Los Signos de Los Tiempos-En El Evangelio de Marcos
Los Signos de Los Tiempos-En El Evangelio de Marcos
Los Signos de Los Tiempos-En El Evangelio de Marcos
César Carbullanca
Facultad de Ciencias Religiosas y Filosóficas
Universidad Católica del Maule
1. INTRODUCCIÓN
Con justa razón se ha hablado del giro copernicano que realizó el Concilio Vati-
cano II al introducir la categoría de signos de los tiempos en la Constitución pastoral
Gaudium et Spes 4. 11 (ver Mt 16, 3). Mediante este término el Concilio ha querido
recuperar la historia humana como mediación o lugar de la comunicación de Dios. El
concepto de “lugar teológico” está colocado en relación a la doctrina tradicional de las
fuentes, con lo cual desde una perspectiva bíblica, recupera la triada: historia-comuni-
dad-texto. El Concilio ha querido reaccionar ante una doctrina de la revelación consi-
derada como “depósito de verdades” para comprender que esta comunicación se realiza
por medio de “hechos y palabras”. Del mismo modo ha querido reaccionar a la idea de
que el rol de la historia es solo ser un punto de llegada de la acción de Dios. Este giro
hacia la historia además es paralelo con una recuperación de la Palabra de Dios como
referente y mediación en la experiencia cristiana. Esto no es nuevo, tanto en el AT como
en el NT podemos constatar que Escritura e historia son término vinculantes, hasta el
punto que para los autores bíblicos una teología de la Palabra es una teología de la his-
toria. La comprensión de lo acontecido en la historia va de la mano no solo con lo que
ha sido dicho sino aún más con lo que ha quedado escrito. Por consiguiente pareciera
que es correcto sostener que una buena comprensión de la historia es concomitante con
otra similar acerca de lo que se entiende por Palabra de Dios. El itinerario de nuestra
reflexión está marcado por esta cuestión.
Algunas indicaciones acerca del carácter que tiene este artículo. En primer lugar
este tiene un carácter introductorio, a esto se debe el título de ‘apuntes’, además por
su mismo género aspira a ser solamente un esbozo de un planteamiento teológico más
acabado acerca de los signos de los tiempos. En segundo lugar, tiene presente y dialoga
con los últimos documentos del Magisterio latinoamericano (1). En tercer lugar, carac-
terizamos su género literario como reflexiones fundamentales acerca de problemas ac-
(1) Cf. CELAM, APARECIDA. DOCUMENTO CONCLUSIVO. Salesianos impresores S.A., Santiago de
Chile, 2007. Aparecida le dedica al tema los nº 33, 99g y 366.
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(2) Cf. K. WEIDEL, Studien uber Einfluß des Weissagungsbeweisses auf die evangelische Geschichte, Frie-
brich Andreas Berthes, Aktiengesellschfat, Gotha, 1910; R, Bultmann, Die Geschichte der Synoptischen
Tradition, Vandenhoeck & Ruprecht, Göttingen, 41958. Edición en español, R. BULTMANN, Historia
de la tradición sinóptica, Sígueme, Salamanca, 2000, 340-341; M. DIBELIUS, Zur Formgeschichte der
Evangelien, 48, en F. HAHN (ed.), Zur Formgeschichte der Evangelien, Wissenschaftliche Buchgesells-
chaft, Darmstadt, 1985; M. DIBELIUS, Evangelienkritik und Christologie, 86, en F. HAHN (ed.), Zur
Formgeschichte der Evangelien, Wissenschaftliche Buchgesellschaft, Darmstadt, 1985; G. BERTRAM,
Die Leidensgeschichte Jesu und der Christuskult, 277, en F. HAHN (ed.), Zur Formgeschichte des Evan-
geliums, Wissenschaftliche Buchgesellschaft, Darmstadt, 1985; K. H. SCHELKLE, Die Passion Jesu in
der Verkundigung des Neuen Testaments. Ein Beitrag zur Formgeschichte und zur Theologie des Neuen
Testaments, F. H. Kerle Verlag, Heidenberg, 1949, 109-112; H. W. BARTSCH, Die Bedeutung des Ster-
bens Jesu nach den Synoptikern: ThZ 20 (1964), 90-91.
(3) M. DIBELIUS, Evangelienkritik und Christologie, 60.
LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS: APUNTES SOBRE EL SENTIDO TEOLÓGICO… 651
cuentra confirmada en los actuales comentarios por J. Gnilka quien sostiene “el texto
primigenio de la pasión habría sido una historia interpretada teológicamente y estaba
destinado para ser usado en la asamblea comunitaria” (4).
Para Dibelius sin duda, algunos lugares del relato de la pasión han sido producidos
desde el AT “Los lugares de la Biblia han producido la historia” (5). El texto del evange-
lio señala claramente que todos huyeron, por lo tanto es evidente que muchos testigos,
“objetivos” no existieron de los hechos de la pasión, en Getsemani, los discípulos se duer-
men; en el arresto de Jesús huyen; en el interrogatorio ante el Sanedrín, en la flagelación
está solo; en la comparecencia ante Pilatos ocurre algo similar; en la crucifixión se men-
ciona explícitamente por lo menos en los sinópticos que los discípulos están “lejos”.
La primera edición de su texto Formsgeschichte, Dibelius señaló que “donde falla-
ron los recuerdos de los testigos oculares, el AT debió ayudar al más antiguo evangelio
de la pasión” (6), no obstante, Dibelius valora el rol que cumplen los testigos oculares,
y sostiene que este relato es más que un informe protocolar; según su opinión la historia
de la pasión fue narrada como un testimonio con ayuda del Antiguo Testamento, como
cumplimiento de las profecías (7). En la segunda edición esta postura se acentuó: “se
leyó las secciones de la pasión del Antiguo Testamento como fuente decisiva para la
historia de la pasión” (8), así también lo indica Schreiber “la primitiva comunidad de
Jerusalén leyó el Antiguo Testamento como un informe de la pasión a la luz de la fe pas-
cual y en el recuerdo de la pasión y muerte de Jesús” (9). M. Dibelius indica en Evange-
lienkritik und Christologie que “los diferentes sucesos del Gólgota son dados a conocer
en palabras del Antiguo Testamento... pero ellos serán informados como eventos, en los
cuales se ha cumplido el Antiguo Testamento” (10). Como está dicho, para Dibelius sin
duda algunos lugares del relato de la pasión han sido producidos desde el AT, no obs-
tante, en otros pareciera que esta función de la Escritura es afirmada como un postulado
(11). En efecto nos ha dado la impresión de que la postura de Dibelius es ambigua, él
califica su opinión como “probable”, pues está referido a un hipotético relato premarca-
no de la pasión: “...pero se contó todo esto –no importa si se sabía, se dedujo o se inven-
tó– simplemente porque se ha reconocido en él la voluntad de Dios, como fue revelado
en las Escrituras” (12). Y se quiso recurrir al testimonio de la Escritura, aún antes de que
se pudiera ofrecer realmente” (13). A partir de esto se encontraron determinados textos
del AT -Sal 22, 31, 69, Is 53- y desde allí se ha narrado la pasión de Jesús. De ahí que
estos motivos veterotestamentarios llegan al texto de Marcos de modo natural, confundi-
dos en el texto de la pasión, sin cita expresa, en forma de narración (14).
(4) J. GNILKA, Teología del Nuevo Testamento, Trotta, Madrid, 1998, 153.
(5) M. DIBELIUS, Die Formgeschichte.,188; id, Evangelienkritik und Christologie, 101.
(6) Tomado de J. SCHREIBER, Die Markuspassion. Wege zur Erforschung der Leidensgeschichte Jesu, Fur-
che Verlag, Hamburg, 1969, 33; M. DIBELIUS, Die Formgeschichte, 189.
(7) Cf. M. DIBELIUS, Evangelienkritik und Christologie, 101.
(8) M. DIBELIUS, Die Formgeschichte, 188.
(9) J. SCHREIBER, Die Markuspassion, 35.
(10) M. DIBELIUS, Evangelienkritik und Christologie , 60.
(11) Cf. M. DIBELIUS, Die Formgeschichte,188.
(12) ibídem.
(13) M. DIBELIUS, Die Formgeschichte, 185.
(14) Ibídem.
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(15) Cf. R. BULTMANN, Die Geschichte, 303; G. SCHILLE, Das Leiden des Herrn. Die evangelische Pas-
sionstradition und ihr ‚Sitz im Leben’: ZThK 52 (1955), 161-205.
(16) Cf. R. BULTMANN, Die Geschichte, 304.
(17) G. BERTRAM, Die Leidensgeschichte Jesu und der Christuskult, 277. Dice „Nicht mehr die Evangelis-
ten, sondern die ‚Gemeindetheologie’ wurde für die Gestaltung der evangelischen Geschichten verant-
wortlich gemacht. Und als ein wesentlicher Inhalt dieser Gemeindetheologie gilt der alttestamentliche
Weissagungsbeweis, überhaupt der ganze Komplex der damit zusamengehörigen Vorstellungen.“
(18) Cf. G. BERTRAM, Die Leidensgeschichte Jesu, 278.
(19) G. BERTRAM, Die Leidensgeschichte Jesu, 286.
(20) R. BULTMANN, Weissagung und Erfüllung, 167, en Cl. WESTERMANN (ed.), Probleme alttestament-
licher Hermeneutik, Kaiser Verlag, 1968.
(21) Cf. G. SCHILLE, Das Leiden des Herrn: ZThK 52(1955), 163.
LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS: APUNTES SOBRE EL SENTIDO TEOLÓGICO… 653
La cita utilizada por el Concilio para hablar de “los signos de los tiempos” (Mt 16,
3), tiene su origen en la apocalíptica judía. Por consiguiente queremos desarrollar en
los siguientes apartados este concepto en relación a la comprensión de la historia y de
la Escritura que circula en estos movimientos. En primer paso analizaremos la relación
entre dei/ y la gegra,ptai, en diversos textos pertenecientes al ámbito apocalíptico judío
según el texto de la Septuaginta (ver Dn 2, 28.29ab.45), posteriormente reflexionaremos
en algunos textos apocalípticos ligados a corrientes enóquicas y particularmente de
Qumrán, luego nos detendremos en algunos textos apócrifos judíos como el Testamento
de los Doce Patriarcas y en la Ascensión de Isaías.
(22) A. SUHL, Die Funktion der alttestamentlichen Zitate und Anspielungen im Markusevangelium, Güters-
loher Verlagshaus, Gerd Mohr, Güterloh, 1965, 44.
(23) A. SUHL, Funktion, 44-45.
(24) A. SUHL, Funktion, 64; W. GRUNDMANN, dei/,793-804, en Theologische Wörterbuch zum Neue Tes-
tament II. (TWNT) El autor diferencia en el uso del término, tres aspectos: expresa una obligatoriedad
ético-religiosa; una fe en el destino que se presenta como una necesidad dispuesta por Dios y una nece-
sidad cósmica. Cf. W. POPKES, dei/, 840-843, en H. BALZ; G. SCHNEIDER, Diccionario exegético del
Nuevo Testamento I-II, Sígueme, Salamanca, 22001. (DENT).
(25) Remito a mi tesis, Análisis del Género pesher en el evangelio de Marcos. Formas y motivos. Anales de la
Facultad de Teología. Vol LVIII, Santiago de Chile, 2007,52-61.
654 CÉSAR CARBULLANCA
Uno de los aspectos que caracteriza el período del judaísmo tardío, es el surgi-
miento de una reflexión acerca de la historia, fundada en corrientes de corte apocalíp-
tico. Cada una de ellas refleja distintos acentos y particulares puntos de vista acerca de
aspectos doctrinales y de formas de expresión, que conforman núcleos o corrientes es-
pecíficas. Por lo cual sería un error hablar de apocalíptica, como si solo se hubiese dado
un único tronco durante el período de este fenómeno tan extenso y variado.
Algunas indicaciones preliminares acerca de la traducción de la expresión dei/ en
la Septuaginta (S). El primer texto que utiliza la expresión dei/ poiei/n es Lv 4, 2; 5, 7,
el término traduce el imperfecto niphal la S lo traduce como dei/; en 2Re 14, 13.
14 y en Prov 22, 29 como imperfecto hitpael; en Is 30, 29 como imperfecto qal; en Est
1, 15 traduce el infinitivo + antepuesta (26); en el texto de Is 50, 4 es confuso, quizás
el redactor, intento traducir como eventualidad; el logion muestra una lectura dis-
tinta tanto en la S como en Targum Jonathan TjonIs 50, 4. La S en vez de coloca
evn kairw|/ h ni,ka, es decir, que posiblemente leyó , y tradujo “en el tiempo fijado”.
Estas indicaciones preliminares muestran que la S utiliza diversas formas verbales y
giros para expresar el sentido que tienen los pasajes referidos a la expresión que estu-
diaremos.
Como se puede apreciar, en términos generales no traduce un término específico
(27), sino que envuelve un sentido futuro relacionando la acción al ámbito ético. A di-
ferencia de los anteriores textos, en S Dn 2, 28. 29 a. B, se expresan otros aspectos. No
hay texto de la Escritura, la fórmula está en relación al sueño y a la interpretación que
de él hace Daniel. Este, del mismo modo que el Maestro de Justicia, revela la verdade-
ra interpretación del misterio (28). La fórmula “es necesario que suceda” (dei/
gar gene,sqai) está relacionada con el carácter divino de la interpretación; de acuerdo
a esta visión, la historia es comprendida avanzando hacia una plenitud escatológica, en
conformidad al plan divino revelado al Rey y luego al vidente. Según Popkes “en ellos
dei/ interpreta lo que está escrito, y sirve para consolar al justo que sufre” (29). Por otra
parte en Dn 2, 28. 29, se relaciona la fórmula con los hechos que acontecerán en “los
últimos días” (30).
(26) Cf. E. TIEDTKE/H. G. LINK, dei/,en ThBNT II/1, 978. Dice “auf diese Weise werden urspr. Finale oder
futurische Aussagen leicht deterministische uminterpretiert“; H. LIDELL & R. SCOTT, Greek-English
Lexicon, Clarendon Press, Oxford, 91996, 372.
(27) Cf. W. POPKES, dei/, 840-843, en DENT I; K. H. SCHELKLE, Die Passion Jesu, 109-112. Señala que
“Lo que ocurre bajo el ‘debe’ es ley de Dios, de ningún modo una necesidad natural”.
(28) Cf. O. BETZ, Offenbarung und Schriftforschung in der Qumransekte, J.C.B. Mohr, Tübingen,1960, 86;
J. J. COLLINS Daniel. With an Introduction to Apocalyptic Literature, William B. Eerdmans Publishing
Company, Grand Rapids, Michigan, 1984, 10. Toma el término midrás de A. Wright, para quien el midrás
“es una obra interesada en hacer un texto de la Escritura comprensible, útil y relevante para sus lectores.
El texto de la Escritura es el punto de partida y es gracias al texto que existe el midrás”, sin embargo,
más adelante en p. 10. 42 muestra reparos para aplicar esta nomenclatura a textos apocalípticos, como en
4Esd 12, 11. Respecto a Dn 1-6 señala “the category midrás should be eliminated from the discussion of
these chapters...the influence of biblical motifs and terminology is a considerable factor in the tales, but it
does not determine their genre.”
(29) W. POPKES, dei/, 841, en DENT I.
(30) N. A. DAHL, Eschatologie und Geschichte im Lichte der Qumrantexte, 3-18, en E. DINKLER (ed.), Zeit
LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS: APUNTES SOBRE EL SENTIDO TEOLÓGICO… 655
El sueño y la visión / to. evnu,pnion kai. to. o[rama están en relación con lo
que acontecerá en la historia, estrictamente hablando, según S se refiere a la etapa final
de la historia (31). La interpretación h` su,gkrisij está dirigida al tiempo escatológico,
y Daniel es fiel porque transmite lo que sucederá en el futuro escatológico, es decir,
Daniel no está realizando una interpretación más, ni una actualización al modo de los
escribas o magos, sino que él está revelando lo que ocurrirá sin lugar a dudas en un fu-
turo próximo, en otras palabras, él realiza un pesher que vaticina, la voluntad de Dios
acerca del reino de Nabucodonosor y el Reino de Dios (32).
El sueño en la antigüedad posee una función de mediación y revelación, ya que
través de estos, Dios comunica lo que ha sido determinado. El texto de S reiteradamen-
te sostiene que Dios ha revelado “un decreto” pro,stagma, este aspecto jurídico aparece
constantemente en relación al tema de la prognosis de Dios sobre la historia humana.
Dios ha dictado –es decir a fijado mediante la escritura–, el fin del reino de Nabucodo-
nosor y anuncia que surgirá un reino que no tendrá fin. Por cuatro veces, S Daniel (2,
28. 29a. 29b. 45) repite la fórmula estereotipada de los S, que luego aparecerá en Mar-
cos (33) y en el Apocalipsis de Juan: “es necesario que suceda” a[ dei/ gene,sqai (ver Mt
21, 54; Mc 9, 11-13; 13, 7; 14, 31; Ap 1, 1; 4, 1; 22, 6). Así como en Daniel, también
en el Apocalipsis, no es la Escritura sino la visión o el relato simbólico lo que el ángel
o Jesús mismo revelan e interpreta lo que es necesario que acontezca, la referencia es
al tiempo escatológico, sin relación mesiánica aparente. El texto del sueño revela lo que
ha sido decretado, el carácter escrito queda indicado en estos textos porque el sueño
transmite otro texto o decreto que ha salido desde el tribunal de Dios.
und Geschichte. Dankesgabe and Rudolf Bultmann zum 80 Geburtstag, J.C.B.Mohr, Tübingen, 1964.
A partir de la interpretación escatológica de los textos de Qumrán el autor analiza la relación entre los
eventos históricos, la enseñanza escatológica y la nueva interpretación formada: “Geschehnisse und Per-
sonen sind im Licht eschatologischer Weissagungen verstanden, und überlieferte Texte und Vorstellungen
sind von den Ereignissen aus neu zurechtgelegt worden. Dabei sind Interpretation und Neuinterpretation
nicht nur etwas nachträglich Hinzugekommenes; schon bei den Ereignissen müssen eschatologische
Deutungen un Neudeutungen als gestaltende Faktoren mitgewirk haben”. J. CARMIGNAC, La notion
d´eschatologie, 19-22. Cita los textos de Dn 2, 28; 8, 19. 23; 1, 4 (7); K. H. SCHELKLE, Die Passion
Jesu, 110.
(31) Cf. W. GRUNDMANN, dei/, en TWNT II, 801.
(32) Cf. F. DEXINGER, Das Buch Daniel und seine Probleme, Katholisches Bibelwerk, Stuttgart, 1969, 49-
52; J. J. COLLINS, Daniel, 50.
(33) Cf. J. ROLOFF, Anfänge der soteriologischen Deutung des Todes Jesu (Mk X. 45 und Lk XXII. 27): NTS
XX (1974), 38-64; id, Die Deutung des Todes Jesu: NTS 19 (1972/73), 41. Nota a pie de página 2; F.
HAHN, Christologische Hoheitstitel, Vandehoeck, & Ruprecht, Tübingen, 51995, 50-51.
656 CÉSAR CARBULLANCA
(34) Cf. G. SCHRENK, gra,fw, 606-680, en GLNT IX, Paideia, Brescia, 1974; P. SACCHI, The Theology of
Early Enochism and Apocalyptic: Henoch VIII (1986), 81.
(35) Cf. Ez 12, 10; Mal 3, 16; Dn 5, 7. 8. 15. 24.; 12, 4; TLevi V, 4; TAs II, 10; VII, 5; Enoch 53, 2; 81, 2; 93,
2; 106, 19; 107, 1; 108, 7; Jub 1, 29; CD-B col. XX, 18; 1QM col. XV, 5; 4Q177 col. III, 14; 4Q180 fr.1,
3; 4Q418 fr. 54, 12).
(36) Cf. F. J. F. JACKSON; K. LAKE, Apokalyptische Denken und Schrifttum, 195, im K. KOCH UND J. M.
SCHMIDT (eds.), Apokalyptik, Wissenschaftliche Buchgesellschaft, Darmstadt, 1982.
(37) Cf. D. S. RUSSELL, The Method and Message of Jewish Apocalyptic, T&T, London, 1964, 230-234; G.
BOCACCINI, E Daniele un testo apocalittico ?: Henoch IX (1987), 288.
(38) Cf. G. BOCACCINI, È Daniele un testo apocalittico?, 288. El autor subraya el elemento común entre
Daniel y Libro de los sueños: “elemento comune ad ogni rivelazione è la sua incomprensibilità: essa in
sostanza resta multa, se Dio non svela anche il suo senso nascosto”. Para G. Bocaccini este paso hacia la
“incomprensibilidad” significa un nuevo modelo cognoscitivo.
LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS: APUNTES SOBRE EL SENTIDO TEOLÓGICO… 657
(39) Cf. H. W. KUHN, Enderwartung und gegenwärtiges Heil. Untersuchungen zu den Gemeindeliedern von
Qumran, Vanderhoeck & Ruprecht, Göttingen, 1966, 147-175.
(40) Cf. F. NÖTSCHER, Schicksalsglaube in Qumran und Umwelt: BZ 3 (1959), 217-234.
(41) En Séfer Elihau, se lee otras expresiones similares: “y entonces me dijo Miguel: en el tiempo futuro,
acontecerá ( ) en los últimos días, en los días del rey el que está destinado para llamarse
‘hermalat’.”
658 CÉSAR CARBULLANCA
En el capítulo VII, 1 dei/ está en relación a los dos sueños que acaba de contar
Neptalí; en el primero, el sueño del sol y la luna, Leví toma el sol y Judá la luna, señala
que “ambos fueron elevados con ellos” (V, 3); en el segundo, Jacob está en una barca
con sus hijos, José huye, Leví y Judá permanecen; Leví hace oración al Señor para que
los salve apaciguando la tormenta. A continuación Dios le revela a Neftali que “es ne-
cesario que se cumpla el tiempo de cada uno de estos sueños”, en TNeftalí VII, 1 dei/
tau/ta plhrwqh/nai kata. kairo.n auvtw/n y en VIII, 1 se indica que está referido a los
“últimos tiempos”, en ese tiempo “todo ocurrirá (genh,setai) en Israel”. Asimismo en
TBenjamín IV, 8 apreciamos que el sentido de mediación que posee el dei/ apocalíptico,
es necesario que se cumpla un signo para que llegue la plenitud.
En el relato de la AscIs 1, 11; 2, 33 llamado también martirio de Isaías, encon-
tramos algunos elementos relacionados con nuestra investigación (45). El Martirio de
Isaías está situado en el año veinticinco del reinado de Ezequías. El relato continúa
explicando que las palabras de Isaías han sido escuchadas en el séptimo cielo. El rey
desea que Isaías imponga las manos y bendiga a su hijo Manasés. Isaías se niega afir-
mando “no puedo bendecir a Manasés, porque me castigará (me,llonta me timwrei/n) con
grandes y crueles tormentos”. Al saber esto, el rey llora amargamente y añade Isaías
“de nada te servirá llorar y lamentarte” porque es necesario (dei/ gar plhrw/qh,nai) que
se cumpla la voluntad de Satanás en tu hijo”, ante esto el rey quiere matar a Manasés,
su hijo, pero Isaías señala lo vano de su intento: “me es necesario (dei/ ga,r me) salir de
esta vida atormentado por mano de tu hijo Manasés”. De manera similar a como la en-
contramos en 1 Cor 15, 25-27, apreciamos que la relación entre gene,sqai y plhrw/qh,nai
está relacionada a un comprensión entre la Escritura e historia. En AscIs 1, 11 Satanás
también cumple el plan predeterminado por Dios (plhrw/qh,nai), así llena la medida del
pecado de Manasés, y anuncia la cautividad de Israel a Babilonia.
En AscIs II comienza el relato llamado de la Ascensión de Isaías (46). El rey Eze-
quías hace venir al profeta, el cual al sentarse sobre el lecho del rey cae en éxtasis. Des-
pués de estar durante tres días y tres noches en éxtasis, el profeta da a conocer lo que
vio en el séptimo cielo, en donde se ve “el misterio de Dios”. Dios se muestra como
incomprensible (avkata,lepton qeo,n), y al que nada de lo que ocurre en el mundo se le
oculta. Ya en el firmamento ve a Satanás, y al preguntar quién es este el ángel le respon-
de que “el que debe (o` me,llwn) descender de los cielos y habitar con los hombres”. Allí
recibe un libro donde están escritas todas las obras de los hombres, “entonces compren-
dí que nada de lo que ocurre se oculta”, el libro tiene registrado las acciones humanas
pasada y futuras.
Luego el Señor se dirige a Isaías, manifestando la necesidad de revestirse en la
carne (47). Dios revela a Isaías que debe volver al “mundo caduco” a fin de cumplir
(45) Cf. D.S. RUSSELL, The Method, 59; F. HAHN, Frühjüdische und urchristliche Apokalyptik. Eine Ein-
führung, Neukirchener Verlag, Vluyn 1998, 150; E. NORELLI, Il Martirio di Isaia come testimonium
Antigiudaico?: Henoch II (2000), 37-57.
(46) Cf. F. HAHN, Frühjüdische und urchristliche Apokalyptik, 150.
(47) Cf. M. MACH, From Apocalypticism to Early Jewish Mysticism?, 254-255, en J. J COLLINS (ed.), The
Encyclopedia of Apocalypticism I, Continuum, New York, 1999. El autor subraya “Isaiah describes a
kind of transformation as he and the angel ascend. The closer they come to the seventh heaven the more
the prophet becomes like one of the angels.”
660 CÉSAR CARBULLANCA
(48) Cf. W. GRUNDMANN, Das Evangelium nach Markus, Evangelische Verlagsanstal, Berlín, 81980, 244.
(49) Cf. H. E. TÖDT, Der Menschensohn in der Synoptischen Überlieferung, Gütersloher Verlagshaus Gerd
Mohn, 1959, 192-193.
(50) R. PESCH, Die Passion des Menschensohnes, 166, en R. PESCH und R. SCHNACKENBURG. (eds.)
Jesus und der Menschensohn, Herder, Freiburg, 1975; id, Das Markusevangelium 8, 27-16, 20. 49.
(51) Cf. H. ANDERSON, The Old Testament in Mark´s Gospel, 298-299, en JAMES M. EFIRD (ed.), The
Use of the Old Testament in the New and Other Essays. Studies in Honor of William Franklin Stinespring,
Duke University Press, Durham, N. C., 1972.
(52) Cf. L. GOPPELT, L.; J. ROLOFF (eds.), Theologie des Neuen Testaments , UTB Vandenhoeck, Göttin-
gen, 31978, 236.
(53) Cf. R. T. FRANCE, The Gospel of Mark, A Commentary on the Greek Text, William B. Eerdmans Publis-
hing Company, Michigan/Cambridge, 2002, 359.
(54) Cf. T. A. BURKILL, The Hidden Son of Man in St. Mark´s Gospel: ZNW 52 (1961), 191. Nota a pie de
página 2: “St. Mark regards the necessity of the passion as equivalent to its accordance with the Scriptu-
re; cp. Mk 8, 31 where the dei/ corresponds to the gegra,ptai in Mk 9, 12”.
(55) M. HORSTMANN, Studien zur Markinischen Christologie, Verlag Aschendorf, Münster, 21973, 24.
(56) Cf. E. TIEDTKE/H. G. LINK, dei/ en ThBNT II/1, 979; H. W. BARTSCH, Die Bedeutung des Sterbens
Jesu nach den Synoptikern, 89. Señala en el texto de 8, 31 la significación teológica que se establece
entre paradi,dotai y el dei/; cf. W. POPKES, dei/, 842-843, en DENT I. Atribuye el dicho a la comunidad
judeocristiano helenista “que emplea el dei/ como término correspondiente a “según está escrito”.
662 CÉSAR CARBULLANCA
Este sentido cristológico que tiene la historia es desarrollado en relación a los di-
chos acerca del Hijo del hombre. En el primer texto de Mc 8, 31 “comenzó a enseñarles
que le era necesario al Hijo del hombre padecer mucho, ser desechado (dei/ to.n ui o.n
tou/ avnqrw,pou polla. paqei/n kai. avpodokimasqh/nai) por los ancianos por los principales
sacerdotes y por los escribas, ser muerto y resucitar después de tres días”. En la cita
no hay una referencia explícita a la Escritura, este dicho se conecta con Mc 14, 21 “el
Hijo del hombre va, tal como está escrito de él” (o` me.n ui o.j tou/ avnqrw,pou u pa,gei
kaqw.j ge,graptai peri. auvtou/) por medio del término paradi,dotai, lo que postula una
equivalencia del giro “según está escrito” con la fórmula dei/ (57). Lo mismo podemos
deducir al comparar 8, 31 y 9, 12 “Pero ¿no dice la Escritura que el Hijo del hombre
debe padecer mucho y ser despreciado polla. pa,qh| kai. evxoudenhqh/|?”, en ambos apre-
ciamos que tienen en común la expresión polla. paqei/n, y la expresión del rechazo.
Pero lo que es más significativo es que lo que en 8, 31 se expresa con dei/ en 8, 31 en
9, 12 se indica el giro ge,graptai ‘está escrito’ vinculada al destino del Hijo del hombre
(58). Esto subraya un hecho notable, el evangelista dentro de su visión de la historia ha
comprendido que esta posee un sentido cristológico. Es decir, la historia apunta como
hacia su vértice, la venida del Hijo del hombre. Esta no es solo un evento dentro de la
historia sino su fin. A diferencia de los escritos de Qumrán en donde se encuentra un
sentido escatológico de la historia, la lectura cristiana acentuará dentro de este contexto
escatológico una interpretación mesiánica de la Escritura.
En el segundo texto, Mc 9, 11 “le preguntaron a él diciendo ¿por qué los escribas
dicen que Elías debe venir primero?” kai. evphrw,twn auvto.n le,gontej o[ti le,gousin oi`
grammatei/j o[ti VHli,an dei/ evlqei/n prw/tonÈ la creencia en la vuelta de Elías, efectiva-
mente responde a un dato histórico; con ella comienza la era escatológica por consi-
guiente conlleva el carácter de signo (59). La referencia a “los escribas” puede respon-
der a esto, el convencimiento que la vuelta de Elías precedería a los acontecimientos
escatológicos. Esta creencia aparece documentada en diversos lugares de la Escritura y
en escritos rabínicos. Según el texto que estamos analizando, la pregunta está formula-
da en torno a la realización de un acontecimiento escatológico en la historia presente; el
nexo entre este hecho histórico particular y la Escritura, está ya expresado en la pregun-
ta realizada por los discípulos; precisamente la cuestión de fondo está allí, la necesidad
de que se cumpla la Escritura, no es entendida como en la literatura rabínica, desde
un punto de vista de la historia en un sentido neutral, sino que es tratada en la historia
como signo del inicio de los últimos días (60); por eso el lexema dei/, que se presenta
como creencia de los escribas, pretende expresar una interpretación escatológica de la
(57) Cf. H. ANDERSON, The Old Testament in Mark´s Gospel, 298-299. Para H. Anderson el dei/ de Mc 8, 31
no tiene que ver con un solo texto del AT en particular, sino con un conjunto de ideas del AT concernien-
tes a la persecución de los verdaderos sirvientes y enviados a un pueblo impenitente.
(58) Cf. W. GRUNDMANN, Das evangelium nach Markus, 244.
(59) Cf. W. GRUNDMANN, dei/, 800, en TWNT II; W. POPKES, dei/, 840-843, en DENT I. Concuerda en
que dei/ implica una “especial necesidad escatológica”; K. H. SCHELKLE, Die Passion Jesu, 110. El
autor lo llama “escatológica necesidad” en ellos integra los “acontecimientos mesiánicos”, especialmente
la pasión, muerte y resurrección de Jesús.
(60) Cf. W. POPKES, dei/, 842, en DENT I. Esta vinculación de dei/ a la Escritura lo sitúa “en el marco de la
promesa y del cumplimiento”; H. ANDERSON, The Old Testament in Mark´s Gospel, 298-299. “noso-
tros aceptamos que el dei/ esta relacionado a la Escritura”.
LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS: APUNTES SOBRE EL SENTIDO TEOLÓGICO… 663
historia (61); la necesidad de que antes se cumpla este hecho responde a un plan divino;
la pregunta del v.12 dei/ evlqei/n prw/tonÈ y la respuesta de Jesús en el v. 13 “Elías ha
venido” VHli,aj evlh,luqen (coloca en evidencia la equivalencia entre el dei/ –de acuerdo
a la Escritura de Mal 3, 23– con la necesidad de su realización en la historia. Por consi-
guiente, la interpretación que hace Jesús de este pasaje es una interpretación escatológi-
ca del pasaje de Mal 3, 23.
En el v. 12b está introducido en este contexto escatológico el aspecto cristológico
mediante la pregunta de Jesús “¿Cómo está escrito sobre el Hijo del hombre que debe
padecer mucho y ser despreciado?” pw/j ge,graptai evpi. to.n ui`o.n tou/ avnqrw,pou i[na
polla. pa,qh| kai. evxoudenhqh/|È. La pregunta de Jesús, el uso de ge,graptai y la introduc-
ción i[na están en una relación de implicancia, es decir, los padecimientos y el rechazo
están señalados en la Escritura para que (i[na) se cumplan. Es un tipo de oración final,
que se realizará en el futuro. Jesús remite a los padecimientos futuros del futuro Hijo
del hombre como profetizados en la Escritura. Según la comunidad marcana, Jesús
mismo ha citado la Escritura, no como prueba de autoridad, no para “colorear”, sino
como partícipe de un modo de creer la última etapa de la historia que ella misma vive,
la Escritura es entendida como profecía que se cumple en la presente generación de la
comunidad.
Lo mismo podemos decir del v.13 “pero digo a vosotros que también Elías ha
venido, y han hecho con él cuanto han querido, así como estaba escrito sobre él”
avlla. le,gw u mi/n o[ti kai. VHli,aj evlh,luqen( kai. evpoi,hsan auvtw/| o[sa h;qelon( kaqw.j
ge,graptai evpV auvto,n, se indica la existencia de una reflexión escatológica y mesiáni-
ca en Marcos, acerca de la Escritura, como Palabra de Dios que debe cumplirse en la
historia de su pueblo. La expresión de esta creencia aparece en la relación entre dei/ y
kaqw.j ge,graptai; dei/ que refleja la dinámica desarrollada en la historia por la Escritura
(62). La fórmula “como está escrito” no es entendida de manera jurídica, sino escato-
lógicamente; ella refleja una comprensión de la historia dirigida por la Palabra de Dios
hacia su plenitud. El giro “así como está escrito”, está en consonancia con la palabra
de Jesús que desvela el sentido del acontecimiento, o[sa h;qelon( kaqw.j ge,graptai evpV
auvto,n. El signo histórico escatológico se ha realizado y no lo han reconocido, este ha
ocurrido en la persona de Juan, de ahí que resulta significativo que Marcos inicie su
evangelio con la cita de Mal 3, 1 porque con esto, indica que la era escatológica ya ha
comenzado, el término dei/ nos muestra pues que el interés de Marcos se centra en los
últimos días. Las señales muestran a la comunidad que el tiempo que vive es el tiempo
escatológico. A diferencia de Lucas (63) y Mateo, Marcos desarrolla su narración desde
el presupuesto de la era escatológica.
(61) Cf. W. WINK, John the Baptist in the Gospel Tradition, Cambridge University Press, 1968, 8. El autor
asume el esquema histórico de Marcos propuesto por T. A. BURKILL, St. Mark’s Philosophy of History:
NT III (1956-7), 145, allí el autor del artículo diferencia: a) el período de preparación, hasta el arresto de
Juan el Bautista; b) el período del ministerio de Jesús en sufrimiento y oscuridad; c) el período después
de la resurrección, en el cual Cristo es abiertamente proclamado; d) el período del cumplimiento escato-
lógico.
(62) W. SCHENK, Der Einfluß der Logienquelle auf das Markusevangelium : ZNW 70 (1979), 159; cf. TLeví
V, 4.
(63) Cf. W. POPKES, dei/, 842-843, en DENT I. El autor indica que “Lucas amplía sistemáticamente el dei/
664 CÉSAR CARBULLANCA
para que incluya toda la historia de la salvación”; B. LINDARS, Jesus son of Man. A fresh examination
of the Son of man saying in the Gospels, William B. Eerdmans Publishing Company, Grand Rapid / Mi-
chigan,1984, 74-75. Señala el autor, respecto al texto de Lc 22, 22 en el que Lucas cambia gegra,patai
por to. w risme,non “esto muestra que él entendió la frase referida, no a la Escritura, sino al plan predeter-
minado por Dios. Por supuesto no está excluido que el plan de Dios pueda ser descubierto en la Escritura,
pero en principio este no es el sentido de la frase”. Desde nuestro punto de vista, demuestra claramente
que Lucas comprendió ambos términos como equivalentes.
(64) Cf. G. STRECKER, Die Leidens und Auferstehungsvoraussagen im Markusevangelium : ZThK 64
(1967), 26. Para el autor “Es kann also an unserer Stelle auf vormarkinische Überlieferung zurückge-
hen”; H. CONZELMANN, Geschichte und Eschaton nach Mc 13 : ZNW 50 (1959), 218.
(65) Cf. G. STRECKER, Die Leidens und Auferstehungsvoraussagen, 34.
(66) Cf. P. G. MÜLLER, avpokaqi,sthmi, 388-390, en DENT I.
(67) Cf. K. BERGER, Theologie-Geschichte des Urchristentums. Theologie des Neuen Testaments, Francke
Verlag, Tübingen und Basel, 1994, 56. El autor desarrolla que “en la apocalíptica contemporánea existían
dos tradiciones escatológicas: la que estaba orientada a la figura de un mesías y la que esperaba el juicio de
Dios. El mesías no rige el reino de Dios sino que lo prepara. Él vence a los enemigos y respecto al pueblo
de Dios toma los rasgos del profeta Elías, especialmente según Sir 48, 10. Berger señala “In der Christolo-
gie der Evangelien spielt die Elia-Typologie hat eine wichtige Rolle. Jesus wirkt als der neue, endzeitliche
Elia”. Cf. R. B. LAURIN, The Problem of two Messiahs in the Qumran Scrolls :RQ 13 (1963),42-43. El
autor señala “Furthermore, it is to be granted that the author of Hebrews sees Jesus the Messiah as a high
priest, and that Peter identifies Jesus with the second Moses (Act 3, 22-23), but this is not to say that there-
fore there were three Messiahs –a high priestly, a prophetic, and a kingly which Jesus combined into one.
The work of Jesus, as many have pointed out, was in combining the concept of a Davidic Messiah with
that of the eschatological prophet and priest (and Son of Man). It was the expansion of the Messiah´s role
to include that of the expected prophet and priest, not the joining of three Messiahs.”
(68) M. WILCOX, The Semitisms of Acts, Clarendon Press, Oxford, 1965, 103-105.
LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS: APUNTES SOBRE EL SENTIDO TEOLÓGICO… 665
Los siguientes textos que utilizan la partícula dei/ están situados en Mc 13, 7.10. 14,
y están relación al uso del adverbio prw/ton “primero”. La cuestión podría parecer intras-
cendente, pero a juzgar por el trabajo redaccional de Marcos, este se interesa en colocar
(69) Cf. W. WINK, John the Baptist, H. J. STEICHELE, Der leidende Sohn Gottes. Eine Untersuchung
einiger Alttestamentlicher Motive in der Christologie des Markusevangeliums, Verlag Friedrich Pustet
Regensburg, Münschen, 1980, 83.
(70) P. G. MÜLLER, dei/, 388, en DENT I; F. HAHN, Christologische Hoheitstitel, 184; sostiene Hahn que
Hech 3, 20.21 representa una muy antigua tradición, sigue en esto la tesis de O. Bauernfeinds, el cual
ve en Hech 3,19-25 una antigua tradición en relación a Elías; para F. Hahn vv. 22ss son composición de
Lucas y lo mismo debe ser mencionado de v.21b, además el v. 19 podría ser perteneciente a Lucas, pero
la sección v.(19ª) 19b-21ª, lo clasifica como “homogénea unidad”, en ella aparece la“aceptación en los
cielos” y la “restauración de todo”. La aparición del profeta escatológico es referido a Jesús, y la espera de
Elías no juega ningún papel, no hay ningún texto relacionado a Elías en el que esté presupuesto; P. VIEL-
HAUER, Ein Weg zur neutestamentlichen Christologie : ET 23 (1963), 47. Crítica la posición de Hahn.
666 CÉSAR CARBULLANCA
(71) Cf. E. BRANDERBURGER, Markus 13 und die Apokalyptik, Vandenhoeck & Ruprecht, Göttingen,
1984, 30-35.
(72) E. BRANDERBURGER, Markus 13, 30-34.
(73) R. FRANCE, The Gospel of Mark, 168.
(74) E. BRANDERBURGER, Markus 13, 30. El autor ve el v. 10 en continuidad con los vv. 7d. 8.d ; R.
PESCH, Das Markusevangelium II, 283. Lo clasifica como ampliación secundaria, no sabiendo si se
debe a la Vorlage de Marcos o al propio evangelista; E. LOHMEYER, Das evangelium des Markus,
Vandenhoeck & Ruprecht, Göttingen, 171967, 272. Señala “der Vers spricht von einer göttlichen Notwen-
digkeit, das Evangelium zu verkünden; sie ist hier nicht, wie das dei/ lehrt, geschichtliche Aufgabe von
gläubigen Missionaren, sondern Moment des apokalyptischen Geschehens; wie vom Himmel her soll das
Evangelium verkundet werden“; F. HAHN, Christologische Hoheitstitel, 257. Para Hahn existió ya en la
Vorlage.
(75) E. BRANDERBURGER, Markus 13, 30.
(76) Ibídem.
(77) Cf. R. PESCH, Das Markusevangelium II, 283.
(78) E. TÖDT, Der Menschensohn, 175.
(79) Ibídem.
LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS: APUNTES SOBRE EL SENTIDO TEOLÓGICO… 667
(80) Ibídem.
(81) E. TÖDT, Der Menschensohn, 178. La cursiva es nuestra; J. J. COLLINS, Apocalyptic Imagination. An
Introduction to the Jewish Matrix of Christianity, Crossroad, New York, 1984. 50. Señala el autor que la
esquematización de la historia tiene como función mostrar que “the turning point is at hand”.
(82) Cf. R. FRANCE, The Gospel of Mark, 516.
(83) Cf. É. PUECH, Mesianismo, Escatología y Resurrección, 272, en J. TREBOLLE B. (ed.), Paganos, ju-
díos y cristianos en los textos de Qumrán, Trotta, Madrid, 1999.
(84) J. FITZMYER, The Aramaic ‘Elect of God’ Text from Qumran Cave IV: CBQ XXVII (1965), 355.
668 CÉSAR CARBULLANCA
Yahvé mismo “antes” que Yahvéh. Notamos que en ninguna de las dos, se menciona la
venida de Elías en relación al mesías. Pero la glosa “el día que está preparado” expresa
el motivo de la predeterminación de la historia por parte de Yahvéh. Vemos en esto dos
tipos de escatología existente en tiempo cristianos: en la primera una escatología sin
mesías, Elías inaugura el tiempo escatológico entendido como precursor en la otra, es
el mismo Yahvéh quien realizará el juicio. Si la comparamos con Mc 9, 11- 13 percibi-
mos que la apropiación de las figuras es inmediata, Elías ha sido identificado con Juan
y el ku,rioj con Jesús.
En Mc 9, 12 la pregunta está referida a la cita de Malaquías y es atribuida a los es-
cribas (85), de acuerdo a lo ya visto esta opinión aparece atestiguada en el TMal 3, 1. 23.
El texto de Marcos está cerca de la versión del targum al introducir el adverbio prw/ton por
la conjunción pri.n, que presenta la S kai. ivdou. evgw. Avposte,llwu`mi/n Hlian to.n Qesbi,thn
pri.n evlqei/n h`me,ran kuri,ou th.n mega,lhn kai. evpifanh/, y en el texto masorético. Li-
teralmente, la cita de Malaquías coloca la venida de Elías en relación al día del Señor, y a
Yahvéh no con el mesías (86). El texto muestra una relación con Ex 23, 20 el cual men-
ciona al ángel del Señor que introduce al pueblo en la tierra prometida. En estos textos se
utiliza como argumento exegético el giro temporal y espacial de la expresión utilizada.
Según France la pregunta de los discípulos apunta al concepto general de resu-
rrección más que a la resurrección de Jesús (87), señala “ellos debieron entender el
lenguaje de la ‘resurrección’ menos literalmente, probablemente más como parte de una
esperanza escatológica general que de su destino individual”(88). France afirma que
la esperanza del retorno de Elías está atestiguada en escritos apocalípticos y rabínicos
(89). La réplica de Jesús afirma que la misión escatológica de Elías es avpokaqista,nei
pa,nta\, no obstante como lo señala el autor, los vv. 12-13 no nos remiten a Elías, sino
al Hijo del hombre, ni tampoco “a un escatológico trabajo de restauración sino al sufri-
miento y muerte” (90). Este último aspecto nos recuerda el aspecto cristológico que ya
hemos comprobado en este relato.
(85) Cf. M. M. FAIERSTEIN, Why Do The Scribes Say That Elijah Must Come First : JBL (1981), 75-86.
Sostiene el autor de este ultimo artículo que entre el texto de Mal 3, 1 y la cita de Marcos no se infiere
“una relación entre Elías y el Mesías”; D. C. ALLISON, Elijah Must Come First: JBL (1984), 256-258;
J. FITZMYER, More About Elijah Coming First : JBL (1985), 295-296.
(86) Cf. M. CASEY, Aramaic Source of Mark´s Gospel. Cambridge University Press, Edimburg, 1998, 122;
E. SCHWEIZER, Das evangelium Markus, Vandenhoeck & Ruprecht in Göttingen, 1968, 99.
(87) Cf. R. FRANCE, The Gospel of Mark, 168.
(88) R. FRANCE, The Gospel of Mark, 357.
(89) Cf. R. FRANCE, The Gospel of Mark, 358.
(90) Ibídem.
LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS: APUNTES SOBRE EL SENTIDO TEOLÓGICO… 669
responde a un dato histórico, y con ella, se pensó que daba comienzo la era escatológica
(91). Hübner afirma que “al menos desde Marcos, predomina la interpretación del dei/
como referencia a lo vaticinado en la Escritura: Mc 9, 11-13; 14, 31; Mt 26, 54; Lc 24,
25s. De esta manera dei/ adquiere un carácter más objetivo y puede levantarse en el mar-
co de la promesa y cumplimiento” (92). La historia, según Marcos, está diseñada según
el plan de Dios revelado en la Escritura. Por tanto el v.4 hay que tomarlo en el sentido
de cumplimiento de la profecía como lo señala Hübner: “En Mc 1, 2 no se halla preci-
samente plhro,w, aunque por el verbo evge,neto del v. 4 seguramente se halla implícita la
idea de cumplimiento” (93). Esta perspectiva afirma al carácter profético de la Escritura
a juicio de J. Roloff, el uso que realiza Marcos en 8, 31; 9, 11; 13, 7. 10. 14 “dei/ subra-
ya que la predicción divina se sitúa en el curso del evento-Cristo; lo cual es relacionado
aquí con el cumplimiento de la Escritura“ (94). Por lo expuesto, se desprende que si
hay que entender la fórmula dei/ de este modo, entonces debe comprenderse el uso de
gegra,ptai, en Mc 1, 2-4 en una correspondencia mucho más cercana y fundamental de
lo que pensó la historia de las formas. Con la aparición de Elías se inicia los tiempos
escatológicos y esto es lo que cumple la aparición de Juan en el desierto, la vinculación
entre estos dos textos Mc 1, 2-3 y 9, 11-12 es esencial pues refleja el punto de vista que
desarrollará el evangelista para su comunidad. Este no está interesado en la infancia de
Jesús, pues con el ministerio de Juan el Bautista han comenzado los últimos tiempos.
5. CONCLUSIONES
Al final de este recorrido queremos llamar la atención sobre algunos puntos fun-
damentales de nuestra pesquisa acerca de los signos de los tiempos. Un aspecto impor-
tante de las opiniones dadas resalta que por lo general es reconocido, que el término
dei/ señala la creencia en el carácter profético de la Escritura Ella es relevante para
comprender la historia presente de la comunidad en cuanto ella revela señales mediante
los cuales la comunidad eclesial comprende el designio del misterio de Dios. Por otra
parte, hemos señalado que el carácter escrito de la voluntad de Dios, es testimoniado en
(91) Cf. W. GRUNDMANN, dei/, 800, en TWNT II; W. POPKES, dei/, 840-843, en DENT I.
(92) G. SCHNEIDER, dei/, 842, en DENT I,
(93) H. HUBNER, plhro,w, 996, en DENT II. En contra J. FITZMYER, s. j. The Semitic Background of the
New Testament. Combined Edition of Essays on the Semitic Background of the New Testament and Wan-
dering Aramean: Collected Aramaic Essays, William B. Eerdmans Publishing Company, Grand Rapids,
Michigan/Cambridge, 1997, 13. En referencia a CD 19, 7 señala Fitzmyer que falta el verbo plhro,w y
cita 1 Cor 15, 54 señalando que falta la idea de cumplimiento .
(94) J. ROLOFF, Die Deutung des Todes Jesu, 41; G. STRECKER, Die Leidens –und Auferstehungsvoraussa-
gen im Markusevangelium: ZThK 64 (1967), 26. El “dei/ betont die göttliche Vorhersehung im Gang des
Christus-geschehens; es hier mit der Schrifterfüllung verbunden”; R. T. FRANCE, The Gospel of Mark,
359; H. E. TÖDT, Der Menschensohn, 177. Una interesante observación de Tödt es que la relación del
uso de dei/ con el adverbio “antes” lo cual señala a su juicio “...estos (la comunidad judía) quieren mos-
trar con su argumento “Elías debe venir antes” que la afirmación cristiana de la adecuación a la Escritura
de la pasión de Jesús con el Mesías no puede ser verdad. Pero los cristianos hacen valer, que Elías ya
ha venido, simplemente en la persona del Bautista (Mt 17,13)”. De paso se coloca en evidencia que la
discusión tiene presente no solo el carácter existencial del hecho, sino también su perspectiva histórica
salvífica (prw/ton); cf. H. ANDERSON , The Old Testament in Mark´s Gospel, 299.
670 CÉSAR CARBULLANCA
diversos textos, y que es una característica típica de la teología judía y cristiana. La vin-
culación del dei/ a gegra,ptai se demuestra por el hecho de que en textos como 4Q180
y en TXII Patriarcas ya se comprueba la creencia de que tanto lo escrito en las tablas
celestiales como lo señalado en el Génesis es voluntad de Dios. Creemos haber demos-
trado el uso equivalente entre ambas expresiones. Sobre este planteamiento K. Berger
enfatiza que la expresión dei/ y gegra,ptai son paralelas (95) y significa en el lenguaje
de la apocalíptica, “lo que ya ha sido escrito en los cielos” (96). Además de las opinio-
nes ya dadas acerca de la correspondencia entre dei/ y gegra,ptai, F. Hahn sostiene con
respecto a Mc 14, 21 que dei/ hay que considerarlo como equivalente a kaqw.j ge,graptai
(97). y para W. Schenk gegra,ptai gar y dei/ en los textos de la pasión son equivalen-
tes98. Ahora bien, la voluntad de Dios según estos relatos posee un carácter escrito que
se expresa tanto en forma de decreto divino, sueño o Escritura sagrada, de la forma que
sea es una categoría previa a la opción del creyente. Frente a la opinión de R. Pesch
que habla de “necesidad de la Escritura” habría que decir que el ámbito más cercano
en donde crece y se desarrolla esta creencia es la apocalíptica judía. En textos apoca-
lípticos se produce una correlación entre textos del Pentateuco y textos apócrifos, que
tiene su consecuencia para una teología de la Escritura. Tanto Horstmann (99) como
Roloff ven en esta necesidad la típica visión apocalíptica de la historia. Roloff destaca
que la pasión de Jesús ha sido redactada bajo este esquema: “la muerte de Jesús será
caracterizada como el evento final de la historia” (100). Desde nuestro punto de vista
y siguiendo la postura de Pesch podemos resumir que dei/ expresa una equivalencia
con gegra,ptai, postula un carácter profético de la Escritura y una determinación de los
eventos de acuerdo a la Escritura.
La vinculación de la Escritura y la necesidad escatológica de que se cumpla, se
refleja en que el dei/ se presenta ligado a determinadas señales escatológicas. Por con-
siguiente dei/ no es una fórmula general acerca del curso de la historia, Marcos utiliza
esta expresión para referirse a hechos históricos concretos, identificables, como el des-
tino del Hijo del hombre (8, 31); la venida de Elías (9, 11); los signos del fin (13, 7);
la predicación del evangelio (13, 10); la profanación del templo (13, 14). Estos acon-
(95) Cf. K. BERGER, Amen-Worte Jesu. Eine Untersuchung zum Problem der Legitimation in apokalyptis-
cher Rede, Walter de Gruyter & Co., Berlin, 1970, 57.
(96) Ibídem.
(97) CF. F. HAHN, Christologische Hoheitstitel, 50. F. Hahn señala que en el contexto de las predicciones
de la pasión se diferencian dos tipos de expresiones: las que no tienen ninguna referencia a la Escritura
y las que de alguna manera la mencionan. Dentro de lo cual afirma que “en el estrato más antiguo de la
tradición de la pasión es decisivo el motivo del cumplimiento de la Escritura” la prueba más antigua de
esto es 14, 21; una ampliación de dicho motivo lo encontramos en 8, 31, el “das dei/ nimmt zweifellos das
Motiv der Schrift-notwendigkeit auf und entspricht dem kaqw.j ge,graptai von Mk 14,21“; R. T. FRAN-
CE, The Gospel of Mark‘, 359.
(98) Cf. W. SCHENK, Der Einfluß der Logienquelle, 159. Sotiene el autor: “aus Q ist nun aber nicht nur das
Mischyitat selbst, sondern auch dessen Einleitung mit ge,graptai Übernommen was 9, 13; 14, 21 in der
typisch markinischen Verbindung mit kaqw,j wiederholt wird. Die Funktion dieser Einleitung ist noch
nich hinreichend bestimmt, wenn man sie als geläufige Zitierformel bestimmt. Vielmehr handelt es sich
um eine den Amen-Formeln parallele apokaliptische Legitimationsformel: Beide geben Einblick in den
gesetzmäßigen und notwendigen Geschichtsverlauf. Es handelt sich wie bei den funktionsmäßig ebenso
hier zuzuordnenden dei/ Aussagen”.
(99) Cf. M. HORSTMANN, Studien zur Markinischen Christologie, 24.
(100) J. ROLOFF, Die Deutung des Todes Jesu : NTS 19 (1972/73), 41.
LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS: APUNTES SOBRE EL SENTIDO TEOLÓGICO… 671
RESUMEN
El artículo pretende fundamentar la doctrina de los signos de los tiempos según el evangelio
de Marcos, para lo cual asume el género literario de una teología fundamental de base bíblica. En un
primer momento en vista de contextualizar la discusión la pesquisa presenta la doctrina clásica acer-
ca del uso de la Escritura según la historia de las formas. En un segundo momento estudia el sentido
que tiene el uso de las fórmulas “está escrito” y “es necesario” en los textos apocalípticos, apócrifos
y en la literatura de Qumrán. En un segundo momento analiza estas dos expresiones en el evangelio
de Marcos subrayando el sentido escatológico y cristológico que poseen estas mediaciones en la
visión del evangelista. La enseñanza conciliar acerca de los signos de los tiempos expresa el presu-
puesto de que Dios es soberano de la historia y revela mediante la Escrituras el sentido de aquella a
sus elegidos. La comunidad cristiana define su identidad por el seguimiento de Cristo en la historia,
según esto los signos escatológicos no son un elemento circunstancial en la identidad eclesial sino
que constituyen el modo de ser del discípulo en historia presente.
ABSTRACT
This article proposes to lay the foundation for the doctrine of the “signs of the times” accor-
ding to Mark’s Gospel, for which purpose the author will take on the literary genre of fundamental
theology with a biblical base. Initially, with a view to contextualizing the discussion, this investigation
presents the classic doctrine on the use of Scripture according to the history of forms. Secondly, the
author studies the sense that the use of the “It is written” and “It is necessary” formulas has in the
apocalyptic and apocryphal texts, as well as in Qumran literature. Then the author analyzes these
two expressions in Mark’s Gospel, underlining the eschatological and Christological senses that these
mediations possess in the evangelist’s vision. Conciliar teaching regarding the “signs of the times”
expresses the presupposition that God is sovereign over history, and reveals through the Scriptures
the sense of history to his elect. The Christian community defines its identity through the following of
Christ in history, and according to this the eschatological signs do not constitute a circumstantial ele-
ment in ecclesial identity but, rather, the mode of being of the disciple in present-day history.