Ser o No Ser
Ser o No Ser
Ser o No Ser
Marco Moreno
Se acaba el sexenio, se reducen los días en los que el presidente de México ostentará tal cargo y
no acaba de hacer campaña. Su vida es la campaña, la promoción, la defensa de las acciones de su
gobierno. Y aun cuando sus afirmaciones, son eso, muchos de sus seguidores las dan por hechas,
por ciertas.
En un país tan necesitado de esperanza, de justicia, sus palabras han encontrado aceptación, sin
críticas ni recelo; han sido defendidas con pasión y denuedo por millones de mexicanos, no en las
urnas, no, ahí solo se defendió la supuesta pérdida de los programas sociales.
Ahora los senadores y diputados electos dicen, que han recibido un mandato de reformar el poder
judicial, pero tampoco es así. El único mandato que salió de las urnas es, no desaparezcan los
programas sociales.
Las afirmaciones del presidente de la república sobre ese solo hecho, llevó a las urnas a la gente,
los programas sociales no deben desaparecer.
Asegura el presidente que los jueces se sienten protegidos por los de la suprema corte y asegura
“y los de la suprema corte se sienten protegidos, porque tampoco son los que mandan, en esto
hay, como se dice en algunos lugares, nivelitos, arriba hay otros”.
Ahí exactamente interrumpe la frase, no dice cuales otros, si, ya sé, los que de verdad saben, dirán
que la oligarquía, pero ¿Quién es la oligarquía? Así, de forma desnuda, con nombres, con pruebas
¿quién o quiénes son los oligarcas, no uno, todos, ¿quiénes?
Posteriormente hace referencia a la forma en que se busca integrar los magistrados faltantes en el
tribunal y vuelve a la campaña, asegura que tratar de que tribunal este integrado por sus siete
magistrados es un plan con maña “porque los dos que quieren poner son del bloque conservador y
entonces tendrían mayoría en el tribunal”. Esa afirmación es suficiente para que la legalidad en la
integración de un órgano jurisdiccional, se considere ilegal.
Mientras tanto, el tribunal electoral de poder judicial de la federación acaba de determinar que el
presidente violó y vulneró los principios de certeza, neutralidad e imparcialidad, lo que se traduce
en una flagrante violación a la constitución. Pero no solo eso, cometió delitos electorales.
Al hacer referencia a las conferencias matutinas que lleva a cabo el presidente, el tribunal afirmó
que “con dichas expresiones, afirma el tribunal, el mandatario atribuyó características negativas,
contrastó los procesos internos de los partidos políticos que se encontraban en curso y asumió una
posición a favor de las y los coordinadores de la defensa de la ‘Cuarta Transformación’.
Entre las conclusiones del tribunal sobresale la plena acreditación de la adquisición indebida de
tiempo en radio y televisión a favor de Morena, atribuida al mandatario federal y a miembros de
su equipo de comunicación social.
Calificó las intervenciones del presidente de la república como inadecuadas y reconoce que dejo a
la oposición vulnerada frente al electorado al atribuirle condiciones negativas que afectaron el
sentido del voto popular.
Pero, además, si revisamos de manera profunda las conclusiones del tribunal debemos de notar
que también se afecta a la ciudadanía con las afirmaciones del presidente en su conferencia, al
atribuir características negativas a la oposición, el ciudadano queda sin opciones y esto lo deja en
estado de indefensión durante el proceso electoral.
No hay más opciones, lo dijo más de una ocasión, el pueblo no va a votar porque regresen los
conservadores y corruptos, además de morena, ¿quedaba alguna otra opción?
Dirán que sí, que a la gente no se le obligó, que no se le puso una pistola en la cabeza, bueno, es
un decir. Hemos vuelto al partido de estado, al partido hegemónico y al voto condicionado.
Lo más grave, es que el propio tribunal acreditó el delito de uso indebido de recursos públicos que
beneficiaron a la candidata ganadora de la contienda presidencial, pero el presiente no puede ser
juzgado por delitos electorales, y eso, el presidente lo sabía, por lo cual, al traicionar los principios
de neutralidad, imparcialidad e inequidad, violó también su principio personal de no mentir, no
engañar.