Meditacion Puesta Del Sol 2024
Meditacion Puesta Del Sol 2024
Meditacion Puesta Del Sol 2024
recepción de sábado
Accede al código QR y encuentra valiosos consejos
para tener un culto de puesta de sol y un sábado
bendecido en la presencia de Dios.
Separar los primeros momentos de cada día para
estar en comunión con el Señor mediante la oración,
y mediante el estudio de la Biblia, del Espíritu de
Profecía y de la lección de Escuela Sabática.
Nombre: Fecha: / /
División Sudamericana
Ministerio de Mayordomía Cristiana
Organizador:
Josanan Alves de Barros Júnior
Principios de la adoración verdadera
Josanan Alves
Primera edición
MMXXIII –27,513M
ISBN 978-987-798-925-0
Alves, Josanan
Principios de la adoración verdadera / Josanan Alves / Dirigido por Eric
E. Richter. - 1ª ed. - Florida: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2023.
56 p. ; 19 x 13 cm.
Se terminó de imprimir el 10 de noviembre de 2023 en talleres propios (Gral. José de San Martín
4555, B1604CDG Florida Oeste, Buenos Aires).
Prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación (texto, imágenes y diseño), su manipulación
informática y transmisión ya sea electrónica, mecánica, por fotocopia u otros medios, sin permiso
previo del editor.
Todas las citas bíblicas sin otra indicación han sido extraídas de La Biblia, Nueva Reina-Valera 2000
Actualizada (NRV-2000), © 2020, Sociedad Bíblica Emanuel. biblia.editorialaces.com
-114527-
PRESENTACIÓN
“Entonces Dios bendijo el séptimo día y lo santificó, porque en él
reposó de cuanto había hecho en la creación” (Génesis 2:3).
Josanan Alves
Líder de Mayordomía cristiana – DSA
3
5 de enero
¿ACCIÓN O INTENCIÓN?
“Así, hermanos, por la tierna misericordia de Dios, les ruego que presenten
su cuerpo en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que
es el culto espiritual de ustedes” (Romanos 12:1).
5
12 de enero
¿T e imaginas cómo sería una iglesia si todos sus miembros fueran iguales? Pien
sa en cómo sería la comunión de la iglesia si todos oraran y leyeran la Biblia
como tú lo haces. Imagina cómo sería el trabajo misionero si todos los miembros
de la iglesia dedicaran el mismo tiempo que tú a compartir las verdades con sus
prójimos. Reflexiona en cómo se sostendría financieramente la iglesia y cuánto se
invertiría en la misión si todos los miembros devolvieran los diezmos y las ofrendas
con la misma regularidad que tú lo haces.
¿Cómo sería esta iglesia formada por personas iguales a ti? ¿Qué imagen consi
gues visualizar en tu mente? La verdad es que esa iglesia de una sola persona existe
y eres tú. A veces pensamos que nuestras actitudes individuales no afectan la igle
sia como un todo. Podemos pensar de la siguiente manera: “Si yo no doy estudios
bíblicos a nadie, alguien más lo hará y el mensaje será predicado a todo el mundo”;
“Si yo no soy fiel en la devolución de diezmos y ofrendas, alguien más tendrá los
recursos para sostener la iglesia local y la predicación alrededor del mundo”. En
cierto sentido, eso es verdad: la causa de Dios triunfará con o sin tus recursos, y el
evangelio será predicado en todo el mundo con o sin tu participación.
El gran problema es que esa iglesia formada solo por mí siempre influirá en las
personas de mi entorno, como mis hijos, mi cónyuge, mis padres y mis hermanos.
El compromiso o la negligencia con la causa de Dios puede inspirar o destruir a las
personas que me rodean. Un padre dijo en una ocasión: “La mayor herencia que le
estoy dejando a mis hijos es el ejemplo de una vida completamente dedicada a la
causa de Dios y espero que ellos se dediquen a esta causa con más ahínco que yo”.
Si alguien te pregunta: “¿Cuánto amas la causa de Dios?”, ¿cómo responderías?
La mejor manera de responder no es con palabras, sino con una vida completamen
te dedicada e involucrada con la obra de Dios. Necesitamos entender que esta es
una evidencia clara de nuestro discipulado cristiano.
6
19 de enero
LA ENTREGA VERDADERA
“Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, dalo a los pobres,
y tendrás tesoro en el cielo. Y ven, sígueme” (Mateo 19:21).
E l versículo de hoy fue la respuesta de Cristo a un joven rico que deseaba saber
qué debía hacer para ganar la vida eterna. ¿Qué le estaba pidiendo Jesús a este
joven? Todo. Es interesante notar que, cuando el joven se fue, estaba “triste, por
que tenía muchas posesiones” (Mat. 19:22). Jesús no corrió detrás de él para decirle:
“¡Regresa, no te preocupes! Estaba hablando en parábola. Tú solo necesitas entre
gar los diezmos y las ofrendas y todo estará bien”. ¡No! El dinero se había converti
do en un dios en la vida de este joven y solo una entrega completa sería aceptable.
Si leemos la Biblia con honestidad, llegaremos a la conclusión de que Dios real
mente quiere todo. Cierto día, después de escuchar un sermón, una madre de cinco
hijos decidió entregar todo lo que poseía como sacrificio a la causa de Dios. Pero al
regresar a su casa, se dio cuenta de que su pobreza era tan extrema que no tenía
nada que fuese útil o valioso. De repente, observó a sus cinco hijos: tres niñas y
dos niños. Entonces, fue a su cuarto e hizo la siguiente oración: “Señor, no poseo
riquezas materiales que puedan ser usadas para tu causa, pero tengo cinco hijos.
En este momento los dedico para la misión. Úsalos como misioneros”. Algunos años
después, todos sus hijos comenzaron a servir en la causa de Dios como misioneros.
Elena de White nos ayuda a comprender ese concepto con las siguientes pala
bras: “En el momento del éxito, cuando las redes estaban llenas de pescados y eran
más fuertes los impulsos de la vida antigua, Jesús pidió a los discípulos, a orillas
del mar, que lo dejasen todo para dedicarse a la obra del evangelio. Así también es
probada cada alma para ver si el deseo de los bienes temporales prima por sobre
el de la comunión con Cristo. El principio siempre es exigente” (El Deseado de todas
las gentes, p. 239).
Este es el tipo de entrega completa que necesitamos hacer. Todo lo que tene
mos y somos necesita estar en las manos del Señor. Es importante entender que
Dios quiere todo y que, si no entregamos todo, en realidad no estamos entregando
nada.
7
26 de enero
8
2 de febrero
e
E n cierta ocasión, un granjero decidió invadir los campos de algunos de sus veci
nos para robar un poco de trigo. “Si saco solo un poco de cada campo, nadie se
dará cuenta –pensó–, pero sumando los montones pequeños lograré una gran can
o, tidad de trigo fácilmente”. Entonces esperó a que hubiera una noche oscura y nu
blada para ejecutar su plan. Salió de casa a escondidas y se llevó consigo a su hija.
–Hija –dijo en voz baja–, haz guardia y avísame si aparece alguien.
ir El hombre entró sigilosamente al primer campo y comenzó su cosecha. Apenas
el había empezado cuando escuchó que su hija gritaba:
o –Papá, alguien te está viendo.
e El hombre miró a su alrededor, pero no logró ver a nadie. Agarró el trigo que
había recogido y se fue rápidamente a un segundo campo.
a –Papá, alguien te está viendo –dijo de nuevo su hija.
a El hombre nuevamente miró para todos lados, pero otra vez no logró ver a
e ninguna persona. Irritado, le preguntó a su hija:
–¿Por qué me dices que me están viendo? Miro para todos lados y no veo a
i nadie.
–Papá –murmuró la niña–, alguien te está viendo desde arriba.
e Esta simple historia nos ayuda a entender que cuando pecamos solos, incluso
mi de noche y en un lugar cerrado, en realidad estamos pecando en la presencia de
n Dios. Una de las maneras más seguras de vivir con fidelidad es tener presente en
s cada momento que Dios está a nuestro lado. Comprender esto no nos debe pro
vocar miedo ni inseguridad. Más bien, debemos sentir alegría de saber que Dios,
s nuestro Salvador y Redentor, camina a nuestro lado y que su compañía merece la
el expresión de nuestra fidelidad.
n Al vivir así seremos capaces de manifestar la fidelidad cuando estemos lejos de
s, nuestro cónyuge, podremos honrar a Dios cuando seamos el único cristiano en el
s. aula o en el trabajo. Viviremos de acuerdo con la voluntad de Dios, aunque todos a
i nuestro alrededor lo estén deshonrando.
Al expresar tu fidelidad a través de la devolución de diezmos y ofrendas, agra
dece al Señor por el privilegio de vivir y caminar en la compañía de un Dios de amor
y misericordia.
9
9 de febrero
DIOSES FALSOS
“Cambiaron la verdad de Dios en mentira, y adoraron y sirvieron a las criaturas
antes que al Creador, que es bendito por los siglos. Amén” (Romanos 1:25).
C ualquier cosa que se relaciona con nuestra vida y no está completamente en las
manos de Dios se puede convertir en un dios falso. Los griegos y los romanos
conocían bien esta realidad, ya que para ellos cualquier cosa se podía convertir en
un dios. Por ese motivo, crearon a Hefesto, el dios del trabajo; a Mamón, el dios del
dinero; a Hímero, el dios del deseo sexual; y a tantos otros.
Necesitamos admitir que, como seres humanos, convertimos fácilmente cual
quier cosa en un dios. Por ejemplo: el trabajo es una bendición, pero si se torna en
nuestra prioridad principal, se convierte en el “Hefesto” de nuestra vida. El sexo
fue diseñado por Dios antes del pecado, pero cuando dejamos de seguir el patrón
establecido por Dios para nuestra sexualidad, se convierte en un dios falso como
“Hímero”. Cualquiera de estos dioses falsos puede destruir nuestra vida espiritual.
En Romanos 1:25, Pablo habla acerca de la tentación humana de sustituir la
adoración del Dios único y verdadero por la adoración de seres creados. El após
tol afirma que este tipo de adoración está basado en una mentira que nunca
hará al ser humano realmente feliz. Él denomina este tipo de actitud como “locu
ra” (Rom. 1:22). Realmente es una locura querer encontrar paz en la satisfacción
personal, en los vicios o en acumulación de riquezas. Solo en Dios podemos ser
plenamente felices.
Uno de los dioses más destructivos es el dios de la codicia y la búsqueda desen
frenada de dinero. Por eso, Jesús afirmó: “Ninguno puede servir a dos señores.
Porque, o aborrecerá a uno y amará al otro, o estimará a uno y menospreciará al
otro. Ustedes no pueden servir a Dios y a las riquezas” (Luc. 16:13).
La fidelidad y la generosidad son la mejor manera de librarse de la codicia.
Cuando decidimos devolver fielmente el 10 % de nuestros ingresos como diezmo y
escogemos un porcentaje para la devolución regular de las ofrendas, estamos per
mitiendo que Dios mate cada día el dios falso de la codicia que intenta dominarnos.
Al devolver los diezmos y las ofrendas, pide a Dios que te ayude a matar los
dioses falsos que están controlando los diferentes aspectos de tu vida. Toma la
decisión de colocar el yo en último lugar y a Dios en el primero.
10
16 de febrero
A lgunas personas argumentan que no devuelven los diezmos y las ofrendas por
que no están de acuerdo con la manera en la que la iglesia utiliza los recursos o
porque no considera que la iglesia sea transparente con la gestión de sus finanzas.
¿Cómo debemos actuar cuando no estamos de acuerdo con la forma en que las
cosas se llevan a cabo en la iglesia? Esa es una pregunta tan importante que me
gustaría responderla con una cita de Elena de White. Ella dice lo siguiente:
“Algunos han estado descontentos, y han dicho: ‘No pagaré más mi diezmo;
porque no tengo confianza en el modo en que se manejan las cosas en el centro
de la obra’. Pero ¿robarán a Dios porque les parezca que la dirección de la obra no
es correcta? Presenten sus quejas, clara y abiertamente, con el debido espíritu, a
quienes incumba. Envíen sus peticiones para que se ajusten y pongan las cosas en
orden; pero no se retiren de la obra de Dios, ni se demuestren infieles, porque otros
no estén haciendo lo correcto” (Obreros evangélicos, p. 234).
Esta cita nos enseña tres cosas muy profundas e importantes:
Primero, la decisión de ser infiel por percibir un manejo errado de los recursos
de la iglesia es considerada por Dios como un robo.
Segundo, se deben presentar los cuestionamientos a las personas pertinen
tes que dirigen la causa de Dios. No debemos seguir el espíritu revolucionario de
nuestra época que enseña que la exposición es la única manera de resolver los
problemas.
Tercero, se deben presentar las dudas con espíritu cristiano. Pídele a Dios que
coloque amor en tus palabras y te dé sabiduría al presentar tus cuestionamientos.
Ponte en la posición de alguien que quiere ayudar y no destruir.
La cita termina afirmando: “No se retiren de la obra de Dios, ni se demuestren
infieles, porque otros no estén haciendo lo correcto”. No te retires de la obra de
Dios. Él tiene una obra en esta tierra y te invita a unirte completamente a ella.
Tal vez hayas perdido la confianza en la forma en que la obra de Dios ha sido
conducida. Por eso quiero invitarte a orar en este momento y pedir sabiduría a Dios
para actuar de acuerdo con la orientación profética y, principalmente, para seguir
involucrado fielmente en la causa de la verdad.
11
23 de febrero
A ntonio era un padre que sufría lo mismo que miles de otros padres cristianos.
Sus tres hijos estaban apartados de la iglesia. Ellos ya vivían con sus propias
familias y no mostraban ningún deseo de regresar a la casa de Dios.
El padre constantemente los invitaba para ir a la iglesia y, en los encuentros
familiares, siempre se hablaba sobre el peligro que ellos corrían por estar lejos de
los caminos de Dios. Eso fue causando incomodidad en los hijos y le pidieron a su
padre que no los volviera a invitar a la iglesia.
Antonio decidió orar con mayor intensidad por sus hijos, y una madrugada
mientras oraba, vino a su mente el siguiente versículo: “Porque donde esté el te
soro de ustedes, allí estará también su corazón” (Mat. 6:21). Con cada oración, ese
versículo regresaba con más fuerza a su mente.
Finalmente, decidió buscar a sus hijos y decirles que había decidido aceptar
su pedido de no insistirles nuevamente en que regresaran a la iglesia, con la con
dición de que volvieran a dar el diezmo y las ofrendas. Los hijos pensaron que
sería un buen trato, ya que su padre no los volvería a molestar con este asunto.
Después de algún tiempo, este padre tuvo el privilegio de ver a sus tres hijos
regresar a la iglesia.
Antonio vio el cumplimiento de Mateo 6:21 en la vida de sus tres hijos. La devo
lución de diezmos y ofrendas es, sin duda, un método eficaz para afirmar el corazón
de los hijos en los caminos del Señor. Los padres deben transmitir a sus hijos valo
res de entrega completa e irrestricta a la causa de Dios. Cuanto más involucrada
y comprometida esté una persona con la iglesia, menor es la posibilidad de que se
aparte de la casa de Dios.
“Ha habido gran dejadez de parte de los padres en procurar interesar a sus
hijos en el desarrollo de la causa de Dios. En muchas familias, parece que se hace
caso omiso de los niños, como si ellos fuesen seres irresponsables. Algunos padres
aun roban a Dios lo que por derecho le pertenece como diezmos y ofrendas, para
poder juntar riquezas para sus hijos, sin pensar que al hacerlo, están abriendo a sus
amados una puerta de tentación que por lo general provocará su ruina” (Consejos
sobre la obra de la Escuela Sabática, p. 133).
Pide a Dios ayuda para que tus hijos coloquen a Dios y su causa en primer lugar.
12
1º de marzo
¿QUIÉN ES EL PROPIETARIO?
“Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti, porque
mío es el mundo y su plenitud” (Salmo 50:12).
13
8 de marzo
14
15 de marzo
15
22 de marzo
ENSEÑÁNDOLE AL MAESTRO
“Les estoy escribiendo, padres, porque han conocido al que existe desde el
principio. Les estoy escribiendo, jóvenes, porque son fuertes, la palabra
de Dios mora en ustedes y han vencido al maligno” (1 Juan 2:14).
K aan miró de reojo a Bruno y a Natalia, preguntándose por qué esta pareja ex
tranjera estaría interesada en aprender su idioma nativo.
–¿Ustedes son cristianos? –preguntó finalmente.
Los jóvenes misioneros dudaron un momento. Acababan de llegar al Medio
Oriente y estaban planeando establecerse en un país vecino donde estaba prohibi
do hablar libremente acerca de Jesús. Pero primero necesitaban aprender el idioma
local, así que contactaron a Kaan para ver si estaría dispuesto a enseñarles.
“Teníamos miedo de responder esa pregunta –dijo Natalia mucho después–,
pero no podíamos evitarlo. Oramos en silencio para que Dios estuviera al control, y
dijimos que sí”. La pareja no estaba preparada para la respuesta de Kaan:
–Les enseñaré con mucho gusto –y luego añadió en voz baja– porque yo estoy
estudiando la Biblia.
Muy sorprendidos, Bruno y Natalia se miraron entre sí. Esa noche, ellos le pi
dieron a Dios que los ayudara a ser una bendición para Kaan y para que él pudiera
aprender más sobre la Palabra de Dios. En su segunda reunión de estudios, Kaan
nuevamente los sorprendió al abrir su bolsa y sacar una Biblia. Luego le preguntó a
Bruno a qué se dedicaba en su país natal. Bruno le respondió diciéndole que había
estado estudiando Teología:
–Entonces, ¿qué estás haciendo aquí? –preguntó Kaan.
Con dudas, Bruno le respondió que era pastor.
Kaan lo miró estupefacto:
–¿Entonces puedes ayudarme a aprender más acerca de la Biblia?
–Me encantaría –respondió Bruno, agradeciéndole a Dios por responder su oración.
La familia de Kaan también comenzó a estudiar la Biblia y a asistir a la iglesia los
sábados. Durante este tiempo, todos los sermones se enfocaban en las 28 enseñan
zas fundamentales de la fe adventista. Después de estudiar con Bruno y Natalia por
varios meses, Kaan pidió ser bautizado.
Bruno y Natalia participan de la Iniciativa de Estudiantes Valdenses, un enfoque
misionero novedoso en el cual los estudiantes adventistas viven, estudian y sirven en
universidades seculares en el Medio Oriente y en el norte de África. Siguiendo el méto
do de evangelismo de Cristo, se relacionan con las personas, ganan su confianza, satis
facen sus necesidades y, cuando surge la oportunidad, los invitan a seguir a Jesús. Las
ofrendas misioneras ayudan a sostener este ministerio de la Iglesia Adventista en el
Medio Oriente y en el norte de África. ¡Gracias por tu generosidad y apoyo a la misión!
16
29 de marzo
17
5 de abril
E n 2016, una parte de las ofrendas misioneras de todas las iglesias adventistas
del mundo fue enviada a Nueva Zelanda. La iglesia en esa región tuvo el audaz
sueño de transmitir gratuitamente el canal Hope Channel (“Nuevo Tiempo” en in
glés) por todo el país. Gracias a las ofrendas, este sueño se hizo realidad. Actual
mente, cerca de 170.000 personas miran el canal mensualmente y cientos de ellas
están asistiendo a las iglesias adventistas. Una mujer cuya vida fue transformada
al encontrarse con Hope Channel fue Adelaida.
El mundo de Adelaida se derrumbó cuando su esposo falleció en 2011. Tres años
más tarde, ella sufrió otro duro golpe cuando perdió a su padre. En ese momento,
comenzó a preguntarse dónde estaba Dios en su vida. Tenía dudas acerca de qué es
lo que pasa después de la muerte. Un día, mientras estaba cambiando canales en la
televisión, se encontró con el canal adventista. Ella nunca había escuchado de Hope
Channel y decidió curiosear el programa solo por un par de minutos. Sin embar
go, Adelaida quedó inmediatamente “enganchada”. Se maravilló al darse cuenta de
que las preguntas que tenía estaban siendo respondidas. Las verdades que descu
brió acerca del estado de los muertos le trajeron paz. Ella y su familia comenzaron
a asistir a la iglesia y a prepararse para el regreso de Cristo. El mensaje de salvación
alcanzó a Adelaida y a su familia gracias al poder de Dios y a los miles de sus hijos e
hijas que regularmente envían sus ofrendas mediante la iglesia.
Cada vez que nuestras ofrendas son distribuidas, estamos asociándonos con
Jesús para alcanzar a las personas de manera local, regional y mundial.
Tus ofrendas ayudarán a Hope Channel y Nuevo Tiempo con los recursos nece
sarios para este importante ministerio de evangelismo a través de multimedia. La
Asociación General recibe regularmente una porción de las ofrendas de las Divisio
nes y reasigna estos fondos para instituciones y proyectos misioneros. Los ministe
rios televisivos están incluidos en esta lista. ¡Gracias por tu generosidad y fidelidad!
18
12 de abril
E ste versículo bíblico describe el gran interés de Dios. Él quiere que nuestro co
razón, que se apartó de él a causa del pecado, regrese nuevamente a nuestro
Padre. Podemos llamarle a esto transformación del carácter.
Lee con atención la siguiente cita de Elena de White: “Vi que este sistema de
diezmar desarrollaría el carácter y manifestaría la verdadera condición del cora
zón” (Testimonios para la iglesia, t. 1, p. 216).
Este es el verdadero objetivo de la fidelidad: desarrollar el carácter y mani
festar lo que realmente domina nuestro corazón. Necesitamos entender que el
“uso” de los diezmos y las ofrendas es una cosa, y el “objetivo” de ellas es otro. Los
diezmos y las ofrendas son utilizados para hacer avanzar la causa de Dios, pero el
objetivo de su devolución es desarrollar nuestro carácter.
Por eso, cuando hablamos de fidelidad en la iglesia y para con nuestros hijos,
no deberíamos utilizar el argumento de que la causa de Dios necesita de recursos
para que la misión avance, y que por eso debemos ser fieles. Lo que realmente de
beríamos enfatizar es cómo el egoísmo toma el control de nuestro corazón cuando
no somos fieles a Dios.
Imagina, por ejemplo, un niño que recibe una asignación de diez dólares y de
vuelve un dólar de diezmo y otro de ofrenda. A lo largo de cinco años, habrá devuel
to sesenta dólares de diezmo y el mismo monto de ofrenda. Ese valor no es capaz
de causar un gran impacto en la predicación del evangelio al rededor del mundo,
pero sí es capaz de generar un gran impacto en el carácter de ese niño.
Lo que más le importa a Dios no es la diferencia monetaria que nuestra ofrenda
hará, sino la diferencia que hará en nuestro carácter al revelar dónde está real
mente nuestro tesoro. Por lo tanto, no soy fiel para recibir algo a cambio ni porque
la causa de Dios depende de mí, sino para entender el papel de la fidelidad en la
transformación de mi carácter.
Pídele a Dios que te ayude a comprender la importancia de la fidelidad para la
formación y la transformación del carácter. Pídele que te ayude a ser fiel en todos
los aspectos de la vida, incluso en la devolución de los diezmos, de las ofrendas y de
las ayudas para los más necesitados.
19
19 de abril
20
26 de abril
C uando la viuda llevó su ofrenda al Templo, tomó dos decisiones. En primer lugar,
su ofrenda involucraría un gran sacrificio. En segundo lugar, escogió qué por
centaje daría de su ofrenda. ¿Cómo sabemos eso? Jesús afirmó que la viuda ofreció
más que otros. Si el criterio fuera la cantidad, ella no podría haber dado más que
los demás, pues la Biblia asegura que ellos daban grandes sumas de dinero. Pero si
el criterio fuera porcentual, entonces la afirmación es verdadera. Ella estaba dando
el 100 % de lo que poseía y este fue el mayor porcentaje ofrendado en aquel día.
Comentando sobre esa historia, Elena de White afirma: “Así enseñó que el valor
de la dádiva no se estima por el monto, sino por la proporción que se da y por el
motivo que impulsa al dador” (Los hechos de los apóstoles, pp. 281, 282).
Para el diezmo, Dios escogió un porcentaje. La palabra “diezmo” literalmente
significa “décima parte”, refiriéndose a nuestros ingresos. Pero con relación a las
ofrendas, Dios dio libertad para que el adorador escoja el porcentaje que desea
devolver. En Deuteronomio 16:17, leemos: “Cada uno ofrecerá su don en proporción
a la bendición que el Señor su Dios le haya dado”.
¿Prestaste atención a la palabra “proporción”?
El porcentaje de las ofrendas puede revaluarse a medida que las bendiciones de
Dios aumentan la vida financiera.
Un buen resumen sería:
• Las ofrendas y diezmos deben ser entregadas con base en un porcentaje
fijo.
• Dios escogió el porcentaje del diezmo. El adorador elige el porcentaje de
las ofrendas.
De esta manera, los diezmos y las ofrendas no son entregadas por impulso o
de manera impensada. No es posible modificar el porcentaje del diezmo, pues ya
fue establecido por Dios. Pero deberíamos siempre estar ansiosos por aumentar la
proporción de ofrendas entregadas a la causa de Dios.
Hoy quiero invitarte a orar y a establecer tu porcentaje de ofrendas. Si ya de
vuelves tus ofrendas con base en un porcentaje fijo, te invito en este momento a
orar y mantener el porcentaje o revaluarlo. Esa también es una de las maneras de
colocar el yo en último lugar y que Dios esté primero.
21
3 de mayo
22
10 de mayo
23
17 de mayo
EN DIRECCIÓN AL CIELO
“A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en la
incertidumbre de las riquezas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas
en abundancia para que las disfrutemos. Que hagan bien, que sean ricos
en buenas obras, dadivosos, prestos a compartir” (1 Timoteo 6:17, 18).
G eorge W. Truett, un conocido pastor, fue invitado en una ocasión para almorzar
en la casa de un hombre muy rico. Después de disfrutar de la comida, el anfi
trión lo llevó a un lugar donde podían tener una buena vista de los alrededores de
la mansión. Apuntando hacia unos pozos de petróleo que podían verse en el hori
zonte, el anfitrión exclamó: “Hasta donde usted puede ver, todo es mío”. Mirando en
la dirección opuesta, hacia unos campos de grano, dijo: “Todo eso también es mío”.
Luego miró hacia el este, en dirección a unos enormes rebaños de ganado y se jac
tó: “Todos esos animales también son míos”. En seguida, mirando hacia un hermoso
bosque en dirección oeste, exclamó: “Eso también es mío”. Luego hizo una pausa,
esperando que el pastor lo elogiara por todo su éxito. Sin embargo, George colocó
una mano en el hombro de su anfitrión y apuntando al cielo con su otra mano sim
plemente dijo: “¿Y cuánto tienes en esa dirección?” El hombre agachó la cabeza y
confesó: “Nunca pensé en eso”.
El texto bíblico que leímos es una exhortación de Pablo para cada uno de no
sotros. El versículo nos ayuda a entender que la cura para el mal que produce la
acumulación de riquezas se encuentra en ser fiel a Dios y generoso para con el pró
jimo. Cuando somos fieles en los diezmos y las ofrendas, y generosos con los más
necesitados, estamos recordando que lo que tenemos no nos pertenece. Entende
mos que los recursos que tenemos en nuestras manos son una evidencia de Dios
en nuestra vida y no de nuestra propia capacidad de adquirir o acumular recursos.
Elena de White resume bien este concepto:
“Satanás utiliza los tesoros mundanales para entrampar, seducir y engañar a
las almas, con el fin de llevarlas a la ruina. Dios ha dado instrucciones acerca de la
manera como se deben utilizar sus bienes para aliviar las necesidades de la huma
nidad sufriente, para promover su causa, para edificar su reino en el mundo, para
enviar misioneros a las regiones lejanas y para proclamar el conocimiento de Cristo
en todas partes del mundo” (Consejos sobre mayordomía cristiana, p. 136).
¡Nunca debemos olvidar en qué dirección deben estar nuestras verdaderas
riquezas!
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24 de mayo
25
31 de mayo
26
7 de junio
L a Biblia presenta diferentes principios sobre las ofrendas. Y uno de los principios
más importantes es que el monto de la ofrenda debe ser definido con base en un
porcentaje escogido por el adorador, y que ese porcentaje debe ser desafiante, de
manera que nos haga entender el significado de ese sacrificio.
No se trata de la cantidad, sino del valor que implica ese sacrificio. Ante esta
situación, tenemos que detenernos a pensar: “¿Será que en algún momento de mi
vida hice un verdadero sacrificio por la causa de Dios?”
Tratando este tema, Elena de White escribió: “¡Cuán grande fue el don hecho
por Dios al hombre, y cuán propio de Dios fue hacerlo! Él dio con una liberalidad que
jamás podrá ser igualada, con el fin de salvar a los rebeldes hijos del hombre e indu
cirlos a ver su propósito y a discernir su amor. ¿No quieren demostrar por medio de
sus dones y ofrendas que no hay nada que consideran demasiado bueno para aquel
que ‘ha dado a su Hijo unigénito’?” (Consejos sobre mayordomía cristiana, p. 27).
En una ocasión, el misionero escocés Alexandre Duff regresó a su patria para
morir allí después de muchos años de trabajo y arduas luchas en la India. En una
reunión en su iglesia, él predicaba y apelaba a sus correligionarios para que conti
nuaran su obra. Sin embargo, nadie atendía a su llamado. Él insistía con tanta pa
sión que se desmayó al lado del púlpito. Un médico examinaba su corazón cuando,
repentinamente, Alexandre abrió sus ojos y dijo:
–Debo volver al púlpito. Necesito continuar el llamado.
–Cálmese –le aconsejó su médico–. Su corazón está muy débil.
Pero el misionero no se conformó. Regresó al púlpito y continuó su llamado:
“Cuando la reina Victoria solicitó voluntarios, cientos de jóvenes se presentaron.
Pero cuando el rey Jesús llama, nadie quiere escuchar. ¿Será que Escocia no tiene
hijos para atender ese pedido de la India? Muy bien. Si Escocia ya no tiene jóvenes
para enviar a la India, iré yo mismo nuevamente, para que el pueblo allí sepa que
al menos un escocés todavía se preocupa por ellos”. Cuando el veterano soldado
de Cristo dejó el púlpito, el silencio fue quebrado por una multitud de jóvenes que
proclamaron: “¡Yo voy! ¡Yo voy! ¡Yo voy!”
Que la comunión diaria con Dios y la comprensión del sacrificio hecho en la Cruz
nos lleven a ofrecer lo mejor por su causa y a entregar una ofrenda de manera
generosa y feliz.
27
14 de junio
APRENDER A VIVIR
“No lo digo porque tenga necesidad, pues aprendí a contentarme con cualquier
situación. Sé vivir en pobreza y en abundancia; aprendí a estar contento en toda
situación, bien alimentado o con hambre, en abundancia o en necesidad.
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:11-13).
E ste es uno de los textos más conocidos y apreciados del Nuevo Testamento.
Nos enseña profundas lecciones sobre cómo dirigir nuestra vida financiera de
acuerdo con el plan divino. Presta atención a la manera en que Pablo, el autor de
este texto, no dice: “Disfruto de vivir en la pobreza”, sino que dice: “Aprendí a estar
contento en toda situación”.
Pablo no nos está aconsejando a disfrutar de las dificultades y la escasez, sino
que nos está diciendo que a lo largo de la vida probablemente enfrentaremos si
tuaciones difíciles y necesitaremos adaptarnos a ellas sin desesperar. Las adversi
dades siempre llegan a la vida de todos, y aprender lo que Pablo aprendió hará una
diferencia entre sentir paz o desesperación.
La pregunta que deberíamos hacernos es: ¿cómo podemos aprender lo que Pa
blo aprendió? La clave para la comprensión de una vida como la de Pablo está en
los versículos 11 al 13.
En el versículo 11 él dice: “Aprendí a contentarme con cualquier situación”.
Nunca aprenderemos a enfrentar momentos de adversidad si no aprendemos
a contentarnos con lo que tenemos. Una manera de hacer eso es evitar las deudas
a cualquier costo. En su mayoría, las deudas son producto del descontentamiento
en tener lo que tenemos. Y para adquirir lo que no tenemos, contraemos deudas.
En segundo lugar, la fidelidad en los diezmos y las ofrendas es una declaración
de que no todo me pertenece y de que soy capaz de contentarme apenas con lo que
tenga en mis manos.
En el versículo 13, Pablo afirma: “Todo lo puedo en Cristo”. Imagino que tú cono
ces personas capaces de decir: “Con lo que tengo puedo comprar cualquier cosa y
puedo hacer lo que quiera”. Pero la invitación bíblica nos lleva a asegurar: “Porque
estoy en Cristo, ‘poseo todas las cosas’ ”. Una solución para aprender a contentar
nos es saber que en Cristo ya poseo todo lo que realmente tiene valor y que, en
medio de dificultades, la presencia divina es mi refugio.
Permite que Dios te conduzca por el camino del contentamiento, evitando las
deudas y siendo fiel a Dios.
28
21 de junio
29
28 de junio
T enemos muchos motivos para alabar a Dios por la forma en que ha dirigido a la
Iglesia Adventista del Séptimo Día. La forma en la que se ha proclamado la ver
dad , la ayuda que la iglesia ha ofrecido a la sociedad y las vidas que se han salvado
para el Reino de Dios son apenas algunos de los aspectos que nos deben llevar a
decir: “¡Alabado sea Dios!”
Existe otro punto que debe traer gratitud al corazón, y es la forma en que se
han gestionado los recursos de la iglesia. Somos parte de una denominación que
tiene un respetable control de las finanzas. La iglesia sigue un riguroso sistema de
tesorería, auditoría y reglamentos que controlan cada centavo de sus recursos, a
fin de que el dinero sea aplicado en la predicación del evangelio. Regularmente,
las instituciones de la iglesia entregan sus balances financieros en sus comisiones
directivas para que el uso de los recursos sea transparente y honesto.
Podemos pensar que el cuidado y la seriedad en el uso de los recursos es solo
una obligación de los tesoreros y auditores, pero existe una manera en que toda
persona que diezma y ofrenda puede ayudar a que la iglesia tenga un manejo res
ponsable de los recursos. Se trata del simple acto de identificarse en el sobre de los
diezmos y las ofrendas, sea que entregues tus diezmos de manera virtual o física.
Esa acción es muy eficaz para generar responsabilidad y transparencia. Solamente
los miembros que se identifican en el sobre pueden recibir los recibos que com
prueban que el monto entregado realmente está cumpliendo su propósito. De la
misma manera, para que las ofrendas sueltas sean una opción aceptable, debemos
siempre optar por identificar la donación que estamos haciendo. Cuando nos iden
tificamos, el servicio de auditoría puede hacer su trabajo, y se creará una cadena de
condiciones que permitirá que la iglesia actúe con transparencia y responsabilidad.
Elena de White afirma: “El plan de Dios en el sistema del diezmo es hermoso por su
sencillez e igualdad. Todos pueden practicarlo con fe y valor porque es de origen
divino. En él se combinan la sencillez y la utilidad, y no requiere profundidad de co
nocimiento para comprenderlo y ejecutarlo. Todos pueden sentir que son capaces
de hacer una parte para llevar a cabo la preciosa obra de salvación” (Consejos sobre
mayordomía cristiana, p. 77).
La transparencia y la seriedad en el uso de los recursos de la iglesia ayudan a
promover la preciosa obra de salvación. Por eso, toma la decisión de identificarte
siempre al entregar los diezmos y las ofrendas.
30
5 de julio
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12 de julio
S ugandai logró algo que nunca había soñado que podría vivir. Ella tenía una salud
muy débil y se enfermaba a menudo por largos períodos. Necesitaba de costo
sos medicamentos para sobrevivir. Sus enfermedades le impedían hacer muchas
cosas. Pero con la ayuda del Life Hope Center, en Trinidad, su vida mejoró.
“Solía sentirme muy enferma, pero con actividad física y una dieta controlada,
ya no necesité seguir tomando mis medicamentos”, dijo Sugandai. “Ahora hago co
sas que no podía hacer antes. A los 55 años, tengo una vida tan buena que pensé
que sería imposible vivir así”.
El Life Hope Center es un Centro Urbano de Influencia en la ciudad de Brickfield
en la isla de Trinidad. Uno de los templos hindúes más grandes en el país está a unas
pocas cuadras de distancia. Cada vez que los visitantes pasan junto al Life Hope
Center, son atraídos por el colorido cartel que ofrece una variedad de servicios
diseñados para satisfacer las necesidades de la comunidad. Christine Mathura, la
directora del Centro, realizó una evaluación de las necesidades de la comunidad an
tes de que este abriera sus puertas. “Encontramos que los niños en esta comunidad
no sabían leer apropiadamente”, explicó Christine. “Así que inscribimos no solo a los
niños, sino también a los padres, para que puedan aprender juntos”.
El Life Hope Center comenzó a ofrecer clases de literatura y matemática para
niños de entre seis y quince años, y un programa preescolar para niños más pe
queños. Para los adultos, el Centro ofrece clases de actividad física y vida sana,
a fin de enseñarle a la comunidad cómo prevenir las enfermedades y mejorar la
calidad de vida.
El enfoque holístico del Life Hope Center ha ayudado a muchas personas con
clases educativas, y de temáticas de salud, a encontrar esperanza en Jesús. Los
empleados regularmente reciben pedidos de consejería espiritual, clases bíblicas y
oración. “Gracias al Centro, fuimos capaces de plantar una iglesia”, expresó Christi
ne, “y ahora tenemos 25 personas asistiendo a los cultos.
Por todo el mundo hay docenas de Centros de Influencia como este. Ora por
estos proyectos para que, mediante la amistad y la compasión, las personas pue
dan vislumbrar el amor de Dios. ¡Gracias por cambiar vidas con tus ofrendas para
la Misión Global! En 2018, algunas ofrendas misioneras fueron enviadas a Trinidad
para ayudar a este Centro de Influencia.
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19 de julio
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26 de julio
LA VOZ DE LA PROFECÍA
“Entonces vi otro ángel que volaba por el cielo con el evangelio eterno
para predicarlo a los que habitan en la tierra, a toda nación
y tribu, lengua y pueblo” (Apocalipsis 14:6).
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2 de agosto
35
9 de agosto
LIBERTAD FINANCIERA
“El rico domina al pobre, y el que toma prestado
es siervo del que presta” (Proverbios 22:7).
P or más duro que parezca, este versículo de Proverbios es una realidad. Sin em
bargo, Dios presenta en su Palabra diferentes orientaciones para que tú tengas
libertad completa, incluso en el aspecto financiero de la vida.
En una ocasión, un miembro de la iglesia se acercó al tesorero y le dijo:
–Necesito un consejo financiero. Durante años he luchado con problemas finan
cieros, pero hasta ahora nunca tuve el valor de pedir ayuda. Usted es un tesorero.
Por favor, ¡ayúdeme!
–Después de devolver el diezmo y las ofrendas, ¿cómo gasta usted su dinero
mensualmente? –preguntó el tesorero–. ¿Tiene un control de cuánto gasta usted
cada mes?
–¡Oh! No tengo idea –respondió él.
Tal vez esa sea tu realidad actualmente. Si alguien no sabe en qué gasta su di
nero, generalmente encontrará difícil vivir de acuerdo con sus recursos financieros
disponibles. Por eso, todos necesitan aprender tres simples pasos para alcanzar la
libertad financiera.
Practica la autodisciplina. Coloca todos los gastos bajo el control de Dios. Al
hacer esto, te convertirás en un gerente de finanzas de Dios y todos los gastos
deben, por lo tanto, ser realizados de acuerdo con el punto de vista de Dios. Con la
orientación divina, cualquier mal hábito puede ser quebrado.
Ten un presupuesto mensual. Determina qué gastos tendrás en cada área de tu
vida. Haz el compromiso de mantenerte dentro del presupuesto. Presta atención a
que tu plan sea realista. Tener un presupuesto es la forma en que las personas pue
den organizar y controlar sus recursos financieros, definir y realizar sus objetivos,
y decidir anticipadamente cómo el dinero va a trabajar para el bien de la familia.
Cada compra debe ser considerada a la luz del presupuesto establecido, las
compras compulsivas deben ser evitadas, especialmente las realizadas con tarje
tas de crédito.
Rinde cuentas de tus gastos. Incluye a otra persona en la planificación de tu
presupuesto. Eclesiastés 4:9 y 10 dice: “Mejores son dos que uno, porque tienen
mejor paga de su trabajo. Porque si uno cae, el otro lo levanta. ¡Ay del solo! Cuando
cae, no tiene quien lo levante”. Si alguien revisa las cuentas, te sentirás más inclina
do a ser cauteloso con tus gastos habituales.
Pídele a Dios sabiduría para guiar los aspectos de tu vida financiera, esa es una
de las maneras que te llevarán a colocar tus deseos en último lugar, y a Dios en
primer lugar.
36
16 de agosto
U n sábado de mayo de 1863, Elena de White estaba en una tienda donde se rea
lizaban reuniones en Battle Creek y observó a una familia entrar tímidamente.
Pocas semanas antes, ella había tenido una visión sobre esa familia y había
visto su intenso deseo de conocer la verdad. También pudo ver que algunos de ellos
serían valiosos siervos en la causa de Dios. Maude Sisley Boyd era una de las hijas
de esa familia. A los 16 años ya estaba trabajando como editora para la iglesia. El
contacto con otros pioneros le hizo sentir un fuerte deseo de servir integralmente
a la causa de Dios. Una tarde, mientras estaba orando, oyó una voz clara que le
preguntaba: “¿Estás dispuesta a hacer cualquier cosa que el Señor desee?”
Tuvo la impresión de que Dios le pediría algo que ella no sentía deseos de hacer.
Arrodillándose allí mismo, comprendió en su mente que no había realizado una en
trega tan completa como suponía. Parecía que no podía encontrar las palabras: “Sí,
Señor, haré todo lo que me pidas”.
Maude oró y lloró, pero no sintió ningún alivio a la certeza de la condenación.
Finalmente, cerca de la medianoche, ella confesó: “Oh, Señor Jesús, yo te amo.
Sí, te amo. Pero no puedo hacer una entrega completa con mis propias fuerzas. Sin
embargo, Jesús, deseo que el Señor haga eso por mí”.
Inmediatamente sintió una profunda paz. La mañana siguiente, recibió una car
ta de la Asociación General invitándola a viajar a Basilea, Suiza, con el objetivo de
ayudar al pastor John N. Andrews en la obra de publicaciones. Ella tuvo la certeza
de que no hubiera aceptado la invitación si el ángel del Señor no la hubiese visitado
la noche anterior. En 1887, ella fue parte del primer grupo de misioneros envia
dos por la iglesia hacia África. También sirvió en otros países, como Inglaterra y
Australia.
Tal vez Dios esté pensando en llamarte para una entrega completa. ¿Por qué no
responder como Maude? Recuerda: “No tiene límite la utilidad de quien, poniendo
el yo a un lado, da lugar a la obra del Espíritu Santo en su corazón y lleva una vida
consagrada por completo a Dios” (El ministerio de la curación, p. 116).
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23 de agosto
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30 de agosto
COMENZAR DE NUEVO
“Después oí la voz del Señor, que dijo: ‘¿A quién enviaré? ¿Quién irá de nuestra
parte?’. Entonces respondí: ‘Aquí estoy, envíame a mí’ ” (Isaías 6:8).
W ilhelm Stein Jr. era hijo de inmigrantes alemanes. Nació en Campinas, Brasil,
el 13 de noviembre de 1871. A los 17 años ya había demostrado ser un joven
digno, dedicado a sus estudios y con una promisoria carrera en el taller metalúrgico
Krahenbuhl, en Piracicaba, Brasil. Se casó con Maria Krahenbuhl, la hija de uno de
los fundadores de esta empresa. La nueva pareja decidió permanecer en ese lugar,
que prometía mucha prosperidad. Fue justamente esa prosperidad lo que atrajo
a los colportores August B. Stauffer y Albert Bachmeyer. Ellos vendían libros en
alemán y uno de esos libros, El conflicto de los siglos, llegó a las manos de Stein, que
lo leyó con gran interés.
Wilhelm Stein Jr. aceptó las verdades presentadas en ese libro. Su vida perso
nal comenzó a tener un nuevo ritmo, que incluía un descanso semanal. En 1894,
el pastor Francisco Westphal llegó de los Estados Unidos y comenzó un viaje por
Sudamérica. Luego de escuchar acerca de Stein, decidió visitarlo. Durante la visita,
Westphal vio que Stein ya poseía los fundamentos de la fe adventista y decidió
bautizarlo en marzo de 1895, lo cual lo convierte en el primer adventista en el suelo
brasilero. Su esposa, que todavía estaba estudiando la Biblia, fue bautizada al año
siguiente. Stein no se negó a comprometerse completamente a la nueva fe. Cuando
se le pidió ayuda con la obra de la iglesia, vendió todo lo que tenía y se fue junto
con su esposa para servir a la iglesia donde sea que fuese necesario. Inicialmente,
el matrimonio Stein se asentó en Curitiba para servir como maestros en la primera
escuela adventista de la ciudad. Luego se trasladaron a Santa Catarina para abrir
otra escuela. Stein también fue el editor de la primera publicación adventista en
portugués: O Arauto da Verdade [El heraldo de la verdad].
Los Stein dejaron atrás un próspero negocio para avanzar la causa de Dios. Gra
cias a su disposición a comenzar de nuevo, muchas veces tuvieron la oportunidad
de comenzar una nueva vida con Dios. Tú también puedes tener una parte en esta
misión al dar ofrendas fielmente que apoyen las iniciativas misioneras globales que
están cambiando personas para la eternidad. Elena de White dijo: “No todos son
llamados a un ministerio personal en el extranjero, pero todos pueden hacer algo
mediante sus oraciones y ofrendas para ayudar la obra misionera” (Testimonios
para la iglesia, t. 6, p. 37).
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6 de septiembre
C uando Dios rescató a su pueblo de Egipto le prometió que le daría una tierra
próspera y segura, pero Dios sabía que las bendiciones de prosperidad traerían
el peligro del enriquecimiento y el distanciamiento del Señor de las bendiciones.
Por eso, de diferentes maneras, Dios creó medios para que el pueblo no olvidara de
dónde venían las bendiciones. Ese fue uno de los motivos por los cuales se instituyó
la fiesta de las primicias. Durante esta festividad el pueblo era llamado a llevar ante
la presencia de Dios los primeros frutos de la cosecha y dedicarlos a él.
Las orientaciones para esta fiesta están registradas en Deuteronomio 26, don
de se presentan cuatro instrucciones:
1. “Tomarás de las primicias de todos los frutos de la tierra” (vers. 2). Dios es
pera que él sea el primero en todos los aspectos de nuestra vida, por eso
cuando separamos los diezmos y las ofrendas antes de hacer cualquier
otra cosa, estamos expresando cuál es la prioridad en nuestra vida.
2. “Irás al lugar que el Señor tu Dios elija para morada de su nombre” (vers. 2).
Las primicias debían ser llevadas a donde Dios había mandado. Si Dios es
la prioridad, sus orientaciones deben ser una regla. No podemos usar los
diezmos y las ofrendas como nosotros queremos usarlas, sino debemos
seguir lo que Dios instruyó en su Palabra.
3. “Entonces dirás ante el Señor tu Dios: ‘Un arameo a punto de perecer fue
mi padre’” (vers. 5). Las primicias tenían la función de llevar a los israelitas
a recordar el pasado y ver las bendiciones recibidas. La fidelidad es mirar
para atrás y percibir a Dios en cada bendición. No somos fieles para reci
bir, somos fieles por haber recibido una bendición.
4. “Hoy, Señor, he traído las primicias del fruto de la tierra que me diste”
(vers. 10). Las primicias nos deben llevar a percibir que todo lo que esta
mos devolviendo a Dios ya le pertenece a él. Simplemente, estamos ad
ministrando lo que él nos dio. Devolver lo que él nos dio es tan solo un
ejercicio mental para no olvidar quién es realmente el Dueño de todo.
Las orientaciones dadas a los israelitas acerca de la fiesta de las primicias son
un recordatorio de que Dios es dueño de todo lo que poseemos y que la fidelidad
nos acerca más a Dios y nos hace semejantes a él.
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13 de septiembre
COMPLETAMENTE RESTAURADO
“Porque a los que de antemano conoció, también los predestinó a
que fuesen modelados a la imagen de su Hijo, para que él sea el
principal entre muchos hermanos” (Romanos 8:29).
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20 de septiembre
H oy vamos a iniciar con una hermosa cita de Elena de White: “¿Es este el lenguaje
de vuestro corazón? ‘Soy tuyo por completo, mi Salvador; tú pagaste el resca
te por mi alma, y todo lo que soy o lo que seré te pertenece. Ayúdame a adquirir
recursos, no para gastarlos neciamente, no para complacer mi orgullo, sino para
usarlos para gloria de tu nombre’” (Consejos sobre mayordomía cristiana, p. 50).
Esta oración nos ayuda a comprender tres puntos importantes:
1. “Soy tuyo, no mío. Pertenezco a ti, no a mí. Lo que tengo y tendré es tuyo
y no mío. Lo que soy y seré es tuyo”. Esa debe ser la tónica de nuestra
fidelidad: todo lo que tenemos y somos pertenece a Dios y él nos lleva a
una entrega completa.
2. “Eres mi Salvador. Pagaste el rescate por mi vida”. Esa debe ser la princi
pal motivación de servir. No trabajo para buscar aplausos, ni por el apoyo
recibido, sino como respuesta de la salvación que Dios me otorgó.
3. “Ayúdame a adquirir recursos que sean utilizados para la gloria de tu
nombre”. Aquí está el aspecto práctico. Podemos pasar toda una vida teo
rizando los puntos 1 y 2, pero el tercer aspecto es la acción y el resultado
de una verdadera comprensión de que todo pertenece a Dios y fuimos
comprados por un alto precio. Cuando usamos lo que Dios coloca en nues
tras manos de forma imprudente o solo para satisfacer nuestras vanida
des, estamos actuando como si fuéramos los dueños, cuando en realidad
somos mayordomos.
Vivimos en una sociedad consumista, una sociedad que iguala la felicidad per
sonal con la compra de bienes materiales. El estilo de vida de la sociedad actual
puede ser resumido así: “Trabajar, gastar, trabajar más y gastar más”. Nos mueve
el deseo de obtener cosas que actualmente no tenemos y de sentirnos realizados,
satisfechos y más importantes.
Es libertadora y desafiante la percepción de que todo le pertenece a Dios y
debo depositar todo bajo su cuidado. Si todo es de él, debemos confiar en que él
guiará cada aspecto de nuestra vida. Hoy es el día de afirmar: “Señor, quiero que
todo lo que tengo y soy sea usado para la gloria de tu nombre”.
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27 de septiembre
C aín y Abel: dos hermanos que fueron probados como lo fueron Adán y Eva antes
que ellos. Estos hermanos eran muy diferentes en carácter y conducta. Con sus
acciones, dividieron a la humanidad. Cada uno representa las dos clases de perso
nas que existirán en el mundo hasta el fin de los tiempos. Algunos con Dios y otros
contra Dios.
Ambos aprendieron directamente de sus padres que el medio proporcionado
para salvar a la humanidad era Cristo, simbolizado en el cordero inmolado. A través
del sistema de ofrendas que Dios había ordenado, expresaban su fe en el Salvador.
Mientras que Abel poseía un espíritu de lealtad para con Dios, reconocía la jus
ticia y la misericordia en el trato del Creador hacia la raza caída y aceptaba con
gratitud la esperanza de la redención; Caín, en cambio, abrigaba sentimientos de
rebelión y murmuraba contra Dios. Esto lo transformó en rebelde y desobediente.
La diferencia entre los dos se hizo aún más evidente en las ofrendas que lle
varon al Señor. Caín rechazó los derechos de Dios sobre él. Se rebeló y se negó
a seguir las órdenes de Dios, siguiendo sus propias preferencias, en vez del plan
divinamente establecido. Se propuso justificarse a sí mismo mediante sus propias
obras, quiso ganar la salvación por sus propios méritos personales en vez de reco
nocerse como pecador necesitado de un Salvador.
El sacrificio de Abel fue consumido por el fuego divino. Esta fue la manera en
que Dios le dijo: “Sí, te acepto, estás perdonado”. Su entrega a Cristo fue aceptada.
Sus pecados fueron perdonados. Dios está interesado en primer lugar en la limpie
za y la purificación del oferente, para así convertirlo en un canal de bendición. La
ofrenda viene después, como una expresión espontánea y voluntaria de gratitud
en amor. Por eso, la Biblia afirma: “El Señor se agradó de Abel y de su ofrenda” (Gén.
4:4). Dios primero se agrada al ver que el corazón del adorador está libre de egoís
mo y después se agrada de la ofrenda que ese adorador entrega.
¿Puedes tú hacer una entrega total a Cristo? Deja que Cristo posea tu vida en
tera, que él te imparta su amor, que te dé la voluntad y la disposición de devolver
las ofrendas de manera espontánea, entregándole al Señor con alegría lo que ya es
de él. Entonces, el Señor te aceptará a ti y a tu ofrenda, tal como lo hizo con Abel.
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4 de octubre
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11 de octubre
INAUGURANDO LA GENEROSIDAD
“Y todos los creyentes estaban unidos y tenían
todas las cosas en común” (Hechos 2:44).
e
i L a generosidad de los cristianos del primer siglo era una de sus características
distintivas. Ellos no poseían grandes riquezas, ni tierras, ni reconocimiento pú
blico. Por el contrario, eran considerados una secta (Hech. 24:14). A pesar de eso,
e crecieron e iluminaron el mundo con la verdad de Cristo resucitado.
a Uno de los relatos más impresionantes sobre la generosidad de los primeros
a cristianos es la historia de Pacomio. Él nació en el año 292 d.C., en Tebas, Egipto.
Era hijo de padres paganos. En contra de su voluntad, fue enlistado en el ejército
e romano. En esa época era una costumbre que los romanos invadieran las aldeas y
s. obligaran a todos los hombres a servir en el ejército. Los generales sabían que esos
ar soldados no tenían ningún apego o compromiso con el Imperio. Por lo tanto, vivían
a prisioneros todo el tiempo en que no estaban en combate.
Durante un período de prisión, una hambruna devastó la región en la que Pa
n comio vivía. Muchos prisioneros murieron de hambre. Pero él junto con otros pri
u sioneros comenzaron a recibir comida por las noches, a través de los barrotes de la
s prisión. Cada noche unas desconocidas regresaban con alimentos y evitaban que
los prisioneros murieran de inanición.
or Pacomio descubrió que sus benefactores eran seguidores de un galileo llamado
Jesucristo. Al obtener la libertad, buscó a los cristianos y con ellos aprendió a amar
é a Jesús y conocer sus verdades. En seguida, se volvió cristiano y fue bautizado en
d el año 314 d.C., volviéndose un influyente líder del cristianismo. La generosidad lo
alcanzó, y con ella, la salvación.
o Tenemos la opción de vivir una vida de riesgo para la causa de Dios o de como
a didad sin responsabilidades ni compromiso. Sin embargo, solamente quienes se
deciden por una vida de riesgo pueden ser llamados verdaderamente cristianos.
o Únicamente una actitud de compromiso es capaz de desarrollar una fe genuina,
n de percibir los actos de Dios y de experimentar milagros. Es a esa vida a la que
e Dios nos invita.
¿Vamos a hacer la diferencia? ¿Vamos a involucrarnos de manera completa? Te
n aseguro que no volverás a mirar atrás ni te arrepentirás de haberte involucrado
s profundamente con la causa de la salvación. Por otro lado, quienes deciden vivir
o, una vida centrada en el yo, en algún momento de su vida se darán cuenta de que el
egoísmo que abrigan hace que sus vidas pierdan su sentido. Hoy debemos decidir
s mostrarle al mundo que la generosidad y el altruismo aún son características del
e verdadero cristianismo.
45
18 de octubre
PRINCIPIOS DE FIDELIDAD
“El obrero es digno de su salario” (1 Timoteo 5:18).
L a Palabra de Dios no solo nos enseña a dar, ¡sino también la manera correcta de
hacerlo! Existe una verdad revelada sobre cómo diezmar y ofrendar, y sobre lo
que se debe y no se debe hacer con los recursos de la fidelidad.
No se trata solamente de lo que hacemos, sino de cómo lo hacemos. La ma
nera en que practicamos la fidelidad demuestra nuestra obediencia a los claros
principios de la Palabra de Dios. La Biblia proporciona varias instrucciones sobre la
manera correcta de practicar la fidelidad.
Una duda frecuente sobre el uso de los recursos del diezmo es la siguiente: “Si
el diezmo es un recurso sagrado, ¿no podría ser utilizado para actividades sagradas
como la caridad, la construcción y las reformas de la iglesia?”
Los principios de la aplicación del diezmo le fueron revelados a Moisés y pre
sentados a lo largo del Pentateuco. En el libro de Números leemos: “He dado a los
levitas todos los diezmos de Israel como heredad, por su ministerio, por su servicio
en la tienda de reunión” (Núm. 18:21). El pago que los levitas recibían era realizado
por medio de los diezmos. El objetivo de pagar por el trabajo de los levitas era per
mitir que ellos dedicaran todo su tiempo al servicio religioso.
Pablo reafirma ese principio: “¿No saben que los que prestan servicios sagra
dos comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar participan? El Señor
ordenó que, del mismo modo, los que anuncian el evangelio vivan del evangelio”
(1 Cor. 9:13, 14).
Elena de White reafirma ese principio con la siguiente declaración: “Se me ha
dado un mensaje muy claro y definido para nuestro pueblo. Se me ha pedido que
les diga que están cometiendo un error al aplicar el diezmo a diversos objetivos
que, aunque son buenos en sí mismos, no son los objetivos a los cuales el Señor
ha dicho que debe dedicarse el diezmo. Quienes dedican el diezmo a esos fines, se
están apartando de las disposiciones de Dios. El Señor juzgará esas cosas” (Testi-
monios para la iglesia, t. 9, p. 200).
Eso no quiere decir que no debamos ayudar a los necesitados o invertir en la
construcción o la renovación de nuestros templos. Sencillamente, se nos indica que
estas acciones no deben ser realizadas con los recursos de los diezmos. Esa es una
base clara y segura. Podemos no estar de acuerdo, pero jamás podremos afirmar
que no existe un claro “Así dice el Señor” sobre este tema. Que Dios nos bendiga
para vivir los principios presentados en su Palabra.
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25 de octubre
TODO ES VALIOSO EN
LAS MANOS DE DIOS
“Busquen primero el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas les serán añadidas” (Mateo 6:33).
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1º de noviembre
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8 de noviembre
49
15 de noviembre
ADORAR ES HACER LA
VOLUNTAD DE DIOS
“Por tanto, no sean insensatos, sino entendidos de
cuál es la voluntad del Señor” (Efesios 5:17).
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22 de noviembre
UN ODONTÓLOGO EXTRAÑO
“¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies
del que trae alegres nuevas” (Isaías 53:7).
L a pareja peleaba tanto que decidieron divorciarse, por lo que definieron una fe
cha para presentarse delante del juez. Sin embargo, la esposa tenía dolor de
muelas y tuvo que ir a ver al odontólogo. En el consultorio del dentista, escuchó
música cristiana y le pidió al profesional que le explicara la letra. El odontólogo le
comentó que se trataba sobre el pecado y la salvación.
Intrigada, le pidió prestada una Biblia. El dentista le entregó una y le dijo que
un pastor la visitaría pronto. La mujer estuvo de acuerdo y, unos días más tarde,
el pastor la visitó. Apenas habían comenzado a estudiar la Biblia cuando ella le
preguntó:
–¿Qué dice la Biblia acerca del divorcio?
El pastor hizo una oración mental pidiendo que Dios lo guiara y le mostró lo que
Jesús había dicho acerca del divorcio. Ella estaba furiosa.
–¡Eso no es posible en el mundo actual! –gritó.
El pastor la alentó a continuar estudiando la Biblia y orando por su esposo y su
matrimonio. Ella siguió este consejo y comenzó a sentir que algo pasaba en su inte
rior. La noche antes de la citación judicial, le dijo a su esposo que había cambiado de
opinión y ya no quería divorciarse. Cuando él le preguntó el porqué de su cambio,
ella simplemente dijo:
–He aceptado a Jesús como mi Salvador, y el divorcio es algo que va en contra
de su voluntad.
Al día siguiente, ella le dijo al juez que ya no quería el divorcio. Su esposo la miró
con atención y luego le dijo al juez:
–Yo tampoco.
Ahora era el esposo el que sentía curiosidad. Quería conocer más acerca de la
Biblia y acerca de “este tipo llamado Jesús”. Así que ella le dio su Biblia y él inme
diatamente comenzó a leerla. Pronto, él también pidió hacer los estudios bíblicos y
comenzó a asistir a los cultos en la iglesia. Su vida también cambió. Hoy, esa mujer
dice que Jesús está presente en su vida gracias a su dentista, quien silenciosamen
te compartió el evangelio a través de su trabajo.
Hay muchos lugares en el mundo donde los obreros de la iglesia luchan por
obtener visas y permisos de trabajo. Pero los profesionales como los dentistas,
ingenieros, maestros, enfermeros, entre otros, a menudo pueden trabajar en la
“ventana 10/40” y vivir como seguidores de Cristo. Los llamamos “fabricantes de
tiendas”, porque su ministerio sigue el patrón usado por el apóstol Pablo. Tus ofren
das ayudarán a equiparlos y apoyarlos alrededor del mundo.
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29 de noviembre
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6 de diciembre
LA ARITMÉTICA DE LA MULTIPLICACIÓN
“No temas. Ve, haz como has dicho. Pero hazme a mí primero un panecillo cocido
bajo la ceniza y tráemelo. Después harás para ti y para tu hijo. Porque el Señor,
Dios de Israel, ha dicho: ‘La harina no escaseará de la tinaja, ni el aceite de la
botija, hasta que el Señor envíe lluvia sobre la tierra’ ” (1 Reyes 17:13, 14).
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13 de diciembre
A lo largo de cincuenta años, una persona pasa en promedio unas cien mil horas
trabajando. Desafortunadamente, muchas personas simplemente toleran su
trabajo. Sin embargo, el trabajo fue instituido por Dios para la humanidad incluso
antes de que el pecado entrara al mundo. Génesis 2:15 dice: “Tomó, pues, Dios el
Señor al hombre y lo puso en el jardín del Edén, para que lo cultivara y lo guardara”.
Lo primero que Dios hizo con Adán fue encargarle un trabajo. A pesar de lo que
muchos piensan, el trabajo fue establecido para nuestro beneficio en el ambiente
sin pecado del jardín del Edén.
Siendo así, tú debes glorificar a Dios con tu trabajo mediante algunas actitu
des, como la honestidad, la fidelidad, el buen testimonio, y haciendo siempre lo
mejor. Esas eran las características de algunos personajes bíblicos en su trabajo
diario. Daniel era conocido por ser “fiel, siempre responsable y totalmente digno
de confianza” (Dan. 6:4, NTV). José era conocido por su honestidad y fidelidad (Gén.
39:21-23), mientras que Jacob trabajó durante veinte años para su suegro Labán
haciendo más de lo que esperaban de él (Gén. 31:38-40). Estos son ejemplos bíbli
cos para seguir.
Además, la actitud más esperada de un cristiano en su trabajo es hacer todo
para la gloria de Dios. El compositor Johann Sebastian Bach compuso la mayoría
de sus obras musicales para un ambiente de culto. Al comienzo de cada una de sus
partituras escribía las iniciales “JJ”, del latín: Jesu Juve [“Jesús, ayúdame”]; mientras
que al final colocaba las iniciales “SGD”, del latín: Soli gloria Deo [“Solo a Dios sea la
gloria”]. Estas iniciales, al inicio y al final de cada partitura, mostraban cómo Bach
dependía de Dios durante el proceso creativo que resultó en algunas de las obras
musicales más significativas e inspiradoras de la historia de la civilización.
¿Qué pasaría si al inicio de cada día hiciéramos un pacto con Dios, pidiéndole
que nos acompañe en nuestro trabajo diario, confiando en su dirección para resol
ver los problemas y vencer los desafíos relacionados con el ambiente de trabajo?
¿Qué pasaría si al final de cada día pudiéramos decir: “Todo lo bueno que hice hoy
es para la gloria de Dios”? ¡Que Dios te bendiga al glorificarlo a través de tu trabajo!
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20 de diciembre
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27 de diciembre
E ste es uno de los puntos más importantes en la carta a los Romanos, Pablo está
preparándose para hacer una transición en el énfasis presentado en la epístola.
Del capítulo 1 al 11, Pablo muestra, paso a paso, la manera en que el ser humano es
justificado delante de Dios. Sin embargo, a partir del capítulo 12, pasa a describir las
implicaciones prácticas del evangelio para la vida de los cristianos.
En este versículo, Pablo presenta los tres pasos para la verdadera adoración.
Para empezar, Pablo afirma que “todas las cosas son de él”. Solo entendiendo esto
llegaremos a la verdadera adoración. Esa verdad se presenta en el primer versículo
de la Biblia cuando leemos: “En el principio Dios creó los cielos y la tierra” (Gén. 1:1).
Generalmente pensamos que la primera información que tenemos sobre Dios en
este versículo es que él es el Creador; pero en realidad, la primera información es
“en el principio”. Eso quiere decir que Dios ya existía antes de ese momento. Él es
anterior al principio de la Creación y no necesita nada de ti, pues existe desde antes
de que el primer ser humano fuese creado.
Pablo presenta entonces el segundo punto de la verdadera adoración: “Todas
las cosas son [...] por él”. En otras palabras, lo que llega a tus manos no es por tu
fuerza, tu sabiduría y tu habilidad, sino por la providencia de Dios, quien obra en ti
y te da fuerza, sabiduría y habilidad.
Para comprender este segundo punto, necesitas responder las siguientes pre
guntas: ¿Llegaste a donde estás solo? ¿Qué es lo que tú eres por cuenta propia? ¿Lo
que tienes lo obtuviste solo por tu propia capacidad? Todo lo bueno que tenemos y
somos vino de la mano amorosa de Dios.
La última lección es “todas las cosas son [...] para él”. Nuestra mayor dificultad
es dar el tercer paso y reconocer que todo lo que tenemos y somos debe estar a
disposición de Dios y de su causa. Podemos incluso admitir mentalmente que pro
vienen de él y por él, pero tenemos que actuar con fidelidad para demostrar que
todo es para él.
Hoy debemos expresar, como Pablo, un himno de alabanza a Dios y decir con
nuestras palabras y acciones: “Pues todas las cosas son de él, por él y para él”
(Rom. 11:36).
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Tu iglesia contigo