Filosofía 10° 1er Periodo 2023
Filosofía 10° 1er Periodo 2023
Filosofía 10° 1er Periodo 2023
FILOSOFÍA PRESOCRÁTICA
• Los filósofos presocráticos iniciaron el llamado paso del mito al logos, es decir,
iniciaron el pensamiento racional.
• Es una filosofía que busca conocer cuál es el origen de la naturaleza y sus
fenómenos, así como, de todo aquello que no es hecho por la mano del hombre.
• Fueron los primeros pensadores en romper con el esquema del pensamiento
mitológico.
• Se carece de fuentes primarias de los pensamientos y teorías desarrolladas por los
filósofos presocráticos. Solo se cuenta con las citas halladas en fuentes secundarias.
• En algunos filósofos presocráticos se puede apreciar la influencia del pensamiento
oriental, fundamentalmente de Egipto y Persia.
• Los filósofos presocráticos desarrollaron la cosmología explicada a partir de la
naturaleza (physis) y el cosmos.
• Buscaban una verdadera teoría que explique sus dudas.
• Los filósofos presocráticos vivían, principalmente, en las poblaciones griegas
Como señalara Nietzsche que el paso de Tales fue fundamental puesto que marcó un punto
de inflexión a partir del cual se comenzaba a creer en la naturaleza en cuanto al menos, se
creía en la naturaleza del agua. "Como matemático y como astrónomo, era hostil a todo lo
mítico y alegórico, y si llegó hasta la pura abstracción de 'todo es uno' y formuló una
expresión física, se constituyó en una excepción entre los griegos de su tiempo" F. Nietzsche,
La filosofía en la época trágica de los griegos (1932)
Aristóteles dice claramente que para Tales, el agua es el principio (arché) de todas las cosas,
aunque poco se sabe lo que quiso decir Tales en realidad. Podría pensarse que ser refería a
que todas las cosas están compuestas por agua o que la tierra procede del agua y que por
sobre el agua flota.
Otra de las famosas afirmaciones de tales es que todas las cosas 'están llenas de dioses', la
interpretación más difundida al respecto es que esta physis, que es el agua, está dotada de
vida y movimiento propios; por lo tanto, todo está vivo y animado.
Anaximandro, realiza un avance notable respecto a Tales: El principio de todas las cosas
(arché) es el ápeiron esto es, "lo indefinido, lo indeterminado". Se trata pues, de un
elemento no empírico y por su carácter indefinido permite explicar mejor el origen de las
cosas que a través de un elemento determinado.
"El principio (arché) de todas las cosas es el ápeiron. Ahora bien, a partir de donde ha
generación para las cosas, hacia allí se produce también la destrucción, según la necesidad;
en efecto, pagan las culpas unas a otras y la reparación de la injusticia según el orden del
tiempo." Anaximandro de Mileto, Fr. I
Se suele discutir si Anaximandro concibió la idea de 'innumerables mundos' sucesivos
temporalmente. Pero lo más probable que la idea se refiera a que el ritmo de surgimiento
y desaparición se diese en el interior de un mismo mundo.
Hay quienes interpretan que Anaximandro quiso decir que toda existencia individual y todo
devenir no son sino una usurpación una injusticia que han de ser pagadas con la muerte.
(En esta interpretación se observa cierto paralelo con jónico con doctrinas budistas). Pero
probablemente, Anaximandro quería sugerir que del ápeiron comienzas a separarse
sustancias opuestas entre sí y cuando una prevalece sobre la otra, se produce una reacción
que establece el equilibro. El ciclo de las estaciones ejemplificaría el concepto.
Para Heráclito, no solo las cosas individuales salen del fuego y vuelven a él, sino que el
mundo entero perece en el fuego para luego renacer. He aquí la imagen del "ciclo cósmico"
la que ya fuera apuntada por Anaximandro, esto es, la antigua idea griega del "eterno
retorno" (que volverá a aparecer con Platón y los estoicos), así como también la idea de un
"juicio" universal. Se observa al respecto, probablemente, cierta influencia de la astronomía
caldeo-babilónica.
Pero el aporte más trascendente de Heráclito, no es esta doctrina del fuego sino sus ideas
respecto a la contradicción y el Logos. Todo está pues en constante movimiento porque el
mundo fuye permanentemente:
"No es posible descender dos veces al mismo río, tocar dos veces una substancia mortal en
el mismo estado, sino que por el ímpetu y la velocidad de los cambios se dispers ay
nuevamente se reúne y viene y desaparece." Fr. 91
Heráclito no hace otra cosa que tomar como punto de partida un dato que proviene de la
experiencia. Pretener que para Heráclito no existe más que el "devenir" y no el "ser", es
algo que no es posible justificar a partir de sus textos
• EL LOGOS DE HERÁCLITO
"Aunque el Logos es común, la mayoría vive como si poseyese su propia inteligencia. Aunque
escuchan no entiende. A ellos se les aplica el proverbio: Presentes pero ausentes. El Logos es
eterno, no lo entiende los hombres al escucharlo por primera vez ni después de que lo han
oído. Los que velan tiene un cosmos único y común; los que duermen retornan al suyo propio
y particular" Fr.2,34,1,89
La contradicción engendra armonía porque hay una ley única que rige el universo, que todo
lo unifica y orienta. En este sentido, la idea de Heráclito es muy audaz: afirmar que el Logos
o razón universal está también en el hombre constituyendo su propia razón. Aparece así
una idea que se repetirá muchas veces a lo largo de la historia de la filosofía: el orden real
coincide con el de la razón, una misma ley o razón, rige al mundo y a la mente humana.
Resulta difícil de determinar qué doctrinas se remontan a Pitágoras mismo y cuáles a sus
seguidores, puesto que estos tenían por costumbre atribuírselas a su maestro. Entre los
pitagóricos más conocidos recordemos a: Alcmeón, Fiolao y Eurito.
• DOCTRINA PITAGÓRICA:
➢ Contenido místico-religioso
Aristóteles explica que esta doctrina se base en descubrimientos empíricos, por ejemplo,
en el hecho de que los intervalos musicales que han entre las notas de la lira pueden
expresarse numéricamente. Pero, además, parece que los pitagóricos concibieron
los números espacialmente, confundiendo el punto geométrico con la unidad aritmética.
Las unidades tienen, pues, extensión espacial y pueden ser consideradas como el elemento
material de las cosas. De esta forma, si las cosas se componen de números es porque se
componen de agregaciones de unidades-puntos. Esta interpretación no hace sino
corroborar algo conocido: los griegos tenían cierta dificultad para concebir cualquier
realidad sin extensión espacial (Platón será quien primero conseguirá este logro, y luego
será seguido por Aristóteles). Se considera ésta la interpretación más probable repecto a la
que el número es el arché de todas las cosas.
➢ EL DUALISMO PITAGÓRICO
El dualismo parece ser el rasgo más característico de la doctrina pitagórica y podría explicar
el origen de la tradición que pone en contacto a Pitágoras con Zoroastro
(ver mitologia_irani). De todos modos, dualismo y doctrina del número coinciden en la
primera oposición (límite-ilimitado) con la segunda (par-impar) lo que constituye "los
elementos del número".
Este dualismo no es sino una versión más de la doctrina de los opuestos que aparece en los
filósofos jonios. La diferencia es que esta vez cobra la importancia de doctrina esencial y
conduce a artificiosas elaboraciones como la lista de los diez pares de opuestos (ver
siguiente post).
"En efecto, las cosas similares y afines entre sí no tienen ninguna necesidad de armonía,
pero las que son disímiles y distintas tienen necesidad de ser reunidas por esta armonía, por
la cual pueden reunirse en el cosmos. Pues la armonía es unidad de las mezclas y
concordancia de las discordancias"Filolao, Fr. 6 y 10
1. límite - ilimitado
2. impar - par
3. uno - múltiple
4. derecho - izquierdo
5. masculino - femenino
6. estático - en movimiento
7. recto - curvo
8. luz - oscuridad
9. bueno - malo
10. cuadrado - oblongo
➢ COSMOLOGÍA PITAGÓRICA
Se reúnen en ella diversas doctrinas que convergen en una explicación global del cosmos.
Abundan en general, afirmaciones de difícil interpretación.
Se dice pues, que primero existió la Unidad (entendida como "límite" o lo "limitado")
rodeada por lo ilimitado. Luego, la unidad crece y se divide en dos; el vacío de lo ilimitado
se introduce en medio y mantiene las dos partes separadas: de este modo, surgen el
número 2 y la línea. Luego, se genera el número 3... y el triángulo (la figura plana más
simple) y con el 4 del tetraedro (el sólido más simple) ...
El mundo es descripto como un cosmos en armonía que resulta más inteligible y anticipa
las doctrinas de Copérnico: el cosmos es na esfera en cuyo centro hay un fuego originario.
A continuación, vienen los cuerpos celestes: la "anti-tierra" (agregada para completar el
número de 10 planetas), la tierra, la luna, el sol, los cinco planetas y el cielo de las estrellas
fijas. Una esfera de fuego envuelve este conjunto. El movimiento de las esferas celestes
produce una maravillosa música, que los humanos no podemos oír por estar
acostumbrados a ella desde nuestro nacimiento. Música y armonía que pueden ser
traducidas en números... es la visión del universo de una escuela que supo conciliar mística
y matemáticas.
Parménides pretende pues, construir la vía de la verdad. Y así, deducirá que el Ser ("lo que
es") es ingénito e imperecedero; finito, continuo y único; indivisible e inmóvil.
Se trata un notable ejercicio de lógica, con lo que se marca una distancia respecto a los
primeros filósofos jonios que hablaban de "los seres" buscando un arché de carácter
concreto e incluso empírico.
La lógica de Parménides no resulta demasiado convincente dado que solo maneja dos
conceptos opuestos: Ser y no-Ser. Cabe preguntarse entonces qué es lo que quería decir en
realidad.
En primer lugar, puede interpretarse que el objetivo fue el de demoler la filosofía de sus
predecesores, especialmente la escuela pitagórica. En esta línea, es posible entender la
negación del vacío, el tiempo y la pluralidad. El cambio y el movimiento son considerados
ilusorios. El ataca es puntual contra el dualismo pitagórico, admitiendo como atributos del
Ser sólo a los atributos que figuran en la columna izquierda de la enumeración pitagórica
(ver posts anteriores).
El Ser al que Parménides refiere es la Realidad o, el Mundo. Y Parménides no podía
concebirlo sino como algo corpóreo (la distinción entre lo material e inmaterial aún no
existe. El mundo es algo limitado, compacto, ingendrado e imperecedero, excluyendo toda
posibilidad de cambio y movimiento. Es como "una esfera bien redonda", inmóvil y eterna.
Los presocráticos pueden dividirse en dos grupos: los partidarios del monismo y los
cercanos al pluralismo.
Mientras que los primeros filósofos pueden ser considerados monistas puesto que
buscaron el archéen un solo elemento (excepto los pitagóricos claramente dualistas), los
que siguieron son considerados pluralistas dado que ya no buscarían un solo elemento (que
al transformarse da lugar a todo) sino una multiplicidad de éstos que al combinarse entre sí
dan origen a un universo múltiple y móvil.
Agua
Aire
Fuego
Tierra
Podría decirse pues, que habiéndose inspirado en Tales, Anaxímenes y Heráclito, agrega un
tercer elemento (la tierra). Cada uno de estos elementos es eterno e imperecedero, pero al
mezclarse entre sí dan lugar a la diversidad de seres y cambios que se observan en el mundo.
La mezcla de los elementos es producido por dos fueras cósmicas: el amor y el odio. Son
fuerzas que también se encuentran en el hombre y que al explicar en su lucha todo cuanto
sucede, determinan la visión trágica que Empédocles tiene de la existencia:
Estos elementos no cesan nunca su continuo cambio. En ocasiones se unen bajo la influencia
del Amor, y de este modo todo devienen lo Uno; otras veces se disgregan por la fuerza hostil
del Odio (...)y tienen una vida inestable (...)
Este mismo combate de dos fuerzas se ve claramente en la masa de los miembros mortales.
A veces, por efecto del amor, todos los miembros que posee el cuerpo se reúnen en unidad,
en la cima de la vida floreciente. Pero otras veces, separados por el odio cruel, vagan por su
lado a través de los escollos de la existencia." Fr. 17-20
La teoría de los cuatro elementos que han de estar en armonía, permite elaborar una
concepción de salud, que tendrá amplia repercusión en la medicina griega posterior.
"Vemos la tierra por la tierra, el agua por el agua, el aire divino por el aire y el fuego
destructor por el fuego. Comprendemos el amor por el amor y el odio por el odio." Fr. 109
Pero este movimiento del torbellino tenía que ser explicado, puesto que Parménides
parecía haber demostrado que, de por sí, la Esfera permanece quieta e inmóvil: Anaxágoras
se verá obligado a introducir un "principio de movimientos", al que da el nombre
de Nous (Espíritu, inteligencia). El Nous es algo separado de la masa de semillas y por ello
nada lo limita, posee autonomía, conoce todo y tiene el máximo poder.
Algunos filósofos antiguos creyeron que lo que es debe ser necesariamente uno e inmóvil;
ya que siendo el vacío no-ente, no podría existir el movimiento sin un vacío separado (de la
materia), ni existir una pluralidad de cosas sin que algo los separe (...) Pero Leucipo creyó
tener una teoría que, concordando con la percepción de los sentidos, no hacía desaparecer
el nacimiento, la corrupción, en movimiento ni la pluralidad de los seres." (Aristóteles, sobre
la generación y la corrupción)
Leucipo, aparentemente, pese a que hay quienes dudan de su existencia, habría sido el
maestro de Demócrito. En esta línea se observa entonces que el planteo es similar al que
aparece ya en Empédocles y Anaxágoras: salvar la apariencia del mundo, esto es su
movimiento y pluralidad, salvar el valor de la experiencia sensible, pero sin dejar de
respetar los principios del eleatismo. La solución buscada difiere este caso en un solo
aspecto: admitir que el vació o "no ser" y negar todo tipo de fuerzas distintas en la materia.
➢ Partículas indivisibles
El mundo consta de infinitas partículas indivisibles (átomos) que son sólidas, llenas,
inmutables, de modo tal que cada átomo posee las características atribuidas por
Parménides al "ser".
Pero a diferencia de éste, para Demócrito, los átomos son infinitos en número. Por otra
parte, los átomos carecen de cualidades sensibles y sólo se distinguen entre sí por la figura
(A difiere de B), el orden (AB difiere de BA) y la posición (A difiere de Z). Los átomos poseen
movimiento propio y espontáneo en todas direcciones y chocan entre sí. El choque puede
tener consecuencias diversas: o bien rebotan y se separan, o bien, se "enganchan" entre sí,
gracias a sus figuras diversas. Se producen entonces torbellinos de átomos que originan
mundos infinitos, engendrados y perecederos.
Según Aristóteles y Teofrasto, Leucipo formuló las primeras doctrinas atomistas, que serían
desarrolladas por Demócrito: la consideración racional y no puramente empírica de la
naturaleza; la consideración del ser como múltiple, material, compuesto de partículas
indivisibles (átomos); la afirmación de la existencia del no-ser (vacío), y del movimiento de
los átomos en el vacío; la concepción determinista y mecanicista de la realidad; y la
formación de los mundos mediante un movimiento de los átomos en forma de torbellino,
por el cual los más pesados se separan de los más ligeros y se reúnen en el centro formando
la Tierra.
Según Diógenes Laercio, Leucipo consideraba que la Luna era el astro más cercano a la
Tierra, y el Sol el más alejado, reservando para el resto una posición intermedia entre
aquéllos.
II. MITOLOGÍA GRECOROMANA
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Teoría de la generación del mito
Comúnmente se piensa que los romanos adoptaron el panteón griego y a partir de éste
fundaron su religión. Nada más lejos de la realidad. Los dioses romanos tienen origen en la
Península Itálica y en los pueblos que la poblaban a comienzos del I Milenio a.C. Mars, el
dios de la guerra de los latinos y de otras comunidades italianas, o Iovis Pater, eran sus
divinidades originarias, que no asumían forma humana y que se identificaban mejor con
fuerzas (genios) de la naturaleza.
El fenómeno de asimilación de las deidades extranjeras por parte de los romanos es muy
posterior a su fundación, concretamente durante el período de expansión territorial
en la República Media (c. s. III a.C.).
Júpiter y Hera
En cierto modo, podría decirse que los habitantes de Roma se «apropiaron» de los dioses
de las tierras que iban conquistando, y es fácil observar cómo los cultos a divinidades
orientales como Isis, Mitra o Serapis se iban extendiendo a medida que el imperio crecía y
se producía un mayor tránsito de personas. De hecho, la asunción de la religión cristiana
por parte de algunos de los habitantes de la ciudad desde el siglo I d.C. obedece a este
mismo fenómeno.
En la actualidad existe la religión Helénica, oficialmente reconocida en Grecia desde el año
2017,23 que tras décadas de puja ante el cristianismo ortodoxo, logró, mediante vías legales,
obtener el reconocimiento legal. Con sede principal en Grecia, el helenismo se extiende
también a Europa y América. El término 'helenismo' se aplica tanto a los helenistas de la
actualidad como a la religión y cultura de la Antigua Grecia.24 El Concejo Superior Nacional
de los Helenos (YSEE, Ύπατο Συμβούλιο των Ελλήνων Εθνικών), es la primera organización
que lidera el renacimiento del politeísmo griego, se refiere a esta religión como helenismo
auténtico.25 Politeísmo helénico, religión helénica, dodecateísmo y olimpianismo también
son términos empleados por las diferentes asociaciones griegas.2627
El término helénico (en latín Hellenĭcus, en griego antiguo ῾Ελληνικός) tiene su origen
en Hellás (Ἑλλάς), el nombre que dieron los griegos a su tierra. La palabra griega
Δωδεκαθεϊσμός ('dodekatheïsmós') es un compuesto de los términos Δωδεκα ('doce') y
θεϊσμός ('teismos', dioses).
Los líderes del helenismo griego estimaron en 2005 que había cerca de 2000 miembros
honoríficos de la tradición helénica en Grecia, y más de 100 000 seguidores de diversos
países involucradas en el movimiento.28
11. CRONOS
Cronos y Urano
“Cuando un lujurioso Urano
intentó hacer el amor con gea,
Cronos intervino y le cortó
los genitales de su padre.”
Aunque Urano y Gea tuvieron muchos hijos, Urano se puso celoso de ellos y los escondió
bajo la tierra, por lo que nunca vieron la luz del día. Gaia odiaba el trato que recibían sus
hijos e ideó un plan para salvarlos. Inventó el acero gris y fabricó una hoz afilada. Les
contó su plan a sus hijos, pero estos temían enfrentarse a su poderoso padre. Cronos fue
el único que se ofreció a ayudar a su madre, ya que envidiaba el poder de su padre.
12. GEA (DIOSA DE LA TIERRA)
Considerado como el dios supremo de la antigua Grecia, Zeus fue gobernante del Olimpo y
de todo el universo conocido, llegando a tener un poder que ningún otro dios podía igualar.
Zeus era capaz de invocar cualquier tipo de cambio climatológico, como lluvias torrenciales,
sequías, tempestades o grandes tormentas con las que controlaba el poder de los rayos que
formaba.
La mitología cuenta que Cronos (el gobernante y dios supremo de los titanes en tiempos
antiguos) y Rea, esposa de Cronos, fueron advertidos por un oráculo sobre la caída de su
reinado a manos de uno de sus propios hijos, igual que hizo Cronos con su padre. Aquello
hizo que cada descendiente que tenían, Cronos se lo tragase para poder evitar tan temido
destino.
Pero su esposa Rea, al ver que todos sus hijos morían a manos de su propio padre, decidió
con la llegada del sexto de sus hijos, Zeus, engañar a Cronos envolviendo unas cuantas rocas
entre mantas y haciéndolas pasar por su hijo. Cronos
cayó en la trampa y, sin darse cuenta de que su hijo
realmente no estaba dentro de las mantas, se tragó
todas las piedras.
15. ATENEA
En la antigua religión griega, Atenea123
(del griego ático Ἀθήνα, transl. Athēnē, o
Ἀθηναίη, Athēnaiē), también conocida como Palas
Atenea (Παλλὰς Aθήνα), es la diosa de la guerra,
la civilización, la sabiduría, la razón, la inteligencia,
la estrategia en combate, la victoria, las ciencias,
la artesanía, la industria, los inventos, las artes,
los oficios, la navegación, los héroes, la fuerza, el
valor, la protección, la ciudad estado, la educación,
la justicia, la ley y la habilidad.4 Fue una de las
principales divinidades del panteón griego y una de
los doce dioses olímpicos.
Atenea recibió culto en toda la Grecia Antigua y en
toda su área de influencia, desde las colonias griegas
de Asia Menor hasta las de la península ibérica y el
norte de África. Su presencia está atestiguada hasta
en las proximidades de la India. Por ello su culto tomó
muchas formas e incluso tuvo una extensión
considerable hasta el punto de que su figura fue
sincretizada con otras divinidades en las regiones
aledañas al Mediterráneo. En la mitología romana se
la adoraba con el nombre de Minerva.
La versión más tradicional de su mito la representa
como hija partenogenética de Zeus, nacida de su
frente ya completamente armada después de que se tragase a su madre. Jamás se casó o
tuvo amantes, y mantuvo una virginidad perpetua. Era imbatible en la guerra, ni el
mismo Ares pudo derrotarla. Fue patrona de varias ciudades pero se volvió más conocida
como protectora de Atenas y de toda la región del Ática. También protegió a muchos
héroes y otras figuras mitológicas, y aparece en una gran cantidad de episodios de la
mitología.
Fue una de las deidades más representadas en el arte griego y su simbología ejerció una
profunda influencia sobre el propio pensamiento de aquella cultura, en especial en los
conceptos relativos a la justicia, la sabiduría y la función social de la cultura y las artes, cuyos
reflejos son perceptibles hasta nuestros días en todo el Occidente.
16. ARTEMISA
Su nombre latino es Diana, en su patrocinio es la Diosa de la caza, los bosques, los animales,
las mujeres solteras y la luna y se la representa como cazadora, con arco y flechas, con
ciervas o perros o una osa. Como diosa de la Luna su atributo era una antorcha o una
medialuna creciente en los cabellos.
El mito de Apolo habla acerca del dios más venerado en la antigüedad griega, después
de Zeus. Tan importante fue que su culto sobrevivió de forma encubierta hasta la Edad
Media. De hecho, hoy en día se sabe que tiene seguidores que aún lo invocan.
La importancia del mito de Apolo deriva de los grandes poderes que se le adjudicaban a
esta deidad. Se le consideraba el dios de las artes, de la profecía, portador de la luz de la
verdad, regente de las plagas, las epidemias y la muerte súbita, pero también de la
sanación y la protección contra fuerzas malignas.
18. HERMES
Hermes era hijo de Zeus — el padre de todos los
dioses. Los griegos le atribuían múltiples
funciones: era mensajero de Zeus, guía de las
almas de los muertos en el infierno, símbolo de la
prosperidad entre los humanos y protector de los
viajeros, los mercaderes y los ladrones.
CUALIDADES
Hermes posee los poderes típicos de un
olímpico; Fuerza sobrehumana, durabilidad,
resistencia, agilidad y reflejos. Es inmortal y
resistente a todas las enfermedades terrestres.
Hermes puede correr y volar a velocidades
superiores a las de cualquier otro dios o diosa
olímpica.
CARACTERISTICAS
• Protector del ganado
• Ladrón y embaucador
• Inventor y artesano
• Amante y padre
19. ARES (DIOS DE LA GUERRA)
En los mitos griegos, Ares destacaba por su belleza y su valor, cualidades que sin duda le
ayudaron a ganarse el afecto de la diosa griega Afrodita —aunque esta estuviera casada con
Hefesto— con la que tuvo una hija, Harmonía, y el dios del amor y el deseo Eros. Hefesto
consiguió atrapar infraganti a los amantes en una cama diseñada ingeniosamente para ese
objetivo, siendo la historia contada con cierto detalle en el Libro 8 de la Odisea de Homero
Una vez atrapados, el castigo por la imprudencia de Ares fue el destierro temporal del
Olimpo.
23. POSEIDON
Características de Poseidón
Entre las características de Poseidón, se pueden
mencionar las siguientes:
• Compartía con la diosa Atenea la relación con los caballos, pero mientras que a
la diosa se la considera la inventora de la domesticación y el freno, Poseidón
representa el impulso salvaje y desenfrenado.
• Participó junto con Apolo de la construcción de las murallas de Troya, pero
despechado porque al finalizarlas el rey no le quiso pagar por su trabajo, hizo
salir a un monstruo del fondo del mar para acosar a los troyanos y más adelante,
durante la Guerra de Troya, apoyó a los aqueos.
• Compitió con diversos dioses para ser el protector de las ciudades de la Antigua
Grecia, pero fue vencido en casi todos los casos. Una de las disputas más famosas
fue la que tuvo con la diosa Atenea por la protección de Atenas.
• Tuvo numerosos hijos con diosas y mortales. Casi todos ellos fueron
monstruosos o violentos, por ejemplo, el cíclope Polifemo, el caballo Pegaso, el
cazador Orión, entre otros.
• Estaba casado con la ninfa Anfititre. Según algunas tradiciones, de esa unión no
nacieron hijos, pero de acuerdo con otras fuentes, tuvieron un hijo llamado
Tritón que tenía la mitad superior del cuerpo con forma humana y la inferior, con
forma de pez. Vivía con sus padres en el fondo del mar.
25. DEMETER
Diosa de la agricultura y la cosecha , Deméter era
uno de los 12 habitantes del Olimpo junto a Zeus.
Era hija de Cronos y Rea, y hermana de Zeus,
Poseidón, Hades, Hera y Hestia. Como diosa de la
tierra, la agricultura y los cereales, era una de las
diosas griegas más importantes.
En el contexto griego clásico, Deméter era
venerada como diosa de la agricultura y
protectora de la fertilidad. Asimismo, la relación
entre esta deidad y su hija Koré- Perséfone
representaba la fortaleza del vínculo maternal.
Es una de las diosas mas importantes por que de ella depende
una buena cosecha y calidad de ella ,y Según el retórico
ateniense Isócrates, los mayores dones que Deméter daba a los
atenienses eran el grano, que hacía al ser humano diferente de
otros animales salvajes, y los misterios eleusinos, que le daban
mayores esperanzas en esta vida y en la otra.
Se le venera como diosa ” portadora de las estaciones”, es
diosa de la agriculura y sobre todo el trigo .
26. DIONISIO. El Dios del vino
El origen de Dionisos era hijo de Zeus con
Sémele, una mujer mortal. El mito más
conocido, relata que, a causa de los celos,
Hera, la esposa del dios, tomó el aspecto de
una anciana y le sugirió a Sémele que le
pidiera a Zeus que se presentara ante ella en
toda su gloria. Cuando Zeus lo hizo, Sémele no
pudo soportar la visión y cayó fulminada.
Este mito explicaba que Dionisos fuera un dios a pesar de tener madre mortal, ya que
finalmente había sido concebido y parido por Zeus. Otros mitos, en cambio, explicaban la
divinización a través de sus hazañas. Dionisos descendió al reino de Hades, rescató a su
madre y la llevó al Olimpo donde fue divinizada y recibió el nombre de Tione.
Dionisos es considerado el dios del vino, patrón de la agricultura e inspirador de la locura y
el éxtasis. Todos estos conceptos tienen una estrecha relación. Para explicarlo recurriremos
de nuevo a la mitología griega. Pasado el periodo de gestación, Zeus debe ocultar al infante
de su esposa.
Su esposa fue Micaela Josefa Quezada Borjas, con quien llegó a procrear 9 hijos.
El poder de Dionisos es que puede convertir a las personas en animales. Puede conjurar
cualquier tipo de bebida, pero generalmente sólo hace aparecer latas de Coca-Cola Light
debido a su prohibición de beber bebidas alcohólicas. Es inmune a los efectos del alcohol.
Dionisio puede aparecer en cualquier lugar donde se celebra una fiesta.
Entre los elementos asociados a Dionisos se encuentra el cabrito, ya que es una de las
formas que le dio su padre en su infancia para protegerlo de la furia de Hera. Su símbolo
era el tirso, una vara rematada en una piña y adornada con vides, hiedras y cintas. Todas las
ménades llevaban un tirso en la mano.
Hera, la celosa esposa de Zeus, solo quería matar al niño. Zeus, que amaba entrañablemente
a este hijo, lanzó su rayo fulminante contra los Titanes. Notó que el corazón de Dionisos no
había sido devorado y entonces lo revivió a partir de ese órgano. De las cenizas de los
Titanes nació el hombre.
Actualmente la figura de Dionisos sigue siendo la predilecta de entre las divinidades griegas
para representar la diferencia o alteridad, iconografía aprovechada por diversos
movimientos alternativos y contraculturales desde mediados del siglo xx.54 Por ejemplo,
en su película de 1991 The Doors Oliver Stone plantea que Jim Morrison, en la cultura
popular de los años sesenta, se convirtió en una especie de encarnación de Dionisos. El
poema «Liberalia», del escritor costarricense Juan Alberto Corrales, hace referencia a los
rituales mistéricos de Dionisos.
27. ASCLEPIOS. Dios de la medicina.
Febo, dios del sol, tomó como amante a Coronis, la hija del
rey de los lapitas. Ella quedó encinta, y Apolo la dejó bajo la
vigilancia de un cuervo de plumaje blanco. Pero en un
descuido del ave, Coronis recibió en su lecho a Isquis, a
quien deseaba. Febo lo supo, y castigó al cuervo por su
fracaso tornando su plumaje de color negro, como persiste
hasta hoy. Artemisa, diosa de la caza y hermana de Febo
redondeó la venganza, y con sus flechas mató a Coronis. Y
cuando el cuerpo de la princesa estaba por ser quemado en
la pira mortuoria Febo sintió remordimiento, y arrancó de
su matriz el cuerpo de su hijo, todavía vivo, en lo que es la
primera cesárea que menciona la historia.
Zeus no podía tolerar que se violaran así sus leyes, y que los hombres no se distinguieran
de los dioses, y mató a Asclepios con un rayo. Febo a su vez se vengó matando a los cíclopes,
que fabricaban los rayos divinos. Pero así como el arrepentimiento de Febo había permitido
a Asclepios nacer, el de Zeus le permitió resucitar.
El culto a Asclepios creció, y varios fueron los santuarios que se le erigieron en toda Grecia
y allende sus límites, el más grande y famoso el de Epidauro, cuya imagen cierra esta nota.
Cada templo se llamaba Asclepeion, y allí se llevaban a cabo las primitivas prácticas médicas,
de fuerte contenido ritual. Las serpientes se movían con libertad, se interpretaban los
sueños y se creía en el poder curativo de las lameduras de los perros.
Los romanos latinizaron el nombre de Asclepios, que se convirtió en Esculapio, y su culto
creció en todo el mundo occidental. Hay ruinas de templos a él dedicados desde España
hasta el Asia Menor. En el Asclepeion de Pérgamo inició sus estudios de medicina Galeno.
Las estatuas de Esculapio suelen representarlo sentado, una mano sosteniendo una vara de
ciprés, en torno a la cual se enredaba una serpiente, expresión de la mutabilidad y la
capacidad de rejuvenecer, mientras la otra estaba libre, o apoyada en la cabeza de otra
serpiente, o un dragón. La vara de Esculapio es mucha veces confundida con el caduceo de
Hermes, dios del comercio, una vara en la que se enredan dos serpientes y es coronada por
dos alas.
29. PERSEFONE
Persefone diosa de la primavera y reina del inframundo, hija de
Zeus y de Deméter; en su nacimineto se le conocía como Kore.
Con el tiempo Persefone creció y cada día su belleza se duplicaba, con esto tuvo muchos
pretendientes entre ellos: Apolo, Hermes o Hefesto ellos se enamoraron de Persefone, pero
Deméter los rechazó a todos, así que Deméter se fue a vivir con Persefone lejos de todos
los demás dioses.
Con esa situación Persefone se vio en la necesidad compartir tiempo, lo cual era compartir
6 meses en el Inframundo con su esposo Hades y 6 meses con su madre, con eso se
originaron las 4 estaciones del año, cuando esta en el Inframundo las estaciones son: el
Otoño y el Invierno, cuando esta con su madre las estaciones son: la Primavera y el Verano.
El Heracles griego
En la mitología griega Heracles era un héroe y semidiós, hijo de Zeus y Alcmena y bisnieto
de Perseo. En la mitología romana se le llamaba Hércules. Puede decirse que fue el más
grande de los héroes míticos griegos, el parangón de la masculinidad por excelencia, siendo
su extraordinaria fuerza uno de sus atributos. Fue, según Pausanias, el último hijo que Zeus
engendró con mujeres mortales en Grecia. Se cuentan muchas historias sobre su vida,
siendo la más famosa “Los doce trabajos de Heracles”.
Nacimiento e infancia
Heracles era hijo de Zeus y Alcmena, y por tanto su mera existencia demostraba al menos
una de las muchas infidelidades del señor del Olimpo. Como venganza, Hera conspiraba a
menudo contra la descendencia mortal de Zeus.
Zeus yació con Alcmena tras adoptar la apariencia del marido de ésta, Anfitrión de Tebas,
que había dejado su hogar para ir a la guerra contra Atenas. Anfitrión volvió más tarde esa
misma noche, y Alcmena quedó embarazada de gemelos.
En la noche en que los gemelos nacieron, Hera, conociendo el adulterio de su marido, logró
convencer a Zeus de que prestara un juramento según el cual el niño que naciera aquella
noche a un miembro de la casa de Perseo sería un gran rey.
Una vez Zeus hubo jurado, Hera corrió a la casa de Alcmena y ralentizó el parto sentándose
con las piernas cruzadas y las ropas atadas con nudos. Al mismo tiempo, provocó que su
primo Euristeo naciese prematuramente, haciendo así que fuese rey en lugar de Heracles.
Habría retrasado permanentemente el nacimiento de Heracles si no hubiese sido engañada
por Galantis, su criada, quien le dijo que ya había asistido al niño en el parto. Tras oírlo, Hera
saltó sorprendida, desatando así los nudos y permitiendo que Alcmena diese a luz. Uno de
los niños, Ificles, era mortal, mientras el otro era el semidiós Heracles.
Heracles fue bautizado con este nombre en un intento fallido por aplacar a Hera. Unos
pocos meses después de su nacimiento, Hera envió dos serpientes a matarlo mientras
dormía en su cuna. Heracles estranguló una serpiente con cada mano y fue hallado por su
niñera jugando con sus cuerpos exangües como si fueran unos insignificantes juguetes.
Edad adulta
Heracles creció sano y fuerte. Recibió con su hermano clases de música del maestro Lino,
pero era un estudiante indisciplinado. Lino lo regañaba constantemente, y un día Heracles
se enfureció y lo golpeó con una Lira, matándolo al instante. El joven Heracles debió
comparecer ante un tribunal, acusado de asesinato, pero se salió del apuro citando una
sentencia de Radamantis, según la cual existía el derecho de matar al adversario en caso de
legítima defensa. Fue pues, absuelto. Pero Anfitrión, inquieto, y temiendo que su hijo
adoptivo fuese presa de nuevos accesos de cólera se apresuró a enviarlo al campo, y lo puso
al frente de sus rebaños. Allí, un boyero llamado Téutaro continuó su educación,
adiestrándolo en el arte de manejar el arco.
A los dieciocho años realizó en cincuenta días una doble hazaña: tras cincuenta días de
cacería, mató al león de Citerón, que ocasionaba grandes estragos en los rebaños de la
comarca y se vistió con su piel. El rey tebano Creonte le recompensó dándole en matrimonio
a su hija, la princesa Mégara, cuya hermana menor, Pirra, se casó con Ificles, hermano del
héroe. Heracles tuvo con Mégara varios hijos.
Los doce trabajos
En un ataque de locura provocado por Hera, Heracles mató a sus propios hijos y a dos de
sus sobrinos con sus propias manos. Al despertar y descubrir los terribles actos que había
cometido, sintió un terrible dolor, y no quiso continuar viviendo con Mégara. En penitencia
por esta execrable acción, la sibila délfica le dijo que tenía que llevar a cabo diez trabajos
que dispusiera Euristeo, el hombre que había usurpado su legítimo derecho a la corona y a
quien más odiaba. Heracles llevó a cabo todos ellos con éxito, pero Hera le dijo a Euristeo
que estimase que en dos de los trabajos había fallado, pues había recibido ayuda, por lo
que ordenó dos más, que Heracles también completó, haciendo un total de doce.
32. URANO
Urano es un dios primordial personificador del cielo. Urano era un padre terrible y no le
importaban sus hijos en absoluto. También fue un terrible marido, porque no le molestaba
que Gaia estuviera tan triste por la pérdida de sus hijos. Aunque es posible que Urano si la
amara, como lo indica Atlas en La maldición del Titán, quien dijo: "el cielo todavía anhela
abrazar a la tierra". En Percy Jackson’s Greek Gods, se afirma que su hijo Cronos heredó su
crueldad.
Urano era hijo de Gaia, la madre tierra,
que según se cuenta lo había concebido
por sí misma. Urano se casó con su madre,
aunque su matrimonio estaba bajo algo de
presión debido a que los dioses
primordiales, Caos y Tártaro, también se
sentían atraídos por Gaia. Aun así, con el
tiempo Urano y Gaia comenzaron a tener
hijos.
Primero vinieron los titanes, un paquete
completo de seis niñas y seis niños,
quienes tenían aspecto humano, pero
eran mucho más altos y poderosos.
Después del nacimiento de los titanes, su matrimonio se fue volviendo cada vez más
tormentoso.
Urano pasaba mucho tiempo en el cielo y no visitaba a su esposa ni la ayudaba con los niños.
Gaia se enfureció y ambos comenzaron a discutir entre ellos. A medida que los titanes
crecían, Urano también les gritaba como el padre terrible que era. Varias veces, Urano y
Gaia intentaron arreglar las cosas entre ellos y Gaia pensó que si tenían otro par de hijos
quizás los "acercaría" más, aunque resultó ser una mala idea. Gaia dio a luz a trillizos, pero
estos eran horribles.
Eran grandes y fuertes como los titanes, aunque robustos y con un solo ojo en lugar de dos,
los cíclopes. Gaia quedó encantada con ellos, pero Urano no, y los encadenó con cadenas
hechas de la oscuridad del cielo y luego los arrojó al Tártaro. Gaia, desesperada, le rogó que
los liberará, pero Urano se rehusó a hacerlo. Aun así, Gaia decidió darle una oportunidad.
33. PAN
Según una de las tradiciones, cuando Hermes pastoreaba los rebaños de Dríope, tuvo una
relación amorosa con una de las hijas de este, de la que nació el dios Pan. Según esta
versión, cuando nació, presentaba sus miembros inferiores en forma de macho cabrío y el
resto del cuerpo con apariencia de hombre. En la cabeza tenía dos cuernos y su cara era
arrugada, con una barbilla prominente, con todo el cuerpo cubierto por una espesa capa de
pelo.
Pan era el dios de la fertilidad y de la
sexualidad masculina. Dotado de una
gran potencia y apetito sexual, se
dedicaba a perseguir por los bosques,
en busca de sus favores, a ninfas y
muchachas. En muchos aspectos, el
dios Pan tiene cierta similitud
con Dioniso.
Se dice que Pan era especialmente irascible si se le molestaba durante sus siestas. Los
habitantes de Arcadia tenían la creencia de que, cuando una persona dormía la siesta, no
se la debía despertar bajo ningún motivo ya que, de esa forma, se interrumpía el sueño del
dios Pan. En este caso, Pan se aproxima a la noción de Demonium Meridianum (Demonio
del Mediodía).
Por último, como deidad, Pan representaba a toda la naturaleza salvaje. De esta forma, se
le atribuía la generación del miedo enloquecedor. De ahí la palabra pánico que, en principio,
significaba el temor masivo que sufrían manadas y rebaños ante el tronar y la caída de rayos.
34. EOS (Aurora Romanos)
• Bóreas
• Céfiro
• Euro
• Noto
ATRIBUTOS
35. HELIOS
La leyenda más popular acerca de este dios nos cuenta que sedujo a Clímene, una oceánide
(hija de Océano y Tetis) que era esposa de Merope, rey de Etiopía.
36. SELENE
una corriente filosófica griega que defiende la existencia de una substancia única e
inmutable que constituye la esencia de las mismas. Se desarrolla entre los siglos VI y V en
Elea, una colonia al sur de Italia y de ahí su nombre.
Jenófanes no nació en Elea, sino en Colofón, en Jonia, aunque debido a sus ideas, se le
considera parte de la escuela eleática. Afirmó ser un nómada y vivió en muchos lugares
como Mesina, Catania, Elea o en la corte de Hierón de Siracusa, ya de viejo.
Influyó enormemente en la filosofía posterior, en especial su idea de que la divinidad era
una, eterna, infinita y esférica. En cuanto a la epistemología, asegura que la verdad no está
al alcance del ser humano. No hay verdades, tan solo opiniones. El único que puede
conocer es Dios.
De Jenófanes, como del resto de los presocráticos, solo se conservan algunos fragmentos y
citas de filósofos como Simplicio y Sexto Empírico. Según Diógenes Laercio, escribió cerca
de 200 poemas, que lamentablemente se han perdido y una obra con el título “Sobre la
naturaleza”, si bien este dato no ofrece demasiada credibilidad.
Parménides es natural de Elea, en la Magna Grecia y fue uno de los filósofos más
importantes de los llamados presocráticos. Su poema “Sobre la naturaleza” en la que
desarrolla ampliamente su metafísica. En esta obra aparecen las ideas principales del
pensador:
• El ente es uno, inmóvil y eterno
• El ser humano no puede alcanzar el conocimiento verdadero. La razón humana solo
puede captar lo aparente
De esta forma negaba el cambio constante y el devenir heraclíteo. El cambio que se observa
en la naturaleza, no es más que mera apariencia, un engaño de los sentidos. Además de
filósofo, Parménides se dedicó a la política, llegando a ser legislador de Elea.
Hasta nuestros días han llegado una veintena de fragmentos que pertenecen a un poema y
como al anterior, lo han citado Simplicio, Sexto Empírico y Diógenes Laercio.
“Todo lo que hay ha existido siempre. Nada puede surgir de la nada. Y algo que existe,
tampoco se puede convertir en nada”.
“Si me llegara a explicar qué es lo uno, sería capaz de dar razón de las cosas existentes.”
Se supone que Zenón solo escribió un libro titulado Acerca de la naturaleza, un título
habitual en las obras de la época. Diógenes Laercio, entre otros, lo cita en su “Vida y obra
de los filósofos ilustres”. Tertuliano en su “Apología”, Zenón de Elea, a quien Dionisio
preguntó en qué consiste la superioridad de la filosofía, respondió : "¡En el desprecio de la
muerte!" y a manos del tirano mantiene, impasivo, su propósito hasta la muerte.
“Lo que siempre fue, siempre será. Porque si surgió, necesariamente antes de su
generación no había nada; entonces, si no hubiera nada, nada vendría de la nada”.
42.SÓCRATES
(Atenas, 470 a.C. - id., 399 a.C) Filósofo griego. Pese a
que no dejó ninguna obra escrita y son escasas las
ideas que pueden atribuírsele con seguridad, Sócrates
es una figura capital del pensamiento antiguo, hasta
el punto de ser llamados presocráticos los filósofos
anteriores a él. Rompiendo con las orientaciones
predominantes anteriores, su reflexión se centró en el
ser humano, particularmente en la ética, y sus ideas
pasaron a los dos grandes pilares sobre los que se
asienta la historia de la filosofía occidental: Platón,
que fue discípulo directo suyo, y Aristóteles, que lo fue a su vez de Platón.
Pocas cosas se conocen con certeza de la biografía de Sócrates. Fue hijo de una comadrona,
Faenarete, y de un escultor, Sofronisco, emparentado con Arístides el Justo. En su juventud
siguió el oficio de su padre y recibió una buena instrucción; es posible que fuese discípulo
de Anaxágoras, y también que conociera las doctrinas de los filósofos eleáticos
(Jenófanes, Parménides, Zenón) y de la escuela de Pitágoras.
Con los bienes que le dejó su padre al morir pudo vivir modesta y austeramente, sin
preocupaciones económicas que le impidiesen dedicarse al filosofar. Se tiene por cierto que
Sócrates se casó, a una edad algo avanzada, con Xantipa, quien le dio dos hijas y un hijo.
Cierta tradición ha perpetuado el tópico de la esposa despectiva ante la actividad del marido
y propensa a comportarse de una manera brutal y soez. En cuanto a su apariencia, siempre
se describe a Sócrates como un hombre rechoncho, con un vientre prominente, ojos
saltones y labios gruesos, del mismo modo que se le atribuye también un aspecto
desaliñado.
La mayor parte de cuanto se sabe sobre Sócrates procede de tres contemporáneos suyos:
el historiador Jenofonte, el comediógrafo Aristófanes y el filósofo Platón. Jenofonte retrató
a Sócrates como un sabio absorbido por la idea de identificar el conocimiento y la virtud,
pero con una personalidad en la que no faltaban algunos rasgos un tanto
vulgares. Aristófanes lo hizo objeto de sus sátiras en una comedia, Las nubes (423), donde
es caricaturizado como engañoso artista del discurso y se le identifica con los demás
representantes de la sofística, surgida al calor de la consolidación de la democracia en el
siglo de Pericles. Estos dos testimonios matizan la imagen de Sócrates ofrecida por Platón
en sus Diálogos, en los que aparece como figura principal, una imagen que no deja de ser
en ocasiones excesivamente idealizada, aun cuando se considera que posiblemente sea la
más justa.
LA MAYÉUTICA
Al parecer, y durante buena parte de su vida, Sócrates se habría dedicado a deambular por
las plazas, mercados, palestras y gimnasios de Atenas, donde tomaba a jóvenes aristócratas
o a gentes del común (mercaderes, campesinos o artesanos) como interlocutores para
sostener largas conversaciones, con frecuencia parecidas a largos interrogatorios. Este
comportamiento correspondía, sin embargo, a la esencia de su sistema de enseñanza,
la mayéutica.
Alcibíades y Sócrates
(detalle de un cuadro de Marcello Bacciarelli)
El propio Sócrates comparaba tal método con el oficio de comadrona que ejerció su madre:
se trataba de llevar a un interlocutor a alumbrar la verdad, a descubrirla por sí mismo como
alojada ya en su alma, por medio de un diálogo en el que el filósofo proponía una serie de
preguntas y oponía sus reparos a las respuestas recibidas, de modo que al final fuera posible
reconocer si las opiniones iniciales de su interlocutor eran una apariencia engañosa o un
verdadero conocimiento.
En ella, Sócrates proponía una cuestión (por ejemplo, ¿qué es la virtud?) y elogiaba la
respuesta del interlocutor, pero luego oponía con sucesivas preguntas o contraejemplos sus
reparos a las respuestas recibidas, sumiendo en la confusión a su interlocutor, que acababa
reconociendo que no sabía nada sobre la cuestión.
Tal logro era un punto esencial: no puede enseñarse algo a quien ya cree saberlo. El primer
paso para llegar a la sabiduría es saber que no se sabe nada, o, dicho de otro modo, tomar
conciencia de nuestro desconocimiento. Una vez admitida la propia ignorancia, comenzaba
la mayéutica propiamente dicha: por medio del diálogo, con nuevas preguntas y
razonamientos, Sócrates iba conduciendo a sus interlocutores al descubrimiento (o
alumbramiento) de una respuesta precisa a la cuestión planteada, de modo tan sutil que la
verdad parecía surgir de su mismo interior, como un descubrimiento propio.
LA FILOSOFÍA DE SÓCRATES
El ser humano aspira a la felicidad, y hacia ello encamina sus acciones. Sólo una conducta
virtuosa, por otra parte, proporciona la felicidad. Y de entre todas las virtudes, la más
importante es la sabiduría, que incluye a las restantes. El que posee la sabiduría posee todas
las virtudes porque, según Sócrates, nadie obra mal a sabiendas: si, por ejemplo, alguien
engaña al prójimo es porque, en su ignorancia, no se da cuenta de que el engaño es un mal.
El sabio conoce que la honestidad es un bien, porque los beneficios que le reporta
(confianza, reputación, estima, honorabilidad) son muy superiores a los que puede
reportarle el engaño (riquezas, poder, un matrimonio conveniente).
Sócrates toma la cicuta (detalle de un óleo de David)
De este modo, la sabiduría, la virtud y la felicidad son inseparables. Conocer el bien nos lleva
a observar una conducta virtuosa, y la conducta virtuosa conduce a la dicha. La felicidad no
radica en el placer (la ética socrática no es hedonista), a no ser que se considere como placer
algo mucho más elevado: la íntima paz y satisfacción que produce la vida virtuosa. En
palabras de Sócrates citadas por Jenofonte, ningún placer supera al de «sentirse
transformado en mejor y contribuir al mejoramiento de los amigos».
Sin embargo, en los Diálogos de Platón resulta difícil distinguir cuál es la parte de lo
expuesto que corresponde al Sócrates histórico y cuál pertenece ya a la filosofía de su
discípulo. Sócrates no dejó doctrina escrita, ni tampoco se ausentó de Atenas (salvo para
servir como soldado), contra la costumbre de no pocos filósofos de la época, y en especial
de los sofistas. Si, como parece, las ideas éticas antes expuestas son del propio Sócrates, su
filosofía se sitúa en la antípodas del escepticismo y del relativismo moral de los sofistas
(Protágoras, Gorgias), pese a lo cual, y a causa de su pericia dialéctica, pudo ser considerado
en su tiempo como uno de ellos, tal y como refleja la citada comedia de Aristófanes.
Según relata Platón en la Apología que dejó de su maestro, Sócrates pudo haber eludido la
condena, gracias a los amigos que aún conservaba, pero prefirió acatarla y morir, pues como
ciudadano se sentía obligado a cumplir la ley de la ciudad, aunque en algún caso, como el
suyo, fuera injusta; peor habría sido la ausencia de ley. La serenidad y la grandeza de espíritu
que demostró en sus últimos instantes están vivamente narradas en las últimas páginas
del Fedón.
43. PLATÓN
(Atenas, 427 - 347 a. C.) Filósofo griego. Junto con su maestro
Sócrates y su discípulo Aristóteles, Platón es la figura central de
los tres grandes pensadores en que se asienta toda la tradición
filosófica europea. Fue el británico Alfred North Whitehead quien
subrayó su importancia afirmando que el pensamiento occidental
no es más que una serie de comentarios a pie de página de los
diálogos de Platón.
Platón
La circunstancia de que Sócrates no dejase obra escrita, junto al hecho de que Aristóteles
construyese un sistema opuesto en muchos aspectos al de su maestro, explican en parte la
rotundidad de una afirmación que puede parecer exagerada. En cualquier caso, es
innegable que la obra de Platón, radicalmente novedosa en su elaboración lógica y literaria,
estableció una serie de constantes y problemas que marcaron el pensamiento occidental
más allá de su influencia inmediata, que se dejaría sentir tanto entre los paganos (el
neoplatonismo de Plotino) como en la teología cristiana, fundamentada en gran medida por
San Agustín sobre la filosofía platónica.
Nacido en el seno de una familia aristocrática, Platón abandonó su inicial vocación política
y sus aficiones literarias por la filosofía, atraído por Sócrates: fue su discípulo desde los
veinte años y se enfrentó abiertamente a los sofistas (Protágoras, Gorgias). Tras la condena
a muerte de Sócrates (399 a. C.), huyó de Atenas y se apartó completamente de la vida
pública; no obstante, los temas políticos ocuparon siempre un lugar central en su
pensamiento, y llegó a concebir un modelo ideal de Estado.
Viajó por Oriente y el sur de Italia, donde entró en contacto con los discípulos de Pitágoras;
tras una negativa experiencia en Siracusa como asesor en la corte del rey Dionisio I el Viejo,
pasó algún tiempo prisionero de unos piratas, hasta que fue rescatado y pudo regresar a
Atenas. Allí fundó en el año 387 una escuela de filosofía, situada en las afueras de la ciudad,
junto al jardín dedicado al héroe Academo, de donde procede el nombre de Academia. La
Academia de Platón, una especie de secta de sabios organizada con sus reglamentos,
contaba con una residencia de estudiantes, biblioteca, aulas y seminarios especializados, y
fue el precedente y modelo de las modernas instituciones universitarias.
En ella se estudiaba y se investigaba sobre todo tipo de asuntos, dado que la filosofía
englobaba la totalidad del saber, hasta que paulatinamente fueron apareciendo (en la
propia Academia) las disciplinas especializadas que darían lugar a ramas diferenciadas del
saber, como la lógica, la ética o la física. Pervivió más de novecientos años (hasta
que Justiniano la mandó cerrar en el 529 d. C.), y en ella se educaron personajes de
importancia tan fundamental como su discípulo Aristóteles.
OBRAS DE PLATÓN
A diferencia de Sócrates, que no dejó obra escrita, los trabajos de Platón se han conservado
casi completos. La mayor parte están escritos en forma dialogada; de hecho, Platón fue el
primer autor que utilizó el diálogo para exponer un pensamiento filosófico, y tal forma
constituía ya por sí misma un elemento cultural nuevo: la contraposición de distintos puntos
de vista y la caracterización psicológica de los interlocutores fueron indicadores de una
nueva cultura en la que ya no tenía cabida la expresión poética u oracular, sino el debate
para establecer un conocimiento cuya legitimación residía en el libre intercambio de puntos
de vista y no en la simple enunciación.
Los diálogos del período tardío o revisionista, por último, fueron escritos a partir del
momento de la fundación de la Academia. Si bien carecen de los méritos dramáticos y
literarios que caracterizaron a los diálogos precedentes, presentan en cambio una mayor
sutileza y madurez de juicio, ya que en ellos se expresa más el pensador decidido a
presentar la definitiva exposición de su pensamiento filosófico que el artista. En
el Parménides, Platón revisa la doctrina de las Ideas; en el Teeteto combate el escepticismo
de Protágoras acerca del conocimiento, al tiempo que exalta la vida contemplativa del
filósofo; en el Timeo expone el mito de la creación del mundo por obra del Demiurgo; en
el Filebo trata las relaciones entre el Bien y el placer, y en Las leyes intenta adaptar más a la
realidad su doctrina del Estado ideal, tomando como referencia las constituciones y
legislaciones de varias ciudades griegas.
Una característica del estilo platónico que revela una admirable conjunción entre
pensamiento y expresión es su empleo del mito para hacer más evidente el pensamiento
filosófico. Sin duda el más célebre de ellos es el mito de la caverna utilizado en La República;
pero también son conocidos el del juicio de ultratumba, que aparece en Gorgias, y el de
Epimeteo, en Protágoras.
LA FILOSOFÍA DE PLATÓN
El mundo de las Ideas posee un orden jerárquico; la idea que se encuentra en el nivel más
alto es la del Bien, que ilumina a todas las demás, comunicándoles su perfección y realidad.
Le siguen en esta jerarquía (aunque Platón vacila a veces en su descripción) las ideas de
Justicia, de Belleza, de Ser y de Uno. A continuación, las que expresan elementos polares,
como Idéntico-Diverso o Movimiento-Reposo; luego las ideas de los Números o
matemáticas, y finalmente las de los seres que integran el mundo material.
El mundo de las Ideas, aprehensible sólo por la mente, es eterno e inmutable. Cada idea
del mundo inteligible es el modelo de una categoría particular de cosas del mundo
sensible (cósmos aiszetós), es decir, del universo o mundo material en que vivimos,
constituido por una pluralidad de seres cuyas propiedades son opuestas a las de las Ideas:
son cambiantes, imperfectas, perecederas. En el mundo inteligible residen las ideas de
Piedra, Árbol, Color, Belleza o Justicia; y las cosas del mundo sensible son
sólo imitación (mímesis) o participación (mézexis) de tales ideas, es decir, copias
imperfectas de estas ideas perfectas.
El mito de la caverna
En su obra La República, Platón ilustró esta concepción con el célebre mito de la caverna.
Imaginemos, dice Platón, una serie de hombres que desde su nacimiento se hallan
encadenados en una cueva, y que desde pequeños nunca han visto nada más que las
sombras, proyectadas por un fuego en una pared, de las estatuas y de los distintos objetos
que llevan unos porteadores que pasan a sus espaldas. Para esos hombres encadenados,
las sombras (los seres del mundo sensible) son la única realidad; pero, si los liberásemos, se
darían cuenta de que lo que creían real eran meras sombras de las cosas verdaderas (las
Ideas del mundo inteligible).
En el Timeo, Platón explicó el origen del mundo sensible a través de la figura de un poderoso
hacedor, el Demiurgo, una divinidad superior que, feliz en la perenne contemplación de las
Ideas, quiso, por su misma bondad, difundir en lo posible el bien en la materia. El Demiurgo,
disponiendo del espacio vacío y partiendo de la materia caótica y eterna, modeló poliedros
regulares de los cuatros elementos (la tierra, el fuego, el aire y el agua, conforme a la
formulación de Empédocles), y, combinándolos, formó los distintos seres del mundo
sensible tomando las Ideas como modelos; tales seres, obviamente, no podían ser perfectos
por las mismas limitaciones de la naturaleza de la materia. Hay que subrayar que el
Demiurgo, partiendo de la materia, formó cosas materiales; el alma humana, que es
inmaterial, no es obra suya.
EL ALMA
Existe pues un mundo inteligible, el de las Ideas, que posibilita el conocimiento, y un mundo
sensible, el nuestro. Esa misma dualidad se da en el ser humano. El hombre es un
compuesto de dos realidades distintas unidas accidentalmente: el cuerpo mortal
(relacionado con el mundo sensible) y el alma inmortal (perteneciente al mundo de las
Ideas, que contempló antes de unirse al cuerpo). El cuerpo, formado con materia, es
imperfecto y mutable; es, en definitiva, igual de despreciable que todo lo material. De
hecho, la abismal diferencia entre el nulo valor del cuerpo y el altísimo del alma lleva a
Platón a afirmar (en el Alcibíades) que "el hombre es su alma".
Frente a la tosca materialidad del cuerpo, el alma es espiritual, simple e indivisible. Por ello
mismo es eterna e inmortal, ya que la destrucción o la muerte de algo consiste en la
separación de sus componentes. Las diversas funciones del alma confluyen en sus tres
aspectos: el alma racional (lógos) se sitúa en el cerebro y dota al hombre de sus facultades
intelectuales; del alma pasional o irascible (zimós), ubicada en el pecho, dependen las
pasiones y sentimientos; y de la concupiscible (epizimía), en el vientre, proceden los bajos
instintos y los deseos puramente animales.
Platón explicó el origen del alma mediante el mito del carro alado, que se encuentra en
el Fedro. Las almas residen desde la eternidad en un lugar celeste, donde son felices
contemplando las Ideas; marchan en procesión, cada una de ellas sobre un carro conducido
por un auriga y tirado por dos caballos alados, uno blanco y otro negro. En un momento
dado el caballo negro se desboca, el carro se sale del camino y el alma cae al mundo
sensible. Es decir, las almas se encarnaron en cuerpos del mundo sensible por una falta de
su aspecto concupiscible (el caballo negro; el blanco representa el pasional o irascible), que
la razón (el auriga) no pudo evitar.
El alma, pues, se halla encarnada en el cuerpo por una falta cometida; de ahí que el cuerpo
sea como la cárcel del alma. La unión de alma y cuerpo es accidental (el lugar natural del
alma es el mundo de las Ideas) e incómoda. El alma se ve obligada a regir el cuerpo como el
jinete al caballo, o como el piloto a la nave. Sin embargo, su aspiración es liberarse del
cuerpo, y para ello deberá aplicar sus esfuerzos a purificarse. Las almas que logren tal
purificación regresarán al mundo de las Ideas tras la muerte del cuerpo; las que no, irán a
la región infernal del Hades, donde, tras un período de tormentos (específicos para cada
alma según las faltas cometidas), se les permitirá elegir un nuevo cuerpo en el que
reencarnarse.
ÉTICA Y POLÍTICA
El hombre sólo puede conseguir la felicidad mediante un ejercicio continuado de la virtud
para perfeccionar y purificar el alma. "Purificarse -escribió en el Fedón- es separar al
máximo el alma del cuerpo." Dominando las pasiones que la atan al cuerpo y al mundo
sensible, el alma va desligándose de lo terrenal y acercándose al conocimiento racional,
hasta que, inflamada en el amor a las Ideas, logra su completa purificación. Este amor a las
Ideas es el sentido original del amor platónico, muy distinto del que le daría la tradición
literaria posterior y del que tiene la expresión en nuestros días.
Sin embargo, la completa realización de este ideal humano sólo puede darse en la vida social
de la comunidad política, donde el Estado da armonía y consistencia a las virtudes
individuales. El Estado ideal de Platón sería una República formada por tres clases de
ciudadanos (el pueblo, los guerreros y los filósofos), cada una con su misión específica y sus
virtudes características, en correspondencia con los aspectos del alma humana: los filósofos
serían los llamados a gobernar la comunidad, por poseer la virtud de la sabiduría; los
guerreros velarían por el orden y la defensa, apoyándose en la virtud de la fortaleza; y el
pueblo trabajaría en actividades productivas, cultivando la templanza. De este forma la
virtud suprema, la justicia, podría llegar a caracterizar al conjunto de la sociedad.
Las dos clases superiores vivirían en un régimen comunitario donde todo (bienes, hijos y
mujeres) pertenecería al Estado, dejando para el pueblo llano instituciones como la familia
y la propiedad privada; al carecer de ellas las clases dirigentes, se evitaría su corrupción, ya
que no podrían ni necesitarían obtener riquezas, ni tendrían familiares a los que favorecer;
tal esquema (y otros aspectos de sus concepciones) fue revisado en Las leyes, obra de vejez
en la que desaparecen estas restricciones. El Estado se encargaría de la educación y de la
selección de los individuos (en función de su capacidad y sus virtudes) para destinarlos a
cada clase. La justicia se lograría colectivamente cuando cada individuo se integrase
plenamente en su papel, subordinando sus intereses a los del Estado.
Teorizó también sobre las distintas formas de gobierno, que según Platón se suceden en un
orden cíclico en el que cada sistema es peor que el anterior. La monarquía o
la aristocracia (gobierno de un solo hombre excepcionalmente dotado o de una minoría
sabia y virtuosa, que aspira solamente al bien común) es para el filósofo la mejor forma de
gobierno. De la monarquía se pasa a la timocracia cuando el estamento militar, en lugar de
proteger a la sociedad, usa la fuerza para obtener el poder. En la oligarquía, una minoría de
ricos gobierna a un pueblo empobrecido. El descontento lleva a la democracia o gobierno
del pueblo, de la que tiene Platón un pésimo concepto: se elige como gobernantes a los
más ineptos y reina la anarquía. Finalmente, la tiranía, encabezada por un demagogo que
suprime toda libertad, restaura el orden; es la peor de las formas de gobierno.
Platón intentó plasmar en la práctica sus ideas filosóficas, aceptando acompañar a su
discípulo Dión como preceptor y asesor del joven rey Dionisio II de Siracusa, hijo de aquel
Dionisio I el Viejo al que ya había aconsejado en vano antes de fundar la Academia; con el
hijo, el choque entre el pensamiento idealista del filósofo y la cruda realidad de la política
hizo fracasar de nuevo el experimento por dos veces (367 y 361 a. C.).
SU INFLUENCIA
Sin embargo, las ideas de Platón siguieron influyendo (por sí mismas o a través de su
discípulo Aristóteles) sobre toda la historia posterior del mundo occidental: su concepción
dualista del mundo y del ser humano (materia-espíritu, cuerpo-alma), la superioridad del
conocimiento racional sobre el sensible o la división de la sociedad en tres órdenes
funcionales serían ideas recurrentes del pensamiento europeo durante siglos.
44. ARISTÓTELES
Algunos ejemplos pueden dar idea de hasta qué punto Aristóteles estableció las bases que
configurarían el pensamiento europeo: las teologías cristiana y musulmana del Medioevo
asumieron su metafísica; la física y la astronomía aristotélicas se mantuvieron vigentes
hasta el siglo XVII; sus estudios zoológicos, hasta el XIX; la lógica, hasta el siglo XX; sus
apenas cincuenta páginas sobre estética se siguen debatiendo en nuestros días.
EN LA ACADEMIA DE PLATÓN
Aristóteles nació en el año 384 a.C. en Estagira, una pequeña localidad macedonia cercana
al monte Athos; de su población natal procede una designación habitual para referirse al
filósofo: el Estagirita. Su padre, Nicómaco, era médico de la corte de Amintas III, padre de
Filipo II de Macedonia y, por tanto, abuelo de Alejandro Magno. Nicómaco pertenecía a la
familia de los Asclepíades, que se reclamaba descendiente del dios fundador de la medicina
y cuyo saber se transmitía de generación en generación. Ello invita a pensar que Aristóteles
fue iniciado de niño en los secretos de la medicina, y que de ahí le vino su afición a la
investigación experimental y a la ciencia positiva. Huérfano de padre y madre en plena
adolescencia, fue adoptado por Proxeno, al cual podría mostrar años después su gratitud
adoptando a un hijo suyo llamado Nicanor.
En el año 367, es decir, cuando contaba diecisiete años de edad, fue enviado a Atenas para
estudiar en la Academia de Platón. No se sabe qué clase de relación personal se estableció
entre ambos filósofos, pero, a juzgar por las escasas referencias que hacen el uno del otro
en sus escritos, no cabe hablar de una amistad imperecedera. Lo cual, por otra parte, resulta
lógico si se tiene en cuenta que la filosofía de Aristóteles iba a fundarse en una profunda
crítica al sistema filosófico platónico.
Ambos partían de Sócrates y de su concepto de eidos, pero las dificultades de Platón para
insertar en el mundo real su mundo eidético, el mundo de las Ideas, obligaron a Aristóteles
a ir perfilando términos como «sustancia», «materia» y «forma», que le alejarían
definitivamente de la Academia. En cambio es absolutamente falsa la leyenda según la cual
Aristóteles se marchó de Atenas despechado porque Platón, a su muerte, designase a su
sobrino Espeusipo para hacerse cargo de la Academia: por su condición de macedonio,
Aristóteles no era legalmente elegible para ese puesto.
A la muerte de Platón, acaecida en el 348, Aristóteles contaba treinta y seis años de edad,
había pasado veinte de ellos simultaneando la enseñanza con el estudio y se encontraba en
Atenas, como suele decirse, sin oficio ni beneficio. Así que no debió de pensárselo mucho
cuando supo que Hermias de Atarneo, un soldado de fortuna griego (por más detalles,
eunuco) que se habla apoderado del sector noroeste de Asia Menor, estaba reuniendo en
la ciudad de Axos a cuantos discípulos de la Academia quisieran colaborar con él en la
helenización de sus dominios. Aristóteles se instaló en Axos en compañía de Jenócrates de
Calcedonia, un colega académico, y de Teofrasto, discípulo y futuro heredero del legado
aristotélico.
EL LICEO DE ATENAS
Poco después de la muerte de Filipo (336 a.C.), Alejandro hizo ejecutar a un sobrino de
Aristóteles, Calístenes de Olinto, a quien acusaba de traidor. Conociendo el carácter
vengativo de su discípulo, Aristóteles se refugió un año en sus propiedades de Estagira,
trasladándose en el 334 a Atenas para fundar, siempre en compañía de Teofrasto, el Liceo,
una institución pedagógica que durante años habría de competir con la Academia platónica,
dirigida en ese momento por su viejo camarada Jenócrates de Calcedonia.
Los once años que median entre su regreso a Atenas y la muerte de Alejandro, en el 323,
fueron aprovechados por Aristóteles para llevar a cabo una profunda revisión de una obra
que, al decir de Hegel, constituye el fundamento de todas las ciencias. Para decirlo de la
forma más sucinta posible, Aristóteles fue un prodigioso sintetizador del saber, tan atento
a las generalizaciones que constituyen la ciencia como a las diferencias que no sólo
distinguen a los individuos entre sí, sino que impiden la reducción de los grandes géneros
de fenómenos y las ciencias que los estudian. Los seres, afirma Aristóteles, pueden ser
móviles e inmóviles, y al mismo tiempo separados (de la materia) o no separados. La ciencia
que estudia los seres móviles y no separados es la física; la de los seres inmóviles y no
separados es la matemática, y la de los seres inmóviles y separados, la teología.
La amplitud y la profundidad de su pensamiento son tales que fue preciso esperar dos mil
años para que surgiese alguien de talla parecida. Después de que, en el siglo XIII, Santo
Tomás de Aquino integrase sus doctrinas en la teología cristiana, la autoridad del Estagirita
llegó a quedar tan establecida e incuestionada como la que ejercía la Iglesia, y tanto en la
ciencia como en la filosofía todo intento de avance intelectual tendría que empezar con un
ataque a cualquiera de los principios filosóficos aristotélicos. Sin embargo, el camino
seguido por el pensamiento de Aristóteles hasta alcanzar su posterior preeminencia es tan
asombroso que, aun descontando lo que la leyenda haya podido añadir, parece un
argumento de novela de aventuras.
Muchos años después, los herederos de Neleo las vendieron a Apelicón de Teos, un filósofo
que se las llevó consigo a Atenas. En el 86 a.C., en plena ocupación romana, Lucio Cornelio
Sila se enteró de la existencia de esas cajas y las requisó para enviarlas a Roma, donde
fueron compradas por Tiranión el Gramático. De mano en mano, las obras fueron sufriendo
sucesivos deterioros hasta que, en el año 60 a.C., fueron adquiridas por Andrónico de
Rodas, el último responsable del Liceo, quien procedió a su edición definitiva.
Con la caída del Imperio romano, las obras de Aristóteles, como las del resto de la cultura
grecorromana, desaparecieron hasta que, bien entrado el siglo XII, fueron recuperadas por
el árabe Averroes, quien las conoció a través de las versiones sirias, árabes y judías. Del total
de 170 obras que los catálogos antiguos recogían, sólo se han salvado 30, que vienen a
ocupar unas dos mil páginas impresas. La mayoría de ellas proceden de los llamados escritos
«acroamáticos», concebidos para ser utilizados como tratados en el Liceo y no para ser
publicados. En cambio, se ha perdido la mayor parte de las obras publicadas en vida del
propio Aristóteles, escritas (a menudo en forma diálogos) para el público general.