Yezhov Contra Stalin
Yezhov Contra Stalin
Yezhov Contra Stalin
Grover Furr
Introducción
Que sucedió.
Se confirmó que de los 139 miembros y candidatos del Comité Central del
Partido que fueron elegidos en el 17º Congreso, 98 personas, el 70%, fueron
arrestados y fusilados (principalmente entre 1937 y 1938)…De los 1966
delegados con derechos de voto o de voz, 1108 personas fueron detenidas
acusadas de crímenes contrarrevolucionarios, claramente más de la mayoría.
Khruschev afirmaba que Nikolai Ezhov, Comisario del NKVD desde agosto de 1936 hasta
noviembre de 1938 tuvo que actuar bajo las órdenes de Stalin
Está claro que estos temas eran decididos por Stalin, y que sin sus órdenes y su
sanción Ezhov no lo pudiera haber hecho.
En el XXII Congreso del Partido en octubre de 1961 los hombres de Khruschev cargaron
contra Stalin mas acusadamente aún. Desde esta fecha hasta que Khruschev fuera destituido
en octubre de 1964 aparecieron muchos libros y artículos que amplificaron y perfeccionaron
el ataque contra Stalin. Sin embargo, la evidencia de los archivos en apoyo de estos ataques
no se publicó.
El “Gran Terror”.
En 1968 el escritor británico Robert Conquest publicaba un libro titulado “The Great Terror.
Stalin’s Purgue of the Thirties”. Las fuentes de Conquest eran los libros y artículos
publicados en la era de Khruschev, y un batiburrillo de otros relatos sobre los supuestos
crímenes de Stalin. Conquest recogía todo este material sin ningún tipo de crítica, en la
suposición de que las afirmaciones en ellos hechas eran acertadas sin género de dudas; que
eran “pruebas”.
Para cualquier cuidadoso estudiante de historia era obvio desde el principio la ausencia de
valor del libro de Conquest a efectos de establecer la verdad histórica. Pero demostró un
enorme valor como propaganda anticomunista. Los académicos de historia soviética
comenzaron a emplear el título del libro, “El Gran Terror”, para designar este período de esa
historia.
Entre 1987 y diciembre de 1991, fin de la URSS, y bajo los auspicios de Mikhail Gorbachov,
una ola incluso mayor de acusaciones y denuncias de Stalin como asesino de masas invadió
la prensa soviética, de nuevo sin presentar ninguna prueba de archivo.
En la Unión Soviética, aquel período de represión masiva de 1937-1938 fue conocido como
la “Ezhovshchina”, los “malos tiempos de Ezhov”. Posteriormente, tras el libro de Conquest,
los historiadores occidentales comenzaron a denominarlo el “gran terror”. Desde el final de la
Unión Soviética, historiadores anticomunistas de los antiguos Estados soviéticos incluyendo
Rusia han adoptado ampliamente este término.
Nosotros utilizaremos el término “la represión masiva de Ezhov” para las ejecuciones y
detenciones masivas del período que a grandes rasgos va de julio de 1937 hasta noviembre de
1938. Pese a su conveniencia como palabra rusa, “Ezhovshchina” no tiene significado en
otros lenguajes. El término “gran terror” es útil para anticomunistas y antiestalinistas,
incluyendo a trotsquistas, como expresión de ataque contra el gobierno soviético dirigido por
Stalin. Por añadidura, conlleva una falsedad: que el liderazgo de Stalin se rigió por el terror, o
que éste “terror” era el resultado necesario de sus políticas. Cierto número de historiadores
occidentales, incluyendo algunos marcadamente anticomunistas, coinciden en que el término
es insultante.
El paradigma anti-Stalin
El objetivo del presente libro es identificar las causas de la represión, y situar correctamente
sus responsabilidades, para este período. Los historiadores de la Unión Soviética proponen
bastantes explicaciones diferentes. Todas ellas son erróneas en lo fundamental. En pocas
palabras, el motivo de ese fracaso es que estos historiadores están en la práctica intentando
descubrir la explicación más adecuada y que mejor cuadre con el marco histórico
preconcebido, o paradigma, para ese período de tiempo. Es lo que denomino “el paradigma
anti-Stalin”.
Los orígenes inmediatos de ese paradigma antiestalinista están en los escritos de León
Trotsky, por aquellas fechas exiliado de la URSS. Trotsky describió la imagen de Stalin
como un monstruo. Pero Trotsky lo hizo así en beneficio de su propia conspiración. En
realidad Trotsky mentía en casi cualquier cosa referente a Stalin y a la URSS. Desde luego
Trotsky tenía que mentir también a sus seguidores, y ellos lo creyeron como hicieron algunos
más. En su “Discurso Secreto” de 1956, Khrushchev tomó cierto número de las mismas
falsedades que se había inventado Trotsky, tal vez directamente de sus obras. En el XXII
Congreso del Partido en 1961 Khruschev y sus hombres acusaron a Stalin de peores crímenes
incluso. Hoy sabemos que Khruschev estaba mintiendo en prácticamente todo lo que
mencionó sobre Stalin y sobre Lavrentii Baria, quien había reemplazado a Nikolai Ezhov
como jefe (Comisario Popular) del NKVD en noviembre de 1938.
Desde 1962 en adelante, Khrushchev patrocinó centenares de artículos y libros en los que
Stalin y sus asociados fueron acusados de más crímenes aún. Fueron tomados por escritores
anticomunistas occidentales, estando entre los mas notables Robert Conquest y Stephen E.
Cohen. Ellos junto a muchos otros autores anticomunistas del mundo capitalista extenderían
las mentiras de Khrushchev y de Trotsky mezcladas con otras mentiras, las urdidas por
colaboradores nazis y otros anticomunistas de toda laya.
Mikhail Gorbachov estuvo detrás de la avalancha de mas escritos anti estalinistas que dejaron
cortos a los de los últimos años de Khruschev. Contribuyeron poderosamente al
desmantelamiento de la Unión Soviética, y se ven hoy continuados por los académicos
anticomunistas de la actualidad.
Stalin fue un “dictador”. Por consiguiente, cualquier cosa importante que sucediera o bien la
inició o bien pudiera haberla detenido. Por tanto, lo que sucedió fue de esa forma porque así
lo deseó, o algo similar. Stalin tenía siempre el control.
Las supuestas conspiraciones contra el gobierno Stalin fueron siempre invenciones. Ninguna
de ellas existió nunca.
De ello se deduce que las pruebas presentadas en los testimonios de los Juicios de Moscú, y
los interrogatorios y confesiones que desde entonces han sido publicados gradualmente desde
el final de la URSS en 1991 tienen que ser invenciones y como tales son contempladas.
Stalin nunca quiso elecciones democráticas. Su lucha y la de sus seguidores para elecciones
abiertas a los soviets (rama legislativa del gobierno soviético) o bien era una impostura o se
trataba de un mecanismo para librarse de líderes locales atrincherados y cuyo poder Stalin
percibía como amenazante en alguna forma.
La necesidad de objetividad
Todo el mundo tiene sesgos. Pero también todo el mundo puede aprender a ser objetivo en el
estudio de cualquier tema, ya sea física o historia. Las técnicas son básicamente similares. La
objetividad como método científico es una cuestión de práctica de la “desconfianza de sí
mismo”. Se puede aprender a ser objetivo mediante el entrenamiento en la conciencia, la
articulación y la propia duda de sobre las ideas propias preconcebidas. Se debe ser
sospechoso de forma automática de las evidencias que tienden a confirmar esas ideas,
prejuicios y preferencias propias. Se debe aprender a realizar una lectura especialmente
generosa, una búsqueda especialmente dura y apoyarse en los principios para considerar
pruebas y argumentos que contradigan las ideas preconcebidas propias.
Es simplemente lo que todo detective burgués y toda novela de detectives sabe. Como dijo
Sherlock Holmes:
Es un error capital teorizar antes de tener todas las pruebas. Sesga el juicio
(Conan Doyle, Estudio en Escarlata).
El paradigma anti-Stalin
La necesidad de la objetividad y las falacias que resultan cuando este principio no es
observado son bien conocidas. Por tanto, el propósito real de la mayoría de la investigación
en la historia soviética no es el descubrimiento de la verdad. Por el contrario, es el de llegar a
conclusiones políticamente aceptables e ignorar la evidencia cuando la evidencia no apoya
las conclusiones políticamente aceptables. Es el paradigma anti-Stalin.
¿Cómo es posible que estas falacias sean aplicadas de forma tan común a la historia soviética
por académicos y personas cultivadas? Creo que la causa es el poder ese paradigma. Stalin ha
sido tan maldito por tantos expertos y durante tanto tiempo que mucha gente cree lo de
“cuando hay humo, hay fuego; algo debe de haber tras de esto”.
Es todo erróneo. No hay sustituto que valga para las evidencias. En este estudio las
examinamos, y extraemos conclusiones exclusivamente de las mismas. Es la única forma de
proceder racionalmente defendible, tanto en la historia como en cualquier otro campo de
investigación científica.
En pocas palabras, las cuestiones esenciales respecto a la gran represión conocida como
“Ezhovshchina” o “Gran Terror” son las siguientes:
Procedimiento
La meta de este libro es explicar la gran represión llevada a cabo por Ezhov durante 1937 y
1938. Hay dos conjuntos de sucesos que son cruciales para comprender esa represión. El
primero es la lucha de Stalin a favor de elecciones democráticas y su derrota. El segundo es
la conjunto de conspiraciones entrelazadas que involucraron a seguidores de Grigorii
Zinoviev, León Trotsky, Nicolai Bukharin, Genrik Iagoda, Nikolai WEzhov y muchos otros,
denominados “los derechistas”, y por parte de figuras militares, de los cuales el “affaire
Tukhachevskii” es el mejor conocido.
Este capítulo destaca los intentos de José Stalin, desde los años 30 hasta su muerte, para
democratizar el gobierno de la Unión Soviética.
Esta historia es bien conocida en Rusia, donde el respeto e incluso la admiración por Stalin
son habituales. Sin embargo, esta historia y los hechos que la sustentan son prácticamente
desconocidos fuera de Rusia, donde el paradigma de la Guerra Fría de "Stalin el villano"
controla tanto lo que se publica que las obras aquí citadas apenas se conocen.
1
La versión de León Trotsky de la historia soviética precedió a la de Khruschev, y se ensambla con esta última
como una especie de versión "izquierdista", a pesar de su falta de prestigio fuera de los círculos trotskistas.
Tanto la versión trotskista como la khruschevista vierten una imagen extremadamente negativa de Stalin; el
término "demonizar" no es ninguna exageración. Sobre Trotsky, ver McNeal.
perspectivas políticas e históricas se basan en unas nociones erróneas y basadas en la
Guerra Fría sobre el "totalitarismo" soviético y el "terror" 2 estalinista.
La visión sobre Stalin presentada en este ensayo es compatible con otros paradigmas
históricos contradictorios. Las interpretaciones comunistas anti-revisionistas y post-maoístas
de la historia soviética contemplan a Stalin como un heredero lógico y creativo del legado de
Lenin, si bien fracasado en ciertos aspectos. Igualmente muchos nacionalistas rusos, que
difícilmente aprobarían los logros de Stalin en tanto comunista, le respetan como el
responsable de convertir a Rusia en una potencia industrial y militar. Stalin es para todos
ellos una figura esencial, si bien en formas muy distintas.
Este trabajo no intenta "rehabilitar" a Stalin. Estoy de acuerdo con Yuri Zhukov cuando
escribe:
Tampoco deseo yo sugerir que, en el caso de que Stalin hubiera conseguido todas las metas,
los muchos y variados problemas de la construcción del socialismo y del comunismo
hubieran sido resueltos.
A lo largo del periodo que este ensayo analiza, el liderazgo de Stalin se preocupó no solo de
potenciar la democracia en el gobierno del estado, sino de favorecer también la democracia
2
El extendido uso del término "terror" para caracterizar el periodo de historia soviética desde más o menos
mediados de 1937 hasta 1939- 40 puede achacarse a una aceptación acrítica del tendencioso y poco fiable
trabajo de 1973 "El Gran Terror". El término es tan inexacto como polémico. Ver "Fear and Belief in the
URSS's Gran Terror: Response Arrest, 1935-1939, Slavic Review 45 (1986), 213-214. Thurston replicó y criticó
el intento de Conquest de defender el término en "On Desk- Bound Parochialism, Commonsense Perspectives,
and Lousy Evidence: A Reply to Robert Conquest." Slavic Review 45 (1986), 238-244. Ver también "Social
Dimensions of Stalinist Rule: Humor and Terror in the USSR, 1935-1941." de Thurston,"Social Dimensions of
Stalinist Rule: Humor and Terror in the USSR, 1935-1941." Journal of Social History 24, No. 3 (1991) 541-562;
Life and Terror Ch. 5, 137-163.
interna en el Partido. Este punto, importante y relacionado, requiere un estudio por separado,
y no es el punto central de este ensayo. A pesar de que el concepto de "democracia" es
conocido, pudiera tener un significado diferente en el contexto de un partido guiado por el
centralismo democrático, formado por miembros voluntarios, que en el contexto de un gran
estado de ciudadanos en el cual no pueden darse por supuestas bases de consenso político. 3
.Este artículo se ha basado en fuentes de primera mano siempre que ha sido posible. Pero
descansa más sólidamente en los trabajos académicos de historiadores rusos que tienen
acceso a documentos no publicados, ó muy recientemente publicados, de los archivos
soviéticos. Muchos documentos soviéticos de gran importancia solo son accesibles a
académicos con acceso privilegiado. Muchos otros permanecen completamente secuestrados
y "clasificados", incluyendo mucho del archivo personal de Stalin, los materiales pre-
judiciales de investigación de los procesos de Moscú de 1936- 1938, los materiales de
investigación sobre el affaire Tukhachevskii de 1937, y muchos otros.
Zhukov se refiere con esto a "Stalin el malvado" y "Stalin el gran líder". Solo el primer de
estos mitos es familiar a los lectores de la historiografía occidental y anticomunista.
3
El pensamiento marxista-leninista rechaza la "democracia representativa" capitalista por constituir
esencialmente una cortina de humo para el control de las élites. Muchos pensadores políticos no- marxistas
están de acuerdo con ello. Por ejemplo, ver Lewis H. Lapham (editor de Harper's Magazine), "Lights, Camera,
Democracy! On the conventions of a make-believe republic," Harper's Magazine, Agosto 1996, 33-38.
Siguiendo a Zhukov, este artículo también intenta mantenerse al margen de ambos mitos.
Bajo estas condiciones cualquier conclusión debe quedar como un intento. He probado a usar
de una manera sensata todos los materiales, ya fueran de primera mano o secundarios. A fin
de procurar no interrumpir el texto he colocado las fuentes de referencia al final de cada
párrafo. He utilizado las clásicas notas numeradas a pie de página cuando he creído que se
necesitaban notas mas largas y aclaratorias.
Uno de los mejores investigadores norteamericanos del periodo de Stalin en la URSS, J. Arch
Getty, ha denominado la investigación histórica realizada durante el periodo de la Guerra Fría
"productos propagandísticos", "investigación" que no merece ni la crítica ni la corrección de
algunas de sus partes, pero que debe de ser hecha de nuevo desde el principio.4 Coincido con
Getty, pero debiera añadirse que esta investigación tendenciosa, "política" y deshonesta se
sigue produciendo hoy en día.
En la sección final del ensayo he subrayado algunas áreas para posterior investigación
sugerida por los resultados del artículo.
4
Citado por Yuri Zhukov "Zhupel Stalina", Komsomolskaia Pravda Nov. 5 2002. El profesor Getty me ha
confirmado esto en un e-mail.
5
El nombre del Partido fue cambiado en 1952 a Partido Comunista de la Unión Soviética.
En Enero de 1935 el Politburó asignó el trabajo de delinear los contenidos de una
nueva constitución a Avel Yenukidze6 quien, algunos meses mas tarde, volvió con una
sugerencia de elecciones abiertas. Casi inmediatamente, el 25 de Enero de 1935, Stalin
expresó su desacuerdo con la propuesta de Yenukidze, insistiendo en elecciones secretas
(Zhukov, Inoi 116-21).
Stalin hizo público este desacuerdo de una manera muy notoria en Marzo de 1936, durante
una entrevista con el magnate de la prensa americana Roy Howard. Stalin declaró que la
Constitución soviética que todas las votaciones serian secretas. El voto tendría una base de
igualdad, teniendo el mismo valor el voto de un campesino que el de un obrero7; una base
territorial, como en Occidente, en vez de acuerdo con el status, como en la época zarista, o
lugar de empleo.; y directo: todos los Soviets se elegirían por los ciudadanos, no por
representantes indirectos. (Entrevista Stalin-Howard, Zhukov, Repressii" 5-6).
Stalin:
Y lo más importante es que Stalin declaró que en todas las elecciones participarían diferentes
fuerzas políticas:
6
Yenukidze, un viejo revolucionario, paisano georgiano y amigo de Stalin, ocupo durante largo tiempo una
posición preeminente en el Gobierno soviético, y nunca ha sido relacionado con ninguno de los grupos de
oposición en los años 20. En esta época estaba al mando de la Guardia del Kremlin. Al cabo de unos pocos
meses fue uno de los primeros en ser denunciado como miembro de un plan para un "golpe de mano" contra el
liderazgo de Stalin. Zhukov (KP, 14 de Nov. 2002) indica que esto debió de ser especialmente irritante para
Stalin.
7
La II Parte, Capítulo 3, Artículo 9 de la Constitución soviética de 1924, vigente en este momento, dio a los
habitantes de las ciudades una elevadísima influencia social; un delegado soviético por cada 25.000 votantes
urbanos, y un delegado por cada 125.000 votantes del campo. Esto estaba de acuerdo con el muy superior apoyo
al socialismo por parte de los trabajadores, y con el concepto marxista del estado como dictadura del
proletariado.
También apoyó la importancia de unas elecciones en competencia para luchar contra la
burocracia:
A partir de este punto, Stalin y los miembros del Politburó más cercanos a él,
Vyacheslav Molotov y Andrei Zhadanov se declararon a favor de elecciones abiertas y
secretas en todas las discusiones dentro del liderazgo del Partido. (Zhukov, Inoi, 207-10;
Entrevista Stalin-Howard).
Stalin también insistió en el hecho de que muchos ciudadanos soviéticos, que habían
sido privados de sus derechos, los recuperarían. Esto incluía miembros de las clases
explotadoras tales como terratenientes, y aquellos que habían luchado contra los
bolcheviques durante la Guerra Civil de 1918-1921, los conocidos como "guardias
blancos", así como aquellos condenados por algunos crímenes (como hoy en día en los
EEUU). Los grupos mas importantes y probablemente mas numerosos entre los lishentsy
("despojados") fueron dos: los "kulaks", los principales objetivos durante los
movimientos por la colectivización, unos años antes, y los que habían violado la "ley de
los tres oídos" 8 que habían robado propiedades estatales, a menudo cereal, a veces
simplemente para evitar el hambre. (Zhukov, Inoi 187)
8
Esto, de hecho, no es una ley, sino "una decisión del Comité Ejecutivo, y el Consejo de Comisarios
Populares", y, por lo tanto, de las áreas legislativa y ejecutiva del gobierno. El hecho de que sea llamada "ley"
incluso en el ámbito académico demuestra que la mayoría de los que se refieren a ella ni siquiera lo han leído.
Está impreso en Tragediia Sovetskoy Derevni. Kollektivizatsiia I Raskulachivanie. Documenty I Materialy.
1927-1939. Tom 3. Konets 1930-1933 (Moscow: ROSSPEN, 2001), No. 160, pp. 453-4, y en Sobranie zakonov
i rasporiazhenii Raboche-Krest'ianskogo Pravitel'stva SSSR, chast' I, 1932, pp. 583-584. Mis agradecimientos al
Dr. G•bor T. Rittersporn por esta última cita.
Durante la Revolución Rusa y los críticos años que siguieron, la URSS había sido
gobernada por una jerarquía electa de "soviets" ("consejos"), del nivel local hasta el
nacional, con el Soviet Supremo como la sección legislativa, el Consejo de Comisarios
del Pueblo como el ejecutivo, y el Secretario de este Consejo como cabeza del Estado.
Pero en realidad, a todos los niveles, la elección de estos había estado en manos del
Partido bolchevique. Hubo elecciones, pero el nombramiento directo por parte de los
líderes del Partido, denominada "cooptación" era también habitual. Incluso las elecciones
fueron controladas por el Partido, ya que nadie podía optar a presentarse a menos que
contara con la aprobación de los dirigentes del Partido.
Esto para los bolcheviques era lógico. Era la forma que la dictadura del proletariado
tomaba en las condiciones históricas específicas en la Unión Soviética revolucionaria y
post-revolucionaria. Bajo la Nueva Política Económica, o NEP9 , el trabajo y las
capacidades de los explotadores se necesitaron. Pero solamente en orden a ponerse al
servicio de la dictadura del proletariado, del socialismo. No se permitió reconstruir las
relaciones capitalistas mas allá de ciertos límites, ni recuperar poder político.
Stalin y sus seguidores dentro del Politburó dieron determinados motivos para
respaldar su voluntad de democratizar la Unión Soviética. Esas razones refuerzan la
creencia de esa dirección de que un nuevo estado de socialismo se había alcanzado.
9
Para reconstruir la economía lo más rápidamente posible tras la devastación de la Guerra Civil y la
consiguiente hambruna, los bolcheviques permitieron cierto florecimiento del capital y favorecieron ciertos
negocios privados, siempre bajo el control gubernamental. Es lo que se denominó la Nueva Política Económica
(NEP)
Según este punto de vista, los explotadores de trabajo ajeno ya no existían. Los
trabajadores, que ahora dirigían el país en su propio interés a través del Partido Bolchevique,
no eran ya el clásico proletariado. Por tanto, la "dictadura del proletariado"
ya no era un concepto pertinente. Esas condiciones nuevas suponían un nuevo tipo de
estado. (Zhukov, Inoi, 231; 292; Stalin, "Borrador" 800-1).
El liderazgo estalinista también estaba preocupado por el papel del Partido en este nuevo
estadio del socialismo. El mismo Stalin planteó la lucha contra el "burocratismo"
con gran fuerza desde una fecha tan temprana como su Informe al 17º Congreso del
Partido en Enero de 193410. Stalin, Molótov y otros denominaron al nuevo sistema
electoral un "arma contra la burocratización".
Los líderes del Partido controlaban el gobierno, tanto decidiendo quien entraba en los
Soviets como ejerciendo diversas formas de fiscalización o revisión sobre lo que los
ministerios hacían. Dirigiéndose al 7º Congreso de los Soviets el 6 Febrero de 1935,
Molotov dijo que las elecciones secretas "golpearán con gran fuerza a los elementos
burocráticos y les propinarán un útil shock". El informe de Yenukidze no recomendaba,
ni indicaba, elecciones secretas ni la ampliación de los derechos civiles. (Stalin, Informe
al 17o Congreso del P.C.; Zhukov, Inoi 124).
Los ministros y sus gabinetes tenían que saber sobre los asuntos de los que se
encargaban, si querían ser eficaces en la producción. Esto significaba educación, y
también conocimientos técnicos en su campo. Pero los líderes del Partido a menudo
hicieron sus carreras solamente mediante una ascensión por los escalones del Partido. No
se necesitaba ningún conocimiento técnico para esta clase de ascenso. Más bien se
requerían criterios políticos. Estos funcionarios del Partido ejercieron el control, pero les
faltaban los conocimientos prácticos que en teoría les hubieran facilitado una buena
supervisión. (Stalin-Howard Entrevista, Zhukov, Inoi, 305; Zhukov, "Represii" 6.
Aquellos documentos que fueron puestos a disposición de los investigadores nos permiten
comprender que ya hacia el fin de la década de los 30 se llevaron a cabo algunos intentos
de separación entre el Partido y el Estado, y de poner límites de una forma sustancial al
papel del Partido en la vida del país. (Zhukov, Tayny 8)
10
Stalin, “Informe del 17º P.C.” 704, 705, 706, 716, 728, 733, 752, 753, 754, 756, 758.
parece ser la auténtica causa de su muerte a manos de Khruschev y otros, bien en forma
judicial, mediante un proceso basado en acusaciones inventadas en Diciembre de 1953 ,
o bien (como muchas pruebas sugieren) mediante el simple asesinato, en Junio de ese
mismo año.
Parece ser que Stalin creyó que una vez apartado el Partido del control directo sobre
la sociedad, su papel debiera quedar limitado a la agitación y a la propaganda, y a la
participación en la selección de cuadros. ¿Qué hubiera significado esto? Tal lo vez algo
como lo siguiente.
- El Partido regresaría a su función esencial de ganar a la gente para los ideales del
comunismo.
- Esto significaría el fin de las sinecuras y de los chollos, y la vuelta al estilo de trabajo
duro y dedicación desprendida que caracterizó a los bolcheviques durante el zarismo, la
Revolución y la Guerra Civil, el período de la NEP y el durísimo período de los planes
de industrialización y colectivización. Durante estos períodos la militancia en el Partido,
para la mayoría, significó trabajo duro y sacrificios, a menudo entre gente ajena al
Partido, mucha de la cual era hostil a los bolcheviques. Era tarea necesaria para obtener
una base real entre las masas. (Zhukov, KP Nov. 13 02; Mukhin, Ubiytvo).
Stalin insistía en que los comunistas tenían que ser gente acostumbrada al trabajo
duro, cultos, capaces de hacer una contribución positiva a la producción y a la creación
de la sociedad comunista. Así mismo Stalin fue un infatigable estudioso11.
11
Esto no es comúnmente conocido, ni su significado comprendido. Nuestra opinión sobre Stalin ha sido muy
moldeada por aquellos que le odiaron (McNeal 87). Stalin fue un excelente estudiante en el seminario de Tiblisi
(Georgia) donde su madre le había enviado. Dedicando su vida desde sus años de adolescencia al movimiento
revolucionario de la clase obrera, nunca tuvo oportunidades para una educación superior. Pero era muy
inteligente y un voraz lector cuyo aprendizaje oscilaba desde la filosofía hasta cuestiones técnicas como la
metalurgia. Los registros de la época dan fe de su atención a los detalles y profundo conocimiento de muchas
áreas técnicas. Un académico ruso que ha estudiado la biblioteca de Stalin ofrece unas cifras impresionantes:
20.000 volúmenes en la dacha tras la guerra; muchos de los 5.500 trasladados al Instituto de Marxismo-
Leninismo tras su muerte está anotados y subrayados (Ilizarov). Roy Medvedev, que odia a Stalin, admite a
regañadientes las considerables lecturas de Stalin (Medvedev, "Lichnaia"). Muchas de los colaboradores más
cercanos que escogió reflejan esta misma tendencia a la superación personal. Sergei Kirov, el líder del Partido
en Leningrado y estrecho aliado de Stalin que fue asesinado en 1934, destacó por su amplias lecturas literarias
(Kirlina 175). "Cuando Kirov fue asesinado, los investigadores fotografiaron todo lo que pudiera ayudar a la
investigación, incluyendo la superficie de su mesa de trabajo. A su derecha estaba un manual de ingeniería de
Hutte, a la izquierda un montón de publicaciones científicas y técnicas, leyéndose en el título superior
"Combustible Shale". Efectivamente, era muy amplia la esfera de intereses de este trabajador del Partido, como
lo era la de Stalin. (Mukhin
Ubiystvo 625)
- Asegurar que la dirección de la producción y en general de la sociedad soviética estaba
en manos de gente técnicamente preparada;
- Detener la degeneración del Partido bolchevique, y hacer regresar a los militantes del
Partido, especialmente a sus líderes, a sus funciones primarias: protagonizar el liderazgo
en lo político y en lo moral, mediante el ejemplo y la persuasión al resto de la sociedad;
- Reforzar el trabajo del Partido entre las masas;
- Ganar el apoyo de los ciudadanos para el gobierno;
- Crear las bases para una sociedad sin clases y comunista.
La derrota de Stalin
Esto solo podía significar una cosa. No solamente el "amplio liderazgo" (los
Primeros Secretarios regionales) sino por lo menos una parte del aparato del
Comité Central, la Agitprop bajo Stetskii y Tal, no aceptaron las innovaciones de
Stalin, y no quisieron aprobar, ni siquiera de una manera puramente nominal, las
elecciones, un peligro para muchos que, como se deducía de aquellas palabras de
Stalin que Pravda subrayó, amenazaba la posición y el poder de los Primeros
Secretarios, los Comités Centrales de los partidos comunistas de las
nacionalidades, y los comités regionales, de ciudad, de óblast, y de áreas. (Inoi
211)
Los Secretarios del Partido mantenían los cargos, de los cuales no hubieran podido
ser despojados por derrotas en cualesquiera elecciones en las que participasen. Pero el
inmenso poder local del que disfrutaban procedía principalmente del control del Partido
sobre cada uno de los aspectos del aparato económico y del aparato estatal: koljoses,
fabricas, educación, ejército. El nuevo sistema electoral hubiera privado a estos Primeros
Secretarios de sus posiciones automáticas como delegados en los Soviets, y de su
posibilidad de elegir a su vez a otros delegados. Su derrota o la de "sus" candidatos (los
candidatos del Partido) en las elecciones a los soviets serían, efectivamente, un
referéndum sobre su labor. Un Secretario cuyos candidatos fuesen derrotados en las
elecciones por candidatos no pertenecientes al Partido sería evidenciado como alguien
con débiles lazos con las masas. Durante las campañas, los candidatos opositores iban a
hacer con toda seguridad temas centrales de cualquier corrupción, autoritarismo o
incompetencia que observaran entre los cargos del Partido. Los candidatos derrotados
demostrarían tener serias debilidades como comunistas, y esto los llevaría probablemente
a ser reemplazados. (Zhukov KP Nov. 13 02; Inoi 226; cf. Getty, "Excesses" 122-3)
Los líderes veteranos del Partido eran usualmente militantes con muchos años a sus
espaldas, veteranos de los peligrosos días del zarismo, de la Revolución, de la Guerra
Civil y de la colectivización, cuando ser comunista estaba cargado de peligros y
dificultades. Muchos tenían una escasa educación académica. En contraste con Stalin,
Kirov o Beria, parece que la mayoría de ellos no tenían muchas ganas o les era imposible
el "rehacerse a si mismos" a través de la autoeducación. (Mukhin, Ubiystvo 37; Dimitrov
33-4; Stalin, Zastol'nye 235-6).
Todos aquellos hombres eran desde antiguo los apoyos de las políticas de Stalin.
Habían llevado a cabo la dura colectivización del campesinado, durante la cual centenares
de miles habían sido deportados. Durante los años 1932 y 1933 mucha gente, tal vez tres
millones de personas, murieron por una hambruna que no fue responsabilidad de nadie,
pero que hizo más severa para el campesinado la expropiación y la colectivización de
cereal, a fin de alimentar a las ciudades, o murieron en las rebeliones armadas campesinas
(que también causaron muchas víctimas entre los bolcheviques). Estos líderes del Partido
habían estado al frente de la industrialización acelerada, también bajo unas duras
condiciones de vivienda, insuficiente alimentación y falta de cuidados médicos, una paga
escasa y pocas cosas para comprar con ese dinero. (Tauger; Anderson & Silver; Zhukov,
KP Nov. 13 02).
Ahora, llegaban unas elecciones, en las cuales aquellos privados del derecho a voto
por haberse posicionado en el lado equivocado de las políticas soviéticas volvían a
disponer de ese derecho. Es probable que muchos temieran que esa gente votara contra
sus candidatos, o contra cualquier candidato bolchevique. En ese caso, iban a ser
degradados, o algo peor. Iban a conseguir algún puesto en el Partido, o -peor aún- algún
trabajo. La nueva Constitución "de Stalin" garantizaba a cada soviético el derecho a un
trabajo, con atención médica, pensiones, educación, etc. Pero estos hombres
(prácticamente, todos eran hombres) estaban acostumbrados al poder y a los privilegios,
todo ello amenazado por una derrota de sus candidatos en las elecciones. (Zhukov, KP
Nov. 13 02; 1936 Const., Ch. X; cf. Getty, "Excesses" 125, sobre la importancia del
sentimiento religioso en el país).
Los planes para la nueva Constitución y las elecciones habían sido tratados en el Pleno
del Comité Central de Junio de 1936. Los delegados aprobaron por unanimidad el
borrador constitucional. Pero ninguno habló en su favor. Este fracaso en dar al menos un
apoyo con la boca pequeña a una propuesta de Stalin indicaba ciertamente una "oposición
latente de la dirección ampliada", una "evidente falta de compromiso" (Zhukov, Inoi
232, 236; "Repressii" 10-11).
Este sistema...no puede sino golpear a aquellos que han caído en el burocratismo,
alienado de las masas... facilitará la promoción de nuevas fuerzas... debe
potenciarse para reemplazar a los elementos mas atrasados o burocratizados
(ochinovnivshimsya). Bajo esa nueva forma de elecciones, es posible la elección de
elementos enemigos. Pero incluso este peligro, en último término, debe de
servirnos, en tanto en cuanto servirá de látigo para aquellas organizaciones que lo
necesiten, y para los trabajadores (del Partido) que se han quedado dormidos.
(Zhukov, "Repressii" 15).
Algunos dicen que esto es peligroso, ya que los elementos hostiles al poder
soviético podrían fisgar a los niveles más altos, algunos de los antiguos guardias
blancos, kulaks, sacerdotes, etc. Pero realmente ¿que hay que temer? 'Si tienes
miedo de los lobos, no camines por el bosque'. Por un lado, no todos los antiguos
kulaks, guardias blancos y curas son hostiles al poder soviético. Por otro, si el
pueblo elige aquí o allí fuerzas hostiles, esto significará que nuestro trabajo de
agitación está pobremente organizado, y que hemos merecido esta desgracia.
(Zhukov, Inoi 293; Stalin, "Proyecto").
Nuevamente, los Secretarios primeros demostraron una tácita hostilidad. El Pleno del
Comité Central de Diciembre de 1936, cuyas sesiones se solaparon con las del Congreso,
se reunió el 4 de Diciembre. Pero no hubo ninguna discusión del primer punto en el orden
del día, el borrador de la Constitución. El informe de Yezhov, "Sobre las organizaciones
antisoviéticas de derecha y trotskistas" estaba mucho más cerca de las preocupaciones de
los miembros del Comité Central. . ("Fragmenty" 4-5; Zhukov, Inoi 310-11).
Este Pleno, el más largo en la historia de la URSS, se prolongó dos semanas. Pero
casi nada se supo de ello hasta 1992, cuando la voluminosa transcripción del Pleno
empezó a publicarse en Voprosy Istorii, publicación que le llevó a este periódico cuatro
años.
12
Thurston, en los Capítulos 2 hasta el 4, es el mejor resumen, en los primeros años 90, de las pruebas
relacionadas con los juicios de Moscú. Este artículo no tratará directamente de estos juicios, ni del juicio y
ejecución del mariscal Tukhachevsky y otros líderes militares en Junio de 1937, o sobre las relaciones entre
todas las conspiraciones antisoviéticas en esos juicios alegadas. Como aclaran los documentos de los archivos
soviéticos, Stalin y otros dirigentes soviéticos estaban convencidos de que las conspiraciones existían, y de que
las acusaciones en los juicios de Moscú, incluyendo aquellas contra líderes militares, eran, al menos en su
mayor parte, acertadas. En 1924 Lavrenty Beria, tras varios años de trabajo revolucionario y clandestino muy
peligroso, parte del cual era la infiltración en los grupos violentos de anti-comunistas caucásicos, escribió su
currículum en el Partido. El propósito de enumerar sus méritos era una petición, no para un trabajo cómodo,
como pedían la mayoría de "viejos bolcheviques", sino que fuera permitida su vuelta a sus estudios de
ingeniería, para poder contribuir así a la construcción de una sociedad comunista. (Beria: Konets Kar'ery, 320-
325)
Tres días mas tarde, Zhadanov habló sobre la necesidad de una mayor democracia
tanto en el país como en el Partido, invocando la lucha contra la burocracia y la necesidad
de lazos mas fuertes con las masas, tanto del Partido como de fuera del Partido.
Pero el informe de Zhdanov se hundió entre las discusiones de otros puntos del orden
del día, principalmente discusiones sobre los "enemigos". Cierto número de Primeros
secretarios respondieron alarmados que se preparaban o se suponía que se preparaban
para las elecciones soviéticas eran contrarios al poder soviético: social- revolucionarios,
el sacerdocio, y otros "enemigos"13.
Molótov replicó con una aportación resaltando, una vez más, "el desarrollo y el
reforzamiento de la autocrítica", y se opuso directamente a la "búsqueda de enemigos":
13
nov, llevando la confusión al secretario Andreev. ("Excesos" 124). Zhukov pone menos énfasis en esto, ya
que Eikhe y otros primeros secretarios respondieron en la siguiente sesión, destacando la lucha contra "los
enemigos". (Inoi 345).
con la "búsqueda de enemigos", de denunciar a los "saboteadores", y la lucha contra el
"sabotaje". (352). Cuando volvió a intervenir, Molótov se asombró de que no se hubiera
prestado al fondo de su intervención, que volvió a repetir, tras resumir lo que se estaba
haciendo contra los enemigos internos.
El discurso de Stalin del 3 de Marzo estuvo también dividido en dos partes, volviendo
hacia el final a la necesidad de mejorar el trabajo del Partido, suprimiendo a los incapaces
y reemplazándolos con nuevos camaradas. Como el de Molótov, el discurso de Stalin fue
virtualmente ignorado.
En su discurso final del 5 de Marzo, el día final del Pleno, Stalin minimizó la
necesidad de descubrir enemigos, incluso trotskistas, muchos de los cuales, según dijo,
habían regresado al Partido. Su punto principal fue la necesidad de impedir a los
funcionarios del Partido dirigir todos y cada uno de los aspectos económicos, combatir la
burocracia, y elevar el nivel político. En otras palabras, Stalín apostó por elevar el nivel
de crítica a los secretarios.
"Algunos camaradas entre nosotros piensan que si ellos son Narkom (Comisario
Popular), saben todo lo que hay que saber. Piensan que el grado, por si mismo,
garantiza grandes e inagotables conocimientos. O bien piensan: "si soy un
miembro del Comité Central, no lo soy por accidente, luego significa que sé todo".
Eso no es así. (Stalin, Zakliuchitel'noe; Zhukov, Inoi 360-1)
Algo que sonaba amenazante para todos los dirigentes del Partido, incluyendo a los
primeros secretarios, es la afirmación de Stalin de que deberían elegir dos cuadros que
les sustituyeran, mientras asistían a un curso de educación política de seis meses de
duración, que se implantarían muy pronto. Esa sustitución era peligrosa para los
secretarios del Partido, que temían que durante ese espacio de tiempo fuesen destinados
a otro lugar, rompiendo así la estructura de su "clan" (otros dirigentes a su servicio), una
causa principal de burocracia. (Zhukov, Inoi 362).
En los meses siguientes, Stalin y sus más próximos intentaron que la caza de los
"enemigos" no fuera el foco principal, la principal preocupación de los miembros del
Comité Central, insistiendo en la lucha contra la burocracia en el Partido, y en preparar
las elecciones al Soviet. Mientras "los líderes locales del Partido hicieron todo lo que la
disciplina del Partido les permitía, y a veces más, para suspender o retrasar las
elecciones". (Getty, "Excesses" 126; Zhukov, Inoi 367-71)
Esta situación era mucho mas seria que cualquiera en momentos anteriores. Durante
los juicios de Moscú de 1936 y 1937 el gobierno se tomó tiempo para preparar los
procesos y organizar unos juicios públicos dotados de la máxima publicidad. Pero la
conjura militar fue tratada de forma muy diferente. Poco más de tres semanas
transcurrieron desde la fecha de la detención de Mikhail Tukhachevsky a finales de Mayo
hasta el juicio y ejecución de este y de otros siete militares de alta graduación los días 11
y 12 de Junio. Durante este periodo, centenares de militares de alta graduación fueron
requeridos en Moscú para escuchar las pruebas contra sus colegas -sus superiores, para
la mayoría de ellos- y para escuchar los alarmantes análisis de Stalin y del Mariscal
14
Para la Resolución, ver Zhukov, Inoi 362-3; Stalin, Zakliuchitel'noe. Al igual que la resolución (que
permanece inédita), el discurso de Stalin toca solo de pasada el tema de los "enemigos", e incluso entonces para
precaver al C.C. de "golpear" que alguna vez hubiera sido trotstkista. Stalin insiste en que se da "gente muy
apreciable" entre los antiguos trotskistas, y nombra concretamente a Felix Dzerzhinsky.
15
Este volumen (Genrikh Iagoda) consiste esencialmente de interrogatorios efectuados a Iagoda y los suyos, y
la confesión de Iagoda de implicación en una conspiración para dar un golpe contra el Gobierno soviético.; el
liderazgo de la conspiración por Trotsky, y, en general, todo lo que Iagoda confesó en el juicio de 1938. No hay
indicaciones que indiquen que las confesiones no eran auténticas. Los editores del volumen niegan la exactitud
de los hechos citados en los interrogatorios, y define los mismos interrogatorios como "falsos". Pero no dan
ninguna prueba de que asi sea. Jansen y Petrov, P. 226 n.9, a pesar de su anti-estalinismo, citan este volumen
como prueba y sin ningún comentario. Y además se dan buenas pruebas de que así fue en realidad; que estas
conspiraciones existieron, que las confesiones dadas en los juicios públicos fueron verídicas y no forzadas, y
que las principales acusaciones eran ciertas. Otro extenso volumen de documentos primarios publicado en 2004
contiene un gran número de informes del NKVD sobre conspiraciones y textos de interrogatorios. (ver Lubianka
B). La explicación más plausible de la existencia de este volumen de evidencias es que alguna al menos es
cierta.
Voroshilov, Comisario del Pueblo para la Defensa, y el militar de más alta graduación
del país.
En las fechas del Pleno, febrero o marzo, ni Iagoda ni Tukhachevsky habían sido aún
arrestados. Stalin y el Politburó tenían como objetivo que la Constitución fuera el punto
principal de su agenda, y se pusieron a la defensiva ante el hecho de que la mayoría de
los miembros del Comité Central ignoraran este punto, prefiriendo insistir en la batalla
contra los "enemigos". El Politburó planeó que las reformas constitucionales fueran
también el punto esencial del siguiente pleno a celebrar en Junio de 1937. Pero la
situación en Junio era muy diferente. El descubrimiento de complots en la cúpula del
NKVD y muchos destacados líderes militares para derribar el gobierno y matar a sus
dirigentes, cambió por completo la atmósfera política.
El pleno del Comité Central de Junio de 193717 empezó con propuestas de exclusión,
en primer lugar, de siete miembros del Comité Central y candidatos por "falta de confianza
política", y después con la de otros 19 miembros y candidatos por "traición y
actividad contrarrevolucionaria". Estos últimos diecinueve fueron arrestados por el
NKVD incluyendo los diez miembros expulsados por parecidas acusaciones antes del
pleno por un grupo de miembros del Comité Central (incluyendo los mandos militares ya
juzgados, culpados y ejecutados), significaba que 36 de los 120 miembros y suplentes del
Comité Central habían sido destituidos antes del 1 de Mayo.
16
Llamado el klubok ("enredo"), por los investigadores del NKVD de la época y por los historiadores rusos hoy.
17
No se ha publicado trascripción alguna del Pleno de Junio de 1937. Algunos autores afirman que no se
conservó ninguna. Sin embargo, Zhukov menciona extensamente algunas transcripciones archivadas no
accesibles a otros.
un ataque explícito a los primeros secretarios. (Zhukov, Inoi 424-7; Tayny, 39-40,
citando documentos de archivo).
Tal vez lo más revelador sea el siguiente comentario de Stalin, comentado por
Zhukov:
El Partido Bolchevique sufría una severa crisis, y era imposible suponer que las cosas
se desarrollaran con suavidad. Era la peor situación posible para organizar unas
elecciones democráticas (secretas, universales, abiertas). El plan de Stalin de reformar el
gobierno soviético y el papel en ello del Partido Bolchevique estaba condenado.
Finalizando el Pleno, Robert Eikhe, Primer Secretario de la región del Krai Oeste
Siberiano, se reunió privadamente con Stalin. Posteriormente otros Primeros Secretarios
se reunieron con él. Probablemente, pedían los poderes que muy poco después
obtuvieron: la autorización de formar troikas, grupos de tres dirigentes, para combatir la
posibilidad de conjuras extendidas contra el gobierno soviético en sus regiones18. Estas
troikas recibieron el poder de ejecución sin apelación. Se exigieron límites en el número
de ejecutados y prisioneros basándose en el poder de estas troikas, y fueron concedidos.
Cuando esos límites estaban agotados, los Primeros Secretarios pidieron, y recibieron,
límites superiores. Zhukov piensa que Eihke podía estar representando a un grupo
informal de Primeros Secretarios. (Getty, "Excesses" 129; Zhukov, Inoi 435)
¿Quienes fueron los objetivos de estos draconianos juicios a cargo de esas troikas?
Zhukov piensa que deben haber sido los lishentsy, aquellos cuyos derechos de ciudadanía,
incluyendo el derecho a voto, habían sido recientemente restaurados, y cuyos votos
planteaban potencialmente el peligro mayor para la continuidad en el poder de los
Primeros Secretarios. Zhukov descarta ampliamente la existencia de conspiraciones
reales. Pero los documentos de archivo recientemente publicados en Rusia evidencian
que, como mínimo, la dirección central estaba continuamente recibiendo verosímiles
18
La orden de establecer una troika en la región del Oeste siberiano de Eikhe existe. La petición de Eihke no ha
sido encontrada, pero debió de efectuar alguna petición, bien verbal bien por escrito. Ver Zhukov, "Repressii"
23, n. 60; Getty, "Excesses" 127, n. 64.
informes de conspiraciones, incluyendo transcripciones de confesiones. Ciertamente que
Stalin y otros en Moscú creyeron en la existencia de estas conspiraciones. Mi opinión a
este respecto, es que al menos algunas de las conspiraciones existieron de hecho, y que
los Primeros Secretarios creían en ellas. (Zhukov, KP Nov. 13 02; Inoi, Ch. 18;
"Repressii" 23; Lubianka B).
Otra hipótesis es que cualquiera que estuviera o hubiese estado relacionado con
cualquier clase de movimiento de oposición era clemente contemplado como "enemigo",
y sujeto a detención e interrogatorio por parte de la NKVD, uno de cuyos miembros era
siempre parte de la troika. Otro grupo eran aquellos que expresaron abiertamente
desconfianza u odio hacia el sistema soviético en su conjunto. Thurston cita pruebas de
que tales individuos eran a menudo inmediatamente arrestados. Sin embargo, aquellos
que manifestaban críticas de los líderes locales del Partido, no eran molestados, mientras
aquellos a los que criticaban, incluyendo miembros del Partido, a veces lo fueron.
(Thurston, 94-5).
89. Por tanto, contra aquellos que argumentan que las conjuras fueron fantasmas en la
mente paranoica de Stalin, o, peor aún, mentiras destinadas a reforzar su obsesión
megalómana con el poder, hay cantidad de pruebas que demuestran la existencia de
conspiraciones reales. Los relatos de los conspiradores que consiguieron salir mas tarde
de la URSS lo afirman. El amplio volumen de documentación policial sobre tales
conspiraciones, muy poco del cual ha sido publicado, es un potente argumento contra la
teoría de que todo pudiera haber sido un montaje. Además, las anotaciones de Stalin en
estos documentos reafirman el hecho de que pensaba que eran ciertas. (Getty, "Excesses"
131-4; Lubianka B).
Stalin aún no era partidario de retirar las elecciones, y el 2 de Julio de 1937 Pravda
desautorizó claramente a los secretarios regionales publicando el primer decreto
de las nuevas reglas electorales, animando y apoyando las elecciones secretas y
universales. Pero Stalin planteó un compromiso. El mismo día que se publicó la ley
electoral, el Politburó aprobó lanzar una campaña masiva contra, precisamente,
los elementos de los que se habían quejado los líderes locales, y horas más tarde
Stalin envió su telegrama a los lideres provinciales del Partido, ordenando la
operación kulak. [contra los lishentsy, G.F.]. Es difícil evitar la conclusión de que
a cambio de obligar a los líderes locales del Partido a participar en las elecciones,
Stalin eligió ayudarles a ganar dándoles licencia para eliminar o deportar a
centenares o miles de "elementos peligrosos". ("Excesses" 126).
Hay documentos originales que demuestran que Stalin y el liderazgo alrededor del
Politburó central estaban convencidos de que los conspiradores antisoviéticos estaban
activos, y de que se tenían que enfrentar a ellos. Esto es lo que los líderes regionales del
Partido han afirmado durante el pleno de Febrero-Marzo. A estas alturas la dirección de
Stalin ha minimizado este peligro, y mantiene centrando la atención en la Constitución,
la necesidad de preparar elecciones y el recambio del burocratizado y viejo liderazgo con
otros nuevos líderes.
Para el Pleno de Junio, los secretarios regionales estaban en una posición desde la que
podían decir:
Stalin dijo a los líderes militares que los conjurados querían convertir a la URSS en
"otra España", es decir una Quinta Columna coordinada con un ejército fascista invasor.
Dado este terrible peligro, la dirección soviética estaba decidida a reaccionar con una
determinación brutal. (Stalin, "Vystuplenie").
Simultáneamente, muchas pruebas sugieren que el mando central (Stalin) quería tanto
reducir la represión de las troikas impulsada por los Primeros Secretarios y continuar
implementando en la nueva Constitución las elecciones. Del 5 al 11 de Julio la mayoría
de secretarios siguió la iniciativa de Eikhe de comunicar cifras precisas de aquellos que
se iba a suprimir, mediante ejecución (categoría 1) o encarcelamiento (categoría 2).
Fue también en el Pleno del Comité Central cuando se pronunció la primera protesta
contra la represión masiva, por parte del Primer Secretario de Kursk, Peskarov:
"Ellos (el NKVD? ¿las troikas? G.F.) condenan a la gente por tonterías...
ilegalmente, y cuando nosotros... planteamos la cuestión al Comité Central, los
camaradas Stalin y Molótov nos apoyan decididamente, y envían una brigada de
funcionarios de la Corte Suprema y de la Oficina del Fiscal para revisar estos
casos... Resultando que, al cabo de tres semanas de trabajo de esta brigada, el 56%
de estas sentencias en 16 regiones se clasifica por parte de esta brigada como
ilegal. Y lo que es mas, en el 45% de estas sentencias no hubo prueba de que se
hubiera cometido ningún crimen". (Zhukov, Tayny, 43).
En el Pleno de Enero de 1938 Malenkov presentó una mordaz crítica sobre la gran
cantidad de miembros del Partido expulsados y de ciudadanos juzgados, a menudo
incluso sin proporcionar listas de nombres, sino solamente indicando los números de los
expulsados. Postyshev, primer secretario de Kuybyshev, fue eliminado como candidato a
miembro del Politburó por mantener que "no había ni un elemento honrado" entre todos
los funcionarios del Partido.
Parece que el NKVD funcionaba a su aire, al menos en algunas zonas. Sin duda, los
primeros secretarios también funcionaban a su aire. (Zhukov, KP 19 Nov. 02; Tayny, pp.
47-51; Thurston 101-2; 112). Sin embargo la preocupación de los líderes del Politburó
era la existencia de conspiradores, a los que tenían que enfrentarse. La magnitud de los
abusos del NKVD no fue reconocida. Como indica Zhukov, el informe de Malenkov
(culpando a los "trepas" dentro del Partido de las expulsiones masivas y detenciones) fue
19
Getty, Excesses 131-134 comenta algunas estadísticas al respecto. Ver Orden No.00447.
20
La papeleta de muestra se reproduce en Zhukov; Inoi, 6a ilustración.
continuado por Kaganovich y Zhadanov, quienes siguieron haciendo hincapié en la lucha
contra los enemigos, y prestaron sólo una ligera atención a la "ingenuidad e ignorancia"
en el trabajo de "bolcheviques honrados".
Pravda, que estaba bajo el control directo de la dirección de Stalín, aún hacía
llamamientos para apartar al Partido del manejo directo de los asuntos económicos, y la
necesidad de promover a gente no militante a puestos de liderazgo.(Zhukov, Tayny 51-
2). Mientras Nikita Khruschev, que en 1937 había pedido competencias para poder
ejecutar a 20.000 personas cuando era jefe del Partido en Moscú, fue trasladado a Ucrania,
donde, en el plazo de un mes, exigió poderes para reprimir a 30.000 personas. (Zhukov,
Tayny 64, ver n. 23 abajo).
Nicolai Yezhov, sustituto de Genrikh Iagoda en 1936 al mando del NKVD, parece
haber estado en estrecha relación con los primeros secretarios21. La masiva represión de
los años 1937-1938 ha estado tan relacionada con su nombre que aún se la conoce como
la "Yezhovshchina". Yezhov dimitió el 23 de Septiembre de 1938,(22) y en Noviembre de
1938 fue sustituido por Lavrentii Beria.
21
Todavía el 1 de Febrero de 1956, menos de cuatro semanas antes de su discurso secreto al XX Congreso del
Partido, aun se refería Khruschev a Yezhov como "inocente sin duda alguna, un hombre honrado". Reabilitatsia:
Kak Eto Bylo. Mart 1953-Febral' 1956 (Moscow, 2000), p. 308.
22
Khruschev requirió "ejecutar a 20.000" personas., Zhukov,KP 3 Dec. 02. Los comentarios críticos de
Yakovlev sobre las expulsiones masivas de Khruschev se citan mas arriba. Eikhe fué arrestado en Octubre de
1938, juzgado, acusado, condenado y ejecutado en Febrero de 1940. Según Khruschev, Eikhe rechazó su
confesión, diciendo que fue obtenida tras ser golpeado o torturado. El análisis de Zhukov sugiere que el
auténtico motivo de la suerte de Eikhe pudo ser su papel dirigente en las ejecuciones masivas de 1937-1938. Ver
Jansen y Petrov, 91-2. El Politburó, y el Pleno del Comité Central de Enero de 1938 comenzaron a atacar a los
secretarios del partido que habían hecho blanco de sus ataques y represiones a miembros cualificados del
Partido. (Getty, Origins 187-8).El registro completo de la investigación sobre Eikhe y el juicio aún están
clasificados. El deseo de desviar la atención y las culpas de si mismo y de los Primeros Secretarios fue uno de
los objetivos de las mentiras contenidas en su "informe secreto". [XX Congreso del PCUS N. del T.]
Nada puede absolver a Stalin y a los que le apoyaron de las amplias responsabilidades que
tuvieron en las ejecuciones, que fueron de bastantes centenares de miles23. Si las víctimas
hubieran sido encarceladas en vez de ser ejecutadas la mayoría hubiera sobrevivido. Muchos
hubieran visto revisados sus casos, y liberados. Para nuestros objetivos aquí, la pregunta
clave es la siguiente: ¿Por que cedió Stalin ante las demandas de los primeros secretarios, que
les concedieron decisiones sobre la vida y la muerte? A pesar de que no hay excusas, pueden
existir razones, a ciencia cierta.
Ningún gobierno está preparado para traiciones simultáneas por parte de altos
mandos militares, figuras de primera fila del gobierno nacional y de gobiernos regionales,
y de la dirección de la policía secreta y de fronteras.
Un grave conjunto de conspiraciones, que incluía tanto a líderes del partido, actuales
y anteriores, con enlaces a través del vasto país acababa de ser descubierto. Lo más
amenazante era la participación de destacados militares de los niveles más altos, con la
revelación de los planes secretos militares a los enemigos fascistas. La conspiración
militar tenía contactos a lo largo de toda la URSS, y en ella estaban también los mandos
más elevados de la NKVD, incluyendo a Genrikh Iagoda, que lo dirigió entre 1934 y
1936, y el segundo de abordo durante algunos años, antes de 1934. En pocas palabras, no
puede saberse la amplitud de la conjura, y cuanta gente estuvo implicada. El camino
prudente era pensar lo peor.24
23
Getty ("Excesses" 132) cita evidencias de que 236.000 ejecuciones fueron autorizadas por "Moscú",
queriendo significar la dirección estaliniana, pero más del 160% de esta cifra, 387.000 personas, fueron de
hecho ejecutadas por autoridades regionales.
24
En el juicio de Moscú de 1938 Iagoda confesó su participación en la conspiración para un golpe de Estado
contra el gobierno soviético, delató a los asesinos de Máximo Gorki y su hijo, y otros crímenes atroces, pero
negó vigorosamente la acusación del fiscal de espionaje. El que la acusación de espionaje aún se mantuviera un
año después de la detención de Iagoda demuestra, como poco, que el Gobierno soviético pensó que él pudiera
en realidad haber dado informaciones a un gobierno enemigo (Alemania, Japón, Polonia). Como cabeza del
Ministerio del Interior, incluyendo la policía secreta y de fronteras, Iagoda hubiera tenido la ocasión de causar
un daño incalculable a la seguridad soviética en el caso de dar información a gobiernos extranjeros.
Kravtsov, Primer Secretario del kraikom (Comité Regional, G.F.) de Krasnodar fue el único
en reconocer, detalladamente, lo que sus colegas habían estado haciendo furtivamente
durante las semanas anteriores. Hizo un perfil de la selección de aquellos candidatos a
diputados del Soviet Supremo que se ajustaban a los intereses del "liderazgo amplio".
En Noviembre de 1938 Lavrentii Beria reemplazó a Yezhov como jefe del NKVD.
Las "troikas” fueron abolidas. Las ejecuciones extra-judiciales cesaron, y los
responsables de los terribles excesos fueron a su vez juzgados y ejecutados o
encarcelados25. Pero la guerra se acercaba. El gobierno francés rehusó continuar con la
ya muy débil versión de la alianza Franco-Soviética acordada (La URSS hubiera deseado
una mucho mas fuerte). Los aliados cedieron Checoeslovaquia a Hitler y a los fascistas
polacos, sin ningún tipo de lucha. La Alemania nazi llegó a una alianza con el gobierno
fascista de Polonia con vistas a una invasión de la URSS. La guerra civil española, a la
que los Soviets tanto apoyo habían dado, estaba perdida. Italia invadía Etiopía, y la Liga
de Naciones no hizo nada. Francia e Inglaterra, con la mayoría de Europa Occidental,
detrás, animaban a Hitler claramente para que invadiera la URSS. (Lubianka B, No. 365;
Leibowitz).
Sin embargo, una vez que Beria hubiera reemplazado a Yezhov como jefe del NKVD
(formalmente, en diciembre de 1938; en la práctica, unas semanas antes) tuvo lugar un
continuo proceso de rehabilitaciones. Beria puso en libertad a unos 100.000 prisioneros
de campos y cárceles. A esto siguieron los juicios contra los hombres del NKVD acusados
de torturas y ejecuciones extrajudiciales. (Thurston 128-9)
25
Thurston tiene la mejor discusión en lengua inglesa sobre esto, en Life and Terror 128 ff.
Notas adicionales sobre el trabajo de Yuri Zhukov
Hasta la fecha se ha dado un sólo un ataque académico contra las tesis de Zhukov, el de
la profesora Irina V. Pavlova "1937: Vybory kak mistifikatsiia, terror kak real'nost',"
Voprosy Istorii 10, 2003 19-36. Pavlova es una estridente anticomunista de la escuela
"totalitarista", cuya hostilidad ideológica hacia el comunismo inhabilita su investigación
histórica. Como ejemplo, miente sobre la investigación de Getty con la finalidad de
desacreditarle. Pavlova escribe propaganda, no historia.
Pavlova hace mención solamente de los artículos de Zhukov en KP, y lo escribió antes de
la publicación de Inoi Stalin. La crítica de Pavlova se apoya en la suposición de que los
juicios de Moscú,Tukhachesvki, etc fueron tapaderas, y toda las campañas electorales y
constitucionales un montaje deliberado para tapar la represión.
Pavlova también afirma que, debido a que el Soviet Supremo no tenia poder político real
en 1936, las elecciones al mismo tampoco le hubieran proporcionado ninguno... Si por
"poder" Pavlova entiende la habilidad para desbancar al Partido Bolchevique de su
posición dominante en la URSS y deshacer el socialismo, indudablemente tiene razón:
desde luego que Stalin no tenia ninguna intención de permitir una contrarrevolución por
medios constitucionales. Ni eso se permite en ningún país de democracia burguesa. Pero
si por "poder" entiende capacidad para influenciar políticas estatales y ejercer presiones,
dentro de unos límites sobre políticas sociales específicas y sobre el mismo Partido
Bolchevique, es decir el tipo de poder que dan las elecciones en las democracias
burguesas, entonces seguramente está equivocada.
Este libro de Mukhin a menudo es ignorado por aquellos mas bien contrarios a sus
conclusiones, sobre la base de que hace comentarios que pudieran ser considerado
antisemitas. Debiera también decirse que Mukhin hace comentarios oponiéndose al
antisemitismo, en el mismo libro. El presente trabajo no extrae ningún dato de los párrafos
en los que pudiera alegarse vestigios de antisemitismo. Mukhin también toma posturas
excéntricas sobre algunos temas no relacionados con este libro. Tampoco cito ninguno de
esos trabajos.
Los análisis de Mukhin de las fuentes primarias y secundarias son frecuentemente muy
agudos, y yo los uso y cito cuando los encuentro de ayuda. Naturalmente, la cita de
análisis de Mukhin que el autor considera útiles no implica acuerdo con parte de sus
análisis que no se citan. Tampoco es Mukhin responsable de cualquier uso que yo haga
de su investigación.
He comprobado cada referencia dada por Mukhin y todos los académicos aquí citados,
excepto en el caso de fuentes primarias, solo disponibles para aquellos que trabajan en
los archivos.
Capítulo 2. Conspiraciones
En 1898 se formó el Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, el partido marxista de aquel
Imperio Ruso. En 1903 sufre una importante escisión entre dos facciones, los bolcheviques
(“la mayoría”) y los mencheviques (“la minoría”). La primera estaba dirigida por Vladimir
Ilich Ulianov, Lenin. La separación se vio acentuada cuando la mayoría de los mencheviques
dio su apoyo a Rusia en la Primera Guerra. En 1918 los bolcheviques cambiaron su
denominación a la de Partido Comunista (bolchevique) de Toda Rusia, para distinguirse de la
Internacional Socialista, los socialdemócratas.
Durante el 10º Congreso en 1921 una resolución que prohibía las facciones dentro del Partido
fue aprobado con un amplio margen. Sin embargo, las facciones siguieron existiendo. Pero
habían sido prohibidas, y al estar todos los miembros del Partido a efectuar las decisiones
tomadas en el Congreso, la mayoría de esas actividades al margen tenían un carácter
clandestino.
Las facciones se aglutinaban en torno a figuras muy conocidas del Partido. En 1926 y 1927
las facciones de Zinoviev y Trotsky unieron sus fuerzas para formar la Oposición Unida. En
1927 cierto número de sus componentes fueron expulsados del Partido por faccionalismo. La
mayoría pronto volvieron a sus filas, tras comprometerse a seguir la línea del Partido. Pero
era evidente que no habían abandonado sus líneas de disensión. De hecho la mayoría del
Partido, encabezada por Stalin, no se lo habían pedido.
Con ocasión del 10º Aniversario de la Revolución en noviembre de 1927 la Oposición Unida
intentó organizar una contra manifestación, que fue disuelta por la policía. Poco después
León Trotsky, que rehusó la reconciliación con la mayoría del Partido, fue exiliado a Alma-
Ata (1). Allí continuaría su actividad fraccionalista y en enero de 1929 se exilia de la Unión
Soviética y se traslada a Estambul, en Turquía.
Durante los juicios públicos de Moscú en 1936, 1937 y 1938 la acusación planteó que un
grupo clandestino, y desde el punto de vista del Partido, ilegal bloque de varios grupos de
oposición se había formado en 1932 y continuaba conspirando contra la dirección de Stalin.
Durante los años de Khruschev y de nuevo durante el período de Mikhail Gorbachov, estas
conspiraciones fueron declaradas como invenciones, montajes de Stalin y su camarilla a fin
de justificar la represión y asesinato de sus supuestos miembros.
Desde su exilio en Francia, luego en Noruega y finalmente en México, León Trotsky negó
vigorosamente que él o sus seguidores se hubieran unido nunca en dicho bloque. Pero en
1980 Pierre Broué, en aquel tiempo el mas destacado historiador trotsquista mundial,
descubrió las pruebas en el Harvard Trotsky Archive que este bloque existió realmente y que
Trotsky dio su aprobación al mismo (2).
Durante los doce años siguientes Broué continuó trabajando en ese archivo de Harvard y en
la Hoover Institution en Stanford, California. Descubriría mas pruebas de que Trotsky había
negado falsamente algunas de las acusaciones que recibió durante los Juicios de Moscú. El
investigador norteamericano Arch Getty descubrió que Trotsky había seguido en contacto
con destacados apoyos dentro de la URSS como Kart Radek e Ivan Smirnov, quienes habían
públicamente renunciado a sus posiciones trotsquistas y con quienes Trotsky afirmaba haber
roto todo contacto.
Desde el fin de la Unión Soviética en 1991 se han publicado en Rusia gran numero de
documentos de los antiguos archivos soviéticos. La investigación basada en ellos, junto con
otros materiales, han transformado nuestro conocimiento de la historia soviética
correspondiente al período de Stalin. Un importante hallazgo es que las acusaciones de
Nikita Khruschev contra Stalin en su famoso “Discurso Secreto” del XX Congreso del
Partido celebrado en febrero de 1956 son todas falsas (Furr, Khruschev).
El 1 de diciembre de 1934 Sergei M. Kirov, Primer Secretario del oblast’ de Leningrado y del
Comité del Partido de la ciudad fue asesinado en la sede del Instituto Smolny. El gobierno
afirmó que su investigación demostraba que el asesino, Leonid Vasilevich Nikolaev, había
actuado como miembro de un grupo zinovievista secreto.
Trotsky contestó que esto no podía ser verdad y que Stalin estaba falsificando lo que
realmente había sucedido. Sabemos ahora que el propio Trotsky tuvo algo que ver con el
asesinato. Con Khruschev y luego con Gorbachov se afirmó que no existía ningún grupo
secreto zinovievista y que Nikolaev actuó como un asesino solitario. Los académicos
anticomunistas occidentales bien repitieron esto o bien aducían que era Stalin quien había
matado a Kirov. Gracias a las pruebas de los antiguos archivos y de los archivos de Trotsky
ahora sabemos que tanto la policía de la época como la fiscalía estaban en lo cierto. (3)
Aún mas pruebas se descubrieron por la policía soviética en 1936. En el primer Juicio de
Moscú de agosto de 1936, que se suele denominar el juicio de Zinoviev-Kamenev, ambos
confesaron haber colaborado en el asesinato de Kirov. Admitieron que existía un bloque de
opositores que incluía a zinovievistas, trotskistas y otros, con el objetivo de tomar el poder en
la URSS mediante la violencia. Otros trotsquistas confesaron haber planeado el asesinato de
líderes soviéticos, Stalin incluido.
Los acusados del Juicio de Moscú de 1936 dieron a conocer la existencia de un liderazgo
paralelo de ese bloque, y nombraron a los trotsquistas y derechistas como participantes. Entre
los primeros se encontraban Karl Radek y Iurii Piatakov. Los líderes derechistas nombrados
incluían a Mikhail Tomsky, Aleksei Rykov y Nicolai Bukharin.
Entre los convictos por las pruebas estaba Sergo Ordzhonikizde, Comisario de Industria
Pesada y jefe de Piatakov. Los documentos de los archivos soviéticos dejan claro que la
historia, iniciada por Khruschev y sus hombres de que Ordzhonikizde se opuso a la acusación
de Piatakov es falsa. Khruschev también afirmaba que Ordzhonikizde se suicidó como gesto
desesperado ante la errónea persecución de Stalín contra Piatakov y otros. Esto también ha
sido demostrado que es falso.(4)
Entre septiembre y diciembre de 1936, Radek, Piatakov y otros involucrados con ellos
revelaron detalles sobre las conspiraciones de Trotsky con la Alemania de Hitler y con
fuerzas antisoviéticas y fascistas dentro de la URSS. En el segundo Juicio de Moscú de enero
de 1937, los acusados detallaron los planes de Trotsky para desmantelar el socialismo en la
URSS, a cambio del apoyo alemán y japonés para tomar el poder. Implicaron a Bukharin,
Rykov y otros derechistas como miembros del bloque, totalmente conocedores de los planes
de Trotsky.
Durante diciembre de 1936 y enero de 1937 Bukharin mantuvo careos con algunos de sus
acusadores: E.F. Kulikov y Iurii Piatakov el 7 de diciembre de 1936; con Karl Radek y
Valentin Astrov el 13 de enero de 1937. Todos ellos acusados a Bukharin de pertenecer a una
oposición clandestina con el propósito de asesinar a Stalin. (5)
En el caso de Valentin Astrov, podemos confiar en que decía la verdad. En 1989 y de nuevo
en 1993 Astrov, ya por entonces muy anciano, tuvo la oportunidad de retractarse de sus
acusaciones contra Bukharin. Pero sólo se retractó de que había escuchado a Bukharin usar la
palabra “terror”. Afirmó que el NKVD le había tratado muy correctamente, ni siquiera
levantando la voz. Si Astrov hubiera querido denunciar haber sido torturado pudiera haberlo
hecho fácilmente. Pero insistió en que eso nunca sucedió.
Hasta febrero de 1937, el NKVD siguió enviando a Bukharin confesiones de otros miembros
de la corriente derechista, algunos de ellos antiguos estudiantes de Bukharin, acusándole de
ser líder del bloque de trotsquistas, derechistas y otros. Bukharin admitió que los
investigadores le llegaron a enviar 20 confesiones que le incriminaban en un solo día. Esta
enorme cantidad de pruebas era garantía de que Bukharin se enfrentaba al arresto y a juicio.
Notas al Capítulo 2
El Pleno puso de manifiesto las contradictorias tareas a las que se enfrentaba la dirección: la
lucha contra los enemigos internos, y la necesidad de preparar elecciones secretas y abiertas
bajo la nueva Constitución de finales de año. El descubrimiento progresivo de mas y mas
grupos conspirando para derribar el gobierno soviético exigió la acción policial. Pero
preparar elecciones auténticamente democráticas al gobierno y mejorar la democracia interna
en el partido, tema en el que insistían una y otra vez los cercanos a Stalin en el Politburó,
requería lo contrario: apertura a la crítica y autocrítica, elecciones secretas de dirigentes por
parte de la base del partido y acabar con la “coooptación” de los Primeros Secretarios.
Tres días enteros mas tarde, Zhdanov habló sobre la necesidad de mas democracia tanto en el
país como en el Partido, invocando la lucha contra la burocracia y la necesidad de estrechar
lazos con las masas, tanto del Partido como no.
Esto implicaba reelecciones secretas de todos los órganos del Partido, de arriba abajo,
la información periódica de los órganos a sus organizaciones, una disciplina de
Partido estricta, y la subordinación de la minoría a la mayoría, siendo las decisiones
de los órganos superiores incondicionalmente obligatorias para todos los miembros
del Partido. Se quejó de la cooptación (nombramiento) a los comités del Partido en
detrimento de la elección, y que los candidatos a los mas altos puestos estuvieran “tras
puertas cerradas”, en “plan familia”. Cuando denominó a esto ‘familiaridad’
[semeistvennost] Stalin interrumpió: ‘es un apaño’ [sgovor, literalmente un acuerdo
matrimonial]. Era una abierta declaración de guerra contra los clanes regionales, y su
reacción en la discusión al informe de Zhdanov (que en un principio recibieron con
tenso silencio) demostró que estaban furiosos (Getty, Rise 77) (1)
Goldman lo corrobora:
Nikolai Shvernik, representante de ala estalinista del Partido, también lanzó una llamada a la
democracia en los sindicatos.
Shvernik argumentaba que los sindicatos, como el Partido, carecían de democracia
interna.
“Debiera decir aquí, directamente y con toda franqueza”, explicaba, “que los
sindicatos tienen aún una situación peor”. Con el desarrollo de nuevas industrias bajo
el primer Plan Quinquenal, las 47 uniones sindicales habían crecido hasta 165,
creando miles de nuevos puestos. Esos cargos en cualquier nivel fueron ocupados por
nombramiento, en vez de forma electoral...Shvernik acaba su discurso con la
sugerencia de que las elecciones no solo se necesitaban en el Partido, sino que
también en los sindicatos (Goldman, Terror 126)
El informe de Zhdanov se hundió entre las discusiones de otros puntos del orden del día,
principalmente las discusiones sobre los “enemigos”. Un cierto número de Primeros
Secretarios respondió alarmado que aquellos que eran, o se esperaba que fueran,
preparándose con mas dedicación a las elecciones soviéticas eran oponentes al poder
soviético: Social-revolucionarios, la clerecía, y otros “enemigos” (3).
Ya en octubre de 1936, el mando del NKVD G.A. Molchanov había escrito a los
miembros del Politburó acerca de cómo los kulaks y otros elementos anti-soviéticos
estaban creando problemas en los encuentros electorales [de la Constitución, N.del
T.]. Informaba de cómo los kulaks difundían bulos provocativos ‘relacionados con la
publicación de la nueva Constitución’ sobre la disolución de las granjas colectivas y
la reapertura de las iglesias. Citaba a una koljosiano: ’Pronto llegará la orden de que
podemos dejar los koljoses. Es el fin de los comunistas.’ En enero de 1937 un informe
especial del NKVD citaba a varios campesinos, incluyendo uno que decía que ‘la
nueva Constitución nos da derechos especial de cómo colonos, en tanto ciudadanos de
la URSS. En unos pocos días, nos iremos todos a casa. La primera cosa que haremos
será ajustar cuentas con los activistas que nos “deskulakizaron” y nos deportaron, y
luego nos iremos a algún lugar en donde no nos puedan encontrar’ (Getty, Fever 228)
Las aprensiones sobre que resultaría de las elecciones a los soviets eran compartidas incluso
por la dirección cercana a Stalin.
Molotov replicó con un informe resaltando, una vez más, “el desarrollo y el refuerzo de la
autocrítica”, y se mostró directamente contrario a la búsqueda de “enemigos”:
Pero las intervenciones de aquellos que subieron luego al estrado ignoraron ese informe y
continuaron repitiendo hasta la saciedad la necesidad “de buscar al enemigo”, identificar a los
‘boicoteadores’ y la luchas contra el ‘boicot’.” (352). Cuando habó de nuevo, Molotov se
maravilló de que casi nadie hubiera prestado atención a la sustancia de su informe, que
repitió, tras resumir lo que estaba siendo hecho contra los enemigos internos. El discurso de
Stalin fue así mismo dividido en dos partes, volviendo al final a la necesidad de mejorar el
trabajo del Partido, eliminando a los miembros inútiles y reemplazándoles con nuevos. Como
sucedió con el de Molotov, el discurso de Stalin fue virtualmente ignorado.
Desde el inicio de las discusiones, los temores de Stalin eran comprensibles. Parecía haber
llegado ante una sorda pared de incomprensión, ante la renuencia de los miembros del
Comité Central, que solo escuchaban en el informe lo que deseaban oír. De las 24 personas
que tomaron parte en la discusiones, 15 se centraron en “los enemigos del pueblo”, esto es en
los trotsquistas. Hablaron con convicción, de forma agresiva, como lo habían hecho tras las
intervenciones de Zhdanov y Molotov. Reducían todos los problemas a uno: la necesidad de
buscar “enemigos”. Y prácticamente ni uno recogió el punto principal de Stalin, las
dificultades en el trabajo de las organizaciones del Partido, para la preparación de las
elecciones al Soviet Supremo. (Zhukov, Inoi 357)
El grupo de Stalin inició el ataque sobre los Primeros Secretarios. Iakovlev criticó al líder de
Moscú, Khruschev, entre otros, por expulsiones injustificadas de miembros del Partido.
Malenkov secundó su crítica de los secretarios del Partido por su indiferencia ante las bases.
Esto pareció orientar a los miembros del Comité Central a detener temporalmente su charla
sobre los enemigos, pero solo de cara a empezar a defenderse a si mismos. Aún no había
respuesta al informe de Stalin. (Zhukov, Inoi 358-360)
En su discurso final del 5 de marzo, último día del Pleno, Stalin minimizó la necesidad de
búsqueda de enemigos, incluso trotsquistas, muchos de los cuales, dijo, habían vuelto al
Partido. Su punto central era la necesidad de quitar a funcionarios del Partido de la dirección
de todos y cada uno de los aspectos de la economía, combatir la burocracia, y elevar el nivel
político de los funcionarios del Partido.
Algunos camaradas entre nosotros piensan que, si son un Comisario Popular, es que
saben todo. Creen que su rango, por si sólo, garantiza una enorme e inagotable
sabiduría. O piensan: si soy miembro del Comité Central, entonces no lo soy por
casualidad, es que sé todo. Las cosas no son así. (Stalin, Zakliuchitel’noe; Zhukov, Inoi
360-1)
De forma más sombría para todos los funcionarios del Partido, incluyendo Primeros
Secretarios, Stalin afirmó que cada uno de ellos debiera escoger otros dos cuadros para
ocupar su plaza mientras asistían un curso de seis meses de educación política, que pronto se
establecerían. Con funcionarios sustituyéndoles en su lugar, los Secretarios bien podían temer
ser reasignados durante ese período, rompiendo el núcleo de sus “familias” (funcionarios
subordinados a ellos), una importante característica de la burocracia. (Zhukov, Inoi 362).
El discurso de Stalin igualmente toca solo muy brevemente el tema “enemigos”, e incluso en
ese caso para avisar al Comité Central sobre no “golpear” a cualquier que hubiera sido
trotsquista en el pasado. Stalin insiste en que hay “gente destacable” entre los antiguos
trotsquistas, y nombra específicamente a Feliks Dzerzhinsky.
Notas al Capítulo 3
(1) La presentación de Zhdanov tuvo lugar en la tarde del 26 de febrero de 1937. Está en
Voprosy Istorii 5 (1993) 3-14.
(2) “Obshchenatsional'nye s"ezdy profsoiuzov Rossii i SSSR, plenumy VTsSPS". Está en
http://istprof.ru/2062.html
(3) Getty indica que los miembros del Comité Central rehusaron intencionadamente
responder al discurso de Zhdanov, provocando la confusión del Secretario, Andreev
(Excesses 124). Zhukov pone menos énfasis en esto, en tanto que Eikhe y otros Primeros
Secretarios tuvieron turno de réplica en la siguiente sesión, mientras enfatizaban la lucha
contra los "enemigos" (Inoi 345)
Capítulo 4. Del Pleno del Comité
Central de febrero-marzo de 1937 al
de junio de 1937
Tras el Pleno de febrero-marzo de 1937, los Primeros Secretarios escenificaron una rebelión
virtual. Primero Stalin y luego el Politburó enviaron mensajes remarcando la necesidad de
organizar votaciones secretas en el Partido, la oposición al nombramiento en favor del
método por elección y la necesidad de democracia interna en general en el Partido. Los
Primeros secretarios estaban haciendo las cosas al antiguo estilo, sin contemplar las
resoluciones del Pleno.
En los siguientes meses, Stalin y su círculo mas estrecho intentaron que la búsqueda de
enemigos internos no fuera la principal atención, (entonces la mayor de las preocupaciones
de los miembros del Comité Central), y centrar el foco en la lucha contra la burocracia en el
Partido y la preparación para las alecciones al Soviet. Mientras, “los dirigentes locales
hicieron todo lo que estaba en su mano dentro de la disciplina de partido (y a veces fuera)
para paralizar o modificar las elecciones.” (Getty, Excesses 126; Zhukov, Inoi 367-71)
Pero estaba surgiendo un período muy sombrío. A finales de marzo de 1937 Genrikh Iagoda,
la cabeza del NKVD, fue detenido. En abril comenzó a confesar su importante papel en la
conspiración de oposicionistas que había sido el principal objetivo de los dos primeros
Juicios de Moscú.
Durante el juicio de enero de 1937, Karl Radek había avisado contra el peligro que suponían
los elementos trotsquistas en España. La inteligencia soviética tenía informaciones de que
agentes alemanes y franquistas estaban activando también revueltas. A principios de mayo de
1937, un levantamiento armado surge en Barcelona contra el gobierno republicano. Entre sus
dirigentes estaba Andrés Nin, colaborador político de Trotsky, Edwin Wolf, representante de
Trotsky en España, y Kart Landau, opositor político a Stalin, que había sido un activo
trotsquista y aún cercano políticamente al mismo. El POUM, del que Nin era dirigente, había
mantenido siempre posturas a favor de Trotsky y en contra de Stalin.
La situación era más seria que cualquiera a la que el gobierno soviético o cualquier gobierno
moderno se hubiera enfrentado antes. Para los Juicios de Moscú de 1936 y 1937 el gobierno
se había tomado tiempo para preparar el caso y organizar un juicio público con la máxima
difusión. Pero la conspiración militar se manejó de forma totalmente diferente. Poco más de
tres semanas transcurrieron desde la detención del mariscal Mikhail Tukhachevsky a finales
de mayo hasta su juicio y la ejecución de otros siete altos mandos militares entre el 11 y el 12
de junio. Docenas de cargos del ejército fueron convocados a Moscú para que tuvieran
acceso a las pruebas contra sus colegas (para la mayoría, sus superiores) y escuchar los
alarmados análisis de Stalin y el mariscal Voroshilov, Comisario del Pueblo de Defensa y la
figura de mayor rango militar del país.
El Politburó había planeado que las reformas constitucionales serían el principal punto de la
agenda del Pleno de junio de 1937. Pero en junio la situación era diferente; el descubrimiento
de conjuras para derribar el gobierno y matar a sus miembros cambió totalmente la atmósfera
política.
En su alocución del 2 de junio a la sesión ampliada del Soviet Militar, Stalin mostró la serie
de las recientemente descubiertas conspiraciones como de número limitado, y tratadas de
forma altamente exitosa. En el Pleno de febrero-marzo él y sus partidarios en el Politburó
habían minimizado la preocupación dominante entre los Primeros Secretarios respecto a los
enemigos internos. Pero la situación estaba “lenta, pero decididamente, escapando a su
control [de Stalin].” (Stalin, Vystuplenie; Zhukov, Inoi Ch 16, passim; 411)
Iagoda y los mandos militares en torno a Tukhachevsky identificaron a muchos otros altos
miembros de Partido que estaban involucrados en la red de conspiraciones, incluyendo
miembros del Comité Central y aspirantes. Entre ellos estaba Avel’ Enukidze. En 1935,
Enukidze había sido destituido de su puesto en el Kremlin y expulsado del partido por su
negligencia al permitir que algunos conspiradores encontrasen empleo en ese lugar, pero fue
readmitido en el Partido en junio de 1936. Ahora se le volvió a detener. En abril de 1937
comenzó su confesión sobre su papel en la conspiración para ejecutar un golpe de Estado
armado.
Bukharin, junto a Aleksei Rykov había sido arrestado durante el Pleno del Comité Central de
febrero-marzo de 1937. Durante tres meses mantuvo su inocencia. Repentinamente, el 2 de
junio de 1937 invierte su actitud y realizó una larga confesión de culpabilidad. Se ha
especulado si Bukharin fue impelido a ello tras saber del arresto de Tukhachevsky y otros
oficiales. Pudiera ser que esperara su liberación en el caso de éxito de un golpe militar contra
Stalin.
Entre el final del Pleno del C.C. de febrero de 1937, que tuvo lugar el 5 de marzo, y la
apertura del Pleno de junio, el día 23, fueron detenidos 18 miembros del Comité Central y
veinte candidatos, por su participación en la conspiración anti-soviética. Sus expulsiones
fueron votadas en ese Pleno de junio.
En su obra (con Oleg V. Naumov) sobre el Partido Bolchevique durante los años 30, Arch
Getty escribe:
Es desde luego difícil saber los pensamientos íntimos de los principales líderes sobre
el grado de culpabilidad de aquellos que destruyeron. Pero si este escaso ejemplo de
su correspondencia privada es significativo de ese pensamiento, hubo muy poca
diferencia aparentemente entre los pensamientos privados de los dirigentes estalinistas
y su postras públicas. Parecen realmente creer (1) en la existencia de una vasta
conspiración. (Getty y Naumov 455)
El 19 de junio de 1937 Stalin recibía un telegrama dirigido al gobierno soviético. Enviado por
Trotsky desde su exilio mejicano. En el mismo, Trotsky afirmaba que las política de Stalin
llevarían “al colapso interno y externo”. Stalin firmó con su nombre y escribió: “¡Sucio
espía! ¡Cínico espía de Hitler”. El papel fue firmado también por Molotov, Voroshilov,
Mikoian y Zhdanov. Todos ellos compartían la convicción de que Trotsky estaba en contacto
con los alemanes. Dada la confesión de Tukhachevsky y los comentarios del mariscal
Budennyi’ sobre el juicio del mencionado, no puede haber duda de que dicha conspiración
tuvo lugar.
Jansen y Petrov (pág. 226 n.9), declarados anti estalinistas, citan ese volumen como prueba y
sin ningún comentario. Por añadidura, hay buenas pruebas de la existencia de esas
conspiraciones, de que las confesiones dadas en los juicios públicos fueron genuinos y no
conseguidas bajo coacción, y que los cargos contra los acusados eran ciertos. Otros amplios
volúmenes de documentos primarios contienen gran número de informes del NKVD de
conspiraciones y textos de interrogatorios. Los discutiremos en los siguientes capítulos.
Notas al Capítulo 4
22 de Junio 1937
No 58010
Alto Secreto
Al camarada Stalin
Le adjunto un informe resumen del jefe del UNKVD del krai de Siberia Occidental
cam. [S.N.] Mironov. Considero que es esencial permitir la formación en ese krai
de una troika a efectos de la revisión extra-judicial de casos concernientes a la
liquidación de organizaciones insurgentes anti-soviéticas.
La 4ª sección ha desarrollado del caso del comité siberiano de los S-R, tras el
descubrimiento de la organización armada encabezada por el general Eskin, y ha
aplastado el movimiento insurgente de ROVS…
Robert Eikhe, Primer Secretario del Krai de Siberia Occidental debe posteriormente haber hecho la
petición a la que se refiere Mironov, pese a que el documento concreto no ha sido localizado.
No ha sido publicada ninguna transcripción del Pleno de junio de 1937 del Comité Central. Sin
embargo, Iurii Zhukov menciona extensamente algunos materiales de archivo transcriptos. También
disponemos de una “konspekt” (sinopsis) de los comentarios hechos por Ezhov. Esta datado el 23 de
junio, lo que convertiría a los comentario de Ezhov en el primer informe del Pleno. Era
extremadamente alarmante y comienza de esta manera:
La lista anterior recoge solo los grupos mas importantes. Aparte de ellos, en
casi todos los krais y oblasts se han descubierto formaciones antisoviéticas
en coalición con derechistas, trotsquistas, zinovievistas, social-
revolucionarios, mencheviques y otros. (Petrov y Cansen 293-294)
La primera jornada del Pleno de junio de 1937 también vio propuestas para excluir a siete de
los miembros y candidatos del Comité Central por “falta de confianza política”. Durante las
restantes sesiones del Pleno otros diecinueve miembros y candidatos fueron expulsados por
“traición y activa conducta contrarrevolucionaria”. Estos últimos serían arrestados por el
NKVD. Si incluimos a los diez miembros expulsados bajo cargos similares antes del Pleno
(incluyendo aquellos militares ya juzgados, declarados culpables y ejecutados), esto suponía
que 36 de los 120 miembros y candidatos del C.C. existentes a fecha 1 de mayo habían sido
apartados.
Elecciones
Iakovlev y Molotov criticaron el fracaso de los dirigentes del Partido a la hora de organizar
elecciones a los soviets. Molotov subrayó la necesidad de quitar incluso a reconocidos
revolucionarios del camino si no estaban preparados para las tareas exigidas. Enfatizó que los
funcionarios soviéticos no eran “trabajadores de segunda”. Evidentemente, algunos dirigentes
los estaban tratando como tales.
Según el orden del día del Pleno que ha llegado a nuestros días, Iakovlev habló el 27 de
junio. Expuso y criticó el fracaso de los Primeros Secretarios a la hora de celebrar elecciones
secretas a los puestos del Partido, y empleando por el contrario el método del nombramiento.
Destacó que los miembros del Partido que fueran delegados en los soviets no iban a estar
sometidos a la disciplina de grupos del Partido fuera de los soviets que les dijeran como
votar. No iban a ser aleccionados sobre como votar por parte de sus superiores en el Partido,
tales como los Primeros Secretarios; serían independientes. Iakovlev se refirió en los
términos mas fuertes a la necesidad de “reclutar en la muy rica reserva de nuevos cuadros
para reemplazar a aquellos que se han corrompido o burocratizado”. Todas estas
afirmaciones constituían un ataque explícito contra los Primeros Secretarios. (Zhukov, Inoi
424-427; Taino 39-40, mencionando documentos de archivo).
Sin embargo, a todo esto siguió la impactante y sin precedentes expulsión sumaria de 26
miembros del C.C., 19 de los cuales fueron directamente acusados de traición y actividad
contrarrevolucionaria. (Zhukov, Inoi 430)
Tal vez lo mas revelador sea el siguiente comentario de Stalin, citado por Zhukov:
El Partido Bolchevique estaba sumergido en una profunda crisis, y era imposible esperar que
los acontecimientos se desarrollaran con suavidad. Era la peor atmósfera posible para la
preparación y adopción medidas de cara a elecciones secretas, universales y libres.
Evidentemente Eikhe, y mas tarde cierto número de Primeros Secretarios se dirigieron a
Stalin y al Politburó tras el Pleno pidiendo mayor autoridad para enfrentarse a las
conspiraciones, rebeliones y revueltas en sus regiones. Debe ser el momento en que hizo su
petición formal de poderes especiales como se refleja en el informe del hombre del NKVD
Mironov, que hemos citado anteriormente.
Zhukov cree que Eikhe pudiera estar actuando en representación de un grupo informal de
Primeros Secretarios, ya que después bastantes otros Primeros Secretarios se entrevistaron
con Stalin. Probablemente también solicitaron los poderes extraordinarios que les fueron
concedidos mas tarde: la capacidad de formar troikas, grupos de tres funcionarios, para el
combate de las extendidas conspiraciones contra el gobierno soviético en su zona (1). A estas
troikas les fue concedidas la capacidad de ejecución sin apelación. Se establecieron límites en
el número (y no porcentajes, como muchos académicos anticomunistas afirman de forma
deshonesta, números máximos, no mínimos) para aquellos que debían ser ejecutados o
apresados, bajo la única autoridad de estas troikas. Cuando esos límites fueron alcanzados,
los Primeros Secretarios pidieron, y a menudo obtuvieron, límites mas altos. (Getty, Excesses
129; Zhukov, Inoi 435)
El 2 de julio de 1937, poco después de la conclusión del Pleno, el Politburó (Stalin y los mas
cercanos a él) publicaron el siguiente decreto:
El CC del VKP(b) recomienda que los nombres del personal de las troikas y el
número de aquellos condenados a ejecución o exilio sea presentado al CC en el
plazo de cinco días.
Notas al Capítulo 5
(1) La orden para establecer una troika en la región de Siberia Occidental existe. La petición
de Eikhe no ha sido encontrada, pero el debió haber hecho dicha petición bien de forma oral
o escrita. Ver Zhokov, Represii 23, nº 60; Getty, Excesses 127, nº 64
Otros historiadores afirman que la represión fue dirigida por Stalin, deseoso de matar a
cualquiera que pudiera ser desleal, a cualquier quintacolumnista, si la Unión Soviética fuera
invadida.(Mientras esto era la meta de la dirección, incluyendo a Stalin, las represiones
masivas por parte de las troikas fueron organizadas por Ezhov. No eran parte del esfuerzo de
Stalin. Los Juicios de Moscú y sus resultas, y mas tarde los juicios, sentencias y ejecuciones
que pusieron fin a la conspiración de Ezhov, fueron parte de ese esfuerzo de Stalin). Otros en
fin afirman que Stalin solo quería matar a todos y cada uno de sus posibles rivales, o que
estaba paranoico, o simplemente loco. No hay pruebas de que apoyen estas afirmaciones.
Desde los días de Kruschev el consenso entre los estudiosos profesionales de la historia
soviética se ha adaptado a las posiciones krushevistas-gorbachovianas: no existieron
conspiraciones, todos eran invenciones de Stalin; todo era falso.
Nunca hubo ninguna prueba de que cualquiera de estas conspiraciones fueran fabulaciones o
de que alguno de los acusados fuera inocente. Es precisamente lo contrario. Hay una
apabullante cantidad de pruebas de que Kirov fue asesinado por un grupo clandestino
zinovievista y que tanto Zinoviev como Kamenev estaban implicados en las actividades del
grupo, incluyendo el asesinato de Kirov. Los trotsquistas y el propio Trotsky también estaban
implicados. (Furr, Kirov)
Igualmente, disponemos de material que evidencia que las acusaciones formuladas en los tres
Juicios de Moscú se basaban en hechos y que todos los acusados eran culpables por lo menos
de lo que confesaron. En algunos casos, podemos demostrar que también eran culpables de
delitos que no revelaron a la acusación. Así mismo disponemos de material en relación con el
asunto Tukhachevsky. Todo ello apoya la hipótesis de que los acusados eran culpables. (Furr,
Amalgams).
Esas pruebas de la veracidad de las conspiraciones nos permiten contemplar las represiones
de Ezhov de julio de 1937 a octubre-noviembre de 1938 de forma objetiva y en su contexto
adecuado.
Era algo lógico para la dirección representada por Stalin aceptar las afirmaciones por parte de
líderes regionales del Partido y por oficiales del NKVD de que había a lo largo del país serias
conspiraciones y rebeliones violentas. Algunos de los mandos militares más veteranos habían
admitido haber instrumentado un coup d’etat, y, fracasando éste, saboteado las defensas del
país en el caso de una invasión de Alemania y/o Japón, con cuyos regímenes esos mandos
estaban coordinando actividades. Genrikh Iagoda, hasta hacía muy poco la cabeza del
NKVD, confesaba que él también era un opositor secreto implicado en el asesinato de Sergei
Kirov, conspirando para eliminar a Stalin y sus colaboradores. Tukhachevsky y el resto
mantuvieron lazos con el bloque de derechistas, trotskistas y otros opositores. Como Radek y
Piatakov, lugartenientes de Trotsky, Tukhachevsky y algunos de los otros acusados
testificaron que Trotsky estaba colaborando con los alemanes. Los fiscales en el Juicio de
Moscú de 1937 revelaron que agentes alemanes y fascistas rusos tenían parte activa en
conspiraciones en los yacimientos carboníferos de Kuzbass.
La negación
Desde la época de Khruschev la historia académica soviética ha estado ligada a una visión
demonizadora de Stalin. Es lo que hemos denominado el “paradigma anti Stalin”. Los
historiadores occidentales de la URSS aceptaron las supuestas “revelaciones” de Khruschev
como verdades evidentes pese al hecho de que nunca dio ninguna prueba de sus acusaciones
contra Stalin, y de hecho retuvo pruebas, ante peticiones de las mismas por parte de
investigadores del Partido.
La principal base para el libro de Robert Conquest ‘The Great Terror’ y para los trabajos de
disidentes tales como ‘Let History Judge’, de Roi Medvedev y ‘June 1941’ de Alexander
Nekrich, fueran esas “revelaciones” de Khruschev. El relato de los historiadores occidentales
del período de Stalin sigue basándose principalmente en los relatos de aquella era
khruschviana.
Hace algunos años Vladimir L. Bobrov y yo estudiamos el décimo capítulo del célebre libro
de Stephen F. Cohen ‘Bukharin and the Bolshevik Revolution’. En el mismo, Cohen traza la
vida de Bukharin desde 1930 hasta su juicio y ejecución en marzo de 1938. Mediante el
empleo de fuentes primarias de los antiguos archivos soviéticos pudimos demostrar que cada
hecho que Cohen relata en el capítulo para demostrar las fechorías de Stalin es falso. Cohen
se fía de fuentes de la era khruscheviana, y todas ellas han resultado ser mentiras. El
resultado es que el capítulo 10 de ese afamado libro es completamente falso. (Furr y Bobrov,
Cohen)
El principal de esos principios del paradigma anti-Stalin es que todos los Juicios de Moscú
más el Affaire Tukhachevsky, fueron montajes. Hoy sabemos que eso es falso. Un estudio
objetivo de las pruebas ahora disponibles de los antiguos archivos soviéticos, de los archivos
de Trotsky y de más fuentes demuestra que las conspiraciones existieron. ¡Pero las exigencias
políticas que constriñen el campo académico de la historia soviética requieren la negación de
cualquiera de ellas! Según este enfoque, el único oficialmente permitido en ese campo, los
acusados en los Juicios de Moscú, Tukhachevsky y compañía y otros conspiradores fueron
obligados a confesar y luego ejecutados, una acción atribuida a Stalin en exclusiva, por
cualesquiera razones que nos gusten, nunca por conspirar realmente para derribar el gobierno
soviético y la dirección del Partido en alianza con el Eje; en resumen, por actuar como una
Quinta Columna.
Este falso paradigma impide a los académicos la capacidad de entender los juicios por
conspiración. Les arrebata la posibilidad de entender el contexto para las represiones de la
época de Ezhov. Acaban deduciendo que las razones para estas represiones son inescrutables,
al declarar que las conspiraciones pudieran no haber tenido lugar.
También disponemos de cierto número de relatos sobre ellas procedentes de más allá de las
fronteras de la URSS (y por tanto más allá de cualquier posibilidad de la acusación soviética
y del NKVD para fabricarlas). Algunos ejemplos de tales hechos son los siguientes:
* Gregory Tokaev, Camarada X. Tokaev describe una amplia conspiración secreta contra
Stalin en la que estaban comprometidas bastantes figuras de expulsados del Partido, juzgados
y ejecutados por esa causa, tales como Sheboldaev y Enukidze.(6) Sheboldaev fue expulsado
el 25 de junio de 1937, durante el Pleno de aquel mes. Avel’ Enukidze había sido detenido
mucho antes y, en abril de 1937, ya confesaba su propia participación en la conspiración.
Tokaev nombra a otros y también confirma la existencia de una conspiración civil-militar
dirigida por un militar, el “Camarada X”.
* A. Svetlanin, de nombre real N.N. Likhachev, Dal’nevostochnyi Zagovor (La conspiración del
extremo oriente). Likhachev llego a ser editor de la publicación Posev, dirigida a los emigrados
soviéticos, y patrocinada por la CIA. Confirma la conspiración militar en el cuerpo del Ejército del
Extremo Oriente, y lo relaciona con conspiradores civiles. Uno de ellos era Ivan Rumiantsev, Primer
Secretario del Oblast’ Occidental, igualmente expulsado del Partido durante el Pleno de junio de 1937
(1).
* Genrikh S. Liushkov, un general de NKVD que desertó a Japón en junio de 1938. Liushkov
dijo confidencialmente a sus contactos japoneses que en el Extremo Oriente existían
conspiraciones militares en conexiones con la Derecha a través de Aleksei Rykov, quien
junto con Bukharin era uno de los principales acusados en el Tercer Juicio de Moscú.
Estos dos últimos puntos están discutidos con detalles en mi libro ‘Trotsky’s Amalgams’.
Relatos como los anteriores confirman y complementan la gran cantidad de evidencias desde
fuentes soviéticas que ahora poseemos. El simple volumen de documentación policial
concerniente a tales conspiraciones, del cual sólo se ha publicado una pequeña parte, es un
potente argumento contra cualquier idea de la fabricación de posibles montajes. Además, las
anotaciones de Stalin en estos documentos dejan claro que él creía en su verosimilitud.(Getty,
Excesses 131-4; Lubianka 1937-1938)
El NKVD y las direcciones regionales del Partido, aún comprometidos por las muy recientes
revelaciones de que algunos de sus efectivos podrían haber estado también en estas
conspiraciones, se presentaban como la única fuerza sobre la que podía descansar el poder
soviético. No sería evidente hasta mucho después que Ezhov también estaba conspirando con
potencias extranjeras para derribar el gobierno y la dirección del Partido, y estaba empleando
las ejecuciones masivas de gente inocente para remover el resentimiento.
Getty parece pensar que Stalin concedió a los líderes locales la facultad de arrestar, deportar
o matar a aquellos que se les opusieran en las elecciones. Pero no hay prueba de ello. Existen
pruebas de conspiraciones, algunas en colaboración con Alemania y con Japón.
Pero ese era exactamente el período de tiempo en que iba a tener lugar la campaña electoral.
Incluso a pesar de que el Politburó continuó la preparación de las elecciones, con reglas sobre
como los votantes elegirían sus opciones, y las normas al respecto de los funcionarios,
precisamente los funcionarios locales estaban encargados de manejar la represión. Esto
determinaría que oposición, en caso de haber alguna, al Partido (lo que significaba a ellos
mismos) se podría considerar “leal”, y cual llevaría a ser reprimida.(Getty, Excesses, passim;
Zhukov, Inoi 435)
Las fuentes primarias muestran que Stalin y la dirección central del Politburó estaban
convencidos de que los conspiradores antisoviéticos estaban en acción y había que
enfrentarse a ellos. Esto es lo que los líderes regionales del Partido habían afirmado durante
el Peno de febrero-marzo. En aquellos días la dirección cercana a Stalin había minimizado
este peligro y había centrado la atención en la preparación para nuevas elecciones y la
sustitución de los líderes “burocratizados” por otros nuevos.
En el Pleno de junio los Primeros Secretarios estaban en disposición de decir, por tanto, “Os
lo dijimos. Teníamos razón y vosotros estabais equivocados. Y lo que es más, seguimos
teniendo razón; hay peligrosos conspiradores aún activos, dispuestos a emplear la campaña
electoral en su intento de levantar revueltas contra el gobierno soviético”. ¿Fue esto lo que
sucedió? Parece plausible, pero no podemos estar seguros.
Stalin y la dirección central podrían no tener idea de cuan profundamente se extendían estas
conspiraciones, ni lo que la Alemania nazi o los fascistas japoneses pudieran hacer. El 2 de
junio Stalin comunicaba a un encuentro ampliado de militares que el grupo de Tukhachevsky
había proporcionado las planes operativos del Ejército Rojo al Cuartel General alemán. Esto
significaba que los japoneses, ligados en el Eje como alianza militar y en el Pacto Anti-
Comintern como alianza política con los fascistas italianos y nazis alemanes, los poseerían de
forma indudable.
Stalin también indicó a los dirigentes militares que los conspiradores querían hacer de la
URSS “otra España”, formando una Quinta Columna coordinada con los ejércitos fascistas
invasores. Enfrentado a este terrible e inminente peligro, la dirección soviética estaba
decidida a reaccionar terminantemente. (Stalin, Vystuplenie)
Muchas pruebas sugieren que la dirección central (Stalin) deseaba tanto refrenar las
represiones de las troikas pedidas por los Primeros Secretarios como llevar a cabo las
elecciones secretas y abiertas de la nueva Constitución. Desde el 5 al 11 de julio la mayoría
de los Primeros Secretarios siguieron el camino de Eikhe, enviando números concretos
aquellos que deseaban suprimir, mediante ejecuciones (categoría 1) o bien mediante la cárcel
(categoría 2). Y entonces…
Durante más o menos el año que siguió la dirección estalinista fue inundada con informes de
conspiraciones y revueltas en toda la URSS. Un amplio número de esos informes han sido
publicados (en ruso). Sin duda, un número mucho mayor permanece sin publicar. Las
principales recopilaciones de documentos publicados para los años de las grandes
represiones, 1937 y 1938 son estas tres:
Los primeros dos volúmenes contienen docenas de informes enviados a Stalin por el NKVD,
lo que significa enviados por Ezhov. Incluyen muchas confesiones de funcionarios dirigentes
del Partido y hombres del NKVD respecto a su relación con conspiraciones antisoviéticas. El
tercer volumen contiene un determinado número de confesiones e interrogatorios-confesiones
de 1939. Examinaremos cuidadosamente dos de estos documentos en futuros capítulos: el
comunicado de Mikhailm Frinovskii al jefe del NKVD Lavrentii Beria, del 11 de abril de
1939 y el interrogatorio-confesión de Nikolai Ezhov, del 26 de abril de 1939.
Cierta cantidad de estos documentos están reproducidos de copias estudiadas y anotadas por
el propio Stalin. Estas anotaciones nos dan luz sobre como Stalin interpretaba estos
documentos. En todos los casos está claro que Stalin estudiaba sus contenidos muy
cuidadosamente y los tomaba muy en serio. Hacía preguntas, a menudo con mucha
profundidad, y haciendo sugerencias para consiguientes investigaciones basadas en los
contenidos de los interrogatorios y confesiones presentadas. Estos comentarios demuestran
que Stalin no estaba ‘fabricando’ esos informes, sino que los estudiaba. Stalin intentaba
descubrir que estaba pasando, y cuál era el alcance del peligro de las conspiraciones.
• Khaustov admite la existencia de una gran conspiración por parte de Ezhov y que
Stalin fue engañado por él. Ezhov lo admite igualmente en las confesiones de las que
ahora disponemos.
• Khaustov admite que Stalin actuaba de buena fe, basándose en las pruebas que Ezhov
le presentaba, muchas de las cuales pueden, o deben, haber sido falsas.
Esta documentación, y los comentarios de Stalin en la misma, son muy raramente discutidos
por los historiadores de la corriente dominante en los estudios sobre la URSS, cuando tratan
las represiones masivas de 1937-1938. Desmantelan el “paradigma anti-Stalin” y presentan a
Stalin reaccionando con atención y detenimiento a los informes que recibía. Naturalmente es
lo que cualquier investigador esperaría, excepto que estuviera afectado por la ceguera del
“paradigma anti-Stalin”.
Iurii Zhukov sugiere que después de que Eikhe obtuviera estos poderes especiales para
Siberia Occidental, los otros Primeros Secretarios pidieron a Stalin lo mismo, y los
recibieron. Se dio una conexión evidente entre esta campaña de represiones, convertida en
una guerra virtual contra las fuerzas rebeldes antisoviéticas a lo ancho del país, y la
cancelación de las elecciones contempladas bajo la nueva Constitución de 1936.
Stalin y los suyos en el gobierno central soviético y en el Partido lucharon en pro de tales
elecciones pero fracasaron a la hora de conseguir su aprobación por parte del Comité Central.
Zukhov ha situado la decisión final de no celebrar esas elecciones en día 11 de octubre de
1937. Igualmente ha localizado un ejemplar de muestra de una papeleta electoral nunca
usada, pero que quedó conservada en un archivo soviético.
Notas al Capítulo 6
(1) A principios de los 80 intenté verificar esto, escribiendo a personas que habían conocido a
Likhachev. El profesor Nikolai Andreyev, de la Universidad de Cambridge, ya fallecido, me
envió dos cartas hablándome de su cercana amistad con Likhachev/Svetlanin/Frolov, y del
alto concepto que él tenía de su honradez.
Capítulo 7. Las represiones
Este capítulo trata los principales acontecimientos de las represiones efectuadas por Ezhov
entre julio de 1937 y noviembre de 1938. Hemos decidido que hechos someter a discusión,
consultando “The Great Terror: 1937-1938, A Short Chronology” de N.G. Okhotin y A.B.
Roginskii [Kronika] (1). Roginskii es el secretario de la “Memorial Society”, una fanática
organización anticomunista rusa, y Okhotin es un destacado investigador en dicha
organización.
Nada de lo publicado por “Memorial Society” puede aspirar a ser objetivo, y todo está
fuertemente sesgado. Estos autores no excluyen nunca nada que coloque a Stalin y a su
gobierno bajo perspectivas negativas. Otro importante aspecto de los sesgos de este
documento es lo que omite. La cronología ignora todo contexto y toda la evidencia hecha
llegar al Politburó por el NKVD desde todos los puntos del país. Enumera los decretos, las
órdenes y los sucesos sin hacer ninguna referencia a la evidencia documental que fue la base
de esos sucesos. Hemos listado tres de las recopilaciones de ese material en el último
capítulo.
Los investigadores de “Memorial” asumen que todas las conspiraciones eran un montaje, que
los acusados de esos juicios eran inocentes, y que no existió ninguna conspiración. Es la
falacia lógica del petitio principii, o asumir la conclusión en las premisas. (2). Esta falacia es
muy común en la corriente dominante de la historiografía del período estalinista. De ello se
sigue el considerar a todos aquellos acusados y condenados de conspiraciones como
“víctimas”, y su castigo como “represión”, que son términos no empleados para definir la
condena y el castigo de delincuentes y criminales.
Al creer los componentes de la “Memorial Society” que todas las conspiraciones denunciadas
en los años de Stalin era fabricaciones, la cronología de Okhotin-Roginskii comienza en
marzo de 1936, los preludios del Primer Juicio de Moscú de agosto de 1936, e incluye
referencias a todos los Juicios de Moscú. Aquí definiremos el período de la represión entre
julio de 1937, el mes en que se formaron las troikas y a cuyo fin se promulgó la Orden
Operativa nº 00447 y finales de noviembre de 1938, cuando Ezhov renunció y una serie de
resoluciones detuvieron inmediatamente todo el mecanismo de la represión especial.
Durante este período, de julio de 1937 a noviembre de 1938, Khronika enumera 107 sucesos.
Solamente unos pocos de entre ellos se salen de los límites normales de las operaciones de
seguridad, y son los que examinaremos aquí. Son los siguientes:
* Orden Operativa del NKVD No. (00 NKVD) 00439 – Operación Alemania 25 julio 1937
(Khronika 9)
Primero examinaremos otros dos asuntos: el de las “listas” (Khronika 5) y el de los “límites”.
Un relato verídico de estos temas es esencial para cualquier conocimiento exacto de las
represiones masivas de Ezhov. Y esta es la razón por la que los relatos de ambos son
falsificados por la mayoría de expertos académicos de la historia soviética.
Las listas
Khruschev:
Estas listas existen, y han sido editadas y publicadas primero en CD y ahora en Internet. Son
denominadas “Las listas de fusilados de Stalin”. Algunos autores las llaman deshonestamente
“sentencias de muerte”. Son denominaciones tendenciosas e inexactas, puesto que en
absoluto constituyen listas de personas que fueran a ser fusiladas.
Siguiendo a Khruschev, los editores de estas listas las denominan “sentencias preparadas de
antemano”. Pero su propia investigación niega este extremo. Las listas contienen las penas
que el NKVD recomendaría a la fiscalía si el individuo resultara culpable, la sentencia que la
fiscalía pediría aplicar al tribunal.
En realidad, esas listas eran enviadas a Stalin (y a otros miembros del Politburó o del
Secretariado) para revisión, rassmotrenie, término que es empleado muchas veces en la
introducción a las listas (3). Muchos de los nombrados en ellas no eran condenados, o lo
fueron por delios menores, y no fusilados naturalmente. Un ejemplo es el de A.V. Snegov, a
quien Khruschev menciona por el nombre en el “informe Secreto”. Snegov está en las listas
al menos dos veces:
* En http://stalin.memo.ru/spiski/pgl3026.htm Nº 383;
* En http://stalin.memo.ru/spiski/pg05245.htm Nº 133;
Según los editores de estas listas, “mucha” gente cuyos nombres figuraban en ella no fueron
ejecutados, y algunos fueron liberados.
Estas listas fueron recogidas en 1937 y 1938 por el NKVD de la URSS y presentadas
al C.C. de la ACP(b) para su revisión inmediata.
La Fiscalía acudía al juicio no solamente con pruebas sino también con una sentencia
recomendada a los jueces en caso de culpabilidad.
Parece que los nombres de miembros del Partido, pero no de aquellos no miembros, fueron
enviados para su revisión. La falsificadora Introducción apunta que los que firmaban las listas
comprendían “no todos los miembros del Politburó, sino solo aquellos de sus miembros más
cercanos a Stalin”. Pero las evidencia sugiere que era a los miembros del Secretariado del
Partido y no al Politburó a quien se enviaban las listas. Incluso los editores reflejan que
Ezhov, miembro del Secretariado pero no del Politburó, firmaba “como secretario del Comité
Central.”
No sabemos si otra información adicional (por ejemplo pruebas, sumarios de los testimonios
contra los nombrados en las listas, etc.) fueron enviados al Secretariado junto con las listas.
Como vimos en el anterior capítulo, durante el período en cuestión Stalin recibía informes, a
menudo muy extensos y detallados, por parte de Ezhov a menudo a diario. Esto significa que
Stalin y otros miembros del Secretariado tenían otros materiales para consultar a la hora de
revisar las listas. Estas eran parte de un conjunto de informaciones y no pueden ser
entendidas objetivamente sin tener en cuenta este contexto. Parece obvio también que las
listas eran una tipo de mecanismo de seguridad. Si Stalin no hubiera recibido listas, o si los
informes hubieran sido presentados solo oralmente, no existirían tales listas. Conoceríamos
menos lo que sucedía. Y tampoco podrían los anticomunistas presentar hoy estas listas de
forma descontextualizada, como una supuesta “evidencia” de los “asesinatos” imputados a
Stalin.
Khrushev ocultó el hecho de que no era Stalin sino él mismo una de las personas más
implicadas en seleccionar las personas para la inclusión en estas listas y en la selección del
castigo propuesto. Khruschev menciona que el NKVD preparaba las listas, pero no menciona
el hecho de que el NKVD actuaba junto con la dirección del Partido, y que gran parte de los
nombres en las listas, tal vez más que de cualquier otra región de la URSS, era originario de
la zona bajo la autoridad de Khruschev.
Hasta enero de 1938 Khruschev era Primer Secretario del Partido en Moscú y en el oblast’
(provincia) de Moscú. Posteriormente sería Primer Secretario en Ucrania. Su carta a Stalin
pidiendo autorización para fusilar a 8.500 personas tiene fecha del 10 de julio de 1937, la
misma fecha que la primera de las “listas de fusilados” de Moscú.
Calculamos que hay 7.869 kulaks que han recibido sus sentencias y están
establecidos en Moscú y su provincia. A la vista de los datos nos da base para
clasificar a 2.000 de este grupo en la Categoría 1 y 5.869 en la Categoría 2.
Solicitamos que se nombre una comisión formada por los camaradas Redens,
jefe del UNKVD del oblast’ de Moscú; Maslov, fiscal ayudante del oblast’ de
Moscú y Khruschev, N.S. secretario del Comité de Moscú y del Comité de
Moscú Ciudad, con derecho, cuando sea necesario, a ser reemplazado por A.A.
Volkov, Segundo Secretario del Comité de Moscú Ciudad.
Volkov desempeñó el cargo de Segundo Secretario del AUCP(b) de la región de Moscú sólo
hasta comienzos de agosto de 1937, cuando pasó a ser Primer Secretario del Partido en
Bielorrusia. Tras esto dejó de ser subordinado de Khruschev, lo que puede haber salvado su
vida. Maslov siguió siendo Procurador [fiscal] de la región de Moscú hasta noviembre de
1937. En 1938 fue arrestado y ejecutado en marzo de 1939, tras haber sido encontrado
culpable de actividad subversiva contrarrevolucionaria. El mismo destino tuvo K.I.
Mamonov, que en un principio ocupó el puesto de Maslov, y que fue fusilado el mismo día.
Tampoco escapó Redens al castigo. Fue detenido en noviembre de 1938 como miembro de
un grupo “polaco de espionaje y sabotaje”, juzgado y sentenciado, y fusilado el 21 de enero
de 1940. Fue entonces precisamente cuando Nikolai Ezhov y muchos de sus secuaces en el
NKVD fueron juzgados y ejecutados. De hecho Cansen y Petrov describen a Redens como
una de los “hombres de Ezhov”. Durante los años del “deshielo” Redens fue rehabilitado por
la insistencia de Khruschev, pero mediante tales bastas violaciones de los procedimientos
legales que en 1988 hubo un intento de anular la rehabilitación de Redens, ¡en una época en
la que había una oleada de rehabilitaciones en camino!
Esto indica que, con excepción de Volkov, todos los colegas cercanos a Khruschev que
tomaron parte en las represiones en Moscú y su región fueron severamente castigados.
¿Cómo consiguió Khruschev escapar a ese mismo castigo? La respuesta a esta incógnita
permanece aún sin resolver.
Los límites.
El Politburó estableció limites respecto al número de personas que los líderes del Partido y el
NKVD pudiera ejecutar o encarcelar en las campañas contra los insurgentes y los
conspiradores.
Un autor que constantemente traduce “límites” como “porcentajes” es Oleg Khlevniuk, y otro
es Timothy Zinder. Esos escritores ideológicamente sesgados y anticomunistas quisieran que
Stalin hubiera pedido “porcentajes”, a fin de presentarlo más sediento de sangre.
Continúan diciendo que la Orden nº 00439 fue estirada hasta el extremo de que 41.898
personas fueron sentenciadas a muerte. Okhotin y Roginskii saben cómo y por qué sucedió
esto, y que fue la responsabilidad de Ezhov, sin autorización de Stalin y del Politburó. Pero
sus lectores nunca lo sabrán. Trataremos esto en un próximo capítulo.
La orden nº 00447 está disponible en lengua rusa en muchos lugares, y (resumida) también
en inglés. El documento autoriza acciones sólo contra aquellos involucrados en rebeliones y
actividades criminales.
Hemos empleados la letra negrita para enfatizar que el objetivo de la Orden nº 00447 no era
marcar o castigar a alguien en función de su identidad o a causa de actividad pasada sino
únicamente por la actual actividad criminal. Ezhov y sus hombres ignoraron estas
restricciones.
Se establecieron entonces los límites para cada región, el máximo de personas que podrían
ser sentenciadas en cada categoría. (6) Unos pocos ejemplos:
Durante la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial los bolcheviques declararon la ley
marcial en áreas cercanas al frente de batalla. Bajo la ley marcial los derechos ciudadanos
disfrutados en circunstancias normales fueron recortadas ampliamente. Los mandos militares
eran la última autoridad sobre los ciudadanos y sus propiedades. El castigo de las violaciones
de las órdenes militares era muy duro, y los recursos muy limitados o inexistentes en
absoluto. La Orden Operativa nº 00447 describe una situación menos drástica que la ley
marcial. Los ciudadanos que no caían en ninguna de las categorías establecidas en la Sección
I. 1-8 continuaron viviendo con sus derechos intactos. Los derechos constitucionales y las
normas legales de los ciudadanos solo fueron suspendidos en los casos de personas
capturadas en acciones antisoviéticas. Solo para ellas fueron abolidos los procedimientos
judiciales normales.
La Operación Polaca del NKVD estuvo basada en la Orden nº 00445, del 11 de agosto de
1937. Ha sido publicada muchas veces en ruso y está también en Internet (7). Ahora, por
primera vez, lo hemos traducido al inglés.(8) Los principales trabajos académicos sobre la
Operación Polaca son los siguientes:
* James Morris. “The Polish Terror: Spy Mania and Ethnic Cleansing in the Great Terror.”
Europe-Asia Studies 56, 5 (Julio 2004), 751- 766.
* A. Ie. Gur'ianov, “Obzor sovetskikh repressivnykh kampanii protiv poliakov i poTskikh
grazhdan,” en A. V. Lipatov y I. 0. Shaitanov, eds., Poliaki i russkie: Vzaimoponimanie i
vzaimone- ponimanie, Moscow: Indrik, 2000,199-207.
* A. Ie. Gur'ianov, “Obzor sovetskikh repressivnykh kampanii protiv poliakov i poTskikh
grazhdan,” en Massovye repressii protiv poliakov. Memorial Society. Disponible en
http://www.memo.ru/history/polacy/vved/index.htm Es un corto resumen del artículo de
Gur’ianov arriba citado.
* N. V. Petrov y A. B. Roginsksii, “'Pol'skaia operatsiia' NKVD 1937-1938 gg.” en A. Ie.
Gur'ianov, ed., Repressii protiv poliakov i pol'skikh grazhdan, Moscow: Zven'ia, 1997, 22-
43. (Petrov & Roginskii)
- La Operación Polaca estaba dirigida únicamente contra los espías polacos, no contra los
polacos como tales. Esto, desde luego, puede deducirse del texto de la propia Orden
Operativa nº 00485.
La intención del régimen no era aterrorizar a matar a poblaciones
minoritarias…(Morris, 759)
Menos aún todavía era la naturaleza masiva de la represión contra “las líneas polacas”
conecuencia de ninguna especie de odio personal de Stalin hacia los polacos. No era una
cuestión de los polacos, sino de Polonia.
- Muchos de los que fueron arrestado o ejecutados no eran polacos o de origen polaco en
absoluto. Las cifras muestran que muchas de la víctimas no eran de etnia polaca. (Morris
762)
- Petrov y Roginskii subrayan repetidamente que la nacionalidad no era criterio para
detención o ejecución. El NKVD no tenía registros de la nacionalidad de los detenidos.
- En 1939, tras el arresto de Ezhov por su represión masiva ilegal, confesó que él y sus
hombres habían detenido a gente que no eran polacos bajo la excusa de que si lo eran:
* Hubo muy pocas orientaciones generales, si es que hubo alguna, por parte de Stalin y del
Politburó. Toda la operación estuvo dirigida por Ezhov y su personal, quienes dieron a su vez
muy pocas instrucciones al personal local del NKVD. (Petrov y Roginskii)
Ezhov y los suyos continuaron estos grandes crímenes durante muchos meses. En su
confesión de 1939, Ezhov afirmaba que la Oficina del Fiscal fracasó a la hora de ejercer la
vigilancia que le correspondía, pudiendo así ejecutar y encarcelar sin obstáculos por parte del
departamento de Vyshinskii. Este párrafo del interrogatorio del 4 de agosto de 1939 ilustra la
negligencia de ese departamento:
Ezhov continuaba:
El primer documento emitido tras de que Ezhov fuera obligado a dimitir resalta la
falta de vigilancia por parte de la Fiscalía.(9). El 31 de mayo de 1939 Vyshinskii fue
relevado de su puesto como Fiscal de la URSS. Parece probable que ello fuera debido
a su fracaso de su labor durante la Ezhovshchina.
Esta Orden ordenaba el arresto y la prisión para las esposas de aquellos convictos de
actos de traición desde el 1 de agosto de 1936, básicamente desde el Primer Juicio de
Moscú de finales de aquel mes, que fue el de Zinoviev-Kamenev.
Algunas esposas fueron excluidas de las detenciones: embarazadas, las lactantes, las
gravemente enferma o infecciosas, las que tuvieran hijos enfermos y necesitaran
cuidados, y las de mayor edad. Y también aquellas que hubieran proporcionado
pruebas contra sus maridos.
(1) Este largo documento es consultable online, y por ello carece de paginación. Lo he
dividido en 20 "páginas".
(5) La fuente impresa de la nota anterior da un total de 41.305; Getty escribe 41.805.
Debe proceder del mismo documento, asi que alguien lo ha copiado incorrectamente.
El Pleno del Comité Central de octubre de 1937 fue el escenario de la cancelación final del
plan de elecciones abiertas a los Soviets, la rama legislativa del gobierno. Esto representó una
seria derrota para Stalin y los suyos en el Politburó. La muestra de una papeleta al menos,
presentando bastantes candidatos, ha sobrevivido en un archivo. Zhukov ha incluido una foto
de la misma en Inoi, 6ª ilustración. Lo he puesto en línea. (1)
Iakov Iakovlev
Iakov Iakovlev fue uno de los más estrechos colaboradores de Stalin en la redacción de la
Constitución de 1936 con la que éste estuvo tan comprometido. Junto con A.I. Stetkii y B.M.
Tal’, Iakovlev era miembro de la pequeña comisión que trabajo en el texto constitucional.
Habían presentado un borrador elemental (chernovoi nabrosok) a Stalin en febrero de 1936,
borrador al que se referiría Stalin en su conocida entrevista con Roy Howard el 1 de marzo.
(Zhukov, Inoi 223).
Sin duda, habría cierta polémica por parte de algunas personas sobre confiar en Iakovlev, que
había sido trotsquista en 1923. Stalin confió firmemente en él. El 3 de abril de 1937, Stalin
envió el siguiente telegrama a A.I. Krinitskii, secretario del comité de oblast del Partido en
Saratov:
El 27 de junio Iakovlev entregó un informe sobre el nuevo sistema electoral al Pleno del CC
de ese mismo mes. Tras el Pleno, Iakovlev continuó trabajando en documentos sobre los
detalles de cómo se podrían desarrollar las elecciones abiertas. (Zhukov, Inoi 467). Se reunió
con Stalin bastantes veces entre septiembre y principios de octubre, sin duda para trabajar en
cuestiones concernientes a la Constitución. La campaña electoral iba a comenzar el día 12 de
octubre.
Pero el 10 de octubre todos los miembros del Politburó y del Secretariado se reunieron en el
despacho de Stalin. El encuentro terminó a las 10 p.m. tras aprobar los principales puntos de
la presentación de Molotov para la sesión de apertura del Pleno del CC, que se celebraba al
día siguiente.
Las candidaturas abiertas fueron descartadas; nadie esperaba que los líderes regionales del
Partido, los Primeros Secretarios, lo permitieran a menos de que fueran conminados a ello.
Además, el Punto 3º del texto de Molotov especificaba: “No miembros del Partido: 20%-
25%”.
El día 12 de octubre, el siguiente a la apertura del Pleno del Comité Central, Iakovlev fue
detenido. Dos días más tarde confesó haber sido un trotsquista clandestino “durmiente”,
desde 1923. Un shock mayor supuso el hecho de que también confesó haber sido reclutado
por un agente alemán que le comunicó que ellos, los alemanes, estaban en contacto con
Trotsky y deseaban trabajar con Iakovlev en las mismas condiciones.
Por ejemplo, Iakovlev menciona a Rokhumovich como la personas mediante la que contacta
con Piatakov. En el único interrogatorio suyo publicado hasta la fecha, Rokhumovich detalla
su relación conspiratoria con Piatakov. (Lubianka 1937-1938, Nº 290).
En otro aspecto, Iakovlev subraya como fue reclutado por la inteligencia alemana en Berlín
en 1935. El agente reclutador alemán lo hizo sobre dos bases. Gracias a los emigrados rusos
en Alemania, los alemanes sabían que Iakovlev había colaborado por la policía secreta
zarista, la Okhranka, a finales de 1916 en Petrogrado. Chantajearon a Iakovlev amenazándole
con hacer público eso. Y también sabían de la participación de Iakovlev en la trama
trotsquista por conocerlo directamente de Trotsky.
Comprendí que había caído en una trampa y que no había salida. Enfrentado
a este hecho y siendo consciente de que los alemanes tenían toda la
información sobre mí, decidí acordar propósitos con Shmuke, máxime
cuando la información de Shmuke sobre la conexiones de Trotsky con
Alemania se correspondían totalmente con lo que Piatakov me había
dicho y lo que Trotsky había escrito.
…Considerando el tema más detenidamente, decidí que si fuera posible
vendería mi colaboración con los alemanes de forma más valiosa, en primer
lugar obteniendo de la inteligencia alemana a cambio más posibilidades de
contactos exteriores `para nuestra organización y, en primer lugar, con
Trotsky, además de aumentar mi relevancia a los ojos del gobierno alemán.
(Lubianka 1937-1938, 394-5)
Iakovlev admite relaciones directas con la inteligencia alemana. Esto confirma otras
acusaciones sobre los contactos del movimiento trotsquista. También confirma los contactos
alemanes de Gamarnik, es decir, la conspiración militar dirigida por Tukhachevsky, y de
Vareikis, dirigente del Partido en el extremo Oriente.
No hay motivos para pensar que Iakovlev fuerza obligado a realizar una falsa confesión.
Había trabajado un largo tiempo de forma muy cercana a Stalin. Como hemos visto, Stalin
respondió por él cuando el comité del Oblast de Saratov cuestionó su fiabilidad política. Pero
ese comité estaba en lo cierto, Stalin estaba equivocado. Iakovlev había trabajado tan
estrechamente con Stalin que es muy probable que éste se reuniera con él para verificar si su
confesión era sincera. Sabemos que hizo esto en otros casos, como con Piatakov y Bukharin,
por ejemplo. Sabemos ciertamente que Stalin creía que era una confesión sincera. El
siguiente documento en el mismo volumen es una copia de las preguntas manuscritas de
Stalin.
Stalin también expresó las mismas sospechas sobre Elena Stasova y Klavdiia Kirsanova a
Goergii Dimitrov. Pero ni Stasova ni Kirsanova fueron nunca detenidas, ni menos acusadas y
castigadas.
Stalin estaba intentando saber la verdad. Es algo importante, porque significa que tendría
lugar una investigación seria sobre Iakovlev. También proporciona pruebas adicionales de la
existencia de una amplia conspiración germano-trotsquista que incluía a altos funcionarios
dentro de la sociedad soviética.
Durante los meses que siguieron al Pleno de febrero y marzo del C.C. se fueron celebrando
las elecciones que Zhdanov había descrito.
Parece que fueron principalmente los funcionarios de bajo rango del Partido quienes
fracasaron en la reelección y fueron reemplazados por nuevos elementos.
…parece claro que el máximo desgaste en las filas del secretariado se dio por
debajo del nivel de raion. De las docenas de primeros secretarios de raikom en
la región, solo nueve no consiguieron la reelección. De los comités de partido
de raion se mantuvieron la mitad, y la mayoría de las sustituciones se dieron en
este nivel o por debajo. Mas de la mitad de los líderes del partido de los niveles
bajos perdió su puesto en las elecciones secretas que tuvieron lugar tras las
críticas abiertas (y a veces insultantes) de la base…(Getty, Origins 161-162).
Getty considera que Stalin y Zhdanov querían romper los grupitos locales pero fracasaron, tal
vez de forma inevitable.
En abril y mayo de 1937 el 6º Pleno del Consejo de Sindicatos había convocado nuevas
elecciones secretas a cargos sindicales.
Las resoluciones adoptadas por el 6º Pleno pedían que los sindicatos fueran
reelegidos, de arriba abajo. Unas nuevas elecciones basadas en papeletas
secretas se celebrarían en cada organización sindical, desde la central hasta los
comités de fábrica. Los afiliados tendrían “el derecho ilimitado a rechazar y
criticar” a los candidatos individuales. El voto de listas cerradas estaba
prohibido. El Pleno establecía también las fechas: las elecciones de centro de
trabajo se celebrarían entre el 1 de junio y el 15 de julio, seguidas por las
conferencias regionales (Oblast), de congreso, y puestos de nivel superior entre
el 15 de julio y el 15 de septiembre. (Goldman, Terror 141).
Durante la segunda mitad de 1937, se llevaron a efecto las primeras elecciones democráticas
en el ámbito sindical.
A finales de 1937 se habían elegido nuevos comités centrales en 146 de los 157
sindicatos. Los líderes sindicales y del Partido proclamaron el gran éxito de la
campaña. Sobre 1.230.000 personas, el 6% de los 22 millones de afiliados
fueron elegidos a cargos sindicales, incluyendo 31.000 a comités regionales
(oblast’ y krai) y republicanos, 830.000 a comités de centro de trabajo, 160.000
a delegados y 163.000 a organizaciones de grupo (profgrupy). Los VTSSPS
anularon centenares de elecciones que violaban “los principios de la
democracia sindical” no proporcionando papeletas secretas y más de un
candidato. Esto “hizo una profunda impresión entre los trabajadores”
según un informe. (Goldman, Terror 146)
Pero en 1939, tras el abandono de las elecciones abiertas y secretas a los órganos legislativos,
los soviets, tales elecciones fueron también abandonadas en los sindicatos.
En la primavera de 1939, los dirigentes sindicales y políticos suspendieron a
hurtadillas la campaña en pro de la democracia sindical. El comité del Partido
en Moscú convocó un encuentro conjunto de dirigentes del Partido y de los
comités de fábrica. Shvernik, cabeza de los VTSSPS, explicó que el comité de
Moscú pasaría por alto las próximas elecciones sindicales. Las nuevas reglas
abolieron las elecciones directas.
Las fuerzas que habían sido suficientemente poderosas como para derrotar la lucha por las
elecciones abiertas y democráticas a los órganos legislativos del gobierno soviético, los
soviets, no lo habían sido suficientemente para impedir las elecciones democráticas en el
Partido y en los sindicatos, y éstas tuvieron lugar en 1937. Pero no volvieron a repetirse.
Notas al Capítulo 8
(1) https://msuweb.montclair.edu/~furrg/research/sample_ballot_1937.html
(2) Un examen completo del documento de la confesión de Iakovlev va más allá del alcance
de este estudio. Volveremos a ello en el segundo volumen de nuestro trabajo sobre Trotsky.
Capítulo 9. Fin de la represión
masiva
Los relatos de las represiones de 1937 y 1938 de los historiadores de la corriente dominante
son útiles en tanto en cuanto documentan como se llevaron a cabo. Revisando el amplio
número de fuentes primarias ahora disponibles, sus relatos demuestran como Stalin y los
líderes del Partido llegaron de forma gradual a comprender lo que estaba sucediendo. Lo que
se les había presentado como una batalla contra las conspiraciones revolucionarias habían
sido de hecho dirigidas directamente contra miembros leales del Partido y ciudadanos
totalmente inocentes.
Pero esos historiadores no discuten los conjuntos más importantes de documentación que
tratan directamente sobre las causas, desarrollo y conclusión de las represiones efectuadas
por Ezhov:
* Las conspiraciones que sabemos que existieron. Incluyen las que fueron el sujeto de los tres
Juicios de Moscú, más la conspiración de mandos militares y otros oficiales que es a menudo
denominada el Affaire Tukhachevsky. Estas conspiraciones proporcionaron los impulsos para
las resoluciones de principios de junio de 1937 respecto a la necesidad de usar la fuerza de
forma masiva.
* Los documentos de investigación detallando las confesiones de supuestos conspiradores y
las conclusiones de los investigadores del NKVD con las que Ezhov bombardeó a Stalin y a
la dirección general del Partido durante más de un año desde el Pleno de junio de 1937.
Docenas de estos informes, a menudo muy extensos y siempre muy detallados, han sido
publicados. Hemos citado las principales colecciones documentales en un capítulo anterior.
Solamente unos pocos han sido traducidos al inglés. La confesión de Iakov Iakovlev es uno
de ellos. No sabemos mucho sobre cuanta documentación recibiría Stalin, y esto es
probablemente una parte del total.
* La confesión del asistente de Ezhov Mikhail Frinovskii de abril de 1939 y las muchas
confesiones de Ezhov de 1939 son totalmente ignoradas por los historiadores de esa corriente
predominante.
Sus pocos comentarios sobre ese material demuestran que prefieren “no creerlo”. Es la
falacia ya mencionada del petitio principii, dar por supuesto lo que tiene que ser probado. No
es legítimo para los historiadores ignorar las pruebas simplemente a causa de que las pruebas
no sean consistentes con algunos paradigmas preconcebidos sobre “lo que debió de suceder”.
Pero esas confesiones desmantelan el “paradigma anti-Stalin”; en consecuencia, son
ignoradas.
La corriente principal historiográfica ignora todas las pruebas que explican los motivos para
las represiones de la era Ezhov. Y luego, esos académicos declaran que los motivos para la
represión son un misterio: “Nunca sabremos” porque tuvieron lugar, y así. Naturalmente si se
ignoran anticipadamente las pruebas los sucesos son efectivamente “inexplicables”.
*****
Ya en el Plano del Comité Central de octubre de 1937 se pronunció la primera protesta
contra la represión, por parte del Primer Secretario de Kursk, Peskarov:
Getty indica algunas señales de las actividades de Ezhov estuvieran ya bajo sospecha hacia
principios de diciembre de 1937. (Origins 182-185). Y concluye:
Parece que este Pleno fue convocado de urgencia para tratar la seria situación de las
expulsiones masivas y las detenciones de miembros del Partido, incluyendo muchos
funcionarios del mismo.
Pavel Postyshev, Primer Secretario del comité de Partido del oblast’ de Kuibyshev, fue
duramente criticado y destituido primero de su puesto de Miembro Candidato del Politburó, y
luego, a finales de mes, de su puesto como Primer Secretario del obkom de Kuibyshev.
Las actividades de Postyshev sorprendieron a Stalin y otros miembros del Politburó.
Beria: ¿Es posible que todos los miembros de los comités del raion fueran
enemigos?
Kaganovich: No hay ninguna base para afirmar que todos son unos
estafadores.
Stalin calificó los métodos de Postyshev así: “Es la masacre de la
organización. Son muy permisivos para sí mismos, pero están disparando
contra todo el mundo en las organizaciones del raion…Esto significa
agitar las masas del Partido contra el Comité Central, no se puede entender
de otra forma”(1)
Voroshilov estaba en la oficina, y los dos nos dirigimos hacia allá. Eran
los mismos días en que teníamos dudas sobre la detención de Postyshev.
Nos dirigimos a Ezhov, quien ordenó que trajeran el expediente de
Postyshev. Buscamos en las transcripciones de los interrogatorios.
Postyshev admitía su culpa. Le dije a Ezhov que quería tener una
conversación con el propio Postyshev, y le trajo. Estaba pálido, había
perdido peso y parecía deprimido. Le pregunté que si sus confesiones
habían sido reflejadas con exactitud en las transcripciones, y me
respondió que sí. Le volví a preguntar: ‘¿Esto significa que admites
que eres culpable?’ Estaba en silencio, y a regañadientes me
respondió: ‘Si las firmé eso es lo que significa, lo admito, que más
decir…’ Y no hubo más. ¿Cómo no creerle, si el mismo nos lo dijo?”
(2)
El Politburó envió a Andrei A. Andreev a Kuibyshev para hacer una comprobación sobre la
marcha. Abajo hay párrafos de la carta que Andreev envió a Stalin el 31 de enero de 1938,
respecto a la represión ilegal y arbitraria llevada a cabo por Postyshev:
2) Desde agosto, unos 3.000 miembros del Partido han sido expulsados,
una buena parte de ellos sin ninguna justificación de que fueran
“enemigos del pueblo” o cómplices. En el Pleno del Comité de oblast
los secretarios de los comités de raion presentaron los hechos de la
arbitrariedad de Postyshev, quien demandaba la expulsión y detención
de honestos miembros del Partido bien por cualquier ligerísima crítica
en las reuniones del Partido respecto a la dirección del comité del oblast
(el propio Postyshev) o incluso sin ninguna base en absoluto. En
términos generales este era el tono del comité de oblast.
Una resolución del Pleno de enero de 1938 insinuaba que aquellos que usaban “una actitud
burocrática formalista y cruel” hacia miembros del Partido pudieran ser “enemigos
inteligentemente camuflados que intentan disfrazar su hostilidad con gritos sobre la
vigilancia, a fin de mantenerse en las filas del Partido, que se esfuerzan a través de medidas
represivas en golpear a nuestros cuadros bolcheviques sembrando dudas y sospechas
excesivas en nuestras filas”.
Postushev declaró contra otros y reiteró su confesión en el juicio. (Furr, Khruschev nº 23,
texto y Apéndice). Su juicio tuvo lugar en febrero de 1939, después de que Beria hubiera
reemplazado a Ezhov como comisario de la NKVD y hubiera iniciado la revisión de la
represión que tuvo lugar bajo Ezhov.
Disponemos de alguna documentación sobre algunas sospechas tempranas del Politburó
contra el propio NKVD.
Según Iurii Zhukov, Stalin avisó a Ezhov dos veces. La primera vez fue en abril de 1938,
cuando Ezhov fue nombrado Comisario de Abastecimiento de Aguas. Getty afirma:
Esta prueba de que Liushkov estaba involucrado en una conspiración, hecho que conocemos
también de otras fuentes anteriormente mencionadas, contradice la posición de Cansen y
Petrov de que tales conspiraciones no existieron.
22 de agosto de 1938: Beria sustituye a Frinovskii
Aquí, como en otros lugares, el texto de Cansen y Petrov es compatible sólo con la hipótesis
que los mismos Jansen y Petrov niegan: que el mismo Ezhov estaba complicado en una
conspiración contra el Gobierno soviético.
Pese a que Ezhov era secretario de esa comisión especial, Beria formaba parte de ella y no
había ningún otro miembro del NKVD de Ezhov.
15 Noviembre 1938
Para confirmar las siguientes directivas del Consejo de Comisarios Populares
de la URSS y del C.C. del VKP(b).
…
V. Molotov, Secretario del Consejo de Comisarios Populares (SNK)
I. Stalin, Secretario del C.C. del VKP(b)
El 17 de noviembre de 1938 se emite el Decreto del Comité Central “Sobre arrestos, control
fiscal y ejecución de investigaciones” (4) Una importante sección de este Decreto indica lo
siguiente:
Iurii Zhukov afirma haber tenido en su mano el comunicado de dimisión de Ezhov firmado el
23 de noviembre de 1938.
El 23 de noviembre Ezhov fue de nuevo convocado al despacho de
Stalin. Molotov y Voroshilov ya estaban presentes. He tenido en mis
manos el documento que Ezhov firmó, evidentemente al dictado. Está
escrito en tres hojas, cada una de diferente tamaño. Se debe a que
cogieron las primeras hojas de papel que tenían a mano y se las pasaron a
Ezhov para que no se detuviera escribiendo. La fórmula de su abandono
está dos veces modificada. Claramente protestó, ofreciendo alguna
resistencia. Pero era necesario privarle de una decisión de dimisión “a
voluntad propia”…El Politburó envió telegramas con instrucciones
directas: detener inmediatamente toda represión y disolver las troikas.
Tomando la iniciativa, el grupo de Stalin consiguió otra vez a finales de
1938 formar los primeros juicios contra funcionarios del NKVD
acusados de falsificación y fabricación de casos. Durante estos juicios y
un período de casi un año, fueron juzgados, exiliados o ejecutadas miles
de personas. Fue la forma de acabar con el gran terror. (Zhukov,
Komsomolskaia Pravda 20 noviembre 2002).
Getty apunta que el proceso de revisión y rehabilitación de las víctimas de Ezhov comenzó
de forma inmediata.
Por las fechas del Pleno del CC de octubre de 1937, Stalin y el Politburó comenzaron a
descubrir las pruebas de una represión ilegal masiva. Las sospechas continuaron creciendo en
el Politburó respecto a que esas represiones masivas e ilegales continuaban. En agosto de
1938 el segundo de Ezhov, Mikhail Frinovskii, fue reemplazado por Lavrentii Beria. Beria
fue elegido como la persona de confianza para vigilar a Ezhov, como este mismo afirmaría
posteriormente
En cuanto Ezhov dimitió, reemplazado por Beria se dieron órdenes inmediatas de detener la
represión, derogar las instrucciones del NKVD que la permitía, detener el trabajo de las
troikas y resaltar la necesidad de revisar todas las órdenes de detención por parte de la
Oficina del Fiscal. (1)
Tras esto comenzó una oleada de informes a Beria y a la dirección del Partido con casos
sobre la represión masiva ilegítima y las ejecuciones por parte de los grupos locales del
NKVD. Tenemos hoy muchos de esos documentos, y sin duda existen muchos más. La
dirección central del Partido comenzó a investigar.
El 29 de enero de 1939 Beria, Andreev y Malenkov firmaron un informe sobre los abusos
masivos durante la etapa de Ezhov. (Petrov y Jansen 359-363) (2) Esta importante prueba de
que la represión masiva fue obra de Ezhov y no de Stalin no llegó a ser publicada hasta 2008.
Comienza de la siguiente manera:
[…]
[…]
Hemos colgado en Internet todas las confesiones de Ezhov publicadas hasta ahora tanto en
ruso como en inglés. (4) Estas confesiones revelan las líneas maestras de la conspiración de
Ezhov y el engaño a la dirección soviética. Lo examinaremos en los próximos cuatro
capítulos.
Michael Ellman, académico muy hostil hacia Stalin, hace referencia a los “informes de
centenares de miles de sentencias anuladas”. Decidido a decir algo negativo, Ellman
prosigue:
Por otro lado hay quejas sobre la reticencia de las instituciones a soltar a
prisioneros y la lentitud de los procesos de revisión. (Ellman, Trials 1317 nº
20).
Tan tarde como el 28 de octubre de 1939 un grupo de fiscales (prokukory) escribió a Andrei
Zhdanov para solicitar su intercesión con el Comité Central respecto a la lentitud del NKVD
para revisar casos de personas inocentes encarceladas. Se quejaban de que el nuevo Fiscal de
la URSS, Mikhail Ivanovich Pankart’ev, era débil y dependía mucho del Comisario del
NKVD Beria, que era también miembro del Politburó.
Pudiera parecer que la resolución del Comité Central del Partido del 17 de
noviembre de 1938 debiera haber movilizado toda la atención en la
inmediata rectificación de la política criminal del bastardo Ezhov y su
banda criminal, que ha aterrorizado literalmente a los soviéticos, buenos
y dedicados ciudadanos, viejos miembros del Partido, y organizaciones
enteras del Partido.
El académico notoriamente anticomunista Valeii Vasiliev admite que las exenciones de Beria
también se dieron en la República Socialista de Ucrania.
Beria, con Stalin y el Politburó estaban intentando realmente deshacer las injusticias de
Ezhov que podían. Vasiliev simplemente no desea admitirlo. Mientras en la misma página,
Vasiliev admite que A. Volkov, uno de los autores de la represión masiva en Ucrania fue
arrestado el 9 de marzo de 1939, y ejecutado el 16 de octubre de 1941, es decir, bajo Beria.
Todos los relatos anticomunistas suprimen las pruebas de la conspiración de Ezhov contra el
gobierno soviético. Ninguno se refiere a las confesiones de Ezhov y sus hombres, pese a que
han estado a su disposición largo tiempo.
Las propias confesiones de Ezhov son la prueba de que Stalin y el liderazgo soviético no
fueron responsables de sus ejecuciones. No hay prueba de que estas confesiones representan
lo que Ezhov quiso decir, y no otra cosa, No hay pruebas de tortura, amenazas o montajes.
La única conclusión que las pruebas apoyan se opone al objetivo ideológico y antiestalinista
de esos investigadores anticomunistas. Pero para ellos es importante, y de hecho
indispensable, que Stalin y la dirección soviética sea “culpable” de “asesinatos en masa”. Es
vitan para ellos que Ezhov no sea sino un “leal ejecutor de Stalin”. Es esencial que Stalin sea
un dictador que controle todo con una sola palabra. Asi que evitan las pruebas, como la
confesión de Ezhov, que tiende a desmentir esta noción preconcebida y errónea.
Porque admitir que Ezhov no actuaba a las órdenes de Stalin y cumplía los deseos de Stalin,
sino lo contrario, significaría admitir que Ezhov no era el “leal ejecutor de Stalin”, no era la
“criatura de Stalin”. Desmantelaría el “paradigma anti-Stalin” de la historia soviética. La
aceptación de este paradigma es requisito en la corriente dominante de la historia, y las
pruebas están malditas.
Algunas páginas después subrayan el plan de Ezhov para un putsch, una toma violenta del
poder planeada para el 7 de noviembre de 1938.
Con todo, Jansen y Petrov insisten en que Ezhov era “leal” a Stalin. Insisten en el paradigma
anti-Stalin, a pesar de las pruebas que ellos mismos aportan.
Obviamente Stalin no pensaba que Ezhov era su “leal ejecutor”. Pero los editores,
escribiendo 65 años más tarde y con muchas menos pruebas de las que tenía Stalin, llaman a
eso “la denominada conspiración”.
En los siguientes capítulos examinaremos las confesiones de Ezhov y Frinovskii con algún
detenimiento. También subrayaremos el método que debiera seguir para valorar esas
confesiones.
Notas al Capítulo 10
(1) Este documento está disponible en inglés, Getty y Naumov Documento 190 págs. 532-
537
(2) Texto en ruso en línea en http://istmat.info/node/24582 Traducción inglesa en
http://msuweb.montclair.edu/~furrg/research/beria_andreev_malenkov012939eng.html
(3) Según los editores el texto entre paréntesis angulares está manuscrito en el original.
(4) Ver “Additional Bibliography — Documents" al final de la página
http://msuweb.montclair.edu/~furrg/research/trials_Ezhovshchina_update0710.html
(5) En https://msuweb.montclair.edu/~furrg/research/prosecutors_zhdanov_102839.pdf
Capítulo 11. La declaración de
Frinovskii a Beria del 11 de abril de
1939
En este capítulo examinaremos la confesión del adjunto de Ezhov, Mikhail Frinovskii. Esta
declaración, mas las confesiones e interrogatorios que analizaremos en capítulos siguientes,
son pruebas esenciales por un conocimiento correcto de la alta política soviética en los años
30. Se ven ignoradas por casi todos los estudiosos profesionales de historia soviética
únicamente por motivos ideológicos.(1)
Una vez aceptadas estas proposiciones a priori se deduce que la represión del período 1937-
1938 tiene que ser un plan de Stalin. Se deduciría también (de nuevo de esta asunción a
priori) que Stalin podría haber detenido la represión cuando hubiera querido. Pudiera haberlo
hecho antes o pudiera haber elegido que no hubiera represión en absoluto. Se deduce también
que Stalin traspasó la culpabilidad a Ezhov y los suyos, haciéndolos chivos expiatorios,
cuando se limitaban a seguir sus órdenes tal y como las entendían.
Todo ello es absurdo. Contradice directamente todas las pruebas que ahora tenemos, y
tenemos una gran cantidad. Pero estas conclusiones preconcebidas se ven exigidas por el
modelo prevalente de la historia soviética, el “paradigma anti Stalin”.
Mikhail Petrovich Frinovskii había sido destituido como delegado de Ezhov por Beria, el 22
de abril de 1938. Había sido detenido el 6 de abril, y realizó una amplia declaración cinco
días después. Las revelaciones de Frinovskii más significativas se refieren a las diferentes
conspiraciones contra el gobierno soviético y la dirección de Stalin, y la vinculación de
Ezhov y la suya propia con ellas.
Por las mismas fechas, 1934, tuve bastantes reuniones con [Efim
Georgievich] Evdokimov (2) cuando vino a Moscú. En tales entrevistas
me fue descubriendo gradualmente su trabajo práctico y hablando sobre el
trabajo del centro de los Derechistas y alrededor de la URSS. En
particular me dijo que tenía un número de personas dentro de los aparatos
del GPU, y nombró a Rud’, Dagin, Raev, Kurskii, Dement’ev, Gorbach y
otros. Me comentó que estaba comenzado los contactos con los oblast
nacionales en Dagestan, a través de Mamandbekov, en Chechnya, con
Gorsheev o Gorshenin, y que la única persona con la que tenía problemas
era Kalmykov, que tenía su propia línea de trabajo, y que Evdokimov no
podría cortar con él, pero definió a Kalmykov como un hombre
totalmente “nuestro”, un Derechista, pero que claramente tenía sus propia
línea de trabajo.
Este párrafo deja claro como en 1934 los Derechistas habían reclutado a muchos dirigentes
locales y estaban planeando reclutar a mas. Constituye una prueba importante de que muchos
de ellos estaban implicados de hecho en el extenso “bloque” de derechistas, trotskistas y
otros opositores.
En su “Informe Secreto” al XX Congreso del Partido en 1956 Nikita Khruschev revelaba que
muchos delegados al XVII Congreso de enero de 1934 fueron ejecutados en los años
siguientes. Implicaba falsamente que todos eran víctimas inocentes de montajes. Se
“rehabilitó” a muchos y otros lo fueron bajo el mandato de Gorbachov.
Continúa Frinovskii:
En uno de estos encuentros durante paseos a caballo Lifshits me dijo “Me
ha hablado Evdokimov sobre ti. Francamente, no pensaba que estabas con
nosotros. Bien por ti!” Empecé a conversar con Lifshits; ‘¿y que hay de
ti? Me respondió que “Evdokimov ya te ha dicho que yo estoy
trabajando.” ¿Estás haciendo un trabajo importante?, le dije. Me
contestó que si, que había contactado con el centro conspirativo a través
de Piatakov, tenía un amplio número de gente y no rompía sus contactos
con los Ucranianos.(39)
Iakov Abramovich Lifshits, junto con Iurii Piatakov, sería acusado en el Juicio de Moscú de
enero de 1937 contra el “centro trotsquista antisoviético”. Lifshits confesó su culpa, fue
condenado y ejecutado el 1 de febrero de 1937.
Deribas
Frinovskii:
Terentii Dmitrievich Deribas era el dirigente del NKVD en la zona de Extremo Oriente. Fue
arrestado por Genrikh S. Liushkov por órdenes de Ezhov, juzgado, condenado y fusilado “por
espionaje, trotsquismo y organización de conspiraciones en el NKVD y en el Ejército
Rojo”(3). Deribas fue rehabilitado bajo Khruschev, en 1957.
Pero Liuskhov dijo a sus contactos japoneses que Deribas era efectivamente culpable.
¡Liushkov estaba en Japón, lo que proporciona una buena prueba ajena a la Unión Soviética
de que Deribas era efectivamente culpable! No es solo más evidente que las rehabilitaciones
de Khruschev son deshonestas; esto ya lo sabemos por distintas fuentes. Lo más importante
aquí para nosotros, es la prueba que confirma y es consistente con la declaración de
Frinovskii.
Eikhe
En uno de mis encuentros con Evdokimov en 1935 en su apartamento me
hablo de cierto número de hombres que él había organizado en Pyatigorsk.
Nombró a Pivovarov y un amplio número de chequistas: Boiar, Diatkin y
Shatskii. También me dijo sobre sus contactos con Khataevich, alabándole
como alguien que conocía muy bien el campo; con Eikhe, sobre parte del
grupo de Leningrado…(40).
Robert Indrikovich Eikhe era Primer Secretario de Siberia Occidental. Como hemos visto en
un capítulo anterior, fue el primero que requirió los poderes extraordinarios que, cuando
fueron concedidos a otros Primeros Secretarios, se convirtieron en la ‘operación kulak’ y
luego en la Ezhovschina (4)
Según documentos empleados por Jansen y Petrov, muchos de los cuales han sido
recientemente reclasificados por el gobierno ruso y ya no están disponibles para los
investigadores, Eikhe interfirió en asuntos del NKVD, insistiendo en el arresto de personas
en contra de las cuales no había pruebas. Ezhov indicó a sus subordinados que no se
opusieran a Eikhe, sino que colaboraran con él.
Esto es consistente con la afirmación de Frinovskii sobre la forma en que Ezhov y él mismo
operaban, golpeando e incluyendo a personas en montajes, de cara a aparecer como
‘luchadores contra una conspiración’ mientras escondían la suya propia. La afirmación de
Frinovskii, junto con los documentos mencionados por Jansen y Petrov son una fuerte
evidencia de que Eikhe estaba de hecho implicado en una conspiración derechista.
La conspiración derechista
Aquí Frinovskii deja patente que los Juicios de Moscú no fueron artificios sino auténticos.
Menciona la culpabilidad de Piatakov, y la de Zinoviev y Kamenev.
Ezhov evaluando la necesidad del “terror” (entendiendo por ello el asesinato) es coherente
con las propias confesiones de Ezhov sobre su intento de asesinar a Stalin y otros miembros
del Politburó, en parte a instancias de los alemanes.
Esto es consistente con las últimas confesiones de Ezhov sobre que un aspecto importante de
su conspiración era matar un gran número de leales a la dirección soviética, y a muchos más
inocentes para así debilitar el Estado soviético y sembrar el descontento entre la población.
La esperanza estribaba en que esto facilitaría levantamientos contra el gobierno soviético en
el caso de una invasión alemana o japonesa, ayudando así a Ezhov y a sus cómplices a tomar
el poder.
La falsificación de casos
Frinovskii afirma de forma explícita que el Tercer Juicio de Moscú no fue ningún montaje,
que los acusados no fueron obligados a confesar crímenes que no habían cometido. Esto es
muy significativo. En el siguiente párrafo, Frinovskii afirma que Ezhov no obligó a Bukharin
y a otros a confesar falsedades. Por el contrario, les pidió no mencionarle como uno de los
conspiradores derechistas, y Bukharin y los otros no lo hicieron.
Tuvo una conversación con Bulanov, que comenzó con mi presencia y la del
investigador, y acabaron la conversación ellos solos, habiendo pedido que
nos ausentáramos.
Tenemos numerosas pruebas de que Bukharin era culpable. Esas pruebas sirven como
confirmación de la auténtica naturaleza de la declaración de Frinovskii.
Notas al Capítulo 11
(1) Lo ideológico no es una categoría opuesta a la evidencia. Mas bien la ideología conforma
como se interpreta la evidencia. La ideología despojada de la evidencia es prejuicio, no un
intento de descubrir la verdad.
(4) Es célebre que Khruschev comentó una carta de Eikhe a Beria en 1939 en la cual Eikhe se
declara repetidamente inocente y protesta por haber sido golpeado por los hombres de Ezhov.
He estudiado esta carta y reimprimido todo el texto, incluyendo las partes que Khruschev
omitió.
Capítulo 12. El interrogatorio a Ezhov
el 26 de abril de 1939
Ezhov fue arrestado el 10 de abril de 1939. Como en el caso de Frinovskii, no tenemos el
archivo completo de cada interrogatorio y de cada declaración. Tenemos extractos de los dos
primeros interrogatorios que trataremos brevemente en un futuro capítulo. El texto de este
interrogatorio específico parece estar completo. Como el de Frinovskii está publicado en una
recopilación semi oficial de documentos desclasificados de los archivos soviéticos.
Ezhov explica cómo fue chantajeado por los servicios de inteligencia alemana, afirmación
que el interrogador encuentra difícil de creer.
Esta afirmación del interrogador es una buena prueba interna de que la confesión de
Ezhov no estaba ‘dictaminada’ en forma alguna por el NKVD, sino que representa lo
que el propio Ezhov quería decir. Debemos recordar que Iakov Iakovlev afirmaba que
también los alemanes lo chantajearon.
Respuesta: Por aquel tiempo yo acababa de ser ascendido a un importante
puesto político. La publicidad sobre este incidente me hubiera desacreditado
en la URSS y tal vez expuesto mi depravación personal. Aparte de esto, antes,
como la investigación sabe, yo había estado ligado a la inteligencia polaca,
por lo que no tenía nada que perder.(54)
La clínica en Viena del doctor Carl von Noorden era en efecto visitada por muchos dirigentes
bolcheviques. Ezhov nombra algunos de los pacientes de Von Noorden:
Gavriil Veinberg era funcionario sindical. Mikhail Metallikov, cirujano, era director de las
instalaciones médicas del Kremlin. A excepción de Veinberg, todos aquellos citados por
Ezhov, fueron detenidos, juzgados y ejecutados por su participación en la conspiración anti-
soviética. (1)
Ezhov testifica detalles sobre sus contactos con el general Kurt von Hammerstein-Equord.
Hammerstein era partidario de una alianza con Rusia, pero no con el liderazgo de Stalin. Al
menos dos de sus hijos eran miembros secretos del Partido Comunista Alemán. Mantenía
términos amistosos con los generales soviéticos que habían visitado Alemania durante la
colaboración soviético-alemana bajo el Tratado de Rapallo.
Ezhov describe los diferentes grupos pro-alemanes de comandantes del Ejército Rojo
que conspiraban contra el gobierno de Stalin, pero eran incapaces de unirse.
Esa visión de que cualquier conspiración debía tener un acuerdo previo con Alemania fue
también planteada por Trotsky a Radek y a Piatakov. Tenía mucha lógica. El derribo de la
dirección de Stalin o su asesinato crearía un profundo desorden y desunión en el país. Algún
acuerdo con los países imperialistas más agresivos se necesitaría a fin de reconocer el nuevo
régimen en vez de invadirlo y ocupar de forma permanente grandes partes de la URSS.
Según el relato de Ezhov, parece que Hammerstein estaba ya considerando el papel útil de
NKVD en minar el poder soviético si estuviera bajo el mando de un agente alemán como
Ezhov.
Ezhov enumeró los diferentes grupos conspirativos entre los mandos militares soviéticos.
Mas adelante, Egorov diría que en el RKKA había otros dos grupos
compitiendo entre sí: el grupo trotsquista de Gamarnik, Iakir y Uborevich, y
el grupo bonapartista de Tukhachevsky. (61)
Comprensiblemente, los alemanes no estaban contentos con las divisiones entre los diferentes
grupos de conspiradores militares. Pedían la unidad, algo que fue en vano.
Siguiendo a Ezhov, la idea de una conspiración del NKVD fue sugerida originalmente por el
agregado militar alemán, general Köstring.
Köstring tocó el tema del NKVD. “En el plan general de las tareas que
tenemos delante, el Comisario Popular de Asuntos Internos debe jugar un
papel decisivo. Por tanto para el éxito del golpe de Estado y nuestra toma
del poder debe crear en el NKVD una amplia organización de los que
estén de acuerdo con usted, y ello en unión con los militares.” Köstring
manifestó que esas organizaciones, en el ejército y en el NKVD, deben estar
dispuestas de tal manera que garanticen acciones conjuntas cuando estalle
la guerra hacia la meta de tomar el poder. (62)
Tras el juicio del affaire Tukhachevsky y las ejecuciones, Elgorov y los alemanes
reconsideraron el plan original, orientado hacia la invasión de la URSS por Alemania y/o
aliados. Con las principales figuras de la conspiración militar eliminadas, los alemanes
sugirieron un ‘coup d’Etat’, en vez de coordinar las acciones del Ejército Rojo con un ejército
invasor.
Según Ezhov, éste fue el momento en que nació su plan de una conspiración dentro del
NKVD.
La conspiración del NKVD consistía en actos terroristas contra la dirección del Partido.
Ezhov continúa nombrando a los del NKVD, mas Evdokimov (que no pertenecía al NKVD)
que ya estaban en ese grupo conspirativo, incluyendo un grupo que ya había estado en la
conspiración de Iagoda. En confesiones posteriores Ezhov entra en detalles de cómo las
represiones masivas se planearon y ejecutaron, y las discutiremos en próximos capítulos.
La sección final de esta confesión detalla el plan para asesinar a Stalin. El mariscal Egorov
fue detenido el 27 de marzo de 1938. En una de las colecciones documentales que hemos
citado previamente, tenemos una decisión del Politburó del 25 de enero de 1938 detallando
acciones sospechosas de Egorov. El mariscal Budennyi testificó que Egorov había intentado
reclutarle para una conspiración militar anti-Partido. Algunas personas detenidas testificaron
que Egorov conocía la conspiración de Tukhachevsky, pero no lo habían denunciado a la
dirección soviética. (Lubianka 1937-1938 Nº 281).
Un documento del Pleno del Comité Central fechado el 28 de marzo de 1938 informaba de
que Egorov había tenido un cara a cara con cuatro de sus acusadores sacando en conclusión
que el “camarada Egorov había salido del cara a cara más oscuro políticamente de lo que se
podría pensar antes”. En aquel momento Egorov únicamente fue destituido de su puesto de
candidato al Comité Central. (Lubianka 1937-938 Nº 297).
En una lista fechada el 26 de julio de 1938, de las 139 personas de quien el NKVD
recomendó su ejecución si resultaban culpables en el juicio, Egorov era el único tachado por
completo. (Lubianka 1937-1938 Nº 331). Egorov no fue juzgado y ejecutado hasta el 22 de
febrero de 1939, mucho después de que Beria se hiciera cargo del NKVD y comenzara la
tarea de revisar los casos de decenas de miles de personas condenadas en la época de Ezhov.
Köstring volvió al viejo plan del denominado “golpe rápido” exigiendo que
fuera ejecutado de forma inmediata.
Según Ezhov, la idea de asesinar a Stalin y/u otro miembro del Politburó tuvo su origen en
los alemanes.
Ezhov vuelve a atribuir el plan de asesinato de los líderes soviéticos a los alemanes.
Boris Berman
Pavliukov, que tiene acceso a documentos del NKVD no citados por otros, transmite este
testimonio respecto a la conspiración de Ezhov de Boris D. Berman. Confirma lo que ya
sabemos de otras fuentes.
Notas al Capítulo 12
(1) Hay un artículo sobre los pacientes bolcheviques de von Noorden en el periódico
económico ruso Kommersant http://www.kommersant.ru/doc/761081. No menciona
el chantaje y reclutamiento de los pacientes de von Noorden. Su vida y su carrera están
resumidas en la página en alemán de Wikipedia
https://de.wikipedia.org/wiki/Carl_von_Noorden_(Mediziner)
Capítulo 13. El interrogatorio a Ezhov
el 4 de agosto de 1939
La confesión de Ezhov fechada el 4 de agosto de 1939 es un muy importante documento para
entender la represión. En ella Ezhov explica cómo se ejecutó sobre personas inocentes,
llevando a pensar a Stalin y a los líderes soviéticos que era una batalla contra la subversión.
También toca el tema en otros interrogatorios, de los que solamente algunas secciones se han
publicado, y que consideraremos en el siguiente capítulo.
Ezhov comienza afirmando que las acusaciones de que los kulaks regresados, criminales y
otros estaban efectivamente causando desórdenes en el país tenía alguna validez. Por lo tanto
la represión fue inicialmente bien acogida por la población soviética.
Era totalmente obvio que el Comité Central del Partido Comunista de Toda la
Unión (bolchevique) fue correcto y oportuno a la hora de efectuar estas
medidas. Pese a las provocaciones que hicimos para efectuarlas las
mismas se encontraron con una gran aprobación por parte de la gente
trabajadora. (Ezhov 26-4-1939, 367)
Esa “aprobación por parte de la gente trabajadora” era lo contrario de lo que Ezhov y sus
hombres buscaban. Ezhov continúa señalando como dieron un vuelco a la situación.
Aquí está el motivo de los incrementos en los límites que han sido ampliamente presentados
como muestra de lo “sangriento” que era Stalin. Ezhov manifestó que la clase trabajadora
estaba demostrando apoyo a esas acciones. Y también muestra que las maniobras de las
fuerzas anti-soviéticas estaban lejos de tener fin.
“Engañamos al Gobierno”
Sin embargo, era preciso alargar el periodo de tiempo para estas medidas y
preparar un relato real y ajustado para, una vez dispuestos, pudiéramos
golpear directamente a la parte más peligrosa, el liderazgo organizativo de
los elementos contrarrevolucionarios.
No encuentro ninguna cita de estos párrafos en ningún historiador de la Unión Soviética que
pertenezca a la tendencia dominante. La razón debiera estar clara: contradice directamente el
paradigma anti-Stalin, la falsa noción que toda la represión de Ezhov, los asesinatos masivos,
etc fueron planeados o al menos deseados por Stalin, y que Ezhov era simplemente “el leal
ejecutor de Stalin”.
Como Ezhov explica, los incrementos en la represión comenzaron a alejar a amplias partes de
la población soviética que no podría saber lo que estaba sucediendo, y como esta represión
atizó el tipo de oposición y protestas de la población soviética que Ezhov perseguía. Y él
mismo explica como con sus hombres consiguieron sofocar estas protestas, especialmente las
de miembros del NKVD honrados.
Respuesta: Si, una vez prolongadas las operaciones durante muchos meses
conseguimos finalmente, en determinadas zonas, producir
incomprensión y disgusto con la política punitiva, entre sectores
específicos de la población. (369)
Ezhov enumera las áreas en donde esta política de represión sobre personas inocentes fue
afortunada, y dice:
En todos estos oblast hubo más actos de represión contra gente que era
inocente, lo que causaba un legítimo descontento entre los trabajadores.
(369)
No queremos citar o resumir todo lo declarado por Ezhov. Mas bien nos centraremos en
enfatizar unos pocos puntos cruciales. Ezhov declara que Leplevskii, en Ucrania, reprimió a
personas que no eran políticamente activas o eran de hecho leales al gobierno soviético,
mientras liberaban a elementos peligrosos.
Ezhov deja claro que el gobierno central –Stalin- no tuvo conocimiento de esta reacción
negativa:
Esa reacción negativa a la represión masiva de Ezhov contra personas inocentes fue
considerable.
Por lo que Uspenskii dijo, yo sabía que las huidas a través de los puestos
fronterizos a Polonia aumentaron como resultado de las conductas
provocativas de las operaciones, especialmente en las regiones fronterizas.
Las familias de los represaliados comenzaron a ser expulsadas de los
kolkhozes, y paralelamente comenzaron los robos y los incendios. Se
dieron incluso algunos casos de actos terroristas contra trabajadores de
pueblos y kolkhozes. No solo familias de los represaliados, sino miembros
rasos de los kolkhozes e incluso miembros del Partido comenzaron a
escribir quejas.
Pregunta: ¿Pero pudiera ser que en junio de 1938 esta operación no hubiera
sido completada en las Regiones de Extremo Oriente?
Frinovskii asi lo hizo. Llegó a las REO y tras unos pocos días pidió que los
límites se incrementaran en 15.000 personas, para lo cual recibió un permiso.
Para aquellas regiones con una pequeña población esto era una cantidad
significativa.
P.: ¿Por qué consideraba necesario reproducir las operaciones en las regiones
de E.O.?
Ezhov resume los logros de Frinovskii profundizando la conspiración dejando libres a los
contrarrevolucionarios auténticos mientras se reprimía los inocentes.
Debo decir que todo esto coincidía con nuestros planes de dirigirnos a la
toma del poder cuando estallara la guerra, en tanto que creaba
condiciones requeridas para ello. Estas condiciones en este asunto
concreto tomaban la forma de descontento, no solo por las medidas
punitivas sino también con las políticas exteriores del poder
soviético.
Un importante resultado a favor de los propósitos de Ezhov fueron las protestas de países
extranjeros y de algunas personalidades.
P.: ¿Concretamente?
Ezhov explicaba como las “operaciones nacionales” se emplearon para reprimir a cualquiera
que él y sus hombres querían, no solamente espías o aquellos de una nacionalidad
determinada.
Por ejemplo Dimitriev, antiguo jefe del NKVD del oblast de Sverdlosk
incluyó a numerosos ucranianos, bielorrusos e incluso rusos en la
categoría de ciudadanos polacos represaliados. En cualquier caso, por
cada polaco arrestado había no menos de diez rusos, ucranianos y
bielorrusos.
Ezhov subraya la impunidad de la que él y sus secuaces disfrutaban en virtud de los poderes
especiales del sistema judicial.
…La Fiscalía de la URSS no podría desde luego, haber ignorado todas esas
perversiones.
Se explica el comportamiento de la Fiscalía de la URSS y en particular del
Fiscal Vyshinskii por ese mismo temor de enzarzarse con la NKVD y por [el
deseo] de no mostrarse menos “revolucionarios” en el tema de la represión.
Al final de la declaración, el interrogador plantea la cuestión del papel jugado por el NKVD
mediante su control del GULAG, los campos de trabajo donde eran confinados lo no
condenados a la pena capital. Ezhov trata brevemente el tema.
En el próximo capítulo trataremos el testimonio de Ezhov sobre el empleo del GULAG como
otro componente de su conspiración.
Notas al Capítulo 13
(1)Traducción inglesa:
https://msuweb.montclair.edu/~furrg/research/ezhov080439eng.html
Original ruso: https://msuweb.montclair.edu/~furrg/research/ezhov080439ru.html Set Text
Encoding to Cyrillic (Windows).
Sin embargo, a fecha de hoy (junio de 2016) todo el material referido a personas NO
“rehabilitadas” posteriormente sigue sin ser accesible a los investigadores por parte del FSB,
sucesor del KGB-MGB-MVD-NKVD. A Ezhov se le ha negado la “rehabilitación”, por lo
que su expediente, que debe ser muy grande, no está disponible. Tenemos que trabajar con lo
que hay, y yo he recogido y traducido aquellos textos que han sido publicados.
Algunos otros materiales están también retenidos. Un ejemplo es la transcripción del juicio a
Tukhachevskii del 11 de junio de 1937. Todos los militares que fueron condenados han sido
rehabilitados hace tiempo. Pero a principios de 2016, el FSB alega que la transcripción está
aún en la Fiscalía, significando que aún está bajo investigación. Asumimos que es un
subterfugio legal para impedir que se haga pública la transcripción de este juicio. Por otros
indicios sabemos que esa transcripción sería la prueba más sólida de que Tukhachevskii y
otros dirigentes militares eran culpables, y que las conspiraciones tratadas en los Juicios de
Moscú eran auténticas.
He compilado y traducido todos los interrogatorios de Ezhov que están ahora disponibles de
las siguientes fuentes “semi oficiales”:
Unos pocos comentarios han sido tomados de Zapreshchen- nyi Stalin, Chast' 1. Moscow:
OLMA-PRESS, de 2001.
Considero estas fuentes como “semi oficiales” en tanto que son citadas sin ningún problema
por todos los académicos anticomunistas. En su mayoría, estos académicos ignoran estas
confesiones y sus implicaciones respecto a la represión de Ezhov. Nadie, sin embargo, ha
presentado algún argumento de que los documentos son falsos.
He colgado en Internet el texto original en ruso y las traducciones al inglés de todos los
interrogatorios/confesiones de Ezhov existentes. Examino aquí solamente aquellas que se
relacionan directamente con el tema represivo, y menciono solo selecciones de ellas.
En algunos casos dicen tener citas directas. En otros casos los autores han resumido parte de
los textos del interrogatorio. Frecuentemente lo han hecho así, sin indicarnos porque han
elegido algunas partes y otras no. Sin embargo, la pequeña parte del expediente sobre Ezhov
ahora público es suficiente para darnos pruebas esenciales de las represiones masivas de
Ezhov.
Según Pavliukov, esta es la primera confesión del expediente de Ezhov. Las citas son de las
páginas 519 y 520 y de la 481 a la 564. El resumen está en las páginas 520-521.
Cita:
Pregunta: ¿Qué tienen que ver estos o aquellos politiqueos? Como agente al
servicio de servicios de inteligencia extranjeros, debe confesar sobre su
trabajo de espionaje. ¡Hable sobre ello!
Ezhov describe como fue captado para el espionaje por su amigo F.M. Konar,
[Asistente al Comisariado de Agricultura, estaba entre los condenados y
ejecutados de marzo de 1933 por sabotaje en la agricultura, en el punto álgido
de la grave hambruna. Fue también amigo del poeta Osip Mandel’shtam], un
agente polaco desde hacía mucho tiempo. Konar se enteró de datos políticos
por Ezhov y se los transmitió a sus jefes en Polonia. En una ocasión habló a
Ezhov sobre esto, proponiéndole que trabajara para los polacos. En tanto
que Ezhov se había convertido de hecho en un informante de la
inteligencia polaca, transmitiéndoles a través de Konar muchos secretos
de Partido y de Estado, aparentemente no tenía más elección que aceptar
esta propuesta.
Este interrogatorio está tomado de Pavliukov. Según éste (página 525 y 526 y página 564)
Ezhov dijo los nombres de 66 de sus conspiradores en este interrogatorio.
Resumen:
Aquí, Ezhov confirma la razón para las ejecuciones y la represión. Es una buena prueba de
que la conspiración de Ezhov, y no ninguna iniciativa de Stalin, fue la causa esencial de la
“Ezhovshchina”.
Resumen:
Está tomado de Polianskii, páginas 235-238. Esta resumido por Pavliukov en la página 527.
Estas palabras sugieren que Ezhov no estaba siendo torturado o sujeto a algún abuso físico.
En esta cita directa tomada de su interrogatorio Ezhov narra cómo se instrumentó la recluta
de Zhukovskii por los alemanes basándose en la tendencia trotsquista de éste:
Ezhov consideraba las simpatrías trotsquistas de Zhukovskii como una facilidad para su
reclutamiento como espía. Es algo coherente con lo que sabemos sobre la conspiración
trotsquista con Alemania, que evidentemente Trotsky negó.(1)
Interrogatorio a Ezhov por Rodos, 2 de julio de 1939
En este párrafo Ezhov revela que estuvo implicado en actividades anti-Partido mucho antes
de que fuera destinado al NKVD en agosto de 1936.
Ezhov: Por entonces estaba en mis manos la labor de reasignar a todos los
cuadros dirigentes. Elegir sus actividades, castigos, dirigir su trabajo hacia
al exterior. De esa forma hice todo lo que un saboteador puede hacer
en tal puesto. Nombré para puestos directivos a gente que eran débiles
en el sentido profesional, político y moral, gente que podría arruinar
la producción, minar los cumplimientos del Plan Quinquenal.
Comprometer al Partido. En la Comisión de Control del Partido dirigí
las cosas a fin de ocultar y no descubrir a los elementos hostiles al
Partido, e impedir la pertenencia al Partido y la anulación de aquellos
leales. Hacia el exterior procuré enviar aquellos con posibilidades de
convertirse en espías o desertores.
…
Es sabido desde hace tiempo que documentos supuestamente procedentes del Politburó
llegaron durante los años 30 al gobierno alemán. No sabemos si vinieron de Mnatsakanov, de
uno o más agentes alemanes, o si fueron falsificaciones entregadas a los alemanes para sacar
beneficio. (3)
Trata sobre la conspiración del NKVD de Ezhov, de la cual las represiones masivas
conocidas como la “Ezhovshchina” o el “Gran Terror” forman una importante parte.
Pregunta: ¿Esto era cuando aún estaba como comandante asistente del
Kremlin para la seguridad interna?
Respuesta: Si.
Ezhov y Liushkov
Cuando el general Genrikh Samoilovich Liushkov, jefe del NKVD en la región Extremo
Oriental desertó hacia Japón en junio de 1938 pocas personas tomaron sus afirmaciones por
algo más que propaganda. El New York Times informó con escepticismo de sus conferencias
de prensa bajo auspicio militar japonés. Sin embargo, desde el “Informe Secreto” de
Khrushchev, las acusaciones de Liushkov contra Stalin han encajado en el paradigma anti-
Stalin y han sido reconocidas como ciertas por historiadores de la URSS. Liushkov afirmaba
que todas las conspiraciones que estaban en la base de los Juicios de Moscú y las confesiones
de los acusados eran montajes de Stalin, y que ninguna conspiración existía. Liushkov
también afirmaba que pese a sus confesiones en el Primer Juicio de agosto de 1936 Zinoviev
y Kamenev nada tuvieron que ver con el asesinato de Sergei Kirov. Efectivamente, Matthew
Lenoe, autor de un estudio de referencia sobre el asesinato de Kirov acepta estas afirmaciones
de Liushkov como la prueba más importante respecto a aquel asesinato.
Coox no sabía que el propio Liushkov había sido un conspirador culpable de las ejecuciones
en masa de gente inocente. En su disertación doctoral de 2000 Steven E. Merrit examinó
material de los antiguos archivos soviéticos que revelaban algunas de las sangrientas huellas
de Liushkov en los asesinatos masivos en el Extremo Oriental. (Merrit, Purges, Capítulo 8).
Pero esto por sí mismo no sugería que Liushkov fuera algo más que un agente de Stalin. ¿Tal
vez, como dictamina el paradigma anti-Stalin, era Stalin quien ordenaba las represiones
masivas y Ezhov era, en palabras de Jansen y Petrov, solamente su “leal ejecutor”?
En el presente confesión-interrogatorio del 8 de julio de 1939, Ezhov revela que Liushkov era
miembro de su conspiración, la conspiración del NKVD. A causa de su importancia
reproducimos la totalidad de esta sección de la declaración de Ezhov, aún con Polianskii.
Siempre ha sido un misterio como Liushkov salió indemne tras cruzar la férreamente vigilada
frontera entre la URSS y el Manchukuo ocupado por Japón. La lógica hace suponer que
Liushkov tenía algún acuerdo con los japoneses. Las confesión de Liushkov confirma esto:
Liushkov era un espía japonés y parte de la conspiración de Ezhov. Su cruce de frontera
podría haber sido preacordado con la guardia de fronteras japonesa.
Respuesta: Decidimos que las tropas de Interior [del NKVD, nota de G.F.]
que estaban en Moscú y bajo el mando de Frinovskii como asistente del
Comisario podrían dar el golpe. En cuanto a él, debiera encargarse de
un grupo de choque que eliminaría a los miembros del gobierno que
asistían al desfile. Entonces, decidimos confirmar un plan final para
el golpe en septiembre u octubre, y repartir las directivas a nuestra
gente en las repúblicas y oblast sobre lo que debieran hacer el 7 de
noviembre.
Esos tres hombres fueron detenidos en efecto durante los últimos meses de Ezhov como jefe
del NKVD. Ezhov toma mal la orden de los arrestos. Según la información ahora disponible
Mikhail Sergeevich Alekhin fue detenido el 19 de septiembre de 1938; S.B.Zhukovskii el 23
de octubre, y Izrail Iakovlevich Dagin el 5 de noviembre, 48 horas antes del momento en que
los conspiradores habían planeado dar el golpe contra Stalin y el Politburó durante la
celebración del vigesimoprimero aniversario de la revolución bolchevique el 7 de noviembre.
Ezhov y el GULAG
…El plan conspirativo del régimen que creamos para los prisioneros
consistía en establecer las condiciones más privilegiadas para los
condenados por los crímenes más graves (espionaje y terrorismo), ya
que era la fuerza cualificada que se usaba a menudo para dirigir el
trabajo administrativo y económico en los campos. En sus manos
estaba concentrado todo el trabajo cultural y educativo de los presos.
Es claro en que sentido iba esa educación. Finalmente, el régimen
creado en los campos a menudo permitía continuar con total
impunidad la actividad contrarrevolucionaria de los presos.
Pregunta: ¿En que otras áreas creó el mismo tipo de centro de espionaje?
Pregunta: ¿Y en Ucrania?
Respuesta: Allí Uspenskii llevaba todo, incluyendo los contactos con la
inteligencia polaca y alemana. Por ello le nombré Comisario de Asuntos
Internos de Ucrania.
Ezhov también discutió su empleo de los presos del GULAG en un cara a cara (ochnaia
stavka) con Zhukovskii el 21 de julio de 1939. Esto está en Polianskii, páginas 269-272; en
Briukhanov y Shoshkov, páginas 138-139.
Estas “dos variantes” indicadas por Ezhov son las mismas de las descritas por los acusados
en el Segundo Juicio de Moscú y por los conspiradores en el grupo clandestino zinovievista
que mató a Sergei Kirov en Leningrado el 1 de diciembre de 1934.
Es una declaración más extensa de como Ezhov y sus hombres usaron los campos del
GULAG para sabotear la economía soviética, en conjunción con la inteligencia alemana y
japonesa.
Notas al Capitulo 14
(1) Vease de Furr “Evidence of Leon Trotsky's Collaboration with Germany and Japan.
Cultural Logic 2009. En http://clogic.eserver.org/2009/Furr.pdf
Un estudio más completo de este tema está en Trotsky’s Conspiracies, del mismo autor.
(2) Azarii Airapetovich Mnatsakanov era funcionario de la División Exterior del NKVD.
Redens era uno de principales conspiradores de Ezhov, un espía y un genocida. Este archivo
ha llegado a nuestras manos únicamente por una casualidad histórica. En 2016 el archivo del
FSB en Moscú puso como disponibles únicamente los archivos de aquellas personas que
habían sido “rehabilitadas”. Asi, veremos a Redens confesando sus graves crímenes. Sus
confesiones fueron confirmadas por otros hombres del NKVD de Ezhov, incluyendo al
propio Ezhov.
Pero Redens fue “rehabilitado” en 1961, a instancias de su esposa Anna S. Allilueva (1) y,
según se informó, por órdenes específicas de Nikita Khrushchev. El documento de
“rehabilitación”, disponible en su expediente del NKVD, afirma lo siguiente:
En la actualidad por tanto, el expediente de Redens es el único archivo, de entre todos los
verdugos cercanos a Ezhov incluyendo él mismo, que está abierto a los investigadores.
Adicionalmente incluye materiales de los archivos de otros hombres del NKVD, incluyendo
a Ezhov, que son aportaciones al caso. Por ejemplo, contiene la transcripción de un cara a
cara, ó ochnaia stavka, entre Redens y Ezhov. Aquí solo citaremos algunas menciones de
este archivo (3).
La conspiración de Ezhov
Para mas datos que ahora sabemos sobre las auténticas actividades conspirativas de Trotsky a
través de sus simpatizantes en la URSS ver Trotsky’s ‘Amalgams’. Analizaremos los lazos de
Trotsky con Alemania y Japón en el siguiente volumen, Trotsky’s Conspiracies.
Respuesta: Claro que no. Llevé a cabo el trabajo hostil manteniendo a salvo
a los conspiradores dentro del NKVD y a los Derechistas-Trotsquistas
ocultos en Moscú y su oblast.(2,88)
El testimonio de Redens confirma por completo los relatos de las represiones masivas que
encontramos en las declaraciones e interrogatorios de Ezhov y Frinovskii. Como mas arriba
afirmaba Redens, el Plan de Ezhov era minar la confianza de amplios sectores de la
población soviética efectuando una represión masiva y violenta, incluyendo asesinatos
masivos contra ciudadanos soviéticos inocentes y en nombre del Estado. En eso consistió el
fenómenos que anticomunistas y trotsquistas llaman “el gran terror.”
Finalizamos esta sección con una cita del careo que tuvo lugar el 28 de agosto de 1939 entre
el asistente de Ezhov Frinovskii, cuya confesión se examinó en un capítulo anterior, y
Aleksei A. Nasedkin, otro de los verdugos de Ezhov en el NKVD. Nasedkin fue detenido
bajo Beria en diciembre de 1938, y fue juzgado, condenado y ejecutado a finales de enero de
1940, junto a Ezhov y muchos de sus hombres, incluyendo a Redens.(4) Aparentemente, este
documento se incluyó en el archivo Redens porque las pruebas de estos dos se usaron en el
caso Redens. No tenemos acceso a los archivos de investigación de Frinovskii ni de
Nasedkin, ya que ninguno de los dos ha sido “rehabilitado”.
Pregunta a Redens: ¿Le dijo EZHOV algo sobre las metas y tareas de la
conspiración antisoviética?
Le hablé sobre los dos planes para una posible toma del poder. El
primero era fijarlo para el inicio de una guerra. El segundo no excluía
la posibilidad de tomar el poder antes de la guerra, si se diera un
momento adecuado. (2,110)
[REDENS: A esto, EZHOV añadió: “Como puedes ver, tanto los asuntos de
interior como los de extranjero están ahora en mis manos, y los estados
capitalistas nos prestarán un apoyo total cuando haga falta, por ejemplo, a la
hora del golpe de Estado en el país.”
[REDENS]: EZHOV me dijo algo así como que “la lucha de clases continúa,
incluso a pesar de los trotsquistas, los zinovievistas y los derechistas han
sido aplastados, y están aplastando a las organizaciones conspirativas en el
Ejército Rojo.
Usted, REDENS; tiene un grupo de jefes y yo tengo otro. Quienes son usted
no tiene por qué saberlo ahora, ya lo sabrá cuando toque.”
Pregunta: Deje de salirse del tema. Usted sabía exactamente los “jefes” de
EZHOV. ¿Por qué no habló directamente de ellos?
Respuesta: Créame cuando digo que no sé exactamente quienes son los jefes
de EZHOV. Pero imagino que estaba en relación con la inteligencia alemana
o inglesa. (2, 91-92)
Respuesta: EZHOV no lo dijo, pero estaba claro que hablaba de sus “jefes”,
los dirigentes de los servicios de inteligencia extranjeros.
En otros párrafos Redens aclara que Genrikh S.Liushkov, un hombre de Iagoda, fue
conservado por Ezhov. Iagoda citó a Liushkov en sus declaraciones, pero Ezhov rechazó usar
esa confesión, diciendo que “Liushkov es nuestro”, “confiamos totalmente en Liushkov”, y
“no dejaremos que Iagoda comprometa a Liushkov”. A punto de ser identificado y detenido,
Liushkov desertó a los japoneses en junio de 1938. A efectos de propaganda afirmaba que
todos los Juicios de Moscú habían sido montajes de Stalin. Mientras, dijo a sus controladores
japoneses que esas conspiraciones eran reales. Ahora sabemos que Liushkov era una figura
importante en la conspiración de Ezhov.
Conclusión
Los testimonio de Redens, Ezhov y otros que se encuentran en el archivo de Redens confirma
el relato de la Ezhovshina documentada en anteriores capítulos de este libro. Constituye una
mayor evidenciade que el único marco de la historia soviética “considerada” respetable por la
historiografía soviética mayoritaria, lo que he denominado “el paradigma anti-Stalin”, es
completamente falso.
No hay ninguna base para pensar que todo ese material fue obtenido de forma engañosa, o
dictada a prisioneros desamparados, etc. y luego incluido en varios archivos de investigación
para algún propósito. Esa es de hecho la actitud de aquellos que ignoran todas las pruebas,
aunque no tienen el valor para afirmarlo claramente.
Notas al Capítulo 15
(1) Ana Sergeevna Allilueva era la hermana de la segunda mujer de Stalin Ndezhda S.
Allilueva, asi que Redens era cuñado de Stalin.
Capítulo 16. Crítica de las fuentes de
interrogatorios y confesiones
En el estudio de la historia es siempre necesario basar las propias conclusiones sobre pruebas
de fuentes primarias. Ese tipo de pruebas debe ser estudiado y evaluada su fiabilidad. Esto se
cumple para todas las fuentes primarias, incluyendo documentos de archivos, memorias,
relatos de testigos y desde luego también interrogatorios y confesiones.
Cualquier afirmación sobre un suceso que se presente como verdadera puede ser
deliberadamente falsa, falsa pero no deliberadamente (la persona que hace la afirmación
quiere dar un relato verdadero, pero está confundida) o cierta. No es solo el caso de
confesiones e interrogatorios, sino de todas las demás fuentes también, desde archivos
documentales hasta relatos orales que existen solo como archivos de audio. Eso algo cierto
para todas las personas en todas las ocasiones.
Todas las fuentes deben ser cuidadosamente evaluadas. Un método importante de evaluación
es determinar si las afirmaciones dadas en una fuente primaria son consistentes con otras
hechas en otras fuentes primarias independientes. A menudo el grado en que diferentes
fuentes primarias son independientes de otras es fácilmente determinado, pero otras veces no.
Interrogatorios y confesiones
Muchas de las pruebas disponibles a los investigadores respecto a las causas de las
represiones de Ezhov están en forma de interrogatorios de personas que han sido arrestadas y
están detenidas (los llamaremos “prisioneros”), y sus afirmaciones están en forma de
“confesiones”.
Sin embargo, esto no se hace en todos los casos de forma uniforme. Esas declaraciones no se
ignoran cuando pueden adaptarse bien en el paradigma anti-Stalin. Un ejemplo es la
confesión realizada por Mikhail Frinovskii de fecha 11 de abril de 1939, que hemos
examinado en el capítulo previo. Cuando Frinovskii destaca como los hombres de Ezhov
fabricaban falsas confesiones, su afirmación se trata como fiable. La siguiente declaración de
Frinovskii encaja bien el paradigma anti-Stalin y por ello es aceptada como verdadera.
Uno de los escasos académicos que al menos cita esta confesión de Frinovskii como prueba
es Stephen G. Wheatcroft. En su ensayo de 2007, Wheatcroft, uno de los mejores
historiadores del período de Stalin, cita la declaración de forma que tiende a socavar su
validez, pero no da pruebas. En la página 42 Wheatcroft escribe:
Desde luego, hay serias dudas según como debemos tratar estas
declaraciones forzadas, pero son interesantes. O bien es ciertamente lo que
sucedió, o, si no, eran algo que los investigadores imaginaban que podría
haber sucedido. (Wheatcroft, Agency 42).
Wheatcroft evita totalmente la cuestión de analizar las fuentes. ¿Qué significa “forzada”?
¿Son todas las confesiones “forzadas”? Cuando llamas a una declaración “forzada”, ¿eso la
convierte en inválida? Wheatcroft no discute esta importante cuestión, como si no fuera
posible resolverla, como si no hubiera forma de probar la utilidad de este documento (la
confesión de Frinovskii) como prueba.
Además lo que Wheatcroft dice aquí es vacuo respecto a la posibilidades que enumera: que
Frinovskii decía la verdad o que los investigadores de Beria “imaginaban” que eso “podría
haber sucedido”. Es decir que era verdadero o falso, pero que, si falso, se hace aparecer
como absurdo. Algo que puede decirse de casi todas las mentiras deliberadas, ya que las
mentiras se dicen de forma que “pudieran ser” verdad.
Wheatcroft concluye:
Wheatcroft evita de nuevo la cuestión. ¿Qué significa aquí “posible”? ¿Por qué en este “caso
concreto”? ¿Por qué no en muchos casos, o en ninguno? Parece que Wheatcroft no se da
cuenta de que denominar a la confesión de Frinovskii como “forzada” no está haciendo una
afirmación sobre nada de lo que Frinovskii dijo. Más bien nos está diciendo algo sobre sí
mismo, su propia actitud. Lo que Wheatcroft está diciendo es “mi opinión es que la confesión
de Frinovski fue ‘forzada’”.
Pero el hecho de que Wheatcroft prefiera contemplarlo como “forzada” no significa que no
sea verdadera, sea “menos probablemente verdadera”. Igualmente, el hecho de que alguna
otra persona no contemple la confesión de Frinovskii como “forzada” no significa que sea
verdadera, o más probablemente verdadera. En ausencia de pruebas, como aquí, afirmaciones
como “la confesión fue forzada” ó “la confesión no fue forzada” son datos sobre la persona
que lo declara. No dicen nada sobre la confesión en sí. No son objetivas.
La crítica de la fuente es siempre necesaria. Es tan inválido asumir que una confesión es un
montaje como asumir que es lo que la persona interrogada quería decir.
Es toda crítica de las fuentes el estudiante deberá comenzar analizando las pruebas leyendo
cuidadosa y repetidamente. Debemos intentar determinar la fiabilidad del testimonio
intentando descubrir si algunos de los hechos confesados pueden ser verificados mediante
otras fuentes independientes. Cuando dos o más fuentes independientes coinciden en lo
mismo, la probabilidad de su certeza aumenta intensamente. Si podemos verificar un número
de datos dados en los interrogatorios mediante fuentes independientes, entonces hemos
establecido que el testimonio estudiado debiera considerarse una legítima prueba.
Este es el procedimiento que hemos seguido aquí. Cada vez que comprobamos una
declaración en el testimonio presentado aquí contra otra prueba independiente, encontramos
que el testimonio considerado se verifica. Esto significa que no tenemos bases objetivas para
rechazar esas confesiones.
Hemos dedicado los primeros doce capítulos de Trotsky’s ‘Amalgams’, más de 250 páginas,
al análisis de las fuentes de los testimonios prestados en los tres Juicios de Moscú de agosto
de 1936, enero de 1937 y marzo de 1938. Pudimos comparar el gran número de datos hechos
por los acusados contra pruebas independientes. Casi todas ellas se probaron ciertas.
Las pocas excepciones son especialmente interesantes. En los pocos casos en donde podemos
determinar que un acusado mentía, podemos probar que estaba escondiendo a los ojos del
fiscal hechos que el acusado no quería que supiera. El acusado mentía no para inculparse
falsamente a sí mismo, sino para exculparse, falsamente.
Esto, por sí, demuestra que las confesiones son genuinas ¿Por qué iba el NKVD o la
acusación a “forzar” al acusado a mentir y esconder algún delito que efectivamente cometió?
Estamos en disposición de probar que los testimonios de los acusados en los Juicios de
Moscú fueron verdaderos en tanto que pueden ser comprobados. Esto significa que los
interrogatorios y las confesiones en los Juicios de Moscú son lo que parecen ser. Representan
lo que los acusados escogieron decir, no lo que fueron “forzados” a decir. Esas confesiones y
esos interrogatorios son por consiguiente considerados pruebas válidas.
Sin pruebas en contra, podemos aceptar el relato de Frinovskii como perteneciente a una de
las dos últimas categorías: o es cierto, o Frinovskii creía que era cierto. ¡Pero ese relato
destruye el paradigma anti-Stalin! Y esa es la causa por lo que las pruebas son ignoradas por
los historiadores anticomunistas: no sobre pruebas objetivas, sino porque no cuadra con el
requerido, por inválido y falso que sea, paradigma sobre la era de Stalin que domina el
estudio académico de ese período.
Los interrogatorios y las confesiones de Ezhov deben estar sometidas a ese mismo método.
Debemos intentar comprobar tantos datos proporcionados por Ezhov como podamos contra
otras fuentes. Como en el caso de Frinovskii no hay tantas otras fuentes con las que comparar
las declaraciones de Ezhov como las que existen para el testimonio de los Juicios de Moscú,
una mucha mayor cantidad de texto. Sin embargo, algunas de las aseveraciones de Ezhov
pueden comprobarse contra otras fuentes.
Mar’iasin
Lev Efremovich Mar’iasin era Secretario del consejo del Banco Estatal. Ezhov le cita en su
interrogatorio del 16 de junio de 1939:
En su juicio de febrero de 1940 Ezhov rechaza sus confesiones y alegó que todas fueron
falsas. Pero él confirma ese hecho específico.
Aquí, Ezhov pide al tribunal consultar el texto de una de sus confesiones para verificar lo
cierto de su actitud hacia Patakov. El mismo Ezhov verifica un dato que hizo en una de sus
confesiones, y de esa forma comunicando al tribunal que “Esta afirmación en esta confesión
mía es cierta”. ¡Pero Ezhov acaba de decir que sus confesiones son falsas! Evidentemente no
reconoce la contradicción.
Según Frinovskii, Ezhov había ordenado que Mar’iasin fuera golpeado repetidamente.
Mar’iasin fue detenido, el antiguo secretario del Banco Estatal, con quien
Ezhov había tenido estrechas relaciones antes de su arresto. Ezhov demostró
un interés excepcional en la investigación de su caso. La dirigió
personalmente y a menudo estaba presente en los interrogatorios. Mar’iasin
pasó todo el tiempo en la prisión de Lefortovo. Fue golpeado de forma
feroz continuamente. Si otras personas fueron golpeadas hasta el
momento en que confesaban, Mar’iasin lo fue incluso después de que la
investigación acabara y no se obtuvieran más confesiones por su parte.
Una vez, mientras andábamos cerca de las salas de interrogatorio con Ezhov
(que estaba borracho) entramos en una en donde se estaba interrogando a
Mar’iasin. Ezhov habló con él durante largo tiempo, diciéndole que aún no
había contado todo y, en especial, hizo un comentario a Mar’iasin sobre el
terror en general y contra el mismo Ezhov, y afirmó que “te golpearemos,
una y otra vez.” (Frinovskii, 46)
Tanto Frinovskii como Dagin testificaron que Ezhov había golpeado a Mar’iasin de forma
salvaje. En su declaración final en el juicio y tras haber negado sus confesiones Ezhov aún
admitió que había golpeado a Mar’iasin:
Frinovskii y Dagin coinciden en que Mar’iasin fue duramente golpeado. Ezhov lo afirma. Es
otro ejemplo en donde Ezhov, habiendo declarado que sus confesiones son falsas, confirma
que las confesiones de otros sobre algunas de sus acciones son ciertas, y que por tanto una
afirmación en una de sus confesiones es cierta también.
El nacimiento de Ezhov
Una vez más, las confesiones de Dagin verifican un hecho en una de las confesiones de
Ezhov.
Liushkov
El general de la NKVD Liushkov fue enviado al Extremo Oriente por Ezhov en 1937, y
desertó hacia Japón en junio de 1938. Bajo los auspicios japoneses, Liushkov dio ruedas de
prensa en las que afirmaba que todas las acusaciones de conspiración, comenzando por el
Primer Juicio de Moscú de agosto de 1936 (Zinoviev-Kamenev) fueron montajes de Stalin.
Pero era únicamente a efectos de propaganda. En privado, Liushkov dio a sus mentores
militares japoneses detalles sobre conspiraciones reales en el Extremo Oriente entre los
mandos militares, y sobre sus lazos con los Derechistas a través de Rykov. Liushkov
confirmó que las conspiraciones existían. Su testimonio, descubierto por Alvin Coox,
desarma el paradigma anti-Stalin.
Pero Liushkov no dijo a los japoneses o admitió en sus conferencias de prensa que él mismo
era parte de la conspiración de Ezhov para derrocar a Stalin, o que él mismo era responsable
de las represiones masivas, incluyendo la falsificación de pruebas. Esto fue revelado en la
disertación de Stephen Merritt en 2000. Escribe Merritt:
El libro de A.S. Saturin sobre la represión en el Extremo Oriente soviético, citado aquí por
Merritt, contiene testimonios de los miembros del NKVD detenidos e interrogados en 1939
bajo el mandato de Beria, que atestiguan que, bajo la dirección de Liushkov, estaban
implicados en las palizas y en la falsificación de confesiones contra personas totalmente
inocentes.
Frinovskii afirmaba que Liushkov era uno de los hombres de Ezhov, por quien Ezhov
mentía, y protegía del Comité Central de Stalin.
Ya hemos citado el interrogatorio de Ezhov el 2 de agosto de 1939, por parte del investigador
Rodos del NKVD, en el cual Ezhov admite que:
Esta prueba citada por Merritt confirma la afirmación de Ezhov de que Liushkov formaba
parte de la conspiración. La intensa hostilidad de Liushkov hacia Stalin se hace evidente en
sus ruedas de prensa.
Tanto las declaraciones de Frinovskii como el estudio de Suturin confirman algo declarado
por Ezhov en una de sus confesiones.
La conspiración militar
En un capítulo anterior hemos analizado la confesión de Ezhov del 26 de abril de 1939. Allí
subrayaba la conspiración militar y sus estrechas conexiones con el Cuartel General alemán.
La existencia de esa conspiración militar se confirma tanto por la confesión del mariscal
Tukhachevsky, publicada a principios de los 90 y luego vuelta a clasificar, y por el informe
del mariscal Budennyi al mariscal Voroshilov dos semanas después del juicio y las
ejecuciones de Tukhachevsky y sus asociados.
Pregunta: ¿Qué puede decirnos sobre las relaciones [de Solomonovna] con
el escritor Sholokhov?
Pregunta. Bien ¿Y que hizo cuando descubrió las relaciones íntimas entre
Ezhova y Sholokhov?
Ezhov negó saber nada del affaire y haber golpeado por ello a su mujer.
...usted sabía que las relaciones íntimas de Sholokhov con su esposa fueron
grabadas. Aquí, mire esto.
Pregunta: Desde luego que puede negarlo, Ezhov. Pero tenemos las
confesiones de Glikina, la amiga íntima de Ezhova y espía alemana, que está
ahora detenida y está siendo investigada. Glikina confiesa que Ezhova fue
golpeada por usted, que se quejó a ella y la contó todo. Por tanto ¡déjeme
recordarle que mentir no le ayudará!
Por casualidad tenemos esa parte de las confesiones de Glikina que trata este incidente. Fue
publicado por Vitali Shentalinskii, un feroz anticomunista y escritor antiestalinista que a
principios de los 90 tuvo acceso a ciertos materiales de los antiguos archivos soviéticos,
evidentemente incluyendo algunos materiales de investigación que luego han sido
reclasificados y ya no están disponibles para los investigadores.
Como un detalle de esta confesión, que Shentalinskii afirmaba que llenaba un cuaderno
entero, Glikina escribía:
Ezhov también le dijo a Glikina que lo leyera, y lo describía así: “Entendí que el documento
era una transcripción de todo lo que había sucedido entre Khaiutina Ezhova y Shokholov en
la habitación del hotel, y que esta grabación clandestina había sido ordenada por Ezhov.”
Después Ezhov perdió el control, fue hacia su mujer que estaba de pie al
lado del sofá y empezó a golpearla con los puños en a cara y en el pecho.
Solo se detuvo cuando yo me interpuse…(Shentalinskii, Donos 421-422).
Por tanto, esta parte de la confesión de Glikina confirma la autenticidad del interrogatorio del
11 de mayo de 1938 a Ezhov, por parte de Kobulov. Es significativo que Ezhov mintiera,
pese a que éste tenía la transcripción del testimonio de Glikina. Nada de ello sería necesario
si el NKVD pretendía, golpear, torturar aplicar cualquier otra cosa para obligar a Ezhov a
decir lo que ellos querían que dijera.
Por tanto, estos dos párrafos son pruebas de que, pese a que Ezhov mintiera por alguna razón,
la investigación era auténtica. Ezhov no fue golpeado para lograr una falsa confesión. Ni fue
golpeado para conseguir que les dijera la verdad, en este caso su conocimiento del adulterio
de su esposa con Sholokhov y su agresión.
Por el contrario, el investigador empleó una técnica familiar a todos los investigadores:
intentar que el prisionero dijera la verdad confrontándole con el testimonio de otros que le
han mencionado. Es una sólida prueba de que la investigación de Ezhov no incluyó la fuerza.
De paso, observamos que Glikina también confirma la responsabilidad de Ezhov en
“actividades anti-partido”. Glikina vivió con los Ezhovs, y pasó gran cantidad de tiempo con
ellos. En el corto párrafo de su confesión que Shentalinskii cita admite que:
Durante su interrogatorio por el agente del NKVD Rodos el 8 de julio de 1939, Ezhov
testificaba:
Leonid Naumov reproduce un informe sumarial sobre Leplevskii realizado en junio de 1956.
Era el período en que, bajo las órdenes de Khruschev, muchos expedientes de los ejecutados
por traición en los años 30 estaban siendo revisados. El informe en cuestión es un resumen
del archivo de Leplevskii:
Pregunta: Deme información más detallada sobre cada uno de los oblast, y
díganos aquellos hechos que conozca sobre las provocaciones represivas
que se ejecutaron.
Agnessa Mironova-Korol
En su libro Stalin i NKVD escribe el historiador Leonid Naumov:
Mironova-Korol no sabía sobre los trabajos del NKVD mas que los rumores. Pero refleja lo
que pensaba, basándose en sus contactos personales. También refleja que incluso los
miembros del Politburó temían a Ezhov, o que como mínimo desconfiaban de él, y que ella
misma era testigo. Su testimonio es consistente con el relato de Mironov sobre lo que
Frinovskii le dijo. Y es consistente con lo que Frinovskii testificó en su declaración del 11 de
abril de 1939 a Beria, que vimos en un capítulo previo.
Pero al día siguiente, según Pavlikov, Ezhov recibió una visita de Lavrentii Beria durante la
cual Ezhov le informó de que ahora negaría todo, que todas las acusaciones contra él eran
una completa invención.
Una transcripción del juicio de Ezhov aún debe de existir. Pavliukov tuvo evidentemente un
acceso privilegiado a la misma, o a un resumen. También evidentemente aún está clasificado
pese a la expiración de más de 75 años.
Los dos últimos párrafos sugieren que Briukhanov y Shoshkov creen que Ezhov solamente
actuó siguiendo órdenes de Stalin. De haber sido cierto Ezhov hubiera sido un tonto por no
haber “hablado más francamente”.
Pero sabemos que eso no es cierto. Ezhov pudo rechazar sus numerosas confesiones. Pero no
podía refutarlas. Por algo los investigadores interrogaron a los que Ezhov había nombrado en
las confesiones, y compararon y cotejaron las confesiones. Igualmente, el tribunal tenía el
testimonio de muchos otros, y testigos disponibles para testificar, no solamente Frinovskii
sino otros, tal vez muchos.
Pavliukov no plantea la cuestión de forma tan clara como debiera haber hecho. Dadas las
voluminosas confesiones y la inmensa cantidad de testimonios en su contra, la única cosa que
podía posiblemente ganar renunciando a sus propias confesiones era obligar al tribunal a
condenarle por el testimonio de los testigos. Esto fue de hecho lo que sucedió.
*****
Pavliukov narra la historia de como en la década de los 90 la hija de Ezhov, Natalia
Khaiutina solicitó la “rehabilitación” de su padre. En 1998 la oficina del Procurador Militar
decidió que no había prueba de que Ezhov hubiera sido un traidor (conspirando con
Alemania o Polonia). Pero concluyó lo siguiente:
Conclusión
Siempre que hay posibilidad de verificar una acusación referente a los interrogatorios y
confesiones o a la declaración de Frinovskii, descubrimos que los documentos son ciertos. Y
esto sucede incluso en el caso en donde Ezhov estaba claramente mintiendo al decir que no
tenía noticias del affaire de su mujer con Sholokhov. Por consiguiente, no hay razones para
no dar por verídicas las declaraciones y confesiones de Frinovskii y de Ezhov.
Notas al Capítulo 16
Esto no es historia. Mas bien es una deducción de unas premisas falsas pero firmemente
arraigadas. Si uno cree a priori, sujeto al paradigma anti-Stalin, que ninguna de las supuestas
conspiraciones existió, se deduce que todo lo que sucedió fue porque Stalin quiso que así
fuera. Igualmente, las represiones se detuvieron solamente cuando Stalin decidió que ya no
eran necesarias y que pudiera ser peligroso que continuaran.
Toda esta línea de pensamiento está basada en un paradigma que desafía una evaluación
objetiva de las pruebas disponibles. Representa el triunfo de la ideología anticomunista sobre
la objetividad y se contradice por todas las evidencias. Tenemos una inmensa cantidad de
pruebas sobre cada una de estas conspiraciones y frecuentemente no alcanzó lo que pretendía,
siendo las no celebradas elecciones a los soviets el ejemplo más claro en nuestra discusión.
A los historiadores se les supone objetividad para cuestionar sus propias ideas preconcebidas
y los paradigmas que informan esas ideas, moldeándolas en narraciones explicativas; para dar
una lectura más generosa a aquellas pruebas que contradigan sus ideas preconcebidas, y leer
con una actitud especialmente escéptica aquellas evidencias que parezcan reforzar sus
propios sesgos. Si un historiador no inicia su investigación con la decisión de ser objetivo, de
descubrir la verdad según las mejores pruebas y siguiendo la inducción lógica de las mismas
no tendrá oportunidad de tropezar con la verdad ni siquiera por accidente, y lo que él o ella
descubra no será la verdad.
Esa es la causa de que los historias ‘mainstream’ del denominado “gran terror” han fracasado
en conseguir un relato de las represiones masivas ajustado a las evidencias. Esos
historiadores han decidido no hacerlo.
¿Qué sucedió?
Las pruebas ahora disponibles sugieren que la represión del período 1934-1938 contempló
los siguientes eventos políticos en el Partido Bolchevique.
En 1933 estaba claro para los líderes de ese “bloque” que el gobierno de Stalin había
superado la crisis con éxito y no colapsaría, y no se había producido la invasión de los
capitalistas. El “bloque” giró entonces a una táctica de ‘golpe de Estado’ y de asesinato de la
dirección estalinista como única forma de conseguir el poder. Se hicieron contactos y se
alcanzaron acuerdos con al menos Alemania y Japón, y también con Inglaterra y Francia, de
cara a alcanzar el reconocimiento una vez el golpe hubiera triunfado.
Durante 1935, se descubrió una conspiración en le biblioteca del Kremlin. Esto llevó a
aumentar las sospechas contra Zinoviev y Kamenev, al estar implicados algunos parientes de
este último. Igualmente dirigió las sospechas contra Avel Enukidze, que era el responsable de
la plantilla de la librería.
Mientras tanto Bujarin y Rykov, en tanto que líderes de los Derechistas, fueron acusados por
muchos de sus anteriores seguidores. Las pruebas en su contra fueron el primer punto del
orden del día del Pleno del Comité Central celebrado en febrero y marzo de 1937. Tras tres
días de discusiones y acusaciones Bujarin y Rykov fueron detenidos y encarcelados.
Stalin había estado planeando un borrador de la Constitución soviética desde al menos 1935.
En marzo de 1936 dio una entrevista al magnate de la prensa estadounidense Roy Howard en
el que Stalin, de forma excesivamente optimista y considerando su opinión similar al voto del
C.C., prometería elecciones a los organismos legislativos, los soviets. La Constitución fue
redactada y adoptada en 1936. Pero en el Pleno del Comité Central de febrero y marzo de
1937 se produjo mucha oposición a ese tema por parte de los miembros. La mayoría de ellos
avisaron de hostilidad entre la población y de la existencia de grupos anticomunistas,
incluyendo los kulaks que habían regresado, figuras religiosas, antiguos Guardias Blancos y
miembros del ahora ilegal Partido Social-Revolucionario.
Estaba claro que la mayoría de miembros del C.C. no querían celebrar elecciones abiertas a
todas las fuerzas bajo estas circunstancias. Stalin y los suyos argumentaron en favor de su
celebración pero evidentemente no convencieron a muchos, si es que convencieron a alguno.
Esto no significa apoyar a alguna de las partes en liza, ya que ambos bandos tenían válidas
razones para sus respectivas posturas. Sirva más bien para enfatizar que el liderazgo de Stalin
era simplemente eso, liderazgo. Stalin no disponía de poderes dictatoriales.(1)
Genrikh Iagoda fue detenido el 1 de marzo de 1937. Había sido implicado por testimonios en
el Segundo Juicio de Moscú y, evidentemente, por los testimonios de otros interrogados. En
abril de 1937 Iagoda había comenzado a perfilar su implicación en la conspiración Derechista
y su conocimiento previo del plan para asesinar a Kirov.
En abril y mayo de 1937 los investigadores del NKVD habían recopilado bastante
información sobre los militares implicados en las conspiraciones ya descubiertas como para
detener a algunos de los mandos militares, incluyendo al mariscal Mikhail N. Tukhachevskii.
Cuando los investigadores iban a interrogar a Ian Gamarnik, jefe del Directorio Político del
Ejército Rojo, se suicidó. A finales de mayo y principios de junio Tukhachevskii y otros
confesaron conspirar con los Derechistas, con los Trotsquistas y directamente con Trotsky, y
con el Cuartel General alemán en un plan para derrocar al gobierno de Stalin, tomar el poder
y convertirse en aliados de la Alemania nazi. Los días 11 y 12 de junio Tukhachevskii y otros
siete fueron juzgados, confesaron en el juicio, fueron condenados, y ejecutados.
Durante la primera semana de mayo de 1937 se producen los Sucesos de Mayo en Barcelona.
Entre sus dirigentes había antiguos trotsquistas. Durante el Segundo Juicio de Moscú en
enero de 1937, Karl Radek había hecho un llamamiento a los trotsquistas españoles para que
detuvieran sus acciones contra la República española o afrontar las consecuencias. El NKVD
había obtenido informaciones de que agentes alemanes y franquistas habían estado
intentando provocar esa revuelta. En una charla oficiales militares a principios de junio Stalin
dijo que los acusados en el asunto Tukhachevsky habían buscado hacer de la Unión Soviética
“otra España”, apuñalarla por la espalda cuando estaba siendo atacada por las potencias
fascistas.
Durante el Pleno del Comité Central de junio de 1937, 15 miembros del C.C. y 16 suplentes
fueron destituidos. Anteriormente a ese mismo habían sido expulsados 5 miembros y 5
aspirantes a miembros, contra 20 miembros y 21 aspirantes desde principios del mismo año.
Durante 1938 18 miembros y 15 aspirantes más fueron expulsados. En total, 38 miembros y
36 aspirantes. Por lo que sabemos (ya que poca información se ha hecho disponible sobre
algunos de ellos) todos fueron expulsados por formar parte de la conspiración clandestina del
bloque Derechista-Trotsquista.
Elecciones
Un día antes de que comenzara el Pleno del CC de octubre de 1937, Stalin y el Politburó
retiraron sus iniciativas para forzar elecciones competitivas, exigidas por la nueva
Constitución de 1936. Es posible que los miembros restantes del CC, junto con el NKVD,
hubieran estado reprimiendo a los potenciales votantes hostiles, los lishentsy, hasta ese
momento. Es importante darse cuenta, sin embargo, de que no tenemos pruebas de que esto
fuera así. Después del Pleno del CC de octubre de 1937 no habría tenido sentido hacerlo.
No hay duda de que los miembros del CC en febrero-marzo y en junio de 1937 se opusieron a
las elecciones competitivas a los soviets. Esta oposición está firmemente documentada. Pero
la represión -es decir, el asesinato en masa y el encarcelamiento en masa- de posibles
votantes hostiles para impedir una toma hostil de los soviets no tiene sentido después de
octubre de 1937, ya que después no habría elecciones competitivas.
En enero de 1938 Pavel Postyshev fue duramente criticado, más tarde expulsado del
Politburó, en febrero del CC, y luego arrestado y finalmente juzgado y condenado por formar
parte de la conspiración derechista. Según las pruebas ahora disponibles, Postyshev estaba
reprimiendo a los miembros del Partido, especialmente a los funcionarios. La principal
resolución del Pleno del CC de enero de 1938 iba dirigida contra la expulsión masiva
injustificada de miembros del Partido por parte de altos funcionarios del Partido.
Juzgando por la escasa documentación de que disponemos hoy, Postyshev también estaba
atacando a muchas otras personas. Según un relato de estas pruebas, entre junio de 1937 y
enero de 1938, cuando fue destituido, Postyshev hizo procesar a 34.540 personas por delitos
penales y fusiló a unas 5.000. Stalin dijo que Postyshev estaba fusilando a toda la cúpula del
Partido y destruyendo el Partido por motivos insignificantes o sin ningún motivo.(2)
Postyshev pudo haber dicho la verdad. O puede haber sido obligado por Ezhov a confesar,
después de haber sido desenmascarado en el Pleno del CC de enero de 1938.
Por lo tanto, parece que por lo menos algunos miembros del CC reprimían a miembros del
Partido. Fue después del fracaso de la conspiración de Tukhachevskii cuando, según Ezhov,
comenzó su represión masiva de ciudadanos soviéticos inocentes, de los cuales los miembros
del Partido deben haber constituido una proporción muy pequeña.
Notas al Capitulo 17
(1) Ver Stephen G. Wheatcroft, “From Team-Stalin to Degenerate Tyranny." In E.A. Rees,
ed.. The Nature of Stalin's Dictatorship. The Politburo, 1924-1953. Basingstoke: Palgrave
Macmillan, 2004, 79-107. Wheatcroft argumenta que Stalin no era dictador hasta los años
1940s. Wheatcroft no cita pruebas de su afirmación en el título de que Stalin se convirtiera en
un dictador o "tirano" durante sus últimos años.
3) Si -como las pruebas nos obligan a concluir- Stalin era inocente y contribuyó a poner fin a
este crimen contra la humanidad, ¿cómo pudieron él y sus colegas ser ajenos a lo que estaba
ocurriendo durante tanto tiempo?
La respuesta a la tercera pregunta es más compleja. Las pruebas demuestran que los
dirigentes de Stalin tardaron mucho tiempo en darse cuenta de lo que estaba ocurriendo, a
nivel nacional. Mientras tanto, Ezhov proporcionaba a Stalin y a los dirigentes una
voluminosa documentación sobre conspiraciones, muchas de ellas falsificadas, pero algunas
auténticas.
Lo que ocurrió fue una especie de imagen especular de la técnica de la Gran Mentira. Como
explicó Hitler en Mein Kampf, la "gran mentira" es una falsedad que es tan grande, tan
importante, que la mayoría de la gente no podrá pensar que alguien intentase emplearla.
Paradójicamente, de ese modo resulta difícil creer que no es verdad y, por tanto, se acepta.
Hubo al menos tres razones por las que los dirigentes de Stalin tardaron tanto en darse cuenta
de lo que estaba ocurriendo antes de ponerle fin y ejecutar a los responsables.
* Existieron auténticas conspiraciones tras las cuales Ezhov et al. pudieron esconder sus
juicios y ejecuciones no ocultas (a la luz del día y bien comunicadas al CC), como intentos
justificados de acabar con las conspiraciones.
* La dirección estaliniana estaba ocupada con muchas tareas muy complejas en ese momento,
incluyendo la preparación para la guerra que se avecinaba y que reconocían que estaba
diseñada principalmente para aplastar su revolución, la necesidad de reeducar a toda una
población para que se convirtieran en cooperativistas con conciencia de clase en lugar de los
individualistas egoístas a los que el capitalismo había entrenado a la gente durante siglos, la
necesidad de organizar y gobernar sobre una vasta área geográfica (el país más grande del
mundo en superficie). Debido a estas múltiples y complejas tareas, todas ellas necesidades
absolutas, los dirigentes de Stalin se vieron obligados a delegar tareas, en todo el inmenso
país, en personas en las que pensaban que podían confiar.
* La dificultad natural de creer los indicios que llegaban, poco a poco al principio, de que
algo horrible estaba ocurriendo realmente a manos de sus delegados de confianza. Esto debió
de ser especialmente difícil, ya que tales historias podían haber sido inspiradas precisamente
por los mismos enemigos que esperaban eliminar.
Terminología
"El Gran Terror" es una denominación confusa, pero no porque no se aterrorizase a nadie.
Ciertamente mucha gente lo fue. Está mal denominado porque Robert Conquest inventó el
término "Gran Terror" para referirse a la "Purga de Stalin de los años 30", y no hubo tal cosa.
Ezhov eligió a muchas de sus víctimas al azar, un proceso que debió provocar un gran temor.
Pero éste no era el gobierno soviético, ni era "Stalin". Los asesinatos en masa, los únicos
acontecimientos que podrían haber sembrado el "terror", no fueron perpetrados por el
gobierno soviético, sino por los enemigos del gobierno soviético: Ezhov, sus hombres y
algunos miembros de la élite política del Partido y del Estado.
Las represiones masivas de Ezhov fueron una continuación de las conspiraciones descritas en
los tres Juicios de Moscú y en el Asunto Tukhachevskii. Ezhov había sido derechista durante
mucho tiempo. Inició su propia conspiración del NKVD -los asesinatos en masa- después de
que la conspiración militar hubiera sido descubierta y, en su mayor parte, destruida.
Ezhov actuó junto con al menos uno de los conspiradores militares, el mariscal Egorov.
Engañó a Stalin y a los dirigentes soviéticos con informes falsos, muchos de los cuales han
sobrevivido.
Cuando finalmente las noticias de represiones ilegales masivas alcanzaron cierto nivel, Stalin
y el Politburó reaccionaron. Primero destituyeron a Frinovskii como adjunto de Ezhov y
pusieron en su lugar a Lavrentii Beria. Más tarde convencieron, o forzaron, a Ezhov a dimitir.
Las represiones cesaron inmediatamente. La investigación comenzó a revelar la enormidad
de los crímenes de Ezhov.
Durante 1939, Ezhov y muchos de sus hombres fueron arrestados y confesaron. Ezhov y
Frinovskii dieron las líneas generales, y gran parte de los detalles, de sus crímenes masivos.
El reducido número de estas confesiones que se han publicado constituye un importante
conjunto de pruebas. La crítica de las fuentes demuestra que no hay motivos objetivos para
descartarlas.
Muchas personas inocentes fueron asesinadas. Desde 1939 hasta los años de la guerra, Beria,
como jefe de la NKVD, y la Fiscalía soviética revisaron cientos de miles de casos y liberaron
a cientos de miles de personas que, a su juicio, habían sido encarceladas injustamente.
Al mismo tiempo, continuaron investigando, descubriendo y castigando a personas que
realmente estaban implicadas en conspiraciones antisoviéticas. Las conspiraciones reales
existieron. Las confesiones de Ezhov y Frinovskii dejan claro que no todos los reprimidos
bajo Iagoda y Ezhov eran inocentes. Estas investigaciones continuaron en los años de la
guerra.
Tokaev y Svetlanin atestiguan que algunos conspiradores nunca fueron identificados.
Esta es la única versión de las represiones masivas que puede apoyarse en las pruebas. Está
confirmada por la convergencia de un gran número de pruebas individuales. La explicación
"dominante" de la Ezhovshchina es que Stalin la quiso y la planeó. Pero ni ahora ni nunca ha
habido pruebas que apoyen esta conclusión. Más bien se deriva de la aceptación a priori del
paradigma anti-Stalin.
Esto será rechazado por aquellos que son incapaces, o desprecian, la objetividad. La falsa
historia de que "Stalin el dictador" planeó y llevó a cabo estas represiones masivas, al igual
que había fabricado todas las supuestas conspiraciones, es el único relato tolerado por la
historiografía soviética dominante. Pero no hay pruebas que la apoyen y sí muchas de que es
errónea.
Los dirigentes del PCUS y sus investigadores conocen desde hace tiempo la verdad sobre las
represiones y las conspiraciones. Khruschov y sus hombres tuvieron que mentir
deliberadamente para presentar su falsa versión de que las represiones eran obra de Stalin.
Los hombres de Gorbachov continuaron en esta línea. Mantuvieron la verdad en secreto
mientras inventaban falsedades para culpar a Stalin.
La versión aquí expuesta absuelve a Stalin de culpa por las represiones masivas. Esto es lo
que resulta inaceptable para la corriente dominante de la historia soviética. Pero ciertamente
era responsabilidad de Stalin, como principal dirigente político del país, tomar medidas
decisivas para detener las violaciones de la justicia, hacer que se investigaran y asegurarse de
que los responsables fueran castigados. Stalin lo hizo. Trágicamente, tardó muchos meses en
darse cuenta de lo que realmente estaba ocurriendo, y para entonces Ezhov y sus hombres ya
habían asesinado a cientos de miles de ciudadanos soviéticos inocentes.
El paradigma anti-Stalin recuerda la "teoría del gran hombre de la historia" que ya fue
abandonada por los historiadores serios en el siglo XIX. El problema no fue que el sistema
soviético pusiera en el poder a una persona paranoica o psicopáticamente asesina como,
siguiendo a Khruschov, afirman tantas historias anticomunistas y trotskistas. Más bien, el
problema -el fracaso- fue sistémico.
La mayoría de los bolcheviques, como la mayoría de los ciudadanos soviéticos, eran
honorables, trabajadores y entregados a la causa del socialismo y el comunismo. Pero un
pequeño número de ellos no eran honorables ni devotos, o empezaron así pero se
corrompieron, de modo que se perpetraron inmensas injusticias y se causó un enorme daño.
El partido bolchevique ascendió a puestos de poder a personas que utilizaron ese poder para
cometer crímenes masivos. Los servicios de inteligencia alemanes, japoneses y de otros
países utilizaron a algunas de estas personas. Pero la corrupción básica vino de dentro: no
sólo de los agentes de inteligencia de los países capitalistas -aunque ciertamente
desempeñaron un papel- sino de la continuidad, o del rechazo insuficientemente profundo, de
las ideas y valores de la sociedad explotadora y capitalista.
Hay algunas cuestiones que no están claras. Una de ellas es la cuestión de la relación entre la
presión de Stalin para que se celebraran las elecciones y la conspiración derechista-trotskista
que implicaba a los primeros secretarios y al NKVD.
La presión de Stalin a favor de elecciones abiertas fue derrotada, y éstas retiradas de la mesa,
justo antes del Pleno del CC de octubre de 1937. Por tanto, la represión masiva no puede
haber tenido como objetivo la lishentsy, al menos no después de mediados de octubre de
1937.
Una hipótesis es que Stalin deseaba disolver los "grupos familiares" de dirigentes y sus
seguidores que dominaban las direcciones locales del Partido Bolchevique y, por tanto, los
hizo matar con un pretexto u otro. Es cierto que casi todos los Primeros Secretarios elegidos
en el XVII Congreso del Partido en 1934 fueron condenados y ejecutados como parte de la
conspiración derechista-trotskista.
Pero las pruebas ahora disponibles sugieren que, por el contrario, ¡fueron estos poderosos
líderes locales del Partido, los "prefectos soviéticos", quienes querían deshacerse de Stalin!
Deshacerse de Stalin y de los que le eran leales, y poner en el poder a una dirección con un
programa económico y político derechista, era el objetivo de la Derecha en el bloque.
La otra supuesta explicación de las represiones masivas es que el propio Stalin quería
suprimir -matando o encarcelando- a cualquier potencial "Quinta Columna" al estilo de
Alemania o Japón. Resulta que esto es cierto, pero no de la forma en que lo ha entendido la
historiografía anticomunista dominante. Esta "explicación de la quinta columna" es falsa, en
el sentido de que la aplicación exagerada de penas de muerte a cientos de miles de personas
inocentes no fue obra de Stalin. Más bien, Ezhov lo hizo con el pretexto de librar a la nación
de su verdadera e indiscutible "Quinta Columna" de conspiradores.
Las pruebas que tenemos ahora apoyan dos hipótesis. La primera, que muchos Primeros
Secretarios y otros líderes del Partido estuvieron involucrados en la conspiración derechista-
trotskista. En segundo lugar, que algunos de ellos también estuvieron directamente
implicados en la conspiración de Ezhov contra el NKVD. Jansen y Petrov citan pruebas de
que Robert Eikhe estuvo implicado en la conspiración de Ezhov. Eikhe también es
mencionado por Frinovskii en su declaración a Beria del 11 de abril de 1939.
El derrotismo y el asesinato eran hilos comunes en todas las conspiraciones. Los antiguos
opositores, y también muchos antiguos partidarios de Stalin, no podían creer que la URSS
fuera a triunfar. O bien las presiones de la industrialización acelerada y la colectivización
provocarían el colapso del gobierno de Stalin, tal vez en una rebelión generalizada, o bien
una combinación de Estados capitalistas atacaría y derrotaría al Ejército Rojo. Tales temores,
mezclados con la ambición personal, desencadenaron y alimentaron las conspiraciones.
Objeciones
La principal objeción a esta explicación es que no declara culpable a Stalin. Se afirmará que
las confesiones en las que se basa son falsas, invenciones. El rechazo de estas pruebas es
esencial si se quiere negar la naturaleza genuina de las conspiraciones antisoviéticas.
Pero esto es erróneo. Hemos comprobado las confesiones de los Juicios de Moscú y las de
Frinovskii y Ezhov mediante el análisis de las fuentes. No existe base legítima alguna para
rechazarlas como invenciones. La verdadera razón por la que se rechazan o ignoran es que
son incompatibles con el paradigma anti-Stalin.
A veces se afirma que Ezhov fue torturado. Pero no hay pruebas de que Ezhov o Frinovskii
fueran torturados.
Parece que los conspiradores derechistas-trotskistas tenían una especie de código de omertá:
la práctica de no identificar a otros miembros de la conspiración cuya identidad aún no era
conocida por el NKVD, incluso si eso significaba su propia ejecución. Stalin sacó esta
conclusión del comportamiento de Piatakov y la expresó en el Pleno del CC de diciembre de
1936.
Parece que Stalin estaba en lo cierto. Como señala Frinovskii, Bujarin, Radek, Iagoda y otros
no identificaron a Ezhov como parte de la conspiración a pesar de que fueron a la muerte.
Zinóviev y Kámenev no identificaron a Iagoda ni a Ezhov. En el juicio de enero de 1937 en
Moscú, Karl Radek juró que Tukhachevskii era un hombre leal al Partido. Tenía que saber la
verdad: Bujarin la sabía, y él y Radek eran íntimos.
Negación
Esta explicación de las represiones masivas que aquí se ofrece es la que mejor se ajusta a las
pruebas de que ahora disponemos. También es totalmente incompatible con la historiografía
soviética dominante, que exige que Stalin sea el asesino en masa y Ezhov su "fiel verdugo".
Por esta razón será rechazada por la corriente principal de historiadores soviéticos
anticomunistas y por los trotskistas. No encaja en el lecho de Procusto del paradigma anti-
Stalin.
Hay muchos otros ejemplos de cómo la historiografía soviética dominante ignora o rechaza la
verdad sobre la historia soviética.
* El Discurso Secreto de Khruschov es prácticamente falso al 100%. Esto se sabe desde hace
años, pero nunca se reconoce. (Furr, Khrushchev)
* Sergei Kirov fue efectivamente asesinado por una banda clandestina zinovievista vinculada
a través del bloque de oposicionistas con derechistas, trotskistas y otros. Dado que la
interpretación dominante es que tales conspiraciones no existieron y que todas fueron
fabricadas por Stalin y el NKVD, el asesinato de Kirov sigue siendo falsificado a pesar de las
pruebas. (Furr, Kirov)
* No es posible que la masacre de Katyn ocurriera de la forma descrita por la historiografía
anticomunista dominante. Pero esta masacre es demasiado útil como garrote con el que
golpear a Stalin y a la Unión Soviética como para abandonarla simplemente porque se ha
demostrado que es falsa. Por lo tanto, se ignoran las pruebas. (Furr, Katyn)
* El libro de Timothy Snyder Blood Lies no contiene ni una sola acusación verdadera contra
Stalin o la URSS. Sin embargo, este libro puramente mercenario ganó muchos premios y
sigue siendo ampliamente citado. (Furr, Blood Lies)
* Las pruebas del Archivo Trotsky de Harvard demuestran que en la URSS existió de hecho
un bloque político de oposicionistas clandestinos que incluía a los derechistas, los trotskistas,
los zinovievistas y otros. Esto demuestra que las "rehabilitaciones" de la época de Khruschov
y Gorbachov son falsas, ya que afirman que tal bloque no existió. Este hecho se ignora. (Furr,
Amalgams)
* El testimonio de los acusados en los tres juicios públicos del "Espectáculo" de Moscú de
agosto de 1936, enero de 1937 y marzo de 1938 no fue fabricado ni forzado por la NKVD, la
Fiscalía o Stalin. Más bien, representa lo que los acusados decidieron decir. Las
conspiraciones alegadas en los Juicios existieron realmente. Esto se niega, las pruebas que lo
apoyan se ignoran. (Furr, Amalgams)
La verdad es que ni un solo biólogo soviético fue asesinado o enviado a prisión por criticar a
Lysenko. En su libro de 1970 sobre el asunto Lysenko, el erudito anticomunista David
Joravsky tiene una lista de todos los biólogos que pudo averiguar que fueron "reprimidos"
(encarcelados o ejecutados). Joravsky no pudo demostrar que ninguno de ellos fuera
reprimido por oponerse a Lysenko. (3) Un biólogo vegetal que no era Lysenko incluso ganó
el premio Stalin en 1950. (Elina, Lysenko)
En el ámbito académico de la historia soviética del periodo de Stalin las afirmaciones falsas,
siempre que sean condenatorias de Stalin, rara vez se critican o refutan.
Por ejemplo, Arch Getty sigue señalando que "límites" se traduce erróneamente como
"cuotas". Se trata de una falsificación obvia y deliberada. Pero esta flagrante traducción
errónea sigue siendo repetida por destacados eruditos en la materia como Oleg Khlevniuk.
Khlevniuk ha falsificado sistemáticamente la historia soviética durante décadas. En otro
campo de la historia -por ejemplo, la historia de Estados Unidos- habría sido desenmascarado
y tanto su credibilidad como su carrera se habrían visto truncadas hace mucho tiempo.
Sólo en el campo de la historia soviética del periodo de Stalin se ignora prácticamente una
falsificación tan descarada y, de hecho, se la recompensa, siempre que sea anti-Stalin. El
campo de los estudios soviéticos seguirá difundiendo falsedades sobre las represiones
masivas de la década de 1930.
Objetividad y verdad
Lo que hace mucha falta en el campo de la historia soviética del periodo de Stalin es
dedicación a descubrir la verdad. La objetividad sólo puede alcanzarse mediante la
determinación de cuestionar las propias ideas preconcebidas, de considerar seriamente la
posibilidad de que puedan estar equivocadas.
Como un detective que trabaja para resolver un crimen encontrando al verdadero culpable, el
historiador debe ir adonde le lleven las pruebas, y no adonde él preferiría que le llevaran. Y si
las pruebas sólo pueden satisfacerse con una hipótesis que rechace los modelos históricos que
gozan de popularidad, que así sea.
En este estudio hemos intentado ser objetivos. La verdad no es en absoluto del agrado de los
poderosos. Sin embargo, sigue siendo la verdad.
Notas al Capítulo 18
(1) Extracto de la presentación de J.V. Stalin (Pleno Diciembre 1936 CC Plenum). Voprosy
Istorii 1,1995, 9-11. En
https://msuweb.montclair.edu/~furrg/research/stalinonoppsvill995.html
(2) Loren Graham, “What the Reappraisal of Soviet Russia's Top Agricultural Mastermind
Says About Putin's Russia.” Foreign Affairs http://tinyurl.com/fa-agriculture
(3) David Joravsky. The Lysenko Affair. Harvard University Press, 1970. Apéndice A.
Repressed Specialists, 317-360. Más recientemente, un conocido investigador y fanático
antiestalinista afirmó haber demostrado que Stalin y Lysenko fueron responsables de la
detención y procesamiento de Nikolai I. Vavilov, un famoso genetista soviético. A pesar del
título de su artículo, es incapaz de citar una sola prueba de que Stalin o Lysenko
tuvieran algo que ver con el caso de Vavilov. Véase IA. G. Rokitianskii, "Stalin - initsiator,
Lysenko - glavnyi podstrekatel' ubi- ystva akademika Ni.I. Vavilova". Izvestiia TSKhA 4
(2012) 150-163. De nuevo, a pesar del título de este artículo, Vavilov tampoco fue
"asesinado" (ubiystvo).
Bibliografía correspondiente al Capítulo 1
(He incluido URL a las versiones on-line de los textos citados, siempre que he podido
localizarlos. G.F.)
Beria, Lavrentii. Speech, En Stalin's funeral. Mukhin cita la versión original publicada in
Komsomolskaya Pravda, No. 59, 1953, pp. 1-3 (Ubiystvo, 282). No he podido ver
esta versión, pero los pasajes que cita Mukhin son idénticos a la versión en línea
que se cita aquí). Citado como "Beria, Discurso" — "Beria, Speech."
Beria, Sergo. Moy Otets Lavrentii Beria. Orig. ed. Moscow: Sovremennik, 1994.
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