Capitulo I Definición: 1.1 Definición Del Presente Signo de Puntuación

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CAPITULO I

DEFINICIÓN

1.1 Definición del presente signo de puntuación

• Gabriel García Márquez:

- "Los puntos suspensivos son los cómplices del escritor cuando este no quiere decir

todo lo que sabe."

• Julio Cortázar:

- "Los puntos suspensivos son una manera de dejar al lector suspendido en el aire,

obligado a completar el significado con su propia imaginación."

• Mario Benedetti:

- "A veces, los puntos suspensivos son más reveladores que las palabras mismas.

Indican lo que no se dice pero se siente."

• Andrés Neuman:

- "Los puntos suspensivos son el lugar donde el silencio toma la palabra."

• Ana María Matute:

- "Utilizo los puntos suspensivos para crear un eco en el lector, una forma de dejar

abiertas las puertas de la interpretación."

• Carmen Martín Gaite:

- "Los puntos suspensivos son una invitación al lector para que participe en la creación

del texto, para que imagine lo que no se ha dicho."


CAPITULO II

LOS PUNTOS SUSPENSIVOS

2.1 Signo de puntuación formado por tres puntos consecutivos (...) —y solo

tres—, llamado así porque entre sus usos principales está el de dejar en suspenso el

discurso. Se escriben siempre pegados a la palabra o el signo que los precede, y

separados por un espacio de la palabra o el signo que los sigue; pero si lo que sigue a los

puntos suspensivos es otro signo de puntuación, no se deja espacio entre ambos. Si los

puntos suspensivos cierran el enunciado, la palabra siguiente debe escribirse con

mayúscula inicial: El caso es que si lloviese... Mejor no pensar en esa posibilidad; pero si

no cierran el enunciado y este continúa tras ellos, la palabra que sigue se inicia con

minúscula: Estoy pensando que... aceptaré; en esta ocasión debo arriesgarme.

2. Usos

a) Para indicar la existencia en el discurso de una pausa transitoria que expresa duda,

temor, vacilación o suspense:

No sé si ir o si no ir... No sé qué hacer; Te llaman del hospital... Espero que sean buenas

noticias; Quería preguntarte... No sé..., bueno..., que si quieres ir conmigo a la fiesta; Si yo te

contara...

b) Para señalar la interrupción voluntaria de un discurso cuyo final se da por conocido

o sobrentendido por el interlocutor:


A pesar de que prepararon cuidadosamente la expedición, llevaron materiales de primera

y guías muy experimentados... Bueno, ya sabéis cómo acabó la cosa.

Es especialmente frecuente este uso cuando se reproduce un refrán o un fragmento

literario de sobra conocido: Más vale pájaro en mano..., así que dámelo ahora mismo; Y en mitad

de la fiesta, se subió a una mesa y comenzó a recitar: «Con diez cañones por banda...».

c) Para evitar repetir la cita completa del título largo de una obra que debe volver a

mencionarse:

La obra “Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos”, de Rafael Alberti,

está llena de grandes aciertos. Los versos de Yo era un tonto... contienen algunos de los mejores

hallazgos expresivos del autor.

d) Para insinuar, evitando su reproducción, expresiones o palabras malsonantes o

inconvenientes:

¡Qué hijo de... está hecho! A veces se colocan tras la letra inicial del término que se

insinúa: Vete a la m... No te aguanto más.

e) Cuando, por cualquier otro motivo, se desea dejar el enunciado incompleto y en

suspenso:

Fue todo muy violento, estuvo muy desagradable... No quiero seguir hablando de ello.

f) Sin valor de interrupción del discurso, sino con intención enfática o expresiva, para

alargar entonativamente un texto:

Ser... o no ser... Esa es la cuestión.

g) Al final de enumeraciones abiertas o incompletas, con el mismo valor que la

palabra etcétera o su abreviatura:


Puedes hacer lo que quieras: leer, ver la televisión, oír música... Debe evitarse, por

redundante, la aparición conjunta de ambos elementos:

Puedes hacer lo que quieras: leer, ver la televisión, oír música..., etc.

Puedes hacer lo que quieras: leer, ver la televisión, oír música, etcétera...

h) Entre corchetes [...]o entre paréntesis (...), los puntos suspensivos indican la

supresión de una palabra o un fragmento en una cita textual:

«Fui don Quijote de la Mancha y soy ágora [...] Alonso Quijano el Bueno» (Cervantes

Quijote).

Si se quiere dejar claro que la reproducción de una cita textual no se hace desde el

comienzo mismo del enunciado, es posible escribir puntos suspensivos al inicio de la cita, sin

paréntesis ni corchetes, dejando un blanco de separación respecto de la palabra a la que

preceden:

Al final de la obra, don Quijote pide «... un confesor que me confiese y un escribano que

haga mi testamento». Asimismo, cuando la reproducción de la cita queda incompleta por su parte

final, es posible escribir puntos suspensivos, sin paréntesis ni corchetes y sin blanco de

separación con respecto al texto que antecede, para indicar que el enunciado continúa más allá de

la última palabra reproducida:

Al final de la obra, don Quijote pide «... un confesor que me confiese y un escribano que

haga mi testamento...», evidenciando la cordura que le asiste en sus últimos momentos.

3. Combinación con otros signos

a) Si los puntos suspensivos finalizan el enunciado, no debe añadirse a ellos el punto de

cierre (se escribirán solo tres puntos):


Me encanta esta casa. Es hermoso despertarse y ver el sol, los árboles, la luz en las

ventanas... Creo que volveré el año que viene;

pero si los puntos suspensivos van detrás de una abreviatura, se suma a ellos el punto que

la cierra, de modo que se escribirán cuatro puntos en total: Algunas abreviaturas con tilde son

pág., cód., admón....

b) Tras los puntos suspensivos sí pueden colocarse otros signos de puntuación, como la

coma, el punto y coma y los dos puntos, sin dejar entre ambos signos ningún espacio

de separación:

Cuando decidas los colores, las telas, el tipo de mobiliario..., ven a verme y te haré el

presupuesto.

Mañana traerán la mesa, las sillas, los cuadros...; entonces sí parecerá una casa.

Pensándolo bien...: mejor que no se presente.

c) Los puntos suspensivos se escriben delante de los signos de cierre de interrogación o

de exclamación si el enunciado interrogativo o exclamativo está incompleto:

¡Si te dije que...! Es inútil, nunca haces caso a nadie;

si está completo, los puntos suspensivos se escriben detrás, sin espacio de separación:

¿Me habrá traído los libros?... Seguro que sí.

Pueden darse casos en que se junten el punto de una abreviatura, los tres puntos

suspensivos y el de los signos de cierre de interrogación o de exclamación:

—¿Viste a ese Sr....? —Sí, el Sr. González estuvo aquí ayer.


Ejemplos de uso de los puntos suspensivos:

1. Pausa transitoria

• Lo respeto mucho, pero... Aun así, no estoy seguro de hacer el trato.

• Si supieras lo que pasó anoche…

• Se me ocurrió que quizás… No, mejor no lo digo.

• Quería llegar temprano, pero…

• Te llaman del banco… Espero que sea por algo bueno.

• La casa que compré es… pues, bueno, en realidad es muy pequeña.

• Mi hermana descubrió que…

• Pasó algo muy malo… No quiero seguir pensando en eso.

• La película estuvo… interesante.

• Te voy a platicar lo que me dijo… Mejor te lo digo después de la clase.

2. Giro de sorpresa, dramatismo o ironía:

• No me gustaría estrechar la mano de un... asesino.

• Abrí la puerta y... ¡Horror!... Un espectáculo dantesco.

• Él es el mejor de la clase, siempre contesta todo bien y es muy callado… pero

también es súper egoísta.

• Los políticos siempre saben cómo hacer dinero… Claro, porque se quedan con

más de lo que merecen.

• El billete de lotería que compramos ayer resultó… ¡ganador!

• Tu regalo es… El libro que querías.


• Oye, por cierto… ¿Se puede saber quién te dio permiso de salir?

• ¿Qué crees?... Sí me admitieron en la Universidad.

• De pronto entraron esos hombres, rompieron todo, se llevaron dinero y… mataron

a una persona.

3. Interrupción voluntaria

• Como dice el refrán, no hay mal que por…

• No voy a perder el tiempo hablando tonterías: a palabras necias…

• Ya sabes que el refrán dice que a quien madruga…; así que mejor nos vamos muy

temprano.

• ¿Recuerdas esa canción preferida de papá? Esa que decía: “Bésame, Bésame

mucho…”.

• No te preocupes y recuerda: al mal tiempo…

4. Indicar enumeraciones incompletas

• Entre los invitados de Sandra están: Carlos, Susana, Ana, Juan…, pero a Karla no

la invitó.

• Algunos escritores del boom latinoamericano son: Julio Cortázar, Carlos Fuentes,

Mario Vargas Llosa…

• Sabe hacer de todo: bailar, cantar, actuar…; ella es una artista completa.
• El mes pasado fuimos a varios países de Europa: Italia, España, Francia…; por

eso tardamos más de lo pensado.

• Mandaré arreglar algunas cosas descompuestas: dos televisores, una Tablet, un

estéreo…; espero no gastar mucho.

5. Substitución de una grosería o malas palabras

• ¡Ay ca…! casi rompo el espejo.

• Vete a la chi…

• Qué hombre tan hijo de las mil…

• Estás bien pend…, yo ni de loca entro ahí.

• Me tienes hasta la…, ya deja de molestar.


CONCLUSIONES:

Los puntos suspensivos (...) tienen varias conclusiones o usos en la escritura:

• Suspenso o Interrupción: Indican que una idea o una frase no se ha completado,

generando expectativa o intriga. Ejemplo: "No sé si debería decirte esto, pero..."

• Elipsis: Sustituyen una parte del texto que se sobreentiende o que no es necesario

repetir. Ejemplo: "Pedro fue al cine y María, a la biblioteca."

• Enumeraciones incompletas: Se usan para indicar que una lista no está completa.

• - Ejemplo: "Trae todo lo necesario: cuadernos, lápices, colores..."

• Dudas o Vacilaciones: Reflejan titubeos o indecisiones en el habla o el pensamiento.

Ejemplo: "Bueno... no estoy seguro de eso."

• Interrupciones dramáticas: Para reflejar una interrupción súbita o dramática en un

diálogo. Ejemplo: "Y entonces, de repente..."

• Estos usos ayudan a darle matices y profundidad al texto, permitiendo que el lector

interprete la intención del autor.

• Se puede concluir; sin embargo, que se puede advertir que más allá de cualquier

norma establecida, los signos de puntuación componen también la arquitectura del lenguaje y por

ende del pensamiento escrito. En este sentido, y tal y como sucede en poesía desde hace más de

un siglo, no existen normas exactas para reglamentar el correcto uso de los signos en las escrituras,

tanto narrativas como poéticas.

• Manejar correctamente los signos de puntuación, saber el significado de ellos es de

vital importancia para todo profesional, independientemente del área que este desempeñe, también

ayuda a mejorar nuestra redacción y en suma nos permite enriquecer nuestra capacidad lingüística.
BIBLIOGRAFÍA

1. Cassany, Daniel y Antonio García del Toro. Recetas para escribir. Segunda Edición.

(2000) España: Editorial Plaza Mayor, Inc.

2. FIGUERAS, Carolina (2000): «La puntuación», en Montolío, Estrella (coord.):

Manual práctico de escritura académica III, Barcelona, Ariel, 77-152.

3. FIGUERAS, Carolina (2001): Pragmática de la puntuación, Barcelona, GARCÍA

FOLGADO, María José (2002): «Los criterios de puntuación en las Ortografías.

4. Ortega, Wescelao. Ortografía Programada. (1996) México: McGraw-Hill/

Interamericana Editores, S. A. de C. V

5. Quiñones, Armida. Curso programado para español básico. (1977) España:

6. Real Academia Española.Ortografía de la Lengua Española. Edición Revisada (1999).

7. Rojas, Demóstenes. Redacción comercial estructurada. (1999) Colombia: McGraw-

Hill/Interamericana S. A.

8. Universidad José Carlos Mariátegui- Modulo -Educa Interactiva-Redacción

comprensión lectura y escritura 2014-I.


ANEXO

CÓDIGO DE LA ÉTICA DEL ABOGADO

LOGO DE LOS ABOGADOS


”ETICA PROFESIONAL ”

”CORTE SUPERIOR DE LA JUSTIA DE HUANUCO”

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