Vacunas y Procesos de Inmunizacion en Chile
Vacunas y Procesos de Inmunizacion en Chile
Vacunas y Procesos de Inmunizacion en Chile
Estos conocimientos empíricos llegaron al Asia Central y Europa, y algunos granjeros hicieron
observaciones de la utilidad de la inoculación o "variolización" sin llegar a documentar sus ensayos
en la comunidad científica.
Desde Europa en el siglo XVIII y comienzos del siglo XIX, la inoculación primero y luego la
vacunación llegan a Hispanoamérica por vías informales o por determinación de la corona como un
servicio a las colonias.
En Chile, Fray Pedro Manuel Chaparro fue el pionero en la aplicación y difusión de la vacuna,
realizó la primera campaña nacional y se cuenta entre los padres de la salud pública nacional.
Sabías que?
En 1765 una nueva epidemia de viruela afectó a nuestro país, según consta en las actas del cabildo
de Santiago de 21 de mayo de ese año, estimándose que murieron cerca de 5.000 personas,
adultos y niños.
El sistema de salud existente se vio colapsado y es en ese momento cuando fray Pedro Manuel
Chaparro, de la orden de San Juan de Dios, estuvo en la primera línea combatiendo la epidemia.
Lo que hizo fray Chaparro fue poner en práctica su experimento de las inoculaciones de las
pústulas de los variolosos, todo esto antes de ser médico. Lo cual fue considerado un éxito, ya que
se inoculó a más de cinco mil personas de las que ninguna murió, convirtiéndose así en ser el
primero en inocular la viruela en América del Sur y todo esto antes de ser médico.
La vacunación ha sido uno de los mayores logros científicos en términos de salud pública, un
avance que, a pesar de sus beneficios, ha causado miedo, incertidumbre y suspicacias en la
población. Por esta razón, resulta importante incrementar las acciones de educación para la salud
en la población, con información clara, concisa y comprensible, y sustentada en fuentes confiables
y verídicas, con el fin de disminuir la resistencia a la vacunación y evitar las enfermedades
prevenibles.
Componentes de las vacunas
Las vacunas son preparados con distintos tipos de antígenos, usando diferentes métodos
científicos como atenuación, inactivación y tecnología de ADN recombinante. Además poseen
componentes para mejorar la respuesta inmune, tales como adyuvantes y proteínas conjugadas.
La mayoría de las vacunas contienen una forma debilitada o inactivada de un virus o una bacteria, o
bien una pequeña parte del virus o la bacteria, que se denomina antígeno.
Cuando una persona se vacuna, su sistema inmunitario reconoce el antígeno como «extraño». Esto
activa las células inmunitarias para producir anticuerpos y crear una memoria del virus o la
bacteria.
Más adelante, si la persona entra en contacto con el virus o la bacteria real, su sistema
inmunitario lo recordará y, a continuación, producirá los anticuerpos adecuados y activará
rápidamente las células inmunitarias adecuadas para acabar con el virus o la bacteria. Esto protege
a esa persona contra la enfermedad.
En cambio, las personas que adquieren inmunidad al contraer la enfermedad real pueden
contagiar a otras personas y ponerse en riesgo de sufrir complicaciones graves derivadas de la
enfermedad.
Vacunas y precauciones
Un aspecto muy importante vinculado a la seguridad de las vacunas es conocer las precauciones y
contraindicaciones de cada vacuna con la finalidad de evitar situaciones que puedan poner en riesgo
a quien recibirá la dosis.
Las precauciones y contraindicaciones, definidas en la ficha técnica de cada vacuna, pueden
cambiar con el tiempo, por lo que deben revisarse las fichas actualizadas.
Te recomendamos descargar algunas fichas técnicas publicadas por el Instituto de Salud Pública de
Chile donde encontrarás toda la información sobre composición, precauciones y contraindicaciones.
¿Quién autoriza el uso de las vacunas en Chile?
En Chile, el Instituto de Salud Pública es la Autoridad Regulatoria Nacional encargada
de autorizar el uso de las vacunas en el país. El hecho de que una vacuna cuente con el registro
sanitario garantiza que son de calidad, eficacia y seguridad comprobadas.
El equipo de salud y los responsables de administrar las vacunas deben conocer tanto las
contraindicaciones como las precauciones vigentes en el país.
Antes de vacunar a alguien se debe comprobar si la persona tiene contraindicaciones temporales o
permanentes para ser vacunada.
Es una condición del individuo que aumenta de forma significativa el riesgo de padecer un efecto
adverso grave si se le administra una vacuna concreta.
Solo dos situaciones se consideran contraindicaciones permanentes y nunca podrá administrarse la
vacuna.
La mayoría de las contraindicaciones son temporales y una vez pasada esa situación el paciente
podrá ser vacunado.