Sobredosis de T-WPS Office
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El cuerpo es un signo de la sociedad que habita. La experiencia social de cada individuo ocurre, sobre
todo, con una lógica corporal. Es impracticable la emancipación del cuerpo de cualquier condición social.
El cuerpo existe afectado y determinado socialmente. La existencia del hombre es puramente corporal.
En palabras de David LeBreton :
“ La experiencia humana […] esta basada, por completo, en lo que el cuerpo realiza. El hombre habita
corporalmente el espacio y el tiempo de la vida” ( LeBreton, 2002 pág. 100)
Bajo esta lógica, se puede sostener que, a partir de una interpretación minuciosa de los cuerpos que se
hallan en determinada sociedad se pueden conocer los rasgos generales de la misma. Una sociedad se
deja leer, sobre todo, corporalmente. El cuerpo representa la consecuencia particular de la vida social,
expresado mejor, el cuerpo es la experiencia individual del sistema predominante, en estos tiempos, el
Neoliberal.
Los valores promovidos por este régimen son, a decir del filósofo alemán Byung Chul Han, el
«rendimiento» y la «optimización» personales . Esto produce una totalización radical del trabajo y la
auto-producción. El «Sujeto del Rendimiento» convierte la vida en una hiperactividad absoluta.
Vale afirmar que el trabajo se realiza siempre desde una lógica corporal, quien trabaja es el cuerpo. De
esta manera, en la sociedad Neoliberal del rendimiento personal irrestricto la «agresión» y la
«violencia» hacia el cuerpo se revelan como signos de una «absolutización del trabajo».
Bajo esta lógica, el cuerpo es continuamente lacerado en el rendimiento. Se vuelve un cuerpo agotado,
ajetreado, sin posibilidad de un reposo terapéutico. La saturación de trabajo y producción lo enferman.
Los actuales padecimientos físicos del cuerpo se relacionan directamente con el exceso del trabajo y la
actividad, empero el trabajo no representa por si mismo algo negativo o indeseable, para Nietzsche “
Una profesión es el espinazo de la vida “. Ciertamente, el trabajo, bien dosificado, conduce a la vida a un
sentimiento de generosidad y valía de uno mismo hacia los otros. Por el contrario, la atrofia de la
existencia en el trabajo, es decir, su intensificación y totalización sobre otros aspectos de la vida como la
lectura, el ocio, la serenidad, la fiesta o el ejercicio físico es lo que Byung Chul Han advierte.
Desde esa perspectiva, el cuerpo humano tiene su suplicio en la sociedad Neoliberal del rendimiento y la
optimización. Según Byung Chul Han “ Toda época tiene sus enfermedades emblemáticas “ ( Byung Chul,
2012 pág. 11) Las enfermedades son síntomas corporales del dominio imperante. Un tipo determinado
de sociedad produce pues, determinado tipo de enfermedades. En la Sociedad del Rendimiento las
enfermedades del cuerpo se deben a un exceso de producción, trabajo y actividad.
Enfermedades como el Burnout ( Síndrome del trabajador quemado), Hipertensión, estrés y ansiedad
son constitutivas de una época en la que el rendimiento y los logros personales se totalizan como única
forma de vida . Esto también confirma que la auto-imposición al rendimiento personal presenta una
cuota corporal.
Ciertas señales corporales como la erupción de granos, caída de cabello, desordenes hormonales y
alimenticios , estados de ánimo como la irritabilidad y la aspereza son consecuencia del exceso de
trabajo que ocurre en función del rendimiento personal Hoy, la experiencia corporal de la vida esta
dominada por el imperativo del trabajo eficiente.
Ultrajamos violentamente nuestro cuerpo en nombre de una coacción al rendimiento. La Sociedad del
cansancio, es, con todo, una sociedad de cuerpos enfermos que sobrellevan sus malestares con dopaje
en forma de auto-medicación. Este dopaje generalizado, que se manifiesta como consumo masivo de
medicamentos como paracetamol y diclofenaco es signo de una sociedad entregada al mandato de la
hiperactividad y el rendimiento. En palabras de Han :
La Sociedad de Rendimiento, como sociedad activa esta convirtiéndose paulatinamente en una sociedad
de dopaje […] la sociedad de rendimiento y actividad produce un cansancio y un agotamiento excesivos”
( Byung Chul, 2012 pág. 71 – 72)
El dopaje solo retrasa las fatales consecuencias del rendimiento en el cuerpo, pero no las evita. Hoy, es
cada vez mas necesario el llamamiento a habitar otros «tiempos» que hagan frente a la absolutización
del trabajo como “ El tiempo de la fiesta” o “ El tiempo de inactividad”
En la filosofía de Byung Chul Han, en el «tiempo de la fiesta» la vida queda liberada de la coaccion al
trabajo y se desmarca del imperativo de rendimiento. , en su lugar, se instala en un espacio definido por
un « desenfreno lúdico y festivo» de un tiempo con «exceso» y «extravagancia» qué la reanima o
revitaliza. La fiesta trae la vitalidad.
La autonomía de la vida se cumple en la fiesta, aquí, la vida ya no se somete a ningún propósito. Es libre.
Solo en la fiesta, la vida es auténtica vida. En este sentido, la fiesta se revela como el hábitat de la vida.
La «intensidad» y la «transgresión» de la vida en la fiesta conceden una dicha que el trabajo no puede
surtir. La congregación humana de las fiestas, hace que la vida se recubra de cierto esplendor, de cierta
«resonancia colectiva» qué alcanza el orden de lo divino. En la fiesta «los hombres se asimilan a los
Dioses» Desde el pensamiento de Han:
“ En la fiesta como juego la vida se representa a sí misma. Tiene un peculiar carácter de excedencia. Es la
expresión de una vida rebosante que no aspira a ningún objetivo. En eso consiste su intensidad, es la
forma intensiva de la vida. En la fiesta la vida se refiere a si misma en lugar de subordinarse a una
finalidad externa” ( Byung Chul, 2020 pág. 32)
Si, en razón del rendimiento y la auto-producción personal se elimina el «tiempo de la fiesta». La vida
queda «profanada». Condenandose al trabajo absoluto qué se resiente corporalmente. Cuando la vida
se priva de la fiesta, la algazara y la congregación con los otros , florecen las enfermedades neuronales.
La euforia por el trabajo elimina aquel tiempo divino de la fiesta y la congregación ritual. Para Han:
Hoy, es justamente el trabajo lo que asume forma de desenfreno, sin que se perciba una necesidad de
fiesta y congregación” ( Byung Chul, 2020 pág. 34)
La profanación de la vida se realiza en la «Absolutización del trabajo». Byung Chul Han, sin embargo, no
expresa resignación. Su filosofía de la esperanza da aliento a un mundo venidero de fiesta y unidad. Un
mundo que renuncia al egoísmo y rendimiento propio a favor de la congregación y el cuidado por el
otro. La esperanza es redentora. Es preciso creer que el futuro tiene que sanarnos del actual mundo
dominado por el trabajo, el rendimiento , el estrés, la ansiedad y la depresión. En ultima instancia, el
«espíritu de la esperanza» es un espíritu que se consagra al retorno de lo sagrado, la fiesta y el reposo
por encima de lo profano, el trabajo y la hiperactividad.
“ La modalidad de la esperanza es el «aún no». Se abre hacia lo venidero, hacia lo posible, hacia lo
nuevo. Es una actitud del espíritu, un estado del espíritu que nos eleva por encima de lo ya dado, de lo
ya visto y, sobre todo, lo que no debería ser” ( Byung Chul, 2024 pág. 75)
Tener esperanza significa, para Han, «ser creyente del futuro». Este futuro, por completo indisponible,
es para el tiempo actual, lo completamente distinto que se introduce como su conclusión. La Esperanza
es pues, anhelo de lo distinto. El futuro representa un tiempo verdaderamente distinto al actual. La
pasividad no forma parte de la dimensión de la Esperanza. Por el contrario, la esperanza motiva la
acción, el «Salto hacia una vida mejor». Quien tiene esperanza no se resigna a la inacción nihilista. Es la
acción renovadora, incluso heroica, la que se corresponde con el espíritu de la Esperanza. En último
termino, la esperanza es una confianza profunda en la resolución de la acción. Así es como Byung Chul
Han señala:
“ La esperanza cristiana no conduce a una pasividad inactiva, sino que más bien, incita a la acción,
estimulando la fantasía de la acción […] no huye del mundo sino que «anhela el futuro», es portadora de
futuro […] la esperanza aguijonea el espíritu de la revolución […] La determinación para la acción es
inherente al espíritu de la esperanza” ( Byung Chul, 2024 pág. 83)
¿Qué acciones impulsar para tener esperanza en el acabamiento del régimen Neoliberal en donde la
absolutización del trabajo ocurre a favor del rendimiento personal ? ¿Desde donde es posible pensar
una sociedad venidera más comunitaria, empatica y festiva sin caer en la ingenuidad o el engaño?
¿Cómo esperanzar a los desesperanzados?
Bibliografía.
Byung Chul, Han ( 2012) La Sociedad del Cansancio. Barcelona, España : Herder Editorial pág. 71 – 72.
Byung Chul, Han ( 2020) La Desaparición de los rituales. Una topología del presente. Barcelona, España :
Herder Editorial pág. 32, 32
Byung Chul, Han ( 2024) La Tonalidad del Pensamiento. Conferencias de Abril. Barcelona, España :
Editorial Planeta. Pág. 75, 83.
LeBreton, David ( 2002) Antropologia del Cuerpo y Modernidad. Buenos Aires, Argentina : Nueva Visión.