Relaciones Entre Poderes
Relaciones Entre Poderes
Relaciones Entre Poderes
Introducción
∗
Publicado en “El Poder Legislativo en la Democracia y la Integración”. BEATRIZ MARINA GROSSO Y
MARÍA ALEJANDRA SVETAZ (COMPILADORAS). Organización de los Estados Americanos. Unidad para la
Promoción de la Democracia. Buenos Aires. 2000. p. 67 a 101.
territorio como la población sean hoy sustancialmente diferentes de lo que eran hace
cien, quinientos, mil o dos mil años.
Tengo para mí, sin embargo, que la transformación del poder comenzó
bastante antes.
2
El primero de estos aspectos está hoy prácticamente generalizado en todo el
mundo. La universalidad del voto ciudadano es hoy una realidad tangible en todo el
orbe, más allá de circunstanciales gobiernos dictatoriales o autocráticos que, de
cualquier manera, no son bien vistos por la comunidad internacional, lo que hace
altamente inestable su subsistencia. Estructuralmente, tal vez el último reducto de
restricciones a esta participación, lo constituyó el apartheid sudafricano, eliminado hace
ya más de una década.
1
MATIENZO, JOSÉ NICOLÁS, El Gobierno Representativo Federal en la República Argentina, 2ª ed.,
Madrid, 1917, p. 20.; citado por UBERTONE, FERMÍN P. en Reflexiones sobre el Federalismo Argentino, El
Derecho, t. 99, p. 913 y ss.
3
Montesquieu, distribuyendo el gobierno en un Poder Legislativo, un Poder Ejecutivo y
un Poder Judicial. Nuestro país adscribe también a ese modo de organización, tanto en
lo que hace a los gobiernos provinciales como al gobierno central.
4
los senadores, que pasan a ser tres por provincia, estableciéndose que dos de ellos
corresponderán al partido político que obtenga la mayor cantidad de votos, y el restante
al que le siga en número. Si bien podría pensarse que esta reforma significa tan sólo un
aumento en la cantidad de integrantes de dicho cuerpo, la forma de elección hace que la
base de su representatividad sea la misma que la de la Cámara de Diputados, el pueblo
de la provincia, en lugar de ser una representación institucional de la provincia como tal.
5
B. Las delimitaciones de competencias. Las zonas grises.
2
MOLDES, GERMÁN M., en conferencia pronunciada en la Universidad Austral (Buenos Aires) en el
marco del Programa “Una nueva visión de la Administración Pública”, dictado durante el año 1998 y
dirigido por el autor de este trabajo.
3
La CN, en su artículo 121, establece que “Las provincias conservan todo el poder no delegado por esta
Constitución al Gobierno Federal”. Es decir, aquello no expresamente previsto, continúa en poder de las
provincias.
6
como es el caso de Francia, aquellas facultades que la Constitución no ha atribuido
específicamente a ninguno.
Por tal motivo, desde el golpe militar que derrocó a Hipólito Yrigoyen, el 6
de septiembre de 1930, hasta el retorno –hasta ahora definitivo- a la democracia, el 10
de diciembre de 1983, algo más de cincuenta y tres años, el Congreso sólo estuvo en
funcionamiento, sumando los cinco períodos, durante treinta, y en ningún caso alcanzó
a los doce años continuos, es decir, dos períodos presidenciales completos.
Resulta fácil imaginar las secuelas negativas que ello tiene en una correcta
delimitación de competencias entre ambos poderes.
4
No entramos aquí en la distinción que hace CONSTANTINEAU entre los gobiernos que no pueden ser
considerados gobiernos de iure, según se limiten a ocupar cargos constitucionales por medios no
constitucionales (de facto) o aquéllos que, además, modifican la estructura constitucional del gobierno (de
usurpación). Simplemente utilizamos la expresión “gobierno de facto” como opuesta a “gobierno de
iure”.
5
Para que se tenga una clara idea de la magnitud del problema, hemos agregado al final, como Cuadro I,
un esquema de los gobiernos correspondientes a estos períodos.
7
un alto grado de decisión que termina de definirse con posterioridad al dictado de la ley,
por vía de reglamentación.
Respecto del primero, debe aclararse que si bien desde la sanción original de
la Constitución Nacional estuvo previsto el veto parcial de las leyes, nada se decía
acerca de si podía o no promulgarse la parte no vetada. La práctica hizo que la
promulgación se aceptara aunque en alguna oportunidad la justicia consideró que si lo
vetado representaba una porción sustancial de la decisión legislativa, el resto no tenía
entidad suficiente como para poder promulgarse de un modo autónomo.
8
total de la ley. Una solución análoga a la que establecen los tratados internacionales en
relación con las reservas que los diferentes estados puedan formular al mismo.
Sin embargo, se optó por una solución en la que se establece que si la parte
vetada hace a la esencia de la ley no puede promulgarse el resto, pero nada se dice
acerca de quién es el que debe decidir si la parte vetada es o no es esencial.
9
C. El rol del parlamento.
6
COLUMBA, RAMÓN. El Congreso que yo he visto. Ed. Columba. 4ª edición, 1983, p. 57.
10
Un ejemplo paradigmático de ello es lo referente a los tiempos legislativos:
un reproche habitual es la –aparente- lentitud en la sanción de las leyes. Al respecto dice
Paul Rundquist:
Esto lo dice un funcionario del Congreso de los Estados Unidos, uno de los
cuerpos legislativos más estables de la historia contemporánea.
7
RUNDQUIST, PAUL (Funcionario del Servicio de Investigaciones de la Biblioteca del Congreso de
EE.UU.), “Modernización de la Función Legislativa”. Documentos y Conclusiones, Primer Congreso
Internacional de Modernización Parlamentaria, Buenos Aires, 1990, Tomo I, pág. 357. Citado por
ROVNER, RICARDO D. en La capacitación de los legisladores (inédito), 1999.
8
ESTRADA, JUAN, (Prosecretario Parlamentario de la H. Cámara de Diputados de la Nación), conferencia
pronunciada en la H. Cámara ante oficiales cursantes de la Escuela Superior de Guerra del Ejército
Argentino, 1997.
11
Por otra parte, no es la función legislativa la única que se le asigna al
Congreso. La doctrina le atribuye, además, otras dos funciones: la de control y la de
representación.
En relación con la primera, sólo mencionaré que por tratarse del órgano de
gobierno donde la representación de la ciudadanía aparece con un mayor grado de
pluralismo político, parecería ser el que mayor énfasis debe poner en el control general
de la tarea del gobierno y particularmente sobre los otros poderes.
9
SVETAZ, M. ALEJANDRA y GROSSO, BEATRIZ M., en clase dictada en el marco del IV Programa de
Formación de Administradores Gubernamentales, Instituto Nacional de la Administración Pública
(INAP), en la materia Relaciones Funcionales entre los Poderes el Estado cuya organización y desarrollo
estuvo conjuntamente a cargo de las mencionadas profesionales, los Dres. MIGUEL A. LUNA y FERMÍN P.
UBERTONE, y el autor de este trabajo.
12
Podríamos encontrar, seguramente, varias decenas de definiciones de poder.
Muchos son los autores que se han ocupado de ello y han elaborado definiciones más
complejas o más sencillas, más abarcativas o más acotadas, más generales o más
específicas. Sin embargo, la que seguramente nos resultará más útil para nuestro análisis
es la planteada por Germán Moldes, siguiendo a Max Weber, en la conferencia antes
citada: “El poder es la posibilidad que tengo yo de imponer mi voluntad, con
prescindencia de la voluntad de los demás”.10
Podemos advertir, entonces, que hay dos sujetos en esta relación: quien
tiene el poder y quien resulta destinatario de este poder. En nuestro caso, quien tiene el
poder es el Estado y quienes resultan destinatarios de ese poder son los otros estados, en
la faceta que hemos denominado soberanía, o los habitantes del territorio de ese Estado,
en la faceta que hemos denominado gobierno.
Él está ahí porque una ley de la Nación, emanada de los otros dos poderes
y con absoluta prescindencia de aquél al cual él representa, ha decidido que ese
tribunal exista, y con esa competencia. Adicionalmente, para que sea él quien ocupara
ese cargo, hizo falta que el Poder Ejecutivo lo designara, solicitando previamente el
10
MOLDES, GERMÁN M., en conferencia citada en nota 2.
13
acuerdo de un sector del Poder Legislativo: el Senado. El caso que él está estudiando
ha tramitado, no como él hubiera deseado, sino como lo establece otra ley, el Código
de Procedimiento, emanado de la voluntad, conjunta y exclusiva, de los otros dos
poderes. Tampoco él ni el Poder que representa (el Judicial) han tenido la más mínima
intervención en el dictado de la sustancia que él debe manejar: las leyes de fondo, que
pueden serle modificadas aún durante la tramitación del juicio. Si se trata de un juicio
penal y el imputado es un legislador, no puede actuar si la cámara a la que pertenece
no le quita los fueros y permite su juzgamiento. Adicionalmente, cualquier condena
penal que él dicte puede ser alterada o enervada por el Poder Ejecutivo mediante la
conmutación de penas o el indulto. Por si esto fuera poco, su comportamiento como
juez está vigilado por el Congreso quien, directamente a través del juicio político, si
pertenece a la Corte Suprema, o indirectamente a través de la representación que éste
tiene en el Consejo de la Magistratura (donde también está representado el Poder
Ejecutivo), si ocupa alguno de los mal llamados “tribunales inferiores”, puede
destituirlo de su cargo.∗
Pero nuestro juez sabe también que conserva su arma secreta, que le
permite la oportuna y deliciosa venganza: si él considera que esa ley, que los otros dos
poderes le han indicado que él debe aplicar, es contraria a la Constitución, él así lo
declara, y proclama a viva voz que no va a aplicarla en este caso. En otros ... quién
sabe.
Entiendo que la cita muestra con claridad la interrelación que existe entre
los llamados “poderes de estado”.
∗
No menciono aquí que el presupuesto del Poder Judicial también es fijado por una ley del Congreso
promulgada por el Ejecutivo porque, si bien revela otra injerencia de estos poderes en aquél, no hace a
la tarea de cada juez en el análisis y la resolución de cada caso.
11
PÉREZ BOURBON, HÉCTOR, Para entender al Congreso (aún inédito). 1999.
12
LOEWENSTEIN, KARL, Teoría de la Constitución, 2ª edición, Ariel, Barcelona, 1979, p. 54 y ss.
14
Sin embargo, también advierte el maestro alemán que “es difícil desalojar
un esquema mental que está profundamente enraizado, y el dogma de la separación de
poderes es el más sagrado de la teoría y práctica constitucional”.13 y 14
He señalado más arriba que una de las constantes en los diseños de sistemas
de gobierno, de dos siglos a esta parte, es el buscar mecanismos que aseguren la
imposibilidad de la concentración del poder en una única persona.
Dicho de otro modo, impedir que una sola persona pueda tomar una
decisión definitiva.
Para ello, existen diversos sistemas de control los cuales, sin embargo,
pueden reducirse a sólo dos modalidades:
13
LOEWENSTEIN, KARL, op. cit., p. 62.
14
No obstante la prevención del célebre jurista, la actual Constitución de la Provincia de La Rioja
organiza su gobierno sobre la base de tres órganos a los que denomina Función Legislativa, Función
Ejecutiva y Función Judicial. No son las funciones propuestas por Loewenstein pero, a mi juicio significa
un interesante avance en la materia.
15
por cuanto no existe en el Poder Ejecutivo una instancia superior. El problema se
resuelve por aplicación del segundo método, materializado en el refrendo ministerial.
16
mayorías con que ha sido aprobada en cada una de las cámaras. A igualdad de mayorías,
prevalece el criterio de la cámara iniciadora.
15
Si una sentencia de un tribunal unipersonal no es apelada y, por lo tanto queda firme, tampoco puede
decirse que la decisión fue tomada por una sola persona, ya que las partes, al consentir la sentencia, se
hacen partícipes de esa decisión.
16
El término “simultáneo”, es utilizado aquí como opuesto de “sucesivo”. No significa esto que todos los
legisladores hayan acordado sus posiciones en el mismo instante. La búsqueda del consenso
parlamentario es una tarea que lleva largo tiempo y sucesivas conversaciones entre distintos sectores de
un mismo grupo político y de los distintos grupos políticos entre sí. Pero lo cierto es que todos estos
acuerdos, más allá de cuando hayan sido logrados, confluyen en el momento en que se toma la decisión, o
sea, se vota la ley. En este sentido es “simultáneo”.
17
garantizar a cada uno de los intervinientes en el proceso el tener suficiente certeza
acerca de cuándo y de qué manera sucederá o deberá suceder cada acontecimiento.
17
En relación con este tema, me parece muy acertado también lo que señalara la Dra. Alejandra Tadei, en
un curso que dictáramos en forma conjunta en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, en el sentido
de que, tanto en el trámite administrativo como en el judicial, lo habitual es que existan particulares que
son actores directos en dicho trámite y cuyos intereses pueden verse afectados, por lo que es menester
garantizar que no haya menoscabo arbitrario de los mismos. En el trámite parlamentario, por el contrario,
tales particulares no existen. La decisión afectará a la sociedad en general y no está dirigida a ningún
individuo en particular.
18
C. Interdependencia de los poderes.
Si bien el poder que tiene cada uno de ellos es parcial, ¿cómo evitar que se
expanda y se transforme en monopólico?
Debo confesar que, desde hace varios años, he ido tratando de sistematizar
estas relaciones. Cada sistematización me parece buena al momento de realizarla y, al
tiempo, advierto que presenta algunas fisuras, lo que me mueve a reemplazarla por otra
nueva ... y el ciclo se repite.
19
control conjunto del Legislativo y del Ejecutivo sobre el Judicial, pero también puede
verse como una relación de cooperación del Legislativo con el Judicial a quien le
garantiza que la designación de los miembros de ese poder no quedará librado al
exclusivo arbitrio del Ejecutivo quien resulta ser, de esta manera, el efectivamente
controlado.
20
3. Controles generales sobre el accionar del Poder Ejecutivo:
18
Sobre el particular sostengo que esto, si bien puede verse como una interacción entre ambos poderes,
responde más bien a un control de tipo federal, de las provincias sobre la Nación. Es la porción de poder
que se reservaron las provincias al resignar determinadas atribuciones en el Estado Federal. Al igual que
en caso de las relaciones exteriores o de la justicia federal, la renuncia a esas atribuciones tiene como
contrapartida el control en la designación de los funcionarios que la ejercerán.
19
Ver nota anterior.
21
5. Controles especiales en lo estrictamente legislativo:
El trámite legislativo normal implica una sanción del Congreso y una acción
positiva (expresa o tácita) del Ejecutivo, para su promulgación, o una negativa que se
materializa en el veto. A fin de evitar esta aparente supremacía de un poder unipersonal
sobre otro colegiado, el sistema constitucional prevé la posibilidad de enervar el veto
presidencial mediante la insistencia del Congreso, con una mayoría agravada.
20
Ver supra, p. 9.
22
1. Sesiones:
Si bien las sesiones del cuerpo legislativo, y aun de cada una de las cámaras,
son atribuciones propias y autónomas del mismo, el Poder Ejecutivo tiene cierta
injerencia en ellas. Estas injerencias, en rigor, no están establecidas en la letra de la
Constitución como atribuciones exclusivas del Ejecutivo; sin embargo la práctica
constitucional inveterada ha hecho que así lo fueran.
Por ello es que el Presidente no sólo tiene iniciativa legislativa, sino que, en
la realidad parlamentaria, los proyectos del Ejecutivo tienen mejor acogida que los de
los mismos legisladores y, proporcionalmente, son muchísimos más los que llegan a
convertirse en ley.
23
descentralizados) concurran a las reuniones de comisión para participar en la discusión
de los temas de su respectiva incumbencia.
Finalmente la sanción del Congreso pasa por las manos del Presidente para
la promulgación o el veto, con las características ya señaladas.
3. Actividad política:
21
PÉREZ BOURBON, HÉCTOR, Para entender ... cit. en nota 11.
24
Aunque el tema ya fue detallado con anterioridad, a efectos de mantener una
coherencia metodológica señalaremos los seis grupos que lo componen. De estos seis
grupos, tres de ellos son absolutamente comunes tanto para el Ejecutivo como para el
Legislativo; dos son grupos comunes aunque la intervención de cada uno de los poderes
no es idéntica; se agregan, por último, un grupo para el Legislativo y otro para el
Ejecutivo, cada uno de los cuales constituye una sola intervención:22
2. Leyes de fondo:
La materia, la sustancia que los jueces deben aplicar también son leyes del
Congreso promulgadas por el Ejecutivo, a las que hay que agregar los actos
administrativos emanados sólo de éste. Estas leyes pueden serle modificadas al juez,
aun durante el proceso. Resulta interesante, a este respecto, la amnistía, que hace
desaparecer la sustancia que el juez manejaba.
22
Ver supra, p. 13 y 14, cita de nota 11.
23
Ver nota 18.
25
5. Remoción de los magistrados:
Es esta, tal vez, el arma más importante que tiene el poder judicial en
materia de control. No podemos realizar aquí un estudio detallado sobre el tema, que
excedería completamente las posibilidades de este trabajo, pero sí puntualizaremos
algunas cuestiones que pueden resultar interesantes:
24
Desconozco, aunque intenté averiguarlo, cuál es la causa o el origen de que las renuncias de los jueces
sean aceptadas por el Presidente de la Nación. Resulta, a mi juicio, extraño, por cuanto lo habitual es que
las renuncias se presentan no ante quien fue el autor de la designación sino ante quien tiene facultad de
remoción, lo que no se da en este caso.
25
Es materia de discusión doctrinaria si el indulto puede o no aplicarse durante el proceso, antes de la
decisión judicial. No obstante, en Argentina se lo ha aplicado a procesados no condenados.
26
Es, creo, el único caso en que un poder provincial ejerce control sobre
alguno de los poderes nacionales. El mecanismo de control de constitucionalidad en la
República Argentina permite que cualquier juez provincial pueda declarar la
inconstitucionalidad de una norma emanada de poderes nacionales.
2. Medidas de no innovar:
Son medidas dictadas por el Poder Judicial que ordenan a cualquiera de los
otros poderes, o aun a particulares, suspender determinada actividad.26
4. Jurisprudencia:
26
Aunque en el punto anterior he sostenido que la declaración de inconstitucionalidad es el único caso de
control de un poder provincial sobre uno nacional, podemos ver que también procede una medida de no
innovar dictada por un juez de provincia contra algún órgano del gobierno nacional. No he tenido en
cuenta esta última por cuanto las medidas de no innovar son siempre medidas transitorias mientras que la
declaración de inconstitucionalidad configura una decisión definitiva.
27
6. Instancia de revisión de las sentencias de los tribunales militares:
***********
Como podemos apreciar, las interacciones recíprocas entre los poderes del
estado son muchas y de distinta naturaleza.
Ninguno. Con esto sucede como con el juego de “piedra, papel o tijera”
que jugábamos cuando éramos chicos. Tijera le gana a papel, papel le gana a piedra y
piedra le gana a tijera.
Tercera parte: los que ejercen el poder y los destinatarios del poder. La Ley.
27
PÉREZ BOURBON, HÉCTOR, Para entender ... cit. en nota 11.
28
estados, que no presentan relaciones de subordinación unos respecto de los otros sino
que deciden, por voluntad propia, someterse todos ellos a determinadas pautas.
Las sucesivas órdenes que va dando el que manda a los que obedecen
constituyen el orden jurídico de ese Estado. La norma jurídica configura, entonces, el
modo normal y habitual de comunicación del gobierno a los gobernados.
La ley es, seguramente, el elemento que más vinculación genera entre los
distintos órganos del gobierno.
Porque no debemos olvidar que más allá del momento de dictarse la ley,
más allá del consenso que tenga esa decisión al momento de su materialización
29
concreta, la norma sancionada pasará a integrar el orden jurídico con vocación de
permanencia.
30
Es, finalmente, a través de la aplicación de la ley o, al menos, en función de
la misma, que el accionar de los gobernados se relaciona con el gobierno. A este
respecto, encuentro sumamente ilustrativo el siguiente ejemplo diseñado por el Dr.
Fermín Ubertone.28
28
UBERTONE, FERMÍN P., en clase dictada en el curso citado en nota 9.
31
8. Finalmente, podrá sobrevenir un indulto o una conmutación de penas,
por parte del Poder Ejecutivo provincial.
32
CUADRO I