Filosofía 10° 1er Periodo 2023

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I.

FILOSOFÍA PRESOCRÁTICA

La Filosofía presocrática reúne una serie de doctrinas concebidas por un grupo de


pensadores griegos, anteriores a Sócrates, que estaban preocupados por comprender y
descifrar el origen natural de todo aquello que les rodeaba.
Los presocráticos más destacados fueron Tales de Mileto, Pitágoras, Anaximandro,
Anaxímedes, Heráclito, Protágoras, entre otros que, incluso, fueron contemporáneos o
posteriores a Sócrates, como Demócrito, y que continuaron con la misma tendencia de
pensamiento presocráticos.
En este sentido, el término filosofía presocrática se emplea como una clasificación
cronológica de los pensadores que siguieron las tendencias de los filósofos de los siglos VI
y V a.C, previa a la restructuración del pensamiento filosófico que presentó Sócrates
posteriormente.
La filosofía presocrática se caracteriza en que los pensadores griegos comenzaron a
desarrollar una serie de reflexiones racionales o logos, acerca de cuál era el principio de las
cosas.
Es decir, la filosofía presocrática nace de la crítica y de la curiosidad de un grupo de
individuos que se preocupó por conocer mejor la naturaleza y sus fenómenos, así como, el
origen de las cosas materiales no hechas por el hombre, pero no desde la mitología sino
desde el pensamiento reflexivo y racional.
Por tanto, la filosofía presocrática surgió como una especulación libre y no se basó en una
serie de textos sagrados, por ello se le reconoce como la etapa de la cosmología.
Los fundamentos de la filosofía presocrática fueron concebidos tanto por filósofos,
cosmólogos, matemáticos, físicos y demás sabios de ese momento histórico y social en
particular.
Lamentablemente, las obras de los presocráticos se han hallado de manera fragmentada en
citas o menciones que han hecho otros autores posteriores en fuentes secundarias. Por esta
razón no se cuenta con un registro completo de las obras y doctrinas filosóficas
presocráticas.
Tales de Mileto es considero como el principal filósofo presocrático. Fue un matemático,
físico y legislador griego, quien partió del pensamiento racional y reflexivo para responder
sus dudas acerca del origen de todas las cosas. Dichas reflexiones lo impulsaron a
determinar que todo se originaba a partir del agua.
A Tales de Mileto le siguieron otros filósofos como Anaxímenes, quien afirmaba que el
origen de las cosas era el aire. Para Heráclito era el fuego, y para Anaximandro era el apeirón
o lo infinito.
Sin embargo, a pesar de sus diferentes hipótesis todos coincidían en creer en la existencia
de un principio u origen único de la naturaleza y de las cosas materiales, excepto de aquello
que era creado por el ser humano.

CARACTERÍSTICAS DE LA FILOSOFÍA PRESOCRÁTICA


Las principales características de la filosofía presocrática son las siguientes:

• Los filósofos presocráticos iniciaron el llamado paso del mito al logos, es decir,
iniciaron el pensamiento racional.
• Es una filosofía que busca conocer cuál es el origen de la naturaleza y sus
fenómenos, así como, de todo aquello que no es hecho por la mano del hombre.
• Fueron los primeros pensadores en romper con el esquema del pensamiento
mitológico.
• Se carece de fuentes primarias de los pensamientos y teorías desarrolladas por los
filósofos presocráticos. Solo se cuenta con las citas halladas en fuentes secundarias.
• En algunos filósofos presocráticos se puede apreciar la influencia del pensamiento
oriental, fundamentalmente de Egipto y Persia.
• Los filósofos presocráticos desarrollaron la cosmología explicada a partir de la
naturaleza (physis) y el cosmos.
• Buscaban una verdadera teoría que explique sus dudas.
• Los filósofos presocráticos vivían, principalmente, en las poblaciones griegas

• ubicadas en Asia Menor , por ejemplo, Jonia.


Para los filósofos presocráticos el ARJE se caracteriza por: - Ser aquello a partir de lo cual
se genera lo viviente. - El "substrato" permanente de los seres, que no desaparece, sólo
se transforma. - Es la causa de todo cuanto existe y permite explicar al mundo y sus
transformaciones.
LOS FILÓSOFOS DE JONIA:

1. TALES DE MILETO (624-546 aprox.)

Como señalara Nietzsche que el paso de Tales fue fundamental puesto que marcó un punto
de inflexión a partir del cual se comenzaba a creer en la naturaleza en cuanto al menos, se
creía en la naturaleza del agua. "Como matemático y como astrónomo, era hostil a todo lo
mítico y alegórico, y si llegó hasta la pura abstracción de 'todo es uno' y formuló una
expresión física, se constituyó en una excepción entre los griegos de su tiempo" F. Nietzsche,
La filosofía en la época trágica de los griegos (1932)

Aristóteles dice claramente que para Tales, el agua es el principio (arché) de todas las cosas,
aunque poco se sabe lo que quiso decir Tales en realidad. Podría pensarse que ser refería a
que todas las cosas están compuestas por agua o que la tierra procede del agua y que por
sobre el agua flota.

Posiblemente, estas ideas tengan su origen en la mitología egipcia y babilónica y que


además, se base en la observación.

Otra de las famosas afirmaciones de tales es que todas las cosas 'están llenas de dioses', la
interpretación más difundida al respecto es que esta physis, que es el agua, está dotada de
vida y movimiento propios; por lo tanto, todo está vivo y animado.

2. ANAXIMANDRO DE MILETO (610-545 aprox.)

Anaximandro, realiza un avance notable respecto a Tales: El principio de todas las cosas
(arché) es el ápeiron esto es, "lo indefinido, lo indeterminado". Se trata pues, de un
elemento no empírico y por su carácter indefinido permite explicar mejor el origen de las
cosas que a través de un elemento determinado.

"El principio (arché) de todas las cosas es el ápeiron. Ahora bien, a partir de donde ha
generación para las cosas, hacia allí se produce también la destrucción, según la necesidad;
en efecto, pagan las culpas unas a otras y la reparación de la injusticia según el orden del
tiempo." Anaximandro de Mileto, Fr. I
Se suele discutir si Anaximandro concibió la idea de 'innumerables mundos' sucesivos
temporalmente. Pero lo más probable que la idea se refiera a que el ritmo de surgimiento
y desaparición se diese en el interior de un mismo mundo.

Hay quienes interpretan que Anaximandro quiso decir que toda existencia individual y todo
devenir no son sino una usurpación una injusticia que han de ser pagadas con la muerte.
(En esta interpretación se observa cierto paralelo con jónico con doctrinas budistas). Pero
probablemente, Anaximandro quería sugerir que del ápeiron comienzas a separarse
sustancias opuestas entre sí y cuando una prevalece sobre la otra, se produce una reacción
que establece el equilibro. El ciclo de las estaciones ejemplificaría el concepto.

El ápeiron es 'inmortal e indestructible', es decir 'eterno y que no envejece'. Anaximandro,


le atribuye pues, los caracteres que la mitología griega otorgaba a los dioses. De allí que se
destaque respecto a Anaximandro el mérito de una cosmología que no depende de
representaciones míticas.

3. ANAXIMENES DE MILETO (585-524)

El aire se diferencia de distintas substancias en virtud de la rarefacción y la condensación.


Por la rarefacción se convierte en fuego; en cambio condensándose se convierte en viento,
luego en nube y aún más condensado, en agua, en tierra más tarde y finalmente, en
piedra" Anaxímenes según Teofrasto.

En efecto, Anaxímenes concibe al mundo como algo vivo.

4. HERÁCLITO DE ÉFESO (544-484 aprox.)

"Este mundo, el mismo para todos los seres, no lo


ha creado ninguno de los dioses ni de los hombres,
sino que siempre fue, es y será fuego eternamente
vivo, que se enciende con medida y se apaga con
medida." - Siguiendo la tradición filosófica jónica,
Heráclito ve en un elemento determinado, el
arché del universo. En este caso, el elemento es el
fuego.

Para Heráclito, no solo las cosas individuales salen del fuego y vuelven a él, sino que el
mundo entero perece en el fuego para luego renacer. He aquí la imagen del "ciclo cósmico"
la que ya fuera apuntada por Anaximandro, esto es, la antigua idea griega del "eterno
retorno" (que volverá a aparecer con Platón y los estoicos), así como también la idea de un
"juicio" universal. Se observa al respecto, probablemente, cierta influencia de la astronomía
caldeo-babilónica.

Pero el aporte más trascendente de Heráclito, no es esta doctrina del fuego sino sus ideas
respecto a la contradicción y el Logos. Todo está pues en constante movimiento porque el
mundo fuye permanentemente:

"No es posible descender dos veces al mismo río, tocar dos veces una substancia mortal en
el mismo estado, sino que por el ímpetu y la velocidad de los cambios se dispers ay
nuevamente se reúne y viene y desaparece." Fr. 91

Heráclito no hace otra cosa que tomar como punto de partida un dato que proviene de la
experiencia. Pretener que para Heráclito no existe más que el "devenir" y no el "ser", es
algo que no es posible justificar a partir de sus textos

• La estructura contradictoria de la realidad

Heráclito lleva a un extremo la doctrina jónica de los opuestos: la contradicción y la


discordia están en el origen de todas las cosas:

"La guerra es el padre y rey de todas las cosas" Fr. 53


Pero la contradicción, genera armonía.

• EL LOGOS DE HERÁCLITO

"Aunque el Logos es común, la mayoría vive como si poseyese su propia inteligencia. Aunque
escuchan no entiende. A ellos se les aplica el proverbio: Presentes pero ausentes. El Logos es
eterno, no lo entiende los hombres al escucharlo por primera vez ni después de que lo han
oído. Los que velan tiene un cosmos único y común; los que duermen retornan al suyo propio
y particular" Fr.2,34,1,89

La contradicción engendra armonía porque hay una ley única que rige el universo, que todo
lo unifica y orienta. En este sentido, la idea de Heráclito es muy audaz: afirmar que el Logos
o razón universal está también en el hombre constituyendo su propia razón. Aparece así
una idea que se repetirá muchas veces a lo largo de la historia de la filosofía: el orden real
coincide con el de la razón, una misma ley o razón, rige al mundo y a la mente humana.

FILÓSOFOS DE ITALIA MERIDIONAL


5. PITÁGORAS (572 – 496)

La vida de Pitágoras se encuentra envuelta en leyendas. Nació en Jonia en la Isla de Samos


hacia el 572 a.C. donde aparentemente habría conocido a Anaximandro de Mileto. Según
la tradición, se le atribuyen viajes a Egipto, Babilonia (donde conocería
a Zoroastro fundador de la religión dualista persa – véase mitologia_irani-) e incluso India.

La tiranía de Polícrates le hizo abandonar Samos, trasladándose a Italia y estableciéndose


en Crotona. Allí funda una secta filosófica religiosa en donde hombres, mujeres y niños
viven en comunidad de bienes, manteniendo un riguroso ascetismo y guardando secreto
sobre las doctrinas profesadas.

Su influencia en Crotona es enorme y surgen varias leyendas: se considera a Pitágoras hijo


de Apolo (véase mitología grecorromana), se le atribuyen diferentes milagros, como que
es capaz de recordar sus anteriores reencarnaciones. La secta por su
carácter secreto y aristocrático y por su influencia en la ciudad, se ganó la enemistad del
pueblo y una revuelta popular expulsa a los pitagóricos.

Pitágoras debió refugiarse en Metapongo, donde murió poco después, probablemente en


el 496. Más tarde, la secta consiguió volver y reestableció su influencia en las ciudades de
Grecia Magna, hasta que el movimiento democrático en la segunda mitad del siglo V las
volvió a dispersar.

Resulta difícil de determinar qué doctrinas se remontan a Pitágoras mismo y cuáles a sus
seguidores, puesto que estos tenían por costumbre atribuírselas a su maestro. Entre los
pitagóricos más conocidos recordemos a: Alcmeón, Fiolao y Eurito.

• DOCTRINA PITAGÓRICA:
➢ Contenido místico-religioso

La doctrina de la transmigración de las almas (en la que se observan notables similitudes


con el orfismo) y en consecuencia, afirmación de que existe un parentesco entre todos los
seres vivos, (parece que Pitágoras creyó en la posibilidad de reencarnarse en una planta y
no solamente en animales); creencia en un eterno retorno de los mismos acontecimientos
en ciclos cerrados. Además, los pitagóricos practicaban numerosas reglas de abstinencia
(abstinencia de carne, que aparentemente se explicaría por el parentesco con otros seres
vivos), Así como diversas normas rituales y morales.
Para los pitagóricos, la ciencia estaba estrechamente ligada a la mística.

➢ EL NÚMERO ES EL PRINCIPIO O ARJÉ DE TODAS LAS COSAS

Aristóteles explica que esta doctrina se base en descubrimientos empíricos, por ejemplo,
en el hecho de que los intervalos musicales que han entre las notas de la lira pueden
expresarse numéricamente. Pero, además, parece que los pitagóricos concibieron
los números espacialmente, confundiendo el punto geométrico con la unidad aritmética.

Las unidades tienen, pues, extensión espacial y pueden ser consideradas como el elemento
material de las cosas. De esta forma, si las cosas se componen de números es porque se
componen de agregaciones de unidades-puntos. Esta interpretación no hace sino
corroborar algo conocido: los griegos tenían cierta dificultad para concebir cualquier
realidad sin extensión espacial (Platón será quien primero conseguirá este logro, y luego
será seguido por Aristóteles). Se considera ésta la interpretación más probable repecto a la
que el número es el arché de todas las cosas.

➢ EL DUALISMO PITAGÓRICO

El dualismo parece ser el rasgo más característico de la doctrina pitagórica y podría explicar
el origen de la tradición que pone en contacto a Pitágoras con Zoroastro
(ver mitologia_irani). De todos modos, dualismo y doctrina del número coinciden en la
primera oposición (límite-ilimitado) con la segunda (par-impar) lo que constituye "los
elementos del número".

Este dualismo no es sino una versión más de la doctrina de los opuestos que aparece en los
filósofos jonios. La diferencia es que esta vez cobra la importancia de doctrina esencial y
conduce a artificiosas elaboraciones como la lista de los diez pares de opuestos (ver
siguiente post).

Implica también una doctrina de la armonía:

"En efecto, las cosas similares y afines entre sí no tienen ninguna necesidad de armonía,
pero las que son disímiles y distintas tienen necesidad de ser reunidas por esta armonía, por
la cual pueden reunirse en el cosmos. Pues la armonía es unidad de las mezclas y
concordancia de las discordancias"Filolao, Fr. 6 y 10

LOS 10 PARES DE OPUESTOS PITAGÓRICOS

1. límite - ilimitado
2. impar - par
3. uno - múltiple
4. derecho - izquierdo
5. masculino - femenino
6. estático - en movimiento
7. recto - curvo
8. luz - oscuridad
9. bueno - malo
10. cuadrado - oblongo

➢ COSMOLOGÍA PITAGÓRICA

Se reúnen en ella diversas doctrinas que convergen en una explicación global del cosmos.
Abundan en general, afirmaciones de difícil interpretación.

Se dice pues, que primero existió la Unidad (entendida como "límite" o lo "limitado")
rodeada por lo ilimitado. Luego, la unidad crece y se divide en dos; el vacío de lo ilimitado
se introduce en medio y mantiene las dos partes separadas: de este modo, surgen el
número 2 y la línea. Luego, se genera el número 3... y el triángulo (la figura plana más
simple) y con el 4 del tetraedro (el sólido más simple) ...

El mundo es descripto como un cosmos en armonía que resulta más inteligible y anticipa
las doctrinas de Copérnico: el cosmos es na esfera en cuyo centro hay un fuego originario.
A continuación, vienen los cuerpos celestes: la "anti-tierra" (agregada para completar el
número de 10 planetas), la tierra, la luna, el sol, los cinco planetas y el cielo de las estrellas
fijas. Una esfera de fuego envuelve este conjunto. El movimiento de las esferas celestes
produce una maravillosa música, que los humanos no podemos oír por estar
acostumbrados a ella desde nuestro nacimiento. Música y armonía que pueden ser
traducidas en números... es la visión del universo de una escuela que supo conciliar mística
y matemáticas.

6. PARMÉNIDES DE ELEA (540 – 470)

"Pues bien, te diré, escucha con atención mi palabra,


cuáles son los únicos caminos de investigación que se
puede pensar uno: qué es y que no es posible ser, es
el camino de la persuasión -acompaña, en efecto, a la
verdad-; el otro, que no es y que es necesario no ser.

Te mostraré que este sendero es por completo


inescrutable; no conocerás, en efecto, lo que no es
(porque es inaccesible) ni lo mostrarás.

Pues lo mismo es el pensar y el ser pensado." Fr. 2-3


La escuela de Elea fue tradicionalmente atribuida a Jenófanes de Colofón, quien se habría
instalado en Elea, tras emigrar de Italia. Allí, habría tenido como discípulos a Parménides y
otros más. Pero se trata de información incierta, lo más probable es que el propio
Parménides haya sido el fundador de la escuela.

Parménides vivió en Elea y participó en la redacción de las leyes de su ciudad. Y es posible


que su iniciación a la filosofía haya sido a través de los pitagóricos.

Inspirado probablemente en la literatura oracular y mistérica, el poema con el cual


comienza Parménides (citado al inicio de este post) da a entender que el contenido que le
sigue debe considerarse "revelación" filosófica.

El núcleo fundamental del poema se divide en dos partes:

1. La vía de la verdad (en la que expone su propia doctrina filosófica)


2. La vía de la opinión (doxa), en la que utilizando algunos elementos –posiblemente
de origen pitagórico- se expone una cosmología criticada como "engañosa".

Parménides pretende pues, construir la vía de la verdad. Y así, deducirá que el Ser ("lo que
es") es ingénito e imperecedero; finito, continuo y único; indivisible e inmóvil.

En efecto: el ser es imperecedero e ingendrado porque en caso contrario habría que


suponer que procede del no-Ser y vuelve a él; pero él no-Ser es impensable e inexistente.
Del mismo modo, el Ser es "uno", ya que si hubiera otra cosa sería el no-Ser. Y también
inmóvil, porque todo cambio sería hacia el no-Ser. E indivisible, puesto que el vacío que
separaría a las partes sería equivalente al no-Ser.

El giro abstracto de Parménides

Se trata un notable ejercicio de lógica, con lo que se marca una distancia respecto a los
primeros filósofos jonios que hablaban de "los seres" buscando un arché de carácter
concreto e incluso empírico.

La lógica de Parménides no resulta demasiado convincente dado que solo maneja dos
conceptos opuestos: Ser y no-Ser. Cabe preguntarse entonces qué es lo que quería decir en
realidad.

En primer lugar, puede interpretarse que el objetivo fue el de demoler la filosofía de sus
predecesores, especialmente la escuela pitagórica. En esta línea, es posible entender la
negación del vacío, el tiempo y la pluralidad. El cambio y el movimiento son considerados
ilusorios. El ataca es puntual contra el dualismo pitagórico, admitiendo como atributos del
Ser sólo a los atributos que figuran en la columna izquierda de la enumeración pitagórica
(ver posts anteriores).
El Ser al que Parménides refiere es la Realidad o, el Mundo. Y Parménides no podía
concebirlo sino como algo corpóreo (la distinción entre lo material e inmaterial aún no
existe. El mundo es algo limitado, compacto, ingendrado e imperecedero, excluyendo toda
posibilidad de cambio y movimiento. Es como "una esfera bien redonda", inmóvil y eterna.

Finalmente, se observa que, de un modo explícito, se introduce la distinción entre verdad y


apariencia (u opinión) y se otorga primacía a la razón (lo que se puede pensar) por encima
de la apariencias sensibles y engañosas.

LOS ÚLTIMOS PRESOCCRÁTICOS

Los presocráticos pueden dividirse en dos grupos: los partidarios del monismo y los
cercanos al pluralismo.

Mientras que los primeros filósofos pueden ser considerados monistas puesto que
buscaron el archéen un solo elemento (excepto los pitagóricos claramente dualistas), los
que siguieron son considerados pluralistas dado que ya no buscarían un solo elemento (que
al transformarse da lugar a todo) sino una multiplicidad de éstos que al combinarse entre sí
dan origen a un universo múltiple y móvil.

7. EMPÉDOCLES DE AGRIGENTO Acragas (495 – 435 aprox)

Para Empédocles, la realidad es concebida como una esfera, lo cual


sugiere que parte de la concepción de Parménides.

La esfera de Empédocles equivale al Ser de Parménides, aunque a


diferencia de este último, no niega el valor de las apariencias porque
para él, hay movimiento y hay pluralidad de seres. Lo que hace es
introducir dentro de la esfera a la variedad: en su interior se
encuentran los cuatro elementos:

Agua
Aire
Fuego
Tierra

Podría decirse pues, que habiéndose inspirado en Tales, Anaxímenes y Heráclito, agrega un
tercer elemento (la tierra). Cada uno de estos elementos es eterno e imperecedero, pero al
mezclarse entre sí dan lugar a la diversidad de seres y cambios que se observan en el mundo.
La mezcla de los elementos es producido por dos fueras cósmicas: el amor y el odio. Son
fuerzas que también se encuentran en el hombre y que al explicar en su lucha todo cuanto
sucede, determinan la visión trágica que Empédocles tiene de la existencia:

Estos elementos no cesan nunca su continuo cambio. En ocasiones se unen bajo la influencia
del Amor, y de este modo todo devienen lo Uno; otras veces se disgregan por la fuerza hostil
del Odio (...)y tienen una vida inestable (...)

Este mismo combate de dos fuerzas se ve claramente en la masa de los miembros mortales.
A veces, por efecto del amor, todos los miembros que posee el cuerpo se reúnen en unidad,
en la cima de la vida floreciente. Pero otras veces, separados por el odio cruel, vagan por su
lado a través de los escollos de la existencia." Fr. 17-20

➢ Empédocles y su visión del hombre

La teoría de los cuatro elementos que han de estar en armonía, permite elaborar una
concepción de salud, que tendrá amplia repercusión en la medicina griega posterior.

Utilizando otros términos Empédocles considera al hombre un microcosmos, una suerte de


mundo microscópico (dado que contiene los mismos elementos) y ello le permite formular
una explicación de conocimiento por "simpatía": "lo semejante conoce a lo semejante". Así,
las emanaciones que proceden de las cosas entran por los poros del cuerpo humano, yendo
a encontrar lo semejante que en éste hay:

"Vemos la tierra por la tierra, el agua por el agua, el aire divino por el aire y el fuego
destructor por el fuego. Comprendemos el amor por el amor y el odio por el odio." Fr. 109

8. ANAXÁGORAS DE CLAZOMENE (500 – 428)

Al igual que la de Empédocles, su filosofía, parte de los planteos de Parménides, llegando a


una solución relativamente parecida. Ya que el "ser" no puede empezar ni parecer, y ya que
lo "uno" ha de considerarse como inmutable, Anaxágoras –que admite la pluralidad y la
movilidad, así como los cambios y transformaciones de la realidad- formula una teoría
pluralista Todo lo que se produce y sucede es resultado de la mezcla de innumerables
elementos.

Nada viene a la existencia ni es destruido, sino que todo es resultado de la mezcla y la


división Fr.17
Anaxágoras llama a esos elementos o principios con el nombre de "semillas", las cuales son
cualitativamente distintas e indefinidamente indivisibles. En todas las cosas hay semillas de
todas las cosas, de tal manera que "todo está en todo". Así se explica que cualquier cosa
puede llegar a ser otra distinta, y que si una cosa es lo que es, es porque en ella predominan
las semillas correspondientes: en el oro predominan las semillas del oro, pero están
también todas las demás (cosa que es posible porque las semillas son minúsculas).

La pluralidad y los cambios (generación, corrupción, transformación) se explican por la


mezcla y disgregación de las semillas. El mundo se origina por medio de un torbellino en el
que se realizan las mezclas y separaciones progresivamente.

Pero este movimiento del torbellino tenía que ser explicado, puesto que Parménides
parecía haber demostrado que, de por sí, la Esfera permanece quieta e inmóvil: Anaxágoras
se verá obligado a introducir un "principio de movimientos", al que da el nombre
de Nous (Espíritu, inteligencia). El Nous es algo separado de la masa de semillas y por ello
nada lo limita, posee autonomía, conoce todo y tiene el máximo poder.

9. DEMÓCRITO DE ABDERA (460 – 370)

El punto de partida es el atomismo elemento que también se encuentra presente en los


plantos de Parménides, tal como señala Aristóteles:

Algunos filósofos antiguos creyeron que lo que es debe ser necesariamente uno e inmóvil;
ya que siendo el vacío no-ente, no podría existir el movimiento sin un vacío separado (de la
materia), ni existir una pluralidad de cosas sin que algo los separe (...) Pero Leucipo creyó
tener una teoría que, concordando con la percepción de los sentidos, no hacía desaparecer
el nacimiento, la corrupción, en movimiento ni la pluralidad de los seres." (Aristóteles, sobre
la generación y la corrupción)

Leucipo, aparentemente, pese a que hay quienes dudan de su existencia, habría sido el
maestro de Demócrito. En esta línea se observa entonces que el planteo es similar al que
aparece ya en Empédocles y Anaxágoras: salvar la apariencia del mundo, esto es su
movimiento y pluralidad, salvar el valor de la experiencia sensible, pero sin dejar de
respetar los principios del eleatismo. La solución buscada difiere este caso en un solo
aspecto: admitir que el vació o "no ser" y negar todo tipo de fuerzas distintas en la materia.

➢ Partículas indivisibles
El mundo consta de infinitas partículas indivisibles (átomos) que son sólidas, llenas,
inmutables, de modo tal que cada átomo posee las características atribuidas por
Parménides al "ser".

Pero a diferencia de éste, para Demócrito, los átomos son infinitos en número. Por otra
parte, los átomos carecen de cualidades sensibles y sólo se distinguen entre sí por la figura
(A difiere de B), el orden (AB difiere de BA) y la posición (A difiere de Z). Los átomos poseen
movimiento propio y espontáneo en todas direcciones y chocan entre sí. El choque puede
tener consecuencias diversas: o bien rebotan y se separan, o bien, se "enganchan" entre sí,
gracias a sus figuras diversas. Se producen entonces torbellinos de átomos que originan
mundos infinitos, engendrados y perecederos.

Los átomos explican de esta forma la multiplicidad de los seres, el movimiento y la


generación, destrucción. Pero se necesita un segundo principio: el vacío (o el no-ser). El vacío
es lo que explica la multiplicidad, ya que es lo que separa a los átomos; y explica el
movimiento, porque si no hay vacío no puede haber ni choques ni desplazamientos.

10. LEUCIPO (499-400 A.C.)

Filósofo griego, que vivió en siglo V a.C., de cuya


vida y obras sabemos muy poco con certeza.
Nacido probablemente en Mileto, se trasladó
luego a Elea donde habría sido discípulo de
Parménides y maestro de Demócrito. Se le
atribuyen las obras: La ordenación del cosmos y
Sobre la mente.

Según Aristóteles y Teofrasto, Leucipo formuló las primeras doctrinas atomistas, que serían
desarrolladas por Demócrito: la consideración racional y no puramente empírica de la
naturaleza; la consideración del ser como múltiple, material, compuesto de partículas
indivisibles (átomos); la afirmación de la existencia del no-ser (vacío), y del movimiento de
los átomos en el vacío; la concepción determinista y mecanicista de la realidad; y la
formación de los mundos mediante un movimiento de los átomos en forma de torbellino,
por el cual los más pesados se separan de los más ligeros y se reúnen en el centro formando
la Tierra.

Según Diógenes Laercio, Leucipo consideraba que la Luna era el astro más cercano a la
Tierra, y el Sol el más alejado, reservando para el resto una posición intermedia entre
aquéllos.
II. MITOLOGÍA GRECOROMANA

El Concilio de los dioses


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Teoría de la generación del mito
Comúnmente se piensa que los romanos adoptaron el panteón griego y a partir de éste
fundaron su religión. Nada más lejos de la realidad. Los dioses romanos tienen origen en la
Península Itálica y en los pueblos que la poblaban a comienzos del I Milenio a.C. Mars, el
dios de la guerra de los latinos y de otras comunidades italianas, o Iovis Pater, eran sus
divinidades originarias, que no asumían forma humana y que se identificaban mejor con
fuerzas (genios) de la naturaleza.

El fenómeno de asimilación de las deidades extranjeras por parte de los romanos es muy
posterior a su fundación, concretamente durante el período de expansión territorial
en la República Media (c. s. III a.C.).

Por aquel entonces los romanos sí que fueron


identificando sus propios dioses a los extranjeros, no
solo griegos, aunque enfatizaron en los helenos
porque los habitantes de la Ciudad Eterna siempre
anhelaron descender de ellos, pues los admiraban.

No en vano Virgilio quiso emparentar a los primeros


romanos con los griegos de la Guerra de Troya a
través de la Eneida, y todos los generales quisieron
emular al glorioso Alejandro Magno. Asimismo,
durante casi toda su historia, la aristocracia de
la urbs del Tíber supo hablar griego, como un
elemento de distinción y admiración a la cultura
helena.

Júpiter y Hera

En cierto modo, podría decirse que los habitantes de Roma se «apropiaron» de los dioses
de las tierras que iban conquistando, y es fácil observar cómo los cultos a divinidades
orientales como Isis, Mitra o Serapis se iban extendiendo a medida que el imperio crecía y
se producía un mayor tránsito de personas. De hecho, la asunción de la religión cristiana
por parte de algunos de los habitantes de la ciudad desde el siglo I d.C. obedece a este
mismo fenómeno.
En la actualidad existe la religión Helénica, oficialmente reconocida en Grecia desde el año
2017,23 que tras décadas de puja ante el cristianismo ortodoxo, logró, mediante vías legales,
obtener el reconocimiento legal. Con sede principal en Grecia, el helenismo se extiende
también a Europa y América. El término 'helenismo' se aplica tanto a los helenistas de la
actualidad como a la religión y cultura de la Antigua Grecia.24 El Concejo Superior Nacional
de los Helenos (YSEE, Ύπατο Συμβούλιο των Ελλήνων Εθνικών), es la primera organización
que lidera el renacimiento del politeísmo griego, se refiere a esta religión como helenismo
auténtico.25 Politeísmo helénico, religión helénica, dodecateísmo y olimpianismo también
son términos empleados por las diferentes asociaciones griegas.2627
El término helénico (en latín Hellenĭcus, en griego antiguo ῾Ελληνικός) tiene su origen
en Hellás (Ἑλλάς), el nombre que dieron los griegos a su tierra. La palabra griega
Δωδεκαθεϊσμός ('dodekatheïsmós') es un compuesto de los términos Δωδεκα ('doce') y
θεϊσμός ('teismos', dioses).
Los líderes del helenismo griego estimaron en 2005 que había cerca de 2000 miembros
honoríficos de la tradición helénica en Grecia, y más de 100 000 seguidores de diversos
países involucradas en el movimiento.28
11. CRONOS

En la mitología griega, Cronos


es un titán e hijo menor de
Urano (el cielo) y Gea (la
tierra). Destronó a Urano y se
convirtió en el primer rey del
mundo, gobernando sobre
sus hermanos y sus
compañeros Titanes. Cronos
se casó con su hermana Rea y
terminó siendo derrocado por
su hijo Zeus.
La historia del origen de
Cronos es la más famosa de la Teogonía de Hesíodo (hacia el año 700 a.C.). Se lo relaciona
con el dios romano Saturno, el dios egipcio Geb, el fenicio Ēl y el dios hitita/hurrio Kumarbi.
Nacimiento y familia
Según Hesíodo, Cronos era el hijo menor de Urano, la deidad primordial del cielo y la tierra,
y de Gea, la deidad primordial de la tierra. Urano y Gea tuvieron seis Titanes masculinos y
seis Titanes femeninos (Titánides):
Luego, acostada con Urano, alumbró a Océano de profundas corrientes, a Ceo, a Crío, a
Hiperión, a Jápeto, a Tea, a Rea, a Temis, a Mnemósine, a Febe de áurea corona y a la
amable Tetis. Después de ellos nació el más joven, Cronos, de mente retorcida, el más
terrible de los hijos y se llenó de un intenso odio hacia su padre.
(Hesíodo, Teogonía)
Los Titanes rara vez aparecen representados en el arte y no se encuentran en muchos mitos;
sin embargo, jugaron un papel esencial en la historia de la creación de los dioses olímpicos.
Urano y Gea también dieron a luz a los Cíclopes (gigantes con un solo ojo) y a los
Hecatónquiros (gigantes con cien manos).

Cronos y Urano
“Cuando un lujurioso Urano
intentó hacer el amor con gea,
Cronos intervino y le cortó
los genitales de su padre.”

Aunque Urano y Gea tuvieron muchos hijos, Urano se puso celoso de ellos y los escondió
bajo la tierra, por lo que nunca vieron la luz del día. Gaia odiaba el trato que recibían sus
hijos e ideó un plan para salvarlos. Inventó el acero gris y fabricó una hoz afilada. Les
contó su plan a sus hijos, pero estos temían enfrentarse a su poderoso padre. Cronos fue
el único que se ofreció a ayudar a su madre, ya que envidiaba el poder de su padre.
12. GEA (DIOSA DE LA TIERRA)

Gea, o Madre Tierra, era la gran diosa de los


antiguos Griegos. Ella representaba a
la Tierra y era adorada como la madre
universal. En la mitología Griega, ella creó
al Universo y dio a luz a la primera raza de los
dioses (los Titanes) y los primeros humanos.
En la historia de la creación de los antiguos
Griegos, el Caos precedió a todo. El Caos
estaba hecho de Vacío, Masa, Obscuridad y
Confusión. Entonces surgió la Tierra, en la
forma de Gea. De la Madre Tierra brotó el
cielo estrellado, con la forma del dios del
cielo Urano. De Gea también surgieron las
montañas, los llanos, los mares y los ríos que
constituyen la Tierra como la conocemos
hoy.
Gea, o Madre Tierra, era la más antigua de todos los dioses de los antiguos Griegos. Ella
era conocida como la diosa suprema tanto por los humanos como los dioses. Ella presidía
sobre los matrimonios y los juramentos y era honrada como una profetisa.

13. ZEUS EL REY DIOS DEL OLIMPO

Considerado como el dios supremo de la antigua Grecia, Zeus fue gobernante del Olimpo y
de todo el universo conocido, llegando a tener un poder que ningún otro dios podía igualar.
Zeus era capaz de invocar cualquier tipo de cambio climatológico, como lluvias torrenciales,
sequías, tempestades o grandes tormentas con las que controlaba el poder de los rayos que
formaba.

La mitología cuenta que Cronos (el gobernante y dios supremo de los titanes en tiempos
antiguos) y Rea, esposa de Cronos, fueron advertidos por un oráculo sobre la caída de su
reinado a manos de uno de sus propios hijos, igual que hizo Cronos con su padre. Aquello
hizo que cada descendiente que tenían, Cronos se lo tragase para poder evitar tan temido
destino.

Pero su esposa Rea, al ver que todos sus hijos morían a manos de su propio padre, decidió
con la llegada del sexto de sus hijos, Zeus, engañar a Cronos envolviendo unas cuantas rocas
entre mantas y haciéndolas pasar por su hijo. Cronos
cayó en la trampa y, sin darse cuenta de que su hijo
realmente no estaba dentro de las mantas, se tragó
todas las piedras.

Tras ello Rea envío en secreto a su hijo recién nacido


con Gaia (la Madre Tierra) quien se encargó de llevar a
Zeus a la isla de Creta para que pudiera estar a salvo de
su padre. Pero aquello no quedó así, y cuando Zeus
creció hizo que su padre Cronos tomara una bebida
especial que permitiera liberar de su estómago a sus
hermanos. Gracias a aquello Zeus pudo aliarse con dos
de ellos, Poseidón y Hades, poseedores de un casco de
invisibilidad y de un tridente; armas que, junto a los
rayos de Zeus, permitieron a los tres hermanos vencer
a su padre.

Luego de vencer a su padre, los tres hermanos


decidieron como quería gobernar en el mundo, donde
Zeus sería gobernante supremo de todo, por su parte
Poseidón el gobernante de los mares y por último está
Hades gobernante del inframundo.

14. HERA DIOSA DEL MATRIMONIO


Hera, esposa de Zeus, es la diosa protectora del matrimonio,
hija de Cronos y Rea y hermana de Poseidón, Deméter,
Hestia y Hades. Hera también es hermana de Zeus. Tal vez
por eso el poderoso dios olímpico pasó mucho tiempo
tratando de convencerla de que se casara con él
Fue la tercera esposa de Zeus porque se había casado con
Metis y Tetis, no obstante, el amor entre ellos dos ya estaba
presente. La boda fue muy suntuosa, y se celebró en el jardín
de las Hespérides. La divina unión tuvo como frutos cuatro
hijos: Hefesto, Ares, Ilitía y Hebe. Hera fue testigo de varias
infidelidades de Zeus, provocó mucha ira en ella, así que se
mostró vengativa con las amantes y los hijos producto de las
infidelidades
Sin embargo, la ira de Hera no siempre se relaciona con los celos, a veces también lucha por
poder. Por ejemplo, castigó a Tiresias y lo dejó ciego, por darle la razón a Zeus en una
discusión que entabló la pareja sobre quién gozaba más de los placeres del amor. Estuvo en
un concurso en donde Paris fue árbitro en el concurso de las manzanas para averiguar cuál
diosa era la más bella. Como ganó Afrodita, su cólera cayó sobre él y sobre Troya, por lo que
la balanza se inclinó por los griegos o aqueos.
Hera naturalmente estaba designada como la protectora de Aquiles, héroe griego hijo de
Tetis. Incluso, la diosa extendió su protección a Menelao, y lo hizo inmortal. Anteriormente,
Hera fue protectora de los Argonautas, y ayudó a que salieran bien librados de las Rocas
Cianeas y de los pasos de Caribdis y Escila. La diosa participó en la lucha contra los Gigantes
y fue atacada por Porfirión que se había enamorado de ella. Éste intentó hacerla suya por
la fuerza, pero Zeus llegó en auxilio de la diosa y le lanzó un rayo al atacante. De igual forma,
Ixión también la atacó, pero Zeus una vez más la protegió mediante una nube que modeló
para engañar al traidor.

15. ATENEA
En la antigua religión griega, Atenea123
(del griego ático Ἀθήνα, transl. Athēnē, o
Ἀθηναίη, Athēnaiē), también conocida como Palas
Atenea (Παλλὰς Aθήνα), es la diosa de la guerra,
la civilización, la sabiduría, la razón, la inteligencia,
la estrategia en combate, la victoria, las ciencias,
la artesanía, la industria, los inventos, las artes,
los oficios, la navegación, los héroes, la fuerza, el
valor, la protección, la ciudad estado, la educación,
la justicia, la ley y la habilidad.4 Fue una de las
principales divinidades del panteón griego y una de
los doce dioses olímpicos.
Atenea recibió culto en toda la Grecia Antigua y en
toda su área de influencia, desde las colonias griegas
de Asia Menor hasta las de la península ibérica y el
norte de África. Su presencia está atestiguada hasta
en las proximidades de la India. Por ello su culto tomó
muchas formas e incluso tuvo una extensión
considerable hasta el punto de que su figura fue
sincretizada con otras divinidades en las regiones
aledañas al Mediterráneo. En la mitología romana se
la adoraba con el nombre de Minerva.
La versión más tradicional de su mito la representa
como hija partenogenética de Zeus, nacida de su
frente ya completamente armada después de que se tragase a su madre. Jamás se casó o
tuvo amantes, y mantuvo una virginidad perpetua. Era imbatible en la guerra, ni el
mismo Ares pudo derrotarla. Fue patrona de varias ciudades pero se volvió más conocida
como protectora de Atenas y de toda la región del Ática. También protegió a muchos
héroes y otras figuras mitológicas, y aparece en una gran cantidad de episodios de la
mitología.
Fue una de las deidades más representadas en el arte griego y su simbología ejerció una
profunda influencia sobre el propio pensamiento de aquella cultura, en especial en los
conceptos relativos a la justicia, la sabiduría y la función social de la cultura y las artes, cuyos
reflejos son perceptibles hasta nuestros días en todo el Occidente.

16. ARTEMISA

Diosa de la caza, los bosques y los animales y protectora de la


virginidad.
Hija de Zeus y Leto, hermana gemela de Apolo.
La mitología la presenta como una diosa joven y virgen que ha
renunciado al matrimonio con dioses o mortales y protege a
los jóvenes que han elegido este estado.
Se representa como cazadora, con arco y flechas y ciervas o
perros.
También se la identificó con Selene, la diosa de la Luna por lo
que a veces se representa con una luna creciente sobre la
cabeza.

Su nombre latino es Diana, en su patrocinio es la Diosa de la caza, los bosques, los animales,
las mujeres solteras y la luna y se la representa como cazadora, con arco y flechas, con
ciervas o perros o una osa. Como diosa de la Luna su atributo era una antorcha o una
medialuna creciente en los cabellos.

17. APOLO. DIOS DE LA BELLEZA, ARTES Y LA LUZ

Apolo fue un importante dios griego asociado con el arco, la música y la


adivinación. Epítome de la juventud y la belleza, fuente de vida y curación,
mecenas de las artes y tan brillante y poderoso como el mismo Sol, Apolo
fue posiblemente, el más amado de todos los dioses
Hijo de Zeus y Leto, y hermano gemelo de Artemisa,
Apolo nació en la isla de Delos (en la Teogonía de
Hesíodo empuña una espada de oro). Su madre,
temerosa de la venganza de la esposa de Zeus, Hera,
había elegido la estéril isla de Delos como el refugio más
seguro que podía encontrar.

El mito de Apolo habla acerca del dios más venerado en la antigüedad griega, después
de Zeus. Tan importante fue que su culto sobrevivió de forma encubierta hasta la Edad
Media. De hecho, hoy en día se sabe que tiene seguidores que aún lo invocan.
La importancia del mito de Apolo deriva de los grandes poderes que se le adjudicaban a
esta deidad. Se le consideraba el dios de las artes, de la profecía, portador de la luz de la
verdad, regente de las plagas, las epidemias y la muerte súbita, pero también de la
sanación y la protección contra fuerzas malignas.

18. HERMES
Hermes era hijo de Zeus — el padre de todos los
dioses. Los griegos le atribuían múltiples
funciones: era mensajero de Zeus, guía de las
almas de los muertos en el infierno, símbolo de la
prosperidad entre los humanos y protector de los
viajeros, los mercaderes y los ladrones.
CUALIDADES
Hermes posee los poderes típicos de un
olímpico; Fuerza sobrehumana, durabilidad,
resistencia, agilidad y reflejos. Es inmortal y
resistente a todas las enfermedades terrestres.
Hermes puede correr y volar a velocidades
superiores a las de cualquier otro dios o diosa
olímpica.
CARACTERISTICAS
• Protector del ganado
• Ladrón y embaucador
• Inventor y artesano
• Amante y padre
19. ARES (DIOS DE LA GUERRA)

Ares era el dios griego de la guerra y quizás el más


impopular de todos los dioses del Olimpo debido a
su temperamento explosivo, su agresividad y su
insaciable sed de conflicto. Es famoso por haber
seducido a Afrodita, haber luchado sin éxito con
Hércules y haber enfurecido a Poseidón matando a
su hijo Halirrotio. Al ser uno de los dioses olímpicos
más humanos, fue un tema recurrente en el arte
griego y aún más en la época romana, cuando
adoptó un aspecto mucho más serio como Marte, el
dios romano de la guerra.

Ares era hijo de Zeus y Hera, y sus hermanas eran


Hebe e Ilitía. A pesar de ser un dios, los griegos
consideraban que provenía de Tracia, quizás en un
intento de asociarlo con lo que consideraban
pueblos extranjeros amantes de la guerra,
totalmente diferentes a ellos. Ares tuvo varios hijos con diferentes parejas, varios de los
cuales tuvieron la mala suerte de enfrentarse a Hércules cuando realizó sus célebres doce
trabajos. La hija de Ares, Hipólita, reina de las Amazonas, perdió su cinturón a manos de
Hércules; Euritión, su otro hijo, perdió su ganado; y el héroe griego le robó los caballos a
Diomedes. También se pensaba que las valientes, pero belicosas Amazonas eran
descendientes de Ares.

En los mitos griegos, Ares destacaba por su belleza y su valor, cualidades que sin duda le
ayudaron a ganarse el afecto de la diosa griega Afrodita —aunque esta estuviera casada con
Hefesto— con la que tuvo una hija, Harmonía, y el dios del amor y el deseo Eros. Hefesto
consiguió atrapar infraganti a los amantes en una cama diseñada ingeniosamente para ese
objetivo, siendo la historia contada con cierto detalle en el Libro 8 de la Odisea de Homero
Una vez atrapados, el castigo por la imprudencia de Ares fue el destierro temporal del
Olimpo.

20. HEFESTO. DIOS DEL FUEGO


Hefesto es el dios del fuego y la forja, protector de los herreros, los artesanos, los escultores,
los metales y la metalurgia.
Era el herrero divino del Olimpo y en su taller fabricaba armas, escudos y otros objetos para
los dioses y para los héroes. Del taller de Hefesto robó Prometeo el fuego para los hombres.
Hefesto creó la cadena con la que Prometeo fue encadenado a la cima del monte Cáucaso
y con arcilla modeló a Pandora, la primera mujer.
Era hijo de Hera. Según unas versiones
(Hesíodo) Hera lo engendró sola, celosa de
que Zeus hubiera dado a luz a Atenea que
había brotado de su cabeza. Según otras
versiones (Homero) Zeus y Hera fueron los
padres de Hefesto.
Físicamente era feo y cojo. Un día que Hera
discutía con Zeus, a causa de Heracles,
Hefesto intentó defender a su madre y Zeus
lo agarró por un pie y lo arrojó del Olimpo.
Hefesto cayó en la isla de Lemnos, quedando
cojo para siempre.
Zeus lo había casado con Afrodita. Hefesto
estaba contentísimo de haberse casado con
la diosa de la belleza y forjó para ella
hermosas joyas, incluyendo un cinturón que
la hacía irresistible para los hombres.
La hermosa Afrodita no amaba a aquel dios
cojo y malhumorado y no tardó en rebelarse
contra su matrimonio haciéndose amante
de Ares, el dios de la guerra.
Un día, Apolo «el dios Sol que todo lo ve»,
descubrió a los amantes Afrodita y Ares
tendidos uno al lado de otro y fue a
contárselo a Hefesto. Éste no dijo nada y
preparó una red de plata irrompible e
invisible en torno a la cama de su esposa.
Cuando Afrodita se encontró otra vez con
Ares la red atrapó a los dos amantes.
Hefesto llamó a todos los dioses olímpicos
para que vieran el adulterio y así avergonzar
a los amantes. Pero uno de los dioses
comentó al ver la belleza de Afrodita que no
le habría importado sentir tal vergüenza y
fue Hefesto el avergonzado. Hefesto los
liberó cuando prometieron terminar su
romance pero ellos no mantuvieron su
promesa.
21. AFRODITA
En la mitología griega, la diosa afrodita tiene el poder
de la belleza, la sensualidad y el amor. Su nombre en
Roma es representado como (Venus) en palabras
cortas la reconocen por toda la mitología como LA
DIOSA DEL AMOR.
NACIMIENTO: Ocurre cuando CRONOS (dios del
tiempo) corta los genitales de su padre URANO (titan
del cielo y padre de los dioses) los lanza al mar
después de un tiempo empieza a surgir espuma
alrededor y en el centro aparece una bella doncella,
dando el nacimiento a afrodita, también se le conoce
como “la diosa nacida de las olas” o “nacida del semen
del dios”. En la mitología también comenta que
afrodita no tuvo infancia ya que cuando nació ya era
una mujer adulta, con una personalidad vanidosa,
caprichosa, malhumorada y susceptible.

MATRIMONIO CON HEFESTO: Tras la gran belleza de afrodita Zeus temió


a que ella llegara a provocar conflictos con los demás dioses por
obtenerla, asi que obligó a la diosa afrodita a casarse con HEFESTO (dios
del fuego). Mientras tanto hay otro mito la cual comenta que HERA
(diosa del matrimonio) arrojó a Hefesto por su horrible apariencia, esto
llevo a que Hefesto obtuviera su venganza atrapándola en un trono
mágico y exigió que en cambio de su libertad le darían la mano de
afrodita al haber hecho su cometido que era casarse con su doncella,
por su belleza y amor le regalo una hermosa joyería y un cinturón de oro
y todos los diamantes que pudieron obtener haciéndola más irresistible
para los hombres.

Pero esto no llego a su fin ya que la diosa afrodita al casarse con


el dios Hefesto busco compañía de otros, pero en especial de
ARES(dios de la guerra) la cual fue uno de las infidelidades mas
ocultas y románticas del OLIMPO( lugar donde habitaban solo los
dioses) afrodita muy encantada con su romance surgió el tiempo
llegando a un momento en el que dios Hefesto se entero que su
esposa le era infiel la información le llego gracias a HELIOS(dios
del sol),así que Hefesto tomo la decisión de hacer una trampa y
poner cadenas invisibles sobre el lecho la cual los deja inmóviles,
Ares sospechaba de que Hefesto tenía iniciativas de atraparlos así que mando a su secuaz
favorito Alectrión ( efebo) para que rectificara el lugar antes de que saliera el sol, pero se
quedó dormido y ares e afrodita fueron atrapados en plena acción así que Hefesto confirmo
sus sospechas y llamó a todos los dioses para burlarse pero los dioses se burlaban de
Hefesto ya que comentaban que ellos harían tomarían la misma decisión de ares al estar
con semejante doncella como lo es afrodita, Hefesto cansado de ello no los iba a dejar
escapar si no fuera por POSEIDON (dios del mar) prometió a Hefesto que Ares pagara
desagravios los dejaron ir, así que Ares y Afrodita prometieron no volver a cometer esa
experiencia pero su promesa fue rota ya que regresaron dando a entender que el amor y la
guerra son incontrolables permaneciendo juntos teniendo 5 hijos con el dios de la guerra.
DICEN: que tuvo 16 hijos en total, con mortales y dioses.

MITOLOGIA: “El juicio de parís” la cual empeño la guerra de troya (Helena).

22. EROS (CUPIDO)


Eros (Cupido entre los romanos), que
simboliza el deseo sensual, es el dios griego
responsable de la atracción sexual, el amor
y el sexo, venerado también como un dios
de la fertilidad. De acuerdo con el mito que
ofrece El banquete de Platón, Eros fue
concebido por Poros (el Recurso) y Penía (la
Pobreza) en el cumpleaños de Afrodita. A
partir de la tradición iniciada por
Eratóstenes, Eros rige fundamentalmente el
amor entre hombres, mientras que Afrodita
lo hace sobre el amor entre hombres y
mujeres. En imágenes tardías, se lo
representa como un niño travieso, muchas
veces con los ojos vendados, equipado con
un arco y flechas con las que atraviesa los
corazones de los enamorados.
En este trabajo nos ocuparemos de rastrear
las figuras de Afrodita y de Eros.
En el pensamiento griego parece haber dos aspectos en la concepción de Eros. En el primero
es una deidad primordial que encarna no solo la fuerza del amor erótico sino también el
impulso creativo de la siempre floreciente naturaleza, la Luz primigenia que es responsable
de la creación y el orden de todas las cosas en el cosmos. En la Teogonía de Hesíodo, el más
famoso de los mitos de creación griegos, Eros surgió tras el Caos primordial junto con Gea,
la Tierra, y Tártaro, el Inframundo. De acuerdo con la obra de Aristófanes Las aves, Eros
brotó de un huevo puesto por la Noche (Nix), quien lo había concebido con la Oscuridad
(Érebo). En los misterios eleusinos era adorado como Protógono (Πρωτόγονος), el ‘primero
en nacer’.
Posteriormente aparece la versión alternativa que hacía a Eros hijo
de Afrodita con Ares (más comúnmente), Hermes o Hefesto, o de Poros y Penia, o a veces
de Iris y Céfiro. Este Eros era un ayudante de Afrodita, que dirigía la fuerza primordial del
amor y la llevaba a los mortales.
En algunas versiones tenía dos hermanos llamados Anteros, la personificación del amor
correspondido, e Hímero, la del deseo sexual.
La adoración de Eros era poco común en la Grecia más antigua, pero más tarde llegaría a
estar muy extendida. Fue adorado fervientemente por un culto a la fertilidad en Tespia y
jugó un importante papel en los misterios eleusinos. En Atenas, compartió con Afrodita un
culto muy popular y se le consagraba el cuarto día de cada mes.

23. POSEIDON

Poseidón o Poseidón es el dios de los mares y,


como «Agitador de la Tierra», de los terremotos
en la mitología griega. El nombre del dios marino
etrusco Nethuns fue adoptado en latín para
Neptuno en la mitología romana, siendo ambos
dioses del mar análogos a Poseidón. Era uno de
los doce dioses olímpicos y, por lo tanto, uno de
los principales dioses griegos.

Características de Poseidón
Entre las características de Poseidón, se pueden
mencionar las siguientes:

• Compartía con la diosa Atenea la relación con los caballos, pero mientras que a
la diosa se la considera la inventora de la domesticación y el freno, Poseidón
representa el impulso salvaje y desenfrenado.
• Participó junto con Apolo de la construcción de las murallas de Troya, pero
despechado porque al finalizarlas el rey no le quiso pagar por su trabajo, hizo
salir a un monstruo del fondo del mar para acosar a los troyanos y más adelante,
durante la Guerra de Troya, apoyó a los aqueos.

• Compitió con diversos dioses para ser el protector de las ciudades de la Antigua
Grecia, pero fue vencido en casi todos los casos. Una de las disputas más famosas
fue la que tuvo con la diosa Atenea por la protección de Atenas.

• Solía castigar a quienes lo ofendían inundando las llanuras o secando el agua de


los manantiales.

• Tuvo numerosos hijos con diosas y mortales. Casi todos ellos fueron
monstruosos o violentos, por ejemplo, el cíclope Polifemo, el caballo Pegaso, el
cazador Orión, entre otros.

• Estaba casado con la ninfa Anfititre. Según algunas tradiciones, de esa unión no
nacieron hijos, pero de acuerdo con otras fuentes, tuvieron un hijo llamado
Tritón que tenía la mitad superior del cuerpo con forma humana y la inferior, con
forma de pez. Vivía con sus padres en el fondo del mar.

• Recibió culto en ciudades marinas, especialmente en Corinto y también en el


cabo de Ática desde donde se controla el puerto de Atenas.

24. HESTIA. Diosa del fuego sagrado y el hogar

Hestia (Ἑστία) es la diosa griega del fuego doméstico y


la guardiana del hogar.
Su nombre significa exactamente el hogar donde se
encienden las llamas.
El culto a Hestia la posiciona como la diosa del fuego, el
hogar, la arquitectura y la paz.
Era la hija mayor de Crono y Rea y, por lo tanto, la
primera hija que su padre devoró al nacer.
Además, fue la última de los hermanos crónidas en ser
liberada por Zeus, por lo que también se considera a
Hestia la más joven.
De los seis hijos de Rea y Crono, Hestia fue mencionada como la
que encontró la manera de construir una casa. Por eso, todos los
humanos deben adorarla en sus hogares y reconocer que tienen
un techo bajo el cual descansar y protegerse. De los riesgos de
todo el mundo exterior, pura y virgen, se convirtió en una deidad
abstracta y pasó a representar el fuego dentro de la tierra.
platón en ‘el Fedro’, dice que permanece sola, en reposo, en la
morada de los Dioses. Cuando un grupo de ciudadanos partía a
crear una colonia, llevaba el Fuego Sagrado de su ciudad a la
nueva.

25. DEMETER
Diosa de la agricultura y la cosecha , Deméter era
uno de los 12 habitantes del Olimpo junto a Zeus.
Era hija de Cronos y Rea, y hermana de Zeus,
Poseidón, Hades, Hera y Hestia. Como diosa de la
tierra, la agricultura y los cereales, era una de las
diosas griegas más importantes.
En el contexto griego clásico, Deméter era
venerada como diosa de la agricultura y
protectora de la fertilidad. Asimismo, la relación
entre esta deidad y su hija Koré- Perséfone
representaba la fortaleza del vínculo maternal.
Es una de las diosas mas importantes por que de ella depende
una buena cosecha y calidad de ella ,y Según el retórico
ateniense Isócrates, los mayores dones que Deméter daba a los
atenienses eran el grano, que hacía al ser humano diferente de
otros animales salvajes, y los misterios eleusinos, que le daban
mayores esperanzas en esta vida y en la otra.
Se le venera como diosa ” portadora de las estaciones”, es
diosa de la agriculura y sobre todo el trigo .
26. DIONISIO. El Dios del vino
El origen de Dionisos era hijo de Zeus con
Sémele, una mujer mortal. El mito más
conocido, relata que, a causa de los celos,
Hera, la esposa del dios, tomó el aspecto de
una anciana y le sugirió a Sémele que le
pidiera a Zeus que se presentara ante ella en
toda su gloria. Cuando Zeus lo hizo, Sémele no
pudo soportar la visión y cayó fulminada.
Este mito explicaba que Dionisos fuera un dios a pesar de tener madre mortal, ya que
finalmente había sido concebido y parido por Zeus. Otros mitos, en cambio, explicaban la
divinización a través de sus hazañas. Dionisos descendió al reino de Hades, rescató a su
madre y la llevó al Olimpo donde fue divinizada y recibió el nombre de Tione.
Dionisos es considerado el dios del vino, patrón de la agricultura e inspirador de la locura y
el éxtasis. Todos estos conceptos tienen una estrecha relación. Para explicarlo recurriremos
de nuevo a la mitología griega. Pasado el periodo de gestación, Zeus debe ocultar al infante
de su esposa.
Su esposa fue Micaela Josefa Quezada Borjas, con quien llegó a procrear 9 hijos.
El poder de Dionisos es que puede convertir a las personas en animales. Puede conjurar
cualquier tipo de bebida, pero generalmente sólo hace aparecer latas de Coca-Cola Light
debido a su prohibición de beber bebidas alcohólicas. Es inmune a los efectos del alcohol.
Dionisio puede aparecer en cualquier lugar donde se celebra una fiesta.
Entre los elementos asociados a Dionisos se encuentra el cabrito, ya que es una de las
formas que le dio su padre en su infancia para protegerlo de la furia de Hera. Su símbolo
era el tirso, una vara rematada en una piña y adornada con vides, hiedras y cintas. Todas las
ménades llevaban un tirso en la mano.
Hera, la celosa esposa de Zeus, solo quería matar al niño. Zeus, que amaba entrañablemente
a este hijo, lanzó su rayo fulminante contra los Titanes. Notó que el corazón de Dionisos no
había sido devorado y entonces lo revivió a partir de ese órgano. De las cenizas de los
Titanes nació el hombre.
Actualmente la figura de Dionisos sigue siendo la predilecta de entre las divinidades griegas
para representar la diferencia o alteridad, iconografía aprovechada por diversos
movimientos alternativos y contraculturales desde mediados del siglo xx.54 Por ejemplo,
en su película de 1991 The Doors Oliver Stone plantea que Jim Morrison, en la cultura
popular de los años sesenta, se convirtió en una especie de encarnación de Dionisos. El
poema «Liberalia», del escritor costarricense Juan Alberto Corrales, hace referencia a los
rituales mistéricos de Dionisos.
27. ASCLEPIOS. Dios de la medicina.

Febo, dios del sol, tomó como amante a Coronis, la hija del
rey de los lapitas. Ella quedó encinta, y Apolo la dejó bajo la
vigilancia de un cuervo de plumaje blanco. Pero en un
descuido del ave, Coronis recibió en su lecho a Isquis, a
quien deseaba. Febo lo supo, y castigó al cuervo por su
fracaso tornando su plumaje de color negro, como persiste
hasta hoy. Artemisa, diosa de la caza y hermana de Febo
redondeó la venganza, y con sus flechas mató a Coronis. Y
cuando el cuerpo de la princesa estaba por ser quemado en
la pira mortuoria Febo sintió remordimiento, y arrancó de
su matriz el cuerpo de su hijo, todavía vivo, en lo que es la
primera cesárea que menciona la historia.

Ese hijo recibió el nombre de Asclepios (que significa


“incesantemente benévolo”), y fue entregado al centauro
Quirón, que ya en la infancia lo inició en las artes médicas,
así como Febo le enseñó el arte de la caza. En los años que
pasaron, Asclepios ejerció la medicina sin conocer límite
alguno. Contaba con la sangre de la Medusa, que la diosa
Atenea le había entregado en dos redomas o vasijas, una
que contenía la proveniente de las venas izquierdas y otra de las derechas; una servía para
curar y rescatar de la muerte, la otra para matar. En su tarea empleó a veces hierbas que
tenían también la capacidad de devolver la vida. Y Asclepios resucitó varios muertos ilustres,
entre ellos Orión, Glauco, Hipólito, el hijo de Teseo, y Licurgo.

Zeus no podía tolerar que se violaran así sus leyes, y que los hombres no se distinguieran
de los dioses, y mató a Asclepios con un rayo. Febo a su vez se vengó matando a los cíclopes,
que fabricaban los rayos divinos. Pero así como el arrepentimiento de Febo había permitido
a Asclepios nacer, el de Zeus le permitió resucitar.

Y Asclepios quedó fijo en el cielo como la constelación de Ofiuco, o el serpentario. No solo


él, también sus hijos se vincularon con las artes curativas. Podalirio y Macaón fueron
médicos en la guerra de Troya, Hygeia fue la diosa de la prevención y Panacea la de la
curación. Y, si queremos, podemos recordar que Hipócrates presumía de descender de
Asclepios. Y que el juramento hipocrático comienza diciendo “Juro por Apolo médico, por
Asclepio, Hygeia y Panacea…”

El culto a Asclepios creció, y varios fueron los santuarios que se le erigieron en toda Grecia
y allende sus límites, el más grande y famoso el de Epidauro, cuya imagen cierra esta nota.
Cada templo se llamaba Asclepeion, y allí se llevaban a cabo las primitivas prácticas médicas,
de fuerte contenido ritual. Las serpientes se movían con libertad, se interpretaban los
sueños y se creía en el poder curativo de las lameduras de los perros.
Los romanos latinizaron el nombre de Asclepios, que se convirtió en Esculapio, y su culto
creció en todo el mundo occidental. Hay ruinas de templos a él dedicados desde España
hasta el Asia Menor. En el Asclepeion de Pérgamo inició sus estudios de medicina Galeno.
Las estatuas de Esculapio suelen representarlo sentado, una mano sosteniendo una vara de
ciprés, en torno a la cual se enredaba una serpiente, expresión de la mutabilidad y la
capacidad de rejuvenecer, mientras la otra estaba libre, o apoyada en la cabeza de otra
serpiente, o un dragón. La vara de Esculapio es mucha veces confundida con el caduceo de
Hermes, dios del comercio, una vara en la que se enredan dos serpientes y es coronada por
dos alas.

¿Qué expresa el mito de Asclepios? Algunos ven


en la muerte de Coronis uno de tantos reflejos
de la transición de una civilización matrilineal, en
la que se adoraba a la luna por otra en la que
predominan lo masculino y el sol. En lo que a
nosotros y nuestra profesión respecta, podemos
entender que desde el fondo de la historia llega
el mandato de no violar las leyes sagradas de la
naturaleza, pero también la visión del médico
como alguien capaz de perder la vida en su afán
desesperado de vencer a la muerte. En estos días
de celebración del día del médico, no podíamos
menos que recordar a Asclepios.

28. HADES. DIOS DE LOS MUERTOS


En la mitología griega, Hades es conocido como el
señor del inframundo, el guardián de los
infiernos, el rey de los muertos. Es, una de las
divinidades más poderosas del panteón clásico,
cediendo solo poder sobre Zeus su hermano. Al
ser el señor de los muertos, rara vez abandona los
infiernos para visitar la tierra, y se mezcla poco
con los temas de los mortales. Si logramos verlo
en las grandes sagas de la mitología griega es
porque, en diversas ocasiones varios héroes
como Odiseo, Orfeo, Eneas. Decidieron
descender al reino de los muertos en sus viajes.
Hades, también era llamado Plouton, nombre que
los romanos latinizaron como Plutón. Hijo de
Crono y Rea. Crono, temeroso de correr la suerte
que él mismo había dispensado a su propio
progenitor, tomó la decisión de ir devorando a todos sus hijos a medida que éstos iban
naciendo, de modo que ninguno de ellos pudiera desafiarle y arrebatarle el poder una vez
llegada la edad adulta. Es por eso, que hades al ser el mayor fue engullido, es decir que fue
devorado con prisa, de golpe y sin moderación por su padre.
Pero, esto no sucedió con Zeus que al llegar a su edad adulta logro confrontar y derrotar a
su padre liberando así a sus hermanos. Según el mito, él y sus hermanos Zeus y Poseidón
derrotaron a los Titanes y reclamaron el gobierno del cosmos, adjudicándose el inframundo,
el cielo y el mar, respectivamente. Esta guerra fue conocida como la Titanomaquia.
El dios Hades poseía un arma única, forjada por los cíclopes en los hornos de las entrañas
de la tierra: un casco de invisibilidad. Oculto gracias a los poderes de este artefacto, logró
infligir grandes daños a sus enemigos.
Tras la victoria de Zeus, éste decidió repartir el universo con dos de sus hermanos. Eligió
para sí mismo los cielos, mientras reservaba el gobierno de las aguas y los océanos a
Poseidón. A Hades le correspondió el mando sobre el mundo subterráneo, lugar al que se
dirigían las almas de los mortales tras su muerte. De este modo, el dios Hades se convirtió
en el señor de los infiernos.

29. PERSEFONE
Persefone diosa de la primavera y reina del inframundo, hija de
Zeus y de Deméter; en su nacimineto se le conocía como Kore.

Kore significa “La Doncella” y Persefone “La que lleva la muerte”.


Ella nacio producto de un deseo desenfrenado por parte de Zeus
hacia Deméter, se dice que Zeus un día vio a Deméter recostada
en un campo de trigo la empezo a perseguir y Deméter por
miedo se transformo en serpiente, Zeus lleno de deseo tambien
se transformo en serpiente en el camino, Zeus logró acorrolar a
Deméter y la violo, meses después nacio Kora.

Con el tiempo Persefone creció y cada día su belleza se duplicaba, con esto tuvo muchos
pretendientes entre ellos: Apolo, Hermes o Hefesto ellos se enamoraron de Persefone, pero
Deméter los rechazó a todos, así que Deméter se fue a vivir con Persefone lejos de todos
los demás dioses.

A pesar de estar lejos de todos la belleza de Persefone llamó la atención de Hades.


Un día Persefone estaban recogiendo flores con algunas ninfas, al momento de ella recoger
una flor, Hades aparecio abriendo un hueco en la tierra y llevandosela al Inframundo con la
ayuda de Zeus, Deméter triste y desesperada y dejo de producir
comida, causando una hambruna en el pueblo de Grecia.
Deméter en busca de ayuda acudio a Helios, le pregunto que
donde estaba su hija, Helios le dijo que era prisionera de Hades,
asi que ella prohibio las cosechas.
Zeus desesperado, envío a Hermes hacer un trato con Hades, el
trato fue que en el transcurso en que Persefone se fuera no podía
consumir nada de alimentos. Hades siendo un tramposo, no le
dijo nada a la Diosa y ella sin saber consumio 6 semillas de
granada.

Con esa situación Persefone se vio en la necesidad compartir tiempo, lo cual era compartir
6 meses en el Inframundo con su esposo Hades y 6 meses con su madre, con eso se
originaron las 4 estaciones del año, cuando esta en el Inframundo las estaciones son: el
Otoño y el Invierno, cuando esta con su madre las estaciones son: la Primavera y el Verano.

30. HERACLES O HÉRCULES

Es el héroe que posteriormente los romanos llamaron


Hércules y con cuyo nombre su fama se ha extendido
por todo el mundo. Es el más famoso de los héroes
helénicos, protagonista de un ciclo épico tan extenso
que lo eleva por encima de los demás héroes. Esto se
debe a que multitud de héroes locales han sido
identificados con Heracles a medida que la fama de
este se iba extendiendo.

El Heracles griego

En la mitología griega Heracles era un héroe y semidiós, hijo de Zeus y Alcmena y bisnieto
de Perseo. En la mitología romana se le llamaba Hércules. Puede decirse que fue el más
grande de los héroes míticos griegos, el parangón de la masculinidad por excelencia, siendo
su extraordinaria fuerza uno de sus atributos. Fue, según Pausanias, el último hijo que Zeus
engendró con mujeres mortales en Grecia. Se cuentan muchas historias sobre su vida,
siendo la más famosa “Los doce trabajos de Heracles”.
Nacimiento e infancia

Heracles era hijo de Zeus y Alcmena, y por tanto su mera existencia demostraba al menos
una de las muchas infidelidades del señor del Olimpo. Como venganza, Hera conspiraba a
menudo contra la descendencia mortal de Zeus.

Zeus yació con Alcmena tras adoptar la apariencia del marido de ésta, Anfitrión de Tebas,
que había dejado su hogar para ir a la guerra contra Atenas. Anfitrión volvió más tarde esa
misma noche, y Alcmena quedó embarazada de gemelos.

En la noche en que los gemelos nacieron, Hera, conociendo el adulterio de su marido, logró
convencer a Zeus de que prestara un juramento según el cual el niño que naciera aquella
noche a un miembro de la casa de Perseo sería un gran rey.

Una vez Zeus hubo jurado, Hera corrió a la casa de Alcmena y ralentizó el parto sentándose
con las piernas cruzadas y las ropas atadas con nudos. Al mismo tiempo, provocó que su
primo Euristeo naciese prematuramente, haciendo así que fuese rey en lugar de Heracles.
Habría retrasado permanentemente el nacimiento de Heracles si no hubiese sido engañada
por Galantis, su criada, quien le dijo que ya había asistido al niño en el parto. Tras oírlo, Hera
saltó sorprendida, desatando así los nudos y permitiendo que Alcmena diese a luz. Uno de
los niños, Ificles, era mortal, mientras el otro era el semidiós Heracles.

Heracles fue bautizado con este nombre en un intento fallido por aplacar a Hera. Unos
pocos meses después de su nacimiento, Hera envió dos serpientes a matarlo mientras
dormía en su cuna. Heracles estranguló una serpiente con cada mano y fue hallado por su
niñera jugando con sus cuerpos exangües como si fueran unos insignificantes juguetes.

Edad adulta

Heracles creció sano y fuerte. Recibió con su hermano clases de música del maestro Lino,
pero era un estudiante indisciplinado. Lino lo regañaba constantemente, y un día Heracles
se enfureció y lo golpeó con una Lira, matándolo al instante. El joven Heracles debió
comparecer ante un tribunal, acusado de asesinato, pero se salió del apuro citando una
sentencia de Radamantis, según la cual existía el derecho de matar al adversario en caso de
legítima defensa. Fue pues, absuelto. Pero Anfitrión, inquieto, y temiendo que su hijo
adoptivo fuese presa de nuevos accesos de cólera se apresuró a enviarlo al campo, y lo puso
al frente de sus rebaños. Allí, un boyero llamado Téutaro continuó su educación,
adiestrándolo en el arte de manejar el arco.

A los dieciocho años realizó en cincuenta días una doble hazaña: tras cincuenta días de
cacería, mató al león de Citerón, que ocasionaba grandes estragos en los rebaños de la
comarca y se vistió con su piel. El rey tebano Creonte le recompensó dándole en matrimonio
a su hija, la princesa Mégara, cuya hermana menor, Pirra, se casó con Ificles, hermano del
héroe. Heracles tuvo con Mégara varios hijos.
Los doce trabajos

En un ataque de locura provocado por Hera, Heracles mató a sus propios hijos y a dos de
sus sobrinos con sus propias manos. Al despertar y descubrir los terribles actos que había
cometido, sintió un terrible dolor, y no quiso continuar viviendo con Mégara. En penitencia
por esta execrable acción, la sibila délfica le dijo que tenía que llevar a cabo diez trabajos
que dispusiera Euristeo, el hombre que había usurpado su legítimo derecho a la corona y a
quien más odiaba. Heracles llevó a cabo todos ellos con éxito, pero Hera le dijo a Euristeo
que estimase que en dos de los trabajos había fallado, pues había recibido ayuda, por lo
que ordenó dos más, que Heracles también completó, haciendo un total de doce.

31. ODISEO. (HEROE GRIEGO )


Odiseo o Ulises fue uno de los héroes
legendarios de la mitología griega.
Aparece como personaje de la Ilíada y es
el protagonista y da nombre a la Odisea,
ambas obras atribuidas a Homero.
Aparecía también en varios de los
poemas perdidos del llamado ciclo
troyano y posteriormente en muchas
otras obras. Era rey de Ítaca, una de las
actuales islas Jónicas, situada frente a la
costa occidental de Grecia. Hijo de
Laertes y Anticlea, en la Odisea, o Sísifo y Anticlea, era esposo de Penélope, padre de
Telémaco y hermano mayor de Ctímene, que sufrieron esperándolo durante veinte años:
diez de ellos los había pasado luchando en la guerra de Troya y los otros diez intentando
regresar a Ítaca lidiando con una serie de problemas y obstáculos que tuvo que afrontar
Odiseo es caracterizado en los poemas homéricos por su brillantez, astucia y la versatilidad
de su carácter. Siguiendo las reglas del estilo formulario, su nombre aparece
frecuentemente acompañado de los epítetos “el astuto”.

32. URANO
Urano es un dios primordial personificador del cielo. Urano era un padre terrible y no le
importaban sus hijos en absoluto. También fue un terrible marido, porque no le molestaba
que Gaia estuviera tan triste por la pérdida de sus hijos. Aunque es posible que Urano si la
amara, como lo indica Atlas en La maldición del Titán, quien dijo: "el cielo todavía anhela
abrazar a la tierra". En Percy Jackson’s Greek Gods, se afirma que su hijo Cronos heredó su
crueldad.
Urano era hijo de Gaia, la madre tierra,
que según se cuenta lo había concebido
por sí misma. Urano se casó con su madre,
aunque su matrimonio estaba bajo algo de
presión debido a que los dioses
primordiales, Caos y Tártaro, también se
sentían atraídos por Gaia. Aun así, con el
tiempo Urano y Gaia comenzaron a tener
hijos.
Primero vinieron los titanes, un paquete
completo de seis niñas y seis niños,
quienes tenían aspecto humano, pero
eran mucho más altos y poderosos.

Después del nacimiento de los titanes, su matrimonio se fue volviendo cada vez más
tormentoso.
Urano pasaba mucho tiempo en el cielo y no visitaba a su esposa ni la ayudaba con los niños.
Gaia se enfureció y ambos comenzaron a discutir entre ellos. A medida que los titanes
crecían, Urano también les gritaba como el padre terrible que era. Varias veces, Urano y
Gaia intentaron arreglar las cosas entre ellos y Gaia pensó que si tenían otro par de hijos
quizás los "acercaría" más, aunque resultó ser una mala idea. Gaia dio a luz a trillizos, pero
estos eran horribles.
Eran grandes y fuertes como los titanes, aunque robustos y con un solo ojo en lugar de dos,
los cíclopes. Gaia quedó encantada con ellos, pero Urano no, y los encadenó con cadenas
hechas de la oscuridad del cielo y luego los arrojó al Tártaro. Gaia, desesperada, le rogó que
los liberará, pero Urano se rehusó a hacerlo. Aun así, Gaia decidió darle una oportunidad.

33. PAN
Según una de las tradiciones, cuando Hermes pastoreaba los rebaños de Dríope, tuvo una
relación amorosa con una de las hijas de este, de la que nació el dios Pan. Según esta
versión, cuando nació, presentaba sus miembros inferiores en forma de macho cabrío y el
resto del cuerpo con apariencia de hombre. En la cabeza tenía dos cuernos y su cara era
arrugada, con una barbilla prominente, con todo el cuerpo cubierto por una espesa capa de
pelo.
Pan era el dios de la fertilidad y de la
sexualidad masculina. Dotado de una
gran potencia y apetito sexual, se
dedicaba a perseguir por los bosques,
en busca de sus favores, a ninfas y
muchachas. En muchos aspectos, el
dios Pan tiene cierta similitud
con Dioniso.

Era el dios de las brisas del amanecer y


del atardecer. Vivía en compañía de las
ninfas en una gruta
del Parnaso llamada Coricia.

Se le atribuían dones proféticos y


formaba parte del cortejo de Dioniso,
puesto que se suponía que seguía a este
en sus costumbres.

Era cazador, curandero y músico.


Habitaba en los bosques y en las selvas,
correteando tras las ovejas y
espantando a los hombres que
penetraban en sus terrenos.

Portaba en la mano el cayado o bastón


de pastor y tocaba la siringa, a la que
también se conoce como Flauta de Pan.
Le agradaban las fuentes y la sombra de los bosques, entre cuya maleza solía esconderse
para espiar a las ninfas.

Se dice que Pan era especialmente irascible si se le molestaba durante sus siestas. Los
habitantes de Arcadia tenían la creencia de que, cuando una persona dormía la siesta, no
se la debía despertar bajo ningún motivo ya que, de esa forma, se interrumpía el sueño del
dios Pan. En este caso, Pan se aproxima a la noción de Demonium Meridianum (Demonio
del Mediodía).

Por último, como deidad, Pan representaba a toda la naturaleza salvaje. De esta forma, se
le atribuía la generación del miedo enloquecedor. De ahí la palabra pánico que, en principio,
significaba el temor masivo que sufrían manadas y rebaños ante el tronar y la caída de rayos.
34. EOS (Aurora Romanos)

Según la mitología griega, Eos es la diosa titánide de la aurora,


hija del titán Hiperion y la titánide Tea. Eos cabalgaba en su carro
todas las mañanas, el cual era conducido por dos grandes corceles
blancos de nombres Fetonte y Lampo. La diosa cabalgaba desde
su hogar al borde del Océano durante el alba, para rodear al
mundo y presidir a su hermano Helios, el Sol, en un bello
amanecer. A su vez, era hermana de Selene, la Luna.
Se consideraba que la diosa Eos era bastante liberal en cuanto a
sus pretendientes y relaciones; entre los más importantes
encuentros y relaciones que tuvo se encuentra a él
titán Astreo, de quien engendró (según la mitología) a los planetas, todos los vientos y
estrellas; los cuales se llamaban:

• Bóreas
• Céfiro
• Euro
• Noto

ATRIBUTOS

Uno de sus principales atributos fue su excepcional


belleza y su fuerte pasión. Gracias a esto, entre sus
consortes logró tener desde titanes hasta simples
mortales. No obstante, su deseo insaciable de amor (el
cual había sido castigo de Afrodita) le hacía verse débil
ante todo aquél que la rechazara, por lo que se vio en
la obligación de raptar a la mayoría de sus consortes.

35. HELIOS

En la mitología griega, Helios era el hijo de dos titanes: su


padre fue Hiperión y su madre Tea, quien protegía la vista y
dotaba al oro, la plata y las gemas con su resplandeciente
brillo característico, llamada también Eurifaesa por Homero.
Sus hermanas eran Selene, la diosa de la luna, y Eos, la
aurora.
Los griegos figuraron en su imaginería a Helios como un joven de gran belleza, coronado
con la brillante aureola del sol, que todos los días recorría los cielos con su carro tirado por
toros solares o cuatro corceles que arrojan fuego de sus fauces llamados: Flegonte
(“ardiente”), Aetón (“resplandeciente”), Pirois (“ígneo”) y Éoo (“amanecer”). Este recorrido
maraca el inicio y el final del día.

La leyenda más popular acerca de este dios nos cuenta que sedujo a Clímene, una oceánide
(hija de Océano y Tetis) que era esposa de Merope, rey de Etiopía.

36. SELENE

En la mitología griega, Selene (en griego antiguo, Σελήνη Selếnê)


era la titán que personificaba la luna, hija de
los titanes Hiperión y Tea. Su equivalente en la mitología
romana era la diosa Luna.
Su principal papel es la de deidad lunar pero en esta función
terminó siendo identificada con Artemisa, de forma que los
escritores posteriores la describían como una hija de Zeus o
de Palas. En el himno homérico a Helios, su hermano y dios
griego del sol, la hace hija de Hiperión y Eurifaesa. En otras historias Helios era el mismo
Apolo, hermano gemelo de Artemisa lo cual hace gemelos a Selene (Artemisa) y Helios
(Apolo).
En la genealogía divina tradicional, Helios, el sol, es su hermano: después de que este
termine su viaje a través del cielo, Selene comienza el suyo cuando la noche cae sobre la
tierra. Su hermana Eos es la diosa de la aurora, quien también tuvo un amante
humano, Céfalo.1
En el arte, Selene era representada como una mujer muy hermosa, con grandes y hermosos
atributos, de rostro pálido, conduciendo un carro de plata tirado por un yugo de bueyes
blancos o un par de caballos. A menudo era retratada montando un caballo o un toro,
vistiendo túnicas, llevando una media luna sobre su cabeza y portando una antorcha.

37.ESCUELA ELEÁTICA: CARACTERÍSTICAS Y REPRESENTANTES

una corriente filosófica griega que defiende la existencia de una substancia única e
inmutable que constituye la esencia de las mismas. Se desarrolla entre los siglos VI y V en
Elea, una colonia al sur de Italia y de ahí su nombre.

Pertenecieron a esta corriente, Parménides y Zenón de Elea, Jenófanes de Colofón y


Meliso de Samos. Todos estos filósofos mantienen la creencia de que los objetos naturales
son, en esencia, ser, negando de esta forma la existencia del no-ser. El objeto de estudio de
los eleáticos será la naturaleza.

CARACTERÍSTICAS DE LA ESCUELA ELEÁTICA

Entre las principales características de la escuela eleática destacan las siguientes:

• Rechazaban las tesis materialistas de la escuela jónica


• Concepción del universo como una unidad inmutable, infinita y eterna y no es posible
conocerla a través de los sentidos.
Para Parménides esta sustancia única, inmutable, infinita y eterna, tiene extensión y tiene
forma esférica, y es, para muchos, fundamental en la filosofía platónica. Con este
pensador se produce la tematización del ente y así nace la metafísica. No cabe duda, por
tanto, de la relevancia de este filósofo en la historia de la filosofía de occidente.
• Heráclito, al contrario que Parménides, asegura que el Universo es una esfera indivisible
e inmutable y que el cambio era provocado por la contradicción. La guerra, dice, es el
padre de todas las cosas. Solo existe el devenir en su crear y destruir el mundo, como hace
el fuego.
• Expusieron paradojas y argumentos lógicos que han llegado hasta nuestros días
• La filosofía eleática ha contribuido notablemente al desarrolla del pensamiento de
occidente
• Niegan rotundamente que el conocimiento verdadero proceda de los datos de
la experiencia. Solo la lógica es un método válido para llegar a la verdad
• Solo a través de la razón es posible alcanzar un verdadero conocimiento acerca de la
realidad. Y ella es la que permite ver al ser humano que existe un único ser inmutable e
inmóvil
• La multiplicidad y el cambio son solo una ilusión de los sentidos, que nos engañan
38. JENÓFANES DE COLOFÓN

Jenófanes no nació en Elea, sino en Colofón, en Jonia, aunque debido a sus ideas, se le
considera parte de la escuela eleática. Afirmó ser un nómada y vivió en muchos lugares
como Mesina, Catania, Elea o en la corte de Hierón de Siracusa, ya de viejo.
Influyó enormemente en la filosofía posterior, en especial su idea de que la divinidad era
una, eterna, infinita y esférica. En cuanto a la epistemología, asegura que la verdad no está
al alcance del ser humano. No hay verdades, tan solo opiniones. El único que puede
conocer es Dios.

“La verdad pura, ni la ha visto ni la verá ningún hombre”.

De Jenófanes, como del resto de los presocráticos, solo se conservan algunos fragmentos y
citas de filósofos como Simplicio y Sexto Empírico. Según Diógenes Laercio, escribió cerca
de 200 poemas, que lamentablemente se han perdido y una obra con el título “Sobre la
naturaleza”, si bien este dato no ofrece demasiada credibilidad.

39. PARMÉNIDES DE ELEA

Parménides es natural de Elea, en la Magna Grecia y fue uno de los filósofos más
importantes de los llamados presocráticos. Su poema “Sobre la naturaleza” en la que
desarrolla ampliamente su metafísica. En esta obra aparecen las ideas principales del
pensador:
• El ente es uno, inmóvil y eterno
• El ser humano no puede alcanzar el conocimiento verdadero. La razón humana solo
puede captar lo aparente

De esta forma negaba el cambio constante y el devenir heraclíteo. El cambio que se observa
en la naturaleza, no es más que mera apariencia, un engaño de los sentidos. Además de
filósofo, Parménides se dedicó a la política, llegando a ser legislador de Elea.

Hasta nuestros días han llegado una veintena de fragmentos que pertenecen a un poema y
como al anterior, lo han citado Simplicio, Sexto Empírico y Diógenes Laercio.
“Todo lo que hay ha existido siempre. Nada puede surgir de la nada. Y algo que existe,
tampoco se puede convertir en nada”.

40. ZENÓN DE ELEA

Zenón también nació en Elea, siendo el discípulo predilecto de Parménides y como su


maestro, se dedicó a la política en su ciudad natal, rechazando la tiranía del momento.
Según dicen, tuvo una muerte trágica. Lo arrojaron a un mortero y posteriormente fue
mutilado.
Algunos aseguran que se opuso a la doctrina del ser de Parménides y que ambas filosofías
son independientes. Zenón no necesita las teorías de su maestro para poder entender su
pensamiento.

“Si me llegara a explicar qué es lo uno, sería capaz de dar razón de las cosas existentes.”

Su principal aportación a la historia de la filosofía occidental ha sido, sin lugar a dudas, su


formalización de la dialéctica. A él se le debe la formulación de la reducción al absurdo.

Se supone que Zenón solo escribió un libro titulado Acerca de la naturaleza, un título
habitual en las obras de la época. Diógenes Laercio, entre otros, lo cita en su “Vida y obra
de los filósofos ilustres”. Tertuliano en su “Apología”, Zenón de Elea, a quien Dionisio
preguntó en qué consiste la superioridad de la filosofía, respondió : "¡En el desprecio de la
muerte!" y a manos del tirano mantiene, impasivo, su propósito hasta la muerte.

Es famosa su paradoja de Aquiles y la tortuga, donde ambos compiten en una carrera en


la que se le deja ventaja a la tortuga. De esta forma, Aquiles nunca podrá alcanzarla, ya que
antes tendría que recorrer la mitad de la distancia del recorrido de la tortuga, y así,
sucesivamente hasta el infinito. Así, niega el movimiento y hace una aproximación al cálculo
infinitesimal.

41. MELISO DE SAMOS

A pesar de no ser natural de Elea, Meliso es considerado un pensador de la escuela eleática,


ya que heredó la filosofía de Parménides en lo que a la realidad se refiere. Los sentidos,
para el de Samos, no tenían ningún valor a la hora de conocer, si bien no describe el mundo
físico a la manera de Parménides. Según Meliso, no existe el cambio, ni el devenir, ni
siquiera en apariencia.

“Lo que siempre fue, siempre será. Porque si surgió, necesariamente antes de su
generación no había nada; entonces, si no hubiera nada, nada vendría de la nada”.

El ser de Meliso es infinito, ilimitado y eterno, a diferencia de Parménides, y que además


es incorpóreo. Aristóteles afirmaría, en este sentido, que lo que no tiene cuerpo tampoco
puede ser infinito.
FILOSOFÍA SOCRÁTICA

42.SÓCRATES
(Atenas, 470 a.C. - id., 399 a.C) Filósofo griego. Pese a
que no dejó ninguna obra escrita y son escasas las
ideas que pueden atribuírsele con seguridad, Sócrates
es una figura capital del pensamiento antiguo, hasta
el punto de ser llamados presocráticos los filósofos
anteriores a él. Rompiendo con las orientaciones
predominantes anteriores, su reflexión se centró en el
ser humano, particularmente en la ética, y sus ideas
pasaron a los dos grandes pilares sobre los que se
asienta la historia de la filosofía occidental: Platón,
que fue discípulo directo suyo, y Aristóteles, que lo fue a su vez de Platón.

Pocas cosas se conocen con certeza de la biografía de Sócrates. Fue hijo de una comadrona,
Faenarete, y de un escultor, Sofronisco, emparentado con Arístides el Justo. En su juventud
siguió el oficio de su padre y recibió una buena instrucción; es posible que fuese discípulo
de Anaxágoras, y también que conociera las doctrinas de los filósofos eleáticos
(Jenófanes, Parménides, Zenón) y de la escuela de Pitágoras.

Aunque no participó directamente en la política, cumplió ejemplarmente con sus deberes


ciudadanos. Sirvió como soldado de infantería en las batallas de Samos (440), Potidea (432),
Delio (424) y Anfípolis (422), episodios de las guerras del Peloponeso en que dio muestras
de resistencia, valentía y serenidad extraordinarias. Fue maestro y amigo de Alcibíades,
militar y político que cobraría protagonismo en la vida pública ateniense tras la muerte
de Pericles; en la batalla de Potidea, Sócrates salvó la vida a Alcibíades, quien saldó su deuda
salvando a Sócrates en la batalla de Delio.

Con los bienes que le dejó su padre al morir pudo vivir modesta y austeramente, sin
preocupaciones económicas que le impidiesen dedicarse al filosofar. Se tiene por cierto que
Sócrates se casó, a una edad algo avanzada, con Xantipa, quien le dio dos hijas y un hijo.
Cierta tradición ha perpetuado el tópico de la esposa despectiva ante la actividad del marido
y propensa a comportarse de una manera brutal y soez. En cuanto a su apariencia, siempre
se describe a Sócrates como un hombre rechoncho, con un vientre prominente, ojos
saltones y labios gruesos, del mismo modo que se le atribuye también un aspecto
desaliñado.

La mayor parte de cuanto se sabe sobre Sócrates procede de tres contemporáneos suyos:
el historiador Jenofonte, el comediógrafo Aristófanes y el filósofo Platón. Jenofonte retrató
a Sócrates como un sabio absorbido por la idea de identificar el conocimiento y la virtud,
pero con una personalidad en la que no faltaban algunos rasgos un tanto
vulgares. Aristófanes lo hizo objeto de sus sátiras en una comedia, Las nubes (423), donde
es caricaturizado como engañoso artista del discurso y se le identifica con los demás
representantes de la sofística, surgida al calor de la consolidación de la democracia en el
siglo de Pericles. Estos dos testimonios matizan la imagen de Sócrates ofrecida por Platón
en sus Diálogos, en los que aparece como figura principal, una imagen que no deja de ser
en ocasiones excesivamente idealizada, aun cuando se considera que posiblemente sea la
más justa.

LA MAYÉUTICA

Al parecer, y durante buena parte de su vida, Sócrates se habría dedicado a deambular por
las plazas, mercados, palestras y gimnasios de Atenas, donde tomaba a jóvenes aristócratas
o a gentes del común (mercaderes, campesinos o artesanos) como interlocutores para
sostener largas conversaciones, con frecuencia parecidas a largos interrogatorios. Este
comportamiento correspondía, sin embargo, a la esencia de su sistema de enseñanza,
la mayéutica.

Alcibíades y Sócrates
(detalle de un cuadro de Marcello Bacciarelli)

El propio Sócrates comparaba tal método con el oficio de comadrona que ejerció su madre:
se trataba de llevar a un interlocutor a alumbrar la verdad, a descubrirla por sí mismo como
alojada ya en su alma, por medio de un diálogo en el que el filósofo proponía una serie de
preguntas y oponía sus reparos a las respuestas recibidas, de modo que al final fuera posible
reconocer si las opiniones iniciales de su interlocutor eran una apariencia engañosa o un
verdadero conocimiento.

En sus conversaciones filosóficas, al menos tal y como quedaron reflejadas en


los Diálogos de Platón, Sócrates sigue, en efecto, una serie de pautas precisas que
configuran el llamado diálogo socrático. A menudo comienza la conversación alabando la
sabiduría de su interlocutor y presentándose a sí mismo como un ignorante: tal fingimiento
es la llamada ironía socrática, que preside la primera parte del diálogo.

En ella, Sócrates proponía una cuestión (por ejemplo, ¿qué es la virtud?) y elogiaba la
respuesta del interlocutor, pero luego oponía con sucesivas preguntas o contraejemplos sus
reparos a las respuestas recibidas, sumiendo en la confusión a su interlocutor, que acababa
reconociendo que no sabía nada sobre la cuestión.

Tal logro era un punto esencial: no puede enseñarse algo a quien ya cree saberlo. El primer
paso para llegar a la sabiduría es saber que no se sabe nada, o, dicho de otro modo, tomar
conciencia de nuestro desconocimiento. Una vez admitida la propia ignorancia, comenzaba
la mayéutica propiamente dicha: por medio del diálogo, con nuevas preguntas y
razonamientos, Sócrates iba conduciendo a sus interlocutores al descubrimiento (o
alumbramiento) de una respuesta precisa a la cuestión planteada, de modo tan sutil que la
verdad parecía surgir de su mismo interior, como un descubrimiento propio.

LA FILOSOFÍA DE SÓCRATES

Al prescindir de las preocupaciones cosmológicas que habían ocupado a sus predecesores


desde los tiempos de Tales de Mileto, Sócrates imprimió un giro fundamental en la historia
de la filosofía griega, inaugurando el llamado periodo antropológico. La cuestión moral del
conocimiento del bien estuvo en el centro de las enseñanzas de Sócrates. Como se ha visto,
el primer paso para alcanzar el conocimiento consistía en la aceptación de la propia
ignorancia, y en el terreno de sus reflexiones éticas, el conocimiento juega un papel
fundamental. Sócrates piensa que el hombre no puede hacer el bien si no lo conoce, es
decir, si no posee el concepto del mismo y los criterios que permiten discernirlo.

El ser humano aspira a la felicidad, y hacia ello encamina sus acciones. Sólo una conducta
virtuosa, por otra parte, proporciona la felicidad. Y de entre todas las virtudes, la más
importante es la sabiduría, que incluye a las restantes. El que posee la sabiduría posee todas
las virtudes porque, según Sócrates, nadie obra mal a sabiendas: si, por ejemplo, alguien
engaña al prójimo es porque, en su ignorancia, no se da cuenta de que el engaño es un mal.

El sabio conoce que la honestidad es un bien, porque los beneficios que le reporta
(confianza, reputación, estima, honorabilidad) son muy superiores a los que puede
reportarle el engaño (riquezas, poder, un matrimonio conveniente).
Sócrates toma la cicuta (detalle de un óleo de David)

El ignorante no se da cuenta de ello: si lo supiese, cultivaría la honestidad y no el engaño.


En consecuencia, el hombre sabio es necesariamente virtuoso (pues conocer el bien y
practicarlo es, para Sócrates, una misma cosa), y el hombre ignorante es necesariamente
vicioso. De esta concepción es preciso destacar que la virtud no es algo innato que surge
espontáneamente en ciertos hombres, mientras que otros carecen de ella. Todo lo
contrario: puesto que la sabiduría contiene las demás virtudes, la virtud puede aprenderse;
mediante el entendimiento podemos alcanzar la sabiduría, y con ella la virtud.

De este modo, la sabiduría, la virtud y la felicidad son inseparables. Conocer el bien nos lleva
a observar una conducta virtuosa, y la conducta virtuosa conduce a la dicha. La felicidad no
radica en el placer (la ética socrática no es hedonista), a no ser que se considere como placer
algo mucho más elevado: la íntima paz y satisfacción que produce la vida virtuosa. En
palabras de Sócrates citadas por Jenofonte, ningún placer supera al de «sentirse
transformado en mejor y contribuir al mejoramiento de los amigos».

La vida virtuosa lleva al equilibrio y a la perfección humana, a la libertad interior y a la


autonomía respecto a lo que nos esclaviza, y mediante ella se consigue la paz del alma, el
gozo íntimo imperturbable, la satisfacción interior que nos acerca a lo divino.

Sin embargo, en los Diálogos de Platón resulta difícil distinguir cuál es la parte de lo
expuesto que corresponde al Sócrates histórico y cuál pertenece ya a la filosofía de su
discípulo. Sócrates no dejó doctrina escrita, ni tampoco se ausentó de Atenas (salvo para
servir como soldado), contra la costumbre de no pocos filósofos de la época, y en especial
de los sofistas. Si, como parece, las ideas éticas antes expuestas son del propio Sócrates, su
filosofía se sitúa en la antípodas del escepticismo y del relativismo moral de los sofistas
(Protágoras, Gorgias), pese a lo cual, y a causa de su pericia dialéctica, pudo ser considerado
en su tiempo como uno de ellos, tal y como refleja la citada comedia de Aristófanes.

Con su conducta, Sócrates se granjeó enemigos que, en el contexto de inestabilidad en que


se hallaba Atenas tras las guerras del Peloponeso, acabaron por considerar que su amistad
era peligrosa para aristócratas como sus discípulos Alcibíades o Critias; oficialmente
acusado de impiedad y de corromper a la juventud, fue condenado a beber cicuta después
de que, en su defensa, hubiera demostrado la inconsistencia de los cargos que se le
imputaban.

Según relata Platón en la Apología que dejó de su maestro, Sócrates pudo haber eludido la
condena, gracias a los amigos que aún conservaba, pero prefirió acatarla y morir, pues como
ciudadano se sentía obligado a cumplir la ley de la ciudad, aunque en algún caso, como el
suyo, fuera injusta; peor habría sido la ausencia de ley. La serenidad y la grandeza de espíritu
que demostró en sus últimos instantes están vivamente narradas en las últimas páginas
del Fedón.

43. PLATÓN
(Atenas, 427 - 347 a. C.) Filósofo griego. Junto con su maestro
Sócrates y su discípulo Aristóteles, Platón es la figura central de
los tres grandes pensadores en que se asienta toda la tradición
filosófica europea. Fue el británico Alfred North Whitehead quien
subrayó su importancia afirmando que el pensamiento occidental
no es más que una serie de comentarios a pie de página de los
diálogos de Platón.

Platón

La circunstancia de que Sócrates no dejase obra escrita, junto al hecho de que Aristóteles
construyese un sistema opuesto en muchos aspectos al de su maestro, explican en parte la
rotundidad de una afirmación que puede parecer exagerada. En cualquier caso, es
innegable que la obra de Platón, radicalmente novedosa en su elaboración lógica y literaria,
estableció una serie de constantes y problemas que marcaron el pensamiento occidental
más allá de su influencia inmediata, que se dejaría sentir tanto entre los paganos (el
neoplatonismo de Plotino) como en la teología cristiana, fundamentada en gran medida por
San Agustín sobre la filosofía platónica.

Nacido en el seno de una familia aristocrática, Platón abandonó su inicial vocación política
y sus aficiones literarias por la filosofía, atraído por Sócrates: fue su discípulo desde los
veinte años y se enfrentó abiertamente a los sofistas (Protágoras, Gorgias). Tras la condena
a muerte de Sócrates (399 a. C.), huyó de Atenas y se apartó completamente de la vida
pública; no obstante, los temas políticos ocuparon siempre un lugar central en su
pensamiento, y llegó a concebir un modelo ideal de Estado.

Viajó por Oriente y el sur de Italia, donde entró en contacto con los discípulos de Pitágoras;
tras una negativa experiencia en Siracusa como asesor en la corte del rey Dionisio I el Viejo,
pasó algún tiempo prisionero de unos piratas, hasta que fue rescatado y pudo regresar a
Atenas. Allí fundó en el año 387 una escuela de filosofía, situada en las afueras de la ciudad,
junto al jardín dedicado al héroe Academo, de donde procede el nombre de Academia. La
Academia de Platón, una especie de secta de sabios organizada con sus reglamentos,
contaba con una residencia de estudiantes, biblioteca, aulas y seminarios especializados, y
fue el precedente y modelo de las modernas instituciones universitarias.
En ella se estudiaba y se investigaba sobre todo tipo de asuntos, dado que la filosofía
englobaba la totalidad del saber, hasta que paulatinamente fueron apareciendo (en la
propia Academia) las disciplinas especializadas que darían lugar a ramas diferenciadas del
saber, como la lógica, la ética o la física. Pervivió más de novecientos años (hasta
que Justiniano la mandó cerrar en el 529 d. C.), y en ella se educaron personajes de
importancia tan fundamental como su discípulo Aristóteles.

OBRAS DE PLATÓN

A diferencia de Sócrates, que no dejó obra escrita, los trabajos de Platón se han conservado
casi completos. La mayor parte están escritos en forma dialogada; de hecho, Platón fue el
primer autor que utilizó el diálogo para exponer un pensamiento filosófico, y tal forma
constituía ya por sí misma un elemento cultural nuevo: la contraposición de distintos puntos
de vista y la caracterización psicológica de los interlocutores fueron indicadores de una
nueva cultura en la que ya no tenía cabida la expresión poética u oracular, sino el debate
para establecer un conocimiento cuya legitimación residía en el libre intercambio de puntos
de vista y no en la simple enunciación.

Platón y Aristóteles en La escuela de Atenas (1511), de Rafael


Los veintiséis diálogos platónicos probadamente auténticos (de los cuarenta y dos
transmitidos por la Antigüedad) pueden clasificarse en tres grupos. Los diálogos del llamado
período socrático (396-388), entre los que se incluyen la Apología, Critón, Eutifrón, Laques,
Cármides, Ión, el Hipias menor y tal vez Lisis (que quizá sea posterior), revelan claramente
la influencia de los métodos de Sócrates y se distinguen por el predominio del elemento
mímico-dramático: comienzan abruptamente, sin preámbulos preparatorios. Todas estas
obras son anteriores al primer viaje de Platón a Sicilia, y en ella dominan los diálogos
investigadores a la manera socrática.

Dentro de los diálogos del siguiente período, llamado constructivo o sistemático,


pertenecen a una fase de transición Protágoras, Menón (que anunció la doctrina de las
Ideas), Gorgias, Menéxenes, Crátilo y Eutidemo.
Los grandes diálogos de esta etapa son el Fedón, cuyo tema es la inmortalidad del alma; El
banquete, en el que seis oradores debaten sobre el amor; La República, el texto platónico
más sistemático, fruto de largos años de trabajo, que presenta tres líneas principales de
argumentación (ético-política, estético-mística y metafísica) combinadas en un todo; y
el Fedro, que mediante la forma de diálogo dramático debate aspectos relativos a la belleza
y el amor, y contiene momentos de honda poesía. Estos diálogos, en los que se muestra en
su apogeo la fuerza expresiva de Platón, no son ensayos filosóficos propiamente dichos,
sino obras literarias que tratan temas filosóficos, y por ello no se limitan a un solo tema o
asunto.

Los diálogos del período tardío o revisionista, por último, fueron escritos a partir del
momento de la fundación de la Academia. Si bien carecen de los méritos dramáticos y
literarios que caracterizaron a los diálogos precedentes, presentan en cambio una mayor
sutileza y madurez de juicio, ya que en ellos se expresa más el pensador decidido a
presentar la definitiva exposición de su pensamiento filosófico que el artista. En
el Parménides, Platón revisa la doctrina de las Ideas; en el Teeteto combate el escepticismo
de Protágoras acerca del conocimiento, al tiempo que exalta la vida contemplativa del
filósofo; en el Timeo expone el mito de la creación del mundo por obra del Demiurgo; en
el Filebo trata las relaciones entre el Bien y el placer, y en Las leyes intenta adaptar más a la
realidad su doctrina del Estado ideal, tomando como referencia las constituciones y
legislaciones de varias ciudades griegas.

Una característica del estilo platónico que revela una admirable conjunción entre
pensamiento y expresión es su empleo del mito para hacer más evidente el pensamiento
filosófico. Sin duda el más célebre de ellos es el mito de la caverna utilizado en La República;
pero también son conocidos el del juicio de ultratumba, que aparece en Gorgias, y el de
Epimeteo, en Protágoras.

LA FILOSOFÍA DE PLATÓN

El conjunto de la obra de Platón, cuya producción abarcó más de cincuenta años, ha


permitido formular un juicio bastante seguro sobre la evolución de su pensamiento. De las
obras de juventud consagradas a las investigaciones morales (siguiendo el método
socrático) o a la defensa de la memoria de Sócrates, pasó Platón a desarrollar sus ideas
filosóficas y políticas en los diálogos constructivos o sistemáticos, y luego a revisar y
completar sus propias teorías en las difíciles obras de su etapa final.

El contenido de estos escritos es una especulación metafísica, pero con evidente


orientación práctica. Dos son los temas permanentes que prevalecen sobre los demás. Por
un lado, el conocimiento, esto es, el estudio de la naturaleza del conocimiento y de las
condiciones que lo posibilitan. Y por otro, la moral, de fundamental importancia en la vida
práctica y en la realización de la aspiración humana a la felicidad en una doble vertiente
individual y colectiva, ética y política. Todo ello se resuelve en un verdadero sistema
filosófico de gran alcance ético basado en la teoría de las Ideas.

LA TEORÍA DE LAS IDEAS


La doctrina de las Ideas se fundamenta en la asunción de que más allá del mundo de los
objetos físicos existe lo que Platón llama el mundo inteligible (cósmos noetós). Tal mundo
es un reino espiritual constituido por una pluralidad de ideas, como la idea de Belleza o la
de Justicia. Las ideas son perfectas, eternas e inmutables; son también inmateriales, simples
e indivisibles.

El mundo de las Ideas posee un orden jerárquico; la idea que se encuentra en el nivel más
alto es la del Bien, que ilumina a todas las demás, comunicándoles su perfección y realidad.
Le siguen en esta jerarquía (aunque Platón vacila a veces en su descripción) las ideas de
Justicia, de Belleza, de Ser y de Uno. A continuación, las que expresan elementos polares,
como Idéntico-Diverso o Movimiento-Reposo; luego las ideas de los Números o
matemáticas, y finalmente las de los seres que integran el mundo material.

El mundo de las Ideas, aprehensible sólo por la mente, es eterno e inmutable. Cada idea
del mundo inteligible es el modelo de una categoría particular de cosas del mundo
sensible (cósmos aiszetós), es decir, del universo o mundo material en que vivimos,
constituido por una pluralidad de seres cuyas propiedades son opuestas a las de las Ideas:
son cambiantes, imperfectas, perecederas. En el mundo inteligible residen las ideas de
Piedra, Árbol, Color, Belleza o Justicia; y las cosas del mundo sensible son
sólo imitación (mímesis) o participación (mézexis) de tales ideas, es decir, copias
imperfectas de estas ideas perfectas.

El mito de la caverna
En su obra La República, Platón ilustró esta concepción con el célebre mito de la caverna.
Imaginemos, dice Platón, una serie de hombres que desde su nacimiento se hallan
encadenados en una cueva, y que desde pequeños nunca han visto nada más que las
sombras, proyectadas por un fuego en una pared, de las estatuas y de los distintos objetos
que llevan unos porteadores que pasan a sus espaldas. Para esos hombres encadenados,
las sombras (los seres del mundo sensible) son la única realidad; pero, si los liberásemos, se
darían cuenta de que lo que creían real eran meras sombras de las cosas verdaderas (las
Ideas del mundo inteligible).

Sólo el mundo inteligible es el verdadero ser, la verdadera realidad; el mundo sensible es


mera apariencia de ser. Dado que el mundo físico, que se percibe mediante los sentidos,
está sometido a continuo cambio y degeneración, el conocimiento derivado de él es
restringido e inconstante; es un mundo de apariencias que solamente puede engendrar
opinión (doxa) mejor o peor fundamentada, pero siempre carente de valor. El verdadero
conocimiento (epistéme) es el conocimiento de las Ideas. En este punto es patente la
influencia de su admirado Parménides.

En el Timeo, Platón explicó el origen del mundo sensible a través de la figura de un poderoso
hacedor, el Demiurgo, una divinidad superior que, feliz en la perenne contemplación de las
Ideas, quiso, por su misma bondad, difundir en lo posible el bien en la materia. El Demiurgo,
disponiendo del espacio vacío y partiendo de la materia caótica y eterna, modeló poliedros
regulares de los cuatros elementos (la tierra, el fuego, el aire y el agua, conforme a la
formulación de Empédocles), y, combinándolos, formó los distintos seres del mundo
sensible tomando las Ideas como modelos; tales seres, obviamente, no podían ser perfectos
por las mismas limitaciones de la naturaleza de la materia. Hay que subrayar que el
Demiurgo, partiendo de la materia, formó cosas materiales; el alma humana, que es
inmaterial, no es obra suya.

EL ALMA
Existe pues un mundo inteligible, el de las Ideas, que posibilita el conocimiento, y un mundo
sensible, el nuestro. Esa misma dualidad se da en el ser humano. El hombre es un
compuesto de dos realidades distintas unidas accidentalmente: el cuerpo mortal
(relacionado con el mundo sensible) y el alma inmortal (perteneciente al mundo de las
Ideas, que contempló antes de unirse al cuerpo). El cuerpo, formado con materia, es
imperfecto y mutable; es, en definitiva, igual de despreciable que todo lo material. De
hecho, la abismal diferencia entre el nulo valor del cuerpo y el altísimo del alma lleva a
Platón a afirmar (en el Alcibíades) que "el hombre es su alma".

Frente a la tosca materialidad del cuerpo, el alma es espiritual, simple e indivisible. Por ello
mismo es eterna e inmortal, ya que la destrucción o la muerte de algo consiste en la
separación de sus componentes. Las diversas funciones del alma confluyen en sus tres
aspectos: el alma racional (lógos) se sitúa en el cerebro y dota al hombre de sus facultades
intelectuales; del alma pasional o irascible (zimós), ubicada en el pecho, dependen las
pasiones y sentimientos; y de la concupiscible (epizimía), en el vientre, proceden los bajos
instintos y los deseos puramente animales.

Platón (óleo de José de Ribera, 1637)

Platón explicó el origen del alma mediante el mito del carro alado, que se encuentra en
el Fedro. Las almas residen desde la eternidad en un lugar celeste, donde son felices
contemplando las Ideas; marchan en procesión, cada una de ellas sobre un carro conducido
por un auriga y tirado por dos caballos alados, uno blanco y otro negro. En un momento
dado el caballo negro se desboca, el carro se sale del camino y el alma cae al mundo
sensible. Es decir, las almas se encarnaron en cuerpos del mundo sensible por una falta de
su aspecto concupiscible (el caballo negro; el blanco representa el pasional o irascible), que
la razón (el auriga) no pudo evitar.

El alma, pues, se halla encarnada en el cuerpo por una falta cometida; de ahí que el cuerpo
sea como la cárcel del alma. La unión de alma y cuerpo es accidental (el lugar natural del
alma es el mundo de las Ideas) e incómoda. El alma se ve obligada a regir el cuerpo como el
jinete al caballo, o como el piloto a la nave. Sin embargo, su aspiración es liberarse del
cuerpo, y para ello deberá aplicar sus esfuerzos a purificarse. Las almas que logren tal
purificación regresarán al mundo de las Ideas tras la muerte del cuerpo; las que no, irán a
la región infernal del Hades, donde, tras un período de tormentos (específicos para cada
alma según las faltas cometidas), se les permitirá elegir un nuevo cuerpo en el que
reencarnarse.

ÉTICA Y POLÍTICA
El hombre sólo puede conseguir la felicidad mediante un ejercicio continuado de la virtud
para perfeccionar y purificar el alma. "Purificarse -escribió en el Fedón- es separar al
máximo el alma del cuerpo." Dominando las pasiones que la atan al cuerpo y al mundo
sensible, el alma va desligándose de lo terrenal y acercándose al conocimiento racional,
hasta que, inflamada en el amor a las Ideas, logra su completa purificación. Este amor a las
Ideas es el sentido original del amor platónico, muy distinto del que le daría la tradición
literaria posterior y del que tiene la expresión en nuestros días.

Practicar la virtud significa, ante todo, practicar la virtud de la justicia (dikaiosíne),


compendio armónico de las tres virtudes particulares que corresponden a los tres
componentes del alma: la sabiduría (sofía) es la virtud propia de la razón;
la fortaleza (andreía) de la voluntad ha de modular el alma pasional o irascible hacia los
afectos nobles; y la templanza (sofrosíne) ha de imponerse sobre los apetitos del alma
concupiscible. El hombre sabio será, para Platón, aquel que consiga vincularse a las ideas a
través del conocimiento, acto intelectual (y no de los sentidos) por el cual el alma recuerda
el mundo de las Ideas del cual procede.

Sin embargo, la completa realización de este ideal humano sólo puede darse en la vida social
de la comunidad política, donde el Estado da armonía y consistencia a las virtudes
individuales. El Estado ideal de Platón sería una República formada por tres clases de
ciudadanos (el pueblo, los guerreros y los filósofos), cada una con su misión específica y sus
virtudes características, en correspondencia con los aspectos del alma humana: los filósofos
serían los llamados a gobernar la comunidad, por poseer la virtud de la sabiduría; los
guerreros velarían por el orden y la defensa, apoyándose en la virtud de la fortaleza; y el
pueblo trabajaría en actividades productivas, cultivando la templanza. De este forma la
virtud suprema, la justicia, podría llegar a caracterizar al conjunto de la sociedad.

Las dos clases superiores vivirían en un régimen comunitario donde todo (bienes, hijos y
mujeres) pertenecería al Estado, dejando para el pueblo llano instituciones como la familia
y la propiedad privada; al carecer de ellas las clases dirigentes, se evitaría su corrupción, ya
que no podrían ni necesitarían obtener riquezas, ni tendrían familiares a los que favorecer;
tal esquema (y otros aspectos de sus concepciones) fue revisado en Las leyes, obra de vejez
en la que desaparecen estas restricciones. El Estado se encargaría de la educación y de la
selección de los individuos (en función de su capacidad y sus virtudes) para destinarlos a
cada clase. La justicia se lograría colectivamente cuando cada individuo se integrase
plenamente en su papel, subordinando sus intereses a los del Estado.

Teorizó también sobre las distintas formas de gobierno, que según Platón se suceden en un
orden cíclico en el que cada sistema es peor que el anterior. La monarquía o
la aristocracia (gobierno de un solo hombre excepcionalmente dotado o de una minoría
sabia y virtuosa, que aspira solamente al bien común) es para el filósofo la mejor forma de
gobierno. De la monarquía se pasa a la timocracia cuando el estamento militar, en lugar de
proteger a la sociedad, usa la fuerza para obtener el poder. En la oligarquía, una minoría de
ricos gobierna a un pueblo empobrecido. El descontento lleva a la democracia o gobierno
del pueblo, de la que tiene Platón un pésimo concepto: se elige como gobernantes a los
más ineptos y reina la anarquía. Finalmente, la tiranía, encabezada por un demagogo que
suprime toda libertad, restaura el orden; es la peor de las formas de gobierno.
Platón intentó plasmar en la práctica sus ideas filosóficas, aceptando acompañar a su
discípulo Dión como preceptor y asesor del joven rey Dionisio II de Siracusa, hijo de aquel
Dionisio I el Viejo al que ya había aconsejado en vano antes de fundar la Academia; con el
hijo, el choque entre el pensamiento idealista del filósofo y la cruda realidad de la política
hizo fracasar de nuevo el experimento por dos veces (367 y 361 a. C.).

SU INFLUENCIA

Sin embargo, las ideas de Platón siguieron influyendo (por sí mismas o a través de su
discípulo Aristóteles) sobre toda la historia posterior del mundo occidental: su concepción
dualista del mundo y del ser humano (materia-espíritu, cuerpo-alma), la superioridad del
conocimiento racional sobre el sensible o la división de la sociedad en tres órdenes
funcionales serían ideas recurrentes del pensamiento europeo durante siglos.

Al final de la Antigüedad, el platonismo se enriqueció con la obra de Plotino y la escuela


neoplatónica (siglo III d. C.). El cristianismo, empezando por Agustín de Hipona (siglo IV),
encontró en Platón muchos puntos afines (el desprecio del mundo terrenal, la primacía del
alma) en que sustentar sus concepciones religiosas, y la teología cristiana fue básicamente
agustiniana hasta que una profunda reelaboración de Santo Tomás de Aquino (siglo XIII)
incorporó el pensamiento aristotélico. En los siglos XV y XVI, la admiración hacia la filosofía
antigua que caracterizó al Renacimiento europeo llevó a un último resurgir del platonismo.

44. ARISTÓTELES

La filosofía occidental se asienta en la obra de los tres grandes filósofos griegos de la


Antigüedad: Sócrates, Platón y Aristóteles. Pese a la singular relación que los unió (Sócrates
fue maestro de Platón, quien lo fue a su vez de Aristóteles), la orientación de su
pensamiento tomó distintos caminos, y correspondería a Aristóteles culminar los esfuerzos
de sus maestros y ejercer la influencia más perdurable, no sólo en el terreno de la filosofía
y la teología, sino prácticamente en todas las disciplinas científicas y humanísticas. De
hecho, por el rigor de su metodología y por la amplitud de los campos que abarcó y
sistematizó, Aristóteles puede ser considerado el primer investigador científico en el
sentido moderno de la palabra.
Aristóteles

Algunos ejemplos pueden dar idea de hasta qué punto Aristóteles estableció las bases que
configurarían el pensamiento europeo: las teologías cristiana y musulmana del Medioevo
asumieron su metafísica; la física y la astronomía aristotélicas se mantuvieron vigentes
hasta el siglo XVII; sus estudios zoológicos, hasta el XIX; la lógica, hasta el siglo XX; sus
apenas cincuenta páginas sobre estética se siguen debatiendo en nuestros días.

Su incuestionada autoridad, reforzada desde la Baja Edad Media por el aristotelismo


eclesiástico, llegó incluso a frenar el desarrollo de la ciencia. De tomarse este hecho como
una acusación, habría que dirigirla no al filósofo sino a sus dogmáticos seguidores; pero más
razonable es tomarlo como ilustración de la sobrehumana magnitud de su impronta y del
abismal adelanto que representó su obra.

EN LA ACADEMIA DE PLATÓN

Aristóteles nació en el año 384 a.C. en Estagira, una pequeña localidad macedonia cercana
al monte Athos; de su población natal procede una designación habitual para referirse al
filósofo: el Estagirita. Su padre, Nicómaco, era médico de la corte de Amintas III, padre de
Filipo II de Macedonia y, por tanto, abuelo de Alejandro Magno. Nicómaco pertenecía a la
familia de los Asclepíades, que se reclamaba descendiente del dios fundador de la medicina
y cuyo saber se transmitía de generación en generación. Ello invita a pensar que Aristóteles
fue iniciado de niño en los secretos de la medicina, y que de ahí le vino su afición a la
investigación experimental y a la ciencia positiva. Huérfano de padre y madre en plena
adolescencia, fue adoptado por Proxeno, al cual podría mostrar años después su gratitud
adoptando a un hijo suyo llamado Nicanor.

En el año 367, es decir, cuando contaba diecisiete años de edad, fue enviado a Atenas para
estudiar en la Academia de Platón. No se sabe qué clase de relación personal se estableció
entre ambos filósofos, pero, a juzgar por las escasas referencias que hacen el uno del otro
en sus escritos, no cabe hablar de una amistad imperecedera. Lo cual, por otra parte, resulta
lógico si se tiene en cuenta que la filosofía de Aristóteles iba a fundarse en una profunda
crítica al sistema filosófico platónico.

Platón y Aristóteles en La escuela de Atenas (1511), de Rafael

Ambos partían de Sócrates y de su concepto de eidos, pero las dificultades de Platón para
insertar en el mundo real su mundo eidético, el mundo de las Ideas, obligaron a Aristóteles
a ir perfilando términos como «sustancia», «materia» y «forma», que le alejarían
definitivamente de la Academia. En cambio es absolutamente falsa la leyenda según la cual
Aristóteles se marchó de Atenas despechado porque Platón, a su muerte, designase a su
sobrino Espeusipo para hacerse cargo de la Academia: por su condición de macedonio,
Aristóteles no era legalmente elegible para ese puesto.

PRECEPTOR DE ALEJANDRO MAGNO

A la muerte de Platón, acaecida en el 348, Aristóteles contaba treinta y seis años de edad,
había pasado veinte de ellos simultaneando la enseñanza con el estudio y se encontraba en
Atenas, como suele decirse, sin oficio ni beneficio. Así que no debió de pensárselo mucho
cuando supo que Hermias de Atarneo, un soldado de fortuna griego (por más detalles,
eunuco) que se habla apoderado del sector noroeste de Asia Menor, estaba reuniendo en
la ciudad de Axos a cuantos discípulos de la Academia quisieran colaborar con él en la
helenización de sus dominios. Aristóteles se instaló en Axos en compañía de Jenócrates de
Calcedonia, un colega académico, y de Teofrasto, discípulo y futuro heredero del legado
aristotélico.

El Estagirita pasaría allí tres años apacibles y fructíferos, dedicándose a la enseñanza, a la


escritura (gran parte de su Política la redactó allí) y a la vida doméstica. Primero se casó con
una sobrina de Hermias llamada Pitias, con la que tuvo una hija. Pitias debió de morir muy
poco después y Aristóteles se unió a otra estagirita, de nombre Erpilis, que le dio un hijo,
Nicómaco, al que dedicaría su Ética. Dado que el propio Aristóteles dejó escrito que el varón
debe casarse a los treinta y siete años y la mujer a los dieciocho, resulta fácil deducir qué
edades debían de tener una y otra cuando se unió a ellas.

Alejandro Magno y Aristóteles

Tras el asesinato de Hermias, en el 345, Aristóteles se instaló en Mitilene (isla de Lesbos),


dedicándose, en compañía de Teofrasto, al estudio de la biología. Dos años más tarde, en
el 343, fue contratado por Filipo II de Macedonia para que se hiciese cargo de la educación
de su hijo Alejandro, a la sazón de trece años de edad. Tampoco se sabe mucho de la
relación entre ambos, ya que las leyendas y las falsificaciones han borrado todo rastro de
verdad. De ser cierto el carácter que sus contemporáneos atribuyen a Alejandro (al que
tachan unánimemente de arrogante, bebedor, cruel, vengativo e ignorante), no se advierte
rasgo alguno de la influencia que Aristóteles pudo ejercer sobre él. Como tampoco se
advierte la influencia de Alejandro Magno sobre su maestro en el terreno político: años
después, mientras Aristóteles seguía predicando la superioridad de la ciudad-estado, su
presunto discípulo establecía las bases de un imperio universal sin el que, al decir de los
historiadores, la civilización helénica hubiera sucumbido mucho antes.

EL LICEO DE ATENAS
Poco después de la muerte de Filipo (336 a.C.), Alejandro hizo ejecutar a un sobrino de
Aristóteles, Calístenes de Olinto, a quien acusaba de traidor. Conociendo el carácter
vengativo de su discípulo, Aristóteles se refugió un año en sus propiedades de Estagira,
trasladándose en el 334 a Atenas para fundar, siempre en compañía de Teofrasto, el Liceo,
una institución pedagógica que durante años habría de competir con la Academia platónica,
dirigida en ese momento por su viejo camarada Jenócrates de Calcedonia.
Los once años que median entre su regreso a Atenas y la muerte de Alejandro, en el 323,
fueron aprovechados por Aristóteles para llevar a cabo una profunda revisión de una obra
que, al decir de Hegel, constituye el fundamento de todas las ciencias. Para decirlo de la
forma más sucinta posible, Aristóteles fue un prodigioso sintetizador del saber, tan atento
a las generalizaciones que constituyen la ciencia como a las diferencias que no sólo
distinguen a los individuos entre sí, sino que impiden la reducción de los grandes géneros
de fenómenos y las ciencias que los estudian. Los seres, afirma Aristóteles, pueden ser
móviles e inmóviles, y al mismo tiempo separados (de la materia) o no separados. La ciencia
que estudia los seres móviles y no separados es la física; la de los seres inmóviles y no
separados es la matemática, y la de los seres inmóviles y separados, la teología.

Aristóteles (óleo de José de Ribera, 1637)

La amplitud y la profundidad de su pensamiento son tales que fue preciso esperar dos mil
años para que surgiese alguien de talla parecida. Después de que, en el siglo XIII, Santo
Tomás de Aquino integrase sus doctrinas en la teología cristiana, la autoridad del Estagirita
llegó a quedar tan establecida e incuestionada como la que ejercía la Iglesia, y tanto en la
ciencia como en la filosofía todo intento de avance intelectual tendría que empezar con un
ataque a cualquiera de los principios filosóficos aristotélicos. Sin embargo, el camino
seguido por el pensamiento de Aristóteles hasta alcanzar su posterior preeminencia es tan
asombroso que, aun descontando lo que la leyenda haya podido añadir, parece un
argumento de novela de aventuras.

LA AVENTURA DE LOS MANUSCRITOS

Con la muerte de Alejandro en el 323, se extendió en Atenas una oleada de nacionalismo


(antimacedonio) desencadenado por Demóstenes, hecho que le supuso a Aristóteles
enfrentarse a una acusación de impiedad. No estando en su ánimo repetir la aventura de
Sócrates, Aristóteles se exilió a la isla de Chalcis, donde murió en el 322. Según la tradición,
Aristóteles cedió sus obras a Teofrasto, el cual las cedió a su vez a Neleo, quien las envió a
casa de sus padres en Esquepsis sólidamente embaladas en cajas y con la orden de que las
escondiesen en una cueva para evitar que fuesen requisadas con destino a la biblioteca de
Pérgamo.

Muchos años después, los herederos de Neleo las vendieron a Apelicón de Teos, un filósofo
que se las llevó consigo a Atenas. En el 86 a.C., en plena ocupación romana, Lucio Cornelio
Sila se enteró de la existencia de esas cajas y las requisó para enviarlas a Roma, donde
fueron compradas por Tiranión el Gramático. De mano en mano, las obras fueron sufriendo
sucesivos deterioros hasta que, en el año 60 a.C., fueron adquiridas por Andrónico de
Rodas, el último responsable del Liceo, quien procedió a su edición definitiva.

A Andrónico se debe, por ejemplo, la introducción del término «metafísica». En su


ordenación de la obra aristotélica, Andrónico situó, a continuación de los libros sobre la
física, una serie de tratados que agrupó bajo el título de Metafísica, rótulo anodino que
significaba literalmente "después de la física" y que pasaría posteriormente a designar esta
rama fundamental de la filosofía. Aristóteles nunca empleó ese término; los tratados así
titulados versaban sobre lo que el Estagirita llamaba «filosofía primera».

Con la caída del Imperio romano, las obras de Aristóteles, como las del resto de la cultura
grecorromana, desaparecieron hasta que, bien entrado el siglo XII, fueron recuperadas por
el árabe Averroes, quien las conoció a través de las versiones sirias, árabes y judías. Del total
de 170 obras que los catálogos antiguos recogían, sólo se han salvado 30, que vienen a
ocupar unas dos mil páginas impresas. La mayoría de ellas proceden de los llamados escritos
«acroamáticos», concebidos para ser utilizados como tratados en el Liceo y no para ser
publicados. En cambio, se ha perdido la mayor parte de las obras publicadas en vida del
propio Aristóteles, escritas (a menudo en forma diálogos) para el público general.

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