AA Marí El Entusiasmo y La Quietud - 20230505 - 0001
AA Marí El Entusiasmo y La Quietud - 20230505 - 0001
AA Marí El Entusiasmo y La Quietud - 20230505 - 0001
L E,NTTJSIASMO
Y LA QI.IIE,TI]D
A'ntoLosítt del ront,antici.srno alematl
Tusquets editores
Barcelona
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ie to,s'f enómenos. Frente a la consideración del
sujeto humano como suieto uníversal, en el que
se autr¡riza una experiencia del pensatniento ctt-
yos resultados sort universalmente aplicables al
se atreve a hombie en cuanto hombre, el romcíntico, opone
sía,
a este sentido corutún y universal un sentido pri-
CIL SU vcLtLo y propio que le perntite saborear aquel. ca-
pero que única- ríLctei. inicit de su tt'fiinrución y dit'erencia frente 1
rnente es goz0, u los demás hontbres. At'i4mqgién del setúido ín' I
éntic:a -l
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thtto lrcnle al scttlitlo contütt. Para la sabitiuría I
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c'lúsich, los ltontbr('.s lio puedcn y no debart diletir f
i ntás que en el nún'tero, p'or su localización ctt el r
espacio y en el tiernpo. Todos tienen Ia núsrua
náturaleia y la núsntá estructura, toda dífere-ncitr
es un signct de aberracióti y alienación, y lodo
hombre se disuelve en. urla universalidad honte,t
génea. Cada vid.a pe.rsctnal puede rlescom-ponerse
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en Íactores comunes, homogéneos y compatibles del mundo interior; con eI romanticisftto, lo acLF
entre ellos, y sustituibles de un individuo a otro. i sación se vuelve contra el mundo exterior, los
El triunfo de esta a:t'irmación es sólo posible gra- I sentidos sólo nos o'frecen LLn acceso indirecto a
cias a la neutralización de todas las disidencias I
é1. Es el mtLndo exterior, el mundo objetivo de
'' .personales,
y la subjetividad se reabso'rbe en la los empiristas, el que deviene problemd.tico y este
objetividad y quedo abolida la distinción entre lo i rexfo jLLvenil de"Ssl&U#&(Cartas sobre el dogma-
próximo y lo lejano, el interior y el exterior y la tisnro y el criticismtifiYdductudo en 1795, desmien-
superficie y la profundidad.
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te categóricamente las at'irmaciones de los "t'iló-
El empirisrno impone et esquema" de un yt i so'fos de la llustración: «La intuición iAl.ele"el4gL
abstracto, puramente gramatical, pLtnto de en- l s t/c ecl e cuando d ei amo s de* ffi 66itr6*W;-n;;6:
cuentro del sistema de las apariencias objetivas, tros ntismos, cLt CIL SI ynisr4a,. el
pero para el romántico, el hombre no estd. softte- ue
tido a la ley de una relatit¡idad generaliTada; cada te s
el tiempo y et instarute de duración desapa-
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de la técnica, de la razón univerial, contra tas que está en nosotros. llo somos nosotros los que
tentativas que tienden a neLltraLizar la prerroga- estamos perdidos en la contentplcLción del mundo
tiva inalienable de la existerucia personal. El em- + objetivo, sino que es é1, el que está oerdido en
rh pirismo de Locke llegabá a la razón po'r media- 'll nuest ra cont emplaciónr.
tAt ción de los sentidos; para el rom¿íntico, la razón
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E La validez objetiva y universal del conocimien-
\L/i posee su evidencia intrínseca directamente acce- * to empírico queda invalidadcL frente a la audacia
sible por la conciencia de sí, dotada de un yalor { de la intuición personal, y el prudente método *t
ontológico y par consigtdente prioritctria en rela- .É analítico sucumbe a Ia. intuición idealista. El co-
ción a los sentidos ex,ternos. fr nocimiento no es accesible a todos los hombres, I É
,''- El ioven SSkg%ing describe esta qqpg.¡iencia fl no hay método objetivo que pueda mostrar la
interior de autoconternplgción co'mo único cami- ü
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verdad porqLle ésta no es cotnún, ni universal, ni
\ no d.e acce§ó hF:Co,nóqimien{o: <<Todos poseemos § extrovertida, antes bien, es personal, subjetiva e
I: un poder misterioso que permite sustraernos a las $ intraverti¿la: La senda misteriosa va hacia aclen-
htt¿llas del tiempo y despojarnos dc todas las re-
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tro. En nosotros o eir ninguna parte se encuentra
'ii laciones exterioies, para eíttrar en nosotros rnis la eternidad con sus mundos, lo pasado y lo
't mos y centemplar lo eterno en su't'orma int4uta- i futuro.
x ¡ ble. Esta coitemp'lación instituye'. l¡¿,, sype¡isn¿ig *
I rn(Ls íntinta, la experiencia más auténtica, de la {
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que depende todo [o que sabemos o creemos sa-
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"ser''' 7)or si.r'nple erten:;iónr. El em.,pit:isnto consi- dencia tle uyta realidad suprosensorial; los setlti-
rJerel¡it ilusorias las pre-tendidas nlanit'estcLciones rios o'frec'ít¿tt Lln conoci.miento 'fragmerutado rie la i
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realidad más inmediata, y puesto q ue s'óLo existía delatqpa cong.ruencia. Todo cuanto se nos arlto_
lo que demostrarse, jaba.limitado era pen.etrable para aquello; pttre-
\i b cía jugar a su capricho con tos elementos itece_
sarios de nuestra-existencia; encogía eI tiempo y
IJ So'm- estiraba e.l espacio. Parecía contpiacerse sótb eít
lo imposjble, y apartar de sí to'posible con' cjes-
preclo- r sa esenctt que entre todas las detttús
parecía interponerse, -separarlas y unirlas U_q#Jg-
ile la razón penetraba en las cómodas mds pro't'ur a:&g-&:UfuSg, sigúiettd.o el' ej emplo d.e*ils
tlas y en los rincones mcís recónditos_ de los pa- antlguos y de Q'ilTenes de algo parecido percufá-
lacios y mds altd. del iardín, tacionalmente pro- ??"t1. Pugnaba por salvarmé ab aquél sér terri_
yectadó,
-el y de la veria que instauraba y pro_tegí.a ble, buscando amparo, según tni iostumbre, de-
reino áe la luz, de la-luz de la razón, no había trás de una intagen.
sino el bosque de la noche y el entresii o de los . "A los .-f et.tó.menos q.ue de ahí se d.erivan. po-
senderos que se $i-t'urcan ad infinitum. E I mundo némosles in'f_i.nitos n.ontbres, pues todas tas -t'itóso_
de las cualidades ocultas escapaba por definició'n fías y las religiones todcLs hah. tratado de relso["¡er
a la investigación visual; las simpatías, analogías
que anintaban v r e-ordenaban e[ mundo se oculta-
ban bajo el ve lo det misterio. Dios estaba de nues'
lado ynoh
moníaco es lo
intelige ncta
'elm2 en su
kermann
parq. el Consejero Aúlico e lo d' o
que se resistt?t a la razén, a atu- la razó'n no logra
raleza y det Hombre- El término no tenía un sen-
tido mds preciso y más satist'actorio _ que el de ca a cíertos
Dios, los Dioses, el Destino o cualquier otro de sobre
los nombres de que se servía para designar todo
lo que se resiste a la ctara comp renston de la
razón. n Poesía y Verdad,
en su ju ventud «cr€ía descu
tanto
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uno" vef »ymás de con md.s radical mente el mwimiento de
misma tan emancípación ernprendi do por los
tarde (428): la obra de Goethe es la grandiosa racionalist, AS;
tentativa de
pronta realizar un humanis mo en el que se uniesen ar-
s; pre' moniosamente todos los e\e mentos constitufiubs
o., la covl- del alma hum ana, pero siempre desde et orden de
sen
en oS, O meior; de la razón. Estaesla 'e
ciencia de su Pres todas las el
ffa clararnente
su esencia misma, MLIES pecto a la cultur 'a de la ga, e v_
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obieciones de Goet he res
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de la re aslr
el romanticis mo afran-
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faz de -concepto
cadelar estricció.n a que ésta ha sido sometid.a
del hombre y ubicr) no en el mun do de las percepctones sen-
orden del conacimiento sibles, en la realidad exte rior, stno etl nosotros
de la la itimitación y del mtsmos. -tr" ;
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los Íorsos secreta s del Áfundo )' sacar a la.brir
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cia del objeto designado: como aquel monje que ttez del Emilio de Rousseat.t. De.¡de Herder a los
iamris hubía pronunciado ttna sola palabra y a 'ttoptrlares Grimru se recopilarán to¡Jcs los cuentos
hermanos
'quien aI morir xts discipulos le diji.ron:
"Decid- alemanes (rondalles) con la certidum'
palabrao, y el monie diio: nFuego".y. el
una sola "se br'" Ae que guardan las verdades Arcanas del es-
,convento incendió. Esta es también la palabra píritu.del pueblo (Votkgeist) y del inconsciente
romántica, con todos los poder.es d.e la palabr.a colectwo.
rnáeica, que no es representación, sino presencta
ineludibté: "El lenguaie es idéntico a la alegor.ia,
v orimer instruménto inmediato de la magia' +
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'ferencia (una cosa es lo que no es la otra), el *rk
otro, a.mbiguo, lo hard a partir del principio de
fr ancLlogia ({odas las cosas tienen una relación de
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semejanza entre sí). El romanticismo recuperard La lectura de los romtírtticos alernanes provo-
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el saber analógico previo a la ruptura episternoló- ca constc¿ntemente agradables y clesconcertantes
gica del slglo xvtr, y volverá a buscar los podere's sorpresas: a.parecen a cada página tdeas, inruge-
itrisibles que sostienen el Universo actuando a nes, _que «no pueden sino provenir de» p¡s¡¡¡o,
través del mttndo visible vista, el oído, el ol' Nicolás_ de Cusa, Paracelso,- lakob Bóhme, Gior.
't'ato elevan kt imaginación-la
a un espacio cualitati' dano Bruno, el Maestro Eckhart, Marsitio Fici-
vo desde donde se contempla el gran pcisaj e con no, etc., etc. Frente a una primera hipótesis tle
el qu.e el romántico se siente compenetrado-, la 'ftLndamental influencia de los poeias-cienttt'i-
describiend.o lo inyisible en el lenguaje de lct vi- cos-magos de la Edad Media y del'Renacimienio,
sible, otorgándole a éste todos aquellos poderes he podido observar que la présencia de tod.o este
qtLe la ciencia y la razón discursiva le habían arre- pensamiento teosó,t'ico, mágico y panteísta era algo
batado. El romántico vuelve a con-fundir aquellos yrevio a la lectura de las obrás de estos art:,stos-
conceptos qu"e la modernidad había separado: pe.nsador.e.s y qLLe la lectura de sus obras y la
v-. ciencia y arte. realidad y 'ficción, magia y ciencia, adscripción a sus sisternas -t'ue una forma de-a-t'ir-
.sueño y realidad, hutnanidad y diuinidad. "La ima'
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rtú ginación sitúa el ntundo futuro bien sobre noso'
fi'Lar a posteriori su pensamiento rnediante la attto-
ridad d"c íu traatción. Los románticos no 'tu_eron
tros, bien más abcLjo, bien erL la metempsicosis en los continuadores de los alquimistas, magos y fi-
la que estamos cotnprometidos. Sc¡ñamos con via- lósofos de la Edad Media y det Renacirnién{o,
jnr a través del Universo; pero ¿es que no estd pero_ sLt- ptmto de partida es el mistno que et r.le
ya el Univer.so en nosatros?, Si pensarse es pen' los buscadore5 fl¿l.aurum potabile o de-la piedru.
sar el Universo, uno está en sí núsmo com.o las filosofal, de la visión cósmica como coinciáentia
cosas estdtt en el Universo. El poeta tomard la opositorum y de la concepción del universo con,Lo
{ imagen del brujo; tomará las 'figuras de la metá' un entblema o jeroglífico de la mente, p'ues, aun-
l fora t La ntetonimia como únicos instrumentos qLLe estos conceptos hayan sido utilizados de ma-
de conocimiento de la reaiidad y únicos medios nera sistemática desde los comienzos de las es-
i de o-cttLcLr sobre ella. El hombre ha de parecerse
peculaciottes filosó'ficas, los síntbolos que los reve-
a los elementos si quiere esctLchar el inmenso lan oscuramente no erürl producto de la ret'lexiótt
nturmullo, el inde't'inible runtor que éstos hacen, críLica, sino resultaclo rie una tensión exisiencial.
y que sólo perciben los que se sienten en herntan- En la medida en qu.e, al asuntir su prese.ncia en
dad con toda la ntateria, la cual, lejos de ser iner' el rnundo, el hontbre se etlcuentra atile la oci,fra,
te, bulle e irra-clia kL energía más violenta. Ln tarea. o la."paÍ,abrtt" ¿¿1 ntunda, sc. ye fctr¿ttclct u a{ron-
de tlesr:ifrar este lenguaj e cit'rcLdo, ocutto, está. en- lar los ctspeclos cot¡.f rr¡dicÍctri.os tle iuta re-afiriad o
r:omettdada ctí poeta.. Y su lengua.j e, su discurso, de ut'ta .sacraLidad q:i-t.: .\c. sitttlc í.uúado n t:r¡¡t.si.
cstará 111uy cerca clel discu-rso deÍ 'Íoco, del sctf ista clerar can1.o corl1p(rr i ,q ¡ ito¡ttogónctt. n[Jr¡o tj c ic¡.s
),rcit,inrlicará el pensamien.to y las't'iguras del dasci¡bt'in¡.ientcts dt') t liri!it lltttt¡rni<t fna. e.spott-
r:oncicitrticnto ruágico en't'rentán.dofo categórica' tdneotn.c.t¡Íe pre.::eniirÍo e'i d.ía en que, a tro.t,é.s t1 c
ntet'ti.c al 'nequelto y escütdidc.¡ ttutnd,o de la,s ce¡or- cier."t-os_ síntlt.otcs, ei i¡¡ntbre adivincj qite I.c.s
d ett u t1 cts cart e.sian.as- itc.t
l.arido.ie.s I los anf c¡r:c:tti.st¡los 1:,uederz .sct rtrtit iilti-
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clos e integrados en una tLnidad. A partir de e11 ritual, no cronológica. La inquietud. romántica es
instante, l"os aspectos negativos y siniestros del activ.a, produ,ctori d.e la obrá en que están sinte_
cosmos y de los dioses no solamente encontraron rizadas reaLidad y deseo. EL estad.ó i"-áilo- ;;;;;
lma explicación, sino qtLe se mani't'estaron corno sición representá ya en sí una contradiiilai'"{r,"
oarte intesrante de toda realidad o sacralidad» trata de resolverse; .es.ta clisposición es el estido,
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lvlircea Ei¡ade, Mephistopheles et l'Androgyne)' tan medroso como -t'eliz, de no ser lo qrr" ilrliliá
Esta tensión exiitencial, Qü€ suscita entusias- natttraleza es de acuerd.o con su *á; ;";¡ ;;pl
mo (Begeisterung) e inquieturl (Unruhe) en el ro- ración, y. siendo, a la vez, ex,actamertte Lo qu'i-'io
mán'tico", es prolocacla por la con't'rontación, la es todayía. El artista romántico es et qie
niza, el que _ve lo qtLe es y lo qtLe será en í;;*';_
fricción, entie el mttndc¡ subietivo y el mundo
'objetivo, unidad totalizadora;- es el qír, prá¡"tiza cómo iil-á una
el interíor y el exterior; la disonancia o cómo debe ser el mtmdo. La LlariA.ad cLe estcL
,.itos realidarJes opuestas provoca una irLfi-
"rir"
nita inquietud, pero la necesidad de trans"t'ormar vivencia _procede d,e La cont'luencia de suieto y
la rettlidad en ltt imagen de la mente .genera u.n oDleto, de La confluencia de la tencLencia'subiá-
in't'inito entttsiasmo. Ei hombre romántico trabaia tiva con la tendencia objetiva d"-1""¿;;;,";áL"r-
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o t e.s i i en e u ga r t a c ni s p'a, it'
pára
'el
t.mir lo que está escindido, partt trans't'orma.r t
.L i" rL r-r"'i;;; r;;í ;'W
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to tnsptractotL es así la ilt¿tninació.n en eL ser
mtrntlr¡ en su arquetipo del mundo' parafundtr *ii§
¡ ttrli,ltLtl Y dcseo.
,to de la terdencicL-lcLtencia provo"oái p;;1r';;;F
El Rímanticismo t'ue un movimiento .juuenil: ciencia. En el atLtor sLlrge la'icle.a c,lara'rle la ob-ia,
,1.,,:: ,* sat¡sf nce, ni antes en la incubación, i'i
«L,a voz del ser ctit'eiente, sei meior, mrís bello, -s¿
I es
"r, io juventtLd tan sonora como intacta;
virlcL significa 'mañana'; el rnundo, 'blgttr
Ia
para
nosotro"s'.'La bt¿ena ittventud persigue siempre las
sanoo
rttspiración, sino. que sigtLe impul_
f-,:^,t:acleLante,
:,-:,?Ir:_ ttacro
to¡:ogra[ía
:.¡j:o^,,.::,t" repentino>, tí9!'
rcspLttndor
/ que tiene qtLe enconlrar
t:aisaie móstracto po, it
nteloclias de sus stteños y de sus libros, esper.a esperanza).
(Ernest Blocl¿, El priircipio
eicontrarlas, conoce el dbarubular ardiente y- sin La yisión totalizad,ora, latente en la mente clet
senLiclo por los campos y la ciudad, espera la lt-.
bet'tail qu" t" "nctrbntrá ante ellct. Ltt -iuuentud artista, tiende tt la uniáad en li realización cle
i, ,.u, ,rhh"lo, una mirada hacia fuera de la cár' la obra, pero el conocimiento qrli oaqrriere-"i á-l-
,"t a" kt coa'cción externa, en*tohecida, o que le tista en la realización le g"r"io nu"io inqtnetia
pir""r. enmohecirla; una mirnda, también, hacja y nLtevo entusiasnto para- la incubación, i".rpiiá-
de stt propia inmadurez. La entptlia .el de- ción y realización pro-§resiva cle otras tanías obrni,
|tt¿ra
'seo que, conteniendo a las anteriores, condttcirui"
tl¿ ta vict'a ,'bnto per.sona tnayor' pero de una 'fin últi.mo y primorcLial: ái
t¡ida totolmente trans't'ctrntada- Si lcL iuventttd cotn- la unidicL'cle uiia y-;L;",
d.e, realidad y tleseo_, r)e stteño y vigilia
cicle, sobre todo, con una época reuoLucto.ltarla'
ttün(l tntnuuenlt.,. La ¡t¡t¡gi¡¡ rolnúnlír.tt (.q la
en tota-
cotT 'ttt\ giro cle los tierflpos' 1' si ,l(t tnenttra tto t.tniyer-
le ha ptleslrt la ctLbeza sctbre los hombros, col't1o sal .y. pt.ogr_esiva. Srilo- {.s e11 tanlo" qtte rlet,iene.r,
itr,ty rti:ctrtiece tLLtl a nte¡tttdo en Occidente, entcttt' Dic:e Friedric?t ,schteg,el : « ¡E,n rtotnbt e de .la
,r.í ot cuanda sí srtlte lo c¡tLe signit'ica el sueño Ittz- "y, lct i¡ida, no t,acilcittc¡s tnási
t,!¡¡J ¡t;,!t.c!re ,\L'[:{r:t t ttíit utitt ]n
pe,r"t, c1r.re caría
l.ttLcia ad-elanle, (El llrillci¡io esperanza, Ernest ¡¡,.rtt, cvilrtt.iún u
Bloch). Estct e:; la itrietttud rontatt.tica' El ron1a1'L- l(.t tlt!( l¡¿tno:, si,lt, !lct¡¡¿ttl..,s. S,,(i aipttt,.s dt, la
gl.Ltrt{Íe i.e de lo épt-,c:{),
Í icismo cotllo ntavintiet Ll o itruetúl tinicanlente Pue-'
-erttenderse 1t !6 ni.ebla sr, ,tí.i;¡iirri ;"r;;
baio tal cónce¡tto: iut'entud espi- 1¡ttt',.si't'.)s ojcts, 1t lodr¡ se.rtl c;laridarÍ detr¡nte
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yosotros. Todo pensatniento es adivinación,. pero cesa testifica que es posible la realización d.e to-
sólo ahora el hornbre empiela a tomar conciencta das aque.llas empresa.s, deseos y esperanzas qu.e
rle su poder adivinatorio- Qué incalculables reve' los _romdnticos germinaban y ieoriiaban crejen-
Ittcionás cottocerá todavía -a partir de ahora' do lejano el momento de su- reaLización, y ef'ecti-
A mi juicio, aquel que comp.renda l.a época -es vamente, las dos r.evoluciones, la románt-ica' y lu
decir 'el graru foroceio de reiuvenecimiento Sene- -francesa, son dos instcmtes esenciales del mindo
ral, estos" prinéipios de la revolución eterna* de' contenxporáneo; tlos instantcs que afirman la ver-
Ueíta t'l.egár a isir los polos d-e .ta humanidad, -y dadera esencia del hombre:
llesar a'conocer y reconocer del mismo modo la tca v t
ob'ra de tos primeros hambres como el carricter mero fruto de raz.on yel
de la eilad dá oro que todavía ha de venir. Entoru' nación. Desde la perspectiya
iá, ,erotío ta indécisión, el hombre sabría cier- cisivo de la historia'con l.a
iá*i"iu quién es y contpretttle.rtu la tierra y el consist.e .en que el hombre empie¿a a. canta.r con
sol, (Creiprich übcr die Pocsic). su esptrttu y se atreve a someter la realidad dada
a las normas de la razón. A partir d"e la Re¡tolu.-
ción, el hombre se ha propuesto organiTrtr la rea-
* lidad de acuerdo con las- exigenciis d"e su libre
pensamiento racional, en lugal de ncomoclar sint-
plen'tente su. pensamiento al orden existente y a
los valores dorninantes. Y ésta es la gran ttifeíen-
En el FragntetLto 216, Frietlrich Schlegel -ano' cia entre el romanticismo propiameltte d.icho., el
la: oLa Revolución Francesa, l¿¿ Doctrina c1e la S[urm und.Drang y el prerrómánticismo; o si úiert
cienú,ffiéIñ Meister de Goethe, aqu.éL estaba presente- en éslos, sus nuevds aspi-
ii"int grandes tenclencias de nttestra época»' Este raciones chocaron can la coytsistencia ontológíca
aforistlá es tlna ex¡tresión perfecta de la nalura- de las instituciones que les condenaron ú la,im-
llio irl rotnanticismo. Una- de las tendencias im' potencia. Sueño y realidad están escind-id.os en el
'ál- a las que átude Schteget fue
oártantes su adhesión Sturmer, resignado de cLnternano a vivir y morir
i;;; nrcvimiento revolucidnaiio ran'cés' La 'f
eyl un estado de útsumisión con retacióti a Ltyla
Revolución Francesa fue un símbolo que opero realidad que__no. s_abe acoger su exigencia: cott-Lo
dentro del rornanticismo conlo metá'fora y como Werther o Karl Moor. Los rctntántlcos rechazan
ejemp:Lo. el mo'
El rontanticistno. de Jena pensaba'formas, la tradición, las instituciones, las costumbres y lcrs
v'imiánto cortlo revalució'n total de las leyes .que dominaron r¿l Sturmer, pero las ráclru-
,i*o coniunto fls l¿ltoluciones espiritualespu.rle que, zan sin necesidad de combatirlas,'puesto que co-
l;, it,tnlt¡ a lá Revr,lución, ctrfrabatt a Iortnar r"responden a uru estadio ¡tst"i¡li¡ncfb y conaenad"o
'tlc al ltontl¡re de la ltistoria europea: L'Ancien Réfime, nociótt
li -j- la rct',,iuciótt lotal que cantbiaría
si r"trri(¡tt c:ott el ¡¡tittdc¡. La Revobtción l;ran- ittt¡r:ntadü,p-or f rL Ilevoiut:iritl pa.ra cli,signar la, e.s-
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't'ut: pu.ra Íos rorudtttic:tts el tt'iot'ttenlo esca- Iri,tclt;¡'ct dt.l orden. cs/t;l¡ic.cido ttigettl e. 'i:.¡t Francía
t,l osi'co .|'oncie ci stt-e.íic se i¡'tscri'be e'n la realidari' /'La.sla .l78!). l,a li¡'_ura ¿lei At"tt:.ien Reigime es, cf,e srle
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i,,,,lii"ln- in,;,'5,1"' ¿'-';irttt eotidiattt¡-' ^" c.ott cll.o antrtri.ce:;, ei co.tliurttr_,- ti t-:;írt_ccl.t,)::, r!e rle_bere:,;, de
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a la' creación
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uq lo|t y ác: ciucadatt'o. !'a I rctdicitir¡,:, d.n_ti giletlutÍ itirienl orial e-i. Et -r
ómánl.i-
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co no necesitard luchar, por tanto, contta la irn' a realizarse sino en la mente d.e cad.a uno de los
oonderabilidad de la tradición; el viento de la te' integrantes del grupo d.e Jena y en La comunidacl
itolución la ha arrancado de la -frtz de la tierra; que lormaron alrededor de La revista nAtheniium».
' Tora al romantico rehacer ta' ffAdición a su jui- La concepción del Estado Moderno liene su fun-
eio e interés, leios de cualquier imposición. . damcnto en las teorías de Fichte, Schetting,'He-
Los romdntiZos se sentirán desde el primer qel .y el grupo de lena, sobre toclo, pero la"s'acu-
momento solidarios con la Revolución y tomaran saclones qtL¿ cayeron y caen sobre tal aparato del
de los acontecimientos revolttcionarios imdgenes Estado no deberían caer en sus teorizaáores, sino
en la hermenéutica que los interpretó a su' ima_
t,l
gen y
-semejanza. La sociedad coniemporánea ad.o_
t li l.ece de la fuerz..a que Novalis creía nácesaria para
ii,ri instaurar la tríada reyolucionaria o schtegelíana:
tlLLl "Antes de que llegue el tiempo de la ig"ualdad,
::li necesitaremos todavía las fuerás sobrenaluralesr.
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31 ?(
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compañeras Carolina y Dorotea. Novalis, Tieck,
W a.ck enr o d er, S chl eirmacher, S chellin g, f or mab an
parte del grupo que seguía el modelo de las so-
ciedades secretas'francm.asónicas del Aufklárung.
Fundaron la revista oAtheniium», portayaz de la
sociedad, en la que todos colaboraron de 't'orma
i regtLlar, una"s veces dando t'e de la autoría de sus
respectivas colaboraciones y otras, redactadas por
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37
':trr -1'J
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Itlrl,
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una constante e infinita re-creación d.el. espéctL[o y
ter tllferenctaL, restclrrt en la sedlmentacrcn
'tá'a¡á"/,i¡i'tilií¡"¡o"ot
cie La
del 9s_peculador. El es-píritu ro*riitiro,, qLte como
y popuLar
^int'ormaba que, a moLlo de
un rojo engarza tás páginas ile es'te- tibro, no
,' lilálir¡""te colectivó, la partict'Llar
Sólo en la co-
!,ilo una de entre
es slno tantas interpretaciones cle
Wlitu.r.ctrauung de la colectividad'
,i et initividuo puede trascender este espíritu en constante d.evenii. La seteiciin
i;;;;;;l;d-pipíto,
-iu de los textos románticos qLLe el lector encontrarri
mediocíe-existencia y realizar. sLt esencia par'
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L) esar
de sus co nsta.ntes a'fi nidades c om el idealis-
ntct nretaf í-si,co. No hay un sts t entn rl e\, r ontanttcts-
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mo, pero sí haY tttt esplrL ttt. t'onl. ántico. Y par a ltt
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npr eitensión de esíe esptrt i.u lod.t¡s l.os cantútas de l¡
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