MODULO IIa
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MODULO IIa
Introducción
A través del convenio INIAA – CIID (1986 – 1996), tras un excelente seguimiento y
caracterización de la crianza tradicional de cuyes y de un análisis exhaustivo de sus
problemáticas y limitantes de producción; se logró introducir 5 cambios técnicos
relacionados a manejo, de alta repercusión productivo en criadores de Cajamarca,
Huancayo y Lima. La innovación introducida consistió en:
La crianza de cuyes
bien conducida por
la mujer permite lograr
más alimento para su familia
e ingreso por venta de excedente
4.1.1 La pubertad
Las hembras apareadas entre las 8 y 10 semanas de edad tienden a quedar preñadas
en el primer celo inmediatamente después del empadre. Las variaciones de peso del
empadre al parto y del empadre al destete tienden a ser positivas en las hembras
apareadas antes de los 75 días de edad. El mayor tamaño y peso de camada se
obtuvo con hembras que en promedio tuvieron mayor peso al empadre y una edad de
12 semanas, (Zaldívar, 1986).
El peso de la madre es una variable más eficiente que la edad para iniciar el empadre.
Influye en los pesos que alcanzará las madres al parto y destete, lográndose un
mayor tamaño de camada y peso de las crías al nacimiento y destete. Las hembras
Curso Virtual: Producción de Cuyes 86
pueden iniciar su apareamiento cuando alcanza un peso de 542 gramos, pero no
menores de dos meses, (Zaldívar 1986).
El peso que alcanzan las cuyes hembras a una determinada edad, depende del
genotipo de los cuyes en estudio, en la costa están distribuidos como cuyes mestizos
mientras que en la sierra hay predominancia de criollos. La edad recomendada para
hacer el primer empadre varía entre 10 semanas en la costa y 13 semanas en la
sierra, siendo el peso mínimo recomendado de 500 g, (Guevara, 1989).
En machos el primer empadre debe iniciarse a los 4 meses, a esta edad el reproductor
ha desarrollado no sólo en tamaño sino en madurez sexual. Su peso es superior a 1.1
Kg., tiene más peso que las hembras, lo que le permite tener dominio sobre el grupo y
así mantener una relación de empadre de 1:10. Al mes de empadre alcanza pesos
superiores a 1.3 Kg. Pudiendo continuar su desarrollo hasta el año de edad.
Para iniciar un empadre debe hacerse siempre con machos probados, de esta
manera se evita mermas en la producción por no haberse detectado la infertilidad en
el macho. Los reproductores seleccionados a los 3 meses deben ubicarse
individualmente en pozas de 0.5 x 1.0 x 0.45 m de ancho, largo y altura,
respectivamente, pueden empadrar dos o tres hembras durante un mes. De esa
manera se controla las preñeces de las hembras y el crecimiento del reproductor. Con
este control, se realiza los empadres con machos de 4 meses de edad. Un macho
empadra a siete hembras. Hay que evitar introducir machos en forma posterior, esto
produce peleas lo cual incide sobre la fertilidad. Si se utilizan líneas mejoradas, por
ser más dóciles puede incrementarse el número de hembras (1:10) por macho, al
momento del empadre.
La otra variable es la capacidad de carga que deben de tener los cuyes machos. Es
indudable que esta varía de acuerdo a las diferentes especies. En cuyes un macho
maduro sobre los 6 meses puede mantener en empadre hasta 14 hembras, esto no
significa que todas deben mantenerse juntas. Un macho puede manejarse en dos
pozas consecutivas, juntando preñadas para parto. Es una buena alternativa para
disminuir el mantenimiento de los machos reproductores, pero requiere de un manejo
más intensivo. El análisis de la información muestra que el problema no es la
capacidad de carga del macho sino el área requerida por hembra más sus crías. Los
pesos bajos y la alta mortalidad en lactantes también es consecuencia de la no
racionalidad en la distribución de alimento. Cuando se pone muchos animales existe
competencia por área y alimento.
CUADRO Nº 12
Densidad de empadre.
Un manejo práctico que se viene realizando es el inicio de empadre con 1:10 con
Los sistemas de empadre identificados en la crianza de cuyes son los que aprovechan
el empadre post partum o empadre continuo o el empadre post destete; los otros
descritos son consecuencia de ligeras variaciones de estos dos sistemas.
FIGURA Nº 9: Empadre.
7 hembras
Siempre marcar al macho para reconocerlo
Desventajas:
Alta consanguinidad, baja la productividad del plantel.
Hay mal tiempo de utilización de las hembras.
Peleas constantes entre machos, inestabilidad de la población.
Competencia por hembras, alimento y espacio.
Alta pérdida de crías y madres.
b. Empadre en núcleo (un macho por lote de hembras): Utiliza lotes pequeños de
empadre compuesto por un solo macho con 7 hembras en pozas de 1.5 m2.
Permite medir la eficiencia y productividad de cada macho individualmente a través
de su lote de hembras. Es el sistema técnicamente recomendado por su fácil
conducción y eficiencia.
Ventajas:
Se conoce el padre de las crías (ayuda a la selección).
Puede medirse la eficiencia del padrillo.
Hembras paren tranquilamente, hay mejor ambiente para las crías.
Menor pérdida de crías y madres.
Detección rápida de machos no productivos.
CUADRO N° 13
Productividad de dos sistemas de empadre a nivel de criador y nivel experimental.
Un plantel es eficiente cuando todas las hembras paren y dejan por lo menos 4
camadas al año. La rotación permite estimular el libido de los machos. El cuadro
N° 14, presenta los resultados comparativos obtenidos utilizando tres modalidades
de empadre permanente, con el objeto de lograr que todas las hembras preñen.
No hay ahorro de machos sino que se busca que todas las hembras preñen 4
veces al año.
Por el momento, el mejor sistema de empadre sigue siendo la continua que reduce
el riesgo de pérdida de animales. Por razones sanitarias, el empadre alterno es
menos riesgoso que el rotativo al destinarse el macho solo para los dos núcleos de
hembras.
CUADRO N° 14
Evaluación productiva de 3 sistemas de empadre permanente.
Para obtener cuatro partos al año, los empadres se manejan por trimestre
exponiendo el macho a las hembras por 45 días y para obtener 5 partos, los
ciclos reproductivos son de 75 días con 35 días de exposición a machos
(ALIAGA, 2009). Para el mismo autor la productividad ponderal sobre hembras
empadradas fue de 58.8 %, 50.7 % y 52.4 % para el empadre controlado con
flushing, controlado sin flushing y empadre continuo; siendo el mejor el primero
de los citados. El mejor sistema de empadre es aquel que procure más
crías/hembras/año.
Siendo los ciclos estruales cada 16 días, podría considerarse que periodos
4.1.5 Gestación
El periodo de gestación reportado por diversos autores es de 67 días. Tanto Goy et al,
1957; como Labhestwar y Diamond, 1970; reportan rangos de 58 a 78 días. Es una
etapa delicada por cuanto los factores de manejo, alimentación y medio-ambiente son
de vital importancia, para lograr buenas crías.
Las gestaciones pueden originarse de un celo post parto o post destete, de acuerdo al
sistema de empadre empleado. Esta especie tiene la particularidad de presentar celo
asociado a ovulación fértil, 3 horas después de producirse el parto. Ante la presencia
de macho existe 68.3 % de probabilidad de que queden preñada de lo contrario
iniciará una gestación posterior al destete de sus crías. El ciclo estral en las hembras
es de 16 días.
CUADRO N° 16
Frecuencia de gestaciones post partun y post destete en cuyes de diferentes líneas
genéticas.
GESTACIONES
LÍNEA
GENÉTICA POST PARTUM POST DESTETE
% %
Perú 54.55 45.45
Andina 74.70 25.30
Inti 57.89 42.11
Control 80.23 19.77
Promedio 68.33 31.67
En relación al sexo de los animales gestados cuando domina los machos la gestación
se prolonga alrededor de medio día más que aquellas que tienen un mayor número de
crías hembras (McKoown y Mac Mahon, 1956).
CUADRO N° 17
Tiempo de presentación del primer y segundo parto bajo sistema de empadre
permanente.
4.1.6 Parto
La capacidad que tienen las madres para soportar gestaciones de múltiples crías es
CUADRO N° 18
Relación del peso de la madre con el peso de la camada en el parto.
2.4 205
11.6 175
38.6 150
31.5 140
15.9 115
El peso de la cría al nacimiento tiene que ver con su capacidad de sobre vivencia y
competencia durante la lactación y posteriormente con el periodo de engorde. La cría
de camada de 1 siempre será precoz y de mayor peso, en cambio los de mayor
tamaño de camada entrarán a compensar la ganancia de peso con un buen régimen
alimenticio y mejor condición de manejo.
El periodo entre dos partos continuos influye sobre el peso de las crías al nacimiento,
encontrándose diferencia estadística a favor de las crías concebidas en madres
recuperadas con gestaciones post-destete (Aliaga, 1974). Esto defiere con lo
obtenido por Tomilson, citado por Pezo y Aliaga, 1974; cuando no existe diferencia en
los pesos de camadas concebidas en post-parto o post-destete. Con empadre post-
partum se logra un promedio de 4.9 camadas al año y con post-destete 3.1 camada,
en el mismo periodo.
La misma tendencia es observada en los animales mejorados de INIA con las líneas
genéticas Perú, Andina e Inti, según cuadro N° 20.
Producido el parto la hembra presenta celo con ovulación fértil. Ante presencia de
macho, puede iniciarse una nueva gestación. Inmediatamente después la madre se
ocupa de sus crías en la etapa de lactación.
CUADRO N° 19
Productividad de cuyes provenientes de empadres post-parto y post destete.
TAMAÑO DE
SISTEMA DE PESO DE CAMADA (G) MORTALIDAD
REFERENCIA CAMADA (N°)
EMPADRE %
NACIM DESTET. NACIM. DESTET.
.
Aliaga, L. Post-Parto 3.48 2.69 451.3 592.1 40.4
UNCP-1983 Post-Destete 3.29 2.75 474.7 670.8 22.8
Bustamante et al Post-Parto 2.28 241.7 37.8
UNMSM-1984 Post-Destete 2.62 265.5 3.6
Espinoza, F. Post-Parto 2.80 2.73 296.8 456.24 35.8
UNCP-1992 Post-Destete 2.63 2.03 329.3 569.9 7.3
Chauca et al Post-Parto 2.95 356.9 675.8 26.1
INIA-1992 Post-Destete 2.92 394.2 763.6 21.2
Peruano, D. Post-Parto 3.10 2.48 436.0 663.1 15.9
UNALM-1999 Post-Destete 3.17 2.84 479.2 789.0 8.7
L. CHAUCA, et al 1992
4.1.7 Lactación
Como mamífero, la cuy madre después del parto empieza a secretar leche para el
sustento de sus crías, siendo de vital importancia la primera etapa por el CALOSTRO,
alimento de especial composición que permite trasmitirle a las crías, factores de
inmunidad y resistencia a enfermedades; aparte de suministrarle la energía y
nutrientes necesarios para sobrevivir.
Y como cualquier cría recién nacida, su tracto digestivo que viene adaptado a la leche,
debe irse formando al nuevo régimen alimenticio hasta tener la capacidad de valerse
por sí mismo antes de producirse el destete. Las crías inician el consumo de alimento
seco a la semana de vida.
Estudios realizados por Mepham y Beck, 1973; citado por Sisk, 1976; indican que la
producción láctea se inicia con 20 gramos el primer día, incrementándose después
rápidamente. La máxima secreción se manifiesta entre el 5° y 8° día con 65 g/día
aproximadamente; para disminuir luego significativamente, hasta hacerse escasa al
18° y 23° día.
El primer intento de utilizar protección para los lactantes, nace después de analizar los
problemas y limitantes existentes en la crianza de cuyes, la cual era la alta mortalidad
de crías en la etapa de lactación. Fue la tercera innovación introducida al sistema de
Es una canastilla donde ingresan solamente crías a través del enrejado separados
entre sí 3,5 cm, utilizado sólo cuando hay lactante. El diseño y material puede ser
variado, como se muestra en las fotos N° 3.
La eficiencia de este implemento fue medido por el INIA en 1992 utilizando las crías
provenientes de 120 hembras primerizas, repartidas en tres tratamientos, como se
muestra en el cuadro N° 22.
FOTO N° 3: Gazaperas.
Toda cría recién nacida necesita calor, por eso se les encuentra agrupadas con los
hermanos o junto a la madre. Temperaturas invernales hacen gastar sus energías
para contrarrestar el medio ambiente, en vez de usarlos para ganar peso. Una fuente
de calor a través de focos fue utilizada para levantar la temperatura de la poza de
lactantes como se muestra en la foto N° 4, lográndose reducir la mortalidad de 7.14 %
a 2.8 %, y mejorar pesos al destete (Cuadro N° 24).
CUADRO N° 23
Porcentaje de mortalidad durante la lactación en los diferentes rangos de peso al
nacimiento.
CUADRO N° 24
Efectos de fuentes de calor en el crecimiento y mortalidad de cuyes lactantes.
Posteriores trabajos realizados por Ortiz (2001) y Soto (2002) vuelven a mostrar los
beneficios del uso de gazaperas para lactantes. El primero realizado en Cajamarca
donde la alimentación de los reproductores fue con forraje (rye grass + trébol) y
concentrado, la mortalidad de lactantes fue de 17.52 % sin uso de gazapera y de 5.10
% usando este implemento. En cambio, para el segundo autor realizado en Lima a
base de chala + concentrado para los adultos y un suplemento de inicio para los
gazapos dentro de la gazapera, la mortalidad se redujo en casi un 3 %.
Las crías casi duplican su peso durante la lactancia, logran incrementos equivalentes
al 95% de su peso al nacimiento, (Chauca y Ordoñez, 1995). Del primero al quinto día
de nacido los incrementos son mínimos, a partir del sexto día se logra incrementos
promedios de 10.2 g de peso. Los incrementos diarios que alcanzan los cuyes de
camadas de 1, 2, 3 y 4 crías al parto son 12.59a, 11.47ab, 10.22b y 8.3c gramos,
respectivamente.
Los cuyes pierden el 1.98% de su peso en los dos primeros días de vida. Esta baja no
es una disminución real sino una deshidratación por efecto del cambio del medio del
uterino materno nuevo ambiente. El neonato pierde humedad por evaporación siendo
ésta una manera de termoregularse y adaptarse a las condiciones del nuevo ambiente
(Arthur, 1991).
Al nacimiento los cuyes machos nacen con 11.5 g más que las hembras, esto
equivale al 8.71% más. Esta diferencia aumenta considerablemente durante la
primera semana de vida, siendo al 7º día de 16 g., existiendo significancia estadística
(P<0.05). Al final de la segunda semana la diferencia de peso entre sexos es de 24 g.
(P<0.05), 9.34% del peso de las hembras, estos valores son superior a los reportados
por Ortiz (1979), quien registra diferencias entre sexos de 4-4.9% a las 13 semanas a
favor siempre de los machos.
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CUADRO N° 25
Pesos e incrementos de peso por sexos en crías lactantes.
MACHOS HEMBRAS
PARÁMETROS
(G) (G)
Se puede afirmar que los cuyes duplican su peso del nacimiento a los 14 días y lo
triplican a los 28 días de edad.
Parámetros TC 1 TC 2 TC 3 TC 4
14
12
10
8
Gramos
0
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14
-2
-4 Días
Incremento Consumo
Los tres primeros días simplemente prueban el alimento y no existe una ingestión
CUADRO N° 27
Consumo de alimento por tratamientos en el periodo de lactancia (g promedio/cuy).
Densidad ** Densidad *
Parámetros
Nutricional Baja Nutricional Alta
Consumo al 7º día 4.7 a 3.1 b
Parámetros TC 1 TC 2 TC 3 TC 4
Consumo al 7º 2.9a 4.2a 4.1a 3.3a
Consumo al 14º 8.9a 10.4a 10.5a 8.6a
Consumo Total 60.6a 65.2a 62.6a 61.9a
Consumo diario 4.3a 4.7a 4.5a 4.4a
La mayor pérdida de crías en cuyes se produce durante la fase de lactación, las que
pueden deberse a factores de manejo, alimentación, medio ambiente y sanidad. En
las crianzas tradicionales las pérdidas podrían ascender a niveles del 75% por
criárseles confinados en un solo ambiente, junto con los adultos (M. ZALDIVAR,
1990).
CUADRO N° 29
Modalidad de crianza en lactantes (Cuyes Tipo 4).
Camadas evaluada 70 70 70
Crías nacidas 171 174 203
EFECTO EN CRECIMIENTO
Peso al nacer (g) 120.0 125.5 127.3
Peso al destete (g) 223.9 220.3 246.2
Incremento (g) 103.9 94.8 118.9
EFECTO EN LA MORTALIDAD
General (%) 8.1 12.0 12.8
Dentro de su grupo
Menor 100 g (%) 13.6 39.4 40.0
Mayor 100 g (%) 6.3 4.4 7.1
EFECTO EN LA MADRE
Peso al parto (g) 1264.8 1150.8 1192.7
Peso al destete (g) 1084.3 1091.3 1167.2
Pérdida de peso (g) 180.4 59.4 25.5
4.1.8 Destete
La edad de destete tiene efecto sobre el peso a los 93 días. Los destetados
precozmente a 2 semanas alcanzan mayores incrementos de peso que los destetados
a 3 ó 4 semanas a pesar de no hallarse diferencia estadística significativa en los
pesos logrados como se aprecia en el cuadro N° 30. Generalmente hoy en día se
opta por el destete a 2 semanas de edad cuando coincidentemente la producción de
leche materna es también mínima. Se realiza destete a 21 días cuando las
condiciones alimentarías son pobres o cuando el clima (frío) es adverso.
Aliaga, 1972; evaluó el efecto del tiempo de lactación de la madre sobre su siguiente
lactación. Destetes producidos a 7, 14 y 21 días no repercutieron en la productividad
del segundo parto traducido en peso de la camada al nacimiento y destete.
CUADRO N° 30
Efecto de la edad del destete en cuyes sobre el incremento de peso en la fase de la
recría.