Actas Guatemala 2021 Final
Actas Guatemala 2021 Final
Actas Guatemala 2021 Final
de 2019
ANAIS
bro de 2019
PROCEEDINGS
27th ICOFOM LAM REGIONAL MEETING “Museum, traditions and collective cons-
2019
ICOFOM LAC
2021
Edición / Edição
Avaliadores externos:
Introducción 1
Introdução 3
Este libro contiene los textos motivadores de los debates del XXVII Encuentro
regional de ICOFOM LAC que fue realizado en la ciudad de Guatemala entre los días
25 y 28 de noviembre de 2019 bajo el tema “Museo, tradiciones y construcciones
colectivas en América Latina y el Caribe: enfoques teóricos”. La temática elegida
respondió a los ejes de reflexión y discusión propuestos por el Consejo Internacional
de Museos (ICOM) para ese año.
1
El tema “Museo, tradiciones y construcciones colectivas en América Latina
y el Caribe: enfoques teóricos” dio lugar a provocadoras comunicaciones que
involucró trabajos pertenecientes a colegas de Barbados, Belice, Brasil, Costa Rica,
Cuba, Ecuador, Guatemala y México. Las mesas sesionaron simultáneamente en
salas diferentes, a excepción del conversatorio sobre el legado de la pionera Marta
Arjona que involucró a todos los presentes.
El hecho de que el año 2019 fue para UNESCO el año de las lenguas indígenas,
colaboró para ampliar los debates sobre tradiciones y construcciones colectivas
poniendo en alerta también, sobre el peligro que corren las comunidades indígenas
de perder la valiosa herramienta que define su identidad, narra su historia y
manifiesta su cultura. En ese sentido Mauricio Vanheusden, relata como experiencia,
de qué manera la acción colaborativa del museo trabajando junto a la comunidad
de referencia, ha revitalizado una lengua declarada extinta, hecho que obró como
elemento transformador de una comunidad empoderada, a la vez que revalorizó y
fortaleció su identidad cultural a partir de la gestión comunitaria del museo. Scarlett
Galindo alude a los muralistas mejicanos y la ruptura que su movimiento generó
con las formas burguesas de valorar el arte. A la vez plantea algunas propuestas
y cambios conceptuales del museo, a través del análisis de algunos museos
paradigmáticos latinoamericanos y su ruptura con la modernidad. Freire Rodriguez,
destaca la figura de los pioneros mexicanos Mario Vazquez y Felipe Lacoutur y
su incidencia en el pensamiento museológico mundial a mediados del Siglo XX.
Considerando también que ese fue un tiempo paradigmático en la consolidación
del campo, con la intervención clave de los dos pensadores en la concepción de
los conceptos de nueva museología y ecomuseo. Natalie McGuire considera que
la forma en que se produce la agencia en la programación comunitaria, ha sido un
diálogo continuo en los actuales modelos internacionales de museología. Realiza
algunas consideraciones sobre el carácter inclusivo de la museología caribeña, que
se expande más allá del museo como institución y se adentra en los ecosistemas
culturales de la agencia. Daniel Ramírez Hernández destaca el quehacer formativo
del museo considerando que es esta propia comunidad la que gestiona, conserva
y valora su patrimonio como algo digno de aprender y reflexionar y que los valores
patrimoniales de cada comunidad son otorgados, recreados y valorados por la
misma. Vinicius Moncao toma de Thompson los conceptos de cultura, agencia y
experiencia y en esta línea considera que, la perspectiva histórica y social debe
tener en cuenta la experiencia, la cultura y la agencia de los sujetos llamados “los
de abajo”, es decir, la gente que suele estar fuera de las narrativas oficiales y de
la perspectiva hegemónica. Sostiene que pensar en los museos y en los procesos
de musealización desde “abajo” puede ayudarnos a comprender la necesidad de
un giro decolonial. Amélia Reis de Souza y Silvilene Morais, ante el interrogante
de que los museos en su rol de instituciones educativas prioricen o no, en sus
planes de gestión, metodologías que consideren el conocimiento de todos en su
diversidad y pluralidad, encuentran que los factores socioculturales y étnicos de los
grupos indígenas siguen siendo poco explorados, incluso en los museos indígenas.
Adrián Chaves Marín y Pamela Soto reflexionan en torno a museos, tradiciones
y construcciones colectivas, a partir de la musealización de una colección de
impresos tipográficos. Diogo de Melo, Priscila Faulhaber y Silvilene Morais a través
del análisis de tres espacios museales distintos, plantean algunos procesos que
ayudan a comprender las relaciones híbridas y fronterizas que se establecieron a
través de la Diáspora Negra en Brasil, que marcan aspectos de la descolonialidad,
2
establecidos a través de la dominación y la opresión racial. Maria Amelia Souza y
Sivilene Morais, proponen reorientar la mirada sobre la asistencia de personas con
discapacidad a los museos, desplazando el foco del ámbito sanitario al cultural, para
entender cómo se construyen y reproducen las relaciones (desiguales) entre los
sujetos. Beatriz Herrera Corado propone una reflexión sobre la experiencia corporal
y la danza en el museo, como punto de encuentro con las formas tradicionales de
presentar una colección, considerando que la presencia de cuerpos vivos en acción
genera un grado de atención distinta al que ocurre cuando los visitantes observan
objetos o pantallas.
La mesa “Revisitando los clásicos: año 2019 dedicado a Marta Arjona” revistió
características diferentes por tratarse de un conversatorio del que participaron
la totalidad de los asistentes en el que se analizaron y debatieron fragmentos
paradigmáticos de sus textos. Ideas y propuestas que la pionera teórica cubana
expresó acerca de cuestiones tales como el contexto museológico latinoamericano de
gestión y desarrollo de los museos, las cuestiones éticas y el posicionamiento de los
museos de la región ante el flagelo del tráfico ilícito, la veracidad y cuidado necesario
en los discursos de los montajes museogáficos, el compromiso de las personas
involucradas en la práctica profesional, la acción pedagógica, educativa y formadora
que los museos deben a la sociedad. Éstos, entre otros temas museológicos que
ocuparon el interés de Marta.
Introdução
Olga Nazor
Este livro contém os textos motivadores dos debates da XXVII Reunião Regional
do ICOFOM LAC, realizada na Cidade da Guatemala entre 25 e 28 de novembro de
2019 sob o tema “Museu, tradições e construções coletivas na América Latina e no
Caribe: abordagens teóricas”. O tema escolhido respondeu aos eixos de reflexão e
discussão propostos pelo Conselho Internacional de Museus (ICOM) para aquele
ano.
3
Presidente do Comitê Salvadorenho do ICOM e Dra. Anabella Coronado, professora
da Universidad del Valle, que deu uma calorosa recepção aos participantes.
O fato de 2019 ter sido para a UNESCO o ano das línguas indígenas
colaborou para ampliar os debates sobre tradições e construções coletivas,
alertando também sobre o perigo de que as comunidades indígenas corressem o
risco de perder a valiosa ferramenta que define sua identidade, narra sua história
e manifesta sua cultura. Neste sentido, Mauricio Vanheusden, relata como uma
experiência, como a ação colaborativa do museu trabalhando em conjunto com
a comunidade de referência, revitalizou uma linguagem declarada extinta, fato
que funcionou como elemento transformador de uma comunidade capacitada,
enquanto revalorizava e fortalecia sua identidade cultural a partir da gestão
comunitária do museu. Scarlett Galindo alude aos muralistas mexicanos e à
ruptura que seu movimento gerou com as formas burguesas de valorizar a arte.
Ao mesmo tempo, ela propõe algumas propostas e mudanças conceituais do
museu, através da análise de alguns museus paradigmáticos da América Latina e
sua ruptura com a modernidade. Freire Rodriguez, destaca a figura dos pioneiros
mexicanos Mario Vázquez e Felipe Lacouture e seu impacto sobre o pensamento
museológico mundial em meados do século XX. Considerando também que este
4
foi um momento paradigmático na consolidação do campo, com a intervenção-
chave dos dois pensadores na concepção dos conceitos de nova museologia e
ecomuseu. Natalie McGuire considera como a agência na programação comunitária
tem sido um diálogo contínuo nos atuais modelos internacionais de museologia.
Ela faz algumas considerações sobre a inclusão da museologia caribenha, que se
expande para além do museu como instituição e para os ecossistemas culturais
da agência. Daniel Ramírez Hernández destaca a tarefa formativa do museu,
considerando que é a própria comunidade que administra, conserva e valoriza
seu patrimônio como algo digno de aprendizagem e reflexão, e que os valores
patrimoniais de cada comunidade são concedidos, recriados e valorizados pela
própria comunidade. Vinicius Moncao tira de Thompson os conceitos de cultura,
agência e experiência e nesta linha considera que, a perspectiva histórica e social
deve levar em conta a experiência, cultura e agência dos sujeitos chamados
“aqueles de baixo”, ou seja, as pessoas que normalmente estão fora das narrativas
oficiais e da perspectiva hegemônica. Ela argumenta que pensar em museus e
processos de musealização “de baixo” pode nos ajudar a entender a necessidade
de uma virada descolonial. Amélia Reis de Souza e Silvilene Morais, diante da
questão de se os museus, em seu papel de instituições educacionais, priorizam,
em seus planos de gestão, metodologias que consideram o conhecimento de
todos em sua diversidade e pluralidade, descobrem que os fatores socioculturais
e étnicos dos grupos indígenas continuam a ser pouco explorados, mesmo em
museus indígenas. Adrián Chaves Marín e Pamela Soto refletem sobre museus,
tradições e construções coletivas, com base na musealização de uma coleção
de gravuras tipográficas. Diogo de Melo, Priscila Faulhaber e Silvilene Morais,
por intermédio da análise de três espaços museológicos diferentes, propõem
alguns processos que ajudam a entender as relações híbridas e fronteiriças que
foram estabelecidas através da Diáspora Negra no Brasil, que marcam aspectos
da descolonização, estabelecida através da dominação e opressão racial. Maria
Amelia Souza e Sivilene Morais, propõem reorientar o olhar sobre o atendimento
das pessoas com deficiência aos museus, deslocando o foco do campo da saúde
para o campo cultural, a fim de entender como as relações (desiguais) entre os
sujeitos são construídas e reproduzidas. Beatriz Herrera Corado propõe uma
reflexão sobre a experiência corporal e a dança no museu, como ponto de encontro
com as formas tradicionais de apresentação de uma coleção, considerando que
a presença de corpos vivos em ação gera um grau de atenção diferente do que
quando os visitantes observam objetos ou telas.
5
o Caribe criado em 1989, assim como o fato de que na Assembleia Anual realizada no
dia 28 após o encerramento das atividades acadêmicas, os participantes propuseram
a mudança da sigla para ICOFOM LAC, e todos os presentes votaram unanimemente
a favor desta mudança.
6
Mesa: Museos, tradiciones y construcciones colectivas. Enfoques teóricos /
Museus, tradições e construções coletivas. Enfoques teóricos / Museums,
traditions and collective constructions. Critical approaches
En los trabajos se percibió que hay diferentes enfoques en los museos sobre las
más diversas tradiciones, y que en general, los museos de tipología tradicional
continúan reproduciendo discursos superficiales y simplistas cuando se trata de las
distintas colectividades y sus tradiciones. Sin embargo, gran parte de los trabajos
presentados señalaron reflexiones que nos llevaron a pensar en el desafío de abordar
las tradiciones a partir de los siguientes lineamientos: pensar/construir instituciones
conscientes y autónomas; trabajar con las comunidades y tener siempre los sujetos
como punto de partida, considerando y reforzando los museos como espacios de
diálogo, en posición de igualdad.
Percebia-se, nos trabalhos, que há diferentes abordagens nos museus sobre as mais
distintas tradições e que, em geral, os museus de tipologia tradicional continuam
reproduzindo discursos rasos e simplistas ao tratar das distintas coletividades e suas
tradições. Entretanto, grande parte dos trabalhos apresentados apontaram reflexões
que nos direcionaram a pensar o desafio de tratar tradições a partir das seguintes
orientações: pensar/construir instituições conscientes e autônomas; trabalhar com
as comunidades; e ter sempre os sujeitos como ponto de partida, considerando e
reforçando os museus como espaços de diálogo, em posição de igualdade.
7
Tradición en torno al arte mexicano en acuarela
Resumen
Resumo
8
arte em aquarela profissional. Esse grupo de artistas foi um dos primeiros a
buscar aprendizado, experimentação e disseminação da técnica para comunicar
discursos através das peças.
Desse modo, não apenas o coletivo de artistas estava imerso nessa dinâmica,
mas também o público visitante fez do museu um espaço através do qual ele
adquire múltiplos valores, por meio da constante prática e reformulação o
tornando um lugar de tradição. Assim, o valor patrimonial adquirido pela técnica
ajudou a mediar a comunidade de aquarela com seu entorno, permitindo obter
uma leitura do mundo que a rodeia.
Abstract
The National Watercolor Museum Alfredo Guati Rojo can be considered as the
depositary of a traction around Mexican art in watercolor since the mid-twentieth
century with the artist and cultural manager Alfredo Guati Rojo who promoted the
creation of the Institute of Arts of Mexico (IAM). Subsequently, a group of artists
began to congregate in the enclosure under the premise of producing watercolor
art in a professional manner. This group of artists was among the first to seek
learning, experimentation and dissemination of the trough the works of art.
In 1957 they organized the first Watercolor hall. By 1964, watercolor art
began a period of growth and management with the formation of the Mexican
Watercolors Society. On December 21, 1967, the Museum of Mexican Watercolor,
today Munacua, was inaugurated at the IAM facilities.
This way, only the collective of artists was immersed in this dynamic, the
visiting public made the museum a space through which it acquires multiple
values. Same that by constant practice and reformulation make them a tradition.
Thus, the heritage value acquired by the technique helped mediate the watercolor
community with its surroundings, allowing it to obtain a reading of the world
around it.
From this we can say that the heritage values of each community, such as
9
that of the watercolor community, are granted, recreated and valued by it. As part
of the museum’s educational work we can consider that it is this same community
that managed, preserved and valued its heritage as something worth learning
and reflecting. Thus, the group of watercolorists made the Munacua the training
and development space for the Mexican watercolor tradition.
Al viajar lo primero que uno busca dentro de los sitios de interés es algún
museo. De manera implícita, todo viajero sabe que ahí podrá conocer algún
elemento exclusivo del lugar o referente a la región. Cada museo contiene valores
exclusivos dependiendo de su perfil, objetivos, medios de interacción con el
público, etc. Sobre todo, obtiene valores de las personas que lo hacen día con día.
No nos referimos solo a los trabajadores del museo, sino también a su público
en sus múltiples variantes. Por ejemplo, aquellos que suelen ir ocasionalmente,
como estudiantes y turistas, al igual que el público constante, aquellos que hacen
del museo un espacio recurrente; los voluntarios, investigadores y profesores. En
general, toda comunidad que se apropia del museo en su quehacer cotidiano.
Como primer punto debemos aclarar lo que entendemos por tradición. Las
definiciones de este concepto oscilan entre la “comunicación de hechos históricos
y elementos socioculturales de generación en generación” (Tradición Definición
de, 2005) y la “doctrina, costumbre, etc., conservada en un pueblo por transmisión
de padres a hijos” (Tradición Definición de, 2019). Sin embargo, la ambigüedad de
estas definiciones no permite comprender la importancia y relación de la tradición
con el patrimonio. Javier Marcos Arévalo (2004, p. 926) parte de la raíz etnológica
para su definición. Menciona que proviene del latín tradere, es decir, lo que viene
transmitido del pasado; por extensión, el conjunto de conocimientos que cada
generación entrega a la siguiente. En el mismo artículo, Arévalo afirma que:
10
recuerdo constante de las costumbres y bienes culturales tangibles e intangibles a
la par de una revalorización de estas. Los bienes traídos a cuenta en el proceso de
remembranza de las tradiciones deben ser representativos de la comunidad que
los celebra. En algunos casos, la comunidad trae a cuenta nuevas valoraciones.
Debemos entender que la tradición es una práctica cultural que no está suscrita
únicamente a prácticas culturales pues también se incluyen objetos, sitios, edificios
o colecciones.
Por muchos años, Alfredo Guati Rojo fue una de las figuras principales del
Munacua y el principal promotor de la acuarela para esta y otras instituciones.
Originario del estado de Morelos, a los 16 años se trasladó a la capital mexicana,
con el fin de estudiar en la Escuela Nacional de Artes Plásticas, ubicada en la antigua
Academia de San Carlos. Ahí Alfredo Guati Rojo se hizo de importantes amistades
del medio, como Gerardo Murillo (Dr. Atl), Eduardo Solares e Ignacio María Beteta,
con quienes emprendió varios proyectos artísticos.
Desde ese momento la producción artística del IAM dio un giro para enfocarse
en la técnica al agua. Es necesario mencionar que la acuarela se enseñaba en las
escuelas de pintura del momento como una forma de boceto o arte preparatorio
para otras técnicas, incluso para la arquitectura. No por ello los artistas congregados
en el IAM dejaron de realizarla, al punto de convertirse en los representantes locales
de la acuarela.
En fechas posteriores, el muralista Dr. Atl entregó a Alfredo Guati Rojo una
carta con la siguiente reflexión sobre el artista de la técnica, haciendo patente la
importancia conceptual de la misma debido a la importancia con a que se dota
al practicante:
11
Para 1957, el grupo de artistas organizó el primer Salón Anual de la Acuarela
que hoy recibe el nombre de “Salón Nacional de la Acuarela” y que ha alcanza-
do su edición LXIV. En estas exposiciones, los acuarelistas ostentan sus mejo-
res trabajos en la técnica, dejando notar los avances e innovaciones propios del
desarrollo de la acuarela. A lo largo de la historia de los Salones de la Acuarela
encontramos la participación de múltiples artistas de talla internacional, así como
artistas emergentes en su momento. Estos salones sirvieron para que los acua-
relistas comenzaran a experimentar las posibilidades que les ofrecía esta técnica.
12
facilita para los interesados la posibilidad de investigar. Asimismo, una biblioteca
pública tiene por objetivo apoyar la educación de la comunidad que la consulta.
Museo y comunidad
En primer lugar, nos vemos obligados a revisar la idea de museo que se en-
contraba vigente para los años de fundación del Munacua. En la década de 1960
el ICOM expresaba que:
13
Así, pues, el museo se convirtió en el medio por el cual los artistas, alumnos
y visitantes se aglutinaron para continuar con el trabajo formativo y de divulga-
ción. Es importante destacar la diferencia que existe entre espectador, usuario
(como comúnmente se le puede denominar al público que asiste a los museos)
y visitante. En el primer caso se hace alusión a un grupo de personas que se
mantienen distantes de los eventos y acciones que acontecen en los museos. Se
presentan a las salas esperando encontrar algo de lo cual ellos no fueron creado-
res. En este caso, la interacción o relación que se dé con la colección se acota al
momento de visita sin que exista alguna injerencia previa en alguno de los dos.
Por otro lado, referirse al publico visitante como “usuario”, remite a la con-
dición de uso, como si al recorrer las salas del museo se efectuara un ejercicio de
uso sin considerar la interacción con la colección y la relación del sujeto con el
objeto en carácter reflexivo. Decir que el museo puede ser usado pretende com-
pararlo con un martillo o con un zapato en donde estos adquieren la cualidad
de objetos inertes cuya existencia pasa desapercibida hasta que son puestos en
acción por un sujeto que busca algún beneficio de conveniencia al cual no podría
llegar sin el objeto que pone en uso. Un martillo permite golpear otros objetos
con mayor fuerza, un zapato protege los pies de la intemperie. Hablar del publico
visitante como “usuarios” de museos permite pensar que las personas ven en es-
tos un fin de conveniencia especifico y que en todos casos se obtendrá el mismo
resultado.
14
cionada por una cierta obligación, sino que el público es libre de acudir y decidir
el tipo de museos que visitar, así como las relaciones que puede entablar con el
espacio museístico.
Los tres modelos de agrupación del visitante que Anita Bharat presenta
permiten pensarlo como una gente que en efecto interactúa con el espacio y la
colección. Por un lado, el visitante académico, que en cierta medida se mantiene
externo al museo, se permite hacerse de un conocimiento propio a raíz del que
le es presentado en el espacio museístico. El visitante con un interés especializa-
do interactúa de forma activa con la colección, lo que genera un diálogo entre
estos y el espacio. El visitante por recreación no se encuentra obligado a acudir
al museo, por lo que su estancia y apropiación de la colección es diferente a la
de las dos anteriores. Considero que en el mejor de los casos este modelo de
visitante podría ser el más próximo para desarrollar una dinámica de pertenencia
al espacio museístico. Al tener la posibilidad de desarrollar afinidades de una ma-
nera natural en comparación con los dos modelos anteriores, sea o no el primer
acercamiento con la colección. No por ello los casos anteriores se encuentran en
una imposibilidad de hacerlo.
Ahora bien, ya que tenemos claro para el presente artículo la figura que ocu-
pa el público en un museo, no está de más puntualizar que el museo necesita un
espacio físico donde contener su colección. Sin discriminar museos al aire libre cuyo
espacio físico, si bien no es palpable, sí se encuentra delimitado, en contraposi-
ción con los museos que desde su planeación fueron pensados para serlo y cuya
arquitectura habla por ellos mismos. El museo contiene a la colección, la protege
y la exhibe para que el visitante conviva con ella. El espacio físico otorga sentido
de pertenencia y resguardo a cualquier elemento. Con ello, podemos decir que la
comunidad de la acuarela gestó en el museo un sentir patrimonial. Valentina Can-
tón (2009, p. 34) nos menciona que al valorar un bien como patrimonial, este le
permite al hombre una lectura del mundo que le rodea, de su universo, su tiempo
y espacio y orienta sus intervenciones”.
A su vez, múltiples instancias alrededor del mundo han gestado sus propias
reglas y definiciones de lo que es un museo. Uno de los puntos de cohesión entre
estas opiniones es, en la mayoría de los casos, el interés por generar un cono-
cimiento en las personas que lo visitan esperando que estas cobren una visión
educativa y patrimonial de lo que se conserva en los recintos.
15
jetos que llevan consigo la historicidad de la humanidad, como si se tratase de
recipientes que protegen del deterioro externo y la desmedida propagación a
fin de contener piezas que pueden ser representativas del saber. Pero, como es
necesario con todo saber, este debe ser transmitido: de lo contrario, se perdería
para las siguientes generaciones. La investigación en los museos ha jugado un
papel fundamental en el quehacer museístico. La catalogación de modo profun-
do o descriptivo funciona como un primer acercamiento a las colecciones y es el
primer paso hacia la investigación de las piezas. En algunos casos, estos mismos
catálogos pueden contar la historia del museo.
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Debemos considerar que el interés de los museos debería residir de manera
general en la reflexión del participante, con el fin de evitar la imposición de un
valor patrimonial. Olaia Fontal (2016, p. 418) menciona que “el patrimonio por sí
mismo no tiene valor ni deja de tenerlo; es justamente el ser humano quien se lo
confiere y, por ello, los valores son múltiples, cambiantes y educables.
Bajo esa idea el museo funge como un lugar donde se mantienen las piezas
como trofeos sin que estas repercutan en la vida de las personas. La tradición continúa
gracias al contacto directo de la comunidad de la acuarela con los quehaceres del
museo. “En la medida que las personas no tienen un contacto directo con los bienes
patrimoniales, se pierde la relación entre los ciudadanos, los valores patrimoniales y
sus significados” (García Valencillo, 2015, p. 60).
17
Conclusiones
El ejemplo más claro de lo antes dicho ocurrió en 1985 cuando el museo tuvo
que mudar sus instalaciones debido al colapso del edificio tras el terremoto del
19 de septiembre de ese año (Antiguo edificio del museo de la acuarela destruido
por el sismo, 1985) (El museo de la acuarela desalojado, 1985). En dicha ocasión,
la comunidad de la acuarela participó de manera activa en la salvaguarda de la
colección, así como en los trabajos de gestión para mudar el museo a su ubicación
actual (Solidaridad ante la desgracia, 1987). Algunas de las estrategias usadas por
el grupo de gestores incluían regalar acuarelas de autoría de Alfredo Guati Rojo
como parte de un sorteo al que tenían derecho a participar con su afiliación a la
Sociedad de Amigos del Museo de la Acuarela Mexicana (Respuesta por afiliación
a la sociedad de amigos, 1986). Habrá que mencionar que la situación impactó
tanto a la comunidad internacional que artistas españoles donaron 100 acuarelas
al museo para poder solventar los gastos de traslado (Subasta de 1986). Así,
pues, tras un momento de tensión en la supervivencia del museo, la comunidad
entorno al arte en acuarela sumó esfuerzos, dando pie a reafirmar la idea de que
el patrimonio es de quien lo hace, procura, fomenta y hace de él parte de su vida
cotidiana.
Bibliografía
Archivo Histórico del Munacua. Anales del Munacua. (1985). Antiguo edificio del
museo de la acuarela destruido por el sismo [fotografia]. México.
Archivo Histórico del Munacua. Anales del Munacua. (1986). Respuesta por
afiliación a la sociedad de amigos [carta]. México.
18
Archivo Histórico del Munacua. Anales del Munacua. (1987). Solidaridad ante la
desgracia [folleto]. México
Archivo Histórico del Munacua. Anales del Munacua. (1986). Subasta de acuarelas
[carta]. México.
Bharat, A (2018) Visitor to South Indian Museum. Museological context and visitor
study. India, Hyderabad, p. 107.
19
Museos y Museología e identidad afro-diaspórica del Reino de Dahomey al
Brasil
Priscila Faulhaber
Universidade Federal do Estado do Rio de Janeiro
Resumen
A partir del tema propuesto, “Los museos como centros culturales: el futuro de
las tradiciones”, este trabajo analiza las relaciones entre el Reino de Dahomey y Brasil,
a través de algunas representaciones de museos. Las cuales se destacan el Museo
Histórico de Abomé (Benin), el Museu Nacional de la Universidade Federal do Rio de
Janeiro (Brasil, RJ) y el tercero conocido como la Casa das Minas (Brasil, Maranhão).
En estos procesos, se destaca la historia de Nã Agotime, una reina africana que fue
vendida como esclavizada y enviada a Brasil, donde fundó la Casa das Minas. También
es evidente la presencia de un trono asignado al Dahomey en el Museu Nacional de
la Universidade Federal do Rio de Janeiro y su representación en este espacio. Todos
estos procesos nos ayudan a comprender las relaciones sociales para la construcción
de identidades, patrimonios y fratrimonios, además de hacernos entender cómo
se forman las tradiciones a partir de distintos procesos. Como tenemos en estas
representaciones una diversidad de núcleos culturales, que generan conexiones
imaginarias entre el pasado, el presente y las perspectivas futuras.
Resumo
20
Palavras-chave: Museu, Museologia, Identidade afro-diaspórica
Abstract
1 Poema de Paulo Leminski, tomado del documento de la 17ª Semana Nacional de Museos
(http://eventos.museus.gov.br/). Traducción libre al español “Hay hoy para tanto ayer / Y mañana
para tanto hoy / Sobre todo eso”.
2 Evento en que se publicó una versión similar pero preliminar de este trabajo en portugués
(Melo & Faulhaber, 2019).
21
oficial en Brasil, preparado por el Instituto Brasileiro de Museus (IBRAM), había
una referencia directa al poema del Curitibano Leminski, descrito en el epígrafe
de este trabajo, y este fue un de los puntos de partida para esta discusión.
3 Según las perspectivas presentadas por Luciana Ballestrin (2013) y Fernando Coronil (2008).
4 Término utilizado como en Anibal Quijano (2002; 2005).
5 Término utilizado conforme la definición de Mary Louise Pratt (1999) y James Clifford (1997).
6 Término trabajado por Stuart Hall (2006).
22
entienden como una caracterización errónea y un empobrecimiento cultural. Estos
procesos terminan constituyendo nuevas tradiciones culturales, con productos
finales que se diversifican y diferencian de los eventos culturales que los originaron.
De esta manera, varios segmentos culturales/étnicos distintos se vieron obligados
a vivir juntos en un ejercicio de supervivencia y resistencia. Como observamos en
las diferentes culturas que fueron colocadas en embarcaciones como esclavizados
en África y se vieron obligados a coexistir y, en consecuencia, a resistir para
permanecieren vivos frente a la esclavización7 . Proceso directamente vinculado a
la diáspora negra, descrito especialmente en el Atlántico, como lo describió Paul
Gilroy (2012).
7 Conforme las designaciones del Movimiento Negro en Brasil, no se debe usar el término escla-
vo y esclavitud, siendo la terminología correcta, esclavizados e esclavización. Esclavo se reporta al
sujeto privado de libertad subordinado a la voluntad de otra persona, mientras esclavizado desig-
na las relaciones históricas y sociales evocando la responsabilidad de la opresión de los procesos
de esclavitud (Harkot-de-la-Taille y Santos, 2012).
8 Según la presentación de Ramón Grosfoguel (2016).
9 El Reino de Dahomey solo se deshizo de los dominios del Imperio Oyo en los primeros años
del reinado de Ghezo, que duró desde 1818 hasta 1858.
23
después de su prohibición, ocurrida en Inglaterra en 1807 y en Portugal en 1815. Este
hecho se consolidó en Brasil en 1850, con la Ley Eusébio de Queirós.
24
El reinado de Adandozan duró desde 1797 hasta 1818, siendo considerado
extremadamente sangriento, por haber hecho muchos sacrificios humanos, es de-
cir, mucho más de lo que comúnmente se esperaba. También era conocido por no
hacer pagamentos a los europeos. Al menos fue esta percepción la que se marcó su
historia, lo que pudo haber sido una construcción simbólica de los monarcas que lo su-
cedieron, como señaló Ana Lucia Araujo (2011) en su artículo “History, Memory and ima-
gination: Na Agotimé, a dahomean queen in Brazil”.
Sabemos que Adandozan fue borrado del Reino de Dahomey, incluso su nombre
hasta el día de hoy no puede ser pronunciado en voz alta. Hubo varias razones que cul-
minaron para eso, incluida su supuesta crueldad y también el hecho de que Adando-
zan, en la disputa de sucesión por el trono de Dahomey, vendió a varios miembros de
la familia real y otros dahomeanos como esclavizados, entre ellos, Nã Agotimé, madre
del futuro rey de Dahomey, el rey Ghezo. Debemos enfatizar que, a pesar de la tradi-
ción económica de vender personas esclavizadas en el Reino de Dahomey, el proceso
de esclavización generalmente era realizado con enemigos conquistados, salvo algu-
nas excepciones en las que fue utilizado como castigo14. Sin embargo, Ana Lucía Araújo
12 El rey Ghezo le otorgó en 1821 el cargo de primer concejal y el título de Xaxá. Probablemente
una corruptela creada por ser conocido por usar la expresión “ya, ya” en sus negociaciones.
13 Ana Lucia Araujo (2011) y Joelza Ester Domingues (2017).
14 Luis Nicolau Parés (2016) nos recuerda que los súbditos reales y todas las cosas en el reino se
consideraban propiedad del rey. Lo que era visto por la población como un aspecto de protección
y por eso el que vendiera a algunos miembros de la población de Dahomey era visto como algo
25
(2011) señala que Nâ Agotime no fue ni el primero ni el último miembro de la realeza
de Dahomey que fuera vendida como esclavizado. Incluso menciona que Ghezo hizo
esto con sus enemigos vinculados al reinado anterior. Se cree que estos procesos de
esclavización de dahomeyanos, tal vez esto contribuyera con el gran desagrado exis-
tente en el reinado de Adandozan, lo que explicaría un poco el apoyo popular recibido
por Ghezo. Tampoco debemos olvidar de mencionar que este fue un período deca-
dente de la comercialización de los esclavizados al nuevo mundo, por lo tanto, la crisis
económica habría sido entonces el principal factor para la deposición de Adandozan.
Ahora sabemos que esta hipótesis de Pierre Verger habría sido una opción plau-
sible para el origen de este artefacto del Museu Nacional, como se discute en su artí-
culo “Uma rainha africana mãe de santo em São Luís “ (Verger, 1990). Sin embargo, en
este mismo trabajo mencionó que no podemos decir con certeza que este era el trono
de Adandozan o una réplica de algún otro trono. Inclusive mencionó que en el Museo
Histórico de Abomey el único trono que no estaba representado era el de Adandozan
extraño.
26
Figura 3 Supuesto trono real de Dahomey que estuvo expuesto durante mucho
tiempo en el Museu Nacional de la Universidade Federal do Rio de Janeiro, contex-
tualizado con otros objetos asociados con él, un cetro, una sandalia y una alforja.
Recuperado de https://www.diariodocentrodomundo.com.br.
y explicó que entre los once tronos representados, solo los últimos seis son originales y
los otros serían réplicas, lo que puede indicar una exclusión forzada de este objeto del
Dahomey. También planteó la hipótesis de que este trono era un regalo de Adandozan,
que habría sido enviado al Emperador de Brasil.
Esta última suposición fue mejor detallada por Mariza de Carvalho Soares y Ra-
chel Corrêa Lima (2013), quienes presentaron más claramente el origen de este objeto
como perteneciente al conjunto de regalos enviados por Adandozan a Brasil. Proceso
que ocurrió a través de su embajada, y que llegó a Bahía en 1811. Como argumento
principal para el origen de este objeto, usan la carta en la que este rey describió sus
dones y que menciona: “remeto mais uma das cadeiras da minha terra”15 . Documento
que sin duda se refiere a los primeros objetos africanos presentes en la colección del
Museu Nacional.
Finalmente, cabe señalar que Mariza de Carvalho Soares16 mencionó que había
una intención de repatriación de este objeto por el gobierno de Benin, pero debido a
los hechos presentados en su investigación, acordaron que el lugar de este trono sería
en el Museu Nacional. En una publicación más reciente de Mariza de Carvalho Soares et
al. (2016), al hablar sobre la exposición que organizaron en el Museu Nacional llamada
Kumbukumbu, estos autores mencionaron, basándose en el trabajo del historiador de
arte Joseph Adandé, que esta silla sería una copia del trono del rey Kpengla (1774-
1789), abuelo de Adandozan, y que hay otra copia de esta silla en exhibición en el
Museo Histórico de Abomey.
27
adelante. Por lo tanto, podemos decir que este trono, o silla, fue un objeto, que aunque
borrado durante años en la exposición del Museu Nacional, representó gran parte de
la relación entre Dahomey y Brasil. Especialmente en la diplomacia que tuvo lugar entre
estos dos monarcas. También representa simbólicamente que Brasil era un territorio, o
mejor, un palco donde las culturas de Dahomey tenían una nueva significación y donde
fueron restauradas en el proceso de la diáspora negra. Un signo primario de identidad
e identificación, por ejemplo, para los practicantes de Candomblés Jeje-Mahim y Tam-
bor de Mina. También debemos recordar que, debido al incendio del Museo Nacional,
creemos que será muy difícil obtener nueva información sobre este objeto y los otros
que componían la colección sobre África en esta institución.
Tabla 1 Vínculos entre los reyes de Abomey (Dahomey) con los voduns ado-
rados en la Casa das Minas en Maranhão. * Voduns ancestrales de los reyes de
Abomey. Desarrollado con bases en Verger (1990) y Parés (2016).
e Imperio”
18 Son nombrados de “terreros” los locales de culto de las religiones afro-diaspóricas. La noción
de terrero se evidencia como una representación general de los lugares de culto y socialización de
los miembros de estas religiones, pero también se usa como resultado de procesos de reclamo y
militancia política, de los cuales estos segmentos religiosos se llaman de “pueblo terrero”.
19 El hecho ocurrió en 1948, cuando Pierre Verger fue a visitar la Casa das Minas en São Luís en
Maranhão (Brasil) y habló con Mãe Andressa, la dirigente de la institución durante este período.
28
Dossu Rey Agdajá
Agdjá Koessina Hermano del Rei Agdajá.
(1708-1740) Dossupê Kpelu, Tohossu do Rei Agadjá.
Nani Hija del Rei Agdajá.
Tossa e Tosse Gemelos del Rey Agdajá.
Tegbessu Bepega Hijo do Rei Tegbessu.
(1740-1775) Apojevô Agbojahun, hijo del Rei Tegbessu.
Kpengla (1775-1789) Desse Hijo del Rei Kpengla.
Agonglô Agongono Rey Agonglô.
(1789-1797) Naité Naité Sedume, madre del rey Agonglô
Adandozan No t iene r epresentación en
(1797-1818) la Casa das Minas.
Ghezo No t iene r epresentación en
(1818-1858) la Casa das Minas.
Glegle No t iene r epresentación en
(1858-1889) la Casa das Minas.
Behanzin No t iene r epresentación en
(1889-1894) la Casa das Minas.
Aboliagbo No t iene r epresentación en
(1894-1900) la Casa das Minas.
29
Debemos resaltar que, en este proceso histórico, presentamos tres contextos
museísticos distintos, que se establecieron a partir de la diáspora africana negra que
se sucedió entre los territorios del Reino de Dahomey y Brasil. El primero, el Museo
Histórico de Abomé; después el Museo Nacional, como un palco paradójico del olvi-
do y de la memoria de una cultura; y la Casa das Minas, como ya se señaló, un ver-
dadero “museo viviente” de las representaciones de esta cultura. Este último también
es un representante auténtico del proceso descrito en el comienzo de este trabajo,
que entiende las tradiciones culturales como yuxtapuestas en zonas fronterizas o de
contacto, donde se hibridan y constituyen nuevos procesos culturales. También po-
dríamos incluir en esta lista varios terreros de Candomblé nombrados como pertene-
cientes a las culturas Jeje y Mahim. Sin embargo, la inclusión de estas unidades cultu-
rales expandiría enormemente nuestras discusiones y probablemente no podríamos
dar cuenta de este universo. Por ello, agregamos un bono al incluir otros procesos
culturales relacionados con la literatura y el carnaval, que abordaron la relación entre
Brasil y el Reino de Dahomey.
En este contexto, debemos señalar que, por más que la Casa das Minas haya in-
tentado permanecer cerrada a otras interferencias culturales, incluso podría estarse con-
denando al llamado “suicidio cultural”, este terrero (local de culto) museo también está
fuertemente inmerso en los procesos de hibridación cultural. Por ejemplo, en sus ritos se
pueden identificar diferentes influencias culturales, como el catolicismo y las influencias
de la cultura Nagô. Muchos de los voduns adorados en este terrero son ejemplos de esto,
así como los sincretismos existentes. Por ejemplo, tenemos el caso del vodum Zomadonu
cuya festividad se celebra en conjunto con la Fiesta de lo Divino (Ferretti, 2013).
Viver a tensão entre ser e não ser é o próprio museu (...) os museus são
potência, pontes, portais e janelas, são energias criadoras capazes de ir além
de si. Eles podem ser aparelhos ideológicos do Estado? Podem. Podem ser
espaços de consagração e celebração da historiografia oficial? Podem. Podem
ser templos da arte capturada? Podem.
A rigor, os museus podem ser tudo isso e ainda mais e podem mesmo
ser “metamorfoses ambulantes” e o “oposto” de tudo aquilo que foi dito antes
(...) museus também podem ser espaços de luta, de resistência, de produção do
novo; podem ser práticas sociais contaminadas de vida e contrarias à dominação
e destruição da vida física, psíquica e espiritual. Por essa vereda, vale pensar os
30
museus como territórios do “e” e não como espaços do “é”. (Chagas, 2017,
p.120-121)22
Otra razón para adoptar la definición de Mário Chagas (2017) es porque estamos bus-
cando formas no convencionales de estructuración los museos, que están fuera del estándar
de la museología normativa, que según el autor es una Museología inmersa en las certezas de
una cientificidad presente en sus argumentos técnicos, que no se reconoce como la construc-
ción de discursos políticos e ideológicos. Por lo tanto, buscamos una museología comprensi-
va, que busque una praxis museística que adopte otra práctica política, estableciéndose en la
poética24 y en las predisposiciones para combatir las injusticias y prejuicios sociales.
Logramos resaltar un poco de esta percepción en el Museo Histórico de Abomey
(Figura 4), que tiene una característica interesante, por ser una estructura museística fuer-
22 Traducción libre – “Si hay una certeza en la relación entre los museos en el mundo contempo-
ráneo, es que ellos son parte del reino de lo incierto, en que el arte, la magia, la filosofía, la ciencia,
la técnica y la política están unidas y mezcladas. ¡Es eso! Provisionalmente, empiezo a considerar
el museo como un arca de posibilidades, como el reino de lo humano y todas sus tensiones y
contradicciones, empiezo a considerar que el principal desafío del museo y la museología es
estar “in-mundo”. / Vivir la tensión entre ser y no ser es el museo en sí (...) los museos son po-
tencias, puentes, portales y ventanas, son energías creativas capaces de ir más allá de sí. ¿Pueden
ser dispositivos ideológicos del estado? Ellos pueden. ¿Pueden ser espacios para consagración
y celebración de la historiografía oficial? Ellos pueden. ¿Pueden ser templos del arte capturado?
Ellos pueden. / Estrictamente hablando, los museos pueden ser todo esto y más e pueden ser
“metamorfosis andantes” y lo “opuesto” de todo lo que se ha dicho antes (...) los museos también
pueden ser espacios de lucha, resistencia, producción lo nuevo; pueden ser prácticas sociales
contaminadas con la vida y contrarias a la dominación y destrucción de la vida física, mental y
espiritual. A lo largo de este camino, vale la pena considerar los museos como territorios del `e’ y
no como espacios del `es`.”
23 Este es un término acuñado por Mario Chagas (2016) y que fue discutido y profundizado en
la tesis de Diogo Jorge de Melo (2020). Este término es una alternativa al uso del término “patri-
monio”, considerado altamente opresivo para nuestro contexto de trabajo.
24 Por poética nos referimos a un sin número de conocimientos culturales, epistemes distintas
presentes en diferentes formas de ver el mundo, así como a la Ciencia, que es solo una más entre
muchas formas de entender el mundo. De esta manera, utilizamos la instancia poética utilizada
por Luis Rufino (2007), quien menciona que la poética está presente en su Pedagogía de las En-
crucijadas “(...) emerge, desde de un diálogo cosmopolita (cruzado) con innumerables sabidurías
y gramáticas que históricamente han sido subordinadas. Es decir, se producen como no posi-
bilidades ya que están sistemáticamente desacreditadas. La dimensión poética, que aquí debe
leerse como un cruzo (referente a las encrucijadas) con la problemática epistemológica, revela
la imposibilidad de separación entre ser, saber y sus formas de producción del lenguaje. Así, la
aparición de otras gramáticas también impregna la dimensión política de las defensas de la vida
en su diversidad (...)” (p.46 – traducción libre).
31
temente colonizada, ya que fueran los franceses que lo erigieron como museo. Sin em-
bargo, se observa, en su base estructural, que el proceso de musealización se consolidó
a partir del Palacio Real de Dahomey y que este conjunto arquitectónico todavía tiene
una fuerte presencia de una instancia de lo sagrado, lo que nos hace vincularlo con su
tradición cultural fundadora. A pesar de estar establecido en un concepción de museolo-
gía normativa, la instancia de lo cultural activo y sagrado todavía se faz necesariamente
presente. Especialmente cuando sabemos que los descendientes de la familia real aún
realizan sus rituales en ese espacio. Ya que se abren concesiones, incluso para el uso de
objetos presentes en este museo que están musealizados, pero que tienen significados
mágicos religiosos, así como todavía se hacen las reverencias al ingresar en las tumbas
de djeho, dentro de los palacios de Glele y Ghezo, donde los visitantes adentran descalzo
y con las cabezas desnudas.25
32
loca cotidianamente para a instituição o desafio de pensar a presença
africana no Brasil contemporâneo.26 (Conduru, 2013, p. 214)
Con relación a Casa das Minas (Figura 5 y 6), un terrero que entendemos
como museo, o entendemos como un espacio único para la memoria y actuali-
zación de una tradición, ya que tiene sus orígenes en la cultura de Dahomey se
convierte como en fuerza para nuestra comprensión de las tradiciones culturales
aquí cuestionadas. Este terrero/museo es un lugar que nos cuenta sobre África,
o más bien sobre las Áfricas, principalmente sobre el Reino de Dahomey, pero
también sobre Brasil, sobre el racismo, los procesos de esclavización y varias otras
relaciones sociales y culturales. Lugar que estuvo marcado culturalmente por la
presencia de una reina africana, que probablemente fundó ese templo y nos dejó
26 Traducción libre – “La proximidad entre la representación de África y las salas de exposición
de los Embajadores y el Trono, son unos de los pocos recuerdos del aparato simbólico-arquitec-
tónico de la única monarquía que existió en América, restaura la promiscuidad que existía entre
los locales de guarda de esclavizados y la gran casa en Brasil de la Colonia e Imperio, además de
referirse al incómodo problema de la esclavización, en un Imperio que pretendía ser una exten-
sión sudamericana de la civilización europea. El vecindario de una de las circulaciones verticales
del edificio plantea un desafío diario para que la institución piense en la presencia africana en el
Brasil contemporáneo.”.
27 Esta nación de Candomblé tiene una fuerte conexión con la cultura de Dahomey.
33
su legado, a través de su eco, que reverbera su cultura y reafirma su existencia.
Proceso que coloca la Casa das Minas como un lugar de resistencia frente a
los procesos coloniales, principalmente por representar genéticamente una mujer
negra y africana, que colocó en este espacio sus riquezas epistémicas, sus conoci-
mientos, que estructuran otra forma de percibir y comprender el mundo. Hecho
ejemplificado por la concepción y la fuerza de los venerados vodunes, así como
sus danzas y ritos en general. Nã Agotime y la Casa das Minas nos muestran que
el proceso de la diáspora negra contribuyó singularmente a nuestra formación-
social y cultural, ayudándonos a comprender que este conocimiento es parte de
la constitución de nuestras tradiciones y que somos dignos de él y que debería
ser parte de nuestras representaciones culturales, patrimoniales o fratrimoniales.
34
Figura 6 Imágenes del terrero de la Casa das Minas, pasillo interno.
Recuperado de https://pt.wikipedia.org/wiki/Casa_das_Minas.
Mãe África
Terra da soberana Agotimé
Mãe de Guezo
E mulher de Agonglo
Rei do Daomé
Que um certo dia
Adandozan
Se apoderou do trono
E vendeu a rainha
Pra São Luís do Maranhão
Mesmo escravizada
A rainha difundiu
O culto do vodu Zomadone
Que deu origem
À Casa das Minas do Brasil
Enquanto aqui isso se passava
O brasileiro Félix de Souza prosperava
Lá em Daomé
Incrementava aquela Nação
Se tornado o pioneiro
30 Traducción libre - “El rey Ghezo, un proveedor de esclavos, y Xaxá de Souza, que lo enviaron y
lo vendieron a Brasil, curiosamente ambos se convirtieron, a los ojos de los descendientes africa-
nos, en símbolos de afrobrazilidad”.
35
Do povo Tambom
Ao rei Guezo impôs sua influência
Desenvolveu toda a sua experiência
Que o rei chegou lhe outorgar
O título de “Xaxá do Ajudá”31
31 Letra de la samba retirada de Pierre Verger (1990). Traducción libre - Madre África / Tierra de la
soberana Agotimé / Madre de Ghezo / Y la esposa de Agonglo / Rey de Dahomey / Que un dia /
Adandozan / Se apoderó del trono / Y vendió a la reina / A São Luís do Maranhão / Mismo escla-
vizada / La reina se extendió / El culto al vodu Zomadone / Que dio origen / A la casa de Minas de
Brasil / Mientras esto se sucedía / El brasileño Félix de Souza prosperó / En Dahomey / Aumentó
esa nación / Se convirtió en el pionero / De la gente Tambom / El rey Ghezo impuso su influencia
/ Desarrolló toda su experiencia / Que el rey vino a concederte / El título “Xaxá doe Ajudá”.
36
Diz seu vodum que do seu culto
Um novo mundo renasceria
Vai seguindo seu destino (de lá pra cá)
Sobre as ondas do mar
o seu corpo que padece (bis)
Sua alma faz a prece
pro seu povo encontrar
Chegou nessa terra santa
Bahia viu a Nação Nagô-ô-ô
e através dos orixás
O rumo do seu povo encontrou
Brilhou o ouro, com ele a liberdade
Foi pra terra da magia
Do folclore e tradição
Um buquê de poesia
A casa das minas
É o orgulho desse chão
Sou Beija-Flor
e o meu tambor
Tem energia e vibração
Vai ressoar em São Luiz do Maranhão32
No fue el acaso que Ana Lucía Araujo (2011) cuando habló de Nã Agotime
mencionó, que ella y otras personalidades históricas afrobrasileñas, como Zumbi,
Chico Rei y João Cândido, a pesar de haber contribuido para la memoria de la
esclavización y la reestructuración de la “Historia oficial de Brasil”, terminaron te-
niendo trayectorias históricamente problemáticas, debido a las pocas evidencias
históricas existentes sobre ellos. Sin embargo, la autora reconoce y destaca Nã
Agotime, cuando menciona:
32 Traducción libre - Maria Mineira Naê / Agotime en el clan Dahomey / y a la luz de sus vodunes
/ Hubo un ritual de fe / Pero aislado del reino un día / esclavizado por brujería / Habló tu vodun
que de su culto / Un nuevo mundo renacería / Sigue su destino (desde allí hasta aquí) / En las
olas del mar / tu cuerpo sufriente (bis) / Tu alma dice la oración / para que tu gente encuentre /
Llegó en esta tierra santa / Bahia vio la Nación Nagô-ô-ô / y a través del orixás / El curso de su
gente encontró / El oro brilló, y con ellos la libertad / Fue para la tierra de la magia / Del folklore
y tradición / Un ramo de flores de poesía / La casa das minas / Es el orgullo de este piso / Soy
Beija-Flor / y mi tambor / Tiene energía y vibración / Resonará en São Luiz do Maranhão
33 Texto original en ingles - “As a woman member of the Dahomean royalty who was sent into
slavery to the Americas, Agontimé incarnates the connections between Brazil and former King-
dom of Dahomey. Whereas in Benin, the promotion of these reciprocal exchanges reinforces the
37
Para terminar, volviendo al poema de Leminski, que comprehendemos que esta
pequeña historia de la diáspora negra africana, nos hace percibir el tiempo como in-
tenso y tenso, construido por la disputa y el choque de poder. Como el proceso que
ha traído por la fuerza Nã Agotime a Brasil como esclavizada. Una historia que hoy
se constituye por medio de reliquias culturales materiales e inmateriales, que fueron
encontradas por varios interlocutores, como Pierre Verger y hasta en las memorias, los
saberes y en las prácticas culturales de las sacerdotisas de la Casa das Minas. Lo que
nos muestra que el intento de explicar el tiempo y la realidad, como la Museología
pretende lograr, debe ser visto como un ejercicio de incompletitud, una quimera que
se establece circunstancialmente, que se manifiesta con la concepción de proposicio-
nes de verdades circunstanciales, que agrupamos y moldamos para constituir nuestra
identidad y tradiciones, con base en las circunstancias que juzgamos como verdaderas.
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40
La “Imprenta de Sibaja”: testimonios visuales de la intelectualidad liberal.
Cambio de siglo e identidades locales en la ciudad de Alajuela, 1865-1901
Costa Rica
Resumen
Resumo
Abstract
41
methodologies, based on the analysis of “Imprenta de Sibaja” collection, housed at
Museo Histórico Cultural Juan Santamaría, Costa Rica, are being integrated. Such co-
llection conserves testimonies of graphic production, from the late XIX and early XX
centuries, which represent the ruling and business elites found in Alajuela City during
those years. Thus, a visual and theoretical analysis of the printed material is carried
out, in the light of the significant history contributions of the collective thinking and
the theory of the image. By means of this research, it is aimed to contribute useful
elements to analyze local identities and their visibility in museum institutions.
A raíz de esta misión institucional, desde 1981, el MHCJS creó un sello edi-
torial, para dar a conocer diversas investigaciones académicas y creaciones litera-
rias, relacionadas con los procesos históricos aludidos. Desde la creación de esta
editorial, la administración del museo se propuso implementar su propio taller de
impresión, para cumplir a cabalidad con sus objetivos educativos y de divulga-
ción de conocimientos. Por dicha razón, a finales de 1982, la Junta Administrativa
de la institución, gestionó la compra de las maquinarias de impresión que perte-
necieron al taller tipográfico: la “Imprenta de Sibaja”, que cerró sus operaciones
en 1969.
Dicha imprenta, fue la primera empresa de esta naturaleza que brindó sus
servicios en la ciudad de Alajuela, la cual operó ininterrumpidamente, desde 1865.
Por tal motivo, las maquinarias e insumos de impresión que adquirió el MHCJS,
además de su valor operativo, representan parte de las memorias e identidades
de la localidad. Debido a la relevancia material y simbólica de estos recursos, la
institución retomó en 2019, el proceso de inventario de los objetos que integran
la colección “Imprenta de Sibaja”, con la finalidad de presentarlos a sus públicos,
mediante una propuesta expositiva que combine dos guiones e investigaciones
museísticas:
42
la producción visual publicitaria del taller familiar de los Sibaja, que data de fina-
les del siglo XIX e inicios del XX. Tales testimonios impresos, constituyen el objeto
de estudio de esta propuesta teórica-museológica, debido a que representan
fuentes primarias, que posibilitan el análisis de las diversas mentalidades mani-
fiestas durante el período, especialmente, la influencia de las elites intelectuales
liberales, que a partir de las décadas de 1870 y 1880, impulsaron la moderniza-
ción del espacio urbano de la ciudad de Alajuela.
43
nalización de espacios en el centro histórico de la ciudad, mediante la apertu-
ra de servicios públicos seculares: autoridades militares y carcelarias, educación,
salubridad e higiene ciudadana, comunicación, disfrute de las artes, entre otros.
Esta representación de los espacios públicos, incidieron directa e indirectamente,
dentro de los procesos de constitución de las identidades locales, las cuales en el
período se asociaron con patrones étnicos y de consumo europeos, como símbo-
los de progreso, civilización y nacionalismo.
44
dirección de los talleres de impresión tipográfica recayó en su hijo mayor, quién
tenía amplia experiencia en las artes gráficas, debido a que desde 1880, fundó
la fábrica de sellos “La costarricense”, primera empresa de esta naturaleza en el
país, la cual operó como apéndice de la “Imprenta de Sibaja”. La labor de esta
fábrica fue reconocida con la medalla de plata especial, que otorgó la “Primera
Exposición nacional” de 1886, como estímulo a las artes, la agricultura y la indus-
tria local, como antesala de la “Exposición Universal” de París, en 1889. Teófilo
Sibaja García, falleció en 1922, por lo que el legado familiar fue retomado por su
hermano, José Joaquín Sibaja García, quien, pese a no contar con experiencia en
los oficios gráficos, permaneció al frente de la empresa hasta 1969, poco tiempo
antes de su fallecimiento (Molina Jiménez, 2002).
Esta innovación en los transportes amplió el dominio territorial del Estado, me-
diante el comercio directo y expedito del café hacia los mercados europeos y el oeste
de los EE. UU. Además, demandó de ingentes esfuerzos materiales y simbólicos, que
identificaran a las y los habitantes de la nación, con este proyecto socioeconómico
y cultural, inspirado en los imaginarios positivistas de orden y progreso. Para dicho
fin, durante las décadas de 1870 y 1880, las autoridades estatales implementaron
una serie de reformas civiles, iniciadas con la Constitución Política de 1871 –vigente
hasta 1949– que incluyó el Capítulo de Derechos y Garantías Individuales. Los suce-
sivos gobiernos militares-liberales de Próspero Fernández Oreamuno (1882-1885) y
Bernardo Soto Alfaro (1885-1889), ahondaron en este proyecto civilizatorio ilustra-
do, mediante iniciativas estatales como la delimitación de la autoridad de la Iglesia
Católica, programas de alfabetización e instrucción públicas y la modernización de
espacios urbanos, entre otras (Morales García, 1995).
45
La representación de tales procesos civilizatorios en los espacios públicos
urbanos también demandó importantes esfuerzos ideológicos, los cuales se ex-
presaron mediante la afirmación de sentidos de pertenencia ciudadana y/o na-
cionalistas. Por consiguiente, la intelectualidad liberal-militar, procedió a la bús-
queda de referentes históricos que cohesionan en a la población. Debido a la
ausencia de una lucha militar por la independencia de la nación en 1821, los
hechos de la guerra contra la presencia filibustera en Nicaragua, entre 1856 y
1857, se identificaron como la génesis de la nacionalidad costarricense. La llama-
da desde entonces, “Campaña Nacional”, inspiró múltiples narrativas gloriosas,
entre las que destacó la de la figura de Juan Santamaría, un joven y empobreci-
do soldado alajuelense, proclamado héroe de la patria, cuya estatua en bronce
de gran formato, esculpida y fundida en Francia, se develó en Alajuela en 1891,
como fuente de inspiración e identificación para los sectores sociales subalternos
(Molina Jiménez, 2002).
Entre las décadas de 1880 y 1890, las autoridades del municipio local y el
poder estatal invirtieron considerables recursos en el levantamiento de importan-
tes obras civiles como: la inauguración del primer tanque, acueducto y cañerías
en 1880, el Hospital San Rafael en 1883, el Instituto de Alajuela en 1887, el Parque
Central, entre 1890 y 1892, la Cárcel entre 1890 y 1894, y el Cementerio General
en 1895, entre otras obras y servicios públicos de educación, salubridad y control
social. Los avances en infraestructura pública en la ciudad de Alajuela la posicio-
naron como la segunda en importancia del país, después de la capital. Además,
fue una muestra de los criterios estéticos, intelectuales y de consumo de las elites
liberales, representados en los espacios públicos, los cuales incidieron en la socia-
lización, vida cotidiana e identidades locales (Villegas Hoffmeister, 2006).
46
La llamada Historia de las mentalidades, deriva de la tradición historiográfica
francesa, reconocida como la Escuela de los Annales. Mediante tales estudios, se
privilegian los análisis de los procesos económicos y las estructuras sociales, des-
de distintas herramientas y conceptos, provenientes de múltiples disciplinas so-
ciales, como la sociología, economía, antropología, arqueología, el psicoanálisis,
entre otras, que trascendieron la investigación histórica, más allá de la tradicional
metodología positivista de revisión y crítica documental. De este modo, el análisis
de los mencionados testimonios visuales, se complementarán con la valoración
de sus contenidos y contexto histórico, conforme las cosmovisiones de sus emi-
sores y percepciones, a partir de las experiencias de sus receptores.
47
cimentaron la llamada Historia cultural. Fundamentalmente, dicha sustentación
teórica, señala que las mentalidades son equiparables a “imaginarios colectivos”,
es decir, comportamientos y representaciones sociales inconscientes. Así, con
base en los escritos de Émile Durkheim y Pierre Bourdieu, Roger Chartier se re-
firió a las representaciones colectivas como el modo en que el grupo piensa de sí
mismo en su relación con objetos que lo afectan y establece como necesaria la pre-
misa de considerar la naturaleza de la sociedad y no la de los individuos. Propuso,
abrir el camino hacia una historia de los sistemas de creencias, de valores y de
representaciones de una época o de un grupo:
48
turaleza icónica de esta supone tres variables imprescindibles que componen su
esencia y que determinan su proceso de producción: a) todas parten de una se-
lección de la realidad, b) tienen un repertorio de elementos fácticos y c) se produ-
cen mediante la sintaxis -manifestación de orden-; en resumen, toda imagen está
configurada por y desde un referente real. Estos tres elementos, según Villafañe,
son la columna vertebral de la composición de la imagen, y son los que determi-
nan sus cualidades específicas. Al mismo tiempo, estos también dilucidan uno de
los aspectos conceptuales más importantes a la hora de entender la definición
de imagen dentro de dicha teoría, y es que estas variables surgen a partir de dos
grandes procesos: el de la percepción34 y el de representación35 (Villafañe, 2006).
34 Según Justo Villafañe (2006), la percepción se define, dentro de la Teoría de la imagen, como
las operaciones de selección, abstracción y síntesis de la realidad mediante elementos pertinentes
según los intereses del emisor dentro de su contexto.
35 La representación es entendida dentro de esta propuesta, como un proceso que no busca
cambiar la realidad, sino mantener ciertos grados de identidad de esta, obteniendo así elementos
configurantes con la finalidad de enunciar los objetivos específicos del emisor, que se derivan de
su proceso perceptivo.
49
comunicativo: para el receptor, no es enteramente necesario saber leer o hablar un
mismo idioma, para recibir parte del mensaje.
50
la historia del estilo.36 La imagen logra ser interpretada en el nivel iconográfico,
es aquí en donde el autor propone una especie de análisis de los significados
convencionales como gestos por medio de la historia de los tipos37 :
36 Según E. Panofsky (1962), se refiere a la indagación por medio de los estilos visuales: de qué
forma, en qué condiciones históricas diferentes, objetos y acciones eran expresados a través de
formas.
37 De acuerdo con los planteamientos de Erwin Panofsky (1962) se hace alusión a qué tipo de
forma, en qué condiciones históricas diferentes, temas o conceptos específicos fueron expresados
por objetos y acciones.
51
las escuelas, iglesias, o cerca de la plaza del pueblo. También se ubicaron en las
galleras y en otros sitios de reunión. Contienen una o varias páginas. La mayoría
de las veces, los bandos eran leídos por el cura de la localidad, durante los ofi-
cios religiosos, o por uno de los alfabetos de la villa o la aldea. Buena parte de la
información se distribuyó, oralmente, entre los pobladores (Vega Jiménez, 1995).
Las hojas volantes, por lo tanto, revisten de especial interés durante el período de
afirmación de una cultura impresa nacional, debido a la inmediatez con la que llega a sus
públicos meta. Su diseño visual, requería de mensajes breves y concisos, de impacto e interés
para sus consumidores. Los mensajes fueron diversos, pero convocaban a la ciudadanía a
distintas actividades sociales, y el acatamiento de normativas, leyes y protocolos, emitidos
desde las múltiples posiciones de autoridad: militar, civil, científica, educativa, médica,
religiosa, entre otras. Bajo esta premisa de convocatoria y autoridad, en este apartado se
presenta el análisis de algunas hojas volantes, impresas en los talleres tipográficos de la
“Imprenta de Sibaja” durante la coyuntura del cambio de siglo, por lo que predominan
celebraciones religiosas, promociones en comercios urbanos, espectáculos públicos y el
consumo de tecnologías, entre otras actividades de convocatoria civil, ubicadas en el
centro de la ciudad de Alajuela y comunidades rurales vecinas.
Cuadro N°1
52
Lugar Clientes % Impresos % Promedio
San Antonio de Belén 1 0,7 2 0,6 2,0
San Joaquín de Flores 1 0,7 4 1,2 4,0
Ciudad de San José 3 2,1 11 3,4 3,7
142 100 % 327 100% 2,3
Fuente: Molina Jiménez, Iván. Una imprenta de provincia: el taller de los Sibaja en Ala-
juela (1867-1969). Alajuela: Museo Histórico Cultural Juan Santamaría, 2002; p. 115.
53
La primera imagen corresponde al anuncio de una actividad de convoca-
toria social. El encabezado: ¡Gran novedad del siglo XX! se refiere a la llegada de
una novedad a la ciudad de Alajuela, de un enano; un hombre proveniente de
un lejano lugar, posiblemente de algún territorio colonial ultramarino europeo.
El anuncio de esta actividad, como novedad del nuevo siglo, es indicador de una
reiteración y/o afirmación de los procesos de modernización urbana de la ciu-
dad, acaecidos en el período. Expresa, además, cierta cercanía intelectual, con las
grandes ciudades europeas, debido a la fascinación y curiosidad –científica– que
despierta en las y los consumidores el otro, lo exótico, lo sobrenatural. Aquello
que es diferente a la normalidad burguesa, se convierte en objeto de estudio o de
consumo de masas, como en el ejemplo presentado.
54
vilegio, frente a un sujeto exótico. Además, se visibiliza un afán de lucro, en torno
a la observación del otro. Es decir, durante la coyuntura de fin y principio de siglo,
la modernidad urbana de la ciudad de Alajuela presenta atisbos de un mercado
del ocio y el entretenimiento de masas, que deviene de una división social de la
economía.
Con relación a lo anterior, llama la atención que los espacios privados, una vivien-
da particular en este caso, se convierte en un sitio público de convocatoria, para
un evento excepcional: la observación de un personaje exótico, en un entorno
cotidiano, cercano a los sujetos de consumo. Empero, el costo económico de la
actividad podría resultar privativo para algunos sectores de la sociedad, en dicho
contexto, los cuales son excluidos de participar de la contemplación de este per-
sonaje, el cual constituye una mirada hacia la supuesta superioridad occidental,
ante la barbarie de las colonias. En síntesis, si bien se trata de imágenes para el
consumo público, está dirigida a públicos específicos, los cuales atienden a cier-
tas características de los imaginarios civilizatorios expuestos.
55
Por otra parte, la imagen testimonia la combinación de hábitos modernos
de consumo y otros legados de tradiciones religiosas, lo cual se evidencia, en la
oferta de bienes suntuosos importados, característicos de las costumbres y los
mercados europeos, los cuales están focalizados en la máxima celebración del
cristianismo. La persistencia en el predominio del credo católico de las y los ala-
juelenses de finales del siglo XIX, representa una oportunidad para el comercio
local, de acercar a públicos interesados en adquirir bienes de consumo exclusivo,
para el disfrute gastronómico de las elites e intelectualidades liberales hegemó-
nicas.
● Cosmopolitismo y consumo tecnológico (fig. 4)
56
tecnológicos de la época, compartir una experiencia, fuera de lo habitual, como
parte de los anhelos cosmopolitas de fin y principio de siglo.
57
● Persistencia de mentalidades coloniales – precapitalistas (fig. 6)
58
VI. Recomendaciones museológicas: mentalidades, análisis visual y con-
textualización histórica
59
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60
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61
El Museo Xinka, guardián de la identidad y patrimonio cultural del pueblo
Xinka
Mauricio Vanheusden
Director del Museo Xinka
[email protected]
Resumen
Resumo
62
ral de seu território, gerando a propriedade de bens culturais. A disseminação
horizontal leva o museu para fora de suas paredes; Programas educacionais e
campanhas de conscientização são mecanismos eficazes para que a população se
identifique como Xinka e defenda seu território e seus direitos como Povos Indí-
genas. Os resultados dessas estratégias mostram que, ao eliminar as barreiras de
acesso, o museu é capaz de se tornar o centro da comunidade e o motor de seu
desenvolvimento. A gestão cultural de MUXI é uma estratégia inovadora para a
museologia mesoamericana: a colaboração entre o museu e a comunidade fez do
Museu Xinka um agente de mudança e guardião da identidade e do património
cultural do Povo Xinka.
Title: The Xinka Museum, guardian of the identity and cultural heritage of the
Xinka People.
Abstract
The Xinka live in the southeaster region of Guatemala and achieved with
the Peace Accords in 1996, that the Guatemalan State recognized their identity
and rights as an indigenous people. Since then, the Xinka have strengthened
the fight to defend their territory and their cultural identity. The Xinka Museum
(MUXI) is a community museum, founded in 2012 by a Xinka cooperative to protect
and revitalize the Xinka cultural and linguistic heritage. MUXI’s mission is to build
Xinka citizenship through an innovative museology based on community-based
cultural heritage management. This paper presents a brief description of the his-
tory, culture and identity of the Xinka People. Then, the paper addresses the main
strategies of the Xinka People’s museology: participatory interpretation and hori-
zontal dissemination. Participatory interpretation links the visitor with the cultural
heritage of his territory, generating ownership of its cultural heritage. Horizon-
tal dissemination takes the museum outside its walls; educational programs and
awareness campaigns are effective mechanisms for the population to identify as
Xinka and defend their territory and their rights as Indigenous People. The results
of these strategies show that, by eliminating access barriers, the museum is capable
of becoming the centre of the community and the engine of its development. The
community-based cultural heritage management of MUXI is an innovative strategy for
Mesoamerican museology: collaboration between the museum and the community
has transformed the Xinka Museum in an agent of change and guardian of the identity
and cultural heritage of the Xinka People.
Introducción
63
suroriente de Guatemala, colindando con El Salvador. El territorio Xinka tiene una
superficie de aproximadamente 7500 km2 y una población de 1,2 millones de ha-
bitantes de los cuales 21% se identifica como Xinka (INE, 2019). El Pueblo Xinka ha
perdido muchos de sus marcadores culturales (UNESCO, 2020), pero logró con los
Acuerdos de Paz en 1996, que el Estado guatemalteco reconociera su identidad y
sus derechos como pueblo indígena (AIDPI, 1995).
El Museo Xinka de Cuilapa, Santa Rosa, cuyas siglas son MUXI, es un museo
comunitario que fue fundado en 2012 por Cooperativa El Recuerdo38 con el propó-
sito de fortalecer la identidad y derechos del Pueblo Xinka, y proteger y revitalizar
su patrimonio cultural y lingüístico. El MUXI implementa una museología innova-
dora basada en la gestión cultural comunitaria. Esta colaboración cultural entre
museo y comunidad ha convertido el MUXI en guardián de la identidad y patrimo-
nio cultural del Pueblo Xinka.
La memoria del Pueblo Xinka es el fruto de una larga tradición oral que na-
ció alrededor del fuego. Desde tiempos muy remotos, las reuniones alrededor de
la fogata han sido los espacios de la comunidad para desarrollar un idioma pro-
pio, transmitir los acontecimientos y preocupaciones del día, y recordar eventos
del pasado para enfrentar los retos de la comunidad para sobrevivir y prosperar.
Cuando los abuelos Xinkas39 hablan sobre su origen (López Ramirez, 2007)
inician su historia por la creación de Mesoamérica (Kirchhoff, 1960) hace unos
600 millones de años con la formación del istmo centroamericano. En la narrativa
Xinka, los volcanes del territorio Xinka como los volcanes Jumay, Ipala y Tecuam-
burro han estado ahí desde antes de que existiese la vegetación y los animales,
y son considerados los guardianes del Pueblo Xinka. Los mitos sobre la “exis-
tencia de antiguas razas de gigantes” cuando los primeros grupos de humanos
poblaron Mesoamérica, son parte de la narrativa histórica que todavía existe en
la región Xinka, debido a la gran cantidad de fósiles de megafauna encontrada
(García & Ericastillo, 1995).
Durante el periodo paleo-indio, que inició hace más de 20,000 años, múl-
tiples bandas de cazadores y recolectores (que integraban una veintena de per-
sonas cada una), se extendieron durante miles de años desde Norteamérica ha-
cia la región mesoamericana, movilizándose por vastos territorios en busca de
alimentos (Girand, 1976). Eran portadores de una civilización muy primitiva, de
naturaleza igualitaria y nómada, teniendo como propiedad, únicamente su ves-
timenta y sus utensilios para cazar, recolectar o pescar. Se les denomina “socie-
dades igualitarias” (Jordan, 2014) porque todos los integrantes del grupo tenían
los mismos derechos y obligaciones, al cuidarse todos para sobrevivir y vencer
el peligro de los animales silvestres que competían con ellos por los alimentos.
Hicieron puntas de proyectiles muy afiladas, y raspadores con los cuales despo-
jaban a los animales de sus pieles para convertirlas en vestimenta u abrigo. Los
39 En este texto, la palabra “Xinka” siempre está escrita con mayúscula para reivindicar el dere-
cho a la identidad propia del Pueblo Xinka.
64
Xinkas se identifican con estos primeros cazadores-recolectores que convivían
con la naturaleza; conocían muy bien las plantas y frutas comestibles y venenosas
de su entorno y sabían cómo vencer y atrapar animales y peces. Estas bandas de
cazadores y recolectores consideraban a las montañas, los lagos y los árboles, las
tormentas y los rayos como sus dioses.
40 Ramiro López del COPXIG hizo una investigación no publicada sobre dichos petrograbados y
su interpretación.
65
ginarios del territorio, para marcar el inicio de la civilización Maya basado en el
cultivo de maíz y la derrota de la civilización primitiva que la antecedía. Los sitios
y bienes arqueológicos del territorio guatemalteco se clasifican según la tempo-
ralidad Maya: Preclásico (2000 a.C – 250 d.C), Clásico (250- 900 d.C.) o, postclásico
(900-1524 d.C.).
66
por la tierra, por el barro del cual fue creada, por el maíz que la sostiene, y por la
organización social que vela por la igualdad en derechos y el bien colectivo de
los recursos naturales.
Una de las primeras actividades del Museo Xinka fue investigar y documen-
tar los sitios arqueológicos identificados en el Proyecto Arqueológico Oriente
(Ichon & Grignon, 1989) que se encuentran en un avanzado grado de deterioro
(Museo Xinka, n.p.). Se lograron rescatar cientos de objetos arqueológicos que
forman parte de la colección arqueológica del MUXI, creando una ventana al
pasado del territorio Xinka, con una variada colección, producto de la intercultu-
ralidad de la región.
El MUXI es un museo comunitario, porque su ubicación geográfica es lo-
41 El Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre pueblos indígenas y tri-
bales, es una convención adoptada por la Organización Internacional del Trabajo que tiene dos
postulados básicos: el derecho de los pueblos indígenas a mantener y fortalecer sus culturas, for-
mas de vida e instituciones propias, y su derecho a participar de manera efectiva en las decisiones
que les afectan.
42 El Museo Xinka es miembro de la Asociación de Museos de Guatemala y del Consejo Interna-
cional de Museos ICOM desde agosto de 2018.
43 Más información sobre la cooperativa en su página web: www.cooperativaelrecuerdo.com
67
cal y se preocupa por facilitar acceso a la vecindad. Sus proyectos comunitarios
priorizan la relación entre la comunidad y su patrimonio, superando el enfoque
tradicional que antepone el público, el edificio y la colección (Alemán, 2011). Los
museos comunitarios son considerados una herramienta para que la comunidad
afirme la posesión física y simbólica de su patrimonio, a través de sus propias
formas de organización y responden a necesidades y derechos de la comunidad
(Morales & Camarena, 2009:15-18). Muchos arqueólogos trabajan en sitios sa-
grados para llevarse las piezas más bellas a museos lejos de las comunidades de
origen (Colom, 2020). En contraposición, los museos comunitarios se preocupan
por cuidar el patrimonio dentro de la misma comunidad. El museo comunitario
pone el colectivo Xinka en el centro de sus actividades y se convierte en el centro
del desarrollo de la comunidad. Su propósito es poner la población en contacto
con su patrimonio, para interpretarlo desde su propio contexto, protegerlo y pre-
servar la memoria colectiva de la comunidad.
68
pretación participativa en el museo y los programas de divulgación horizontal
que llevan la acción del MUXI a todos los municipios del territorio. El método del
MUXI para asegurar la inclusión es la interculturalidad que facilita la participación
de toda la población del territorio en la interpretación de los bienes culturales y
la auditoria de la gestión patrimonial (Carter, 2010), (MacMillan, 2010).
A. La interpretación participativa
69
relación interpretativa entre promotora cultural y visitante hace del museo un
espacio cultural dinámico y vivo.
Las promotoras culturales guian al visitante en tres áreas del Museo por me-
dio de metodologías participativas horizontales, sin imponer nada: 1) el Área de
Arqueología, 2) el Área de Tradición oral, 3) el Área de Artesanía Xinka. Las activi-
dades tienen una duración de 45 minutos en cada área y son guiados en grupos
de 15 personas. Al finalizar las tres actividades, los visitantes suelen encontrarse
en el área social del museo donde funciona la tienda del museo que pone en
valor el trabajo de artesanos locales y el restaurante donde se puede degustar
platillos de la región.
El área Tradición Oral Xinka consiste en un rincón de lectura donde los visi-
tantes pueden leer o escuchar cuentos del territorio y aprender cantos en idioma
Xinka. Asimismo, el público aprende sobre la cosmovisión y el valor de la gratitud.
44 Las dos arqueólogas y el conservador eran compañeras del autor en la Maestría de Gestión
de Patrimonio, dando énfasis en la colaboración entre expertos de diferentes áreas de la museo-
logía.
70
Al final de la actividad, cada visitante tiene la oportunidad de escribir en una hoji-
ta su propio mensaje de gratitud y pegarlo sobre el árbol cosmogónico, la ceiba,
que está pintada en la pared.
71
intrínsecas. La intención es crear un lugar de encuentro vibrante, donde las per-
sonas hacen música, suspiren arte, y disfrutan el patrimonio culinario; un lugar
que se reinventa constantemente, con una dinámica de cambio y construcción de
ciudadanía cultural. El museo también da valor a los aspectos lingüísticos Xinkas.
En todo el edificio se encuentran vocablos Xinkas para indicar espacios y objetos
con el afán de recuperar el uso del idioma.
B. La divulgación horizontal
72
programa. Las promotoras son personas conocidas en la misma comunidad, que
mantienen una actitud horizontal hacia los maestros a los cuales orientan durante
el proceso de enseñanza-aprendizaje. Las promotoras no pretenden simular que
saben lo que no saben, lo cual ha generado una relación muy productiva con los
docentes participantes.
73
Española para el idioma español. Las Academias tienen la función de promulgar
normativas dirigidas a fomentar la unidad idiomática entre los diversos territo-
rios hablantes del idioma y garantizar una norma común para la enseñanza del
idioma. Se espera contar a mediano plazo con una Academia de la Lengua Xinka,
para garantizar el derecho a la enseñanza en el idioma originario del territorio.
Los datos de las encuestas de entrada y salida del MUXI muestran el impac-
to de la interpretación participativa en el museo. Las 513 encuestas de entrada
indican que el 84% de visitantes nunca había visitado un museo, y el 80% nunca
había visto un objeto arqueológico, reflejando la importancia de las excursiones
escolares gratuitas para garantizar a todo joven sus derechos culturales. Los re-
sultados de 142 encuestas de salida del museo realizadas a principios de 2019
indican que más del 90% de los visitantes del MUXI tiene la intención de cuidar el
patrimonio Xinka como resultado de la interpretación participativa que conecta
el patrimonio cultural con la vida y el contexto de cada visitante. La apropiación
de la gestión cultural surge de recursos culturales que permiten comprender ¿Por
qué surgió el patrimonio? ¿Qué necesidades resolvió en su tiempo? Y, ¿Qué apor-
ta este bien cultural para resolver los problemas del presente y el futuro?
45 La evaluación forma parte del Sistema de Garantía Interna de Calidad del Programa EBI.
74
Más allá de los resultados de la museología comunitaria en la conducta y
capacidades del público, el MUXI ha tenido un impacto en la identidad cultural
del Pueblo Xinka:
los esfuerzos que han hecho sus líderes y algunas organizaciones, calculando el
número de hablantes en 22,453” contrastando con los resultados de la mayoría
de estudios lingüísticos de unos años antes que indicaban que el Xinka era un
idioma extinto (Ubico Calderón, 2002).
La gestión cultural comunitaria del Museo Xinka permite valorar cuatro es-
trategias innovadoras de los museos comunitarios para la museología mesoame-
ricana:
75
● Implementar la interpretación participativa del patrimonio. La vinculación
del visitante con sus bienes culturales ha transformada la experiencia museal,
dando valor y significado a los recursos culturales y revitalizando el patrimonio
cultural Xinka.
El Museo Xinka está aprovechando esta crisis para innovar y atender nuevas
demandas y condiciones, porque está claro que el distanciamiento social tendrá
implicaciones en la recepción de visitantes y el funcionamiento del museo. El
MUXI está fortaleciendo las habilidades virtuales de su personal y ha elaborado
materiales para la educación a distancia de una población con limitado acceso a
internet. A pesar de la pandemia, el MUXI ha logrado mantener su vínculo con la
comunidad por medio del Programa “Aprendo en Casa”, llevando el museo fuera
de sus muros hasta dentro de la casa de su población meta.
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79
V. Registro fotográfico
80
Figura 3. Capacitación de promotoras Xinkas (Vanheusden, 2017)
81
Figura 6. Interpretación participativa: “petate Figura 7. Interpretación participativa: reflexión
del muerto” (Vanheusden, 2018) de una visitante (Vanheusden, 2018)
82
Figura 9. Taller de fomento artesanal en corredor del Museo (Vanheusden, 2018)
Biografía
83
Museus, tradições e costumes; patrimônios e territorialidade dos indígenas
Mybia no Rio de Janeiro: reflexões sobre o tema
Silvilene Morais
Programa de Pós-Graduação em Museologia e Patrimônio Universidade Federal
do Estado do Rio de Janeiro – PPG-PMUS/MAST
[email protected]
Resumo
84
de construção e reconstrução de uma outra narrativa crítica que tome os
conhecimentos étnico-culturais como ponto de partida e de chegada.
Abstract
Resumen
85
en el Estado de Río de Janeiro como fuente de estudios. Se destaca la importancia
de resaltar sus tradiciones y costumbres; su patrimonio y sus cuerpos sociales en
medio de luchas por sus territorios sagrados, confiscados por políticas públicas
que insisten en silenciarlos y clasificarlos como exóticos e inmersos en una práctica
discursiva que los diferencia de la mayoría de los no indígenas, discriminándolos.
Se observa que estos enlaces expuestos aún se exploran poco en los museos
y que pocas intervenciones se centran en esta interconexión. Es imprescindible
que los museos, como institución educativa por excelencia, consignen a partir de
la metodología de la praxis, que requiere para su consecución, un movimiento
colectivo de acción que parte de la realidad concreta de la etnia interpretada
y un trabajo de construcción y reconstrucción de otra narrativa que toma el
conocimiento étnico-cultural como punto de partida y finalización.
86
refletir sobre a nossa longa história escravocrata plena em desigualdades
socioculturais e educacionais. Tomamos por base este programa de extensão
universitária por trazer aos futuros profissionais um enriquecimento importante
no contato profícuo com outras dimensões culturais e fazeres educativos capazes
de indicar o potencial de conhecimentos existentes nos NÓS cultural.
Este estudo teórico-analítico admite pois, que tais vínculos entre Museus,
tradições e costumes; patrimônios e territorialidade trazem em si um suposto
étnico- racial perverso, que em si destaca os vários sentidos atribuídos aos
indígenas em sua relação com os não-indígenas, maioria das vezes deslocados
pelo não-conhecimento destes das culturas tradicionais que lhes são pertences.
Compreende-se de antemão que o Eu e o Nós fazem parte da mesma unidade dos
sujeitos que somos, concepção que nos força recuperar, através da história das
Ciências Sociais no Brasil, a importância da superação das teorias da Antropologia
Física do século XIX47 a ser explicitada no capítulo seguinte deste artigo.
46 Livreto produzido pelas crianças Mbyá junto ao Programa de Pesquisa e Extensão Etnocon-
hecimento para um EtnoReconhecimento – PROETNO, junto aos etno-educadores guarani Ková e
Ayvu Aeja Pave Pe – Aqui Eu Quero Deixar a Minha Palavra. Coordenadora Professora Maria Ame-
lia Reis. Universidade do Estado do Rio de Rio de Janeiro – UNIRIO/MEC/SESU-FAPERJ- PIBIC/
CNPQ. 1ª Ed. 2008. ISBN 978-85-61473-05-1
47 Oliveira, Amurabi O ensino de Antropologia Física e Etnografia do Brasil em Santa Catarina
na década de 1950 ANUARIO ANTROPOLÓGICO - 2020/I The teaching of Physical Anthropology
and Ethnography of Brazil in Santa Catarina in the 1950. p. 269-286 (*7-9) https://doi.org/10.4000/
87
Portanto, refletir sobre as possibilidades de produzir a inclusão das tradições,
conhecimentos étnicos e culturais dos indígenas brasileiros nos Museus e em
exposições das quais participem como provedores das temáticas associadas às
suas vidas e trabalho, é o desafio que deles recebemos no trabalho universitário
realizado junto a eles.
aa.4983
88
dadas em meio a pesquisas realizadas no âmbito da Museologia e dos Museus,
que paradigmas dominantes devem ser constantemente esbatidos com os
conhecimentos críticos produzidos tomando por base modelos alternativos para
a construção das sociedades e das culturas diversas. Assim pensando, torna-se
importante recorrer ao passado, que se reveste em memórias e, ao presente
reificado em novas possibilidades de aberturas concretas ao futuro, como lócus
onde as utopias por igualdades acompanhadas por contradições evidentes nos
planos sociais e culturais coexistem com as desigualdades na medida em que ambas
são lugares de encontros, sedimentações e cruzamentos de correntes culturais
em suas dinâmicas conflitivas que acompanham e reproduzem ambiguidades
nas relações entre as quais proliferam poderes e não poderes. Lembramos Michel
Foucault48 que em suas teses sobre disciplinação dos corpos nos faz refletir
sobre os assujeitamentos e a necessidade de transformações metodológicas
como capazes de incluir a todos com atividades educativas diferenciadas nos
museus.
89
continua a operar-se sistematicamente, ao divorciar-se, por exemplo, de seu
contexto original um objeto indígena que representa uma cultura específica
e reorganizá-lo em outro contexto cultural sob uma visão espetacular de vida
(Bourdieu,2011). Possível de compreender a partir do exemplo abaixo.
90
o papel dos Museus, estes à época compreendidos como locais de produção
das ciências positivas diversas. Toma-se exemplarmente o Museu Nacional,
criado em 1818, que em seu desenvolvimento teórico-científico enfatizou por
décadas a temática racial nos campos da medicina, nos gabinetes de polícia,
escolas, assistência social, naturalistas, entre outros, no afã de caracterizar as
populações brasileiras, sua constituição e diversidade biológica-racial, através
de análises científicas aplicadas aos grupos marginalizados: indígenas, negros,
sertanejos, imigrantes europeus pobres, entre outros, em sua heterogeneidade
das etnias dominantes no Brasil. À época aprofundavam-se debates sobre
miscigenação racial, imigração e eugenia incluídos nos estudos da biotipologia,
da medicina legal e da antropologia jurídica que se agudizam seguindo propostas
científicas internacionais. Para Schwarcz (1989), por tal tendência, justificou-se a
perda da primazia científica dos Museus Naturais para as universidades como
espaços de ciência, não somente pelas mudanças institucionais como também
pela crítica teórica ao evolucionismo positivista instituída na Antropologia
Física nesse momento histórico. Os Museus passam a ser considerados como
espaços delimitados pela produção científica voltada às Ciências Naturais. Esse
deslocamento institucional e teórico também é acompanhado por um processo
de delimitação disciplinar da Antropologia em associação à Sociologia crescente.
A narrativa repetida por vários caciques na Conferencia Mundial Rio 92, realizada no
Rio de Janeiro, serve de base às nossas atividades de ensino, pesquisa e extensão –
Não somos representados nos museus52. Narrativa que nos indicou a internalização
de um imaginário presente em muitos dos povos segregados, silenciados e
continuamente alijados de suas culturas, mitos e crenças, pouco validados em suas
tradições espirituais e seus símbolos, materiais e imateriais, tais como: a importância
da territorialidade, da memória e dos diversos signos culturais presentes nas vivências
dos grupos Guarani Mbya.
51 Reis, Maria Amelia & Pinheiro, Maria do Rosário. Para uma Pedagogia nos Museus (2009)
52 Diegues. Anna Martha. Dissertação de Mestrado. PPG.PMUS/UNIRIO/MAST- 2014
91
Marginalizados junto a outros imperceptíveis no devir da humanidade, como os
negros, ciganos, ribeirinhos e demais desvalidos da autonomia material pelos poderes
dominantes, os indígenas permanecem, ainda, sob o imaginário dos poderes públicos
e da própria população juruá53 , como tutelados por situarem-se entre a barbárie e
a vida em pleno século XXI. Questiona-se, interrogando a afirmação acima citada:
como vemos e compreendemos o viver e as tradições da grande diversidade indígena
no Brasil? Quais conhecimentos possuímos deles? Referenciando a narrativa popular
que nos alerta... somente se ama o que se conhece,... entende-se como o medo detona
o ódio pelo desconhecimento. Quais procedimentos metodológicos e estruturais
poderão os museus se transformar para melhor atender aos nossos povos tradicionais
em suas culturas diversas espalhadas pelo território brasileiro, cada vez mais excluídos
das políticas culturais e de sobrevivência de gerações de jovens? O desmatamento de
florestas inteiras pelo agronegócio, a exploração desenfreada das riquezas minerais
de nosso solo que acolhem populações indígenas inteiras e seus descendentes, são
imagens ampliadas da vulnerabilidade e violência a que são expostos.
53 Os Guarani Mbya referem-se aos brancos como jurua. É de uso corrente e quer dizer, “boca
com cabelo’’, referência, talvez, à barba e ao bigode dos europeus conquistadores.
92
históricos e geográficos encontrados por pesquisadores do ISA (2018) e da
FUNA54I (2019), realizamos uma releitura desses dados referentes as características
culturais, correlacionando-os às nossas experiências acadêmicas junto às aldeias
Guarani Mbyá habitantes do Estado do Rio de Janeiro, evidenciando o conjunto
Guarani Mbyá como a população indígena de maior presença territorial no
continente sul- americano.
Na busca pela Terra perfeita – yvyju miri, a terra sem mal – yuy marãey os
guarani precisaram chegar à grande água, - o mar (Mybia e Ñandeva) ocupando
o litoral do Atlântico. Destaca-se que os indígenas apresentam contingente
populacional composto por descendentes de casamentos mistos entre Guarani
Ñandeva e Guarani Mbya, assim caracteriza-se uma grande rede de parentesco que
implica intensa mobilidade até hoje existente que favorece intercâmbios recíprocos
de conhecimentos entrelaçados aos rituais e costumes, trocas de fabrico e venda
de artesanatos e cultivo de plantas, entre outros produtos.
93
indígenas a facilidade de serem entendidos por outras tribos invadidas em disputas
pelos territórios por portugueses e espanhóis divididos pelo Tratado de Tordesilhas.
Cabe lembrar que a história nos mostra as disputas entre portugueses e es-
panhóis em torno da disputa por terras e riquezas, principalmente ouro e prata, que
acreditavam ser a América portadora. Ao lado dos primeiros, seus aliados carijós que
habitavam o sul do Brasil e ao lado dos espanhóis, os guarani – sendo os primeiros
muito mais solidários e fáceis de colonizar (Ladeira, 1990). Ambos os colonizadores
ampliaram seus territórios para os reis de Portugal e Espanha até Portugal ser in-
tegrado ao reinado espanhol. Ressaltamos a importância para os colonizadores da
escravização de indígenas e africanos para trabalhos duros e insalubres em São Paulo
e Minas Gerais, na busca pelo ouro e prata abundante nessas regiões.
Nos séculos XVIII e XIX, os grupos Guarani que não se submeteram aos
encomenderos (capturadores e mercadores de escravos indígenas) espanhóis
nem às missões jesuíticas, refugiaram-se nas montanhas e nas matas subtropicais
da região do Guaíra paraguaio e dos Sete Povos das Missões aparecendo na
literatura com o nome genérico de Cainguá, Caaiguá, Ka’ayguá ou Kaiguá que
provém de ka’aguygua, que significa “habitantes das matas” (idem, ibdem).
56 O território atualmente ocupado pelos Mbya, Ñandeva (Xiripa) e Kaiowa, grupos Guarani
que se encontram hoje no Brasil, compreende partes do Brasil, do Paraguai, da Argentina e do
Uruguai. Na região oriental do Paraguai, os Kaiowa e os Ñandéva/Xiripa são conhecidos respecti-
vamente por Pai Tavyterã e Ava-Xiripa. Outros grupos Guarani – Guajaki, Tapiete e os conhecidos
por Guarayos, Chiriguano também são encontrados no Paraguai e na Bolívia.
94
sua história através das caminhadas, recriam e recuperam suas tradições no ‘novo’
lugar, mantendo suas experiências de vida e meios de sobrevivência através de
séculos de existência (Ladeira,1992).
57 COMISSÃO PRÓ-ÍNDIO DE SÃO PAULO. Terras indígenas no Rio de Janeiro. Disponível - ht-
tps://geographo.webnode.com.br/products/terras-indigenas/riodejaneiro/
95
composta atualmente por 63 indígenas que se estabeleceram em terreno privado
e se encontram em meio a uma disputa pelo território, ainda sem definição.
Os Guarani Mbya mantém sua língua viva e plena, sendo a transmissão oral
mais utilizada na educação das crianças, na divulgação de conhecimentos e na
comunicação inter e entre aldeias, constituindo-se a língua o mais forte elemento de
sua identidade. Poucos Mbya falam português com certa fluência, entre eles os mais
jovens e representantes de seus aldeamentos junto aos órgãos governamentais.
Crianças, mulheres e mais velhos são, em grande parte, monolíngües.
96
argumentos dos Mbya quanto à alfabetização e as metodologias de ensino é
a perda da fluência e da entonação da língua materna além, do confinamento
excessivo à uma sala de aula.
Ladeira (1997) nos alerta para uma história antiga (desde o século XVI) e
violenta dos Mbyá frente aos juruá configurada pelo confisco de seu território.
No Brasil, os Guarani, entendidos por muitos sob o estigma de índios aculturados,
errantes e nômades aliado à versão de submissos, são mal compreendidos em
relação à sua luta pelas terras – perderam áreas de suas moradias para a construção
de rodovias e outras obras de infraestrutura do capital, favorecendo a saga dos
posseiros e fundiários em projetos econômicos financeiros nas terras por eles
habitada. Para este grupo indígena o “conceito de território” supera os limites
físicos das aldeias e trilhas, pois se associa a uma noção de “mundo”, plural e
multiétnico, no compartilhamento dos espaços complexos descontínuos. Para eles
o território é o MUNDO, pois seu domínio escapa à noção do privado ou particular
vivificando-se através de suas relações e dinâmicas sociais, econômicas, políticas e
de movimentos migratórios sempre realizados pelas famílias do subgrupo Mbya.
58 Magnifico assistir a esses cantos e danças, principalmente, realizados pelas crianças e jovens
adolescentes, fato que compõe toda uma história de ensino, pesquisa e extensão desenvolvido
2005/2016 (dados da autora em seus estudos de ensino e pesquisa)
97
rezas e rituais coletivos, opy guaçu, localizada próxima ou mesmo agregada à
casa do tamõi. Poucos juruá tem acesso a elas – fomos convidados a participar de
uma reunião na Casa de Reza somente após 5 anos de convivência junto à Aldeia
localizada atuamente em Maricá.
As práticas religiosas e comunitárias dos Mbya são frequentes, ocorrem ao
por do Sol, estendendo-se por muitas horas. Orientadas pelo dirigente espiritual
as “rezas, realizadas através de cantos, danças e discursos, resolvem situações
familiares e de todo grupo, tais como: a divisão financeira entre seus membros e
as necessidades corriqueiras e imprevistos.
O ciclo das atividades (subsistência e rituais) é definido por dois tempos que
equivalem a duas estações: ara pyau e ara yma. A esses tempos correspondem
o “calor” (primavera-verão) e o “frio” (outono-inverno), sendo a agricultura a
atividade estrutural da vida comunitária. Pode-se dizer que, para os Mbya, o
significado da agricultura se encontra na sua própria possibilidade de realização e
no que isto implica: organização interna, reciprocidade, intercâmbios de sementes
e espécies, experimentos, rituais, renovação dos ciclos. Desse modo, a agricultura
faz parte de um sistema mais amplo que envolve aspectos da organização social
e princípios éticos e simbólicos fundamentados antes na dinâmica temporal de
renovação dos ciclos do que na quantidade e disponibilidade de alimento para
consumo (Ladeira, 2001). Evidencia-se que é possível colocar que os Mbya não
vivem da agricultura, porém não vivem sem ela.
Os Guarani possuem cultivos tradicionais (variedades de milho e outros grãos,
tubérculos, etc.) que impõem cuidados maiores na observação das regras e dos
períodos de plantio e colheita porque, ao contrário dos outros cultivos, interagem
98
com as demais esferas da vida e sua reprodução é condicionante para a realização
dos rituais, sobretudo do nheemongarai. Esta cerimônia é exclusiva às plantas tra-
dicionais, isto é, às variedades cultivadas secularmente pelos Guarani, que não mis-
turaram-se às espécies alheias, ou seja, aos experimentos dos juruàs, à exemplo do
plantio do feijão, genericamente denominado avati tupi, Kumanda tupi.
99
sociedade emancipada das amarras que silenciam e discriminam os diferentes
dos padrões hegemônicos, onde se incluem os indígenas Mbyá brasileiros?
A educação lato-sensu, ao longo da história das Américas, tem revelado seu cunho
colonizador. Práticas e metodologias sintetizam um caráter escolarizante e disciplinador
proveniente de teorias fundamentadas em filosofias economicistas e reducionistas,
social e culturalmente. Reconhecer a educação como prática social e intercultural e
seu sentido decolonizador tem sido o desafio que norteia tanto práticas que se
voltam à transformação social como metodologias que requerem transformações dos
professores, mediadores, curadores e demais educadores em museus.
100
escravização e da submissão indígena, não sem contestações e revoltas, surge
ancorada entre as variadas formas de agenciamento do exercício do poder
promovidas politicamente pelos colonizadores e presentes até hoje no imaginário
de todos. O filósofo Michel Foucault ao realizar uma analítica do poder em várias
de suas obras vem pensar que os saberes que se constroem e os modos pelos
quais se exercem os poderes ao longo da história humana configuram modos
de construção dos sujeitos, modos que são multifacetados e, principalmente
mutáveis a partir de práticas sociais dadas (Foucault, 1975, 1976, 1977)59 . Suas
teses carregam em si a ideia básica de como os discursos e narrativas históricas
coloniais de saberes do outro, tributárias de formas de saberes específicos de
uma cultura dada, definem relações sociais, práticas sociais e respostas materiais
produtoras dos variados racismos bem como experiências promissoras inter-
étnicas e interculturais. A partir de tais teorias devemos pensar as possibilidades
de avanços rumo a uma educação emancipatória, intercultural e transformadora,
por meio de metodologias que se encarreguem de trazer possibilidades ao devir
democrático na América Latina.
Para tal, torna- se necessário: (a) rever nosso posicionamento político junto às
populações indígenas invisibilizadas por razões sociais, culturais, religiosas como
por seu modo de viver estranho aos demais e, oriundos de relações desiguais
passadas e presentes em nossas construções como sujeitos que somos a partir de
uma formação acrítica e prescritiva; (b) encaminhar e organizar tarefas em conjunto
59 Michel Foucault: Vigiar e Punir (1975), A Vontade de saber (1976) e Microfísica do Poder (1977).
Nesses livros trabalha os saberes como práticas discursivas que ao tornarem-se dominantes
trazem em si mesmas a origem do chamado governo de si e dos outros.
60 Mészáros, István(2009) nos lembra que as características metodológicas dos diversos sistemas
de pensamento emergem das estruturas históricas imersas na formação social do capital.
Importante lembrar que tais características se ancoram na necessidade de articular interesses
sociais determinados incapazes de separar metodologia e ideologia. Esta complexa dinâmica do
desenvolvimento histórico somente poderá ser compreendida com base em uma reciprocidade
dialética.
101
com estas sociedades, visando objetivos propostos coletivamente;(c) avaliar
o que foi proposto;(d) organizar novos projetos rumo à participação coletiva,
continuada e profícua em torno da vontade e desejo de melhoria das ações.
Fatores de grande importância para a definição de planos capazes de atender
educativamente os grupos indígenas frente às suas necessidades específicas de
divulgarem e preservarem suas culturas e os artefatos que a elas se ligam.
Uma breve reflexão sobre os princípios do problema foi suficiente para sugerir
a existência de questionamentos que se referem às metodologias e práticas voltadas
à consecução de um museu efetivamente educativo no sentido de responder, tanto
às necessidades contemporâneas por inovações e tecnologias, quanto contribuir
para atender às condições indispensáveis para a construção de uma sociedade
cidadã em sua multiplicidade e pluralidade.
102
Reconhecemos que o racismo e o etnocentrismo habitam nossa alma
educada para sermos o que somos (racistas silenciosos) e conhecer para além
daquilo que pensamos ser como seres humanos presentes a um sistema político
pretensamente democrático. Daí, tronar-se necessário na época política em que
vivemos, onde o Ter é mais importante que o Ser, compreender que as diferenças
existem como também diversos racismos estruturais e demonizações do “outro”
que não se apagaram da história tomando ciclos renovados de perigo em relação
ao Outro diferente. Manter nossa história, nossa memória com nossas tradições,
mitos fundantes e costumes é direito político e moral que deve abrigar toda
sociedade brasileira. Negar tal direito, inverter a história de todos nós é contrariar
a verdade da qual nos tornamos, é negar nossa existência na qual são nossos
pares todos os chamados diferentes, pois diversos somos todos nós. Somos
parceiros em nossas diferenças. É a diversidade que nos torna único no coletivo
que somos.
Referências
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Canclini, Néstor Garcia (2011) Culturas Híbridas: estratégias para entrar e sair
da modernidade São Paulo: Editora da Universidade de São Paulo.
CTI (Centro de Trabalho Indigenista. Povos Indígenas no Brasil e o Instituto
Socio-ambiental (ISA) (2018).Acesso: https://trabalhoindigenista.org.br/defesa-dos-
direitos-dos-povos-indigenas-marca-evento-dos-30-anos-da-constituicao-federal/
Ladeira, Maria Inês Martins (1984). Aldeias livres Guarani do litoral de São
Paulo e da periferia da capital. In: Monteiro, John Manuel et al (Orgs.). Índios no
estado de São Paulo: resistência e transfiguração. São Paulo: Yankatu; CPI.
103
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Reis, Maria Amélia de Souza & Pinheiro, Maria do Rosário Moura (2012).
Convivências de interculturalidade: Formação e investigação em torno do Eu
Intercultural. Rio de Janeiro: Projeto de Pesquisa. Financiado FAPERJ.
( Ková e Ayvu Aeja Pave~Pe. Aqui eu quero deixar minha palavra. Rio de
Janeiro: Editora Contraste. ISBN: 978-85-61473-05-1
Documentos eletrônicos
RELATORIO https://www.socioambiental.org/sites/blog.socioambiental.org/
files/relatorios/relatorio-2018- site_1.pdf
104
Danza en el museo: propuestas participativas
Resumen
Resumo
105
atividade depende de estratégias curatoriais apropriadas que permitam atualizar
e difundir o conhecimento corporal de distintas tradições. Neste sentido, me
baseio no estudo de patrimônio desenvolvido por Kirshenblatt-Gimblett (2004)
no qual a autora afirma que, diferentemente de objetos materiais, pessoas não
são apenas objetos de preservação cultural, mas sujeitas, ou seja, não somente
repositórios de cultura, mas também agentes. Assim, proponho que as estratégias
curatoriais para a dança em museus contribuam para o debate sobre tradição
e inovação e sejam delineadas como uma maneira diferente de conhecer a/o
outra/o: como corpos vivos e criativos.
Abstract
61 Por ejemplo, en el campo de las colecciones de arte, el museo británico Tate Modern,
ha habilitado una sala llamada Tate Exchange, en la que se han realizado actividades de dan-
za contemporánea https://www.tate.org.uk/whats-on/tate-modern/tate-exchange/performance/
power-dance. En otros espacios como el museo de Folclor de Sverresborg (Sverresborg Folk Mu-
seum)# proyectos como el Museene Danser en Noruega han organizado actividades de danza
106
sea como innovación artística o como presentación de tradiciones inmateriales,
poco a poco algunos museos han permitido que las salas sean ocupadas por
fenómenos efímeros y móviles en diálogo con los rutinarios objetos permanentes
e inmóviles. Yo misma, como bailarina, participé en el proyecto Noruego “Museos
Danzantes” al que me referiré más adelante.
En las palabras de las antropólogas Gore y Grau “La danza es una experiencia
interactiva con rasgos específicos en los que la atención sensorial se agudiza” (2014,
p. 130). La atención sensorial se refiere a la concentración necesaria para atender
varios procesos que suceden en simultáneo. Por ejemplo: repetir una serie de pasos,
relacionarse con el movimiento en el espacio, sincronizarse con un grupo o una pareja,
entre otras destrezas corporales. Cada danza, dependiendo de su tradición, enfatiza
distintas habilidades, maneja sus significados propios y sus motivos para ejecutarse.
107
Bajo estas consideraciones dos ideas son centrales para el desarrollo de este
ensayo. La primera: tanto en la ejecución física como en su discurso, historia y forma
de ejecución, la danza es un compendio de habilidades y conocimientos que son
parte de las expresiones culturales humanas. La segunda: cada comunidad practicante
recrea y ejecuta patrones de movimiento que están asociados a un sentido de
comunidad, a una tradición y un contexto sociocultural. La danza, pues, parte del
movimiento pero va más allá de él, comprende todo el universo que los practicantes
asocian con los movimientos y que incluye otras disciplinas tales como música, teatro,
poesía, así como los recursos materiales necesarios para su ejecución. Como ha dicho
Kirshenblatt-Gimblett (2004, p. 54) las actividades intangibles no están separadas de
los aspectos materiales de la cultura.
¿Para qué visitamos, entonces, el museo? Rescato el origen del museo desde
el punto de vista del sur global, el cual ha sido abordado a partir del análisis
del régimen colonial. En la India, los estudios de la subalternidad han abordado
a los museos como instituciones que tienen énfasis en la preservación y en la
clasificación de conocimiento. Este último rasgo ha sido abordado por Prakash
(1992) cuando indica que “conocer implicaba nombrar, identificar y comparar […]
los museos eran valiosos porque aportaban un orden de las cosas al nombrar,
108
clasificar y exhibir artefactos de la India”. Así, los museos servían el noble fin
de educar a la población colonizada en la India imponiendo un nuevo orden
categórico de la realidad. Desde América Latina, tanto la colonización como el
proceso de construcción de nación desarrollado a partir de las independencias
durante el siglo XIX, también supuso que cada Estado asumiera la dirección de
los museos en donde sus habitantes encontrarían conocimiento, es decir: formas
de identificar, nombrar y clasificar objetos.
62 De acuerdo con la UNESCO (2003) el patrimonio intangible se manifiesta inter alia en los
siguientes dominios: tradiciones y expresiones orales, incluyendo al idioma como vehículo del
patrimonio intangible; artes escénicas; prácticas sociales, rituales y eventos festivos; conocimiento
y prácticas relacionadas con la naturaleza y el Universo; artesanías tradicionales.
109
(2017), la salvaguarda es un cambio de paradigma cuyo último objetivo es proveer
a los cultores de las prácticas, las condiciones ideales para continuarlas. Por lo tanto,
este paradigma tiene dos implicaciones. La primera: reconocer a las personas que
ejecutan la práctica e involucrarlas en la gestión de las actividades. Desde la danza,
por ejemplo, las comunidades de práctica identifican a aquellas personas que son
expertos, que conocen la técnica y la preparación apropiada para realizar una danza.
Dichas personas también conocen cuáles son las circunstancias apropiadas para
ejecutar una danza, por ejemplo: si es danza escénica, social o ritual; si hay una serie
de ejercicios que facilitan la ejecución de un movimiento y, más a fondo, qué significa
el movimiento para la comunidad.
Hay varias formas en las que puede satisfacerse la inclusión y el aporte a la salva-
guarda de la danza en los museos. Una de ellas, puede ser, invitar a un grupo de danza
ya establecido a que presente su repertorio ante una audiencia, como una actividad
que puede suceder en un teatro. Desde el punto de vista teórico, esta opción puede
aún enriquecerse con otras alternativas, pues el objetivo de tratar con museos es pre-
cisamente que éstos pueden albergar distintas formas de interacción, más allá de la
110
contemplación visual de los teatros. Además, es mi objetivo hacer énfasis en el para-
digma de la salvaguarda, y por ende, en la continuidad del patrimonio intangible. Por
lo tanto, si el museo imitara las actividades de un teatro, la audiencia vería la ejecución
del repertorio danzado una sola vez desde una distancia lejana. Mi propuesta consiste
en plantear que tal distancia puede, hasta cierto punto, desvanecerse.
La segunda implica que todos quienes están en el evento de danza son parte
del baile mismo. El ejemplo más claro es la danza social que sucede en fiestas, donde
a menudo se ejecutan géneros que pueden carecer de validación artística, pero que
no dejan de ser una manifestación cultural. A partir del análisis de la notación de mo-
vimiento, Nahachewsky (1995), ha propuesto que el valor de la danza participativa
o social reside en sus detalles microscópicos, tales como el intercambio de miradas
y las variaciones en el tacto. Me refiero a ambas modalidades con el propósito de
comprender que pueden verse como dos extremos de un continuum, en donde pue-
dan incluirse varias danzas y audiencias con las que los museos se relacionen. Para
este caso, mi objetivo consiste en realzar el valor de las danzas participativas porque
a menudo son las que gozan de menor valor al no ser consideradas “artísticas” tales
como los bailes de salón afro-caribeños: salsa, merengue, bachata, chachacha; danzas
urbanas de la cultura hiphop o danzas rituales.
111
1. Reconocer el museo vivo: Como he mencionado anteriormente, tratar con
patrimonio intangible implica trabajar con personas. Al concebir el museo vivo
se visibilizan la creatividad y las manifestaciones de distintas técnicas corporales
a menudo excluidas. Tanto los cultores del patrimonio, los administradores del
museo y la audiencia misma, tienen una relación con el pasado y con la identidad
de las colectividades a las que pertenecen. En este sentido, el museo se constituye
como un espacio en el que las prácticas que podrían verse como un pasado
lejano, vuelvan al presente en diálogo con la contemporaneidad. No se trata de
enmarcar las actividades como un pasado perdido, sino como manifestaciones
contemporáneas. En palabras del investigador de la danza Egil Bakka:
112
diversión así como de crear algo a partir de lo que ya existe. Esta última estrategia
implica que el museo puede permitir el esparcimiento de la audiencia en sus
actividades y reconocer que la diversión es parte de los procesos de transmisión
de una práctica.
Reflexiones finales
“¡Vamos a bailar al museo!” es, pues, una invitación para coexistir con otros
seres humanos de formas distintas, una oportunidad para afinar las habilidades
corporales y para enfocar la consciencia hacia estímulos como el tacto, el ritmo y
la sincronización. La amplitud de conocimientos que accionan en la simultaneidad
de la danza participativa, giran alrededor de un eje central en este argumento:
poder acercarnos a los otros al confrontar nuestra propia identidad y legado
cultural ante la presencia de los demás.
Bibliografía
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and Research” In Buckland, T. (ed) Dance in the Field: Theory, Methods and Issues
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Kiadó.
Kurin, R. (2004) “Museums and Intangible Heritage: Culture Dead or Alive”, ICOM
News, 4, p. 7.
114
Mesa: Museología y enfoques críticos / Museologia e enfoques críticos /
Museology and critical approaches
115
Tercer momento de la Tradición Museológica: co-reinvención situada decolonial
Traduactualizaciones mexicanas
Resumen
Resumo
116
Abstract
This text proposed the museological tradition thought has passed through
its mythical origin built from Eurocentrism and heteropatriarchy; his invention
in which the translaimportation; his reinvention in which translapropriation
operated as well as his co-reinvention in which translactualization first operated
and today situated decolonial translactualization. Each moment of the museum
tradition is driven by the generating questions: what is the object of study?, how
should it be?, how has it been?, and how to define the field? After the revision,
the decolonizing demystification, that is to say, a new history of the museum, as
well as the recovery of premuseal, museum and metamuseal processes of other
social groups and geographies is proposed. It is proposed that the search for a
new definition of museum drives this last phase of co-reinvention, for this reason
a new definition of museum is proposed, from which a possible displacement
from the museum field towards transmodernity is offered.
63 Como la ubica Bernand Deloche, postura que se recupera en la definición de museología que
aparece en Conceptos clave de Museología a cargo de André Desvallées y François Mairesse, pp.
57-60.
64 La frontera elástica se platea retomando la conceptualización que, de y desde ese tercer lugar
de enunciación, la frontera, hace Gloria Anzaldúa (2012). Acá se plantea elástica dada su capaci-
dad de abarcar diversas temporalidades y conectar campos de conocimiento, así nos referimos
a ella como esa suspensión que se dan en las transiciones de los momentos históricos de la
Tradición Museológica, pero que pueden estirar elementos del pasado hasta nuestros días, por
supuesto con características propias.
65 Retomando la palabra generadora de Paulo Freire.
117
funcional influencia en trabajos intelectuales, la imaginación y expresión. Habla
sobre la captura del pasado, la permanencia de objetos, la permanencia de prác-
ticas así como estabilidad y cambio en la tradición, esto último, por factores en-
dógenos: antitradiciones, cientificismo o progresivismo; y, exógenos: sincretismo
o presión extranjera. Otro rasgo de la tradición, sobre todo la científica, es su mi-
gración, expansión y desplazamiento de conocimientos tradicionales o no-cientí-
ficos. La persistencia o cambio de una tradición es su uso político. Shils habla de
familias de tradiciones con rasgos ortodoxos, heterodoxos y combinaciones en
distintos niveles o elementos, con patrones de cambio y estabilidad, las tradicio-
nes como racimos. En el cientificismo, ubica la tradicionalidad de la razón como
modelo normativo de acción y creencia. Normatividad es una característica de
las tradiciones, las hay dominantes y desplazadas. En diálogo con invención de la
tradición de Hobsbawn, Shils habla de tradición de la invención. Elementos que se
observan en la Tradición Museológica, en adelante TM.
66 Se retoma el análisis de Rita Segato en la construcción del mito que ofrece en su texto: La gue-
rra contra las mujeres, donde hace notar el trato como elemento provocador de caos, desorden,
en general de lo malo a las mujeres en los mitos, base de la visión binaria propia de la colonial
modernidad, un patriarcado de baja intensidad.
118
de hechos para llenar el tiempo homogéneo y vacío. En la base de la
historia materialista hay por el contrario un principio constructivo. No
sólo el movimiento de las ideas, sino que también su detención forma
parte del pensamiento (Benjamin, 1955).
119
El orientalismo, como modo de ver el mundo y forma de producir cono-
cimiento, operó en el tratamiento de objetos en la Edad Media considerados
tesoros, valorados por lo material-económico, sin importar el autor; valor de uso
simbólico para el ejercicio de poder, cuyas características fueron la dueñalidad y
la acumulación, base del pensamiento colonial (Segato, 2016).
67 Por supuesto aquí, se considera en esta categoría el sur global de África, Asia, Oceanía y Amé-
rica.
120
ber68 (Segato, 2016), inicia el establecimiento del Sistema-mundo de Circulación
de Objetos-Conocimientos Significativos (Rodríguez, 2015) con doble accionar:
la incorporación en Europa de manera selectiva y descontextualizada de mate-
rialidades e inmaterialidades significativas; así como la importación a dominios
coloniales, desde un ejercicio hegemónico, de las formas pre-museales gabine-
te, cámara y galería que desplazaron otras formas culturales locales de diversos
grupos sociales.
Al hacer este recuento del mito de la TM, se puede afirmar que éste se
construye desde la natural interpreta-intervención; pasa por el coleccionismo de
objetos-tesoro; luego objeto ciencia-arte, para transitar a las formas pre-museales
conocidas como Galería, Cámara de Maravillas y Gabinete de Curiosidades, hasta
la propuesta de Quiccheberg y el establecimiento del Sistema-mundo de Circula-
ción de Objetos-conocimientos significativos, para dar paso al Museo Público que
se establece desde el siglo XVIII.
68 Este concepto lo plantea Rita Segato como continuidad y diferencia de la colonialidad del sa-
ber planteado por Aníbal Quijano y hace referencia a un estado más agresivo de desplazamiento
e imposición de otros saberes fuera del científico racional eurocéntrico.
69 Se plantea esta conceptualización como síntesis de las acciones del museo tradicional, reto-
mando la propuesta de Irma Fuentes (2017) investiCreación que propone desde el campo de la
enseñanza en artes visuales, es pertinente para campo de lo museal, ya que explicaría el cambio
paradigmático del museo tradicional (investiConservación) al museo comunicacional (investiCrea-
ción).
70 Naturalia, Marábilia, Artefacta, Scientifica y Antigüedades.
121
En este primer cuarto del siglo XXI estamos frente a la desmitificación mu-
seal decolonial, desmontar el eurocentrismo del mito del origen del Museo; es
decir, recuperar otras formas culturales del proceso de negociación entre: Obje-
tos-conocimientos significativos, Sujetos colectivos y memorias-activaciones para
repensar el campo museal, tarea colectiva que ha iniciado.
Con ese impulso, para 1727, Caspar Friedich Neickel escribe Museographia
oder Anietung zum rechten Begriff und nützlicher Alegung der Museorum oder
Raritätenkammen, en español: Museografía u orientación para la adecuada pre-
sentación y conveniente ordenación de los museos o cámaras de curiosidades71
texto que, aunque referido al término Museografía, muestra preocupación por un
campo emergente. Acá un fragmento:
71 Traducción que ofrece Salvador Pérez, quien la retoma del texto: Las cámaras artísticas y mara-
villosas del Renacimiento tardío, de Juluis von Schlosser, en el blog titulado Taxidermidades, en el
que aparece la portada de dicha obra así como un fragmento de la descripción que Neickel hace
de la disposición ideal de una colección, del que aquí se retoma una parte.
122
turalibus o rarezas naturales… En el repositorio situado al otro extremo
del local y de frente, se encuentran solamente los curiosa artificialia, u
objetos artísticos, en los cuales hay que hacer una diferenciación fun-
damental entre los antiguos y los modernos… arriba en la cúpula po-
drían colocarse algunos animales descomunales, como por ejemplo,
un ballenato, un cocodrilo grande… (Nieckel, 1727)
El texto de Nieckel por una parte, nos refiere a Quiccheberg y, por otra,
nos catapulta a la invención de la Museología como campo. Lo cual ocurre para
1830, cuando Karl Ottfried establece diferencia entre museografía y museología
en su Manual de Arqueología del Arte. En 1839, Georg Rathgeber se refiere a la
museología en su texto: Aufbau der Niederländischen Kunstgeschichte und Mu-
seologie. Para 1869, Philip Leopold Martin publica: Praxis de la Historia Natural
cuya segunda parte se titula: Dermoplastik und Museologie, señala Brulon (2019),
ha sido puesto sobre la mesa por Mairesse, van Mensch, Sola, Strănsky, Maroević
y Rivière.
123
cambio en la valoración de los objetos para la investiConservación, base del Mu-
seo Público. De cierto modo es así, pero la historia es más compleja, lo muestra
el rodar de la Piedra del Sol, que refleja la relación Nación – mundo indígena en
México.
124
sus estructuras globales. La independencia de Estados Unidos amplia el eurocen-
trismo a la modernidad euronorteamericana (Ndlovu-Gatsheni, 2016), como un
nuevo centro de poder. Con estos asegunes comienza a pensarse el patrimonio
cultural como un bien público y en socializar el arte.
Durante el siglo XIX, la Museología cual luz que atraviesa nubes, se refractó
en arcoíris. La ortodoxa tradición museológica cruzó la nube de moderna co-
lonialidad dando inicio a escuelas museológicas. Refracción con fuerte tintura
euronorteamericana: anglosajona y francófona; comienzan a pintar su propia co-
loratura Europa del este y del norte, el mundo mediterráneo europeo y Estados
125
Unidos, los más fuertes teñidos corresponden al imperialismo del periodo, cons-
tituyéndose dominantes. Colores vaporosos y contaminados en la periferia.
72 De acuerdo con el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española el prefijo –re- hace
referencia a la acción de: volver a; también da valor intensificador.
126
que tenían el doble propósito: ayudar a definir un rosto para México y, colocarlo
en el mapamundi de las naciones con progreso y modernas.
A finales del siglo XVIII, los países Escandinavos generan la propuesta de mu-
seos a cielo abierto, que se reafirma durante el XIX con uno de los más sonados, el
Nordiskamuseet. Estos museos serán el antecedente del ecomuseo francés y quizá
127
de la musealización de espacios patrimoniales (Scheiner, 2008), de la producción de
procesos de historia, arte o bioterritoriales vivos.
Hacia finales del siglo XIX un nuevo espacio frontera elástica se abre para la TM
con afectaciones políticas, académicas y culturales al mundo de la colonialidad; inician
fracturas, destacando lo etnográfico como espacio de conflicto. Hay condiciones para
la co-reinvención de la TM, pasando por primera vez, como tradición de pensamiento,
del objeto al sujeto como centro.
74 Un avance social más como concesión que logro ya que dirige las sociedades hacia nuevos
mecanismos de dominación, oculta una desviación que reproduce los mecanismos de la coloniali-
dad. Como cuando el esclavo, para ser hombre libre pasa a ser soldado y, tras prestar tus servicios
y muchas veces matar, ser ciudadano-propietario.
75 Que señala Grofoguel, implico tras las guerras “mundiales” considerar que nos encontrábamos
en un mundo donde el colonialismo había terminado, el mito poscolonial, que se desmonto al in-
cluir en el debate la colonialidad como estructuras político-económicas que se buscaba invisibilizar
y normalizar así como otras en lo subjetivo como el heteropatriarcado, el racismo o el clasismo.
76 El tercer momento de la Tradición Museológica (TM) va, aproximadamente, de finales del siglo
XIX a inicios del XXI.
128
espacio de conflicto. El impulso en este momento se genera por la traduactua-
lización decolonial situada, con influencias y relaciones globales. Las grietas de-
constructivas del Museo y de la tradición museológica ortodoxa se abren en el
norte global por la crítica política, del arte, la etnografía y en los sures, además,
por las de sujetos colectivos originarios.
129
lismo estratégico” acepta que no hay correspondencia directa entre
estos dos lenguajes: no pueden ser negados mediante el viejo método
dialéctico por un tercer término universal que pudiera operar como
unidad dialéctica de ambos. Por tanto, el único modo posible de que
se comuniquen es una especie de traducción (Buden, 2016).
En una danza tradicional, por ejemplo, los pasos y sonidos específicos que se
han transmitido por generaciones sería el archivo, danzar cada uno a su modo sería
el repertorio, al bailar juntos abuela y nieto se realiza el performance como acto de
transferencia, se actualiza la danza, manteniéndose y transformándose a la vez. Eso es
lo que acá usamos como actualización.
El museo etnográfico europeo del final del siglo XIX e inicios del XX, es guiado
por el propósito universal enciclopedista del cientificismo positivista bajo la lógica de
la colonialidad del saber, los cambios por los que transita de ese tiempo hasta hoy, es-
tán orientados por la decolonización. Para comprender al museo etnográfico es per-
tinente entretejer la historia de dos museos: el Musée du Quai Branly y el Humboldt
Forum80 , junto a la revisión de la tradición antropológica81 , las rupturas del arte para
poner en contexto la co-reinvención de la museología.
La etnografía se rastrea desde el relato etnográfico del siglo XVI, como ejercicio
de biopoder bajo valores coloniales que colocaban al otro como objeto. Los científicos
y artistas holandeses en el siglo XVII registraron la conquista de Brasil, generando un
diccionario visual con un método que consistió en seleccionar, manipular y combinar
objetos exóticos en los retratos, construyendo sujetos objetivados y realidades desde
su óptica. En Alemania la historia coleccionista etnográfica va de las maravillas me-
dievales a lo exótico colonial, primero en la Cámara de Objetos y Curiosidades de los
Reyes de Prusia; en Francia se recolectaron objetos “etnográficos” por todo el mundo,
parte del Gabinete Real.
Tiempo después se considera a quienes realizan trabajos etnográficos como
folkloristas, utilizaban la observación pretendiendo no afectar lo visto; registraban
79 Rompiendo la lógica espectador- actor, para ser todos parte del acto.
80 La información sobre la historia de estos museos fue retomada, para el caso del Musée du
Quai Branly de su sitio de internet en la sección historia de las colecciones y, para el Humboldt
Forum, de las investigaciones realizadas por Valdovinos (2013) para el Museo Etnográfico de Ber-
lín.
81 Los datos que se incluyen de la revisión de la tradición antropológica y su método etnográfi-
co, los retomamos de la investigación realizada por Tapias y Pérez (2008).
130
desde una posición privilegiada de clase y fuera de contexto, costumbres y ritua-
les, que valoraban como reliquias de la antigüedad perdida. Alemania 1825, inicia la
construcción del Altes Museum, para 1829 la colección etnográfica va al Königliches
Schloss y se organiza geográficamente. En Francia, tras su revolución, las colecciones
etnográficas pasan al Museo del Louvre, enriqueciéndose de manera continua por el
colonial progreso.
El folklore como concepto, no como actitud, se usa hasta 1846. En la mitad del
siglo XIX, la fotografía revoluciona el campo etnográfico remplazando a la pintura,
pero no la técnica de producción: utilización y manipulación de objetos y artefactos
para re-crear realidades. Comienzan a realizarse taxonomías de costumbres, mitos y
creencias, haciendo conexiones mundiales y atemporales, evolucionistas y raciales,
como el texto: La Rama Dorada de James Frazer. Se actúa bajo la diferencia etnográ-
fica82 , a la cual contribuye la antropometría. La Cámara de Objetos y Curiosidades de
Prusia mueve su colección etnográfica americana para el Neue Museum en 1859, para
1886 forma parte del Königliches Museum für Völkerkunde, Adolf Bastian, su director
y padre de la etnografía alemana, lo reorganiza geográficamente, evita el evolucionis-
mo y considera al objeto como texto, como creaciones mentales; se propone crear un
muestrario de todas las culturas del mundo. En 1881 se realiza la primera expedición
americana, luego a otros lugares, buscando contribuir al proyecto humanista.
Durante las dos últimas décadas del siglo XIX con el desarrollo de la tecnología
fotográfica, esta es más accesible, genera un nuevo impulso y nuevos temas en el
campo antropológico.
La capital del siglo XIX83 , lo termina con la Feria Universal de 1878 e inicia el
XX, con la de 1900, en ambas, México participa. Inicia un momento de crítica al Mu-
seo-Institución como forma cultural hegemónica, modo de exhibición estático y ob-
soleto centrado en objetos descontextualizados. La rebelión del arte (Bolaños, 2006)
y nuevas tendencias antropológicas, son determinantes para dar respuesta a las vie-
jas-nuevas preguntas generadoras84 de la museología a resolver, esta vez, en colecti-
vo museológico que se irá conformando globalmente.
Desde el siglo XVIII inicia la rebelión del arte, en 1818 se establece en París el Museo
de Artistas Vivos de carácter probatorio, diez años después de la muerte de un artista,
un jurado decidía el destino de la obra. Esta propuesta tuvo espacio en pinacotecas y
galerías. Los artistas tomaron conciencia del poder expositivo, cambiando la finalidad
de la pintura, algunos incluso hicieron su museo-mausoleo. Comenzó la distancia entre
Academia y libertad artística. En 1855, Géricault apela directamente al público y monta el
Pabellón del Realismo como contrapropuesta a la Exposición Universal de ese año. 1868,
Manet inicia, sin saber, el fin de las Bellas Artes y el nacimiento del Arte; dos años más
tarde se inaugura el Museo Metropolitano en Nueva York y el de Bellas Artes de Boston.
1878 con las colecciones del Musée du Louvre, otros intercambios de museos regionales
y donaciones, se establece el Museo de Etnografía de Trocadero, visitado por Picasso
(1902) y otros artistas de las vanguardias para criticarlo y sorprenderse con los objetos.
131
Siguiendo a Bolaños (2006), la hostilidad contra el museo crece (1900-1930). Las
vanguardias lo señalan como: cementerio de la verdadera creación, de museografía
obsoleta, visión intocable y eternizante de la historia, manía acumulativa y ciego ante
el nuevo arte. Participa de la crítica Malevich con su radicalismo formal, Tatin; el futu-
rismo declara al museo enemigo directo a destruir; Dadá realiza la primera Feria Inter-
nacional 1920, con 174 producciones, una puesta en escena de estética subversiva y
espíritu provocador; el surrealismo; los cubistas con Guillaume Apollinaire quien pre-
dijo que Duchamp era el artista destinado a conciliar el arte moderno con el pueblo.
Comenzó a derrumbarse lo establecido en el arte y los museos, y a valorarse el poder
expositivo.
Hay que considerar que la primera guerra mundial 1914-1918, es seguida del
periodo de entre entreguerras, de despertar social hacia un nuevo rumbo, cancelado
temporalmente en 1939 por el segundo episodio bélico, hasta 1945, al que en algunos
países siguió el retorno al orden fascista. Al inicio del siglo XX, cambia la capital del
arte de París a Nueva York, el MOMA se inaugura en 1929 desde una mirada multidis-
ciplinaria, renovación del lenguaje expositivo y un fuerte programa de exposiciones
temporales; espacio que cambia la enemistad vanguardias - museos. En esta nueva
geopolítica artístico-museal, México es aduana fronteriza inspiradora y de compartir;
visitado por artistas como Bretón recibido por Kahlo y Rivera; lugar de acogida a exi-
liados, como el grupo que en 1937 habitó el Hotel Costalegre92 . Pollock no se explica
sin Siqueiros. La posición geopolítica de México le colocó, en el traspaso del centro
del arte global, como un lugar de influencia y co-afectación, que se verá reflejada en
su museología.
85 Maroević (1998) anota el texto: Die Museologie als Fachwissenschaft que traduce en inglés
como Museologie as a profesional science.
86 On artistic collections in the old and new time.
87 Museums, their history and their use with a bibliographyand list of museums in the United
Kingdom.
88 Die Kunst- und Wunderkammern der Spätre naissence.
89 German Museums: The origin and significance for cultural history our public art collections.
90 1878 Zeitschrift für allgemeine Museologie und verwandtle Wissenshaften, 1885 Zeitschrift
für Museologie und Antitätenkunde, 1901 Museum Journal, 1905 Museumskunde, 1924 Museum
News 1931 Revue.
91 1889 British Isles Museum Association, 1906 American Association of Museums y 1917 Deuts-
cher Museumsbund.
92 Historia relatada en el texto de Costalegre de Courtney Maum.
132
La primera museología en México se da en relación directa con el Museo Nacio-
nal de 1910 a 1950 (Morales, 1994), los museos como templos cívicos con una clara
dirección ideológica nacionalista, el patrimonio como símbolo y la museografía como
decoración, el Modo de Representación Museal Institucionalizado.
Se habla de etnografías modernas de 1922 a 1967, implicaba vivir con los nati-
vos. Malinowski rompe la tradición de escritorio: recoger rápido la mayor cantidad de
objetos posible, poblar los museos y ahí estudiarlos; propone la observación partici-
pante. Con Franz Boas se considera a la antropología propiamente como tal, él realiza
sus investigaciones con nativos americanos, registrando idiomas, organización y estilo
de vida, propone el particularismo histórico.
En Alemania, 1905; Adolf Bastian muere y Eduard Seler continúa los trabajos,
la colección crece a tal grado que en 1910 se envía a otros museos piezas repetidas,
cuatro años más tarde inicia la construcción de un nuevo espacio en Dahlem, pero se
interrumpe por la guerra. En 1921 se retoma la idea de remodelar el Königliches Mu-
seum, la colección asiática pasa al Museo de Artes y Oficios, y pasa a ser el Museum
für Völkerkunde en 1926, bajo nuevos paradigmas de organización de colecciones:
historicismo, estudios culturales comparativos y difusionismo. Seler crea la Escuela
de estudios Mexicanos. La visita de Kornard Preuss, investigador del museo, a México
1905-1907, es determinante para reorganizar la sección del norte de México desde
lo lingüístico. El Museo no se mueve durante la segunda guerra mundial e inicia un
momento de desprecio a la etnografía por lo que se toma una actitud “neutral”, la
Gestapo estaba a un edificio del museo. Para 1934 se implementa una estrategia de
resguardo que se aplica en el 41, dejando de exhibir. En 1945 es bombardeado. En
1948 se instala en Dahlem con la tarea de recuperar colecciones.
Los avances de la antropología hasta ahora mencionados se dan cita en México
cuando se crea en 1911 la Escuela Internacional de Arqueología y Etnología America-
nas, impulsada por Prusia, Francia y Estados Unidos, ésta dio un giro al campo al es-
tudiar lo propio para intervenir socialmente y mejorar condiciones de vida. El Instituto
93 Padre de la etnografía francesa que desarrolla contra las ideas del racismo, y la considera
disciplina de la vigilancia, escuela del optimismo y con una profunda misión social. Se aleja de la
antropometría para dedicarse a la lingüística y el difusionismo considera la igualdad de la inteli-
gencia humana, la habilidad técnica y el genio creativo. Es un luchador político de la tercera Re-
pública francesa, participa del comité de vigilancia de los intelectuales antifascistas, por ejemplo
de acuerdo con el texto de Lauhriére.
94 El surrealismo etnográfico señala la capacidad de asombro desde la igualdad, rompiendo las
normalizaciones racistas y evolucionistas, como producciones humanas con otras lógicas y otras
formas de entender y estar con el mundo.
133
Nacional de Antropología e Historia se establece para 1939 e ira conformando una
amplia red de museos y espacio para pensarlos. Es importante hacer notar que en ese
inicio de siglo se están sentando las bases para la: arqueología, etnografía, sociología,
psicología, historia y por supuesto museología, en medio del debate entre ciencia y
disciplinas aplicadas, en México, renovadas por la llegada de exiliados europeos, luego
con la oleada latinoamericana.
En los años 50’s del siglo XX, inicia la ruptura-actualización del Museo y de la
Tradición Museológica, la nueva museología. La co-reInvención por medio de traduac-
tualizaciones situadas decoloniales con perspectiva global y social, comienza a rom-
perse la ortodoxia para dar paso a la heterodoxia, lo cual ocurre con el establecimiento
de ICOFOM. Interesa mostrar este desarrollo con la participación Latinoamericana,
rescatando las acciones de dos mexicanos: Mario Vázquez y Felipe Lacouture. Para
entonces las escuelas de museología o museologías comienzan a co-afectarse dado
el inicio de la desintoxicación colonial.
134
impartía para 1958 el Curso de Museología por Rivière. 1950 Jiři Neustupný introduce
la cuestión de ciencia en museología. En Europa del Este debaten98 la condición de la
museología cómo disciplina completa o ciencia en formación, inicia el reconocimiento
y ejercicio de la Museología en espacios académicos de muchos lugares del mundo.
Los Museum Studies comienzan en Estados Unidos, para los 60’s99 (Brulon, 2019).
Mario Vázquez, es parte del equipo para el establecimiento del Museo Nacional
de Antropología. Busca que el museo hable a quien le visite, considera al museógrafo
un puente comunicador, piensa que un gran museo que no sirve para su comunidad
no sirve, “el museo más importante es el que mejor sirve”; señala que además de in-
vestigar, conservar y difundir, la base del museo es comunicar didácticamente; toma
en cuenta las formas de consumo de las modernas sociedades, considera el trabajo en
museo como uno en equipo, destacando el trabajo del museólogo; es consciente de
que se actúa desde una posición política. Plantea respiros, movimiento y sorpresa en la
museografía, retomando su formación en danza y teatro; el uso de la teatralidad en la
jerarquización de objetos, el movimiento en el espacio, la luz y el color. Considera que
la visita al Museo debe ser un momento inspiracional100 . En este año de inauguración
de grandes museos en México, Felipe Lacouture y Mario Vázquez se encuentran, será
una de sus primeras lecciones de museología: cuando logras detener a un individuo
para que se confronte y observe un objeto, estás haciendo museo101 , dice Mario a Felipe.
Para 1961 el Museo de la Francia de Ultramar pasa a ser el Museo de las Artes de
África y Oceanía. En 1968 se da la primera transferencia de medios por Collin Low en
Cánada; comienza a trabajarse desde el paradigma del punto de vista, la mirada nati-
va. Geertz propone el enfoque semiótico del estudio de la cultura, adoptar el modo de
pensar del otro. Propone que el análisis de la cultura no es una ciencia experimental en
busca de leyes, sino una interpretación en búsqueda de significado. Durante los 60’s
y 70’s se da la etnografía de proximidad, se considera que todos habitamos el mismo
mundo y comienza a romperse las minorías sin palabra, se asume una postura política.
Mario Vázquez para 1968 es miembro del Comité de Arquitectura y Técnicas, ese
año también coordina el Coloquio de Arquitectura y Museografía. Su participación
en Grenoble, 1971; junto a Stanistas Adotevi, es determinante para la re-conceptua-
lización de las funciones del Museo desde la crítica de las realidades sociales del sur
global. A Grenoble asiste Felipe Lacouture, en esa ocasión escucha los discursos de
Rivière y Duncan Cameron, quien ese año publicara su texto: Museo, Templo o Foro.
98 Jiři Neustupný, Jan Jelínek y Vinoš Sofka quienes consideran que la teoría es la base de la
ciencia.
99 Información recopilada del número 60 de la Gaceta de Museos dedicado a Mario Vázquez.
100 Información recopilada del número 60 de la Gaceta de Museos dedicado a Mario Vázquez.
101 En la Revista Cuicuico #8 p.17
135
Programa de Entrenamiento Museográfico de la OEA en México, del que también será
profesor Felipe Lacouture, cercano a la teoría museológica y la administración de museos.
Es en México 1980, donde ICOFOM tiene su primera sesión, ahí se intentó im-
plementar un primer grupo del tercer mundo, pero no fue posible. De esta reunión
Maroević (1998) señala:
El tema para ir más allá de las reflexiones teóricas del trabajo práctico,
titulado Sistema y sistemas en museología, tenía la intención de llevar-
se a cabo en México, pero no fue presentado.
136
La museología es una ciencia aplicada, la ciencia del Museo. Estudio de
su historia, y rol en la sociedad; las formas específicas de investigación
y de conservación física, de presentación, de animación y de difusión;
de organización y funcionamiento; de arquitectura nueva o musealiza-
da; los sitios recibidos o elegidos; la tipología; la deontología.
Felipe Lacouture estaba al tanto y era parte del debate teórico de ICOFOM,
como años más tarde plasmaría en sus diversas contribuciones en su Gaceta de
Museos pero también, parte activa de los ecomuseos en MINOM. En 1996 pú-
blica el primer número de la Gaceta de Museos, órgano difusor del Centro de
Documentación Museológica que funda en la Coordinación de Museos del INAH.
Aborda detalladamente la Documentación Orgánica de objetos museográficos. Si-
gue la idea del Museo Integral. Propone el Proceso Museal: postulados – acciones
- consecuencias. En su texto La Museología y la práctica del museo, además de
señalar sus lazos teóricos, recapitula los avances de ICOFOM.
137
boldt Forum, pero me parecería una gran oportunidad para mostrar Deutschland
ohne Karltoffen, Alemania sin papas cambiar la tradición etnográfica de mostrar
a los otros a mostrar el nosotros constituido por esos otros, una cultura afecta-
da con/por otras para conformar-nos, las papas son originarias de Perú y hoy
alemanas. Otro tipo de museo etnográfico sería la experiencia Maorí que realiza
auto-etnografía y museología decolonizadora e inaugura una nueva forma de
abordaje en confrontación con la subversión controlada.
Tras cuarenta años de ICOFOM, en la segunda década del siglo XXI ingresa-
mos a la frontera elástica de la co-reinvención de la tradición museológica, rup-
tura-actualización impulsada por cambios sociales así como nuevas propuestas
museales y meta-museales que llevan a co-re-definir al Museo, lo que afectará el
abordaje en las investigaciones, un reacomodo del campo museológico.
El desplazamiento del campo museal será dado por las respuestas a las vie-
jas-nuevas preguntas. Uno puede ser hacia la Transmodernidad, es decir, el res-
cate de lo valioso de la modernidad euronorteamericana y lo valioso excluido del
sur global. Serán necesarias nuevas propuestas y espacios, uno de ellos quizá la
esfera gris (mejor morada) que reúna la caja negra teatral y el cubo blanco museal
para hacer que pase, como condición de posibilidad, no tiene que ser infraestruc-
tura, puede ser concepto, un espacio generador a imaginar. Museología será,
quizá, un campo de conocimiento dedicado a sentípensar la producción y uso de
espacios-tiempos de negociación entre Objetivaciones subjetivas significativas106 ,
106 Acá nos referimos a los conocimientos y objetos producidos por el ser humano con un
valor de significación, retomando el planteamiento de la nueva museología que se refería a
todo lo humanizado como campo de estudio, material e inmaterial.
138
Sujetos colectivos y Memorias-activaciones107.
Bibliografia
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Declaración de Oaxtepec.
107 Son las acciones que se proponen por un equipo de trabajo de museo o por un grupo de la
sociedad para la construcción de memoria del mismo modo que la propuesta artística y que son
activadas o detonan sensaciones o cuestionamientos por otros grupos.
139
Metodologías de la Formación Artística. (pp. 17 – 32) México: Editorial Fontamara
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142
Community Agency in Caribbean Museology:
The case for a Rhizomatic Research Approach
Natalie McGuire-Batson
Curator - Social History and Community Engagement. Barbados Museum and
Historical Society
[email protected]
Abstract
Resumen
143
Resumo
Introduction
One of the concepts to navigate this comes in the form of rhizomes. Glissant draws on
the concept of a rhizomatic approach to identity primarily from Deleuze and Guattari’s
(1987) A Thousand Plateaus: Capitalism and Schizophrenia. They construct frameworks
of meaning-making that are analogous to root structures of plants, stating that there
has been a conditioned perception that knowledge is passed from the root upwards
in a linear fashion (p. 5). They then interrogate that meaning-making is rhizomatic,
in that there are multiple points of communication to create meaning, each with a
multitude of multiplicities, and that to produce ways of knowing is to assemble, to
move away from the hierarchical notion of interpretation as a linear act (Deleuze and
Guattari, 11). Glissant (1989) summarizes his use of their rhizome as follows:
“Gilles Deleuze and Feliz Guattari criticized notions of the root and, even
144
perhaps, notions of being rooted. The root is unique, a stock taking all
upon itself and killing all around it. In opposition to this they propose the
rhizome, an enmeshed root system, a network spreading either in the
ground or in the air, with no predatory rootstock, taking over permanently.
The notion of the rhizome maintains, therefore, the idea of rootedness
but challenges that of a totalitarian root” (Glissant, 1989, p. 11).
This reflects that internationally, within New Museology, there has been a
shift in perception of the museum’s role and a critical re-evaluation of museum
policies around display and integration. Hooper- Greenhill (2007) explains this
through a concept of a “post-museum”, where “the exhibition will form part of a
nucleus of events which will take place both before and after the display is mounted.
These events might involve the establishments of community and organisational
partnerships…periods of time when specific community groups use the museum
spaces in their own way…” (Greenhill, 2007, p. 81). Sandell (2002) emphasizes that
145
“museums have provided an enabling, creative, perhaps less threatening forum
through which community members can gain the skills and confidence required to
take control and play an active, self-determining role in their community’s future”
(Sandell, 2002, p. 6). One key aspect that this paper aims to address however, is
describing the concept of “community” in a museum context. How can the term
“community” be unpacked through the voices of those within and encountering
museums in the Caribbean? How can any disconnect between theoretical discourse
on community integration in museums and programming implemented be
navigated? The language used in ideological structures of agency and institutional
interpretations of “community”, as well as models of co-creation can be interrogated,
between community groups and the researcher.
The notion of community museum research can be said to have first formally
been developed within museology, as Soares and Valentino (2019) write, from 1966-
68. In this period a research project was developed by Georges Rivière, that was “part
of the programme Recherches coopératives sur program d’Aubrac et du Châtillonnais
(Cooperative research on the Aubrac and Châtillonnais programme), which aimed
to analyse social, historical and cultural aspects of two rural communities in France”
(p. 59). Here we see people as the focus of museum research over objects, and
potential analytic frameworks with that focus in an explicit way for possibly the
first time. However, one of the most significant moments within museum practice
that propelled communities into the center of focus was the 1972 Roundtable of
Santiago de Chile. It was at this gathering of museologists, museum practitioners
and interdisciplinary colleagues that policy was formed (eventually through a 1973
UNESCO declaration) for museums to consider their service to communities as
just as important, if not more so, than their service to collections (Brown, 2018;
Espinoza Neupert, 2018). Having emerged from this international meeting, we can
see then that an early entry point for community agency in museum development
has arguably been a multi-vocal and transnational one. This sparked a shift in
museum praxis, where the emphasis on internal aspects such as size of collections
diminished, and the consideration of external aspects such as how they can function
to serve the communities, they represent increased (Beans, 1994; Weil, 2003). This
had a progressive expansion into efforts for museums not only to demonstrate
community inclusiveness through constructions of a (western) sense of national /
cultural identity, but to incorporate the identities of both indigenous and migrant
communities residing in the countries of representation (Witcomb, 2007). However,
the contemporary museum itself as an institution can still be seen as a space with
a significant degree of social power, having responsibilities as the gateway to the
cultures of its communities (Sandell, 2002).
Definitions of Community
But how are definitions surrounding the term community articulated within
museology? Davis (1999) discusses that the blanket term ‘community’ could not
justify an interwoven network that “is hugely complex, a constantly changing
pattern of the tangible and intangible” (p. 30). Watson (2007), though recognizing
the multiplicities and self-determination involved around the concept of
community in the museum space (p. 3-4), still preferred to form categorizations
of community-museum encounters to apply to theories of engagement.
Arguably, externally classifying experiences of individuals reduces the presence
146
of agency as the individuals are not always aware / agree with the categorisation
of ‘community’. In a survey text of museum-community practice by Golding and
Modest (2013), an attempt to further stratify the concept of community is evident,
whether described as a “community of communities” (Golding, 2013, p. 20), a
“nation not a neighbourhood” (Gable, 2013, p. 41) or a “porous, multifaceted,
ever-shifting loosely connected groups of people” (Onciul, 2013, p. 81), there is a
movement towards delinearization of the concept. When extending the definition
into what a ‘community museum’ could be, Morales and Camarena (2018) discuss
this in a Latin American context, stating that:
“As is the case for the ecomuseum, defining the community museum in
this bi-regional forum is proving a contentious task, mostly because of
stark differences between our lived realities. In grass roots community
museum contexts, it is more a matter of principles and the role of the
community in decision-making within the museum than a concrete
definition, just as for ecomuseums it is more a question of a processes,
rather than defining a fixed and transportable model.” (Brown, 2018,
p. 115)
When Brown states that “in grass roots community museum contexts, it is
more a matter of principles and the role of the community in decision-making
within the museum than a concrete definition,” this could allude to the persistent
issue that definitions within museology are often still top-down, with museologists
defining terms to describe people in reference, as opposed to people being offered
opportunities to describe themselves within the context of the museum.
147
theory and practice are equally questionable” (Dewdney et al, 2013, p. 224). Post-
critical museology couples researcher with practitioner, bridging the theoretical gap
between traditional museology and museum studies. This is echoed by Grewcock’s
(2014) notion of museums being “made and remade through practices – people,
individually and collectively doing things” (Grewcock’s, 2014, p. 167).
In the Anglophone Caribbean, museums for the most part have been consciously
tackling what Vergo (1989) describes as the subtext of voice derived from conscious
or subconscious political, social and economic agendas and biases of the museum
board, through to the director, the curator, the scholar, the designer, the sponsor,
and to take it even broader, the society and educational system that influenced the
perceptions of these cultural practitioners (Vergo, 1989, p. 2-3).
Cummins (2013) pointed to the need to address Caribbean based practices within
New Museology:
“Museums and collections that had their origins in the colonialist era,
and were founded and assembled in line with the prevailing motivations
that governed collecting in the nineteenth and early twentieth centuries
- scientific curiosity, administrative control of populations, potential for
economic exploitation, and antiquarianism - existed and still exist in a
number of Caribbean island nation states, as they do elsewhere in the
world. Coupled with this tendency in the Caribbean context is the legacy
of slavery which, even now, is in danger of being submerged and obscu-
red in museums and heritage sites by narratives that occlude or diminish
the histories of the enslaved.” (Cummins, 2013, p. 3)
148
and identity formation, emerged a related and somewhat localized preoccupation
with articulating a Caribbean aesthetic, and by extension an independent, non-
alienated subjectivity” (Kamugisha, 2013, p. 23). Tancons (2012) poses the debate of
articulating a shared Caribbean cultural practice / aesthetic under the institutional
framework of the museum – Carnival - citing that it could be pivotal in shifting
Caribbean practitioners from an “exhibitionary complex” (Tancos, 2012, p. 39)
hindering curatorial potential. Farmer (2013) explains that post-independence,
“existing museums in the region were co-opted by post-colonial governments to
become agents of identity creation.
This saw existing institutions, such as the Barbados Museum and Historical
Society (BMHS), change focus through government intervention to facilitate the
creation of a new national identity” (BMHS, p. 172-173). But how have these shifts
been perceived by surrounding communities who encounter these spaces? In
participant feedback during the case study knowledge sharing sessions at the
Barbados Museum & Historical Society (in 2018), for example, one of the key
issues raised was still a perceived lack of equitable representation. One participant
in the session, Llanor, stated that:
108 The Cunard Gallery is one of the permanent exhibition displays at the Barbados Museum &
Historical Society, showcasing historical prints, paintings and maps.
149
museology”, specific frameworks to link Caribbean museum practice and to help
foster awareness of cultural heritage protection. The notion of connecting the
archipelago is significant within Caribbean Museology, and from the 1980s there
have been important developments in platforms for sharing scholarship. These
have mainly taken the form of ICOM affiliated regional meetings such as held
by the Museums Association of the Caribbean (established 1989), ICOFOM Latin
America and the Caribbean (established 1989), and the International Art Critics
Association of the Southern Caribbean (established 1997). Regional exchange has
been a way to build shared museological developments, as well as to strengthen
contributions to the international meetings for museums. This has also extended
into the diaspora, particularly through the Black Diaspora Visual Arts programme
(est. 2007). Recently, this has also been developed in the digital realm through the
EULAC Museums Project, and the establishment of a Virtual Museum of Caribbean
Migration and Memory that includes capacity building through digitization of
artefacts, firmly situating Caribbean intellectual practice in the development of
digital museology (Brown, 2018; Cassidy et. al, 2018).
At the same time, there has been a trend of external museological surveys
done on the region to situate the Caribbean within museum theory development.
Quite often these take the form of European researchers or institutions creating
maps or databases of museums in the Caribbean (Caribbean Art Map, 2013; Social
Museum of the Caribbean Map (Ariese, 2018); EULAC Museums project Museum
Database and Virtual Museum of Caribbean Migration & Memory Map, 2017). It
is important for more data to be generated on Caribbean museum theory and
practice, such as highlighted by the MAC project in the 1990s of a directory of
Caribbean museums. But for agency of these sites to exist within these projects,
elements of co-curation and demonstrations of sustainable relationships with
local partners should arguably be evident. These intersections with inclusivity
and agency are considered within the context of this research. The case studies
conducted intend to be micro insights into community perceptions of museums,
to complement the institutional voice within larger survey or mapping projects
previously conducted for Caribbean Museums.
150
archiving of museum theory, presents alternate possibilities for knowledge
sharing within the case studies of the Anglophone Caribbean. Academics in
the (broader) Caribbean museological field have recognized the importance of
Glissant’s influence on museums (Ostrander, 2015; Golding, 2013). Golding (2013)
applies Glissant’s concept of relations in her interrogation of poetics in museology,
stating “Glissant’s idea of creolisation as Relation is especially valuable to my re-
envisioning of museums. Relation is understood as a space where the poetic and
the political are intertwined” (Golding, 2013, p. 82). The Perez Art Museum in
Miami held an exhibition including of Caribbean artists in 2015 titled Poetics of
Relation, stating that Glissant’s theories on relation “can be used to understand
the investigations of each of the artists exhibited, how through their works they
address their own centred identities as responsive to various sites simultaneously,
across the diverse homelands that form their personal root system” (Ostrander,
2015, p. 25). In this research, I take this one step further into the framework of
post-critical museology by investigating the notion of rhizomes as an accessible
tool for community inclusion in museum practice.
151
3. Accessible research outputs. A rhizomatic approach articulates academic wri-
tings within museology through accessible, ongoing projects, contributing to
ecologies of museum theory intersecting practice that are continually relational
and participatory. Ideally these are community-led and reflexive. This includes
the creation and continual revision of toolkits and aides for museum practitio-
ners and communities as active products of research projects, shared across
open access platforms.
152
The sessions allowed for the participant to direct responses to aspects relevant
to their experiences and interests. For example, participants who were involved in the
Artistic Interventions project spoke about why they wanted to engage with collections
at the Barbados Museum and Historical Society. Under the principles of a rhizomatic
research approach, the aims of the knowledge sharing sessions were not to construct
any definition of community relations in the museum space, but rather to show a) that
the researcher values their interpretation of terminology, and b) to indicate that with
such a vast diversity of interpreting terminology, how can we as museum practitioners
viably create programming that uses these terms without first connecting with our
communities and publics on these terms? Here the rhizomatic research approach is
also used through the principle of multivocality - the community voices at the forefront
of understanding the term “community”, a term that is heavily saturated in literature
regarding inclusion and agency within museums. These responses were incorporated
as assemblages into the research project, rather than interpretations.
153
Waterfront Campus in Melbourne. Both spaces held public programming such as artist
talks. The 2019 edition was between Caribbean artists through spaces in Fresh Milk,
The Barbados Museum and Historical Society, and Alice Yard in Trinidad and Tobago,
and Chinese artists through China Residencies and CACHE in Beijing110 . Under the
principle of a rhizomatic research approach, each iteration of TVE shifts in its curatorial
methodology, based on the interest of each participating space, and ownership of
the project by these spaces has been encouraged. This has seen shifts in the logo,
installation approaches and associated media in the project.
Research Yard
Research Yard was a pop-up community reading room facilitated during my
time conducting doctoral research in residence at Alice Yard, Trinidad and Tobago
in March 2018. The project was born out of informal conversations in the yard
around (lack of) access to critical texts within arts and culture in the Caribbean
and internationally. This prompted a collaborative idea for an open day at Alice
Yard. Cultural practitioners, artists, cultural collectives and academics were invited
to share texts from their personal libraries, selected by them based on topics
within cultural discourse they were currently interested in.111 A similar community
reading room was installed at the Barbados Museum and Historical Society in
May 2019.
154
Fig. 3, Flyer for the Research Yard, March 2018. Image courtesy of the
author.
Artistic Interventions
In Artistic Interventions, the intersection between theory and practice is
prominent. This project was developed both within my role as PhD candidate
/ researcher, and as a Curator at the Barbados Museum and Historical Society.
Members of the creative community were invited to critically engage with the
Barbados Museum and Historical Society’s collections through a series of inter-
ventions. Six artists responded, and their works were interwoven in the museum’s
galleries, interrogating and re-contextualizing the historical narratives on display.
These interventions were accessible in the Barbados Museum and Historical So-
ciety from May – June 2018. This project avoids from presenting dichotomies
between grassroots and government, art and history, but engages? instead with
the experience of living the practice in these spaces, encourages a museological
ecosystem. Davis (2017) outlines the benefits of structuring relational works in
Caribbean cultural spaces as an ecology:
Artistic Interventions also aligns with what Golding (2013) states as the
“affective museum” – “the affective museum works with poetics to assist visitors
to look through that which was hidden and rendered opaque in traditional linear
displays, such as the colonial histories that have disadvantaged Black people and
women, but which creolised voices can bring to the fore” (Golding, 2013, p. 97).
155
Fig. 4, ‘Burst’ by Katherine Kennedy insta-
lled in the Military Gallery of the Barbados Mu-
seum & Historical Society (BMHS), May 2018.
Image courtesy the BMHS and the artist.
How can these projects and the data collected be sustainable and inclusive?
One avenue under a rhizomatic research approach could be through toolkits.
An output from the data collected during interviews and the community-based
projects, was to assemble toolkits comprising of practitioner and community voi-
ces that can be available in centralized sources online, shared, and adjusted by
users to fit their particular content. This materialized in 2018 through the tool-
kit website Caribbean Museum Toolkits - www.caribbeanmuseumtoolkits.com.
Post-critical museology includes the use of new media, or digital tools, as a viable
avenue for fostering a more democratic relationship between researcher and re-
156
searched. Barrow (2017) speaks of the significance of digital networking as con-
necting Caribbean cultural spaces across new cartographies. However, even with
heavy engagement in the digital sphere, there still requires consideration of who
is participating and at what level? How many of the community participants also
created online content from their encounters in this research? How are the pro-
ducts of this research being interpreted in the digital realm? These are ongoing
investigations as the project develops. With the global COVID-19 pandemic, Ca-
ribbean Museum Toolkits also became a resource for sharing ongoing webinars
and emergency relief funds specific to the Caribbean context.
Reflections
157
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162
Tendencias en el museo para salir de la modernidad
Resumen
Sumário
Abstract
The museum has tried to leave the modernity, after being born in it and being its
temple. In this text, some forms from museology and art are compared and analyzed,
since their theoretical bases from a critical perspective, in order to point out some
aspects that can turn this place into what is call an “anti-museum”.
Introducción
Entre los meses de febrero y marzo del 2019 en el Museo Universitario de Arte
Contemporáneo (MUAC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) tuvo
lugar el seminario “Museos y Antimuseos” a cargo de la Dra. Natalia de la Rosa. En él se
revisaron varios casos de museos que pretenden salir de la modernidad y dar un panorama
posmoderno o decolonial. El trabajo de la Doctora se basa en las investigaciones de
curadurías ocurridas en Latinoamérica dentro de museos de arte que pretenden romper
con la idea de museo moderno y ocupa como caso el museo comunitario en el que ella y
su colectivo “Bikini Wax” tienen trabajando desde hace casi dos años al ser beneficiados con
el premio “William Bullock” del British Council, otorgado al uso de la Museología Crítica112.
112 El colectivo Bikini Wax inició su trabajo comunitario con la creación de una biblioteca a partir
163
El presente texto, muestra algunas de las estrategias planteadas dentro del
curso para salir de la modernidad, haciendo comparaciones con aquellos casos
que la antropología y la sociomuseología han llevado a cabo, con el mismo fin.
A partir del siglo XVIII, con la invención del reloj mecánico y el calendario, se
uniforma la noción de tiempo (Simmel, 2005) y en el museo este concepto será
representado en la mayoría de las museografías como periodos históricos y cro-
nologías. En el caso del espacio, este se dará a partir de la descontextualización
del objeto, al sacarlo de su lugar de origen y colocarlo en el museo. Esto permite
un distanciamiento entre el tiempo y el espacio, es decir, un “desanclaje”113 3. La
modernidad utiliza algunos mecanismos como herramientas para la “fiabilidad”114
4, como son las “señales simbólicas”115 5 y a los “sistemas de expertos”116 6. En la
actualidad se dice que la modernidad es un término de autorreferencia sobre la
antigüedad o lo medieval, es un momento en el que la renovación y el progreso
daban vuelta a lo clásico y en donde se desvirtúa lo religioso y se daba pie al
humanismo laico y clasicista. Para algunos autores los museos serán vistos como
de la donación de 200 libros que el gobierno otorgó a la comunidad de Sierra Hermosa, Zaca-
tecas. Posteriormente se donaron 70 obras de artistas como: Rafael Coronel, Manuel Felguerez
y José Luis Cuevas, entre otros, que convirtieron el espacio en museo. Actualmente realiza acti-
vidades más en la idea de centro cultural comunitario, como piezas e instalaciones artísticas en
conjunto con la comunidad, el préstamo de piezas de la colección a sus habitantes y actividades
de mediación, buscando una museología participativa.
113 Por desanclaje entiende Giddens el “despegarse” de las relaciones sociales con respecto a
sus contextos locales de interacción y su “reestructurarse” en indefinidos intervalos espacio-tem-
porales. Los tipos de mecanismos de desanclaje son las señales simbólicas y los sistemas ex-
pertos, que se explicarán más adelante (Giddens,1993, p. 32-33).
114 La fiabilidad, es la confianza o certeza ante cierto conocimiento que nos permite no dudar de
él.
115 Las señales simbólicas son medios de intercambio que pueden ser pasados de unos a otros
sin consideración por las características de los individuos o grupos que los manejan en una parti-
cular coyuntura, como es el caso del dinero (Giddens,1993, p. 32-33).
116 Son sistemas de logros técnicos o de experiencia profesional que organizan grandes áreas
del entorno material y social en el que se vive (Giddens, 1993, p. 37) Es decir un grupo de perso-
nas que por sus logros profesionales son dignos de nuestra confianza, la especie de “fe” que se
les tiene no se deposita en ellos, sino en su competencia y en la autenticidad del conocimiento
experto aplicado.
164
templos de la modernidad, lugares donde se construye la nacionalidad y donde
se analiza el progreso científico y civilizatorio de los pueblos, como se define a
continuación:
Como Walsh menciona en la cita anterior, los museos serán lugares en los
cuales se contienen objetos, en muchas de las ocasiones fuera de sus contextos,
pero que dan una idea del progreso que ha tenido la civilización. Espacios
que utilizan como mecanismo de “desanclaje” la descontextualización de sus
colecciones; y a los “sistemas de expertos” como herramienta de fiabilidad, pues es
a través de la construcción que estos científicos, curadores e investigadores hacen
de la historicidad del objeto como nosotros lo conoceremos, confiando en su
conocimiento, por lo que convierten al museo en un lugar donde no se cuestiona
su origen o uso, ya que se cree lo exhibido en sus vitrinas como verdadero.
Será hasta los años sesenta cuando Pierre Bourdieu escriba textos en donde
aborde el tema del museo, el momento en que éste sea cuestionado. El primero
“Los museos y su público” escrito para la revista L’expansion de la recherche
scientifique en 1964, en donde pone en evidencia que el museo legitima la exclusión
justificando la desigualdad natural de las necesidades culturales (Bourdieu, 2010).
Posteriormente, en el año de 1969 publica junto con Alain Darbel El amor al arte.
Los museos europeos y sus públicos en el que menciona que el museo más que
dar la bienvenida a un espectro amplio de la población, refuerza las distinciones
sociales y culturales, así como la exclusión.
165
no puede convertirse en moderna si, en principio, no es ya posmoderna” (Lyotard,
2004, p. 72).
Museología y arte
En los años setenta surge la Nueva Museología, con una idea de museo que
debía romper con la distinción que marca Bourdieu, esta teoría está relacionada con la
inclusión de nuevos públicos, cambiando el trinómio tradicional del museo: colección-
edificio-público, por territorio-patrimonio-comunidad, al que denomina Hughes de
Varine-Bohan “ecomuseo”. Esta nueva visión del patrimonio tendrá su referente y
punto de partida en la Mesa Redonda de la Organización de las Naciones Unidas
para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) celebrada en 1972 en Santiago
de Chile, con el título “el papel de los museos en América Latina” y se convertirá
en un movimiento institucionalizado que se adhiere al Consejo Internacional de
Museos (ICOM) en la Declaración de Québec de 1984, logrando la fundación del
117 Fredric Jameson concibe el “pastiche” como un fenómeno asociado al deseo humano de
habitar en un mundo transformado en imágenes, en pseudoacontecimientos o en espectáculo.
Su estrecha relación con las simulaciones se debe también a que el pastiche ha nacido en el seno
de una cultura regida por las leyes del capitalismo que generaliza el valor de cambio en detrimen-
to del valor de uso, y que, como diría Guy Debord, a quien Jameson menciona explícitamente,
hace que la imagen se convierta «en la forma final de la reificación de la mercancía», en el pasti-
che desaparece la historia y se derrumba la ideología del estilo, convirtiéndose en ocasiones en
una superposición de varias imágenes (Serrano, 2009, p. 224-225).
166
Movimiento Internacional para la Nueva Museología (MINOM) en Portugal en 1985
(Navajas Corral, 2015), un comité del ICOM que sigue vigente. En México se realiza
una reunión en 1984 que da pie a la Declaración de Oaxtepec, donde se plasma la
necesidad de la participación comunitaria tanto en el patrimonio como en los museos
y la utilización de éstos como una herramienta para el desarrollo (Declaratoria de
Oaxtepec. Ecomuseus-Territorio-Patrimonio-Comunidad, 1984). Como podemos
observar, la misión del museo y los cambios que deberían realizarse en él desde
estas instituciones, considera que la idea del arte por el arte, no debe ser lo único,
convirtiéndolo en un espacio de desarrollo comunitario, un lugar que da identidad y
también un motor para el turismo, esto último se ha prestado en ocasiones para el
espectáculo, aun cuando este no era su objetivo.
167
a) Museo de la Solidaridad. Durante la Operación Verdad, en Santiago
de Chile el crítico español José María Moreno Galván, el intelectual
brasileño Mário Pedrosa y el escritor italiano Carlo Levi, pidieron a varios
artistas internacionales donar obra a este país para la creación del Museo
de Arte Moderno y Experimental. Este museo, por su conformación a
través de donaciones rompía con el modelo tradicional y hegemónico
con el que se conformaba un espacio museístico hasta ese entonces.
Además aun cuando no clarificaba la postura de los artistas involucrados
como simpatizantes del partido de Unidad Popular y del socialismo,
logró en ese entonces recaudar 650 piezas, con obras de Joan Miró,
Roberto Matta, Lygia Clark, Frank Stella, entre otros, y fue inaugurado el
17 de mayo de 1972 por el presidente Salvador Allende con el nombre
de Museo de la Solidaridad (Ashton, 2013).
168
Esta colección colocada en el baño de una casa de la colonia Condesa
jugó con el rol de museo y la conformación de la colección al convertirlo
en una trinchera de resistencia (Osorio, 2013).
169
cerámica, reunió piezas de oro, tejidos, tallas en madera, entre otros artículos.
Además de sobrevivir a una dictadura, tuvo que recomenzar la
realización de su edificio cuando en 1992 un tornado destruyó parte
de él, teniendo su sede actual a partir de 1995.
Rompe con la idea del arte académico, ya que coloca en un mismo nivel
de interés al denominado por muchos “arte popular”, comunmente
rezagado a los museos de etnografía. En él los indígenas son invitados a
participar en los montajes de las exposiciones, teniendo claro que estos
objetos en el museo cumplen otra función, más cercana a la política que
a la estética, al darles visibilidad (Escobar, 2010). Convirtiendo al museo
en un espacio político, al estar al servicio de la disidencia y las urgencias
del contexto, un lugar que visibiliza y democratiza; pedagógico, a través
de un programa realizado desde 1995, denominado “Estudiantes al
museo”, que cumple algunas funciones que la educación formal no
ha logrado, buscando el pensamiento crítico de sus visitantes y de
desarrollo social a partir de la venta de productos, con un programa
de desarrollo de mujeres campesinas, en el que son asesoradas para
lograr mejores condiciones de venta (Pinochet Cobos, 2016, p. 86-94).
Carla Padró menciona que para ella los museos son “no tanto como instituciones,
sino como una práctica significativa que se relaciona con otras prácticas que forjan
valores culturales” (Pardó, 2003), ella menciona que existen dos propósitos para los
170
museos, aquellos que tienen como finalidad expandir el conocimiento desde procesos
informativos, indicativos y técnicos y aquellos que tienen como finalidad aportar
distintas visiones, versiones, opiniones y preguntas desde procesos polifónicos,
subjetivos y narrativos (Pardó, 2003), este último propósito coloca a los profesionales
y visitantes como creadores de conocimiento y me parece que las propuestas de los
museos latinoamericanos mencionadas, de alguna manera pretenden hacer esto. Sin
embargo, no logran del todo salir de lo convencional.
Algunos intentos por salir de estas formas convencionales de ver los museos
los podemos ver en los trabajos de María Acaso, con el uso de visitas performati-
vas que logran potenciar el aprendizaje al generar lo inesperado, lo participativo,
la reflexión con un tipo de pedagogía no resuelta que acepta desde el principio
que lo que los visitantes aprenderán no será lo que el educador/artista les enseñe
(Acaso, 2014); o en Carla Padró, quien propone dar la bienvenida a miradas poli-
fónicas y a exposiciones con dilemas o problemas, promover el trabajo en equipo
sin una visión jerárquica, fomentar el diálogo entre contextos museísticos y otros
171
espacios culturales, plantear investigaciones cualitativas que nos ayuden a com-
prender los procesos, apostar por lo que no está escrito y reinventar lo que se da
por sentado, diseñar programas que nos ayuden a ubicar de dónde provienen los
conceptos que se están utilizando, entender que los objetos aportan narrativas
y aportar otras maneras de hablar sobre ellos, incidir en las formas de análisis,
investigación y catalogación de los objetos (Pardó, 2003). Entre otros estudios.
Dentro de estas líneas hemos esbozado, cómo estableciendo crítica a las for-
mas convencionales que se han creado en el arte y en el museo este espacio puede
aportar a la búsqueda de nuevas rutas para volverse un lugar más incluyente.
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174
O conceito de interculturalidade e a prática museológica: investigação sobre
a percepção dos profissionais de museus sobre inclusão e acessibilidade
Resumo
Abstract
175
Janeiro and São Paulo, having the data analyzed through the SPSS software;
b) semi-structured interviews, presenting Fairclough’s Discourse Analysis as a
method for studying the narratives. We approach the differences between the
concepts of Multiculturalism, Pluriculturality and Interculturality, with emphasis
on how they recognize cultural diversity. We used the Intercultural Development
Continuum (IDC), created by Hammer, to analyze the level of intercultural
awareness among the professionals participating in the research. Based on the
answers to the questionnaire, we can observe that the recognition of cultural
diversity is not sufficient for the development of an inclusive consciousness in
institutions, and may present some perverse effects, such as the “cloistering” of
people with disabilities, as well as other groups, in a fixed cultural identity, which
deprives them of their freedom to choose their own cultural arrangements. In
addition, we identified the maintenance of a restricted perception about inclusion.
Resumen
Este artigo foi elaborado tendo como base parte dos resultados da investigação
realizada para o doutorado, com o objetivo de produzir uma análise sobre as
concepções dos profissionais de museus, os processos e as dinâmicas desenvolvidas
176
nas instituições com relação a inclusão, tendo como referência o conceito de
interculturalidade. Através da conjugação das metodologias, quantitativa e qualitativa
procuramos obter um panorama sobre as concepções vigentes, as barreiras criadas e
mantidas no processo institucional. Para o desenvolvimento da pesquisa quantitativa,
definimos como instrumento de coleta de dados, a aplicação de um questionário on-
line denominado “Investigação sobre a Percepção dos profissionais sobre Inclusão
e o acesso de Pessoas com Deficiência (PcD) aos Museus”, disponibilizado entre 74
profissionais de museus do Rio de Janeiro e de São Paulo, sendo os dados analisados
por meio do programa SPSS. Para a realização da pesquisa qualitativa, utilizamos
entrevistas presenciais semiestruturadas, aplicando como metodologia de análise a
“Análise do Discurso” de Fairclough (2001).
177
para dar sentido à realidade do nosso meio ambiente”118 . O sujeito internaliza
maneiras de pensar, sentir e agir da comunidade na qual nasce e com a qual se
identifica no decorrer da vida, corroborando também para a sua conservação e
transformação, em função da interação comunicativa que ocorre no seio do seu
grupo, por meio da qual os sentidos são compartilhados.
118 Todos nacemos en comunidades de vida que son además comunidades de sentido porque
nos van a dar instrumentos para dar sentido a la realidad de nuestro entorno. (p. 2)
119 Saez (2005, p. 32), ao citar diversas formas de classificar a cultura, identifica um tipo de
cultura ligada a capacidade/incapacidade, que consideramos uma maneira encontrada pelo au-
tor para definir a cultura da pessoa com deficiência, mas sem nomear esse grupo diretamente,
não aprofundando essa colocação.” Sin embargo, ninguna de estas definiciones metafóricas de
cultura es totalmente satisfactoria; hay que considerar la inclusión de “la cultura como edad”, “la
cultura como género, “la cultura como profesión”, “la cultura como capacidad/discapacidad” y
muchas otras”;
120 “la cultura como objeto y la cultura como un entorno cerrado, ideas claves de la percepción
de la cultura como diferencia.” (2005, p. 25);
178
são influenciadas por contextos locais e globais, possibilitando que cada indivíduo
possa constituir-se como portador de repertórios culturais e trajetórias diferentes.
Canclini (2009) enfoca como as relações sociais estabelecidas no decorrer da
vida, assim como os contextos em que elas se dão, influenciam na formação
da identidade do indivíduo: “É preciso analisar a complexidade que assumem
as formas de interação e de recusa, de apreço, discriminação ou hostilidade em
relação aos outros, nessas situações de confrontação assídua” (p.44).
121 Así, la multiculturalidad es el concepto que describe una situación (nacional, regional, comu-
nitaria) de culturas en contato. Por conseguiente todo país, región, comunidad o grupo es mul-
ticultural por definición puesto que diversas culturas interactúan simultáneamente en cualquiera
de estos planos.
122 La pluriculturalidad es un rasgo personal cognitivo (…). Tambien usamos diferentes reperto-
rios culturales en diferentes situaciones. (…) el individuo, como resultado de sus experiencias en
distintas comunidades, participa de multiples culturas que le permiten construir (en um complejo
proceso de apropriación y recréacion (…) su propria cultura interna, se configura asi o indivíduo
pluricultural. (Saéz, 2005, p. 32);
179
contato dois (ou mais) indivíduos que se percebem uns aos outros
como pertencentes a culturas diferentes, se descreve dinamicamente
quando é utilizado para descrever os mecanismos que estão em
operação na interação comunicativa: especialmente, de modo que
essa comunicação seja eficaz (tradução livre).123
123 (...) La interculturalidad, por ultimo, se puede describir en términos estáticos y dinamicos:
se describe en términos estáticos y dinámicos: se describe estaticamente cuando se utiliza para
describir una situación comunicativa en la que se ponen en contato dos (o más) individuos que si
perciben el uno al otro como pertencientes a distintas culturas, se describe dinámicamente cuan-
do se utiliza ´para describir los mecanismos que se ponen en funcionamento en esa interacción
comunicativa: especialmente, para que esa comunicación sea efectiva. (Saéz, 2005, p. 33).
180
especificar as demandas que deram origem ao interculturalismo, Malgesini e
Giménez (2000) declaram:
De forma objetiva Giménez (2003 apud 2009, p. 40) destaca outro aspecto
importante da interculturalidade, identificando-a como:
124 Se ha visto necesario describir más acertadamente la rica y conflictiva interacción entre
dichos segmentos socioculturales. Por otra parte, y ya no en el plano de lo que es sino de lo que
debe ser, para poder hacer una propuesta de sociedad pluricultural en el sentido de convivencia
de todas las formas de vida, de conducta y cognición, parecía también necesario un término que
reflejara que esa armonía suponía una interacción conflictiva pero regulada, tensa pero controla-
da. (2003a, p. 174 apud Giménez, 2009, p. 40).
125 «nova expressió dins del pluralisme cultural que, tot i afirmar no única mental lò diferent
sino també allò comú, promou una praxi generadora d’igualtat, llibertat i interacció positiva en
les relacions entre subject es individuals o collectius culturalment diferenciats» (Giménez, 2003a,
p. 174 apud Giménez, 2009, p. 40). Giménez, C. (2003a). ¿Qué es la inmigración? Barcelona: RBA
Libros (reimpressions: 2004, 2006).
181
for a sua cultura, tem a capacidade de contribuir com seu repertório particular para
o desenvolvimento da sociedade.
182
museus participantes da presente pesquisa, utilizamos os indicadores elaborados
por Hammer (2012) no Continuum de Desenvolvimento Intercultural (CDI). Esses
indicadores serviram como direcionadores para a elaboração do questionário on-
line e entrevistas. Eles oferecem conceitos e princípios que nos auxiliaram a identificar
os níveis de competência intercultural vigentes no contexto das instituições e as
percepções que moldam as práticas voltadas para a inclusão e diversidade.
De acordo com o mesmo autor citado, ao utilizar o IDI para identificar os níveis
de competência intercultural de uma instituição, as entrevistas (individuais ou em
grupo de foco) são direcionadas para avaliação das áreas que apresentem objetivos
transculturais, e que seja central em sua atuação a presença de desafios e incidentes
(interculturais) envolvendo a forma como as pessoas transitam por entre diferenças
e similaridades culturais. Quando utilizado em um grupo de profissionais específico,
os resultados das entrevistas fornecem informações relevantes sobre como o perfil
de IDI dos seus membros efetiva-se em seus planos de competência intercultural
enquanto vivem/trabalham com pessoas num contexto de diversidade.
126 The capability of deeply shifting cultural perspective and bridging behavior across cultural
differences is most fully achieved when one maintains an Adaptation perspective (Hammer, 2012,
p. 118).
183
da categorização original, na qual era compreendida como etnocêntrica (mono-
cultural), para a categoria de etnorelatividade127 . No entanto, na elaboração do
IDI reconheceu-se que a Minimização também não é etnorelativa (ou seja, esse
pensamento não é intercultural/global), já que ao enfatizar a identificação de si-
milaridades entre grupos diversos tende a mascarar a identificação de diferenças
culturais, “pois não é totalmente intercultural na identificação de padrões mais
profundos das diferenças culturais e na habilidade de responder apropriadamen-
te a essas diferenças”128 (Hammer, 2012, p. 120). Desta forma, a Minimização
agora é reconhecida como uma orientação transicional entre concepções mono-
culturais e interculturais.
A Minimização pode assumir uma das seguintes formas: (a) o foco nas simi-
laridades devido ao limitado autoconhecimento cultural ou pouco conhecimento
da realidade que o cerca. Essa percepção é mais comumente experienciada por
grupos dominantes em uma comunidade cultural – como exemplo podemos citar
a expressão “para mim todos são iguais, não existem diferenças!”; (b) a ênfase
nas similaridades como uma estratégia deliberada para transitar por valores e
princípios definidos pelo grupo culturalmente dominante, o que é mais comu-
mente experienciado por membros de grupos não dominantes que coexistem
em uma grande comunidade cultural. Podemos exemplificar essa descrição com
a expressão: eu danço como a música toca! “Minimização como uma estratégia”
pode ter um valor de sobrevivência para membros de culturas não dominantes.
Quando a Minimização existe na perspectiva da cultura dominante institucional,
a diversidade muitas vezes “não é ouvida”.
184
e instituições que possuem vivência limitada com outros grupos culturais e desta
forma tendem a utilizar-se de estereótipos e de generalizações para referenciar
sobre o Outro diferente ou “estranho”. Esse tipo de orientação tende a estar mais
relacionada a sujeitos integrantes de uma cultura dominante, pois eles possuem
mais oportunidades de permanecerem relativamente isolados da diversidade
cultural.
4. Realizando o diagnóstico
131 Acceptance ‘‘involves increased self-reflection in which one is able to experience others as
both different from oneself yet equally human’’ (Hammer, 2009a, p. 209 apud Hammer, 2012, p.
123)
185
Para este trabalho nos propusemos a enfocar o Continuum de Desenvolvimento
Intercultural, por meio da abordagem de atitudes e percepções sobre temas referentes
à inclusão, tais como: interculturalidade, acessibilidade e diversidade. Por último esses
resultados são comparados de forma a nos fornecerem o nível de envolvimento,
de conscientização e mesmo de contraditoriedade presente nas afirmativas dos
participantes.
Baseados nesta escala, composta por cinco (5) opções, os participantes podem
especificar o seu nível de concordância ou discordância com a afirmativa proposta,
escolhendo entre as seguintes respostas:
1-Totalmente em desacordo;
2-Bastante em desacordo;
3-Algumas vezes de acordo e outras em desacordo;
4-Bastante em acordo;
5-Totalmente de acordo.
132 Parte da pesquisa foi realizada também com profissionais de museus de Portugal, no deco-
rrer do doutorado sanduíche, com apoio da Capes.
186
Tabela 1 – Nível de Negação
NEGAÇÃO
Válido 74 74
N
Ausente 0 0
Modo 3 1
Intervalo 4 4
Mínimo 1 1
Máximo 5 5
187
Tabela 2 – Nível de Polarização
POLARIZAÇÃO
Válido 74 74 74
N
Ausente 0 0 0
Modo 1 3 3
Intervalo 4 4 4
Mínimo 1 1 1
Máximo 5 5 5
188
Na questão 24, os resultados considerados positivos são as respostas 1 e
2, porém as respostas 3 (27,0%) e 1 (25,7%), mais os números apresentados nas
respostas 4 e 5 (16,2%) indicam uma tendência ao deslocamento para uma pers-
pectiva negativa.
MINIMIZAÇÃO
Válido 74 74
Ausente 0 0
Modo 3 1
Variância 1,350 1,647
Intervalo 4 4
Mínimo 1 1
Máximo 5 5
189
presentes na sociedade. A resposta 1 apresenta maior concentração (37,8%),
seguida da 2 (28,4%) com tendência negativa para a resposta 3 (23,0%) demarcam
a existência de um pensamento crítico sobre a prática, embora com um índice alto
de dispersão, considerando que outras variáveis devem ser levadas em conta na
comunicação com a Pessoa com Deficiência. Na Questão 40, a resposta 3 apresenta
maior concentração (46,8%), seguida da 2 (36,2%). Nesse caso fica evidenciado
uma percepção em processo de transição, ao demonstrar uma adesão relativa ao
padrão de atendimento proposto, mas que também considera que outras variáveis
devem ser levadas em conta na comunicação com a Pessoa com Deficiência.
ACEITAÇÃO
16- Re- 20- Para 33- É possí- 39- O 43- A
presenta garantir vel que museu em promoção
um gan- a plena o museu que trabal- da acessi-
ho para participação atenda a ho busca bilidade é
o museu de pessoas cada in- oferecer uma pre-
compro- com de- divíduo ambientes ocupação
meter-se ficiência, ou grupo e vivências contínua da
como é preciso de acordo de igual Gestão do
espaço identificar com suas qualidade museu no
de convi- as neces- caracterís- para todas qual trabal-
vência, de sidades e ticas e ne- as pessoas ho.
reconhe- interesses cessidades que o
cimento e específicos. específicas, visitam, in-
de reflexão possibili- dependen-
sobre a tando um temente
diversi- ambiente de sua
dade de de acolhi- condição
indivíduos, mento e ou ne-
grupos e respeito. cessidade
culturas. específica.
190
Válido 74 74 74 74 74
N
Ausente 0 0 0 0 0
Média 4,85 4,59 4,30 3,32 3,12
Mediana 5,00 5,00 5,00 3,00 3,00
Modo 5 5 5 3 3
Variância 0,238 0,491 0,979 1,592 1,369
Intervalo 3 4 4 4 4
Mínimo 2 1 1 1 1
Máximo 5 5 5 5 5
191
ADAPTAÇÃO
13- Para 27- Na orga- 29- Antes de 48- Um mu-
garantir a nização de propor uma seu inclusivo
participação uma ativida- atividade ou deve garantir
de cada de, deve-se percurso de a participação
indivíduo e levar em visitação é de todas as
dos diversos consideração necessário pessoas, de
segmentos da a possibilida- levar em forma igua-
sociedade é de de haver consideração litária, com
fundamental pessoas com os interesses conforto e
que o mu- diferentes e repertório autonomia.
seu flexibilize tipos de defi- pessoal da
metodologias, ciência. PcD.
estruturas e
práticas
Válido 74 74 74 74
N
Ausente 0 0 0 0
Média 4,66 4,78 4,36 4,81
Mediana 5,00 5,00 5,00 5,00
Modo 5 5 5 5
Variância 0,391 0,281 0,838 0,265
Intervalo 3 2 4 2
Mínimo 2 3 1 3
Máximo 5 5 5 5
A Tabela 05 propõe-se uma análise das questões correlacionadas 13, 27, 29,
48, em que são consideradas positivas as respostas de valor 4 e 5. A questão
27 enfoca a elaboração de um planejamento de ações visando a Diversidade,
apresentando grande concentração na resposta 5 (83,8%). A questão 29
remete ao reconhecimento da pessoa com deficiência na sua integralidade e
um distanciamento do modelo médico, ao apresentar maior concentração na
resposta 5 (56,8%) e 4 (29,7%). A questão 48 se relaciona com o conceito de
acessibilidade em toda a sua amplitude, apresenta significativa concentração nas
respostas 5 (86,5%). O índice de Desvio Padrão é baixo e permite identificar uma
maior consciência da necessidade de transformação como um todo abarcando
estruturas, métodos e práticas com vistas a constituição de museus mais acessíveis.
192
O nível de Adaptação evidencia a ocorrência de mudanças na perspectiva cultural
dos sujeitos e instituições, gerando estruturas mais flexíveis, a partir dos repertórios
adquiridos nas trocas de saberes e vivências.
2º diálogo
133 Os códigos de identificação foram elaborados para proteger a identidade dos entrevistados.
Nesse caso MBR identifica que se trata de um museu brasileiro, o número seguinte identifica qual
a instituição pesquisada e a letra minúscula seguinte identifica a ordem dos profissionais entre-
vistados.
193
problematização das convenções entre aqueles que produzem ou interpretam
esses conceitos. O gestor aborda o conceito de Inclusão e suas contradições
questionando a forma como é entendido e aplicado, buscando questionar
perspectivas contraditórias que foram sendo naturalizadas, e estabelecer
novas relações e práticas no atendimento de públicos diversos e sugerir novas
combinações, utilizando-se de uma abordagem de maior familiaridade: ““Tá”
programado pra maio aqui uma espécie de laboratório de fotografia aqui com
um grupo, é... de pessoas esquizofrênicas. (…) Mas, com a pessoa … vamos abrir
pra todo mundo?”
Perotti (1997) destaca que a Educação Intercultural não pode ser compreendida,
na sua relação com sociedades pluriculturais, como uma abordagem de caráter idealista,
fruto da generosidade e compreensão das instituições ou de atores específicos, mas
envolve a estrutura institucional, políticas e uma filosofia de trabalho que fundamentem
suas relações com os mais diversos setores da sociedade, contrapondo-se a concepções
educacionais centralizadoras que direcionam e reduzem a diversidade à unicidade,
isto é elegendo padrões homogêneos (o que não pode ser confundida com unidade),
como também ao fechamento dos grupos sobre si mesmos.
194
sujeitos e grupos sociais diversos, usuários dos espaços dos museus, o que lhes
proporcionaria a abertura às mais diversas realidades, integrando também os
diversos profissionais e educadores participantes dessas relações e contextos. Essas
oportunidades são fundamentais para garantir a troca e mesmo a confrontação
e tornar palpável a necessidade de respeitar diferentes visões e vivências, além
de ultrapassar a tendência de etnocentrismo ou de dominância, presentes nos
discursos das instituições educacionais, entre elas o museu. Se trata, portanto,
de considerar a diversidade como motor das ações museológicas em suas mais
diversas instâncias, garantindo assim a participação de grupos de pertencimento
diversos em uma sociedade e de instituições democráticas e plurais.
Esses sujeitos, esclarece Perotti (2003), já não podem ser percebidos como
pertencentes a um todo social, mas estão ligados às múltiplas redes que se
entrecruzam em quantidade enorme de combinações possíveis, inutilizando
ações educativas que tenham como base sistemas classificatórios.
Nesse sentido consideramos ser importante para a eficácia das ações educativas
abandonar o modelo dicotômico que ainda rege as ações e métodos produzidos
para dar conta da sua relação com a sociedade (pessoas com deficiência x pessoas
sem deficiência, autóctones x imigrantes, homossexuais x heterossexuais, idosos x
jovens) e buscar descobrir e explorar os aspectos que surgem da sua interação das
diversas identidades no meio social (Perotti, 1997).
195
como finalidade oferecer ferramentas aos sujeitos para que possam ampliar suas
referências, vivenciar e usufruir plenamente da diversidade cultural do meio onde
vive, por meio do desenvolvimento da sua capacidade de comunicação, inclusive
em situações de conflito, nas quais as relações não estão tão perceptíveis. O sujeito
percebe-se na sua alteridade na sua relação com o Outro, seu igual, numa condição
de interdependência e de conflitualidade. (Perotti,1997). Esse conhecimento não se
dá de forma burocrática ou formalizada, mas na convivência.
Conclusão
196
compreendendo o processo educativo como inerente a existência humana desde o
seu nascimento, na medida em o sujeito não se reconheça como pronto e acabado,
mas como um ser em transformação contínua na relação com seu ambiente e
com os outros. Além disso, torna-se indispensável a promoção de momentos de
interação entre sujeitos e grupos sociais de culturas diferenciadas, abandonando
as práticas segregadoras e segmentadas, propiciando comunicação efetiva, por
meio da qual as pessoas possam descobrir semelhanças e diferenças através das
tradições, histórias e trajetórias compartilhadas.
197
Se compreendemos a educação como um processo amplo que se concretiza
nos mais diversos espaços de relações sociais, podemos entender a importância
de uma Educação Intercultural que se fundamenta na aprendizagem baseada na
convivência entre diferentes. Através dela, continuamente o sujeito é estimulado
a situar-se a si próprio, em sua convivência e interação com o Outro e demanda
um processo evolutivo. A Educação Intercultural tem como finalidade oferecer
ferramentas aos sujeitos para que possam ampliar suas referências, vivenciar e
usufruir plenamente da diversidade cultural do meio onde vive, por meio do des-
envolvimento da sua capacidade de comunicação, inclusive em situações de con-
flito, nas quais as relações não estão tão perceptíveis.
Referências
Lucian, Rafael. (2016). Repensando o Uso da Escala Likert: tradição ou escolha técnica?
Revista Brasileira de Pesquisas de Marketing, Opinião e Mídia -PMKT (pp. 13-32), v.18.
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edição), Guía de conceptos sobre migraciones, racismo e interculturalidad (pp. 253-
259). Comunidad de Madrid. Disponível em: http://www.redeseducacion.net/ar-
ticulos/Materiales/Interculturalidad/c.%20gimenez%20y%20g.%20malgesini%20
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Miranda, Silvana Maria et al. (2009). Escala para Avaliar Atitudes de Estudantes de
Medicina. Revista Brasileira de Educação Médica (pp. 104-110), n.33, Suplemento
1.
199
Pensar a museologia a partir da perspectiva de Edward Palmer Thompson
Vinicius Monção
Instituição: Universidade Federal do Rio de Janeiro (Brasil)
E-mail: [email protected]
Resumo
Resumen
Abstract
This text is an invitation to think the museum, museology and museology process
starting concept of culture, agency and experience proposed by Edward Palmer
Thompson, English historian. For this, we did a bibliographic review about concept
worked by author and productions that emerged from museology field, where we
establishment a discussion between knowledge fields. As a result, we can see an
existing relationship between the thompsonian propositions and the discussions
established within the Social Museology, which in turn offers contributions to the
discussions included in the decolonial agenda.
200
Introdução
De acordo com Negro e Silva (2001), entre fins dos anos 1940 e meados
de 1950, concomitantemente com seu ativismo no Partido Comunista Britânico,
Thompson atuou como professor em um projeto universitário extensionista voltado
para a educação popular voltado para o público adulto, criado pela Universidade
de Leeds, região norte da Inglaterra, que era frequentada por homens e mulheres
comuns. Em 1956, se desvinculou do Partido Comunista em razão da instituição aderir
a negação sobre os “crimes de Stalin”. Thompson estava “convencido da necessidade
de um socialismo humanista, indo engajar-se na New Left”, a nova esquerda (Negro
& Silva, 2001, p. 23. Grifos no original). No interior do Partido Comunista Britânico
fez parte do coletivo de historiadores, ao lado de nomes como Hobsbawm, John
Edward Christopher Hill, Dorothy Thompson, Royden Harrison, e outros (Gaze, 2013).
O rompimento com o Partido Comunista, por sua vez, não significou sua ruptura com
o socialismo nem com o marxismo, mas com os dogmatismos estruturalistas que,
para ele, “legitimam o autoritarismo” (Aires, 2005, p. 113).
201
perspectiva dos “de baixo”, ou seja, pessoas comuns, excluídas e marginalizadas,
que são comumente alijadas das narrativas oficiais e da perspectiva hegemônica.
202
De acordo com Bertucci, et al (2010) uma das principais contribuições de
Thompson refere-se à leitura crítica aos postulados de “O Capital”, de Karl Marx,
sobretudo a ideia que considera que o proletariado tenha se originado como um
processo de mecanização do capitalismo industrial moderno (Bertucci et al, 2010).
De acordo com os comentadores, para Thompson, “a lógica do capital (mesmo
entendido como relação social) não pode explicar o processo histórico real”, no
qual “a industrialização seria o resultado de um processo histórico real” resultado
histórico da luta de classes (Bertucci et al, 2010, p. 63-64).
Agência
203
demos inserir a questão do gênero, raça e classe social); que embora sejam ele-
mentos condicionantes, os sujeitos se formam e não são formatados. Dentro de
suas possibilidades, de maneiras complexas e nem sempre coerente, agem sobre
determinadas situações (Thompson, 1981).
204
zona sul da cidade do Rio de Janeiro que, dentre seus objetivos, busca contribuir
para a dignidade social e para a melhoria da qualidade de vida dos moradores do
território (Santos, 2014, p. 331). E o Museu da Maré, fundado em 2006, dentro do
maior complexo de favelas da cidade do Rio de Janeiro (Chagas & Abreu, 2007).
Experiência
134 Essa discussão foi amplamente desenvolvida pelo autor no livro “Os Românticos: a Inglaterra
na era revolucionária”, publicada no Brasil em 2002, pela editora Civilização Brasileira.
205
No texto “Educação e Experiência”, Thompson chama a atenção para o aspecto
relacional estabelecido entre o professor e o aluno, que emerge no trabalho da
educação de adultos, e que é única do ponto de vista educacional. A partir do
seu ponto de vista, “toda educação que faz jus a esse nome envolve a relação de
mutualidade, uma dialética, e nenhum educador que se preze pensa no material
a seu dispor como uma turma de passivos recipientes de educação” (Thompson,
2002, p. 13). Da sua experiência com os cursos de educação de jovens e adultos,
Thompson destaca que o estudante adulto traz para o contexto institucional a sua
experiência.
206
Na museologia, talvez um dos pontos da virada paradigmática pode ser tomado
a partir da Mesa de Santiago do Chile, e a Carta de Santiago, documento resultado
do encontro ocorrido em 1972, que atuou “como motriz ideológica” às “propostas
e realizações de uma prática museológica voltada para o social”. Esta, porém, não
foi uma temática exclusiva do evento de 1972, mas tais princípios já haviam sido
manifestadas na 9ª Conferência Geral de Museus, realizada em Grenoble, França
(Scheiner, 2012, p. 16). Em complemento, para Souza (2020), a Carta de Santiago
exerceu influência sobre diversos museus que “procuraram atuar em consonância
com a comunidade numa perspectiva social e endógena, cada vez menos centrada
na ‘sacralização’ dos objetos de acervos e mais focada na relação comunitária” (Souza,
2020, p. 4).
Como caminho para uma das possíveis respostas, seria possível considerar que
o pensamento thompsoniano tem a contribuir com as discussões empreendidas
no interior do pensamento museológico. Tal fato se se refere ao entendimento e
fortalecimento de uma perspectiva que parta das experiências dos “de baixo”, e
não necessariamente categorizando-a como museologia social, se partirmos do
pressuposto que os processos de musealização são inerentes à experiência humana,
tendo em vista as discussões sobre a prática de colecionismo na trajetória da espécie
humana (Lopes, 2010).
207
Cultura
208
mas sempre procurando tirar proveito do jogo do poder” (Aires, 2005, p. 117).
Complementando com Thompson “os de baixo” possuem sua visão própria do
mundo, são “homens e mulheres que discutem sobre valores, escolhem entre
valores, e em suas escolhas alegam evidências racionais e interrogam seus próprios
valores por meios racionais” (Thompson, 1981, p. 194).
Considerações finais
209
lógico possivelmente existentes para além do circuito de produção acadêmico ou
vinculado a instituições oficiais e consagradas na museologia.
Referências
210
Decca, E. S. (1995). E. P. Thompson: Um personagem dissidente e libertário. Projeto
História Revista do Departamento de História da PUC-SP, 12, pp. 109-118.
Faria Filho, L. M. (2011). Fazer História da Educação com E.P. Thompson: trajetórias
de um aprendizado. Em: FARIA FILHO (Ed.), Pensadores sociais e história da
educação (247-264). Belo Horizonte, Brasil: Ed. Autêntica.
Negro, A. L, & Silva, S. (Ed.). (2001). As peculiaridades dos ingleses e outros artigos.
Campinas, Brasil: Ed. Unicamp.
Santos, B. S. (2010). Um discurso sobre as ciências. São Paulo, Brasil: Ed. Cortez.
211
Simões, D. S. (2017). Museus comunitários no Brasil: descolonizando o pensamento
museológico. Revista Latino-americana de estudos em cultura e sociedade, 3, pp.
1-12.
______. (2011). Costumes em Comum. São Paulo, Brasil: Companhia das Letras.
212
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215
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PROGRAMA
● Lunes 25 de Noviembre
Comités organizadores del ICOM - Licda. Olga Nazor, Presidenta, ICOFOM LAM -
Mtra. Melissa Campos, Presidenta, ICOM- El Salvador
Conferencia: “Vigencia del legado de Marta Arjona” Imparte: Dr. Arq. José Linares
Ferrera, ICOM-Cuba
Mesa: Revisitando los clásicos: 2019 año Marta Arjona / Revisitando os clássicos:
2019 ano Marta Arjona Conversan: José Linares (Cuba), Lucía Astudillo (Ecuador),
Carlos Vázquez Olvera (México), Yani Herreman (México), Olga Nazor (Argentina)
y Alejandra Peña Gil (en enlace desde Paraguay).
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2:40 PM – Afectando el Museo, rompiendo con la modernidad Scarlet Rocío
Galindo Monteagudo
3:40 PM – Debates
3:25 PM – Debates
● Martes 26 de Noviembre
10:00-10:30 AM Receso
218
10:30 AM-1:00 PM Mesas de trabajo
11:25 AM – Debates
11:40 AM – Debates
219
Relatoría: Anabella Coronado
3:55 PM – Debates
4:30 PM – Receso
● Miércoles 27 de Noviembre
8:45 AM Desayuno
9:15 AM Recorrido
1:00 PM Almuerzo
1:30 PM Salida a UVG
220
Aula Virtual (J-301), UVG
3:00-4:45 PM Parte I
4:45-5:15 PM Receso
5:15-7:00 PM Parte II
● Jueves 28 de Noviembre
9:00 - 10:30 AM Bienvenida y recorrido - Mtro. Daniel Aquino, Director del MUNAE
Recorrido de la exhibición temporal - Mtra. Flory Pinzón, Museo de Arqueología
La Democracia
2:30 - 4:00 PM Conclusiones y cierre del evento - Sra. Beatriz Quevedo, Presidenta
ICOM-Guatemala - Licda. Karina de Villatoro, Dirección Técnica de Museos,
Ministerio de Cultura y Deportes - Dr. Julio Carranza, Director y Representante de
UNESCO en Guatemala - Mtra. Melissa Campos, Presidenta ICOM-El Salvador -
Lcda. Olga Nazor, Presidenta ICOFOM LAM
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