Arte Gótico
Arte Gótico
Arte Gótico
Contexto histórico
El arte gótico propiamente dicho coincide en el tiempo con la plenitud y la crisis de la Edad
Media.
Caracterización
Frente a las iglesias y monasterios del románico, dicho esto de la forma general, el gótico
eleva, como su obra arquitectónica emblemática, prodigiosas catedrales llenas de luz así
como con una gran altura, siendo estas sus principales aportaciones técnicas, las cuales se
encuentran justificadas en los escritos de Pseudo Dionisio Aeropagita, aunque también se
desarrolló una importante arquitectura civil. Otra de sus características es que se comenzó a
independizar a otras artes plásticas, como la pintura y escultura, de su subordinación al
soporte arquitectónico.
No obstante, hay también muchos elementos de continuidad: este sigue siendo un arte
predominante religioso; el monasterio como institución apenas varía excepto en detalles
formales y de adaptación a nuevos requerimientos, pero su disposición no presentó
variantes, y la planta de las iglesias, mayoritariamente catedrales, siguió siendo
predominantemente de cruz latina con cabecera en ábside orientada al este, aunque se
complique o varíe (plantas basilicales, colocación del transepto en el centro, complicación
de naves, capillas y girolas). Sin duda el principal elemento de continuidad es la concepción
intemporal de la obra: en la mayor parte de las construcciones los estilos se suceden y
funden al ritmo de los siglos, sabiendo los contemporáneos que hacen una obra que ellos no
verían terminada, ni quizá sus hijos o nietos, sino que la construcción de estas edificaciones
implica el trabajo varias generaciones. En muchas de ellas, incluso se pone en valor el
atrevimiento por comenzar un desafío técnico o económico, a veces por rivalidad política,
que cuando se inicia no se ha planificado en su totalidad el proyecto por lo que no se sabe
cómo culminarlo, es el caso de las catedrales de Siena y de Florencia.
La luz
Los nuevos edificios religiosos se caracterizan por la definición de un espacio que quiere
acercar a los fieles, de una manera vivencial y casi palpable, los valores religiosos y
simbólicos de la época. El humanismo incipiente liberaba al hombre de las oscuras tinieblas
y le invitaba a la luz. Este hecho está relacionado con la divulgación de las corrientes
filosóficas neoplatónicas, que establecen una vinculación entre el concepto de Dios y el
ámbito de la luz. Como las nuevas técnicas constructivas hicieron virtualmente innecesarios
los muros en beneficio de los vanos, el interior de las iglesias se llenó de luz, y la luz
conformará el nuevo espacio gótico. Será una luz física, no figurada en pinturas y
mosaicos; luz general y difusa, no concentrada en puntos y dirigida como si de focos se
tratase; a la vez que es una luz transfigurada y coloreada mediante el juego de las vidrieras
y los rosetones, que trasforma el espacio en irreal y simbólico. El color alcanzará una
importancia crucial.
A nivel arquitectónico, el estilo gótico nació en torno a 1140 en Francia, siendo considerada
como el primer monumento de este movimiento la basílica de la abadía real de Saint Denis
(edificada por el abad Suger, consejero de Luis VII de Francia).14
También desde finales del siglo XII y comienzos del XIII se divulga por los monasterios de
la orden del Císter un estilo despojado de ornamentación y reducido a la pureza de los
elementos estructurales, expresión de las concepciones estéticas y espirituales de Bernardo
de Claraval, que se suele denominar arte cisterciense.5
Escultura gótica
Artículo principal: Escultura gótica
Retablo, típica talla en madera del siglo XV, conservado en la Catedral de Amiens, Francia.
Virgen del Patrocinio, Parroquia de Sant Miguel de Cardona, España.
Las esculturas góticas nacieron en los muros de las iglesias, a mediados del siglo XII en la
Isla de Francia, cuando el abad Suger hizo construir la abadía de Saint-Denis (h. 1140),
considerada el primer edificio gótico, y muy pronto le siguió la catedral de Chartres (h.
1145). Anteriormente, no había tradición escultórica en la Isla de Francia, así que los
escultores se traían de Borgoña, quienes crearon las revolucionarias figuras que actuaban
como columnas en el Pórtico Real de Chartres. Era un invento enteramente nuevo y
proporcionaría el modelo para una generación de escultores.
La influencia de la escultura francesa se extendió por toda Alemania a partir de 1225 con la
catedral de Bamberg, que tiene el más amplio conjunto de escultura del siglo XIII,
culminando en 1240 con el Jinete de Bamberg (la primera estatua ecuestre en el arte
occidental desde el siglo VI, y que se cree que retrataba a Conrado II).
En Italia aún persistía la influencia clásica, destacando obras como los púlpitos del
baptisterio de Pisa (1269) y la catedral de Siena. Obra maestra tardía de la escultura gótica
italiana es el Arche scaligere de Verona.
Las técnicas de tallado de madera se hacen cada vez más sofisticadas, llegando a su
máximo esplendor en la integración del color y el diseño arquitectónico de complejísimos
retablos. La recuperación de la tradición clásica de la fundición del bronce deberá esperar al
Renacimiento italiano.
Simone Martini (1285–1344). Temas oscuros y una intensa emoción se vieron cada vez
más acentuadas en el arte gótico tardío.
Pintura gótica
Hasta alrededor de 1200 no apareció un estilo de pintura que pueda llamarse «gótico»; es
decir casi 50 años después del comienzo de la arquitectura y la escultura góticas. La
transición del románico al gótico es muy imprecisa y no hay un claro corte, pero podemos
ver los comienzos de un estilo que es más sombrío, oscuro y emotivo que en el periodo
previo. Esta transición ocurre primero en Inglaterra y Francia alrededor de 1200, en
Alemania en torno a 1220 e Italia alrededor de 1300.
La pintura, esto es, la representación de imágenes sobre una superficie, durante el periodo
gótico, se practicaba en cuatro técnicas principales:
La pintura al óleo sobre lienzo no se hizo popular hasta los siglos XV y XVI y fue el punto
de partida del arte renacentista.
Artes decorativas y suntuarias
Miniatura de Bernardo de Claraval ("B" de una letra capitular en un manuscrito del siglo
XIII).
Las artes decorativas o artes suntuarias del periodo gótico tuvieron un amplio desarrollo.