Biorremediación de Suelos
Biorremediación de Suelos
Biorremediación de Suelos
Se llama así a cualquier proceso biotecnológico que emplea organismos para recuperar un ambiente
contaminado, puede ser tanto un ambiente terrestre como uno acuático.
No todos los organismos vivos pueden utilizarse en la biorremediación de ambientes. En realidad, los
organismos se escogen según sus cualidades para inmovilizar, mineralizar o degradar compuestos
contaminantes y se presta especial atención a sus enzimas. Por lo general, los organismos más utilizados en
los procesos de biorremediación son bacterias, hongos y plantas. En ocasiones, los organismos son
modificados genéticamente, de manera que sus cualidades se aproximen más a aquellas necesarias para la
biorremediación.
Tipos de biorremediación
La biorremediación es tan compleja que se puede clasificar en múltiples tipos dependiendo de los criterios
elegidos. Veamos aquí tres tipos de clasificación de la biorremediación.
Según la estrategia de biorremediación
Bioestimulación. Este tipo de estrategia de biorremediación, aprovecha las particularidades de los
organismos que ya están en el suelo o cuerpo de agua a tratar y busca adecuar las condiciones
ambientales para potenciar el desarrollo de los mismos y la consecuente degradación de
contaminantes. En resumen, la bioestimulación consiste en incorporar nutrientes o modificar
variables ambientales como por ejemplo el pH del suelo o del agua.
Bioaumentación. Esta otra estrategia de biorremediación, implica la incorporación de organismos,
que tienen la capacidad de degradar el compuestos, a un ambiente contaminado. De esta forma se
busca optimizar el proceso de remediación.
Según dónde se hace la biorremediación
Biorremediación in situ. Las técnicas de biorremediación in situ, son aquellas que se llevan a cabo en
el mismísimo lugar donde está el contaminante, sin necesidad de trasladar el sustrato. Se utiliza
generalmente cuando hay un volumen muy grande de agua o suelo involucrado en la contaminación.
Biorremediación ex situ. Son aquellas técnicas de biorremediación, dónde el agua o suelo
contaminado se extrae y se trata en instalaciones específicas para ese fin. A diferencia del anterior,
esta técnica se emplea para volúmenes pequeños.
Según los organismos usados para la biorremediación
Degradación enzimática. Esta técnica hace referencia al uso exclusivo de enzimas para remediar un
ambiente contaminado.
Biorremediación microbiana. En este caso, se refiere al uso de bacterias y hongos para remediar el
sitio contaminado. Se buscan especies que sean capaces de metabolizar los compuestos
contaminantes.
Fitorremediación. Aquí la biorremediación es llevada a cabo exclusivamente por plantas. Existen
varios tipos de fitorremediación según las cualidades de las plantas: algunas son capaces de degradar
los compuestos, otras de inmovilizarlos en sus hojas, etcétera.
Ejemplos de biorremediación
Por lo general, la biorremediación se utiliza para recuperar ambientes que han sido contaminados por
hidrocarburos, como petróleo, pesticidas, metales pesados, residuos de distintos orígenes y más.
La presencia de metales pesados, en el agua y en el suelo causa severos impactos en la salud. Las
plantas son capaces de extraer metales pesados de los sustratos a partir de la adsorción de los
mismos. Como ejemplo de especies de plantas empleadas para la remediación de ambientes
contaminados con metales pesados podemos mencionar a Thlaspi caerulescens que adsorbe cadmio
y Chrysopogon zizanioides que adsorbe zinc y plomo.
Por su parte, el hongo Pycnoporus sanguineus, también tiene una alta eficacia en al adsorción de
metales pesados en solución acuosa, en particular plomo, cadmio y cobre. Además, esta especie
fúngica podría ser empleada para la biorremediación del suelo, específicamente para aquellos suelos
contaminados con derrames de petróleo, ya que es capaz de crecer sobre este compuesto y tolerar
altas temperaturas.
Siguiendo con los ejemplos de microorganismos utilizados en la biorremediación, las cianobacterias
y las algas verdes presentan características propicias para ser empleadas como biodegradadoras de
hidrocarburos. Estudios han demostrado la capacidad de las cianobacterias pertenecientes al género
Spirulina de degradar compuestos específicos del petróleo.
Ventajas de la biorremediación
Resulta más económico en comparación a otros tratamientos físico-químicos.
Se trata de técnicas sencillas.
Es una tecnología poco invasiva, por lo que no genera desechos y en consecuencia es amigable para
con el ambiente.
Demanda poca energía.
Puede ser utilizada como complemento de otras técnicas.
Desventajas de la biorremediación
A diferencia de otros tratamientos, en la biorremediación se requieren períodos de tiempo más largos
para lograr resultados esperados.
Es difícil predecir el completo funcionamiento del tratamiento.
No se alcanzan a eliminar por completo los contaminantes, siempre queda una mínima fracción en el
ambiente.
No es un proceso factible cuando las concentraciones de contaminantes son muy altas.
BIORREMEDIACION EN ARGENTINA
Remediación de suelos contaminados en la zona petrolera pampeana
En nuestra provincia, desde el año 2006 a la actualidad se han tratado alrededor de 30.000 metros cúbicos de
suelos contaminados a través de la metodología de bioremediación.
En la actividad petrolera desarrollada en la provincia, como en toda actividad industrial que se lleva adelante
en un territorio extenso, se producen incidentes que afectan la superficie del suelo, y a veces también a la
vegetación próxima. Generalmente consisten en derrames de petróleo, de agua salada, o más corrientemente
de una mezcla de ambos.
Cuando un derrame de petróleo se produce en territorio pampeano, por más pequeño que sea, la empresa
responsable, es decir, quien tiene a cargo la explotación del área, debe comunicarlo a la Autoridad de
Aplicación de la Ley Ambiental Provincial que es la Subsecretaría de Ecología.
Conocida la situación, la empresa toma inmediatamente las medidas conducentes al aislamiento del lugar,
para evitar los efectos adversos relacionados con la dispersión de las sustancias contaminantes, como por
ejemplo la afectación a las napas de agua subyacentes.
Posteriormente, el suelo contaminado es transportado a un lugar confinado donde se deposita en condiciones
de seguridad, hasta que se procede a su descontaminación. Al mismo tiempo, si ha resultado afectada la flora
circundante, se realizan lavados de la misma con soluciones de algún tensioactivo apropiado, que facilite su
eliminación de la superficie de los vegetales.
Desde hace algunos años, la bioremediación es el procedimiento que utiliza la provincia de La Pampa para
el tratamiento de suelos contaminados. Esta metodología brinda soluciones de fondo a los problemas de
contaminación causados por la actividad petrolera, ya que emplea microorganismos que se alimentan de los
componentes del petróleo, transformándolo finalmente en dióxido de carbono y agua, en un período que
oscila entre tres y quince meses aproximadamente.
La operación consiste en mezclar bien el suelo contaminado, y regarlo primeramente con una suspensión
acuosa de estas bacterias, tarea que puede efectuarse con un camión regador y una máquina motoniveladora.
Este proceso se repite periódicamente, hasta que el suelo acuse un contenido de hidrocarburos totales de
petróleo inferior al 2 %. Por debajo de este nivel, se considera que las bacterias que contiene normalmente el
suelo, pueden descontaminar sin ayuda la pequeña cantidad de hidrocarburos que ha quedado sin
descomponer, y luego del correspondiente análisis, se declara liberado ese suelo para otros usos.
Además de las tareas de remediación efectuadas ante este tipo de incidentes, la Subsecretaría de Ecología
controla periódicamente la calidad de las aguas subterráneas de la zona petrolera, para observar y prevenir
posibles contaminaciones con petróleo o agua salada. Hasta el momento no se han registrado
contaminaciones de este tipo, gracias al accionar de los técnicos del organismo, que se abocan diariamente a
la tarea preventiva de todo tipo de acciones que puedan causar daño al ambiente.
Cientificos argentinos crean un sistema de biodegradación en 3 meses
Un equipo de científicos argentinos creó un sistema de biorremediación económico con girasoles y hongos
microscópicos autóctonos que, en tres meses, absorbe contaminantes del suelo y del agua. Es ideal para
zonas mineras y áreas afectadas por erupciones volcánicas o por actividad industrial.
Son girasoles cultivados en un módulo pequeño, pero, en esta tarea no están solos, en sus raíces
habitan hongos microscópicos que no sólo absorben cobre, zinc o cromo, entre otros, sino que los acumulan
en la planta.
Así, frenan, en apenas tres meses, parte del deterioro en el medioambiente.
El diseño es obra de científicas y científicos argentinos, quienes ya han presentado la solicitud de
patentamiento de este económico sistema de biorremediación, trasladable a las zonas dañadas.
Actualmente, está siendo probado en Italia para implementarlo en la depuración de áreas afectadas por
minas en la India.
Los experimentos del prototipo se desarrollaron con éxito en Mendoza, y mostraron un resultado elocuente.
“El 90% del cobre que estaba diseminado en el suelo y el agua dentro del módulo, luego de tres meses, pasó
al vegetal, donde quedó atrapado. Este es el factor de bioacumulación más alto que conseguimos”, destacó
Del total de metales extraídos por este sistema amigable con la naturaleza, el 31% fue zinc; 50%,
manganeso; 45%, cromo; y 57%, estroncio. ¿De qué se trata el prototipo que logró estos resultados? Consta
de unos piletones aislados de cemento impermeable, de un volumen de seis metros cúbicos, con una base de
piedras de diferentes tamaños -que actúan como filtros-, y suelo con una pendiente específica, adaptada a un
ingreso de agua de determinado caudal.
Allí, se cultivaron estas plantas inoculadas con hongos micorrícicos arbusculares, previamente seleccionados
en Exactas UBA. Tras los experimentos, el equipo obtuvo los protocolos para indicar las condiciones
óptimas de utilización del sistema.
Sociedad perfecta
De no más de un metro de alto, estos girasoles enanos guardan su poder inmovilizador de metales pesados
bajo tierra, en sus raíces. Aquí, el equipo científico colocó, durante el desarrollo de la planta, un hongo
microscópico, Rhizophagus intraradices, obtenido del Banco de Germoplasma de Hongos Micorrícicos
Arbusculares, que funciona en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.
“El Banco de Glomeromycota in vitro es único en el país y el primero de Sudamérica. Está registrado en el
World Data Centre for Microorganisms, es decir que está reconocido a nivel mundial”,
Las micorrizas arbusculares constituyen una asociación simbiótica entre hongos y raíces vegetales, en la que
ambos se benefician. Uno le da al otro lo que necesita para vivir. “La planta le provee hidratos de carbono al
hongo, sin los cuales no puede crecer, y el hongo le proporciona a la planta nutrientes y agua del suelo, al
aumentar la superficie de absorción de la raíz”, precisa Silvani. Esta sociedad perfecta les permite sobrevivir
cuando las condiciones son adversas.
Como todos los vínculos, no se generan de un día para otro. “El hongo debe acercarse a la raíz y formar la
simbiosis para luego desarrollarse. El proceso lleva aproximadamente un mes y medio
El hongo produce unas glicoproteínas, llamadas glomalinas, que entre otras funciones secuestran los
metales, inmovilizándolos. En este sentido, Scotti precisa: “No sólo atrapan a los metales sino que los dejan
cerca de la raíz y los ayudan a ingresar en la planta”. De este modo, el dúo se convierte en un cazador
exitoso de metales pesados.
Por la automatización
El grupo científico coincide en que la construcción de estos módulos fitorremediadores, “es un método
económico de remediación”. Los destinos son múltiples, desde territorios cercanos a minas o suelos
afectados por erupciones volcánicas, “hasta zonas con contaminación industrial alta como el Riachuelo”,
EN LA ANTARTIDA
La Argentina desarrolla hace más de 20 años métodos biológicos para la recuperación de suelos
contaminados por hidrocarburos en Antártida. Para ello se aplicaron los resultados y criterios obtenidos de la
ejecución y análisis de estudios previos de optimización de los procesos de biorremediación de suelos
afectados por hidrocarburos derivados del petróleo (principalmente Gas Oil Antártico) en áreas cercanas a
bases antárticas argentinas. Los resultados reportados previamente demostraron que el efecto de la relación
Carbono:Nitrógeno:Fósforo (C:N:P) con la que se bioestimula a la comunidad microbiana autóctona de los
suelos contaminados es clave en la eficiencia final de remoción biológica del contaminante [1]. Dichos
resultados, obtenidos a escala laboratorio, establecieron que la relación óptima de estos nutrientes para la
biodegradación por parte de la comunidad microbiana en estos suelos era de 100:17,6:1,73, una relación
considerablemente diferente de la reportada por bibliografía previamente (100:10:1). A partir de estos
resultados, el proceso fue escalado para su aplicación a campo en condiciones operativas reales en la Base
antártica argentina Carlini, involucrando cantidades mayores de suelo. El cambio de escala de ensayos
desarrollados preliminarmente en el ámbito del laboratorio requiere tener en cuenta factores que son únicos
del lugar de aplicación. Las estrictas y controladas condiciones determinadas para el ensayo en escalas
pequeñas (microcosmos por ejemplo) muchas veces no son controlables cuando se busca aplicar esos
resultados a una escala mayor y a campo. Además, las cantidades de suelo a tratar, así como la
concentración de hidrocarburos (nivel de contaminación) que presenten, son frecuentemente desconocidos a
priori, y no manejables en la práctica. Es por ello que se eligió como sistema experimental para el
tratamiento de los suelos el diseño conocido como “biopilas”. Las biopilas permiten el tratamiento “on-site”
de la matriz contaminada, una buena relación superficie/volumen y un efecto protector considerable frente a
las inclementes condiciones climáticas del continente antártico. Consisten en montículos de suelo dispuestos
como pirámides truncadas contenidas en membranas aislantes de polietileno de alta densidad de 800 µm
Se analizó la utilización de cepas microbianas autóctonas con conocidas capacidades biotecnológicas
favorables para la biodegradación de compuestos orgánicos poco polares, como la producción de
surfactantes (Pseudomonas sp.) o una amplia diversidad metabólica para la degradación de todo tipo de
hidrocarburo (Penicillium sp.)
Bacterias vs. plaguicidas
Con el propósito de recuperar los suelos utilizados para explotación hortícola, de uso intensivo y
contaminados con distintas mezclas de plaguicidas y derivados de hidrocarburos, investigadores analizan
qué microorganismos unicelulares que presentan un tamaño de algunos micrómetros de largo (entre 0,5 y 5
μm, por lo general) y diversas formas incluyendo esferas, barras y hélices."bacterias autóctonas pueden ser
utilizadas para el desarrollo de biofertilizantes.
Estudian cómo los microorganismos presentes en el suelo pueden degradar los plaguicidas aplicados o los
derivados de hidrocarburos. Para ello aislaron distintas cepas microbianas, con el objetivo de utilizarlas en
futuras estrategias de biorremediación.
El proyecto se centra en dos huertas frutihortícolas del Cuartel V, Moreno, cuenta su directora, la
microbióloga Diana Vullo, investigadora docente del área de química ambiental del ICI. La particularidad de
una de las huertas analizadas es que se encuentra lindante con una planta de tratamiento de residuos
enriquecidos con derivados de la industria del petróleo.
Los investigadores tomaron muestras de suelo de distintos lugares de las huertas, analizaron la diversidad
microbiana de esos suelos y realizaron estudios sobre la degradación de ciertos plaguicidas o mezclas de
plaguicidas, que los horticultores de esa zona dicen que utilizan habitualmente. “Observamos cómo
responde la comunidad de microorganismos que vive en el suelo ante la presencia de un contaminante
externo”, explica Vullo. La investigación se desarrolla con la colaboración del Instituto Municipal de
Desarrollo Económico Local de Moreno y del Laboratorio de Biotecnología Ambiental y Ecología
Microbiana de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA.
Se encontró que la población de microorganismos que generalmente está presente en el suelo sufrió serias
perturbaciones. En pleno cultivo la composición microbiana del suelo evidencia cambios por la utilización
de plaguicidas, por el mismo cultivo y por la mezcla de enmiendas que se utilizan como abono. Los
microorganismos determinan la composición del suelo y esta composición determina la calidad del suelo y,
como consecuencia, el rendimiento del cultivo. Ante la presencia de un plaguicida aumenta la proporción de
microbios que pueden hacerle frente, es decir, que pueden degradar este tipo de sustancias extrañas para el
suelo. “Es un proceso lento de remediación natural. La idea a futuro es poder acelerar el tiempo de
recuperación de los suelos aumentando la población de microorganismos degradadores, que previamente
seleccionaremos en el laboratorio”
A través del uso de bioindicadores se estudia los impactos producidos por plaguicidas u otras sustancias
contaminantes en ecosistemas acuáticos y terrestres: “Utilizando lombrices de la especie Eisenia andrei
porque son reconocidas como organismos bioindicadores estándares y hay una extensa base de datos sobre
los efectos que producen numerosas sustancias químicas en estas lombrices”. “Los resultados indicarían la
presencia de contaminantes, como por ejemplo plaguicidas, aunque la identidad de los mismos sea
desconocida, ya que por tratarse de muestras complejas es difícil adjudicar relaciones causa-efecto”,.
Los investigadores también pudieron aislar en el laboratorio bacterias autóctonas que liberan productos que
pueden incrementar el crecimiento y la productividad vegetal y que, además, tienen la capacidad de degradar
plaguicidas.