Argumentar en Filosofía
Argumentar en Filosofía
Argumentar en Filosofía
Estudios en psicología cognitiva han demostrado que las habilidades que hacen a la
argumentación, son fundamentales para el pensamiento crítico, las perspectivas, el debate y la
toma de decisiones efectivas (Halpern, 2014).
Stephen Toulmin fue un filósofo británico que desarrolló un modelo para analizar argumentos,
conocido como el modelo de Toulmin. Este modelo fue presentado en su obra "The Uses of
Argument" (1958) y se ha convertido en una herramienta fundamental en el estudio de la
argumentación y la lógica informal.
El modelo de Toulmin se compone de varios elementos que describen la estructura básica que
debe tener un argumento. Estos elementos son:
Un enfoque común para obtener estos datos es a través de estudios de contenido y análisis de
discurso.
En estos estudios, los investigadores examinan una amplia variedad de textos y discursos,
identificando y clasificando los diferentes tipos de argumentos presentes en ellos. Esto puede
realizarse de forma manual, mediante la lectura y el análisis detallado de cada texto, o de
manera automatizada, utilizando herramientas de procesamiento de lenguaje natural y análisis
de datos.
Por ejemplo, en el caso de los discursos políticos, los investigadores pueden analizar
transcripciones de discursos de políticos en campañas electorales o debates parlamentarios.
Identificarían los argumentos utilizados por ellos para respaldar sus posiciones sobre
diferentes temas, así como las estrategias retóricas empleadas para persuadir a la audiencia.
Esto puede incluir el uso de estadísticas, ejemplos anecdóticos, testimonios de expertos y
otros recursos persuasivos.
Un ejemplo de estudio relevante en este campo es el trabajo realizado por van Eemeren y
Grootendorst (2004), quienes son conocidos por su investigación en argumentación y análisis
del discurso. Sus estudios han proporcionado una serie de metodologías para investigar cómo
se utilizan los argumentos en una variedad de contextos discursivos.
1. Estructura de la argumentación:
El texto comienza explicando que la argumentación consta de varios elementos clave: una
tesis, que es la opinión o conclusión que se quiere defender; una o más razones o premisas
que respaldan esta tesis; y una relación o conexión entre la conclusión y las premisas, que se
conoce como razonamiento. Finalmente, cuando estos elementos se combinan, forman lo que
se denomina argumentación, es decir, un conjunto de tesis razonadas a partir de una o más
razones.
2. Prevalencia de la argumentación:
Tesis: La droga más utilizada es el alcohol, seguida por el tabaco y los tranquilizantes y
antidepresivos.
Razones/premisas: Datos de la cuarta encuesta nacional de hogares sobre consumo de
drogas respaldan esta afirmación, mostrando la prevalencia del consumo de estas
sustancias en la población.
Razonamiento: La conclusión se deriva directamente de los datos de la encuesta, que
indican las drogas más consumidas según la población encuestada.
Argumentación: La tesis se fundamenta en datos empíricos recopilados a través de una
encuesta nacional, lo que le otorga credibilidad y validez al argumento.
1. Cuestionamiento inicial:
El texto comienza planteando una pregunta fundamental: ¿está tratando este discurso o texto
de convencer de alguna postura? Esta pregunta sirve como punto de partida para determinar
si el contenido que se está evaluando es una argumentación o no.
Se establece que si el autor está presentando razones que justifican una postura u opinión,
entonces estaríamos frente a una argumentación. Esta afirmación resalta la importancia de
buscar evidencia o razones que respalden una afirmación para determinar si se trata de una
argumentación válida.
3. Ejemplo de juicio de valor:
Se proporciona un ejemplo que ilustra cómo se puede identificar una intención argumentativa
a partir de la presencia de juicios de valor. Se compara una afirmación puramente causal con
otra que incluye un juicio de valor, destacando cómo este último revela una intención de
persuadir o influir en la audiencia:
En este ejemplo, se destaca que la frase contiene un juicio de valor ("gran y maravilloso"), lo
que sugiere una apreciación personal sobre el día que se describe. Esta apreciación subjetiva
busca influir en la percepción del lector sobre la calidad del día, destacando la intención
argumentativa detrás de la afirmación.
ESFERAS DE LA ARGUMENTACIÓN:
1. Entorno físico y social: Incluye el lugar físico donde tiene lugar la interacción (como
una conversación cara a cara, una conferencia, un debate en línea, etc.) y el entorno
social más amplio en el que se desarrolla la comunicación (como una sociedad, una
comunidad en línea, un grupo de amigos, etc.).
Adaptación al destinatario:
Para que la argumentación sea efectiva, el emisor debe tener en cuenta al destinatario y
adaptar su discurso en consecuencia. Esto implica reconocer las opiniones divergentes sobre el
tema, definir claramente el propio punto de vista y comprender las perspectivas del
destinatario. La selección de justificaciones y el uso de un lenguaje y datos comprensibles son
aspectos importantes para garantizar la recepción adecuada del argumento por parte del
destinatario.
Interacción y retroalimentación:
Adaptación al destinatario:
Para que la argumentación sea efectiva, el emisor debe tener en cuenta al destinatario y
adaptar su discurso en consecuencia. Esto implica reconocer las opiniones divergentes sobre el
tema, definir claramente el propio punto de vista y comprender las perspectivas del
destinatario. La selección de justificaciones y el uso de un lenguaje y datos comprensibles son
aspectos importantes para garantizar la recepción adecuada del argumento por parte del
destinatario.
Definición clara del punto de vista: El emisor debe ser claro y explícito sobre su propio punto
de vista o posición sobre el tema. Esto ayuda a evitar confusiones y malentendidos, y permite
al destinatario comprender mejor el argumento presentado.
Oraciones: Las oraciones son unidades lingüísticas completas que tienen un sujeto y un
predicado y que transmiten un mensaje completo. Estas pueden ser afirmativas, negativas,
interrogativas o exclamativas, y su función principal es comunicar información. Por ejemplo:
"El sol brilla en el cielo azul.
Proposiciones: Las proposiciones son el contenido semántico o informativo que una oración
comunica. Son afirmaciones que pueden ser verdaderas o falsas. Una misma proposición
puede ser expresada a través de diferentes oraciones en distintos idiomas o con distintas
estructuras gramaticales. Por ejemplo, la proposición "El sol brilla en el cielo azul" puede
expresarse como "The sun is shining in the blue sky" en inglés o "Le soleil brille dans le ciel
bleu" en francés.
1. "Los seres humanos son murciélagos. Todos los murciélagos tienen alas. Por lo tanto,
los seres humanos tienen alas."
1. "Este cisne es blanco. Este otro cisne es blanco. Este otro cisne es blanco. Por lo tanto,
todos los cisnes son blancos."
2. "El noventa por ciento de los europeos saben hablar inglés. Ana es europea. Por lo
tanto, Ana sabe hablar inglés."
Argumento deductivo:
Argumento inductivo:
Premisa 1: Todos los días hasta ahora, el Sol ha salido por el este.
Premisa 2: En todas las observaciones pasadas, el Sol ha salido por el este.
Conclusión: Por lo tanto, el Sol siempre saldrá por el este en el futuro.
FALACIAS
Apelación a la multitud (ad populum): Esta falacia se comete al afirmar que una
proposición es verdadera solo porque muchas personas la creen así. Se presenta un
ejemplo en el que alguien justifica haber obtenido una calificación baja en un examen
porque la mayoría de sus compañeros también lo hicieron mal. Sin embargo, la creencia
generalizada no garantiza la verdad de una afirmación.
Apelación a la piedad (ad misericordiam): Aquí, se argumenta que una afirmación es
verdadera o falsa basándose únicamente en circunstancias difíciles o penosas en las que se
encuentra la persona que hace la afirmación. Se muestra un ejemplo en el que alguien
intenta evitar una multa argumentando que no puede pagarla debido a la necesidad de
operar a su esposo enfermo. Sin embargo, las circunstancias personales no determinan la
verdad o falsedad de una afirmación.
Apelación a la fuerza (ad baculum): Esta falacia se produce cuando se intenta que alguien
acepte una afirmación mediante el uso de una amenaza. Se ilustra con un ejemplo en el
que alguien justifica su autoridad en el hogar amenazando con retener la comida si no se le
obedece. La fuerza o la amenaza no respaldan lógicamente la verdad de una afirmación.
La causa falsa (non causa pro causa): En esta falacia, se atribuye erróneamente una causa
a un efecto basándose en una relación aparente entre los dos eventos. Se presenta un
ejemplo en el que se afirma que tocar tambores durante un eclipse solar causa que el sol
reaparezca, basándose únicamente en una correlación temporal sin relación causal real.
Petición de principio: Esta falacia ocurre cuando se asume como premisa aquello que se
está tratando de probar, es decir, se presupone la conclusión en las premisas. Se muestra
un ejemplo en el que se argumenta a favor de la libertad de expresión utilizando como
premisa la misma afirmación que se intenta probar, lo cual no ofrece un argumento sólido
para respaldar la afirmación.