Taller de Autoestima

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TALLER DE AUTOESTIMA

Objetivo
Explicar claramente el concepto de autoestima y que quede claro dicho
concepto.
Hacer conciencia de sus sentimientos en la autoestima alta y baja.
Hacer un viaje a nuestra niñez para descubrir algunos asuntos inconclusos
para trabajarlos.
Pedir a cada persona que diga que es autoestima, hablar con cada uno que
mencione cuando se sintieron importantes ante alguna situación, revivir
experiencias positivas y luego negativas, y expresar cuando fueron
incapaces de resolver algún asunto y como se sintieron.

Que es autoestima
Autoestima es la predisposición a experimentarse como competente para
afrontar los desafíos de la vida y como ser merecedor de felicidad.
Más específicamente consiste en:
1. Confianza en nuestra capacidad de pensar y de afrontar los desafíos
básicos de la vida.
2. Certeza en nuestro derecho a ser felices, el sentimiento de ser dignos de
merecer, de tener derecho a afirmar nuestras necesidades y a gozar de los
frutos de nuestros esfuerzos.

La autoestima es la visión más profunda que tenemos de nosotros mismos;


es el autoconcepto, que influye sobre las decisiones y elecciones
significativas y que por consecuencia modela el tipo de vida que llevamos.
Esto nos indica la importancia de trabajar con ella. El hecho de tener una
autoestima alta está íntimamente relacionado con la capacidad de disfrutar
de la vida y encontrar fuentes de satisfacción en nuestra existencia. Al mismo
tiempo, el nivel de vulnerabilidad es bajo, es decir,
que una persona con autoestima alta no fácilmente se deja dañar por otras
personas.
Una persona con autoestima alta:
1. Proyecta el placer que tiene de estar viva a través del rostro, ademanes,
modo de hablar, etc.
2. Habla con tranquilidad de los logros o de los defectos de forma directa y
honesta.
3. Da y recibe estímulos positivos.
4. Es abierta a la crítica y siente alivio al reconocer los errores, porque no
busca la perfección.
5. Proyecta tranquilidad y espontaneidad porque no está en guerra consigo
misma.
6. Tiene armonía entre lo que dice y lo que hace.
7. Siente curiosidad y apertura a nuevas ideas, nuevas experiencias y nuevas
formas de vida.
8. Puede manejar su ansiedad e inseguridad.
9. Tiene capacidad de disfrutar la alegría.
10. Tiene flexibilidad personal para responder a situaciones o desafíos. Confía
en sí misma.
11. Siente bienestar propio al mostrar un comportamiento firme consiga
misma y con los demás.
Tiene capacidad para preservar la calidad de equilibrio y de dignidad en
situaciones de estrés.

Una persona con autoestima alta, físicamente tiene ojos que están alertas,
brillantes y llenos de vida, rostro color natural, buena textura en la piel;
mandíbula, hombros y manos, relajados y sueltos, los brazos cuelgan en
forma natural, postura carente de tensión, recta y equilibrada, paso decidido.

GÉNESIS DE LA AUTOESTIMA
La autoestima empieza a generarse desde los primeros años de vida.
Generalmente se va formando por influencia de los adultos que rodean al
niño; éstos con sus palabras, actitudes, gestos y conductas hacen que el niño
se sienta bien o se sienta mal. Cuando las situaciones que lo hacen sentir bien
o mal se repiten una y otra vez, el niño se va dando una idea de sí mismo y
saca por conclusión si es digno de ser amado o no lo es.
Algunos niños tienen ambiente hostil, incomprensivo y amenazante que les
impide desarrollar una buena autoestima y asumen la culpa por sus
sentimientos de impotencia. Cuando los padres son inconsistentes, un día
permiten algo porque están contentos y al día siguiente lo prohiben porque
están de mal humor, los niños se confunden. Si ven a la madre llorar y
preguntan qué le pasa y ésta contesta que no pasa nada, no entienden. Es
como si nunca pudieran hacer lo que se espera de ellos, nunca saben qué
está bien y qué está mal y nunca comprenden a los mayores.
Un niño pequeño no tiene capacidad para razonar los motivos por los que sus
padres lo tratan mal, lo único que sabe con certeza es que se siente herido. El
niño tiene que aceptar lo que sus padres dicen y hacen porque son su sostén.
Si se atreviera a dudar que sus padres tienen la razón, su mundo se vendría
abajo y su inseguridad sería total, ya que no tendría donde apoyarse.
Así pues, le da la razón a los padres y si éstos lo maltratan surge la idea de no
ser digno de amor por no ser lo suficientemente bueno y por consecuencia la
idea de no merecer nada.
Esta autocondena es una estrategia de supervivencia, se usa como un
cinturón de seguridad y se lleva hasta la adultez, sin darse cuenta que la
necesidad de la estrategia se ha quedado atrás, que pudo haber ayudado a
los cinco años, pero que en la actualidad ya no sirve y puede estar
matándolo.
El objetivo de la terapia sería romper el vínculo con la imagen que la persona
se ha formado de sí misma como inadecuada, despreciable, incompleta.
Renunciando a esta estrategia se enfrenta a su soledad y la necesidad de
aceptar la responsabilidad de su vida como adulto.
Los niños necesitan límites y reglas porque esto les va a proporcionar
seguridad. Si los padres son consistentes en sus reglas, los niños sienten
que hay autoridad y esto les da protección, de otro modo ellos pensarían si
nosotros podemos con los padres, ¿de qué o de quién nos protegerían?”
Hay dos cosas importantes que ayudan al niño a desarrollar una buena
autoestima. Una es el derecho a equivocarse y la otra es el derecho a ser
visibles en el hogar. Si no se acepta que el niño se equivoque como parte
normal del proceso de crecimiento, va a desarrollar terror a equivocarse, por
el castigo o la ridiculización. Para una buena autoestima debe haber
permiso de los padres al niño para equivocarse y como consecuencia, al no
haber miedo, se cometen menos errores
Cinco condiciones asociadas a una alta autoestima en los niños.

 El niño experimenta una total aceptación de sus pensamientos,


sentimientos, y del valor de su propia persona.

 El niño funciona en un contexto de límites definidos e impuestos con


claridad que son justos, no opresores y negociables. No se le da una
libertad ilimitada.

 El niño experimenta respeto hacia su dignidad como ser humano. Los


padres no utilizan la violencia, humillación o el ridículo para controlar y
manipular. Los padres se toman en serio las necesidades y deseos del
niño. Impera la autoridad pero no el autoritarismo.

 Los padres no tienden a la disciplina punitiva, son más propensos a la


recompensa. Se centran más en lo positivo que en lo negativo.
 Los padres tienen normas elevadas y altas expectativas por lo que
respecta al comportamiento y al rendimiento. Su actitud no es la de se
vale todo. Tienen expectativas morales y de rendimiento que
transmiten en forma respetuosa, benévola y no opresiva, se reta al
niño a que sea lo mejor que puede ser.

 Los propios padres tienden a tener un alto nivel de autoestima. Son


modelos de eficacia personal y respeto hacia sí mismos. El niño ve
ejemplos vivos de lo que tiene que aprender.

Pese a la enorme influencia parental en la génesis de la autoestima, Branden


habla de “la voluntad de ser eficaz” que algunas personas desde niños
sienten aunque su ambiente sea inadecuado y la describe como “la negativa
de una conciencia humana a aceptar la impotencia como condición
permanente e inalterable”
Desafortunadamente este tipo de personas con una tendencia innata a tener
una alta autoestima es sólo un porcentaje muy bajo, así como hay otro
porcentaje, bajo también, de personas que tienen una tendencia innata a la
depresión y al negativismo. La gran mayoría somos influidos
por el ambiente familiar que tuvimos en la infancia.
La mayor herencia que podemos dejar a nuestros hijos es ayudarles a
desarrollar una confianza en sí mismos que los lleve a tener un autoconcepto
positivo, dándoles permiso a equivocarse, permitiendo su visibilidad y sobre
todo trabajando con nuestra propia autoestima.

FUNDAMENTOS BÁSICOS DE LA AUTOESTIMA

Los principales fundamentos de la autoestima o las prácticas que las


fomentan, como Branden las llama son:
 La práctica de vivir conscientemente.
 La práctica de aceptarse a sí mismo.
 La práctica de asumir la responsabilidad de uno mismo.
 La práctica de la autoafirmación.
 La práctica de vivir con propósito.
 La práctica de la integridad personal.

A continuación vamos a examinar cada una de estas prácticas por orden.

Vivir conscientemente
Vivir conscientemente significa generar un estado mental adecuado a la tarea
que se realiza. Manejar un auto, hacer el amor, meditar, etc... Cada cosa
requiere estados mentales diferentes. Yo determino lo que es adecuado
según el contexto.
Cuanto más inteligentes somos mayor es nuestra capacidad de “darse
cuenta”, pero el principio de vivir conscientemente sigue siendo el mismo,
sea cual fuere el nivel de inteligencia. Vivir conscientemente significa darse
cuenta de todo lo que tiene que ver con nuestras acciones, propósitos,
valores y metas, al máximo de nuestras capacidades, sean cuales sean éstas,
y comportarnos de acuerdo con lo que vemos y conocemos.
Nuestra capacidad de pensar es privilegio humano. Vivir conscientemente
implica estar en contacto con nuestra parte interna y respetarla, conocer
nuestras necesidades, deseos, emociones y vivir responsablemente para con
la realidad conociendo también el mundo exterior.

El fundamento de autoconfianza y de autorrespeto.


El darse cuenta implica Pensar, aunque resulte difícil, contra no pensar. El
percatamiento, aun cuando sea un desafío, contra el desconocimiento.
ƒ El respeto por la realidad ya sea agradable o dolorosa, contra la evitación
de la realidad.
ƒ El respeto por la verdad contra el rechazo de la verdad.
ƒ La independencia contra la dependencia.
ƒ La actitud activa contra la actitud pasiva.
ƒ La voluntad de correr riesgos adecuados aunque despierten miedo,
contra la falta de voluntad.
ƒ La honestidad con uno mismo contra la deshonestidad.
ƒ Vivir en el presente y de acuerdo con él, contra replegarse en la fantasía.
ƒ Enfrentarse a uno mismo contra evitarse a uno mismo.
ƒ La voluntad de ver y corregir los errores contra la perseverancia en el error.
ƒ La razón contra el irracionalismo.
Aceptarse a sí mismo
Aceptarme es estar de mi lado, valorarme, tratarme con respeto, defender
mi derecho a existir y a ser feliz.
Aceptar mis emociones, mis pensamientos y conductas como parte mía. Es el
respeto a la realidad aplicado a uno mismo.
Aceptar es experimentar, contemplar la realidad de algo e integrarlo en mi
conciencia. Autoaceptación es ser amigo de mí mismo. La autoestima es
imposible sin la aceptación de uno mismo

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