Paul Claudel Reflexiones y Propociciones
Paul Claudel Reflexiones y Propociciones
Paul Claudel Reflexiones y Propociciones
Reflexiones y proposiciones
sobre el verso francés
REFLEXIONES Y PROPOSICIONES
SOBRE EL VERSO FRANCÉS
Paul Claudel
Paul Claudel, “Réflexions et Proposions sur le vers français”,
en Positions et propositions. Art et Littérature, Gallimard, 1928.
Versión de José Miguel Barajas.
Descargables [ensayo], en Fundación. Revista en Línea,
núms. 4, 5 y 6, diciembre 2012 - abril 2013.
Edición revisada: mayo de 2013.
Imagen: Paul Claudel posa con un busto de sí mismo esculpido por Camille Claudel
[museedelagrandeguerre.eu]
La poesía francesa del siglo XVII tuvo en Nicolas Boileau-Despréaux a su
máximo teórico. No puede afirmarse, en sentido estricto y con la misma de-
terminación que haya una figura única que despunte entre las demás en la
reflexión crítica sobre el otro siglo mayor de la poesía en Francia. De tal
suerte, los propios poetas del siglo XIX han sido, en cierto modo, también
sus principales críticos. Que baste, por una parte, recordar la obra crítica
de Baudelaire, las cartas sobre la poesía de Rimbaud o las notas sobre el
lenguaje de Mallarmé. Por otro lado, en la primera mitad del siglo XX ha
habido intentos posteriores de revisiones sistemáticas como el Tableau de la
poésie française d’aujourd’hui de André Fontainas o el estudio de Paul Clau-
del que ahora nos ocupa: “Réflexions et Proposions sur le vers français.”
Escrito en Tokio en 1925 y publicado en Positions et propositions. Art et Li-
ttérature hacia 1928 en Gallimard, el ensayo de Claudel forma parte de una
serie de once estudios entre los que destacan “La Philosophie du Livre”, el
“Préface aux oeuvres d’Arthur Rimbaud” o la “Introduction à un poëme
sur Dante”. Se trata del ensayo más extenso del libro, dividido en veintitrés
segmentos numerados y tres grandes ejes temáticos: un estudio general que
comparte el título del ensayo; una ‘Digresión sobre Victor Hugo’ y una ‘Pa-
rábola de Animus y de Anima: para hacer comprender ciertas poesías de
Arthur Rimbaud.’
Puesto que la materia de la que se ocupa el estudio es el verso francés,
pero también porque habríamos estropeado las formas aquí analizadas con
cualquier intento de versión, hemos optado en consecuencia por dejar en su
lengua original los ejemplos de los que se ha valido el poeta para exponer
sus ideas. (JMB)
1. — No se piensa de manera continua, mucho menos se siente de manera b. – La inteligencia no es virtud fundamental para un poeta, como la
continua o se vive de manera continua. Hay cortes, hay intervención de prudencia no lo es para un militar.1 Es necesaria en segunda línea. Critica lo
la nada. El pensamiento late como el cerebelo y el corazón. En estado de que tú haces.
carga, nuestro aparato de pensar no despacha una línea ininterrumpida;
provee por destellos, sacudidas, una masa distinta de ideas, imágenes, 2. — La palabra escrita es empleada con dos fines: o bien queremos
recuerdos, nociones, conceptos, luego se relaja antes de que el espíritu se producir en el espíritu del lector un estado de conocimiento, o bien
percate en el estado de consciencia de un nuevo acto. Sobre esta materia un estado de alegría. En el primer caso el objeto es la cosa principal, se
primera el escritor alumbrado por su razón y su gusto y guiado por un fin trata de proporcionar de él una descripción analítica exacta y completa,
más o menos distintamente percibido trabaja, pero es imposible dar una de hacer progresar al lector por caminos continuos hasta que el circuito
imagen exacta de las apariencias del pensamiento si no se toma en cuenta del espectáculo o de la tesis o del acontecimiento sea completo; hace
el blanco y la intermitencia. falta que en esta marcha su paso no sea descuidado o entrecortado.
Tal es el verso esencial y primordial, el elemento primero del lenguaje, En el segundo caso, por medio de las palabras, como el pintor por los
anterior a las palabras mismas: una idea aislada por el blanco. Antes colores y el músico por las notas, queremos constituir una suerte de
de la palabra una cierta intensidad, cualidad y proporción de tensión equivalente o de espacio soluble en el espíritu de un espectáculo o de una
espiritual. emoción o incluso de una idea abstracta. Aquí la expresión se vuelve la
cosa principal. Informamos al lector, lo hacemos participar de nuestra
OBSERVACIONES acción creadora o poética, situamos en la boca secreta de su espíritu una
a. – Esta simple verdad disuelve la comparación clásica de la que se valían enunciación de tal objeto o de tal sentimiento que es agradable a la vez
los partidarios del azar creador: bastaría, pretenden ellos, con lanzar un para su pensamiento y para sus órganos físicos de expresión. A imitación
cierto número de veces las palabras de la Ilíada sobre una mesa para obtener del verso primero que acabo de definir, procedemos a la emisión de una
el poema. En realidad, no son las palabras las que crean a la Ilíada, es la Ilíada serie de complejos aislados, hay que dejarles, por la sangría, el tiempo,
la que crea a las palabras o las escoge; como tampoco son los colores o el que no sea sino un segundo, para coagularse al aire libre, siguiendo los
lienzo los que hacen un cuadro de Tiziano, es Tiziano mismo. Las palabras
no son sino los fragmentos recortados de un conjunto que les es anterior.
1. O la probidad en un empresario de trabajos públicos.
límites de una medida que permita al lector comprender de un solo golpe en marcha según variadas fórmulas sale el verso. El metal espiritual entra
en ellos su estructura y el sabor. en fusión bajo un aflujo o viento venido de afuera (inspiración) y el cospel
En el primer caso hay prosa, en el segundo, poesía. En la prosa los informe recibe el punzón de la consciencia bajo el choque de la balanza.
elementos primordiales del pensamiento están de algún modo laminados
y unidos, empalmados por el ojo, y sus rupturas nativas son artificialmente 4. — La escritura sola al anudar el elemento sonoro bajo el elemento
remplazadas por divisiones lógicas. Los blancos del estado creador ya no inteligible permite a la prosa su existencia convencional. Todo lenguaje
son recordados sino por los signos de puntuación que marcan las etapas en hablado está hecho de versos en estado bruto, como lo prueba la grafía
la marcha uniforme del discurso. En la poesía, por el contrario, el lingote de los textos dramáticos modernos donde la sangría es remplazada por
ha sido aceptado tal cual y sometido solamente a una elaboración adicional puntos suspensivos.
de la que ahora vamos a examinar las condiciones espirituales y físicas.
5. — Se puede distinguir dos especies de verso: uno es el verso libre o
OBSERVACIÓN sometido a reglas prosódicas extremadamente ligeras: es el verso de los
Por supuesto, con esta separación entre las dos categorías de la expresión Salmos y de los Profetas, el de Píndaro y de los coros griegos, y también
humana, quiero sólo expresar las tendencias divergentes y las diferencias después de todo el verso blanco de Shakespeare o discurso dividido en
extremas, mientras que una amplia zona media permanece indecisa. Esta cuplés de un número aproximado de diez sílabas.2 (Habría mucho más que
observación es sobre todo verdadera, como lo mostraré más adelante, para la decir sobre el verso de los últimos dramas shakesperianos cuyo elemento
literatura francesa, donde la poesía a menudo no es sino prosa “ensamblada”, prosódico principal parece ser el encabalgamiento, the break, el golpe, la
mientras que la prosa por su parte está completamente cargada y agitada de ruptura en los lugares más ilógicos, como para dejar entrar el aire y la
versos naturales. poesía por todos los extremos.)
3. — La expresión sonora se despliega en el tiempo y por consiguiente es OBSERVACIÓN SOBRE EL ENCABALGAMIENTO
sometida al control de un instrumento de medición, de un contador. Este A menudo se ha hablado del color y del sabor de las palabras. Pero jamás se ha
instrumento es el metrónomo interior que llevamos en nuestro pecho, el dicho nada de su tensión, del estado de tensión, del espíritu que las profiere, del
golpeteo de nuestra bomba vital, el corazón que dice indefinidamente: que son el indicio y el índice, de su cargamento. Para hacérnoslo sensible basta
con interrumpir bruscamente una frase. Si por ejemplo dice usted: “El señor
Uno. Uno. Uno. Uno. Uno. Uno. tal es un canalla”, escucho en un estado de duermevela. Si por el contrario
Pum (nada). Pum (nada) Pum (nada). dice usted: “El señor tal es un…”, mi atención es despertada bruscamente, la
última palabra pronunciada y con ella toda la rama de vocablos precedentes
El yambo fundamental, un tiempo débil y un tiempo fuerte. que ahí se han enganchado, se vuelven como un puñetazo que golpea un muro
Y por otra parte la materia sonora nos es provista por el aire vital que
absorben nuestros pulmones y que restituye nuestro aparato de hablar que 2. O I am press’d to death through want of speaking! (11 s.)
le da forma en una emisión de palabras inteligibles. How dares thy harsh, rude tongue sound those unpleasing news (12 s.)
Así la creación poética dispone de una especie de taller donde hay que What Eve, what serpent has suggested thee
distinguir el metal, la fragua y el fuelle. De este triple elemento puesto To make a second fall of cursed man (10 s.)
y que irradia dolor, estoy obligado a pasar de la posición pasiva a la posición Virgilio el título justo de divino. Pero naturalmente el peligro de este metro
activa, a suplir yo mismo la palabra que hace falta. Así por un divertimento regular, sobre todo para vastos espacios escritos, cuando no es utilizado por
tipográfico, como lo ha hecho últimamente el autor del Vieillard sur le Mont muy grandes o muy hábiles poetas, es la monotonía. No siempre es fácil
Omi, corto la palabra en otro lugar que el de la articulación de las sílabas, de producir la hipnosis, pero es muy fácil procurar el sueño.
lo que resulta una especie de hemorragia del sentido inconcluso; por ejemplo,
en lugar de escribir la “Clo-che”, escribo la “C-loche”. Por la misma razón, 6 — Las poesías modernas han aportado al verso un elemento nuevo: la
dicho autor ha seccionado algunos de sus poemas de los que ha dispersado los rima. La palabra humana no resuena en el vacío. No permanece estéril. Es
fragmentos. He ahí entonces al lector a quien se pone en brazos este cuerpo, una conminación contra el silencio. La palabra llama, provoca algo igual o
mutilado y tembloroso, obligado a cuidar de él hasta que haya encontrado el comparable a ella misma. Cuando el poeta ha proferido el verso semejante
medio para unir de nuevo este Osiris tipográfico. a una fórmula mágica, hay algo en lo blanco que responde.
Pero el verso cuyo empleo ha prevalecido en todas partes es el verso El verso se vuelve así un medio para interrogar a lo desconocido, le hace
regular cuya primera especie es el yambo3 universalmente utilizado en el
una proposición, le ofrece una condición sonora de existencia. El verso
teatro antiguo y cuyo elemento único (pareja de una breve y de una larga) es
nuevo no es solamente, como la latina, una enunciación solitaria y desolada.
la traducción más simple de esta pulsación que no cesa de contar el tiempo
Ya no existe meramente, funciona. Ya no es solamente el resultado de la
en nuestro pecho. El metro que a menudo casi insensiblemente se aproxima
al verso libre. elaboración poética, es su órgano vivo, el latido regular de la bomba que
La segunda especie de la que tengo que hablar (pasando por todos los empuja hacia lo desconocido al sentimiento y a la idea. Sobre esta pareja
pequeños metros que sirven a estados momentáneos de emoción) es el gran alternada de una proposición y de una respuesta descansaba hasta estos
verso narrativo o explicativo cuya estructura prosódica es muy marcada. últimos tiempos toda la métrica francesa.
Hay que distinguir en esta misma especie dos grandes clases que siguen o no
el uso de la rima. El hexámetro latino es el tipo del verso épico no rimado. 7. — Para explicarse la forma que esta métrica ha tomado y conservado
¿Cuál es la razón que, hasta este día, ha determinado a todas las poesías a durante los siglos clásicos es necesario comprender bien algunos rasgos
organizar así el fondo inspiratorio sobre un plan fijo en el interior de una esenciales de la psicología de nuestro pueblo. El verso no es sino, después
cifra precisa de pies o de sílabas? La principal me parece el deseo de crear de todo, la estilización del lenguaje y el modelo de nuestra actitud sonora.
en el espíritu del lector un estado de facilidad y de felicidad. Es desplazado Si hay un rasgo del temperamento francés particularmente impresionante,
hacia adelante sin esfuerzo por un movimiento esperado al que sólo queda sobre todo para un hombre que ha vivido la mayor parte del tiempo en
abandonarse.Está constituido en un estado armonioso.Siente sus movimientos el extranjero, cuando regresa a casa, de modo más notorio en el campo
y sus pensamientos adoptados por el orden eterno. Está desprendido de lo y en provincia que en París, y en las generaciones anteriores más que
azaroso y de lo cotidiano. Duerme. Habita un lugar durable donde los seres en estas, es lo que llamaría lo necesario de la necesidad. El francés tiene
y las cosas le son presentadas en un lenguaje soluble. La victoria perfecta de horror del azar, de lo accidental y de lo imprevisto. Construye su vida y se
este éxtasis poético, ¡por una sola vez desde la creación del mundo!, valió a
esfuerza de excluir de ella todas las intervenciones heterogéneas. Necesita
justificar ante sí mismo cada uno de sus actos y, además, advertido por las
3. Mi mala conciencia de versolibrista me hace echar mano del siguiente ejemplo que tomo de Fedra:
Athenae dum florerent oequis legibus
miradas incisivas que cada uno de sus vecinos dirige sobre él, se dispone
Procax libertas civitatem miscuit como si tuviera que responder a una continua acusación de malversación
Frenumque solvit pristinum licentia.
y despilfarro. Todo lo que no es necesario, en particular el placer, le causa las mudas interiores no elididas (como vues y fées), por la proscripción del
una inquietud profunda, una verdadera ansiedad de la conciencia. Los acoplamiento entre los géneros y los números, torturas todas a las que
jansenistas desconfiaban incluso de la eucaristía y La Rochefoucauld está ciertos fanáticos agregaron mortificaciones personales y supererogatorias,
como obseso por la idea del amor propio. El francés siempre se ha sentido como la rima rica, la rima rara y la abstinencia del hiato. Sin hablar del
accionista de una sociedad de la que cada miembro debe cuentas a todos los código general de la gramática y de la retórica, del savoir-vivre y del “buen
otros. No quiere dejar perder nada. Un bien inútil y malgastado, un recreo gusto”, más quisquilloso que la antigua etiqueta española. Esta situación
que uno se permita, le parecen malas acciones. De ahí nuestra reputación era tan dura que al cabo de poco tiempo pareció a los “poetas” franceses
de parsimonia y de reserva. El papá Grandet que tan bien describió Balzac inútil complicarla haciendo intervenir en ella elementos refractarios y
no es propiamente un avaro, es un hombre que sólo está cómodo en la sospechosos como la inspiración, la fantasía, el sueño, la pasión, la música,
necesidad. Esta desconfianza del placer, incluso inocente, explica nuestra etc. Era mucho más cómodo trabajar tranquilamente sobre una materia
moral negativa y seca, nuestra crítica de la vida amarga y pesimista. De ello inerte y muerta que no se debatía bajo el acero. El arreglo de las palabras
podrían seguirse los efectos desde Calvino hasta la Escuela laica. También entre ellos devino un juego puramente cerebral como el álgebra o el
esta desconfianza ha hecho de nuestra mística tal vez la más severa y la más ajedrez.
desnuda que exista entre los pueblos cristianos. (Véanse los admirables
capítulos del abad Brémond sobre el P. de Condren.) 8. —Hubo en Francia dos periodos de poesía clásica. La primera, que
Evidentemente hay algo más en el carácter francés, pero ciertamente comprende el siglo XVII, la segunda que va de Leconte de Lisle a Mallarmé
esto es muy profundo y muy importante. y que se acaba ante nuestros ojos. Entre las dos, más acá del romanticismo,
Los mismos principios que determinan la vida del francés lo han guiado se extiende un campo inmenso, no de estiércol, pues el estiércol es
cuando se trata de dar a sus ideas una forma oficial y una expresión odorante y fructuoso, sino de cascajo.4
definitiva. La poesía francesa clásica tiene sus cánones en los Mandamientos
de Dios y de la Iglesia y en los adagios lugareños sobre la temperatura y la 9. — No obstante que mi memoria, ¡de nuevo después de tantos años!,
musa de Boileau Despréaux sale entera como un río refrescante del Jardín encaje en los viejos libros escolares el paso de las cohortes alejandrinas
de las Raíces Griegas. La poesía francesa clásica tiene esencialmente un de Corneille, de Racine y de Molière, se forman en mi pensamiento
carácter gnómico y mnemotécnico. El mismo horror del azar, la misma anotaciones de este género: ecuación (se puede cambiar una cifra, pero
necesidad de lo absoluto, la misma desconfianza de la sensibilidad que uno no una relación entre dos cifras). Balance. Aparato para pesar las ideas.
encuentra todavía hoy en nuestro carácter y en nuestros arreglos sociales, Conferencia no de formas y de colores sino de “gravedades” diferentes.
han modelado nuestra gramática y nuestra prosodia. Había que impedir Verificación del equilibrio por el movimiento, como el cuerpo en la marcha
entrar al aire, había que impedir toda especie de juego y de desajuste, que encuentra sucesivamente apoyo sobre una y otra de sus piernas. La
había que apretar las palabras con una restricción externa e interna tan medida. Toda cosa medida, aunada, sujeta a longitudes iguales. Así todo
fuerte, entre cuñas tan duras, para que la línea adquiriera la inmovilidad se dice con decencia y dignidad y como en un mundo superior, el mundo
definitiva e infranqueable de una inscripción, visible para la eternidad. por excelencia. Exposición, análisis, definición, demostración de estados
Es a lo que se llega no solamente por la rima, por la cesura fija o por la
fijación de un número obligatorio de sílabas, sino aún por la exclusión de 4. Sin embargo, las grandes epopeyas científicas de la época de Napoleón no están desprovistas de
interés, y nadie es capaz de ocular ocultar el placer que le produjo el abad Delille.
psicológicos cerrados y de espacios morales completos. La proposición nuestra poesía clásica no fue sino uno de los astilleros de esta gran
después de un suspenso es exactamente cubierta por su simétrica. Una empresa de investigación psicológica y moral a la que dos siglos de nuestra
serie de artículos como el Código.5 Toda cosa simplificada y definida es literatura fueron consagrados, la descripción y el ensayo de todos los
sometida a una apreciación jurídica. Adjudicada por siempre. El verso así esfuerzos humanos, así también, después del vendaval romántico del que
comprendido es eminentemente idóneo para articular los decretos del hablaremos un poco más adelante, al final del siglo XIX algunos espíritus
buen sentido: contemplativos encontraron que el poema francés y, singularmente, el
poema alejandrino, por su diseño preciso, por esta especie de autoridad
Qu’importe qu’elle manque aux lois deVaugelas, inmóvil, por su poder de captar y de concentrar, al geometrizarla, toda una
Pourvu qu’à la cuisine elle ne manque pas. vista en las facetas de su prisma óptico, convenía perfectamente a la tarea
J’aime bien mieux pour moi qu’en épluchant ses herbes particular de su tiempo: el inventario completo de esos dos universos de
la naturaleza y de la historia que se acaba de descubrir. Digo el poema y
Elle accommode mal les noms aves les verbes, ya no el verso, pues entre los artistas de los que hablo, el par alternativo
Et redise cent fois un bas ou méchant mot, de Boileau ya no deviene el elemento esencial de la expresión, sino toda
Que de brûler ma viande ou saler trop mon pot. una construcción más completa de números o de ritmos, cuarteto o
quintilla6 de Leconte de Lisle, soneto de Herédia, décima de Coppée,
Palabras bien hechas para arrancarnos a todos esta exclamación: ¡Bien hecho! balada, estrofa. Así, en concurrencia con la pintura, la poesía abrió cada
El verso, como el mueble lo es de las actitudes físicas, es la estilización de año una especie de “Salon” pintoresco y anecdótico, hasta el momento en
las actitudes verbales más generales del discurso y de la conversación. Es que un profesor, Stéphane Mallarmé, que nos ha abrigado a todos durante
por ello que el verso clásico tiene el aire de un hombre que discute, que varios años en sus cursos vespertinos, hizo un hallazgo. Se podía fabricar
distingue y que explica. Es eminentemente apropiado para nuestro sesgo y “estudiar” este objeto prosódico que nos era permitido tener entre los
de espíritu nacional que ama resumir una situación con una sentencia bien dedos, con sus líneas simplificadas, no menos que la figura de un libro
hecha, una especie de proverbio. Se dice con razón que toda la historia de científico, tampoco solamente como un bibelot, sino como un documento
Francia podría escribirse en pocas palabras. Así: Vea Victis! –Fier sicambre… y un texto y la palabra misma de la Creación. Descubrimiento capital y bien
–Dieu le veut! –Paris vaut bien une messe. –L’État, c’est moi ! – Il n’y a plus de superior para el instrumento particular que lo había permitido, tallado
Pyrénées. –Il n’y a qu’un Français de plus. –J’y suis, j’y reste. –Debout, les morts ! en lo transparente y lo nulo a la manera de una lentilla.7 Así hoy un gran
–Le cléricalisme, voilà l’ennemi ! Etc., etc. Es la actitud latina de golpear con
adagios de este género la que valió su éxito al Legislador de nuestro Parnaso.
6. En la treintième année, au siècle de l’épreuve,
10. — La mención de esta cima nos invita a pasar a la otra, más próxima Etant captif parmi les cavaliers d’Assur,
a nosotros, que nos deslumbra todavía con sus fríos cristales. Así como Thogorma, le voyant, fils d’Elam, fils de Thur,
La gloria del Museo de Copenhague es su colección de bustos de Rodin las ideas y de los recuerdos, la “permanencia”, la secretaría, el taller, el
y de Carpeaux. ¡Cuántas veces he ido a contemplarlos en las oscuras reactor químico, el aparcamiento de los dínamos. Por debajo, en la parte
tardes del invierno escandinavo! Me han hecho comprender cuán tosca y media, desembocan los pulmones y nuestros tres sentidos de investigación
rudimentaria es la teoría de los fisionomistas que, de manera concluyente lejana, oído, vista, olfato. Por ahí tomo la vida, es la parte inspiradora y
y rígida, imponen a cada rasgo de la figura física la traducción de un rasgo adquisitiva, nuestra proa al descubrimiento maniobrada por el cuello. Por
de la figura moral (se podría decir lo mismo de la grafología). Nuestra debajo, finalmente está la boca que es el órgano del gusto y de la palabra,
alma es un conjunto de facultades solidarias unidas por lazos demasiado para saber y para explicar, también para pedir. Ella es nuestra agencia de
sutiles para prestarse complacientemente a las divisiones escolásticas de expresión y entrega el pensamiento elaborado, fabricado y convertido en
los manuales. Ella, que ha hecho nuestro cuerpo, se sirve a su antojo y en valor de cambio.
ocasiones abusa para expresarse de tal o cual de nuestros acentos físicos. El mármol de Victor Hugo en el fondo de este sombrío Museo de
Ella nos ofrece asideros diferentes. Así una gran frente no siempre expresa Copenhague, al cual me conducía siempre una especie de fascinación,
inteligencia, sino muchas veces simplemente la vacante y la evaporación. proporcionaba un magnífico ejemplo de esta arquitectura espiritual.
Una nariz redonda no siempre significa bondad. Un mentón obstruido no Admiraba esa frente voluminosa y maciza, semejante a un bastión de tres
siempre es un indicio de carácter, la boca de carpa de la Reina Victoria, lados que se eleva encima de soberbios cimientos y potentemente fletado
por ejemplo, no está desprovisto de una energía que va hasta la ferocidad, como una cúpula llena de metal en fusión.12 Bajo esa frente olímpica el
tiene lo serio que le falta a muchos cascanueces. Ningún rasgo de la figura rostro medio hace un extraño contraste. De los ojos hablaré más tarde.
puede interpretarse aisladamente como un artículo gramatical. Hay que Pero todo el conjunto del rostro no avanza, opone a la vida, salvo la corta
remitirse al contexto entero y no solamente al rostro, sino al cuerpo mismo saliente de la nariz, una elevación vertical. Esta misma nariz no respira;
que la cabeza recapitula, a sus actitudes, sus movimientos, sus aplomos, su sobre ciertos retratos no es sino un troncho sensual, sobre el busto de
tamaño, su volumen. Rodin, es el pico encorvado, duro y corto, de una pequeña rapaz, un
Una vez hechas estas reservas previas, se puede distinguir, no obstante, cernícalo. Las mejillas no son generosas bofetadas, no ofrecen una
en el rostro humano funciones y regiones diferentes, a semejanza de las presentación magnánima de sí mismo a la vida. El todo bajo el peso enorme
vísceras que separan al diafragma. Hay en el rostro tres estratos. El más
12 Si ma tête, fournaise où mon esprit s’allume,
elevado es la frente, que es la ciudadela del pensamiento, el almacén de Jette le vers d’airain qui bouillonne et qui fume…
de la frente tiene no sé qué de apretujado, de comprimido, de colérico, de por todas partes, una especie de patria interior y de clima vital donde
tapado, de mezquino, de hostil y de malvado. Compárese esta fisionomía el pensamiento encuentra refugio y reparación. Bien, esta visión directa
mamposteada con la de un interior, de un puro pneumático, Baudelaire, por sobre el alma de Victor Hugo, sin retórica, paráfrasis o traducción, lo que
ejemplo, o Dalou, del que otro busto al lado dibuja la delicada nariz larga nos la ofrece mejor, el primer paisaje que nos esperaría si pudiéramos
y cincelada. Las orejas huecas y sin pabellones están como incorporadas a pasar del otro lado de sus ojos sin esperanza, son los trágicos contornos
la roca parietal y por debajo de la nariz todo desaparece en una barba ruda que todos hemos visto, esta química maléfica del negro con el blanco,
que continúa un peinado erizado de profeta. Pero las imágenes anteriores esos parajes sumergidos donde la luz lívida e informe no transvasa
a 1861 muestran una larga boca de delgados bordes de actor o de abogado sino para hacer aparecer un baturrillo heteróclito y confuso de objetos
sostenida por ese labio inferior fino y bien separado que permite a los desafectados, un pasado irremediable, ruinas que escapan a la opacidad
franceses, me ha dicho un músico, ser los mejores intérpretes de clarinete de un mundo maldito que los monstruos y los gules atormentan. Se
del universo. Las palabras deben desprenderse como piezas de oro de ese puede decir sin exageración que el sentimiento más habitual en Victor
excelente trabuquete. Sirve de base al conjunto la voluta bastante corta, Hugo, aquel donde halló sus inspiraciones más patéticas, aquel al que
pero netamente acentuada del mentón egoísta y afirmativo. La ternura, la jamás recurrió en vano y que lo proveía de un repertorio inagotable de
bondad, la simpatía y sobre todo la alegría, no irradian precisamente de formas y de movimientos, su cámara interior de tortura y de creación,
esta imponente y siniestra fisionomía. es el terror, una especie de contemplación aterrada.13 Tampoco es
Pero yo no dejaba de interrogar a los ojos, esos pequeños ojos un poco indiferente que los primeros frutos auténticos de este genio aparezcan,
asimétricos de los que Rodin con su instinto de colorista ha hecho la base fuera de ejercicios escolares, fueron las repugnantes pesadillas de Bug-
de su edificio de valores. Mientras que los pintores, la mayor parte del Jargal, de Han de Islandia y del Último día de un condenado. Luego se
tiempo, encienden un claro en la pupila de sus modelos, los ojos de Hugo, peinan, entre esas orillas melancólicas que se llaman con nombres como
en ningún retrato que haya visto, no irradian ningún rayo y sobre el rostro Las hojas de otoño, Los rayos y las sombras, Los cantos del crepúsculo,14 los
que aquí se me ofrece, en Dinamarca, en esta lúgubre claridad difusa sombríos espejismos de El Rin y de Nuestra Señora de París; en los quinqués
de la que se diría que es la noche diluida con la nieve, estas aperturas del boulevard del Crimen una agitación monstruosa de clamores y de
estrechas dan una impresión de negro absoluto: el aire azorado que dan a traíllas vacías15 traslada al campo semiespectral del teatro la tortura de
las casas deshabitadas (cf. la casa sin puerta de Los trabajadores del mar) las esas regiones tenebrosas que trabaja una luz envenenada. Una de las
ventanas sin vidrios abiertas hacia una cavidad insondable. Pero la cara que hijas del poeta perece trágicamente, otra se vuelve loca como ya se había
confronto no está deshabitada, hay una gran alma que sufre detrás de eso y vuelto Eugène Hugo. El golpe de Estado sobrevino, el exilio, Jersey,
¡de golpe he comprendido!, he comprendido lo que mira ahí adentro con
ese aire amenazante y lleno de noche. 13. «Expresa con la oscuridad indispensable lo que es oscuro y confusamente revelado. Es un genio sin
fronteras… El genio que todo el tiempo desplegó en la pintura de toda la monstruosidad que envuelve
En la obra de un escritor, bajo los medios y los procedimientos como al hombre…» (Baudelaire, el arte romántico).
estos de los que acabo de intentar el análisis, bajo la máscara y los paños
14. El crepúsculo que es la aurora de la noche:
que el hombre de letras, perfecto mimo de sí mismo, asume para llenar …Songeant aux choses
el papel que sus contemporáneos esperan de él, hay una especie de Qui nous attendent dans la nuit.
tonalidad esencial, una nota estridente o sorda, pero sensible y obsesiva
15. Et magna tesatur voce per umbras.
Guernesey y entonces, sucediendo a las erupciones de un furor casi Pendant que d’un baiser, ô belle, tu m’absous
demente, mantenidos por la soledad, el mar, la tempestad y las prácticas La vaste nuit funèbre est au-dessous de nous,
de necromancia, el periodo de las grandes alucinaciones. Entonces se Et les morts dans l’Hadès plein d’effrayants décombres
escapan en enormes volutas de ese cerebro que fuma las Contemplaciones
(con páginas como la Boca de sombra y las poesías espiritistas), la Leyenda Regardent se lever sur l’horizon des ombres
de los siglos, el Fin de Satán, Dios, Los miserables, Los trabajadores del mar, Les astres ténébreux de l’Erèbe qui font
Noventa y tres y ese álbum de litografías épicas y aterradas que a mi parecer Trembler leurs feux sanglants dans l’eau du Styx profond.
es la obra maestra del gran poeta, El hombre que ríe (¡de qué reír, que
acentúa el de Voltaire!). ¡Nunca el amor, nunca los sentimientos tiernos ¿Quién tendría el corazón para reprochar al pobre poeta sitiado por esos
y afectuosos han tenido un asidero durable en este espíritu atormentado sueños horribles su respetable fe en un porvenir mejor, una humanidad
quien en la aurora del siglo en su declive ha repetido la carrera de sabia y renovada? Pero eso, el futuro, es inaccesible y de la visión del
Orestes!16 El día nunca limpia la caverna del mago, nunca ese corazón presente como del pasado no parece obtener sino horror. ¿Qué sería,
es ampliamente inundado en su fragua por un soplo purificador y esos por otra parte, este mañana radiante?, no se encuentra en esta inmensa
arrebatos de versos semejantes a la liberación de la sibila a menudo obra ningún presentimiento que sea capaz de conmovernos, ningún rasgo
tienen el acento inhumano del epiléptico y del ventrílocuo. A veces hay vivo, ningún soplo que encienda en un corazón generoso pasión por el
momentos de remisión y el afiebrado siente sobre su frente el soplo deseo y la esperanza. Siempre es el fin de algo, el fin de Satán, el fin de la
de Floreal, pero muy pronto el espíritu regresa. Cuando un diario se tiranía, de la miseria, de la enfermedad, de la superstición. ¡Así sea! ¿Pero
encuentra en el fondo del bolsillo: positivamente qué nos propone? Victor Hugo no parece haber realizado
con fuerza sino un solo detalle del jardín por venir: el mejor uso del desagüe
…Et je me lève et tout s’efface et frémissant, para la agricultura. Vuelve en dos ocasiones en Los miserables y en Noventa
Je n’ai plus sous les yeux qu’un peuple à la torture, y tres a este horizonte encantador. En su pintura de un paraíso materialista
Crimes sans châtiment, griefs sans sépulture, donde cada uno gozaría de una buena salud y de la seguridad de una pequeña
Les géants garrottés livrés aux avortons, felicidad burguesa, no es más feliz que la mayoría de sus rivales en utopías;
Femmes dans les cachots, enfants dans les pontons, y si es verdad, como lo afirma Svedenborg, que el principal carácter del
Bagnes, sénats, proscrits, cadavres, gémonies ; Infierno es la mediocridad (yo mismo me imagino bastante bien para la
Alors foulant aux pieds toutes les fleurs ternies, fábrica principal del lugar algo atormentado del tipo de la Samaritana y
Je m’enfuis, et je dis à ce soleil si doux : de Magic City) ese paraíso tendría bastante dificultad para acomodar lo
Je veux l’ombre ! et je crie aux oiseaux :Taisez-vous ! marginado. La Religión sin religión de Victor Hugo es algo como el vino
sin alcohol, el café sin cafeína y el topinambur que es el pariente pobre de
También, después de un grupo de idilios por otra parte mediocres y la papa. El protestantismo ya había fracasado en sus perfeccionamientos
afectados, se cae de pronto en el fondo de estos versos lúgubres: higiénicos. Un francés preferirá siempre una leal y valiente negación a
esas imitaciones insípidas. Los “magos” que hace desfilar ante nosotros en
16 La desaparición de los sentimientos afectuosos siempre es uno de los primeros síntomas de la locura. lúgubre procesión, semejante a la de los grandes hombres que admiramos
hoy en nuestras vías públicas, alternando con los puestos de periódicos con la pesadilla (como El hombre que construyó las pirámides de Blake) y toda
y los urinarios públicos hasta el Panteón, desde el inventor de la quinina la tribu habría venido a ofrecerle sacrificios.Tal vez una gran parte del éxito
hasta el del hilo para cortar la mantequilla, no parecen en el fondo haberlo de la obra victoriana proviene de que cubría de algún modo las necesidades
entusiasmado mucho más de lo que nos divierten. Sus efigies permanecen idólatras de una multitud de oscurecidos. A falta de estatuas, había
tan vagas y pálidas a lo largo de sus poemas como las boyas de bronce suficiente noche en el alma de ese aterrado para entintar las innumerables
verde que en días de gran lluvia jalonan las profundidades sumergidas hojas de imágenes que admiramos a lo largo de los Trabajadores, de Noventa
del Boulevard Saint-Germain. Por el contrario, qué interés cordial, qué y tres, de El hombre que ríe y de los poemas (donde desafortunadamente
entusiasmo elocuente, qué atención apasionada para los monstruos, para las exigencias artificiales de la elaboración poética estropean a menudo la
todos los criminales, para todos los verdugos de la humanidad, desde prueba.)17 El abismo de Pascal se volvió un inagotable negativo.
Torquemada, el Sultán Murad, el Imanu, ¡hasta el Emperador Napoleón III! Y pienso en otro gran poeta de los tiempos antiguos, en esa imaginación
Después de habernos hecho descender por todos los círculos del Infierno, tenebrosa, donde murciélagos amenazados por el día habían venido
Dante es tan convincente, nos emociona todavía más cuando nos describe a refugiarse como en una tumba todas las figuras de la antigua fábula
a las tres bellas Damas que vienen a su encuentro en el lugar verde y a San finalmente arribadas a su vampírico esplendor, en este contemporáneo de
Francisco en plegaria delante de la Rosa. Pero uno diría que Victor Hugo Nerón que se atascaba en tinieblas abominables que no iluminaban ninguna
no puede sustraerse de su batalla contra los fantasmas. No hablo con un esperanza ni crepúsculo alguno, Séneca el Trágico.
espíritu de denigración ni de burla. Nadie puede discutir la sinceridad del Y pienso también que Victor Hugo no fue la única alma en pena de esta
gran poeta ni que en verdad y de manera real fue un vidente, al modo del landa llena de ruinas y de excavaciones que es la literatura del siglo XIX.
inglés Blake. No vidente de las cosas de Dios, él no vio a Dios pero nadie En este cementerio entrecavado por los fantasmas18 titubean otros grandes
obtuvo tantas cosas de la sombra que hace la ausencia de Dios. No por nada alucinados, Blake, el Goethe del segundo Fausto, Michelet, Caryle, Ibsen,
Rodin lo representó en el Palacio Real con la mano en pabellón alrededor Wagner que fue el primer iluminado por un rayo redentor, finalmente
de la oreja e intentando empujar con el otro brazo las formas veladas Nietzsche que fue devorado vivo por el monstruo que a los otros sólo
que lo asedian. Así como un verdadero apasionado, como el Dominico de perseguía. (El Caballero de Albrecht Dürer. –Y no sabías detrás de ti qué ave
Fromentin, tiene acentos que hallan el alma y que no podrán imitar jamás se ocultaba en tu capucha. Dante.) Todas las trabas de la superstición y de la
simuladores fríos del tipo de Stendhal, así tampoco es un aficionado que
nos habla de “la oveja aterrada” y que produce versos como estos: 17. Por ejemplo, en Ibo, Victor Hugo hecho mano (a menudo le ocurre eso) de un motivo en verdad
sublime y desgarrador: Tu sais bien…,Tu sais bien, mon Dieu…
Pourquoi vous cachez-vous dans l’ombre?
Le dolmen monstrueux songe sur la colline, …Tu sais bien que j’irai, Justice,
L’obscure nuit l’ébauche en spectre ; et dans le bloc J’irai vers Toi !
La lune blême fait apparître Moloch. Uno creería que esta alma sufriente va por fin a desgarrarse hasta el fondo. ¡Ah!, en esta lucha de Anima
y de Animus, o más bien de Anemos, el soplo estéril enemigo de la Gracia es el primer vencido y todo se
dispersa en la exageración y el estrépito de palabras inanes: Et si vous aboyez, tonnerres, -je rugirai!
Vemos funcionar en un contemporáneo este taller oscuro donde se fabrican Así las malas estrofas en Cielo pleno que siguen la magnífica comparación de la Red. Impotens sui.
los ídolos. Sin duda que en otro tiempo un Victor Hugo polinesio habría
hecho una bella escultura de esta oveja aterrada, fruto de sus comuniones 18. Antequam vadam et non revertar ad terram tenebrosam et opertam mortis caligine, ubi nullus ordo sed
sempiternus horror inhabitat. (Job)
moral serían suprimidas, ¡a qué triunfo de la vida habríamos de asistir! ¡a qué
orgía radiante de la libertad y de la alegría!Y nosotros no encontramos sino
desesperanza, pesimismo, pesadillas, amargura, extravío, rabia, el espíritu
poseído por los espectáculos más repugnantes, para desembocar, hoy, en
los balbuceos de la estupidez. Nuestras novelas realistas están llenas de una
especie de odio paciente y atento a la humanidad, de burlas y de calumnias
hacia los pobres, se diría que los autores experimentan una alegría sádica
en ver el alma vencida, humillada, decepcionada, ridiculizada, asfixiada
bajo la basura, pisoteada bajo los pies de los animales. Las pinturas más
empalagosas parecen tener un atractivo del que uno no puede sustraerse.
Los libros que abro hoy sólo están repletos de exhibicionistas y de obsesos,
de miserables criaturas molidas y destempladas, sin virtud, sin huesos,
sin nervios, sin voluntad, sin inteligencia y sobre todo sin corazón, sine
affectione, inextrincablemente ocupadas en imbéciles disquisiciones
eróticas. Es el fin de la experiencia pagana que hemos comenzado de
nuevo una vez más.Y este fin no es otro que el término fatal de todos los
paganismos y de todas las religiones de la naturaleza, es la anti-natura, no
es la Jerusalén de los visionarios, es Sodoma, así como está escrito en la
Epístola a los Romanos. Ahí estamos. Jam foetet.19
19. No he hablado ni de los últimos poemas de Victor Hugo, que no son sino grandes artículos
versificados para el Rappel, ni de fabricaciones como las Chansons des Rues et des Bois, que no son ni una
diablura senil, ni mucho menos «el más bello animal de la lengua francesa», sino un triste ramo de
algunas flores marchitas revueltas con otras artificiales.
*
* *
Nada va bien en la pareja de Animus y de Anima, el espíritu y el alma. Queda acaba de ocurrir algo chistoso. Un día que Animus regresó de improviso, o
lejos el tiempo, la luna de miel terminó muy pronto, durante el cual Anima tal vez que descansaba luego de la cena, o tal vez que estaba absorto en su
tenía el derecho de hablar a placer de todo y Animus la escuchaba con agrado. trabajo, escuchó que Anima cantaba sola, detrás de la puerta cerrada: una
Después de todo, ¿no ha sido Anima quien aportó la dote y quien hizo vivir a canción curiosa, algo que él no conocía, sin medios para encontrar las notas
la pareja? Pero Animus no se dejó reducir por mucho tiempo a esta posición o la letra o la clave; una extraña y maravillosa canción. Desde entonces, él ha
subalterna y pronto reveló su verdadera naturaleza, vanidosa, pedantesca y intentado hipócritamente hacer que la repita, pero Anima hace como que no
tiránica. Anima es una ignorante y una tonta, nunca ha estado en la escuela, comprende. Se calla en cuanto él la mira. Entonces Animus halló un truco,
mientras que Animus sabe un montón de cosas, ha leído un montón de cosas se las arreglará para hacerle creer que no está ahí. Sale, habla ruidosamente
en los libros, se ha enseñado a hablar con una pequeña piedra en la boca y, con sus amigos, silba, toca el laúd, sierra madera, canta estribillos tontos.
ahora, cuando habla, lo hace tan bien que todos sus amigos dicen que no Poco a poco Anima se relaja, mira, escucha, respira, se cree sola, y sin ruido
puede hablar mejor de como lo hace. Uno no terminaría de escucharlo. va a abrir la puerta a su amante divino. Pero Animus, como hemos dicho,
Ahora Anima ya no tiene el derecho a decir una palabra, le quita como se tiene ojos en la nuca.
dice las palabras de la boca, él sabe mejor que ella lo que ella quiere decir y
por medio de sus teorías y reminiscencias mueve todo eso, lo acomoda tan
bien que la pobre, simple, ya no reconoce ahí nada. Animus no es fiel, pero
eso no le impide ser celoso, pues en el fondo sabe bien que Anima tiene toda
la fortuna, él es un mendigo y que no vive sino de lo que ella le da. Así no cesa
de explotarla y de atormentarla para quitarle los centavos, la pellizca para
hacerla gritar, le monta farsas, inventa cosas para provocarle pena y para ver
lo que dirá, y por la noche cuenta todo eso en el café a sus amigos. Durante
ese tiempo, ella permanece en la casa en silencio, cocinando y haciendo la
limpieza como puede luego de sus reuniones literarias que apestan a vómito
y a tabaco. El resto es excepcional; en el fondo Animus es un burgués, tiene
costumbres regulares, le gusta que le sirvan siempre el mismo plato. Pero
15. – Volvamos a nuestras aburridas cuestiones de prosodia luego de haber despojar a las vibraciones del alma, las iniciativas sonoras de la simple Psi-
mandado a hacer al espíritu de nuestro lector estos dos o tres pequeños que, de su acento más ingenuo y de su flor más delicada!20
giros. ¿Quizás no sabe ya muy bien dónde está? No estará sino mejor dis- El lector, quien literalmente permaneció en la época de los miriñaques
puesto a seguir a un conductor astuto. y de la ropa almidonada frunce el ceño ante la sola libertad y lo escucho
16.- Si una idea se desprende más o menos insidiosamente, con el polvo, gritar: ¡pero es prosa eso que usted dice! No, no es prosa, estimado señor,
de todos esos libros que acabamos de golpear uno contra otro, es que ni no tiene ninguna relación, son versos de los que cada uno es distinto, de
el verso clásico ni los versos románticos han agotado las posibilidades de los que cada uno tiene una figura sonora diferente y contiene en sí mismo
deleite que contiene para nosotros el lenguaje francés. Supongamos que todo lo necesario para ser perfecto, en una palabra es poesía latente, en
el aficionado fino del que se trataba en alguna parte de las líneas prece- bruto aún, pero infinitamente más verdadera, surge de una fuente inifita-
dentes –de preferencia un niño– escucha hablar detrás de un muro, por mente más profunda que todas las malherberías21 a lo mecánico. La prosa no
ejemplo, a dos damas de provincia o de París, de suerte que no tenga pena es sino el artificio escritural del hombre tibio en su mesa de trabajo que
alguna en dejar el sentido del otro lado de la pantalla y que sólo la música ya no tiene conciencia de su respiración y del ruido que se hace al hablar
le llegue. ¡Cómo ese hablar visible se inscribe para él delante de sus ojos en y que, en el sueño del gusano de seda, hace salir de su red una larga cin-
dibujos llenos de frescura y de imprevisto! ¡Qué diálogo entre esas voces! ta de estiques coagulados. –¿Cómo hacer, se preguntará el aprendiz del
¡Qué originalidad y qué verdor en los ataques! ¡Qué giro siempre nuevo! que hablo, para conservar esta frescura, esta libertad, esta vivacidad, esta
¡Qué cortes! ¡Qué relaciones entre los timbres, más deliciosas que las del explosión del lenguaje hablado y, sin embargo, para darle esta consistencia
rojo y el gris! ¡Qué elegantes ondulaciones de la frase puntuada sin tomar y esta organización interior que exige la inscripción sobre el papel? ¿Cómo
en cuenta la gramática y que termina el grito de una curruca! ¡Ah! ¡Ya no abrir a la Musa un camino de rosas?, ¿cómo embriagarla sin hartarla nunca
hay necesidad de medir ni de contar! ¡Qué alivio! ¡Cómo la mente goza de una música que tenga a la vez el interés de la búsqueda y la dulzura de
con esta liberación de la oreja! ¿Qué va a pasar? ¡Qué música siempre la autoridad?, ¿cómo preservar el ensueño separándolo del sueño?, ¿cómo
cambiante y siempre imprevista y qué alegría de sentirse así graciosamente sostener su paso con un número a la vez sensible e inencontrable como
llevado sin que uno sepa cómo por encima de los obstáculos! ¡Y cómo el
verso alejandrino al lado de estos gorgoritos de pájaro parece algo bárba- 20. El gran castigo inventado por los peones es copiar los versos. Los versos son la forma oficial del
pénsum. ¡Alumno Fulano, hágame cien versos!
ro, a la vez infantil y anticuado, algo pedestre y mecánico, inventado para 21. Relativo a François de Malherbe, crítico y poeta francés del siglo XVI (N. del t.)
el corazón?, y desembarazarnos de una vez por todas de este abominable bolchevique intimidado mascullar que la restricción natural exigida por el
metrónomo cuyo golpeteo de hurgón cubre nuestro juego y de la voz de pensamiento y por la expresión musical es bastante dura sin que se le agre-
esta vieja maestra de piano que no cesa de gritar a nuestro codo: ¡uno – guen obligaciones artificiales y pueriles. Si la restricción del soneto es tan
dos – tres – cuatro- cinco – seis! beneficiosa, ¿por qué repudiar la más rígida y probablemente más saludable
del acróstico, del verso palíndromo y de la doble cruz-blanca en acordeón?
17. – Lamentamos en este momento la ausencia, ante nuestro ingenuo re- En cuanto al chorro de agua, flaco Narciso de una estrecha palangana, nues-
volucionario, de este sabio consejero que los críticos se complacen en evo- tro disparatado no tiene vergüenza en afirmar que le atribuye no solamente
car –está hecho a imagen de ellos–, para presentarle el escándalo de su em- el río y la catarata, sino el más simple roce entre los nomeolvides, al modo
presa. A la mayoría de las personas, incluso cuando tienen un gusto natural del escarpín presuntuoso de nuestro mejor zapatero que procura insinuar
por las Bellas Artes, no les gusta que se les altere sus costumbres. Quieren un pie desnudo mientras el cuerpo está en un corsé. Uno le replica que, así
algo que repose y que acarice agradablemente al espíritu. Sólo habría que como el Código Penal no ha incomodado nunca sino a los malhechores, la
entrar en el despacho o fuero interno de un abogado, de un dentista, de restricción de nuestra prosodia jamás ha obstruido a un verdadero poeta y,
un publicista, de un eclesiático, de un militar, para ver lo que estos señores estupefacto, o como dicen los brasileños, “estapafourdi”, a nuestro joven
prefieren: el educado, el relamido, el reluciente, el frío, el sobrerreluciente, gallardo ya no le queda sino callarse. Se le ha, de manera bella, respondido
el sobreeducado, el sobrerrelamido, algo, un Cabanel por ejemplo, que sea, bien. Se le ha cerrado el pico como se debe. Así la prosodia es saludable en
en pintura, el equivalente de una poesía de Heredia o de Moréas o de una cuanto tiene de restricción y, por otra parte, ¡para el verdadero poeta no es
página de Anatole France. Las cualidades que gustan son las cualidades bien de ningún modo una restricción! ¡Es portentosa!
exteriores que uno puede apreciar de entrada y que nos alivian en nuestra 18. – Reanimemos a nuestro inventor abatido y dejémoslo guiarnos a tra-
superioridad de expertos, la rima rica, dos bonitos cuartetos bien limpios, vés de los repliegues de la memoria hasta la oficina de ese funcionario que
un potente imperfecto del subjuntivo, un arcaísmo semejante a una bacinica llamamos el Conservador de las hipótesis. Ahí, modesto y orgulloso, nos
u orinal en la vitrina de un anticuario, un do de pecho, una acrobacia sobre muestra en un papel amarillento esta definición: El verso compuesto por una
la doble cuerda. El pequeño trabajo por el que la palabra pauvre logra unirse línea y un blanco es esta acción doble, esta respiración por la que el hombre absor-
a la palabra Hanovre al final de un verso de Banville recogía, no hace mucho be la vida y restituye una palabra inteligible. Pero nuestro acompañante nos
tiempo, el aplauso general. El diletante quiere que el autor no se sienta de- hace notar que este texto está muy lejos de agotar toda su idea. Si unas
masiado cómodo, quiere que le cueste y, lo dije hace rato, la molestia es para líneas más o menos cortas son aptas para dar una cierta imagen gráfica de
él un síntoma de esta necesidad que le es ineludible. Poco importa que el la emoción que controla la cadencia, según la compuerta de la lengua –la-
sentido o el sentimiento sean sacrificados como lo son en tres cuartos de la bios y dientes– deja pasar de modo avaro algunas palabras o todo un to-
poesía francesa, si la medida y el ritmo son respetados. Cuánto lirismo excita rrente, el verso aislado en el blanco, sin embargo, responde todavía a otras
en todos los corazones esta afortunada palabra, restricción, que a creer de los necesidades. Por su simpleza permite grabar tal cual el destello mental,
críticos, ¡es la madre de nuestra poesía! En todos los labios se apresuran las la noción instantánea, aislarlo en un tallo que permite mirarlo por todos
comparaciones clásicas, el chorro de agua del señor de la Motte, ¡el elegante lados, someterlo al examen. Responde así al principio de Descartes que
escarpín mejor hecho que la cómoda zapatilla para calzar el pie de la Musa es dividir para comprender. Por su complejidad, al contrario, ofrece re-
y que combina tan elegantemente con el tobillo! Ni siquiera se escuchará al cursos al dramaturgo o al novelista permitiéndole sin un fastidioso análisis
hacer psicología en acción y presentar esas especies de conglomerados de esté marcada con más fuerza que en ninguna otra lengua, no hay en ningu-
pensamientos o de sentimientos, tan frecuentes en la conversación co- na parte insistencia tan nítida sobre ciertas sílabas. Se puede decir que el
rriente, donde la yuxtaposición y no la deducción lógica crea este objeto francés está compuesto por una serie de yambos cuyo elemento largo es la
enteramente nuevo en nuestra mano.22 Pero estas explicaciones no basta- última sílaba del fonema y el elemento breve un número indeterminado
rían para dar al verso, que ante todo es una sonoridad inteligible y perma- que puede ir hasta cinco o seis de sílabas indiferentes que lo preceden. De-
nente, su carta esencial. Hay que hacer intervenir ahí elementos musicales pende, por otra parte, del orador, guiado por la inteligencia o la emoción,
que son especiales de la lengua francesa. hacer variar en una cierta medida el fonema poniendo el punto fuerte aquí
o allá. Por ejemplo, se puede perfectamente escandir en état –d’interdiction
19. – Un examen de los elementos fonéticos del francés pone facilmente o bien en état d’interdiction.23
en evidencia los caracteres siguientes: El error más grosero del alejandrino que se vuelve insostenible en cuan-
1° La frase francesa está compuesta por una serie de miembros fonéticos to la oreja se ha formado en la regla que acabo de enunciar más arriba,
o cortas ondas vocálicas con acentuación e insistencia más o menos larga es que falsea el principio esencial de la fonética francesa al atribuir a cada
de la voz sobre la última sílaba. Este carácter especial del francés ha sido sílaba un valor igual, mientras que una fuerte larga por ejemplo necesita
estudiado por un notable educador, el señor L. Marchand, quien ve en ello para su plena resolución no solamente un gran blanco que la acoja, sino
la razón de eso que él llama los dobleces fonéticos, como tu y toi, il y lui, un número suficiente de breves y de largas menores que la prepare. La
etc., la misma palabra cambiando de forma según el lugar que ocupa en música del lenguaje es una cosa en verdad demasiado delicada y compleja
el fonema. Así uno pronuncia dix sé sous y un franc dix sett, tou les enfants e para que se contente con un procedimiento tan rudimentario y bárbaro
ils y sont touss, appeler y j’appelle. Las sílabas no son entonces por sí mismas como simplemente contar. (Hay un proverbio que dice que el francés sabe
en francés ni breves ni largas, y el fonema se compone de una larga que contar.) Es por ello que en la escena los actores son forzados a transformar
está siempre en la última sílaba y de un número variable y más o menos los alejandrinos, a comerse las rimas, a desplazar las cesuras, a cambiar
indiferente de sílabas neutras que son con relación a ellas siempre breves el número de sílabas, en una palabra, a hacer algo que ya no se parece en
cualquiera que sea su título ortográfico. (Ya en latín Quintiliano había nada al texto escrito. La vida retoma sus derechos. Desde el momento en
notado que no había ni breves ni largas, sino breviores longioresque.) Así, en que el alejandrino perdió su carácter mnemotécnico y lapidario para pro-
el bello verso tomado del Código Penal que citaba yo hace rato, del cual barse en la música estuvo condenado a la ruina. La oreja no tiene ninguna
indico someramente la escansión: razón para contentarse con una sola combinación bastante pobre en lugar
de miles de otras más ricas y más agradables.
Sera mis de plus pendant la durée de sa peine –en état d’interdiction légale.
19. – Secundo, ¡pero dejemos ahí el secundo y el número tres y el cuartamente!
Las cuatro sílabas pesadas de interdiction son tratadas por la voz como bre- Y mejor admiremos bien sobre el rostro de nuestro interlocutor esta satis-
ves con respecto a la larga (ficticia) de légale. Es, por lo tanto, falso decir facción honesta y apostólica que conviene a los benefactores de la huma-
que en francés la cantidad no existe. No solamente existe, sino que tal vez nidad. Que alegría para él haber llevado la aprobación finalmente a todas
22. Así Virgilio o Píndaro, gracias a las facilidades que les daba su lenguaje, pueden deliciosamente 23. Esta insistencia final de la voz responde a un rápido regreso sobre el pensamiento por parte de la
yuxtaponer palabras que no tienen ninguna relación lógica. oreja que toma conciencia de lo que la voz acaba de proferir.
estas Andrómedas de subprefectura que habiendo en su inocencia dado a resante. De la triple creación mineral, vegetal y animal, tal como se pre-
luz a un verso del género de éste: senta a nuestros ojos y bajo nuestra mano, o en conserva profundamente
macerada y marinada en la negra confitura de los siglos, el arte del desti-
Le soleil s’est couché dans l’or et dans la pourpre lador ha hecho salir toda especie de colores y de esencias. Esa gota pálida
al final de la varita de cristal, ese grano catalítico, ha bastado para cambiar
¡han visto sus más hermosos años marchitarse a la espera del ave milagrosa de cabo a rabo la constitución molecular de ese líquido durmiente. Una
que les traería la rima indispesable e imposible! ¡He ahí el hombre que ha estrella nace en el petróleo. El adjetivo con una lentitud repugnante vacila
separado finalmente la pareja maldita de arbre y marbre y refrescó el asedio alrededor de su predicado y esos puntos de oro vago son reunidos poco
de esos vocablos malditos, oncle y furoncle! a poco por un color verde donde giran filamentos violáceos. Esa idea de
¿No es disculpable un poco de entusiasmo? Querido lector, por más efectos retardados bajo el crecimiento de las frases se disuelve de golpe
obtuso y estúpidamente conservador que me haya hasta aquí placido a us- en una efervescencia de ácido carbónico. Ese átomo sonoro no es sólido y
ted imaginarlo, estoy seguro de que lo compartirá con nosotros. esas nasales resisten mal a una suerte de bombardeo interior y de estreme-
Y puesto que estamos de lleno en el lenguaje figurado, no lo dejemos an- cimiento coloidal. ¡Pero ya nuestro conductor nos atrae hacia esos frascos
tes de haber seguido a nuestro ingeniero en frases y en sílabas en el com- relumbrantes, hacia esos lagos de perfumes que duermen en recipientes
plejo donde ha reunido sus talleres según los principios más modernos de de porcelana y de cuarzo! Como aquella que en algunos segundos nace de
la concentración vertical. Echemos un vistazo pasando a la oficina de la los dedos prestidigitadores de la florista, he comulgado por los orificios de
planta baja. Sin duda usted ha visitado el museo de osteología del Jardín mis narices y por medio del más espiritual de todos los sentidos que llena
de Plantas donde los científicos han reunido los planos de toda la creación, toda la cavidad humana, entre el heliótropo y las violetas, en el sombrío
los armazones de todas las construcciones animales. En todo caso usted ha diapasón de la rosa roja.
visto un taller de reparación de bicicletas con las hileras de instrumentos Todas estas imágenes no son sino para hacer comprender, gracias a la ri-
suspendidos en el techo, los cuadros desmontados, los rodamientos a bo- queza y a la delicadeza inifnitas de las finales francesas, todos los recursos
las, los multiplicadores, los tubulares para las cámaras de aire. Ahí no se de una prosodia que reposaría sobre todo en lugar de la cifra (dije la cifra
trata de rodar; pero aquí se ha establecido las representaciones de alguna y no el número), sin olvidar los principios que indiqué en el párrafo 17 y
suerte gramaticales y abstractas de todos los movimientos de la naturaleza en otros más, sobre la cantidad y sobre las relaciones de timbre. En lugar
desde el ala de la gaviota al salto del jerbo y el enroscamiento de la víbo- del apareamiento de rimas homófonas, estudiamos ese acuerdo interior
ra. Tenemos dos o tres modelos casi completos antes de todo adorno de de sonoridades de las que el alejandrino clásico, con la cesura tan maltra-
palabras. Pero el solo rayo de palabras precisamente hoy nos atrae, y para tada por la gente del siglo XIX, nos ofrece una estilización bárbara. De
comenzar detrás de esta puerta blindada, visitamos el puesto del lapidario. este acuerdo entre una dominante escogida en un punto variable de la frase
¡Cuántas piedras de todos colores nos trae a puñados rodando sobre el y la cadencia final vamos a dar una serie de ejemplos graduados según los
terciopelo negro! El perfecto joyero trabaja con ellas como el músico con maestros de nuestra prosa.
sus notas. Esta piedrita de apariencia insignificante hará resplandecer de El más elemental a la manera de una estrella doble amarilla y oro es la
golpe al collar; ¡gracias a este tierno ópalo Casíope se funde en lágrimas célebre exclamación de Pascal:
durante la noche! Pero el departamento de la química es todavía más inte-
Que de royaumes – nous ignorent! Et par une route de dangers ma faiblesse me menait aux confins du monde et de la
Cimmérie, patrie de l’ombre et des tourbillons.
Combinación muy deliacada y muy simple a la vez de un átomo oscuro y
de un átomo claro, la nota más elevada en timbre sirviendo elegantemente No me atrevo a profanar este texto superior con acentuaciones escolásti-
de resolución a la nota más baja. La gravedad del au y la explosión del o cas y dejo al lector el placer de descubrir en él todas las bellezas de con-
son todavía acentuadas por las consonantes que les siguen. sonancias, de aliteración, de movimientos y de diseño. ¡Se acabó! ¡Está en
Una corta fanfarria bastante lograda después de una ronca y poderosa el aire! ¡No depende de nada!, ¡sólo es conducido por la música, como un
preparación aliterada concluye el verso de Código Penal que ya cité: hermoso cisne que bate las alas extendidas en un medio eliseíno!
No resisto a la alegría de citar este otro verso mucho más simple, pero
Tout condamné à mort – aura la tête tranchée. tan grande y tan patético:
He aquí un primer ejemplo de modulación: Sur la mer que j’aimais comme si elle eût dû me laver d’une souillure, je voyais se
lever la croix consolatrice.
Le silence éternel de ces espaces inifinis – m’effraie.
¡Con qué arte se prepara la aparición amarga y viridián de souillure que de-
Disílabo neto y abierto sobre un blanco que hace equilibrio por sí solo en rrama su resplandor sobre las aguas tenebrosas y estremecedoras! Por una
esta frase grande, ligera y espaciosa compuesta por cuatro anapestos. Nó- inspiración genial la impresión epifánica de la Cruz, cuyo nombre mismo
tese como sostén el choque sordo de las dos nasales an y in. También esta está como alargado y roto en la cavidad de un yambo, es llevada adelante
especie de dehiscencia sideral entre espaces y infinis. sobre esta agria y única sílaba en ure siguiendo a una palatalizada.Y las dos
Una frase de Bossuet donde hay una falta (pero cito de memoria): palabras en reflejo, laver y lever.
Estos ejemplos muestran que la cesura variable y las diferencias de dis-
La béatitude éternelle leur est promise – sous le titre majestueux de royaume. tancia y de altura que separan a las cimas fonéticas, bastan para crear para
cada frase un dibujo sensible a nuestro ojo auditivo al mismo tiempo que
La falta es que el primer tiempo fuerte, al no poder enfatizarse sobre nelle el juego de las consonantes y de la sintaxis asociado al de los timbres indi-
(por causa de la l inicial de la palabra siguiente), es en algún modo recha- ca la tensión y el movimiento de la idea. –Mi segunda observación es que
zado hacia el blanco. El acuerdo entre mise y aume es superior, en el gran la técnica alejandrina al estropear y endurecer la sensibilidad del artista, al
gusto clásico, no el de Malherbe, sino el de Le Brun o de Bach. Dos mo- disciplinar la oreja que ya no permite pasar sino los ritmos primarios y las
dulaciones de longitud casi igual retenidas por barreras para dar a la frase sonoridades homófonas, ha dejado dormir en las profundidades del francés
más lentitud y majestuosidad. todo un tesoro de delectación que el prosista, por su parte ocupado en otras
Y llegamos al esplendor total de la lengua francesa desarrollando finalmen- búsquedas y entrenado por el curso uniforme de la escritura, no ha sabido
te todos los recursos de su sonoridad como un Guarnerius bajo el arco de metódicamente utilizar. La obligación de rimar y de rimar bien relanza al
un maestro. He aquí una frase de Arthur Rimbaud, pero no habría sino que poeta ya sobre asociaciones de sonidos balanes y demostrados, ya sobre las
extraer de este ensamblaje de maravillas que es la Saison en Enfer: sonoridades más comunes que son la borra del lenguaje y que están hechas
para ser reprimidas en el interior de la frase y no para adornar la epidermis. y de ello resulta una línea absolutamente plana sin ningún ritmo. Las ter-
Como é, an, in, ou, on, etc. La rima supersticiosamente respetada muestra minaciones masculinas25 predominan, terminando cada movimiento con
la costura en vez de ocultarla. No permite nunca a la frase desembocar por un golpe mate y duro sin elasticidad y sin eco. El defecto del francés que
el estuario espléndido de una sílaba sin par. Es por ello que nuestro verso es el de venir de un movimiento acelerado a precipitarse, con la cabeza
clásico, a pesar de sus méritos que honro, conserva todavía algo triste y em- por delante, sobre la última sílaba, no se encuentra ahí paliado por ningún
polvado. Nos hemos puesto a pan seco y nunca escucho sino lo esperado. artificio. El autor parece ignorar el globo de los femeninos, la gran ala del
Hagamos ahora la contra-prueba de este canon que los maestros de nues- incidente que, lejos de recargar la frase, la aligera y sólo permite tocar
tra lengua nos han provisto. Le evitaré a mi lector el trabajo de buscar tierra con todo su sentido agotado. Y podría aún comparar la bella prosa
ejemplos que no iré a remover en un cacógrafo cualquiera, tomaré a un con una bailarina española o japonesa que toma sus estribos no sobre sus
hombre eminente, concienzudo y respetable, pero mal dotado, compa- piernas sino sobre sus riñones. – ¡Y agrego que la belleza no podía ser
rable a esas solteronas que, en el seno de una austera esterilidad, ofrecen concedida a un hombre que la busca de una manera tan inconveniente!
el ejemplo de todas las virtudes. Y a propósito de esto observaremos que Habrá siempre una diferencia profunda entre un fabricante y un inspira-
el estilo es una cualidad natural como el sonido de la voz, y de ningún do, entre un caballo y el retrato de un caballo.26
modo es exclusivo de los escritores profesionales. En las cartas de Isabelle
Rimbaud uno encuentra como un eco ensordecido del instrumento fra- 20. – Me falta tiempo libre para hablar como quisiera del ritmo en el sentido
ternal y quizás el gran escritor no hizo sino dar cuenta de un cierto tono estrecho de la palabra en cuanto que regula la apariencia de todo un segmen-
lentamente elaborado y madurado por una familia.24 Sea como fuere, se to poético. Es una forma más material del movimiento y del motivo de los que
podría tomar cuarenta cartas de charcuteros reclamando sus facturas. Se hablé más arriba. Consiste en un impulso mesurado del alma que responde
encontraría en ellas diez cuyos autores tienen el sentido del francés junto a un número siempre igual que nos obsesiona y nos arrastra. Es una especie
a treinta que no lo tienen. Flaubert pertenecía a esta última categoría y de danza poética que implica el enlazamiento de una cierta combinación
ese tormento de un sordo buscando dar cuenta de una nota que no llega a numérica al menos aproximativa. Tiene un valor, a menudo embriagante,
escuchar es uno de los martirios más estremecedores de la historia de las de contagio y de arrastre. Un cierto ritmo elegante y blando sostiene más
letras. Copio de memoria las primeras líneas de Salammbô: o menos todo el valor de las mejores poesías de Lamartine, comparables a
los valses de Marcailhou y a muchas otras composiciones de la misma época.
C’était à Mégara, faubourg de Carthage, dans les jardins d’Hamilcar. Les soldats
qu’il avait commandés en Sicile se donnaient un grand festin pour célébrer le jour 21. – ¿Pero la rima?, en medio de todo eso, va a reclamar el aficionado
anniversaire de la bataille d’Eryx, et comme le maître était absent, et qu’ils étaient ansioso, a quien he pedido a nuestro ingeniero el permiso de pasear en sus
très nombreux ils mangeaient et buvaient en pleine liberté.
25. Supongamos que Pascal hubiera escrito: L’homme n’est qu’un roseau, mais c’est un roseau pensant, la voz
no encuentra ningún apoyo seguro y el espíritu permanece en un suspenso lamentable, pero él escribió:
El lector ha notado la uniformidad descolorida de esas sílabas sin vibra- L’homme n’est qu’un roseau, le plus faible de la nature, mais c’est un roseau pensant –y la frase vibra toda
entera con una amplitud magnífica.
ción. El autor ha conseguido extinguir la a, esta letra carmesí, por sí mis-
26. Sería injusto olvidar que en ocasiones Flaubert ha desembocado en ciertos logros moderados.
mo. Las tres a de la primera frase tienen exactamente el mismo indicio Por ejemplo: Et moi sur la dernière branche j’éclairais avec ma figure les nuits d’été. O todavía: Et les Celtes
regrettaient, etc. Pero estos logros aislados no sabrían hacer olvidar la monótona pobreza, el tono de zinc
24. Como ahora la señora Colette y su madre. del conjunto. ¡Dios mío, cómo debía llover en Rouen!
talleres, ¿qué hace usted de la rima? Y en efecto, ¡cómo sería lamentable que vous le rencontreriez- el condicional después del si –el ataque por r o
sacrificar este elemento de aventura y de fantasía, si solamente llegaramos re, etc. Lo que se llama una falta en francés es con mucha frecuencia el
a hacer de ella un instrumento no de esclavitud sino de libertad, y en vez movimiento instintivo del lenguaje que busca un camino de través para
de eso que fija a los forzados, un libre juego de ninfas o de jóvenes tocándo- evitar la vuelta, el obstáculo o la cacofonía que los pedantes oponen a su
se y dejándose la punta de los dedos en la más amable “cadena de damas”! marcha. La falta gramatical es con mucha frecuencia el remedio a una falta
Cuando hayamos provisto al verso en sí mismo de su propia substancia, no eufónica. La voz tiene sus leyes, el alma, sus exigencias que no son las de
habrá necesidad de ir a buscar apoyo fuera de él, y la rima que viene o que la lógica ni las de la escritura. En vano la gramática querría imponernos
no viene ya no será sino la libre respuesta e invención, un paso más lejos de como correctas impronunciables papillas, el cenagoso Je pars pour Paris, en
la voz fraternal y el diálogo consigo mismo del arroyo que sigue su curso. vez del directo y pronto Je pars à, el voluminoso L’homme ne vit pas seulement
Y para utilizar otra imagen, ¿por qué no hablaría como poeta de la poesía?, de pain, en vez de L’homme ne vit pas que de pain, algunos frenos de golpe
la rima es como un faro en el extremo de un promontorio que responde como bien que o quoique en vez del sólido malgré que, que se gripa y rechina
a través del blanco al fuego de otro cabo. Establece referencias, jalona a la perfección.28 Dicen siempre: préferer que y no j’aime mieux que que irrita
con pequeñas luces el espacio escrito y nos permite reconocer detrás de los labios. Estas exigencias ridículas no merecen ningún respeto. Los gran-
nosotros el camino recorrido y la forma de la isla pensada. Inútil y dañina des escritores no han sido hechos para padecer las leyes de los gramáticos
en el drama y en la gran poesía lírica donde el sentimiento domina todo y sino para imponer la suya y no solamente su voluntad sino su capricho.29
donde el medio debe hacerse olvidar, se encuentra por completo en su lu-
gar en los dominios más apacibles de la poesía épica o narrativa, así como 23. – Por supuesto, todas las observaciones que preceden están muy le-
en el cuadro y en el medallón. Por lo menos es una idea que propongo. jos de ser la proclama de un reformador, a lo mucho son, después de una
práctica de cuarenta años, la justificación de una técnica personal atacada
22.- Dicho esto y antes de concluir, apresurémonos a rellenar en el in- por críticos incompetentes e irreflexivos. Reconozco que las consecuencias
tersticio de dos párrafos una pequeña observación sobre la gramática. La exteriores que ellas puedan tener me son perfectamente indiferentes. Por
gramática, cuando no es algo diferente de la constatación y recomenda- otra parte, tanto como puedo darme cuenta de ello, los jóvenes escritores
ción prudente del uso más general y el museo de las formas delicadas del más interesantes no caminan de ninguna manera en la dirección que yo creo
idioma que necesitan ser preservadas, ha sido fabricada por personas de buena. Las cuestiones musicales parecen habérseles vuelto extranjeras, es-
despacho que tenían en vista la expresión lógica del pensamiento y no su tán obsesionados con las imágenes visuales que pegan una junto a otra sobre
expresión viva y deleitable. Infiel a su deber de registro, la colaboración un muro, inscritas como en cartones. No obstante, quizás el advenimiento
de Philaminte y de Trissotin se ha situado desde hace tres siglos atravesada de una forma más libre permita la restauración del poema largo. Es com-
por las necesidades más auténticas del alma que busca apertura califican- prensible que los lectores de hoy rehusen comprometerse en esos desiertos
do como faltas de expresión demostradas sin descanso desde el bautismo
de Clovis por millones de pequeños y de pequeñas (así parece que), pros- rareza no es buena sino ahí… Hay que notar que todas las formas de hablar que el uso ha establecido
contra las reglas de la gramática, tanto da que sean viciosas ni que haya que evitarlas, sino al contrario
cribiendo esos idiotismos, esos galicismos ingenuos que son el elixir más se debe tener curiosidad por ellas como por un adorno del lenguaje que se encuentra en todas las más
sabroso de nuestra región,27 como: Regardez voir – Nous deux lui – Des fois bellas lenguas, muertas y vivas.” Vaugelas, Remarques sur la langue française.
28. Emile Faguet condena: Nous deux lui, pero no duda en escribir: En en enlevant.
27. “Estas formas de hablar sin razón son la belleza de las lenguas puesto que el uso las autoriza. La 29. Noreen, citado por Michel Bréal, Sémantique, p. 277.
centimétricos, del género de la Henriade, de Jocelyn o del Runoïa, intermi- Chateaubriand, Honoré de Balzac,30 Michelet. Comparo la prosa francesa
nablemente jalonados por rimas alternativas y que blanquean las osamentas con la famosa ola de Hokusai que, luego de inmensas y potentes ondulacio-
de los exploradores. Y sin embargo, los argumentos que hacen valer desde nes, viene finalmente a romperse contra la orilla en una espiración de espu-
Edgar Poe los alborotadores exclusivos (y por causa) del poema corto me ma y de pequeños pájaros. Esos pájaros maravillosos son las frases de Mauri-
parecen lejos de ser válidos. Un poema largo es otra cosa que una colec- ce de Guérin y de Arthur Rimbaud. “Le chant raisonnable des Anges s’élève
ción de poemas cortos. Es cierto que episodios como la Muerte de César o du navire sauveur”, cuando esta entonación enfática fue escrita, algo nació
las Predicciones meteorológicas en las Geórgicas, o la muerte de Palinuro en la que escapaba para siempre de la rima y del número y que ya no tenía por
Eneida tendrían un carácter muy diferente si sólo fueran cuadros aislados en estancia sino el alma directamente alcanzada y besada. Hoy la catapulta es
un marco, en vez de completar como lo hacen un inmenso paisaje. Cuando bastante fuerte para hacer partir no solamente a los ángeles o a los pájaros,
nuestra atención se adhiere a ellos, nuestra memoria sin embargo conserva sino a los grandes aeroplanos modernos pesadamente cargados con tropas y
en ella la vibración, el color, las proporciones de las extensiones espirituales municiones. No tengo de ninguna manera por ello la pretensión de destruir
y sonoras que acabamos de recorrer y finalmente el templo donde subimos el verso regular, que después de todo es un medio de expresión entre otros
o de donde descubrimos estas vastas perspectivas no se explicaría sin ellas. y no hay ninguna razón para empobrecernos prescindiendo de alguno de
Entre los jóvenes escritores me parece ver a varios que tienen la vena épica ellos. He querido simplemente mostrar que había otra cosa posible. Pero no
y que no están a gusto en las eternas historias de mujeres que a su vez creen tengo dificultad en reconocer que el verso regular es el que responde mejor
necesario contarnos. A cada instante se creería que van a despegar; pero, a nuestro instinto de gusto, de elegancia y de economía, que figuraría en
a falta quizás de un proyectil apropiado, no ven la inmensa carrera que les buen lugar en una Exposición entre las industrias que más honran a nuestra
abren la historia, los negocios, la ciencia, el derecho social, la teología y se producción parisina. Podría hasta decir que en ninguna otra lengua no hay
vuelcan tristemente de nuevo al análisis de los sentimientos de Babylas y nada mejor para la fabricación de “verdaderos pedazos de antología”, “joyi-
de Ernestine, semejante al trabajo de bordado.Y sin embargo la poesía y la tas finamente cinceladas”, cursilerías de repisa, adornos de reloj, souvenirs
prosa han llegado hoy a un punto de desarrollo donde ganarían al unir sus de Dieppe, estancos de música, tapetes de lámpara, mapas transparentes y
recursos. Es notable que, a excepción del fenómeno victorhuguiano que me huevos de madera, de los que nuestra literatura siempre ha mostrado una
esforcé en explicar, el tipo de poeta francés es más bien el de un hombre abundancia bastante jovial.
fino, sensible, inteligente, delicado y astuto, de un esteta algo poco forma-
lista y de una vena inventiva bastante pobre. Todo lo que hay en francés de Tokio, 7 de enero de 1925
invención, de fuerza, de pasión, de elocuencia, de sueño, de inspiración, de
color, de múscia espontánea, de sentmiento de los grandes conjuntos, todo 30. Admirable escritor, piensen lo que piensen los profesores, prendados de cacografías a lo Sainte-
lo que responde mejor en una palabra a la idea que desde Homero uno se Beuve. Encuentro en mis notas el siguiente pasaje del Lys dans la Vallée, este incomparable poema: Le
souffle de son âme se déployait dans le replis des syllabes, comme le son se divise sous les clefs d’une flûte. Sa façon
hace generalmente de la poesía, entre nosotros no se encuentra en la poe- de dire les terminaisons en i faisait croire à quelque chant d’oiseau; le ch prononcé par elle était comme une caresse,
sía, sino en la prosa. Los grandes poetas franceses, los grandes creadores no se et la manière dont elle attaquait les t accusait le despotisme du cœur. Elle étendait ainsi sans le savoir le sens des
llaman Malherbe o Despréaux o Voltaire, ni siquiera Racine, André Chénier, mots et vous entraînait dans un monde surhumain. Combien de fois n’ai-je pas laissé continuer une discussion que
je pouvais finir ? Combien de fois ne me suis-je pas laissé injustement gronder pour écouter ces concerts de voix
Baudelaire o Mallarmé. Se llaman Rabelais, Pascal, Bossuet, Saint-Simon, humaine ? pour aspirer l’air qui sortait de sa lèvre chargée de son âma, pour entendre cette lumière parlée… Quel
chant d’hirondelle, joyeuse quand elle pouvait rire ! mais quelle voix de cygne appelant ses compagnons quand elle
parlait de ses chagrins!
En versión de José Miguel Barajas,
“Reflexiones y proposiciones
sobre el verso francés”,
ensayo crítico de Paul Claudel,
inauguró la serie
Descargables [ensayo]
de Fundación. Revista en Línea,
se publicó en tres fascículos
entre el invierno de 2012
y la primavera de 2013;
y fue puesto en página
en tipos de Eric Gill (Perpetua)
y František Štorm (Lido),
en cierto desván
de la casa de Liverpool 16,
en la Ciudad de México.
Esta es la segunda edición,
revisada e integrada
en un solo volumen electrónico
el 23 de mayo de 2013,
fiesta de la marmota
elidida.