ACTIVIDAD DE SESION No XIII

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4

ACTIVIDAD DE SESION No.

13
I.-TÌTULO: Latinoamérica en la segunda mitad del siglo XX.
ÀREA: Ciencias sociales.
GRADO: 5to. A,B,C,D,E,F,G fecha : 10- al -14- 6-24
Propósito: Analizar, Comprender, analizar y comentar, fuentes sobre: Latinoamérica en
la segunda mitad del siglo XX.
INDICACIONES:
Lee la fuente I, II, analiza, reflexiona y extraiga resumen en tu carpeta de trabajo, para
luego interactuar en clase presencial.
FUENTE
Latinoamérica en la segunda mitad del siglo XX
En el periodo de la Guerra Fría, la presencia de Estados Unidos se intensificó en Latinoamérica
por el temor de ese país al avance del comunismo en la región. Eso explica por qué durante la
década de 1970, en la mayoría de los Estados sudamericanos se impusieron dictaduras
militares, usualmente alineadas con los intereses de Estados Unidos. Recién desde la década
de 1980, la democracia se restableció paulatinamente en América Latina.
La influencia estadounidense en la región.
Desde fines del siglo XIX hasta la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos practicó en
Latinoamérica la política del buen vecino. Esta se caracterizó por la creciente presencia de
inversiones estadounidenses en América Latina y por el intento de mejorar las relaciones con
las naciones del subcontinente, lo que se contradecía con sus intervenciones políticas y/o
militares en países como Cuba, Panamá, Haití, Guatemala y Nicaragua Doc. 1.
Con el inicio de la Guerra Fría, la relación entre la superpotencia y Latinoamérica cambió
radicalmente. Los Gobiernos de la región ya no fueron evaluados según su adhesión a los
principios democráticos occidentales, sino de acuerdo con su cercanía o distancia del bloque
soviético y su grado de sumisión a las directrices norteamericanas. Estados Unidos propició la
creación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) en 1947, y de la
Organización de Estados Americanos (OEA) en 1948, con el fin de asegurar la lealtad de los
países de la región en caso de una amenaza proveniente del mundo socialista. Entre 1961 y
1970, Estados Unidos creó la Alianza para el Progreso, un plan propuesto por el presidente
John F. Kennedy como una forma de ayuda económica y social para América Latina, pero que
consistió principalmente en una estrategia para contener la propagación de movimientos
revolucionarios en la región.
La Revolución cubana.
El régimen socialista cubano tuvo su origen en la guerrilla que Fidel Castro, con el apoyo del
guerrillero argentino Ernesto “Che” Guevara, creó para combatir la dictadura de Fulgencio
Batista, un régimen represor y corrupto que defendía los intereses norteamericanos en la isla.
Los puntos esenciales de la ideología del movimiento castrista eran la defensa de un
nacionalismo económico, la reforma agraria, algunas nacionalizaciones y una política autónoma
respecto a Estados Unidos. En 1956, a bordo del yate Granma, Castro y otros ochenta
hombres desembarcaron en Cuba, pero fueron descubiertos. Solo hubo quince sobrevivientes,
quienes se refugiaron en Sierra Maestra, donde organizaron el Ejército Revolucionario,
compuesto principalmente por campesinos. Entre 1957 y 1958, los revolucionarios,
organizados en el Movimiento 26 de Julio y el Directorio Revolucionario Estudiantil, lucharon
contra Batista y triunfaron. El 1 de enero de 1959, el dictador cayó.
Desde un principio, el Gobierno estadounidense se opuso al nuevo régimen de una forma
activa, utilizando desde el boicot económico (por medio de un embargo comercial) hasta el
entrenamiento de guerrillas. La culminación de esta política fue el intento de invasión de la
bahía de Cochinos en 1961, realizado por anticastristas cubanos ayudados por la CIA. Esta
acción fracasó, pero empujó a Castro a buscar la alianza con la Unión Soviética. El
acercamiento a este país significó también la transformación de su régimen según el modelo
socialista soviético. El Gobierno cubano implantó una economía planificada: colectivización
agraria, estatización de las industrias, supresión del mercado, etc. El régimen político también
se inspiró en el soviético: se instauró una dictadura de partido único, con un férreo control
gubernamental de todos los medios de comunicación y las actividades públicas Doc. 2.
La experiencia socialista chilena.
La experiencia socialista chilena
En 1970, Salvador Allende, líder socialista, ganó las elecciones en Chile al frente de la Unidad
Popular (UP), una alianza formada por el Partido Comunista, el Partido Socialista y otros grupos
de izquierda. Su victoria electoral abrió la posibilidad de establecer un sistema socialista por
mecanismos democráticos. Las primeras medidas que se concretaron fueron la reforma agraria
y la nacionalización de las minas de cobre. Esta medida afectó a algunas multinacionales
estadounidenses, lo que provocó la hostilidad del Gobierno de ese país. Otras medidas, como
el aumento salarial general, afianzaron el apoyo electoral a la Unidad Popular. Al año siguiente
comenzaron a manifestarse algunas señales que anunciaban la existencia de una grave
polarización social en el país. Apareció también el terrorismo protagonizado por la extrema
derecha, así como la presión del Gobierno norteamericano, interesado en desestabilizar al
régimen. La grave situación social y política desencadenada por dichos factores sirvieron de
excusa para el golpe de Estado que el 11 de septiembre de 1973 protagonizaron las Fuerzas
Armadas chilenas dirigidas por el general Augusto Pinochet. El triunfo del golpe y la muerte de
Salvador Allende pusieron un final dramático a la experiencia socialista chilena.

La doctrina de seguridad nacional.


La doctrina de seguridad nacional fue una propuesta ideológica promovida por el Gobierno
norteamericano en el contexto de la Guerra Fría. Esta doctrina fue utilizada por Estados Unidos
para consolidar su influencia en Latinoamérica. Para ello, estableció relaciones con las Fuerzas
Armadas de los países de la región y estimuló un férreo anticomunismo. Asimismo, apoyó los
golpes militares destinados a derribar Gobiernos democráticos considerados débiles para
enfrentar al comunismo. Como ideología, la doctrina de seguridad nacional se basó en dos
postulados:
• Una visión bipolar del mundo. Desde esta perspectiva, Occidente, liderado por Estados
Unidos, representaba el bien, la civilización, la democracia y el progreso; la Unión Soviética,
que estaba al frente del comunismo, representaba, en cambio, el mal y la dictadura.
• La guerra generalizada. Como América Latina pertenecía al mundo occidental, era parte de su
cruzada contra el comunismo mundial. Esta guerra tenía un nuevo sentido: total, global,
invisible y permanente, debido a que el comunismo se infiltraba en todas partes. Se llegó a
entender que todas las actividades independientes o colectivas eran actos de guerra a favor o
en contra de la nación. Estados Unidos inculcó la doctrina de seguridad nacional en las Fuerzas
Armadas latinoamericanas a través de agregados militares, misiones especiales y cursos
especiales, además del adoctrinamiento y seguimiento de quienes se formaban de acuerdo con
esa ideología.
La Escuela de las Américas.
La Escuela Militar de las Américas (US Army School of the Americas o Usarsa) fue fundada en
1946. Desde 1963 recibió el nombre de Escuela de las Américas. Ubicada en Fort Gulick, zona
del canal de Panamá, adiestraba a personal latinoamericano. A fines de la década de 1970, más
de 170 de sus graduados eran jefes de Gobierno, ministros, generales o directores de los
departamentos de Inteligencia de sus respectivos países. Los golpes de Estado en Brasil y
Argentina fueron llevados a cabo por oficiales entrenados en la Usarsa. En los países de la
región donde no hubo golpes de Estado, egresados de aquella institución se vieron
involucrados en violaciones a los derechos humanos.
Las dictaduras del Cono Sur.
En Argentina, Chile y Brasil, las dictaduras militares fueron fuertemente represivas,
anticomunistas y contaron con el apoyo de Estados Unidos.
Chile y la dictadura de Pinochet.
En Chile, el general Augusto Pinochet dio un golpe de Estado contra el Gobierno socialista de
Allende el 11 de septiembre de 1973. El régimen militar de Pinochet reunía todas las
características del Estado que defendía la doctrina de seguridad nacional: fue represivo,
antimarxista y hostil hacia la democracia. Desde el punto de vista institucional y legal, la
dictadura de Pinochet pasó por dos etapas:
• De 1973 a 1980 fue un Gobierno militar bajo el mando de una junta presidida por el general
Pinochet.
• En 1980, Pinochet mandó promulgar una nueva Constitución para legitimar su poder y a la
vez institucionalizarse. Así se mantuvo en el Gobierno hasta 1990.
La dictadura militar argentina.
En Argentina, las Fuerzas Armadas dieron un golpe de Estado el 24 de marzo de 1976 y
derrocaron a la presidenta María Estela Martínez viuda de Perón. La junta militar, que dirigió la
dictadura más violenta de la historia argentina, la integraban los comandantes generales de las
tres armas, Jorge Rafael Videla (Ejército), Emilio Eduardo Massera (Marina) y Orlando Agosti
(Fuerza Aérea). El gobierno dictatorial presidido por el general Videla, autotitulado “Proceso de
Reorganización Nacional”, estuvo caracterizado por las repetidas violaciones de derechos
humanos. La represión ilegal o clandestina se realizó con la participación de las Fuerzas
Armadas, de la Policía y de los servicios de Inteligencia Doc. 3.
Los procesos de redemocratización.
El restablecimiento de la democracia en América Latina empezó en 1979 en Ecuador y terminó
en 1990 en Chile Doc. 4. En ello influyeron tres factores:
• El fracaso de los programas económicos de las dictaduras militares. La superioridad
competitiva de las empresas transnacionales provocó que los aliados civiles de la dictadura –
empresariado nacional– exigieran cambios en las políticas económicas.
• La promoción de los derechos humanos y el enfoque democratizador del Gobierno
estadounidense. Estos aspectos, en especial durante el gobierno de James Carter, determinó
que varias dictaduras latinoamericanas se quedaran sin un apoyo importante.
• El relajamiento de la oposición entre los partidos de izquierda y derecha. Las diferencias se
comenzaron a resolver mediante medios democráticos. Esto tuvo dos consecuencias directas:
el surgimiento de la sociedad civil, que llevó a los ciudadanos a insistir en sus derechos; y la
exigencia de elecciones libres y periódicas.
Los neopopulismos.
Los procesos democratizadores llevaron a la elección de un nuevo grupo de presidentes civiles.
Estos Gobiernos debieron enfrentar, no obstante, un panorama político y económico complejo
por el excesivo endeudamiento con los organismos internacionales, entre otras razones. De
esa manera, Gobiernos como los de Raúl Alfonsín en Argentina (1983-1989), José Sarney en
Brasil (1985-1990) y Alan García en el Perú (1985-1990) terminaron en medio de una profunda
crisis económica y cierta inestabilidad política. Así, a fines de la década de 1980, la población
latinoamericana empezó a desconfiar de los partidos tradicionales e incluso a desencantarse
de la democracia. Esto permitió la emergencia del neopopulismo, frecuentemente autoritario,
como alternativa viable. Así se consolidaron Gobiernos como los de Carlos Menem en
Argentina (1989-1999), Fernando Collor de Mello en Brasil (1990-1992) o Alberto Fujimori en el
Perú (1990-2000). Estos líderes asumieron la estrategia política populista, pero, a diferencia de
sus predecesores, aplicaron políticas económicas neoliberales.
Golpes de Estado apoyados por Estados Unidos

También podría gustarte