueo Neuromuscular
Si indicamos una infusión continua corremos con el riesgo de facilitar una relajación
excesiva al prolongarse con el tiempo la duración y la intensidad del efecto curarizante.
Es por eso que algunos grupos de expertos aconsejan la administración intermitente
vs. infusión continua.
La administración de un bolo de pancuronio puede inducir generalmente taquicardia
e hipertensión arterial.
El Sindrome Neuro Muscular se lo identifica como una falla orgánica dentro del
contexto del SDMO. Coakley (ICM, 1992) realizó biopsia muscular en pacientes
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Capítulo 11 – Sedoanalgesia y Bloqueo Neuromuscular
Puede observarse:
Atrofia muscular generalizada
Necrosis
Miopatía Inflamatoria
Sindrome Denervativo
Neuropatía Tóxica
Lectura sugerida:
Marini J., Wheeler A. Critical Care Medicine. The essentials. Second Edition. Williams y Wilkins.
1997.
Sociedad Argentina de Terapia Intensiva. Terapia Intensiva. 3º ed. Panamericana. Buenos Aires,
2000.
MacIntyre NR, Branson RD; Mechanical Ventilation. Philadelphia, 2001. W.B. Saunders Company
Mancebo J, Net A, Brochard L, Mechanical Ventilation and Weaning. (Jean-Louis Vincent. Series
Editor). Softcover 2003. Springer- Verlag
Kress J. Pohlman A. O`Connor M. et al. Daily interruption of sedative infusions in critically ill patients
undergoing mechanical ventilation. N Engl J Med 2000; 342: 1471-1477.
Tobin M. Jubran A. Laghi F. Patient-ventilator interaction. Am J Respir Crit Care Med 2001; 163:
1059-1063.
Kollef M. Levy N. Ahrens T. et al. The use of continuous I.V. sedation is associated with prolongation
of mechanical ventilation. Chest 1998; 114: 541-548.
Durbin C. Neuromuscular blocking agents and sedative drugs. Crit Care Clin 1991; 7: 489-506.
Bair N. Bobek M. Mion L. et al. Introduction of sedative, analgesic, and neuromuscular blocking agent
guidelines in a medical intensive care unit: physician and nurse adherence. Crit Care Med 2000; 28
(3): 707-713.
Clinical practice guidelines for the sustained use of sedatives and analgesics in the critically ill adult.
Crit Care Med 2002; 30 (1): 119-141.
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