Capitulaciones Matrimoniales
Capitulaciones Matrimoniales
Capitulaciones Matrimoniales
SALA CIVIL
Expediente: CH-3-17-S
Distrito: Chuquisaca.
VISTOS: El recurso de casación de fs. 363 a 366, interpuesto por Edson Elmer Choque Pinto por
sí y en representación de Cinthia Arango Rodríguez, Martiniano Choque Olguín y Martha
Jimena Choque Pinto contra el Auto de Vista Nº 459/2016 de 15 de noviembre cursante de fs.
358 a 360 vta., pronunciado por la Sala Civil, Comercial y Familiar Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Chuquisaca, en el proceso de mejor derecho propietario y otros,
seguido por María Luisa Paco Serrudo contra Martiniano Choque Olguín y otros, el Auto de
concesión de fs. 373, la admisión de fs. 381 a 382 y todo lo inherente.
CONSIDERANDO I:
I.1. La Jueza Décimo en Materia Civil y Comercial de la Capital Sucre pronunció la Sentencia Nº
85/2016 de 08 de agosto cursante de fs. 329 a 332 vta., que declara PROBADA la demanda
principal de fs. 17 a 18, subsanada en escrito de fs. 24 y 26, e IMPROBADA la demanda
reconvencional de fs. 46 a 48 vta., subsanada en escrito de fs. 52 a 52 vta., y de fs. 231 a 233
vta., declarando el mejor derecho propietario de la demandante sobre el inmueble de 133,87
m2, ubicado en la calle Luis Mendizabal esquina Bolpebra, s/n zona mesa verde de la ciudad de
Sucre, describiendo la matrícula inmobiliaria del referido predio, asimismo dispone que los
demandados Martiniano Choque Olguín, Martha Jimena Choque Pinto, Edson Choque Pinto y
Cinthia Arango Rodríguez, entreguen el inmueble objeto de la litis en favor de la actora, en el
plazo de 30 días de ejecutoriada la Sentencia, bajo prevención de su ejecución coactiva, y sin
lugar a la declaratoria de nulidad de la Escritura Pública N° 456/2009 de 23 de noviembre y su
cancelación del registro de derecho propietario a nombre de la demandante, no se condena en
costas ni en costos por ser proceso doble.
I.2. Resolución de primera instancia que al ser apelada por la parte actora mereció la emisión
del Auto de Vista Nº 459/2016 de 15 de noviembre, que CONFIRMA la Sentencia apelada. El
referido fallo describe las postulaciones de las pretensiones contenidas en la demanda
principal y reconvencional, adicionando que la demandada opuso excepción de prescripción, y
expone como fundamento lo siguiente:
Señala que la Sentencia Nº 106/2015 fue anulada por el Auto de Vista Nº 45/2015 que dispuso
la reposición del proceso hasta fs. 49, disponiendo la integración a la litis de Ana María Pinto
Limachi en condición de vendedora, expone que dicha Sentencia anulada no tiene efecto legal,
no constituye causal de excusa.
Sobre la valoración de la prueba de fs. 33 a 34 vta., son desechadas por ser simples fotocopias
y la contenida en fs. 307 es relativa a una capitulación matrimonial por la que los consortes
ceden la propiedad en favor de sus hijos, respecto a lo cual la A quo la refiere en los hechos no
probados y enfatiza que los demandados no han probado la ilicitud de la causa o del motivo
respecto a la transferencia efectuada por Ana María Pinto Limachi en favor de María Luisa
Paco Serrudo, concluye que en relación a la falta de objeto no se ha demostrado la
imposibilidad de la venta, que no era lícito, no era determinable y no apreciable en dinero.
Asimismo describe que el documento de capitulación matrimonial es tan solo un documento
que no tiene los alcances del art. 1297 del Código Civil, menos se puede equiparar a un
documento público conforme al art. 1287 del mismo cuerpo legal para surtir efectos entre los
suscribientes y sus herederos.
CONSIDERANDO II:
Expone que el Auto de Vista no tiene fundamentación y vulnera su derecho al debido proceso
citando las Sentencias Constitucionales Nº 752/2002-R y 1369/2001-R y que la apreciación
subjetiva del Ad quem hace que el Auto de Vista sea casable.
Acusa aplicación indebida al art. 1319 del Código Civil con relación al art. 128.9 de la Ley 439,
no existiendo argumento razonable para rechazar la excepción de cosa juzgada, expone que no
se ha valorado correctamente la prueba de descargo conforme a los art. 1286 del Código Civil y
145 de la Ley Nº 439, aludiendo que Martiniano Choque Olguín y Martha Jimena Choque Pinto
anteriormente ya fueron sujetos de un proceso de entrega de inmueble, mejor derecho
propietario y reivindicación, describe que se contraviene el art. 117.II de la Constitución
Política del Estado.
Señala que se ha restringido la valoración de la prueba de descargo, cita los arts. 1286 del
Código Civil y 147 de su procedimiento, aludiendo vulneración del principio de seguridad
jurídica y del derecho al debido proceso.
Refiere que debe observarse el art. 220.IV de la Ley Nº 439 y alega que la decisión judicial
desconoce los arts. 410.I y II de la Constitución Política del Estado y los arts. 15.I y III, arts. 30
num. 6) y 12) de la Ley Nº 025, asimismo indica que el Ad quem debe asumir responsabilidad
de sus actos en apego al art. 8 de la Ley 025 por inobservancia del art. 30 num.6) y 12), de la
referida Ley Orgánica.
Por lo expuesto, en aplicación de los arts. 17. I y II de la Ley 025, solicita casar el Auto de Vista
recurrido.
Indica que el recurrente no cumple con la técnica recursiva, no describe en qué consiste la
violación, interpretación errónea o aplicación indebida de la ley, se limita a referir preceptos
constitucionales; luego describe indebida valoración de la prueba, empero, olvida que la
misma es facultad privativa de la jueza primera instancia de acuerdo a los arts. 1286 del Código
Civil y 145 de la Ley 439.
Sostiene además que el recurso no menciona de qué forma se hubiera infringido el art. 1319
del Código Civil, que el mismo se fundaría en el supuesto perjuicio ocasionado a Martiniano
Choque Olguín y Martha Jimena Choque Pinto, de quienes no tiene representación, pues no
adjunta poder.
La misma fue presentada luego de haberse concedido el recurso de casación y sobre la misma
no generó reclamo alguno, por lo que no será considerado en la presente resolución.
CONSIDERANDO III:
DOCTRINA APLICABLE AL CASO
Sobre la validez y efecto de una capitulación matrimonial corresponde citar el contenido del
Auto Supremo Nº 325/2015-L de 18 de mayo de 2015, en ella se expresó lo siguiente: “El
Código Civil en su art. 945.I establece que “la transacción es un contrato por el cual mediante
concesiones recíprocas se dirimen derechos de cualquier clase ya para que se cumplan o
reconozcan, ya para poner término a litigios comenzados o por comenzar, siempre que no esté
prohibida por ley”; quedando claro que es un contrato necesariamente escrito, que se hace
por documento público o privado conforme manda el art. 492 del Código Civil, normas legales
que se operativizan en los arts. 314 y 315 del Código de Procedimiento Civil, y que establecen
que todo litigio podrá terminar por transacción de las partes, presentando el convenio al juez o
tribunal que corresponda, quién se limitará a examinar si se han cumplido con todos los
requisitos exigidos por la ley para su validez y en su caso homologarla.
(…)
Cabe señalar que un acuerdo entre cónyuges es atentatorio al régimen de gananciales cuando
supone o conlleva renuncia o modificación del régimen impuesto por ley. En el caso particular
ambos cónyuges acordaron libremente disponer patrimonialmente del derecho que a cada
uno le correspondía como consecuencia precisamente del régimen de comunidad impuesto
por ley tal como lo establece el art. 390 del Código de Familia en su última parte, que dispone:
“Se salvan las convenciones entre Cónyuges”.
(…)
Convenio que además no fue objetado por el demandado, a cuyo efecto el Juez de primera
instancia declaró probadas la demanda y la reconvención fundamentando sobre lo pedido, en
base al artículo 131 del Código de Familia, referidos ambos a la desvinculación por la
separación libremente consentida y continuada por más de dos años y la aprobación del
acuerdo transaccional previo, homologándolo. Puesto que en el mismo se estarían otorgando
ambos cónyuges concesiones reciprocas sin que sean para nada atentatorias al régimen de
comunidad de bienes. Por lo que los argumentos vertidos por la recurrente son aplicables al
presente caso.”
Por su parte en el Auto Supremo Nº 148 de 22 de marzo de 2007, emitido por la Sala Civil de la
extinta Corte Suprema de Justicia, se estableció que: "II. La homologación de los acuerdos
transaccionales de división de bienes gananciales: es evidente que por mandato constitucional
(artículos 193 y 194), el matrimonio, la familia y la maternidad están bajo la protección del
Estado y que existe igualdad de derechos y deberes entre los cónyuges. Asimismo, es
innegable que en virtud a lo dispuesto por el artículo 101 del Código de Familia, el matrimonio
constituye entre los cónyuges, desde el momento de su celebración, una comunidad de
gananciales que hace partibles por igual, a tiempo de disolverse, las ganancias o beneficios
obtenidos durante su vigencia, salvo separación judicial de bienes en los casos expresamente
permitidos.
Ahora bien, regulando los alcances de los preceptos anteriormente citados, tenemos que el
artículo 102 del Código de Familia, establece que la comunidad de gananciales se regula por la
ley, no pudiendo renunciarse ni modificarse por convenios particulares bajo pena de nulidad.
En coherencia con esta disposición, el artículo 5º del citado Código de Familia, determina que
sus normas son de orden público y no pueden renunciarse por voluntad de los particulares,
bajo pena de nulidad, salvo en los casos expresamente determinados por ley.
Bajo este marco normativo, se infiere que el acuerdo transaccional o capitulación matrimonial
al que pudieran arribar los esposos en litigio respecto de los bienes gananciales, basados en la
autonomía de la voluntad y la permisión que otorga el artículo 519 del Código Civil, puede ser
homologado en la vía judicial en tanto y en cuanto en la sustanciación del proceso, ambos
expresen su conformidad con dicho acuerdo, sin que se suscite controversia alguna al
respecto, resolviendo de esta manera la cuestión de división y partición de los bienes
gananciales. Empero, a contrario sensu, se entiende que no obstante la existencia de una
capitulación matrimonial o acuerdo transaccional en el que los esposos en litigio expresaron
libremente su voluntad, por imperio de la ley, se puede determinar la nulidad de dicho
documento, por ende sin lugar a la homologación judicial, cuando una de las partes
contendientes manifieste su disconformidad con dicho acuerdo, así este se halle revestido de
formalidades legales como el reconocimiento de firmas y rúbricas o se hubiese otorgado en
instrumento público notarial, condiciones que no tienen relevancia cuando se considera que
en materia familiar, la disposición de bienes gananciales debe estar sujeta a lo establecido por
los artículos 5 y 102 del Código de Familia, entre otros…”.
Para considerar los tres elementos de la cosa juzgada descritos en el art. 1319 del Código Civil,
corresponde citar el contenido del Auto Supremo Nº 340/2012 de 21 de septiembre, en ella se
ha expuesto el razonamiento siguiente: “la excepción de cosa juzgada, se entiende como
"Autoridad y eficacia de una Sentencia judicial cuando no existen contra ellas medios de
impugnación que permiten modificarla" (Couture); "Indiscutibilidad de la esencia de la
voluntad concreta de la ley afirmada en la Sentencia" (Chiovenda); por su parte nuestra
legislación ha recogido dicho instituto en el art. 1319 del Código Civil, estableciéndose la
existencia de ciertos requisitos que necesariamente deben cumplirse, Identidad legal de
personas que consiste en la identidad que debe presentarse en las personas, entre la nueva
demanda y la anteriormente resuelta. Identidad de la cosa pedida, para que exista identidad
de cosa pedida es necesario que entre el primer proceso y el segundo tengan un mismo
objeto. El objeto del proceso se suele definir como: "el beneficio jurídico que en él se reclama".
Y por último la Identidad de causa de pedir La ley lo define como: "el fundamento inmediato
del derecho deducido en el juicio". No debe confundirse con el objeto del pleito, ya que en dos
procesos puede pedirse el mismo objeto, pero por causas diferentes, la causa de pedir será el
principio generador del mismo. En consecuencia, ante una excepción de cosa juzgada, se hace
necesario que el juzgador conozca que en un litigio anterior fue resuelto, mediante Sentencia
firme, el asunto que se le pone de manifiesto, demostrando plenamente la existencia de
identidad de sujetos, del objeto litigado y la causa de la pretensión, triada a la que
precisamente se refiere el art. 1319 del Código Civil.
Al respecto, Rafael Martínez Sarmiento identifica tres identidades clásicas que son: Idem
corpus, que es el mismo petitum, objeto o derecho ventilado; eadem casua petendi, la causa
es el hecho del cual surge el derecho litigioso y Eadem conditio personarum, por regla general,
las Sentencias no producen efecto sino Inter partes, es decir entre los litigantes.
De la misma forma hace Hugo Alsina, que identifica tres elementos importantes para la
procedencia de cosa juzgada y nos enseña que: "La inmutabilidad de la Sentencia que la cosa
juzgada ampara, está condicionada por la exigencia de que la acción a la cual se opone sea la
misma que motivó el pronunciamiento. Este proceso de identificación se hace por la
comparación de los elementos de ambas acciones, y la excepción de cosa juzgada procederá
cuando en ellas coincidan: 1º) los sujetos, 2º) el objeto, 3º) la causa. Basta que una sola difiera
para que la excepción sea improcedente”.
CONSIDERANDO IV:
FUNDAMENTOS DE LA RESOLUCIÓN
Consiguientemente la acusación de haberse infringido el art. 1297 del Código Civil resulta ser
infundada, por ende no concurre infracción al debido proceso, tutela judicial efectiva y los
principios de legalidad y seguridad jurídica contenidos en los arts. 115.II, 178 y 180.I de la
Constitución Política del Estado.
Conforme a la explicación efectuada supra tampoco concurre la infracción de los arts. 134,
144.I, 148.II num. 1) y 145 de la Ley Nº 439, los cuales son normas relativas a la aplicación del
principio de verdad material, clasificación de medios de prueba, el valor del documento
privado y lo relativo a la forma de valorar las pruebas que ya fueron desarrollados en párrafos
precedentes del presente fallo.
3.- Respecto a la acusación de aplicarse indebidamente los arts. 1319 del Código Civil y 128
num. 9) de su procedimiento relativo a la cosa juzgada que incide en el art. 1286 del Código
sustantivo y 145 de su procedimiento, respecto a Martiniano Choque Olguín y Martha Jimena
Choque Pinto; se dirá que los de instancia asumieron un criterio distinto respecto a la
consideración de la cosa juzgada, el A quo asumió que no concurren los presupuestos
establecidos en el 1319 del Código Civil, en sentido de que no concurren las partes, ni la cosa
demandada, ni en relación a la causa; por su parte el Ad quem refirió que no concurre la
identidad de partes.
En el presente caso la actora refiere que adquirió el derecho de propiedad del inmueble
ubicado en la calle Luis Mendizabal esquina Bolpebra, el cual fue objeto de un anterior proceso
civil en el que se llegó a desapoderar a los demandados y posteriormente el 21 de mayo de
2012 Martiniano Choque Olguín y su familia (Martha Jimena Choque Pinto, Edson Choque
Pinto y Cinthya Arango Rodríguez) ingresaron nuevamente al inmueble de manera violenta,
rompiendo candados, encontrándose en la actualidad todos los mencionados demandados en
posesión del inmueble, y describe que plantea demanda de mejor derecho de propiedad,
reivindicación, en base a los arts. 105, 1453, 1454 y 1538 del Código Civil, en este punto se
evidencia la identidad de los primeros demandados.
Uno de los requisitos para considerar la cosa juzgada es la causa por la que se genera una
pretensión, conforme al lineamiento descrito en el art. 1319 del Código Civil y dicha causa
tiene que ver con el sustento fáctico planteado por la parte demandante, así queda
establecido dirá que en el primer proceso se planteó una pretensión de reivindicación sobre el
contenido de que la actora no ostenta la posesión del derecho de propiedad, que fue
planteada en contra de Martiniano Choque Olguín y Martha Jimena Choque Pinto, los que al
momento de la adquisición de predio ya se encontraban en posesión conforme describe la
sentencia de fs. 39 vta. a 43; en el presente proceso el argumento fáctico de la pretensión
radica en que luego del desapoderamiento del inmueble anterior proceso de reivindicación,
los demandados ingresaron con violencia al referido inmueble en fecha 21 de mayo de 2012
rompiendo candados y ejerciendo violencia, esto quiere decir que la causa (relación fáctica de
los hechos), no es idéntica, pues el primer proceso versa sobre un hecho suscitado antes de
octubre de 2010 en la que los demandados Martiniano Choque Olguín y Martha Jimena
Choque Pinto ya se encontraban al interior del inmueble, y en el presente caso se tiene que
luego del desapoderamiento los demandados Martiniano Choque Olguín, Martha Jimena
Choque Pinto, Edson Choque Pinto y Cinthya Arango Rodríguez, ingresaron en forma violenta
al predio en fecha 21 de mayo de 2012, no existiendo similitud en el hecho que origina la
acción reivindicatoria en relación a los dos codemandados, respecto a los cuales se reclama
cosa juzgada, pues la recuperación de la posesión radica en dos sucesos de distintas fechas,
como se ha explicado.
Sobre la observación de que el recurso no cumple con la técnica recursiva, se dirá que el
recurso fue admitido en base a criterios de flexibilidad y bajo la orientación descrita en la
Sentencia Constitucional Plurinacional Nº 2210/2012 de 08 de noviembre; respecto a la
valoración de la prueba la misma puede ser considerada en grado de casación pues la misma
queda aperturada cuando se acusa error de hecho o error de derecho en la apreciación de la
prueba.
POR TANTO: La Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia del Estado Plurinacional de Bolivia,
con la facultad conferida por los arts. 41 y 42 num. 1) de la Ley del Órgano Judicial, y en
aplicación del art. 220.II del Código Procesal Civil, declara INFUNDADO el recurso de casación
de fs. 363 a 366 interpuesto por Edson Elmer Choque Pinto por sí y en representación de
Cinthia Arango Rodríguez, Martiniano Choque Olguín y Martha Jimena Choque Pinto contra el
Auto de Vista Nº 459/2016 de 15 de noviembre cursante de fs. 358 a 360 vta., pronunciado por
la Sala Civil, Comercial y Familiar Primera del Tribunal Departamental de Justicia de
Chuquisaca. Con costas y costos.
Se regula honorarios profesionales en la suma de Bs. 1.000, para el abogado que responde al
recurso.