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Inscripción Propiedad Intelectual N° 39768


Círculo Martinista Jaime Galté -1972

2
Prólogo de 1972 por Grupo Martinista Jaime Galté
El año 1952, con motivo del encuentro en España del símbolo del
escarabajo sagrado y de su traída a Chile por uno de los integrantes de nuestro
grupo, el Maestro Lowe narró la historia de ese símbolo desde los tiempos de
Amenhotep IV hasta nuestros días.
Esa verídica historia, que se contiene en este libro y de la que da fe el
Maestro desencarnado llamado Lowe que se manifestada por intermedio de Jaime
Galté, cuenta que Theot, Sumo Sacerdote de Amenhotep IV y custodio del
símbolo del escarabajo, fue posteriormente, en el siglo XVIII, Luis Claudio de San
Martin, Fundador del Martinismo que nuevamente tuvo en su poder el escarabajo,
El Maestro Lowe afirmó también que Jaime Galté era otra encarnación de Theot
y que los componentes de nuestro grupo eran los mismos que en esta historia se
nombran y que han tenido relación con el escarabajo a través de los siglos en
diversas oportunidades. Por esta razón y por los tiempos en que nos ha tocado
vivir es que está aquí en Chile el escarabajo sagrado que recibiera Amenhotep IV
en una peregrinación al desierto.
Este libro que es la apasionante historia del símbolo del escarabajo sagrado
incluye, pues, una comprobación de la ley de la reencarnación.

3
Prólogo de 2023 por Sergio Salinas Cañas

He aquí que por fin llega al verbo


también el pequeño escarabajo,
tristísimo minuto, lento rodar del
día miserable, diminuto captor de
lo que nunca puede aspirar al
vuelo. El escarabajo. Vicente
Aleixandre.

Cuando el oído es capaz de oír,


entonces vienen los labios que han
de llenarlos con sabiduría. El
Kybalión

En el antiguo Egipto el escarabajo fue divinizado, siendo vinculado con el


dios Khepri o Kheper (Jepri). Este es uno de los dioses egipcios más antiguos,
mencionado ya en la 5ª dinastía (2494-2345 a.C.).
Existían tres dioses solares: Ra, Atum y Khepri y los tres se dividían la ruta
solar, pero, técnicamente se podría decir que eran los dos últimos sirvientes de Ra
(aunque a veces se asocian como tres facetas de éste).

• Khepri: El sol naciente

• Ra: El sol del mediodía.

• Atum: El sol que se oculta.

Isis interrogaba al sol en un viejo relato:


“¿Quién eres?”.
Y el sol respondía: “Soy Kheper en la mañana, Ra al mediodía y Atum a la
hora de la marea vespertina”.
4
Su respuesta puede ser aplicada al hombre y significa que, al nacer, tenemos
toda la potencialidad de “llegar a ser” (la acepción de la palabra “kheper”), luego
crecemos y desarrollamos nuestro poder creador, para finalmente descender al
reino de Atum, que es una transición que nos llevará a un nuevo nacimiento.
Khepri, además, estaba estrechamente relacionado con la resurrección, el
renacimiento, la regeneración ya que también los egipcios creían que era ingerido
por su madre, “Nut” cada noche, pasando a través de su cuerpo para renacer cada
mañana.

Pectoral hallado en la tumba de Tutankhamón (frente y dorso).

Estos conceptos se asocian también al de “iniciación” que está íntimamente


relacionado al de “transformación” y por eso el conocido egiptólogo Christian Jacq
afirmó que “este término significa ‘venir a la existencia, advenir, tomar forma,
actuar, ser en devenir, llegar a existir (en el más allá), nacer, hallar su origen en’, y
se refiere esencialmente al pasaje de un estado a otro”1.

1
Jacq, Christian. Poder y sabiduría en el antiguo Egipto. Planeta, 2001.

5
En los jeroglíficos egipcios esta idea era representada con la imagen
del escarabajo egipcio del estiércol o “kheper”, que tiene un doble significado: con
las alas recogidas es símbolo del discípulo que se va purificando por un camino de
ascesis, mientras que con las alas desplegadas representa el logro, la victoria, la
Iniciación en sí misma.
Por esta razón, en algunos templos del antiguo Egipto podía leerse esta
reveladora inscripción: “Yo soy Kheper, el discípulo y cuando abra mis alas,
resucitaré”.

¿Por qué los egipcios eligieron al escarabajo como símbolo de la


Iniciación? En primer lugar, es posible encontrar un paralelismo entre el ciclo vital

6
del escarabajo pelotero (el pasaje del huevo a la larva, después de la ninfa hasta
convertirse en escarabajo) y el proceso iniciático.
También llaman poderosamente la atención las costumbres de este
coleóptero, que pone los huevos en el estiércol húmedo y caliente para después ir
moldeándolo y convirtiéndolo en una bola perfecta, para luego empujarlo con gran
esfuerzo hasta un hoyo donde las larvas estarán a salvo de los depredadores. Tras
veintiocho días, la esfera totalmente seca será empujada hacia la superficie y al
resquebrajarse y partirse, surgirá de ella el escarabajo alado.
El desplazamiento de la bola a la oscuridad y luego a la luz fue interpretada
por los egipcios como una alegoría del sol. Plutarco explica: “Dicen de los
escarabajos que es una especie sin hembras, que todos son machos, y pretenden
que tales animales depositan su semilla en una materia a la que dan forma de esfera,
empujándola con las patas traseras, con lo que ven una imagen similar a la del sol
que, dirigiéndose de Occidente a Oriente, da el efecto de seguir un sentido
contrario al del firmamento”.

Representación Dios Khepri, el escarabajo sagrado, el templo de Karnak – Egipto

7
Y la razón de que los egipcios asociaron al sol naciente con un escarabajo
es, peculiar. Los escarabajos esconden sus huevos dentro de bolas de estiércol que
van empujando por la tierra de Occidente a Oriente. Los egipcios creían que algo
similar pasaba en el cosmos, es decir el escarabajo empujaba las bolas de estiércol
(Sol) a través del inframundo hasta que llegaba la mañana, para devolverla al cielo
y así comenzar un nuevo día. De hecho, la palabra "kheper" significa "salir" o "venir
a la existencia".
De esta manera el escarabajo pelotero se convirtió en un insecto dotado de
dos de los más importantes atributos, el control del sol y la inmortalidad,
transformándose en uno de los símbolos místicos más importantes de la historia.
Y, por supuesto, pasó a ser un protector personal tan valioso que todo el antiguo
Egipto se anegó de amuletos en los cuales el escarabajo pelotero era la figura más
representativa. Así, empezaron a llevarlo tanto los vivos como los muertos. Los
vivos para protegerse de la muerte, y los muertos como garantía de su vida después
de la muerte.
En un papiro se lee: “Soy el que vino a existir bajo la forma de Kheper. Yo
he sido el creador de lo que vino a existir más tarde. Después de mi llegada muchas
fueron las cosas que existieron viniendo de mi boca. Antes de mí no existía el Cielo,
ni la Tierra, ni las cosas que dentro de ella hoy se encuentran. Todo lo hice salir de
UN (la masa original de Agua) partiendo de un estado de inactividad. Soy el
creador de lo que vino a la vida y yo mismo llegué a la vida bajo la forma del Dios
Kheper. Yo me formé de la Materia prima. Mi nombre es Ausares (Osiris). He
cumplido con toda mi voluntad y mi mano se ha hecho fuerte” (Osiris está descrito
en este papiro como el Pautet, la esencia misma de la Materia Prima y fuente de las
cosas creadas). Osiris (Dios de los “Muertos” asociado a la creación de la Vida,
Resurrección) y Kheper (la simiente Cósmica): los dadores de la Vida y de la Muerte,

8
tenían que aparecer en los orígenes de la Creación, pues es la Muerte quien ordena
la Vida.
Óscar Uzcátegui sostiene que el que de esas “masa de agua” haya
brotado Kheper para iniciar la creación, nos recuerda a la leyenda de los
engendradores o cosmocratores2 que teniendo la voluntad cósmica unida a
la imaginación creadora dieron origen a las distintas manifestaciones de la vida que
se conocen en los distintos rincones del Universo. Estas “aguas” espermáticas son
las mismas de las que nos habla el Génesis hebraico y sobre las que flota el espíritu
de Dios (fuego, fohat) de donde brotan los mismos elohim (diosas y dioses
creadores)”.
No en vano vemos a Kheper -continúa diciendo Uzcátegui- haciendo surgir
de su boca las cosas que existen: Recordemos que los cosmocratores tienen el
poder de crear con su laringe (pues la misma actúa como un útero donde reside
la fuerza crística), uniendo su voluntad cósmica y su imaginación creadora; “En el
principio era el Verbo”.
A Kheper se le dio un papel central en el "Libro de los Muertos” y el
“Amduat” (libro de lo que es en el mundo subterráneo o el libro de la cámara secreta), ya que
a los fallecidos se les colocaba como amuleto la imagen del escarabajo sobre el
corazón durante el ritual de la momificación. Estos amuletos estaban destinados
para que pesen durante el juicio final, llevando una leyenda o inscripción con un
hechizo del Libro de los Muertos, en el que se encomienda su corazón a "No ser un
testigo en mi contra”.
Thutmosis III, faraón de la dinastía XVIII (1504 a. C. al 1450 a. C. -según
la High Chronology-) el gran guerrero que conquistó en 17 campañas casi todo el
mundo conocido en aquella época, para el imperio egipcio, fue el faraón que le dio

2
Del griego “Constructores del Universo”, los Arquitectos del mundo, o sea las Fuerzas
creadoras personificadas.
9
al escarabajo sagrado el uso de sello real. Thutmosis III formaba parte de los
Iniciados que frecuentaban las Escuelas de Misterios de Egipto.
El célebre egiptólogo E. A. Wallis Budget dice con respeto estas Escuelas
de Misterios: “Un desarrollo progresivo debió tener lugar en las Escuelas de
Misterios, y parece ser que algunas de ellas eran totalmente desconocidas en el
antiguo reino. No hay duda de que esos “Misterios” formaban parte de los ritos
egipcios. Por lo tanto, se puede afirmar que la noble Orden de los Kheri-Hebs,
poseía un conocimiento esotérico y secreto que los Maestros guardaban
celosamente. Cada uno de ellos, si interpreto bien la evidencia, poseía una gnosis,
un conocimiento superior que nunca fue transcrito, con lo que así podían
incrementar o disminuir su campo de acción según las circunstancias. Por
consiguiente, es absurdo esperar encontrar en los papiros egipcios la descripci6n
de los secretos que constituían los conocimientos esotéricos de los Kheri-Hebs”.
Los Kheri-Hebs entregaron el título de “Faraón” por primera vez a
Thutmosis III, algo muy significativo desde el punto de vista místico. En su época,
las Escuelas de Misterios funcionaban de manera totalmente independiente y
poseían sus propios reglamentos. Thutmosis III decidió agrupar todas estas
Escuelas en una sola Orden regida por las mismas reglas, a fin de constituir una
fraternidad única. Debido a su inteligencia y sabiduría, fue elegido para ser el Gran
Maestro y llevó a cabo esta función hasta su muerte.
Uno de los grupos Rosacruces afirma que este faraón fue su fundador de lo
que hoy se conoce como la antigua y mística Orden Rosacruz (AMORC). El
obelisco que se encuentra en el parque central de la ciudad de Nueva York, en el
que se encuentra el nombre del faraón que contiene un escarabajo, es uno de los
dos erigidos en el templo de Karnak por Thutmosis III.

10
Thutmosis III tuvo tres hijos uno de los cuales se convertiría en Amenhotep
II.

Un solo Dios: Atón


Posteriormente, el escarabajo surgió como símbolo de la reforma de
Amenhotep IV, faraón egipcio de la XVIII dinastía (aproximadamente 1380 - 1362
a.C.). Este faraón fue admitido muy tempranamente en la Orden fundada por
Tutmosis III, en la que llegó a ser el último Gran Maestro y se dedicó a
reestructurar las enseñanzas y los rituales. Paralelamente, instauró oficialmente el
monoteísmo, en una época en la que el politeísmo estaba muy extendido en toda
la superficie de la Tierra. Entonces cambió su nombre y se hizo
llamar “Akhenaton”, que significa “Devoto de Atón”.
Bajo su reinado, en el que se promovió una revolución en el campo del arte
y de la cultura, el escarabajo se convirtió en un símbolo de la espiritualidad.
Akhenaton recibió una revelación que le señaló que los símbolos de la Divinidad
por la suntuosidad del culto y la materialidad del mismo, debían posarse en lo

11
humilde, en lo más bajo, en los que con inconsciente actitud eran pisoteados por
los humanos es decir el escarabajo.
Desde el principio de su reinado, el faraón y su hermosa esposa Nefertiti
decidieron desafiar todo el sistema de fe del Antiguo Egipto. Estaban dispuestos a
sacudir las bases mismas de la visión del mundo egipcio. La idea de Akhenaton era
dramática y revolucionaria: por primera vez en la historia, un faraón quería
reemplazar el panteón de los dioses egipcios con uno solo, el creador de todo: el
Sol o Atón, como se llamaba. Decretó que los 2 mil dioses tradicionales que habían
protegido a Egipto por más de mil años quedaban eliminados. Akhenaton era
profundamente humanista y dedicó toda su existencia a luchar contra las tinieblas
de la ignorancia y a promover los ideales más elevados.
Los dioses en formas animales y humanas fueron reemplazados por un dios
abstracto, el Sol que iluminaba con sus rayos al rey. Para los sacerdotes
tradicionales, quienes habían dedicado sus vidas enteras a los antiguos dioses y
habían sido extremadamente poderosos hasta entonces, era una catástrofe.
En otro cambio revolucionario, Akhenaton dejó la antigua y sagrada ciudad
de Tebas, el corazón de Egipto y se trasladó 320 kilómetros al lugar que
actualmente es la ciudad de Amarna. Construyeron casas y palacios bellamente
decorados, así como templos al dios único. La visión de Akhenaton de una utopía
religiosa se fue convirtiendo en una realidad. La ciudad a la que llamó Ajetatón -
que significa Horizonte de Atón- se volvió el nuevo corazón político y religioso de
la nación, el centro de un nuevo culto. A Nefertiti le dio el título de Gran Esposa
Real e igualdad de poderes.
Otra forma de demostrar la ruptura con el pasado fue a través de la
arquitectura. Los templos tradicionalmente eran cerrados: al entrar al complejo, el
piso se levantaba gradualmente, el techo caía y había muy poca luz. El culto al Sol
trajo santuarios al aire libre, algo que se hacía antes pero nunca a tan gran escala.

12
Sin embargo, eventualmente los únicos fieles que podían entrar en esos templos
eran el faraón y su esposa.
Por escritos y grabados, sabemos que Akhenaton y Nefertiti empezaron a
creer que sólo ellos se podían comunicar con Atón, que Akenatón era el hijo de
Dios y Nefertiti también era divina.
Sus súbditos, incluso los que vivían en su ciudad, realmente no habían
abandonado a los otros dioses y el faraón se enteró de la traición. Ordenó buscar
todas las imágenes de los antiguos dioses y destruirlas, especialmente las del rey de
todos los reyes Amón-Ra.
Fue entonces cuando sufrió tragedias personales. En las paredes de la tumba
de Akhenaton está grabado el drama de la familia. Aunque están muy dañadas, se
puede ver una escena de luto. Una de las princesas murió y sus padres aparecen
llorando. Eso es algo sin precedentes: las familias reales nunca mostraban
públicamente emociones. Hay además evidencia que indica que Akhenaton perdió
más de una hija, probablemente víctimas de la peste, que en esa época arrasaba con
el país. Una epidemia de ese tipo podía matar al 40% de la población y, como era
el faraón, Akhenaton era considerado personalmente responsable por la desgracia.
Cuando parecía que la situación no podía ser peor, perdió a la mujer que lo
acompañó desde el principio: la reina Nefertiti. El paraíso de Akhenaton estaba al
borde del colapso.
13 años después de la fundación de su ciudad, Akhenaton murió. Sus
estatuas fueron derribadas y, para despojarlas de significado, las piedras de sus
templos usadas como material de construcción de otros nuevos. Esas rocas talladas
quedaron ocultas para que nadie las volviera a ver. La ironía es que eso las preservó
para la posteridad: en la década de 1920 empezaron a emerger y mucho de lo que
sabemos de Akhenaton y el culto de Atón viene de ellas.

13
Según algunos textos, en la Orden de los Kheri-Hebs había un sabio llamado
Enoc o Hermes3, al cual muchos identificaron posteriormente con el dios egipcio
Thoth. Hermes asistió a la proclamación de Amenhotep IV como Maestro, y él se
convirtió en Maestro con la transición de Amenhotep IV, y confirió el cargo de
Maestro a Atonamen. Los griegos lo llamarían posteriormente Hermes
Trismegistro (El tres veces grande).
Por último, cabe señalar que los coptos (cristianos egipcios) heredaron el
símbolo del escarabajo de sus antepasados y lo incorporaron a su nuevo Salvador.
Por esta razón, el Cristo ha sido llamado en ocasiones el “Buen
Escarabajo” (“Bonus Scarabaeus”). Esta denominación se preservó en el medioevo
y algunos autores cristianos también se refirieron a Jesucristo como “escarabajo”,
aunque San Jerónimo reprobaba con dureza a quienes tomaban estas alegorías
paganas y las incorporaban a la cristiandad.

Jaime Galté y el escarabajo sagrado


Jaime Galté Carré fue un gran hombre, un verdadero ejemplo para la
sociedad chilena. En su vida, pensó, sintió y actuó en tres líneas gruesas de
desarrollo y en cada una sobresalió, con una humildad a carta cabal, trabajó, ayudó
y escribió libros. En cada una de ellas, con tolerancia, sinceridad, caridad y amor,
fundó organizaciones y además, fue un gran hijo, padre y un funcionario público
ejemplar. Su amor al prójimo no tuvo precio, es decir, jamás cobró dinero
por ayudar a los demás, sin distingo de clase social, religiosa o posición política.
Podemos aseverar que en la vida de Galté se encarnaron en él, dos espíritus que

3
También los hebreos místicos se referían a Enoc como Idris; los fenicios conocían a Enoc
como Thaut, que está muy cerca del egipcio Taut o Thoth; mientras que los árabes conocían a
Enoc como Edris.

14
sintetizan lo mejor de la ciencia (Dr. Halfanne) y lo mejor de la espiritualidad (Mr.
Lowe).
En síntesis, en los “locos años 20” que vivimos en la actualidad, con
pandemias y guerras, la vida de Galté es una síntesis de lo mejor de ambos mundos
concordando en un principio básico de vida: el humanismo y el “trabajo de un
humilde escarabajo por despertar las con(s)ciencias.
Esta biografía ampliada, tiene como objetivo mostrar las cualidades como
hombre, padre, abogado, académico, masón y martinista que tuvo Jaime Galté en
el paso por la tierra, pero además mostrar su enorme legado espiritual que recién a
57 años de su muerte comienza a hacerse conocido como queda establecido en los
libros Lecciones de la Divinidad para un mundo actual. Mensajes recibidos por Jaime Galté de
Mr. Lowe4 y Jaime Galté. El más grande médium de nuestra historia… El maestro espiritual
más allá del tiempo…5.6 En su vida podemos comprobar que existe la “vida más allá
de la muerte” y que la ley de la reencarnación es “un regalo” que proviene de otras
dimensiones como dibujado, trazado en la “esfera celeste” y en la tierra por un
gran arquitecto o constructor de otros mundos o universos.
Jaime Galté nació el 24 de mayo de 1903 en Santiago de Chile. “Cursó sus
estudios en Tacna y en Iquique, a donde se trasladó su familia”7. Da su Bachillerato,
hoy PSU, “el año 1921 y se traslada a Santiago a estudiar Ingeniería en la
Universidad Católica, desde donde es expulsado a los tres años”8.
En 1925, ingresa a la Universidad de Chile a estudiar Derecho y recibe su
título de abogado el 11 de noviembre de 1930. “Para la obtención de su título,

4
Editado en conjunto con Grupo Martinista Jaime Galté Santiago, Chile.
5
Edición y producción Grupo de Estudios Jaime Galté.
6
A los que se suman los libros históricos Ante el Umbral, En el Umbral, El Escarabajo Sagrado
y Pensar, sentir y actuar equilibradamente.
7
Faludi, Magda. (2007-2008) Jaime Galté Carré ¿Mensajero de otro mundo?, diciembre – enero.
http://mundomejorchile.com/NE3.html
8
Bravo Llantén, José. (1993). Jaime Galté: un masón insólito, Anuario Pentalpha N°9, Edición
en PDF 2011, 3p.
15
su memoria versó sobre ‘la formación de un nuevo proyecto de ley sobre
sociedades de responsabilidad limitada’, que posteriormente llegó a ser Ley de la
República”9.
Contrajo matrimonio el 19 de diciembre de 1930, con Erna Luisa Müller
Baluarte, en la parroquia de Santo Domingo de Guzmán en la comuna de Ñuñoa.
El 9 de diciembre de 1931, nació su hija mayor, María Inés, y el 16 de mayo de
1933, su segunda hija, Sonia Carlota.
En el mes de agosto de 1932, “fue nombrado profesor de la Cátedra de
Derecho Procesal de la Escuela de Ciencias Jurídicas y Sociales de Valparaíso,
dependiente de la Universidad de Chile y el 20 de octubre del año 1933 fue
nombrado director de la citada escuela universitaria10. En Valparaíso conoció a.
Tomás Ríos González, muy versado en lo que entonces se llamaba Metapsíquica11.
Al año siguiente asumió la misma Cátedra en la Escuela de Derecho de
Santiago, donde obtuvo el título de profesor extraordinario de la Cátedra de
Derecho Procesal. “Paralelamente con sus actividades docentes, desempeñó el
cargo de abogado de la Empresa Periodística La Nación. Tiempo después fue
nombrado abogado del Tribunal de Cuentas de la Contraloría General de la
República, para posteriormente ser promovido al Departamento Jurídico de esa
repartición”12. La Contraloría, como sabemos, es el órgano autónomo encargado
de fiscalizar y controlar los actos de la Administración del Estado.
El 21 de junio de 1937, falleció su esposa debido a una fulminante
tuberculosis, quedando a cargo de sus dos hijas de cuatro y medio y tres y medio
años de edad.

Prometeo, Jaime Galté Carré: http://prometeo.bligoo.com/content/view/260899/Jaime-


Galte-Carre.html#.VL0stNKG9HU
10
Véase Campos Harriet, Fernando. (1960). Desarrollo Educacional 1810-1960, Santiago,
Editorial Andrés Bello, 169p.
11
Bravo Llantén, José. Jaime Galté: un masón insólito, op. cit., 3p.
12
Ibid.
16
Fue profesor titular de derecho procesal en la Universidad de Chile entre los
años 1942 y 1958, y obtuvo el título de profesor extraordinario. La suya es una de
las materias más áridas del derecho, según refieren los alumnos de esa Cátedra y
los juristas de esta tradicional escuela. “En Galté abundaban la seriedad y la
consecuencia, un hombre de derecho, un hombre justo y racional. Ecuánime,
medido. Positivista”13. Como abogado formó parte de la comisión redactora del
Código Orgánico de Tribunales de ese tiempo y a la vez publicó un texto para su
enseñanza en la Escuela de Leyes titulado ‘Manual de Organización y atribuciones
de los Tribunales’”14.
Fueron amigos suyos muchos abogados de la Universidad de Chile, como
el ex ministro de Relaciones Exteriores y ex Contralor General de la República,
Enrique Silva Cimma, o el profesor de Derecho Procesal, eminencia en la materia
y autor de numerosos textos jurídicos, Hugo Pereira Anabalón. El ex presidente
Patricio Aylwin lo recuerda como un hombre de mucha seriedad. Numerosos
médicos también lo rodearon, como Jorge Vigouroux (Doctor en epidemiología),
el endocrinólogo Francisco Donoso, quien además llego a ser el conductor del
Grupo Martinista15 que años después tomaría el nombre de Jaime Galté) y Brenio
Onetto16, jefe del Laboratorio de Parapsicología Experimental de la Universidad
de Chile17. Como señala la Revista Occidente: “A las sesiones de sanación de Jaime
Galté siempre asistieron médicos, entre ellos los doctores Ítalo Alessandrini,

13
Uribe Echeverría, Catalina. (2010). El cuerpo presente de Jaime Galté Carré: entre el
positivismo y la voz de los muertos, Revista Chilena de Literatura, Sección Miscelánea,
noviembre, 1-2p.:
http://www.revistaliteratura.uchile.cl/index.php/RCL/article/viewFile/9047/9006
14
Bravo Llantén, José. Jaime Galté: un masón insólito, op. cit., 3p.
15
Orden fundada en 1891 por el Doctor Gerard Encausse, conocido como Papus, en París,
Francia.
16
Quizá el más grande parapsicólogo de la historia de Chile
17
Uribe Echeverría, Catalina. El cuerpo presente de Jaime Galté Carré: entre el positivismo y la
voz de los muertos, op. cit., 21p.
17
Brenio Onetto, Francisco Becca, Eduardo Cruz Coke, Francisco Barrenechea,
Ignacio Díaz y Francisco Donoso”18.
El 1° de septiembre de 1958 presentó su expediente de jubilación, al cargo
de profesor. La crónica de la Facultad de Derecho dice: “El señor Galté se
desempeñó como profesor de la cátedra de Derecho Procesal en la Escuela de
Derecho de Santiago en los últimos años”19.
En 1960, participó en el Congreso de Abogados celebrado en Santiago,
siendo elegido relator de la comisión en la que le correspondió participar.
“Asimismo, fue miembro del directorio general de la Asociación de Boy Scouts de
Chile, como delegado del directorio provincial de O’Higgins, entre 1943 y 1950”20.
El año 1962, Jaime Galté con un grupo de profesionales, entre los que
figuraban médicos, ingenieros, abogados y otros especialistas, fundó la Sociedad
Chilena de Parapsicología en la que desempeñó el cargo de vicepresidente hasta el
día de su muerte21.
Jaime Galté dijo una vez: “La verdad no se adquiere por las palabras sino
por la absorción en el infinito”. Esta es su historia, su legado, su regalo, para que
reflexionemos y amemos a “nuestros prójimos como a nosotros mismos”, siempre
buscando la luz en oriente desde la oscuridad de occidente, como cada noche se
repite por los siglos de los siglos.
En el año 1952, el símbolo de un escarabajo sagrado llegó a posesión de
Jaime Galté Carré. Al respecto, el Maestro desencarnado Mr. Lowe narró la historia
de este símbolo desde los tiempos de Amenhotep IV hasta 1952. Theot, Sumo

18
Revista Occidente, ¡Gracias a él yo estoy aquí! La ayuda del Médium Jaime Galté, N°436,
enero-febrero, 2014, 21p.: http://www.revistaoccidente.cl/ediciones-
anteriores/ed436/index436.html#p=20
19
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, Anales Cuarta Época, vol. II, Universidad de Chile,
11p.
20
José Bravo Llantén, Jaime Galté: un masón insólito, op. cit., 3p.
21
Prometeo, Jaime Galté Carré, op. cit.
18
Sacerdote del faraón escribano de Thoth, fue el custodio del símbolo del
escarabajo, fue posteriormente en el siglo XVIII, Luis Claude de San Martín,
fundador del Martinismo, que nuevamente tuvo en su poder este escarabajo. El
Maestro Lowe afirmó también que Jaime Galté era otra encarnación de Theot y
que los miembros del grupo Martinista que fundará el abogado también estaban
presentes en esta historia. Según los escritores, el libro El escarabajo sagrado sería una
comprobación de la ley de Reencarnación.
El maestro Lowe, a través de Jaime Galté, señaló que no lo recibía como un
símbolo de poder material sino espiritual. Citando la Ley de Vibración del
Kybalión, el Maestro sostuvo que el escarabajo debía quedar como un símbolo de
humildad, para que de ella sacaran las fuerzas para continuar su etapa evolutiva.
Amenhotep IV desarrolló y estudió la contextura, la sensibilidad, la armonía
vibratoria de este insecto y toda su conformación orgánica. Sacó de él el nuevo
lenguaje y escritura de la nueva religión; de él sacó la muestra del arte que adornaría
los templos y que incluso influyó hasta en la vestimenta de los hombres.
Posteriormente, el escarabajo vivió un largo periplo: Primero en Judea
donde fue llevado por Sicart y la mujer Esther pasando de generación en
generación. Un legionario romano que se llamaba Rosthyun se lo quiso entregar a
un predicador: “Señor y Rabí, creo en ti, más ningún rey de la creación podrá reinar
si no posee este escarabajo, según está escrito. Tenlo en tu poder y serán rey y
podrás salvarte de esta ignominia, porque necesitas en este mundo del poder real,
puesto que tu Dios ha permitido que seas vejado en esta forma y es que te ha
negado su ayuda. Mas Jesús lo miró compasivamente y le respondió: Mi reino no
es de este mundo, romano. Más tú has de salvarte por tus propios esfuerzos y
porque el Padre que está en los Cielos te ha de perdonar tus culpas. Y ya que me
ofreces este escarabajo yo te digo que efectivamente tendrá el poder, no de
dominación material, más abrir el poder de la espiritualidad”. Luego llegó a Grecia,

19
España, Europa en su parte norte, Bengala hasta volver a Egipto. Esta es la historia
del escarabajo sagrado en el primer ciclo.
En el segundo ciclo fue nuevamente robado llegando a manos de Louis
Claude de San Martín, quien lo devolvió nuevamente a Egipto. Y en este tercer
ciclo de este escarabajo la encarnación de alguien llamado Carnarvón que descubrió
la tumba de Tutankamón permitió que el escarabajo fuera entregado al Museo del
Cairo. De ahí pasó a España y de España se lo trajeron a Jaime Galté.

Su creencia en la reencarnación
Parto definiendo creencia. El Diccionario de la Real Academia Española
asocia la creencia con el firme asentimiento o conformidad que se tiene con
respecto a algo; también se define como “religión o doctrina y la confianza que se
tiene respecto a una información o noticia que se tiene por segura”.
Por su parte el Diccionario de filosofía Adaggano señala que creencia es la
actitud de quien reconoce por verdadera una preposición, lo que implica la
disposición positiva respecto a la validez de una noción cualquiera.
Platón (Mennon y Teeteto) distingue entre creencia no justificada a la cual
denomina doxa (en castellano entendemos este término como opinión); y las
creencias justificadas o episteme, es decir aquellas que permiten hablar
conocimiento; esta distinción sobrevive en la epistemología contemporánea.
En Edad Media, se asociaba “creencia” con “fe”. Hoy es bastante común
usar “creencia” en un sentido más general, y “fe” en un sentido más específico,
cuando se trata de creencia religiosa. El término más extendido hoy en contextos
no religiosos es “creencia” (Diccionario Ferrater Mora).
Entonces, en términos simples, podemos definir la reencarnación como la
creencia consistente en que la esencia individual de las personas (alma o espíritu)
empieza una nueva vida en un cuerpo o forma física diferente después de la muerte

20
biológica. Aglutina términos como: metempsicosis, que viene del término griego
meta (después, sucesivo) y psyche (espíritu, alma); transmigración (migrar a través);
reencarnación (volver a encarnar) y renacimiento (volver a nacer).
El vocablo reencarnación ha estado presente en religiones antiguas y
modernas, pero también en escuelas iniciáticas y filosóficas. La reencarnación es
más antigua que la más remota antigüedad atribuida al mundo puesto que es el
corolario indispensable de la inmortalidad del alma22. Existe en Oriente, en la
mayoría de las religiones orientales, como el hinduismo23, el budismo24, el

22
Pavri, Pestanji Temulji (2015), Teosofía explicada: Preguntas y Respuestas, Madrid,
Publicaciones LDS.
23
Todas las religiones llamadas dhármicas (con origen en el hinduismo) afirman que la
reencarnación existe en un ciclo sin fin (rueda del karma), mientras que las buenas acciones o
métodos religiosos (buen fin o propósito o dharma) no sean suficientes para causar una
liberación o cese de este ciclo.
24
El budismo surgió del hinduismo extendiéndose por los países orientales, pero incluyó una
gran reforma de sus puntos de vista hasta constituir una nueva religión. Tiene una noción distinta
de la reencarnación, ya que por un lado la niega y por otro la afirma. Niega que exista una entidad
en el individuo que pueda reencarnarse (ni alma, ni mente, ni espíritu) llamado anatman. Pero la
afirma al decir que un nuevo individuo aparece en función de las acciones de uno anterior. Esta
noción de reencarnación está más cerca de la palingenesia que de la transmigración.
Los budistas creen que, mediante la realización del nirvana, el estado de total liberación, se logra
también el cese del renacimiento. Dentro del budismo, la tradición tibetana utiliza muy
frecuentemente la reencarnación, mientras que otras, como la tradición zen, la ignora en buena
medida. Así, la tradición tibetana indica que ha de pasarse por el bardo, que significa literalmente
‘estado intermedio’ o ‘estado de transición’, inmediatamente después de la muerte que duraría
49 días según el Libro tibetano de los muertos.

21
ainismo25, sijismo26, Shinto27 y el taoísmo28, y también en algunas religiones
africanas y tribales de América y Oceanía. incluso ha sobrevivido dentro de las
religiones judeocristianas (cristianismo, judaísmo e islamismo), bajo la forma de
diversas herejías y creencias no oficiales.
En Oriente, la reencarnación, se menciona en las grandes epopeyas de los
hindúes como un hecho innegable en el cual se basa la moralidad. La religión
mayoritaria de la India, el hinduismo, es un término acuñado en el siglo XIX para
describir al conjunto de principios religiosos más antiguo en el mundo de las
supervivientes hasta la actualidad. Su origen está en la fusión de las creencias
autóctonas o dravídicas con las aportadas por los arios hacia el 1500 a.C. La forma
más primitiva de hinduismo es el vedismo (1500-800/600 a.C.), que tiene su origen
en los Vedas, los cuatro libros de la sabiduría. Si bien no se trata de una religión

25
En el jainismo, las almas van recogiendo los frutos de sus buenas o malas acciones a través de
sucesivas vidas. Cuando un jainista acumula suficiente buen karma, la pureza de su alma puede
hacer que se reencarne en un deva o entidad semidivina, si bien esta situación no es permanente,
por lo que los jainistas buscan una liberación definitiva.
26
La reencarnación es una creencia central de esta religión monoteísta, también parte de las
englobadas bajo la palabra “hinduismo”. Los sijes creen que el alma tiene que transmigrar de un
cuerpo a otro como parte de su evolución. Esta evolución finalmente resultará en una unión con
Dios mediante la purificación del espíritu. Si uno no realiza buenas acciones, el alma continúa
reencarnándose para siempre. Desde la forma humana, si alguien realiza buenas acciones propias
de un gurmuja, entonces consigue la salvación con Dios. El alma se purifica mediante la recitación
del naam (nombre de Dios), teniendo presente al waheguru (maestro espiritual) y siguiendo el
camino del gurmat.
27
El shinto no se identificó a sí mismo como religión hasta la llegada del budismo a Japón, por
lo que se vio influido en sus creencias. Siendo una mezcla de animismo y chamanismo, ya tenía
presente la noción de reencarnación en forma de espíritus o almas que se relacionaban con los
vivos. El shinto no tiene por tanto una soteriología clara de salvación, sino que los japoneses
acuden para esto al budismo. Con la absorción de nociones budistas, el shinto convertirá a
algunos de sus elementos míticos como los llamados kami, en seres que se reencarnan con
misiones diversas.
28
El taoísmo es una visión filosófica de la vida y la naturaleza, cuya faceta religiosa se caracteriza
por métodos de vida, salud y meditación. Según el taoísmo, el tao es un principio supremo que
impregna todo el universo, y por tanto su naturaleza es inmortal y eterna. La reencarnación existe
ya que nada muere al estar todo lo vivo fluyendo con el tao. El taoísta no busca acabar con la
reencarnación directamente, sino que sigue el camino del tao cuya culminación es volverse uno
con el tao, y, por tanto, conseguir la inmortalidad del Tao.
22
unitaria, existen tres rasgos que son comunes a todas sus formas de expresión. El
primero es la consideración de la realidad como una apariencia ilusoria o maya; el
segundo, la creencia en la reencarnación o samsara y en la ley de purificación o
karma, según la cual cada acto individual provoca un efecto en las vidas futuras del
sujeto y en todo el cosmos; el tercer rasgo es la aspiración a la liberación de las
ataduras materiales y al ser individual para identificarse con el Ser Universal
(Brahma)29.
Por otro lado, en la antigua religión persa, apenas se la percibe en los escritos
hoy existentes del “Avesta” cuya mayor parte se perdió irremisiblemente, “si bien
hay un pasaje en el “Vandidád” (el más ortodoxo de los libros zoroastrianos) que
se refiere a la doctrina de la transmigración de la vida animal”30.
El Buddha la enseñó constantemente, hablando de sus anteriores
nacimientos. Entre los remanentes de las antiguas razas del continente
americano, esparcidos aquí y allá, se encuentran ocasionalmente dicha creencia
como, por ejemplo, entre los indios Zuni. Los hebreos de hoy parece que no
aceptan la reencarnación, si bien se alude a ella en la Kábala31.
Anteriormente, hasta tiempos que se pierden en los tiempos,
indiscutiblemente los egipcios enseñaban la doctrina de la reencarnación,
conforme la interpretación sacerdotal, como se muestra en el clásico Libro de los
muertos, una de sus principales escrituras, que describe la ruta seguida por el alma
después de la muerte, copia del cual se depositaba en cada ataúd32.
Los egipcios consideraban que toda persona tenía tres partes: el cuerpo, el
ka y el alma. El cuerpo vivía esta vida como un hecho pasajero. El ka o doble era
la fuerza vital que sobrevivía después de la muerte y quedaba en esta vida. El alma

29
Devés Valdés, Eduardo y Melgar Bao, Ricardo. (1999). Redes teosóficas y pensadores, op. cit.,
138 p.
30
Ibid.
31
Ibid.
32
Ibid.
23
se manifestaba en este mundo por los sentimientos y las acciones; era inmortal e
inmaterial. A la muerte del individuo, el alma debía hacer el viaje al más allá para
ser juzgada. Era conducida a un tribunal de cuarenta y dos jueces (demonios,
constituidos en acusadores del difunto) presidido por Osiris (el dios que, a su vez,
fue despojado de la vida), dios de los muertos, y sus acciones pesadas por el dios
Anubis (dios de cabeza de perro) en una balanza, el dios Thot se desempeñaba en
la función de secretario. Si no tenía pecados pasaba a gozar de los beneficios del
reino de Osiris y ser como los propios. Si los tenía, iba al Duat, lugar donde carecía
de libertad. Antes de dictarse la sentencia, el alma debía justificar ante el tribunal
su comportamiento en esta vida, para lo cual le servía el libro de los muertos,
conjunto de consejos propios para la actuación en el otro mundo (Nack de Emil,
1966). Lo mejor del arte egipcio en torno a la vida de la muerte y de los muertos.
Las tumbas reales de los faraones de la primera y segunda dinastía, las pirámides
de Gizeh, los Hipogeos su construcción fue dirigida para conmemorar a los
muertos importantes, los escultores egipcios gustaban plasmar en relieve los afanes
de los vivos. Son frecuentes en sus monumentos funerarios las escenas de
vaqueros, labradores y artistas en plena faena cotidiana.
Posteriormente, el teósofo Pavri sostiene que en la “Sabiduría de Salomón”
se afirma que el nacer en un cuerpo sin lacra era la recompensa de “ser bueno”.
Algunos pocos millares de quienes son reconocidos como cristianos, creen
ahora en ella; si bien el sistema cristiano actual la rechaza, por más que el Cristo
la aceptó cuando dijo a sus discípulos, que Juan el Bautista era Elías.
Orígenes, el más instruido de todos los Santos Padres Cristianos declaró
que “cada hombre recibe su cuerpo de acuerdo con sus merecimientos y sus
previas acciones”33. Gerard Encausse Papus, en un texto llamado Reencarnación
y religión señaló que: La reencarnación “está también la parábola del ciego de

33
Ibid.
24
nacimiento, castigado por sus pecados anteriores”, que es un interesante motivo
de reflexión. “La religión cristiana es continuación directa de la egipcia, y cada
uno de los evangelistas está representado por un símbolo, que es una de las cuatro
formas de la esfinge: la cabeza humana, o el ángel, el águila, el león y el toro. La
idea de la reencarnación formó parte de las enseñanzas secretas de la Iglesia,
como sucedía con la mayoría de las ideas de la iniciación egipcia34.
Los sufíes musulmanes sostienen tal creencia, la cual ha llegado hasta
nosotros en la Edad Media por un sabio hijo del Islam, el poeta y místico persa
Jalál-ud-Din Rumi35.
No olvidemos que el emperador Justiniano en el año 543 en el Sínodo de
Constantinopla (aunque se realizó sin la presencia del Papa) extirpó del antiguo
y Nuevo Testamento el concepto de Reencarnación. Por una opción política y
no religiosa. No era conveniente para el “Poder” que pensáramos que teníamos
a Dios dentro de nosotros mismos y con nuestras acciones correctas apegadas a
los valores verdaderos uy con el apoyo de la Divinidad pudiésemos evolucionar.
Es a partir de entonces que la noción de la reencarnación desapareció del
pensamiento cristiano en Europa y muchos creen, todavía hasta el día de hoy,
que la no aceptación de la reencarnación es un verdadero dogma inspirado.

34
Papus, Reencarnación y religión, https://www.rosacruz.net/reencarnaci%C3%B3n-y-
religi%C3%B3n.html
35
También conocido como Yalal ad-Din Muhammad Rumi nació el 30 de septiembre de 1207
en la provincia del Gran Jorasán de Persia (hoy Afganistán). Su padre Baha'uddin Walad, teólogo,
jurista y místico lo introdujo en el sufismo. Alrededor de 1220 debió abandonar Persia a causa
de las invasiones del imperio mongol, iniciando una peregrinación por varios países del Medio
Oriente, conociendo así, numerosos maestros sufíes de la época. Ya convertido en maestro sufí,
entre 1240 y 1244, se concentró en la enseñanza, la meditación y la ayuda a los pobres. En 1258
reunió en seis volúmenes su obra más importante, “Masnavi”, considerada por muchos sufíes
como en segundo lugar en importancia tras el Corán. Tras su muerte, sus discípulos fundaron
“La Orden Mevleví” o de los “Derviches Giróvagos” en el siglo XIII (1299-1222). Véase Frases
y pensamientos, frases de Rumi en http://www.frasesypensamientos.com.ar/autor/rumi.html
25
La creencia en la reencarnación adquirirá la forma de una teoría filosófica
en Platón, pero pasando antes por Píndaro (518-438 a.c.), Pitágoras (582-500 a.C.)
y Empédoc1es (490-430 a.c.).
Platón (427-347 a.c.) expresó su pensamiento reencarnacionista en La
República, Fedón, Menón, Timeo y Las Leyes. Enseñó la inmortalidad del alma,
que pertenece, en su perfección, al aire superior, al mundo trascendental de las
ideas. Es un principio divino procedente del demiurgo; lleva una existencia
preterrena, desde la que cae en una existencia corporal, que representa para ella un
distanciarse de su modo de ser auténtico y un "período de prueba en la tierra" al
mismo tiempo. Permanece durante diez mil años sujeta al ciclo de diversas fases
de prueba en el elemento terreno, antes de alcanzar, una vez logrado el
perfeccionamiento, la visión eterna del ser divino o, en caso contrario, la lejanía
perpetua de él.
Por ejemplo, Pitágoras (570-480 a.C), el famoso matemático del siglo VI
a.C, sostenía que el alma es inmortal y que transmigra. Antes de él, Tales de Mileto
(625-547 a.C), el más antiguo filósofo griego conocido, alegó que poseían alma
inmortal no sólo los hombres, los animales y las plantas, sino también objetos tales
como los imanes, ya que estos pueden mover el hierro. Los antiguos griegos
afirmaban que las almas de los muertos cruzaban en barca el río Estigia para entrar
en una inmensa región subterránea conocida como el reino de los muertos. Allí las
almas eran sometidas a juicio y o bien se las sentenciaba a sufrir tormento en una
prisión de murallas altas, o bien se las destinaba a la felicidad absoluta del Eliseo.
Años después, los gnósticos cristianos, que tuvieron probablemente su
apogeo en el siglo II, no se doblegaron a la ortodoxia de la Iglesia emergente, sino
que defendían el conocimiento del hombre interior para llegar al conocimiento del
Ser divino. No eran, en consecuencia, partidarios de una autoridad eclesiástica que
determinara cuáles debían ser las creencias de los cristianos. Algunos escritos

26
gnósticos apuntan a la creencia en la preexistencia y reencarnación del alma. Así,
por ejemplo, en el Tratado de la Resurrección, también conocido como Carta a
Regino, parece admitirse la preexistencia cuando dice:

No dudes, por tanto, en lo que atañe a la resurrección, Regino, hijo


mío, pues si tú no existías en la carne, recibiste carne al entrar en este
mundo.

En los textos de Nag-Hammadi, hallados en 1945 en una jarra sellada a once


kilómetros de la ciudad de Luxor aparece el concepto de Reencarnación en el
cristianismo primitivo. La jarra contenía 13 cuadernos, escritos en copto con 46
tratados de diferente índole, realizados por autores que discrepaban en ciertos
puntos con la doctrina eclesiástica que se estaba fraguando y que compartían
ciertos rasgos comunes, como el deseo del conocimiento de Dios y de identificarse
con él. Algunos de estos escritos coinciden con los que la ortodoxia había
condenado como heréticos por participar de lo que llamamos “pensamiento
gnóstico”. Los documentos de Nag-Hammadi fueron traducidos por primera vez
a una lengua moderna en 1977.
En el siglo I a. C. Alexander Cornelius Polyhistor escribió: “La doctrina
pitagórica prevalece entre los Galos enseñando que las almas de los hombres son
inmortales, y que después de un número fijo de años entrarán en otro cuerpo. Julio
César registró que los druidas de Galia, Gran Bretaña e Irlanda tenían la
metempsicosis como una de sus doctrinas centrales:
El punto principal de su doctrina es que el alma no muere y que después de
la muerte pasa de un cuerpo a otro ... el principal objetivo de toda educación es, en
su opinión, imbuir a sus eruditos de una firme creencia en la indestructibilidad. del
alma humana, que, según su creencia, simplemente pasa al morir de una vivienda

27
a otra; porque sólo con tal doctrina, dicen, que despoja a la muerte de todos sus
terrores, puede desarrollarse la forma más elevada de valor humano.
Hipólito de Roma creía que a los galos les había enseñado la doctrina de la
reencarnación un esclavo de Pitágoras llamado Zalmoxis. En cambio, Clemente de
Alejandría creía que el propio Pitágoras lo había aprendido de los celtas y no al
contrario, afirmando que había sido enseñado por Gálata Galos, hindú sacerdotes
y Zoroastrianos.
Diez siglos después, de los gnósticos aparecen los cátaros (también
conocidos como cathari del griego Katharoi “puros”) una secta religiosa medieval
dualista del sur de Francia que floreció en el siglo XII d.C. y desafió la autoridad
de la Iglesia Católica. También eran conocidos como albigenses para la ciudad de
Albi, que era un fuerte centro Cátaro de creencias. Los sacerdotes cátaros vivían
simplemente, no tenían posesiones, no imponían impuestos ni sanciones, y
consideraban a hombres y mujeres como iguales; aspectos de la fe que apelaban a
muchos en ese momento desilusionados con la Iglesia. Las creencias cátaras
finalmente derivaron de la religión persa del Maniqueísmo, pero directamente de
otra secta religiosa anterior de Bulgaria conocida como los Bogomils36 que
mezclaban el Maniqueísmo con el cristianismo.
Entre las creencias Cátaras tenemos:

36
EI bogomilismo, una de las doctrinas socio-religiosas más importantes en la Edad Media,
surgió en Bulgaria a mediados del siglo X durante el reinado del rey Peter (927-9691. Tenía en
su base fa idea dualista de la creación de la naturaleza y el hombre por dos principios
contradictorios: el bien y el mal, en eterna lucha entre sí. EI dualismo de los bogomiles había
cristalizado bajo la influencia de doctrinas heréticas más tempranas, en primer lugar, el
maniqueísmo muy divulgado en el vecino Bizancio. Los bogomiles, al considerar que el mundo
visible y todo lo existente en él es obra del mal, rechazaban la iglesia oficial, su jerarquía y los
sacramentos (bautismo, comunión, veneración de la cruz e iconos, etc). Las sectas cristianas
como los bogomilos y los cátaros, que profesaban la reencarnación y otras creencias gnósticas,
eran denominadas "maniqueas" y, en la actualidad, los eruditos las describen a veces como
"neomaniqueas". Como no existe una mitología o terminología maniquea conocida en los
escritos de estos grupos, ha habido cierta disputa entre los historiadores sobre si estos grupos
realmente eran descendientes del maniqueísmo.
28
• El reconocimiento del principio femenino en lo divino. Dios era tanto
hombre como mujer. El aspecto femenino de Dios era Sofía, “sabiduría”).
Esta creencia alentó la igualdad de los sexos en las comunidades cátaros.
• Metempsicosis (Reencarnación) – un alma renacería continuamente hasta
que renunciara al mundo por completo y escapara de la encarnación.

• Dualidad Cósmica – la existencia de dos poderosas deidades en el universo,


una buena y otra malvada, que estaban en un estado de guerra constante. El
propósito de la vida era servir al bien sirviendo a los demás y escapar del
ciclo del renacimiento y la muerte para regresar a casa a Dios.

Los cátaros fueran condenados como heréticos por la Iglesia Católica y


masacrados, la mayoría quemados en la hoguera, en la Cruzada Albigensiana (1209-
1229 d.C.) que también devastó las ciudades, ciudades y cultura del sur de Francia.

Posteriormente, la ley de la reencarnación aparece en la Orden Rosacruz.


Desde un punto de vista rosacruz, el objetivo del hombre es evolucionar hacia el
estado de Perfección total o relativo que han manifestado en la Tierra algunos
Maestros e Iniciados. En virtud de este principio, parece evidente que tal objetivo
no puede alcanzarse en una sola vida. Por lo tanto, debe reencarnar durante todo
el tiempo que sea imperfecto en sus juicios y su comportamiento. Desde el
momento en el que se ha vuelto perfecto, ya no tiene la obligación de volver a vivir
en la Tierra y permanece como alma en lo invisible, participando directamente en
el Plan divino.
En el siglo XVIII influyó de algún modo en los estamentos cultos de la
Ilustración europea. Fueron seguidores de esta idea: 1. Kant, G. E. Lessing,

29
Lichtenberg, 1. G. von Herder, Goethe, A. Schopenhauer. A través de la
antroposofía de Rudolf Steiner (1861-1925) llegó a un público más amplio.
En los tiempos actuales, un famoso ocultista francés, el médico Gerard
Encausse conocido como Papus, fundó un grupo Rosacruz y otro Martinista que
destacan por sobre otros por su mensaje Crístico37. Al respecto, es importante
señalar que escribió textos importantes sobre la “Reencarnación” muy similares a
los pensamientos que tenía Gabriela Mistral que veremos más adelante.
Papus señala que la reencarnación era una de las enseñanzas secretas de
todos los templos de la antigüedad. “Dada primitivamente como una parte de la
iniciación en los grandes misterios del antiguo Egipto, esta revelación ha pasado
a todas las religiones esotéricas, y volvemos a encontrarla entre los autores
clásicos, de lo que hemos dado numerosos ejemplos; también la volveremos a
encontrar en el budismo”38.
Sin embargo, Papus sostiene que no es que sea el budismo el creador
religioso de esta idea de la reencarnación, sino que Gautama El Buda, quien ha
sido el difusor a pesar de sus maestros y ha rendido con ello un servicio
considerable a la humanidad.

37
Dentro del contexto espiritual, el santo ser crístico representa la expresión individualizada de
Cristo, una energía llena de absoluto amor divino. Que fue creada para servir de puente y así de
esta manera, poder ayudar a las personas a encontrar su divina presencia, su “Yo Soy”. Pero la
pregunta es ¿Dónde se puede ubicar a este ser? Los expertos en la materia opinan que, en el
aspecto físico, se encuentra en el corazón de cada ser humano, mientras que para los cristianos
el santo ser crístico viene representado en la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Al estar presente dentro del corazón de cada ser humano, el santo ser crístico sirve de vehículo
entre la divinidad y el cuerpo físico, actuando como un transformador de la energía, que baja de
la excelsa presencia hasta el cuerpo. Es decir que cada ser humano lleva un ser crístico en su
corazón, esa energía que envía el Padre Celestial para que las personas obren con bien y de una
manera noble. Véase https://conceptodefinicion.de/santo-ser-cristico/
38
Encausse, Gerard. (2007). La reencarnación.
http://www.rosacruz.net/reencarnaci%C3%B3n-y-religi%C3%B3n.html
30
En principio los evangelios aseguran sin ambages que San Juan
Bautista era Elías reencarnado. Esto constituía un misterio, y San Juan
Bautista, al ser interrogado sobre ello, se callaba, pero los demás lo
sabían. Está también la parábola del ciego de nacimiento, castigado
por sus pecados anteriores, que es un interesante motivo de reflexión.
La religión cristiana es continuación directa de la egipcia, y cada uno
de los evangelistas está representado por un símbolo, que es una de las
cuatro formas de la esfinge: la cabeza humana, o el ángel, el águila, el
león y el toro. La idea de la reencarnación formó parte de las
enseñanzas secretas de la Iglesia, como sucedía con la mayoría de las
ideas de la iniciación egipcia39.

Muy similar a la forma de pensar de Gabriela Mistral que aparecerá en las


próximas páginas, Gerard Encausse40 sostiene que la reencarnación no ha sido
condenada por la Iglesia.
Un concilio ha dicho que aquel que proclamara haber vuelto a la tierra
por encontrarse a disgusto en el cielo sería anatematizado; pero lejos
de condenar la reencarnación, esta advertencia del Concilio indica, por
el contrario, que formaba parte de las enseñanzas, y que si había
quienes volvían voluntariamente a reencarnarse, no por encontrarse a
disgusto en el cielo, sino por amor al prójimo, el anatema no podía
afectarles41.

39
Ibid.
40
Véase http://www.martinisten.org/geschichte/beruehmte-
martinisten/gerard_encausse_papus-3/
41
Encausse, Gerard. (2007). La reencarnación, op. cit.
31
Se puede asegurar que la idea de la reencarnación, que ha sido el faro
luminoso de toda la antigüedad, no se ha perdido jamás en ninguna
religión; y hoy día esta idea reaparece, defendida por tres tradiciones:
la tradición cabalista, procedente de Egipto y transmitida hasta
nosotros por los pitagóricos y los neoplatónicos; la tradición oriental,
transmitida por el budismo y de la que acabamos de hablar, y por
último, la revelación moderna del espiritismo42.

Varios textos indican que el nombre de Orden Rosacruz proviene de dos


símbolos antiquísimos. El primero se usaba mucho antes de la muerte de
Jesucristo, ya que la cruz se utilizó como un símbolo solar. El hombre primitivo,
en sus primeras manifestaciones al sol, lo miraba con los brazos abiertos, siendo
esta la primera nota espiritual de la cruz. También representó los cuatro puntos
cardinales y la unión crucial que forma la eclíptica con el Ecuador. Es un símbolo
positivo, activo y representativo de las fuerzas masculinas de la naturaleza.
Equivale al “Yang” de la filosofía china”.
La rosa simboliza el ideal de belleza, delicadeza y hermosura.
Representa a la mujer y al principio de fecundidad, a la madre
naturaleza. La rosa que comienza a abrirse es la personalidad que
empieza a brotar para iluminar y dar realidad a la cruz. La conjunción
de ambos símbolos es el encuentro de dos fuerzas generadoras,
opuestas, de la naturaleza. Es la suma del par de contrarios que
originan la creación, la unión de los polos masculino y femenino. La
rosa equivale al “Ying” de la filosofía china43.

42
Ibid.
43
Escobar Soriano, Juan. (2015). ¿La Orden Rosacruz es compatible con la fe cristiana?, Aleteia,
9 de noviembre. https://es.aleteia.org/2015/11/09/la-orden-rosacruz-es-compatible-con-la-fe-
cristiana/
32
Hay una portada del Diario La Nación de Chile de 1928 en que se habla
sobre el aniversario 3281 de la Orden Rosacruz mostrando la importancia
(secreta/reservada) que tenía este grupo en Chile44.
En el Siglo XX, Si hay una cosa que caracteriza a esta vida, al mundo en que
vivimos, es la dualidad, la ley de oposición, lo positivo y negativo, el bien y el mal,
lo claro y lo oscuro, la luz y la oscuridad, macho y hembra, hombre y mujer, etc. 45.
Todas las oposiciones tienen lugar en nuestra vida permanente y debemos
estar nosotros continuamente eligiendo entre una posición u otra.
Dentro de estas oposiciones, sin duda la más fundamental es la de
materialismo y espiritualismo.
La materialidad, que es, por una parte, esencial a nuestra vida en este planeta
y que en su exageración lleva evidentemente a hacer al individuo trunco en sus
aspectos de hombre; la materialidad que ahoga el crecimiento del espíritu con la
búsqueda de los bienes materiales, por egoísmo, la apetencia de riquezas para sí,
etc., por un lado, y por el otro, la espiritualidad, que es llevar esta misma
materialidad a una perfección que sirva al individuo, que sirva al papel que debemos
desempeñar como hombres en esta vida material.
Esta lucha entre materialidad y la espiritualidad ha existido siempre, por cierto.
La materialidad es algo que espontáneamente tenemos que vivir, que naturalmente
la respiramos y que normalmente se hace carne en nosotros; pero debe tener
cuidado el ser humano para que no apague dentro sí la otra parte principal que
lleva y que debe perfeccionar.

44
Véase http://culturadigital.udp.cl/cms/wp-content/uploads/2018/05/LN_1928_03_21.pdf
45
Horacio Hevia Mujica Conferencia sobre el Martinismo en el Instituto de Extensión Espiritual,
1º de agosto de 1970.

33
Porque el objeto de la vida no puede ser para el hombre que razona única y
sencillamente el goce y disfrute de los bienes materiales, sin que al mismo tiempo
desarrolle la otra parte que es superior en él y que lo supervive.
Si bien la materialidad no necesita propaganda de ninguna especie para
hacerse presente en la vida de todos nosotros, la espiritualidad, sin embargo,
transita generalmente escondida, ignorada de la mayor parte de la gente, que se
vuelve a ella sólo en contadas ocasiones. Pero, así como la materialidad está
siempre presente en nuestra vida, la espiritualidad no ha dejado nunca tampoco de
estar presente y en la antigüedad más remota seres superiores en contacto con
planos elevados de la espiritualidad han dirigido los destinos de la Tierra y de los
hombres cuando ha sido necesario, o han trasmitido en secreto una tradición que
es absolutamente necesaria para el desarrollo completo del ser humano.
Según las tradiciones ocultas, desde lo más antiguo que nosotros podamos
tener noticias, desde Lemuria, desde la Atlántida, que fue arrasada por las aguas, se
extiende la espiritualidad de manera ininterrumpida hasta nuestros días.
De la Atlántida, aquella isla continente, que según el decir de los ocultistas
poseía el avance espiritual más extraordinario que se ha logrado sobre la Tierra, se
esparció a través de los iniciados este conocimiento oculto al Egipto, a la India, a
la América, y vemos, por ejemplo, con asombre, después de haberse ocultado
totalmente ese continente de la Atlántida y todos sus adelantos, vemos, sin
embargo, que se mantienen hasta nuestros días esas pirámides de Egipto, que
fueron en su tiempo los templos donde se reunían los iniciados en los
conocimientos espirituales. Los grandes seres que lograron desarrollar su yo
interno para ponerlo en contacto con esferas superiores, con los seres de otros
planos espirituales, ahí en esas pirámides que ahora está desiertas en el Egipto –
desiertas de hombres encarnados, aunque no podría decirse lo mismo de entidades
desencarnadas en estas pirámides realizaban las ceremonias de iniciación de esos

34
grandes espíritus que habían enseguida de expandir por la faz de la Tierra los
conocimientos adquiridos.
Los fundadores o impulsores de religiones, de sectas espiritualistas, fueron
a beber en esas fuentes la sabiduría que venía desde todos los tiempos
esparciéndose sobre la Tierra y que jamás ha faltado a los hombres.
Si ahora individuos superficiales, que realmente no buscan donde buscar,
dicen que algunas de las asociaciones secretas espiritualistas que ellos conocen
están desvinculadas de un pasado, porque no encuentran sus huellas en la historia,
podemos decir nosotros que estas personas están totalmente equivocadas, pues
jamás ha dejado de existir en el planeta el grupo espiritualista que es necesario para
la evolución más completa del hombre y todo aquel que lo busca con ahínco, que
lo busca con interés, lo encuentra.
Prueba de ello son todas esas instituciones iniciáticas que se extendieron
desde la antigüedad y que se continúan hasta nuestros días.
Se equivocan aquellos investigadores superficiales que no encuentran la
continuidad histórica entre unas y otras instituciones; pero ya René Alleau46, uno
de los grandes investigadores de las sociedades secretas que hay actualmente, ha
dicho que esta indagación está mal llevada, que no debe buscarse solamente en la
historia la ascendencia de las instituciones iniciáticas, sino que hay que estudiar su
simbolismo, hay que ir a lo que ellas significan en su simbolismo, en sus ritos, en
sus ceremonias, y al estudiar esas ceremonias y esos ritos se ve la conexión que
tienen con las sociedades anteriores, porque nada nace por generación espontánea.

46
René Alleau (1917-2013) es un autor francés, historiador de las ciencias, que publicó varios
libros sobre simbolismo, alquimia, sociedades secretas y las ciencias ocultas. René Alleau
era masón y formó parte de la logia de París de tendencia guenoniana (René Guénon) Thebah,
perteneciente a la Gran Logia de Francia. Entre sus libros destaca René Guénon et l'actualité de
la pensée traditionnelle, (dir.) avec Marina Scriabine, Actes du colloque international de Cerisy-
la-Salle, 13-20 juillet 1973, Paris, Arche de Toth, 1981.
35
Si alguna vez ha tenido que llegar aquí a la Tierra un conocimiento superior
espiritual, ha tenido que ser traído por seres que lo poseían de planos superiores,
como se dice que fueron los primeros que influyeron sobre los hombres en épocas
remotísimas y desde entonces esta tradición esotérica se continúa y se esfuerza en
muchas épocas de la historia por seres que vienen enviados de esferas superiores a
impulsar el movimiento espiritual en los humanos, en las épocas más necesitadas
y que parecen más oscurecidas en el aspecto espiritual; en aquellas épocas en que
la materialidad se impone dentro de las normas de los individuos es cuando se
hacen presente aquellos iniciados, aquellos grandes Enviados que han pasado por
la Humanidad.
Hoy en nuestra Tierra más que nunca debe plantearse el problema de la
lucha de la lucha entre el materialismo y el espiritualismo. Parece que el
materialismo está ahogando toda iniciativa del hombre para su evolución espiritual
y está destruyendo todo e incluso se destruye a sí mismo. Estamos en un período
negro de la historia en que, según las tradiciones esotéricas, justamente se ha
llegado, como quien dice, al tope más bajo a que puede llegar el ser humano para
que de ahí salga la luz que en adelante ha de iluminar el camino de los hombres.
De tal manera la labor de desarrolla el Instituto de Extensión Espiritual es
realmente meritoria en nuestra época, cuál es la de juntar a todas las personas con
inquietudes espirituales para que aporten un grano de arena en esta lucha en que
están trabajos los individuos y que ha de ser ganada por la espiritualidad.
De todas estas sociedades que han llegado hasta nuestros días en distintas
formas, una de ellas es el Martinismo.
No importa que el estilo sea distinto de una sociedad a otra, esa
conformación, esa diversidad deriva de un hecho esencial: que los conocimientos
espiritualistas se van dando graduados, de tal manera que una institución representa
un grado o unos grados del desarrollo espiritual y otra representa otros grados;

36
pero todas, absolutamente todas encarnan lo mismo, provienen de una misma
fuente y se dirigen hacia una misma finalidad, cuál es la evolución del ser humano
en su interioridad, en su yo interno, en su espiritualidad que es lo permanente, El
cuerpo, lo material perece y se termina en la tumba; pero el hombre no termina,
por cierto, en la tumba.
Los conocimientos más elementales de la ciencia actual están enseñando que
la materialidad no tiene su fundamento en la propia materialidad. La materia
estudiada hasta sus partículas más mínimas, el átomo y sus electrones, ha llegado a
convencer a los científicos de que más allá de la materia está la energía y la energía
no es materia, la energía es vibración, es otra cosa que no es materia; o sea, la
materia, estudiada por los científicos materialistas han llegado a comprobar que
proviene de otra cosa que no es la materia. También todos los estudios de la
Parapsicología, por ejemplo, está probando que el individuo tiene facultades que
van más allá de su cuerpo material, la clarividencia, la clariaudiencia, la telepatía
etc.…. son potencias del individuo que no tienen su asiento en la materialidad, que
no necesitan de los sentidos para ser ejercitadas o para trasmitirse, que está, más
allá de la parte material de la persona. O sea, que todo está confirmado que tenemos
una fracción espiritual que es superior a lo material y que es la que sobrevive, que
es la que se perfecciona y evoluciona.
El martinismo deriva su nombre de Luis Claudio San Martín, que fue un
teósofo que vivió en el siglo XVIII. Nació en Turena el 18 de enero de 1743 y
murió a los 60 años de edad también en Francia, en 1813. Luis Claudio San Martín
fue discípulo de Martinez de Pasqually, que era un iluminado.
Él en siglo XVIII floreció el Iluminismo, como se ha llamado; muchos seres
obtuvieron la iluminación, ya sea en una forma directa y espontánea, ya sea a través
de la iniciación.

37
Martinez de Pasqually nació en 1727 y murió en 1774, de 47 años de edad.
Fue un iluminado, alguien que se pone en contacto con planos superiores de
evolución. El dogmatismo, las creencias dogmáticas o insustanciales se ríen
generalmente del término iluminado, se ríen de estos poderes que pudiera adquirir
o tener un individuo; pero antes de reírse hay que experimentar las cosas, queridos
amigos, hay que conocer si la doctrina que esos iluminados nos han dejado es o no
beneficiosa para los hombres.
Martinez de Pasqually, del cual se saben muy pocos datos de su vida: no se
sabe dónde se educó, ni cuáles fueron sus maestros, ni de donde obtuvo sus
conocimientos, fue, pues, un iluminado. Un iluminado no necesita estudiar en
textos, se comunica directamente con los Planos superiores y obtiene los
conocimientos necesarios, seguramente porque él está en un estado de evolución
que lo hace receptivo a esas influencias elevadas espirituales.
La doctrina de Martinez de Pasqually está expuesta en su libro “Tratado de la
Reintegración de los Seres”. Aún antes de escribir este libro y cuando ya tenía dentro
de sí las ideas que iba a exponer, viajó por muchas ciudades de Francia dando a
conocer su doctrina y fundó en definitiva en 1764, a los 37 años de edad, una
Orden, La Orden de los Caballeros Masones Elegidos Cohen del Universo, los
sacerdotes Elegidos del Universo, que fue más tarde reconocida por el Gran
Oriente de Francia dentro del Rito Masónico.
El hecho de que el Martinismo en tiempos de Martinez de Pasqually se haya
empezado a divulgar y practicar dentro de algunas Logias Masónicas, fue sólo una
Táctica necesaria; pero la Masonería y el Martinismo son totalmente
independientes uno de otro y aun cuando los Martinistas pudieran reclutarse
dentro de los Maestros masones más ilustrados, así como entre las otras escuelas
iniciáticas, no se necesita ser masón ni miembro de ninguna otra Orden para ser
Martinista. He dicho que son independientes; pero no hay que olvidar la afirmación

38
que hice anteriormente de que todas las instituciones iniciáticas persiguen un fin
de mejoramiento espiritual del individuo y tienen una evidente conexión en cuanto
a sus finalidades.
En las doctrinas de Martinez de Pasqually está contenidas muchas de las
doctrinas de otro iluminado de aquella época, que fue Emmanuel Swendenborg,
que escribió libros sobre interpretación de la Biblia que fueron en su tiempo muy
divulgados, pero que no tienen traducción a nuestro idioma español.
El primer secretario que tuvo Martinez de Pasqually fue al abate Fournier y
el segundo. Luis Claudio San Martín.
Se puede afirmar que San Martín orientó verdaderamente la doctrina de
Martinez de Pasqually y es el padre del Martinismo.
Martinez de Pasqually redactó con Luis Claudio San Martín el “Tratado de la
Reintegración de los Seres”, que es el fundamento de la doctrina martinista, y le dio
impulso a la parte administrativa y de organización de la Logias que funcionaron
en aquel tiempo en Francia.
Dos fueron los discípulos principales de Martinez de Pasqually, uno Juan
Bautista de Willermoz, que quedo a la cabeza de las Logias que se fundaron Lyon,
y el otro, Luis Claudio de San Martín, aun cuando los dejaron de lado propiamente
el sistema de su Maestro.
Martinez de Pasqually era un teúrgo, un hombre que trataba de influir en el
plano espiritual por intermedio de oraciones y principalmente por la magia, Magia
Blanca, por supuesto, y en sus logias se practicaba la Magia Blanca, se producían
materializaciones invocadas por Martinez de Pasqually o por el que dirigiera la
Logia y venían seres de planos superiores que se hacían visibles y que hablaban a
los concurrentes, y especialmente con Martinez de Pasqually venía uno que se
denominaba el Agente Desconocido, del cual tomó el nombre San Martín para
designarse él como el Filósofo Desconocido al suscribir las obras que escribió.

39
Luis Claudio San Martín, sin embargo, no fue nunca amigo de la magia, a
pesar de que se inició en las Logias de Martinez de Pasqually y que conoció todos
los fenómenos de materializaciones que ahí se producían.
De esto provienen las diferencias que hay en el Martinismo.
Por una parte, Martinez de Pasqually trasmitió a estas Logias de los Elegidos
Cohen del Universo los rituales escritos por él y sus ceremonias mágicas, que las
continuo Willermoz, y, por otro lado, San Martín, que conoció a fondo esas
doctrinas y que obtuvo la iluminación por sus trabajos dentro de la iniciación,
trasmitió una enseñanza sin magia.
Luis Claudio de San Martín es realmente el fundador del Martinismo,
nombre que le dio Papus, del cual vamos hablar enseguida, así como a la rama de
Martinez de Pasqually se le ha llamado desde el tiempo de Papus, el Martenecismo.
El Martinismo es efectivamente el conjunto de aquellas doctrinas escritas en
sus libros por Luis Claudio San Martín y difundidas por él a través de la iniciación
personal que dio a sus discípulos.
Desde joven Luis Claudio de San Martín sintió la atracción de lo espiritual,
el ansia de perfeccionamiento interior, y a los 25 años, a la edad en que ahora los
muchachos no se preocupan generalmente de nada, tenía casi todos los grados de
la iniciación que daba Martinez de Pasqually. A los 26 años conoció personalmente
a Martinez de Pasqually y fue su secretario durante tres años, cargo que le permitió
imponerse de todo el movimiento del Martinismo en Francia, y además obtuvo el
resto de los grados que daba Martinez de Pasqually.
Siendo secretario de Martinez de Pasqually inició contacto epistolar con
Willermoz, a quien conoció algunos años después y con quien hasta su muerte
mantuvo amistad, a pesar de que sus doctrinas se separaron, porque, como ya lo
dijimos, San Martín no aceptó la Magia Ceremonial que realizaba Willermoz, al
igual que Martinez de Pasqually.

40
San Martín escribió numerosas obras, que no tienen traducción al castellano
y que aún en sus ediciones francesas está casi todas agotadas, por lo que
lamentablemente, es difícil tener acceso a ellas. Esas obras son: “De los Errores y
de la Verdad”, “Cuadro Natural de las Relaciones que existen entre Dios, el
Hombre y el Universo”, “El ministerio del Hombre Espíritu”, “El hombre de
deseo”, “Ecce Homo”, “El Nuevo Hombre” y unos estudios sobre la Revolución
Francesa.
Tradujo también tres obras de Jacobo Boehme, que, como lo dijo siempre,
fue uno de sus Maestros, junto con Martinez de Pasqually.
Jacobo Boehme fue otro iluminado de aquel tiempo; de profesión zapatero,
no tuvo otra enseñanza ni cultura aparte de la que daban los gremios para
desempeñar su oficio de zapatero. Un buen día obtiene inesperadamente la
iluminación y se comunica con los planos superiores, y el simple zapatero se
transforma de la noche a la mañana en un Maestro de Espiritualismo.
Escribió obras en su idioma alemán, también sin traducción al español, que
son verdaderos monumentos de espiritualidad. Fenómeno curioso el de la
iluminación de estos seres, algo grandioso y profundo que los pone en condiciones
de adquirir elevados conocimientos sin estudios previos, sencillamente al
relacionar su mente con esferas superiores por medio de facultades que todos
tenemos, pero que no perfeccionamos, facultades que está a divulgar la
parapsicología. Esa Capacidades las tenemos unos más desarrolladas que otros; a
unos se les produce la iluminación de repente, como a Boehme o a Swedenborg,
de un momento a otro, por un chispazo imprevisto que abre su visión a sublimes
enseñanzas.
Martinez de Pasqually ha debido ser igual, porque no se le conoce ningún
Maestro ni estudios especiales, y en cambio Luis Claudio de San Martín obtuvo esa
misma iluminación a través de la iniciación martinista. Vean ustedes la Importancia

41
del Martinismo si por medio de los estudios que se hacen dentro de la Institución
se puede obtener esa iluminación a través de la iniciación martinista. Vean ustedes
la importancia del Martinismo si por medio de los estudios que se hacen dentro la
Institución se puede obtener esa iluminación, se puede lograr ese contacto del
hombre con el saber superior.
Papus, de nombre Gerard Encausse, que nació en 1865, sesenta y dos años
después de la muerte de San Martín, pensó que para preservar esa iniciación que
trasmitía este último verbalmente, de boca a oído, de Maestro a discípulo, era
necesario fundar una Orden Martinista, lo que hizo creando su Consejo directivo
en 1891, cuando tenía 26 años de edad.
Este ser extraordinario que fue Gerard Encausse tomó el nombre de Papus,
por el cual es conocido, del nombre que se le dé a un genio de la Medicina en el
libro “El Nuctemerón”, atribuido por Eliphas Levy a Apolonio de Tiana.
Siendo un muchacho de apenas 24 años, fundó y presidió el Grupo
independiente de estudios esotéricos, formado por martinistas, templarios,
gnósticos, budistas, rosacruces, cabalistas y herméticos, es decir, todas las fuerzas
espirituales de Francia que se orientaban en ese momento hacia una renovación
del espíritu. Este Grupo cambió después su nombre por el de “Escuela Hermética
de Paris”, y es interesante anotar, queridos amigos, y se lo digo especialmente a la
querida hermana Viola, que tenía las mismas finalidades que se ha propuesto ahora
el Instituto de Extensión Espiritual.
Esto sucedió en 1889, hace 80 años que se fundó por este médico recién
recibido, de capacidades excepcionales, la Escuela Hermética de Paris, que tenía
estas finalidades: dar a conocer las principales nociones de la ciencia oculta en todas
sus ramas, formar miembros instruidos para todas las sociedades espiritualistas,
formar conferenciantes en todas las ramas del ocultismo, y estudiar los fenómenos
ocultos.

42
Cómo en la historia se siente cada cierto tiempo la necesidad de volver a
impulsar algunas ideas que vuelven a ser necesarias en un momento determinado.
En aquel tiempo produjeron la renovación espiritual en Francia.
Este hombre prodigioso que fue el Doctor Encausse, llamado Papus, de
dotes realmente superiores, a los 22 años publicó su “Tratado Elemental de Ciencia
Oculta”, que es hasta hoy día un texto que debe leer y estudiar todo el que se
preocupe de ciencia oculta.
A esa edad él había ya asimilado los conocimientos de esa época sobre
ciencia oculta; pues leía con gran rapidez y con sólo hojear los libros, con su
intuición y facilidad de captar, aprendía inmediatamente su contenido, podía leer
bibliotecas en poco tiempo.
Son hombres de excepción, que surgen de vez en cuando en el tiempo, y
este fue el impulsor de la doctrina martinista y el fundador de la Orden Martinista
en Francia.
Escribió numerosos libros, y entre ellos, aún antes de cumplir los 30 años
de edad, “El Tarot de los Bohemios”, el “Tratado Metódico de Ciencia Oculta”, y
el “Tratado de Magia Práctica”, que son fundamentales para el estudio del
ocultismo.
Descubrió la correspondencia entre San Martín y Willermoz y con ella
escribió la vida de San Marín, como escribió la vida de Martinez de Pasqually a
base de la correspondencia entre Martinez y Willermoz.
Papus fue iniciado a los 18 años en la doctrina espiritualista del Martinismo
y para fundar en 1891 el Consejo Directivo del Martinismo y la Orden Martinista
aprovechó los rituales que pudo obtener, venidos del tiempo de San Martín.
Desde entonces la Orden ha funcionado ininterrumpidamente hasta
nuestros días.

43
Aparte de los libros que escribió, Papus ejercía activamente su profesión de
médico, en la forma más abnegada y caritativa, publicaba artículos en los diarios y
revistas y creó en 1883 la Revista La Iniciación, que se Publicó hasta 1914 y que de
nuevo ha revivido después de su muerte, su hijo Philippe Encausse, que es ahora
el Presidente del Consejo Directivo del Martinismo, y que lleva el nombre de
Philippe en recuerdo del Maestro Philippe, a quien veneraba Papus y en quién
reconocía a su mayor Maestro; otro iluminado de esa época, también un hombre
excepcional, en contacto directo con esferas superiores de la espiritualidad.
Papus Murió joven, a los 51 años de edad, y dejó una obra inmensa realizada
en el campo del espiritualismo.
La verdadera misión de Papus ha sido la de guiar a los principiantes.
Sus obras son una verdadera síntesis de los conocimientos ocultistas.
Esas cuatro que he citado son absolutamente necesarias para cualquiera que
se interese por el esoterismo, tres de ellos están aquí en las librerías, traducidas al
castellano.
Las obras de Papus tienen el valor y la importancia de haber sido escritas
especialmente para los occidentales, porque generalmente estas doctrinas
espiritualistas, que son el pan de cada día en el Oriente, se propagan y se conocen
en una forma apta para los orientales.
A pesar de que la espiritualidad es una, a pesar de que todo conduce a lo
mismo, sin embargo, hay que hacer diferencias, según el modo en que las personas
se desempeñan normalmente y pueden realizarse en la espiritualidad, de acuerdo
con la manera como pueden asimilar estas ideas para hacerlas verdaderamente
suyas y que le produzcan un desarrollo interno.
Pues bien, este movimiento espiritualista denominado Martinismo, cuyos
fundadores, como he dicho, son Martinez de Pasqually, Luis Claudio de San

44
Martín, tiene casi desde el comienzo una diferenciación que se produjo en tiempo
de San Martín.
Uno, el de Willermoz, que dentro de un movimiento seudo-masónico,
heredero de Martinez de Pasqually, mantiene un Martinismo con prácticas mágicas,
que se ha prolongado hasta nuestros días, y el otro, creado por Luis Claudio de San
Martín y continuado por Papus.
Estas ramas se unieron en 1962 en un solo Martinismo, dirigido por una
autoridad única; pero últimamente no más, el año pasado, se ha separado una rama
que no acepta los rituales de Papus y que sostiene poseer las enseñanzas legítimas,
que vendrían a través de los iniciados y de rituales que pasaron por Rusia.
Son diferencias de forma, que no afectan el fondo, que es lo principal; pero
siempre con la diferencia de las prácticas mágicas.
Como veremos más adelante, por palabras del propio Papus y por nuestras
experiencias, esas prácticas mágicas no son necesarias, y no sólo no son necesarias,
sino que tampoco son convenientes.
El Martinismo es, pues, una Institución Iniciática; es un esfuerzo de todo
hombre para someterse al espíritu y dejarle dentro de él el campo libre, para hacer
de la espiritualidad su norma, su vida. El Martinismo para el que lo adopta, para
aquel que quiere conocerlo a fondo, significa un esfuerzo de toda la vida, hasta
llegar, si es posible, a obtener la iluminación, el contacto directo con los planos
elevados de la espiritualidad.
Martinista significa principalmente discípulo de San Martín, que fue el
verdadero creador del Martinismo, el colaborador indispensable de la obra capital
de Martinez de Pasqually, el organizador del Martinismo, el que dio la pauta de las
iniciaciones martinistas y aquel cuyas doctrinas tomó Papus para fundar la Orden
que se mantiene hasta hoy.

45
El Martinismo es el sistema de Teosofía expuesto por Luis Claudio de San
Martín en sus obras; un Martinista es el que recibe este sistema para estudiarlo y
practicarlo.
En cuanto a la Orden Martinista fundada por Papus en 1891, es una
sociedad que agrupa a los Martinistas para un mejor aprendizaje de esta doctrina.
El Martinismo es una doctrina de iniciación interna, es un iluminismo;
pertenece al género judeo cristiano, al género de la teosofía judeo cristiana, pues la
Teosofía constituye el fondo de las doctrinas de forma esotérica; se basa, pues, en
las doctrinas cristianas.
El Martinismo es un centro de altos estudios y de propagación del
espiritualismo.
El Martinista estudia, ora, ama y perdona.
El Martinismo es una institución iniciática que se preocupa de la evolución
espiritual de sus miembros, en primer lugar, y en seguida, de la de todos los
hombres, porque no es posible, por cierto, para un espiritualista atesorar una
doctrina de esta especie sin que sea para ayudar a todos los demás; un verdadero
espiritualista no puede concebir una doctrina espiritual para tenerla únicamente
como conocimiento propio, como quien estudia Historia, por ejemplo, o
cualquiera otra ciencia y la guarda para sí.
No, es un saber que a medida que se va adquiriendo se debe ir también
poniendo en práctica, con lo que se tenga, con lo que sea.
El hombre que tiene algo y que no da, mal puede recibir nada más porque
está lleno; aquel que da, que está entregando, estará recibiendo naturalmente,
porque el entregar se vacía y necesita recibir más y lo recibe de las esferas superiores
de la espiritualidad. Ese es el verdadero espiritualismo y eso es lo que predica y
sostiene el Martinismo.

46
El objeto de la iniciación que da esta Institución es, según San Martín, acercar
al hombre a la Luz, a su Principio.
Esta concepción está perfectamente conforme con la doctrina de la
reintegración enseñada a San Martín por Martinez de Pasqually, la reintegración de
los seres en su primer principio.
Según sostenía Martinez de Pasqually, y esta es la doctrina aceptada por San
Martín y demás continuadores del Martinismo, el hombre en un momento de su
vida ha caído, ha caído desde un plano superior y ha venido en involución, como se
llama, hasta llegar al fondo, que es el plano material y el materialismo, para aquí
reintegrarse de nuevo a su primitivo lugar de origen; la involución a través de miles
y miles de milenios.
Esta es la teoría de la reintegración.
Porque aquí, es necesario decir algo que el común de la gente no trata de
penetrar. A medida que uno se interna en una doctrina espiritualista se da cuenta
cada vez más de su pequeñez y de su ignorancia y cada vez más comprende lo
portentoso de este Universo; Un Universo infinito, que nosotros ni siquiera
podemos concebir con nuestra mente humana, que es imposible de concebir, un
Universo infinito en todos sus aspectos, en el tiempo y en el espacio, algo que
sencillamente no podemos concebir.
Y la observación de este Universo nos hace ver nuestra pequeñez y
comprender que para evolucionar y llegar a lo más que podemos aspirar
necesitaríamos de milenios y milenios.
Estamos acostumbrados a pensar tan en pequeño, que creemos que, con un
mérito pequeñísimo en esta corta vida, que no es ni un segundo dentro de la
eternidad, vamos a llegar al tope de nuestra evolución.

47
Imposible, queridos hermanos, si se piensa un poco, concebir así la vida en
este Universo infinito; y de ahí el fundamento de una doctrina que cuando se
divulgue realmente va a hacer cambiar el concepto de la gente.
Es una doctrina muy antigua, de todos los tiempos, una doctrina que
sostiene el Martinismo, y es la doctrina de la reencarnación.
Esta doctrina de la reencarnación, que no está dentro de las ideas que
comúnmente maneja el occidental, es la que da explicación de todos los fenómenos
de la vida y la que da explicación de la involución y de la evolución de los seres.
Esta doctrina tiene que ser divulgada, ya que es la base de toda doctrina
espiritualista.
Sostiene esta enseñanza de la reencarnación que nosotros hemos venido
durante milenios descendiendo en involución, plano por plano y hemos llegado a
este plano material en una encarnación, como se llama en ocultismo, a tomar un
cuerpo material, que el último de los siete cuerpos de que estamos compuesto.
Al morirnos en el cuerpo físico seguimos viviendo en el plano astral, el
inmediatamente siguiente a este plano material.
Pasará un tiempo en que se viva en ese plano y de nuevo se vuelve en otra
encarnación, a pulir las aristas de nuestra personalidad, a evolucionar.
La ley de la reencarnación es la ley de la evolución y si así se comprende se puede
captar lo que ella significa en realidad para la evolución del hombre. Nada se
explicaría sin la ley de la reencarnación; por ejemplo, las diferencias humanas, estas
diferencias que nos hace preguntarnos por qué algunos seres están tan atrasados
en su evolución que parece que recién están empezando a desarrollar su
mentalidad, muchos ni siquiera captan la espiritualidad y no se les puede hablar de
ello porque no entienden. ¿Por qué? Porque están en su primera o en su décima
encarnación y otros en cambio estarán en la centésima o milésima encarnación.

48
Esto es una cosa muy larga de hablar y de explicar; pero que debe ser la base
de los estudios espiritualistas ya que es la explicación de todos, absolutamente
todos los fenómenos de evolución del ser humano.
La comprensión de la ley de reencarnación nos quita el temor de la muerte,
porque la muerte no existe ni ha existido nunca, donde miremos hay sólo
transformación en la naturaleza, hay sólo evolución.
Morimos en el cuerpo físico para renacer a la vida en un plano superior;
debiéramos estar contentos cuando se acerca el momento de la muerte, porque
vamos a una esfera más elevada, de superior comprensión y con aquellas ventajas
que hemos obtenido en la vida material. Todos aquellos pequeños sacrificios que
hicimos, porque no tienen por qué ser grandes, sino de acuerdo con el desarrollo
de cada uno, en la medida de nuestra evolución, sirven para obtener un pequeño
avance, y llegamos al otro lado, acrecentados con ese adelanto.
Desgraciados sí aquellos seres pocos evolucionados que se dedican a una
vida exclusivamente material, o de odios y rencores, de bajas pasiones o de
asesinatos, porque eso no habrían avanzado nada, habrían perdido su encarnación
lastimosamente.
Pero felices aquellos que tienen una preocupación por los problemas
espirituales, aquellos que, como nosotros, perdemos una hora de un día cualquiera
para considerar y profundizar estos problemas que es lógico que inquietan al
humano porque son los que nos dan la comprensión de nosotros mismos, la
comprensión de la vida, de la involución y evolución y que nos han de impulsar
para hacer los esfuerzos necesarios para seguir el camino del bien y del desarrollo
de nuestro yo interno.
Pues bien, esta es una de las finalidades del Martinismo, estudiar la Ley de
la Reencarnación en todos sus alcances, ley que es conocida profundamente por

49
los orientales, que entendían, por cierto, en tiempos del maestro Jesús y de la cual
hay noticias en los propios Evangelios, por desgracia mal interpretados.
Los que saben la doctrina de la reencarnación no tienen temor a la muerte,
porque la muerte no existe y no hay por qué temerla y por lo demás, se la tema o
no se la tema, nadie puede escaparse a la muerte del cuerpo físico; es preferible
tomarla entonces en la forma en que debe ser tomada y tratar de conocer por qué
se produce el fenómeno, que se produce, sin duda, para evolucionar.
Ejemplos, en el prólogo del libro El Escarabajo Sagrado, publicado en 1972,
se narra que en el año 1952 se encontró en España el símbolo del escarabajo
sagrado. Un integrante del Círculo Martinista Jaime Galté lo trasladó a Chile y es
la razón que explica este libro: “que es la apasionante historia del símbolo del
escarabajo sagrado incluye, pues, una comprobación de la Ley de la
Reencarnación”47.
Lowe, respecto de la existencia de la caída y el mal, afirma en el libro En el
umbral:
Se comprende que. en toda prueba, cuyo factor básico es la libertad,
hay que optar por decir sí o no, no hay términos medios. La afirmación
crea la armonía y la unidad; la negación, provoca la disonancia y la
dispersión. La primera es beatitud, la segunda es dolor. Sin embargo,
no olvides, hermano, que la dispersión no es fatalmente inexorable,
tiene un límite que engendra la onda de retorno. (…) Si no existiese el
error, lo verdadero no tendría valor, y por analogía, podríamos decir lo
mismo para lo bello y lo bueno (…) Te recomiendo, encarecidamente,
que no te amargues por situaciones o estados difíciles, materiales o
espirituales, que te hacen sufrir. Cada situación difícil es la clave de una
deuda anterior. En esta meditación profunda sobre la dualidad de este

47
Lowe, El Escarabajo Sagrado, Santiago, Círculo Martinista Jaime Galté, 1972, 6p.
50
mundo, la divinidad y la reencarnación, una frase se agolpa en la mente
del narrador: ¡El agua es el cuerpo del Altísimo! ¡El agua es el Amor
del Creador! Y va surgiendo una respuesta a la interrogante: “La
fórmula del agua a base de dos gases presenta dos aspectos: uno de
vida y otro de muerte. Efectivamente, de los dos elementos que la
componen, el oxígeno da la vida misma al humano, pero el hidrógeno
le produce la muerte (…) un mismo elemento transformado por
efectos del calor o el frío constituye una trinidad48.
Reflexiones finales
Descender a la oscuridad y regresar victorioso a la luz. El símbolo se repite
una y otra vez en diferentes mitos de la humanidad. Pero el símbolo no está afuera
ni en un pasado remoto. El escarabajo alado no está muy lejos, pero para entender
esto, es necesario volver a mirar, abrir el ojo del corazón para detectar que todos
los símbolos, todas las historias, todos los mitos están contenidos en un solo
espacio llamado “ser humano”.
Este símbolo no puede sobrepasar el simbolismo que encierra, y que sólo
ahí en el descubrimiento del simbolismo, está encerrado la verdad sobre la
liberación del ser humano. El día que este lo comprenda, seremos capaces de
elevarnos portentosamente al futuro y al encuentro de la realidad que se encuentra
a nuestra vista y disposición, sólo que no somos capaces de mirar al piso
(Humildad) para reconocer su valor y descubrir que en este símbolo esta la tan
anhelada liberación que tanto buscamos.

48
Uribe Echeverría, Catalina. El cuerpo presente de Jaime Galté, op. cit., 28p.
51
Canalización El misterio de las pirámides (Lowe, Santiago, Chile,
19 de julio 1953)

(…) Parece que está referido al tema o la pregunta, se refiere a este segundo
aspecto. El misterio consistiría en poder emplear las llaves correspondientes para
poder descifrar todos los símbolos que estas contienen y de esta forma alcanzar, a
su vez, el conocimiento que poseían los iniciados en su tiempo. Evidentemente si
la iniciación egipcia estaba graduada, las pirámides tienen esta graduación de
conocimientos. Y, en este caso, habría que averiguar primero, por dónde empezar
la lectura, en el supuesto de poseer las llaves.
Si se empezara, con mala suerte, por el último grado, evidentemente nada se
comprendería de una enseñanza graduada. Entonces, hay un doble misterio de
saber dónde está graduado el primer grado metódicamente para enseguida ir
ascendiendo los escalones sistemática y metódicamente para tener el conjunto
científico. Pero, además de esto queridos hermanos, existe un segundo misterio de
las pirámides que no será tan fácil de descifrar a las generaciones actuales. Y es que,
en la actualidad, están sesionando y actuando en la iniciación, exclusivamente
espiritualista, los iniciados antiguos, desencarnados, con los iniciados antiguos,
actualmente encarnados. Y este avance de ellos, constituye en la actualidad un
misterio impenetrable, dado que en las pirámides no ha sido grabado ni ha sido
dejados estos conocimientos que son de actualidad.
Pero vamos por partes. Los misterios del segundo orden, desprecian los del
primer orden o sea aquellos que se refieren a un monumento funerario, que era la
creencia que se daba al pueblo para hacerlos respetados y respetables. Para que no
se acercaran, para que no tomaran contacto con sus alrededores porque las tumbas,
sobre todo en aquella época, eran objeto de veneración, de temor. Pero vamos al
segundo grupo de misterios. Estos misterios que habían sido llevados por iniciados
a otros países para fundar congregaciones y ritos diversos que representan cada

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uno de los grados de la iniciación egipcia, como son los Rosacruces, Martinistas,
Iluministas, Caballeros del Santo Grial, Caballeros de Malta, Caballeros del Santo
Sepulcro, etc. Cada uno llevó a fundar la respectiva logia o congregaciones y dado
el atraso que vivía la humanidad en aquella época, que con justicia se llamó el
Renacimiento.
Los iniciados ordenaron a los otros que poseían las llaves que se las
entregaran a sabios y científicos, previamente predestinados para que pudieran
descifrar la escritura con la llave correspondiente. Enseguida los símbolos y, en
tercer lugar, las dimensiones y sus proporciones con las leyes naturales y
universales. Entregadas estas llaves, estos científicos descubrieron, lo que ustedes
saben, pero temerosos al ver el adelanto y la ciencia que fueron descubriéndose en
sus ojos, los mantuvieron en secreto, que no estaba ordenada. Y que evidentemente
demoró un siglo en ser depositados en las ciencias oficiales. Y ahí está la ciencia
astronómica revelada, la ciencia potencial y energética también revelada que
poseían los iniciados y enseguida las etapas de la iniciación egipcia que fue revelada
hasta el Grado 92, más no se pudo.
Pasemos al tercer grupo de misterios, los que no han sido revelados y que
son de actualidad. En la base de la pirámide Gizeh existe un templo, llamado de la
parte materialista de la iniciación, en el cual se otorgaba desde el Grado Primero al
Grado Dieciocho. Simbólicamente este templo está enterrado entre las arenas del
desierto para demostrar que ya ha pasado la época de la iniciación materialista y
que la humanidad está destinada a la iniciación espiritualista.
El Grado de transición, o sea, el Dieciocho, está representado por toda la
pirámide, que va desde el subterráneo que conecta con el templo, pasa por la
Cámara de la Reina y llega a la Cámara del Rey, que el centro de la cruz que existe
en los corredores ascendentes y que tiene forma de una rosa, porque el Grado
Dieciocho lo formaba la Rosacruz de la iniciación egipcia. Y llega en su cúspide y

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a continuación hacia arriba, hay una pirámide formada por fluidos en sentido
inverso o sea que está vértice con vértice con la pirámide de Gizeh49. Acá se hace
la iniciación, netamente espiritualista hasta el Grado Ciento Uno. Esta pirámide
opuesta, a la material, al monumento que ustedes reconocen, está formada de
fluidos y tiene consistencia real.
En esta pirámide, desde su vértice que agranda su base hacia arriba, es donde
en la actualidad se reúnen en los diversos grados todos los iniciados. Y da la rara
casualidad, queridos hermanos justamente, que ayer 18 de julio de 1953 de vuestra
cronología, ha habido una reunión en ese templo esotérico y pirámide de orden
espiritual. Cuando se reúne este Capítulo de iniciados, todas las escuelas deben
orientarse y así ha habido mensajes de orientaciones de distintas escuelas como
son las himalayas, tibetanas, aztecas, incaicas, etc., espiritualistas, tomando la
colocación correspondiente para oír, después a los iniciados de regreso de esta
reunión piramidal para transmitir a sus discípulos y estos a su vez al pueblo en
general, a la humanidad, las enseñanzas traducidas de estos enviados.
Por una rara coincidencia, queridos hermanos, estoy tratando estos temas
antes de haberse agotado 24 horas de la reunión de los enviados. Ojalá que a
ustedes pronto les llegue el reflejo de las enseñanzas entregadas ayer en la logia
piramidal espiritualista, opuesta a la pirámide de Gizeh. Y esta fecha, que sabían
con anticipación los iniciados de Egipto, está marcada en la pirámide con otras
fechas significativas que ha sido descubierta por los sabios y los científicos. No
habrá una reunión como esta sino hasta el 1° de enero de 1956 de vuestra
cronología. De modo, que desde aquí hasta esa fecha ha de producirse más
conocimientos y enseñanzas impartidas ayer en la reunión de enviados. Y que tiene
tanta importancia en el orden espiritualista, como la tuvieron en el orden
materialista, el descubrimiento de las Américas, de la pólvora, de la tinta, de la

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Giza.
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imprenta, de la electricidad, de las ondas hertzianas y de la bomba atómica, estado
radiante y desintegrante de la materia.
Los misterios que ya revelan sus líneas generales son los misterios efectivos
y reales de la pirámide. Mientras permanezca asentada en el vértice, en equilibrio
perfecto, la pirámide espiritualista sobre la pirámide materialista de Gizeh, será
imposible que los ejércitos, será imposible que las armas, que las voluntades,
puedan apoderarse de estas pirámides.
Queridos hermanos están viviendo momentos trascendentales. Tienen hacia
lo lejos y hacia Oriente, estos monumentos materiales y espirituales en Egipto.
Tienen también cerca la palabra de los enviados. Oigan y escuchen atentamente,
porque llegado el momento de traducir, asimilar y asumir la fuerza expansiva en
medio de vivencias alocadas que ven transformar una tierra y no saben por qué,
por quién, ni cuándo, ha de llegar un golpe mortal para pasar a la penitencia. A
esos locos o alocados tienen la misión de aquietarlos, consolarlos y de sostenerlos.
Y vosotros después de cumplir con vuestra misión deben hacer la peregrinación a
estas pirámides para empezar a ascender por la material y continuar después por la
espiritual. Recordar el misterio de mis palabras, pero como ellas están grabadas y
serán leídas por ustedes, yo les garantizo que algún día se van a recordar, se van a
justificar, se van a maravillar con estas palabras que les entrego. Buenas noches
queridos hermanos.

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El escarabajo sagrado
El Maestro Lowe: Monaster, has llegado al término de tu viaje y debes
cumplir la misión que te trajo; hacer la entrega del escarabajo de Theot. Yo lo
recibo ahora en nombre de Theot, no como símbolo de poder material, sino como
símbolo de poder espiritual, según lo dijera el Divino Maestro Jesús.
En honor del escarabajo voy a pronunciar las siguientes palabras:
El amor del Creador vibra todo lo creado y su vibración es la vida que
anima al hombre, a la planta, a la roca. Esta vibración de vida produce
la dualidad que se manifiesta en el mundo de las formas: materia y
espíritu. La materia a su vez vibra para hacer patente a los sentidos, a
la razón y a la inteligencia la imagen del Creador; y el espíritu vibra
para dar testimonio de la parte del Ser Supremo que ha querido
involucionar, para recoger en seguida en un llamado de amor a todas
sus criaturas. De estas vibraciones, materia y espíritu, surge el Hijo de
Dios en evolución constante hacia su Creador, y su Creador, como
Padre amoroso, vigila, observa día y noche, minuto a minuto, y
segundo tras segundo la etapa evolutiva de su criatura. Este conjunto
de fenómenos espirituales y divinos constituye la esencia de Dios;
razón omnipotente, grandiosa y esplendente, que lo llena todo, que lo
rodea todo.
La criatura el tender sus ansias espirituales hacia su Creador
cumple su misión espiritual, se desprende del binomio a que ahora está
sometido y solo vibra en espíritu y en verdad, porque la verdad es pura,
es simple, una y humilde. La verdad es retorno al seno de su Creador
y no hay más verdad. No escapa el binomio a los sufrimientos
materiales, a las pasiones, a los sentimientos, que son vibraciones de
este género. Más las pasiones, sentimientos y sufrimientos que
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constituyen el mundo de las formas lo diferencian de este mundo
amorfo. Desciende sobre ustedes el espíritu de Dios para que vuestras
vibraciones binominales sean totales, completas en el camino
evolutivo, y en prueba y recuerdo de estas palabras quede el escarabajo
como símbolo de humildad entre vosotros, para que de esa humildad
saquéis esas fuerzas grandes y poderosas que arrastren a todos
vuestros hermanos del mundo de las formas a una pronta y rápida
etapa evolutiva. El día que yo os vea cumplir vuestra misión como
debéis cumplirla os tendré que abandonar como en otras ocasiones,
más entonces me será permitido volver en otra forma y otra etapa.
Evolucionad, porque vuestra evolución empuja la mía propia y la mía
propia, de un conjunto de bendiciones que he de obtener para
vosotros, empujará la vuestra. Dos fases, dos aspectos de una misma
ley impuesta por el Creador a la cual, desde luego, estoy sometido
formal y humildemente. Dios ha de querer que vosotros tengáis el
mismo propósito y la misma voluntad y firmeza, porque
comprendiendo seréis capaces de dar la verdad, porque por vuestra
boca hablaréis la lengua, el idioma, la palabra precisa que conduzca y
haga evolucionar a los demás seres. Así sea.
El Maestro Lowe: Y ahora Monaster, os ruego que relatéis como llegó a
vuestras manos el escarabajo.
Monaster: Hace algunos años conocí en un viaje al extranjero a una joven
española y a pesar de la diferencia de edades nos hicimos muy amigas, tanto que
de vuelta a nuestras patrias nos seguimos escribiendo en forma permanente.
En una ocasión me escribió desde Barcelona diciéndome que pasaba por un
gran dolor y que creía que mi compañía le haría mucho bien, por lo que me pedía
que viajara a España. Yo también en ese tiempo pasaba por una dura prueba y

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Theot me había insinuado la conveniencia de viajar; pero para mí un viaje a Europa
era un sueño irrealizable por falta de recursos. Sin embargo, de manera inesperada
gané una cantidad considerable de dinero y habiéndole mostrado a Theot la carta
de mi amiga me instó con mayor razón a viajar para que fuera a juntarme con ella
y tratara de ayudarla. Decidí entonces emprender el viaje e ir donde mi amiga.
Antes de partir le pregunté Theot qué deseaba que le trajera de Europa y él me
contestó: “Un escarabajo egipcio”.
Al llegar a España una de mis primeras cosas que hice fue buscar con mi
amiga el escarabajo para Theot. Había muchos. Visité los anticuarios, tuve cientos
en mis manos, todos, según ellos, auténticos, algunos muy bellos, pero al tomarlos
en mis manos. No sé por qué, pensaba que ese no debía ser el que yo trajera, ya
que por algo inexplicable la belleza que veían mis ojos se esfumaba al tocarlos con
mis manos. Un día que volvíamos de una de estas búsquedas me dijo mi amiga: Yo
tengo uno y si lo quieres te lo daré. Lo traje de Egipto, pero te advierto que lo he
regalado tres veces y me lo han devuelto porque dicen que les ha traído mala suerte.
En la casa me mostró el escarabajo. Era de un color verdoso y parecía una piedra
desgastada por el tiempo. Tenía un orificio, como los demás que había visto, y un
jeroglífico al reverso.
A pesar de su fealdad, después de tomarlo en mis manos sentí que ese era el
que debía llevarle a Theot, solamente sentía que fuera el que menos lucía entre los
que me había mostrado,
Le puse una cadenita por el orificio y me lo colgué al cuello. Le di las gracias
a mi amiga y me fui muy contenta a mi hotel. A la mañana siguiente vino mi amiga
muy temprano a verme al hotel y me preguntó muy preocupada como había
amanecido, si no me había acaecido nada malo. Le contesté que estaba más alegre
que nunca, había pasado una espléndida noche y que había escrito a Santiago

59
dándole a Theot todos los datos del escarabajo para saber si le gustaría o para
buscar otro.
Me pidió que se lo mostrara y ambas quedamos admiradas porque estaba
con más brillo y el verde era más intenso, color y brillo que aumentó cada día hasta
hoy. Yo estaba feliz con el escarabajo a pesar de los temores que había manifestado
mi amiga. Ese día me contó cómo había llegado a sus manos y me dijo:
“Cuando fui a Egipto con mi padre a visitar la tumba de Tutankamóm había
cerca de ella una piedra semienterrada en la arena que decían que quien golpeaba
con ella su cabeza aumentaba su inteligencia. Yo fui a golpearla y eso me retrasó
de mi padre que entró en la tumba antes que yo, por lo que yo llegue corriendo a
6 la puerta de entrada, en la que se encontraba un árabe de pie, de mirada muy
penetrante, quien tomándome la mano me la abrió y puso en ella tres escarabajos.
Todas mis amigas me habían encargado escarabajos por lo que me alegre, pero
cuando quise pagarlos no me aceptó, diciéndome: “¡No! Son para ti, guárdalos”.
Me turbé, pues allá todo el mundo vende y nadie regala; pero corrí a
juntarme con mi padre, y al árabe por más que lo busqué a la salida no volví a verlo.
Al llegar a Barcelona regalé los otros dos escarabajos y este lo dejé para mí.
Tres personas que me lo pidieron y a quienes se los regalé me lo devolvieron,
porque me dijeron que les había ido muy mal con él. Yo lo puse en una cajita y ahí
ha estado varios años, hasta que te lo he dado a ti”.
Theot me escribió diciéndome que era ese el escarabajo que él quería y que
lo cuidara. Mientras estuvo en mi poder durante el resto del viaje la felicidad no
me ha abandonado.
El Maestro Lowe: Muchas gracias Monaster, has cumplido tu misión. Veo
que el encuentro de un escarabajo egipcio ha traído un gran revuelo, y con razón.
En este país de Egipto, donde el escarabajo era la representación del símbolo, no
es raro que se encuentren escarabajos; más el revuelo que habría producido

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encontrar ese escarabajo, digo que se justifica. Ese escarabajo representa el testigo
mudo e inerme, como la materia, frente al esfuerzo y el destello de la espiritualidad;
porque ese escarabajo, encontrado por uno del grupo reunido aquí tantas veces, es
nada menos que el testigo mudo de la lucha entre Amón y Atón, y como estos
nombres aún nada os dicen y os recuerdan, me voy a explicar. Los dos nombres
de Amón y Atón se diferencian en una letra; uno está escrito con la “m” o mem
hebraica y el otro está escrito con la “t” o tau hebraica, en lo demás son iguales.
Tienen un mismo principio, Alfa, y tienen una misma terminación de “on”, sonido
simbólico, profundo, vibratorio de todas las ansias del hombre.
Y ustedes me preguntarán, con justificada razón, cómo un escarabajo,
símbolo mudo e inerte, puede ser testigo de la lucha de dos nombres, como son,
Amón y Atón, y que quiere decir Atón y Amón. Es algo así como la lucha entablada
entre el nombre de Alá y Dios. Por Alá se representa a la Divinidad traducida en
costumbres y normas que no acomodan sino a ciertos pueblos y razas de la Tierra.
Y Dios acomoda la Divinidad con ciertas normas convenientes a otras razas y
pueblos. Representan lo mismo, a la Divinidad, y no obstante los hombres pelean
por Alá y Dios; y ahí está la historia para que lo confirme. Mas ¿los hombres
peleaban por la divinidad o por los atributos que ellos le suponían a la divinidad?
Es por esto último que peleaban. Esta clásica lucha también se produjo dentro de
un mismo pueblo, el pueblo egipcio, entre Amón y Atón. Amón, divinidad única,
con ciertos atributos sometidos a las normas de la casta privilegiada sacerdotal del
antiguo Egipto, y Atón, nombre de la Divinidad que impulsó un reformador
espiritualista, Amenhotep IV. Y esta lucha religiosa es más cruel cuando se entabla
dentro de una misma raza, de un mismo pueblo y por un mismo Dios; como lo
fue más tarde la lucha religiosa entre católicos y los protestantes.

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Creo que me entenderéis la comparación última para comprender. Especies
de católicos de la religión egipcia con especies de protestantes de la misma religión,
encabezado el movimiento de la reforma por Amenhotep IV. Esto es lo principal.
Ahora bien ¿y el escarabajo? El escarabajo surgió como símbolo de Atón,
de la reforma de Atón, como símbolo de la espiritualidad, y con ello quiso significar
Amenhotep IV – lo que obtuvo por medio de una revelación – que los símbolos
de la Divinidad por la suntuosidad del culto y la materialidad del mismo, debían
posarse en lo humilde, en lo más bajo, en los que con inconsciente actitud eran
pisoteados por los humanos: el escarabajo.
Y este Amenhotep IV tomó este animalito, que tiene formas especiales en
Egipto, para representar el símbolo de la humildad espiritual, que comienza en la
Tierra y que se engrandece por sus obras, rebotando en el Cielo.
Este Faraón declaró entonces la guerra y hubo que huir de la propia capital
para irse al desierto, como Jesús durante cuarenta días, en que examinó si su actitud
era un orgullo o tentación o un pensamiento purificado con la meditación de
cuarenta días en el desierto.
Empezó a fundar su hogar, su templo, su ciudad y su pueblo, para ir
extendiendo su movimiento a todo el Egipto. Esto de elegir el escarabajo como
símbolo básico de todas las enseñanzas de Atón, he dicho que lo tomó de una
revelación, porque este hombre que era acusado por la casta sacerdotal de Egipto
de poseer el mal de las razas, o sea, la epilepsia, esta enfermedad que no era más
que trances de éxtasis, en que se purificaba, se ponía en contacto con la Divinidad
y las fuerzas primitivas de la Naturaleza para obtener la intuición, y de ahí que en
uno de estos éxtasis le fue revelado que el escarabajo sería la base de toda
simbología de su nueva religión.
El escarabajo es un insecto de cualidades tan portentosas o más que as
hormigas. Posee un sistema centra nervioso tan potente y tan afinado, que con

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razón han podido después de estudiarlos exclamar que es el animal de las nueve
vidas. Si maravillosas son las vibraciones que emite la hormiga, descubiertas por
los estudiosos, el escarabajo las duplica o triplica en intensidad o finura.
El escarabajo posee el radar moderno, recientemente descubierto, posee la
telegrafía sin hilos, también de reciente descubrimiento del hombre, y posee el don
para buscar su alimento y realizar otras funciones vitales, el don del
desdoblamiento, recientemente estudiado por los espiritualistas. El escarabajo se
queda inmóvil y se proyecta afuera en vibraciones para encontrar el camino y
encontrar el alimento, entre otras cualidades que no vienen al caso señalar. Pues
bien, Amenhotep IV desarrolló y estudió la contextura, la sensibilidad, la armonía
vibratoria de este insecto y toda su conformación orgánica. Sacó de él el nuevo
lenguaje y escritura de la nueva religión; de él sacó la muestra del arte que adornaría
los templos y que incluso influyó hasta en la vestimenta de los hombres. Y después
de estudiado quiso tener un ejemplar básico, padrón de medida, o sea, del cual se
tomarían todas las dimensiones referidas en sus múltiplos para la arquitectura,
ciencias y artes que él fundara en su nueva religión.
Obtuvo en una peregrinación al desierto un ejemplar hermosísimo, que la
leyenda atribuye que la propia Divinidad puso en sus manos. Este escarabajo
arquetipo, base y llave de todas sus enseñanzas, lo confió a un sacerdote, no para
ser adorado, sino guardado, conservado, y ese sacerdote fue llamado Theot, el
escriba de Thot, que era el Dios que más se parecía al Thot de la antigua religión.
Theot era un sacerdote del culto de Amón convertido al culto de Atón. Este
encargo honroso para Theot le creó un conflicto que puso a prueba sus nuevas
creencias frente a las antiguas. Efectivamente, los cultores de Amón y formadores
de la casta sacerdotal y de las altas escuelas iniciáticas y de los misterios egipcios
imponían, pasado cierto grado, la abstención total y absoluta del sexo. En cambio,
el nuevo culto de Atón, en la concepción de un Dios creador del binomio sagrado

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del hombre y la mujer en la Tierra, imponía a todos el deber de la creación, como
la semilla debía fructificar en el seno de la Tierra, como el Sol cubría a la Tierra y
como Dios había creado al hombre dándole la facultad, a su imagen y semejanza,
de crear a su vez materia que sirviera para permitir la evolución del mayor número
de entidades.
Theot aceptó todas las nuevas doctrinas, más no pudo convenir con
desprenderse de la prohibición, impuesta por el grado iniciático alcanzado, que
anulaba el sexo y la materia para ponerse en contacto con las esferas espirituales
superiores. Luchaba interiormente por romper los antiguos lazos, pero como había
gozado de tanto, éxtasis inefables de la espiritualidad, no lograba convenir en
retroceder en sus concepciones actuando nuevamente en la materia por medio de
la procreación.
De ahí el conflicto angustioso interno que se le creó. Desesperado fue habla
con el Faraón y le expuso sus temores de no poder convenir en este concepto de
la nueva religión; más estaba dispuesto, para no entorpecer la obra naciente y
recientemente fundada, a transar en que el sumo sacerdote no le alcanzaría esta
obligación y que la nueva religión se hiciera efectiva en los sacerdotes de menores
grados. Ofreció esto como una nueva transacción; Amenhotep IV no transigió.
Así como el Sol y la Divinidad envían sus rayos como manifestaciones materiales
y espirituales a todos y cada uno de los seres y todos y cada uno están sometidos a
una misma ley, no es aceptable, no es concebible una excepción para ninguno, a
menos que la misma naturaleza por medio de sus leyes inmutables impida por la
vejez u otros accidentes, cumplir con la ley de la procreación. Theot se retiró
comprendiendo que el Faraón había dicho una gran verdad y quedó de inspirarse
en un próximo éxtasis respecto a la decisión que tomaría.
Después de ejecutar los rituales del caso y puesto en contacto con la región
espiritual, pidió inspiración para tomar una decisión y esta inspiración se le

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presentó con el siguiente cuadro: la muerte del Faraón, la destrucción de su obra,
la guerra civil desatada en Egipto, y todo este desastre a causa del aspecto material
del culto en que chocaban las dos ideas matrices.
Entonces decidió rebelarse en contra de la nueva religión en el aspecto de
no cumplir la ley de la procreación y fue a notificar al Faraón respecto a su decisión.
El Faraón inmediatamente lo destituyó de su cargo y le pidió la devolución del
escarabajo sagrado.
Y Theot le dijo: las únicas manos en que yo pueda colocar este escarabajo
son las tuyas, Amenhotep IV. Y cosa curiosa, al abrir el cofre sagrado donde se
ocultaba el escarabajo, había desaparecido. Entonces ambos pensaron: el Faraón,
que Theot lo había robado, ocultado para presentarse después él como único
sostenedor de la nueva religión: y Theot, que el escarabajo había desaparecido
como signo de aprobación de su actitud.
Inmediatamente el Faraón ordenó dar muerte a Theot y frente al arca misma
en que se guardaba el escarabajo unos guardias apuñalaron a Theot, quien antes de
expirar le dijo al Faraón: En verdad te digo que yo no he ocultado el escarabajo y
que muero inocente de la culpa que tú me imputas; más esto indica que tu reino
terminará y que volverá a surgir la verdadera religión espiritualista el día que llegue
a mis manos el escarabajo o a manos de quien deba implantarlas en este mundo de
miserias.
El desaparecimiento del escarabajo influyó enormemente en el ánimo de
Amenhotep IV, Para él se había perdido el obsequio entregado por la misma
Divinidad en sus manos y a la vez perdió al sacerdote o sumo pontífice de su credo
que había sido aceptado por esa Divinidad.
Y es curioso, con estas dos pérdidas empezaron las desgracias para
Amenhotep IV empezaron las sublevaciones en el pueblo egipcio en su contra
azuzadas por los sacerdotes, empezó a correr la sangre y a teñir las aguas del Nilo.

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Y el General de las conquistas egipcias, en tierras extranjeras fue tentado de
usurpar el trono de los Faraones, a pretexto de que Amenhotep IV era loco
peligroso. Más el General no aceptó; era tan profunda la creencia de la
descendencia directa de los Faraones de la Divinidad, que él se sentía impuro para
sentarse en el trono y propuso dar el reinado a uno que tuviera sangre de la estirpe
faraónica, aunque era un niño y un niño muy raro, de carácter extraño, que desde
su más tierna infancia le gustaba jugar con todas las pompas funerarias. Y este niño
se llamaba Tutanka, y admitido por Amenhotep IV dentro de su palacio del
desierto, exigió que su nombre fuera Tutankatón, porque algún día podría
sucederle y debía llevar el nombre del Dios.
Más en esta conspiración del General con los sacerdotes de Amón se
decidieron raptar a Tutankatón, le cambiaron el nombre por el de Tutankamón
para hacerlo reinar de acuerdo al Dios Amón. Llevado a efecto este rapto se
encontró Egipto con dos Faraones: a Amenhotep en la ciudad del desierto y a
Tutanka, un niño, en Tebas, apoyado por el ejército y por el sacerdocio de Amón.
Se envió entonces a un asesino para dar muerte a Amenhotep y terminar
con el último vestigio de la religión de Atón. Este asesino cumplió su nefasta
misión y así terminaron los días de Amenhotep IV, envenenado.
Mientras tanto reinó por usurpación y por derecho propio después de la
muerte de Amenhotep IV, Tutankamón, quien como niño dejaba hacer en el
gobierno a los sacerdotes y sólo exigió una condición, construirse la tumba más
fastuosa en el valle de los reyes. Y se empezó a construir la tumba, cuyos tesoros
han sido fabulosos, descubiertos hace poco tiempo.
Cuando un día Tutankamón se dirigía a visitar su propia tumba se le acercó
en el camino y después de mucho pelear con los guardas, una mujer llamada Niusra,
extranjera en Egipto, que era el centro de atracción de los pueblos cercanos.

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Niusra se acercó al Faraón y le dijo: ¡Oh! Gran Faraón Tutankamón, si
quieres tener el poder real, aunque sea a tu corta edad, el motivo para que lo ejerzas
por ti mismo, yo te puedo entregar el objeto sagrado que tengo en mi poder por
voluntad del destino.
Interesado el Faraón, que como niño se entusiasmó con el misterioso
mensaje de la extranjera Niusra, le pidió que lo acompañara hasta la cámara secreta
de la tumba, para allí solos los dos, obtener una total explicación.
Llegado a ese lugar le dijo: ¡Oh! Rey, yo era la bailarina sagrada del templo
de Amenhotep IV y quizás, según se me dijo, se me destinaba como mujer del
sumo sacerdote Theot, y como a éste acompañaba en sus rituales sagrados, porque
yo formaba parte de ellos, supe que en un cofre se guardaba el escarabajo sagrado
entregado por la Divinidad a Amenhotep IV.
Cuando me di cuenta que Theot no aceptaba cumplir con la ley de la
procreación de la religión de Atón, pensé inmediatamente que una gran desgracia
se cernía sobre el Faraón y sobre Theot y una noche me apoderé del escarabajo
sagrado, que tengo en mis manos y que no puedo en mis manos y que me
corresponde entregarlo a ti que eres el Faraón y por eso vengo a dártelo.
Tutankamón comprendió la importancia del obsequio que le hacía la mujer
y entonces dispuso en su mente de niño que este secreto se guardara bajo el silencio
de la muerte y llamó a sus guardias y ordenó dar muerte a la mujer; y esta mujer
quedo en una de las galerías después momificada como servidora del Faraón. Y el
escarabajo pensó Tutankamón que si decía que provenía de Amenhotep IV quizás
los sacerdotes irían en su contra y decidió depositarlo en la tumba propia, porque
se dijo: si ya goza del poder por la religión de Amón, que puede ser la verdadera o
no, el escarabajo sagrado de Atón es mejor que lo guarde en mi tumba para que
me ayude en la otra vida.

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Y Ahí quedo Niusra y el escarabajo sagrado en la tumba de Tutankamón,
que cuando éste fue enterrado quedo cerrada bajo los sellos sagrados junto con
todo este secreto y hasta el escarabajo, que fue sacado sin que se le diera la
importancia que tenía y tiene y que tendrá para la verdadera espiritualidad.
Para continuar la historia tendremos que retroceder un poco.
En realidad, en la ciudad de Amenhotep fue recibido con gran regocijo en
matrimonio extranjero de la Judea; fueron admitidos para establecer sus negocios
de compra y venta de telas, de joyas y diversos artículos.
Estos extranjeros fueron aceptados por la sencilla razón de que ellos en el
fondo comulgaban con la religión implantada por Amenhotep, la existencia de un
Dios único, y aún respecto de la forma del culto; nada de exteriorizaciones, de
ídolos, sino sólo el Arca de Alianza representada por Amenhotep en el escarabajo
sagrado. Y este matrimonio que se estableció, el hombre se llamaba Sicart y la
mujer Esther. Y empezaron su comercio y a vivir la nueva era que dada la religión
establecida por Amenhotep.
En su tienda se proveía de las telas, de los adornos para el culto de la
bailarina Niusra y llegaron a ser muy amigos. Tanto es que Esther tenía facilidad
de entrar al templo para ir a dejar las telas y adornos pedidos por Niusra, y aunque
Esther no quería repudiar su religión, admiraba y comprendía la religión de Niusra.
Esta amistad se fue haciendo tan íntima que Niusra, cuando vino el desastre, en su
primer momento después de haber obtenido el escarabajo, se refugió en casa de
Sicart y Esther y ahí se mantuvo oculta hasta que todos con la guerra hubieron de
abandonar el lugar y más aún, Niusra quedó disfrazada como hija de este
matrimonio para poder viajar. Y el matrimonio sabía que Niusra era la poseedora
del escarabajo sagrado y que lo iba a ofrecer al nuevo Faraón, porque estaban
convencidos de que el poder, el mando no tendría ningún efecto si no se
encontraba en posesión del Arca de la Alianza.

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Más al llegar a Tebas, por una acción guerrera, debieron separarse y
quedaron de esperarse en la ribera opuesta del Nilo, mientras Niusra ejecutaba su
misión. Pero, como ustedes comprenderán, esperaron días y días y Niusra no
volvió, lo que les extrañaba de sobremanera, porque pensaban que el nuevo Faraón
la hubiera empleado en el templo de Tebas y pensaban, de haberse empleado, que
algún mensaje les haría llegar a sus íntimos amigos. Más como Pasaba mucho
tiempo decidieron hacer las averiguaciones en Tebas y obtener por fin datos del
paradero de Niusra, y por detalles que no es del caso narrar, más bien por frases
sueltas, supieron del drama de la tumba de Tutankamón.
Gran dolor y desesperación tuvieron Esther y Sicart y juzgaron el
comportamiento del nuevo Faraón como la acción más indigna, que representaba
el símbolo de que no podría reinar en el Egipto. Y supieron que el escarabajo
sagrado había sido depositado en la tumba, más como era un recinto sagrado y real
y tuvieron intención de rescatar este tesoro espiritual representado por el
escarabajo, se convencieron que esta empresa era imposible dado que el recinto de
la tumba estaba guardado y era inaccesible, no solo para los egipcios de nacimiento
sino con mayor razón para los extranjeros, y se desesperaron en gran manera.
Pasaron los días los meses y años y ellos permanecieron en Tebas. Y resulta
que el Faraón murió y entonces ellos que habían ganado amistades y relaciones con
los guardias del palacio, siempre con la remota esperanza de restituir al verdadero
Faraón, al que lo mereciera, el escarabajo sagrado, se arreglaron en tal forma que
fueron admitidos en el cortejo fúnebre, y más aún, fueron admitidos en el cuerpo
de ayudantes de los sacerdotes que debían velar el cadáver del Faraón después de
embalsamado, hasta estar convencidos que el sueño era profundo, las tinieblas
anunciaban una aurora y el espíritu va en la barca de Anubis.

69
En esta forma llegaron al interior del recinto de la tumba y después de varios
días lograron apoderarse del escarabajo y abandonaron Tebas, el vallo de los reyes
y Egipto y se dirigieron a Jerusalén.
Así nuestro escarabajo sagrado emprendió por primera vez el viaje de
expatriación que habría de repetir varias veces y hasta nuestros días. Y ahí en esta
ciudad, que después sería la ciudad sagrada del príncipe de los humildes,
permaneció por muchos años en manos de Sicart y Esther el escarabajo sagrado,
hasta la muerte de ellos.
Antes de morir Sicart, de acuerdo con su mujer, llamaron a un escriba y dejo
instrucciones precisas a sus descendientes de guardar como un tesoro el escarabajo
hasta que en Egipto terminara la revolución y el desconcierto y terminara la
invasión de pueblos que le habían declarado la guerra a ese país, para entregarlos
al Faraón que resucitara política y socialmente la religión de Atón, o hasta que la
religión judía se impusiera en esos pueblos; y es así como el escarabajo pasó de
generación en generación en los descendientes de Sicart sin abandonar Jerusalén.
Los nombres y personajes que lo tuvieron en depósito no interesan, salvo
aquellos descendientes que vivían en los tiempos en que un loco predicaba
doctrinas extrañas, nacido en el humilde pueblo de Nazareth. Estos descendientes
de Sicart y Esther contemporáneos de este iluso que predicaba un Evangelio de
amor hacia el enemigo, de perdón a las ofensas, de nivelación social y espiritual,
como descendientes del padre que reinaba en los cielos, y que él se decía el Enviado
de Dios, el Mesías prometido al pueblo judaico, estos descendientes indignados
con las prédicas de este loco y peligroso agitador social, formaban el número de
aquellos que solapadamente habían jurado su perdición, su castigo.
Y estos descendientes tenían amistad con un legionario romano que se
llamaba Rosthyun, enviado a Jerusalén en las tropas encargadas de mantener la
dominación. Y como estos descendientes de Sicart y Esther habían llegado al punto

70
de no darle ninguna importancia al escarabajo que venía de sus abuelos y
tatarabuelos, le contaron, le contaron a Rosthyun del extraño depósito y de la
misión que tenían que cumplir en Egipto si volvía a la paz y a su antiguo esplendor.
Rosthyum se interesó profundamente por esta historia, con la curiosidad que siente
el extranjero por las religiones y supersticiones de los países visitados y les pidió
que le mostraran el escarabajo y le leyeran el documento dictado por Sicart. Así los
hicieron y Rosthyun se extrañó más que de la leyenda del escarabajo de una frase
puesta con énfasis y subrayada: “Aquel que tenga el escarabajo reinará Atón. Y
Atón reinará en él; porque este es signo de poder y potestad y claridad del espíritu;
porque resume las fuerzas de Atón; porque de sus manos se ha recibido; porque
Él ha querido entregar su espíritu consolador, su paz”. Estas frases llamaron
vivamente la atención de Rosthyun, y más aún, le impresionaron profundamente.
Quizás su espíritu estaba preparado porque le había tocado presenciar las extrañas
prédicas de Jesús de Nazareth en Jerusalén, y aunque él en su mentalidad pensaba
que era un peligro para la dominación romana, encontraba en su dulzura algo que
lo convencía, algo que lo conmovía, como si sus palabras tuvieran la virtud de abrir
la mente a horizontes más grandes, más despejados, más verdaderos.
Y resultaba que el mismo amor y la misma paz predicada por Jesús se
encontraban escritos en ese pergamino bajo la referencia de un Dios Egipto miles
de años antes. Con esta impresión se retiró de la casa de los descendientes de Sicart
y fue a cumplir sus deberes militares; más al llegar al cuartel de su legión se impuso
que se estaba buscando a Jesús porque había alborotado a la ciudad por la gente
que lo aclamaba como Rey de Israel.
Tocó la buena suerte de que estuviera designado para prender a Jesús entre
el pelotón de soldados romanos llamados a esa misión y le tocó asistir al
enjuiciamiento del Hijo del Hombre, como se denominaba, y en ese momento por
las respuestas de Jesús, por la dulzura y mansedumbre, por la entrega total y

71
sacrificio que revelaba, empezó a sentir Rosthyun el contagio de las nuevas ideas y
creyó en Jesús y creyó que era Él, el enviado, era el Mesías, el transformador social,
era el exponente del amor divino y era, en fin, el llamado a consolar a los oprimidos,
y concibió en su mente la grandiosa idea de salvar a Jesús de la condena de la
crucifixión a que esa misma noche y al amanecer, en el palacio de Pilatos, había
sido condenado.
Pidió permiso al jefe de la legión y fue donde sus amigos judíos a quienes
iba a pedirles que le entregaran el escarabajo y el pergamino para poder estudiarlo
y leer con atención el pergamino. Más tuvo la mala suerte, o buena pensó él, que
sus amigos andaban en el tumulto de los que habían prendido a Jesús.
Entró a la casa sin encontrar a nadie y sabiendo donde se encontraba se
apoderó de él. Habló con los jefes de la Legión y se hizo designar en la comitiva
que debía acompañar al reo en su camino de tortura hacia la cruz.
Grande y dolorosa fue su sorpresa al hacerse cargo del preso que le
entregaron: un ser llagado, vejado y ridiculizado, y entonces antes de hacerlo cargar
la cruz se acercó al Él y le dice: “Señor y Rabí, creo en ti, más ningún rey de la
creación podrá reinar si no posee este escarabajo, según está escrito. Tenlo en tu
poder y serán rey y podrás salvarte de esta ignominia, porque necesitas en este
mundo del poder real, puesto que tu Dios ha permitido que seas vejado en esta
forma y es que te ha negado su ayuda”. Mas Jesús lo miró compasivamente y le
respondió: “Mi reino no es de este mundo, romano. Más tú has de salvarte por tus
propios esfuerzos y porque el Padre que está en los Cielos te ha de perdonar tus
culpas. Y ya que me ofreces este escarabajo yo te digo que efectivamente tendrá el
poder, no de dominación material, más abrir el poder de la espiritualidad”.
Es así como desesperado Rosthyun por esta negativa se guardó el escarabajo
y abandonó su dolorosa misión, porque no quiso ver crucificado a Jesús. Renunció

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a la legión y se dirigió a Grecia en un barco que fue a tomar a la costa de Israel, y
ahí tenemos por segunda vez la peregrinación del escarabajo a otro país.
Llegado Rosthyun a Grecia con el escarabajo este ex – legionario romano se
encontró en el país de la adoración de la belleza, de la poesía, del arte, de la danza.
Para él esto significaba, después de la rudeza de la vida romana y de su vida de
soldado, algo así como llegar al Edén, y naturalmente, después de asegurarse el
diario sustento, los detalles no interesan, se dio a gozar de la vida de la sociedad
griega en toda su amplitud, pero vida que estaba en su descenso, en corrupción, y
así llegó un día a una casa de placer regentada por Rothmar. Se encontró este
legionario con todo el ambiente refinado que existía en Grecia y pronto trabó
amistad íntima con Rothmar.
Frecuentó a menudo esta casa, recibió las atenciones más exquisitas, pero
había en medio de los placeres un dejo de tristeza en él que lo tenía preocupado,
no tanto a él como a Rothmar. Varias veces ella lo había interrogado por esta caída
en el mutismo y la tristeza que se producía hasta en los momentos de mayor placer
y este legionario siempre estuvo con una reserva acerca de los motivos que le
provocaban este estado de ánimo. Pasó mucho tiempo, hasta que un día, por la
insistencia de Rothmar, Le confesó que había un hombre loco a quién lo habían
ajusticiado y que él había tratado de salvar y le había costado su carrera militar,
cuyas teorías le había estado acicateando su mente y no lo dejaban tranquilo. Le
explicaba que la luz que emanaba de sus ojos, en una cara plácida, los veía a cada
instante, sobre todo de noche en sus sueños y le contó toda la historia e incluso
que tenía colgado a su cuello el escarabajo sagrado, que según la tradición otorgaba
el poder a quien ese Dios único daba la dirección de algún pueblo.
Rothmar lo escuchó con la curiosidad propia de una mujer que, aunque dada
a la vida de los placeres, tenía el mayor bagaje de supersticiones y creencias, y pudo
conectar en su cabeza el rumor que le había llegado de que los discípulos de Jesús,

73
que empezaban a predicar en Grecia la doctrina, eran perseguidos por los
dominadores romanos.
Hablaban también de un Dios único, cosa extraña a sus creencias. Entonces
se fue a ver al jefe de los cristianos que tenían implantada un Iglesia oculta en
Grecia, y les ofreció una vez que le explicaron la doctrina, que aceptó de inmediato,
recuperar el escarabajo, que no había sido repudiado por Jesús, sino negado a
aceptar para tener el poder temporal y poder llevar a fin el sacrificio que se había
impuesto.
Uno de los jefes de la Iglesia cristiana, que había sido iniciado en los
misterios de Egipto, se interesó vivamente, y después de bautizarla, bajo la promesa
de abandonar sus riquezas, le rogó trajera el escarabajo que por tradición había
tenido en sus manos Jesús.
En ese jefe cristiano, antiguo iniciado egipcio, había sentimientos
contradictorios. Sabía, por un lado, que uno de los Faraones desgraciados había
implantado el culto de Atón a base del escarabajo y si este era precisamente el
original, era necesario que lo tuviera para devolverlo a Egipto como respeto a los
que lo habían iniciado en sus doctrinas, y por otro lado, como actual cristiano tenía
interesen tener un objeto que había sido tocado por la mano del Divino Maestro
Jesús. Le pidió encarecidamente a Rothmar que le trajera el escarabajo.
Entonces ella le habló a Rosthyun, o mejor dicho le predicó sobre la nueva
doctrina, explicándole que al ingresar a ella cesaría el estado de ánimo en que se
encontraba, y le dijo que ella podría conseguir hacerlo cristiano en la nueva Iglesia
siempre que entregara al jefe el escarabajo. Rosthyun aceptó, y es así como guiado
por Rothmar, con quien había dilapidado dinero y salud, fue a parar a la Iglesia
cristiana.

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El jefe este fue Osmeth que recibió de manos de Rosthyun por intermedio
de Rothmar el escarabajo, que fue custodiado con respeto por este jefe por esos
motivos que he explicado.
Para abreviar, vivieron entonces en la Iglesia cristiana Rosthyun y Rothmar
hasta el fin de sus días y fueron sacrificado en el circo romano como mártires de
la fe. En cuanto a Osmeth aconsejado por la comunidad cristiana se trasladó a
España para fundar otra Iglesia, y he ahí otro viaje del escarabajo de nuestra
historia.
En España predicó el cristianismo y fundó una Iglesia, más la doctrina de
Jesús no estaba bien clarificada en su mente; como había sido iniciado en los
misterios egipcios confundía muchas veces ambas religiones y de ahí que surgiera
en su intimidad una gran confusión. Había días en que se prosternaba para alabar
a Jesús crucificado; en cambio otros días alababa el don que había entregado Atón
a la humanidad como símbolo de alianza. Tan angustiado llegó a estar, tan
angustiada fue su situación que decidió retirarse a las montañas de los Pirineos, a
una cabaña, para meditar y con la secreta esperanza de que el Maestro lo inspirase
para clarificar sus ideas. Más como había estado deprimido, enfermo, se ofreció un
discípulo de la Iglesia española para acompañarlo, discípulo que tenía gran aprecio
a Osmeth.
Él acepto la compañía de este discípulo, llamado Carmons, y ambos se
dirigieron a estas montañas. En esas soledades Osmeth predicaba y enseñaba a
Carmons los misterios egipcios y la doctrina de Jesús. Mas la salud de Osmeth se
fue agravando al punto de que en una semana antes de su muerte se encontraba
con sus facultades trastornadas y confió en manos de Carmons el escarabajo,
diciéndole que lo devolviera a Egipto, pues no tendría paz ni tranquilidad ni el en
su vida futura ni Carmons en la presente mientras el escarabajo no llegara a Egipto.
Impresionado el discípulo con las que creyó proféticas palabras del Maestro,

75
recibió el legado del escarabajo y se hizo el propósito de devolverlo a Egipto para
tranquilidad de todos.
Y anhelaba este viaje más que nada para pasar por Palestina y visitar los
lugares sagrados en que había predicado el Mesías prometedor de la redención.
Después que hubo enterrado a su maestro en la localidad que es hoy día Irún, en
la que se conserva hasta hoy día la tumba de Osmeth, empezó a descender hacia
las costas, más el segundo día se encontró con una caravana de cristianos que iba
de viaje a las Galias y le hicieron comprender a Carmons que se le necesitaba para
conquistar para el cristianismo las Galias y esos países del norte de Europa que se
encontraban en completa idolatría. Aunque su propósito era regresar luego a
Egipto aceptó pasar a las Galias, y he ahí que el escarabajo emprendió un nuevo
viaje. Carmons recorrió toda Europa en su parte norte y atravesó predicando hasta
por el sur de Rusia y por fin vino a caer a la India.
Enfermo, cansado, envejecido, pero fortalecido con una fe sincera en el
cristianismo llegó a la India, descendió hasta lo que hoy es Bengala y ahí trabó
conocimiento con un comerciante que era proveedor de vírgenes para los templos
hindúes y que proveía de danzarinas sagradas los cultos de otros países.
Supo que una vestal egipcia dedicada a mantener el fuego sagrado en un
templo hindú había sido reclamada por agentes del Faraón y que iba a ser destinada
entonces al Egipto. Esta virgen se llamaba Monaster. Entonces Carmons
aprovechó, puesto que sólo se sentía con ánimo de ir a morir a Palestina y confió
a Monaster el encargo de llevar nuevamente a Egipto y poner en manos del Faraón
el escarabajo sagrado, con toda su larga historia que se mantenía oralmente, escrita
y por tradición.
Monaster no obstante estar destinada a ir a Egipto, no fue destinada al
Egipto sino a un templo hindú y en cambio fue sustituida por otra que se envió al
Faraón. Este pequeño engaño hizo demorar, retrasar el viaje del escarabajo a

76
Egipto y lo vemos penetrar a un templo hindú y permanecer encerrado con esta
vestal por muchos años. Aquí la historia es un tanto rara. No se sabe cómo ni qué
personaje extraño, cuyo nombre no se ha podido averiguar aún, fue el que se
presentó un día ante Monaster a reclamar el escarabajo, y entonces no solamente
no quiso entregarlo Monaster, sino que se le aseguró que o lo entregaba ella
conforme al encargo de Carmons, de quien había quedado impresionada por sus
doctrinas, o el escarabajo permanecería con ella.
Este personaje le dijo: “Cúmplase lo que está escrito; lo llevarás tu
personalmente al Egipto y por ello te daré la libertad, no solamente de tu cuerpo
sino la de tu alma”. La libró y saco del templo hindú y juntos emprendieron el viaje
a Egipto, y llegados allí se completó el círculo por primera vez.
A la llegada del escarabajo sagrado le ordenó no entregarlo al Faraón sino
dejarlo nuevamente en la tumba de Tutankamón. Y así este extraño acompañante
le abrió una puerta secreta que tenía la tumba y la hizo depositar el escarabajo en
la misma arca de donde había sido extraído.
Monaster a la salida de la tumba no encontró más a su acompañante,
solamente tenía la impresión de oír su voz que le decía: “Debes ir a morir a
Jerusalén; dirige tus pasos allá”. Y es así como ella llegó a Jerusalén donde
permaneció varios años, se empapó de la doctrina cristiana, abrazó la fe y murió
en un convento de monjas cristianas.
Esta es nuestra historia del escarabajo sagrado en el primer ciclo. En el
segundo ciclo fue nuevamente robado y esta vez por personajes occidentales cuyos
nombres no interesan. Abreviando, llegó a manos de Louis Claude de San Martin,
en el siglo XVIII. Este personaje había fundado una secta llamada Martinismo,
donde tenían la extraña ritualidad de estudiar el espiritualismo en reuniones de
logias en que se invocaba a los filósofos desconocidos, y tiene de extraño también
que esta secta hermética para borrar la personalidad de sus adeptos les cambiaba

77
nombre y en una reunión, antes de que llegara el escarabajo traído de Egipto, uno
de los filósofos asignó a los asistentes los mismos nombres asignados aquí.
Permaneció en poder de éstos hasta que Theot, reencarnado en ese
martinista, se hizo cargo del escarabajo y con él se vino entonces desde Alemania
a Egipto y ahí en Egipto nuevamente lo entregó a la tumba.
Y en este tercer ciclo de este escarabajo la encarnación de alguien llamado
Carnarvón que descubrió la tumba de Tutankamón permitió que el escarabajo
fuera entregado al Museo del Cairo.
De ahí pasó a España y de España lo ha traído Monaster.
Este es el término de la historia del escarabajo, que hay que meditar bien
porque hay muchas enseñanzas ocultas. ¿Por qué el símbolo del escarabajo sagrado
ha llegado a este pequeño país de Chile? Podría pensarse que la era espiritualista se
avecina, ya que el triángulo de la espiritualidad apoya uno de sus vértices en Egipto,
el otro en los Estados Unidos y el otro en Chile, Países aparentemente tan dispares
y que, sin embargo, tendrán especial importancia en el próximo despertar
espiritual.

78
El maestro Lowe

79
La pirámide

80
Símbolo de la Orden Martinista

81
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83
Índice
Prólogo de 1972 por Grupo Martinista Jaime Galté

Prólogo de 2023 por Sergio Salinas Cañas

Un solo Dios: Atón


Jaime Galté y el escarabajo sagrado
Su creencia en la reencarnación
Reflexiones finales

Canalización El misterio de las pirámides (Lowe, Santiago, Chile, 19 de julio


1953)

El escarabajo sagrado

Índice

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