Elliot Cap6 y Wachtel Cap 7 Resumen

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 8

Capítulo 6

LA CONQUISTA ESPAÑOLA
Y LAS COLONIAS DE AMÉRICA
LOS ANTECEDENTES DE LA CONQUISTA

Este capítulo aborda la conquista española y la colonización de América, destacando los


antecedentes históricos que influyeron en este proceso. Se menciona la filosofía de
conquista de Hernán Cortés y cómo la expansión territorial en la península Ibérica, a través
de la reconquista, sirvió como precedente para la expansión ultramarina en el siglo XVI.

El texto explica cómo la expansión hacia el oeste fue influenciada por la situación
geopolítica y socioeconómica de Europa en la Edad Media tardía, con una Europa afectada
por la peste negra y amenazada por el avance del Islam. La proximidad geográfica de la
península Ibérica al Atlántico y su tradición marítima la convirtieron en un punto focal para la
expansión ultramarina.

Se discuten los roles de Portugal y Castilla en la expansión ultramarina, destacando el uso


de las feitorias como puntos de comercio y la importancia de la corona en la autorización y
financiación de las expediciones. También se menciona la influencia de la Iglesia en la
legitimación de las conquistas y la distribución de tierras.

El capítulo culmina con la discusión sobre la expedición de Cristóbal Colón y su relación con
la corona española, destacando las capitulaciones firmadas entre Colón y los Reyes
Católicos, que otorgaban a Colón el título de virrey y almirante hereditario de las tierras
descubiertas, así como ciertos privilegios y recompensas en caso de éxito.

El modelo de las islas

El texto que compartiste es un extracto de un libro de historia que describe el período inicial
de colonización de América por parte de los españoles, centrándose específicamente en La
Española (actual República Dominicana y Haití) y el modelo de colonización implementado
allí.

Se mencionan varios aspectos importantes, como la búsqueda inicial de oro por parte de los
colonizadores españoles, la introducción del sistema de encomienda para la explotación de
la mano de obra indígena, la resistencia de algunas figuras religiosas como Bartolomé de
las Casas contra el maltrato de los indígenas, y la posterior importación de esclavos
africanos como mano de obra para compensar la disminución de la población indígena.

El texto también aborda la expansión hacia otras islas del Caribe y el continente, así como
las consecuencias devastadoras para las poblaciones indígenas locales y la naturaleza del
proceso de colonización en sí mismo. Se resalta la falta de consideración por las
consecuencias a largo plazo y la mentalidad de enriquecimiento rápido que caracterizó a
muchos colonizadores.

LA ORGANIZACIÓN Y EL AVANCE DE LA CONQUISTA

La conquista de América española continental entre 1519 y 1540 fue un proceso


complejo que involucró la organización y avance de los conquistadores a través de
diversas regiones. Dos grandes arcos de conquista, uno desde Cuba hacia México y
otro desde Panamá hacia el sur, complementaron la subyugación del continente.
Aunque la superioridad tecnológica y la organización de los españoles jugaron un
papel crucial, también enfrentaron desafíos como la resistencia de las poblaciones
indígenas y las rivalidades internas. La cohesión entre los conquistadores, basada
en relaciones regionales, sociedades privadas y compañerismo en la lucha, fue
fundamental para el éxito de las expediciones.

El texto aborda el proceso de conquista de México y Perú por parte de los


españoles, destacando la astucia de Cortés y Pizarro para aprovechar las
debilidades internas de los imperios azteca e inca. Se resalta la importancia de la
dominación y opresión de estos imperios sobre los pueblos sometidos, lo que
generó resentimiento y facilitó la conquista española. Además, se menciona el papel
crucial de las enfermedades transmitidas por los europeos, así como las dificultades
encontradas en otras regiones como Yucatán y Chile debido a la falta de unidad
política y resistencia indígena. La conquista fue tanto una revuelta de los pueblos
sometidos como una imposición externa, y su éxito se debió a una combinación de
factores militares, políticos y geográficos.

LA CONSOLIDACIÓN DE LA CONQUISTA

El texto analiza la consolidación de la conquista española en América Latina,


destacando las variaciones en los métodos de conquista y control de la población
entre regiones. Se menciona que, una vez destruidos los imperios azteca e inca, los
españoles pudieron establecer su control rápidamente, aprovechando la
infraestructura preexistente y la docilidad de la población.

Se destaca la complejidad del proceso de conquista, que involucró aspectos


militares, espirituales y sociales. Los conquistadores no eran exclusivamente
soldados profesionales, sino que provenían de diversas clases sociales y aspiraban
a mejorar su situación económica y social en el Nuevo Mundo.

Se describe la creación de nuevas ciudades y la institución de la encomienda como


mecanismo de control y explotación de la mano de obra indígena. Aunque
inicialmente se pensó como una forma de integrar a los indígenas en la sociedad
colonial, la encomienda resultó en prácticas de explotación y desigualdad.

A pesar de los intentos de establecer una sociedad colonial ordenada y estable, las
tensiones y desigualdades en la distribución de recursos y poder llevaron a
conflictos internos, como las guerras civiles en Perú. La consolidación del control
español en América Latina fue un proceso complejo y marcado por conflictos
sociales y políticos.

El texto describe el proceso de evangelización y colonización en América durante el


siglo XVI, destacando la desilusión de los misioneros ante la realidad que
encontraron, lejos de sus expectativas idealizadas del Nuevo Mundo. Inicialmente,
las órdenes religiosas, como los franciscanos, dominicos y agustinos, lideraron la
evangelización, creyendo en la posibilidad de una conversión masiva de los
indígenas. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos y las numerosas conversiones,
muchos indígenas seguían venerando sus antiguos ídolos y resistiendo cambios
culturales como la monogamia.

Con el tiempo, algunos misioneros comenzaron a estudiar y documentar las culturas


indígenas, como fray Bernardino de Sahagún, en un intento por entender mejor a
quienes querían convertir. Sin embargo, este interés disminuyó, especialmente en
Perú, donde las condiciones eran menos favorables para la evangelización
sistemática.

Paralelamente, la creciente migración de españoles y la importación de esclavos


africanos transformaron la composición demográfica y social de América. Los
matrimonios mixtos y la proliferación de mestizos, mulatos y zambos complicaron
aún más la situación, creando una sociedad diversa y jerárquica. A pesar de los
esfuerzos por preservar las comunidades indígenas, las influencias externas y las
demandas de los colonos contribuyeron a la desintegración de las estructuras
sociales indígenas previas a la conquista.

Durante la conquista española de América, la "república de los indios" enfrentó


presiones externas y una catástrofe demográfica provocada por epidemias
europeas, como la viruela. Estas enfermedades devastaron a la población indígena,
especialmente en México y las regiones costeras. La desmoralización y
desorientación de los indígenas, agravadas por la disrupción de sus modos de vida
y la demanda de mano de obra europea, contribuyeron a su declive. La población
indígena de México central y Perú disminuyó drásticamente.

La caída de la población indígena afectó la política y la economía coloniales. La


escasez de mano de obra impulsó el uso de africanos y ajustes en la política laboral.
Los colonos se apropiaron de tierras desocupadas para cultivar trigo y criar ganado
europeo. La América española se convirtió en una civilización urbana dominada por
grandes terratenientes.

La administración española se fortaleció con virreyes y audiencias, reduciendo el


poder de los conquistadores. En México, Antonio de Mendoza y en Perú, el marqués
de Cañete, consolidaron el control real. Así, las Indias se integraron en la estructura
institucional de la monarquía española, transformando radicalmente las sociedades
indígenas.

El capítulo 7 explora la situación de los indígenas americanos y su reacción a la


conquista española. América, aislada del resto del mundo durante milenios,
albergaba sociedades diversas y autóctonas, desde estados estructurados hasta
tribus nómadas. La llegada de los europeos representó un choque sin precedentes
para estas culturas.

Las respuestas de los indígenas a la invasión española variaron ampliamente:


algunas comunidades ofrecieron alianzas, otras colaboraron bajo coacción, y
algunas resistieron activamente. Tanto los nativos como los conquistadores
experimentaron asombro al encontrarse con seres humanos de cuya existencia no
tenían conocimiento previo.

El capítulo se centra en los efectos de la conquista sobre los imperios azteca e inca
hasta la década de 1570, con especial atención en los Andes. También se
consideran brevemente las áreas periféricas del norte de México y el sur y sureste
de los Andes, proporcionando una visión más completa de la perspectiva indígena
ante la conquista.
El capítulo "El Trauma de la Conquista" describe el profundo impacto de la llegada
de los españoles en las sociedades indígenas de América, particularmente en
México y Perú. Los documentos indígenas reflejan un terror religioso ante los
invasores, quienes eran vistos como figuras apocalípticas o seres divinos debido a
sus características y habilidades desconocidas para los nativos, como los caballos y
las armas de fuego.

Profecías y presagios, como el incendio de templos y fenómenos celestiales


extraños, se interpretaron como señales del fin de los tiempos. Los españoles
fueron recibidos con asombro y miedo, en parte debido a mitos preexistentes sobre
dioses civilizadores que regresarían. Personajes como Quetzalcóatl en México y
Viracocha en los Andes fueron asociados con los conquistadores, quienes se
beneficiaron de estas creencias iniciales.

A pesar de la rápida desmitificación de los españoles como deidades, su llegada


desató divisiones internas y conflictos preexistentes en los imperios azteca e inca,
facilitando su conquista. La colaboración de grupos indígenas oprimidos fue crucial
para las victorias españolas. La derrota fue percibida no solo como un colapso
político y militar, sino también como una catástrofe cósmica y religiosa, marcando el
fin del orden divino y tradicional para los pueblos nativos.

La reacción indígena varió, pero la invasión europea fue universalmente vista como
un evento devastador que alteró radicalmente la realidad y el sentido de sus vidas.
Las crónicas recogen el sentimiento de pérdida y desesperanza, destacando la
percepción de los españoles como heraldos del fin del mundo conocido.

El texto proporciona una descripción detallada de las consecuencias devastadoras


de la conquista española en las poblaciones indígenas de América Latina,
centrándose en la región andina. Aquí está la estructura del contenido clave extraído
del texto:

1. Catástrofe Demográfica (p. 175-176):


○ Población antes y después de la conquista:
■ 1530: 10 millones
■ 1560: 2.5 millones
■ 1590: 1.5 millones
○ Causas principales:
■ Enfermedades introducidas por los europeos (viruela,
sarampión, gripe).
■ Otras causas incluyeron la guerra, la opresión, suicidios y
abortos, baja natalidad.
2. Impacto de la Conquista Española (p. 176):
○ Censo de población nativa:
■ Alta mortalidad masculina debido a la guerra y a los impuestos.
○ Testimonios indígenas:
■ Causas del declive demográfico: guerras, epidemias,
migraciones y trabajos excesivos.
■ Percepción de los indios sobre su situación: peor salud y menor
longevidad después de la conquista.
3. Desestructuración de la Sociedad Nativa (p. 176-177):
○ Cambio en estructuras sociales y económicas:
■ La conquista desorganizó las estructuras tradicionales.
■ Respuestas de las Relaciones geográficas de las Indias
reflejaron la percepción indígena de declive.
■ Pérdida de estructuras tradicionales de conducta y
desintegración de sistemas económicos, sociales y religiosos.
4. Estructura Precolombina de los Andes (p. 177-179):
○ Organización social:
■ Unidad básica: ayllu (análogo a los calpulli mexicanos).
■ Sistema de reciprocidad en trabajo y producción.
○ Estructura del Estado Inca:
■ Aparato político y militar impuesto a grupos étnicos.
■ Sistema de mitmaq para la autosuficiencia y
complementariedad ecológica.
■ Colapso de estructuras estatales tras la invasión española.
5. Adaptación y Resistencia de la Sociedad Andina (p. 179-181):
○ Reorganización de la economía y tributos:
■ Tributos españoles alteraron las estructuras económicas
tradicionales.
■ La introducción de la moneda y la economía de mercado.
○ Conflictos y litigios:
■ Desajustes entre tributos y población, debido a colapso
demográfico y abusos de encomenderos.
■ Persistencia del modelo andino en áreas restringidas.
6. Conclusión (p. 181):
○ Impacto general de la conquista:
■ Desintegración del sistema precolombino y adaptación forzada
a nuevas estructuras coloniales.
■ La profunda transformación del mundo precolombino debido a
las imposiciones coloniales.

Esta estructura resume los principales puntos del texto, proporcionando una visión
clara del impacto de la conquista española en las sociedades indígenas,
especialmente en la región andina.

Durante la colonización española de América Latina, los españoles se basaron


inicialmente en las técnicas mineras indígenas, especialmente en el proceso de
extracción de plata en Potosí. Sin embargo, la introducción de la amalgama en
1574, bajo el virrey Toledo, permitió a los españoles tomar control completo de la
producción de plata, marcando una nueva era colonial.

La integración de los indígenas en el sistema económico colonial fue acompañada


por el desmantelamiento de sus estructuras sociales tradicionales, como los ayllus
en Perú y los calpullis en México. Aunque estas estructuras continuaron existiendo,
los indígenas perdieron muchos de sus poderes tradicionales.

La migración forzada y las guerras civiles también desarraigaron a muchas


poblaciones indígenas, convirtiendo a muchos en yanaconas, quienes aunque libres
de ciertas obligaciones, se encontraron en un estado de dependencia diferente y a
menudo peor.
En ambos virreinatos se desarrollaron diferentes dinámicas. En Perú, los yanaconas
y forasteros crecieron en número y su situación se volvió problemática, mientras que
en México los mayeques fueron asimilados como tributarios, borrando distinciones
precolombinas.

Los nobles indígenas fueron cooptados para actuar como intermediarios entre los
españoles y los indígenas comunes, perdiendo la esencia de su poder pero
manteniendo ciertos privilegios. Mientras que en México los cabildos introdujeron
una renovación en las clases gobernantes, en Perú los curacas mantuvieron su rol
de gobernadores, perpetuando ciertas estructuras.

La imposición de nuevas formas de tributo y la destrucción de las prácticas


religiosas tradicionales causaron una profunda desestructuración social y espiritual.
La embriaguez y el consumo de coca aumentaron como formas de escape y
supervivencia, reflejando la angustia de los indígenas ante la pérdida de su mundo
tradicional.

Explicación

La colonización española de América Latina trajo consigo una serie de


transformaciones drásticas en la vida de los indígenas. Inicialmente, los españoles
dependieron de las técnicas mineras indígenas, pero la introducción de la amalgama
les permitió dominar la producción de plata y romper el control indígena.

Este control económico se reflejó en la integración de los indígenas en el sistema


colonial, lo cual implicó una destrucción de sus estructuras sociales tradicionales.
Tanto en Perú como en México, las comunidades indígenas fueron desmanteladas y
reorganizadas según las necesidades coloniales.

La migración forzada, resultado de la conquista y las guerras civiles, desarraigó a


muchas comunidades indígenas, creando masas de yanaconas que quedaron
atrapadas en nuevas formas de dependencia. En Perú, el aumento de los
yanaconas generó tensiones entre hacendados, mineros y la corona, mientras que
en México, los mayeques fueron asimilados como tributarios, homogeneizando la
población indígena.

Los nobles indígenas perdieron gran parte de su poder, aunque algunos


mantuvieron ciertos privilegios al colaborar con los españoles. En México, los
cabildos trajeron renovación a la clase gobernante, mientras que en Perú, los
curacas continuaron su rol, manteniendo cierta continuidad en la estructura social.

La imposición de nuevas formas de tributo y la supresión de las prácticas religiosas


tradicionales causaron una desestructuración social y espiritual. La embriaguez y el
consumo de coca se convirtieron en respuestas comunes a la angustia y
desestructuración causadas por la colonización, reflejando la profunda crisis cultural
y social que enfrentaron los indígenas.

Estas transformaciones evidencian el profundo impacto de la colonización española


en las estructuras sociales, económicas y espirituales de las sociedades indígenas
en América Latina.

Tradición y Aculturación bajo la Dominación Española en América Latina


1. Aceptación y Rechazo de Nuevas Prácticas
○ Las tradiciones nativas en América Latina se encontraron con nuevas
prácticas traídas por los españoles. La aceptación de estas nuevas
prácticas fue selectiva y varió según el contexto.
○ Aunque algunos productos europeos como ciertos vegetales y el
ganado se integraron en la vida diaria, muchos aspectos de la vida
precolombina, especialmente la dieta, permanecieron inalterados.
2. Aculturación Económica
○ La aculturación económica se produjo rápidamente, incorporando
productos europeos sin sustituir por completo los nativos. En México y
Perú, la dieta mantuvo características precolombinas.
○ El trigo fue cultivado para el pago de tributos, no para el consumo
indígena, y las técnicas agrícolas tradicionales sobrevivieron, aunque
algunos nobles adoptaron el uso de arados europeos.
3. Aculturación Social y Lingüística
○ La aculturación social fue más rápida entre los nobles que entre los
plebeyos. Los nobles aprendieron español y adoptaron ciertas
prácticas europeas, mientras que los plebeyos mantuvieron sus
costumbres y lenguas nativas.
○ En México, la aculturación lingüística fue más rápida que en Perú, con
la fundación de escuelas para nobles indígenas que promovían el
español y la cultura europea.
4. Fidelidad a las Tradiciones Religiosas
○ En el ámbito religioso, hubo una resistencia considerable a la
dominación colonial. Los indígenas continuaron con sus creencias y
ritos tradicionales, a menudo ocultándolos bajo una fachada cristiana.
○ La religión indígena y el cristianismo coexistieron sin fusionarse, con
cada grupo viendo la religión del otro como una forma de idolatría.
5. Síntesis Cultural y Adaptación
○ Hubo una continuidad de la tradición y una síntesis por adaptación.
Los elementos occidentales se absorbieron en la estructura cultural
nativa sin alterar su esencia.
○ Un ejemplo notable es el cronista peruano Guamán Poma de Ayala,
quien incorporó elementos occidentales en su pensamiento nativo,
manteniendo la estructura original.
6. Resistencia y Reinterpretación
○ A pesar de la aculturación, muchos indígenas mantuvieron una visión
del mundo que reflejaba su cosmovisión precolombina, reinterpretando
la cultura española dentro de sus propias categorías culturales.
○ La estructura espacio-temporal incaica fue adaptada para incluir
elementos cristianos y europeos, pero siempre bajo una lógica andina.

En resumen, la aculturación en América Latina bajo la dominación española fue un


proceso complejo de aceptación selectiva, resistencia y síntesis. Aunque algunos
aspectos de la cultura europea se adoptaron, la estructura cultural nativa persistió y
se adaptó, asegurando la continuidad de las tradiciones indígenas.

La resistencia y revuelta indígena en las periferias de los grandes centros coloniales


españoles en América Latina fueron marcadas por las diferencias en la estructura y
naturaleza de las sociedades nativas. En México y Perú, los españoles encontraron
civilizaciones con estructuras políticas centralizadas y economías que producían
excedentes significativos, facilitando el control y la explotación. Sin embargo, en
regiones como el norte de México, el sur de Charcas (Bolivia) y Chile, la resistencia
fue más intensa y prolongada debido a las características de las sociedades
nómadas y seminómadas que habitaban estas áreas, las cuales no generaban
excedentes fácilmente accesibles y eludían el control gracias a su movilidad.

La resistencia más significativa en los Andes fue encabezada por Manco Inca,
quien, desilusionado con los españoles, lideró un prolongado asedio a Cuzco y
posteriormente estableció un estado "neoinca" en Vilcabamba. Este movimiento fue
seguido por sus descendientes, quienes continuaron la lucha y rechazaron cualquier
forma de aculturación impuesta por los colonizadores. El movimiento milenarista
Taqui Ongo también reflejó esta resistencia cultural y religiosa, prediciendo la
derrota de los dioses cristianos y el retorno de los dioses nativos, lo cual fomentó
una renovación de las creencias y prácticas indígenas.

En paralelo, en la región de Charcas, los chiriguanos, un grupo de origen guaraní,


ofrecieron una resistencia feroz a la colonización española. Las migraciones y
conquistas previas a la llegada de los españoles habían establecido una frontera
difícil de superar. Los chiriguanos, junto con otras tribus andinas, formaron una
confederación anti-española, que incluso amenazó importantes centros coloniales
como Potosí y La Plata. La diplomacia de líderes indígenas, como Titu Cusi,
fomentó alianzas estratégicas para enfrentar a los colonizadores.

En Chile, la resistencia fue igualmente intensa con los araucanos, quienes nunca
habían estado bajo el control inca y mantenían una estructura social y económica
menos centralizada. La frontera del río Bío-Bío marcó el límite de la influencia
incaica y posteriormente española. Los araucanos adaptaron sus tácticas militares
para enfrentar a los españoles, combinando sus métodos tradicionales con armas
capturadas y estrategias defensivas efectivas.

Estas diversas formas de resistencia y revuelta demuestran la adaptabilidad y la


determinación de las sociedades indígenas para mantener su autonomía frente a la
colonización, utilizando tanto tácticas militares como renovaciones culturales y
religiosas para enfrentarse a los invasores.

También podría gustarte