Historia Del Arte
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Historia Del Arte
Realizadas como recinto funerario de tres de los faraones de la IV Dinastía, se han convertido en
una de las siete maravillas del mundo. La de Kheops es la más elevada con 146´59 m de altura
mientras que la de Kefrén tiene 143´5 y la de Mykerinos sólo llega a los 100 metros. Las tres,
junto a los templos correspondientes, la esfinge y las mastabas de reinas y funcionarios que las
rodean, forman la necrópolis de Giza. Su construcción empleó a numerosos trabajadores que
organizarían una ciudad alrededor de las edificaciones.
Gran Pirámide de Keops ARQUITECTO: HEMIUNU AÑO: 2.550 A.C UBICACIÓN: GIZA, EL
CAIRO, EGIPTO Altura: 146,60 m Ubicación: Giza, El Cairo, Egipto Egipto
Las tres Grandes Pirámides de Giza han ganado su fama por ser las mayores de todas ellas. En las fotos
más conocidas, la pirámide central, es decir la de Kafra (o Kefrén), parece más grande debido al ángulo
de enfoque y a que fue construida sobre un terreno más elevado, pero la mayor de las tres pirámides es
la Gran Pirámide de Keops, hoy en día también conocida como la Gran Pirámide. La Pirámide de
Keops sirvió como tumba para el faraón Jufu, conocido también por su nombre en griego, Keops, en la
dinastía IV. Se estima que se terminó de construir entre el año 2550-2570 AC Es la única sobreviviente
de las célebres Siete Maravillas del Mundo Antiguo, citada por Antípatro de Sidón en el año 125 AC,
las otras dos pirámides de la necrópolis (Kefrén y Miceriono) no están incluidas en estas maravillas
antiguas. Heródoto que visitó el lugar en el 450 AC mencionó que su construcción duró 20 años.
Durante las excavaciones realizadas por los árabes en la Pirámide de Keops, se encontraron losas y
pedruscos que habían sido usados para sellar los pasajes y las cámaras. También se encontraron puertas
secretas. Esto alimentó los numerosos mitos sobre la posibilidad de que las pirámides fueran una
trampa, y que aquellos que entraban luego no podían salir vivos. Un explorador inglés del siglo XVII
logró descubrir otro hueco que conectaba los pasajes, pero no encontró ningún tesoro. De esto se
desprenden dos posibles conclusiones, una, que los antiguos saqueadores de tumbas hubiesen robado
los tesoros de las pirámides siglos antes de la entrada de los árabes, dejando las cámaras vacías, y la
otra, que la momia de Keops y sus tesoros estén aún astutamente ocultos dentro, o debajo de la Gran
Pirámide. Situación A 20 kilómetros al sudoeste del centro de El Cairo y formando parte de su área
metropolitana, se encuentra la ciudad de Giza o Guiza en árabe, en la orilla occidental del río Nilo. La
Gran Pirámide de Keops fue levantada sobre la meseta de Guiza, en la ribera izquierda del Nilo y a 40
metros sobre el nivel del Valle de Guiza, Egipto.
La Gran Pirámide tenía una altura original de 146 metros, pero se redujo 9 metros debido a la erosión
y el paso del tiempo. El área de base es de 53000m2, con 230 metros por lado. Esta área es suficiente
para contener 20 piscinas olímpicas u ocho campos de fútbol. Para rodearla hay que andar casi un
kilómetro y su altura corresponde a un edificio de cuarenta pisos. Por cientos de años, hasta que se
construyó la Torre de Eiffel en 1889., la Gran Pirámide fue el edificio más alto del mundo. Sus lados
se orientan hacia los cuatro puntos cardinales, de modo que el reflejo de las sombras acusa con una
exactitud cronométrica los puntos esenciales del año solar, dando las fechas precisas de los equinoccios
de primavera y otoño y los solsticios de invierno y verano. Concepto Se cree que fue erigida para
contener los restos del Faraón cuando muriera. Sin embargo, abundan otras teorías acerca de las
Pirámides, algunas de las cuales arriesgan la creencia de que éstas fueron construidas como
observatorios astronómicos y otras que sostienen que su posición tiene que ver con la guía de naves
espaciales. Espacios La entrada está ubicada en el lado norte, a 16,75 metros de altura con cuatro
bloques de descarga sobre ella. Se cree que originalmente una puerta basculante sólo conocida por los
sacerdotes de más elevado rango la ocultaba a la vista. Una vez dentro y a través de los canales
accedemos a las salas. Canales Los egipcios construyeron dos canales principales para moverse en el
interior de la pirámide. Canal ascendente Con 1,05 mts. de ancho y 1,20 mts. de alto finaliza en la
Gran Galería a 23 metros de altura sobre el nivel de la base de la Pirámide. En su inicio encontramos
otro canal que lleva hasta la Cámara de la Reina, el Canal Horizontal, con un recorrido de 38 metros.
Canal descendente Este canal llega hasta el centro de la pirámide, después de recorrer 105, 15 metros.
Al final del mismo encontramos la Cámara del Caos o Canal Subterráneo. El Canal descendente tiene
1,22 metros de alto y 1,05 de ancho Otros Canales Tanto en la Cámara del Rey como en la Cámara de
la Reina, se han descubierto canales que suben por la pirámide, en algunos casos como ventilación, en
otros no se ha descubierto su finalidad. En cualquier caso, la realización de estos conductos que suben
y se extienden a todo lo largo de la pirámide, es una demostración del nivel técnico y constructivo de
sus arquitectos, puesto que los planos no pudieron modificarse en ningún momento, ya que los canales
se hacían a medida que la construcción avanzaba. Cámaras Cámara del Rey Esta se encuentra en el
interior de la pirámide, y es una de las tres cámaras principales, junto con la Cámara de la Reina y la
Cámara Subterránea. Esta Cámara es una planta rectangular de losas de granito, con paredes formadas
por 5 hileras de piedra y techos lisos, sin decoración, contiene un sarcófago de granito rojo vacío, sin
inscripciones. Sus dimensiones son: 10,481 metros de largo, 5,235 metros de ancho y 5,858 metros de
alto. El techo está formado por 9 enormes bloques de granito que pesan aproximadamente 400
toneladas y que se aligeran con cinco compartimentos de apoyo, coronados por un techo en punta. A
esta cámara se accede por un pasaje descendente que comunica al final con la Gran Galería y la Cámara
Subterránea. En la pared norte de la Cámara del Rey existe una pequeña abertura que funciona como
telescopio hacia las “Indestructibles”, estrellas que hoy conocemos como Circumpolares, asegurando
así el viaje a la eternidad para su rey y para todos los que colaboraron en la construcción de la
pirámide, según las creencias y conocimientos de Hemiunu, principal arquitecto de la pirámide y primo
del Faraón. Cámaras de descarga Esquema cámaras de descarga Son cinco y se encuentran encima de
la Cámara del Rey. Las losas de la primera de ellas, sirven de techo a la Cámara real por lo tanto tiene
la misma superficie, aunque con una altura de 1,20 metros. Encima de esta cámara se encuentran las
otras cuatro. La función de dichas cámaras es la de aliviar a la Cámara del Rey del enorme peso que
tenía encima y protegerla en caso de terremoto. Sus losas fueron planeadas con la estructura general de
la pirámide y han cumplido su misión, ya que algunas de ellas se han ido abriendo probablemente a
causa de algún seísmo. Cámara de la Reina Esta cámara recibe este nombre pese a que nunca hubo
ninguna reina sepultada dentro y es de las mismas características que la Cámara del Rey,
comunicándose con la zona inferior de la Gran Galería a través de un acceso horizontal. Está situada en
el centro del eje norte-sur de la pirámide, es abovedada, sin decoración y de planta rectangular, 5.65
mts de largo por 5,23 de ancho, con una altura de 4,17 y 6,30 mts. Cámara subterránea Se cree que La
Cámara subterránea o “Cámara del Caos” a más de 35 metros por debajo del nivel de la meseta, fue
proyectada para albergar al difunto faraón pero que posteriormente se abandonó la idea. La
Antecámara o Cámara de los Rastrillos La Cámara de los Rastrillos, que se encuentra al final de la
Gran Galería, fue construida y dotada con mecanismos que sirvieran para impedir el acceso a la
Cámara del Rey, contigua a la misma. Las tres correderas talladas en las paredes laterales, las 4
ranuras verticales de la pared sur y algunos otros detalles sugieren que esta cámara quedaba cerrada con
tres losas de piedra que se dejaban deslizar desde arriba mediante un sistema de cuerdas.
Gran Galería La Gran Galería es un gran pasaje ascendente de unos 47 metros de longitud y ocho
metros de altura. Las paredes son planas hasta una altura de dos metros y, a partir de ahí se van
cerrando conformando una falsa bóveda por aproximación de las hiladas de tal modo que el techo
formado por 40 losas imbricadas como tejas sólo tiene 1 metro de ancho mientras que el suelo tiene 2
metros. Estructura Los arquitectos que diseñaron la Gran Pirámide, escogieron una elevación rocosa
como superestructura para que aguantara el gran peso de la Pirámide terminada. Su volumen es de
aproximadamente 2.600.000 m³, y su peso medio, calculado en base a la densidad, es de 6.500.000
toneladas. Es una estructura piramidal con 230 metros por lado y una altura original de 146 metros
realizada en piedra escalonada y luego recubierta con piedra pulida que la convertía en una Pirámide
recta y en forma de rampa hacia la cumbre, con una angulación de 51º 50′ 35» Sistema constructivo
Nadie sabe con certeza el sistema que se utilizó para construir las pirámides de Egipto pues aunque
varias teorías ofrecen respuestas posibles al modo en que se trasladaron los bloques de piedra, queda
por encarar los problemas técnicos que implican la colocación y elevación de dichas piedras, así como
la exactitud en su colocación, medidas y cálculos. Dicha construcción ha sido atribuida a
extraterrestres, atlantes, egipcios anteriores a Keops o a otras culturas o civilizaciones desconocidas.
Herodoto Herodoto, fue el primero en hacer referencia a su modo de construcción cuando las visitó
2000 años después de haber sido construidas y ofrece la única descripción histórica con que se cuenta.
Declara en lo referente a la construcción del monumento de Keops: Sistema constructivo según
Herodoto «Esta pirámide fue construida de la siguiente manera: se colocaron al principio una serie de
gradas que algunos llaman crossai y otros bomides. Después de haberle dado para empezar, esta
primer forma, se procedió a subir las piedras restantes, por medio de máquinas construidas con trozos
cortos de madera, desde el suelo las subían a la primera plataforma, cuando la piedra había llegado allí,
era colocada en otra máquina instalada sobre esta primera plataforma y pasaba a otra grúa, pues había
tantas máquinas como plataformas. O quizás sólo había una máquina, fácil de transportar, que
trasladaban de un piso a otro, después de haber retirado la piedra, indicamos los dos procedimientos,
según las dos versiones que hemos oído. Lo primero que hicieron fue llegar al vértice de la pirámide,
después pasaron a las partes que quedaban inmediatamente debajo, y por fin, dieron el último toque a
los pisos próximos al suelo y al pie mismo del edificio.» Hasta el presente no se han aportado pruebas
en apoyo a las declaraciones de Herodoto en su conjunto. Sistema de rampas En los últimos años ha
parecido afianzarse la teoría de las rampas, aunque sin ponerse de acuerdo sobre que tipo de rampa,
Rampas envolventes Rampas envolventes, hacen referencia a las que en forma de espiral se iban
levantando sobre las hiladas de piedras ya colocadas. Quienes han estudiado más a fondo este sistema
lo consideran muy dificultoso y con grandes contraindicaciones por las grandes masas volumétricas
utilizadas, que a medida que se acercaban a la cúspide contaban con un espacio mucho mas reducido
para moverse a la vez que los andamios que se iban montando para una rampa capaz de aguantar
semejantes pesos cubriría totalmente las caras de las pirámides dificultando su trazado y orientación,
que era perfecto. Rampa interior Partiendo de la mitad de una de sus caras, la rampa se prolongaría en
el núcleo interno de la pirámide, dejándolo atravesado por un corredor hueco y sin techo. A medida que
fuera creciendo el número de hiladas del edificio, aumentaría la longitud de la rampa, hasta casi
alcanzar la cara contraria. Llegados ahí, se rellenaría el corredor y se montaría una nueva rampa que,
comenzando en el exterior, penetraría de nuevo en el interior de la pirámide hasta la cara contraria,
repitiéndose el proceso cada vez a mayor altura. En las últimas etapas habría que recurrir a rampas
laterales de refuerzo y escaleras. Rampa perpendicular Dibujo rampa perpendicular Se trata de la
rampa tradicional que llevaría las piedras desde la cantera y se iría elevando a medida que creciera la
pirámide permitiendo con facilidad la colocación de las últimas hiladas aunque cuenta con el
inconveniente de la gran cantidad de material que se necesita para construirla. El arquitecto francés
Jean-Pierre Houdin expuso en abril de 2007 la teoría, según la cual las piedras de la Gran Pirámide de
Giza fueron transportadas por una rampa exterior tradicional hasta una altura de 45 metros. Desde ahí
los bloques eran subidos por una rampa en espiral, montada dentro de la propia pirámide A lo largo de
los años los arqueólogos y científicos, incluso los arquitectos han pensado en muchos otros tipos de
rampas combinadas con sistemas de contrapesos y poleas. Este método posible se ha basado en pruebas
arqueológicas, pero no existen evidencias claras de que fuera utilizado como modo único en la
Pirámide de Keops, por lo que todo queda en el campo de las teorías. A la fecha no hay modo de saber
con certeza que métodos utilizaron los antiguos egipcios para la elevación de los bloques de Guiza.
Materiales Aún hoy, 4.500 años después de su construcción, la Gran Pirámide de Keops es una de las
estructuras más grandes construidas por el hombre. Bloques de piedra Bloques de piedra La Gran
Pirámide está formada por 2.300.000 bloques de piedra individuales aproximadamente, cada uno de
ellos con un peso que oscilaba entre 2 y 60 toneladas, hecho que la convierten en un triunfo
arquitectónico y una de las Siete Maravillas del Mundo. Piedra caliza En la época del faraón estaba
cubierta por 25.000 bloques de piedra caliza pulida, que también pesaban varias toneladas, pero este
recubrimiento se desprendió como consecuencia de fuertes terremotos que asolaron la región.
Posteriormente los turcos otomanos desmontaron y fragmentaron estos bloques para poder
transportarlos y construir diversas edificaciones en El Cairo. La Cámara del Rey está totalmente
Sección Sur-Norte. 1. Acceso original, en la cara norte, actualmente obstruido 2. Acceso actual,
ordenado abrir por el califa Al-Mamun en 823, debido a los rumores populares de tesoros ocultos en su
interior, perforado a 16 m del suelo con palancas 3. Bloques de granito, que sellaban el acceso al pasaje
superior 4. Pasaje que comunica con la cámara subterránea 5. Cámara subterránea 6. Pasaje de acceso a
la Gran Galería 7. Cámara de la reina 8. Pasaje que comunica con la cámara de la reina 9. Gran Galería
10. Cámara del rey y cámaras de descarga 11. Antecámara 12. Pasaje perforado que comunica con la
Gran Galería y la cámara subterránea 7-10 Canales de ventilación de las cámaras del rey y de la reina
Falta pirámide de kefren y micerino. Análisis.
LA PALETA DE NARMER
La Paleta del rey Narmer es uno de los testimonios más antiguos e importantes del Período Predinástico
del Antiguo Egipto. En realidad se trata de una paleta cosmética, es decir, una losa de piedra con una
cavidad central en la que se mezclaban los pigmentos para el maquillaje personal. En aquella época, no
obstante, las paletas adquirieron una función puramente conmemorativa y se fabricaban con materiales
preciosos. La de Narmer es de esquisto, de forma casi triangular, de 64 x 42 cm, y está fechada
alrededor del año 3000 a. C. Fue hallada en 1898 entre las reliquias del templo de Horus en
Hierakonpolis, en las proximidades de Edfu, y actualmente se conserva en el Museo Egipcio de El
Cairo. Narmer, también identificado como Menes, es el primer rey registrado en la Lista Real de
Abydos, que recoge los nombres de casi todos los faraones que gobernaron en el Valle del Nilo. Es
considerado el fundador de la I Dinastía y uno de los principales iniciadores de la organización del
Estado egipcio. El análisis iconográfico de esta paleta revela el propósito de glorificación de la figura
de Narmer y permite entender la significación política de su reinado. La obra está grabada con relieves
por ambas caras y documentan la lucha por unificar el norte y el sur del país. La imagen de la izquierda
corresponde al reverso de la paleta, que está dividido en tres pisos. En el de más arriba está escrito con
símbolos el nombre del rey, dentro de un recuadro secundado por dos cabezas de vaca que representan
a la diosa Hathor. Las cabezas poseen facciones humanas, lo que constituye una de las figuraciones
más antiguas de una divinidad con estas características. En el registro central aparece a gran tamaño
Narmer, ataviado con los atributos típicos del soberano egipcio: la corona blanca del Alto Egipto, una
barba postiza y un faldellín corto con una cola de buey. Con la mano derecha eleva una maza para
masacrar a un enemigo vencido, al que sujeta por el pelo con la mano izquierda. Esta representación
alude a la conquista del Norte del país por parte del rey, e inaugura una iconografía que se hará muy
habitual en el arte egipcio para demostrar el poderío militar de los faraones. Narmer viene acompañado
por un personaje secundario identificado como su «portador de sandalias» o mayordomo personal.
Probablemente sea un sacerdote, tal como indican su cabeza rapada y la jarra para libaciones que lleva
en la mano derecha. Al otro lado está el dios Horus personificado como halcón. Se encuentra posado
sobre seis tallos de papiro que hacen referencia al Delta del Nilo (Bajo Egipto), y somete a un enemigo
agarrándolo con un gancho por la nariz; esta iconografía simboliza cómo el dios se apropia de la
respiración o la vida de aquellos que se oponen a él. La inclusión de Horus está relacionada con la
creencia de que el faraón era realmente una encarnación del dios en la tierra, y que sus actos estaban
guiados por los poderes celestiales. Mas aún, los nombres de Horus y de Narmer se escribían con
símbolos parecidos. La figura es, por tanto, un reflejo del faraón conquistador que sometió la región del
Delta y consiguió unificar por primera vez todo el Valle del Nilo, imponiendo el orden sobre el caos.
Finalmente, en el piso inferior se distinguen dos enemigos asustados que huyen de la cólera de Narmer.
La otra cara de la paleta tiene cuatro escenas. La superior es parecida a la del reverso, con una
inscripción enmarcada entre dos cabezas de vaca. En el siguiente piso aparece Narmer tocado con la
corona roja del Bajo Egipto y otros atributos que demuestran su autoridad, como la maza y el flagelo.
De nuevo está secundado por el portador de sandalias, que en este caso lleva una vasija para
purificaciones. Delante del rey se encuentra su visir y cuatro portaestandartes que aluden a varios
nomos o prefecturas del país. A la derecha se exponen diez cuerpos decapitados ritualmente, con las
cabezas colocadas entre las piernas, que aluden a la victoria de Narmer sobre sus adversarios. Sobre
ellos se dispone de nuevo un halcón y una barca simbólica, probablemente utilizada para la
peregrinación a las ciudades sagradas del Delta Occidental. El tercer piso está completamente ocupado
por dos fantásticos cuadrúpedos con largos cuellos entrelazados, que dos sirvientes se esfuerzan por
aferrar firmemente con cuerdas. Con toda seguridad se trata de una alegoría de la unificación y la paz
conseguida entre el Norte y el Sur de Egipto gracias al dominio del faraón. Por último, en la base de
toda la composición se muestra a Narmer personificado como un poderoso toro (ka-nkht) capaz de
derribar las murallas de una fortaleza mientras uno de sus enemigos yace bajo sus pies. Según los
historiadores, esta escena debe representar la llamada «victoria blanca», última fase de la guerra por la
unificación de Egipto. En resumen, la Paleta de Narmer es todo un ejercicio de propaganda sobre el
poder político y militar del faraón. Ello se expresa no sólo en el carácter laudatorio de las escenas y en
la introducción de determinados símbolos de autoridad, sino también en el hecho de representar al rey
como la figura de mayor tamaño. Por otra parte, la destreza técnica en el pulido de la piedra permitió al
escultor alcanzar niveles de calidad artística superior a los del Período Arcaico, plasmados
fundamentalmente en la representación de las anatomías humana y animal.
Periodo predinastico contexto social y arte La sociedad del antiguo Egipto estaba dividida en
estrictas jerarquías, con el rey en la cúspide seguido de su visir, los miembros de la corte, los sacerdotes
y escribas, los gobernadores regionales (más tarde denominados «nomarcas») y los generales de los
ejércitos (después del período del Nuevo Imperio, c. 1570-1069 a. C.); a continuación venían los
artistas y los artesanos, los superintendentes (supervisores) gubernamentales de obras, los labriegos y
los agricultores y por último, los esclavos. No se alentaba la movilidad social, ni existió durante la
mayor parte de la historia de Egipto, ya que se pensaba que los dioses habían decretado un orden social
perfecto, de conformidad con el valor central de la cultura: ma'at (armonía y balance). Ma'at era la ley
universal que permitía que el mundo funcionara como debía y se creía que la jerarquía social del
antiguo Egipto reflejaba este principio. El pueblo estaba convencido que los dioses les habían
proporcionado todo lo que necesitaban y los habían situado en la más perfecta de las tierras del mundo,
para entonces colocar al rey por encima de ellos, como intermediario entre los reinos de lo divino y lo
mortal. La primera responsabilidad del monarca era la de mantener el ma´at y, si lo lograba, todas las
demás obligaciones de su gobierno encajarían en su lugar de manera natural.
Trabajadores egipcios
Horus3 (CC BY-SA)
Sin embargo, el monarca egipcio no podía supervisar todos los aspectos de la sociedad y por lo tanto,
en época tan remota como el período de la primera dinastía (c. 3150 - c. 2613 a. C.), se creó el puesto
de visir: una especie de primer ministro que delegaba tareas a otros miembros de la corte mediante el
envío de mensajes a través de escribas. El visir también supervisaba lo militar y la operación de los
gobernadores regionales, los proyectos de obras públicas y el cobro de impuestos, entre sus muchos
deberes. En el último escalón de la jerarquía se encontraban los esclavos (personas que no podían
pagar sus deudas, delincuentes, o prisioneros de guerra). Justo por encima de ellos estaban los
campesinos y los que labraban la tierra, quienes conformaban el 80 % de la población y proveían los
recursos que permitieron la supervivencia y desarrollo de la civilización a lo largo de más de 3000 años
El surgimiento de los dioses y las ciudades
Hasta donde se sabe, los seres humanos poblaron la región del desierto del Sahara alrededor del 8000
a. C. y migraron hacia el valle del río Nilo para asentarse en la exuberante región del Fayum (también
Fayún). En esta área se establecieron comunidades agrícolas ya en el 5200 a. C.; en la misma región,
además, se encontró alfarería de alrededor del 5500 a. C. Se debe subrayar que estas fechas están
relacionadas solo con las comunidades agrarias ya afincadas, no con el proceso inicial de asentamiento
de los seres humanos en la región del Fayum, que data de cerca del 7200 a. C. Alrededor del 5200 a.
C., el Fayum era un paraíso exuberante en el que las personas disfrutaban de vidas relativamente
confortables, con abundante agua y recursos naturales. Sin embargo, parece que en algún momento
alrededor del 4000 a. C. la sequía cambió esas condiciones ideales de vida. Las aguas desaparecieron y
la fauna silvestre se trasladó hacia entornos más convenientes. Los pueblos que se habían establecido
en la región migraron hacia el valle del río Nilo y la llanura del Fayum quedó casi desierta. Estas gentes
formaron entonces las comunidades que se convertirían en las primeras ciudades egipcias alrededor del
Nilo. La migración en cuestión se produjo dentro del período predinástico egipcio (c. 6000-c. 3150 a.
C.), antes del establecimiento de la monarquía.
LAS CLASES BAJAS PROVEÍAN LOS MEDIOS PARA QUE LOS QUE ESTABAN POR
ENCIMA VIVIERAN VIDAS CONFORTABLES Y LA NOBLEZA CUIDABA DE LOS DE
ABAJO PROPORCIONANDO TRABAJO Y DISTRIBUYENDO ALIMENTOS. Si se vivía de
manera balanceada, conforme a la voluntad de los dioses, se podía disfrutar de una vida plena y, lo que
era igualmente importante, se contribuía a la felicidad y el éxito de la comunidad a la que se pertenecía
y, por extensión, al país. Todos se beneficiaban de conocer el lugar que les correspondía en el universo
y lo que se esperaba de cada quien, y fue este entendimiento lo que dio origen a la estructura social de
esa civilización. Las clases sociales Como ocurre con la mayoría, si no con todas las civilizaciones
desde los orígenes de la historia escrita, las clases bajas proveían los medios para que los que estaban
por encima de ellas vivieran vidas confortables, pero en Egipto la nobleza cuidaba de los que estaban
por debajo proporcionando trabajo y distribuyendo alimentos. Dado que el rey representaba a los dioses
y los dioses habían creado al mundo, el rey era el dueño oficial de todas las tierras. Conforme al ma´at,
sin embargo, no solo podía quitarles a las personas lo que se le antojara, sino que recibía productos y
servicios a través de los impuestos. Los tributos se tasaban y cobraban a través de las oficinas del visir
y una vez almacenados, los bienes se le redistribuían al pueblo. Se conocen bien los trabajos de las
clases superiores. El rey gobernaba mediante la delegación de responsabilidades a su visir, quien a su
vez elegía a los mejores de entre los que estaban por debajo de él para efectuar las tareas que se
necesitaran. Los burócratas, los arquitectos, los ingenieros y los artistas ejecutaban los proyectos
locales de construcción y ponían en práctica las políticas, mientras los líderes militares se encargaban
de la defensa. Los sacerdotes servían a los dioses, no a la población, y se encargaban del templo y de
las estatuas de los dioses; por su parte, los médicos, los dentistas, los astrólogos y los exorcistas
atendían las necesidades de los clientes de manera directa a través de sus habilidades mágicas y de la
aplicación de medicamentos. Se necesitaba trabajar para poder comer, pero en ningún momento de la
historia egipcia hubo carencia de trabajo y todas las labores se consideraban nobles y respetables. Por
lo tanto, la redistribución no constituía «limosna» ni caridad, sino una justa compensación por el
trabajo realizado. Egipto fue una sociedad sin dinero hasta la llegada de los persas en el 525 a. C., de
modo que el comercio se llevaba a cabo mediante el sistema de trueque, basado sobre una unidad
monetaria conocida como deben.
Sennedjem en la vida de
ultratumba Jeff Dahl (Public Domain) La moneda denominada deben nunca existió, pero
un deben representaba la unidad monetaria aceptada universalmente para fijar el valor de un producto.
Imperio antiguo egipcio arte y contexto
La arquitectura religiosa egipcia se caracteriza por su monumentalidad a partir del Imperio Antiguo,
con el empleo de piedra, en grandes bloques, sistema constructivo adintelado y sólidas columnas. En la
arquitectura civil se empleó profusamente el adobe en viviendas, palacios, fortalezas y murallas,
perdurando escasos restos. Surge en una sociedad con un poder político fuertemente centralizado y
jerarquizado, con una concepción religiosa de inmortalidad, al principio solo del faraón, que debía
reflejar su magnificencia y durabilidad. Se consigue gracias a los conocimientos matemáticos y
técnicos, a veces desconcertantes para la época, la existencia de artistas y artesanos muy
experimentados, bien organizados y la abundancia de piedra fácilmente tallable (caliza y arenisca).
Las construcciones más originales de la arquitectura egipcia monumental son los "complejos de las
pirámides", los templos y las tumbas (mastabas e hipogeos)
En este periodo se comienza a erigir enormes edificaciones, construidas con grandes bloques de piedra
tallada. Es la época de la construcción de inmensas pirámides, templos ceremoniales y bellas
esculturas.
Los templos
Los templos más característicos se construyeron el imperio medio y el Imperio nuevo. No eran ya,
como el imperio antiguo, templos funerarios, sino edificios destinados al culto de la divinidad. Su
complejidad y dimensiones, con una monumentalidad hasta entonces reservada a las tumbas reales,
reflejan de hecho la posición alcanzada por la casta sacerdotal en la sociedad egipcia. El templo era un
lugar reservado a los escogidos (los sacerdotes y el faraón), y al pueblo solo les estaba permitido asistir
a las posiciones convocadas fuera del recinto.
Se construyen pirámides con materiales más perecederos (adobe). Los hipogeos van sustituyendo a las
mastabas como tumbas.
La escultura se caracterizó por un mayor realismo, sobre todo en los retratos. La realeza era
representada como personalidades de alto rango, pero sin llegar a ser ya la imagen de un dios en la
Tierra, como acontecía en el Imperio Antiguo. Este mismo criterio lo siguió la nobleza egipcia. En los
templos se prodigó el bajorrelieve polícromo. La pintura fue empleada profusamente en la decoración
de tumbas.
La literatura egipcia alcanza su cenit con la Historia de Sinuhé y los Textos de los Sarcófagos.
Otro testimonio de la libertad de inspiración, que anuncia el florecimiento del Imperio Nuevo, lo da el
arte de la joyería. Entre las alhajas halladas en Dashur, en las tumbas de princesas de la familia real, se
encontró pectorales de piedras talladas y de pasta embutida en oro, que llevan los nombres de Sesostris
II, Sesostris III y Amenemhet III...
Mientras que el relieve se usó en el Imperio Nuevo primordialmente para la decoración de edificios
religiosos, la pintura predominará en la decoración de las tumbas privadas. La necrópolis de Tebas es
una rica fuente de novedad sobre la paulatina evolución de la tradición artística, así como además de
magníficas ilustraciones de la vida de aquella fase. El medio pictórico aceptó mayores probabilidades
que el escultórico, al dar al artista la oportunidad de hacer coloristas imagenes de la vida alrededor del
Nilo. Los empleados públicos aparecen representados inspeccionando los exóticos tributos llevados a
Egipto desde todos los rincones del mundo conocido. Los oficios de los talleres regios están
representados con minucioso detallismo ilustrando la realización de todo tipo de objetos, desde grandes
esculturas a delicadas gemas. Los ritos funerarios, desde el cortejo fúnebre hasta las últimas plegarias
elevadas a los espíritus, además se representan. Uno de los elementos comunes en la pintura de las
tumbas tebanas, conocido ya en el Imperio Antiguo, es la representación del difunto cazando y
pescando entre los papiros de las marismas, entretenimientos y actividades de las que anhelaría gozar
durante toda la infinitud de la vida.