Francisco de Asis y La Virgen Maria
Francisco de Asis y La Virgen Maria
Francisco de Asis y La Virgen Maria
✓ María, la joven de Nazaret María fue una muchacha de su tiempo. Llevó, sin
duda, la vida normal de una joven israelita, en el seno de una familia creyente,
según los usos y costumbres de su época. Creció con las ilusiones lógicas de su
edad y compartió la esperanza de su pueblo en las promesas de Dios. María era
todavía una jovencita cuando Dios le propone la noble misión de ser la Madre
del Salvador. Dios, de esta manera, irrumpe en la vida de María cuando ella es
joven, cuando apenas empieza a abrirse al mundo, cuando su corazón está lleno
de ilusiones, de proyectos y de ideales grandes. Y María se entrega
generosamente al plan de Dios. Le dice «Sí». Firma en blanco para el Dios
sorprendente que le va a llevar por caminos insospechados y nuevos. María con
su respuesta pone de manifiesto una gran capacidad de fe, de confianza, de
entrega y disponibilidad. Pero también muestra su ESPIRITU JOVEN por aceptar
el compromiso arriesgado, por su apertura a lo nuevo y por su corazón grande.
✓ Las actitudes fundamentales de María
- Contemplación
María aparece en los evangelios como una mujer que medita y profundiza los
acontecimientos para descubrir en ellos la luz de la Palabra de Dios. María
guarda en su corazón palabras, gestos y actitudes, intuyendo que se encuentra
ante el hecho misterioso de la salvación de Dios. Hoy el mundo necesita
personas contemplativas que, a la luz de la fe, mediten la presencia de Dios en
nuestra historia.
- Fidelidad en el sufrimiento
María, unida en todo a su hijo Jesús, conoce bien pronto el alcance de las
palabras que le dijo el anciano Simeón: «una espada te atravesará el corazón»
(Lc 2, 35). María siente esa espada de dolor a lo largo de toda su vida en forma
de destierro, angustia, persecución, incomprensión, pérdida de su Hijo,
soledad... El dolor de María alcanza su punto culminante en el Calvario. Ahí, de
pie junto a la cruz, ve morir a su Hijo. Tiene la experiencia más amarga de la
injusticia y de su propia impotencia. María con su fortaleza nos descubre el
sentido cristiano del dolor y nos anima a continuar con fidelidad y esfuerzo
nuestras responsabilidades de hombres y cristianos.
- La joven
María: un modelo para los jóvenes María comprende a los jóvenes. Ella fue una
mujer que vivió plenamente la etapa de su juventud, compartió las ilusiones de
los jóvenes de su tiempo y acompañó atentamente la adolescencia y juventud
de su Hijo, Jesucristo.