Apuntes de La Asignatura
Apuntes de La Asignatura
Apuntes de La Asignatura
Universidad de Córdoba.
Facultad de Ciencias.
& %
Índice general
1
2 ÍNDICE GENERAL
INTRODUCCIÓN. EL PLASMA Y
SUS CARACTERÍSTICAS
1.1. Generalidades.
Plasma → Significa moldeable, que se adapta rápidamente al recipiente que lo contiene. Éste
nombre se debe a Langmuir (1920).
Nosotros llamaremos plasma a un gas formado por partículas neutras y partículas cargadas,
e− , I + , I − (iones positivos y negativos), I ++ , I −− (iones positivos y negativos con distintos grados
de ionización), consecuencia de procesos de ionización de sus átomos y/o moléculas.
Puede considerarse como el cuarto estado de la materia, aunque desde el punto de vista ter-
modinámico esto no tiene demasiado sentido puesto que no se produce cambio de fase alguno: no
hay transición de un gas neutro a un gas ionizado o plasma. A temperatura ambiente, la relación
entre las partículas cargadas y las neutras en el aire es del orden de 10−122 , lo que obviamente
implica que no existe plasma en estas circunstancias.
ni
T ≈ 300K → ≈ 10−122
nN
Desde un punto de vista más axiomático, PLASMA es: Gas ionizado cuasineutro formado
por partículas neutras y cargadas que presentan un comportamiento colectivo.
Cuando tenemos las dos características anteriores al mismo tiempo en un gas ionizado, ha-
blamos de plasma. La condición de plasma es más fuerte o restrictiva que la de simplemente gas
ionizado.
4
1.2. PARÁMETROS CARACTERÍSTICOS DEL PLASMA. 5
Una mayor temperatura del plasma favorece que el grado de ionización sea mayor al
aumentar la influencia de los procesos ionizantes: T ↑ ⇒ δ ↑
Una mayor densidad de partículas cargadas (iónica/electrónica) tiende a disminuir el
grado de ionización al aumentar la influencia de los procesos recombinantes: ne , ni ↑
⇒ δ↓
Si δ ≈ 1 ⇒ ni >> nN ≡ Plasmas muy energéticos, con temperaturas elevadas →
PLASMA TOTALMENTE IONIZADO.
Si δ < 10−4 ⇒ ni << nN ≡ Quiere decir que por cada partícula ionizada hay
104 partículas o más sin ionizar → PLASMA DÉBILMENTE IONIZADO. A bajas
temperaturas se denominan PLASMAS FRÍOS.
2. TEMPERATURA CINÉTICA.
Cada tipo de partícula existente en el plasma tendrá una temperatura cinética. Entre partículas
del mismo tipo existirá algún tipo de equilibrio térmico, y en principio podríamos considerar que
este equilibrio térmico va a dar lugar a una función de distribución de velocidades de Maxwell-
Boltzmann (plasmas Maxwellianos).
Tenemos partículas con velocidades que se encuentran comprendidas al mismo tiempo entre:
vx , vx + dvx
vy , vy + dvy
vz , vz + dvz
tal que el número medio de partículas por doble intervalo de volumen d3~rd3~v es
3
d3 n 2
m 2 mv
− 2k
= f (vx , vy , vz ) = n e B T
dvx dvy dvz 2πkB T
Z ∞
n≡ f (vx , vy , vz )dvx dvy dvz
−∞
1
Si la energía cinética de las partículas es = mv 2 ⇒ la energía media según la distribución
2
de Maxwell-Boltzmann (M-B) es:
R∞
f d3~v 3
¯ =< >= R−∞
∞ 3v
= kB T ; donde T ≡ Temperatura cinética.
−∞ f d ~
2
Notemos que hay una energía de 12 kB T por cada grado de libertad de traslación de la partícula
(teorema de equipartición de la energía cinética para tres grados de libertad traslacionales).
2 2 3 2 2
Para la velocidad cuadrática media (v.c.m.): v 2 = vcm = ¯ = kB T ⇒ vcm = 3vth ⇒
m m
vcm = 1,73vth
4. TEMPERATURA EFECTIVA.
Vendrá determinada por la energía media de las partículas cuando no exista rigurosamente equi-
librio Maxwelliano (M-B); es decir, es una temperatura asociada a la energía cinética media del
gas fuera del equilibrio.
3
¯ =< >= kB Tef .
2
Además podremos tener una cierta anisotropía. Si por ejemplo tenemos el plasma en el seno de un
campo B,~ éste condicionará los movimientos de las partículas cargadas y hará que los mecanismos
de ganancia-pérdida de energía cinética no sean iguales en una dirección u otra del espacio; es
~ provoca una anisotropía, y como consecuencia las mismas partículas
decir, el existencia de B
podrán tener distinta temperatura dependiendo de la dirección de movimiento considerada (p.e.
Temperatura de los e− ⊥ B ~ 6= temperatura de los e− k B).
~
Con frecuencia, en el plasma pueden coexistir distintos tipos o especies de partículas (e− , iones,
neutros, ...) con distintas temperaturas cinéticas y distintas funciones de distribución de velocida-
des, que a su vez pueden estar o no en equilibrio. Introducimos a continuación de forma destacada
otros parámetros característicos del plasma como son la longitud de Debye y las frecuencias del
plasma; la primera de ellas asociada al comportamiento estático del plasma, la segunda al diná-
mico.
1.3. APANTALLAMIENTO DE DEBYE Y LONGITUD DE DEBYE. 7
Experimentalmente se comprueba que si existe una perturbación local de la carga, es decir, que
hay una descompensación local de la neutralidad eléctrica entre la carga positiva y negativa, se
genera un campo eléctrico local inducido E ~ ind que tenderá a redistribuir la carga para que se
restituya la neutralidad del plasma ≡ APANTALLAMIENTO. Este campo eléctrico inducido se
convierte en restaurador del equilibrio al objeto de hacer desaparecer la perturbación.
Supongamos un plasma inicialmente neutro que perturbaremos mediante un campo eléctrico ex-
~ ext , debido a una diferencia de potencial entre los electrodos de prueba.
terno, E
Veamos qué espesor debe tener la vaina para que el plasma sea equipotencial fuera de la misma;
es decir, para que se produzca el apantallamiento de la perturbación que hemos introducido en el
plasma.
Sea un plasma neutro, con el mismo número de partículas por unidad de volumen positivas (iones)
y negativas (electrones), a unas temperaturas cinéticas constantes (uniformes) en el espacio.
Cuando se da cuasi-neutralidad en ausencia de perturbación, tenemos que:
ne = Zni donde:
ne ≡ densidad electrónica.
ni ≡ densidad iónica.
8 1.3. APANTALLAMIENTO DE DEBYE Y LONGITUD DE DEBYE.
1
W = mv 2 + qφ ⇒ cinética + potencial.
2
para: e− → qe = −e
i → qi = Ze
En el equilibrio térmico a la temperatura T entre las partículas del mismo tipo sometidas al
campo de potencial φ (equilibrio de sedimentación electrostático), la función de distribución de
velocidades de las partículas se escribe
1 mv 2 +qφ
−2
f (vx , vy , vz ) = Ae kB T
,
que aplicaremos indistintamente a electrones e iones y donde, f tiene simetría esférica por lo que
se refiere a las velocidades (sólo depende de su módulo).
ZZZ ∞ 1 mv 2 +qφ
− 2 − kqφT
n= Ae kB T
d3~v = cte · e B
−∞
eφ
* Un mayor potencial implica una mayor densidad electrónica ne = cte · e kB Te .
−eZφ
* Un menor potencial implica una mayor densidad iónica ni = cte · e kB Ti .
En estas expresiones, cada tipo de partícula cargada (electrones e iones) tiene su temperatura
cinética correspondiente que no tiene por qué ser la misma.
Para simplificar nuestro razonamiento, consideremos ahora el caso unidimensional más simple
matemáticamente (eje z). Sea un plano cargado positivamente situado en el interior de un plasma
y analicemos la zona espacial próxima (vaina); en ella la quasi-neutralidad eléctrica está rota y no
hay apantallamiento.
1.3. APANTALLAMIENTO DE DEBYE Y LONGITUD DE DEBYE. 9
Para los e− :
ne∞ = cte · e0 = cte · 1 = cte
φ(x) = 0
eφ(x)
En cualquier posición x 6= ∞ ⇒ ne (x) = ne∞ e kB Te
La relación entre la carga neta y la distribución de potencial viene dada por la Ecuación de Poisson:
d2 φ
ε0 = −ρ = e(ne − Zni )
dx2
Sustituyendo los valores de ne y ni tendremos:
d2 φ
e eφ −Zeφ
= ne∞ e kB Te
− ne∞ e kB Ti
.
dx2 ε0
Para resolver esta ecuación diferencial en derivadas parciales que nos permita encontrara φ(x),
suponemos el caso más simple e interesante para nosotros, el de la zona donde se produce el
apantallamiento. Y supondremos que el potencial en esta zona es lo suficientemente pequeño y las
temperaturas de las partículas lo suficientemente altas como para que keφ
BT
<< 1. Hagamos ahora
un desarrollo en serie de las exponenciales y despreciemos en los desarrollos términos de orden
superior al primer orden, con lo que linealizamos en la perturbación φ(x) la ecuación diferencial
anterior:
eφ 2
2
d2 φ
1 + eφ + 1
ene∞
1 − Zeφ + 1 Zeφ
= +··· − −···
'
dx2 ε0 kB Te 2 kB Te kB Ti 2 kB Ti
| {z } | {z }
∼0 ∼0
ene∞ eφ Zeφ
' +
ε0 kB Te kB Ti
10 1.3. APANTALLAMIENTO DE DEBYE Y LONGITUD DE DEBYE.
d2 φ e2 ne∞ e2 ne∞
Te φ Te
= 1+Z φ= ; λ−2
D = 1+Z
dx2 ε0 kB Te Ti λ2D ε0 kB Te Ti
| {z }
dimensionalmente ≡L−2 →λ−2
D
− λx
φ(x) = φ0 e D
1
2
ε0 kB Te 1
e2 ne∞ 1 + Z Te = f (ne , Te , Ti ).
λD =
| {z } Ti
| {z }
(1)
(2)
A distancias del origen de 5 ó 6 veces λD , el potencial habrá caído lo suficiente como para con-
siderar que el plasma no tiene ya perturbación: se ha reestablecido el equilibrio y se mantiene la
cuasi-neutralidad del plasma (plasma equipotencial).
La longitud de Debye nos dará el orden de magnitud de la anchura de la vaina o zona de apanta-
llamiento. Cuanto menor es la longitud de Debye más delgada es la vaina y, por lo tanto, antes se
consigue el apantallamiento total de la perturbación producida dentro del plasma.
Para condiciones típicas:
1
Te ∼ 10Ti ε0 kB Te 2
⇒ λD ∼ λDe =
Z=1 e2 ne
La contribución electrónica es del mismo orden que λD , es decir, en general consideramos sólo el
aporte electrónico para definir λD .
1.4. FRECUENCIAS CARACTERÍSTICAS DEL PLASMA. 11
En realidad, este planteamiento puede simplificarse notablemente y eleminar los iones y su contri-
bución al apantallamiento de las ecuaciones anteriores dado que mucho antes de que éstos puedan
detectar el campo E ~ ext de la perturbación externa, los electrones ya han producido el apantalla-
miento ellos solos debido a su elevadísima movilidad (muchísimo mayor que la de los iones).
Para que pueda mantenerse la neutralidad del plasma frente a una perturbación se tiene que
cumplir que la longitud de Debye sea mucho menor que las dimensiones características del plas-
ma ⇒ λD << L donde L ≡ longitud característica del plasma (orden de magnitud de sus
dimensiones). De otro modo, el gas ionizado no podría mantener la neutralidad eléctrica y no sería
propiamente un plasma .
Esta condición se obtiene mediante un tratamiento estadístico del problema y por ello el número de
partículas ha de ser significativo. Por lo tanto, para que se produzca el apantallamiento de Debye el
número de partículas cargadas por unidad de volumen debe ser suficientemente elevado al mismo
tiempo que la agitación térmica de las mismas (o su temperatura) no debe ser demasiado alta.
Con bajas densidades de partículas y temperaturas elevadas es más difícil conseguir el mencionado
apantallamiento (Ver teoría de Debye-Hückel).
Dada una perturbación puntual en el interior de un plasmas, la zona de apantallamiento de
la misma será una esfera de algunas veces (5 ó 6) el radio λD ≡ esfera de apantallamiento.
La esfera de Debye tiene por radio λD y es demasiado pequeña para apantallar eficazmente la
perturbación. No obstante, el número de partículas cargadas debe ser muy grande dentro de esta
esfera.
El número medio de partículas cargadas en el interior de la esfera de Debye vendrá dado por:
4π 3
ND = ne λ >> 1 ⇒ ne λ3D >> 1 → PARÁMETRO DEL PLASMA.
3 D
Sea un gas ionizado entre dos placas planoparalelas, inicialmente cuasineutro (equipotencial). Si
provocamos una perturbación sobre el plasma debida a una diferencia de potencial (ddp) entre
~ ext .
las placas, se producirá un campo eléctrico externo E
Como el plasma es un medio conductor en el que se pueden mover con libertad las cargas, habrá
una redistribución de las mismas en presencia del E ~ ext (debido a la d.d.p.) y aparecerán cargas
inducidas a la derecha y a la izquierda del plasma en forma de densidad superficial de carga σ
que generará un campo eléctrico inducido E ~ ind opuesto al anterior, de manera tal que el campo
eléctrico total interno, suma del externo y el inducido, sea nulo: E ~ int = E
~ ext + E
~ ind = 0. En
estas circunstancias, la fuerza eléctrica interna sobre las cargas es nula y tenemos el equilibrio
electrostático.
Si eliminamos de pronto la perturbación E ~ ext (desconectando la batería), el plasma se encuentra
súbitamente fuera de este equilibrio porque aún permanece E ~ ind debido a la separación de carga
anteriormente existente, lo que provocaría una nueva redistribución de las cargas hasta alcanzar
la neutralidad final. Pero debido a la energía electrostática (potencial) almacenada y su transfor-
mación en energía cinética de las partículas cargadas, el movimiento no se detiene sino que las
partículas oscilan a una frecuencia propia característica.
Para ver esto, nos centrándonos en la vaina de la derecha.
La densidad superficial de carga en esta vaina será: ⇒ −σ = −ne ez, y el campo eléctrico in-
ducido vendrá dado por: ⇒ Eind = εσ0 ; z es el desplazamiento que sufren las cargas eléctricas
(perturbación pequeña, desplazamiento pequeño).
La ecuación de movimiento en este caso será (para un electrón promedio sin colisiones)
1.4. FRECUENCIAS CARACTERÍSTICAS DEL PLASMA. 13
Fe = qEind = −eEind
d2 z
me z̈ = me 2 = Fe ⇒
dt σ
Eind =
ε0
d2 z σ ne z
me = −e = −e2
dt2 ε0 ε0
d2 z ne e2
+ z=0 ⇒ movimiento armónico (sin amortiguar) de frecuencia propia ω
dt2 me ε0
| {z }
ω2
1
ne e 2 2
ω= = ωpe ⇒ Frecuencia electrónica del plasma
ε0 m e
Podemos relacionar esta frecuecia electrónica del plasma con la longitud de Debye encontrada en-
teriormente mediante la sencialla relación λD = ωvth
pe
, lo que es muy fácil de obtener. La frecuencia
de oscilación de los electrones respecto a su situación de equilibrio, o frecuencia electrónica del
plasma, nos permite eoncontrar el orden de magnitud del tiempo característico de respuesta del
plasma para conseguir el apantallamiento de una perturbación externa.
1
tpe ∼ ⇒ Tiempo característico
ωpe
21
Zni e2
1
ωpi = ⇒ tpi ∼
ε0 m i ωpi
Como la densidad iónica coincide con la electrónica, ne = Zni , lo único que diferencia a ωpe y ωpi
es la masa de los e− y los iones respectivamente.
me << mi ⇒ ωpe >> ωpi ⇒ tpe << tpi
y por lo tanto, el tiempo característico de apantallamiento en el plasma viene dado por el tiempo
más corto; es decir, tp ∼ tpe (los e− son las partículas mas rápidas) y la frecuencia del plasma será
ωp ∼ ωpe
12
ne e 2
ωp = ⇒ FRECUENCIA DEL PLASMA.
ε0 me
1
tp ∼ ⇒ TIEMPO CARACTERÍSTICO DEL PLASMA.
ωp
Sea t el tiempo característico de una perturbación que introducimos en el plasma. Puede suceder
que:
Pongamos como ejemplo una onda electromagnética de radio-frecuencia ω que incide sobre el
plasma de la ionosfera y que lo perturbará. Puede suceder:
las partículas. Por otro lado, esta distribución espacial depende de la energía de interacción: si la
interacción es repulsiva, el número de partículas alrededor de una dada será menor que la densidad
numérica media n. De aquí que la distrubución espacial y la energía potencial de interacción haya
que determinarlas conjuntamente; esto es un hecho característico de un campo autoconsistente
(teoría de campo medio).
Debemos investigar acerca de esta distrubución espacial de partículas, en concreto de las partículas
negativas del plasma o electrones. En nuestro modelo, los iones positivos serán considerados como
un fondo continuo uniforme en el que los electrones están embebidos y que garantiza la cuasi-
neutralidad eléctrica en ausencia de perturbación (modelo de un solo tipo de partícula). Para los
electrones del plasma, partiendo de su función densidad de probabilidad de microestados ρ(q, p) en
su espacio fásico de N partículas de posiciones r~i y momentos p~i , si integramos ∀~
ri , p~i 6= r~1 , p~1 , r~2 , p~2
tenemos, en el equilibrio (ρ(q, p) = ρN (r~1 , ..., r~N ; p~1 , ..., p~N ))
Z
ρ2 (r~1 , r~2 ; p~1 , p~2 ) = d3 r~3 ...d3 r~N · d3 p~3 d3 p~N ρN (r~1 , ..., r~N ; p~1 , ..., p~N ),
ρ2 (r~1 , r~2 ; p~1 , p~2 )d3 r~1 d3 r~2 d3 p~1 d3 p~2 = dP2 (r~1 , r~2 , p~1 , p~2 ).
Esta función de r~1 , r~2 , p~1 , p~2 se denomina función de distribución reducida específica de dos par-
tículas. En general,
Z
ρs (x~1 , ..., x~s ) = d6 ~xs+1 ...d6 ~xN ρ0N (~x1 , ..., ~xN ) con ~xi = (~ri , p~i ) y d6 ~xi = d3~ri d3 p~i
Ahora bien, si multiplicamos estas funciones por el número de grupos de s partículas que pueden
formarse entre un conjunto de N, (NN−s)!
!
, obtenemos
N!
fs (~x1 , ..., ~xs ) = ρs (~x1 , ..., ~xs ),
(N − s)!
o número medio de grupos de s partículas que cumplen dicha condición o restricción si la mul-
tiplicamos por d6 ~x1 ...d6 ~xs . Se llama función de distribución reducida genérica de s partículas y
normaliza a (NN−s)!
!
. En particular,
y representan el no medio de grupos de s partículas tales que la 1 está entre ~r1 y ~r1 +Qd~r1 , la 2
entre ~r2 y ~r2 + d~r2 ,... la s entre ~rs y ~rs + d~rs cuando las multiplicamos por d3~r1 ...d3~rs = si=1 d3~ri .
Las más conocidas de todas estas son:
n1 (~r1 ) = densidad numérica de partículas (o función de distribución configuracional de una par-
tícula) = n(~r)
n2 (~r1 , ~r2 ) = función de distribución configuracional de 2 partículas.
¡ESTA ÚLTIMA ES LA QUE NOS INTERESA PARA NUESTRO PROBLEMA!
Nos interesa calcular el número medio de pares de partículas por unidad de volumen separadas
una distancia relativa entre ellas r = r12 = |~r1 − ~r2 |. Para ello, pasamos a coordenadas C.M. e in-
tegramos n2 obteniendo otra función configuracional que llamaremos n02 = n2 (~rn1 ,~r2 ) , que normaliza
a N −1
En efecto, partiendo de la normalización de n2 (~r1 , ~r2 )
Z C.M. Z Z
3 3 ↓ 3 3
N (N − 1) = d ~r1 d ~r2 n2 (~r1 , ~r2 ) = d ~rCM d ~r12 n2 (~rCM , ~r12 ) = V d3~r12 n2 (~r12 )
Z Z
V 3 n2 (~r) 0 n2 (~r)
N −1= d ~r12 n2 (~r12 ) = d3~r ; n2 (~r) = ,
N n n
donde aceptamos que para la energía potencial de interacción entre las partículas (electrones) en
nuestro modelo sólo cuentan las posiciones relativas entre ellas, en particular la distancia relativa
1.5. TEORÍA DE DEBYE-HÜCKEL DE LOS PLASMAS CLÁSICOS EN
EQUILIBRIO. 17
r = r12 = |~r1 − ~r2 |. Tratemos de evaluar n02 (~r) y para ello usaremos el colectivo canónico, y así
asumimos para el equilibrio térmico a la temperatura T que
1 PN p2
i 1 P
ρ0N (~x1 , ..., ~xn ) = e−β i=1 2m e−β(u12 + (3≤i<j≤N ) uij )
Ztras Zconf
P p2
i −βu −β
P
Z −β 12 uij
3 3 3 3 e 2m i<j
n2 (~r1 , ~r2 ) = N (N − 1) d p~1 ...d p~N d ~r3 ...d ~rN p2 P =
i −βu12 −β
P
R −β
R uij
dpe 2m · dqe i<j
C.M.
e−βu12 ↓ N (N − 1) e−βu12 e−βu12 (r)
N (N − 1) · R 3 3 −βu
= ·R 3 −βu
= n(N − 1) · R 3 −βu (r) = n2 (r12 ).
d ~r1 d ~r2 e 12 V d ~r12 e 12 d ~re 12
Aplicamos nuestra teoría a los llamados plasmas calientes, aquellos en los que la temperatura es
tan alta que βu12 << 1. En tal caso, el denominador coincide con V menos una contribución
despreciable de orden inferior. Por tanto, podremos escribir:
¡Este es el número medio de pares de partículas por unidad de volumen separadas una distancia
r! La llamamos función de distribución de pares.
Esta situación tendría lugar si el potencial que notara 2 debido a 1 fuera efectivamente el coulom-
e2 −e
biano debido a su exclusiva interacción, uC C C
12 = r = −e r = −eφ (r) = eϕ (r), donde φ (r) =
C
−e C
r es el potencial coulombiano creado por un electrón a la distancia r y ϕ (r) su opuesto. Pero en
la realidad, la existencia de otras muchas partículas de carga negativa entre la 1 y la 2, así como la
existencia del fondo iónico positivo, distorsionan este potencial de interacción coulombiano puro
e2
entre ellas de manera que sustituiremos la energía uC 12 (r) = r anterior por una energía poten-
cial de interacción “efectiva” que llamaremos W (r) = −eφ(r) = eϕ(r) que podremos expresar
en términos de un potencial de interacción “efectivo” φ(r) = −ϕ(r). Este potencial, en principio
desconocido, está producido por todas las cargas eléctricas existentes a la distancia r del origen.
En particular, nos permitirá encontrar para la función de distribución de pares anterior que:
−βeϕ(r)
ρ(r) = − ene ne − eδ(~r)
| {z } + |{z} | {z }
1 2 3
Es una ecuación en derivadas parciales de 2o orden NO LINEAL de difícil solución. Para resolverla
de forma aproximada deberemos linealizarla, por lo que hacemos una hipótesis simplificacdora
adicional: supondremos que la energía potencial de interacción de una partícula con todas las
demás W (r) es mucho menor que su energía térmica característica (del orden de kB Te ) por lo que
βeϕ(r) <<< 1 → Plasma caliente.
Admitir esto equivale a que casi siempre el potencial de interacción entre partículas es el potencial
promedio y que despreciamos las colisiones duras (o puramente coulombianas a distancias muy
cortas entre partículas). Es aplicable, por tanto, a plasmas diluidos calientes en los que existe poca
densidad de partículas cargadas (electrones e iones) y alta temperatura electrónica (la aplicación
de hipótesis sucesivas que limitan cada vez más el campo de validez de una teoría es un rasgo
característico de toda teoría semi-fenomenológica). Con esta hipótesis simplificadora podemos
1.5. TEORÍA DE DEBYE-HÜCKEL DE LOS PLASMAS CLÁSICOS EN
EQUILIBRIO. 19
−1
∇2 ϕ(r) = kD
2 2
ϕ(r) − 4πeδ(~r) con kD = 4πβe2 n; λD = kD = (4πβe2 n)−1/2
Z +∞
∂ h ix=∞
:0
Z +∞
dxe−ikx x ϕ(r) = e−ik x x
ϕ(r) + ikx dxe−ikx x ϕ(r)
∂x
−∞ x=−∞ −∞
Z Z +∞ Z +∞
1 3 −i~k·~
r ∂ 1 −i(ky y+kz z) −ikx x
d ~re ϕ(r) = dydze · ikx dxϕ(r)e =
(2π)3 ∂x (2π)3 −∞ −∞
Z
1 ~
ikx d3~re−ik·~r ϕ(r) = ikx ϕ̃k .
(2π)3
Para todas las tres componentes x, y, z es
Z
1 ~
d3~re−ik·~r ∇ϕ(r)
~ = i~k ϕ̃k ,
(2π)3
lo que fácilmente nos permite calcular la transformada de Fourier del laplaciano:
Z
1 ~
3
d3~re−ik·~r ∇2 ϕ(r) = −k 2 ϕ̃k
(2π)
1.5. TEORÍA DE DEBYE-HÜCKEL DE LOS PLASMAS CLÁSICOS EN
20 EQUILIBRIO.
Z
1 ~ 4πe
−k 2 ϕ̃k = kD
2
ϕ̃k − 4πe d3~re−ik·~r δ(~r) = kD
2
ϕ̃k − ;
(2π)3 (2π)3
| {z }
1
e e 1
−k 2 ϕ̃k = kD
2
ϕ̃k − 2
→ ϕ̃k = 2 2 2
2π 2π k + kD
Z Z
3~ i~k·~ e ~ 1
ϕ(r) = d ke r
ϕ̃k = 2 d3~keik·~r 2
2π k2 + kD
Z ∞ Z π
e 2 1
ϕ(r) = 2 2π dkk 2 2 senθdθeikrcosθ =
2π 0 k + kD 0
∞ ikrcosθ π
k2 −e e 1 ∞
Z Z
e k
ikr −ikr
dk 2 2 = dk 2 e − e =
π 0 k + kD i
kr 0 π ir 0 k 2 + kD
Z ∞ Z ∞
e k ikr k −ikr
dk 2 2 e − dk 2 2 e
iπr 0 k + kD 0 k + kD
Z ∞ Z −∞ Z 0
k −ikr (−k) ikr k ikr
dk 2 2 e = (−dk) 2 2 e =− dk 2 e , por lo que
0 k + kD ↑ 0 k + kD −∞ k2 + kD
k→−k
Z ∞
e k
ϕ(r) = dk 2 eikr
iπr −∞ k2 + kD
Haremos esta integral en el plano complejo. La integral real anterior es equivalente a la integral a
lo largo de ese contorno cerrado en el plano complejo (el integrando se anula para |k| → ∞):
I
e k
ϕ(r) = dk eikr : polos de la función en k = ikD y k = −ikD .
iπr C (k + ikD )(k − ikD )
e ikD −kD r e e2
ϕ(r) = 2πi e = e−kD r ; W (r) = eϕ(r) = e−kD r
iπr 2ikD r r
Este es el potencial efectivo que notan dos partículas próximas: el de Coulomb multiplicado por
un factor exponencial decreciente: para r >> λD , ϕ(r) → 0; para:r << λD , ϕ → re .
1.5. TEORÍA DE DEBYE-HÜCKEL DE LOS PLASMAS CLÁSICOS EN
EQUILIBRIO. 21
kD ↑ si β ↑; o sea, si Te ↓ → λD ↓
kD ↑ si n ↑; → λD ↓
...y lo contrario. El radio de la esfera de Debye disminuye por el efecto combinado del aumento de
la densidad y la dismunución de la temperatura, lo que implica un mejor apantallamiento espacial.
Fuera de la esfera de Debye, esfera centrada en la partícula 1 de radio λD , AÚN NO se ha dado
el apantallamiento total, lo que se consigue para otra esfera mayor de radio 5 ó 6 veces λD (esfera
de apantallamiento).
Este otro método de resolver la ecuación de Debye será un método de superposición. La ecuación
de Debye la escribimos ahora (S.I.):
e βe2 n e2 n
∇2 ϕ(r) = kD
2
ϕ(r) − 2
δ(r) donde kD = =
0 0 0 kB Te
en el sistema de unidades S.I. Para resolverla fijémonos en que ∇2 ϕ(r) = − e0 δ(r) es la ecuación
de Poisson correspondiente a una zona del espacio dónde sólo existe una carga puntual de valor
1.5. TEORÍA DE DEBYE-HÜCKEL DE LOS PLASMAS CLÁSICOS EN
22 EQUILIBRIO.
e en el origen. La solución de este problema es conocida, y es igual al potencial creado por una
carga situada en el origen de valor e:
e
ϕ(r) = .
4π0 r
Resolvamos entonces la siguiente ecuación:
∇2 ϕ0 (r) = kD
2
ϕ0 (r)
1 d2
[rϕ0 (r)]
r dr2
por lo que la ecuación de Debye en coordenadas esféricas es:
d2 2
[rϕ0 (r)] = kD rϕ0 (r)
dr2
Definamos ahora la función ψ(r) = rϕ0 (r). Utilizando esta definición, la ecuación anterior queda
aún más simplificada
d2 ψ(r) 2
= kD ψ(r),
dr2
cuya solución general para ψ(r) es:
Para que esta solución sea finita en el infinito, tiene que cumplirse que B = 0, de modo que:
ψ(r) = Ae−kD r
y por tanto:
1 Ae−kD r
ϕ0 (r) = ψ(r) = .
r r
Esta solución no es válida en el origen. Sin embargo, en dicho punto es donde tiene importancia el
término − e0 δ(r) de la ecuación de Debye, y cuya solución por separado es la indicada más arriba.
Es decir, que para la función potencial original incógnita ϕ(r) tiene que verificarse:
e
ϕ(r) ' cuando r → 0.
4π0 r
e
Esa condición la cumple ϕ0 (r) sin más que imponer que la constante A = 4π0 . Con lo cual la
solución de la ecuación de Debye es:
e e − r
ϕ(r) = e−kD r = e λD ,
4π0 r 4π0 r
1.5. TEORÍA DE DEBYE-HÜCKEL DE LOS PLASMAS CLÁSICOS EN
EQUILIBRIO. 23
0 0 0
n02 (r) = ne−β W (r) = ne−β (+e)φ(r) = neβ eϕ(r) ,
donde vamos a asumir que la densidad de iones y electrones en equilibrio es la misma al objeto
de mantener la quasineutralidad. La diferencia entre esta función para iones y la correspondiente
para electrones reside en la β del factor de Boltzmann ya que ésta, al definirse como β = 1/kB T ,
tiene diferentes valores de T para cada caso (para iones la temperatura iónica Ti y para electrones
la temperatura electrónica Te del plasma) y en que como estamos considerando ahora iones posi-
tivos simplemente ionizados, su carga neta es la carga del electron, pero de signo opuesto. Para
diferenciarlas, la correspondiente a electrones seguirá siendo β = βe con T = Te mientras que la
correspondiente a iones será β 0 = βi con T 0 = Ti . Según esto, la densidad del fondo positivo del
modelo simplificado anterior vendrá sustituida ahora en la ecuación de Poisson por la densidad
de pares de iones, pudiéndose escribir:
h 0
i
∇2 ϕ(r) = −4π ene−βeϕ(r) − eneβ eϕ(r) − 4πeδ(~r) (Ecuación de Poisson-Boltzmann),
que al linealizar en la interacción electrostática para βeϕ(r), β 0 eϕ(r) << 1 nos permite obtener la
correspondiente ecuación de Poisson-Debye aplicada a los dos tipos de partículas:
dónde ahora introducimos dos parámetros característicos: kDe 2 = 4πβe2 n; λDe = k De −1 = (4πβe2 n)−1/2
(longitud de Debye para electrones) y kDi 2 = 4πβ 0 e2 n; λDi = kDi −1 = (4πβ 0 e2 n)−1/2 (longitud
de Debye para iones) (m) .
Ahora, la longitud de Debye definida a partir de λD = kD −1 con kD 2 = k 2 +k 2 tiene contribución
De Di
tanto de las partículas negativas (e) como de las positivas (i), no existiendo fondo homogéneo posi-
tivo en el modelo de Debye-Hückel. Quedaría así que la longitud de Debye o longitud característica
de apantallemiento se escribe como:
1.6. PROCESOS MICROSCÓPICOS O MECANISMOS: PROCESOS
24 COLISIONALES Y RADIATIVOS.
−1/2 −1/2
4πne2 1 4πne2 1
−1 2 0 −1/2 1 1
λD = kD = [4πne (β + β )] = ( + 0) = ( + ) .
kB T T kB Te Ti
Este resultado sería el más correcto y nos daría una longitud de Debye en el plasma más próxima a
la real que la que obtendida mediante el tratamiento en el que sólo se contemplaban los electrones
como partículas, y no los iones. El caso es que a la hora de medir experimentalmente la temperatura
iónica se encuentra que ésta es una 10 veces menor que la electrónica, por lo que no se comete
un gran error al despreciarla frente a la electrónica, lo que nos da una garantía a la consideración
realizada de tomar los iones simplemente como un fondo positivo. Este resultado coincide con el
encontrado en la página 10 de este Capítulo 1.
Son procesos entre partículas del mismo tipo o distinto que tienen lugar en el interior del plasma
y que eventualmente pueden implicar la existencia de fotones. Se denominan colisionales cuando
existen colisiones o choques entre partículas y radiativos cuando aparece radiación en forma de
fotones. Estos procesos microscópicos o mecanismos tendrán dos efectos:
Por lo que se refiere a las colisiones entre partículas, éstas podrán ser:
• Eci > Ecf ⇒ Se pierde energía cinética porque parte de la Eci se invierte
durante la colisión en excitación y/o ionización ≡ INELÁSTICAS
• Eci < Ecf ⇒ Se gana energía cinética durante la colisión debido al cambio
producido en las partículas en desexcitación y/o recombinación ≡ SUPERELÁS-
TICAS.
Por otro lado, podemos tener distintos tipos de partículas involucradas en los procesos
colisionales, aunque las más importantes son electrones, neutros e iones:
1.6. PROCESOS MICROSCÓPICOS O MECANISMOS: PROCESOS
COLISIONALES Y RADIATIVOS. 25
• Electrones ⇒ e−
• Átomos y moléculas neutros ⇒ A, M
• Iones positivos o negativos ⇒ I +, I −
• Iones múltiplemente ionizados ⇒ I ++
Por lo que se refiere a los procesos radiativos, la existencia de ellos es debida a que
la mayoría de los estados excitados se desexcitan de forma espontánea, emitiendo
un fotón (estados radiativos). Los estados radiativos son típicamente estados que
tienen un tiempo de vida media del orden del ns. Los niveles radiativos más ba-
jos que se desexcitan hacia el estado fundamental de la partícula se conocen como
estados resonantes. Los niveles que tienen muy baja probabilidad de desexcitación se
llaman estados metaestables. El hecho de que aparezcan o desaparezcan (se emitan o
se absorban) fotones en un proceso microscópico o mecanismo entre partículas le da
un carácter radiativo, si bien dicho proceso también podrá tener carácter colisional
cuando también haya choques o colisiones entre partículas. Algunos ejemplos simples
serán presentados a continuación.
Es importante en los procesos radiativos distinguir entre aquellos en los que existe la
radiación de línea (o discreta) y en los que existe la radiación de continuo: la primera
ocurre a frecuencias (o longitudes de onda) concretas o específicas, la segunda tiene
lugar a cualquier frecuencia (o longitud de onda) de forma continua.
Para discutir los procesos que se ponen de manifiesto en el plasma en los que existen
colisiones, se utilizan conceptos cinéticos ya conocidos como sección eficaz de colisión
(diferencial y total), recorrido libre medio, frecuencia de colisión, etc., que recordamos
a continuación. Para cada proceso colisional que consideremos, se define una sección
eficaz de colisión asociada a dicho proceso. Empecemos considerando las colisiones
elásticas.
En la siguiente figura representamos un haz de partículas (proyectiles) colisionando
contra un centro dispersivo (blanco) a una velocidad relativa vpb y saliendo en un
1.6. PROCESOS MICROSCÓPICOS O MECANISMOS: PROCESOS
26 COLISIONALES Y RADIATIVOS.
ángulo θ tras una colisión de parámetro de impacto b. Integrando para todas las
pertículas que salen de la colisión en todos los ángulos posibles, llegamos al concepto
de sección eficaz de colisión total σ0 = πr02 , donde r0 es el alcance de potencial de
interacción proyectil-blanco.
En las colisiones elásticas, una partícula proyectil que incide sobre la sección eficaz
de colisión total (parámetro de impacto b < r0 ) altera su cantidad de movimiento y
energía, mientras que las que no inciden sobre dicha sección (parámetro de impacto
b > r0 ) no se verán afectadas.
El recorrido libre medio de las partículas colisionantes es del orden del inverso del
producto de la sección eficaz de colisión total por la densidad de partículas proyectil
(para colisiones entre el mismo tipo de partículas de la teoría cinética elemental de las
colisiones binarias).
1 1
λ= √ =√
2np σpb 2np σ0
Así mismo, el tiempo medio entre colisiones se define como la relación entre el recorrido
libre medio y la velocidad media en módulo de las partículas proyectil de velocidad v̄p
λ
τ=
v̄p
1
ν̄ =< ν >=< νpb >= = np < σpb vpb >∼
= np < σpb vp >
τ
donde en la última expresión aparece simplemente la velocidad de los proyectiles ya
que la velocidad relativa entre proyectil y blanco será prácticamente la del primero
(p.e. los proyectiles son los electrones y los blancos el resto de las partículas). Para
hacer este promedio habrá que tener en cuenta que la sección eficaz de colisión total
1.6. PROCESOS MICROSCÓPICOS O MECANISMOS: PROCESOS
COLISIONALES Y RADIATIVOS. 27
también depende de la velocidad relativa entre proyectil y blanco, σpb = σpb (vpb ).
Cuando las partículas colisionantes (proyectil) son electrones, la velocidad relativa vpb
es prácticamente la de los electrones ve al tener éstos una velocidad típica mucho
mayor que la de las partículas con la que colisionan (blanco). Esta es la frecuencia de
colisión promedio entre todos los electrones (proyectil) y una otra partícula cualquiera
en el plasma: neutro, ión u otro electrón (blanco). Pero al haber muchas de estas
otras partículas blanco, deberemos tener en cuenta sus densidades como pondremos
de manifiesto a continuación.
Estas ideas sobre las colisiones elásticas pueden ser aplicadas razonablemente a las
inelásticas, debiendo especificarse entonces que los parámetros colisionales anteriores
(sección eficaz de colisión, recorrido libre medio, frecuencia de colisión, ...) son propios
de ese proceso colisional en particular. Pensemos, como ejemplo para comprender mejor
lo que decimos, en un proceso de ionización de átomos neutros (blanco) por colisión
directa con electrones (proyectil) que simbolizamos mediante [e + A A+ + e + e].
Este proceso microscópico o mecanismo se denomina ionización colisional directa por
impacto electrónico y el proceso inverso es la recombinación colisional de tres cuerpos.
Estos son dos procesos microsocópicos o mecanismos colisionales puros, uno el reverso
del otro, que producen iones y electrones (el de ionización), o que los eliminan (el de
recombinanción). Al no existir fotones involucrados, este mecanismo no tienen carácter
radiativo.
i i
< νea >= np < σpb vpb >= ne < σea vea >,
que debemos entender como el número medio de colisiones por unidad de tiempo entre
el gas de electrones y un átomo neutro genérico en promedio que podrá ser ionizado
1.6. PROCESOS MICROSCÓPICOS O MECANISMOS: PROCESOS
28 COLISIONALES Y RADIATIVOS.
(es el punto de vista de lo que ocurre antes de la colisión). Cuando los electrones
involucrados en dichas colisiones tengan energía cinética suficiente, podrá tener lugar
la ionización con una probabilidad determinada por su sección eficaz.
En los procesos que intervienen las colisiones inelásticas que implican creación (I)
y destrucción (R) de partículas, puede obtenerse el ritmo de creación o destrucción
de dichas partículas por unidad de volumen (rate equation). Esto se hace mediante
una ecuación de evolución temporal en un punto dado del plasma de la densidad de
partículas en estudio, en este caso la densidad electrónica ne o iónica ni .
Se define Si como el ritmo de producción por ionización (I) de partículas para este
proceso colisional, proporcional al producto de la frecuencia de colisión anterior sobre
un átomo neutro por el número medio de átomos (por unidad de volumen) disponibles
para ser ionizados por colisiones electrónicas inelásticas:
∂ne i
Si = =< νea > na : ritmo de crecimiento de la densidad de electrones,
∂t
i v > n = K n n = n < σ i v > n =< ν i > n ,
Si = ne < σea e a i e a
| a {zea e } e e
<ν i >
donde ahora < ν i > es la frecuencia de ionización del proceso que debemos enternder
como el número medio de ionizaciones por unidad de tiempo que se han producido en
promedio por electrón (es el punto de vista de lo que ocurre después de la colisión).
Este proceso constituye un término fuente de electrones e iones (se crean partículas
cargadas) y a la vez un término sumidero de átomos neutros (se destruyen), donde
el superíndice i significa ionización y Ki es el coeficiente de ionización directa por
impacto eléctrónico. Como en el proceso de recombinación (3-B) colisional reverso
a la ionización por impacto directo la colisión tiene lugar entre tres partículas, no es
aplicable el esquema simple de colisión binaria que hemos descrito anteriormente y nos
es difícil encontrar una expresión simple para la sección eficaz total de colisión para
recombinación de tres cuerpos y su correspondiente frecuencia de recombinanción ya
que habría que saber formular cinéticamente el coeficiente. No obstante, sabemos que
la correspondiente ecuación de ritmo de decrecimiento de la densidad de electrones
puede escribirse como
Sr = −Kr ni n2e = −Kr n3e : este proceso constituye un término sumidero de electrones e
iones (se destruyen) y a la vez un término fuente de átomos neutros (se crean). Aquí,
el coeficiente Kr es el coeficiente de recombinación colisional de tres partículas o tres
cuerpos.
Analizamos por ello como otro ejemplo ilustrativo el llamado de recombinación radiati-
va [e+A+ → A+hν] que implica destrucción o desaparición (R) de partículas cargadas
(electrones e iones) por impacto directo electrón-ión con creacióción de fotones, otro
caso más de proceso colisional simple binario. El proceso microscópico o mecanismo
reverso es la foto-ionización (I), resultando fácil ver aquí el doble carácter colisional
y radiativo de un proceso microscópico. Ahora, la colisión binaria entre proyectil y
blanco podemos aplicarla de nuevo a la colisión entre electrones (p) e iones (b). Ha-
blaremos de la sección eficaz total de recombinación electrón-ión, de la frecuencia de
colisión para recombinación,... Podremos escribir, finalmente, una ecuación de ritmo
(rate equation) para la variación temporal de la densiadad electrónica por recombina-
ción radiativa donde introducimos un signo menos (−) para describir una pérdida de
partículas (electrones e iones simultáneamente)
1.6. PROCESOS MICROSCÓPICOS O MECANISMOS: PROCESOS
COLISIONALES Y RADIATIVOS. 29
Vemos por tanto que cada proceso colisional inelástico viene determinado por una sec-
ción eficaz de colisión y una frecuencia de colisión que nos permite escribir una ecuación
de ritmo para el proceso en cuestión, ecuación que nos da cuenta del cambio temporal
local de partículas involucradas en el mismo. Para las colisiones elásticas, la frecuen-
cia de colisión se denomina frecuencia de transferencia de cantidad de movimiento y
gracias a dichas colisiones se alcanza el equilibrio de equipartición de energía cinética
entre las parículas o equilibrio térmico. Dichas colisiones elásticas pueden darse entre
electrones, iones y neutros, pero también entre partículas distintas. Se distingue entre
la interacción de corto alcance, siendo < νea > >> < νia >, y la de largo alcance
(interacciones entre partículas cargadas), y en términos de las frecuecias de colisión de
los distintos mecanismos colisionales se tiene: < νee > ≈ < νei > >> < νii >.
Es muy importante conocer cuáles son las interacciones dominantes en el plasma. Para
analizar este aspecto deberemos considerar la influencia del grado de ionización, δ =
ni
. Según esto pueden clasificarse los plasmas en débilmente ionizados, donde
ni + nN
dominan las colisiones de corto alcance - la frecuencia de colisión para procesos donde
intervienen neutros es mucho mayor que la frecuencia de colisión donde intervienen
partículas cargadas (plasma Lorentziano) -; en ellos el grado de ionización es inferior a
un valor crítico δ0 , del orden de 10−4 a 10−6 . En caso contrario, el grado de ionización
será superior a este valor crítico y diremos que el plasma es fuertemente ionizado,
dominando ahora las colisiones de largo alcance. En este último caso se distinguen
dos tipos, fuertemente ionizado sin interacción entre partículas, que ocurre cuando
el gas es muy diluido existiendo en este caso muy pocas colisiones y el movimiento
de las partículas vendrá determinado por la acción de campos externos; y por otra
parte, fuertemente ionizado con interacción entre partículas, para los que la densidad
de partículas cargadas es tan elevada que las colisiones de largo alcance (coulombianas)
determinan la dinámica de las partículas en el plasma.
Estos que hemos estudiado no son los únicos procesos microscópicos colisionales y ra-
diativos existentes, aunque no nos proponemos aquí hacer un estudio exhaustivos de los
mismos. Dejaremos por tanto su estudio abierto en posibles trabajos complementarios.
1 e2 e2
< mve2 > ∼
= ⇒ r0 ∼
= .
| 2 {z } 4πε0 r0 4πε0 23 kB Te
3
k T
2 B e
Obtenemos así un valor estimado del alcance del potencial repulsivo entre electrones
r0 que nos permite a su vez estimar el valor del recorrido libre medio. Por tanto, es
1
2 T2
36πε20 kB ε0 kB Te 2
λ∼
= ne e4
e
. Y teniendo en cuenta que la longitud de Debye es λD = ,
e 2 ne
el recorrido libre medio queda de la forma:
λ∼
= 36πλ4D ne = 36π(λ3D ne )λD .
Sin más que se verifique la condición de existencia del plasma (λ3D ne >> 1), el reco-
rrido libre medio será como consecuencia mucho mayor que la longitud de Debye. En
estas circunstancias, los electrones se mueven todo el tiempo libres de interacciones y
sólo rara vez interaccionan entre ellos (dentro de la esfera de apantallamiento o inter-
acción de Debye) como describe la teoría de Debye-Hückle de los plasmas clásicos en
equilibrio (local). Cualitativamente puede entenderse que si λ >> λD no existen inter-
acciones entre las partículas cargadas (electrones). Entonces la energía de interacción
entre partículas es mucho menor que la energía térmica. Y a su vez, esto quiere decir
que se siguen verificando las condiciones del gas ideal.
Así por ejemplo, según la ley de Dalton de los gases resulta que p = pe + pi + pa (suma
de presiones parciales), y bajo condiciones de gas ideal p = ne kB Te +ni kB Ti +na kB Ta .
Cuando la energía de interacción deje de ser despreciable (plasmas muy densos), apa-
recerán términos correctores de esta ley como consecuencia de esta energía no des-
preciable entre las partículas del plasma. Igual puede decirse para otras propuiedades
termodinámicas.
pueden ser procesos de creación y destrucción de partículas cargadas del tipo colisio-
nal y/o radiativo (colisiones inelásticas, procesos de ionización y recombinación,...) y
procesos debidos al transporte pasivo en presencia de inhomogeneidades (por ejem-
plo, difusión debida a un gradiente de partículas cargadas por la no uniformidad del
plasma). Cuando los procesos de recombinación son despreciables frente a los trans-
portes por difusión, las únicas pérdidas considerables son las difusivas y el plasma se
encuentra en régimen de difusión.
Los mecanismos de ionización y recombinación a su vez se clasifican en procesos co-
lisionales y radiativos, pero también pueden tener un carácter híbrido o mixto como
hemos visto en los ejemplos anteriores que ahora resumimos.
(1)−I (3)−I
−−−−−−−−−−+
−−−−−−−−→ −−−−−−−−−−−−−−→
e− + A A + e− + e− ; hν + A A+ + e−
←−−−−−−−−−−−−−−−−−− ←−−−−−−−−−−−−−−
R−(2) R−(4)
A grandes rasgos se cumple que a medida que aumenta la densidad electrónica aumen-
tan los procesos colisionales en detrimento de los radiativos.
Cuando cada proceso está equilibrado con su reverso (balances propios), el plasma está
en equilibrio termodinámico completo (ETC). Un plasma en equilibrio termodinámico
completo - como consecuencia de la existencia de balance detallado (B.D.) - cumple
varios equilibrios parciales:
nos aproximan a una descripción cinética enormemente importante del plasma, como
demuestra la gran cantidad de estudios existentes en este campo.
" r 3
#
kB T p p 1 (mkB T ) 2
p~ >> ∆p ⇒ m = mkB T ⇒ mkB T >> ~n 3 ⇒ n <<
m ~3
Muy brevemente podemos decir que el estudio de la Física del Plasma tiene dos gru-
pos de aplicaciones fundamentales, a) de soporte o apoyo para otros campos y b) de
aplicaciones en la ciencia y tecnología. Ejemplos de esto son plasmas en Física del
Estado Sólido donde el comportamiento de un gas ionizado puede servir para el estu-
dio del comportamiento de los semiconductores, el gas interestelar, que es un plasma,
y el interior de las estrellas, que es otro plasma, así como la corona estelar (corona
solar por ejemplo). El estudio de los plasmas es muy importante en el campo de la
astrofísica en la que la dinámica de una galaxia puede estudiarse como la evolución de
un gran plasma. La Física del Plasma igualmente se aplica a la física espacial (entorno
de los planetas), al estudio de la ionosfera y del viento solar (plasmas condicionados y
confinados por el campo magnético de los planetas), etc.
34 1.9. APLICACIONES DE LOS PLASMAS.
2.1. Introducción.
En plasmas diluidos, las interacciones coulombianas de largo alcance tienen una ma-
yor influencia que las interacciones de corto alcance o colisiones, por lo que podremos
despreciar el comportamiento colectivo de las partículas en el plasma. Para ello será
necesario que el recorrido libre medio sea realmente muy grande en comparación con
la longitud de Debye. La dinámica de estas partículas cargadas vendrá determinada
más por sus interacciones electrodinámicas que por sus colisiones o choques, especial-
mente si el plasma se encuentra en el seno de campos eléctricos y magnéticos externos.
Entonces, analizamos el movimiento de una de las N partículas del plasma y el resto
de ellas tendrá un comportamiento similar (Tema 2). El planteamiento de este tema
2 también se conoce como teoría de órbitas o teoría girocéntrica.
Por el contrario, en plasmas muy densos las colisiones (o interacciones de corto al-
cance) predominan frente a las interacciones culombianas. En este caso hacemos un
tratamiento del plasma como un continuo con la mecánica de fluidos en donde tiene
realmente importancia el comportamiento colectivo de las partículas en el plasma, que
se moverán como un todo en el seno de campos eléctricos y magnéticos externos (Tema
3). Deberemos entonces analizar el movimiento no ya de una partícula individual sino
de un elemento diferencial de fluido plasma en el que hay incluidas muchas partículas.
Y ese comportamiento del plasma como fluido será a veces similar al de las partículas
consideradas individualmente pero otras veces será muy distinto. El planteamiento en
el tema 3 siguiente también se conoce como Magnetohidrodinámica (MHD).
Vamos a aceptar que las partículas del plasma modifican muy poco las condiciones
de los campos eléctricos y magnéticos aplicados externamente. Tomemos un plasma
diluido, la teoría de órbitas explica el movimiento individual de las partículas del
35
2.2. MOVIMIENTO EN CAMPOS ELÉCTRICOS Y MAGNÉTICOS
36 UNIFORMES.
Tenemos:
d~v ~
m = q ~v × B
dt
~i ~j ~k
~ =
~v × B vx vy vz
Bx By Bz
En componentes:
mv˙x = q vy B
mv˙y = −q vx B
|q|B
donde aparece la frecuencia ciclotrónica de la partícula ωc = . Tenemos una solu-
m
ción de tipo armónico para vx que es:
n o
vx = Re v⊥ ei(ωc t+δ) = v⊥ cos (ωc t + δ)
~
siendo v⊥ ≡ velocidad perpendicular a la dirección de aplicación de B
m
Como vy = v˙x
qB
ωc
vy = − v⊥ sin (ωc t + δ) = ∓v⊥ sin (ωc t + δ)
±ωc
∓ indica el signo de q
vz0 = vk = Cte
vy0
δ = ∓arctg
vx0
En definitiva tenemos:
vx = v⊥ cos (ωc t + δ)
vy = ∓v⊥ sin (ωc t + δ)
vz = cte = vz0 = vk
Ahora podemos obtener la posición de la partícula sin más que integrar en t estas
ecuaciones:
v
x(t) = x0 + ω⊥c sin (ωc t + δ)
y(t) = y0 ± vω⊥c cos (ωc t + δ)
z(t) = z0 + vz0 t = z0 + vk t
v⊥ mv⊥
rL = R⊥ = =
ωc |q|B
Podemos introducir una energía cinética transversal que nos permita escribir el valor
del radio de Larmor de otra forma:
1
1 2 (2mEc⊥ ) 2
Ec⊥ = mv⊥ ⇒ rL = R⊥ =
2 |q|B
2.2. MOVIMIENTO EN CAMPOS ELÉCTRICOS Y MAGNÉTICOS
38 UNIFORMES.
Los electrones tendrán menor radio de Larmor que los iones para las mismas condi-
ciones de campo y carga, por tener menor masa. Además, el sentido de giro de la
trayectoria depende del signo de la carga de la partícula para una dirección de campo
magnético dada.
El movimiento de las partículas positivas es tal que crea un campo magnético interno
(local) de sentido opuesto al externo. El movimiento de las partículas negativas también
crea un campo magnético interno que se opone al externo.
Esto nos dice que cuando tenemos un plasma sometido a un campo magnético externo,
las partículas tienen un movimiento de Larmor que crean unos campos que se oponen
a los campos externos aplicados (ley de Lenz de las corrientes inducidas). Esto da un
carácter diamagnético al plasma al ser el campo magnético total en su interior ligera-
mente menor que el campo externo.
La partícula tiene un desplazamiento lineal de los centros de giro ~vk = ~vz0 = Cte.
2.2.2. ~ yE
Campo B ~ uniformes y constantes en el tiempo
Ahora incluimos en el problema también un campo eléctrico externo. Además del cam-
po magnético anterior uniforme, vamos a tener un campo eléctrico también uniforme
actuando sobre las partículas de manera que la fuerza de Lorenzt tendrá componentes
tanto magnéticas como eléctricas. Suponemos que B ~ = B~k y que el campo eléctrico
~ Tomamos el sistema
tiene una componente transversal (⊥) y otra longitudinal (k) a B.
de referencia de manera que la componente transversal de E ~ coincide con la dirección
del eje X.
)
~ = Ex~i + Ez~k
E
~ = B~k Uniformes y constantes (inependientes de la posición y el tiempo)
B
d~v ~ + ~v × B);
~ ~ = vy B~i − vx B~j = (vy B, −vx B, 0)
m = q(E ~v × B
dt
~ = Ex~i + Ez~k
E
Equivale a las ecuaciones escalares:
dvx q q ωc
= vy B + Ex = ±ωc vy ± Ex
dt m m B
dvy q
= − vx B = ∓ωc vx
dt m
dvz q qEz
= Ez ⇒ vz = vz0 + t
dt m m
qEz
En el eje Z tenemos un movimiento uniformemente acelerado, con az = m . Trabaja-
mos con las dos primeras ecuaciones y las derivamos respecto a t:
d2 vx dvy
= ±ωc = −ωc2 vx
dt2 dt
d2 vy dvx ωc Ex
= ∓ωc = ∓ωc (±ωc vy ± Ex ) = −ωc2 (vy + )
dt2 dt B B
2.2. MOVIMIENTO EN CAMPOS ELÉCTRICOS Y MAGNÉTICOS
40 UNIFORMES.
Ex
vy0 = vy +
B
y tenemos:
d2 vy d2 vy0
= = −ωc2 vy0
dt2 dt2
nos queda:
vx (t) = v⊥ cos (ωc t + δ)
vy (t) = ∓v⊥ sin (ωc t + δ) − EBx
vz (t) = vz0 + qE z qEz
m t = vk + m t
Ex
En efecto, vE = − en la dirección de ~j negativa: ésta es la velocidad del movimiento
B
de traslación que los centros de giro, que llamaremos de arrastre por campo eléctrico,
realizan en el plano X, Y .
Ex ~ ~ ×B
E ~ ~ ×B
E ~
~ ×B
E ~ = −Ex B~j, de manera que − j= = ~vE ⇒ ~vE =
B B2 B2
Esta velocidad es una velocidad de arrastre de los centros de giro de los ciclos de
Larmor, se denomina de arrastre por campo E ~ o arrastre eléctrico, y se superpone a
la velocidad de la partícula. Como puede verse, ~vE es independiente de las velocidades
transversal y paralela de la misma, así como de su masa y de su carga, de manera que
todas las partículas sufren el mismo arrastre por campo E. ~
El movimiento de la partícula en el plano X, Y puede representarse de la siguiente
manera:
2.2. MOVIMIENTO EN CAMPOS ELÉCTRICOS Y MAGNÉTICOS
UNIFORMES. 41
y puede entenderse cualitativamente como sigue: en la primera parte del ciclo de Lar-
mor, E~ acelera las cargas, aumenta v⊥ y por tanto rL ; en la segunda parte del ciclo,
~
E frena las cargas, disminuye v⊥ y también rL . Como consecuencia, el centro de giro
se desplaza. En un esquema de tres dimensiones quedaría:
Se ve el efecto de arrastre hacia abajo (dirección −~j para Ex > 0) de los centros
de giro, siendo realmente parabólica la trayectoria de éstos (sería realmente rectilínea
en el caso particular de Ez = 0). Al moverse portadores de carga en grupo debido a
esta velocidad de arrastre en el plasma, tendremos una corriente nula de carga neta
al anularse mutuamente las contribuciones del movimiento de los electrones e iones a
dicha corriente.
Ahora vamos a ver qué ocurre si tenemos un campo gravitatorio uniforme - en lugar
del campo eléctrico - además del campo magnético uniforme.
~ ×B
E ~ 1 F~E × B
~
~vE = =
B2 q B2
• Veamos ahora qué ocurre si sustituimos el campo eléctrico por uno gravitatorio.
~ ⇒ si ∃~g ⇒ F~g = m~g ⇒ m d~v = F~g + q(~v × B)
∃B ~
dt
Tenemos ahora una velocidad de arrastre por campo gravitatorio proporcional a
~
~g × B
1 F~g × B~ m ~g × B~
~vg = 2
= 2
q B q B
Esta otra velocidad de arrastre sí depende de la masa y de la carga de la partícula.
Al moverse portadores de carga en grupo debido a esta velocidad en el plasma en
2.3. MOVIMIENTOS EN CAMPOS ELÉCTRICOS Y MAGNÉTICOS
42 INHOMOGÉNEOS.
sentidos contrarios crearán una corriente de carga neta no nula por ser las cargas de
signo contario. En la práctica, el efecto de arrastre por campo gravitatorio (o arrastre
gravitatorio) es despreciable frente al de campo eléctrico.
2.3.1. ~ perpendicular a B
Gradiente de B ~
~ = Bz~k)
~ independiente del tiempo (estacionario) en el eje Z, B
(B
~ cambia con y, Bz =
Empezamos analizando el caso en el que la componente z de B
Bz (y).
~ = ∂B ~j
∇B ⇔ ~ z = ∂Bz ~j,
∇B
∂y ∂y
2.3. MOVIMIENTOS EN CAMPOS ELÉCTRICOS Y MAGNÉTICOS
INHOMOGÉNEOS. 43
y aceptaremos que hay cada vez más líneas de campo al crecer y; o sea, ∂B
∂y > 0. Para
z
v⊥ mv⊥
R⊥ = rL = =
ωc |q|B
Después de muchos ciclos de Larmor, el centro de giro de la partícula se desplaza
en la dirección negativa del eje X a una velocidad que queremos determinar y que
denominaremos de arrastre por gradiente de B. Para una partícula negativa ocurrirá
~ es en sentido contrario
lo mismo salvo que al contrario, por lo que el arrastre por ∇B
(dirección positiva del eje X).
~
Al margen del signo de la carga eléctrica de la partícula, el arrastre es transversal a B
~
y a ∇B, por lo que tiene la dirección de B~ × ∇B.
~
1 F~ × B
~
~vF =
q B2
2.3. MOVIMIENTOS EN CAMPOS ELÉCTRICOS Y MAGNÉTICOS
44 INHOMOGÉNEOS.
2
∂Bz 1 2 ∂ Bz
Bz (y) = B0 + (y − y0 ) + (y − y0 ) +···
∂y y0 2! ∂y 2 y0
| {z }
≈0
Admitiendo que B0 es la solución del problema sin que haya cambio espacial de Bz
(solución conocida del caso anterior de campo Bz uniforme), y sustituyendo el desa-
rrollo anterior de Bz (y) haste el primer orden del desarrollo, la componente y de la
fuerza Fy = −qvx Bz (y) queda:
( )
∂Bz
Fy = −q v⊥ cos (ωc t + δ) B0 + (y − y0 ) =
| {z } ∂y y0
vx
∂Bz
= −qv⊥ cos (ωc t + δ)B0 ∓ qv⊥ rL cos2 (ωc t + δ)
∂y y0
v⊥
ya que (y −y0 ) = ± cos (ωc t + δ) = rL cos (ωc t + δ). Haciendo el promedio temporal
ωc
en un ciclo de Larmor para calcular la fuerza media sobre la partícula en ese eje debido
~
a ∇B, y sabiendo que el promedio temporal en un periodo del coseno es 0 y el del
coseno cuadradoes 21 ,nos queda:
1 ∂Bz
F̄y = ∓ qv⊥ rL ⇒ que es la componente de la fuerza de Lorentz buscada.
2 ∂y y0
Haciendo el promedio para la componente x de la fuerza, Fx , se llega a que F̄x = 0, lo
que puede comprobarse fácilmente.
Hemos asumido que la inhomogeneidad es prácticamente constante durante los ciclos
de Larmor y como consecuencia se sigue que si B = B(y) tendremos un arrastre de
~ de velocidad ~v ~ , que vale:
los centros de giro por gradiente de campo ∇B ∇B
1 ∂Bz ~ ~
1 ∓ 2 qv⊥ rL ∂y j ×B 1 ~ × ∇B
B ~
~vF~ = ~v∇B
~ = = ± v⊥ rL
q B2 2 B2
2.3. MOVIMIENTOS EN CAMPOS ELÉCTRICOS Y MAGNÉTICOS
INHOMOGÉNEOS. 45
2 ~ ~ Ec⊥ ~ ~ ~ × ∇B
~
1 v⊥ B × ∇B m B × ∇B Ec⊥ B
~v∇B
~ =± = ± =
2 ωc B2 |q|B B2 q B3
m
Consideramos que el campo magnético tiene líneas con un cierto radio de curvatura y
que es constante en módulo para un radio de curvatura dado. Vamos a tomar como
inhomogeneidad del campo magnético la curvatura del mismo para lo que usaremos
coordenadas cilíndricas donde el subíndice 0 indica vector unitario:
Por otro lado, tendremos una fuerza centrífuga actuando sobre los centros de giro
de las partículas cuando éstos sigan la dirección curvada del campo magnético a la
velocidad vk (en el movimiento a lo largo de una trayectoria curvada aparece una
fuerza centrífuga en dirección radial):
mvk2 ~c
R
F~c = ~r0 = mvk2
Rc Rc2
y también obtendremos una velocidad de arrastre de los centros de giro que llamaremos
de arrastre de curvatura debido a esta fuerza centrífuga cuando apliquemos la fórmula
general de la velocidad de arrastre de los centros de giro:
2.3. MOVIMIENTOS EN CAMPOS ELÉCTRICOS Y MAGNÉTICOS
46 INHOMOGÉNEOS.
2 ~
1 F~c × B~ m vk R c×B
~ ~c × B
2Eck R ~
~vcurv = 2
= 2 2
= 2 2
q B q Rc B qRc B
~
~ = µ~j + µ ∂ D = 0, no hay fuentes vectoriales.
~ ×B
∇
∂t
1 ∂B ∂B ∂B ∂B 1 ∂(rB ) ∂B
z θ r z θ r
~ ×B
∇ ~ = ~r0 − + θ~0 − + ~z0 −
r ∂θ ∂z ∂z ∂r r ∂r ∂θ
| {z } |{z} |{z} | {z }
|{z}
=0 =0 =0 =0 =0
~ ×B
~ =0 1 ∂(rBθ ) A ~
∇ ⇒ =0 ⇒ rBθ = cte = A ⇒ Bθ = = |B|
r ∂r r
~
|B|
~ = ∂
∇B
A A
~r0 = − 2 ~r0 = −
Bθ
~r0 = − r~0
∂r r r r r
~ = − R~ 2c |B|
∇B ~
~c Rc
Haciendo ~r = R ~ ~c
∇B~ = − R2
R
|B| c
~ es perpendicular a B
Llegamos a que ∇B ~ y tenemos también una velocidad de arrastre
de los centros de giro que responde a la fórmula general:
!
1 ~ × ∇B
B ~ 1 B~ ~c
R
~v∇B
~ = ± v⊥ rL 2
= ± v⊥ rL 2 × − 2B =
2 B 2 B Rc
2 ~ ~ ~c × B~
1 v⊥ Rc × B 1 2 mR
=± = v , (depende del signo de q)
2 ωc Rc2 B 2 ⊥ q Rc2 B 2
La velocidad de arrastre total que sufren los centros de giro en este caso de inhomoge-
neidad por curvatura del campo B ~ acumula el arrastre por curvatura y el de ∇B~ que
conlleva, quedando:
~ ~
m 2 1 2 R c×B
~vcurv+∇B
~ = ~vcurv + ~v∇B
~ = vk + v⊥ 2 2
=
q 2 Rc B
~c × B
(2Eck + Ec⊥ ) R ~ ~ × ∇B
(2Eck + Ec⊥ ) B ~
= =
q Rc2 B 2 q B3
2.3. MOVIMIENTOS EN CAMPOS ELÉCTRICOS Y MAGNÉTICOS
INHOMOGÉNEOS. 47
Esta expresión depende del signo de q, lo que supone que el arrastre sobre un conjunto
de partículas provoque la aparición de una corriente neta de carga no nula ya que la
contribución a la misma de los portadores de carga negativa no se cancela sino que se
suma a la de los portadores de carga positiva.
1
< Eck >= kB Tk , siendo Tk la temperatura cinética paralela.
2
2
< Ec⊥ >= kB T⊥ , siendo T⊥ la temperatura cinética perpendicular.
2
~ × ∇B
2kB T B ~
< ~vcurv+∇B
~ >=
q B3
para cada tipo de partícula (electrones e iones), existiendo una corriente neta de por-
tadores de carga no nula al sumarse sus contribuciones.
Bz = Bz (z) ⇒ ∇B~ k B.
~ Suponemos que la intensidad aumenta cuando z crece: a la
derecha de z tenemos una mayor densidad de líneas de campo ( ∂B
∂z > 0).
z
integrando la ecuación:
Z r
0 ∂Bz 0 1 ∂Bz
rBr = − r dr = − r2 ,
0 ∂z 2 ∂z r=0
∂Bz
donde hemos supuesto por simplicidad que es aproximadamente constante y
∂z
que no depende de r. Así resulta:
1 ∂Bz
Br = − r
2 ∂z
Fr = q(vθ Bz − vz Bθ )
| {z } | {z }
=0
(1)
Fθ = q(vz Br − vr Bz )
| {z } | {z }
(3) (2)
Fz = q(vr Bθ − vθ Br )
| {z } | {z }
=0 (4)
1 v2 2
1 ∂Bz ∂Bz 1 mv⊥ ∂Bz Ec⊥ ∂Bz
F̄z = ± |q|rL (∓v⊥ ) = − |q| ⊥ =− =−
2 ∂z 2 ωc ∂z 2 Bz ∂z Bz ∂z
Ec⊥ ∂Bz
F̄z = − : es una fuerza opuesta al sentido de crecimiento de Bz que intenta
Bz ∂z
llevar a la partícula a una región donde Bz es menos intenso. Es decir, es una fuerza
que frena el movimiento de las partículas en la dirección positiva del eje Z.
1 2
2 mv⊥ Ec⊥ 1
µ= = = |q|rL v⊥
B Bz 2
1 2
mv⊥
2
)
A = πrL
2
v⊥
2
eωc π e v⊥ 2 Ec⊥
e
I = 2π µ = IA = = = =
2π ωc2 2 eB B B
ωc
m
Por tanto podemos escribir:
∂Bz
F̄z = Fk = −µ : esta componente de la fuerza magnética se opone al sentido cre-
∂z
ciente del campo magnético (contraria al sentido del gradiente de campo magnético
Bz ) y tiende a dirigir a la partícula a zonas donde la intensidad de éste es menor con
independencia del signo de su carga eléctrica.
1 2
2 mv⊥ Ec⊥ 1
Como µ = = = |q|rL v⊥ , en la zona en la que Bz aumenta (zona 2 al pasar
B Bz 2
de la 1 a la 3), ωc y v⊥ aumentan mientras que vk y rL disminuyen, manteniéndose
µ = cte:
rL ↓ ωc ↑ vk ↓
Bz ↑ ⇒
µ = cte ⇒ v⊥ ↑
La invarianza del momento magnético µ que hemos visto (1er Invariante Adiabático)
es el fundamento de los espejos magnéticos en los que el movimiento de las partículas
~ k B.
k al campo magnético Bz se puede llegar a invertir por la existencia de un ∇B ~
Cuando una partícula se desplaza de una zona de menor campo magnético a otra
de mayor campo magnético, su componente v⊥ aumenta. La energía cinética total se
mantiene constante, por lo que vk disminuye. Esto es lo que hemos visto antes con la
fuerza Fk que frena el movimiento paralelo a la partícula. Puede llegar un momento
en el que B sea tan intenso que Fk aumente tanto que haga que vk = 0. Esta fuerza
frena totalmente a la partícula en esa dirección y se produce una condición de reflexión
~
de la misma en sentido contrario al ∇B. El punto donde tiene lugar la reflexión de la
partícula se denomina punto de retorno R.
Los espejos magnéticos nos permiten confinar partículas cargadas, confinar plasmas
mediante el empleo de gradientes de campos magnéticos. Para ello es necesario que
haya al menos dos de estos espejos donde las partículas en su movimiento puedan
reflejarse en direcciones contrarias de forma periódica. Esta configuración de campos
magnéticos a veces se denomina botella magnética, y permite - al menos parcialmente
- que las partículas cargadas se mantengan como encerradas en una zona del espacio.
2.3. MOVIMIENTOS EN CAMPOS ELÉCTRICOS Y MAGNÉTICOS
52 INHOMOGÉNEOS.
Un par de espejos magnéticos, o botella magnética, confina tanto iones como electrones
por igual ya que Fk no depende del signo de la carga.
v⊥ ↑ ⇒ Fk ↑ (buen confinamiento, las partículas se frenan eficazmente)
2
Fk ∝ v⊥ ⇒ v⊥ ↓ ⇒ Fk ↓ (mal confinamiento, las particulas no se frenan bien)
Las partículas con menor velocidad transversal son difíciles de confinar por ser Fk me-
nor. En el caso extremo en que v⊥ = 0, la partícula escapa del confinamiento (Fk = 0).
B = B0 ⇒ v⊥0 , vk0 6= 0
B = BR ⇒ vkR = 0, v⊥R es máx.
(en R se anula vk ).
2
1 v⊥0 1 v2
µ0 = µ R ⇒ m = m ⊥R
2 B0 2 BR
2 2 2 2
EcR = Ec0 ⇒ v⊥R + vkR = v⊥0 + vk0 = v02 . Llegamos a poder formular la
|{z}
=0
condición de retorno, cumpliéndose que:
B0 v2 v2
= 2⊥0 = ⊥0
BR v⊥R v02
v⊥0 v⊥0
sin θ = =q . La condición de retorno puede representarse como:
v0 2 + v2
v⊥0 k0
B0
sin2 θ = .
BR
θmin
para (BR )max = Bm ⇒
v⊥0,min
El θmin define un cono de velocidades que se denomina cono de pérdidas. Las partículas
del interior del cono de pérdidas tienen un θ < θmin por lo que no cumplen la condición
de confinamiento (no existe para ellas punto de retorno R o condición de reflexión)
y pueden escapar del espejo magnético moviéndose en la dirección z positiva: no son
reflejadas y se pierden del plasma.
2.3. MOVIMIENTOS EN CAMPOS ELÉCTRICOS Y MAGNÉTICOS
54 INHOMOGÉNEOS.
2
v⊥0
B0 1
= sin2 θmin = =
vo2 min Bm Rm
Estas partículas que escapan son las que tienen menor velocidad transversal y esto hace
que el plasma tienda a adquirir una función de distribución de velocidades anisótropa
en el espacio de velocidades para las partículas que permanecen confinadas.
El confinamiento y la fuerza de confinamiento no dependen ni de la masa ni de la
carga de la partícula, por lo que obtenemos los mismos conos de pérdida para elec-
trones y para iones. Sin embargo, y aunque hemos despreciado este efecto en primera
aproximación, si consideramos muchas partículas y tomásemos en consideración sus
débiles y escasas colisiones, éstas cambian las orientaciones de las velocidades y por
tanto los valores de los ángulos θ respecto del campo magnético. Las colisiones, por
escasas que puedan ser, hacen que las partículas entren en el cono de pérdidas y así se
mantenga una fuga neta de partículas. Los electrones son las partículas que tienen una
mayor frecuencia de colisión por lo que son los electrones los que entran más fácilmente
en el cono de pérdidas, y por tanto los que más se escapan en el confinamiento. De
esta forma, el plasma se iría quedando cargado positivamente apareciendo un campo
eléctrico de separación espacial de carga que en alguna medida acabaría frenando esta
pérdida de electrones, de manera que quedaría restituida la neutralidad del plasma.
2.3.5. ~ inhomogéneo
Campo E
rL k
<< 1; rL << 1.
λ 2π
~ ×B
Tendremos un arrastre E ~
d~v ~ + ~v × B)
~
m = q(E
dt
dvx q
(vy B + E) = ±ωc vy ± ωBc E
dt =m
dvy q
dt = − m (vx B) = ∓ωc vx
dvz
= 0 ⇒ (Ez = 0)movimiento uniforme
dt
d2 vx ωc dE ωc dE
= ±ωc [∓ωc vx ] ± = −ωc2 vx ±
dt2 B dt B dt
2.3. MOVIMIENTOS EN CAMPOS ELÉCTRICOS Y MAGNÉTICOS
56 INHOMOGÉNEOS.
d2 vy h ωc i ω2
2
= ∓ωc ±ω v
c y ± E = −ωc2 vy − c E.
dt B B
Las ecuaciones son análogas a las del campo uniforme. Se cumple que la velocidad en
promedio tiene dirección ~j,
v̄x = 0
v̄y 6= 0
ωc2 d2 v̄y
−ωc2 v̄y − Ē = 0 (sale de tomar = 0)
B dt2
Ē 1 E0
v̄y = − = − E0 sin (kx) = − sin (kx).
B B B
Vamos a seguir aceptando la solución del caso del campo eléctrico uniforme pero
la no uniformidad del campo eléctrico la incluiremos como una perturbación de la
solución del caso uniforme; esta idea la hemos utilizado ya en casos anteriores de débil
inhomogeneidad. La solución del caso uniforme es:
x = x0 + rL sin (ωc t + δ)
Así,
sin {kx0 + krL sin (ωc t + δ)} = sin (kx0 ) cos (krL sin (ωc t + δ))+cos (kx0 ) sin (krL sin (ωc t + δ)),
y usando los desarrollos del seno y del coseno siguientes con α = krL sin (ωc t + δ):
α3
sin α = α − + ···
3
α2
cos α = 1 − + ···,
2
sustituimos y nos quedamos sólo con hasta los términos cuadráticos en los desarrollos,
resultando:
2.4. MOVIMIENTOS EN CAMPOS VARIABLES CON EL TIEMPO. 57
1 2 2 2
sin [kx0 + krL sin (ωc t + δ)] ' sin (kx0 ) 1 − k rL sin (ωc t + δ) +cos (kx0 ) [krL sin (ωc t + δ)].
2
Haciendo ahora el promedio temporal de esta función sobre un ciclo de Larmor tene-
mos:
1 2 2
sin (kx) ' sin (kx0 ) 1 − k rL ,
4
Ésta resulta ser una nueva velocidad de arrastre de los centros de giro consecuencia
de la inhomogeneidad de E.~ Por el hecho de que el campo eléctrico no es uniforme
(inhomogéneo) tenemos un arrastre por campo eléctrico con un término de corrección
respecto del caso de campo eléctrico uniforme (homogéneo):
~ ×B
E ~ 1 2 2
~vE = 1 − k rL
B2 4
~ ~
1 2 2 E ×B
~vE = 1 + rL ∇ 2
4 B
~
~ = − ∂B
~ ×E
∇
∂t
Podemos aplicar el teorema de Stokes a un ciclo de Larmor CLarmor :
I Z Z
~ · d~l =
E ~ × Ed
∇ ~ S~=−∂ ~ · dS
B ~
CLarmor S ∂t S
Tenemos:
Vamos a considerar por simplicidad que vk << v⊥ por lo que las trayectorias de los
ciclos de Larmor son casi cerradas (las partículas describen trayectorias que son hélices
con un parámetro o constante de paso pequeño).
dl
vk << v⊥ =
dt
Nos interesa la componente transversal de la velocidad ya que es en la dirección trans-
versal donde hay modificación de la energía cinética de las partículas. Para determinar
dicho cambio, multiplicando la ecuación de movimiento escalarmente por ~v⊥ , queda:
1 2
d~v⊥ ~ + ~v⊥ × B)
~ · ~v⊥ d 2 mv⊥ ~ · ~v⊥ .
m · ~v⊥ = q(E ⇒ = qE
dt dt
∆(Ec⊥ )τc > 0 con independencia del signo de la carga. También podemos escribir
este cambio como sigue:
2
∂B 2 ∂B v⊥ m
∆(Ec⊥ )τc = |q| πrL = |q| π =
∂t ∂t ωc |q|B
1 2
2 mv⊥ 2π ∂B ∂B ∂B
= = µτc = µ∆t|ciclo = µ∆B|ciclo = µ∆B|τc
B } ωc ∂t
| {z ∂t ∂t
|{z}
µ τ
| c {z }
∆(B)τc
Queda finalmente que ∆(Ec⊥ )τc = µ∆(B)τc : cambio de la energía cinética de la partí-
cula durante un ciclo de Larmor en función del cambio temporal de B en dicho ciclo.
Durante uno sólo de estos ciclos de Larmor, la variación es pequeña. Pero después de
bastantes ciclos, la variación neta o total puede ser considerable. Podemos reescribir
la expresión anterior como:
Otro resultado interesante puede obtenerse del estudio de flujo del campo magnético
sobre la trayectoria de un ciclo de Larmor. Estudiamos el flujo en valor absoluto a
través de una órbita de Larmor, y vemos que es:
2
2πm 21 mv⊥
2
Z
2 v⊥ 2 2πm
|φ| = BdS = BπrL = πB 2 2
m = 2
= 2 µ = invariante:
2
S=πrL q B q | {zB } q
µ
el flujo del campo magnético se mantiene invariante a través de una órbita de Larmor,
igual que µ.
• rL disminuye y φ = invariante
• Ec⊥ aumenta y µ = invariante
60 2.4. MOVIMIENTOS EN CAMPOS VARIABLES CON EL TIEMPO.
ocurriendo lo contrario si B(t) decrece. Estos dos invariantes del movimiento cuasipe-
riódico de las partículas transversal al campo magnético en los ciclos de Larmor están
relacionados con el 1er Invariante Adiabático (I.A.) de dicho movimiento. Tenemos
dos invariantes en el movimiento de las partículas durante la variación temporal del
campo magnético con ω << ωc , aunque realmente son el mismo.
Durante medio ciclo, B(t) es creciente lo que hará que rL disminuya y Ec⊥ aumente.
El campo eléctrico que aparece a una distancia radial r debido al cambio temporal de
~ por el teorema de Stokes es:
B
I Z Z
~ · d~l =
E ~ × E)d
(∇ ~ S ~=−∂ ~ · dS
B ~
C S ∂t S
~ ×B
E ~ Eθ Bz
dr
~vE = , cuya componente radial es vr (r) = dt = B2
= − 12 Br ∂B
∂t .
B2
Como vemos, vr < 0 independientemente del tipo de partícula si ∂B/∂t > 0. Los
centros de giro de las partículas siguen a las líneas de campo magnético que se van
estrechando y se van acercando todos ellos al eje del cilindro de plasma. El plasma en
su conjunto parece comprimirse radialmente durante el medio ciclo de B ~ creciente con
2.4. MOVIMIENTOS EN CAMPOS VARIABLES CON EL TIEMPO. 61
t.
Calculamos también la variación temporal del flujo magnético φ asociada a esta com-
presión adiabática:
d Bπr2
dφ dr 2 ∂B 1 r ∂B ∂B
= = 2πrB + πr = 2πrB − + πr2 = 0,
dt dt dt ∂t 2 B ∂t ∂t
Debido a las posibles colisiones, por débiles y escasas que sean, este balance en pro-
medio temporal sobre un período de cambio de B ~ no es nulo y hay un aumento de
energía cinética de las partículas del plasma en su conjunto, por lo que éste acabaría
calentándose.
dvx q q
Bvy = ± ωBc Ex (t) ± ωc vy
dt =m Ex + m
d~v ~ + ~v × B)
~
dvy q
m = q(E dt = − m Bvx = ∓ωc vx
dt dvz
dt =0
d2 vx
2 1 dEx
= −ω v ∓ , (a) = −vp
2 c x
dt ω B dt
| c {z }
(a)
d2 v
y 2 Ex
= −ωc vy + = −ωc2 (vy − vE ),
dt2 B
Ex (t)
con vE = − . En caso que no tuviéramos dependencia temporal de Ex , el término
B
(a) sería 0.
En la dirección y existe una velocidad de arrastre por campo eléctrico vE de los centros
de giro de los ciclos de Larmor como si éste fuera estacionario, pero además estos cen-
tros de giro se verán también arrastrados en la dirección x debido al cambio temporal
de Ex (t), con una velocidad de arrastre vp (desplazamiento de los centros de giro en
el eje X) que denominamos de polarización.
1 dEx
vp = ±
ωc B dt
d2 vx
= −ωc2 (vx − vp )(1)
dt2
2.4. MOVIMIENTOS EN CAMPOS VARIABLES CON EL TIEMPO. 63
d2 vy
= −ωc2 (vy − vE )(2)
dt2
(1) y (2) son las ecuaciones de movimiento de los centros de giro sometidos a los
dos arrastres distintos y perpendiculares pero asociados al campo eléctrico: ~vp (k ~i) y
~vE (k ~j).
Como hemos estudiado en situaciones anteriores similares, aceptaremos que tenemos
unas componentes de velocidad para las partículas en la dirección x e y como solucio-
nes a las ecuaciones diferenciales anteriores del tipo:
vx = v⊥ cos (ωc t + δ) + vp
vy = v⊥ sen (ωc t + δ) + vE ,
que veremos ahora que son aceptables para las mismas para un tiempo del orden de
τc (periodo de ciclotrón) en el que E(t) no varía prácticamente (ω << ωc ). Para la
componente x de la velocidad es:
d2 vx 2 d2 vp
= −ωc v ⊥ cos (ωc t + δ) +
dt2 dt2
d2 vp ~ con t,
= −ω 2 vp , siendo ω la lenta frecuencia de variación armónica del campo E
dt2
por lo que
d2 vx ω2
2 2 2
= −ωc (vx − vp ) + (−ω vp ) = −ωc vx − vp + 2 vp
dt2 ωc
d2 vy ω2
2
= −ωc vy − vE + 2 vE
dt2 ωc
Como vemos, estas ecuaciones son las ecuaciones de movimiento obtenidas anterior-
mente siempre que ω << ωc ; y esto quiere decir que el campo eléctrico apenas varía
durante un ciclo de Larmor.
1 dE ~ m dE ~ mω E~0
~vp = ± = = − sin ωt
ωc B dt qB 2 dt qB 2
Bajo este movimiento de cargas, la corriente de polarización podemos expresarla en
función de los portadores. Consideramos que Z = 1 (átomos simplemente ionizados)
y que ne = ni . Tenemos entonces que:
64 2.4. MOVIMIENTOS EN CAMPOS VARIABLES CON EL TIEMPO.
~
~jp = eni~vpi + (−e)ne~vpe = ne mi + me dE mi + me ~
= −ne ω E0 sin ωt
B2 dt B2
~jp variará de forma armónica con el tiempo como ocurre con el campo eléctrico aunque
con un desfase de π/2. También ~jp ≈ ~jpi ya que la masa de los iones es mucho mayor
que la de los electrones.
Estos resultados nos van a permitir calcular algunas propiedades electrodinámicas im-
portantes del plasma considerado como conjunto de estas partículas independientes:
la conductividad eléctrica σ y la permitividad eléctrica del plasma ε ⊥ al campo B ~
con la aproximación ω << ωc (para campos de baja frecuencia). Así, el rotacional
de B~ dependerá de las corrientes exteriores al medio que estamos estudiando más la
variación temporal del campo eléctrico.
apereciendo así una conductividad eléctrica imaginaria pura que le confiere al plasma
carácter de medio sin pérdidas frente a esta conducción: σ = iωne miB+m
2
e
.
Podemos ahora determinar la permitividad eléctrica del plasma para lo cual escribimos
~
el rotacional de B:
~ ×B
∇ ~˙
~ = µ0 (~jext + εE)
~ ×B
∇ ~˙
~ = µ0 (~jext + ~jp + ε0 E)
Tenemos:
~˙ = ~jp + ε0 E
~˙ = mi + me ~˙
εE ne + ε0 E
B2
| {z }
ε
mi + me
ε = ne + ε0 = ε⊥ : permitividad eléctrica transversal, ya que existe anisotro-
B2
pía en el espacio, que es real pura.
2.5. INVARIANTES ADIABÁTICOS. 65
( 2 ni e2
ωpi =
mi + me mi εmi
ε⊥ = ε0 1 + ni ' ε0 1 + n i ; e2 B 2
B 2 ε0 ε0 B 2 ωc2i = m2i
Todos estos resultados son válidos para variaciones lentas del campo eléctrico con el
tiempo y son coherentes con la relación general existente entre σ y ε en presencia de
campos electromagnéticos armónicos ε = ε0 − i ωσ como es fácil de comprobar.
~ × B,
Comparando el arrastre de polarización con el arrastre E ~ en módulo tenemos:
el arrastre o deriva por campo se realiza a mucha mayor velocidad que el arrastre o
deriva de polarización, si bien el más rápido no genera corriente neta y el más lento sí.
Las constantes de movimiento nos dan información o facilidades para analizar propie-
dades de los sistemas mecánicos. Igualmente pasa con los invariantes adiabáticos pero
sólo en primeras aproximaciones.
En el movimiento general del plasma vamos a tener distintos movimientos periódicos.
Si tenemos algunas pequeñas perturbaciones durante estos movimientos periódicos,
66 2.5. INVARIANTES ADIABÁTICOS.
Tenemos 3 invariantes:
a) Primer invariante: J1
Está asociado al momento magnético µ de la partícula en su giro ciclotrón, que
permanece casi constante con pequeñas variaciones espaciales y/o temporales.
Los ciclos de Larmor no tienen por que ser cerrados, debido al movimiento de
~ o B.
las partículas y/o a las perturbaciones temporales o espaciales de E ~ Pero
aunque las partículas no vuelvan a su punto de partida después de cada ciclo de
Larmor, sí mantienen un comportamiento cuasiperiódico.
Movimiento generalizado:
dq = dθ
Primer invariante adiabático (I.A.) asociado : J1
p = mrL v⊥
I I
er 1 1
1 I.A. ≡ J1 = pdq = mrL v⊥ dθ = rL mv⊥ .
2π ciclo 2π
Podemos expresar también el primer invariante adiabático en función de sólo rL
o sólo v⊥ , aunque ambas expresiones son equivalentes:
mv⊥2
m 1 mv 2 m Ec⊥ m
• (v⊥ ) ⇒ J1 = =2 2 ⊥ =2 =2 µ
ωc |q| B |q| B |q|
m
J1 = 2 µ ⇒ µ = 12 |q|
m J1 (invariante adiabático: momento dipolar magnético
|q|
de la partícula en el ciclo de Larmor)
|q|B 2 |q| 2 |q|
• (rL ) ⇒ J1 = m r = πrL B= φ
m L π | {z } π
φ
π
φ= J1 (invariante adiabático: flujo magnético a través de la superficie
|q|
barrida por ciclo de Larmor que es πrL 2)
2πm
de donde se obtiene que φ = 2 µ.
q
b) Segundo invariante: J2
Está asociado al movimiento periódico que puede darse cuando una partícula está
atrapada entre espejos magnéticos.
2m b 1 b
Z Z
J2 = v ds = mvk vk dt:
2π a k k π a
durante este movimiento se van a conservar algunas magnitudes asociadas al
movimiento de ida y vuelta de la partícula.
1 1 1
Sabemos que su energía cinética Ec = Eck + Ec⊥ = mvk2 + mv⊥
2
= mvk2 + µB,
2 2 2
de donde podemos despejar vk :
r
2
vk = (Ec − µB)
m
Llevando este valor a la expresión anterior de J2 , queda
Z r
m b 2
J2 = (Ec − µB)dsk
π a m
Supongamos que prácticamente en toda la región del arco a → b por la que se
mueven las partículas el campo magnético es homogéneo B ~ 0 , y sólo en regiones
muy pequeñas, cercanas a los puntos de retorno a y b, toma valores mucho mayores
como para que se dé la condición de retorno (reflexión magnética). La integral J2
es simplemente
r
∼ m 2
J2 = (Ec − µB0 )L
π m
donde L es el arco b − a. Consideremos ahora que L varía lentamente en el
tiempo, por lo que tanbién variará Ec . Sabiendo que tanto µ como J2 se conservan
(invariantes), de dJ2 /dt = 0 obtenemos
dEc dL
L = −2(Ec − µB0 ) ,
dt dt
que podemos integrar para obtener
L2 (Ec − µB0 ) = L20 (Ec0 − µB0 ).
Esta ecuación nos dice que la energía cinética de las partículas atrapadas en el
movimiento cuasiperióndico aumenta relativamente rápido cuando disminuye L.
Esto es también lo que ocurre con el confinamiento de partículas cargadas en un
campo magnético planetario.
68 2.5. INVARIANTES ADIABÁTICOS.
Las líneas de campo no tienen por que ser simétricas ya que por el viento solar
existe radiación (ésta será nuestra perturbación).
Además existen puntos de retorno a y b distintos por el distinto valor del campo
magnético, es decir, las partículas están confinadas para un valor dado del campo
magnético.
c) Tercer invariante: J3
Gráficamente:
2.5. INVARIANTES ADIABÁTICOS. 69
~ en el movimiento de precesión.
Lo que se mantiene constante es el flujo de B
Tema 3
3.1. Introducción.
70
3.2. ECUACIONES DE UN PLASMA COMO FLUIDO. 71
En esta nueva descripción del plasma como un fluido electrizado que queremos abordar,
buscaremos una solución que satisfaga las ecuaciones hidrodinámicas y las ecuaciones
electromagnéticas (ecuaciones de Maxwell) al mismo tiempo.
Hay otras veces en las que es necesario conocer las funciones de distribución de veloci-
dades de cada especie de partículas f (v), ocurriendo que el comportamiento del plasma
pudiera depender significativamente de cómo sea esa distribución de velocidades. Pue-
de ocurrir que las distribuciones de velocidades nos den por integración la misma área
(igualdad de valores medios) pero que el comportamiento del plasma sea diferente por
ser las funciones de distribución distintas. En estos otros casos, habríamos de recu-
rrir a la Teoría Cinética del plasma a partir de la ecuación de Boltzmann-Vlasov, que
en definitiva es la ecuación de Boltzmann para plasmas. A nosotros, en general y a
menos que queramos considerar algún aspecto cinético concreto, nos bastará con el
tratamiento hidrodinámico considerando el plasma simplemente como un medio conti-
nuo constituido por un fluido electrizado, usando por tanto un modelo hidromagnético
dentro de lo que conocemos como Magnetohidrodinámica (MHD).
Vamos a plantear las ecuaciones del Maxwell para un medio material genérico en el que
podremos identificar cargas y corrientes libres (o externas) así como cargas y corrientes
ligadas (o internas) al medio. Tendremos que:
∇ ~ = ρ
~ ·E ~ ·B
∇ ~ =0
ε0
~ ~
∇ ~ = − ∂B
~ ×E ~ = µ0~j + µ0 ε0 ∂ E
~ ×B
∇
∂t ∂t
donde ρ = ρint + ρext y ~j = ~jint + ~jext son densidades de carga y de corriente totales,
suma de libres o externas más las ligadas o internas. En el caso partícular del vacío sólo
tendremos densidades de carga y de corriente libres o externas. Cuando planteamos
las ecuaciones de Maxwell para un medio material podemos escribir alternativamente:
~ ·D
∇ ~ =ρ ~ ·B
∇ ~ =0
~ ~
∇ ~ = − ∂B
~ ×E ~ = ~j + ∂ D
~ ×H
∇
∂t ∂t
72 3.2. ECUACIONES DE UN PLASMA COMO FLUIDO.
donde ahora ρ = ρext y ~j = ~jext son las densidades de carga y de corriente libres
o externas. La existencia de las densidades de carga y de corriente ligadas al medio
queda incluida en las relaciones constitutivas con la introducción de los vectores depla-
zamiento eléctrico D~ y excitación magnética H, ~ cuyas fuentes escalares y vectoriales
son las densidades de carga y de corriente libres o externas respectivamente: estos dos
vectores están libres de la influencia del medio material y sus relaciones con los campos
~ yB
E ~ son
~ = εE
D ~
~ = µH
B ~
a) Plasma como medio magnético. Vamos a describir el plasma como un medio dia-
magnético, e intentemos buscar una expresión de la permeabilidad magnética del
medio. El medio presenta un momento magnético µ~ i para cada partícula en su ciclo
de Larmor. El vector magnetización o imanación en un elemento de volumen es:
~ = 1
X
M µ
~ i.
V
i
~ ×M
~jint = ∇ ~.
1 ~ ~
~ = (~jext + ~jint + ε0 ∂ E ).
∇×B
µ0 ∂t
~
~ = (~jext + ε0 ∂ E ).
~ ×H
∇
∂t
~
~ = B −M
H ~.
µ0
Sabemos que la magnetización puede expresarse usando la susceptibilidad magné-
tica:
~ = χm H
M ~
~ = µ0 (H
B ~ +M
~ ) = µ0 (1 + χm )H
~ = µ0 µr H
~ = µH
~
~ · P~ .
ρp = −∇
~ ·E
ε0 ∇ ~ = ρ = ρext + ρint ,
~ ·D
∇ ~ = ρext .
~ = ε0 E
D ~ + P~ .
En el caso de que P~ ∝ E
~ tenemos que: P~ = ε0 χe E,
~ quedando por tanto:
~ = ε0 (1 + χe )E
D ~ = ε0 εr E
~ = εE,
~
ε = ε0 εr = ε0 (1 + χe ).
c) Ahora estudiamos como continuación esta permitividad eléctrica con más detalle
para ver si es independiente del campo eléctrico E ~ aunque este aspecto ya había
sido discutido al final del tema anterior cuando analizamos el movimiento de cargas
en el seno de campos eléctricos lentamente variables con el tiempo. En efecto, cuan-
do veíamos movimiento de partículas en el seno de campos eléctricos lentamente
variables con el tiempo, sobre los centros de giro de los ciclos de Larmor aparecía
una velocidad de arrastre de polarización v~p ⊥ B ~ que generaban unas corrientes
74 3.2. ECUACIONES DE UN PLASMA COMO FLUIDO.
~
netas de polarización no nulas asociadas al cambio temporal de E:
~ ~
~jp = ni mi + ne me ∂ E = ρ ∂ E ,
B 2 ∂t 2
B ∂t
~ :
Calculamos el rotacional de B
" #
∂ ~
E ~
∂E
~ ×B
∇ ~ = µ0 ~jext + ~jp + ε0 = µ0~jext + µ0 ε .
∂t ∂t
~ y teniendo en cuenta una depen-
Esto se cumple para una dirección transversal a B
~
dencia temporal armónica de E tal que ω ωc para poder suponer que el campo
eléctrico varía poco en un ciclo de Larmor obtuvimos que:
ρ
ε = ε0 + .
B2
2
ωpi
ε ρ mi + me
εr = =1+ = 1 + n ≈ 1 + 2 = 1 + χe ,
ε0 ε0 B 2 ε0 B 2 ωci
~ y en la dirección transversal a
expresión válida para bajas frecuencias del campo E
~
B donde vemos que efectivamente es independiente del campo eléctrico, y tenemos
los casos límites siguientes:
• ρ → 0 ⇒ ε → ε0 (εr → 1)
• B → ∞ ⇒ ε → ε0 (εr → 1)
Como valores típicos, ε es del orden de 100 o 1000 veces ε0 , con lo que εr 1.
Como vemos, el plasma responde significativamente a la aplicación de un campo
eléctrico externo débilmente variable con el tiempo en presencia de otro magnético
estacionario.
Se cumple que:
~ = ~u + v~0 ; ω
~v = ~u + ω ~ = v~0 vi = ui + ωi
1 1 1 1
m < ωx2 >= m < ωy2 >= m < ωz2 >= kB T,
2 2 2 2
si existe equilibrio Maxwelliano (equipartición). Hay que indicar que esta última
expresión nos dice que las partículas tienen la misma temperatura en todas direc-
ciones (isotropía)1 . Vamos a calcular el flujo de partículas que atraviesan cada una
de las caras y empezamos haciéndolo para la cara sombreada en x + dx, que resulta
negativo por reprentar un pérdida de partículas (flujo saliente de partículas), y
para la cara en x, que será positivo por reprentar un ganacia de partículas (flujo
entrante de partículas):
1
Aceptamos que están Maxwellianizadas.
76 3.2. ECUACIONES DE UN PLASMA COMO FLUIDO.
dN dN
= −nux dydz|x+dx ; = nux dydz|x
dt x+dx dt x
dN dN
= −nuy dxdz|y+dy ; = nuy dxdz|y
dt y+dy dt y
dN dN
= −nuz dxdy|z+dz ; = nuz dxdy|z
dt z+dz dt z
Aquí estamos considerando que las partículas del fluido se mueven en promedio
a la velocidad hidrodinámica ~u al ser nula en promedio la velocidad peculiar: <
~ >=< v~0 >≡ 0: la agitación térmica no afecta a este transporte. Se cumple que
ω
la variación local total del número medio de partículas en el dV es:
∂N ∂n
= dV = [−(nux dydz)x+dx + (nux dydz)x ]y,z + []x,z + []x,y =
∂t ∂t
d(nux )
= [−dydz (nux |x+dx − nux |x )]y,z + []x,z + []x,y = [−dxdydz ]y,z + []x,z + []x,y .
| {z } dx
d(nux )
Tenemos que:
∂n ∂(nux ) ∂(nuy ) ∂(nuz ) ~ · (n~u)
=− + + = −∇
∂t ∂x ∂y ∂z
Hemos llegado a la ecuación de continuidad o de balance para el número de partí-
culas:
∂n ~
+ ∇ · (n~u) = 0.
∂t
El número medio de partículas se conserva, y esto es así porque sólo hemos conside-
rado el flujo de partículas en el elemento de volumen y no hemos tenido en cuenta
la presencia de procesos de creación y destrucción de partículas durante el movi-
miento del fluido (ecuación de conservación del número de partículas). Teniendo
en cuenta procesos en los que existe ganancia y pérdida de las mismas, la ecuación
anterior ya no es igual a cero (ya no se conserva el número medio de partículas) si
no que queda como:
3.2. ECUACIONES DE UN PLASMA COMO FLUIDO. 77
∂n ~
+ ∇ · (n~u) = S = G − L,
∂t
donde S= Manantial o Fuente, G = Ganancia y L = Pérdidas.
Multiplicando la ecuación de continuidad anterior por la masa m de las partículas
se obtiene la ecuación de continuidad de la masa para el fluido:
∂ρ ~
+ ∇ · (ρ~u) = mS = m(G − L),
∂t
donde ρ es la densidad volumétrica de masa del fluido.
dF~
= f~ = nq(E ~ + ~u × B)
~ : fuerza electromagnética por unidad de volumen (Lo-
dV
rentz). Esta fuerza cambia la cantidad de movimiento del elemento de volumen, y
dicho cambio por unidad de volumen vale
d(nm~u)
= f~ = nq(E
~ + ~u × B)
~
dt
Analizamos ahora la contribución debida al flujo de cantidad de movimiento en el
dV :
2 d~
u
Es la ecuación de movimiento del elemento de volumen del fluido de masa dm = ρm dV y aceleración dt
, que
al dividir por dV , queda del tipo ρm d~
u
dt
= f~
78 3.2. ECUACIONES DE UN PLASMA COMO FLUIDO.
∂(nm~u) ∂~u ∂n
= mn + m~u =
∂t ∂t ∂t
~ ·←
= −∇
→
P − m~u∇~ · (n~u) − mn(~u · ∇)~
~ u,
←
→
donde P es un tensor 3 × 3 denominado tensor presión que analizaremos a conti-
nuación. También veremos la contribución del denominado término colisional, que
evalúa la contribución de las colisiones con partículas de otro tipo al cambio de
la cantidad de movimiento por unidad de tiempo y volumen. Teniendo en cuen-
ta todas las contribuciones llegamos a la expresión final de la ecuación Euler que
podemos considerar como la ecuación de movimiento del elemento diferencial de
volumen de fluido bajo la acción de las fuerzas internas:
∂(nm~u)
= mn
∂~u
+ m~u
∂n ~ ·←
= −∇
→ ~ · (n~u) − mn(~u · ∇)~
P − m~u∇ ~ u + T~c (3.1)
∂t ∂t ∂t
donde T~c es el término colisional. En la hipótesis de que las fuerzas internas y externas son inde-
pendientes, introduciendo estas fuerzas externas (de Lorentz) en la ecuación anterior, ordenando
términos y usando también la ecuación de continuidad anterior, la ecuación de balance cantidad
de movimiento puede quedar de la forma:
mn
∂~u ~ ~ + ~u × B)
+ (~u · ∇)~u = nq(E ~ ·←
~ −∇ →
P + T~c (3.3)
∂t
3.2. ECUACIONES DE UN PLASMA COMO FLUIDO. 79
Podemos escribir el primer miembro de forma más compacta recordando que para cualquier va-
~
riable dinámica vectorial G(x, t) se cumple que el cambio total con t es:
~
dG ~
∂G ~ dx
∂G ~
∂G ~
∂G ~
∂G
= + = + ux = ~
+ ux ∇x G.
dt ∂t ∂x dt ∂t ∂x ∂t
En tres dimensiones será:
~
dG ~
∂G ~
= ~ G
+ (~u · ∇) ~ = DG ,
dt ∂t Dt
~ ~ ~ G~ es la derivada
donde ddtG es la derivada total o sustancial, ∂G
∂t es la derivada local y (~u · ∇)
convectiva. Luego podemos escribir que:
∂~u ~ d~u
mn + (~u · ∇)~u = mn = mn~a
∂t dt
donde el segundo término entre corchetes es la derivada convectiva (desplazamiento solidario con
el fluido). De esta forma, podemos reconocer la ecuación de movimiento del elemento de volumen
en forma de segunda ley de Newton para la fuerza por unidad de volumen.
Analicemos el término colisional que representa la variación temporal de la cantidad de movimiento
del fluido en dV debido tanto a procesos de colisión entre partículas como a los procesos de creación
y destrucción de las mismas si existen (colisiones elásticas e inelásticas).
X
T~c = ~ αβ − m~uS,
R
β
donde los subíndices del vector indican que nos referimos a las colisiones de las partículas α del
fluido cuyo movimiento describimos con las partículas β de otro fluido con el que roza o fricciona
el anterior (por ejemplo, cuando estudiemos la fricción del fluido electrónico sólo con el iónico,
el término R~ αβ será simplemente R ~ ei , de manera que las partículas α son electrones y las β son
iones). Como ya sabemos, S = G − L, es decir, la diferencia entre la ganancia y la pérdida de
partículas.
R~ αβ determina la densidad volumétrica de cantidad de movimiento que por unidad de tiempo
X con el fluido del tipo β. El término −m~uS suele ser
gana el fluido del tipo α al friccionar o rozar
pequeño en comparición con el término R~ αβ , que a su vez puede expresarse en función de la
diferencia de velocidades entre los fluidos de partículas α y β.
Este intercambio de cantidad de movimiento debido a la fricción por colisiones puede representarse
mediante una frecuencia de colisión: ν αβ (β son las partículas blanco y α son las partículas
incidentes o proyectil que ceden cantidad de movimiento por colisiones a las partículas β).
Podemos expresar:
y podemos tener:
• ~uα > ~uβ → R ~ αβ < 0 ⇒ Las partículas α ceden cantidad de movimiento a las
partículas β por colisiones y el fluido de partículas tipo α se frena mientras que
el fluido de partículas tipo β se acelera.
80 3.2. ECUACIONES DE UN PLASMA COMO FLUIDO.
~ αβ = −R
R ~ βα → −mα nα ν αβ (~uα −~uβ ) = −mβ nβ ν βα (~uβ −~uα ) → mα nα ν αβ = mβ nβ ν βα .
←
→
3.2.4. El tensor de presión P
Este tensor provenía de la transferencia de una determinada componente de la cantidad de movi-
miento en una determinada dirección espacial. Sus componentes están definidas como:
~ = ~u + v~0 , con ω
donde la velocidad de las partículas es ~v = ~u + ω ~ = v~0 como velocidad peculiar
debido a la agitación térmica. Sabemos que:
:0
< vi >=< ui > +
<vi0> ≡ ui
así como
1 1
m < ωi2 >= kB Ti
2 2
para el equilibrio Maxwelliano. Podemos escribir:
ωi =vi0 ωj =vj0
z }| { z }| {
Pij = mn < (vi − ui ) (vj − uj ) >= mn < ωi ωj >= mn < vi0 vj0 >
Esta expresión es un tensor simétrico Pij = Pji . Pij representa el flujo en la dirección i de la
componente j de la cantidad de movimiento debido a la agitación térmica de las partículas del
fluido. En fluidos ordinarios, los términos que no están en la diagonal principal del tensor están
asociados con las fuerzas tangenciales o de cizalladura, mientras que los términos diagonales están
asociados con las fuerzas normales o de compresión.
de la dirección x y la caja de abajo disminuye esa cantidad de movimiento. Entre las cajas se ejercen
interacciones mutuas de tipo tangencial que tienen su origen en un rozamiento viscoso entre las
capas de fluido que se desplazan paralelas a diferente velocidad. Esto es lo que ocurre en un tubo
en régimen laminar (Ley de Poiseuille). Estas fuerzas viscosas son debida a las interacciones o
colisiones microscópicas entre las partículas de fluido y por tanto están recogidas en T~c .
En los plasmas esto también ocurre, incluso cuando la densidad de partículas es muy baja y no
haya colisiones. Esto se debe a que los ciclos de Larmor tienden a distribuir a las partículas en al
dirección transversal.
Cuando el radio de Larmor sea mucho menor que la escala de la variación de la velocidad tendría-
mos poco intercambio de cantidad de movimiento en la dirección transversal. En este caso:
• Si rL ↓⇒ Pij ≈ 0; i 6= j
En el caso de una distribución Maxwelliana nos queda un tensor diagonal:
1 3 3
nm < ωx2 + ωy2 + ωz2 >= nkB T = P,
2 2 2
~ ·←
siendo la presión escalar P = 13 nm < ω 2 >. En este caso, que será el habitual, el término −∇
→
P
en la ecuación de Euler quedará en la forma simple −∇P ~ .
La aproximación de presión escalar la usaremos sistemáticamente en el caso de plasma débilmente
ionizado. En una distribución no isotrópica de velocidades ya no tenemos lo anterior sino que el
tensor de presión lo podremos expresar con respecto de la dirección de la inisotropía con varia
componentes distintas, paralela y perpendiculares al campo magnético externo:
Pxx Pxy 0
←
→
P = Pyx Pyy 0
0 0 Pk
como sería el caso de un plasma débilmente ionizado en presencia de un campo magnético externo
~ = B~k (eje z).
B
La velocidad ~u nos da un valor finito aunque tengamos un campo de fuerzas constante aplicado,
es decir, no crece indefinidamente. Las partículas se aceleran entre colisiones, pero la velocidad en
promedio no crece indefinidamente. Esto no ocurriría para un haz de electrones en el vacío si lo
sometemos a un campo eléctrico.
Para un fluido neutro en presencia de un campo gravitatorio la ecuación de balance de la cantidad
de movimiento es la ecuación de Navier-Stokes (ρm = mn):
∂~u ~ ~ + η∇2 ~u + ρm~g ,
ρm + (~u∇)~u = −∇P
∂t
82 3.2. ECUACIONES DE UN PLASMA COMO FLUIDO.
donde en el segundo miembro, el primer sumando se refiere a los términos escalares de la diagonal,
el segundo a los términos que no son de la diagonal y el último término a la acción la fuerza
gravitatoria externa.
Si tenemos un plasma no colisional y un campo magnético B, ~ los radios de Larmor están en la
~
dirección transversal a B. Si tenemos un campo eléctrico:
~ ~
~ ⇒ ~v ~ ~ = cte(= E×2B ) ⇒ ~u⊥ = cte Podemos hacer un tratamiento como
• ⊥B E×B B
fluido.
~ ⇒ u|| ⇒ ∞ Acelera indefinidamente a las partículas mientras actúa el
• ||B
campo. Ahora tendríamos un chorro acelerado de partículas. NO es conveniente
hacer un estudio como fluido en este caso.
∂f ~ v f = ( ∂f )colisiones ,
~ r f + ~a · ∇
+ ~v · ∇
∂t ∂t
donde el último término es el término colisional, aplicamos el método de los momentos multipli-
cando por las sucesivas potencias enteras (α = 0,1,2,...) de la velocidad e integrando para todo el
espacio de velocidades. Para el momento de orden cero es (α=0):
Z
n(~r, t) = f d3~v ⇒ aparece la magnitud n (normalización)
d 1 2 d 1 ←→ ~ · ~u · ←
→ ←
→ ~ 1 ← →
ρu =− Tr( P ) − ∇ P −∇ · Q · δ + nF~ · ~u
dt 2 dt 2 2
donde por simplicidad no se ha incluido el término de pérdida de energía debido a las fuerzas
disipativas debidas al término de colisión T~c y F~ representa la fuerza externa neta. Nosotros no
haremos uso de esta compleja ecuación y sólo necesitaremos parcialmente la información del tensor
de presiones de componentes Pij , por lo que cortaremos en la ecuación de balance de cantidad de
movimiento. Si fuera necesario, en lugar de la ecuación de balance de la energía cinética anterior
podríamos usar como aproximación la Ley de Fourier para el transporte de calor. En el Apéndice
C, la deducción de esta ecuación de balance de la energía está descrita con todo detalle a partir
de la ecuación de Enskog o ecuación de evolución temporal de los valores medios, así como en
el apéndice B como el momento de segundo orden de la ecuación de Boltzmann como ya se ha
comentado.
~ ~ ~
~ nν−1 ν = ∇n Cnν ν ⇒ ∇P = ν ∇n
~ = C ∇n
∇P
n P n
En un plasma considerado como gas ideal monoatómico, las partículas tienen s = 3 grados de
2+s 5
libertad traslacionales (en 3 dimensiones), por lo que γ = , y si s = 3, entonces γ = , por
s 3
lo que el valor de γ depende de la dimensionalidad.
Si esta transformación adiabática es, por otro lado, lenta respecto al ritmo al que las colisiones
intercambian energía, da tiempo a su redistribución por grado de libertad y tendríamos la misma
equipartición de la energía aún en el caso de existencia de anisotropía: para todas las direcciones,
2+s 5
ν=γ= = . La ecuación de estado sería la misma para todas las direcciones.
s 3
Si por el contrario esta transformación adiabática es rápida respecto al ritmo de las colisiones,
no da tiempo a repartir la energía cinética de las partículas en todas direcciones por igual, pu-
diendo aparecer en presencia de anisotropía una equipartición desigual en el sentido paralelo a
la anisotropía y en el sentido perpendicular: (s|| = 1; γ|| = 3; T|| ) y (s⊥ = 2; γ⊥ = 2; T⊥ ). Como
γ|| > γ⊥ ⇒ T|| varía más rápidamente con la presión que T⊥ . En este caso, la ecuación de estado
y la ecuación de la transformación adiabática en presencia de anisotropía se desacoplarían en dos
conjuntos de ecuaciones distintos, un conjunto para la dirección paralela y otro distinto para la
perpendicular.
término de fricción o rozamiento del fluido electrónico - cuyo movimiento queremos describir - con
el fluido iónico es:
T~c ≈ R~ ei = −me ne ν ei (~ue − ~ui ),
en el que despreciamos ahora el término −me ~ue S = −me ~ue (G−L). Así, la ecuación de movimiento
del fluido electrónico se puede escribir simplemente como:
∂ue||
me ne ~ ~ e )|| + Rei||
+ (~ue · ∇)ue|| = ne (−e)E|| − (∇P
∂t
Si consideremos que le plasma es homogéneo espacialmente, es decir ne y ni son prácticamente
constantes, la presión también lo es Pe = cte y no hay fuerza interna sobre los electrones debido al
gradiente de presión. Consideramos además una situación estacionaria donde la variación temporal
de la velocidad del fluido electrónico es nula, ya que los electrones llegan rápidamente al régimen
estacionario en su movimiento de fricción con los iones. En esta situacion particular, la ecuación
de movimiento del elemento de fluido electrónico es:
−ne eE|| + Rei|| = 0 ⇒ ne eE|| = −me ne ν ei (uek − uik ).
Es decir, que la fuerza de fricción con los iones está continuamente cancelando la fuerza eléctrica
sobre los electrones de manera que el fluido se mueve con movimiento uniforme a la velocidad
límite. Ésta es la ecuación de movimiento paralela al campo magnético, y si no tenemos campo
magnético es la ecuación en el sentido del campo eléctrico:
me ν ei me
E|| = − (uek − uik ) = − ν ei (uek − uik )
e e
Para la densidad de corriente eléctrica debido al movimiento resistivo (fricativo) de los fluidos
electrónico e iónico, tenemos:
me ν ei
E|| = j ,
ne e2 ||
donde se define la resistividad del plasma como ηk = me ν ei ~
en dirección || a B.
ne e2
2 ne e 2
Como ωpe = , esta resistividad también se puede escribir como:
me ε0
ηk = ν ei
2 ε ⇒ σk = 1 es la conductividad eléctrica k al campo B. ~
ωpe 0 ηk
(despreciable)
∂~u ~ + ~u × B)
~ u = qn(E ~ − ∇P
~ +
mn + (~u · ∇)~ R~ei
>
,
∂t
| {z }
d~
u ~ u×B)
<<<qn(E+~ ~
dt
donde suponemos que la presión es un escalar y que el término colisional es despreciable. Podremos
suponer también que la fuerza electromagnética sobre un elemento de volumen del fluido hasta
pueda variar de forma armónica en el tiempo aunque lentamente, lo que en ese caso implica que
la velocidad ~u también sea armónica lentamente variable en el tiempo.
Teniendo en cuenta esto podemos escribir los términos, donde aparece ~u como:
mn | ∂~ u
∂t | mω ω
≡ ≈
~
qn |~u × B| qB ωc
∂~u ~ También supondremos que el término
Suponiendo que ω << ωc , vemos que el | | << |~u × B|.
∂t
convectivo es despreciable, por lo que el movimiento del fluido se realiza bajo condición estacionaria
en donde la variación temporal de ~u, si la hay, es lo suficientemente lenta. Para esta solución
estacionaria, previamente multiplicando vectorialmente por B ~ y recordando que ~u = ~u⊥ + ~u|| , esto
nos lleva a la expresión:
~ ×B
0 = qn[E ~ + [~u⊥ × B] ~ × B]
~ − ∇P~ ×B ~ =
~ ×B
= qn[E ~ + B(
~ B ~ 2 ] − ∇P
~ · ~u⊥ ) − ~u⊥ B ~ ×B ~ =
~ ×B
= qn[E ~ − ~u⊥ B
~ 2 ] − ∇P
~ ×B ~
~ ×B
∇P ~ ~ ×B
E ~
~u⊥ = − + = ~uD + ~uE ,
qnB 2 B2
~ ×B
∇P ~
donde ~u⊥ es esta velocidad de desplazamiento transversal del elemento de fluido, − es un
qnB 2
término que depende del gradiente de presión y se denomina desplazamiento diamagnético ~uD , y
E~ ×B ~
2
es la velocidad de desplazamiento por campo eléctrico ~uE similar a la que obtuvimos para
B
el arrastre por campo eléctrico de los centro de giro en el tema anterior.
~ × ∇P
B ~
Representamos el desplazamiento diamagnético como ~uD = , que depende del signo de la
qnB 2
carga. Creará una corriente diamagnética ~jD en la dirección ⊥ a B ~ y −∇P~ (salvo el signo de q),
y para que este término no sea nulo tiene que haber un gradiente de presión. Es una consecuencia
de un comportamiento colectivo de las partículas, no es un resultado que aparecía cuando veíamos
los arrastres de los centros de giro de partículas individuales (no existe su análogo en Teoría de
Órbitas).
3.3. DESPLAZAMIENTO DEL FLUIDO. 87
3.3.3. Aplicación
Veamos un plasma cilíndrico, por lo que utilizaremos coordenadas cilíndricas, y analicemos en él
los conceptos anteriores. Las corrientes diamagnéticas que aparecen giran alrededor del eje del
cilindro, crean un campo magnético B ~ 0 que se opone al campo magnético inicial de partida B.
~
Esto le dará un comportamiento diamagnético y de ahí el nombre que le damos de desplazamiento
diamagnético. En nuestra aplicación, existe una mayor presión en el eje del cilindro que en el
exterior, por lo que el gradiente de presión radial tiene sentido contrario a r~0 . Podrá existir
también un campo eléctrico radial que supondremos paralelo a ∇P~ ,E ~ = −E r~0 .
Hemos de indicar que ~uDe es el desplazamiento diamagnético de los electrones (en dirección θ~0 ) y
~uDi es el desplazamiento diamagnético de los iones (en dirección -θ~0 ).
• Veamos qué ocurre cuando E ~ es pequeño con respecto al término (~u · ∇~
~ u). En
este caso, ~uD tiene la dirección de θ~0 y ~uE es despreciable, por lo que ~u⊥ tiene
la dirección de θ~0 .
∂~u
El término , si consideramos una variación lenta, puede ser despreciado y
∂t
como θ~0 × ~z0 = ~r0 , el término E ~ + ~u × B~ tiene la dirección de ~r0 , al igual
~ , por lo que el término (~u · ∇~
que ∇P ~ u) es despreciable, ya que la dirección
predominante es la ~r0 .
• Veamos qué ocurre cuando E ~ es paralelo a ∇P
~ . Sabemos que la dirección de
~
E es - ~r0 , así que ~uD y ~uE son paralelos ⇒~u⊥ = ~uD + ~uE tiene la dirección
de θ~0 . En este caso, el término (~u · ∇~
~ u) vale cero al volver a ser la dirección
predominante ~r0 .
~
Calculemos jD para un ∇P ~ dado. Los cambios de la presión durante el movimiento del fluido
vienen dados por la ecuación de la transformación politrópica general:
~
∇P ~
∇n ~
P = Cnν ⇒ =ν ~ = P ν ∇n = νkB T ∇n
⇒ ∇P ~
P n n
B~ × ∇P
~ νkB T B~ × ∇n
~
por lo que: ~uD = 2
= 2
,
qnB qB n
donde q = ±e respectivamente para iones y electrones.
Al suponer que tenemos como tipos de partículas electrones e iones simplemente ionizados (ne '
ni = n), la densidad total de corriente diamagnética producida por el desplazamiento de ambos
fluidos queda:
88 3.3. DESPLAZAMIENTO DEL FLUIDO.
~ ~ ~ ~ ~
~jD = ne(~uDi − ~uDe ) = B × (∇Pi + ∇Pe ) = (νi kB Ti + νe kB Te ) B × ∇n .
B2 B2
Si como es habitual Te >> Ti , entonces los electrones tienen una mayor aportación a la densidad
de corriente que los iones.
~ B
E× ~ ~ B
E× ~
~vE = B2
⇒ ~uE = B2
~ ∇P
B× ~
(No tiene análogo a nivel de ⇒ ~uD = qnB 2
partículas)
~ ~
~v∇B
~ = ± 21 v⊥ rL B×B∇B
2 ⇒ (No tiene análogo en el mode-
lo de fluido)
~vcurv ⇒ ~ucurv
...
Podemos observar que en algunos casos no existe el análogo correspondiente y como ejemplo ana-
licemos el caso del desplazamiento diamagnético que no tiene análogo a escala de movimiento
de partícula en el seno de campos electromagnéticos. Para ello, intentemos imaginar cómo puede
haber un desplazamiento diamagnético sin que haya un arrastre de los centros de giro. El desplaza-
miento diamagnético aparece cuando tenemos un gradiente de presión, lo que supone un gradiente
de densidad de partículas. Supongamos que tenemos la siguiente situación, con partículas cargadas
positivas más numerosas (mayor densidad) en la parte inferior.
Tenemos una componente neta de velocidad hacia la izquierda al hacer el promedio en el elemento
de volumen sin que haya desplazamiento de los centros de giro dado que hay más ciclos de Larmor
en la parte inferior que en la superior, ocurriendo lo mismo pero en sentido contrario para cargas
negativas. Tendremos una corriente diamagnética ~jD .
Veamos ahora el caso contrario, cómo un arrastre de los centros de giro de las partículas indi-
~ ∇B⊥
viduales por gradiente de campo B, ~ ~ no contribuye en promedio a una velocidad neta
B,
3.3. DESPLAZAMIENTO DEL FLUIDO. 89
(desplazamiento) de un volumen de fluido. Las partículas tienen la misma energía cinética, que se
conserva bajo la acción del campo magnético. Ahora, sobre toda horizontal dentro del elemento de
volumen, las componentes de velocidad tangencial de los ciclos de Larmor se cancelan al realizar
el promedio, no existiendo flujo neto de velocidad horizontal aunque haya arrastre de sus centros
de giro. Al situarnos sobre otra horizontal inferior, como tenemos menor campo magnético, los
ciclos de Larmor tienen la trayectoria más abierta y menor velocidad tangencial, pero de nuevo el
promedio es nulo al cancelarse estas componentes. Aunque hay arraste de los centros de giro, al
hacer el promedio no hay velocidad neta de desplazamiento en el fluido.
Deberemos por tanto tener precuación de no mezclar los conceptos de las descripciones de la Teo-
ría de Órbitas (descripción del plasma como medio discreto constituido por partículas puntales
moviéndose en el seno de campos eléctricos y magnéticos) y de la Magnetohidrodinámica (des-
cripción del plasma como un medio fluido continuo electrizado cuyo movimiento está sometido a
campos eléctricos y magnéticos), aunque también deberemos conocer cuáles son las diferencias y
similitudes en ambas descripciones.
(despreciable)
∂u||
mn ~ || = qnE|| − ∇|| P + T~c
+ (~u · ∇)u 7
∂t
especialmente a los electrones. En este caso, queda compensado el término de la fuerza eléctrica
con el de la presión. En esta situación, para el fluido electrónico tenemos que:
−e νe kB Te ∇|| ne
E|| = .
me me ne
Si el posible campo magnético existente no varía con el tiempo (estático), entonces no hay fuentes
vectoriales del campo eléctrico y podemos expresarlo como que deriva de un potencial eléctrico:
~ = −∇φ
E ~ y E|| = Ez = − ∂φ∂z .
Podemos asumir para los electrones una conductividad térmica suficientemente alta que nos per-
mita considerar durante el movimiento del fluido electrónico que la transformación es isoterma,
en la que el índice de politropía νe = 1. En este caso:
∂φ kB Te ∂ne
e = ,
∂z ne ∂z
e integrando esta expresión obtenemos que eφ = kB Te ln ne + cte, y resulta
eφ
ne = ne0 e kB Te
Hemos llegado así a la ya conocida relación de Boltzmann para electrones. En el caso en que
tengamos un potencial φ constante a una Te constante tendremos la cuasineutralidad, pero en
una zona donde el potencial eléctrico esté perturbado espacialmente (φ(z) no sea uniforme), la
densidad electrónica también lo estará y será ne (z).
En los primeros instantes aparece una separación espacial de carga local, ya que los iones tardan
más tiempo en reaccionar que los electrones. La separación de carga se produce hasta que FEe− =
~ e = qne E.
F∇Pe ; ∇P ~
Para el movimiento isotermo de los iones sin embargo no hay un comportamiento similar, y aunque
tardarán algo más en reaccionar que los electrones, no se podrán encontrar en equilibrio puesto
que la fuerza electrostática que se produce debido a la perturbación FEion no puede contrarrestarse
con la fuerza debida al gradiente de presión F∇Pi ya que tiene su misma dirección. Por lo tanto,
los iones estarán en desequilibrio y deberemos escribir la ecuación de movimiento de los mismos
como sigue:
3.4. MODELO MAGNETOHIDRODINÁMICO. 91
∂uzi ∂φ ∂Pi ∂ne ∂ni ∂n
mi ni = −eni − = −kB Te − kB Ti = −(kB Te + kB Ti )
∂t ∂z ∂z ∂z ∂z ∂z
y debemos notar que ni ≈ ne = n, por lo que tenemos cuasineutralidad aunque hay una pertur-
bación.
En el movimiento de los iones interviene la temperatura electrónica, que es dominante respecto a
la iónica, y el gradiente de densidad de ambos, electrones e iones. Este movimiento de los iones
debido a la perturbación pervive hasta que su trasporte consigue acabar con dicha perturbación
y restaurar la homogeneidad ( ∂n∂z = 0). Durante el proceso, isotermo tanto para electrones como
para iones, los electrones sin embargo han permanecido en equilibrio todo el tiempo siguiendo a
los iones.
ρm = ne me + ni mi ∼
= n(me + mi ) para la densidad volumétrica de masa
(al ser mi >> me →ρm ∼
= nmi );
que será ∼= 0 cuando exista cuasi-neutralidad eléctrica. Además, podemos definir la velocidad del
fluido así como la densidad de corriente neta debida a electrones e iones:
me
que de nuevo al ser mi >> me queda ~u = ~ui + ~ue (deben considerarse los dos términos porque
mi
puede ser ~ui << ~ue );
~j = ni qi ~ui + ne qe ~ue ∼
= en(~ui − ~ue ).
Estas dos últimas ecuaciones pueden invertirse para obtener las velocidades de los fluidos iónico
y electrónico separadamente, quedando:
~j me ~j
~ue ∼
= ~u − y ~ui ∼
= ~u + .
en mi en
Las ecuaciones del modelo MHD para un solo fluido se pueden obtener tomando varias combi-
naciones lineales de las ecuaciones separadas para fluido iónico y electrónico. Para ello, tomemos
las dos ecuaciones de continuidad escritas conjuntamente para electrones e iones (sin término
S = G − L):
∂ne,i ~
+ ∇ · (ne,i ~ue,i ) = 0.
∂t
Pueden multiplicarse por me y mi respectivamente, y al sumarlas obtenemos una ecuación de
continuidad para la masa del fluido:
∂(ne me + ni mi ) ~ ∂ρm ~
+ ∇ · (ne me ~ue + ni mi ~ui ) = + ∇ · (ρm ~u) = 0.
∂t ∂t
Por otra parte, si las multiplicamos por e y las restamos obtenemos la ecuación de continuidad
para la carga eléctrica:
∂ni ~ ∂ne ~ ∂(eni − ene ) ~ ∂ρc ~ ~
e + ∇ · (ni ~ui ) − − ∇ · (ne ~ue ) = + ∇ · (eni ~ui − ene ~ue ) = + ∇ · j = 0,
∂t ∂t ∂t ∂t
ρm
d~u
= ρm
∂~u ~ ~ + (eni ~ui − ene ~ue ) × B
+ (~u · ∇)~u = e(ni − ne )E ~ ·←
~ −∇ → ~ +~j × B
P = ρc E ~ ·←
~ −∇ →
P,
dt ∂t
donde si existe campo de gravedad añadiríamos el término ρm~g al segundo miembro. El término
~ ie = −R
de colisión desaparece en la suma al ser R ~ ei .
De la ecuación de movimiento del fluido electrónico podemos obtener una segunda ecuación de
movimiento del fluido único si realizamos alguna aproximación razonable. La cantidad de movi-
~ ei con el
miento intercambiada por el fluido electrónico debido al término de colisión (fricción) R
fluido iónico puede expresarse, según vimos, en función de la resistividad η por
~ ~ ~
~ = Rei − ∇Pe = η~j − ∇Pe ,
~ + ~ue × B
E
ene ene ene
~j
y recordando la expresión anterior de ~ue ∼
= ~u − ene , podemos obtener
~ + ~u × B
E ~ = η~j + 1 (~j × B
~ − ∇P
~ e ).
ene
Esta expresión se denomina ley de Ohm generalizada y nos describe las propiedades eléctricas
del plasma como fluido conductor resistivo en régimen estacionario, siendo el término ~j × B ~ el
correspondiente al conocido efecto Hall. Si por existir anisotropía la resistividad η en dirección
paralela al campo B ~ es distinta a la dirección perpendicular, será necesario reemplazar el escalar
η por un tensor diagonal de componentes η⊥ , η⊥ y η|| . Cuando los términos del segundo miembro
~ y ∇P
correspondientes a ~j × B ~ e puedan despreciarse, o eventualmente cancelarse entre ellos, queda
~ ~
simplemente E + ~u × B = η~j, o ley de Ohm simplificada.
Debemos completar las ecuaciones del modelo MHD de un solo fluido con la ecuación de estado
P = nkB T y la ecuación de la transformación politrópica P = Cnν , donde ν podrá ser considerado
1 para electrones aunque no para iones, y el conjunto de las ecuaciones de Maxwell ya conocidas.
Así, el plasma como un solo fluido conductor verdrá descrito por las ecuaciones de continuidad
de masa y carga, la ecuación de movimiento del elemento de fluido o ecuación de Euler, la ley de
Ohm generalizada, la ecuación de estado y la ecuación de la transformación, y las ecuaciones de
Maxwell.
3.4.2. Aplicaciones
~ + ~u × B
A partir de la ley de Ohm simplificada anterior E ~ = η~j, puede describirse un interesante
fenómeno conocido como congelamiento de líneas magnéticas en el plasma. Para ello, tomemos
rotacional en los dos miembros de la ecuación anterior
~ ×E
∇ ~ +∇~ × ~u × B~ = η∇ ~ × ~j
"Z #
1
Z ~
∂ B(t)
Z
= lim∆t→0 ~
B(t) ~+
· dS ~−
∆t · dS ~ ~
B(t) · dS .
∆t S(t+∆t) S(t+∆t) ∂t S(t)
Las integrales de superficie que aparecen en la expresión anterior están relacionadas entre sí por
el hecho de que el flujo de B ~ a través de la superficie cerrada total formada por S(t), S(t + ∆t)
y la superficie lateral Slat entre ellas como como consecuencia el movimiento del fluido en ∆t, y
que tiene por anchura ~u∆t, es nula por el teorema de Gauss (o de la divergencia):
I Z Z Z Z
~
B(t) ~=
· dS ~ · BdV
∇ ~ ≡0⇒− ~
B(t) ~+
· dS ~
B(t) ~+
· dS ~
B(t) ~ = 0,
· dS
S(V ) V S(t) S(t+∆t) Slat
donde V es el volumen determinado por las tres superficies mecionadas, siendo éstas positivas
hacia afuera de V . Así, hemos introducido el signo opuesto para la superficie S(t) al objeto de que
responda a la dinámica del movimiento del plasma como fluido, pudiéndose llevar
R la diferencia
~ ~ ~ ~ ~=
R
de las integrales de flujo de B a través de S(t + ∆t) y S(t), S(t+∆t) B(t) · dS − S(t) B(t) · dS
~ ~ a la ecuación anterior para el cambio temporal del flujo magnético φ:
R
− B(t)
Slat · dS,
" Z #
dφ 1
Z
∂ ~
B(t)
= lim∆t→0 − ~
B(t) ~ + ∆t
· dS ~ .
· dS
dt ∆t Slat S(t+∆t) ∂t
dφ
Z ~
∂ B(t)
I Z ~
∂ B(t)
I
= ~−
· dS ~
B(t) · (d~l × ~u) = ~−
· dS d~l · (~u × B(t))
~ =
dt S(C) ∂t C S(C) ∂t C
Z ~
∂ B(t)
Z
= ~−
· dS ~ × (~u × B(t))
∇ ~ ~
· dS,
S(C) ∂t S(C)
donde hemos aplicado sucesivamente la propiedad cíclica del producto mixto y el teorema de Stoke
~
(o del rotacional). Si llevamos a esta ecuación el cálculo de ∂ B(t)
∂t obtenido anteriormente, resulta
Z Z Z
dφ
~ × ~u × B
~ · dS
~+ ~ · dS
~− ~ × (~u × B(t))
~ ~
= ∇ DM ∇2 B ∇ · dS,
dt S(C) S(C) S(C)
3.4. MODELO MAGNETOHIDRODINÁMICO. 95
y finalmente Z Z
dφ 2~ ~= η ~ · dS.
~
= DM ∇ B · dS ∇2 B
dt S(C) µ0 S(C)
El resultado obtenido sugiere que si el plasma es débilmente resistivo, o no resistivo, (MHD ideal),
este cambio temporal de flujo magnético es nulo; o sea, este flujo magnético es constante (se con-
serva). Como consecuencia, las líneas de campo magnético no puede atravesar las líneas de veloci-
dad hidrodinámica (tienen que permanecer paralelas), y el movimiendo hidrodinámico arrastra las
líneas de campo magnético que parecen así congeladas o pegadas en el fluido en movimiento.
El nú-
mero de Reynolds magnético RM → ∞ dado que η → 0, por lo que |∇ ~ × ~u × B ~ >> DM ∇2 B ~
y el término de difusión magnética es despreciable frente al de desplazamiento en la evolución
~
temporal de B(t). De no ser así, el carácter MHD ideal ideal se rompe, el flujo magnético no
se conserva y, por tanto, las lineas de campo magnético pierden su entidad diferenciada (no hay
arrastre de lineas por congelamiento magnético), pudiendo fundirse o reconectarse. En plasmas
~
muy resistivos, este efecto llega a ser muy significativa en la evolución temporal de B(t).
Otra interesante aplicación es la existencia de la llamada presión magnética, también asociada al
cuadrado del módulo de B. ~ Para ver esto, partamos de la ec. de Euler vista anteriormente para
un sólo fluido
d~u ∂~u ~ u = ρc E
~ + ~j × B
~ − ∇P.
~
ρm = ρm + (~u · ∇)~
dt ∂t
En situación se equilibrio estacionario, nada cambia con t (1er miembro nulo) y no hay separación
espacial de carga (ρc = e(ni − ne ) = 0) aunque puede haber densidad de corriente neta ~j =
~ − ∇P
(eni ~ui − ene ~ue ) 6= 0. La ecuación anterior queda simplemente como 0 = ~j × B ~ . A partir de
~
esta expresión podemos encontrar la densidad de corriente j que permite este equilibrio dinámico
(hay movimiento de cargas), para lo cual despejamos y multiplicamos vectorialmente ×B ~
~ × (~j × B)
B ~ =B
~ × ∇P
~ ⇒ ~ B
~jB 2 − B( ~ · ~j ) = B 2~j = B
~ × ∇P,
~
|{z}
=0
~j = 1 B~ × ∇P
~ ⇒ ~ : ~j⊥∇P,
~j⊥B ~
B2
que resulta ser diamagnética debida al desplazamiento del fluido por gradiente de presión. Usamos
~ pudiendo escribir
la ley de Ampère en esta situación estacionaria para las fuentes vectoriales de B,
96 3.5. DIFUSIÓN Y MOVILIDAD EN PLASMAS DÉBILMENTE IONIZADOS.
0
~
~ = µ0~j + µ0 ε0 ∂E
7
~ ×B
∇ ⇒ ~ ×B
∇ ~ = µ0~j.
∂t
Si multiplicamos vectorialmente ×B ~ resulta (∇
~ × B)
~ ×B ~ = µ0~j × B
~ = µ0 ∇P
~ , de acuerdo con la
~ ~ ~
expresión estacionaria anterior al ser j × B = ∇P , y podemos operar
~ 2
∇B B2 ~ · ∇)
(B ~ B~
~ = (∇
µ0 ∇P ~ × B)
~ ×B
~ = (B
~ · ∇)
~ B~− ⇒ ~
∇(P + )= .
2 2µ0 µ0
Para ciertas geometrías, el segundo miembro de esta última ecuación es nulo (los cambios epaciales
de B~ así lo determinan), y obtenemos una especie de ecuación de conservación para la presión
total en el espacio donde evoluciona el fluido plasma de forma estacionaria en el seno del campo
magnético:
~ B2 B2
∇(P + )=0 ⇒ P+ = Cte.
2µ0 2µ0
B 2
El término Pm = 2µ 0
es la llamada presión magnética que evoluciona al contario que la presión
termodinámica en el fluido plasma de manera que donde P es máxima, Pm es mínima, mante-
niéndose constante la suma total P + Pm = Cte (nos recuerda al Teorema de Bernoulli con un
nuevo término debido al campo magnético).
~
∇P ~
∇n
ν=1 ⇒ =1· ⇒ ∇P ~ = kB T ∇n.~
P n
Así, la ecuación de partida para solución estacionaria queda como:
~ − ∇P
mn < ν > ~u = qnE ~ = qnE
~ − kB T ∇n.
~
Previamente, tratemos algunos casos particulares elementales de interés que nos permitirán reob-
tener ciertas leyes familiares de la Física en las que definiremos algunas magnitudes importantes
que utilizaremos en nuestro estudio.
A. Obtención de la ley de Fick de la difusión libre: Ecuación de Euler para cualquer tipo
de fluido con E~ y B ~ nulos (no hay fuerza electromagnética de Lorentz) para desplazamiento
estacionario del fluido por la acción de un gradiente de densidad.
∂~u :0
0
~+
~ u = qn(E ~ − ∇P
~ − mn < ν > (~u − ~u
mn
∂t + (~
u · ∇)~
~×
u B) a ),
| {z }
∼
=0
~ ~
~ = mn < ν > ~u. Dado que ∇P = ν ∇n y que la expresión del flujo de
de donde obtenemos, −∇P P n
partículas del fluido es ~Γ = n~u, bajo la acción del gradiente de densidad (difusión libre) podemos
despejar n~u de la ecuación anterior y escribir para desplazamiento isotermo del fluido con ν = 1
~
∇P kB T ~
ΓD = n~u = − =− ~
∇n = −D∇n Ley de Fick
m<ν> m<ν>
para el flujo de difusión libre, donde se ha introducido el coeficiente de difusión libre para las
kB T
partículas del fluido, D = m<ν> .
B. Obtención de la movilidad de las partículas del fluido: Ecuación de Euler para cualquer
~ no nulo, y B
tipo de fluido con E ~ y ∇P
~ nulos (no hay fuerza magnética de Lorentz ni difusión)
para desplazamiento estacionario del fluido por la acción de un campo eléctrico.
∂~u :0 *0 0
~ u = qnE
~ + ~ ~
mn
∂t + (~
u · ∇)~ n~
u× B − ∇P
− mn < ν > (~
u − ~
ua )
| {z }
∼
=0
de donde obtenemos, qnE ~ = mn < ν > ~u. Despejando la velocidad de desplazamiento del fluido
por la acción de la fuerza eléctrica, encontramos la movilidad de las partículas del fluido como la
velocidad de desplazamiento por unidad de campo eléctrico: ~u = m<ν> q ~ = ± |q| E
E ~ = ±µE ~ (+
m<ν>
para iones y - para electrones), donde se ha introducido la movilidad eléctrica de las partículas
|q|
cargadas del fluido µ = m<ν> y así poder escribir el flujo eléctrico de partículas cargadas como
~
ΓE = n~u = ±nµE
Multiplicando por la carga de las partícluas, esto es la Ley de Ohm para las densidades de
corriente eléctrica donde el coeficiente que relaciona densidad de corriente y campo eléctrico es la
conductividad eléctrica. En efecto,
98 3.5. DIFUSIÓN Y MOVILIDAD EN PLASMAS DÉBILMENTE IONIZADOS.
e e2 n
donde la conductividad eléctrica se escribe como σ = enµ = en m<ν> = m<ν> .
~ − D∇n,
Γtotal = n~u = ΓE + ΓD = ±nµE ~
|q| kB T
donde la movilidad es µ = y el coeficiente de difusión es D = . La relación de
m<ν> m<ν>
|q|
Einstein se obtiene eliminando m < ν > entre µ y D, obteniéndose µ = D . Ésta relaciona
kB T
µ, D y T para un tipo dado de partículas del fluido, electrones o iones. Este flujo total es una
densidad de corriente de partículas que desplaza el fluido en movimiento estacionario.
Habíamos encontrado mediante argumentos cinéticos que la frecuencia de colisión elástica pro-
medio para electrones, considerando éstos como proyectil y los átomos neutros como blanco, era
< νea >= ne < σea ve >, colisiones que consideradas de interacción de tan corto alcance como
entre esferas duras da una sección eficaz de colisión independiente de las velocidades σ 6= f (v)
3 , donde la velocidad relativa entre la partículas colisionantes es prácticamente v . Luego como
e
orden de magnitud tenemos que < νea >= ne < σea ve >= ne σea ∗ < v >, donde hemos introdu-
e
∗ que nos permitirá estimar órdenes de magnitud. Si
cido la sección eficaz de colisión efectiva σea
aceptamos una distribución de velocidad Maxwelliana resulta
r
8kB Te
ve =< ve >= ,
πme
pudiéndose razonar igualmente para los iones.
Tenemos para las frecuencias de colisión con los átomos neutros de electrones e iones los siguientes
resultados:
r
8kB Te
< νea >∼ ∗
= ne σea ,
πme
r
8kB Ti
< νia >∼ ∗
= ni σia ,
πmi
por lo que, asumiendo cuasineutralidad, es
1
σ∗
< νea > mi Te 2
≈ ea
∗ ,
< νia > σia me Ti
e 1
σ∗
µe me <νea > mi < νia > mi Ti 2
= e = ≈ ∗ia .
µi mi <νia > me < νea > σea me Te
3
Ésta aproximación de colisiones como esferas duras es demasiado drástica.
3.5. DIFUSIÓN Y MOVILIDAD EN PLASMAS DÉBILMENTE IONIZADOS. 99
kB Te 1
σ∗
De me <νea > mi < νia > Te mi Te 2
= k B Ti
= ≈ ∗ia ,
Di mi <νia >
me < νea > Ti σea me Ti
por lo que en general se cumple también que De >> Di al ser en la expresión anterior todos los
numeradores mayores, o mucho mayores, que los denominadores correspondientes.
Para un tipo de partícula α (electrón o ión) tendremos un flujo que vendrá dado por: ~Γα = n~uα =
±µα nE~ − Dα ∇n.
~ Cuando tenemos partículas neutras o no haya campo eléctrico, recuperamos la
ley de Fick de la difusión libre: ~Γα = −Dα ∇n.
~
En nuestro caso de electrones e iones, nunca o casi nunca se va a dar difusión libre, y tendremos
los dos términos del flujo. Los electrones se mueven más rápidamente que los iones y aparece una
separación espacial de carga que genera un campo elestrostático que a su vez afectará a los iones,
de manera que el movimiento de los electrones condiciona el de los iones y viceversa. Tendremos
la denominada difusión ambipolar en la que ambos tipos de partículas se difunden conjuntamente:
El régimen ambipolar se alcanza cuando se igualan los flujos de ambas especies: ~Γe = ~Γi . Esto hace
que se desplacen conjuntamente electrones e iones, que se difundan los electrones al mismo tiempo
que los iones sin romper la cuasi-neutralidad. Es la difusión ambipolar, que está condicionada por
el campo eléctrico existente o campo eléctrico ambipolar E ~ a.
Veamos cómo podemos determinar el campo eléctrico ambipolar. Los flujos electrónico e iónico
cumplen que ~Γe = ~Γi = ~Γa (flujo ambipolar), y es:
~Γa = µi ni E
~ a − Di ∇n
~ i = −µe ne E
~ a − De ∇n
~ e,
~
~ a = Di − De ∇n ,
E
µi + µ e n
~
~Γa = −Da ∇n.
∂n ~
La ecuación de continuidad para el fluido es: + ∇ · (n~u) = S = G − L.
∂t
Consideraremos que G = L = 0, por lo que S = 0. No hay mecanismos de ganancia de carga
eléctrica por ionización ni mecanismos de pérdidas por recombinación, sólo de pérdidas por difusión
hacia las paredes en presencia de gradientes radiales en régimen ambipolar.
Tenemos que:
∂n ~ · ~Γa = −∇ ~
~ · (−Da ∇n)
= −∇ = Da ∇2 n,
∂t
3.6. SOLUCIONES DE LA ECUACIÓN DE DIFUSIÓN. 101
∂n
= Da ∇2 n
∂t
Podemos aplicar separación de variables para resolver la ecuación diferencial anterior asumiendo
que la solución buscada tiene la forma n(r, t) = T (t)S(r). Así, podemos escribir
dT 1 dT Da 2
S = Da T ∇2 S ⇒ = ∇ S = cte = −F.
dt T dt S
La parte temporal queda:
1 dT
= −F ⇒ T (t) = T0 e−F t .
T dt
Para la parte espacial tenemos:
F
∇2 S = − S.
Da
Como sólo tenemos dependencia radial para las magnitudes, en cilíndricas nos queda:
1 d dS F
r =− S,
r dr dr Da
o ecuación de Maxwell:
d2 S 1 dS F
+ + S = 0,
dr2 r dr Da
F
cuyas soluciones son funciones de Bessel de orden cero (n = 0) con la constante K 2 = .
Da
Estas soluciones son combinaciones lineales de las funciones de Bessel de orden cero S = AJ0 (Kr)+
BN0 (Kr), donde el primer sumando es la función de Bessel de primera especie y el segundo
sumando es la función de Bessel de segunda especie ambas de orden cero.
Se cumple que N0 (Kr) tiende a ∞ cuando r = 0, lo que no tiene sentido físico en nuestro ejemplo.
Por tanto tomamos B = 0. S = AJ0 (Kr). Hay que recordar que:
r 2
F Ci
a = Ci ⇒ F = Da
Da a
Como los Ci son crecientes, F es una función creciente con el orden del cero. Además T = T0 e−F t ,
por lo que mientras mayor sea F más rápidamente decaerá la densidad de partículas cargadas n
con el tiempo.
Para C1 tenemos la menor F y por tanto la dependencia más lenta con el tiempo. Es la solución
que tarda más en extinguirse, es el modo más lento de difusión. Tendremos así que:
Durante la extinción del plasma tenemos una caída exponencial con el tiempo a la vez que una
dependencia espacial de tipo Bessel.
Para C1 = 2, 405 tenemos el 1er cero de la función de Bessel o modo de extinción más lento:
2
2 F C1 1
K = = = ,
Da a Λ2
a a
siendo Λ la longitud característica de difusión = = (a = radio del plasma cilíndrico).
C1 2, 405
Por tanto,
Da
F = = νD ,
Λ2
es la denominada frecuencia característica de difusión: cuanto mayor es νD , más rápidamente se
extingue el plasma.
r
Tenemos que la solución queda: n(r, t) = n0 e−νD t J0 ( ).
Λ
Y representando gráficamente podemos discutir el resultado:
(
Da ↑
νD ↑=
Λ ↓, a ↓ .
Inicialmente puede ocurrir que el perfil radial de densidad electrónica no sea de tipo Bessel, aunque
podemos descomponerlo en términos de los distintos modos de difusión dados por los sucesivos
ceros de la función de Bessel como hacíamos con el análisis de Fourier, pudiéndose escribir:
3.6. SOLUCIONES DE LA ECUACIÓN DE DIFUSIÓN. 103
∂n ~ ∂n
+ ∇ · (n~u) = S = G > 0 ⇒ − Da ∇2 n = S.
∂t ∂t
donde consideramos que la única pérdida es la difusión (no existe término L).
En esta situación estacionaria se cumple que:
∂n
= 0 ⇒ Da ∇2 n = −S,
∂t
donde las ganancias dependen de la presión, y sólo hay pérdidas de partículas por transporte hacia
fuera del plasma, por la difusión ambipolar hacias las paredes.
Expresamos el término fuente de ionización como (ionización por impacto directo):
i
Si = na < νea >= ne < ν i >= na ne < σea
i i
(ve )ve >= Kea ne na ,
donde Keai es la constante del proceso de ionización directa o coeficiente de ionización por impacto
directo. En esta descripción cinética, los electrones son las partículas proyectil y los neutros son
las partículas blanco, por lo que consideramos que va << ve .
En la situación estacionaria, llamando simplemente n a la densidad electrónica:
< νi > Ki
Da ∇2 n = −n < ν i >⇒ ∇2 n = − n = − ea na n.
Da Da
Pero como bajo régimen de pérdidas controladas por difusión ya encontramos en el párrafo anterior
que ∇2 n = − Λn2 para solución Bessel para el modo de difusión más lento, de la igualdad anterior se
104 3.6. SOLUCIONES DE LA ECUACIÓN DE DIFUSIÓN.
sigue que en situación estacionaria < ν i >= νD , que traduce el hecho de que el ritmo de ganancias
por ionización es igual al ritmo de pérdidas por difusión ambipolar.
i
• Si el cociente <ν >
Da es una constante independiente de r - cosa que ocurre cuando el campo
eléctrico de mantenimiento de la descarga es radialmente constante -, al ser Da = Λ2 νD se sigue
< νi >
que el cociente queda como y la solución es la de Bessel para el modo de difusión más
Λ2 νD
lento. En el caso de un cilindro infinito, n(r) sigue el comportamiento de la función de Bessel de
primera especie de orde 0: n(r) ⇒ J0 (r).
Las únicas pérdida son la difusión hacia las paredes, lo que es propio de descargas en régimen por
difusión que tiene lugar a bajas densidades y donde la recombinación no tiene ninguna importancia.
En este régimen, el mecanismo que controla las pérdidas de partículas en el plasma es solamente
la difusión que será ambipolar.
• En el caso en que < ν i >6= cte con r, ya no tendríamos como solución un perfil de Bessel.
Esto ocurre cuando el campo eléctrico no es constante con r; es decir, el campo eléctrico de
mantenimiento tiene una dependecia radial.
• Si no tenemos ionización directa, en el caso en que haya ionización por etapas, tampoco ten-
dremos como solución un perfil de Bessel. En este otro caso de ionización por etapas, para sólo
dos pasos colisionales, uno de excitación a un estado intermedio más otro de ionización desde ese
estado, tendríamos:
etapas etapas etapas etapas
Setapas = Kea na n2e =< νea > ne ⇒ < νea >= Kea na ne
Ahora la ganancia dependería de n2e y no de ne , por lo que al resolver analíticamente la ecuación
de continuidad para la situación estacionaria no obtendríamos la solución de Bessel anterior. Esto
ocurre cuando estamos en situaciones en las que aumentamos la presión en la descarga, aumenta
la densidad electrónica y por tanto las colisiones entre los electrones y los neutros, lo que a su vez
favorece el mecanismo de ionización por etapas que puede incluso ser de más de dos pasos.
r r
Sr = −ni < νei >= −ni ne < ve σei (v ) > = −ne < ν r >= −ne ni Kei
r
= −ne ni α = −αn2 ,
| {z e }
r =α
Kei
∂n
− Da ∇2 n = S = Si + Sr = Si − αn2 ,
∂t
3.6. SOLUCIONES DE LA ECUACIÓN DE DIFUSIÓN. 105
∂n
= −αn2 ,
∂t
que tiene por solución:
1 1
= + αt,
n(r, t) n0 (r)
siendo n0 (r) la distribución espacial de la densidad en t = 0.
1 1 1
A medida que el tiempo aumenta, n disminuye por lo que: >> ⇒n∝ .
n n0 αt
Representamos gráficamente:
El ritmo de pérdidas durante la extinción es más rápido en los primeros instante - dominando la
recombinación como mecanismo principal de pérdidas - que en los instantes posteriores cuando, al
disminuir mucho la densidad electrónica, la recombinación pierde importancia frente a la difusión.
Esto puede reconocerse en las distintas pendientes de las figuras.
Tema 4
OSCILACIONES Y ONDAS EN
PLASMAS
4.1. Introducción.
Los plasmas son unos medios materiales que se caracterizan por permitir a su través la propagación
de multitud de oscilaciones de todo tipo: eléctricas, mecánicas, magnéticas, ... En este tema,
introduciremos el estudio de estos fenómenos en plasmas infinitos o ilimitados, siendo en general el
estudio de la propagación de ondas en plasmas limitados más complejo por la existencia de límites
en los que deberemos aplicar condiciones de contorno adecuadas (libro de Quemada, “Ondes dans
Plasmas”).
Este estudio lo desarrollaremos en el contexto del modelo fluido de plasma del tema anterior, y
las ecuaciones que usaremos serán la ecuación de continuidad, la de la fuerza o de Euler, y la de
Poisson aplicadas a dicho modelo. El plasma como fluido estará caracterizado por una densidad
electrónica e iónica en cada punto así como por un campo de velocidad hidrodinámica, un campo
de temperatura, y sobre cada elemento de volumen actuarán campos eléctricos, magnéticos y
de presión que ejercerán fuerzas sobre dicho elemento, así como eventualmente existirán fuerzas
de fricción por colisiones entre las partículas de los fluidos, como ya sabemos. En definitiva,
haremos una descripción macroscópica propia de la física de los fluidos, sólo que se trata de un
fluido electrizado que mantiene la cuasi-neutralidad eléctrica en el equilibrio. Pues bien, en este
medio especial estudiaremos la existencia de oscilaciones de las magnitudes macroscópicas que lo
caracterizan como pequeñas perturbaciones respecto al estado de equilibrio, algunas de las cuales
podrán propagarse como ondas. Desarrollaremos por tanto una teoría lineal de las oscailaciones y
ondas en plasmas.
Analizaremos distintos tipos dependiendo de que sólo sea el fluido electrónico - más ligero - el que
oscile, o sea el fluido iónico, o sean ambos. Así distinguiremos entre ondas electrónica y ondas
iónicas. También analizaremos la propagación de ondas electromagnéticas en el seno de plasmas,
para las que éste será el medio de propagación considerado como un dieléctrico. Estudiaremos
para empezar ondas electrónicas planas en plasmas fríos no colisionales homogéneos e ilimitados,
lo que supone el caso más simple de propagación de ondas en plasmas. Posteriormente, iremos
completando nuestro estudio con situaciones más complejas como la propagación en plasmas
calientes, con colisiones, y con campo magnético externo. Igualmente, a continuación, las ondas
iónicas en los mismos casos, para acabar finalmente con la propagación de ondas electromagnéticas
en plasmas. Como buscaremos soluciones armónicas a dicha propagación, usaremos habitualmente
notación fasorial compleja tal que la parte real represente la onda.
Nuestro medio de propagación o plasma fluido estará compuesto por tanto de un fluido eléctrica-
106
4.2. OSCILACIONES Y ONDAS ELECTRÓNICAS. 107
mente negativo (fluido electrónico), de otro eléctricamente positivo (fluido iónico) y el gas neutro,
todos los cuales podrán sufrir oscilaciones que - cuando se den las condiciones - se propagarán
como ondas de forma individual o colectiva, existiendo a veces acoplo entre modos de propagación
electrónicos y modos de propagación iónicos. En la situación de equilibrio (ausencia de perturba-
ción oscilante), las densidades electrónica e iónica serán iguales manteniéndose la cuasi-neutralidad
eléctrica.
En general, el plasma será un medio dispersivo para la propagación de estas ondas, lo que significa
que su velocidad depende de la frecuencia. Como es habitual en propagación de ondas, la relación
de dispersión ω(~k) nos permitirá determinar tanto la velocidad de fase vf = ωk como la velocidad
de grupo vg = dωdk , conceptos que entendemos sobradamente conocidos.
Como resumen tenemos:
• Ondas electrónicas: Ondas longitudinales de compresión-descompresión del gas
de electrones.
• Ondas iónicas: Ondas longitudinales de compresión-descompresión del gas ió-
nico.
• Ondas electromagnéticas: Ondas transversales producidas por la acción conju-
gada de campos eléctrico y magnético rápidamente oscilante en el tiempo.
Cada una de estas ondas está caracterizada por su relación de dispersión ω(~k). Recordamos:
ne e2
ωp2e =
me ε0
108 4.2. OSCILACIONES Y ONDAS ELECTRÓNICAS.
'0
4.2. OSCILACIONES Y ONDAS ELECTRÓNICAS. 109
∇ ~ 1 = − e ne
~ ·E (3)
ε0 1
Éstas son las ecuaciones anteriores linealizadas en la perturbación en las que hemos despreciado
los términos cuadráticos en la perturbación al ser éstos mucho menores que los lineales, al tratarse
de pequeñas perturbaciones. Queremos hacer una teoría lineal de la propagación de ondas en
plasmas.
Buscamos soluciones armónica a la frecuencia ω para la propagación de la perturbación en la
dirección positiva del eje x (modelo monodimensional) del tipo:
ne1 (x, t) = ñe1 ei(ωt−kx)
e
ik Ẽ1 = ñe (3)
ε0 1
Nuestras incógnitas son Ẽ1 , ñe1 y ũe1 . Para encontrar la solución hacemos:
(2) kne0 ũe1 ωñe ne0 ũe1 iω
(I) ⇒ = e 1 ⇒ =
(3) ik Ẽ1 ε0 ñe1 ε0 Ẽ1 e
(II) Despejamos Ẽ1 de (1) y eliminamos Ẽ1 en (I )
ne0 ũe1 iω
iωme ũe1
=
−ε0 e
e
El sistema es compatible indeterminado. Pero llegamos a la siguiente relación:
ne0 e ω ne e 2
= ⇒ ω 2 = 0 = ωpe 2
ε0 me ω e ε0 me
Es una oscilación colectiva que no implica propagación de onda, a la frecuencia del plasma para
electrones ωpe . No aparece propagación de onda alguna al no existir en esta primera solución el
110 4.2. OSCILACIONES Y ONDAS ELECTRÓNICAS.
parámetro característico de las ondas, el vector de onda ~k. Lo que sí podemos hacer es asignar un
valor a Ẽ1 y encontrar ñe1 y ũe1 . No es un problema autoconsistente...
Como ahora Te no puede equilibrarse, será considerada como una magnitud oscilante; es decir,
otra perturbación.
Te = Teq + Tperturb siendo Tperturb << Teq
Te = Te0 + Te1 siendo Te1 << Te0
Detallamos las expresiones de las perturbaciones:
~ =E
E ~0 + E
~1 = E~1
ne = ne0 + ne1 con ne1 << ne0
ni = ni0 (sin cambios)
~ue = ~ue0 + ~ue1 = ~ue1 al suponer que ~ue0 = 0 (fluido en equilibrio en reposo)
Te = Te0 + Te1
Ahora linealizamos las ecuaciones en la perturbación, reteniendo sólo términos lineales y des-
preciando los cuadráticos. Esto sólo es justificable si las perturbaciones, del tipo que sean, son
pequeñas. Para las mismas tres ecuaciones anteriores, tenemos:
∂~ue1 ~ ~u = −ene E ~ 1 − ene E~ 1 −3kB Te ∇n
~ e − 3kB Te ∇n~ e =
(1) me ne0 + me ne (~ue1 · ∇)
∂t | {z } e1 0 1
| {z } 0 1
| {z1 }1
=0 =0 =0
~ 1 − 3kB Te ∇n
−ene0 E ~ e
0 1
∂ne1 ~ · ~ue = 0
(2) + ne0 ∇ 1
∂t
~ ·E
(3) ε0 ∇ ~ 1 = −ene
1
Tenemos como incógnitas las perturbaciones: ne1 , ~ue1 , E ~ 1 . Imponemos de nuevo soluciones propa-
gativas armónicas a la frecuencia ω en la dirección positiva del eje x:
ne1 (x, t) = ñe1 ei(ωt−kx)
donde vcm ≡ es la velocidad cuadrática media de los electrones y vth ≡ es la velocidad térmica de
2 kB Te0
los electrones vth = .
me
Llegamos así a la relación de dispersión de las ondas electrónicas en plasmas ilimitados en su
forma cuadrática:
ω 2 = ωpe
2 2 2
+ 3vth k .
y ahora sí tenemos la propagación de una onda pues aparece el número de onda k. Gráficamente
2 2
con tg α = vcm = 3vth .
q
Sacando la raíz cuadrada: ω(k) = 2 + 3v 2 k 2
ωpe th
y representando:
~ 1 = − e ne
~ ·E
(3) ∇ ⇒ −ikε0 Ẽ1 = −eñe1 (3) ⇒ Ẽ1 = · · · = −i
e
ne ũe
ε0 1 ε0 ω 0 1
(1) iωũe1 me ne0 + me ne0 νe ũe1 = −ene0 Ẽ1 − 3kB Te0 (−ik)ñe1
ωñe1
(2) ωñe1 = kne0 ũe1 ⇒ ũe1 =
kne0
eñe1
(3) − ikε0 Ẽ1 = −eñe1 ⇒ Ẽ1 =
ikε0
Resolvemos el sistema sustituyendo la velocidad y el campo en la expresión (1)
ωñe1 ωñe1 eñe1
iωme ne0 + me ne0 νe = −ene0 + 3kB Te0 ikñe1
kne0 kne0 ikε0
Simplifico ñe1 , multiplico por −ik,
ne0
ω 2 me − ime νe ω = e2 + 3kB Te0 k 2
ε0
y divido por me
ne0 e2 kB Te0 2
ω 2 − iνe ω = +3 k .
me ε0 me
| {z } | {z }
ωp2 2
3vth
De manera que hemos llegado a la relación de dispersión en forma cuadrática de las ondas elec-
trónicas amortiguadas:
2 2
ω 2 − iνe ω = ωp2 + 3vth k
Introducimos un número de onda k complejo de la forma k = β + iα tal que podemos obtener dos
ecuaciones para la relación de dispersión, una para la parte real y otra para la parte imaginaria: la
primera nos informa de cómo se propaga la perturbación armómica, la segunda de cómo se atenúa
durante dicha porpagación. Como k 2 = (β + iα)2 = β 2 − α2 + 2iαβ, podemos escribir:
Re:
ω 2 = ωp2 + 3vth
2
(β 2 − α2 )
Im:
2
−νe ω = 6vth αβ
Para el caso de propagación con baja atenuación α << β, consecuencia de que νe << ω, las
expresiones separadas anteriores se simplifican notablemente. Se sugiere terminar estos aspectos
de la propagación de ondas electrónicas con débil atenuación como ejercicio.
Usamos las hipótesis de los apartados anteriores sin agitación térmica (Te = 0) ni término de
fricción, y añadimos el campo magnético externo constante en dirección z, B ~ 0 = B0~k = Cte.
En efecto, volvemos a considerar inicialmente la simplificación de plasmas fríos con Te = 0 (sin
agitación térmica para los electrones). Así, podremos escribir las ecuaciones correspondientes al
movimiento del fluido electrónico en presencia de campo magnético externo como:
1) Ecuación
de Euler:
∂~ue1 ~
me
ne ne E~1 − e
+ (~ue1 · ∇)~ue1 = −e ~ 0)
ne (~ue1 × B
∂t
4.2. OSCILACIONES Y ONDAS ELECTRÓNICAS. 115
Imponemos soluciones armónicas para las perturbaciones a la frecuencia ω, como ya hemos hecho
anteriormente:
iωme ũe1x = −eẼ1 − eB0 ũe1y
eB0
(1) En componentes iωme ũe1y = 0 + eB0 ũe1x ⇒ ũe1y = −i ωm e
ũe1x
iωme ũe1z = 0
Sustituyendo el valor de la componente y de la velocidad en la ecuación del movimiento del eje x,
ésta se reduce a:
e2 B02
(1) iωme ũe1x = −eẼ1 + i ũe
ωme 1x
k
(2) ωñe1 = kne0 ũe1x ⇒ ñe1 = ne0 ũe1x
ω
ne e
(3) − iε0 k Ẽ1 = −eñe1 ⇒ Ẽ1 = −i 0 ũe1x
ε0 ω
Sustituyendo en la primera ecuación y despejando ω obtenemos la solución buscada, solución que
resulta ser sólo oscilante (no propagativa al no aparecer k):
ne0 e2 eB0 2
2
1/2
ω = + = ωp2 + ωc2 ; 2
ω = ωh = ωpe + ωc2 ,
ε0 me me
| {z } | {z }
ωp2e ωc2
consideramos por el momento que no existe término por colisión entre las partículas, lo que
darían lugar a la atenuación de la onda electrónica como ya sabemos; la ecuación de continuidad
para el fluido electrónico y la ecuación de Poisson para describir la separación espacial durante la
oscilación de la carga electrónica respecto a la iónica.
1) Ecuación de Euler:
γ(adia.)
∂~ue1 ↓
me ne0 ~ ue = −ene E
+ (~ue1 · ∇)~ ~ 1 −ene (~ue ×B~ 0 )− 3 kB Te ∇n ~ e .
1 0 0 1 0 1
∂t
Aceptamos que el campo magnético B ~ 0 en el interior no se ve afectado por
el movimiento de las cargas. Esto hará que podamos escribir el campo sin
perturbar. A la hora de linealizar las ecuaciones despreciamos el termino de
gradiente de velocidad de la ecuación de Euler, ya que dará un producto de
perturbaciones de segundo orden en la perturbación.
2) Ecuación de continuidad:
∂ne1 ~ · ~ue = 0
+ ne 0 ∇ 1
∂t
3) Ecuación de Poisson:
~ ·E
ε0 ∇ ~ 1 = −ene
1
Hacemos las consideraciones de que partimos del fluido en reposo, en el que el campo y la velocidad
sin perturbar son nulos. Debemos notar también que durante un periodo de oscilación, aunque
la compresión-descompresión del fluido electrónico será pequeña, al ser adiabático el proceso la
temperatura electrónica estará perturbada: Te = Te0 + Te1 ; con Te1 <<< Te0 . Dicho esto,
pasamos a escribir las ecuaciones anteriores en componentes, linealizando a la perturbación:
∂ue1x ~ ∂ue1y ~ 1x~i − ene E~ 1y~j − ene B0 ue ~i + ene B0 ue ~j−
(1) me ne0 i + m e ne 0 ~j = −ene0 E 0 0 1y 0 1x
∂t ∂t
∂n ∂n
−3kB Te0 e1 ~i − 3kB Te0 e1 ~j
∂x ∂y
∂ne1 ∂ue1x ∂ue1y
(2) = −ne0 − ne0
∂t ∂x ∂y
∂E1x ∂E1y
(3) ε0 + ε0 = −ene1
∂x ∂y
~
Ahora imponemos soluciones armónicas del tipo ei(ωt−k·~r) para todas las perturbaciones, por lo
que tenenos
3kB Te0 (−ikx )
(1a) iωũe1x me = −eẼ1x − eB0 ũe1y − ñe1
ne 0
3kB Te0 (−iky )
(1b) iωũe1y me = −eẼ1y + eB0 ũe1x − ñe1
ne0
Estas son las ecuaciones de Euler para el eje x y para el eje y. Para las ecuaciones de continuidad
y de Poisson, resulta
kx ky
~k · u~˜e
1
(2) ωñe1 = ne0 [kx ũe1x + ky ũe1y ] ⇒ ñe1 = ne0 ũe1x + ũe1y = ne0
ω ω ω
˜ ˜ e
(3) − iε0 [kx Ẽ1x + ky Ẽ1y ] = −iε0~k · E~1 = −eñe1 ⇒ ~k · E~1 = −i ñe1
0
Sustituyendo (2) en (3) tenemos
ene0
(4) kx Ẽ1x + ky Ẽ1y = −i kx ũe1x + ky ũe1y
ε0 ω
Por otra parte, si multiplicamos la ecuación (1a) por kx y la (1b) por ky ,
4.2. OSCILACIONES Y ONDAS ELECTRÓNICAS. 117
siendo:
ωp ⇒ frecuencia del plasma de los electrones
ωc ⇒ frecuencia ciclotrónica del plasma de los electrones
vth ⇒ velocidad térmica de los electrones
ωh ⇒ frecuencia híbrida de oscilación de los electrones,
por lo que queda ω 2 = ωh2 + vcm
2 k 2 = ω 2 + 3v 2 k 2 . Sacando la raiz cuadrada, llegamos a la relación
h th
de dispersión buscada:
118 4.2. OSCILACIONES Y ONDAS ELECTRÓNICAS.
q
ω= 2 k2 .
ωh2 + 3vth
Im:
2
−νe ω = 6vth αβ
La diferencia respecto al caso de ondas electrónicas atenuadas sin campo magnético es que se
sustituye en la ecuación de propagación ωp2 por ωh2 . De nuevo, para el caso de propagación con
baja atenuación α << β, consecuencia de que νe << ω, las expresiones separadas anteriores se
simplifican notablemente.
4.3. ONDAS IÓNICAS. 119
~ = −∇φ
E ~ ⇒E~ = − ∂φ~i
∂x
Escribimos las perturbaciones, siendo las perturbaciones mucho mas pequeñas que los valores de
equilibrio.
n i = n i 0 + n i1
n i1 ≡ n e 1
ne = ne0 + ne1
~ = E ~ 0 +E ~1
E
|{z}
=0 ~ 1 = −∇φ
E ~ 1
φ = φ0 +φ1
|{z}
=Cte
iωmi ni0 ũi1 = ikeni0 φ̃1 + ik3kB Ti0 ñi1 , al linearizar en las perturbaciones este último término.
En el equilibrio, para los electrones debe cumplirse que la fuerza neta actuando sobre ellos sea
nula. Es un equilibrio de sedimentación electrostático. Nos permite relacionar la perturbación en
el potencial φ1 con la perturbación en la densidad electrónica ne1 .
eφ1
ne (φ1 ) = ne0 e kB Te0 .
El caso en el que eφ1 << kB Te0 podemos hacer un desarrollo en serie de potencias para linealizar.
En este caso:
eφ1 eφ1
ne ' ne0 1 + + · · · ' ne0 + ne0 = ne 0 + ne 1
kB Te0 kB Te0
| {z }
ne1 =ni1
Ya podemos resolver nuestro sistema de ecuaciones para el movimiento oscilatorio de los iones
acompañados de los electrones, para lo cual llevamos (2) y (3) a (1)
kB Te0 k k
(1) ωmi = ek
n
i0 + k3kB Ti0
e
n
i0 ω ω
El sistema es compatible determinado. Llegamos a la relación de dispersión en su forma cuadrática,
real pura ya que no hemos considerado término de colisión o fricción en la ecuación de Euler para
el fluido iónico no magnetizado:
c2
zk T }| 3k T {
2 B e0 B i0 2
ω = + k = c2 k 2
mi mi
Si tomamos la raíz cuadrada, queda la ecuación de una recta, que gráficamente es:
ω = ck
4.3. ONDAS IÓNICAS. 121
1
kB Te0 3kB Ti0 2
donde tg α = vf = vg = + = c es constante.
mi mi
Al ser vf = vg , el medio (plasma) no es dispersivo y además no hay región prohibida a la propa-
gación. Tampoco aparece posibilidad de sólo oscilación iónica colectiva para temperaturas nulas
como aparecía en las oscilaciones electrónicas.
Tenemos que justificar en esta aproximación que no haya separación espacial de carga, que es
nuestra hipótesis de partida, y no usar la ecuación de Poisson. Esto va a ser aproximadamente
acertado a bajos valores de (ω, k) cuando la longitud de onda λ sea mucho mayor que la longitud de
Debye λD y la perturbación armónica aprecie al plasma siempre eléctricamente cuasi-neutro (fuera
de la esfera de apantallamiento de Debye). En esta circunstancia, la relación de Boltzmann para
electrones resulta aplicable respecto a la oscilación de los iones. Podemos recordar la obtención
de esta relación de Boltzmann a partir de la ecuación de movimiento para el fluido electrónico
y suponiendo compresión isoterma de los elementos de volumen de los electrones en situación
estacionaria.
∂~
u e ~ u = −ene E~ − ∇p
~ e = ene ∇φ
~ − ∇p~ e = 0 (Equilibrio dinámico)
me ne + (~ue · ∇)~
∂t | {z }e
=0
~
~ = ∇p
ene ∇φ ~ e = pe ∇ne
ne
∂ ∂
(eφ1 ) = (kB Te ln ne ) ⇒ eφ1 = kB Te ln ne + cte, cte = −kB Te ln ne0
∂x ∂x
eφ1
ne (φ1 ) = ne0 (φ1 = 0)e kB Te
Segundo tratamiento: con relación de Boltzmann para electrones y ecuación de Poisson para iones.
Ahora vamos a tener que se rompe la cuasineutralidad, ni 6= ne , a altas (ω, k) durante la rápida
oscilación como consecuencia de la existencia de agitación térmica en iones y electrones. Altas k
significa bajas λ; es decir, cuando la longitud de onda λ sea del orden o inferior a la longitud de
Debye λD .
Usaremos nuestro modelo de fluido con la ecuación de Poisson para los iones; ahora deja de ser
válida la relación de Boltzmann para los electrones aplicada o transportada a los iones.
Ecuaciones de nuestro modelo:
(1) Ecuación de Euler: igual en todo que en el tratamiento anterior.
(2) Ecuación de continuidad: igual en todo que en el tratamiento anterior.
122 4.3. ONDAS IÓNICAS.
ε0 k 2 φ̃1
ei(ωt−kx) i(ωt−kx)
ε0 k 2 φ̃1 = e(ñi1 − ñe1 ) (3b)
= e(ñi − ñe ) ⇒
1 e
1
Seguiremos considerando válida la relación de Boltzmann para los electrones solamente, por lo
que (3a)
ne0 e
ñe1 = φ̃1
kB Te0
ne0 e2 ne0 e2
2
2
ε0 k φ̃1 = eñi1 − φ̃1 ⇒ ε0 k +
φ̃1 = eñi
1 ⇒ (Ecuación de Poisson-
kB Te0 ε0 kB Te0
| {z }
λ−2 2
D =kD
Boltzmann).
21
ne0 e2
ε0 (k + 2 2
kD )φ̃1 = eñi1 con kD = λ−1
D = (inverso de la longitud de Debye).
ε0 kB Te0
Podemos escribir:
ε0 (k 2 λ2D + 1)φ̃1 = eλ2D ñi1
En esta última ecuación despejamos φ̃1 y sustituimos en ella la perturbación en la densidad iónica
obtenida de la ecuación de continuidad:
e λ2D e λ2D k
φ̃1 = 2 2 ñ i1 = 2 2 ni0 ũi1 .
ε0 k λD + 1 ε0 k λ D + 1 ω
Ahora usamos la ecuación de Euler para iones obtenida en el tratamiento anterior:
ωmi ni0 ũi1 = keni0 φ̃1 + k3kB Ti0 ñi1 ,
donde introducimos el valor de φ̃1 , y sustituyendo en ella tenemos:
e
n
i0 λ2D k k
ωmi
n ũ
i 0 i1 = keni0 ũ
i + k3kB Ti0
n
i0 ũ
i
ε0 k 2 λ2D + 1 ω 1 ω 1
ni0 e2 λ2D
2 3kB Ti0
ω = + k2 ,
ε0 mi k 2 λ2D + 1 mi
siendo la frecuencia iónica del plasma o frecuencia del plasma para iones Ω2p ≡ ωpi
2
:
ni0 e2 ne0 e2
Ω2p = ωpi
2
= , 2
ωpe = .
ε0 m i ε0 me
me 2
2
Se cumple que ωpi = ω ⇒ Ωp ' 10−2 ωp
mi pe
Teniendo todo esto en cuenta llegamos a la relación de dispersión:
λ2
2 3kB Ti0
ω = Ω2p 2 2D + k2
k λD + 1 mi
En el caso que Ti0 = 0, tendríamos sólo una oscilación colectiva de los iones.
3) λ ' λD , k 2 λ2D ' 1
2 kB Te0 3kB Ti0
ω ' + k2
2mi mi
La onda electrónica que acompaña a la onda iónica sigue siempre a la onda de potencial electros-
tático perturbado. En todo nuestro planteamiento hemos aceptado que todas las magnitudes están
perturbadas pero muy débilmente (pequeñas perturbaciones) para poder linealizar las ecuaciones
y tener una teoría lineal de las oscilaciones y ondas en plasmas.
(1) iωũi1 mi ni0 = −eni0 φ̃1 (−ik) − 3kB Ti0 (−ik)ñi1 − mi ni0 νi ũi1
kũi1
(2) ωñi1 = kni0 ũi1 ⇒ ñi1 = ni0
ω
2
(3) k ε0 φ̃1 = e(ñi1 − ñe1 )
Ahora introducimos en esta última ecuación (3) el término relativo a la relación de Boltzman para
electrones
ne0 e
ñe1 = φ̃1
kB Te0
ne 0 e 2
(3) k 2 ε0 φ̃1 = eñi1 − φ̃1
kB Te0
2
2 n e0 e
k + ε0 kB Te φ̃1 = eñi1
ε0
0
| {z }
λ−2 2
D ≡kD
eni0 k u˜i1
φ̃1 = 2 ).
ε0 ω(k 2 + kD
Llevando esto junto con la expresión (2) a la expresión (1) y operando, obtendremos la relación
de dispersión buscada,
ini0 e2 k 2 ni0 u˜i1 i3kB Ti0 k 2 ni0 ũi1
(1) iωũi1 mi ni0 + mi ni0 νi ũi1 = 2) +
ε0 ω(k 2 + kD ω
Simplificamos ini0 u˜i1 , y queda
e2 ni0 k2 3kB Ti0 2
ωmi − imi νi = 2 2 + k
ε0 ω (k + kD ) ω
e 2 n i0 k2 3kB Ti0 2
ω 2 − iωνi = 2) + k ,
ε0 mi (k 2 + kD mi
| {z } | {z }
2 ≡Ω2
ωpi 2
3vth
p i
con k 2 = β 2 − α2 + 2iαβ
Si dividimos en parte real e imaginaria nos queda:
2 kB Te0 kB Ti0
(Re) ω = +3 (β 2 − α2 )
mi mi
kB Te0 kB Ti0
(Im) − ωνi = +3 2αβ
mi mi
• k >>> kD (λ <<< λD
La relación de dispersión quedaría:
ω 2 − iνi ω = Ω2p + 3vth
2
i
k2
con k 2 = β 2 − α2 + 2iαβ
Si dividimos ahora en parte real e imaginaria nos queda:
kB Ti0 2
(Re) ω 2 = Ω2p + 3 (β − α2 )
mi
kB Ti0
(Im) − ωνi = 3 2αβ
mi
126 4.4. ONDAS ELECTROMAGNÉTICAS.
• Caso general
1
ω 2 − iνi ω = Ω2p 2) + 3v 2
thi k
2
(k 2 + kD
Desarrollemos primeramente:
1 1 1 β 2 − α2 + kD2 − i2αβ
2 = 2 = 2 = 2 )2 + (2αβ)2 =
k 2 + kD (β + iα)2 + kD β 2 − α2 + 2iαβ + kD (β 2 − α2 + kD
β 2 − α 2 + kD 2
2αβ
= 2 2 2 2 2
−i 2 2 2 )2 + (2αβ)2
(β − α + kD ) + (2αβ) (β − α + kD
| {z } | {z }
X Y
ω 2 − iνi ω = Ω2p (X − iY ) + 3vth 2
2
k = Ω2p X − iΩ2p Y + 3vth 2
2
(β − α2 +
i i
2iαβ) =
= (Ω2p X + 3vth 2
)(β 2 − α2 ) + 2Ω2p αβY +i (Ω2p X + 3vth 2
)2αβ − Ω2p (β 2 − α2 )Y
i i
β 2 − α2 + kD2 4Ω2p α2 β 2
2
ω = Ω2p 2 )2 + (2αβ)2 + 3v 2
thi (β 2
−α 2
)+ 2 )2 + (2αβ)2
(β 2 − α2 + kD (β 2 − α2 + kD
Como podemos observar, tanto en los casos límite como en el caso general, si el término que
produce la atenuación es tan pequeño que podemos despreciar el valor de α frente al de β, o
haciendo directamente α = 0, con estas relaciones llegaríamos a la expresión anterior que ya
hemos estudiado de propagación de ondas iónicas sin atenuación. Para α <<< β, caso de débil
atenuación, las expresiones anteriores se simplificarían notablemente.
4.3.3. ~ = B0~k
Ondas iónicas con campo magnético externo (⊥) : B
Suponemos ahora que de nuevo no existe atenuación pero hay un campo magnético externo esta-
cionario y uniforme en el eje z, y buscaremos propagación de ondas iónica en el eje x: B ~ = B0~k;
~ ~ ~ ~
vector de onda k = k i y la perturbación eléctrica E1 = E1 i. Por último, existirá agitación térmica
para los iones: Ti 6= 0.
En estas circunstancias ya sabemos que la única ecuación que cambia es la ecuación de Euler en la
que debe aparecer una componente magnética nueva en la fuerza de Lorentz debido a la existencia
del campo magnético externo B0 :
(Continuar el desarrollo de este punto como trabajo)
del campo eléctrico inducen un campo magnético que ahora no es el campo magnético externo,
~ 0 , sino el provocado por las ecuaciones de Maxwell. Estas ondas electromagnéticas serán ondas
B
transversales muy diferentes de las ondas electrostáticas (longitudinales) que hemos estudiado
hasta ahora. Las ecuaciones de Maxwell relevantes para el problema son:
~
~ = − ∂ B (1)
~ ×E
∇
∂t
" #
∂ ~
E ∂ ~
E ~j
~ ×B
∇ ~ = ε0 µ 0 + µ0~j = ε0 µ0 + (2)
∂t ∂t ε0
Naturalmente E~ yB ~ son las perturbaciones del campo eléctrico y del campo magnético de la onda
electromagnética, que encontraremos en general:
~ =E
E ~0 + E
~1 = E
~1 ⇒ E
~0 = 0
~ =B
B ~0 + B
~1 = B
~1 ⇒ B
~0 = 0
∂ ∂B~1 ~1
∂2B
= ε0 µ 0 (− ) = −ε0 µ0 (3)
∂t ∂t ∂t2
Para ondas planas armónicas propagándose en el eje ~r con vector de onda ~k, buscamos soluciones
~
≈ ei(ωt−k·~r) . Imponiendo estas soluciones, (3) queda como sigue:
2
−i~k × (−i~k × B
~ 1 ) = − ~k(~k · B
f f ~ 1 = ω B
~ 1 ) − k2 B
f ~1
f
| {z } c2
=0
donde ~j1 = ~je1 es la densidad de corriente para los electrones libres, corriente que una vez lineali-
zada la perturbación vale:
~
~ × (∇
∇ ~ ×E
~ 1 ) = ∇(
~ ∇~ ·E
~ 1 ) − ∇2 E ~ × ∂ B1 (7)
~ 1 = −∇
∂t
Teniendo en cuenta la ecuación (6), resulta
!
1 1 ∂~je1 ∂2E~1
=− 2 + (7).
c ε0 ∂t ∂t2
Para las soluciones armónicas que buscamos tenemos, después de eliminar las exponenciales, que
2 ~ ~ ~ 2~ ~ f ~ ~
2f 1 1 ~f ~
2 2f
i k × (k × E1 ) = i [k(k · E1 ) − k E1 ] = − 2 iω je1 + i ω E1 (8)
f
| {z } c ε0
=0
~ 1 = iω ~jf
ω 2 − c2 k 2 E
f
e (9)
ε0 1
Usamos ahora la ecuación de Euler para el fluido electrónico oscilante linealizada en la parturba-
ción, en la que despreciamos la agitación térmica de los electrones (Te = 0) de manera que éstos se
mueven todos en fase bajo la acción del campo E ~ 1 , el término magnético de la fuerza de Lorentz
~ue1 × B~ 1 que es de 2 orden en la perturbación, así como no consideramos el término resistivo o
o
colisional por lo que los electrones en su oscilación no friccionan con el resto del plasma. En estas
4.4. ONDAS ELECTROMAGNÉTICAS. 129
∂~ue1 ~1
eE
f ~1
eE
f
me ~1
= −eE ⇒ e1 = −
~uf =i (10)
∂t ime ω me ω
Como ~je1 = −ene0 ~ue1 , de la expresión (10) tenemos que
~1
eE
f
e2 ne0 e ne0 e2 ε0 ε0
~jf
e1 = en e0 = −i ~ 1 = σE
E ~1
e
⇒ σ = −i = −iωp2 (11)
ime ω me ω m e ε0 ω ω
| {z }
σ
Esta es la ley de Ohm que relaciona la densidad de corriente eléctrica con el campo eléctrico en
la que aperece la conductividad eléctrica σ que resulta imaginaria pura, negativa e inversa a la
frecuencia ω. Llevando este resultado a la expresión (9) queda
ω e2 ne0 f
~1 = − i ~1
ω 2 − c2 k 2 ω 2 = ωp2 + c2 k 2
f
E i E ⇒
ε0 me ω
Esta es la relación de dispersión de las ondas electromagnéticas (transversales) propagándose por
una plasma homogéneo e isótropo, ilimitado (infinito), sin campo magnético externo, sin agitación
térmica de los electrones (frío, Te = 0) y sin fricción o colisiones de éstos con el resto del plasma
(plasma no colisional). Esto último hace que durante la propagación las ondas electromagnéticas
no sufran atenuación (medio sin pérdidas) por ser σ imaginaria pura.
Analicemos este punto algo más... Como no tenemos término resistivo o de fricción del fluido elec-
trónico con el resto del plasma, la conductividad eléctrica del plasma como medio de propagación
de las ondas electromagnéticas es imaginaria pura y con una dependencia inversa de la frecuen-
ω2
cia ω. Como consecuencia, la permitividad relativa del plasma es εr = εp = 1 − ωp2 , real pura.
Desde el punto de vista electrodinámico, se trata por tanto de un medio sin pérdidas en el que
las ondas electromagnéticas no se atenúan durante su propagación. Esta circunstancia cambiará
cuando tomemos en consideración el término resistivo en la ecuacion de movimiento del electrón
130 4.4. ONDAS ELECTROMAGNÉTICAS.
promedio, apareciendo pérdidas resistivas que atenuarán la onda durante su propagación como
describiremos a continuación.
A bajas frecuencias (bajos valores de k ) siempre por encima de ωp , el medio es dispersivo con
vf = ωk > c y vg = dω dk < c. A frecuencias altas (altos valores de k ), el medio es no dispersivo
con vf = vg = c. Siempre se cumple que vf vg = c2 . De nuevo a bajas frecuencias, el plasma se
comporta como un filtro paso alta a la propagación, y la densidad electrónica del plasma es la
magnitud que determina tal característica electrodinámica. Para una ω dada, existe una densidad
electrónica crítica tal que determina ωp por debajo de la cual no hay propagación. Esto quiere
decir que k se vuelve imaginario y representa soluciones o modos evanescentes de la relación de
dispersión. En la zona de propagación, para ω > ωp , las ondas electromagnéticas no se atenúan.
En lo que sigue, deberemos investigar la influencia de las colisiones de los electrones con el res-
to de las partículas del plasma, introduciendo el término resistivo en la ecuación de movimiento
del electrón promedio que hemos despreciado en el caso anterior. Así mismo, la existencia de
agitación térmica (Te 6= 0) en la propagación de las ondas electromagnéticas en plasmas. Final-
mente, el efecto que un campo magnético externo B ~ 0 provoca en dicha propagación al introducir
anisotropías.
Como es habitual, el subíndice 1 indica que las ecuaciones están linealizadas en la perturbación,
ya que los valores de equilibrio son nulos, por la cuasineutralidad y porque partimos del del fluido
electrónico en reposo.
Ya sabemos que
0
j~1 = j~e1 = −ene ~ue = −e(ne0 + ne1 )( >+ u~e ) = −ene ~
u~e
0 1 0 ue1
donde hemos eliminado el producto [ne1 u~e1 ] por ser producto de dos perturbaciones.
0
~j = j~0 + ~je1
La densidad de corriente j~1 es debida exclusivamente al movimiento de los electrones, que son los
únicos que oscilan.
Derivamos (14) respecto a t:
( )
∂ ~ 1 1 ∂~je1 ∂2E~1
(∇ × B~1 ) = 2 +
∂t c ε0 ∂t ∂t2
4.4. ONDAS ELECTROMAGNÉTICAS. 131
~ ˜ ~˜
Imponemos soluciones armónicas del tipo ei(ωt−k·~r) , donde los fasores (~j1 , E1 ), llevan la amplitud
y la fase inicial. Para la expresión anterior tenemos
porque ~k⊥E
~
*0
2 ~ ~ ˜
~ 2 ~ ~ ~ ˜
2~ 1 1 ~˜ ˜
2 2~
i [k × (k × E1 )] = i [k(
k · E 1 ) − k E1 ] = − 2 iω je1 + i ω E1
c ε0
que conduce a
∂~ue ~
me ne + me ne νe ~ue = −ene E,
∂t
donde νe es la frecuencia de colisión media < νe > de los electrones con el resto de las partículas
del plasma. Esta ecuación de Euler, linealizando en la perturbación e imponiendo soluciones
armónicas, queda como:
˜e + me νe ~u
iωme ~u ~˜1
˜e = −eE
1 1
El término me νe ~ue1 es un término colisional de fricción resistiva, que será el encargado de producir
la atenuación de la onda. En él intervienen tanto la frecuencia de colisión media de los electrones
con el resto de las partículas de plasma, < νe >, como la perturbación en la velocidad del fluido
electrónico ~ue1 (salvo los electrones, el plasma está inmóvil durante la oscilación que produce la
perturbación):
eE~˜1
me ~u ~˜1
˜e (νe + iω) = −eE ⇒ ˜e = −
~u
1 1
me (νe + iω)
Introduciendo esta velocidad del fluido electrónico en la expresión de la densidad de corriente
obtenemos
CON DU CT IV IDAD
e2 n e2 ne0 ωp2
~˜je1 = −ene0 ~u
˜e = e0 ~˜1
E ~1
⇒ ~je1 = σ E ⇒ σ= = ε0 ,
1
me (νe + iω) me (νe + iω) νe + iω
siendo σ = σr + iσi una cantidad compleja. Operando pueden encontrarse las partes real e ima-
ginaria de la conductividad eléctrica del plasma como un simple ejercicio de álgebra compleja
132 4.4. ONDAS ELECTROMAGNÉTICAS.
˜ iω
~ e2 ne0 ˜ e2 ne0
(ω 2 − c2 k 2 )E
1 = E~1 ⇒ (ω 2 − c2 k 2 )(νe + iω) = iω
ε0 me (νe + iω) me ε0
| {z }
ωp2
c2 k 2 νe
(ω 2 − c2 k 2 )(νe + iω) = iωωp2 ⇒ ω 2 − iωνe − i − c2 k 2 = ωp2
ω
2 iνe
ω − iωνe = ωp2 2 2
+c k 1−
ω
k = β + iα ⇒ k 2 = β 2 − α2 + 2iβα
2 iνe νe h νe i
ω −iωνe = ωp2 +c2 (β 2 −α2 +2iαβ) 1− = ωp2 +c2 (β 2 −α2 )+2c2 αβ +i 2c2 αβ − c2 (β 2 − α2 ) .
ω ω ω
νe
(Re) ⇒ ω 2 = ωp2 + c2 (β 2 − α2 ) + 2c2 αβ
ω
νe
(Im) ⇒ −ωνe = 2c2 αβ − c2 (β 2 − α2 ) ,
ω
pudiéndose reescribir la parte imaginaria como:
νe2 νe
(Im) ⇒ νe2 = c2 (β 2 − α2 ) 2
− 2c2 αβ .
ω ω
Resolvemos el sistema anterior para encontrar las expresiones de β 2 − α2 y de 2αβ como función
de las tres frecuencias de interés en el problema, a saber ω, ωp y νe :
- (i) Para la parte real se obtiene, después de algunas operaciones:
ω 2 −ν 2
1 ω 2 − ωp2 + νe2
p e
2 2 ω 2 1 − ω2
β −α = 2 2 = 2 ;
c 1 + νe2 c 1 + νe22
ω ω
ωp2 νωe
2αβ = − .
c2 1 + νe22
ω
Para el caso particular de débil atenuación en que α << β, lo que ocurre cuando νe << ω, tenemos
como en casos anteriores unas relaciones más simples:
!1/2
ω ωp2
β∼
= 1− 2
c ω
∼ ω ωp2 νe
2ω
α=−
c ω2 ωp2
1/2
1− ω2
Cuando la frecuencia ω de la onda electromagnética que se propaga está muy alejada (es mu-
cho mayor) que la frecuencia del plasma ωp , las expresiones anteriores se simplifican aún más,
quedando:
!
ω 1 ωp2
β∼
= 1− − ...
c 2 ω2
!
ω ωp2 νe 1 ωp2
α∼
=− 1+ + ... .
c ω 2 2ω 2 ω2
o
∂~ue1 : 0 (2 orden...)
me ne0 + me ne0
(~u ~ ue = −ne eE
· ∇)~
e1
~ 1 − ∇p
~ e con ~
∇pe = 3kB Te0 ∇ne ~
1 0
∂t (movimiento adiabático del fluido electrónico.)
donde hemos introducido el término de fuerza debido a la agitación térmica de los electrones. Una
~
vez linealizada en la perturbación y para solución armónica ∼ ei(ωt−k·~r) , la ecuación queda:
˜e = −ene E
iωme ne0 ~u ~˜1 − 3kB Te ñe (−i~k)(16)
1 0 0 1
˜e ne0 ~ ˜
ω n˜e1 = ne0 ~k · ~u 1 ; ñe1 = k · ~ue1 (17)
ω
Usamos como ecuación (3) la de los campos electromagnéticos ya deducida enteriormente:
~˜ 2
˜e = − eE1
~u
˜ ˜e = −i e ne0 E
⇒ ~je1 = −ene0 ~u ~˜1 ,
1 1
ime ω me ω
que llevada a (18) resulta:
2
ω e ne0 ~˜ e 2 ne 0
~˜
(ω 2 − c2 k 2 )E 2
1 = −i ε m ω E 1 ⇒ (ω 2 − c2 k 2 ) = ⇒ ω 2 = ωp2 + c2 k 2
0 e ε m
| 0{z e}
ωp2
DESCARGAS EN GASES.
5.1. Introducción.
Para crear una descarga es necesario crear y mantener partículas cargadas, para ello es necesario
suministrar energía al sistema. Esta descarga puede producirse a partir de una reacción química
exoterma, de compresión adiabática, de un calentamiento externo de las paredes que contienen el
gas, a partir de una haz de partículas (neutras o ionizadas) o un láser (fotones).
Una vez conseguido que en el sistema exista una cierta porción de partículas cargadas mediante
una variación cíclica del campo magnético que produce compresión adiabática y una calentamiento
de las partículas cargadas.
Las descargas en gases consisten en la aplicación de una campo electromagnético al gas neutro. La
energía electromagnética se transfiere produciendo y manteniendo partículas cargadas, la mayor
parte del plasma de laboratorio, plasmas fríos son creados a partir de una descarga en gases. Una
vez que se consigue la respuestas, si se consigue equilibrar la ionización con las pérdidas se consigue
el plasma estable. La transferencia de energía para provocar la ruptura puede producirse a partir
de una corriente continua (DC), de una corriente alterna a bajas frecuencias (AC) o a partir de
radiofrecuencias (RF), ya sena altas o bajas; si se sigue aumentando la frecuencia se llega a las
descargas de microondas (µW ).
e 2 ne ωp2 0 1
σ= = .
me υe υe η
La relación entre la conductividad y la movilidad electrónica es:
σ = ene µe .
135
136 5.3. DESCARGAS DE ARCO.
Las colisiones electrón-neutro pueden ser de tipo elástico o inelástico y en este caso se da lugar
a una ionización o a la emisión de un fotón. En las colisiones elásticas la potencia disipada se
escribe:
j2 me e 2 e2 ne 2 2 2ωp2
P = ηj 2 = σ = σE 2 = e2 ne
j = me υe E ⇒ P = 21 0 E 2 e0 m
ne 2
e υe
= 12 0 E 2 υe ⇒ P = 12 0 E 2 υ∗ ,
2ωp2 2e2 ne 2σ
siendo υ∗ = υe = 0 me υe = 0 .
Analicemos la características V-I de una descarga en DC:
• Descarga croma: Corresponde a la región más baja de intensidad, la energía
de las partículas cargadas es tan baja que muy pocas partículas neutras son
excitadas. De manera que la emisión de fotones será muy débil.
La descarga croma de Townsend, al seguir aumentando la tensión, aumenta la
intensidad por encima de la intensidad de saturación:
e αd
I = I0 1−γ(eαd −1) ,
Debido
qa que la descarga es un medio conductor, los campos penetran en al descarga una distancia:
2
δd = ωµσ .
Esto puede provocar que los campos solo penetren en el contorno de la descarga, por tanto:
Analicemos el comportamiento del plasma con el campo variable con el tiempo. Consideremos tres
situaciones:
• f < υe : En este caso los electrones sufren más de una colisión en cada periodo
de oscilación del campo.
me ne d~
u
dt = me E0 sin (ωt) − me ne υe ~
u.
2
me ddt2x + me υe dxdt = eE0 sin (ωt) ⇒ x = C1 sin (ωt) + C2 cos (ωt) ⇒ x =
− Em0ee (ω2 +υ
1
2) sin (ωt) + υe
ω cos (ωt) ⇒ ux 0ω(C1 cos (ωt)−C2 sin (ωt) = − eE0 ω
me (ω 2 +υ 2 ) sin (ωt) −
υ
ω
e e
E02 υe2 2
.Eeq =
2 ω 2 + υe2
Definamos análogamente a como se hizo en DC, la frecuencia de transferencia
de energía:
1 1
ωe = 0 E02 sin2 (ωt) ⇒< ωe >= 0 E02 .
2 4
y entonces:
2 2ω 2 υe
< P >= 0 E02 2nmeee υe
(ω 2 +υe2 )
= 41 0 E02 (ω2pe
+υ 2 )
⇒< P >= 14 0 E02 υ∗
e
2ωpe2 υ
e
done: υ∗ = (ω 2 +υe2 )
.
• f > υe : En este caso el electrón entre dos oscilaciones consecutivas esta enla-
zado con el campo:
eE0
me du
dt = eE0 sin (ωt) ⇒ u = − me ω cos (ωt) + cte.
Existe un desfase de pi/2 entre la velocidad de los electrones y el campo apli-
cado. Por existir este desfase:
p(t) = F (t)n(t) = cte sin (ωt) cos (ωt) ⇒< p >= 0.
De no existir colisiones < p >= 0, los electrones no ganarían potencial. Es en
las colisiones donde se produce un desfase adicional que conduce a una potencia
media absorbida distinta de cero. Los electrones absorben energía del campo
porque colisionan.
• f > ωpe → T < Tpe En este caso el tiempo de variación del campo es menor
que el tiempo de respuesta del plasma. Esto hace que una perturbación pueda
propagarse por el plasma sin que sufra apantallamiento.
En esta situación, el campo se comporta como un medio dieléctrico, sobre el que
se propaga una onda y parte de la energía que transprota la onda es absorbida
por el plasma, situación típica de las descargas de microondas.
138 5.5. DESCARGAS PRODUCIDAS POR MICROONDAS.
DIAGNOSIS DE PLASMAS
6.1. Introducción.
Los métodos o técnicas de diagnosis de plasmas nos permiten determinar experimentalmente
las principales características de los mismos sobre la base del conocimiento de los valores de
sus magnitudes físico-químicas, relativas a su composición, densidades de especies, temperaturas,
campos y corrientes. Cada una de ellas se basa en fenómenos físicos que se dan dentro del plasma
de forma natural o mediante su interacción desde el exterior con del mismo, y que caracterizan el
plasma y su estado.
139
140 6.1. INTRODUCCIÓN.
De forma general podría decirse que conocidas ó determinadas las anteriores magnitudes, puede
conocerse prácticamente todo en el plasma. En este tema analizamos por separado cada una de
estas técnicas.
La diagnosis de plasmas por sondas de diversa naturaleza permite la determinación de las prin-
cipales características del mismo como densidad electrónica ne , densidad iónica ni , temperatura
electrónica Te , potenciales de plasma Vp y flotante Vf , función de distribución de energía electrónica
(FDEE), corrientes eléctricas así como campos eléctricos y magnéticos en su seno. Históricamente
se debe a Langmuir la introducción de estas técnicas.
Existen distintos tipos de sondas para la diagnosis de plasmas, pudiéndose distinguir entre:
• eléctricas y magnéticas
• simples y dobles
• estáticas y dinámicas
Específicamente para sondas eléctricas, por otra parte las más usadas en diagnosis de plasmas,
mediante la curva característica I-V de la sonda puede diagnosticarse, muy localmente y tanto
en situaciones estacionarias como transitorias, ne , ni , Te , y así como los potenciales Vp y Vf . Para
ello, se utilizan las distintas regiones de dicha curva, en cada una de la cuales dominan o compiten
las corrientes electrónicas e iónicas captadas por la sonda (ver Figura 2b para sonda simple).
Dicha discriminación se consigue para sonda simple polarizando ésta positiva o negativamente
respecto al plasma. En doble sonda, la polarización que se realiza es de una de ellas respecto a la
otra, mientras que en las sondas eléctricas dinámicas se superpone una señal de RF a una sonda
simple o a una doble sonda pudiéndose analizar las resonancias del sistema sonda-plasma. Dichas
resonancias están gobernadas por el valor de ne a través de la frecuencia del plasma ωp .
142 6.2. DIAGNOSIS POR SONDAS.
• Pueden viajar por el plasma usándolo como medio de propagación de tal ma-
nera que las características propagativas de los campos electromagnéticos (nú-
mero de onda β, coeficiente de atenuación α) quedan ligadas o determinadas
por las características constitutivas de dicho medio (composición, densidad,
temperatura): determinan las técnicas puramente propagativas;
• Durante esta propagación, las ondas electromagnéticas pueden eventualmente
sufrir interferencias entre ellas, reflejarse y/o refractarse en sus contornos así
como dispersarse, todo lo cual posibilita la diagnosis al estar los anteriores fenó-
menos ondulatorios determinados por las condiciones del plasma: determinan
las técnicas de interferometría y reflectometría;
• Pero estas ondas también pueden inducir oscilaciones forzadas en los plasmas
excitando sus frecuencias de resonancias, relacionadas de una forma u otra
con la frecuencia del plasma ωp . Cavidades resonantes que contienen plas-
ma, guías de onda rectangulares atravesadas por tubos de plasma y antenas
6.3. DIAGNOSIS ELECTROMAGNÉTICA. 145
ωp2 νe ωp2
εr = 1 − ; εi = − ;
ω 2 + νe2 ω ω 2 + νe2
ωp2 ωp2
σr = ε0 νe ; σi = −ε0 ω
ω 2 + νe2 ω 2 + νe2
ωp2 νωe
2αβ = −
c2 1 + νe22
ω
146 6.3. DIAGNOSIS ELECTROMAGNÉTICA.
ω >> ωp , νe .
Figura 5a. Relación de dispersión en forma cuadrática para la propagación de las ondas
electromagnéticas en plasmas homogéneos ilimitados. En sombreado, la zona prohibida a dicha
propagación
El rango de frecuencias de trabajo va desde el infrarrojo hasta la radiación X, pasando por el visible,
el ultravioleta, etc. El espectrómetro es el instrumento que permite la medida de la intensidad
radiante en función de su frecuencia. Existen diferentes tipos dependiendo de sus características.
Según la densidad de partículas cargadas en el plasma (electrones e iones), las líneas espectrales
espontáneamente emitidas por éste están más o menos ensanchadas así como desplazadas. Di-
cho ensanchamiento y desplazamiento de líneas espectrales, denominado Stark por basarse en el
efecto del mismo nombre, puede determinarse a partir de ciertos modelos computacionales y su
comparación con el ensanchamiento medido experimentalmente permite la diagnosis de una for-
ma indirecta. Para el uso de los resultados computacionales de estos modelos de ensanchamiento
de línea es necesario el conocimiento previo de las temperaturas electrónica e iónica. Permite la
determinación de la densidad de partículas cargadas, ne = ni .
Ensanchamiento Doppler
Radiación de continuo
La llamada radiación de continuo - que en contraposición con las líneas espectrales es emitida de
forma continua a cualquier frecuencia - tiene su origen en los procesos de recombinación radiativa
6.4. DIAGNOSIS ESPECTROSCÓPICA. 155
Scattering Rayleigh
La dispersión elástica de fotones por los electrones ligados de átomos permite de forma parecida
al scattering Thomson la determinación de la temperatura Tgas de éstos. La señal Rayleigh -
mucho más intensa y estrecha - se superpone a la señal Thomson, de la que debe ser separada.
En plasmas, esta radiación supone un inconveniente para el scattering Thomson.
Scattering Raman
Este scattering puede ser también inelástico en presencia de moléculas excitando trasiciones vibro-
rotacionales. Del análisis de la señal Raman puede también obtenerse información de Tgas .
Laser induced fluorescence (LIF), optogalvanic spectroscopy, resonance absorption, laser holo-
graphy, laser induced breakdown spectroscopy (LIBS), ... que dejamos para posteriores estudios
avanzados.
Figura 10a. Niveles de energía del átomo de hidrógeno y series de transiciones radiativas
(Lyman, Balmer, Paschen,...)
Figura 10b. Línea espectral Hβ del hidrógeno para baja resolución espectral
158 6.4. DIAGNOSIS ESPECTROSCÓPICA.
Aunque todas las líneas emitidas por el plasma sufren este ensanchamiento, las de la serie Balmer
del hidrógeno (Hα , Hβ , Hγ ...) son muy utilizadas por estar sus ensanchamientos muy bien calcula-
dos por los modernos modelos computacionales de ensanchamiento. Usando de forma combinada
dos o más espectros ensanchados, puede determinarse al mismo tiempo de forma aceptable ne y
Te . Es el denominado SIM o método de intersección (o de cruce) por ensanchamiento Stark de
líneas espectrales (Stark Intersection Method). Las teorías y modelos de ensanchamiento Stark se
han ido refinando desde las primeras debidas a Holstmark y Lorenzt, y en la actualidad incor-
poran una gran cantidad de detalles microscópicos y cinéticos que los hacen cada vez más fiable
para la diagnosis de plasmas. Entre ellos cabe destacar los que incorporan distribuciones cinéticas
para todas las partículas (no sólo para electrones) así como situaciones alejadas del Equilibrio
Termodinámico Local (ETL).
Las técnicas de espectroscopía atómica de emisión se complementan con las de absorción, para lo
cual se irradia externamente el plasma midiéndose lo que éste absorbe a cada longitud de onda.
Después de calibración, pueden determinarse las poblaciones de las especies absorbentes y así
contribuir a su diagnóstico.
160 6.5. OTRAS TÉCNICAS DE DIAGNOSIS.
6.6. Conclusiones.
La diagnosis de plasma reúne el conjunto de técnicas que permiten de diferentes formas determinar
distintas magnitudes características de los plasmas, que incluyen densidades de especies y tempe-
6.6. CONCLUSIONES. 161
La teoría cinética, en cualquiera de sus grados de aproximación y rigor matemático, como teoría
microscópica permite la obtención de soluciones para problemas relacionados con sistemas gaseosos
que pueden o no encontrase en equilibrio, tanto en problemas simples como en otros más complejos.
Hacemos aquí una breve introducción a la teoría cinética elemental que nos permita entender los
procesos colisionales que estudiamos en el Tema 1 de la asignatura Física del Plasma.
162
A.1. ECUACIONES DE SUPERVIVENCIA: FRECUENCIA DE COLISIÓN Y
RECORRIDO LIBRE MEDIO. 163
∂P (t)
P (t + dt) = P (t) + dt,
∂t
que integrada conduce a P (t) = Cte · e−At , donde Cte debe ser la unidad dado que en t = 0 es
seguro que aún no hay colisión (P (0) = 1).
La probabilidad P (t) de que no se produzca una colisión en el sistema (al menos una) disminuye
exponencialmente en el tiempo transcurrido desde la última colisión: cuanto más tiempo pasa,
mayor probabilidad existe en el sistema de que vuelva a haber una nueva colisión porque la
probabilidad de que no la haya disminuye. Introduzcamos finalmente una nueva probabilidad
como:
P(t)dt: probabilidad de que una partícula esté un tiempo t sin colisionar y luego lo haga en el
intervalo de tiempo dt posterior en el sistema.
Obviamente, en la hipótesis de independencia estadística de sucesos, esta probabilidad vale:
P(t)dt = P (t) · Adt = A · e−At dt, (P(t) es una densidad de probabilidad por intervalo de tiempo).
Se cumple:
Z ∞ Z ∞ Z ∞
−At
P(t)dt = A·e dt = ey · dy = 1,
0 0 0
haciendo el cambio de variable y = At, lo que indica que las partículas acaban finalmente colisio-
nando (normalización en el tiempo de P(t)).
A.1. ECUACIONES DE SUPERVIVENCIA: FRECUENCIA DE COLISIÓN Y
164 RECORRIDO LIBRE MEDIO.
ii) Recorrido libre medio o distancia media recorrida por las partículas entre colisiones: es la
distancia recorrida por una partícula promedio en el sistema a la velocidad media v̄ en cualquier
dirección durante el tiempo τ entre dos colisiones consecutivas: λ = ¯l = v̄t = v̄ t̄ = v̄τ = νv̄ . Así
pues, la probabilidad de que una partícula en el sistema recorra una distancia l sin colisionar y
luego lo haga en el dl siguiente a continuación (con l = v̄t) es:
En los razonamientos anteriores, no siempre los valores medios han sido calculados de una forma
rigurosa. No obstante, pretendemos realizar una descripción del problema más cualitativa que
cuantitativa. Para ver cómo calcular ν en nuestro gas, recordemos de la mecánica la dispersión de
partículas por un centro dispersor, lo que resulta útil en problemas de choques.
iii) Sección eficaz de dispersión (o de colisión). Tengamos una partícula blanco en reposo en el
sistema de referencia del experimento y hagamos incidir sobre ella de izquierda a derecha un
haz monocromático de partículas proyectiles, todas de velocidad relativa V ~ = ~v1 − ~v2 = ~v12 = ~vpb
respecto a la partículas blanco (blanco y proyectiles son del mismo tipo de partículas, con el mismo
potencial de interacción de pares), haz que está caracterizado por un flujo F (número de partículas
que lleva el haz por unidad de área y tiempo; es monocromático en el sentido de que todas las
A.1. ECUACIONES DE SUPERVIVENCIA: FRECUENCIA DE COLISIÓN Y
RECORRIDO LIBRE MEDIO. 165
partículas del mismo tienen la misma velocidad V ~ relativa al blanco). Por otro lado, se desprecia
la posible interacción entre las partículas que conforman el haz (ver Figura a continuación).
Como resultado de la interacción del haz de proyectiles con la partícula blanco, algunos de esos
proyectiles saldrán dispersados (desviados) por el blanco dentro de un diferencial de ángulo sólido
dΩ en la dirección en torno a los ángulos θ y ϕ respecto al eje de movimiento de haz (eje z) tal
que dΩ = senθdθdϕ. El número de éstos podrá escribirse como algo proporcional a F, donde
la constante de proporcionalidad define la sección eficaz de dispersión (o colisión) diferencial
dσ0 (θ, ϕ) = σ(θ, ϕ)dΩ = σ(θ, ϕ)senθdθdϕ, tal que dN (dΩ) = dN (θ, ϕ) = σ(θ, ϕ) F dΩdt (para
potencial de interacción central, σ(θ, ϕ) sólo depende de θ). El número total de partículas que en
un dt son dispersadas en cualquier dirección se obtiene a partir de la expresión anterior integrando
θ entre 0 y π, y ϕ entre 0 y 2π, resultando:
Z Z Z π
dN = Ṅ dt = dtF dΩσ(θ, ϕ) = Fdt senθdθdϕσ(θ, ϕ) = Fdt 2π senθdθσ(θ) = Fσ0 dt,
∀Ω ∀(θ,ϕ) 0
| {z }
σ0
R R Rπ
donde σ0 = ∀Ω dσ0 (θ, ϕ) = ∀(θ,ϕ) dΩσ(θ, ϕ) = 2π 0 senθdθσ(θ) se denomina sección eficaz de
dispersión total para cuyo cálculo se necesita conocer el detalle del potencial de interacción de
pares entre proyectiles y blanco así como su velocidad relativa, aunque es especialmente fácil
en el caso de fuerzas centrales de corto alcance r0 . Sólo aquellas partículas proyectiles del haz
de parámetro de impacto b < r0 sufrirán dispersión. Por tanto, el número total de partículas
dispersadas por el blanco por unidad de tiempo en cualquier dirección es Ṅ = F πr02 , por lo que
σ0 = πr02 .
Es fácil relacionar la sección eficaz de colisión total σ0 con la frecuencia de colisión ν y el recorrido
libre medio λ, relación que obtendremos de una forma simplificada. En el gas, el flujo de partículas
F que chocan con una dada es F = nV̄ , donde V̄ es el valor medio del módulo de la velocidad
relativa de dos partículas, que ya calculamos y conocemos para el equilibrio Maxwelliano. Por
tanto, el producto de nV̄ por σ0 debe ser el número de colisiones por unidad de tiempo que hemos
llamado Ṅ . Pero esta última cantidad, por definición, también tiene el sentido físico de ν; es decir,
la frecuencia de colisión buscada dado que para que exista dispersión debe haber colisión:
166 A.2. HIPÓTESIS DE LA TEORÍA CINÉTICA ELEMENTAL.
1
ν = nV̄ σ0 ⇒ τ = nV̄ σ0
.
v̄ 1 v̄
λ= nV̄ σ0
= nσ0 V̄ ,
donde debemos estimar el cociente V̄v̄ , con V = |V~ | = |~v1 − ~v2 |; se tiene V 2 = v 2 +v 2 −2~v1 ·~v2 . Este
1 2
cálculo ya lo realizamos para el equilibrio Maxwelliano en Física Estadística, y ahora debemos
repetirlo para ausencia de equilibrio. Si seguimos aceptando al menos que se sigue dando isotropía
para las velocidades de las partículas (hipótesis del caos molecular) y que todos los ángulos posibles
entre ~v1 y ~v2 son igualmente probables aproximadamente, tenemos para los valores medios:
En esta expresión hemos aceptado por simplicidad que la sección eficaz de colisión diferencial es
independiente de las velocidades relativas de las partículas, siendo n la densidad de partículas
colisionantes en el gas (densidad de proyectiles).
microscópico local, que conduce a unos campos intensivos estacionarios de temperatura, densidad,
etc, con un desequilibrio macroscópico moderado de unos puntos del sistema respecto a otros. La
relajación hacia el equilibrio del sistema macroscópico en su totalidad es un proceso infinitamente
más lento que la relajación hacia el equilibrio microscópico local.
en éstas otras, no hay interacción electrostática directa (Coulombiana) al ser eléctricamente neutra
una de las partículas por lo que la interacción es de corto alcance.
Para hacer la evaluación que queremos, distinguiremos dos situaciones en el plasma determina-
das por su grado de ionización δ. Se establece de forma convencional un valor δ ≤ 10−4 para
caracterizar a los plasmas débilmente ionizados, siendo plasmas fuertemente ionizados aquellos
en los que δ ∼
= 1. En unos y en otros dominarán un tipo u otro de interacciones entre partículas
caracterizadas por las frecuencia de colisión elásticas anteriores.
A) Plasma débilmente ionizado δ ≤ 10−4 (y menos aún 10−6 ):
• al haber poca densidad de partículas cargadas (e,i) frente a partículas neutras
(a) - eso es precisamente lo que mide δ -, las frecuencias de colisión elástica
entre las primeras deberán ser menores (o mucho menores) que aquellas en las
que interviene la segunda al ser ne = ni << na ;
• las interacciones o colisiones dominantes en el plasma serán por tanto las de
corto alcance, teniendo poca o ninguna relevancia las de largo alcance (Coulom-
bianas);
• en las que participan electrones, las frecuencias de colisión elástica son mayores
que aquellas en las que no participan al tener éstos una mayor temperatura y
por tanto ser mayor su agitación térmica, determinante para las colisiones.
168 A.4. COLISIONES INELÁSTICAS EN UN PLASMA.
Por todo ello se sigue que ν̄ee , ν̄ii , ν̄ei << ν̄ea , ν̄ia (dominan las colisiones de corto alcance). Por
otro lado, ν̄ee ∼
= ν̄ei >> ν̄ii y ν̄ea >> ν̄ia .
B) Plasma con mayor grado de ionización δ > 10−4 (y más aún 10−2 − 1):
• al haber relativamente mayor densidad de partículas cargadas (e,i) respecto a
las neutras (a), las frecuencias de colisión elástica entre las primeras aumenta-
rán considerablemente pudiendo llegar a igualar (o incluso superar en plasma
totalmente ionizado δ ∼ = 1) a las frecuencias de colisión con neutros;
• las interacciones de largo alcanza serán muy considerables pudiendo llegar a
ser dominantes en casos extremos;
• se sigue cumpliendo que las frecuencias de colisión elástica en las que participan
electrones son mayores que aquellas en las que no participan.
Por todo ello se sigue que ν̄ee , ν̄ii , ν̄ei ≥ ν̄ea , ν̄ia (las colisiones de largo alcance pueden llegar a
dominar). Por otro lado, se sigue cumpliendo que ν̄ee ∼ = ν̄ei >> ν̄ii y ν̄ea >> ν̄ia .
A partir de la ecuación de Boltzmann vamos a obtener las ecuaciones de los fluidos, o ecuaciones de
la hidrodinámica, (las ecuaciones de continuidad, de Euler y del flujo de calor) usando el método de
los momentos de la ecuación de Boltzmann. La ecuación de Boltzmann es una ecuación diferencial
en derivadas parciales que describe la evolución temporal de la función de distribución de partículas
f (~r, ~v , t), y ha sido estudiada en Física Estadística donde hemos realizado ya el estudio que ahora
resumimos.
La ecuación de Boltzmann se escribe como
∂f ~
F
~ rf +
+ ~v · ∇ ~ v f = ∂f
·∇ ,
∂t m ∂t colisiones
o como Z
d3~v f (~r, ~v , t) = n(~r, t), ∀t normalización parcial sólo en ~v
Hay que indicar que la fuerza F~ que aparece en la ecuación no depende de la velocidad, al menos
componente a componente.
∂f ∂f ∂f
∂t = ∂t + ∂t ⇒ suma de cambios temporales parciales de f (~r, ~v , t)
total f lujo colisiones
debido a flujo y a colisiones de partículas separadamente. El término debido a las colisiones es el
más difícil de encontrar mientras que el término de flujo se determina fácilmente.
Para recordar el método de los momentos de la ecuación de Boltzmann, sea v la velocidad de
las partículas, su velocidad microscópica, y sea v α con α entero = 0,1,2,. . . Hagamos la siguiente
integral en el subespacio de velocidades después de multiplicar los dos miembros de la ecuación
de Boltzmann por v α :
Z Z Z ~ Z
3 α ∂f 3 ∂f
α 3 αF ∂f 3 α ∂f
d ~v v + d ~v v ~v · + d ~v v · = d ~v v .
∀~v ∂t ∀~v ∂~r ∀~v m ∂~v ∀~v ∂t colisiones
169
B.1. OBTENCIÓN DE LA ECUACIÓN DE CONTINUIDAD A PARTIR DE LA EC. DE
170 BOLTZMANN: MOMENTO DE ORDEN CERO.
F~ ∂f
Z Z Z Z
∂f ∂f ∂f
d3~v + d3~v~v · + d3~v · = d3~v
∀~v ∂t ∀~v ∂~r ∀~v m ∂~v ∀~v ∂t colisiones
Si las colisiones son elástica el último término, que se refiere al término fuente o sumidero, es cero
ya que en este tipo de colisiones ni aparecen ni desaparecen partículas. Pero para una reacción
química ocurre lo contrario, siendo este último término no nulo.
Analicemos una a una las tres integrales del primer miembro. La primer integral queda:
Z Z
3 ∂f ∂ ∂n
d ~v = d3~v f (~r, ~v , t) =
∀~v ∂t ∂t ∀~v ∂t
d3~v f (~r, ~v ; t)
R
ya que ∀~v ≡ n(~r, t) (condición de normalización).
Para la segunda integral tenemos:
Z Z Z Z
3 ∂f 3∂ 3 ∂ ∂
d ~v~v · = d ~v · (f~v ) − d ~v f · ~v = · d3~v (f~v ) =
∀~v ∂~r ∀~v ∂~r ∀~v ∂~r ∂~r ∀~v
Z
∂ 1 ∂ ~ · (n~u)
= ·n d3~v (f~v ) = · (n~u(~r, t)) = ∇
∂~r n ∀~v ∂~r
donde:
∂ ~ · ~v ∂vx ∂vy ∂vz
• ∂~r ·~
v=∇ = ∂rx + ∂ry + ∂rz = 0, ya que las variables son independientes.
1 3 v (f~
R
• n ∀~v d ~ v)
= ~u(~r, t) = ~u, es el valor medio de las ~v de las partículas o
velocidad hidrodinámica.
Analicemos, por último, la tercera integral:
!
F~ ∂ F~
Z Z Z
F ∂f ∂
d3~v · = d3~v · f − d3~v f ·
∀~v m ∂~v ∀~v ∂~v m ∀~v ∂~v m
Aceptando que se dan las condiciones necesarias para aplicar la ley de Gauss o de la divergencia en
∂ ~
F ~
v · m = 0, ya que F no depende de la velocidad
el subespacio de velocidades, y considerando que ∂~
al menos componente a componente, nos queda:
!
F~ F~
Z I
∂
= d3~v · f = d ~π · f = 0,
∀~v ∂~v m π m
B.2. OBTENCIÓN DE LA ECUACIÓN DE EULER A PARTIR DE LA EC. DE
BOLTZMANN: MOMENTO DE PRIMER ORDEN. 171
siendo π una superficie cerrada en el subespacio de las velocidades que contiene todas las partículas
y que, por tanto, está en el infinito. La integral se anula ya que en el integrando está f que tiende
a cero cuando vx , vy , vz → ±∞, es decir, no hay partículas con velocidad infinita.
Reescribiendo tenemos que:
∂n ~
+ ∇ · (n~u) = 0,
∂t
donde ~j = n~u es la densidad de corriente de partículas, pudiendo escribirse la ecuación de conti-
nuidad obtenida también como
∂n ~ · ~j.
= −∇
∂t
F~ ∂f 3
Z Z Z Z
∂f ∂f 3 ∂f
mvx d3~v + mvx~v · d ~v + mvx · d ~v = mvx d3~v
∀~v ∂t ∀~v ∂~r ∀~v m ∂~
v ∂t
| ∀~v {z col }
Cx
De nuevo, analicemos cada una de las integrales. La primera integral queda de la forma:
Z Z Z
∂f 3 3 ∂ ∂(mvx )
mvx d ~v = d ~v (mvx f ) − d3~v f =
∀~v ∂t ∀~v ∂t ∀~v ∂t
Z
∂ 1 3 ∂ ∂
= n d ~v mvx f = (nmux ) = (ρux ),
∂t n ∂t ∂t
∂(mvx )
donde ∂t = 0 ya que vx no depende expresamente de t.
En cambio, la segunda integral tiene la forma:
Z Z Z Z
∂f 3 ∂ ∂(mvx ) ∂~v
mvx~v · d ~v = d3~v · (mvx~v f ) − d3~v f~v · − d3~v f mvx =
∀~v ∂~r ∀~v ∂~r ∀~v ∂~
r ∀~v ∂~r
Z
∂ 1 ∂
= · (n d3~v mvx~v f ) = · (ρvx~v ),
∂~r n ∀~v ∂~r
• Para la componente x:
vx vx = (ux + vx0 )(ux + vx0 ) = ux ux +vx0 vx0 +2ux vx0 = ux ux +vx0 vx0 +
2u :0 0 0
x vx = ux ux +vx vx
• Para la componente y:
vx vy = ux uy + vx0 vy0
• Para la componente z:
vx vz = ux uz + vx0 vz0
Analicemos la tercera y última integral:
~
! Z
F
F~ ∂f 3 ~ ∂( m ) F~ ∂(mvx )
Z Z Z
3 ∂ F 3
mvx · d ~v = d ~v · mvx f − d ~v f mvx − d3~v f · =
∀~v m ∂~v ∀~v ∂~v m ∀~v ∂~v ∀~v m ∂~v
! Z
F~ F~ ∂(mvx )
I Z Z
Fx Fx
= d~π · mvx f − d3~v f · =− d3~v f Fx = −Fx d3~v f = −nFx = −mn = −ρ
∀π m ∀~v m ∂~
v ∀~v ∀~v m m
donde:
~F
∂( m ) ∂ ~
F
∂~v = ∂~v · m = 0 (fuerza independiente de las velocidades)
~ ∂(mvx )
F Fx ∂(mvx ) Fy ∂(mvx ) Fz ∂(mvx ) Fx
m · ∂~v = m ∂vx + m ∂vy + m ∂vz = mm = Fx ,
y la integral cerrada a la superficie ~π situada en el infinito se anula al ser f = 0.
Llevando este resultado para el eje x a los otros ejes y y z, la ecuación resultante eje a eje es:
∂ ∂ ∂ 0 v 0 + ρ Fx
• ∂t (ρux ) + ∂~r · (ρux ~u) = − ∂~ r · ρvx~ m
∂ ∂ ∂ 0 + ρ Fy
• ∂t (ρuy ) + ∂~ · (ρu ~
u ) = − · ρv 0~v
r y ∂~r y m
∂ ∂ ∂ 0 + ρ Fz
• ∂t (ρuz ) + ∂~ · (ρu ~
u ) = − · ρv 0~v
r z ∂~r z m
Y la ecuación total escrita vectorialmente es:
d ~ ·←
→ F~
(ρ~u) = −∇ P +ρ ,
dt m
o bien
d ~ ·←
(mn~u) = −∇
→
P + nF~ + T~c
dt
introduciendo el término de colisión que hasta ahora no habíamos tomado en cuenta y cuyo cálculo
debe hacerse para cada tipo de fenómeno colisional específicamente.
B.3. OBTENCIÓN DE LA ECUACIÓN DEL FLUJO DE CALOR A PARTIR DE LA EC. DE
BOLTZMANN: MOMENTO DE SEGUNDO ORDEN. 173
Z
1 ∂f
Z
1 ∂f 3
Z
1 ~ ∂f Z
2F 1 2 ∂f
mv 2 d3~v + mv 2~v · d ~v + mv · 3
d ~v = mvx d3~v
∀~v 2 x ∂t ∀~v 2 x ∂~r ∀~v 2 x m ∂~v 2 ∂t
| ∀~v {z col
}
Cx
De nuevo, analicemos cada una de las integrales. La primera integral queda de la forma:
Z Z
1 2 ∂f 3 ∂ 1 2 3 ∂ 1 2
mvx d ~v = mv f d ~v = nmvx =
∀~v 2 ∂t ∂t ∀~v 2 x ∂t 2
∂ 1 2 ∂ 1 0 0
∂ 1 2 1
= nmux + nmvx vx = ρu + Pxx .
∂t 2 ∂t 2 ∂t 2 x 2
Cuando calculemos esta primera integral para 1/2mvy2 y 1/2mvz2 , y sumemos las tres contribucio-
nes quedará para la primera integral total:
Z Z
1 ∂f 1 2 ∂f 3 ∂ 1 1
mv 2 d3~v = 2 2 2 2 2
m vx + vy + vz d ~v = ρ ux + uy + uz + (Pxx + Pyy + Pzz ) =
∀~v 2 ∂t ∀~v 2 ∂t ∂t 2 2
∂ 1 2 1 ← →
= ρu + Tr P .
∂t 2 2
dado que hay independencia entre las variables posiciones y velocidades de las partículas.
Sabiendo que ~v = ~u + v~0 = ~u + ω
~ , el valor medio que aparece arriba lo escribimos, eje a eje, como:
0
vx2 vx = u2x ux + 3u2x 0 +
vx
7 2ux vx0 vx0 + ux v 0 2x + v 0 2x vx0
∂ 1 2
∂ 1 2 1 0 0 0 0 0 0 0 0
1 2
0 0 0 2 0 0
2 0
· mnvx~v = · ρu ~u + ρvx vx ~u + ux ρvx vx , ρvx vy , ρvx vz + ρv x vx , ρv x vy , ρv x vz ,
∂~r 2 ∂~r 2 x 2 | {z } | {z } 2| }
←
→
{z
Pxx ←
→
P |x Q ||xx
←
→
siendo Qijk = ρvi0 vj0 vk0 las componentes de un nuevo tensor Q de orden 3, de 3x3x3 componentes,
simétrico, en las que aparecen promedios de productos de tres componentes de velocidad peculiar
de las partículas.
Ahora podemos escribir ecuaciones similares para la segunda integral del momento de segundo
orden de la ecuación de Boltzmann de 1/2mvy2 y 1/2mvz2 , resultando:
∂ 1 ∂ 1 1 1
· mnvy2~v = · ρu2y ~u + ρvy0 vy0 ~u + uy ρvy0 vx0 , ρvy0 vy0 , ρvy0 vz0 + ρv 0 2y vx0 , ρv 0 2y vy0 , ρv 0 2y vz0 ,
∂~r 2 ∂~r 2 2 | {z } | {z } 2| }
←
→
{z
Pyy P |y ←
→
Q ||yy
∂ 1 ∂ 1
2 1 0 0 0 0 0 0 0 0
1 2
0 0 0 2 0 0
2 0
· mnvz2~v = · ρuz ~u + ρvz vz ~u + uz ρvz vx , ρvz vy , ρvz vz + ρv z vx , ρv z vy , ρv z vz .
∂~r 2 ∂~r 2 2 | {z } | {z } 2| }
←
→
{z
Pzz ←
→
P |z Q ||zz
A continuación, podemos sumar esta tres expresiones miembro a miembro, y escribir todo junto
de la forma compacta que sigue:
←
→
Tr P
∂ 1 ∂ 1 1z }| { ←
→
· mnv 2~v = · ρu2 ~u + (Pxx + Pyy + Pzz ) ~u + ~u · P +
∂~r 2 ∂~r 2 2
∂ 1
+ ·
2 (Qxxx + Qyyx + Qzzx , Qxxy + Qyyy + Qzzy , Qxxz + Qyyz + Qzzz ) ,
∂~r | {z }
~ ←→← →
A= Q· δ
←
→ ←
→
donde δ es el tensor de orden 2 delta de Kronecker (diagonal unidad), o tensor unidad 1 .
Finalmente,
∂ 1 ∂ 1 2 1 ← → ←
→ 1← → ← →
· mnv 2~v = · ρu ~u + Tr P ~u + ~u · P + Q · δ .
∂~r 2 ∂~r 2 2 2 | {z }
~
A
B.3. OBTENCIÓN DE LA ECUACIÓN DEL FLUJO DE CALOR A PARTIR DE LA EC. DE
BOLTZMANN: MOMENTO DE SEGUNDO ORDEN. 175
Dado que la fuerza no depende de las velocidades, el último término de la ecuación anterior se
anula. Por otro lado, por razonamientos ya usados se aplica el teorema de Gauss en el subespacio
de velocidades de las partículas pudiéndose sustituir la integral en volumen de la divergencia por
el flujo a través de una superficie ~π en el infinito donde debido a la presencia de f dicho flujo se
anula, y sólo nos queda la integral
F~ ∂ 1 F~ ~
Z Z
2 3 Fx
f · mvx d ~v = ·i mvx f d3~v = mnvx = nFx ux .
∀~v m ∂~
v 2 m ∀~v m
Para las otras contribuciones debidas a los términos correspondientes a energía cinética almace-
nada en las direcciones y y z, escribiríamos ecuaciones similares y al sumarlas la tercera integral
total quedaría escrita de forma compacta como:
! !
F~ ∂f F~ ∂f
Z Z
1 1
m vx2 + vy2 + vz2 3
mv 2 d3~v = nFx ux +nFy uy +nFz uz = nF~ ·~u.
· d ~v = ·
∀~v 2 m ∂~v ∀~v 2 m ∂~v
Para obtener la ecuación de banlance temporal de la energía cinética o ecuación del flujo de
calor, sólo nos resta poner juntos todos los resultados anteriores donde no incluimos el término de
colisión. Así queda:
∂ 1 2 ∂ 1 ← → ~ 1 2 ~ 1 ← →
ρu + Tr P +∇· ρu ~u + ∇ · Tr P ~u − nF~ · ~u =
∂t 2 ∂t 2 2 2
~ · ~u · ←
→ ~ 1←→ ← →
= −∇ P −∇ · Q · δ
2
o bien, sumando derivadas locales y convectivas para la derivada total o sustancial,
d 1 2 d 1 ← → ← →
~ · ~u · P − ∇ ~ · 1 ←
→ ←→
ρu = − Tr P −∇ Q · δ + nF~ · ~u,
dt 2 dt 2 2
Nos centraremos aquí en obtener la ecuación del flujo de calor cuando en la ecuación de Enskog
tomamos como variable χ la energía cinética de una partícula, es decir:
1
χ ≡ mv 2
2
Para facilitar los cálculos obtendremos una solución cuando:
χ ≡ mvx2
∂
~ · nmv 2~v = n d mv 2
nmvx2 + ∇ x x
|∂t {z } | {z } | dt {z }
i) ii) iii)
Para el término:
2 2 2
vx2 vy = (u2x + v 0 x + 2ux vx0 )(uy + vy0 ) = u2x uy + uy v 0 x + 2ux uy vx0 + u2x vy0 + v 0 x vy0 + 2ux vx0 vy0
176
177
Análogamente habríamos obtenido para los otros términos al tomar medio que:
y
vx2 vx = u2x ux + ux v 0 2x + v 0 2x vx0 + 2ux vx0 vx0
Luego por tanto ya estamos en condiciones de evaluar cada término en la ecuación de Enskog.
Para el primer término:
∂ ∂ 2
i) nmvx2 = ρux + ρv 0 2x , (1)
∂t ∂t
←
→
y si recordamos el tensor de presión P (de orden 2) definido como:
d 2 d 2 dvx Fx Fx
iii) n mvx = nm vx = nm2vx = 2nmvx ax = 2nmvx = 2nmux = 2nux Fx
dt dt dt m m
En el segundo término tendríamos más ecuaciones por tratarse ahora una magnitud vectorial.
Para cada una de las componentes
h i
ii)x nmvx2 vx = ρ ux u2x + ux v 0 2x + v 0 2x vx0 + 2ux vx0 vx0 = ρux u2x + ux Pxx + ρv 0 2x vx0 + 2ux Pxx
Llegando a que:
Pxx Qxxx
nmvx2~v = ρ~uu2x + ~uPxx + 2ux Pxy + Qxxy ,
Pxz Qxxz
←
→
donde se ha introducido el nuevo tensor Q (de orden 3) cuyas componentes vienen dadas por:
Análogamente a ésta obtendríamos unas ecuaciones de evolución temporal de valores medios para
χ ≡ mvy2 y para χ ≡ mvz2 , y puesto que
sumaremos todas las contribuciones obteniendo así que la nueva ecuación de Enskog, más general,
es:
∂ ~ · nmv 2~v = n d mv 2
(nmv 2 ) + ∇
|∂t {z } | {z } | dt {z }
1) 2) 3)
d 2 F~ F~
3) n mv = 2nm~v · ~a = 2ρ~v · = 2ρ · ~u = 2nF~ · ~u
dt m m
Por último, el segundo término se podría escribir como:
Pxx Pyx Pzx
+2 ux Pxy + uy Pyy + uy Pzy +
Pxz Pyz Pzz
~
A
z
}| {
Qxxx + Qyyx + Qzzx
+ Qxxy + Qyyy + Qyyz
Qxxz + Qyyz + Qzzz
Podemos observar en esta última ecuación que el tercer término del segundo miembro (entre
←
→
llaves-corchetes), se puede simplificar como ~u · P , y por tanto nos permitiría escribir:
←→ ←→ ~
nmv 2~v = ρu2 ~u + Tr P ~u + 2~u · P + A,
Podemos escribir ya de forma compacta la ecuación de balance de energía cinética para el fluido
sin más que dividir lo anterior por 2, quedando:
F~
∂ 1 2 ~ 1 2 ∂ 1 ←→ ~ 1 ←→ ~ · ~u · ←
→ ~ 1 ~
ρu + ∇ · ρu ~u = − Tr( P ) − ∇ · Tr( P )~u − ∇ P −∇ · A + ρ · ~u
∂t 2 2 ∂t 2 2 2 m
d 1 2 1d ←→ ~ · ~u · ←
→ ~ 1 ← → ← →
ρu =− Tr( P ) − ∇ P −∇ · Q · δ + nF~ · ~u,
dt 2 2dt 2
~ como el producto escalar (contraído) del tensor ←
al poderse escribir el vector A
→
Q (orden 3) por
←→
el tensor δ (orden 2).
Para el caso particular de una distribución Maxwelliana, que tiene simetría esférica en las veloci-
←
→
dades, el tensor P es diagonal de componentes principales Pxx , Pyy y Pzz , y si hay isotropía es
←
→
igual a la presión escalar P . Por otra parte, para el tensor Q todas sus componentes se anulam ya
que son funciones impares de la velocidades peculiares de las partículas, quedando simplemente
d 1 2 d 3 ~ + nF~ · ~u,
ρu =− P − ~u · ∇P
dt 2 dt 2