Frankenstein o El Moderno Prometeo
Frankenstein o El Moderno Prometeo
Frankenstein o El Moderno Prometeo
Frankenstein
Año: 5to
Integrantes:
Sandra Marques
Daniela Pérez
Rodrigo Otárola
Frankenstein o el moderno Prometeo
Introducción
Frankenstein, escrito por Mary Shelley en 1818, es una obra fundamental del
Romanticismo y un pionero del género de ciencia ficción. En esta novela, Shelley
cuestiona la ambición del protagonista y su ansia por priorizar la ciencia sobre los
sentimientos. Además, expone un problema que ha perdurado a lo largo de la historia: la
sabiduría a menudo trae consigo la pérdida de la inocencia y el sufrimiento.
La trama sigue a Víctor Frankenstein, quien, obsesionado por descubrir los secretos de
la naturaleza y el principio de la vida, crea una criatura a la cual rechaza tan pronto
cobra vida. Este suceso atormenta tanto a Víctor como a su creación a lo largo de toda la
historia.
La pregunta central de este ensayo es: ¿cómo la ciencia impulsiva y deliberada del ser
humano conduce a catástrofes? Para responder a esta pregunta, analizaremos la obra en
detalle a través de preguntas más específicas como: ¿Por qué el uso que Víctor
Frankenstein le dio a la ciencia lo llevó a su desdicha? y ¿Por qué la criatura fue víctima
de su propio creador?
Proponemos que, en primer lugar, Víctor Frankenstein siguió el impulso de crear vida y
desafiar a la naturaleza, sin considerar el impacto que tendría en la criatura, en el mundo
y en él mismo.
Con la cita a continuación, el lector podrá entender a qué nos referimos con "ciencia
deliberada", además de comprender la mentalidad que tenía Víctor Frankenstein:
"Mi padre no poseía un espíritu científico, así que tuve que luchar a solas con mi sed
estudiantil de conocimientos y la ceguera de un niño. Bajo la dirección de los nuevos
preceptores que había elegido, me lancé con la mayor diligencia a la búsqueda de la
piedra filosofal y el elixir de la vida; (...)"
Desde pequeño, tuvo una intensa sed de conocimiento, pero debido a la falta de guía y
dirección de su padre, tuvo que explorar su curiosidad científica por su cuenta. Este
aislamiento en su búsqueda del saber solo hizo que su deseo se volviera más intenso y
descontrolado. A esto nos referimos como "ciencia deliberada": su ansia por saciar esta
sed fue más fuerte que la crítica y el análisis de las futuras consecuencias. Es decir, que
Frankenstein prestó más atención a satisfacer su necesidad de conocimientos que a los
posibles resultados de lograrlo.
"(…) temiendo que me anunciasen la proximidad del cadáver demoníaco al que tan
desventuradamente había dado vida." (pág. 80)
Comprende que ha cruzado una línea moral significativa, desafiando los límites
impuestos por la naturaleza, y ahora se encuentra en territorio desconocido por lo que
debe enfrentar las responsabilidades de su creación: el impacto en sí mismo, en la
criatura y en el mundo.
Esta cita, como muchas otras en la novela, ejemplifica la advertencia de Shelley sobre
los peligros de la ciencia sin límites éticos y reflexiona sobre las consecuencias
humanas de la ambición desmedida. Es un recordatorio de las responsabilidades
inherentes al descubrimiento y la innovación científica, así como del impacto que estas
pueden tener en la sociedad y en el individuo.
Por último, también sabemos que todo este suceso lo afecta físicamente:
"Desperté horrorizado de este sueño; un sudor frío me empapaba la frente, los dientes
me castañeteaban, y mis miembros eran presa de continuas convulsiones…"
Esta cita muestra los inicios de la desdicha física del joven científico, reflejando el
impacto inmediato y devastador de su creación en su bienestar. El horror que siente al
ver a su criatura cobrar vida no solo afecta su mente, sino que también se manifiesta en
síntomas físicos extremos: sudor frío, castañeteo de dientes y convulsiones.