Asignación 1 de Derecho Del Trabajo
Asignación 1 de Derecho Del Trabajo
Asignación 1 de Derecho Del Trabajo
GRUPO: 3°AÑO
ASIGNACIÓN #1
CÉDULA: 8-967-701
PROFESOR:
ERICK PRADO
PRIMER SEMESTRE
FECHA DE ENTREGA:
13 DE ABRIL DEL 2024
TAREA #1
1. Naturaleza jurídica del Derecho del trabajo
La naturaleza jurídica del derecho de trabajo es un tema debatido en la teoría
jurídica. Las doctrinas clásicas que fundamentan esta problemática señalan que:
I. El derecho del trabajo es de carácter privado:
Así opinan algunos autores, y parten de la base de que su institución fundamental
la constituye el contrato o relación laboral entre empresario y trabajador, que es un
contrato puramente civil.
Las partes al firmar el contrato de trabajo debían, naturalmente, respetar las
disposiciones de orden público que alcanzan a todo el mundo de la contratación,
sin que por ello se modifique su carácter privado se trata de relaciones entre
particulares: patrón y trabajador.
II. El derecho del trabajo es de carácter público:
Contrariamente a la posición señalada, un buen número de interesantes autores
se inclinan por sostener el carácter público del Derecho Laboral.
Responde la orientación a un examen de las limitaciones a las que se halla
sometido el contrato de trabajo y que han hecho que pierda su carácter privado.
Así la prohibición de rescisión o extinción del contrato que se impone en muchos
casos al empresario; la aparición, de forma general y obligatoria de unas normas
de Seguridad Social; la existencia de una jurisdicción especial en muchos países;
la multitud de disposiciones típicamente administrativas de protección al trabajo; la
reglamentación de la jornada; régimen de seguridad e higiene; previsión de
accidentes; la fijación de salarios, etc. Ante tales hechos que nos hablan
claramente de una desaparición del elemento privatístico del Derecho laboral, no
pueden por menos de predicar el carácter público de sus normas.
III. Posición Ecléctica:
Un tercer grupo de autores mantiene una posición mixta; es decir, predica el
carácter mixto, público y privado, de las normas del Derecho del Trabajo.
Esta doctrina nos habla de la coexistencia de normas de Derecho Público y de
Derecho Privado en el campo del Derecho del Trabajo. La tendencia la expresa
Radbruch tajantemente al afirmar: «En el Derecho del Trabajo están el Derecho
Público y el Derecho Privado en una situación de mezcla indisoluble». O, quizá,
todavía con mayor claridad, se expresa García Oviedo al admitir que «el Derecho
del Trabajo en cuanto regula el contrato del trabajo es evidentemente un Derecho
privado, ya que en él predomina la voluntad individual. En cuanto establece el
ordenamiento del trabajo, por motivos de interés social, hace en él ampliamente
acto de presencia el Derecho Público»
2. Resumen de dos páginas con relación a la historia del derecho del
trabajo a nivel mundial.
Los primeros vestigios del derecho laboral aparecieron en la antigua Roma, donde
pueden señalarse las primeras nociones del trabajo por cuenta ajena, libre y
retribuido. Los juristas romanos empezaron a crear nuevas formas contractuales
−siempre desde la lógica del Derecho Civil− por las cuales se regulaban las
nuevas formas de prestación de los servicios que empezaron a surgir en la
sociedad romana. De acuerdo con diversas fuentes históricas, entre los siglos VI y
V a. C., la población de Roma experimentó un crecimiento que hizo insuficiente la
mano de obra esclava disponible.
El problema social resultante: Los hombres libres de condición económica precaria
−romanos sin propiedades o esclavos que habían ganado su libertad−
arrendaban” sus servicios a cambio de dinero. Los juristas romanos intentaron dar
respuesta a este hecho, ya que las condiciones bajo las que los hombres libres
prestaban sus servicios no podían recibir el mismo tratamiento jurídico que el
trabajo de los esclavos. Así el Derecho romano diseñó el contrato denominado
locatio conductio operarum, por el cual el locador estaba obligado a obedecer al
conductor. Es importante notar que, bajo esta relación contractual, al acreedor de
la actividad se le denominase “conductor”, y el deudor del trabajo se obligaba a
poner su fuerza de trabajo bajo la disposición y obediencia del conductor.
Posteriormente, se tipificó un contrato distinto, el locatio conductio operis, cuyo
objeto era el aprovechamiento de una obra de tipo artesanal −opus−, la cual era
realizada por el arrendador con completa libertad, con la única guía de sus propios
conocimientos, como la del artesano que es requerido para producir muebles, la
del herrero al que se le pide la producción de un número determinado de armas,
etc.
La regulación de la contratación de trabajo asalariado no sufrió innovaciones
relevantes desde la caída del Imperio Romano hasta la Baja Edad Media
(alrededor del siglo XIII). Hacia el final de aquella transición, la forma de
organización política predominante en los países de Europa occidental era el
feudalismo, en la cual existían complejas relaciones personales entre el señor
feudal y sus siervos −también denominados siervos de la gleba−, quienes eran
reconocidos como sujetos de derecho, pero tenían un status que, precisamente,
les obligaba a trabajar la tierra que era propiedad de su señor feudal a cambio de
protección. El trabajo prestado bajo el régimen de servidumbre se prestaba en
condiciones de sumisión absoluta: Estaban prohibidos de disponer de su actividad,
y su servidumbre era adquirida hereditariamente.
A medida que el feudalismo iba desapareciendo y vieron la luz las primeras
grandes ciudades, la sociedad europea sufrió transformaciones importantes:
Crecieron los mercados regionales y se intensificó el intercambio comercial en un
progresivo desarrollo económico que se irradiaba desde las ciudades hasta el
campo. Consecuentemente, el trabajo asalariado también fue evolucionando,
adaptándose al contexto cambiante. Así, la población rural europea empezó a
migrar a las urbes nacientes, donde su fuerza de trabajo era requerida en las
unidades productivas del momento: Los talleres artesanos. Este proceso se
coronaba con lo que ha venido a llamarse la obra maestra, producto del esfuerzo
del que se convertía en maestro y prueba de la destreza adquirida en el desarrollo
de una actividad específica. Dentro de aquel mercado de trabajo, la competencia
entre los talleres antiguos y los nuevos fue aumentando, por lo que surgió la
necesidad de establecer barreras a los nuevos emprendimientos. De esta manera,
se gestan los primeros gremios, como organizaciones que reunían a los maestros
de los talleres especializados. Había gremios de carpinteros, de herreros y
panaderos; en fin, de cualquier actividad que fuera necesaria dentro de la ciudad.
En este contexto es que los oficiales empiezan también a conformar sus propias
organizaciones −podría considerárseles como proto-sindicatos−, mediante las
cuales buscaban establecer mejores condiciones de trabajo dentro de los talleres,
mediante la negociación y eventualmente con la adopción de medidas de fuerza.
La importancia de detenernos en esta época radica en que, por vez primera, la
organización productiva del trabajo asalariado permite develar instituciones
típicamente laborales: (i) Un trabajador; (ii) Una empresa; (iii) Un empleador; y (iv)
hasta las primeras organizaciones de trabajadores y empleadores.
El cambio significativo en la forma de abordar la temática del trabajo se dio a partir
de la Revolución Industrial, punto de partida para la toma de conciencia de que la
riqueza no se obtendría solamente de la tierra. La industrialización expuso a los
trabajadores a condiciones de trabajo riesgosas e insalubres.
La Revolución Francesa y el posterior liberalismo económico postularon que al
trabajador debía pagársele lo necesario para que pudiera vivir, pero sin dejar de
ser el mercado el asignador natural de recursos. La alternativa que surgió fue el
marxismo, que exigía una abolición del modo capitalista y reclamó por los
derechos laborales para los trabajadores.
En este período se gestó una conciencia de clase trabajadora, dando inicio a las
primeras huelgas y a la formación de sindicatos. Las primeras leyes laborales
surgieron a fines del siglo XIX (ley del seguro de enfermedad, ley de accidentes de
trabajo). En mayo de 1886 trabajadores norteamericanos realizaron una huelga
para reducir a ocho horas la jornada laboral, así se estableció el 1 de mayo como
el Día Internacional del Trabajo.
En 1919 se creó la Organización Internacional del Trabajo cuyo objetivo era
proteger y promover los derechos del trabajo. El derecho al trabajo fue reconocido
como un derecho básico de todas las personas en la Declaración de los Derechos
Humanos, documento proclamado por la Asamblea General de las Naciones
Unidas en 1948.
3. Resumen de dos páginas de la historia del derecho del trabajo en
Panamá
I. Situación política y social de Panamá en el siglo XIX
En la segunda mitad del siglo XIX hubo una inmigración de trabajadores
provenientes de todo el mundo, lo que alteró las condiciones laborales conocidas
hasta entonces.
Durante este periodo, Panamá se convirtió en un atractivo imán para las
inversiones extranjeras de las grandes compañías de la época, siendo nuestra
ventajosa posición geográfica, uno de los principales motivos para tal incursión
económica.
El 15 de enero de 1888 se dio inicio a la construcción del “Canal Francés”, en
donde la mano de obra tan variada, no representó un mayor número de problemas
laborales; sin embargo, aproximadamente veintisiete mil (27,000) personas
perdieron la vida por diferentes causas, atribuidas a las condiciones climáticas y
enfermedades tropicales, constituyéndose en el desafío laboral más grande de
nuestra historia.
Paralelamente en 1890, la “United Fruit Company” se instaló en Bocas del Toro.
Esta inversión, significo el inicio de una época próspera para la provincia, con el
cultivo del famoso “oro verde”, sin embargo, la mano de obra local y los fuertes
horarios de trabajo, iniciaban a desentonar el ambiente laboral conocido hasta
entonces.
II. Periodo comprendido entre 1904 a 1940
En el año 1904, como resultado directo de la separación de Panamá de Colombia,
el recién estrenado Gobierno, en muy poco tiempo, emitió una Carta Magna
(Constitución Política, 1904) en que se regularon los asuntos más apremiantes de
la nueva nación.
En materia laboral, esta Constitución en su artículo 29, garantizó la libertad de
ejercer un “oficio honesto”, constituyéndose en el primer esfuerzo de la Época
Republicana, por regular el Derecho al Trabajo.
Bajo la administración del Doctor Belisario Porras, mediante la (Ley 6, 1914)
estableció la estructura de la jornada laboral, los días de descanso, la
remuneración salarial y se prohibió el trabajo a los menores de 14 años de edad.
Cabe destacar que, en la primera mitad del siglo XX, finalmente la clase obrera se
impuso y exigió un sitial en el panorama político, lográndose por primera vez que,
en materia de obras públicas o privadas, se cumpliera con una jornada laboral de
ocho (8) horas, se reguló el pago de jornadas extraordinarias y la imposición del
día domingo como descanso obligatorio.
Como otra norma relevante de la época, tenemos la Ley 17 (1976), en donde se
clasificaron y regularon los accidentes de trabajo, imponiéndose al empleador la
obligación de cubrir los gastos médicos e indemnizaciones producto de eventos
laborales.
III. Periodo comprendido entre 1941 hasta 1972
Durante esta época, Panamá realizó una serie de reformas legales, entre las
cuales resalta (Constitución Política, 1941) artículo 43, mediante el cual se
estableció que toda persona era libre de escoger su profesión u oficio, dándole
relevancia a la voluntad de los ciudadanos, mientras se obligaba al Estado
Panameño a velar por el progreso de las clases campesinas y obreras.
En este mismo año, se emitió la Ley 23 (1941) mediante la cual se instituyó la
Caja de Seguro Social, lo que significó un acontecimiento trascendental, pues uno
de los objetivos fundamentales de la Institución, fue la protección de los
trabajadores en el país, lo que dio como resultado la obligación del empleador de
pagar un seguro de salud, vejez y el establecimiento de un sistema de pensiones y
beneficios para la jubilación de sus usuarios.
Esta presión social por reconocer los derechos de los trabajadores e inclinar aún
más la balanza a favor de estos, culminó con la adopción de la Ley No.67 (1947),
en donde se adoptó el primer Código de Trabajo en Panamá, que de forma
histórica, brindó protección a las mujeres trabajadoras, prohibiéndoles el ejercicio
de profesiones riesgosas, e introduciendo los fueros laborales y las ausencias por
maternidad, lo que marcó el inicio de una época en la que el Derecho Laboral
favoreció notablemente a los derechos de la clase trabajadora, imponiéndole a los
empleadores una serie de obligaciones que no solo recaían sobre la seguridad
social y económica de sus empleados, sino con aquellas prestaciones
encaminadas a ofrecer una mejor calidad de vida.
IV. Periodo comprendido desde 1972 hasta la actualidad
El 2 de abril de 1972 entró en vigencia el Decreto de Gabinete 252 (1971),
mediante el cual se aprobó el actual Código de Trabajo de Panamá, considerado
por muchos juristas, como el más garantista de América Latina, en donde se
materializó una de las normas contemporáneas más importantes de nuestra
Nación, la cual marcó un hito y ha brindado seguridad, confianza y protección a
cientos de miles de ciudadanos honestos que día a día hacen de Panamá un
mejor país.
Con la adopción del Código de Trabajo (1972) se equilibró la balanza en favor de
la fuerza laboral y no dejó lugar a dudas que la finalidad de la Ley de Trabajo que
entró en vigencia en Panamá, siempre fue la protección de los trabajadores.
Esta norma generó un cambio profundo que cimentó la inclusión, protección y el
reconocimiento de grupos de ciudadanos, que en la época carecían de un régimen
laboral, tales como pescadores, trabajadores domésticos, artesanos, transportistas
y comerciantes; en fin, se consideró como una Ley que brindó el tan anhelado
equilibrio en la relación con los empleadores que anteriormente no figuraban en
nuestras normas.
De igual forma, resalta el hecho, que este nuevo Código de Trabajo implementó
conceptos tales como estabilidad laboral, indemnización, derecho sindical,
negociaciones colectivas y un sinnúmero de herramientas que se traducen en la
protección, sin distinción, de los habitantes de la República de Panamá en materia
de Derecho de Trabajo e iluminó la senda mediante la cual los ciudadanos y las
empresas, pueden buscar refugio acudiendo a las instancias laborales para
resolver los conflictos con celeridad, equidad y confianza en el sistema de
administración de justicia.
4. Por qué es importante para un estudiante de derecho el curso de
derecho del trabajo en el plan de asignatura de la carrera
El curso de derecho del trabajo es importante para un estudiante de derecho por
varias razones:
1. Proporciona una comprensión profunda de las leyes y regulaciones laborales
que rigen las relaciones entre empleadores y empleados.
2. Permite a los estudiantes entender los derechos y obligaciones tanto de los
trabajadores como de los empleadores, lo que es esencial para garantizar
condiciones laborales justas y equitativas.
3. Nos brinda herramientas para abordar disputas laborales y resolver conflictos
de manera efectiva, ya sea a través de la negociación, la mediación o el litigio.
4. Ofrece conocimientos prácticos sobre temas como contratos laborales,
despidos, compensación laboral, seguridad en el trabajo y discriminación laboral,
que son fundamentales para la práctica legal en el campo laboral.
En resumen, el curso de derecho del trabajo es fundamental para preparar a los
estudiantes de derecho para abordar cuestiones laborales complejas y defender
los derechos de los trabajadores en el mundo legal y laboral.
BIBLIOGRAFIA
INFOGRAFÍA
Fuente: https://concepto.de/derecho-laboral/#ixzz8WrITY3ft
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Derecho_al_trabajo