4 - Resolucion de Problemas
4 - Resolucion de Problemas
4 - Resolucion de Problemas
Electromecánica I
Resolución de problemas
A diferencia de los problemas que se plantean habitualmente a los estudiantes de ingeniería, los
problemas reales no están estructurados, ni tienen una finalización clara. Algunas veces, no
están disponibles todos los datos para su resolución, o estos están confundidos con otros detalles
sin importancia. En estos casos, se hace necesario ordenar todo un conglomerado de
información, para identificar, que partes de ésta se necesitan para resolver el problema concreto.
Los problemas en ingeniería, generalmente no tienen una solución única. Con frecuencia, el
objetivo es seleccionar la mejor solución de entre diversas alternativas. En estos casos, es
necesario sopesar las distintas consecuencias conflictivas de una acción de ingeniería, y después
seleccionar aquella solución que mejor se ajuste a los deseos y necesidades de los jefes, de los
clientes, o de la sociedad.
Aunque podemos calificar como actos de ingeniería algunos hechos acaecidos desde el principio
de la historia, la ingeniería como profesión es relativamente joven. En los primeros tiempos, el
proceso de diseño se produce bajo el dominio de los artesanos, y el arte y el conocimiento del
diseño se transmitía del maestro al aprendiz. Desde el principio de la ingeniería, los problemas
han ido creciendo en dificultad y en amplitud. Al mismo tiempo, los avances en la tecnología
han expandido enormemente la habilidad de los ingenieros para aumentar la comodidad y el
bienestar de aquellos a los que servían.
En la actualidad, con los avances en la tecnología, se han formalizado las instituciones y los
centros de transferencia de tecnología, en los que se imparten cursos, se editan publicaciones
sobre novedades científicas y técnicas, etc. Así, los ingenieros modernos no tienen porqué
adquirir experiencia a la sombra de otro ingeniero, sino que son formados, al principio en las
universidades, y posteriormente, a través de cursos de posgrado y masters. El diseño en
ingeniería se está convirtiendo en muy variado y complejo, requiriendo un alto grado de
especialización, así como la necesidad de trabajar en equipo. Esto es bastante frecuente; por eso,
para la mayoría de los grandes proyectos de ingeniería se suelen buscar decenas, y a veces
centenas de ingenieros.
La naturaleza de los problemas que deben ser resueltos por los ingenieros varían según las
diversas ramas de la ingeniería. Realmente, cualquier ingeniero se encontrará a lo largo de su
vida laboral muchos problemas diferentes. Debido a esta variabilidad de los problemas en
ingeniería, no existe un procedimiento definitivo, ni un manual de usuario genérico, que recoja
los pasos a los que se ajusta siempre la resolución de cualquier problema. De cualquier modo,
los ingenieros siempre tienden a abordar los problemas de un modo determinado. Ciertamente,
el método de aproximación y resolución de los problemas que tienen los ingenieros difiere
mucho del método utilizado por otros profesionales; como por ejemplo del método científico.
Los ingenieros deben estar entrenados, y por tanto acostumbrados, a tomar decisiones de forma
analítica y objetiva para delimitar los problemas y aproximarse a estos de forma metódica.
En este aspecto, varios autores han escrito sobre los pasos o fases que pueden comprender el
método de diseño en ingeniería. Generalmente, estas fases son las siguientes:
En otros casos, puede hacerse necesario repetir este protocolo varias veces con el fin de
converger hacia la solución óptima.
Existe la tendencia de pensar que esta fase del proceso de resolución es obvia y poco
importante; pero muchas veces esto nos lleva al primer error importante. Una definición
incorrecta del problema puede ocasionar que el ingeniero pierda el tiempo y llegue a una
solución inapropiada. Sin embargo, un problema definido correctamente es un problema
parcialmente resuelto. Así pues, el planteamiento correcto de un problema es el paso más
importante hacia su solución.
Es importante que las necesidades planteadas sean necesidades reales. El mejor diseño puede ser
inútil si copia a otros diseños conocidos, o si resuelve un problema que no causa impacto entre
los consumidores. Si lo que se está diseñando es un producto, es difícil predecir el impacto que
producirá sobre el mercado, así como su posible comercialización. Por ello, es conveniente
realizar análisis del mercado para identificar al tipo de posibles clientes, para compararlo
estadísticamente con otros productos, y para estimar el volumen de las ventas.
incorporando sistemas de seguridad pasiva, como las cabinas indeformables o estructuras que
absorban la energía del impacto, o activas como los sistemas antiderrapaje, etc.
Una vez que el problema está planteado, y las necesidades están convenientemente
identificadas, el ingeniero debe comenzar a recabar la información y los datos necesarios para
resolverlo. El tipo de información necesaria, por supuesto, dependerá de la naturaleza del
problema a resolver. Esta información puede basarse en medidas físicas, planos, experimentos
de laboratorio, resultados de sondeos de opinión, o información de otros muchos tipos.
Esta fase del proceso de resolución del problema incluye la recopilación, análisis y evaluación
de toda la información disponible. Si el ingeniero está empleado en una gran empresa,
probablemente deseará buscar en los archivos de la empresa o incluso entrevistarse con otros
compañeros para comprobar si estos se han enfrentado antes a un problema similar.
En esta fase del proceso, los ingenieros generalmente, consultan bibliografía para conocer lo
que otros han aprendido a partir de problemas parecidos. Éstos deben acudir a bibliotecas
técnicas, libros de texto, artículos en revistas científicas o catálogos de los fabricantes. Los
bibliotecarios pueden ser de gran ayuda a la hora de localizar libros de texto, y otras referencias
bibliográficas. Además la mayoría de las bibliotecas disponen de consultas rápidas por
ordenador. Algunas bibliotecas también conservan microfilms que contienen los índices de
catálogos de fabricantes, para localizar rápidamente componentes ya fabricados. Todo esto,
actualmente está siempre a mano a través de internet. También, puede ser valioso realizar una
búsqueda de patentes. Muchos de los inventos no llegan nunca a salir al mercado, y lo cierto es
que las patentes contienen grandes diseños descritos con todo detalle.
Finalmente puede ser necesario ampliar esta información realizando medidas adicionales, otros
experimentos de laboratorio, otros sondeos de opinión, etc.
Una vez completados los pasos preparatorios del proceso de diseño, el ingeniero estará en
disposición de aportar soluciones creativas. Realmente, el desarrollo de nuevas ideas, productos,
o dispositivos es fruto de la creatividad; un esfuerzo inconsciente, o de la innovación; un
esfuerzo consciente.
Existen varias técnicas para ayudar a un grupo o a un solo individuo a producir ideas originales.
Estas técnicas están elaboradas para permitir que el grupo supere sus propios obstáculos en el
pensamiento creativo.
Tormenta de ideas
Ésta es una de las técnicas más populares para la resolución de problemas en grupo, y también
se llama “brainstorming” del inglés. Se trata de una técnica de creatividad que empezó a
desarrollar A. F. Osborn en 1938. Su aplicación se extendió a partir de 1953 después de publicar
su libro “Applied Imagination”.
En todas estas sesiones, se estimula la generación de ideas; incluso aquellas que puedan parecer
completamente impracticables. Está prohibida expresamente la crítica durante la fase de
producción de ideas. Por lo que se elimina el tiempo de discusiones en la defensa de las propias
ideas y el ataque a las ajenas, convirtiendo el estado de tensión emocional negativo que se
produce en estas circunstancias, en un estado emocional positivo, que concentra todas las
posibilidades en beneficio de la solución al problema. También se estimula a los participantes
que combinen o desarrollen las ideas de otros.
Se sugiere que los participantes en las sesiones de brainstorming sean escogidos con
formaciones diferentes, y que se incluya a personas con experiencia directa con el problema
planteado. Estas sesiones suelen durar menos de una hora. Las ideas que se producen en una
tormenta de ideas se recogen y se evalúan posteriormente, bien por el mismo grupo que ha
realizado la sesión, o bien por otro grupo o individuo especializado.
La sesión se debe preparar exponiendo un único problema con todo detalle. Por supuesto, la
tormenta de ideas no puede aplicarse a problemas que sólo admiten una solución, ni a varios
problemas a la vez, ya que la técnica deja de ser operativa. Cada miembro de la sesión propone
todas aquellas ideas que se le vienen a la cabeza relacionadas con el tema, y con todas las ideas
se confecciona una lista numerada, que se analizará en una fase posterior.
Listas de control
Una de las posibilidades más sencillas para generar nuevas ideas es hacer una lista de control.
La lista de control estimula al usuario a examinar distintos puntos de vista, y distintas
posibilidades de diseño. Por ejemplo, supongamos que se quiere desarrollar un nuevo
dispositivo concreto. Puede realizarse una lista de control con los siguientes elementos:
Listas de atributos
Otra técnica, que puede ser utilizada individualmente para elaborar ideas de resolución de
problemas originales, es la lista de atributos. Con esta técnica, la mayoría de las características o
atributos de un producto o idea, se aíslan y se listan. Entonces, para cada atributo, se listan los
cambios que se pueden realizar. Todas las ideas son válidas sin importar lo prácticas o realistas
que sean. Después de listar todas las ideas, cada variación se evalúa, eligiendo aquellas que
pueden mejorar el producto.
Considérese el siguiente ejemplo de cómo se puede utilizar la técnica de lista de atributos para
mejorar el diseño de un teléfono.
Otro grupo de técnicas individuales, que se pueden utilizar para generar ideas originales, es la
técnica de relación forzada. Con esta técnica se fuerza la relación entre dos o más ideas o
productos que naturalmente no tienen una relación aparente. Esta técnica consiste en seleccionar
un elemento fijo con el que relacionar los demás. Éste suele ser el producto o la idea a analizar
para resolver un problema. Seguidamente, se centra la atención sobre otro producto escogido
aleatoriamente. Entonces, se fuerza una relación entre el elemento fijo y aquel escogido
aleatoriamente. Esto forma una base para realizar una lista de asociaciones entre los elementos
de las que pueden emerger ideas nuevas.
Por ejemplo, podemos suponer que estamos interesados en diseñar una máquina de afeitar. Éste
sería el elemento fijo. Supongamos que escogemos de manera arbitraria una rueda de coche
como el otro elemento. Aparentemente, ambas no guardan ninguna relación entre sí, sin
embargo, pueden surgir algunas ideas como puede ser el fabricar una maquinilla redonda, una
maquinilla que gire, una maquinilla de goma, una maquinilla con freno, y muchas más.
En estos casos lo que se está haciendo es coger las características de la rueda, como su forma, el
material del que está hecho, la posibilidad de girar, etc. y aplicarlas a la maquinilla.
También se pueden desarrollar otras ideas en base a relaciones entre las palabras que suenen
parecido. En este caso a partir de la palabra “girar” podemos extraer la idea de que la maquinilla
“tire” del pelo, etc.
Esta técnica lleva poco tiempo. Si la relación forzada que se ha elegido no da los resultados
esperados, podemos escoger otro elemento aleatorio, y volver a repetir el proceso. Al igual que
con otras técnicas de generación de ideas, también deben generarse ideas impracticables, ya que
pueden abrir la puerta a otras buenas ideas. La evaluación de las ideas se suele realizar
posteriormente a la etapa de generación.
Análisis morfológico
Esta técnica para la generación de ideas se atribuye a Frith Zwicky e incluye el listado de todas
las soluciones teóricas posibles. Esta técnica consiste, primero en definir el problema en
términos de sus dimensiones o parámetros, y diseñar una estructura que permita visualizar cada
una de las posibles soluciones. Para una solución con sólo dos parámetros, el modelo toma la
forma de un cuadrado dividido en un grupo de cuadrados más pequeños. El eje horizontal
muestra todas las posibilidades de un parámetro, y el eje vertical las opciones del otro. Una
estructura como esta permite al usuario examinar todas las posibles combinaciones de estos dos
parámetros. Para problemas con más de dos parámetros, el modelo se convierte en una matriz,
donde a cada parámetro se le asigna un eje de un sistema cartesiano.
En esta etapa será necesario tomar muchas decisiones sobre los posibles modelos,
configuraciones, materiales, dimensiones, y otras especificaciones. Es posible que se necesite
dibujar bocetos, y se deban preparar planos preliminares.
Los diseños preliminares se irán desarrollando a través de dos fases: análisis y síntesis.
El análisis incluye la separación del conjunto en sus constituyentes individuales para un estudio
exhaustivo. La síntesis consiste en combinar los hechos, leyes o principios en una idea global; lo
que llevará al resultado, o a la solución deseada.
En esta fase, es necesario realizar un examen de todas las soluciones, para descartar aquellas
peores. Aquellas soluciones que pasen ese primer análisis deberán estudiarse y examinarse con
gran detalle. Existen muchas formas de realizar estos exámenes. En algunos casos, los bocetos
preliminares de un dispositivo, o algún análisis concreto de un proceso, pueden mostrar que una
idea debe descartarse. En otros casos, algunos componentes se deben analizar en el laboratorio.
También, otras veces, se necesita todo un programa de investigación para examinar la validez de
una hipótesis, o la eficacia de una solución propuesta.
Para facilitar el proceso de diseño, los ingenieros a menudo se apoyan en modelos.
F=m·a
donde “F” es la fuerza resultante aplicada a un elemento de masa “m”, y “a“ es la aceleración
que sufre el objeto en la dirección de la fuerza. Muchos fenómenos físicos pueden ser descritos
como modelos matemáticos. Estos modelos se pueden basar en teorías o leyes científicas
establecidas.
Hablando en general, los modelos matemáticos son capaces de describir únicamente fenómenos
físicos relativamente sencillos. Los modelos matemáticos diseñados para describir fenómenos
complejos tienden a ser intratables.
Cuando se están estudiando sistemas complejos, los ingenieros a menudo utilizan el ordenador
para realizar modelos de simulación. Estos modelos pueden incorporar otros modelos empíricos
basados en las matemáticas como componentes del modelo total. Por ejemplo, Thomasson y
Wright utilizaron una simulación por ordenador para estudiar el tráfico en una intersección de
dos calles controladas mediante señales de “stop”. Primero realizaron estudios empíricos del
comportamiento de los conductores en la intersección y encontraron que el fenómeno se puede
separar en varios eventos bien definidos:
Los modelos físicos son muy utilizados por los ingenieros para conseguir un mayor
entendimiento de fenómenos complejos. Estos modelos, probablemente constituyen la forma
más antigua de diseño estructural. Los modelos físicos se han utilizado, también, durante mucho
tiempo en campos como la hidráulica, aerodinámica e hidrodinámica, por ejemplo, para estudiar
el comportamiento de un barco con el oleaje, o las prestaciones de submarinos con distintas
formas.
A veces se construyen modelos a tamaño real, pero con frecuencia se construyen modelos a
escala. El rango de escala típico de los modelos físicos varía entre 1:4 y 1:48. Quizá la mayor
ventaja de los modelos físicos es que permiten al ingeniero estudiar el comportamiento del
elemento sin necesidad de realizar simplificaciones.
Uno de los desarrollos más beneficiosos para la utilización de los modelos físicos es el túnel de
viento. Los túneles de viento se basan en la ley fundamental de la dinámica de fluidos: un
cuerpo sumergido en un fluido que se mueve, experimenta las mismas fuerzas que si ese mismo
elemento se está moviendo sobre el fluido estacionario, suponiendo que, en los dos casos, la
velocidad relativa del cuerpo y el fluido es la misma. Esto significa, por ejemplo, que las
condiciones que sustentan a un avión en vuelo pueden ser repetidas dejando al avión estático, y
moviendo el aire que pasa por el avión a la velocidad en que se produciría el vuelo. Las ventajas
de los túneles de viento sobre el estudio en vuelo real son económicas, de seguridad, y de
flexibilidad en el desarrollo. Puede construirse un modelo del avión y comprobar su
comportamiento en el túnel del viento, con un coste mucho menor de lo que supondría la
realización de un modelo a escala real, y su puesta en vuelo. De esta manera los nuevos
prototipos experimentales se pueden probar sin riesgo para la vida de los pilotos. El túnel de
viento simula el vuelo bajo condiciones más controladas y medibles que en el caso de un vuelo
real. De esta manera, el túnel de viento es la herramienta principal del ingeniero aeronáutico.
Todos los túneles de viento tienen características comunes que describen sus capacidades.
Todos tienen un habitáculo de prueba, en el que un modelo puede quedar fijo o suspendido. La
sección transversal de este habitáculo puede ser redonda ovalada o cuadrangular. Las
dimensiones de los habitáculos de prueba suelen variar desde unos centímetros a varios metros.
Los túneles de viento pueden ser de circuito abierto, o de circuito cerrado. Los túneles de
circuito abierto toman el aire de la atmósfera, lo pasan por el tubo de pruebas y descargan de
nuevo a la atmósfera. Estos túneles son sencillos y económicos de construir, pero son
ineficientes y limitados en los tipos de corrientes que pueden generar. Muchos túneles de viento
sofisticados utilizan un circuito cerrado para el aire, en el que el mismo aire es recirculado una y
otra vez.
La mayor ventaja de los túneles cerrados es que pueden ser presurizados, una técnica que
permite estudiar los objetos elaborados a escala. La comparación entre las condiciones de las
pruebas en el túnel del viento en modelos, y las condiciones reales de vuelo de los aviones a
tamaño natural dependen de la constante matemática adimensional conocida como el número de
Reynolds. El número de Reynolds es un parámetro de similitud de flujo, que describe las
fuerzas que actúan sobre un cuerpo en movimiento según el fluido en el que está inmerso. El
número es directamente proporcional al tamaño del objeto, y a la densidad y velocidad relativa
del fluido, e inversamente proporcional a la viscosidad del fluido. En los túneles de viento,
además, se pueden variar las condiciones de temperatura, con el fin de establecer las
condiciones más aproximadas en las que se puede encontrar un avión en vuelo.
Típicamente, el ingeniero elimina aquellas alternativas que no son muy provechosas, reduciendo
el grupo de opciones a desarrollar. Repetitivamente se deben realizar evaluaciones y
modificaciones, según el elemento evoluciona desde la idea inicial, a su diseño final.
Dependiendo de la naturaleza del problema a ser resuelto, la evaluación debe incluir varios
factores: seguridad, coste, fiabilidad, aceptación por el cliente, etc.
Quizá el camino más directo para evaluar un producto es desarrollar un prototipo, y probarlo en
funcionamiento. En algunos casos el prototipo puede no funcionar debido a uno o varios
componentes del diseño. Los diseñadores deben tratar de identificar todos los puntos débiles de
un prototipo, antes de aceptar o descartar una idea. En muchas ocasiones, grandes ideas se han
descartado de manera prematura, así como muchos prototipos han fallado en su funcionamiento
cuando han pasado a convertirse en productos. Ninguna idea debe ser evaluada en base a un
solo prototipo, o a una sola prueba.
Existen muchos métodos indirectos para evaluar un diseño propuesto. Por ejemplo, una prueba a
escala de un avión en el túnel del viento puede revelar buenas y malas características del diseño,
con un coste mucho menor que el de la fabricación de un avión a tamaño real.
La optimización de un sistema puede ser difícil cuando va a ser utilizado por un operador
humano a través de un interfaz hombre-máquina. Esta dificultad radica en que dos humanos
pueden actuar de distinta manera. Las diferencias básicas anatómicas y psicológicas entre
humanos hacen difícil cuantificar las características valoradas por los humanos en el diseño. Un
usuario humano puede encontrar un diseño muy aceptable y eficiente, mientras que otro puede
considerarlo intolerable; por eso, la optimización de características que afectan a los humanos
hacen necesarios los análisis estadísticos. De este modo, se debe caracterizar la población que
utilizará un diseño con el fin de optimizarlo.
Además de las evaluaciones técnicas rutinarias que los ingenieros realizan en un dispositivo, se
necesitan realizar más análisis. Esto es especialmente cierto en proyectos públicos, que deben
ser evaluados desde el punto de vista de la competencia, y en algunos casos de la intervención
de grupos contrarios al desarrollo. Estas evaluaciones tradicionalmente suelen venir clasificadas
como análisis económicos, pero recientemente se clasifican como condicionamientos sociales, o
medioambientales.
Después de haber elegido la solución apropiada, hay que comunicarlo a aquellos que deben
aprobarlo, como los clientes, o a quienes deben llevarlo a cabo. Esta comunicación debe tener la
forma de un informe de ingeniería, o un conjunto de planos y especificaciones. Los informes de
ingeniería están habitualmente dirigidos a un cliente o a un supervisor. Los planos y las
especificaciones son la descripción en términos de ingeniería para la división de fabricación, y
deben tener suficiente detalle sobre el diseño, para que se pueda construir o producir.
Puede decirse que una vez completados los planos, las especificaciones, y los informes de los
ingenieros, el proceso de diseño ha finalizado. Realmente la fase final del proceso de diseño es
la implementación, el proceso de producción, o construcción de un dispositivo, un producto o
un sistema físico. Los ingenieros deben planificar la producción de los dispositivos, y supervisar
la construcción de proyectos de ingeniería. Es posible que los ingenieros involucrados en la fase
de producción sean diferentes que los de la fase de diseño. Por ello, debe vigilarse
estrechamente el proceso de producción, sobre todo en los primeros momentos, ya que puede
haber parámetros que no se hayan tenido en cuenta en la fase de diseño, y aparezcan problemas.
Patentes.
No es raro, que el trabajo de diseño de un ingeniero, tenga un valor importante, y sea protegido
de la explotación por parte de otros. Esto se puede conseguir mediante las patentes.
Una patente de un invento garantiza los derechos de propiedad del inventor por parte del
gobierno. Esto excluye a otros de realizar, usar o vender el invento.
La ley de patentes clasifica los objetos que pueden ser patentados como “cualquier proceso,
máquina, fabricación, o composición de materias nuevos o beneficiosos, así como cualquier
mejora nueva o beneficiosa de ellos.” Esto significa que las patentes se pueden obtener para
prácticamente todo lo que puede ser hecho por el hombre, así como los procesos de fabricación.
Para que un invento sea patentable, éste debe ser nuevo, como se define en la ley de patentes. La
ley establece que un invento no puede ser patentado si:
el invento era conocido o utilizado por otros en el país, o ya está patentado o descrito en
una publicación impresa de éste, o cualquier país extranjero antes de la invención de
ello por el solicitante de la patente, o
el invento fue patentado o publicado en una publicación escrita de éste u otro país, o
esté en uso público o en venta en este país, más de un año antes de la solicitud de
patente.
Para solicitar una patente de un invento, se tiene que entregar un informe que incluye: una
especificación o descripción clara, concisa y exacta del invento, de manera que se distinga de
otros inventos anteriores. Una declaración del inventor asegurando que él es el primer y original
inventor de aquello para lo que se solicita la patente, un pago, y un dibujo con todo aquello que
debe conocerse para entender el invento.
Aunque los ordenadores aparecieron por primera vez en los años 1940, la mayor parte del
crecimiento de la tecnología de los ordenadores ha ocurrido en las dos últimas décadas. En este
relativamente corto espacio de tiempo, el uso de herramientas asistidas por ordenador para
resolver problemas de ingeniería han llegado a ser imprescindibles. Estas herramientas se
clasifican en varios grupos que podemos llamar:
Estos sistemas hacen el proceso de resolución de problemas en ingeniería más eficiente, y libera
a los ingenieros de tareas monótonas e inimaginativas, dejándoles mayor tiempo para su trabajo
de ingenio. Aquí, podemos centrar la atención en los sistemas de diseño asistido por ordenador
que han reforzado la potencia de las herramientas de diseño.
Con los sistemas CAD, los gráficos interactivos permiten al usuario comunicarse fácilmente con
el ordenador mediante dibujo en la pantalla. Con la rapidez de los sistemas modernos, esta
comunicación se realiza en tiempo real, y.la respuesta de los ordenadores es así instantánea.
Además, se requieren pocos conocimientos informáticos para utilizar estos sistemas, debido a
sus interfaces amigables.
Los primeros sistemas CAD se utilizaron para automatizar el dibujado, y facilitar la resolución
de problemas en dos dimensiones. Los gráficos interactivos, ahora, permiten al usuario
desarrollar modelos tridimensionales, y realizar un amplio rango de manipulaciones geométricas
y análisis sofisticados.
A pesar de los mayores esfuerzos por parte de los ingenieros diseñadores, sus ingenios,
ocasionalmente, pueden fallar. Los puentes entran en resonancia y se colapsan, los tejados de
los edificios se vienen abajo, etc. causando muchos daños materiales y a veces humanos. Los
fallos de ingeniería se pueden atribuir a una gran variedad de causas que incluyen:.
Aunque el objetivo del diseño en ingeniería es prevenir los fallos, realmente no se alcanza el
diseño libre de fallos. Cualquier estructura o máquina puede fallar de muchas maneras dando
como resultado consecuencias leves o catastróficas.
Es un hecho curioso que los humanos aprendemos más de nuestros errores que de nuestros
aciertos. Una de las ironías de la historia de la ingeniería es que todos los aciertos suelen
terminar en fallos. Con cada acierto en ingeniería, aparecen siempre preguntas en los
contribuyentes, los directores e incluso en los propios ingenieros, como hacerlo más duradero,
más ligero, más económico, y de este modo hacerlo más interesante. Existe una tendencia
habitual en ingeniería que es asumir más riesgos en pro de la economía. Por supuesto, esto tiene
un riesgo.
Por la otra parte, después de un fallo aparecen presiones para incrementar las medidas de
seguridad, revisar las construcciones y en definitiva caminar hacia una ingeniería más
conservadora. Cuando ocurre un fallo de ingeniería es importante llevar a cabo una
investigación con el fin de determinar las causas del fallo, y para encontrar remedios para
prevenir o minimizar las pérdidas, en caso de que vuelva a suceder.
Las telecomunicaciones son una especialidad cuyo mayor desarrollo se ha dado en las últimas
décadas. En la década de los 1970 sobretodo evolucionó la electrónica a nivel de integración,
implementando sistemas como los ordenadores, los autómatas para control de procesos, y las
máquinas “inteligentes”. En las décadas de los 1980 y 1990 la evolución más fuerte se ha
producido en las comunicaciones: canales de televisión nacional e internacional, telefonía
intercontinental y telefonía móvil, radiolocalización, teledetección con el apoyo de satélites
artificiales, y en los últimos años el auge de internet y las redes de ordenadores. Esta rápida
evolución de las telecomunicaciones plantea cierta problemática a la hora de realizar nuevos
proyectos, que se va a tratar a continuación.
En primer lugar, los proyectos de telecomunicación nuevos deben intentar implementarse con
las últimas tecnologías disponibles en el mercado; ya que su periodo de vigencia no es muy
grande. Esta utilización de tecnologías punteras plantea el problema de encontrar la información
necesaria, así como técnicos expertos que puedan llevar a cabo el trabajo. En ocasiones, también
esta aplicación de tecnología punta necesita de nuevos recursos tecnológicos, como
instrumentos, herramientas, aplicaciones software, etc. que probablemente haya que buscar y
comprar.
El campo de las telecomunicaciones, por otra parte, se está haciendo muy extenso.
Cualquier proyecto suele llevar consigo la aplicación de diferentes técnicas por parte de
distintos especialistas: electrónica, informática, comunicaciones, etc. Asimismo, cada proyecto
puede intentar resolver necesidades muy distintas. Por eso, se hace conveniente que el ingeniero
responsable de un proyecto tenga una visión lo más general posible de todas estas técnicas.
En proyectos de gran envergadura en los que el desembolso de dinero es grande, hay que tener
en cuenta el plazo de amortización que tiene el proyecto, es decir el tiempo que tardaríamos en
recuperar la inversión monetaria realizada. Además, si el cliente, el ingeniero o la empresa que
realiza el proyecto no pueden hacerse cargo de toda la inversión a realizar, se hace necesario
buscar una fuente de financiación que aporte el dinero necesario. En este caso, debemos tener en
cuenta el gasto debido a los intereses que hemos de pagar por el capital prestado.
Cuando se realiza un proyecto para dar solución a una necesidad, se establece un plan, y se
deben tener en cuenta una serie de factores, que en términos generales son comunes a todos los
proyectos. A continuación se enumerarán, y se describirán cada uno de estos factores.
Estudio de factibilidad
Otro aspecto a valorar es demostrar que la necesidad de los usuarios es una necesidad cierta.
Debe analizarse adecuadamente la necesidad existente, con el fin de conocer todos sus
elementos, para dar la solución más adecuada a la mayoría de ellos, o al menos, a los más
importantes.
Una vez vistas las necesidades y las soluciones que se plantean debe contemplarse la
factibilidad económica, y si es necesario, las posibilidades de financiación.
Planes de producción
La planificación de la producción real se hace a partir del proyecto del sistema que se va a
fabricar. En ella. se deben indicar todos los recursos, como herramientas, máquinas, y personal
de los que se dispone, así como aquellos que serán necesarios y que se deben conseguir.
También se debe realizar la distribución en planta, o “layout” de las máquinas necesarias para
dicha producción. Dentro de esta distribución en planta se debe tener en cuenta el transporte de
materiales, y los sistemas de información necesarios para el seguimiento del proceso.
Dentro del proceso de fabricación, hay que establecer también los aspectos de calidad que se
deben controlar, así como los puntos en los que se realizarán dichos controles. Es necesario
reservar personal, tiempos y espacios para la realización de estos controles de calidad.
En algunos casos, puede ser conveniente la subcontratación de una parte del proceso, con el fin
de no tener que poseer toda la tecnología involucrada en él. Hay procesos que necesitan una
gran inversión monetaria en cuanto a recursos, debido a que las máquinas son muy específicas.
Si en nuestro proceso esta tecnología se utiliza muy poco, se hace conveniente que nos la realice
una empresa externa. Esto quizá llevé consigo una descoordinación entre nuestra planta y la
empresa externa, pero es una consecuencia que hay que asumir, o intentar minimizar.
Planes de distribución
En este aspecto del proyecto, se trata de planear de qué manera se van a distribuir los productos
acabados para su llegada a los clientes. Debemos tener en cuenta la forma de empaquetado;
sobre todo si se trata de material delicado. También es importante diseñar la red de ventas, así
como todas las campañas de publicidad y promociones a realizar con el fin de que el producto
se haga conocido, e incluso necesario.
Además de lo que es el sistema de venta propiamente dicho, se debe ofrecer un servicio técnico
post-venta efectivo y cómodo para el cliente. Dentro de las funciones del servicio postventa
tenemos que contemplar, si es necesario, la distribución de consumibles; aspecto importante a la
hora de que el cliente se decida en comprar nuestros productos. Si al cliente se le pone difícil
conseguir los consumibles para hacer funcionar nuestro sistema, por muy bueno que sea, el
fracaso está asegurado.
Otra tarea de los servicios de distribución es servir de bucle de realimentación entre los clientes
y la empresa; es decir, llevar a la empresa aquellas inquietudes y necesidades de los clientes, de
forma que la empresa ajuste su producción y las mejoras en sus productos para el
aprovechamiento más efectivo de los productos por parte de los clientes.
También es conveniente tener presentes las salidas que se les pueden dar a los sistemas que
producimos, después de terminada su vida útil. Esto va a afectar sobre todo al medio ambiente.
Las posibilidades más habituales en la actualidad son el reciclaje de los materiales para fabricar
nuevos productos, y la posibilidad de reutilización en todo o en parte, de forma que los desechos
producidos sean lo menos posibles.
Debemos distinguir entre un líder y un jefe, para darnos una idea del alcance de la dirección
integrada de proyectos. Podemos llamar jefe a toda persona a la que se le debe obediencia, y por
lo tanto, tiene autoridad para ejercer el cargo. Sin embargo, al líder se le sigue de una forma
natural. Así pues, la diferencia está en el comportamiento de los demás hacia él.
Modos de dirección
La palabra motivación expresa la presencia de razones para la acción, es decir, las razones que
conducen a un determinado comportamiento. Se trata de una clase de dirección que se preocupa
sobretodo de conducir a los colaboradores a la realización de unos objetivos previamente
determinados. El motivo o la razón que va moldeando la forma de actuar de una persona está en
la psique del individuo. La motivación se basa en una necesidad. Debido a la motivación, el
individuo inicia acciones cuyo sentido consiste en alcanzar un objetivo en su entorno, que esté
asociado a la satisfacción de esa necesidad.
Durante muchos años, la psicología de la motivación ha intentado descubrir cuales son las
necesidades, y así, los motivos que determinan el comportamiento humano. Según estos
estudios, los motivos se pueden dividir en tres grupos:
Delegar significa confiar a alguien una tarea, transmitir una misión a alguien. Se aplica
generalmente en aquellas organizaciones que intentan alcanzar objetivos mediante la división
del trabajo, por tanto, en todas las organizaciones industriales y administrativas la delegación
constituye una de las misiones más importantes de la dirección. En este sistema se encomiendan
tareas a distintas personas, que a su vez tienen que cuidar de que otras personas se hagan cargo
de los diferentes sectores parciales, y desempeñen las respectivas tareas.
Según la amplitud y el tipo de tareas que se plantean en una organización, se establece una
jerarquía escalonada. La jerarquía de las tareas ofrece la base de una organización estructurada
que divide la empresa en sectores de dirección, departamentos, y grupos, hasta el puesto
individual a nivel de ejecución.
La jerarquía puede ser más o menos rígida, desde el superior que todo lo manda y los
colaboradores que únicamente obedecen sin capacidad de decisión, hasta el superior que deja al
grupo tomar sus propias decisiones limitándose exclusivamente a coordinar.
La dirección por objetivos ha estado demostrando su utilidad durante los últimos treinta años.
Al crear la dirección por objetivos en 1954, Peter Drucker se apoyó básicamente en los sistemas
de control realimentados. En la dirección por objetivos se premia a aquellos que cumplen los
objetivos previamente marcados. La dirección por objetivos exige una identificación clara de los
logros y objetivos a conseguir, y la medición de sus resultados concretos, en periodos de tiempo
determinados.
Este modo de dirección es un medio muy eficaz para controlar el rendimiento perseguido en
toda la estructura de la empresa, y tiene una amplia aceptación en la actualidad.
Esta forma de dirección pertenece a los modos de dirección más conocidos. En muchas
empresas se actúa según estos conceptos de una manera más o menos intuitiva, aunque quizá de
forma poco sistemática. La dirección por excepción significa básicamente la no intervención en
un proceso cuando éste evoluciona según los planes previamente establecidos. Sin embargo, se
tomarán medidas auxiliares cuando surja una desviación respecto a lo esperado.
Muchos autores no establecen gran diferencia entre la dirección por objetivos y la dirección por
resultados, ya que estos dos conceptos son casi iguales. La dirección por resultados es aquella
que está orientada a los resultados obtenidos. Esto significa que es una dirección orientada a
alcanzar la productividad máxima posible.
Este modo de dirección se aplica a todos los sectores de la empresa, y exige que la organización
sea tan productiva como sea posible. Los objetivos de la organización han de ser estructurados
de modo que sean aprovechados de manera óptima todas las posibilidades existentes. Las
posibilidades que se ofrecen para conseguir mejores resultados deben ser detectadas y
aprovechadas. La organización debe adaptarse a la evolución del mercado.
La dirección por sistemas busca la estructuración más racional posible de las actividades en el
ámbito de la administración de dirección a fin de incrementar la eficacia de la organización.
Se trata de dar una ordenación sistemática a la actividad que contempla los términos de:
procedimiento, método y sistema.
Los procedimientos son una secuencia de operaciones en las que pueden participar varios
colaboradores, en uno o varios departamentos. Se establece un procedimiento al objeto de
garantizar un tratamiento uniforme de una tarea recurrente. Un procedimiento determina las
personas que participan en la ejecución de una tarea, las actividades que han de ser realizadas
por los diversos participantes, y cuando habrá que emprender los distintos pasos en orden y
momento.
Los métodos son la forma de realizar las operaciones aisladas. Se trata de cómo se debe realizar
un trabajo y no por quién.
Los sistemas son el conjunto de procedimientos y métodos con el objeto de ejecutar tareas
empresariales más amplias.
La decisión de acometer un proyecto a partir de unos estudios previos conlleva una fijación de
sus objetivos, y la definición de sus principales parámetros. Una vez que el proyecto ha sido
aprobado, éste se va a desarrollar en el seno de una institución cuyas características pueden ser
variadas. Las empresas de ingeniería pueden organizarse de las siguientes formas: por unidades
funcionales, por equipos de proyecto, y organizaciones mixtas.
Cuando una organización como ésta tiene que enfrentarse a la realización de un proyecto, lo
hace distribuyendo los trabajos a realizar entre las unidades funcionales más adecuadas, y
asignando la responsabilidad global a aquella unidad que tiene una mayor carga dentro del
proyecto. A lo largo del desarrollo del proyecto es posible que la responsabilidad se traslade de
una unidad a otra, al pasar a ser esta la más importante en una etapa posterior del proyecto.
La mayor ventaja de este tipo de organización es la gran especialización conseguida por cada
unidad funcional. El personal técnico de una misma especialidad está totalmente agrupado en
una unidad, de manera que se incrementa así su incentivo de conocimiento técnico, y su afán de
mejorar la eficacia de su área de trabajo. Cuando los expertos trabajan juntos, suman sus
esfuerzos y pueden conseguir, en su especialidad un mayor nivel técnico. En este modo de
trabajo se necesita el mínimo aporte humano ya que los esfuerzos de cada área están totalmente
centralizados aprovechándose mejor los medios humanos. Por otra parte, los técnicos pueden
trabajar en proyectos distintos con el consiguiente enriquecimiento profesional. Existe una gran
continuidad en los procedimientos y políticas en la organización de los procesos de cada uno de
los proyectos.
En cambio los inconvenientes puede ser varios: por un lado, en proyectos de gran inversión se
hace difícil el control, ya que su desarrollo está en manos de muchas personas. Es difícil
determinar responsabilidades ya que no hay un responsable único. El éxito de un nuevo
proyecto está siempre subordinado a la carga de trabajo rutinario que desarrolle en ese momento
la empresa. Los directores de las unidades funcionales lucharán más por alcanzar los objetivos
anuales que por los objetivos de cada proyecto concreto.
Esta forma de organización tiene un origen muy reciente, y se ha desarrollado más en el sector
servicios que en el industrial. Lo más importante en el equipo de proyecto es que cada equipo
realiza completamente, y de forma independiente, el proyecto que se le asigna, y es muy
adecuado para empresas de sectores punteros como pueden ser las telecomunicaciones. Los
equipos de proyecto actúan con total libertad e independencia, utilizando los medios puestos a
su alcance estando en contacto directo con la dirección de la empresa.
Entre las ventajas de este modo, podemos destacar que se tiene un control directo de todas las
actividades, ya que están restringidas a equipos cerrados. Esto reduce mucho los problemas de
coordinación; todos trabajan en equipo con un objetivo concreto y son partícipes de su éxito o
su fracaso. Las responsabilidades son claras y están centralizadas con una línea jerárquica de
autoridad y con conocimiento directo e inmediato de lo que está pasando.
Los inconvenientes de este sistema son, en primer lugar la duplicidad de funciones del personal,
ya que tendremos personas trabajando en lo mismo pero en distintos equipos de proyecto.
Debido a esta duplicidad, se necesitará más personal que en el caso de las unidades funcionales,
lo que lo hace más costoso económicamente. Y además, el tener una persona encargada de una
tarea de un proyecto hasta que este termina implica la aparición de tiempos muertos, es decir,
tiempos en los que el proyecto está en marcha y todavía no pueden comenzar con su trabajo, o
ya lo han terminado. También tenemos que destacar que esta forma de trabajo no favorece la
formación de equipos especializados.
Organización mixta
Las dos organizaciones anteriores son estructuras extremas y básicas que definen un amplio
abanico de posibilidades intermedias. La organización mixta participa de las dos anteriores, y
trata de recoger las ventajas de ambas organizaciones, aunque también recoge sus
inconvenientes.
La organización establece dos grandes áreas, una dedicada a equipos de proyecto y otra
correspondiente a las unidades funcionales. Por lo general las unidades funcionales realizan
todas las actividades técnicas, y los equipos de proyecto las actividades administrativas. No
obstante, el carácter mixto de esta solución permite una gran flexibilidad en cuanto a la forma
de acometer un nuevo proyecto, e incluso modificar la organización del mismo a lo largo de su
ejecución.
Aunque esta forma de trabajo participa de las ventajas e inconvenientes de las dos soluciones
más tradicionales, si se utiliza con el debido cuidado puede ser muy ventajosa.
El gran problema de este tipo de organización es la falta de autoridad directa del director de
proyectos sobre los elementos asignados a su proyecto que pertenecen a unidades funcionales.