Unidad 5 - Fernando Patricio de Leone (2019) - ACCESO A LA EDUCACI+ôN UNIVERSITARIA, CAPITAL CULTURAL y ENFRIAMIENTO

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XIII Jornadas de Sociología.

Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos


Aires, Buenos Aires, 2019.

ACCESO A LA EDUCACIÓN
UNIVERSITARIA, CAPITAL
CULTURAL y ENFRIAMIENTO.

Fernando Patricio De Leone.

Cita:
Fernando Patricio De Leone (2019). ACCESO A LA EDUCACIÓN
UNIVERSITARIA, CAPITAL CULTURAL y ENFRIAMIENTO. XIII Jornadas de
Sociología. Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires,
Buenos Aires.

Dirección estable: https://www.aacademica.org/000-023/455

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XIII Jornadas de Sociología

Las cuestiones de la Sociología y la Sociología en cuestión.


Desafíos frente a los problemas contemporáneos y a los debates en torno a la formación en la
disciplina.

Facultad de Ciencias Sociales


Universidad de Buenos Aires
26 al 30 de agosto 2019

ACCESO A LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA, CAPITAL CULTURAL y


ENFRIAMIENTO

Eje 5 | MESA 83 | Universidad: Políticas, Problemas y Actores Universitarios

Autor: De Leone, Fernando Patricio: [email protected] - Universidad Nacional de Lanús

Palabras clave: Expansión universitaria – Capital Cultural – Enfriamiento

Resumen
Conviven dos concepciones de la educación universitaria y la igualdad. Por un lado, es considerada
como un mecanismo de igualación social al contribuir la igualdad de oportunidades. Por otro, es
concebida como un mecanismo de generación e identificación de diferencias (sistema de selección
social). A partir de los ochenta se observa una expansión de la educación superior que resignifica la
relación entre equidad, política educativa y el derecho a la educación universitaria.

El trabajo propone discutir efectos del proceso de expansión en la UNLa y en la UNAJ. La hipótesis
del estudio sostiene que la expansión de la educación universitaria conlleva el acceso de “nuevas”
clases sociales a la universidad que se ve acompañado por propuestas de formación distintivas y un
sesgo en la selección de carreras (“enfriamiento”).

A fin de validar la hipótesis se presentará la expansión educativa universitaria en las universidades


mencionadas, el acceso de “nuevos sectores sociales” y la evidencia de carencia de “Capital

1
Cultural”. Por último, se propone, incorporar a los criterios de asignación de recursos públicos a la
educación universitaria estatal argentina, mecanismos para adecuar los costos de la enseñanza
conforme perfil socioeconómico de los estudiantes.

Introducción.
La educación cumple un rol trascendente en el sistema económico. Conviven dos concepciones
contrapuestas respecto de la función social del sistema educativo. Por un lado, se lo considera como
un mecanismo de igualación social ya que permite contribuir al logro de igualdad de oportunidades
mediante la elevación de las capacidades productivas sociales e individuales. Por otro lado, puede
ser concebido como un mecanismo de generación e identificación de diferencias individuales
(validando y profundizando las desigualdades vigentes) ya que actúa como un sistema de selección
social donde principalmente distingue a aquellos individuos que poseen mayor capacidad
productiva.

Hasta mediados del siglo veinte las universidades de América Latina eran instituciones “de
elite” a las que asistían un selecto grupo social (Rezaval, 2008) y atendían a un sector relativamente
homogéneo de la población. La educación universitaria no era una cuestión de política pública, a lo
sumo la visualización del sector como objeto de políticas tenía lugar sólo cuando abandonaba su
“normalidad” y se constituía en un problema de conservación del orden público establecido (Cox,
1993). Este escenario se transformó a partir de la década de los sesenta y setenta del siglo XX,
cuando las universidades comenzaron a enfrentarse a presiones para producir modificaciones, y así
atravesaron en las décadas siguientes un fuerte proceso de expansión, de diversificación y de
complejización interna como correlato del incremento de la importancia económica, social, cultural
y política de la educación universitaria.

Expansión universitaria y el “enfriamiento”.

No son pocas las voces que sostienen que en gran parte del mundo a partir de la década del ochenta
ocurrió una revolución en la educación universitaria: transformaciones pedagógicas,
internacionalización de las instituciones, visualización del sistema educativo como un engranaje
necesario del desarrollo económico, uso de nuevas tecnologías aplicadas a la enseñanza y
aprendizaje, y un vínculo estrecho con la innovación tecnológica productiva han sido
probablemente los principales pilares de este cambio. Esta tendencia se refleja en un extraordinario
incremento de la matrícula universitaria a nivel mundial (Ezcurra, 2011). Siguiendo el Compendio
Mundial de la Educación (UNESCO, 2014) se pasó de 28.6 millones de estudiantes en 1970 a
100.8 millones en 2000 y a 152.5 millones en 2007. Ello también se refleja en el crecimiento de la

2
tasa bruta de matrícula1 que se elevó del 9% en 1970 al 13% en 1990, al 19% en 2000 y al 26% en
2007. En América latina la masificación de la educación aparece en términos relativos magnificada,
entre 1950 y 2009 el número de estudiantes matriculados en la región se multiplico por más de
sesenta veces (pasando de 267.000 a 17.760.000 personas) (IESALC/UNESCO, 2007, Fernández
Lamarra, 2004, Lopez Segrera 2011).

Tal como puede observarse en Cuadro 1 existe una expansión de la educación universitaria
a nivel mundial sin precedentes tal que para el periodo 1960-2014 se observa una tasa promedio de
crecimiento anual (TPCA) de la matrícula universitaria del 27,13%, correspondiente a un total de
207 millones de estudiantes universitarios al año 2007. En América Latina la expansión fue
relativamente superior arrojando una TPCA del 130,49% entre 1960 y 2017 creciendo de 270.000 a
20 millones de estudiantes.

Cuadro 1. Expansión matrícula universitaria (1960 – 2017)


Mundial Latinoamérica
Cantidad TPCA Cantidad TPCA
Año Estudiantes Año Estudiantes
(millones) (millones)
1960 13 1960 0,27
1970 28,6 1970 1,64
2000 100,8 27,13% 2000 12 130,49%
2007 152,5 2009 17,76
2014 207 2017 20
Fuente: Elaboración propia en base a López Segrera (2011) e Informe GUNI (2005)

Argentina no fue la excepción a este fenómeno. En Cuadro 2 se advierte un crecimiento continuo


de la matrícula universitaria tanto pública como privada a partir del año 1982. La expansión de la
matricula se evidencia con una tasa promedio de crecimiento anual entre el año 1982 y el año 2015
del 14,69% incluyendo matricula estatal (10,53%) y privada (12,36%)2 que supera la tasa promedio
anual de crecimiento poblacional (1,4%).

En 1970 la población argentina era de 23,9 millones de habitantes y la matrícula de las


universidades nacionales era de poco menos de 200 mil estudiantes (Departamento de
Estadísticas del Ministerio de Educación y Cultura, 1963-1972). En 2013, la población alcanzó
los 42,5 millones de personas y los estudiantes del sistema público universitario eran casi de 1,5
millones. Así, mientras que en estos 43 años la cantidad de habitantes del país creció un 77%, la
población universitaria lo hizo en un 750%. Se paso de menos de un estudiante cada 100 habitantes
a 3 estudiantes y medio cada 100 habitantes.

1
La UNESCO define la tasa Bruta de matrícula - GrossEnrolment Ratio, GER - como el número de estudiantes
matriculados de un determinado nivel educativo, independientemente de la edad, expresado como porcentaje de la
población del grupo de edad teórica correspondiente a ese tramo de enseñanza.
2
El porcentaje es calculado entre el año 1992 y el año 2015.

3
Cuadro 2 * Estudiantes de títulos de pregrado y grado y tasa promedio de
crecimiento anual según sector de Gestión - Periodo 1982-2015
Año Estatal Privada Total
1983 336.473 s/d 336.473
1989 659.780 s/d 659.780
1990 677.768 s/d 677.768
1995 761.219 127.956 889.175
2000 1.138.503 201.237 1.339.740
2005 1.295.989 257.711 1.553.700
2010 1.366.237 352.270 1.718.507
2015 1.491.452 411.483 1.902.935
TPCA 10,53% 12,36% 14,69%
Tasa promedio de crecimiento poblacional
anual (censo 1980-2010) 1,40%
Fuente: Elaboración propia en base Anuarios de Estadísticas Universitarias SPU
La expansión universitaria se visualiza también en la proliferación de nuevas instituciones
educativas. En el periodo comprendido entre el año 1975 y 2015 se multiplicó 2.5 veces la cantidad
de instituciones universitarias (Cuadro 3), observándose un crecimiento en la creación de
instituciones privadas a partir de los años 90. No obstante, al año 2012 de cada diez estudiantes
matriculados en el sistema universitario sólo dos se encontraban en el sector privado,
concentrándose en mayor medida la expansión universitaria en instituciones públicas.
Cuadro 3. Cantidad de Instituciones universitarias. Años 1613-2015
Año Gestión Estatal Gestión Privada Total
1613 1 0 1
1890 3 0 3
1959 9 3 12
1969 10 19 29
1975 25 19 44
1992 30 33 63
1999 37 43 80
2007 41 44 85
2015 57 62 128
Fuente: Elaboración propia en base a Anuarios de Estadísticas Universitarias (SPU, 1993-
2014) y Síntesis de información de estadísticas universitarias argentinas (2014-2015)

La diversificación de la oferta educativa y la creación de nuevas carreras es una característica


distintiva de la expansión de la educación universitaria. En lo que refiere a la diversificación de la
oferta educativa universitaria se evidencia en publicaciones del Ministerio de Educación (Guía de
Carreras 1985-1986: universidades argentinas, Ministerio de Educación y Justicia, 1985) que
al año 1985 existía una oferta de 456 títulos universitarios ofrecidos por un total de 29
universidades públicas y 23 universidades privadas. En contraste al año 2015 la oferta de títulos
ascendía a 3.581 en un sistema universitario compuesto por 60 y 50 instituciones universitarias
públicas y privadas respectivamente, duplicándose en dicho periodo la cantidad total de
establecimientos y octuplicándose la oferta de títulos, tal como puede observarse en Gráfico 1.

4
Gráfico 1. Evolución de titulaciones ofrecidas en Argentina. (1985-2015)

4000 3581
3500
Titulaciones
Cantidad de titulos

3000
2500
2000
1500
1000
456
500
0
Año
1985 2015
Al respecto, resulta relevante la visión de Clarck (1960,1980) referida a la diversificación
educativa. El autor sostiene que, dado que las universidades han dejado de servir primariamente a
las élites gubernamentales y las profesiones líderes tradicionales, comienzan a generar graduados
para empleo público y privado en amplias áreas ocupacionales y por ello las universidades se
vinculan más directamente a los cambios en la división del trabajo, y las presiones para que las
universidades amplíen sus tareas son enormes, lo cual explica su masificación y diversificación de
la oferta educativa. Al respecto, el mencionado autor asocia (durante los años sesenta en Estados
Unidos) la expansión y calentamiento (“warming up”) del sistema universitario a la aparición de
instituciones educativas de “fácil” acceso y de oferta novedosa apuntalada por los cambios en la
división del trabajo, lo cual revela una respuesta institucional frente al calentamiento de la demanda
por educación universitaria que refiere al intento institucional de disminuir las expectativas
educacionales y ocupacionales de los estudiantes (enfriamiento del sistema educativo – “cooling
out”).

El Capital Cultural.
El Capital Cultural puede definirse como un conjunto de herramientas de poder individual que
suelen aparecer bajo la forma de un conjunto de cualificaciones intelectuales (materiales e
inmateriales) producidas tanto en el seno familiar como en el sistema escolar. Se lo considera
capital porque puede ser acumulado a lo largo del tiempo y también, por ser susceptible de
transmitirse entre generaciones. La asimilación de este Capital en cada generación aparece como
una condición fundamental para su reproducción social. El concepto de Capital Cultural permite
reafirmar la idea de que las carencias económicas no son suficientes para explicar las disparidades
en el logro educacional de individuos de diversas clases sociales (Bordieu, 2005). La existencia de
carencias en el Capital Cultural en el punto de partida de la educación universitaria puede
convertirse en una traba esencial para la permanencia exitosa y la graduación. Asimismo, si el
Capital Cultural se encuentra desigualmente distribuido las posibilidades de apropiarse de las

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bondades de la expansión del sistema educativo de aquellos sectores que posean menor Capital
Cultural pueden ser menores (De Leone - González Arzac, 2011). Ante dicha problemática, surge
una cuestión central y propia del actual ciclo de masificación del sistema universitario argentino y
es si la enseñanza-aprendizaje toma en cuenta el Capital Cultural de los estudiantes al ingreso a la
institución o si por el contrario se privilegia (deliberadamente o no) a estudiantes con mayor
dotación de Capital Cultural. Bajo esta perspectiva, el Capital Cultural, entonces, puede
transformarse en un factor condicionante para el ingreso y/o permanencia exitosa en la universidad
ya que aparecen como necesarios “ciertos saberes" para transitar con éxito las instituciones
educativas universitarias (Ezcurra, 2007). Estos saberes suelen ser considerados como
incorporados y, por lo tanto, se dan por sentados en las actividades académicas de muchas
instituciones (Gluz, N., Rosica, M, 2011).

Capital Cultural, selectividad y enfriamiento.


La diversificación de la oferta de educación universitaria es una característica propia del ciclo de
masificación presentado en este trabajo. Al respecto se pueden identificar dos interpretaciones con
implicancias claramente opuestas. Por un lado, una visión que considera a la diversificación como
un medio para reforzar la igualdad de oportunidades (Conferencia Mundial de Educación
Superior, 1998), ya que resulta indispensable para responder a la tendencia internacional de
masificación de la demanda, a las modificaciones del sistema productivo y tecnológico y a la vez
para el desarrollo de modernos modos de enseñanza que permiten ampliar el acceso a diversos
grupos sociales. Así, el incremento de los niveles educativos de la población responde en parte a
esta diversificación académica e institucional, en especial de los grupos más vulnerables, y es
esencial pero no suficiente para alcanzar una mayor igualdad, ya que mejora las probabilidades de
acceder a un empleo de calidad y a mejores salarios, contribuyendo con ello a la movilidad social y
al quiebre de la transmisión intergeneracional de la desigualdad y la pobreza y, asimismo, permite
que la población esté en mejores condiciones para participar en los procesos democráticos y ejercer
sus derechos ciudadanos (CEPAL, 2015).
Por otro lado, existe una visión algo contrapuesta que sostiene que la diversificación de la oferta
académica es la reacción del sistema universitario frente a la expansión de la educación superior y
trae consigo una negación del acceso de ciertos grupos sociales a instituciones, disciplinas o
carreras, apareciendo el sistema de educación superior como un agente de disociación social, una
especie de negación de la sociabilidad de algunos sectores sociales (Clark, B., 1960). La crítica
efectuada por Burton Clark, en una primera instancia, se efectuó sobre el sistema de Community
Colleges que, lejos de articular exitosamente con las universidades, disuadían a los estudiantes de

6
clases medias bajas de proseguir estudios universitarios y los orientaban hacia un título terciario
técnico con salida laboral. Enfriaban sus expectativas. Sin embargo, el propio Clark, a 20 años de la
publicación de ese artículo, explica que ese tipo de instituciones resultan la mejor estrategia para
acompañar a los estudiantes menos preparados educativa y culturalmente hacia la universidad o
hacia una salida laboral a aquellos que no puedan en el mediano plazo proseguir carreras
universitarias (Clark, B., 1980).
El Capital Cultural aparece como condicionante en la precedente visión presentada, una suerte de
selectividad comandada por la siguiente lógica: “dime cuanto Capital Cultural posees y te diré en
que Institución, Carrera o disciplina puedes estudiar”. Por ello se puede sostener que la
diversificación de la oferta trae aparejado un proceso de diversificación institucional donde el
Capital Cultural desempeña el rol de organizador socio educativo.
Se conoce a esta selectividad institucional académica como parte de un proceso de enfriamiento de
la educación superior (cooling out): un conjunto de prácticas utilizadas por instituciones educativas,
para mantener dentro del sistema educativo a los estudiantes cuya falta de capacidad académica u
otros recursos les impiden alcanzar las metas educativas que ellos se han propuesto. El propósito
del enfriamiento es alentar a los estudiantes a ajustar sus expectativas o a redefinir el fracaso. Las
prácticas contrastan con el "calentamiento", en el que se anima a los estudiantes que aspiran a
objetivos educativos más fáciles de alcanzar para obtener un grado más ambicioso. La proliferación
de carreras con títulos intermedios, ciclos de licenciatura, sistemas de reconocimiento académico
entre instituciones no universitarias y universitarias son formas en las que se visualiza la función de
“enfriamiento”, una suerte de intento institucional de disminuir las expectativas educacionales y
ocupacionales de los estudiantes que implica una reorientación de los estudiantes de bajo
rendimiento cuyos futuros educacionales son limitados, y que probablemente no puedan avanzar
(transferirse) a las universidades. (García de Fanelli y Trombetta, 1996).

Expansión universitaria en territorio del conurbano bonaerense.


Las universidades objeto de estudio de este trabajo se encuentran situadas en el conurbano
bonaerense. La región junto a la Ciudad de Buenos Aires, forma un gran centro urbano, que es la
segunda aglomeración más poblada de Sudamérica, la tercera de América Latina, y la quinta
de América, siendo una de las 20 mayores de todo el mundo.
Estas universidades plantean de forma explícita un estrecho vínculo con la comunidad. El estudio del
vínculo entre universidad, sociedad y comunidad local ha adquirido una impronta distintiva por la
irrupción de estas instituciones y responde, en buena medida, a políticas recomendadas por organismos
educativos internacionales (UNESCO, 2014; Conferencia Mundial de Educación Superior, 2009).

7
Acercar la institución al entorno y a sus problemas sociales, responder a necesidades de la comunidad
local y propiciar la inclusión educativa de grupos sociales históricamente relegados fueron políticas
sugeridas en diferentes estudios de los organismos.
En Cuadro 4 se presentan características y contrastes sociodemográficos del territorio bajo estudio
que definen su hábitat, donde puede observarse el nivel de inequidad regional del conurbano
bonaerense y una importante vulnerabilidad social respecto de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
(de aquí en más: CABA), el centro urbano universitario tradicional. A saber, en el conurbano el
porcentaje de la población analfabeta casi triplica al de la CABA, la tasa de mortalidad infantil es un
30% mayor, el porcentaje de población con necesidades básicas insatisfechas (NBI) es un 70% mayor,
la tasa de desocupación del conurbano supera en un 55% la de CABA, el porcentaje de personas bajo
la línea de pobreza es casi dos veces y medio superior, mientras que el porcentaje de personas bajo la
línea de indigencia es el triple. La inequidad entre los distritos se refleja al observar la brecha de
acceso a tecnologías de la información, el porcentaje de hogares sin computadora es del 20,2% en
CABA, mientras que en el conurbano es del 38,1%; o al analizar el porcentaje de hogares sin acceso a
internet la brecha es levemente inferior y afecta al 19% de los hogares en CABA y al 33% de los
hogares del conurbano.

Cuadro 4. Contrastes sociodemográficos


Conurbano bonaerense – CABA CABA Conurbano
Población analfabeta 0,48% 1,42%
Tasa de mortalidad
infantil por 1.000 nacidos vivos 8,10% 10,50%
Porcentaje de población con
Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) 7,00% 12,40%
Tasa de desocupación 7,00% 10,90%
Porcentaje personas bajo línea de Pobreza 13,40% 32,60%
Porcentaje personas bajo línea de Indigencia 2,60% 8,20%
Porcentaje hogares sin computadora 20,20% 38,10%
Porcentaje de hogares sin acceso a internet 19,00% 33,00%
Fuente: Elaboración propia en base a Instituto Nacional de Estadísticas y Censos. INDEC (Censo 2010, EPH
2017, 2016) y Dirección de Estadísticas e Información de Salud. Ministerio de Salud de la Nación (2010 y 2014)

Una descripción del acceso de sectores sociales (del Gran Buenos Aires) a la universidad se muestra en
el Cuadro N° 5. Se puede observar que en el año 2008 del total de personas del Gran Buenos Aires
que asistían a universidades públicas el 25% se encontraba en los dos primeros quintiles de ingresos (el
40% de la población que posee menores ingresos) mientras que el 30.34% en el quintil 5 de ingresos.
En el año 2015 31.3% se encontraban entre los dos primeros quintiles y 26.27% en el quintil 5 de
ingresos. Ahora bien, si se observa la variación relativa entre el 2008-2015, mientras hubo una
variación total de personas que residen en el gran buenos aires y asisten a las universidades públicas
del 39 % (al incrementarse de 226.551 a 315.827) esas variaciones relativas cambian según quintiles.

8
Si se analiza el quintil 1 esa variación fue del 47%, mientras que en el quintil 2 fue del 95% (superior
al total) y en los quintiles más ricos fue inferior al total (28% para el quintil 4 y 21% para el quintil 5
de ingresos). El aumento de la matricula vino acompañado por una mayor participación de los quintiles
que representan a población de menores ingresos, aunque más del 50% de las personas, que acceden a
la educación universitaria de gestión estatal, pertenecen a los quintiles de mayores ingresos (Q4 y Q5).
Cuadro 5. Personas que residen en los partidos del Gran Buenos Aires y que asisten a
universidades públicas, según quintiles de ingreso. Años 2008 a 2015 (primeros semestres).
Año/Quintil Q1 Q2 Q3 Q4 Q5 Total
25659 31287 41995 58855 68755 226551
2008 25% 30,34%
2009 26149 34372 43583 64163 63008 231275
2010 32827 41381 54467 57214 62730 248619
2011 33759 39678 53221 66828 67647 261133
2012 32031 41223 56174 67433 63850 260711
2013 41451 53978 49800 67661 69828 282718
2014 39744 62596 49917 65236 77702 295195
37840 61020 58404 75590 82973 315827
2015 31,30% 26,27%
Variación absoluta
2008-2015 12181 29733 16409 16735 14218 89276
Variación relativa
2008-2015 47% 95% 39% 28% 21% 39%
Fuente: Dossier del Observatorio Educativo Año 3, N°6 (Unipe, 2016)

Ubicación e historia de las universidades objeto de estudio


La Universidad Nacional de Lanús fue creada en el año 1995 por ley Nº 24496 en el partido de
Lanús con la misión de “contribuir a través de la producción y distribución de conocimiento y de
innovaciones científico-tecnológicas, al desarrollo económico, social y cultural de la región, a fin de
mejorar su calidad de vida y fortalecer los valores democráticos en el conjunto de la sociedad,
articulando el conocimiento universal con los saberes producidos por nuestra comunidad. “La
Universidad debe priorizar la articulación y cooperación entre los distintos productores del saber,
transformar la información en conocimiento y, en su tarea hermenéutica y axiológica, atender las
problemáticas sociales, nacionales y regionales, promoviendo en todo momento la educación con
inclusión” (Estatuto de la Universidad Nacional de Lanús)
La Universidad Nacional Arturo Jauretche creada en el año 2009 por Ley 26.576 en el Partido de
Florencio Varela, con la misión de “contribuir a través de la producción y distribución de
conocimiento, al desarrollo económico, social y cultural de la región, para mejorar la calidad de
vida y fortalecer los valores democráticos, articulando el conocimiento académico con los saberes
producidos por la comunidad.”

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Las universidades presentan un marcado vínculo con la comunidad lo que se manifiesta en la
misión social de la universidad, que contrasta con la misión tradicional de producción de
conocimiento científico escindido de la realidad, están presentes desde lo más profundo de estas
universidades. Desde su conformación, estas universidades del conurbano planearon y ejecutaron
tareas destinadas a cooperar con la comunidad del área de influencia, en la búsqueda de soluciones
a sus necesidades. Funcionan como instrumentos de inclusión social, de una respuesta al acceso por
parte de la comunidad.
La Universidad Nacional de Lanús en el Artículo 2° de su Estatuto propone como misión primaria
contribuir a través de la producción y distribución de conocimiento y de innovaciones científico-
tecnológicas, al desarrollo económico, social y cultural de la región, a fin de mejorar su calidad de
vida y fortalecer los valores democráticos en el conjunto de la sociedad, articulando el
conocimiento universal con los saberes producidos por la comunidad. Además, dentro del plan de
acción 2016 – Eje IV Cooperación y servicio público-, establece la “Expansión de la cooperación y
de los servicios públicos a la comunidad profundizando la articulación con el entorno local,
regional, nacional e internacional con autonomía y responsabilidad social.” (Grutchetsky, 2017)
Por su parte, la Universidad Nacional Arturo Jauretche, establece en su Estatuto de creación que la
Universidad tiene como propósito “Consolidar y profundizar la relación universidad/comunidad a
partir de estrategias definidas y acciones concretas. Promover la formación de personas reflexivas y
críticas que desarrollen valores éticos y solidarios para contribuir al mejoramiento de la calidad de
vida de la comunidad. Coordinar con las universidades y el sistema educativo de la región el
desarrollo de los estudios superiores, de investigación y participación comunitaria desde la
articulación y el diálogo permanente para trabajar las problemáticas de la zona de manera colectiva.
(Grutchetsky, 2017)

Estructura administrativa y oferta académica


El modelo de universidad planteado por estas universidades propone un diálogo articulado entre su
estructura académica y su estructura de gestión para dar una respuesta más rápida y ágil a los
problemas de la comunidad. Por ello tanto las estructuras organizacionales como la propuesta
académica de estas universidades del conurbano no son similares a las universidades tradicionales
como la Universidad de Buenos Aires, Córdoba o La Plata. Mientras que las universidades
tradicionales estructuran su oferta académica en facultades, las universidades objeto de estudio lo
hacen de otra manera. En el caso de la estructura académica de la Universidad Nacional Arturo
Jauretche (UNAJ) se compone de cuatro Institutos: de Estudios Iniciales; de Ingeniería y
Agronomía; de Ciencias de la Salud; de Ciencias Sociales y Administración y en el caso de la

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Universidad Nacional de Lanús (UNLa), en su artículo 6 del estatuto define “ se organizará en
Departamentos Académicos que mantendrán coherencia en su organización y en sus decisiones por
medio de la conducción y coordinación que ejercen la Asamblea Universitaria, el Consejo Superior
y el Rectorado” y en su ARTÍCULO 7 “Los Departamentos Académicos tienen por objeto
proporcionar una orientación sistemática a las actividades de docencia e investigación mediante el
agrupamiento de disciplinas afines y la comunicación entre los docentes y los estudiantes de
distintas carreras, brindando de esta manera mayor cohesión a la estructura universitaria tendiente a
lograr economía de esfuerzos y de medios materiales.”
Por el lado de la propuesta académica (tomada como título de grados ofertados) también existe una
gran diferencia entre la propuesta académica de las Universidades tradicionales con las de la UNAJ
y la UNLA. Como se puede ver en el Cuadro N° 6 entre las universidades tradicionales existe un
20% de coincidencia y superposición entre las propuestas académicas que tienen entre ellas,
encontrando la máxima coincidencia entre la UBA y La plata con un casi 30% de coincidencia. Esta
relación cambia cuando se compara la propuesta académica de UNLa y UNAJ con UBA, LA Plata
y Córdoba. Para el caso de la UBA, de la totalidad de títulos ofrecidos por la UBA el 29,69% se
ofrecen en La Plata, el 28,75% en Córdoba, el 4,6% en UNAJ y el 2,7 % en UNLa. Para el caso de
La Plata, de la totalidad de los títulos ofrecidos por la Universidad de La Plata el 22,28% se ofrecen
en UBA, el 28,31% en Córdoba, el 4,21% en UNAJ y el 4,20% en UNLa. Finalmente, para la
Universidad de Córdoba de la totalidad de títulos ofrecidos son ofrecidos también por la UBA en un
20,77%, por La Plata en un 28,57%, por UNAJ un 4,55% y por la UNLa en un 3,88%.

Cuadro -N° 6. Coincidencia de propuestas académicas (títulos de grado)

Universidad UBA La Plata Córdoba UNAJ UNLa

UBA 29,69% 28,7% 4,6% 2,7%


22,28%
La Plata 28,31% 4,21% 4,20%

Córdoba 20,77% 28,57% 4,55% 3,88%


Fuente: Base de títulos universitarios, Dirección Nacional de Gestión Universitaria (DNGU, noviembre 2017)

Así como se puede ver la estructura y oferta académica de estas dos universidades del conurbano
Bonaerense que surgen en el contexto de la masificación de la matrícula universitaria difiere
notablemente de las universidades tradicionales.

El Capital Cultural y los Nuevos Inscriptos (NI) a la universidad.

11
El Capital Cultural al encontrarse desigualmente distribuido puede transformarse en un factor
condicionante para el ingreso y/o permanencia exitosa en la universidad (Ezcurra, 2007). Si bien
existe cierta dificultad para medir las diferencias de Capital Cultural entre los estudiantes
universitarios, existen ciertos estatus de desventaja que lo evidencian tales como: a) que los padres de
los estudiantes posean niveles educativos bajos (ser primera generación universitaria), b) que los
estudiantes participen activamente en el mercado de trabajo, c) que haya transcurrido un importante
lapso entre la finalización de la escuela media y el ingreso a la universidad y d) que los estudiantes
posean un bajo nivel de ingresos.

Estudiantes. Evolución y caracterización.


La cantidad de estudiantes de grado y pregrado en las instituciones universitarias argentinas tal como
se explicó anteriormente experimentó un continuo crecimiento desde el regreso de la democracia.
Ahora bien si analizamos el período 1996-2015 la matricula creció a una tasa promedio anual del
4,72%. Si vemos la tasa de crecimiento anual promedio para las universidades objeto de estudio en ese
periodo particular en el caso de la UNLa fue de 21%3 anual y de UNAJ 52%4, muy superior al
comportamiento del sistema.

Cuadro N° 7. Estudiantes de grado y pregrado. Instituciones universitarias de gestión estatal.


Años 1996, 2000, 2005, 2010 y 2015.
Año 1996 Año 2000 Año 2005 Año 2010 Año 2015

Universidad Estudiantes % Estudiantes % Estudiantes % Estudiantes % Estudiantes %


UBA 185.322 24,17% 293.917 26,15% 336.947 26,21% 305.066 22,33% 291.744 19,56%
La Plata 72.203 9,42% 89.049 7,92% 88.913 6,92% 107.090 7,84% 105.517 7,07%
Córdoba 89.996 11,74% 112.036 9,97% 110.961 8,63% 105.279 7,71% 114.344 7,67%

347.521 45,32% 495.002 44,04% 536.821 41,76% 517.435 37,87% 511.605 34,30%

UNGs 153 0,02% 4.386 0,39% 3.772 0,29% 5.315 0,39% 10.399 0,70%
UNLa - 3.654 0,33% 8.432 0,66% 10.990 0,80% 15.511 1,04%
UNQUi 2.704 0,35% 7.163 0,64% 10.285 0,80% 15.075 1,10% 26.537 1,78%
UNSAm 1.185 0,15% 4.224 0,38% 8.443 0,66% 12.012 0,88% 13.682 0,92%
UNLam 11.147 1,45% 17.023 1,51% 21.474 1,67% 33.607 2,46% 38.777 2,60%

UNTREf - 2724 5048 10317 13095

15.189 1,98% 36.450 3,48% 52.406 4,47% 76.999 6,40% 104.906 7,91%

Total 766.847 1.124.044 1.285.625 1.366.237 1.491.452


Fuente: Elaboración propia en base a Anuarios de Estadísticas Universitarias - SPU 2015, Departamento de Información Universitaria – SPU

Ahora bien, si vemos como se distribuye esa matricula estatal entre las diferentes instituciones
vemos que para 1996 la UBA (185322 estudiantes) y La Plata (72203) y Córdoba (347521)
3
Se toma en cuenta el período 1997-2015
4
Se toma en cuenta el período 2011-2015

12
concentraban casi el 46% de la matricula estatal, mientras que las Universidades del Conurbano el
1.98% (compuesto por UNG, 0.02%, UNQui, 0.35%, UNSam 0.15%, UNLam 1.45%). Como se
observa en el Cuadro N° 7 para los sucesivos años la distribución de la matricula estatal en las
instituciones universitarias fue variando. Mientras que las universidades tradicionales pasaron de
explicar el 45% de la matricula estatal en 1996 al 34.30% de los estudiantes en gestión estatal en
2015, las universidades antes mencionadas pasaron del 1.98% al 7.91% respectivamente. Esta
diferencia se profundiza alcanzando que las universidades del conurbano expliquen el 10 % de los
estudiantes de pre-grado y grado en instituciones universitarias de gestión estatal si sumamos, para
el 2015, los estudiantes de las universidades del Conurbano Bonaerense creadas después de los años
2000: Universidad Nacional de Avellaneda (8090 estudiantes), Universidad Nacional de Arturo
Jauretche ( 18192 estudiantes para 2015) , Universidad Nacional de José C Paz (12237 estudiantes
para 2015), Universidad Nacional de Moreno (7660 estudiantes para 2015) y Universidad Nacional
del Oeste (2069 estudiantes para 2015)5.
Se puede ver entonces como las universidades del conurbano en este contexto de masificación
empiezan a instalarse como instituciones que registran una mayor tasa de crecimiento promedio
anual en detrimento de las universidades tradicionales como UBA Córdoba y La Plata. Y en este
fenómeno la UNLa y la UNAJ se comportan de una manera similar, aunque la segunda con un
crecimiento más vertiginoso (del 2011 al 2016 aumentó un 600% la cantidad de estudiantes de pre-
grado y grado, mientras que UBA tuvo una disminución de la matrícula para ese periodo de 17%
Córdoba un aumento de 6,32% y La Plata una disminución de 3%)6

En cuanto a la edad existe una importante diferencia, tal como se observa en Cuadro 8. Los
estudiantes que ingresan a las universidades bajo estudio son proporcionalmente de mayor edad que
los que ingresan a las universidades tradicionales. Un indicio de carencia de Capital Cultural es el
tiempo transcurrido entre la finalización de la educación media y el inicio de la educación
universitaria.

Cuadro N° 8. Porcentajes de nuevos inscriptos según edad. Año 2015


Grupos Edad
UNAJ UNLa UBA La Plata Córdoba
/Universidad
Menor a 19 años 19% 22% 54,1% 32,4% 41,4%
Mayor de 25 años 42,6% 44% 16,9% 30% 23,7%
Fuente: Elaboración propia en base a Dirección de Información Universitaria, SPU

Otra tendencia del total sistema (en este caso sistema de gestión estatal) que se mantiene pero que
se profundiza en la UNAJ en particular es la condición de primera generación universitaria de los

5
Dato extraído de :estadisticasuniversitarias.me.gob.ar consultado el día 15/09/2018
6
Elaboración propia en base a estadisticasuniversitarias.me.gob.ar consultado el día 15/09/2018

13
nuevos inscriptos. Como se puede observar en el Cuadro Nº 9 el 70,75% de los nuevos inscriptos7
de pregrado y grado en instituciones de gestión estatal en promedio son primera generación
universitaria. Ambas Universidades superan esta tasa promedio. En la Universidad Nacional de
Lanús, para el año 2015, el 73,17% de los estudiantes de pre grado y grado son primera generación
universitaria superando a la tasa promedio en 3 puntos, mientras que en la UNAJ, representa el
87,53% del total de estudiantes superando en 17,53 puntos a la tasa promedio.
Cuadro N° 9. Nuevos inscriptos 1GU (primera generación universitaria)
Años 2015-2016
Año UNAJ UNLa Promedio Sistema gestión estatal
2015 87,53% 73,17% 70,75%
2016 87,00% 71,67% 72,21%
Fuente: Elaboración propia en base a Dirección de Información Universitaria, SPU

Una característica que varía en el promedio del sistema de gestión estatal y en las Universidad de
Lanús y Arturo Jauretche es la participación en el mercado de trabajo de los nuevos inscriptos.
Mientras que para el total sistema para el año 2015 el 30% de los nuevos inscriptos trabajan el
70,12% no lo hace. Esta relación es mucho menos extrema en la Universidad Nacional de Lanús y
en La Universidad de Arturo Jauretche. El porcentaje de ingresantes que trabaja es mucho mayor en
las universidades estudiadas que para el resto del sistema, mientras que el promedio, como muestra
el Cuadro Nº 10 para el 2015 es e 29,88% para el total sistema, en la UNAJ asciende a 44,30% (14
puntos más) y en la UNLA A 50,60% (20 puntos más).
Cuadro 10. Participación en el mercado de trabajo Nuevos Inscriptos.
UNLa UNAJ Sistema Gestión Estatal. 2013-2016
2013 2014 2015 2016
Trabajan No trabajan Trabajan No trabajan Trabajan No trabajan Trabajan No trabajan
UNAJ 45,60% 54,40% 40,86% 59,14% 44,30% 55,70% 42,91% 57,09%
UNLa 55,90% 44,10% 50,90% 49,10% 50,60% 49,40% 47,64% 52,36%
Sistema 28,75% 71,25% 32,27% 67,73% 29,88% 70,12% 28,48% 71,52%
Fuente: Elaboración propia en base a Dirección de Información Universitaria, SPU

Reflexiones finales
La expansión institucional y/o matricular universitaria es una realidad y constituye un hecho relevante
sin precedentes en la educación universitaria argentina. En el presente trabajo se ha presentado una
mirada crítica del proceso. Si bien la expansión constituye una forma de democratización, no garantiza

7
Se considera nuevos inscriptos a la suma de los NUEVOS INSCRIPTOS POR PRIMERA VEZ, los estudiantes que ingresan por primera vez a una
determinada oferta, habiendo cumplido con los requisitos reglamentados por cada institución. Y NUEVOS INSCRIPTOS POR EQUIVALENCIA,
los estudiantes inscriptos por primera vez en una oferta, con materias aprobadas “por equivalencia” de otra oferta. (fuente:
http://informacionpresupuestaria.siu.edu.ar/DocumentosSPU/diu/diu_manual_de_definiciones.pdf Pag 9)

14
per se una reducción de las desigualdades sociales y genera una serie de tensiones que se plantean
entre el acceso de sectores sociales antes excluidos de la educación universitaria, el Capital Cultural y
el enfriamiento. Conceptos discutidos, presentados y evidenciados en el presente trabajo.

En el trabajo se indaga como dichas tensiones afecta en la Universidad Nacional de Lanús (UNLa) y la
Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ). Las universidades estudiadas se sitúan en
comunidades donde existe una alta vulnerabilidad en términos de condiciones habitacionales (hogares
con al menos un indicador de NBI). En este sentido, desde sus misiones proponen crear otro tipo
vínculo con la comunidad (y sus problemas), de interrelación y generación de saberes en conjunto que
se ve plasmado en su oferta y estructura académica institucionales que se diferencia de las
tradicionales. Otra de las características propias de estas universidades es la gran proporción de nuevos
inscriptos que trabajan, el crecimiento acelerado de la matricula (por encima del promedio total
sistema) la proporción de nuevos inscriptos primera generación de universitarios y la edad a la que
ingresan los nuevos inscriptos.

La tensión entre masificación, igualdad de oportunidades y apropiación de los beneficios que brinda la
educación universitaria se encuentra vigente (y potenciada en la sociedad del conocimiento) y, tal
como hemos visto, el Capital Cultural actúa en mayor o menor medida en la resolución de las
tensiones sociales al respecto. En este sentido, este trabajo resalta la importancia de considerar e
incorporar al análisis económico de la igualdad en educación superior la noción de Capital Cultural
como un elemento central que contribuye a explicar el proceso de reproducción social por medio del
sistema educativo.
Si el sistema educativo universitario, actúa otorgando títulos y distinciones a quienes pertenecen a
sectores socioculturales y económicos privilegiados, ello da cuenta de la existencia de mecanismos
de exclusión a las clases más desfavorecidas o su estancamiento en ciertas disciplinas a partir de la
restricción de la elección (De Leone – Roscardi, 2017 UNL). Resulta necesario entonces convivir
con un sistema bipolar, donde la contribución de la educación a la equidad es extremadamente
compleja que incluso las reivindicaciones de los principales actores del sistema no suelen captar.

15
Referencias bibliográficas
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Secretaría de Políticas Universitarias.
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Courard, Hernán (edit), Políticas Comparadas de Educación Superior, Santiago de Chile.
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 Estatuto de la Universidad Nacional Arturo Jauretche
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 Universidad Nacional de Lanús – Proyecto Institucional. Segunda Edición, versión
corregida según recomendaciones de la CONEAU, Lanús, Provincia de Buenos Aires, 1998.

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