12-13 Competencia Civil y Administrativo
12-13 Competencia Civil y Administrativo
12-13 Competencia Civil y Administrativo
VOTO DE MAYORÍA
En el incidente de competencia negativa No. 12-2013-Pleno, suscitado entre Jueces/as de la
Sala de lo Civil y Mercantil y Jueces/as de la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte
Nacional de Justicia, dentro del juicio especial de indemnización de daños y perjuicios por
incumplimiento de contrato, propuesto por el Municipio de Guayaquil contra Víctor Plaza
Chávez, consta lo siguiente:
Juicio No. 12-2013
PRIMERO.- ANTECEDENTES
“En virtud de los establecido en el numeral 2 del Art. 185 del Código Orgánico
de la Función Judicial, al tratarse de un proceso originado en un contrato
celebrado entre el Municipio de Guayaquil, institución del Estado y un
particular, cuyo conocimiento compete a la Sala de lo Contencioso
Administrativo, en razón de la materia, y en virtud de lo ordenado en la
Disposiciones Transitorias Segunda y Décima, literal a) ibídem, y en
consideración a que el artículo 162 inciso final del cuerpo legal antes citado
prescribe “En ningún caso se prorroga la competencia en razón de la materia”;
concluye señalando que la inhibición se la efectúa con “ fundamento en lo
dispuesto en el Art.76.7. k) de la Constitución de la República, que entre las
garantías mínimas del debido proceso, consagra el derecho a ser juzgado por
un juez competente”.
Tenemos que recordar que el proceso es un medio y no el fin, desde este punto de vista la
función instrumental del proceso es ser una herramienta y un elemento para la realización de
la justicia, esa finalidad será la que ponga fin a la controversia, solo así la eficacia del proceso
será el instrumento pacificador social. Sobre la competencia lo que vuelve relevante es la
correcta interpretación y adecuada aplicación de la norma que resuelve el conflicto de
competencia en el caso concreto, condición necesaria para la efectividad jurídica de la decisión
final.
1
El debido proceso es el que en todo se ajusta al principio de juridicidad propio del Estado de derecho y
excluye, por consiguiente, cualquier acción contra legem o praeter legem. Como las demás potestades del
Estado, a la de administrar justicia está sujeta al imperio de lo jurídico: sólo puede ser ejercida dentro de
los términos establecidos con antelación por normas generales y abstractas que vinculan en sentido
positivo y negativo a los servidores públicos. Estos tienen prohibida cualquier acción que no esté
legalmente prevista, y sólo puede actuar apoyándose en una previa atribución de competencia. El derecho
al debido proceso es el que tiene toda persona a la recta administración de justicia. El derecho al debido
proceso es el derecho a un proceso justo; a un proceso en el que no haya negación o quebrantamiento de
los que cada uno tenga jurídicamente atribuido o asignado ¨Es debido aquel proceso que satisface todos
los requerimientos, condiciones y exigencias necesarias para garantizar la efectividad del derecho
material. Se le llama debido porque se le debe a toda persona como parte de las cosas justas y exigibles
que tiene por su propia subjetividad jurídica¨ Mario Madrid – Malo Garizábal, Derechos Fundamentales,
Segunda Edición, Bogotá, 1997,3R Editores, Pág. 146
contra ella en materia penal”. Obvio que la imparcialidad del juez introducida en nuestra
Constitución estará presente no sólo en el ámbito del proceso y del derecho, sino también en
el ámbito de la ética y en la resolución final del conflicto.
La competencia se ha dicho que “(…) es el derecho que el juez o tribunal tiene para conocer de
un pleito que versa sobre intereses particulares, y cuyo conocimiento ha sido establecido así
por la ley (…); mientras la jurisdicción (v.) es la potestad que tienen de administrar justicia. El
juez tiene el poder de juzgar, pero está limitado en razón de su competencia. (…)” 2.
“La competencia es, por tanto, la facultad que cada juez o magistrado de una rama
jurisdiccional tiene para ejercer la jurisdicción en determinados asuntos y dentro de cierto
territorio” 3 Se puede considerar a la competencia desde dos puntos, uno objetivo como el
conjunto de causas en las cuales el juez por mandato legal puede ejercer jurisdicción, y
subjetivo como la facultad otorgada a juez para ejercer su jurisdicción dentro de los límites en
la que le ha sido atribuida. En la doctrina se han establecido cinco factores para fijar la
competencia: objetivo, subjetivo, territorial, funcional y de conexión. Objetivo se deriva de la
naturaleza del pleito o de la relación jurídica de la demanda; subjetivo mira la calidad de las
personas que forman las partes dentro del proceso; territorial referente a la circunscripción
territorial dentro de la cual el juez puede ejercer su jurisdicción; funcional, se deriva de la clase
especial de funciones que desempeña el juez en un proceso; y, conexión, que no es
propiamente un factor pero hace referencia a la modificación de competencia cuando existe
acumulación de pretensiones en un mismo proceso o de varios procesos.
2
Guillermo Cabanellas, Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual, Tomo II, 25ª Edición, Editorial
Heliasta, Argentina, 1997.
3
Mattirolo: Tratado de Derecho Judicial Civil, 1era ed., Edit. Reus, Madrid, sin fecha, Pág., citado en
Teoría General del Proceso, Hernando Devis Echandía, Editorial Universidad, Argentina, pág. 141.
corolario.” 4 Es por esta razón que es necesario que se resuelva este conflicto de competencia a
fin de brindar a la ciudadanía y al Estado la tutela efectiva de sus derechos.
3.2. El 23 de noviembre de 1993, mediante oficio No. 0654, el ingeniero Jorge Berrezuete,
Director de Obras Públicas Municipales, solicitó al ingeniero León Febres Cordero, Alcalde de
Guayaquil, proceda con la terminación unilateral del contrato de obra No. 008-92-AJ.
Del proceso
4
Aguirre Guzmán Vanesa, Tutela Jurisdiccional del Crédito en el Ecuador, Colección Profesional
Ecuatoriana, Ediciones Legales, Universidad Andina Simón Bolívar, Quito Ecuador, 2012. Pág. 9 y 10.
3.6. El proceso, materia de la controversia, fue tramitado bajo la normativa y procedimientos
establecidos en la Ley de Contratación Pública. Es así que el 26 de agosto de 2003, el Juez
Vigésimo Cuarto de lo Civil de Guayaquil dictó sentencia y ordenó que el demandado pague al
Ilustre Municipio de Guayaquil la cantidad de S/. 1´606.500,30, más los intereses legales.
De la normativa
La Ley de Contratación Pública, (hoy Ley Orgánica del Sistema Nacional de Contratación
Pública) tiene como objetivo el regular la contratación que realiza el Estado, de acuerdo a
ciertos procedimientos y parámetros, es así que se regula desde la etapa precontractual hasta
la terminación de los contratos.
5
“El contrato público o el negocio jurídico de derecho público, es un acuerdo creador de relaciones
jurídicas” Roberto Dromi, Derecho Administrativo, Buenos Aires, 1996, pág. 306.
6
“Se entiende principalmente a la voluntad declarada, al resultado jurídico objetivo, emanado de la
Administración con fuerza vinculante por imperio de la ley”. Roberto Dromi, Derecho Administrativo,
Buenos Aires, 1996, pág. 203.
público. El Código Civil por otro lado es el que regula los contratos que se celebren entre
particulares, normativa que no fue aplicable en este caso, dado la naturaleza del contrato.
El trámite que se siguió en este juicio fue el establecido para los procesos administrativos 7,
jamás se aplicó lo determinado en el Código de Procedimiento Civil, respecto a un proceso de
liquidación de daños y perjuicios. Si bien la competencia fue determinada por una resolución
de la entonces Corte Suprema de Justicia, en que se estableció que las controversias que se
originen entre los contratos que han sido celebrados entre el Estado y particulares lo
conocerán los jueces civiles, no es menos verdad que con la vigencia del Código Orgánico de la
Función Judicial esta competencia cambió, es así que fueron miles de causas que pasaron del
conocimiento de los jueces civiles a los jueces administrativos, o en el caso más dramático, en
razón de la materia, el conocimiento de las causas de familia como era lógico pasó al
conocimiento de los jueces de familia.
7
Se citó al demandado, se llevó a cabo la Audiencia Oral, y se abrió la causa prueba por 90 días.
Finalmente el artículo 1 de la Resolución emitida por la Corte Nacional de Justicia con fecha 25
de agosto del 2010, publicado en el R.O. 276 de 10 de septiembre del 2010, señala que los
jueces civiles: “Hasta que se conformen las Salas especializadas de lo Contencioso
Administrativo de las Cortes Provinciales, los actuales Tribunales Distritales de lo Contencioso
Administrativo tienen competencia para tramitar y resolver todos los asuntos previstos en el
artículo 217 del Código Orgánico de la Función Judicial”.
8
“Es toda declaración unilateral efectuada en ejercicio de la función administrativa, que produce efectos
jurídicos generales individuales en forma directa.” Roberto Dromi, Derecho Administrativo, Buenos
Aires, 1996, pág. 143.
9
“En consecuencia, para reflejar tal enfoque, la jurisdicción contenciosa administrativa amplía el campo
de su acción y también incluye la posibilidad de impugnación, ni sólo los actos administrativos, sino
cualquier otra actividad o acción ilegal o ilegítima del Ejecutivo, incluyendo las llamadas vías de hecho,
los hechos de la administración, sus omisiones y contratos” Pérez Efraín, Manual de Derechos
Administrativo, Corporación de Estudios y Publicaciones, Quito- Ecuador, Pág. 92
3) Este no es un proceso de liquidación de daños y perjuicios, ya que si fuera de este
modo entonces debería declararse la nulidad del proceso, por cuanto, el
procedimiento aplicado en este juicio no corresponde al trámite verbal sumario 10, caso
contrario efectivamente y sin duda alguna, según mi criterio y por haber así actuado el
suscrito en otros casos, sería la competencia del juez de lo civil (juez civil en forma
opcional o ante el mismo juez o tribunal que expidió la resolución en razón del
principio de economía procesal), como así sucede en los procesos penales en que se
declara la responsabilidad penal y el derecho a indemnizaciones por daños y perjuicios,
esta indemnización se la realizará siempre en la vía verbal sumaria (pues se trata de
una liquidación), pero en el caso presente no existe ninguna sentencia previa que
declare la existencia del derecho, sino que la demanda se basa en la resolución dictada
por el entonces Alcalde de Guayaquil, en que declara unilateralmente terminado el
contrato de obra (es decir un acto administrativo impugnable). Se debe anotar que en
esta misma resolución se ordenó que se demande la indemnización de daños y
perjuicios, es decir mediante un acto administrativo se ha declarado la existencia de
un derecho reparatorio, lo que atentaría inclusive el derecho a la defensa. Resulta
curioso también que mediante una resolución administrativa el Estado demandó
daños y perjuicios a un particular. Recordemos que en el derecho administrativo
ecuatoriano encontramos que existe el recurso de plena jurisdicción o subjetivo;
recurso de anulación objetivo o por exceso de poder y el recurso de lesividad, de lo
que se concluye que no se ha contemplado en nuestra legislación juicios de daños y
perjuicios en contra de particulares mediante una resolución administrativa,
evidenciando sin lugar a dudas el grave error en que ha incurrido la Municipalidad.
10
“Art. 845.- En el juicio verbal sumario que se efectúe para liquidar intereses, frutos, daños y
perjuicios ordenados en sentencia ejecutoriada, el fallo no será susceptible de recurso alguno.
En los demás casos de juicio verbal sumario, se concederá el recurso de apelación, únicamente,
de la providencia que niegue el trámite verbal sumario, o de la sentencia conforme al Art.
838…” Código de Procedimiento Civil.
claramente establece que en razón de la materia corresponde el conocimiento de la causa a
los tribunales, jueces que corresponda en razón de la materia.
Entonces como bien señala la doctora María Rosa Merchán Larrea (Jueza Ponente), doctor
Álvaro Ojeda Hidalgo y el doctor Eduardo Bermúdez Coronel, en el auto dictado el 16 de mayo
de 2012, dentro del juicio 422-2009: “ al tratarse de un proceso originado en un contrato
celebrado entre el Municipio de Guayaquil institución del Estado y un particular” (lo
resaltado me pertenece), corresponde el conocimiento de esta causa a la Sala de lo
Contencioso Administrativo.
Por otro lado, “La perpetuario jurisdictionis no existe frente a las nuevas leyes procesales, y
sólo se aplica para las circunstancias de hecho que determinan la competencia en relación con
estos factores: valor, territorio o domicilio y calidad de las partes. Si la nueva ley cambia la
competencia o la rama jurisdiccional que debe conocer del proceso, tiene aplicación a los
procesos en curso”.12 La competencia entonces se modifica por el imperio de una nueva ley.
11
Art. 76 Constitución de la República: “En todo proceso en el que se determinen derechos y
obligaciones de cualquier orden, se asegurará el derecho al debido proceso (…)”.
12
Hernando Devis Echandía, Teoría General del Proceso, Tercera Edición, Editorial Universidad,
Buenos Aires – Argentina, Pág. 144.
RESOLUCIÓN:
ff) Dr. Carlos Ramírez Romero, PRESIDENTE (V.S.); Dra. Rocío Salgado Carpio (V.S.), Dra. María
del Carmen Espinoza Valdiviezo, Dra. Mariana Yumbay Yallico, Dr. Merck Benavides
Benalcázar, Dr. Wilson Andino Reinoso, Dra. Lucy Blacio Pereira, Dr. Johnny Ayluardo Salcedo,
Dr. Jorge Blum Carcelén, Dra. Paulina Aguirre Suárez, Dr. Vicente Robalino Villafuerte, Dr. Juan
Montero Chávez (V.S.), Dr. Richard Villagómez Cabezas, Dr. Edgar Flores Mier, Dr. Alejandro
Arteaga García, CONJUECES NACIONALES. Certifico. f) Dra. Isabel Garrido Cisneros,
SECRETARIA GENERAL
PRIMERO.- ANTECEDENTES:
1.1.- Mediante providencia de 16 de mayo de 2012, a las 10h00 el Tribunal de la Sala de lo Civil
y Mercantil de la Corte Nacional de Justicia, integrado por la Doctora María Rosa Merchán
Larrea y los Doctores Álvaro Ojeda Hidalgo y Eduardo Bermúdez Coronel, se inhibe de conocer
el recurso de casación interpuesto por Jaime Nebot Saadi y Miguel Hernández Terán, alcalde
de Guayaquil y Procurador Síndico Municipal, respectivamente, en calidad de representantes
judiciales y extrajudiciales de la M. I. Municipalidad de Guayaquil, contra la sentencia
pronunciada por la Primera Sala de lo Civil, Mercantil, Inquilinato y Materiales Residuales de la
Corte Provincial de Justicia del Guayas, de 27 de noviembre de 2008 a las 11h08, expedida
dentro del juicio especial de indemnización de daños y perjuicios por incumplimiento de
contrato; por considerar que es incompetente en razón de la materia para conocer y resolver
sobre ese recurso, para ello manifiestan:
1.1.2.- “En virtud de lo establecido en el numeral 2 del Art. 185 del Código Orgánico de la
Función Judicial, al tratarse de un proceso originado en un contrato celebrado entre el
Municipio de Guayaquil, institución del Estado y un particular, cuyo conocimiento compete a la
Sala de lo Contencioso Administrativo, en razón de la materia, y en virtud de lo ordenado en las
Disposiciones Transitoria Segunda y Decima, literal a) ibídem, y en consideración a que el
artículo 162 inciso final del cuerpo legal antes citado prescribe ´En ningún caso se prorroga la
competencia en razón de la materia´”; concluye señalando que la inhibición se la efectúa con
“fundamento en lo dispuesto en el Art. 76.7.k) de la Constitución de la República, que entre las
garantías mínimas del Debido Proceso, consagra el derecho a ser juzgado por un juez
competente”.
“El artículo 185 del Código Orgánico de la Función Judicial establece la competencia de la Sala
Especializada de lo Contencioso Administrativo. De su parte, el artículo 217 del mismo cuerpo
legal señala los deberes y atribuciones de los jueces de las salas de lo contencioso
administrativo de las cortes provinciales; competencias que, de manera general, ya habían sido
incorporadas en nuestro ordenamiento jurídico mediante el artículo 38 de la Ley de
Modernización del Estado. Encuentran, además, fundamento en el literal a) de la Disposición
Transitoria Décima del Código Orgánico de la Función Judicial, del auto inhibitorio del Tribunal
de la Sala de lo Civil y Mercantil, y subrayan la parte en la que la norma establece que en los
procesos en curso, anteriores a la vigencia del Código Orgánico de la Función Judicial, los
jueces y Tribunales serán competentes en razón de la materia. Señala que: “El proceso
remitido al Tribunal de la Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Nacional de Justicia ha
concluido, en la controversia central de fondo, con la sentencia expedida por la Primera Sala de
lo Civil, Mercantil, Inquilinato y Materias Residuales de la Corte Provincial de Justica del
Guayas, quedando únicamente pendiente de resolución la liquidación de los daños y perjuicios
demandados, en el que la jurisdicción contencioso administrativa no puede intervenir ni
pronunciarse, porque no existe materia contencioso administrativa a decidir ni existe
fundamento en ninguna norma legal vigente para que así ocurra, ya que la Disposición
Transitoria Décima del Código Orgánico de la Función Judicial, argüida como fundamento por
el Tribunal de la Sala Civil y Mercantil, expresamente señala que corresponde a los jueces
competentes en razón de la materia. Si la materia litigiosa central, esto es el tema contractual
público, que sería de competencia de la jurisdicción contencioso administrativa, ya fue
ventilada y resuelta por la jurisdicción civil, mal haría esta Sala en conocer y resolver la fase de
liquidación de daños y perjuicios, resuelta por los jueces de lo civil. Le corresponde entonces al
Tribunal de la Sala de lo Civil y Mercantil, pronunciarse respecto al recurso de casación
interpuesto...”.
1.2.- Mediante auto de 9 de octubre de 2013, a las 10h30, el Tribunal de la Sala de lo Civil y
Mercantil de la Corte Nacional de Justicia se ratifica en su inhibición, dando lugar al conflicto
de competencia negativa, y, remite el proceso al Pleno de la Corte Nacional de Justicia, para
que dirima, de acuerdo con lo previsto en el artículo 180.3 del Código Orgánico de la Función
Judicial.
SEGUNDO.- COMPETENCIA:
3.1.- El proceso que genera el incidente por competencia negativa, persigue la liquidación de
daños y perjuicios ocasionados al estado, por la omisión de un particular. Habiendo quedado
resuelto mediante sentencia, dictada por la Primera Sala de lo Civil, Mercantil, Inquilinato y
Materias Residuales de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, la determinación del
incumplimiento del contrato por parte del demandado, Víctor Plaza Chávez y la terminación
unilateral, por parte del Municipio de Guayaquil, queda pendiente, únicamente: “demandar la
indemnización de daños y perjuicios, los que serán liquidados en juicio verbal sumario, por
cuerda separada; en atención a los artículos 843 y 860 del Código de Procedimiento Civil que
disponen que se tramiten en juicio verbal sumario de una sola instancia las demandas de
liquidación de intereses, frutos y daños y perjuicios ordenados en sentencia ejecutoriada…”.
13
“La potestad jurisdiccional se ejercerá por las juezas y jueces en forma especializada, según las
diferentes áreas de la competencia”
14
Disposición Transitoria Décima del Código Orgánico de la Función Judicial, literal a): “Para la
sustanciación de los procesos que se hallan actualmente en curso ante las judicaturas del país, se
seguirán las siguientes disposiciones: a. Todos los procesos que se hayan iniciado con anterioridad a la
vigencia de este Código y que se hallaban en curso ante la Corte Suprema, cortes superiores, tribunales
distritales de lo contencioso administrativo y fiscal, tribunales penales y demás juzgados de la Función
Judicial, así como ante los tribunales penales y juzgados militares y policiales, pasarán, según
corresponda, a conocimiento de la Corte Nacional de Justicia, cortes provinciales, tribunales penales y
juzgados competentes en razón de la materia. De haber varios tribunales o juzgados, la competencia
se radicará por sorteo. Las causas continuarán sustanciándose en el punto en que hubieren quedado, sin
que en ningún caso este cambio sea motivo para declarar nulidad procesal alguna.”(el énfasis me
pertenece).
15
Sentencia No. 004-13-SAN-CC, Caso No. 0014-10-AN, de 13 de junio de 2013.
16
Art. 19 LOGJCC “Reparación Económica.- Cuando parte de la reparación, por cualquier motivo,
implique pago en dinero al afectado o titular del derecho violado, la determinación del monto se
tramitará en juicio verbal sumario ante la misma jueza o juez, si fuera contra un particular; y en juicio
contenciosos administrativo si fuere contra el Estado…”.
constitucional puede incurrir al determinar los montos concernientes a la reparación
económica y tutelar de los derechos constitucionales de la contraparte, para que esta pueda
ejercerlos dentro del marco del debido proceso. Empero esta Corte deja en claro que la
determinación del monto de la reparación económica, consecuencia de la declaración de una
vulneración de derechos, no generara un nuevo proceso de conocimiento, sino exclusivamente
una cuantificación dentro de un trámite de ejecución de la sentencia constitucional…En efecto,
el proceso de cuantificación de reparación económica no es un proceso en el que se debatirá
nuevamente las situaciones acerca de los hechos que dieron lugar a la declaración de la
vulneración del derecho y si ésta se verificó o no, sino que se limita a ser un procedimiento de
puro derecho en el que se cuantifique la reparación económica…”. De manera similar, en este
caso, habiendo sido resuelta la cuestión principal (sobre incumplimiento del contrato y
terminación unilateral del mismo), queda pendiente la indemnización de daños y perjuicios; se
trata, por tanto, de un procedimiento de cuantificación de la indemnización ordenada dentro
de la fase de ejecución de la sentencia, y no de un proceso de conocimiento, pues, no se
vuelve sobre el fondo del asunto.
3.4.- De otro lado, el artículo 38 de la Ley de Modernización del Estado 17 confirió competencia
a los tribunales distritales de lo contencioso administrativo para conocer y resolver: “de todas
las demandas y recursos derivados de actos, contratos y hechos administrativos y reglamentos
expedidos, suscritos o producidos por las entidades del sector público. El administrado afectado
presentará su demanda, o recurso ante el tribunal que ejerce jurisdicción en el lugar de su
domicilio. El procedimiento será el previsto en la Ley de la Jurisdicción Contencioso
Administrativa o el Código Tributario, en su caso. No se exigirá como requisito previo para
iniciar cualquier acción judicial contra las entidades del sector público la proposición del
reclamo y agotamiento en la vía administrativa. Empero, de iniciarse cualquier acción judicial
contra alguna institución del sector público, quedará insubsistente todo el reclamo que sobre el
mismo asunto se haya propuesto por la vía administrativa”.- Sin embargo, en virtud de la
disposición transitoria, incluida en la Ley de Modernización del Estado, por el artículo 29 de la
citada Ley para la Promoción de la Inversión y Participación Ciudadana 18: “Los procesos para la
solución de controversias iniciados con anterioridad a la vigencia de esta ley, que actualmente
se encuentren en trámite ante los jueces de lo civil y cortes superiores, continuarán
sustanciándose hasta su terminación y ejecución en esos mismos órganos judiciales. Los
recursos de casación interpuestos serán resueltos por las mismas salas que los conocen a la
vigencia de esta ley”, (el énfasis me pertenece).- Consecuentemente, la norma citada,
17
El Art. 38 de la Ley de Modernización del Estado fue reformado primero por el Art. 16 de la Ley para
la Promoción de la Inversión y de la Participación Ciudadana, expedida mediante Decreto Ley 2000-1,
publicado en el Suplemento del registro Oficial No. 144 de 18 de agosto de 2000; y, posteriormente por
el Art. 1 de la Ley 56, publicada en el registro Oficial No. 483 de 28 de diciembre de 2001.
18
R.O. No. 144, de 18 de agosto de 2000
mantiene la competencia de los jueces civiles que conocían juicios en contra de instituciones
del estado, en curso, antes de su promulgación, por ello, los recursos interpuestos ante la Sala
de lo Civil y Mercantil de la Corte Nacional, dentro de esos procesos, deben ser resueltos por la
propia jurisdicción ordinaria que ya los conoció.
3.5.- En este orden de cosas, es preciso señalar que en el sub judice, la competencia del juez
de lo civil quedó establecida (fjs.44 cuaderno de primer nivel), en virtud de la Resolución
dictada por el pleno de la Corte Suprema de Justicia 19, que señala que “las controversias
derivadas de contratos suscritos por el Estado y otras Entidades y Organismos del sector
público, serán resueltas y conocidas, en primera instancia por los jueces de lo Civil, y en
segunda instancia, por las cortes superiores. Los recursos de casación serán conocidos y
resueltos por las Salas de lo Civil y Mercantil de la Corte Suprema de Justicia”, debiendo las
causas en que no se había dictado sentencia o auto definitivo, remitirse a los jueces de lo Civil
para el tramite pertinente, como efectivamente ocurrió en este caso.
19
R.O. No. 120, de 1 de Febrero de 1999.
20
Carlos E. Naranjo Flórez, “El principio constitucional de la perpetuatio jurisdictionis y el debido
proceso en Colombia”, en http://www.icdp.co/revista/articulos/35/Carlos%20Naranjo%20Florez.pdf,
pag. 1.
21
Devis Echandía en su obra “Compendio de Derecho Procesal Civil”, Tomo I, p. 136, señala sobre la
perpetuatio jurisdictione, que no existe frente a las nuevas leyes procesales, y sólo se aplica para las
circunstancias de hecho que determinan la competencia en relación con la cuantía, el territorio, el
domicilio y calidad de las partes, pero no aplica en relación con los cambios de derecho, la nueva ley que
cambia la competencia o la Rama Jurisdiccional que debe conocer del proceso.
espíritu garantista del derecho fundamental del debido proceso, en el marco de un estado
constitucional de derechos y justicia.
3.8.-Se subraya la preminencia del debido proceso, en toda actuación judicial, este conjunto de
garantías mínimas de las que goza cada persona comprende, entre otros, el derecho
predeterminación de los procedimientos, es decir a que las reglas a las que un o una
ciudadana adhiere para resolver un conflicto sean claramente establecidas con anterioridad
al inicio de un proceso. De esta manera las normas procesales se convierten en garantía, que
fortalecen el derecho a la defensa, entre éstas, el mantenimiento de la jurisdicción y
competencia desde el inicio del proceso, y la permanencia del Juez/a hasta el
pronunciamiento final. Lo que supone un resguardo para el litigante desde el momento que
presenta su demanda, a la luz de la seguridad jurídica; los usuarios de la administración de
justicia esperan que las reglas procesales del momento de presentar la demanda no varíen a
lo largo del proceso 22.
3.9.- Así lo ha entendido la Corte Constitucional Colombiana, señalando que las garantías
esenciales del debido proceso incluyen el derecho al juez natural y el principio de
predeterminación de las reglas procesales o principio de legalidad. En relación con el principio
del juez natural ha dicho: “Este principio (Juez Natural) constituye, en consecuencia, elemento
medular del debido proceso, […]“Nadie podrá ser juzgado sino conforme a las leyes
preexistentes al acto que se le imputa, ante juez o tribunal competente y con observancia de la
plenitud de las formas propias de cada juicio” (Subraya la Sala). 23 Remarcamos este
pronunciamiento de la Corte Constitucional de Colombia en el que, además, señala que el juez
natural “es aquel a quien la Constitución y la ley le han asignado competencia para conocer
cierto asunto. […]Ello implica que es consustancial al juez natural que previamente se definan
quienes son los jueces competentes, que estos tengan carácter institucional y que una vez
asignada – debidamente– competencia para conocer un caso específico, no les sea revocable el
conocimiento del caso” 24(el énfasis me pertenece). Adicionalmente, la Corte Constitucional de
Colombia define las calidades de la competencia: “legalidad, pues debe ser fijada por la ley;
imperatividad, lo que significa que no es derogable por la voluntad de las partes;
inmodificabilidad porque no se puede variar en el curso de un proceso (perpetuatio
jurisdictionis); la indelegabilidad, ya que no puede ser delegada por quien la detenta; y es de
orden público puesto que se funda en principios de interés general” 25.
22
Carlos E. Naranjo Flórez, “El principio constitucional de la perpetuatio jurisdictionis y el debido proceso
en Colombia”, Ob. Cit., pag. 11.
23
Corte Constitucional Colombiana, sentencia C-154 de 2004. M.P. Dr. Álvaro Tafur Galvis.
24
Corte Constitucional Colombiana, sentencia SU 1184 de 2001. M.P. Dr. Eduardo Montealegre Lynett.
25
Corte Constitucional Colombiana, sentencia C-111 de 2000. M.P. Dr. Álvaro Tafur Galvis.
3.10.- En el presente caso, la competencia del juez fue definida previamente, no solo por la
disposición transitoria incluida en la Ley de Modernización del Estado, por el artículo. 29 de la
Ley para la Promoción de la Inversión y Participación Ciudadana, sino también mediante
Resolución del Pleno de la Corte Suprema, siendo los jueces de lo civil, los jueces naturales
para conocer el presente caso, por estar dentro de “las controversias derivadas de contratos
suscritos por el Estado y otras Entidades y Organismos del sector público”, por lo que, una vez
iniciada la acción y asumida la competencia por parte del juez vigésimo cuarto de lo civil de
Guayaquil, se configuró el principio/derecho de la perpetuatio jurisdictionis, por la materia.
RESOLUCIÓN:
Por lo expuesto, el Pleno de la Corte Nacional de Justicia dirime la competencia a favor del
Tribunal de la Sala Especializada de lo Civil y Mercantil de la Corte Nacional de Justicia, quien
deberá conocer y resolver el recurso de casación planteado dentro del juicio 422-2009.
Devuélvase el expediente al Tribunal que corresponde, para que continúe con el trámite.
Notifíquese y cúmplase.-
ff) Dr. Carlos Ramírez Romero, PRESIDENTE (V.S.); Dra. Rocío Salgado Carpio (V.S.), Dra. María
del Carmen Espinoza Valdiviezo, Dra. Mariana Yumbay Yallico, Dr. Merck Benavides
Benalcázar, Dr. Wilson Andino Reinoso, Dra. Lucy Blacio Pereira, Dr. Johnny Ayluardo Salcedo,
Dr. Jorge Blum Carcelén, Dra. Paulina Aguirre Suárez, Dr. Vicente Robalino Villafuerte, Dr. Juan
Montero Chávez (V.S.), Dr. Richard Villagómez Cabezas, Dr. Edgar Flores Mier, Dr. Alejandro
Arteaga García, CONJUECES NACIONALES. Certifico. f) Dra. Isabel Garrido Cisneros,
SECRETARIA GENERAL