Ensayo Eutanacia

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 9

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL ALTIPLANO PUNO

ESCUELA DE POSTGRADO
Unidad de Posgrado de la Facultad de Ciencias de la Salud
Maestría en Ciencias de la Nutrición

ASIGNATURA:
Epistemología y Metodología de la Investigación en Salud

ENSAYO:
“Eutanasia como derecho de una muerte digna”

PRESENTADO POR:
Aguilar Quispe Evelin Paola
Torres Cruz Edward

MENCIÓN:
Nutrición Clínica

SEMESTRE: I
PUNO -2024
RESUMEN

En el análisis de un tema complejo como lo es la eutanasia, las perspectivas del mismo


cambian dependiendo del punto de vista de cada individuo, sin embargo, se debe aclarar que
en muchos aspectos solo se puede llevar a dos posturas de la misma, a favor, o en contra. A
pesar de ello el derecho a elegir el derecho a elegir sobre la propia vida debería ser una
decisión personal.

INTRODUCCIÓN

La palabra eutanasia deriva de las raíces griegas eu, bueno, y thanatos, muerte, lo cual hace
referencia al acto de acabar con la vida de otra persona, a petición suya, con el fin de
minimizar su sufrimiento.

La eutanasia es un tema muy polémico si se analiza desde diferentes puntos de vista, esto es:
médico, filosófico, político, ético, moral, religioso, económico, etcétera, por lo cual el
enfoque puede ser muy variado, dependiendo de la perspectiva que se maneje.

Existen casos individuales, como el de Ana Estrada; psicóloga peruana y activista por la
eutanasia. Fue la primera persona que solicitó al Estado Peruano el derecho a morir
dignamente cuando ella misma lo decida, obteniendo el fallo a favor del Poder Judicial el 22
de febrero de 2021. Finalmente, accedió a su derecho a la eutanasia el 21 de abril de 2024,
muriendo con dignidad y en paz.

No hay duda de que el derecho primordial que puede beneficiar a todas las personas hoy en
día es el derecho a la vida. Pero cuando ese derecho se ve comprometido por condiciones de
salud desafortunadas, vale la pena preguntarnos si nos preocupamos por la vida o si
prolongamos el tormento que puede dañarnos conduciéndonos a la muerte.
EUTANASIA COMO DERECHO DE UNA MUERTE DIGNA

Hablar de eutanasia siempre va a ser un tema polémico y de controversia, pues la discusión


se centra en la culminación de la propia vida. Sin embargo, la eutanasia no solo tiene que ver
netamente con la culminación de la vida, sino con aspectos específicos que la enmarcan
dentro de una serie de requisitos y puntos de vista, capaces de hacerla controvertible. Algunas
cuestiones son las siguientes, ¿Es correcto decidir sobre la propia muerte? ¿La dignidad es
un derecho que prima sobre la vida? ¿De qué nos sirve la dignidad, si no tenemos vida?

Es indudable que el primordial derecho de todo ser humano es el de la vida, pero cuando este
derecho se ve afectado por lamentables condiciones de salud, cabe preguntarse si se está
cuidando la vida o prolongando la agonía. Ante esta situación, el derecho de cada persona a
decidir sobre su propia vida debería ser una decisión íntima y personal, que solo le
corresponda tomar a la persona en cuestión, pues esto significa respetar la dignidad personal
y la decisión de querer dejar un tratamiento que solo prolongan el sufrimiento.

HISTORIA DE LA EUTANASIA

En lo referente a su aparición en la Historia, hay que destacar que la eutanasia no es un


hecho/práctica surgida en la actualidad, sino que estaba ya presente en las primeras
sociedades humanas. Fue aplicada por primera vez por Francisco Bacon en el siglo XVII.

En los pueblos primitivos se encuentran diversos tipos de prácticas eutanásicas, que van de
la eutanasia piadosa, dirigida a aliviar los sufrimientos de enfermos incurables, a la eutanasia
eugenésica, con la que se libraba al grupo social de sujetos deformes o incapaces. En esta
época el fenómeno de la muerte estaba fuertemente ritualizado y el ejercicio de la eutanasia
era simplemente una forma más de ese rito, por eso se conoce con el nombre de “eutanasia
ritualizada”.

Posteriormente, con la aparición de la medicina científica el acto de la eutanasia pasa a ser


encargado a los médicos, en vez de a los familiares, hechiceros, magos o similares. En esta
fase la eutanasia se medicaliza pues era una práctica no sólo permisible, sino que era común
en las actuaciones médicas y fue defendida por personajes tan influyentes como Platón.
CONCEPTO DE EUTANASIA

El término proviene del griego "Euthanatos", que significa buena muerte o muerte digna.
¿Pero cómo podríamos definir la eutanasia hoy en día? La Real Academia de la Lengua
Española define la eutanasia como la "Intervención deliberada para poner fin a la vida de un
paciente sin perspectiva de cura (...). Por su parte, la Organización Mundial de la Salud la
define como: “Aquella acción del médico que provoca deliberadamente la muerte del
paciente".

Sin embargo, la decisión tendría que ser la más beneficiosa para el peticionante; vale decir,
tendría que ser pedida por quien sufre una enfermedad sin probabilidad razonable de cura,
poner fin a su permanente sufrimiento como única y última opción, porque su dolor es
insoportable y la muerte resulta ser la mejor solución. En términos generales, se distinguen
dos formas de eutanasia: la voluntaria y la involuntaria. Según Montero (2019).

¿ES CORRECTO LLAMAR A LA EUTANASIA UNA “MUERTE DULCE O SIN


DOLOR?”

En lo personal creo que es uno de los términos más apropiados que se le puede dar a la
Eutanasia, ya que por lo que he podido constatar en la investigación para este ensayo, he
notado, que dentro de los propósitos de la Eutanasia está el hacer de la muerte de un paciente
terminal algo lo menos doloroso posible, teniendo en cuenta que dicho paciente ya no tiene
esperanzas de vida, y ha debido aguantar todo el sufrimiento que conlleva una enfermedad
de dichas características, por lo que se trata de acabar lo más pronto posible con tales
padecimientos y procurar al paciente una muerte que sea algo así como una liberación de los
calvarios soportados en vida, por lo cual es correctamente llamada una muerte sin dolor, ya
que como explique antes y a mi parecer se trata de liberar al paciente se su sufrimiento, por
medio de algún método que lo le produzca dolor.
¿ES LÍCITO DEJAR MORIR A UN PACIENTE INCAPAZ DE TOMAR
DECISIONES, NO APLICÁNDOLE O SUSPENDIÉNDOLE UN TRATAMIENTO
INÚTIL?

Sí, un paciente terminal, en buenas condiciones mentales, puede lícitamente rehusar un


tratamiento inútil, las personas responsables de un paciente inepto mentalmente deben poseer
tal derecho. En el caso de menores de edad, la práctica médica reconoce el derecho de los
padres a rehusar un tratamiento inútil. Sin embargo, se a dado un buen número de casos en
los que el hospital a rechazado la decisión de los padres, y ha recurrido a los jueces para
obtener la autorización de un tratamiento.

En un mensaje de su Santidad el Pío XII, dirigido a un grupo de anestesiólogos el 24 de


noviembre de 1957 hizo énfasis en el derecho que asista a todo ser humano de morir
dignamente. Se valió de los términos utilizados entonces de medios ordinarios y
extraordinarios, y enseñó con acierto que no existe obligación de usar medios extraordinarios
para conservar la vida.

El 5 de mayo de 1980 la Santa Sede promulgó un documento con el título: “Declaración


sobre la Eutanasia”. Aquí se repite la doctrina tradicional de la Iglesia Católica expuesta por
Pío XII y luego la aplica a las condiciones actuales. Allí se afirma: “No se puede imponer a
nadie la obligación de recurrir a un tipo de tratamiento que, aunque ya esté en uso, todavía
no está libre de peligro o es demasiado costoso. Su rechazo no equivale al suicidio; significa
más bien o simple aceptación de la condición humana, o deseo de evitar la puesta en práctica
de un procedimiento médico desproporcionado a los resultados que se podrían esperar, o bien
una voluntad de no imponer gastos excesivamente pesados a la familia o a la comunidad”.

LA EUTANASIA VOLUNTARIA

Es aquella en el que está presente la voluntad del sujeto a someterse a su muerte y en la que
este se encuentra en posibilidad de expresar su voluntad para hacerlo, se encuentra consciente
de su mal y no ha perdido contacto con el mundo ni con la realidad, vale decir que se
encuentra en pleno uso de sus facultades mentales y civiles. Mientras que en el caso de la
eutanasia involuntaria, el caso es distinto, pues aquí el sujeto a someter a eutanasia no se
encuentra conectado con el mundo, al menos no para la ciencia médica, sino que ha sufrido
un daño cerebral tan grave y severo que difícilmente se piensa saldrá del coma en que se
encuentra y por lo tanto, no podrá expresar su voluntad respecto a someterse a la eutanasia o
no; sino que serán sus familiares más cercanos quienes decidirán si ésta se aplicaría o no a
su paciente que ya no tiene esperanza de vida. (p. 128).

EUTANASIA EN PERÚ

Como sabemos, en nuestro país es ilegal aplicar cualquiera de los tipos de eutanasia
mencionados en el párrafo anterior, ya que la eutanasia representa un delito porque se tiene
como primordial el respeto a lo ético, jurídico, social y religioso antes que a la determinación
individual, que está relacionada muy estrechamente con la dignidad humana.

Ante esto, como lo mencioné anteriormente, el derecho a elegir sobre la propia vida debería
ser una decisión personal, es por ese motivo que a continuación pasaremos a explicar el
porqué de nuestra postura. Nosotros, como seres humanos, tenemos derechos que son
inherentes, como por ejemplo el derecho a la vida. Es así que, en casos excepcionales,
deberíamos considerar si respetarlos sería una opción adecuada. "Por derecho a la vida
entendemos como el derecho a existir con una calidad de vida mínimamente digna, el derecho
a la muerte digna significa el derecho a hacer del proceso de morir algo tan bueno y
placentero como sea posible" (Garcia, 2014, p. 254).

El derecho a vivir de manera digna es fundamental en el ser humano; toda persona, siendo
consciente y libre de tomar su voluntad, debe tener el derecho a elegir cuándo quiere poner
fin a su sufrimiento.

Así mismo, consideramos que esta no debe ser una práctica que se haga de manera habitual,
sino que sea necesariamente en casos en los que se requiera. Se puede dar que una persona
se encuentre en una profunda depresión por diversos motivos, desee acabar con su vida y no
tenga el valor de hacerlo. Entonces, no procedería aquí la eutanasia.
Distinto es el caso de la peruana Ana Estrada, una psicóloga peruana y activista por la
eutanasia, desde los doce años padeció Polimiositis, una enfermedad degenerativa y
autoinmune que ataca a las fibras musculares impidiéndole mover brazos y piernas, en sus
mejores días podía pasar cuatro horas en su silla de ruedas, luego postrada en una cama
conectada al ventilador o respirador espontáneamente por la tráquea.

Fue la primera persona que solicitó al Estado Peruano el derecho a morir dignamente cuando
ella misma lo decida, obteniendo el fallo a favor del Poder Judicial el 22 de febrero de 2021.
Finalmente, accedió a su derecho a la eutanasia el 21 de abril de 2024, muriendo con dignidad
y en paz.

La eutanasia no está permitida en Perú, pero en febrero de 2021, el Poder Judicial le ordenó
al Ministerio de Salud y a EsSalud "respetar la decisión" de Estrada de poner fin a su vida a
través del procedimiento técnico de la eutanasia. Esos organismos decidieron no apelar la
sentencia.

Fue la primera vez en la historia del país en que la Justicia reconoció y autorizó el derecho
de una persona a terminar con su vida. La sentencia fue ratificada por la Corte Suprema en
julio de 2022

La lucha de Ana “ha permitido visibilizar y sensibilizar a miles de peruanos y peruanas sobre
la importancia de defender este derecho”, y “ha trascendido las fronteras de nuestro país y
marcado un hito en la región”.

Por otro lado, en muchos casos la interminable agonía se alarga con tratamientos que solo
prolongan situaciones irreversibles.

Ensañamiento terapéutico y prolongación artificial de la vida. Sin entrar todavía a desentrañar


el concepto de muerte, parece un consenso generalizado el repudio médico al denominado
ensañamiento u obstinación terapéutica. Y es que, a raíz de los enormes avances de la ciencia
y tecnología, pareciera ser posible extender., más allá de la propia naturaleza, los límites de
la vida humana. (Leiva, 2013, p.523)
De esta forma, este argumento se podría resumir en la máxima expresión de: "Una vida que
no se puede vivir no es un privilegio, es un castigo". Existen numerosas enfermedades que
hacen que la persona viva en condiciones tan deplorables que pueden ser consideradas
indignas y sumado a ello recibir tratamientos que hagan más doloroso esta enfermedad.

Gracias a los avances de la medicina ahora es posible alargar significativamente la vida de


los pacientes, pero no siempre se tienen en cuenta sus deseos, lo que los lleva a continuar una
vida llena de enfermedades graves. Junto con los avances de la medicina, encontramos que
los sistemas legales se esfuerzan por proteger la vida humana por encima de otros valores
legales. Lo que sí ocurre, sin embargo, es que en algunos casos los tribunales no sancionan a
estos ejecutores siempre que la persona sometida a la eutanasia haya dado su consentimiento
voluntariamente o se le haya mantenido con vida artificialmente. Cuando analizamos la
situación de las personas que solicitan la eutanasia, nos encontramos no sólo con el paciente
sino también con su familia y los médicos que lo atienden.

CONCLUSIONES

En conclusión, me encuentro a favor de todo lo expuesto anteriormente, comprendemos lo


complejo de la cuestión y la gran cantidad de intereses en confrontación, pero, el derecho de
cada persona a decidir sobre su propia vida debería ser una decisión íntima y personal. Es así
que el derecho a elegir lo que consideremos la mejor solución es fundamental, en una
situación extrema en donde peligre nuestra dignidad, y más cuando nuestra vida depende del
uso de aparatos médicos que solo prolongan el sufrimiento.

Cabe resaltar que la eutanasia no es un deber, pero sí representa una necesidad que debe tener
el individuo a poder elegir sobre la propia vida. El lograr que el Perú reconozca como legal
la eutanasia representaría un paso adelante, porque nos estaríamos librando de una
prohibición injusta.
BIBLIOGRAFÍA
Zarate, O. A. (2014). LA EUTANASIA: UN ARGUMENTO MORAL A SU FAVOR.
Univercidad Mayor de San Marcos,p.17.
Olero, Andrés, “Derecho a la Vida y Derecho a la Muerte”, Editorial Rialp, España, 1994.
Mifsud, Tony, “ Moral de Discernimiento”, 1948.
Juan Pablo II. Dignidad del moribundo. La Eutanasia y el suicidio asistido. Discurso del
Santo Padre a los participantes de la V Asamblea general de la Academia pontificia para la
Vida
Santa Sede, “Declaración sobre la Eutanasia”, Roma, 5 de mayo, 1980.
Richard A. McCormick, “Legislation and the Living Will”, Editorial Seix Barral, América,
marzo 12, 1977,p.213.

También podría gustarte