Los Contenidos de La Enseñanza - Filosofia Educ.

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Universidad Pedagógica Nacional Francisco

Morazán

Lic. Aracely mejia

Estudiante: Cristhel Graciela Ramos Dubón


Numero de Registro: 0501200516143

Ingles Cohorte 2023

Espacio Pedagógico: Filosofía Educativa

Martes, 25 de junio del 2024.

Asunto:
Los Contenidos de la Enseñanza
Los Contenidos de la Enseñanza

Como explica Fernando Savater los siguientes conceptos del capítulo II


(dos) “Los Contenidos de la Enseñanza” del texto el valor de educar:

1. ¿Enseñanza o educación?

La verdadera educación no sólo consiste en enseñar a pensar sino


también en aprender a pensar sobre lo que se piensa y este momento reflexivo,
Kant constata el hecho de que la educación nos viene siempre de otros seres
humanos («hay que hacer notar que el hombre sólo es educado por hombres y
por hombres que a su vez fueron educados») y señala las limitaciones que
derivan de tal magisterio: educación es la revelación de los demás,
de la condición humana como un concierto de complicidades irremediables.
Enseñar es siempre enseñar al que no sabe y quien no indaga, constata y
deplora la ignorancia ajena no puede ser maestro, por mucho que sepa. Repito:
tan crucial en la dialéctica del aprendizaje es lo que saben los que enseñan
como lo que aún no saben los que deben aprender. Éste es un punto
importante que debemos tener en cuenta cuando más adelante tratemos de los
exámenes y de otras pruebas a menudo plausiblemente denostadas que
pretenden establecer el nivel de conocimientos de los aprendices. El
proceso educativo puede ser informal (a través de los padres o de cualquier
adulto dispuesto a dar lecciones) o formal, es decir efectuado por una persona
o grupo de personas socialmente designadas para ello.

2. ¿Enseñar capacidades?

La escuela para ser más prudentes, las formas institucionalizadas de educación


deben, en síntesis, formar no sólo el núcleo básico del desarrollo cognitivo, sino
también el núcleo básico de la personalidad. Ni siquiera el más
estrecho utilitarismo autoriza hoy ni probablemente autorizó nunca a menospreciar
la formación social e inquisitiva del carácter frente al aprendizaje de datos o
procedimientos técnicos. Tendremos sin duda ocasión de volver en los capítulos
sucesivos sobre estas cuestiones fundamentales. Educación, instrucción,
numerosos conocimientos cerrados o abiertos, estrictamente funcionales o
generosamente creativos: las asignaturas que la escuela actual han de transmitir
se multiplican y subdividen hasta el punto mismo de lo abrumador. La
enseñanza nos adiestra en ciertas capacidades que podemos denominar
«cerradas», algunas estrictamente funcionales como andar, vestirse o lavarse y
otras más sofisticadas, como leer, escribir, realizar cálculos matemáticos o
manejar un ordenador. Las capacidades «abiertas», en cambio, son de dominio
gradual y en cierto modo infinito. Algunas son elementales y universales, como
hablar o razonar, y otras sin duda optativas, como escribir poesía, pintar o
componer música. En los comienzos de su aprendizaje, las capacidades abiertas
se apoyan también sobre «trucos», como las cerradas, y ocasionalmente incluso
parten de competencias cerradas El profesor que quiere enseñar una asignatura
tiene que empezar por suscitar el deseo de aprenderla: como los pedantes dan tal
deseo por obligatorio, sólo logran enseñar algo a quienes efectivamente sienten
de antemano ese interés, nunca tan común como suelen creer. Para despertar la
curiosidad de los alumnos hay que estimularla con algún cebo bien jugoso, quizá
anecdótico o aparentemente trivial; hay que ser capaz de ponerse en el lugar de
los que están apasionados por cualquier cosa menos por la materia cuyo estudio
va a iniciarse.

3. La capacidad de aprender

La capacidad de aprender está hecha de muchas preguntas y de


algunas respuestas; de búsquedas personales y no de hallazgos
institucionalmente decretados; de crítica y puesta en cuestión en lugar de
obediencia satisfecha con lo comúnmente establecido. En una palabra, de
actividad permanente del alumno y nunca de aceptación pasiva de los
conocimientos ya deglutidos por el maestro que éste deposita en la cabeza
obsecuente.

4. Educar la personalidad

El cambio más importante que abren las nuevas demandas de la educación es


que ella deberá incorporar en forma sistemática la tarea de formación de la
personalidad. "la erudición es el polvo que cae de las estanterías en los
cerebros vacíos". una persona capaz de pensar, de tomar decisiones,
de buscar la información relevante que necesita, de relacionarse
positivamente con los demás y de cooperar con ellos, es mucho más
polivalente y tiene más posibilidades de adaptación que el que sólo posee una
formación específica".
5. Los fantasmas del Currículo Oculto

Educación, instrucción, numerosos conocimientos cerrados o abiertos,


estrictamente funcionales o generosamente creativos: las asignaturas
que la escuela actual han de transmitir se multiplican y subdividen hasta
el punto mismo de lo abrumador. Y además se habla de un currículum oculto,
es decir, de objetivos más o menos vergonzantes que subyacen a las prácticas
educativas y que se transmiten sin hacerse explícitos por la propia estructura
jerárquica de la institución. Hace más de seis décadas Bertrand Russell
advirtió que «ha sido costumbre de la educación favorecer al Estado propio, a
la propia religión, al sexo masculino y a los ricos». Y recientemente Miche
Foucault ha mostrado los engranajes según los cuales todo saber y también su
transmisión establecida mantienen una vinculación con el poder o, mejor, con
los difundidos poderes varios que actúan normalizadora y disciplinalmente en el
campo social. También habrá que volver más adelante sobre tales
planteamientos. El currículum oculto es un medio muy poderoso para aprender
normas, valores y relaciones sociales y se transmiten a través de las rutinas
diarias en las escuelas y en los centros de formación. Los estudiantes no sólo
aprenden conductas y conocimientos, sino todo un conjunto de actitudes y de
prácticas sociales que les sirven para la construcción de sus identidades.

6. La asignatura esencial del currículo

La asignatura esencial de ese currículum oculto, que ganaría haciéndose


explícita y que desde luego no puede ser abolida siguiendo un
criterio falsamente libertario sin desvirtuar el sentido mismo de toda la educación.
Me refiero a la propuesta de modelos de autoestima a los educandos como
resultado englobado de todo su aprendizaje. Como la humanización es un proceso
en el cual los participantes se dan unos a otros aquello que aún no tienen para
recibirlo de los demás a su vez, el reconocimiento de lo humano por lo humano es
un imperativo en la vía de maduración personal de cada uno de los individuos. El
niño necesita ser reconocido en su cualidad irrepetible por los demás para aspirar
a confirmarse a sí mismo sin angustia ni desequilibrio en el ejercicio
intersubjetivo de la humanidad. Pero ese reconocimiento implica siempre una
valoración, una apreciación en más o en menos, un modelo de excelencia que
sirve de baremo para calibrar lo reconocido. El reconocimiento de lo humano por
lo humano no es la simple constatación de un hecho sino la confrontación con un
ideal. Entrar en cualquier comunidad exige internarse en una espesura de
ponderaciones simbólicas: algunos sociólogos, destacadamente Pierre Bourdieu,
han estudiado la compleja búsqueda de la distinción que preside el intercambio
social y que orienta significativamente también las formas educativas. Una de las
principales tareas de la enseñanza siempre ha sido por tanto promover
modelos de excelencia y pautas de reconocimiento que sirvan de apoyo a la
autoestima de los individuos.

Éxitos!!!

El Eclipse de la Familia

Realice un ensayo de dos páginas, sobre el capítulo III (tres) “Eclipse de la


Familia” del texto el valor de educar, de Fernando Savater. Para ello, es
necesario leer, ya que el capítulo posee riqueza educativa y familiar en
relación a las temáticas sociales que el ser humano transcurre en su
diario vivir.

Éxitos!!!

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