Elevator Pitch 28parte 6 Cuaderno de Bitacoras 29 - 20190712130640
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Elevator Pitch 28parte 6 Cuaderno de Bitacoras 29 - 20190712130640
¿Has oído hablar del elevator pitch? Ejemplos de discurso breve, pero intenso, eficaz y con
un mensaje claro no hay muchos en el terreno laboral. Pero, imagina que un buen día te subes
a un ascensor y en él te cruzas con un empresario, directivo o cliente con quien podrías
entablar el negocio de tu vida. Es una oportunidad única: sabes que nunca más volverá a
repetirse.
Sin embargo, tienes apenas 2 minutos (o incluso menos) para romper el hielo y dirigirle unas
cuantas palabras que despierten su interés por tu marca, producto o servicio. No valen los
titubeos ni las dudas. Debes ser preciso, directo y contundente a la hora de transmitir tu
mensaje. ¿Qué le dirías? ¿Cuál sería tu apuesta?
• ¿Qué es el pitch?
En este contexto, el pitch, habitualmente conocido como Elevator pitch, consiste en una
forma de presentar las ideas de negocio ante potenciales clientes o terceras personas que de
alguna u otra forma estén interesados en ella.
Se trata de una técnica propia del siglo XXI. Y cuando decimos que es propia de nuestra era no
lo decimos porque sí. Vivimos en un mundo en el que cada vez tenemos menos tiempo del que
quisiéramos, ágil, veloz, y no sabemos cuándo ni dónde puede surgir nuestra próxima
oportunidad de negocio: en un evento, una feria, una reunión o, para no ir más lejos, un
ascensor.
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Sí, suena obvio, pero sin esto no podemos hablar de una estrategia de Elevator pitch,
ejemplos hay tantos como ocasiones y el éxito de cada una de ellas dependerá del contexto,
pero también de los objetivos y la habilidad del orador. Lo primero pasa por tener claro (y no
olvidar nunca, ¡nunca!) qué es lo que ofreces a los demás, cuál es tu producto o servicio o
contenido, y por qué es útil para el público al que te diriges.
2) ¿Quién eres, de dónde vienes y cuál es tu experiencia?:
En realidad no tiene por qué ser el segundo paso, pues lo puedes intercalar con el primero. Lo
realmente importante es que en unas cuantas palabras definas quién eres, de dónde vienes tú
y tu marca y cuál es la experiencia que tienes en el mercado en el que te desenvuelves. Si
tienes experiencia y tu marca está bien posicionada, bastará con ser un poco más enfático.
Pero si, como le pasa a una buena parte de los emprendedores, se trata justamente de abrirse
un hueco en el mercado, tendrás que hacer un esfuerzo doble. La idea es que tu nombre sea lo
suficientemente sonoro como para que los clientes o inversores lo recuerden, al igual que se
queden con tu imagen. Esto va fundamentalmente de eso: imagen.
3) ¿En qué consiste tu idea?:
Hechas las presentaciones, el siguiente paso es explicar brevemente tu idea de negocio. Ojo,
aquí es cuando muchos sucumben: o se extienden demasiado o no son lo suficientemente
precisos como para generar interés en la otra persona. Las dos cosas van de la mano. De
hecho, si te fijas, este paso no es más que una ampliación de la presentación (punto 1). Por
tanto, sé breve, conciso y dale un matiz especial a las palabras que consideres que deben
quedarse grabadas en la memoria del otro. Y, claro, date prisa: ¡el ascensor sigue subiendo!
4) ¿Qué te hace diferente a los demás?:
De los 2 minutos de los que dispones, ya han trascurrido 1,20. Sin embargo, en este paso te
enfrentas a otro elemento fundamental de la presentación de tu idea de negocio: qué te hace
diferente. Es decir, por qué quienes te escuchan deben invertir en tu proyecto y no en otros,
que seguramente los habrá a montón. Te juegas mucho en este momento, pero si lo tienes
claro y eres eficaz a la hora de transmitirlo, habrás conseguido un 90% de tu objetivo.
5) ¿Qué ofreces a los inversores?:
Habiendo ganado todo ese terreno, el último paso consistirá en confirmar que la persona que
tienes delante sí está interesada en tu idea. ¿Cómo conseguirlo? Sencillo: dirigiéndote a ella
como inversor, financiador, cliente o interesado, es decir, apelando a los beneficios directos e
indirectos que podría obtener si se suma a tu proyecto. En este punto, el discurso tiene que
ser personalizado, antes que genérico, pues lo que buscas es un «sí» como respuesta, lo que
no impide que puedas inspirarte en otros elevator pitch ejemplos para coger ideas.
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modelo de asesoría y acompañamiento basado en planes, estrategias y soluciones corporativas
de alto nivel y envergadura. De ser posible, me gustaría contar con usted para explicarle
minuciosamente cuáles son los puntos esenciales de nuestra propuesta de valor y el marco
general de la misma. No sé, quizá le interese».
Ejemplo 2:
«Soy Carlos Suárez y me dedico a la consultoría de empresas en la industria farmacéutica.
Ofrecemos un modelo único y diferente para la implementación de estrategias y resultados
competitivos. Me gustaría que se sumara a nuestro proyecto. Seguro que no se arrepentirá».