Responsabilidad Penal de Las Personas Jurídicas - Colombia
Responsabilidad Penal de Las Personas Jurídicas - Colombia
Responsabilidad Penal de Las Personas Jurídicas - Colombia
personas jurídicas en el
ordenamiento jurídico colombiano
Resumen
Palabras clave
Abstract
This work seeks to analyze the progress of the criminal responsibility of legal
entities in accordance with the criminal policy established by the Colombian
State through the legal system, which, with the passage of time, has
managed to acquire relevance within a society. like the Colombian.
Keywords
perspectiva penal.
obligación de estas.
Problema jurídico
¿Responde penalmente la persona jurídica que incurra en la comisión de conductas delictivas en Colombia? -
Hipótesis de respuesta
Si o NO
Objetivo general
Analizar el progreso del desarrollo de l instituto de
la responsabilidad penal de las personas jurídicas
Determinar si responde penalmente la persona jurídica que incurra en la comisión de conductas delictivas en
Objetivos específicos
jurídicas
Estudiar el marco legislativo actual respecto del a responsabilidad de las personas jurídicas en C
●
Identificar el contexto internacional, particularmente el caso España en la responsabilidad penal de la
Desarrollo
a. Concepto y alcance
b. Elementos
c. Objetivos
d. Características
2.
Marco legislativo actual de la responsabilidad de las peronas jurídicas en COlombia y aportes d
b. ñanafjañjfñaf
c. lnclajfañfñjñ
a. Legislación
b. Casos
Conclusiones
Bibliografía
Hipótesis de respuesta:
Si o NO???
Contrario al viejo aforismo societas delinquere non potest, a partir del cual se
fundamenta que las personas jurídicas no podían delinquir, ya que no llevan a cabo
una acción, ésta según Agudelo, Nodier (2004) entendida como aquel movimiento
muscular que produce un cambio en el mundo exterior perceptible por los sentidos,
o el ejercicio de una finalidad; se contrapone, según lo explica Bernate, Francisco
(2021), la imputación jurídico penal bajo el presupuesto de omisión a deberes
generales o particulares. Así, la configuración de la responsabilidad penal actual no
se constituye a partir de elementos naturalísticos como el dolo, la causalidad o la
lesión al bien jurídico, sino a través de la infracción de deberes (por organización o
por institución, acorde con Jakobs).
De ahí que el profesor Bernate asevere que existe una base teórica suficiente
para asumir la responsabilidad penal de las personas jurídicas, pues, en sus
palabras:
(cita OCDE. Convención Interamericana contra la Corrupción de la Organización de Estados Americanos en 1997,
la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción - UNCAC - en 2005 y la Convención de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico para Combatir el Cohecho de Servidores Públicos Extranjeros en Transacciones
Comerciales Internacionales en 2012)
Tal disposición en materia penal que involucró a las personas jurídicas y, que
se generó a la par de la proscripción del comportamiento del lavado de activos y el
fortalecimiento del bien jurídico de la seguridad pública a través de una mayor
regulación del delito de concierto para delinquir, se amplió con la Ley 491 de 1999,
pues ésta dispuso la creación del artículo 247B del código adjetivo, el cual consagra
que en materia de delitos de peligro común o que puedan ocasionar graves
perjuicios a la comunidad si el hecho punible es imputable a una persona jurídica o,
incluso, una sociedad de hecho, por su acción u omisión, el juez que conociera la
causa podría, además de imponer la pena de multa, ordenar la cancelación del
registro mercantil del ente jurídico, la suspensión temporal o definitiva de sus
actividades y el cierre temporal o definitivo de sus establecimientos. Asimismo, en
caso de que la infracción se ejecutará de forma clandestina o sin los permisos o
licencias necesarios para llevar a cabo la actividad, se presumirá la responsabilidad
de la persona jurídica (Ley 491 de 1999. 13 de enero de 1998. D.O. No. 43.477).
La responsabilidad penal de los entes jurídicos ha sido abordada por las altas
Cortes en diferentes sentencias. Particularmente, la Corte Constitucional, en
sentencia C - 320 de 1998, magistrado ponente Eduardo Cifuentes Muñoz, el alto
tribunal manifiesta que: “La imputación penal de ciertos delitos a las personas
jurídicas no se deduce con fundamento en el puro nexo de autoría jurídica. Es
indispensable a este respecto que la violación penal se haya cometido en el interés
objetivo de la persona jurídica o que ésta haya reportado beneficio material del
mismo. La persona jurídica está sujeta al cumplimiento de variados patrones de
diligencia en el ejercicio de su objeto (culpa in eligendo y culpa in vigilando). Así
como el legislador civil gradúa las culpas, el legislador penal hace lo propio y
consagra tipos penales en los que el ingrediente del delito lo constituye el dolo o la
culpa. El reconocimiento de capacidad penal a las personas jurídicas, exige que en
su caso por fuerza la culpabilidad esté referida a un esquema objetivo que tome en
consideración la forma particular cómo se coordinan los medios puestos por la ley a
su disposición en relación con el fin por ellas perseguido, de modo que con base en
este examen se deduzca su intención o negligencia. En este sentido es importante
precisar que, si bien el objeto social contrario a la ley excluye el discernimiento o
asunción de la personalidad jurídica, las actuaciones societarias que en desarrollo
de éste se cumplan con menoscabo de la ley por regla general no son
incompatibles con dicha personalidad, aunque ciertamente exponen al ente
corporativo a recibir las respectivas sanciones consagradas en aquélla”.
A pesar de ostentar la misma finalidad, la norma en trato reguló con mayor precisión
tal facultad. En este sentido, aplicó los principios del sistema acusatorio, pues ya no
era la autoridad judicial quien, de oficio, ordenaba la medida, sino que ésta debe
solicitarse por el ente acusador. Tal solicitud sólo será procedente si se realiza entre
el inicio de la indagación y la presentación de la acusación. Al respecto de esto
último, es relevante tener en cuenta que la Corte Constitucional (2016) condiciona la
interpretación de la norma bajo el entendido de que quien acredite un interés
legítimo para obrar en el proceso y pueda catalogarse como víctima, ostenta la
facultad de solicitar a la autoridad judicial de forma directa la imposición de las
medidas provisionales que consagra el Art. 91 del Código de Procedimiento Penal,
el cual destaca que, “En cualquier momento y antes de presentarse la acusación, a
petición de la Fiscalía, el juez de control de garantías ordenará a la autoridad
competente que, previo el cumplimiento de los requisitos legales establecidos para
ello, proceda a la suspensión de la personería jurídica o al cierre temporal de los
locales o establecimientos abiertos al público, de personas jurídicas o naturales,
cuando existan motivos fundados que permitan inferir que se han dedicado total o
parcialmente al desarrollo de actividades delictivas. Las anteriores medidas se
dispondrán con carácter definitivo en la sentencia condenatoria cuando exista
convencimiento más allá de toda duda razonable sobre las circunstancias que las
originaron. Parágrafo. Cuando se hubiese suspendido o cancelado la personería
jurídica de que trata este artículo, la persona natural o jurídica estará inhabilitada
para constituir nuevas personerías jurídicas, locales o establecimientos abiertos al
público, con el mismo objeto o actividad económica a desarrollar, hasta que el Juez
de Conocimiento tome una decisión definitiva en la sentencia correspondiente”.
A través de la Ley 2014 de 2019, que tuvo por objeto adoptar medidas para la
sanción efectiva de los delitos que afecten los bienes jurídicos tales como la
administración pública, la administración de justicia y aquellas que afecten el
patrimonio del Estado, se modificó el literal J del numeral 1° del artículo 8° del
Estatuto General de Contratación de la Administración Pública -Ley 80 de 1993-, en
el sentido de que sobre las personas jurídicas que sean declaradas como
responsables administrativamente por la conducta de soborno transnacional,
recaerá inhabilidad para participar en licitaciones y para celebrar contratos con las
entidades del Estado. Sobre esta última inhabilidad, debe resaltarse que son
destinatarias de dicha sanción todas las personas jurídicas, incluso si no tienen
ánimo de lucro.
Metodología
analizar
estudiar
planificar
determinar
estructurar
Desarrollo
Conclusiones
Bibliografía