3.evaluar Desde El Enfoque Formativo
3.evaluar Desde El Enfoque Formativo
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EVALUACIÓN INSTITUCIONAL
Elementos de la planificación
Reconocer que los estudiantes tienen ritmos y estilos de aprendizaje diversos;
aprenden a lo largo de la vida y se involucran en su proceso de aprendizaje.
Reconocer que los referentes para el diseño del trabajo didáctico son los
aprendizajes esperados de los programas de preescolar, primaria y secundaria.
Contar con evidencias de aprendizaje del alumno que brinden información de sus
logros o necesidades para tomar decisiones y continuar impulsando el
aprendizaje de los estudiantes.
Comunicar los logros de aprendizaje tanto a los alumnos como a sus madres,
padres o tutores.
Permite obtener información respecto del aprendizaje de los alumnos para identificar
cómo aprenden y cuáles son las estrategias o actividades adecuadas para atender sus
procesos de desarrollo y de aprendizaje, así como las situaciones, necesidades y
características de los estudiantes para hacer ajustes en la planificación; con ello se
pretende que en el aula prevalezca un ambiente de retroalimentación y mejora continua
del aprendizaje donde el docente aplique técnicas y los instrumentos de evaluación.
Evaluación diagnóstica:
Permite conocer los saberes previos de los estudiantes, se aplica al inicio de un ciclo
escolar. También puede usarse al inicio de cada bloque o de cada situación o
secuencia didáctica, porque permitirá realizar los primeros ajustes a la planificación de
actividades.
La evaluación formativa:
Posibilita la valoración de los avances de los estudiantes durante el proceso educativo.
Con este tipo de evaluación se identifican los aprendizajes que necesitan reforzarse, se
ajustan las estrategias de enseñanza y se brindan los apoyos necesarios para el logro
de las intenciones educativas.
La evaluación sumativa:
Posibilita tomar decisiones relacionadas con la acreditación para comunicar los
resultados a los estudiantes, las madres y los padres de familia y las autoridades
educativas.
Al Plan de estudios 2011, afirma que la evaluación es una fuente de aprendizaje que
permite detectar el rezago escolar de manera temprana para actuar oportunamente de
manera que se disminuya o se supere.
A partir del mes de noviembre para la educación preescolar, o desde la conclusión del
segundo bloque en el caso de la educación primaria y secundaria, el docente deberá
registrar en la Cartilla de Educación Básica, los apoyos que el alumno requiera para
alcanzar los aprendizajes previstos y en acuerdo con la madre, el padre o tutores,
definirá
la estrategia de intervención a seguir.
Las estrategias de intervención y las acciones estarán enfocadas a:
Cualquiera que sea la dificultad que se presente en los procesos de aprendizaje de los
alumnos, el docente deberá identificarla para definir las estrategias de intervención, los
recursos y los instrumentos de evaluación que permitan el logro de los aprendizajes
esperados.
Este concepto también plantea que quienes tienen mayor riesgo de experimentar
desventajas o son más vulnerables a la exclusión social y educativa son las mujeres o
niñas, las personas que tienen alguna enfermedad, los alumnos que presentan alguna
discapacidad o aptitudes sobresalientes, los que viven en comunidades rurales o en
situación de calle, los hijos de padres sin empleo o con trabajo eventual, los estudiantes
que viven en un entorno de violencia familiar o social, los migrantes y los indígenas.
Las barreras para el aprendizaje y la participación social que enfrentan los alumnos en
situación de vulnerabilidad son, en general, el resultado de su interacción con los
contextos en que se desarrollan, y se hacen patentes en las prácticas que caracterizan
a las escuelas al presentarse en los siguientes escenarios:
En la cultura escolar a partir de los valores, las creencias y las actitudes compartidas
por el colectivo escolar.
En las aulas mediante las estrategias de enseñanza, las relaciones entre los alumnos,
las prácticas de evaluación, los materiales didácticos, entre otros.
Con base en el análisis de las evidencias de aprendizaje de los estudiantes durante los
diferentes momentos de la evaluación, el docente debe realizar los ajustes en la
planificación para atender las necesidades que se hayan identificado, con la intención
de mejorar la propuesta didáctica, las estrategias, las secuencias o situaciones de
aprendizaje o algunas actividades, dar una atención más adecuada a las características
del grupo y ser congruente con el enfoque formativo de la evaluación. Los ajustes a la
planificación permitirán diversificar la enseñanza y, en consecuencia, enriquecerla.
Atender de manera diferenciada a alumnos que requieren de distinto tipo de apoyo es
una tarea compleja; en estos casos se pueden considerar estrategias individualizadas o
grupales para tratar las distintas necesidades de los alumnos.
Con el fin de superar las barreras para el aprendizaje y la participación social y atender
a los estudiantes en situación de riesgo, al concluir el segundo bloque (primaria o
secundaria) se sugiere planificar acciones didácticas y de evaluación que estén
orientadas a:
Crear oportunidades de aprendizaje para todos.
Fomentar que los estudiantes aprendan a aprender.
Brindar apoyos y establecer responsabilidades compartidas
Cabe señalar que para que el alumno pueda aprender, será necesario considerar sus
posibilidades, características y necesidades, ningún alumno deja de aprender cuando
se ofrecen oportunidades adecuadas, lo hace cuando se le excluye, cuando se le
segrega porque no aprende al ritmo que los demás. La evaluación es un proceso
sistemático que debe servir para mejorar la intervención educativa desde diferentes
ámbitos de responsabilidad.
La autoevaluación forma parte de los procesos de reflexión que permiten que el alumno
siga aprendiendo; para implementarla como oportunidad de aprendizaje, en atención a
la diversidad es necesario identificar qué se va a evaluar y establecer criterios claros
para que el alumno pueda autoevaluarse