1 - La Explosión Actual de Los Ovnis

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FENOMENO „ ^ OVNI

Desde que en el año 1947 se producen las primeras


oleadas de avistamicntos de los tiempos
modernos, los OVNIS interesan a la mayoría,
inquietan a los gobiernos y se han convertido
en un verdadero reto para los científicos.
Admitida la realidad material del fenómeno
—que ya resulta incuestionable—,
se plantean muchas preguntas, cuyas respuestas
no siempre son tan concretas como sería de desear.
¿De dónde proceden? ¿Qué energía los impulsa?
¿Quiénes los dirigen y qué pretenden?
El origen del fenómeno es desconocido;
pero debemos comenzar a plantearnos que, tal vez,
el destino de la humanidad esté en sus manos.

1
DOCUMENTO
ODOS ios tratadistas de! un bombardero B-29, perteneciente a la 415
fenómeno O V N I están Escuadrilla de Cazas Nocturna. Se encontra­
más o menos de acuerdo ban a bordo del aparato, la noche del 23 de
en situar el principio de! noviembre de 1944, el piloto teniente Ec
llamado «período con­ Schlueter, el radarista teniente Donald j
temporáneo» del fenóme­ Meirs, y el teniente Fred Ringwald, oficial de
no en 1947 y en la tan di­ la Inteligencia Militar que viajaba como obser­
vulgada observación de vador.
Kenneth Arnold. Sin em­ El primero en divisar lo que parecían ser :?•
bargo, este comienzo se trelias en la distancia tuc precisamente Rin¿-
tendría que situar un po­ wald. A los pocos minutos, las estrellas ;
co antes: en plena segun­ convirtieron en bolas luminosas anaranjac.
da guerra mundial. Fue que, en número de ocho o diez se movían r r
entonces cuando hicieron el aire a velocidad terrorífica. Los objetos no pe­
su aparición en los cielos dieron ser captados por el radar de tierra
planeta unas misteriosas «bolas brillan­ por el del avión. Entonces las luces desapa:.-
tes», de pequeño diámetro, dcdica- cieron, para reaparecer luego más lejos, y a
pocos minutos se desvanecieron definí:,
mente.

¿Armas secretas alemanas?


Otros pilotos, al regresar de sus misiones, r
cielo, persiguiendo o formaban también que habían sido segu;c
acompañando a los aviones batí a perseguir a los aviones de las potencias por las enigmáticas bolas, observ adas muchas >. -
durante la segunda guerra ces volando en formación. El nombre _c
contendientes. Los americanos llamaron a es­
mundial, marca el precedente «Krauts fireballs», otorgado por los pil, •
inmediato ,¡ ¡a gran oleada de tas bolas F oo-fighter, palabra compuesta de la
corrupción de la palabra francesa jen = fuego, aliados a estas bolas, es claro indicio de que e
afinam ientos de OVNIS que
y la inglesa ftg h ter = (avión de} caza. Fue acu­ realidad tanto ellos como el Alto Mando
tuvieron lugar a partir de
1947, Se trataba de tinas ñada por ios pilotos de la 415. Escuadrilla de pechaban que se trataba de ingenios de _ j .
esferas brillantes, de pequeño Cazas Nocturna de los Estados Unidos, con secretos de los alemanes. Sin embargo, las r -
diámetro, que los americanos base en la población francesa de Dijon, en el las de fuego no se vieron únicamente en t
denominaron con el vocablo año 1944. Esta escuadrilla efectuaba misiones cenario europeo de la guerra. Durante el a.- •
foo-fighters, y cuyo origen y de combate y reconocimiento sobre la zona 1945, hicieron su aparición en el Exm
naturaleza todavía no han sido Oriente. Se las vio sobre el Japón y sobrv
suficientemente definidos. del Rin, al norte de Estrasburgo, en el sector
del frente comprendido entre Hagenau y Neu- laguna de Truk. Las tripulaciones de los b
Algunas de estas «•bolas
stadt, al oeste del gran río de los germanos. barderos B-29 comunicaban a los oficia!v-
brillantes» fueron fotografiadas
sobre territorio alemán en Información, al regresar de sus vuelos, c _
numerosas ocasiones, pero sobre bolas de fuego de aspecto misterioso sur:.—
Los primeros datos
todo durante el año 1943. hacia ellos cuando volaban sobre el arthip .
Fueron vistas también en otros Los primeros informes sobre los foo-ftghters go nipón, acompañaban a los bombardero
países y su aparición, aunque (llamados también familiarmente, en la jerga vuelo y cambiaban su color de rojo a anara- -
menos intensamente que militar, «Krauts fireballs», bolas de fuego de do y luego de blanco a rojo, exactamente
entonces, se ha repetido basta los Krauts; referido este último término a los
la actualidad. Como objetos
alemanes) fueron hechas por la
voiantcs no identificados
encajan perfectamente dentro
de la mas ortodoxa
fcnomenofogM OVNI,

AG 01975
OBER
SADELEGG
SUIZA
o
■>
f

rno informaban los pilotos norteamericanos funcionaban con la misma frecuencia que el
que combatían en Europa- Por su comporta­ radar aliado, podían eliminar las señales de las
miento, los fo o -fig h ters parecían ser medios de pantallas y permanecer prácticamente invisi­
observación a distancia. ¿«Ojos telecapto res» bles para el control de tierra».
enviados desde una remota base en el espacio i
Tal vez. La oficina especial n,“ 13
¿Bolas de fuego antí-radar? Esta explicación de Vesco es ingeniosa, pero
este autor se distingue por su celo en intentar
Pese a que los foo-fig h ters no se vieron única­ convertir codas las manifestaciones del fenó­
mente en Europa, y que sus velocidades se si­ meno OVNI en armas secretas de los alema­
tuaban entre los 300 y los 80C km por hora, y nes. Cuando escribió lo que antecede (en
no eran d etestables p or el radar, algunos estu­ 1969) Renato Vesco muy probablemente igno­
diosos de! tema consideraron que podría tra­ raba lo que el escritor francés Henry Durrant
tarse efectivamente de armas secretas alema­ reveló en su obra E l libro negro de los platillos Todos los investigadores
nas. Según Renato Vesco, ingeniero aeronáuti­ volantes, publicado precisamente al año si­ rigurosos aluden en sus
co y escritor italiano: «Los encuentros poste­ guiente. En efecto, según escribe Durrant, en manifestaciones a la aparición
riores con los foo-fig h ters condujeron a los ex­ el año 1944, los inquietantes informes proce­ de los foo-fighters cuando
pertos a suponer que eran inventos alemanes dentes de pilotos de la Luftwaffe y que habla­ estudia» las grandes oleadas
de un nuevo tipo, destinados a anular el radar. ban de misteriosas bolas de fu eg o que seguían de OVNIS de los cióos 1947 y
Sólo supieron cuán cerca habían estado de la a sus aviones, condujeron ai O b e rkom m ando siguientes, especialmente Dona.:
Keyboe, tina de las auténticas
verdad al penetrar, una vez terminada la gue­ d er L u ftw a ffe a crear el «Sonder Büro n. 13»,
autoridades en el tema.
rra, en las plantas secretas nazis. Las bolas de cuyas actividades se ocultaron bajo el nombre
fumo vistas por los aliados no eran más que cifrado de «Operación Uranus*. La Oficina
un pequeño ejemplo, y una fracción de una Especial 13 estaba compuesta por oficiales de la
gran diversidad de métodos destinados a deso­ Aviación, ingenieros aeronáuticos v consejeros
rientar el radar y a interrumpir las corrientes científicos. Este organismo secreto oficial co­
electromagnéticas. Durante el otoño de 1944 menzó por reunir los informes de observacio­
se dio gran impulso al trabajo en la «Feuer- nes que habían llegado ya al Estado Mayor
baíl» alemana, o bola de fuego antí-radar, en el Superior del Ejército del Aire, a fin de estu­
centro experimental que poseía la Luftwaffe diarlos.
cerca de Oberammergau, en Bavicra. Fue allí,
y en el establecimiento aeronáutico de Wiener Las primeras investigaciones
Neusradi, donde se produjeron las primeras
de los ingleses
bolas de fuego. Más tarde, cuando los rusos se
acercaron a Austria, los talleres que producían El «Sonder Büro n, 13» antecede, pues, hisi
las bolas de fuego se trasladaron a la Selva Ne­ ricamente a las primeras comisiones de
gra. Rápidas y teledirigidas, estas bolas de fue­
go, que iban equipadas con tubos de kliston y
Nueve discos volantes
en el monte Rainier
El 24 de julio de 1947 es para muchos la fecha
que señala el verdadero comienzo de la época
moderna de los OVNIS. En esta misma obra
veremos que existen «pruebas» de la presencia
de objetos misteriosos en el ciclo desde los
mismos albores de la historia humana. Pero
aquí vamos a ceñirnos al período contemporá­
neo que, como hemos visto, tiene un intere­
sante preludio en el episodio de los fo o -
fig b ters y en la creación de las dos comisiones
de encuesta, la inglesa y la alemana.
Kenneth Arnold era, en la fecha en que tuvo
lugar su memorable observación, propietario
de la «Sociedad de Fabricación e Instalación
de Material de Incendios del Gran Oeste» con
sede en Boise (Idaho), donde era muy conoci­
cuesta norteamericanas, de las que más adelan­ do y apreciado, gozando de la consideración
te nos ocuparemos en detalle. Pero no es la de hombre de negocios emprendedor y serio.
^ - primera comisión oficial creada en el mundo Su célebre observación tuvo lugar durante un
para investigar el fenómeno ovni. La comi­ vuelo que efectuaba entre las poblaciones de
sión alemana fue precedida en un año por un Chchalis y Yakima, en el estado de Washing­
organismo británico. Veamos lo que al respec- ton. Es preciso recordar aquí que dicho estado
I to escribe el malogrado Frank Edwards en una se encuentra en el noroeste de los Estados
obra suya de 1966: Unidos, siendo ribereño del Pacífico y lindan­
«En 1943, los ingleses crearon una pequeña te con la Columbia británica. Volveremos a
organización encargada de documentarse so­ encontrarlo en esta obra al ocuparnos del
bre estos objetos. Estaba dirigida por el te­ «abominable» norteamericano, que al parecer
niente general Massey y surgió a consecuencia merodea por aquellas fragosas soledades,
dé los informes enviados por un espía que, en Arnold contempló desde su avioneta, mientras
El encuentro de Kennetb realidad, era un agente doble que actuaba a las buscaba los restos de un avión militar caído en
Arttold con nueve Jacos órdenes del alcalde de Colonia. Este agente
volantes en las proximidades el monte Rainier, nueve objetos volantes, que
del monte Rainier, mientras confirmó a los ingleses que los foo-fig bters no no pudo identificar, los cuales se desplazaban
llevaba a cabo una misión de eran dispositivos alemanes, sino que los nazis en formación, a velocidades increíbles. Su rela­
rescate a bordo de su avioneta, creían que se trataba de instrumentos de tiro to dio la vuelta al mundo. Se había producido
■:te el detonante que provocó lo de los aliados. Los ingleses, naturalmente, sa­ la gran explosión del fenómeno OVNI.
que se ba llamado después *la bían que esto no era cierto. En 1966 el Minis­
explosión actual de ¡os terio del Aire británico me comunicó que el
OVNIS'- Arnold, que tuvo ¡a
El relato de Arnold
proyecto Massey había sido oficialmente clau­
oportunidad de observarlos con surado en 1944. Quizá fuese pura coinciden­ El propio Kenneth Arnold relató los porme­
detenimiento en el transcurso cia, pero el hecho es que el agente doble fue nores de su espectacular avistamiento en el
de aquel encuentro, pudo
describirlos después con todo denunciado y ejecutado en la primavera de curso del International U FO Congress, que se
lujo de detalles, basándose, aquel mismo año.» reunió en Chicago durante los días 24 al 26 de
además, en sus conocimientos Durante la segunda guerra mundial, pues, em­ junio de 1977 para conmemorar, precisamente,
aeronáuticos y en su experiencia pezaron a manifestarse masivamente objetos los treinta años del suceso. El informe procede
como piloto. La conclusión que volantes no identificados de un tipo no con­ del investigador español Antonio Ribera, que
extrajo el protagonista del vencional. Los aviadores aliados creyeron que asistió a las reuniones del mencionado con­
alistamiento, tras el estudio de se trataba de una de las famosas armas secretas greso.
la veloádad y evoluciones de de Hitler; los pilotos alemanes, por su parte, «Yo era por entonces uno de los fundadores
los nueve dtscvs volantes fue los consideraron una nueva arma aliada; de los de la Asociación de Pilotos de Búsqueda y
tajante: se trataba de naves
pilotos soviéticos nada sabemos, por el secreto Rescate de Idaho — contó Arnold— . En aque­
extraordinarias, ni siquiera
imaginables para ¡a tecnología tradicional que rodea siempre a todo lo ruso. lla fecha (24 de junio) tenía en mi haber unas
imperante en nuestro planeta. En el teatro de la guerra oriental, es posible cuatro mil horas de vuelo sobre las montañas,
Puede discutirse o no la que los aviadores norteamericanos los consi­ en misiones de búsqueda y rescate.
realidad e interpretación de su derasen ingenios del Sol Naciente. »E1 motivo de que entonces me encontrara vo­
alistamiento pero su relato Pero el gran drama había comenzado: ¿no se­ lando muy cerca del monte Rainier era el he­
abrió la puerta al interés de tos ría más sensato suponer que la desusada activi­ cho de que aproximadamente un mes y medio
científicos, a la preocupación de dad bélica alertó a una desconocida potencia antes un avión de transporte C-46 del Cuerpo
los gobiernos y a la expectación extraterrestre, la cual lanzó sus dispositivos de de Infantería de Marina de los Estados Unidos
del hombre de la calle.
observación a distancia a nuestros cielos para se había estrellado en la ladera suroeste de di­
vigilar el peligro que para ello podría derivarse cho monte. Se suponía que los 32 marinos que
de la contienda? transportaba habían perecido, y los familiares

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DOCUMENTO
de ios mismos habían ofrecido una recompen­ margen razonable, su velocidad. Y por ento
sa de cinco mil dólares para quien consiguiera ces ya estaba seguro de aue aquella extra
localizar el avión siniestrado y facilitara asi la re­ formación de aparatos volaba a más de mi! n
cuperación de los cadáveres. lias por hora (más de 1.600 km por hora;
“Despegué de Chehalis alrededor de las tres de «Entonces, cuando terminaron de sobrevoi
la tarde; era un día hermosísimo y no había ni Goat Ridge, el segundo a partir del final pa;
una sola nube en el cielo. ció volver su parte posterior hacia mí. Cr
»Me aproximé al monte Rainier volando a que esta es la expresión más adecuada, v í
11,000 pies (3.350 metros)... Mientras efectua­ tonces pude ver que el objeto no era redond
ba un giro de ISO grados y volaba directamen­ A juzgar por las maniobras que efectuaba
te hacia el monte Rainier, un tremendo deste­ pensé que si hubiese seres humanos en elle
llo apareció en el cielo. Iluminó toda la avio­ hubieran quedado hechos picadillo al prirr
neta, incluso la cabina, y me asusté. Pensé que viraje, porque aquellos aparatos volaban ir.
había estado a punto de chocar con un avión deprisa y de una manera muy caprichosa: o
que no había visto. el modo como cambiaban de dirección c
instantáneamente, la fuerza centrífuga debía
ser terrorífica.»
«Vi una hilera de extrañas aeronaves»
19521 »Aquel brillantísimo destello, casi tan potente
como una luz de arco, procedía de un grupo
«L os platillos volantes»

Sobre ta base aérea de Salem de ob jetos que estaban a lo lejos, hacía el norte La descripción de Kenneth Arnold es muc
(Estados Unidos) fue obtenida del monte Rainier y en la zona del monte Ba­ más extensa, pero no es necesario reproduce
esta fotografía el día 16 de ker, que está casi en línea con el monte Rainier toda. La difusión que la prensa dio a la non.
julio de 1952. La presencia en y el monte Adams, Vi una hilera de extrañas despertó el interés mundial por los OVNIS
los cielos del mundo de lúe precisamente un periodista, Bill Bequer
verdaderas formaciones de aeronaves que se aproximaban al monte Rai­
nier con gran rapidez... Creo recordar que por de la United Press, quien puso en circuía;:
OVNIS se estaba produciendo
entonces de una forma aquel entonces describí su formación compa­
constante. Entre los años 1910 rándola con la cola de una cometa china. Pare­
y ¡961 las oleadas de OVNIS cían volar en formación escalonada. N o obs­
je sucedieron con una tante, ai mirar los objetos que se destacaban
periodicidad de veintiséis meses, sobre el cielo y sobre la nieve del monte Rai­
cada vex que se producía ¡a nier según se aproximaban, no conseguí dis­
oposiáón o mínima distancia
cernir colas en ellos, y lo cierto es que yo nun­
entre la Tierra y Marte, Ante
los argumentos de los científicos ca había visto un avión sin cola...
que negaban la posibilidad a ¡a «Aquellos objetos eran de un tamaño conside­
existencia de naves rable, y conté hasta nueve... Los brillantes
extraterrestres, y en contra de destellos que surgían de su superficie, y que
los desmentidos oficiales, las yo al principio supuse que eran reflejos del
pruebas van surgiendo y sol, eran pulsantes, y ai propio tiempo los apa­
acumulándose. Imágenes ratos se balanceaban; parecían volar tan fácil­
parecidas a la que reproduce la mente de lado como en posición plana... Los
ilustración han asombrado a objetos parecieron ascender un poco mientras
miles de personas durante las
tres últimas décadas, avalando seguían el rumbo de 170 grados, y comprendí
la hipótesis de que tos OVNIS que estaba a nivel con ellos porque ambos es­
se comportan de manera tábamos en el horizonte. Mi altímetro señala­
inteligente en sus maniobras y ba algo más de 9.200 pies (2.800 metros), lo
en la distribución de sus cual quiere decir que ellos volaban a esta alti­
desfiles, tud, poco más ts menos. Calculé que su diáme­
tro era de unos 30 metros y, por supuesto, me
sorprendió mucho que no tuviesen cola, pero
pude ver muy bien su imagen sobre la nieve.

Unas maniobras increíbles


«Cuando despedían aquel destello parecían ser
completamente redondos, Cuando se me mos­
traban de lado o de plano, se veian muy delga­
dos y en realidad desaparecían de mi vista tras
una aguda proyección del monte Rainier sobre
el ventisquero. Pero como yo conocía aproxi­
madamente mí situación en relación con la
montaña, sabía por dónde habían pasado. Pen­
sé que mi cálculo de la distancia y mi crono­
metraje me permitirían calcular, dentro de un

6
ei término «platillo volante*, al interpretar la noticias sobre observaciones de objetos se­ LO S OVNIS, ENTRE
respuesta que el protagonista del suceso con­ mejantes proliferaron por los cinco conti­ LA REALIDAD
cedió a una de sus preguntas: «Volaban de una nentes. Y LA FICCION
manera caprichosa —respondió Arnold— , co­
A presencia insistente de los
mo cuando usLed lanza un platillo sobre el El extraño incidente
agua, que va rebotando sobre ella...»
En realidad, el término había sido utilizado ya
de la isla Maury L i objetos volantes no identi­
ficados creó en la masa una con­
con mucha anterioridad, nada menos que en Tras el alistamiento de Arnold, surgieron los ciencia del fenómeno y requirió
a su vez una interpretación no
1S78. El 24 de enero del mismo año un agri­ estudiosos del tema, entre ellos fed Bloecher,
sólo científica, sino también li­
cultor llamado John Martin, que vivía cerca de nacido en 1929, que se especializó en el estu­ teraria y plástica. Quizá ningún
Denison (Texas), levantó la mirada y vio un dio de un aspecto fascinante: los humanoides. otro fenómeno se preste en tan
rojeto circular en el cielo, Martin dijo que el Es posible que Bloecher sea uno de los prime­ gran medida a la acción de la
bjeto se hallaba a gran altura y se movía a ros especialistas mundiales en «encuentros fantasía creadora, porque el he­
.na velocidad «maravillosa» (sic), y que la próximos del tercer tipo» (llamados errónea­ cho comprobado —la existencia
única manera como podía describirlo era com- mente en España «encuentros en tercera fase», de naves interplanetarias en
r ir.indolo con un gran platillo que flotase en a causa del título de la película de SpieJbtrg). nuestro ciclo-- es ya por si
íl aire. Su relato se publicó al día siguiente en Sin embargo, los ufólogos conocen más a mismo tan sorprendente como
la más grande de las ficciones
. Denison Daily News, pero no pasó de ahí, Bloecher por su detalladísimo estudio sobre la sobre d tema. Entre la realidad
ro r lo que Kenneth Arnold no podía de nin­ oleada O VNI que tuvo por escenario e! dilata­ v la ficción, en d caso de los
guna manera conocer el vocablo con que el do territorio norteamericano en 1947. Durante OVNIS, no existen pasos; una
agricultor había descrito su alistamiento. Fue mucho tiempo, y antes de que Bloecher publi­ buena ilustración debida a la
;r. electo el periodista Bequette, ya menciona- cara en 1967 su voluminoso estudio titulado, fantasía de un artista no puede
; quien difundió el término en 1947, Los te- precisamente, Irifarm e sobre la oleada O V N I superar en espectacular idad al
¿gramas de agencia con la noticia se publica- d e 1947, muchos investigadores, sobre todo en documento gráfico que recoge
r >n en más de 150 periódicos de los Estados Europa, creían que la observación de Kenneth d vertiginoso vuelo Je una de
Unidos. Y antes de transcurrido un mes, las Arnold había sido prácticamente única. Esto, estas extrañas naves que han
dado en visitarnos.

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por supuesto, le restaba credibilidad, y la in­
tervención del propio Arnold, a principios dei Cayeron del cielo veinte
mes de julio siguiente, en el extraño episodio toneladas de material
de la isla Maury, por invitación de Hay Palmer Aquella sustancia resultó ser un metal blanco
(director de la revista Fute) arrojó una extraña lígerísimo, pero con él se produjo una lluvia
sombra sobre la personalidad dei piloto. de lo que a Dahl le parecieron rocas volcáni­
cas. Estos pedruscos pesaban mucho y causa­
Un misterioso suceso ron daños en la caseta del timón, uno de ellos
Antes de referirnos al estudio de Bloecher, va­ mató al perro y el hijo de Dahl sufrió una gra­
le la pena que relatemos brevemente el extraño ve herida en un brazo. Todos los tripulantes
suceso. Ocurrió tres días antes del encuentro de la lancha, después de embarrancaría en la
de Arnold: el 21 de junio de 1947. En ese día, playa, saltaron a tierra con el propósito de
", un guarda costero de los Estados Unidos lla­ guarecerse a! pie del acantilado, en un tugar
mado Harold N Dahl patrullaba en una lan­ donde no les atcan2 a.se lo que caía de lo alto.
cha por aguas de la isla Maury, un islote des­ Dahl calculó que cayeron como unas veinte
habitado que se encuentra frente a la costa de toneladas de material. La sobrecogedora lluvia
Tacoma, en el estado de Washington. Se en­ cesó tan súbitamente como había comenzado,
contraba con él en la lancha su hijo, dos mari­ y las extrañas naves adoptaron su primitiva
neros y un perro. La mar se hallaba bastante formación, con cinco de ellas rodeando a la
encrespada. En un momento determinado central. De repente los seis objetos se elevaron
G. Sitirk fotografió sobre él en el cielo y desaparecieron sobre el mar hacia
Dahl levantó casualmente la vista y vio en el
territorio de Patterson, en el oeste.
Nueva jersey, el vuelo de un cielo, a unos seiscientos metros de altura, seis
enormes objetos en forma de rosquillas. Dijo Dah! y sus compañeros regresaron entonces
OVNI (1950) a escasa altura
que tenían ventanas redondas en los bordes corriendo a la lancha, y tras desencallarla, vol­
del suelo, mientras efectuaba
distintas maniobras. vieron al puerto. Después de llevar a su hijo al
Alistamientos como el de hospital para que lo atendiesen, Dahl se pre­
Stock se sentó ante Fred Chrisman, su superior. Cuan­
sucediendo do le relató el incidente, Chrisman le repren­
simti Itáneamente dió, tachándolo de visionario. No obstante,
en muchos Dahl tenia pruebas físicas: los daños sufridos
por la lancha y pedazos de las rocas caídas del
cielo.
Chrisman se puso furioso cuando se enteró de
los daños que había sufrido la embarcación, y
lo achacó a que Dahl sin duda se hizo a la mar
estando borracho. Dahl había tomado cinco
fotografías, con la cámara de la patrullera, de
las naves en forma de rosquillas. Cuando a
principios de julio Arnold se entrevistó con él,
le pidió las fotos, pero Dahl no se las mostró,
diciéndole que si bien en la película se veían
aquellas extrañas naves, los negativos estaban
cubiertos de manchas semejantes a la que cau­
saría un aparato de rayos X.
Desde los primeros exteriores y también en torno al agujero cen­
alistamientos de OVNIS de tral. Uno de estos aparatos ocupaba una posi­
1947 el Gobierno de los ción central, rodeado por los otros cinco. To­ Interviene la información militar
Estados Unidos se ocupó del dos ellos descendían lentamente, como si el A partir de aquí la historia se complica. Final­
suceso y creó grupos de
especialistas para su estudio. A aparato central se hallase en apuros y los otros mente, Chrisman se convenció de la veracidad
pesar del silencio oficial y de tratasen de ayudarle. del suceso, a la vista de las pruebas que le
los desmentidos, las naves Cuando el objeto central se encontraba a unos aportó su subordinado. Entre ambos recogie­
seguían visitándonos, y contra sesenta metros de la superficie del agua, con ron gran cantidad de fragmentos de «lava». Al
esa evidencia no existían los otros cinco algo más arriba, Dahl compro­ propio tiempo, Kenneth Arnold y un piloto
argumentos. bó que eran muy grandes: calculó su diámetro amigo suy'o de United Airlines al que contó la
en unos treinta metros. Entonces le parecieron historia y que quiso participar en el caso,
una especie de globos. Uno de los cinco dejó comprobaron que todo cuanto decían en su
la formación y se acercó al que a Dahl le pare­ habitación del hotel llegaba al conocimiento
cía averiado, poniéndose en contacto con él. del periodista Ted Morello, a través de un
Entonces el patrón de la lancha guardacosta misterioso informante. Aparecen entonces
oyó un estampido sordo y de pronto una sus­ en escena el teniente Brown y el capitán Da-
tancia brotó por el centro de la nave en difi­ vidson, de la Información Militar. Estos se
cultades, Parecía como si cayesen millares de
periódicos sobre la playa y sobre la embarca­ E resentaron en Tacoma a bordo de un bom-
ardero B-25, con la misión de averiguar qué
habia ocurrido en la isla Maury, Tras cntrevis-
ción.
tarse con Araold, se llevaron un cajón Heno de
fragmentos de roca que les aportó Chrisman,
Veinte minutos después de despegar de Taco-
ma con el cajón a nordo, el B-25 se estrelló,
Brown y David son perecieron en el accidente.
Sólo se salvaron un miembro de la tripulación
y un pasajero, que se arrojaron en paracaídas
por orden del teniente Brown, cuando éste se
apercibió de que el motor izquierdo se había
incendiado. El avión se estrelló cerca de Kelso,
en el estado de Washington, Parecer ser que
entre los restos del aparato siniestrado no se
encontró la Caja con los fragm en tos de roca,
Este es, resumido, el extraño incidente de la
isla Maury, que tan trágicas secuelas tuvo.
¿Fue verdad? ¿Fue un fraude urdido por DahI
y Chrisman? Lo cierto es que éstos fueron «si­
lenciados», Ambos desaparecieron de Tacoma
y cuando, poco tiempo después, el investiga­
dor Harold T, Wilkins quiso dar con su para­
dero, le fue imposible localizarlos...
También es la primera vez que aparecen en es­
cena ios misteriosos «hombres de negro», re­
presentados por el anónimo informante del
periodista MoreJlo, que parecía saber perfecta­
mente todo cuanto rodeaba al extraño suceso.

La oleada de 1947
Con la perspectiva histórica que hoy posee­
mos, después de casi treinta y cinco años de
vigencia entre nosotros del fenómeno OVNI,
una cosa se ha puesto de manifiesto: éste se
ajusta a unas pautas de comportamiento, no se
produce al azar, sino que ofrece una periodici­
dad, un ritmo cíclico. Esta periodicidad es ge­
neralmente bienal (de 26 meses para ser exac­
tos), y consiste en una sucesión de «oleadas».
Podríamos definir una. oleada como una con­
centración de observaciones en el tiempo v en
el espacio. De 1950 a 1961, estas oleadas se
registraron matemáticamente cada veintiséis
meses, coincidiendo con las mínimas distan­
cias u oposiciones del planeta Marte. Poste­
riormente, esta sincronicídad se ha mantenido,
si bien algunas oleadas se han producido fuera
de los períodos de oposición.

Las pesquisas de Ted Bloecher


Precisamente la primera gran oleada histórica
moderna — la de 1947— es acícliea, o sea que
no coincide con una oposición marciana.
Hemos dicho ya que corresponde a Ted Bloe-
chcr el mérito de haberla «desenterrado». Du­
rante muchos años, Bioecher recorrió a lo an­
cho y a lo largo, el inmenso territorio de la
Unión, consultando colecciones de prensa lo­
cal, entrevistando a testigos del año 1947 y
efectuando una labor de recopilación de casos
durante su recorrido de miles de kilómetros.
Muchas observaciones, en efecto, habían que­
dado sepultadas en diarios locales, sin saltar a
las grandes agencias como UPI o Associated
DOCUMENTO
COINCIDENCIAS Press. Por ello no habían transcendido fuera Era muy natural, pues, que se le encomendase
de un ámbito regional. esta misión, porque en los primeros tiempos
SIGNIFICATIVAS EN
De esta manera Ted Bloecher logró reunir casi se suponía que los OVNIS podían ser aparatos
LOS RELATOS DE un millar de casos bien documentados, centra­ de origen ruso. Se bautizó a la llamante comi­
AVISTAMIENTOS dos todos ellos en los meses de junio y julio sión de encuesta con el nombre cifrado de
S; aspecto muy interesante
U en la casuística de los avis-
tam lencos de O V N IS es la simili-
de 1947. La «cresta» de esta oleada se centraba
precisamente, en cuanto al número de casos, a
principios de julio, poco después de la obser­
«Projet Sign», Proyecto Signo. Como veremos
más adelante, las conclusiones de esta comi­
sión de encuesta americana se inclinaban
d de descripciones, relatadas o
vación de Kenneth Amóla. El estudio de abiertamente por la hipótesis interplanetaria
expresadas mediante dibujos, en
casos que no han tenido rela­ Bloecher reivindicaba en cierto modo a Ar- extraterrestre.
ción alguna ni en la distancia ni nold — que incluso había llegado a ser tachado
en el tiempo. Las coincidencias de falsario— , pues demostraba sin lugar a du­
se producen con tal lujo de de­ das que por lo menos un millar de compatrio­ Un objeto desconocido volaba
talles, que no pueden deberse al tas del piloto civil habían visto lo mismo que hacia F o r t K n ox
azar. Muchos ejemplos servi­ éste, ya que las declaraciones de ios testigos
rían para ilustrar esta afirma­ eran muy concordantes, hablando casi siempre Poco tiempo después de su constitución se
ción, pero nos limitaremos sólo produjo un trágico incidente — causado al pa­
de aparatos elípticos o discoidales. La cifra
a uno.
de un millar de testigos sin duda es mínima v recer por un disco volante— que tuvo por re­
Si observamos los dibujos que
corresponde a la de los casos que pudo locali­ sultado la pérdida de una vida humana. Vamos
ilustran estas lineas, el parecido
entre ellos es tan acusado, que zar Bloecher, sin que esto quiera decir que no a relatarlo:
se diría que han sido realizados existieron muchas más observaciones en el A primeras horas de la tarde del 7 de enero
por la misma persona. Y, sin curso de aquel verano de 1947. Sea como fue­ d e. 1948. centenares de personas del estado
embargo, no es así: los dos pri­ re, 1947 nos ofrece la primera gran oleada his­ de Kentucky vieron un objeto que definie­
meros se deben al piloto y co- tórica contemporánea. ron con «un helado de cucurucho con la
piioto de un D C -3 de la Eas-
tern Airlines y está lechado en
I ¿,. niio de 1948; el dibujo último Oleada sobre Francia en 1954
corresponde a un avistamicnto Pocos años después se había de producir en
que acaeció en Algcciras el 18
Francia la famosa oleada de 1954, que aportó
de septiembre de 1956. Los re-
.ítüs orales coinciden también
una riqueza de datos extraordinaria al estudio
en las características de com ­ del fenómeno. Como la de 1950, descubierta
portamiento de los objetos. Mi­ en España por Antonio Ribera, coincidía con
les de kilómetros separan ambos una oposición de Marte. Ribera empleó en Es­
encuentros y median ocho años paña el mismo método de Bloecher en Nor­
teamérica: el rastreo en la prensa atrasada, has­
— ‘ ¿t. i ¿4 0

ta que, centrado en los meses de marzo-abril
de 1950, encontró un gran número de obser­
vaciones OVNI que habían pasado totalmente
desapercibidas a ios investigadores. Pero a su
debido tiempo nos ocuparemos de las oleadas
de 1950 y 1954.

El «caso» Mantell
Si bien Ted Bloecher necesitó veinte años para
«desenterrar» la oleada de 1947, ésta no pasó
desapercibida para los servicios de Informa­
ción Militar norteamericanos. Precisamente a
finales de aquel mismo año, exactamente el 30
de diciembre, el entonces Secretario de Defen­
sa James Forrestal — que posteriormente ha­
bría de morir trágicamente defenestrado—
creó) por decreto la primera comisión de en­
cuesta sobre los ovnis en el seno de la recién
nacida Fuerza Aérea de los Estados Unidos.
La tarea de investigar sobre los elusivos discos
se encomendó al ATIC (Air Technical Intclli-
gence Cerner), radicado en la base aérea de
Ví’right Patterson, en Ohto. En realidad, el
ATIC era — y sigue siendo bajo el nombre de
1 «Aerospace Technical Intelligcnce Center»— ,
el centro de información — o espionaje— de la
aviación norteamericana. Su misión consiste
en obtener informaciones sobre aviones y má­
quinas volantes secretas de otras potencias.

10
parte superior roja», que se dirigía lentamente lágrima gigantesca, y en ocasiones casi tan
y a baja altura hacia Fort Knox, zona de alta fluido como ésta».
seguridad, pues allí se guardan las reservas de
oro de los Estados Unidos, en cámaras subte­ «El objeto parece metálico
rráneas acorazadas y fuertemente protegidas. y de gran tamaño»
En las inmediaciones de Fort Knox está la ba­
se aérea de Godrnan, que mantiene constante­ El jefe de la escuadrilla era el capitán Thomas
mente en vuelo una escuadrilla de cazas inter­ F, Mantcll, un veterano de la guerra en Euro-
ceptores. a, con muchos miles de horas de vuelo en su
Cuando en la torre de control de Godrnan se aber. Man te 11 se puso en contacto con la to­
recibió aviso de que un objeto volante desco­ rre de Godrnan para informar que el objeto
nocido se dirigía nacía allí, el coronel Hix, jefe iba a la mitad de su velocidad y que lo tenía
de la base, tomó sus prismáticos y vio que, enfrente («por las doce»). Luego añadió: «Me
efectivamente, un objeto volante no identifica­ acerco para verlo bien. Lo tengo exactamente
do se acercaba a la base. Hix se encontraba enfrente y sigue moviéndose a la mitad de mi
acompañado por diversos observadores milita­ velocidad, poco más o menos... Esa cosa pare­
La muerte del capitán
res y civiles. La torre de Godrnan ordenó a ce metálica y tiene un tamaño tremendo.» Thomas F. Manteli a bordo ¡a
una escuadrilla de cuatro cazas «Mustang» F- En medio de una gran tensión, los controlado- un avión Mustang-Sí mientra;
51 de la Guardia Nacional, que entonces so­ res aéreos de Godrnan le oyeron decir des­ perseguía a un presunto OV.V
brevolaba la base, que investigase el fenómeno. pués: «Ahora asciende y va hacia adelante a la planteó la cuestión de la
Tres de los aviones se aproximaron a! objeto, misma velocidad que yo... o sea 360 millas por agresividad de los mismos. re -
y' uno de los pilotos comunicó por radio que hora (580 knyh). Subiré hasta veinte inil pies la caída de Mantcll, a L: tr.u
era metálico y de «tremendo tamaño». O tro (6.000 m), y si no consigo acercarme, abando­ tanta trascendencia se otorgi.
piloto lo describió diciendo que parecía «una naré la caza.» pudo tratarse tan sólo de un
simple accidente.
IÜL M
Eran las 3,15 horas de la tarde. O V N I, que por otra parte se describía como
Este fue el último contacto por radio que esta- «un objeto gigantesco y metálico». Luego los
¡ bleció Mantell con la torre de Godman. Aquel técnicos del ATIC afirmaron que Mantell y sus
mismo día, más tarde, su cadáver decapitado compañeros habían «perseguido» a un globo
apareció entre los restos de su avión, que se sonda meteorológico lanzado por el «Proyecto
había estrellado cerca de Fort Knox. Skyhook», que era un secreto militar en 194S.
Cinco minutos después de que Mantell desa­ La armada norteamericana había creado un gi­
pareciera de la formación, los dos restantes gantesco globo capaz de ascender hasta 70.000
aparatos tomaron tierra en Godman. Ambos pies (21.000 rn) de altitud, para recoger infor­
pilotos dijeron que lo habían visto desaparecer mación sobre la alta atmósfera. El gigantesco
entre las nubes, persiguiendo a! OVNI. Pocos globo tenía forma de pera cerca de tierra, pero
| minutos después, uno de los aviadores volvió se convertía en una esfera de treinta metros de
a elevarse para buscar a Mantell, llegando has­ diámetro cuando estaba a gran altura. Algunos
ta 160 kilómetros de distancia por el sur y has­ ufólotos — entre ellos jaeques Vallée— acep­
ta los 33.000 pies (10.000 m) de altitud, sin en­ tan la explicación del globo «Skyhook», pero
contrar nada. el aparato perseguido por Mantell y su escua­
drilla parecía estar «inteligentemente diri­
¿Habían perseguido gido».
a un globo sonda? La noticia de la muerte del joven piloto se fil­
tró a los medios de información, y al día si­
Las autoridades acordonaron la zona del sinies­ guiente era publicada bajo grandes titulares en
tro, sin permitir que los periodistas fotografia­ todos los periódicos de los Estados Unídos.
Parece haberse comprobado que sen los restos del F-51. Se impidió a la familia La prensa «amarilla» hizo su agosto con la no­
Lf proximidad de los OVNIS hacerse cargo del cadáver, que fue enterrado ticia, llegando a presentar el incidente como
produce alteraciones por cuenta de la aviación. Circuló la versión un episodio de una «guerra interplanetaria
electromagnéticas que acusan en de que Mantell — que no llevaba equipo de E l avión de M antell desintegrado p or el - rayo
seguida los motores, oxígeno en su avión — probablemente pereció
deteniéndose. El fenómeno es d e la m u erte» d e los marcianos. Este fue uno
a 20.000 píes por falta de oxígeno, y ya estaba de los titulares con que la prensa sensaciona-
casi una constante en tos
acostamientos cuyo testigo muerto cuando su aparato se estrelló. Se trató lista del país obsequió a sus lectores.
viajaba en automóvil. Ante la de identificar al misterioso objeto con el pla­
presencia de la nave tos neta Venus, pero luego se comprobó que la
posición de este astro no coincidía con la del
El efecto «EM»
motores se detienen.
El episodio Mantell ha servido también a mu­
chos autores, amigos de presentar a los «extra-
terrestres» como hostiles, de «prueba» de estas
intenciones malévolas respecto a la especie hu­
mana. Suponiendo que lo que perseguía Man­
tell no fuese un globo sonda meteorológico,
sino efectivamente una «nave extraterrestre»,
entonces existe una explicación perfectamente
lógica para el accidente, sin apelar a supuestas
intenciones hostiles por parte del OVNI.
Existe una casuística muy rica de apagones de
faros y paros del motor en automóviles que
circulan de noche, generalmente por carreteras
solitarias, y que después del apagón constatan
la presencia de un OVNI rojizo posado en el
sudo a poca distancia. Estos casos son otros
tantos ejemplos del «Efecto EM», o Efecto
Electromagnético producido por el campo de
fuerza que rodea al objeto, sobre cualquier
tipo de aparato eléctrico, colapsándolo. El F-51
que pilotaba Mantell era un avión de caza a hé­
lice; una detención brusca del motor volando
a casi seiscientos kilómetros por hora pudo
provocar un picado seguido de una caída en
barrena, sin que Mantell consiguiera hacerse
con los mandos.
Tenemos que dejar el «caso Mantell», pues, en
incógnita. No deja de ser sospechoso, sin em­
bargo, el velo de secreto con que las autorida­
des militares rodearon estos hechos, uno de los
primeros «clásicos» en la historia moderna de
los OVNIS.

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