Ley26529 DDpte
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TEXTO
I.- Introducción.-
Recientemente fue sancionada la ley 26.529 (1) que establece una nueva regulación legal
de los derechos y obligaciones que tienen los profesionales o establecimientos de salud
respecto de los pacientes. Este régimen, aunque no será aplicable hasta la reglamentación
del Poder Ejecutivo Nacional, establece una serie de pautas, derechos y obligaciones que
deben ser conocidos por cualquier ciudadano cuando recurre a la prestación de un
profesional médico, ya sea en forma particular o a través de un establecimiento médico, por
cuanto son bastantes frecuentes los conflictos que se suscitan entre el profesional, la clínica
u hospital y el paciente cuando se es atendido en un establecimiento médico, donde entran
en juego los derechos y obligaciones que les compete a las partes.-
Esta ley regula los derechos de los pacientes respecto a la autonomía de la voluntad, la
información y la documentación clínica (2), ya sea que sea atendido por un médico
particular, en un establecimiento público o privado, siendo indiferente si la vinculación
contractual responde a un contrato con una empresa de medicina prepaga, por medio de
una obra social, por un seguro de salud o cualquier medio de asistencia médica.-
La ley establece una serie de derechos y principios (3) que son relevantes a la hora de
prestar servicios de medicina ya que las partes mantienen una vinculación de tipo
contractual. El régimen prevé una serie de derechos del paciente :
a) Asistencia: El paciente tiene derecho a ser atendido y asistido por un profesional médico
sin ningún tipo de distinción. El profesional sólo puede eximirse de esa obligación en caso
de que se haya hecho cargo efectivamente otro profesional competente. En este derecho
tienen prioridad los niños y los adolescentes de ambos sexos.-
b) Trato digno y respetuoso: La ley fija como condición primordial el trato digno del paciente
con respeto a las convicciones personales y morales. Principalmente, se menciona sus
condiciones socioculturales de género, pudor, intimidad ya sea del mismo paciente como el
de los familiares o acompañantes.
c) Intimidad: Toda la actividad médico - asistencial en cuanto al tráfico de datos, ya sea los
conocidos íntimamente por el profesional y volcados o no en la historia clínica o informes,
deben considerarse íntimos y por lo tanto su divulgación puede atentar contra el respeto de
la dignidad humana.
d) Confidencialidad: Conforme a la naturaleza intima de los datos e informes que se
generan en la atención médica es que el paciente tiene el derecho a que las personas que
intervienen en la elaboración y manipulación de la historia clínica, o de cualquier informe o
estudio que se realiza, guarden estricta reserva y secreto de su contenido; salvo disposición
en contrario de autoridad judicial o autorización del propio paciente.
e) Autonomía de la voluntad: este derecho se relaciona con la facultad que tiene el paciente
de aceptar o rechazar determinadas terapias, procedimientos médicos o biológicos.
Derecho que puede ejercer con o sin expresión de causa e incluso la de revocar su voluntad
en cualquier etapa del tratamiento médico. Se establece la facultad de los niños y
adolescentes de tomar dichas decisiones en el ámbito de la ley 26.061 respecto a las
terapias o procedimientos médicos o biológicos que involucren su vida o salud.
a) Cuando medie grave peligro para la salud pública b) Cuando exista una situación de
emergencia, con grave peligro para la salud o vida del paciente y el paciente no pueda dar
el consentimiento por sí o por medio de sus representantes legales Estas excepciones
deben ser interpretadas con carácter restrictivo. Es que la decisión del paciente o de su
representante legal, en cuanto a consentir o rechazar tratamientos indicados puede ser
revocada en cualquier momento. El profesional médico está obligado a acatar la revocación
y para ello debe dejar expresa constancia en la historia clínica, con todas las formalidades
necesarias para acreditar fehacientemente dicha manifestación de voluntad, y que la misma
fue adoptada por el paciente con pleno conocimiento de los riesgos previsibles que ello
implica (9).
La ley también autoriza a que el propio paciente, siendo mayor de edad, pueda disponer de
directivas anticipadas sobre su salud, pudiendo consentir o rechazar determinados
tratamientos médicos, preventivos o paliativos, y decisiones relativas a su salud. El médico
tiene la obligación de aceptar esas prácticas (se supone si se encuentran dentro de los
métodos o prácticas que la profesión médica admite) y se prohibe expresamente las
prácticas o recomendaciones eutanásicas sugeridas por el propio paciente (10).
Asimismo, se reglamenta el contenido y los asientos que debe tener la historia clínica :