T.23,24.civil Ii - Mai

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TEMA 23: LA EFICACIA DEL CONTRATO

1. EL PPIO DE LA RELATIVIDAD DEL CONTRATO.


Para acreditar que la regla gral en los contratos es q son acuerdos de ntza estrictamente
particular entre las partes, hay que recordar los artículos 1257.1 y 1091 cc. Conforme al
primero, los contratos despliegan su eficacia exclusivamente en en relación con las partes
contratantes y sus herederos, siempre y cuando los derechos u obligaciones dimandantes
del contrato no tengan carácter de personalísimos.
De otra parte, en art.1091: las obligaciones que nacen de los contratos tienen fuerza de
ley entre las partes contratantes y deben cumplirse al tenor de los mismos. La fuerza de
ley que dicho artículo, atribuye al contrato como vehículo de vinculación entre las partes
contratantes y la circunstancia de que la eficacia del contrato haya de restringirse al
ámbito propio de los contratantes ha traído consigo que el tema que ahora desarrollamos
se haya identificado por la doctrina como la calificación técnica de la relatividad del
contrato.
Con la expresión “ppio de relatividad de contrato" se trata de poner de manifiesto que la
eficacia del contrato como categoría no tiene alcance general respecto de la colectividad,
sino un alcance limitado a las partes contratantes. El contrato pues, es por principio
relativo, sin que por consiguiente pueda generar derechos u obligaciones respecto a
personas extrañas o pueda atribuirsele un carácter gral.
Han de considerarse parte contratantes quienes asumen las obligaciones u derechos
derivados de cualquier relación contractual, con independencia de su material. Fallecido
cualquiera de los contratantes, sus herederos serán considerados igualmente partes.

2. EFICACIA DEL CONTRATO EN RELACIÓN A LOS TERCEROS


La regla gral de la relatividad del contrato conoce, sin embargo, quiebras en más de un
caso, como ha tenido ocasión de razonar la jurisprudencia y vamos a considerar a lo
largo de los siguientes epígrafes, sobre todo en relación con los contratos a terceros.

3. CONTRATOS A FAVOR Y EN DAñOS A TERCEROS


.- Contratos a favor.
La existencia de contratos generadores de dchos a favor de terceros se encuentra
consagrada en el CC. Dispone: si el contrato contuviere alguna estipulación en favor de
tercero, éste podrá exigir su cumplimiento, siempre que hubiese hecho saber su
aceptación al obligado antes de que haya sido aquélla revocada.
La práctica contractual y el propio CC conocen ciertos esquemas contractuales que
responden precisamente al designio de favorecer a una persona ajena a las partes
otorgantes del contrato.
1. Partes contratantes y beneficiarios.
La existencia de un contrato en favor de tercero, presupone que éste, pese a no haber
sido parte contratante, es titular de un determinado derecho de crédito que puede exigir
directamente a aquellas de las partes contratantes que resulte obligada al cumplimiento.
El CC La denomina promitente, mientras que a la parte contratante de la que trae causa el
beneficio para el tercero recibe el nombre de estipulante.
El tribunal supremo declara que el beneficiario debe ser titular del derecho de crédito y no
un mero receptor de la prestación. El beneficiario, no tiene porque acreditar capacidad de
obrar alguna, ni siquiera es necesario que sea persona, pues en todo caso la gestión de
sus intereses podría ser atendida por representantes legales.
2. Aceptación por el beneficiario en relación con la revocación de la estipulación.
El beneficiario del contrato podrá exigir su cumplimiento, siempre que hubiese hecho
saber su aceptación al obligado antes de que haya sido aquella revocada. A partir de la
aceptación del beneficiario, las partes contratantes quedan obligados a respetar el
contenido contractual beneficioso para el tercero. Pero, la norma en deja el asombro la
serie de cuestiones, entre ellas determinar el momento del nto del dº de crédito.
.- Contratos en daños a terceros.
La existencia de este tipo de contratos, vendría a demostrar la quiebra del principio de
relatividad de los contratos. Son relativamente frecuentes los acuerdos contractuales que
tienen por objeto procurar el daño a terceros.
Cuanta a causa de la celebración de un contrato, su objeto incorpora un resultado
dañoso para terceros podrían hablarse de contratos en daño de terceros.
En en estos contratos deben merecer la reprobación general de la sociedad y, por
consiguiente, su expulsión del sistema normativo.

4. CONTRATOS CON PERSONA A DETERMINAR


Práctica contractual en la que una de las partes contratantes se reserva la posibilidad de
señalar como contratante definitivo a una tercera persona que, puede ser desconocida
para ambas partes. La característica principal vendría representada por la vinculación que
uno de los contratantes y asume, que pasará a ser parte del contrato, como si hubiera
participado en la celebración del mismo.
Dicha práctica, encuentra su razón en el hecho de evitar el devengo de un doble
impuesto de transmisiones en operaciones de carácter especulativo que, de otra forma,
se encarecerían notoriamente por motivos fiscales.
Al depender exclusivamente de una de las partes la posible designación de un tercero, la
otra parte contratante sola admitir dicha cláusula siempre cuando sus expectativas de
cobro se encuentren plenamente aseguradas.
El supuesto de contrato con persona a designar viene representado por el contrato de
compraventa celebrado en documento privado y sin trasmisión de la propiedad.

5. LA PROMESA DEL HECHO AJENO


Supuestos en los que la obligación a cargo de una de la partes contratantes (promitente)
consiste precisamente en conseguir que un tercero célebres un contrato con la otra parte
o se avenga a cumplir las obligaciones del contrato base celebrado entre el prominente y
promisario.
La promesa del hecho ajeno no se encuentra contemplado expresamente en el código
civil, pese a su evidente conformidad con las reglas generales de la autonomía privada.
La promesa no presenta problemas de licitud, pero la existencia de un marco legal
concreto de carácter dispositivo arroja dificultades.
La figura en estudio, en cuanto categoría, se caracteriza lo fundamental, por las
siguientes notas:
a) el prominente debe actuar por sí mismo, en su propio nombre y por cuenta y riesgo,
sin arrogarse frente al promisario representación alguna del tercero.
b) Generalmente, la prestación propia del prominente debe configurarse como una
obligación de resultado y no de medios.
c) Por lo común, los casos de promesa del hecho ajeno son contratos de carácter
oneroso, pues el prominente pone precio a su intermediación, con independencia del
marco de derechos y obligaciones previsto para las eventuales relaciones entre el
promisario y el tercero.
Si la actividad intermediardora del prominente ofrece el resultado previsto, éste queda
liberado de la obligación de resultado que sobre él recaía, y puede reclamar el precio
fijado para su tarea intermediadora.
6. LA CESIÓN DEL CONTRATO: CONCEPTO, FUNCIÓN Y EFECTOS
1. Concepto y función.
Seguidamente, tb puede ser objeto de transmisión la integra posición contractual que
una persona ocupe en un determinado contrato. La razón de ello puede consistir en
motivos de muy diversa índole, pero que sin un lícitos y no provocan inseguridad para la
otra parte contratante, deben ser perfectamente atendibles por un sistema normativo que
se caracteriza por la libertad de tráfico en relación con toda suerte de bienes y servicios.
El CC, no dedica norma alguna a la posible cesión del contrato; la cual, ha de
configurarse como un negocio atípico, sobre cuya de admisibilidad no obstante no debe
haber lugar a dudas.
2. Presupuestos.
Conforme al tribunal supremo, para que pueda darse la cesión del contrato, se requiere
fundamentalmente:
a) que la otra parte contratante a la que suele denominarse contratante cedido, acceda a
consienta la sesión.
b) Que se trate de contratos bilaterales o sinalagmáticos, cuyas recíprocas prestaciones
no hayan sido total y completamente ejecutadas, pues en tal caso el designio propio
del contrato en cuestión habrá dejado de tener sentido y no cabrá, por tanto, la sesión
de posición contractual alguna.
3. Efectos de la cesión.
Como regla general, la cesión del contrato conlleva la liberación o desvinculación del
contratante cedente, quien en adelante no queda obligado respecto del contratante
cedido. No obstante, cabe el pacto en contrario y, en la práctica, no es extraño que en
forma subsidiaria, el cedente que de obligado durante un cierto lapso de tiempo a
responder en caso de que el cesionario incumpla las obligaciones que le incumban.
Tales obligaciones serán las contempladas en el contrato originario.

7. REFERENCIA AL SUBCONTRATO
Es frecuente hablar de subcontrato, con la finalidad de resaltar una realidad económica
innegable. La subcontratación tiene como presupuesto necesario el hecho de que las
obligaciones asumidas por las partes contratantes no tengan carácter personalísimo.
La idea de subcontrato aparece teñida de un profundo matiz instrumental, pero al mismo
tiempo independizarse del propio alcance del contrato del que son complemento.
El ordenamiento jurídico, mediante la acción directa, conceda al subcontratado la facultad
de demandar o reclamar el cumplimiento de las obligaciones insatisfechas por el
subcontratante al contratante que, a su vez, es deudor subcontratante.
Cabe también el juego de la acción directa en favor del contratante acreedor
subcontratante del en relación con los posibles subcontratados.
En nuestro stma jco, la Ley no reconoce a la acción directa un alcance general, sino que
se limita a establecerla en algunos supuestos concretos . Por tanto, no cabe propugnar su
interpretación extensiva.
TEMA 24: LA INEFICACIA DEL CONTRATO

1. LA NULIDAD DEL CONTRATO.


Es el supuesto más grave de ineficacia. Suele ser adjetivada como nulidad absoluta o
nulidad de pleno derecho. Los contratos nulos pues, no merecen para el derecho más que
rechazo.
.- Causas de Nulidad:
1. La carencia absoluta o inexistencia de cualquiera de los elementos esenciales.
2. El incumplim de cq de los requisitos del objeto del contrato: licitud, posibilidad y
determinación.
3. La ilicitud de la causa.
4. El cumplimiento de la forma sustancial.
5. La contrariedad a las normas imperativa es a la moral y al orden público, en cuyo
caso se suele hablar, de contrato legal.
6. En particular, los actos a título gratuito sobre bienes comunes realizados por un
cónyuge sin el consentimiento de otro.
.- La Acción de Nulidad.
Por muy nulo que sea un contrato, en caso de haberse celebrado, producirá una
apariencia de tal que, salvo que sea destruida, seguirá produciendo efectos propios del
contrato de que se trate, como si fuera válido.
Para evitar las, el derecho dota a la acción de nulidad de una serie de caracteres:
a) es imprescriptible, puede ser ejercida en cualquier momento.
b) Puede ejercitar las cualquier persona interesada en deshacer el contrato nulo.
.- Consecuencias de la Nulidad.
a) En gral, la Restitución: Dado que el contrato nulo no produce efectos, las
consecuencias de la declaración judicial de nulidad tienden a dejar las cosas en el statu
quo a la celebración del presunto contrato: lo que técnicamente se denomina restitución.
La restitución ha de tener lugar, en principio, en forma específica.
b) En particular: los supuestos de ilicitud: La regla restitutoria no ha parecido hcamente
conveniente a los supuestos de ilicitud. En tales casos, han de aplicarse las reglas, que
determinan diferentes consecuencias según que la ilicitud del objeto y de la causa
constituya, un ilícito penal propiamente dicho.
1. En Caso de ilícito penal, las partes carecerán de toda acción entre sí, y se procederá
contra ellos.
2. En los supuestos de causa torpe, no constituye delito y falta, pero se observará con
una serie de reglas.
.- Nulidad Parcial del contrato.
Cuando el contrato contiene una o varias cláusulas ilegales, pese a la validez y
adecuación al Ord Jco del conjunto esencial del mismo.
La coexistencia de cláusulas nulas plantea el problema de determinar si la invalidez de la
cláusula nula debe afectar al conjunto contractual.
Resulta claro q el vacío contractual resultante debe rellenarse mediante las tareas de
interpretación y, fundamentalmente, de integración, de forma casuística.

2. LA ANULABILIDAD: CAUSAS Y EFECTOS.


Un contrato anulable será aquel que pueda ser anulado o, por el contrario, seguir
produciendo efectos en caso de que su efectiva anulación no tenga lugar. Es un supuesto
de invalidez de mucha menor gravedad que la nulidad.
.- Causas de la anulabilidad.
1. Todos los vicios del consentimiento. (error, violencia, intimidación, dolo...).
2. Inexistencia de plena capacidad de obrar en alguno de los contratantes. Casos:
 menores no emancipados, personas sometidas a tutela o curatela...
3. Inexistencia de consentimiento marital o uxorio (del otro cónyuge).
.- Acción de Anulabilidad.
La acción de anulabilidad tiene un alcance mucho más limitado que la nulidad.
A) Sólo durará 4 años, pero el plazo ha de comportarse de forma diversa, según la ntza
de la anulabilidad:
1. El punto inicial del cómputo es la consumación del contrato sólo en los casos de error
o de dolo.
2. Por el contrario, en las demás causasanulabilidad, el cómputo inicial que era
retrasado a un momento posterior a la perfección del contrato anulable:
.- El cese o desaparición de la intimidación o violencia.
.- La salida de la tutela.-
.- La disolución de la sociedad conyugal o del matrimonio.
B) El círculo de personas legitimadas para el ejercicio de la acción de anulabilidad queda
limitado a las personas que hayan sufrido el vicio del consentimiento o fueren incapaces
para realizar el contrato.
.- Efectos de la Anulabilidad.
Son sustancialmente los mismos que las consecuencias de la nulidad analizadas.
Bastaría con tener en cuenta el trato favorable a quienes contratan sin tener plena
capacidad de obrar;” no está obligado el incapaz a restituir sino en cuanto se enriqueció
con la cosa precio que recibiera”.
De otra parte, los supuestos de ilicitud, no pueden expandirse a los supuestos de
anulabilidad.
La fundamental coincidencia de efectos entre nulidad y anulabilidad, la restitución entre
los contratantes, es consecuencia del hecho de que la anulación del contrato tiene
carácter retroactivo.

3. EL MUTUO DISENSO.
El sustrato del contrato está en la voluntad de obligarse manifestada por los
contratantes. Éstos tienen la posibilidad de celebrar un nuevo contrato encaminado a
privar de efectos al contrato inicialmente concluido. Que se contrató, se conoce
habitualmente con el nombre de mutuo disenso. Se quiere expresar con este término que
los contratantes están de acuerdo en romper el consenso inicialmente existente.
Son susceptibles de extinción por mutuo disenso cualesquieras relaciones obligatorias.
La distinción no obstante tiene su importancia a la hora de establecer los efectos del
mutuo disenso.
En conclusión, el alcance del mutuo disenso es difícilmente reconducible a unos ppios
grales. Por lo demás, en cada caso, atendiendo al contenido del contrato de disenso y a
las características de la relación a extinguir, habrán de precisarse con mayor exactitud su
alcance consecuencias, a la vista de lo pactado y de las vías generales de integración del
contenido del nuevo contrato..

4. EL DESISTIMIENTO UNILATERAL.
El compromiso asumido por los contratantes los vincula, haciéndoles jurídicamente
exigible la observancia de la conducta debida a cada una de las partes.
Esta regla, parece ser ignorada por el legislador en una serie concreta de supuestos, que
se caracterizan porque en determinados contratos se reconoce a una o a cada una de las
partes contratantes la posibilidad de extinguir la relación contractual por su libre decisión.
Entre los principales supuestos, del código civil destaca: la facultad de desistimiento en el
contrato de obra. El dueño de la obra puede dar orden al contratista para que cese la
construcción, poniendo fin al contrato. En tal caso, al contratista hay que darle una
indemnización.
Para q se de el libre desistimiento tienen q aparecer una serie de presupuestos:
1. Que exista una relación de tracto continuada.
2. Además, deben darse alguna de las situaciones siguientes: que la duración de esa
relación sea indeterminada; que la economía interna de la relación contractual en
cuestión asigne roles no equilibrados a las partes, siendo predominante el interés de
una de ellas.
.- Efectos del desistimiento. En efecto claro es que cuando se admite el libre
desistimiento, se extingue la relación obligatoria, pero parece q sin alcance retroactivo.
Menos claro es determinar el si este desistimiento tienen o no un precio. En términos
generales parece que no.
.- Desistimiento Unilateral convencional. Resulta difícil admitir la introducción
convencional desistimiento unilateral. Hay cauces legalmente arbitrados para introducir
algo similar al libre desistimiento, se trata de la posibilidad del llamado “ dinero de
arrepentimiento " o " multa penitencial " y de las arras.

5. LA RESOLUCIÓN POR INCUMPLIMIENTO.


En el art.1124.1 del CC se establece q: “ la facultad de resolver las obligaciones se
entiende y implícita en las recíprocas, para el caso de que uno no los obligados no
cumpliere lo que le incumbe”.
.-La facultad resolutoria originan confusiones entre ella y la condición resolutoria
propiamente dicha.
Dicho esto, hay que aclarar una serie de cuestiones:
1. La facultad resolutoria establecidas legalmente no es una condición; sencillamente
porque el evento futuro contemplado no es ajeno a las partes contratantes. Además, la
condición, requiere un pacto expreso. La denominación condición resolutoria tácita
debe abandonarse.
2. Establecimiento de la cláusula resolutoria expresa es, el ejercicio extrajudicial
anticipado y previsor de la facultad resolutoriaalmente reconocida.
Por tanto, no basta pactarla sin más ni más, sino que su contenido habrá de ajustarse a
las circunstancias jurisprudencialmente requeridas para el ejercicio de la facultad
resolutoria.
.- Requisitos en el ejercicio de la facultad resolutoria conforme al T. Supr:
1. Que el reclamante o demandante haya cumplido su obligación o que acrediten que se
encuentra en condiciones de hacerlo.
2. Obviamente, que la otra parte no cumpla o no haya cumplido cuanto le incumbe,
aunque su incumplimiento no sea total, sino parcial.
Aún cuando incumplimiento parcial permita la aplicación del artículo, 1124 en todo caso
ha de requerirse el incumplimiento sea grave, afectando a obligaciones principales del
mismo y no simplemente a las accesorias o secundarias.
En definitiva, se trata de que el incumplimiento parcial o total haya frustrado de forma
relevante y las expectativas del contratante que reclama.
3. Que se encuentren lidiadas las partes por un contrato bilateral.
4. Que la obligación cuyo incumplimiento fundamenta el ejercicio de la facultad
resolutoria sea exigible.
5. Que la frustración del contrato dimanante del incumplimiento sea patente o, al menos,
acreditable.
.- Ejercicio de la acción resolutoria.
El perjudicado puede optar por que exigir el cumplimiento o la resolución del contrato.
Cualquiera de ambas opciones va acompañada en principio por la indemnización de
daños y perjuicios; aunque no de forma necesaria.
Al no prever el código civil el plazo de ejercicio de la acción, ha de entenderse que la
prescripción de las acciones personales es de quince años.
.- Efectos de la resolución.
En caso de obtenerse definitivamente esta, la resolución del contrario tiene efecto
retroactivo y eficacia restitutoria, por lo que las partes habrán de reintegrarse
recíprocamente el objeto del contrato que hubieran recibido.
Estamos pues, ante un supuesto más de ejecución específica, que en caso de resultar
imposible, se verá sustituida por la consiguiente reparación pecuniaria.

6. LA ALTERACICUNSTANCIAS CONTRACTUALES: LA CLAÚSULA REBUS SIC


STANTIBUS.
.- Introducción.
No es extraño los supuestos en los q, como consecuencia de la alteración de las
circunstancias del contrato, no previstas por las partes, se producen efectos que atentan
contra la equivalencia de las prestaciones establecidas originariamente en el momento de
celebración del contrato. Dichos supuestos plantean graves problemas, a los que el
derecho de hacer frente, aunque las partes no se hayan preocupado de preverlos.
ante semejante eventualidad, la doctrina ha hablado de la llamada cláusula rebus sic
stantibus como remedio al desequilibrio patrimonial que la alteración de las
circunstancias contractuales comportan, en el sentido de entender implícito en todo
contrato de tracto sucesivo un pacto, en virtud del cual el cumplimiento del mismo se
entiende necesario siempre y cuando las cosas sigan manteniéndose tal y como se
encontraban en el momento de perfección del contrato.
Con ello, se evitarían consecuencia notoriamente injustas que resultan repelente para el
jurista.
Otro de los principios y básicos de la materia contractual es el pacta sunt servanda.
Su desconocimiento y implicaría, hacer dejación simultánea del mantenimiento de la
seguridad jurídica contractual y podría acarrear el cumplimiento de los contratos quedase
sometida al arbitrio de una de las partes.
.- Claúsula Rebus sic stantibus como supuesto de integración contractual.
La confrontación entre el ppio de seguridad contractual y el mantenimiento de la
equivalencia de las prestaciones se ha pretendido superar, argumentando que dicha
cláusula se encuentra incita en todo contrato por voluntad presunta de las partes.
Dicho planteamiento es erróneo. La virtualidad propia de la cláusula no se deriva de
pacto entendido alguno, ni de la voluntad presunta de las partes, ni por supuesto es una
cláusula contractual, en el sentido convencional de regla prevista en insertada en el
contrato por las partes.
Al contrario, se trata sencillamente de una aplicación concreta a los contratos de
ejecución temporalmente diferida de las reglas de integración contractual imperativamente
restablecidas por el código civil que, por principio, son ni disponibles para la voluntad de
las partes.
.- Requisitos y efectos de la aplicación de la claúsula “rebus sic stantibus”.
1. que entre las circunstancias existentes en el momento de celebración del contrato y
las concurrentes en el momento de su cumplimiento o ejecución se haya producido
una alteración extraordinaria.
2. Que, a consecuencia de dicha alteración, resulta de una desproporción exorbitante y
fuera de todo cálculo entre las prestaciones convenidas.
3. Que no exista otro medio de remediar el desequilibrio sobrevenido de las
prestaciones.
4. Que las nuevas circunstancias fueran imprevisibles para las partes en el momento de
la celebración.
5. Que tiene alegue la claúsula tenga buena fe carezca de culpa.

7. LA RESCIS DEL CONTRATO.


.- Idea general.
La rescisión presupone un contrato inicialmente válido, pero posteriormente puede ser
declarado ineficaz por sus efectos lesivos para una de las partes o un tercero. Se
diferencia de la nulidad y anulabilidad en q éstas implican la invalidez inicial del contrato.
.- Causas de rescisión en el CC.
A) Rescisión por lesión:
1. Los contratos que pudieran celebrar sin autorización del consejo de familia.
2. Los celebrados en representación de los ausentes, siempre que éstos hayan sufrido
la lesión.
3. La partición de herencia.
B) Rescisión por fraude: ( celebración de un contrato con intención fraudulenta respecto
de terceros):
1. Los contratos celebrados en fraude de acreedores, cuando éstos no puedan cobrar de
otro modo lo que se les deba.
2. Los contratos que se refiera a cosas litigiosas, cuando hubiesen sido celebrados por
el demandado sin conocimiento y aprobación de las partes litigantes o de la autoridad
judicial competente.
3. Los pagos hechos en estado de insolvencia por cuenta de obligaciones a cuyo
cumplimiento no podía ser compelido el deudor al tiempo de hacerlo.
C) Rescisión por otros motivos. Mediante una cláusula remisiva de carácter general, deja
la puerta abierta cualesquiera otros casos en que especialmente determine la ley la
rescisión.
.- La Acción Recisoria.
A) Requisitos:
1. Que el perjudicado carezca de otro recurso legal para obtener la reparación del
perjuicio.
2. Que el perjudicado pueda devolver aquello a que estuviera obligado.
3. Que las cosas objeto del contrato no se hallen legalmente en poder de terceras
personas que hubieran procedido de buena fe.
B) Plazo:
La acción para pedir la rescisión dura cuatro años.
C) Cómputo del plazo:
Para las personas sujetas a tutela y para los ausentes, los cuatro años no empezaran
hasta que haya cesado la incapacidad de los primeros, o sea conocido el domicilio de los
segundos. En los demás casos, empezará a correr el plazo desde la celebración del
contrato.
.- Eficacia restitutoria e indemnizatoria de la rescisión.
El efecto fundamental es obtener la devolución de todo aquello que haya sido entregado
por virtud del contrato de rescindible. Pero como puede ocurrir que lo entregado haya
desaparecido siendo imposible su devolución, en estos casos la acción rescisoria se
transforma en indemnizatoria con carácter subsidiario. La obligación de indemnizar puede
alcanzar al adquirente de mala fe.

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