El Cajas
El Cajas
El Cajas
Podríamos decir que estos dos reinos, contenidos en el mismo suelo, reclaman al
unísono por su propia soberanía. Uno, reconoce la prioridad de la biodiversidad del Macizo
del Cajas. Otro, los beneficios de la extracción de minerales para el progreso del país. Dar
sentido a tal antagonismo es la tarea de todo intento de pensar el fenómeno de la minería en
el Cajas, pues hay un sector que aboga por mantener al Ecuador como una potencia
mundial de la biodiversidad del planeta, mientras hay otro que quiere hacer del Ecuador
una potencia minera. El acuerdo entre ambos sectores parece ser inadmisible, por lo menos
para el primero (conformado por nativos de las zonas afectadas, etnias indígenas, y
movimientos ecologistas). En el caso del segundo (encarnado por el gobierno y empleados
beneficiados de las empresas mineras), busca una conciliación de ambas posturas, a través
de la creación de leyes que legalicen la minería, teniendo como bandera de lucha la
obtención de recursos para el bienestar social del país.
Quimsacocha y Rio Blanco representan dos páramos del Macizo del Cajas, donde se
encuentran dos proyectos mineros de notable interés para el sector interesado en hacer de
Ecuador una potencia minera. Tales páramos son particularmente estratégicos para proveer
de agua para uso domestico, agrícola, e industrial, en zonas rurales y ciudades australes del
Ecuador. Si queremos pensar el fenómeno de la minería en el Cajas, tenemos que pensarlo
principalmente como una lucha por el agua, por mantener su Ph natural, su potabilidad para
la supervivencia de sus habitas. Si bien, las empresas mineras, con sus grandes capitales
extranjeros, representan diversas fuentes de empleo y beneficios sociales para el Ecuador,
también representan un tentativo peligro para los páramos que surten de agua la vida en el
Macizo del Cajas.
Para hacernos de una opinión amplia, hay que tener en claro el término “minería
responsable”. Modo de minería exigido por el sector ecuatoriano interesado en esta
práctica. La minería responsable no procesa el agua con mercurio o cianuro, para separar
los minerales de los bloques extraídos del subsuelo. Plantea el proceso de lixiviación, que
separa el oro y la plata de los trozos extraídos del subsuelo, procesándolos con agua
mezclada con acido sulfúrico. Después de la lixiviación, la minería responsable plantea
procesos de recuperación de las aguas, con una alteración insignificante en su Ph natural.
La pregunta consecuente sería ¿Qué tan contraproducente para la biodiversidad y la
población austral del Ecuador, es esa insignificante alteración en el Ph natural del agua de
sus páramos?. Toda opinión que nos formemos sobre la actividad minera en el Macizo del
Cajas, tiene que ver con la respuesta a esa pregunta. A toda opinión que aparezca en
nuestros medios de comunicación sobre el caso del Cajas, debe hacérsele tal pregunta.
E.M.